2
La inquietud por descubrir el mundo y conocer el entorno que nos rodea, es una facultad que nuestros antepasados tuvieron para el desarrollo de técnicas y herramientas. Aunque hay muchas formas de fabricar herramientas, en largos períodos de tiempo estas se hicieron de las misma manera; esto de muestra qu e los si stemas de aprendizaj e empezaron a desarrollarse hace miles de aos, con la intenci!n de divulgar y preservar el conocimiento a través muchas generaciones. "o obstante, los nuevos conocimientos fluyen hoy a un ritmo m#s acelerado, lo cual implica un proceso m#s #gil de enseanza y aprendizaje que debe desarrollarse incluso den tro de una misma generac i!n. $s así como en un mundo de r#pida transici!n, estudiantes y profesores necesitan aprender una habilidad esencial% aprender a aprender, esto implica capacidad de asombro y curiosidad, virtudes naturales para los nios, pero altamente complejas para los adultos. Los nios hacen preguntas perspicaces todo el tiempo, y muestran entusiasmo por aprender y conocer el porqué de cada fen!meno con que el que se topan en su cotidianidad. &ientras que par a los ni os estos fen !me nos so n mis terio s que deben res olv er co n pro nti tud, descubrimientos potenciales, para los adultos no son m#s que suc esos ajenos, co n los que han aprendido a vivir sin alg'n interés, con total conformismo y con un leve escepticismo. &uchas veces las respuestas que dan los adultos a las preguntas curiosas de los nios demuestr an irritaci!n y ridic ulizaci!n . $s esta actitu d orgullosa fren te a la curiosidad de lo s nios, la raz!n por la que muchos de ellos a medida que van creciendo, se van olvidando de su lado curioso y creativo, y terminan adapt#ndose a una sociedad de consumo que los induce a un confort mental. Las personas memorizan hoy hechos de forma puntual y superficial, y es por ello que los encuentran simples y poco interesantes. $l ritmo de vida tan acelerado, las tecnologías que han originado comodidad e inactividad, y los sistemas educativos mediocres, son factores que han opacado y casi anulado el placer del asombro, de conocer la vida que se oculta detr#s de cada hecho y de redescubrir cada maana la infinidad de sucesos que lo desencadenan. "o hay preguntas est'pidas, y el mundo debe saberlo y redescubrir el nio que lleva dentro. (ue el ritmo de vida no absorba el lado curioso que acompa! nuestros primeros aos de vida; que la tecnolog ía no sea para nuestro confort absoluto, sino un recurso que incentive la b'squeda de nuevos conocimientos, y que el sistema educativo no sea una restricci!n para

No Hay Preguntas Estúpidas

Embed Size (px)

DESCRIPTION

No Hay Preguntas Estúpidas-Carl Sagan

Citation preview

7/17/2019 No Hay Preguntas Estúpidas

http://slidepdf.com/reader/full/no-hay-preguntas-estupidas 1/2

La inquietud por descubrir el mundo y conocer el entorno que nos rodea, es una facultad que

nuestros antepasados tuvieron para el desarrollo de técnicas y herramientas. Aunque hay

muchas formas de fabricar herramientas, en largos períodos de tiempo estas se hicieron de

las misma manera; esto demuestra que los sistemas de aprendizaje empezaron a

desarrollarse hace miles de aos, con la intenci!n de divulgar y preservar el conocimiento a

través muchas generaciones. "o obstante, los nuevos conocimientos fluyen hoy a un ritmo

m#s acelerado, lo cual implica un proceso m#s #gil de enseanza y aprendizaje que debe

desarrollarse incluso dentro de una misma generaci!n. $s así como en un mundo de r#pida

transici!n, estudiantes y profesores necesitan aprender una habilidad esencial% aprender a

aprender, esto implica capacidad de asombro y curiosidad, virtudes naturales para los nios,

pero altamente complejas para los adultos.

Los nios hacen preguntas perspicaces todo el tiempo, y muestran entusiasmo por aprender y

conocer el porqué de cada fen!meno con que el que se topan en su cotidianidad. &ientras

que para los nios estos fen!menos son misterios que deben resolver con prontitud,

descubrimientos potenciales, para los adultos no son m#s que sucesos ajenos, con los que

han aprendido a vivir sin alg'n interés, con total conformismo y con un leve escepticismo.

&uchas veces las respuestas que dan los adultos a las preguntas curiosas de los nios

demuestran irritaci!n y ridiculizaci!n. $s esta actitud orgullosa frente a la curiosidad de los

nios, la raz!n por la que muchos de ellos a medida que van creciendo, se van olvidando de

su lado curioso y creativo, y terminan adapt#ndose a una sociedad de consumo que los

induce a un confort mental.

Las personas memorizan hoy hechos de forma puntual y superficial, y es por ello que los

encuentran simples y poco interesantes. $l ritmo de vida tan acelerado, las tecnologías que

han originado comodidad e inactividad, y los sistemas educativos mediocres, son factores que

han opacado y casi anulado el placer del asombro, de conocer la vida que se oculta detr#s de

cada hecho y de redescubrir cada maana la infinidad de sucesos que lo desencadenan.

"o hay preguntas est'pidas, y el mundo debe saberlo y redescubrir el nio que lleva dentro.

(ue el ritmo de vida no absorba el lado curioso que acompa! nuestros primeros aos de

vida; que la tecnología no sea para nuestro confort absoluto, sino un recurso que incentive la

b'squeda de nuevos conocimientos, y que el sistema educativo no sea una restricci!n para

7/17/2019 No Hay Preguntas Estúpidas

http://slidepdf.com/reader/full/no-hay-preguntas-estupidas 2/2

e)plorar nuestras capacidades aut!nomas y naturales de buscar, generar y preservar el

conocimiento, que enriquecer# sin duda a la humanidad misma.

Referencias

Sagan, C. (1995). No hay preguntas estúpidas. En C. Sagan, El mundo y sus demonios (págs. !5"##). $arce%ona (Espa&a)' %aneta.