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¿Qué es SIMEBAL?

simebal es el sindicato Médico de las Islas Baleares. Nuestra historia empieza en 1977, y en la actualidad es-tamos más vivos que nunca. Está integrado por varios colectivos de profesionales, médicos predominantemente junto con farmacéuticos y psicólogos. Estamos en el ám-bito público y en el privado. Nuestro objetivo ha sido, es y será defender los derechos profesionales, laborales y re-tributivos de estos colectivos. Estamos orgullosos del alto nivel de prestigio, confianza y reconocimiento alcanzados tras el gran trabajo que hemos realizado. Nos preocupa-mos y nos ocupamos de los artífices imprescindibles que hacen posible nuestro magnifico y excelente sistema sani-tario publico. Pertenecemos a la CEsM, que integra a nivel nacional a todos los sindicatos autonómicos. actualmen-te, nuestro secretario General es el dr. alfonso Ramón, y el Presidente es el dr. Isidro Torres, que lleva en la brecha muchos años, y que sigue manteniendo la misma motiva-ción e ilusión, a pesar de la que está cayendo, que cuan-do empezó. Él preside un comité ejecutivo de 16 médicos que representan a los distintos hospitales de las islas y la atención primaria. Es un equipo muy comprometido con la defensa, reivindicación y mejora constante de los intere-ses del colectivo.

¿Qué señas de identidad tiene SIMEBAL?

Nos diferenciamos de otros sindicatos por varias carac-terísticas fundamentales: somos un sindicato profesional (de médicos, para los médicos, y con los médicos) con un corporativismo inherente a nuestra especificidad y que no excluye ni discrimina a otros colectivos sanitarios, plural y global, y que incluye todos los ámbitos sanitarios, in-dependiente, sin partidismos políticos y sobre todo con autofinanciación propia y exclusiva de nuestros afiliados.

Nos indigna ver la dependencia económica y las ayudas que otros sindicatos reciben de las administraciones pú-blicas. somos un sindicato moderno que cree en el diá-logo, la negociación y la colaboración, aunque, desgra-ciadamente, en algunas ocasiones debamos optar por la denuncia, la movilización y la confrontación. somos el contrapeso necesario a la administración y pensamos que en el actual contexto de crisis podemos complementar y aportar muchas ideas a la actual Consellería.

¿Qué es CEMSATSE?

Es la organización sindical que aglutina la coalición del sin-dicato medico y del saTsE (sindicato de Enfermería). Inte-gra a los profesionales sanitarios que son el vértice de la

Entrevista con Miguel Lázaro, Vicepresidente Hospitalario de Simebal

pirámide en la asistencia sanitaria: médicos y enfermeros. Tenemos características comunes, aunque con diferen-cias graduales en dimensiones como la responsabilidad, el conocimiento, la ciencia y las habilidades de compe-tencia. Hasta ahora ha sido una sinergia necesaria y fruc-tífera. En las últimas elecciones nos dieron la confianza el 42% del colectivo sanitario.

¿Cuáles han sido sus mayores logros sindicales?

si tuviéramos que ponernos medallas, a lo largo de nues-tra trayectoria yo resaltaría: nuestra magnifica asesoría ju-rídica, que, gracias a su letrado Juan Mir, ha logrado sen-tencias favorables a los intereses del colectivo médico que han creado jurisprudencia; y nuestras mejoras retributivas en la carrera profesional, la homologación, las guardias y la fidelización.

El 45% de la nómina del médico la hemos negociado, con muy buenos resultados, nosotros mismos. Hemos lidera-do temas como la jubilación de los médicos y conseguido que se nos incluyera en el acuerdo de acción social del que estábamos excluidos. Hemos tenido un papel clave en la configuración de los procesos de la actual OPE y hemos reelaborado varias iniciativas recientes de la ad-ministración de gran impacto para el colectivo. Por otra parte, gozamos de un gran potencial en el ámbito de la formación acreditada, como se ha demostrado en las pio-neras, a nivel estatal, Jornadas de LA SALUT MENTAL I LA DONA, que en las tres ediciones consiguieron un gran éxito docente y de asistencia.

somos conscientes de que no se vive del pasado, pero nuestra motivación actual y nuestros valores organizacio-nales son claves para defender lo que hemos conseguido, y para plantear estrategias adaptativas a corto y medio plazo que nos permitan rescatar los recortes que hemos sufrido, y que, evidentemente, no nos merecemos, ya que somos el colectivo profesional más “castigado” a nivel re-tributivo.

¿Qué reflexiones haría sobre el actual contexto social y económico y los recortes en sanidad?

Estamos viviendo un contexto socioeconómico actual marcado por la crisis psicosocial que estamos pasando, y está claro que hay que gestionar los recursos públicos bajo criterios de austeridad en el gasto, pero no a base de cargarnos la sostenibilidad, la universalidad, la equidad y la cali-dad del sistema sanitario que hemos construido.

Estamos de acuerdo en racionalizar gastos y en mejorar la eficiencia, pero no deteriorando el contrato social que aparece en la Constitución y que consagra los derechos de los ciudadanos en cuanto a la salud y la asistencia sa-nitaria. la crisis y lo económico no pueden ser los únicos

No coNfuNdir el precio coN el valorTampoco todas las necesidades son derechos

Somos un sindicato moderno que cree en el diálogo, la negociación y la colaboración, aunque,

desgraciadamente, en algunas ocasiones debamos optar por la denuncia, la movilización y la confrontación

discursos dominantes que subordinen y excluyan otros valores inherentes como son el factor de cohesión, la justi-cia social y la calidad de vida implícitos en nuestra salud y en la de las generaciones futuras. la crisis no puede ser el argumento omnipotente que legitime recortes (¿cómo es posible hacerlos si no sobra nada?) y decisiones de unos gestores que solo piensan en ahorrar, obviando las con-secuencias que van a sufrir los ciudadanos. Confunden el precio con el valor.

ahora más que nunca necesitamos gestores de altura, con alta inteligencia emocional, que dialoguen, sumen y prioricen. Porque, ¿quienés han sido los responsables de los desatinos, errores, negligencias e ineptitudes que se han cometido en estos años de despilfarro y gasto des-mesurado? ¿Cómo ha sido posible el gorroneo y la acu-mulación de deudores que han ido dejando atrás? ¿Qué

ética de las responsabilidades y canon social cívico han tenido los impresentables gestores y políticos que presu-puestaban muy por debajo del gasto real final, generando desajustes entre teoría y realidad, y que nos han dejado secuelas para varios años?

estamos de acuerdo en racionalizar gastos y en mejorar la eficiencia, pero no deteriorando el contrato social que aparece

en la constitución y que consagra los derechos de los ciudadanos en cuanto a la salud y la asistencia sanitaria

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Dr. Isidro Torres, Presidente de SIMEbAL.

Y centrándonos en el tema de la construcción, ¿cómo se pueden construir hospitales como champiñones que di-fícilmente tienen argumentación racional y que ahora no podemos mantener? ¿Con qué criterio se gasta 2,4 mi-llones de euros en la duna / terraplén (¿tendrá petróleo en el subsuelo?) de son Espases? ¿Cómo es posible que tengamos cinco programas informáticos diferentes en la Primaria, son Espases, son llàtzer, Inca y Manacor?

¿Para cuándo la investigación del sobrecoste (260 millo-nes de euros) de Son Espases? Los ciudadanos prefieren hoy más gasto en sanidad, educación y justicia y menos en defensa, obras públicas y transporte. Todos queremos que se mejore la gestión, que se restrinja la carísima “in-termediación” autonómica y que se redireccione el gasto desde otros sectores. Queremos una adecuada y justa financiación sanitaria para nuestra comunidad que valo-re su idiosincrasia y no queremos que nos frían con más impuestos.

¿Qué proponen ustedes como estrategia para asegurar la sostenibilidad del sistema sanitario?

El sistema sanitario es un sistema complejo, por lo que debe abordarse desde diferentes perspectivas y, además, globalmente. Tiene un grave problema estructural y care-ce de una financiación suficiente y de una gestión eficien-te. Es un problema no solo de los catalanes, aragoneses, etc.: es un asunto nacional.

de todas formas, visto desde un optimismo pragmático es una gran oportunidad para comprometernos todos en la tarea de preservarlo. Es clave una implicación general en este proyecto que vertebre y limite los daños colate-rales de la actual fragmentación. se precisa un pacto de Estado en el cual la madurez y la responsabilidad de los políticos se manifieste en la renuncia a utilizar la sanidad como ariete de confrontación política. un pacto por el que

se establezcan acuerdos de presupuestos realistas y finalistas; una cartera de ser-vicios equitativa, universal y solidaria; un incremento de la productividad y eficien-

cia; la desburocratización; potenciar la participación de los médicos en la gestión; un plan de recursos humanos en cuanto a la planificación de las necesidades futuras de médicos se refiere, y, sobre todo, un Consejo Inter-territo-rial que cambie su actual dinámica y actitud y se configure como órgano ejecutivo y cohesionador.

Queremos que la Ley de Ordenación de las Profesiones sanitarias potencie el desarrollo profesional, que se ga-rantice la formación médica continuada así como la cen-tralización de la adquisición de numerosos servicios y suministros. Nos oponemos a la merma en la calidad asis-tencial, al aumento de la lista de espera, a más recortes retributivos a los médicos (en esta crisis hemos perdido entre 3.000 y 5.000 euros al año), a recortes en las planti-llas, a cualquier recorte que deteriore la relación médico/paciente y a la pérdida de derechos de los ciudadanos. Estamos de acuerdo en la racionalización desde una res-ponsabilidad compartida por todos, y aquí incluyo los “pri-

vilegios y prebendas de la casta política” que deben de ser recortados.

Estamos de acuerdo en que el paciente sea el eje del sistema y el médico la base de la eficiencia, pero consideramos que hay que concienciar a la sociedad de su altas expectativas y exigencias (no todas las necesidades son derechos) y de que el ciudadano tiene que ser consciente de sus derechos, pero también de sus obligaciones y deberes. la continuidad asistencial es el objetivo, por lo que la atención primaria me-rece más capacidad de gestión, resolución y dotación de re-cursos.

Es hora también de optimizar la complementariedad y la si-nergia con la medicina privada, con la consiguiente supervi-sión efectiva en cuanto a la calidad de los servicios presta-dos.

¿Qué piensan sobre la instauración del copago?

El copago no es la solución mágica al problema que tene-mos, ya que es un parche parcial que tendría como objetivo aumentar la corresponsabilización de los usuarios, fomen-

tando así una autorregulación del consumo sanitario a tra-vés de un efecto disuasorio. En términos económicos sería el “chocolate del loro”.

los ciudadanos ya hacemos copago en la receta farmacéuti-ca y en nuestra comunidad. Hay muchas familias que ya rea-lizan copago, ya que tienen seguros privados. así como la cultura del copago está muy extendida y ampliamente acep-tada en numerosos países, en el nuestro hablar del copago es como mentar “el diluvio universal”, y el debate se ha ins-trumentalizado por los políticos, que se acusan, hipócrita y perversamente, de querer cargarse el estado de bienestar, mantra que nuestros seudo-líderes repiten compulsivamen-te, intentando manipularnos y obviando su responsabilidad de que son ellos mismos parte y causa del problema: por su gestión despilfarradora; por la chorizopatía pasada y presen-te y por su estulticia y negligencia gestora.

En caso de implantar el copago, debería aplicarse dentro de unas estrategias estructurales, con exenciones y límites (por ejemplo en parados, rentas bajas, enfermos crónicos, etc.), centrado en algunas pres-taciones, consensuado, a nivel estatal y con carácter finalista. Habría que valorar los costes a nivel administrativo y estudiar muy bien cómo sería la logística operativa. Es decir, habría que hacer un exhaustivo estudio.

¿Cuáles son los objetivos de Simebal en esta legislatura?

el copago no es la solución mágica al problema que tenemos. en términos económicos sería el ”chocolate del loro”

el debate se ha instrumentalizado por los políticos, que se acusan, hipócrita y perversamente, de querer cargarse el estado de bienestar, mantra que nuestros seudo-líderes repiten compulsivamente, intentando manipularnos y obviando su responsabilidad de que son ellos mismos parte y causa del problema: por su gestión despilfarradora; por la chorizopatía pasada y presente y por su estulticia y negligencia gestora

Tenemos grandes profesionales que realizan una asistencia con elevados estándares de calidad. estamos formando a excelentes y futuros psiquiatras, psicólogos, enfermeros y trabajadores sociales

Algunos miembros del Comité en 2008.

Exigir diálogo y negociación con la Administración a través de los cauces definidos por la Ley. Reconoci-miento de deuda y negociar un cronograma flexible de pagos entre el 2013 y el 2014. Reprogramar para evi-tar una nueva glaciación de la carrera profesional en

el 2013. Cerrar flecos pendientes en la carrera profesional que suponen una gran fuente de agravios. Poner en marcha la carrera ordinaria para que se pueda reconocer y cobrar el nivel pertinente. Negociar un Plan de Recursos Hu-manos todavía inexistente. Consolidar médicos interinos después de la actual OPE. Acabar de una vez por todas con los acúmulos de tareas y con la precariedad laboral y mejorar las condi-ciones laborales y retributivas de los MIR. Nos opondremos a más recortes adicionales y exi-giremos respeto a los acuerdos firmados, así como lealtad institucional. las líneas rojas son

la calidad asistencial; la relación médico-paciente y los derechos de usuarios y profesionales, que no son los responsables de la crisis.

Usted es psiquiatra. ¿Cómo calificaría la actual asis-tencia en Salud Mental?

Tenemos grandes profesionales que realizan una asis-tencia con elevados estándares de calidad. Estamos formando a excelentes y futuros psiquiatras, psicólo-gos, enfermeros y trabajadores sociales. Estos últimos cuatro años, el presupuesto para la salud Mental ha sido muy exiguo y debe aumentarse dada la prevalencia de las enfermedades mentales. Hay que mejorar la ratio psiquiatra-usuarios; incluir las drogodependencias en la salud Mental; elaborar un catálogo de prestaciones psicoterapéuticas; instaurar los psicólogos de atención primaria; aumentar la formación psicoterapéutica; crear la unidad de patología dual; aumentar la colaboración con la uIB y con otros dispositivos asistenciales (como por ejemplo el Proyecto Hombre, etc.); crear unidades especificas clínicas; instaurar protocolos para evaluar

la calidad en los tratamientos psicofarmacológicos; realizar estudios epidemiológicos y potenciar a las aso-ciaciones de enfermos y familiares, así como la inves-tigación.