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NO SOMOS DIOS El evangelio de Juan en su introducción nos presenta a un Jesús eterno y encarnado, y también nos muestra a un importante profeta que sale señalado ampliamente en los sinópticos, hablamos de Juan el Bautista. Y es “Bautista” porque bautizaba a las personas como señal de su arrepentimiento. En este libro se nos presenta sin tanto detalle de su vida, como si lo hacen otros evangelios (Mateo 3:1–17; 11:1–19; 14:1–12; Marcos. 1:2–11; 6:14–29; Lucas 1:5–24, 57–80; 3:1–20; 7:18–35), pero sin con una clara definición de su labor y relación con Jesús. Juan el Bautista no se auto promueve en ningún momento, por el contrario, siempre centra la atención en el protagonista de la historia de la redención del ser humano, en Cristo. ¿Es Juan el Bautista un modelo ministerial a seguir actualmente? ¿Qué implicancias tiene el ministerio de Juan el Bautista respecto de su proclamación del mesías (Jesús) que vendría? ¿Por qué Jesús señala que Juan el Bautista es el más grande de los profetas (Lucas 7:28)? ¿Cuál es el real valor que tiene la respuesta de Juan el Bautista cuando señala que él es “la voz del que clama en el desierto” (Isaías 40:3)? Juan el Bautista no presenta problema alguno en cuanto a su comprensión de sí mismo. Cada una de las preguntas que les señalaron los judíos, respondió con total claridad y determinación: ¿Tú, quién eres? No era el Cristo ¿Eres tú Elías? No soy ¿Eres tú el profeta? No Sin embargo, cuando lo interpelan para que se defina él mismo, deja muy en claro su subordinación y dependencia: “éste es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí; del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato” (1:27 - Biblia del Jubileo). Desarrollen juntos la siguiente pregunta: ¿Qué tanta referencia hacen los liderazgos cristianos a Jesús, en vez de referencias a sí mismos o a sus Iglesias (organizaciones)? Juan el Bautista tenía una clara misión de preparar el camino del mesías (Lucas 1:13–17), y en el ejercicio de ese rol, supo hablar con valor (sobre todo a los Judíos) lo que el Reino de Dios tenía como mensaje a comunicar (Mateo 3:7-8), para el mundo religiosos era muy difícil quedar inmune al poder de su mensaje. Hoy ¿existe en la esfera cristiana la actitud y el valor que mostró Juan el Bautista? Este profeta mostro sin dificultad quien era. ¿Qué tan posible es que hoy en día existan personas que, no siendo Dios, actúen como si lo fueran? La gran pregunta que cada cristiano/a debe hacerse es: ¿Quién somos delante de Dios? No somos Dios, sin embargo, a veces actuamos como si lo fuéramos Introducción del encuentro Abrir la conversación con las siguientes preguntas Profundizar Desafío grupal Concluye Guía serie: Leer juntos Juan 1:19-28

NO SOMOS DIOS

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Page 1: NO SOMOS DIOS

NO SOMOS DIOS

El evangelio de Juan en su introducción nos presenta a un Jesús eterno y encarnado, y también nos muestra a un importante profeta que sale señalado ampliamente en los sinópticos, hablamos de Juan el Bautista. Y es “Bautista” porque bautizaba a las personas como señal de su arrepentimiento.

En este libro se nos presenta sin tanto detalle de su vida, como si lo hacen otros evangelios (Mateo 3:1–17; 11:1–19; 14:1–12; Marcos. 1:2–11; 6:14–29; Lucas 1:5–24, 57–80; 3:1–20; 7:18–35), pero sin con una clara de�nición de su labor y relación con Jesús. Juan el Bautista no se auto promueve en ningún momento, por el contrario, siempre centra la atención en el protagonista de la historia de la redención del ser humano, en Cristo.

¿Es Juan el Bautista un modelo ministerial a seguir actualmente?¿Qué implicancias tiene el ministerio de Juan el Bautista respecto de su proclamación del mesías (Jesús) que vendría?¿Por qué Jesús señala que Juan el Bautista es el más grande de los profetas (Lucas 7:28)?¿Cuál es el real valor que tiene la respuesta de Juan el Bautista cuando señala que él es “la voz del que clama en el desierto” (Isaías 40:3)?

Juan el Bautista no presenta problema alguno en cuanto a su comprensión de sí mismo. Cada una de las preguntas que les señalaron los judíos, respondió con total claridad y determinación:

¿Tú, quién eres? No era el Cristo ¿Eres tú Elías? No soy ¿Eres tú el profeta? No Sin embargo, cuando lo interpelan para que se de�na él mismo, deja muy en claro su subordinación y dependencia: “éste es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí; del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato” (1:27 - Biblia del Jubileo).

Desarrollen juntos la siguiente pregunta: ¿Qué tanta referencia hacen los liderazgos cristianos a Jesús, en vez de referencias a sí mismos o a sus Iglesias (organizaciones)?

Juan el Bautista tenía una clara misión de preparar el camino del mesías (Lucas 1:13–17), y en el ejercicio de ese rol, supo hablar con valor (sobre todo a los Judíos) lo que el Reino de Dios tenía como mensaje a comunicar (Mateo 3:7-8), para el mundo religiosos era muy difícil quedar inmune al poder de su mensaje.

Hoy ¿existe en la esfera cristiana la actitud y el valor que mostró Juan el Bautista? Este profeta mostro sin di�cultad quien era. ¿Qué tan posible es que hoy en día existan personas que, no siendo Dios, actúen como si lo fueran? La gran pregunta que cada cristiano/a debe hacerse es: ¿Quién somos delante de Dios?

No somos Dios, sin embargo, a veces actuamos como si lo fuéramos

Introducción del encuentro

Abrir la conversación con las siguientes preguntas

Profundizar

Desafío grupal

Concluye

Guía serie: Leer juntos Juan 1:19-28