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Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3) ISSN: 1989-208X ¿Cómo instaurar y mantener en el tiempo unos hábitos alimentarios orientados a la salud? How to establish and maintain dietary habits focusing on good health over time? Martín Salinas, C.; Hernández de Diego, E. Evaluación antropométrica de celíacos adultos de la Comunidad Valenciana Anthropometric evaluation of adult coeliac patients from de Valencian Community (Spain) Pelegrí Calvo, C.; Soriano del Castillo, J. M.; Mañes Vinuesa, J. Cambios en la adiposidad corporal de adolescentes escolares (1997-2007) Changes in body fat of adolescent students (1997-2007) Gatica-Mandiola, P.; Vargas-Vitoria, R.; Jirón Amaro, O.; Herrera Blanco, M.; Duarte Farfán, C.; Gómez-Campos, R.; Martínez Salazar, C.; Vargas Valdes, D. I.; Luna Seguel, D. P.; Cossio-Bolaños, M. A. Estimativa do consumo de vitaminas e minerais antioxidantes da dieta brasileira Intakes of antioxidant vitamins and minerals in the Brazilian diet Tureck, C.; Gesser Correa, V. G.; Peralta, R. M.; Koehnlein, E. A. Mejora de los síntomas del autismo y evaluación alimentaria nutricional luego de la realizacion de una dieta libre de gluten y caseína en un grupo de niños con autismo que acuden a una fundación Improvement in symptoms and nutritional assessment after following a gluten - and casein – free diet in a group of children with autism from an especialised institution Audisio, A.; Laguzzi, J.; Lavanda, I.; Leal, M.; Herrera, J.; Carrazana, C.; Cilento Pintos, C.A. Prática de binge alcoólico está associada à síndrome metabólica em universitárias Binge drinking is associated with metabolic syndrome in university students Adriano, L. S.; Maia, F. M. M.; Carioca, A. A. F.; Soares, N. T. Consejo nutricional en paciente oncológico Nutritional advice in oncology San Mauro, I.; Micó, V.; Romero, E.; Bodega, P.; González, E. Efectos a corto plazo en la pérdida de peso de una dieta vegetariana baja en grasa Short term effects on weight loss of a low-fat vegetarian diet Quiles, L.; Portolés, O.; Sorlí, J. V.; Miquel, M.; Corella, D. Influência do consumo de álcool nas alterações antropométricas: uma revisão sistemática Influence of alcohol consumption on anthropometric changes: a systematic review Sernizon Guimarães, N.; Silva de Aguiar Nemer, A.; Arlene Fausto, M.

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Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3)

ISSN

: 19

89-2

08X

¿Cómo instaurar y mantener en el tiempo unos hábitos alimentarios orientados a la salud?How to establish and maintain dietary habits focusing on good health over time?Martín Salinas, C.; Hernández de Diego, E.

Evaluación antropométrica de celíacos adultos de la ComunidadValencianaAnthropometric evaluation of adult coeliac patients from de ValencianCommunity (Spain)Pelegrí Calvo, C.; Soriano del Castillo, J. M.; Mañes Vinuesa, J.

Cambios en la adiposidad corporal de adolescentes escolares (1997-2007)Changes in body fat of adolescent students (1997-2007)Gatica-Mandiola, P.; Vargas-Vitoria, R.; Jirón Amaro, O.; Herrera Blanco, M.;Duarte Farfán, C.; Gómez-Campos, R.; Martínez Salazar, C.; Vargas Valdes, D. I.;Luna Seguel, D. P.; Cossio-Bolaños, M. A.

Estimativa do consumo de vitaminas e minerais antioxidantes da dieta brasileiraIntakes of antioxidant vitamins and minerals in the Brazilian dietTureck, C.; Gesser Correa, V. G.; Peralta, R. M.; Koehnlein, E. A.

Mejora de los síntomas del autismo y evaluación alimentaria nutricionalluego de la realizacion de una dieta libre de gluten y caseína en un grupode niños con autismo que acuden a una fundaciónImprovement in symptoms and nutritional assessment after following agluten - and casein – free diet in a group of children with autism from anespecialised institutionAudisio, A.; Laguzzi, J.; Lavanda, I.; Leal, M.; Herrera, J.; Carrazana, C.; Cilento Pintos, C.A.

Prática de binge alcoólico está associada à síndrome metabólica em universitárias Binge drinking is associated with metabolic syndrome in university studentsAdriano, L. S.; Maia, F. M. M.; Carioca, A. A. F.; Soares, N. T.

Consejo nutricional en paciente oncológicoNutritional advice in oncologySan Mauro, I.; Micó, V.; Romero, E.; Bodega, P.; González, E.

Efectos a corto plazo en la pérdida de peso de una dieta vegetariana bajaen grasaShort term effects on weight loss of a low-fat vegetarian dietQuiles, L.; Portolés, O.; Sorlí, J. V.; Miquel, M.; Corella, D.

Influência do consumo de álcool nas alterações antropométricas: uma revisão sistemáticaInfluence of alcohol consumption on anthropometric changes: a systematic reviewSernizon Guimarães, N.; Silva de Aguiar Nemer, A.; Arlene Fausto, M.

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Edición en internet: ISSN: 1989-208X

Edición en papel: ISSN: 0211-6057

Depósito Legal: M-25.025 - 1981

Publicación autorizada por el Ministerio de Sanidad como Soporte Válido. S.V. nº 276

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Recientemente, el Centre for Science and Technology Studies (CWTS)de la Universidad de Leiden, ha desarrollado para Elsevier - Scopusun indicador denominado SNIP (source normalized impact per paper).Este indicador puede ser visto como una importante alternativa al tra-dicional ‘Factor de impacto’.

Más información en:

http://arxiv.org/pdf/0911.2632 http://www.journalindicators.com/https://oddslot.com/http://www.journalmetrics.com/

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ESPECIALIDAD Alimentación, Nutrición y Dietética. Áreas declaradas de interés:

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REDACTOR - JEFEDr. Antonio Villarino Marín

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SUMARIO7

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6877

• Cartas al director ................................................................................................................................................................................................................

• ¿Cómo instaurar y mantener en el tiempo unos hábitos alimentariosorientados a la salud?How to establish and maintain dietary habits focusing on good health over time?Martín Salinas, C.; Hernández de Diego, E........................................................................................................................................

• Evaluación antropométrica de celíacos adultos de la Comunidad ValencianaAnthropometric evaluation of adult coeliac patients from de ValencianCommunity (Spain)Pelegrí Calvo, C.; Soriano del Castillo, J. M.; Mañes Vinuesa, J.........................................................................

• Cambios en la adiposidad corporal de adolescentes escolares (1997-2007)Changes in body fat of adolescent students (1997-2007)Gatica-Mandiola, P.; Vargas-Vitoria, R.; Jirón Amaro, O.; Herrera Blanco, M.; Duarte Farfán, C.; Gómez-Campos, R.; Martínez Salazar, C.; Vargas Valdes, D. I.;Luna Seguel, D. P.; Cossio-Bolaños, M. A............................................................................................................................................

• Estimativa do consumo de vitaminas e minerais antioxidantes da dietabrasileiraIntakes of antioxidant vitamins and minerals in the Brazilian dietTureck, C.; Gesser Correa, V. G.; Peralta, R. M.; Koehnlein, E. A....................................................................

• Mejora de los síntomas del autismo y evaluación alimentaria nutricionalluego de la realizacion de una dieta libre de gluten y caseína en un grupode niños con autismo que acuden a una fundaciónImprovement in symptoms and nutritional assessment after following agluten - and casein – free diet in a group of children with autism from anespecialised institutionAudisio, A.; Laguzzi, J.; Lavanda, I.; Leal, M.; Herrera, J.; Carrazana, C.; Cilento Pintos, C.A. .................................................................................................................................................................................................................

• Prática de binge alcoólico está associada à síndrome metabólica em universitárias Binge drinking is associated with metabolic syndrome in university studentsAdriano, L. S.; Maia, F. M. M.; Carioca, A. A. F.; Soares, N. T..............................................................................

• Consejo nutricional en paciente oncológicoNutritional advice in oncologySan Mauro, I.; Micó, V.; Romero, E.; Bodega, P.; González, E. ...........................................................................

• Efectos a corto plazo en la pérdida de peso de una dieta vegetariana bajaen grasaShort term effects on weight loss of a low-fat vegetarian dietQuiles, L.; Portolés, O.; Sorlí, J. V.; Miquel, M.; Corella, D........................................................................................

• Influência do consumo de álcool nas alterações antropométricas: uma revisão sistemáticaInfluence of alcohol consumption on anthropometric changes: a systematic reviewSernizon Guimarães, N.; Silva de Aguiar Nemer, A.; Arlene Fausto, M...................................................

• Normas de publicación.............................................................................................................................................................................................

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Estimado Director,

Le escribo en relación con el artículo denominado “Obesidadinfantil en España, hasta qué punto es un problema de saludpública o sobre la fiabilidad de las encuestas”, publicado en surevista Nutrición clínica y dietética hospitalaria (Nutr. clín. diet.hosp. 2013; 33(2):80-88 DOI: 10.12873/332obesidadspain).Nos gustaría trasladarle algunos comentarios al mismo, por siconsidera oportuna su publicación.

El título del mismo lo consideramos poco afortunado, por-que parece que cuestione algo aceptado por toda la comuni-dad científica, como es el hecho de que la obesidad infantil esun problema grave de salud pública en España; pero sobre-todo porque plantea una falta de fiabilidad en las encuestasde forma general. Máxime teniendo en cuenta que las únicasencuestas de las que habla el artículo son las encuestas na-cionales de salud, que si bien tienen sus limitaciones, conoci-das por todos, son un instrumento de incuestionable valor.

Aunque estamos convencidos del profundo conocimientodel tema por parte de los autores, metodológicamente ello noqueda totalmente reflejado en el artículo que han publicado,que pensamos puede inducir a un cierto error en el lector.

En el trabajo hablan Vds. de exceso de peso, sobrepeso yobesidad, pero no lo definen, y ello es fundamental cuando serevisa y se realizan comparaciones en el ámbito del sobre-peso y la obesidad infantil. Es importante trasladar al lectorlos diferentes puntos de corte empleados en los distintos es-tudios de prevalencia de obesidad, de ahí la importancia derecoger su definición.

Se menciona en el artículo que “la inexactitud de los da-tos auto-referidos puede sesgar el resultado de la evaluaciónnutricional, por lo que resultaría de interés analizar la concor-dancia entre estos últimos y los datos objetivos obtenidosmediante antropometría”. No hay duda de que los datos au-torreferidos pueden infraestimar la obesidad, pero no es me-nos cierto que la información que proporcionan las EncuestasNacionales de Salud es extremadamente valiosa, puesto que

se trata de una serie en muestras elevadas que aporta, ade-más de la estimación puntual, la tendencia temporal de laprevalencia, datos que no pueden encontrarse en ningunaotra fuente en España. Si se pretendiera evaluar el grado decorrelación entre las estimaciones con datos autorreferidos ydatos medidos, entendemos debería plantearse una metodo-logía específica y rigurosa para ello, con las pruebas estadís-ticas apropiadas.

Por otro lado, pensamos que puede confundir el compararprevalencias de sobrepeso u obesidad de distintos estudios,calculadas mediante diferentes criterios (OMS, IOTF, Orbe -gozo…) y el comparar resultados de estudios obtenidos conmuestras representativas a nivel nacional (enKid, ALADINO,ENS) con otros en los que la muestra no lo es.

Finalmente, nos gustaría trasladarle algunas puntualizacio-nes sobre el Estudio ALADINO1,2. Según los autores, “las ma-yores cifras se obtienen en el estudio ALADINO”, y todas lasdiferencias halladas las justifican con un párrafo al final de ladiscusión. Claro es que la disparidad se debe a los diferentescriterios, como tantos estudios han puesto de manifiesto. Losautores dicen en la página 86 que la diferencia entre los re-sultados que presentan entre los estudios enKid y ALADINO“parece estar apoyada en el paso de los años de un muestreoa otro”. Esta afirmación sorprende. Primero porque está ba-sada en “comparar” dos prevalencias de obesidad calculadassegún diferentes puntos de corte, lo cual hace la comparaciónimposible, y segundo, porque como puede verse en la figura6 de su artículo, cuando la comparación se realiza entre pre-valencias obtenidas con los mismos puntos de corte, las dife-rencias son mínimas, e incluso la prevalencia es menor en elEstudio ALADINO.

Agradeciéndole su atención, le saluda atentamente,

TERESA ROBLEDO DE DIOS

VOCAL ASESORA DE LA ESTRATEGIA NAOS

AGENCIA ESPAÑOLA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIÓN

MINISTERIO DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD

7

Cartas al director

1 Estudio ALADINO: Estudio de Vigilancia del Crecimiento, Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España 2011. AgenciaEspañola de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Madrid, 2013.http://www.observatorio.naos.aesan.msssi.gob.es/docs/docs/documentos/estudio_ALADINO.pdf

2 Pérez-Farinós N, López-Sobaler AM, Dal Re MA, Villar C, Labrado E, Robledo T, Ortega RM. The ALADINO study: a national study of prevalence ofoverweight and obesity in Spanish children in 2011. BioMed Research International Volume 2013 (2013), Article ID 163687, 7 pages.http://www.hindawi.com/journals/bmri/2013/163687/

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Respuesta del director de la Revista

Agencia Española de SeguridadAlimentaria y NutriciónMadrid

Agradecemos sus comentarios y apreciaciones respecto anuestro artículo. En cualquier caso, me permito transmitirlelas siguientes apreciaciones:

1. Nos ha llamado la atención que manifiesten en su res-puesta inquietud y preocupación por el contenido de nues-tro artículo (Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(2):80-88DOI: 10.12873/332obesidadspain) cuando las conclusionesque ustedes expresan en el suyo (“The ALADINO Study: ANational Study of Prevalence of Overweight and Obesity inSpanish Children in 2011” dx.doi.org/10.1155/2013/163687)son idénticas a las nuestras. Es decir: la necesidad de esta-blecer un consenso para unificar criterios que permitan eva-luar el sobrepeso y la obesidad infantil adecuadamente.Especialmente cuando la fecha de publicación de ambos artí-culos es bien cercana.

De este modo, en la discusión de nuestro trabajo, se de-bate sobre la multiplicidad de criterios, normas de referenciay puntos de corte que pueden utilizarse para el diagnóstico dela sobrecarga ponderal. En concreto, hacemos referencia a unartículo publicado por nuestro grupo en la revista Anales dePediatría ya en 2006 y en el cual se discutía, a partir de unamuestra de 7.000 individuos, cómo las metodologías aplica-das repercuten en la prevalencia del sobrepeso y la obesidadcuando se emplean distintos criterios o referencias nacionalese internacionales.

2. En lo referido al estudio Aladino, consideramos que setrata de una gran aportación, con un valor muy significativo,para el conocimiento y elaboración de posibles intervencionesde prevención de la obesidad infantil. Máxime teniendo encuenta que sus conclusiones son muy coincidentes con lasnuestras. Únicamente, nos hubiera parecido más acertadoque se hubiera ampliado más allá de las edades estudiadas(de 6 a 9 años).

Asimismo, lamentamos no haber citado su publicación de-rivada del Estudio Aladino de 2011 (http://dx.doi.org/10.1155/2013/163687) ya que dicho artículo apareció en2013 y con posterioridad al nuestro.

3. Coincidimos en el gran valor de las EncuestasNacio nales de Salud que juzgamos son una herramientade gran interés. Tanto es así, que a partir de los datosfuente de dicha encuesta (a los cuales hemos tenido ac-ceso) acabamos de publicar un artículo (“Factores determi-nantes del índice de masa corporal en escolares españolesa partir de las encuestas nacionales de salud” Endocrinol.Nutr. 2013 dx.doi.org/10.1016/j.endonu.2013.01.008) so-bre los factores determinantes del IMC en esas edades.

Ciertamente, en las Encuestas Nacionales de Salud, el he-cho de que peso y talla sean obtenidos mediante las decla-raciones de los progenitores es una evidente limitación, asícomo también lo es el escaso efectivo muestral. Por ejem-plo, en 1995 fueron analizados únicamente 283 escolaresentre 9 y 11 años y 453 entre 12 y 15 años. La muestra másnumerosa es la de 2006 con 1.283 (de 9 a 11 años) y 2.139(de 12 a 15 años) lo que desgraciadamente resta represen-tatividad a los datos a nivel nacional.

4. Sí nos preocupa el que afirmen que nosotros compara-mos estudios diferentes sin reparar en su metodología. Estodo lo contrario. Nos preocupa mucho la metodología y porlo tanto que al público no experto le lleguen cifras aisladas, locual evidentemente puede inducir a error. Esto se manifiestaclaramente en la gráfica original publicada del Estudio Aladino(que nosotros reproducimos en la figura nº 6 de nuestro artí-culo) y que es la que ese público no experto leerá y admitirácomo cierta. En ella se refleja claramente como la sobrecargaponderal ha pasado de 37.7% a 33.4% en niños y en niñasde 28% a 22.9%. Esta diferencia producida en una década nonos parece mínima (como ustedes subrayan) y en todo caso,hay que señalar que son ustedes los autores de esa compa-rativa y no nosotros.

PROF. DR. JESÚS ROMÁN MARTÍNEZ ÁLVAREZ.

DIRECTOR NUTR. CLÍN. DIET. HOSP.

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Cartas al director

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Artículo Original

¿Cómo instaurar y mantener en el tiempo unos hábitosalimentarios orientados a la salud?

How to establish and maintain dietary habits focusing on good health over time?

Martín Salinas, C.1; Hernández de Diego, E.2

1 Sección Departamental de Enfermería. Facultad de Medicina. Universidad Autónoma de Madrid.2 Diplomada en Nutrición Humana y Dietética. Estudiante de 4º Grado de Enfermería. Universidad Autónoma de Madrid.

Remitido: 19/abril/2013. Aceptado: diciembre/2013.

RESUMEN

Objetivo: El objetivo de este trabajo ha sido ver elgrado de correspondencia de los hábitos alimentariosde un grupo de estudiantes de Enfermería con los co-nocimientos adquiridos de nutrición y dietética.

Método: Se utilizó un cuestionario semicuantita-tivo de frecuencia de consumo de alimentos, on liney autocumplimentable, que llegó a los estudiantespor mail con una carta de presentación, explicandolos motivos de la encuesta alimentaria y garantizandoel anonimato.

El análisis del cuestionario fue realizado comparandolos datos obtenidos con las raciones diarias recomen-dadas para la población española. Se utilizó el pro-grama SPSS 12.0 para Windows (2003).

Resultados: El consumo semanal de alimentos erainferior a lo recomendado excepto en el caso de losembutidos y snakcs, que se ingieren regularmente. Lomismo ocurre con los alimentos de consumo diario,cuya ingestión era inferior a las recomendaciones nu-tricionales.

Discusión y conclusiones: Los hábitos alimenta-rios de los jóvenes estudiados pueden considerarseaceptables, en un contexto en el que la dieta medite-rránea ha sido ligeramente modificada para adaptarsea los nuevos estilos de vida.

Si bien, se detectan errores como tomar semanal-mente productos de consumo ocasional; fallos que nodeberían producirse ya que el estudio se realiza sobreuna muestra de individuos con conocimientos en nu-trición. Esto sugiere que la adquisición de conoci-mientos no determina la adopción de ciertos hábitossaludables, y por ello la educación nutricional y engeneral de la salud, tendría que centrarse en otrosmétodos que no incluyan como única técnica elaporte de información.

PALABRAS CLAVE

Hábitos alimentarios, recomendaciones nutricionales,educación nutricional, hábitos orientados a la salud.

ABSTRACT

Objective: The objective of this project has been toanalyze the degree of correspondence between the ea-ting habits of nursing students and the knowledge ofnutrition and dietetics.

Methods: A semicuantitative, on-line and self-com-pletion survey of food frequency consumption was sent

9Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):9-17

Correspondencia:Carmen Martín [email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):9-17DOI: 10.12873/333habitosalimentarios

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to the students by email with a presentation letter, ex-plaining the reasons of the food survey and guarante-eing the anonymity.

The analysis of the survey was performed comparingthese data with the daily recommended food portionsfor the Spanish population. For this purpose, the pro-gram SPSS 12.0 for Windows (2003) was used.

Results: The weekly intake of food was lower thanthe recommended servings, except for the snacks andcold meat which are eaten more frequently. In thesame manner, the consume of daily intake food was lo-wer than the nutritional recommendations.

Discussion and conclusion: In a context wherethe Mediterranean diet has been slightly modified toadapt to new lifestyles, eating habits of young studentscould be considered acceptable.

Despite the fact that the study was carried out with asample consisting of people with nutritional knowledge,diet mistakes were detected like the weekly consume ofproducts of occasional intake. This suggests that the ac-quisition of nutritional knowledge does not determinethe adoption of certain healthy habits, therefore nutritio-nal education and health related education in generalshould concentrate in different methods that don’t in-clude the intake of information as the only theory.

KEYWORDS

Eating habits, Dietary recommendations, nutritionaleducation, healthy habits.

INTRODUCCIÓN

En los países industrializados, la alimentación tieneun interés creciente por su estrecha relación con la sa-lud y con la enfermedad. La instauración de hábitos ali-mentarios saludables se valora como un medio en lapromoción de la salud, ya que son indicadores de cali-dad de vida de una determinada población. Dichos há-bitos son fruto del marco geográfico y económico enque se desenvuelve el individuo, están reforzados porla tradición, el patrón cultural y el medio social dondese vive, e influenciados por la publicidad y el marketing.Se configuran en la infancia y se desarrollan y asientana lo largo de la vida del sujeto1,2.

Inicialmente, la familia desempeña un papel funda-mental en la configuración del patrón alimentario de loshijos; sin embargo, al llegar a la adolescencia, la in-fluencia familiar pierde relevancia, y son el grupo de

amigos junto con los referentes sociales, culturales yeconómicos, y la propia autonomía del individuo paradecidir qué come, los que van a contribuir al estableci-miento del nuevo patrón alimentario3,4,5.

La adolescencia es más que una etapa de cambio ode transición. Supone un periodo de “crisis” donde lavulnerabilidad del individuo hace que aparezcan hábitosy situaciones de riesgo que pueden prolongarse a laedad adulta6,7. La importancia de las opiniones de losdemás, la sensación de independencia, las ganas de ex-perimentar, junto con la escasa percepción del riesgo,hace que rara vez progresen los mensajes que les re-cuerdan la necesidad de modificar su conducta.

La modernización de la sociedad y los nuevos estilos devida por otra parte, han supuesto una serie de cambiossociológicos y/o culturales que afectan inevitablemente alos hábitos y preferencias alimentarias. Se dedica menostiempo a la compra de alimentos y a la elaboración de lascomidas y, a cambio, se prefieren los alimentos procesa-dos con exceso de conservantes, de sodio, y de grasassaturadas y colesterol, pero con un bajo contenido encomponentes nutricionales saludables8.

El aumento de la distancia entre el hogar y el lugarde trabajo o la escuela favorece el consumo de alimen-tos fuera casa, proliferando los establecimientos de res-tauración colectiva y de comida rápida, especialmenteatractivos para la población infanto-juvenil que propor-cionan, en muchas ocasiones, una oferta alimentariacerrada sin capacidad para elegir más allá de alimentosde alto contenido en grasa y elevado valor calórico9,10,a un precio asequible, y servidos en raciones cada vezmayores11. En general, se trata de alimentos de dudosovalor nutricional y de gran palatabilidad y fácil con-sumo, que se pueden ingerir en cualquier parte, inclusorealizando simultáneamente otra actividad12.

Frente a esta situación, se repiten campañas infor-mativas sobre la estrecha relación entre la alimentacióny la presencia de enfermedades crónicas, ya que esmás fácil promover hábitos alimentarios y estilos devida orientados a la salud durante la infancia y adoles-cencia que modificar los hábitos estructurados en lavida adulta. La adquisición de los conocimientos se con-sidera positiva, en la medida que repercute y refuerzala práctica alimentaria correcta mediante la creación debuenas actitudes hacia la alimentación saludable. Comoindica Vidal y cols13, es un hecho constatado que la po-blación no modifica sensiblemente sus hábitos haciauna dieta más sana pese a contar con la información

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correcta, ya que en este hecho influyen en mayor me-dida otros factores como las preferencias alimentarias,las costumbres gastronómicas, la influencia social, ladisponibilidad de alimentos y los medios de comunica-ción, que les impiden poner en práctica los conocimien-tos adquiridos3.

OBJETIVO

El objetivo de este trabajo ha sido ver el grado de co-rrespondencia de los hábitos alimentarios de un grupode estudiantes de Enfermería con los conocimientosque tienen de Nutrición y Dietética.

MÉTODO

Se llevó a cabo un estudio observacional, en el queparticiparon de forma voluntaria 52 estudiantes de 2ºde Grado en Enfermería de la Universidad Autónoma deMadrid, con edades comprendidas entre 19 y 25 años.

Para evaluar los conocimientos de los jóvenes, se uti-lizó un cuestionario semicuantitativo de frecuencia deconsumo de alimentos, on line y autocumplimentable,que incluía 15 grupos de alimentos: leche y derivados,huevos, carnes y derivados, pescados, pollo, pan, cere-ales y derivados, verduras crudas y cocinadas, legum-bres, frutos secos, frutas, aceites y grasas, dulces y de-rivados, patatas fritas y snacks, y agua y refrescos.Teniendo en cuenta el marco de una sociedad con un

consumo excesivo de grasas, especialmente saturadas,se decidió incluir preguntas sobre el perfil lipídico de losproductos lácteos ingeridos (tipo de leche y distinciónentre queso fresco y queso curado), así como el tipo deaceite utilizado en la preparación culinaria.

El cuestionario llegó a los estudiantes por mail conuna carta de presentación, explicando los motivos de laencuesta alimentaria y garantizando el anonimato.

El análisis del cuestionario fue realizado comparandolos datos obtenidos con las raciones diarias recomenda-das en la Guía de la Alimentación Saludable SENC200414 y con las ingestas recomendadas para la pobla-ción española15,16. Para cada uno de los parámetroscuantificados se calcularon media y desviación están-dar, y máximo y mínimo. Se utilizó el programa SPSS12.0 para Windows 200317.

Consideramos importante comentar que este estudioadolece de algunas limitaciones metodológicas, ya queno se registraron variables tales como sexo, caracterís-ticas sociodemográficas, actividad física y hábitos deocio, que definen el estilo de vida de los encuestados yque podrían condicionar, en cierta medida, el tipo deelección de alimentos realizada.

RESULTADOS

En la figura 1 se muestra el consumo semanal de ali-mentos recomendado y realizado, y en la figura 2, el

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Figura 1. Recomendación semanal de consumo de alimentos e ingesta realizada.

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consumo diario recomendado de alimentos y el reali-zado por los estudiantes que cumplimentaron el cues-tionario. En el primer caso se observa que la ingestiónde alimentos es, en general, inferior a la recomendadaexcepto en el caso de los embutidos y snacks, que seingieren regularmente y la recomendación es de con-sumo ocasional. Lo mismo ocurre con los alimentos de

consumo diario, que en todos los casos, la ingestión esinferior a las recomendaciones nutricionales.

Al analizar el consumo de alimentos de la base de lapirámide, representados en la encuesta por la ingestiónde pan, pasta y arroz, se observó que era inferior a loestablecido (figura 3). Según las estimaciones realiza-das, sólo un 25% de los estudiantes podría cubrir lasraciones recomendadas, pues un 85% declara consumiruna o ninguna barrita de pan o equivalente al día,mientras que un 56% se sitúa en un consumo de pastainferior a 2 veces por semana, siendo de un 66% en elcaso del arroz.

En cuanto a las legumbres, actualmente su consumoha disminuido respecto a épocas anteriores18. Este he-cho se ve reflejado en el estudio, pues un 60% de losencuestados no alcanza las recomendaciones de ingerirde 2 a 4 raciones de leguminosas a la semana.

Respecto a los alimentos proteicos y para cuantificarel consumo de carnes magras, se incluyó la ingesta depollo, obteniéndose que un 63% de los estudiantes loconsume dos veces por semana, cantidad ligeramenteinferior a las recomendaciones (figura 3). Algo similarocurre con los huevos y el pescado, siendo un 86% yun 83% de los estudiantes -respectivamente- los que loconsumen dos veces por semana (figura 3).

Uno de los resultados más alejados con respecto alas ingestas recomendadas, es el consumo de frutossecos. Un 60% de los estudiantes declara no consu-mir este tipo de alimento, a pesar de que múltiples

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Figura 3. Consumo semanal de alimentos proteicos e hidrocarbonados.

Figura 2. Ingesta diaria recomendada de consumo de alimentose ingesta realizada.

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estudios19 avalan sus beneficios para la salud cardio-vascular.

En el caso de las hortalizas, se hizo una distinción enel modo de preparación - crudo o cocinado- debido a lamayor destrucción de vitaminas por efecto del calor20.Los resultados del consumo de hortalizas fueron satis-factorios: un 72% de los encuestados cubría las dos omás raciones diarias recomendadas, de las cuales un53% se consumía en crudo frente a un 47% cocinado.A pesar de los adecuados resultados, se debe destacarque un 12% no consume nunca verduras y hortalizas(figura 4).

La mayor parte de los estudiantes -un 37%- consu-mía una pieza de fruta al día; si tomamos como refe-rencia las recomendaciones de ingerir tres o más racio-nes diarias, se evidencia un déficit de su consumo.Además, es importante destacar que un 10% de los en-cuestados declaraba no consumir ninguna pieza defruta. Un 23 % de los encuestados consumen fruta enforma de zumos (figura 4).

En relación con el consumo de productos lácteos,solo el 44% de los estudiantes alcanzaba las necesida-des diarias. Asimismo, un 74% consumían leche desna-tada o semidesnatada y del 68% de los consumidoresde queso, un 56% lo hacía de queso fresco, de menorcontenido en grasa (figura 5).

Respecto a los productos de consumo ocasional situa-dos en el vértice de la pirámide, la frecuencia de con-sumo es superior a lo esperado en estudiantes con for-mación en nutrición y dietética. En el apartado de

snacks, se incluyeron las patatas fritas, pizza y otro tipode aperitivos. Los resultados muestran que un 53% con-sume una vez por semana alguno de estos productos,siendo las patatas fritas el snack más consumido. Porotra parte, un 41% de los encuestados declara consumirun refresco azucarado regularmente (figura 6). En esteapartado, se analizó el consumo de carnes grasas, dife-renciando en carnes rojas y embutidos. Se obtuvo queun 62% consume de una a dos veces por semana estetipo de carnes más grasas, en su mayoría carne roja.

El tipo de aceite utilizado en la preparación de los ali-mentos es el de oliva en un 97%; siendo oliva virgenextra en el 79%, resultados esperados al tratarse de unpaís mediterráneo.

El registro del consumo de líquidos mostró que un92% de los estudiantes bebía más de tres vasos deagua al día.

DISCUSIÓN

Tras examinar los datos, se puede establecer que loshábitos de los jóvenes universitarios no difieren de losparámetros establecidos. Sin embargo sí encontramosciertos aspectos en la alimentación que serían mejora-bles, especialmente en la muestra sobre la que estamostrabajando, ya que se trata de estudiantes que han re-cibido formación en Nutrición y Dietética. Desde unaperspectiva global, la alimentación de los estudiantesparticipantes en el estudio puede considerarse acepta-ble, en un contexto en el que la dieta mediterránea hasido ligeramente modificada para adaptarse a los nue-vos estilos de vida.

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Figura 4. Consumo diario de frutas y hortalizas

Figura 5. Ingesta diaria de leche y productos lácteos.

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El patrón dietético obtenido se caracteriza por unconsumo deficiente de leche y productos lácteos, cere-ales, legumbres y frutos secos frente a una mayor in-gesta de carnes, pescados y huevos, aunque tambiénpor debajo de las recomendaciones nutricionales. Noobstante, la ingestión de hortalizas, tanto crudas comococinadas, se mantenía en unos valores aceptables, noocurriendo lo mismo con las frutas. Cabe subrayar, queun porcentaje relativamente importante de estos jóve-nes tomaban patatas fritas, snacks, pizza, refrescos y,carnes grasas y embutidos frecuentemente, y estos ali-mentos deben ser de consumo ocasional al ocupar elvértice de la pirámide nutricional.

Así, se puede observar un aumento en el consumode grasas saturadas y trans procedentes de productosde consumo ocasional, como snacks, pizzas, y carnesgrasas, en detrimento de alimentos ricos en hidratosde carbono complejos. A pesar de que el consumo defrutas y verduras se ajusta a lo marcado por las inges-tas recomendadas, existe un porcentaje de estudian-tes que no consume ninguno de estos productos, porlo que el aporte de vitaminas y minerales puede serinsuficiente. También se detecta un posible déficit enla cantidad de calcio ingerida, al ser insuficiente la in-gestión de productos lácteos, en una edad clave parafijar los depósitos de calcio en el hueso, imprescindi-ble en la prevención de posibles enfermedades óseasen el futuro.

El perfil lipídico se compone en su mayor parte degrasa monoinsaturada como corresponde a un país me-diterráneo cuya base en la preparación de los alimen-tos es el aceite de oliva. No obstante, la relación entrelos ácidos grasos poliinsaturados/saturados (AGP/AGS)utilizada con el fin de evaluar la calidad de grasa inge-rida, mostraría que existe un exceso de grasas satura-das y una escasez en el aporte de ácidos grasos poliin-saturados debido a un menor consumo de pescado yfrutos secos.

En el contexto de una sociedad cada vez más preo-cupada por los cambios negativos en los patrones dealimentación, la adquisición de unos buenos hábitos ali-mentarios -determinantes en gran medida de la saludfutura del individuo- en la infancia que se prolonguenen la juventud y edad adulta, supone un gran avanceen el campo de la educación para la salud. Sin embargoy como se ha podido observar, a la hora de elegir untipo de alimentación, parecen influir en mayor medidalas preferencias alimentarias, las costumbres gastronó-micas, la influencia social, etc.3 que los conocimientosnutricionales.

Frente a esta problemática, las instituciones sanita-rias y educativas promueven políticas orientadas a fo-mentar una mejor calidad de vida de la población. Peroa la vista de este y otros resultados similares, cabe pre-guntarse por qué estos esfuerzos no dan los resultadosesperados. ¿Por qué las campañas educativas institu-

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Figura 6. Consumo semanal de carne roja, embutidos y snacks.

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cionales junto con los programas de divulgación, no sonsuficientes para impulsar la educación nutricional en losciudadanos en general, y en los universitarios en parti-cular? Es sabido que la mera información no es sufi-ciente para modificar los comportamientos de las per-sonas20, pues saber lo que se debe hacer no significallevarlo a cabo. La modificación de conducta hacia há-bitos orientados a la salud requiere, por una parte, lainteriorización de lo aprendido y por otra, la motivaciónpara querer hacerlo21. Esto debe animar a los poderespúblicos a establecer intervenciones educativas que im-plican un método pedagógico determinado, un procesoy, ante todo, un acercamiento a la situación particularde cada persona, con sus características sociales, cultu-rales y ambientales22, porque al hablar de educación,no hay que pensar en un hecho o actividad aislado, sinoen un proceso continuo y dinámico, en el que se trans-mite una serie de conocimientos y se facilitan herra-mientas motivacionales23, imprescindibles para enseñarhabilidades sociales de forma que sea más fácil conse-guir que las actitudes se transformen en conductas6.Estos programas se deben instaurar desde las primerasetapas de la vida, siendo inicialmente los padres el ve-hículo transmisor, a través de su conducta y ejemplo24.

Sería oportuno por parte de dichas Instituciones, di-señar programas de educación nutricional, cuyo obje-tivo sea conseguir un consumidor crítico25; que dis-ponga de conocimientos suficientes para tomardecisiones acertadas y consumir una alimentación salu-dable mediante la lucha contra el fraude informativo yel control de aquellos reclamos publicitarios que incitano confunden, y provocan desórdenes en las comidasque en modo alguno contribuyen al bienestar de los jó-venes26,27. Asimismo, los anunciantes y agencias publi-citarias deberían hacer un esfuerzo para elaborar unapublicidad de alimentos educativa, dirigiendo su in-fluencia hacia una alimentación sana, equilibrada ycomplementada con ejercicio físico7.

Es lógico, pues, que las actividades preventivas depromoción y protección de la salud se enmarquen en uncontexto comunitario y que se complementen con inter-venciones colectivas conjuntamente con los servicios desalud pública y, sobre todo, con instituciones y entidadesciudadanas20. Asimismo, los padres, tienen que realizarun esfuerzo importante para adaptar la vida diaria a losparámetros de una buena alimentación que beneficie asus hijos, pero necesitan disponer de información feha-ciente sobre el impacto positivo que para su salud y la desu familia, tiene una alimentación sana28.

Son necesarios objetivos específicos, pertinentes y re-alistas, derivados de las necesidades de aprendizaje, quese formularan en forma de comportamientos observa-bles29,30. El proceso educativo se iniciará, estableciendouna alianza con la población a la que va dirigido, de talforma que las necesidades y preferencias confluyan ycontribuyan en la elección de la conducta que se debeabordar en primer lugar, ya que no hay que olvidar queel consejo educativo estará orientado a lo que las perso-nas han de hacer y no solo a lo que han de saber31.

Una propuesta encaminada a intentar aumentar laeficacia de los consejos en Salud podría ser, programardesde las instituciones sanitarias sesiones de educaciónalimentaria a la población, fundamentalmente en el en-torno familiar y escolar, organizadas con intervencionesbreves para facilitar comportamientos más saludables,y terapias cognitivo-conductuales para mejorar la efec-tividad de dichos consejos. Pueden ser individuales ygrupales, siendo necesario en ambos casos:

• Establecer una relación empática y tolerante con lapersona/grupo facilitándole la expresión de dudas.

• Explicar las modificaciones a incorporar, y animar autilizar los recursos necesarios para lograr un estilode vida orientado a la salud.

• Utilizar estrategias motivadoras estableciendo ob-jetivos realistas a corto y medio plazo.

• Ayudarle a entender las dificultades para el cambiode conducta alimentaria.

Finalmente, se evaluará el plan educativo determi-nando el nivel de logro de los objetivos, para efectuarposibles modificaciones relacionadas con los consejos oinformación que la persona y/o grupo precise en esemomento.

La evaluación permitirá asegurar si se han adquiridoconocimientos pero sobre todo, si se tiene la actitud ne-cesaria para ir realizando los cambios propuestos32.

Es evidente la necesidad de que los poderes públicos,junto con la atención primaria de salud y los servicioscolectivos de salud pública actúen y colaboren estre-chamente para proporcionar las herramientas necesa-rias para fomentar la adquisición y mantenimiento dehábitos alimentarios orientados a la salud33.

CONCLUSIÓN

Analizados los resultados de la encuesta realizada a losestudiantes de 2º Grado en Enfermería de la Universidad

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Autónoma de Madrid, podemos concluir que en generalsu alimentación se ajusta -más de lo que se hubiera es-perado de un grupo de jóvenes entre 19 y 25 años- a losparámetros establecidos de una alimentación saludable.Si bien, se detectan errores como tomar semanalmenteproductos que deben ser de consumo ocasional; fallosque no deberían producirse ya que el estudio se realizasobre una muestra de individuos con conocimientos ennutrición. Esto sugiere que la adquisición de conocimien-tos no determina la adopción de ciertos hábitos saluda-bles, y por ello la educación nutricional y en general dela salud, tendría que centrarse en otros métodos que noincluyan como única técnica el aporte de información.

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RESUMEN

Introducción: El objetivo de este trabajo es evaluarel estado nutricional de un grupo de pacientes celíacosde la Comunidad Valenciana a través de sus caracterís-ticas antropométricas. Se diseñó un estudio transversalen el cual todos los pacientes llevaban más de seis me-ses en tratamiento con dieta sin gluten (DSG).

Material y métodos: El universo muestral lo cons-tituyeron 2000 asociados de la Asociación de Celíacosde la Comunidad Valenciana (ACECOVA) de ambos se-xos y diferentes rangos de edad a los que invitó a par-ticipar. Se incluyeron las tres provincias, Castellón,Valencia y Alicante.

Finalmente, se evaluaron los datos antropométricosde 139 sujetos celíacos entre adultos y niños. De los 84adultos, el 77,4% fueron mujeres. Todos los partici-pantes fueron citados para medir su peso y altura enel laboratorio de antropometrías de la Facultat deFarmàcia de la Universitat de València. Se selecciona-ron las siguientes medidas antropométricas: peso cor-poral, talla e índice de masa corporal (IMC) y percentilde peso y de altura.

Resultados: El 12% de la población celíaca adultapresenta sobrepeso y el 5% obesidad, proporciones

mucho menores que en la población española en ge-neral y en la valenciana en particular. Sin embargo, lasproporciones de peso insuficiente en el 9% de los ce-líacos y de normopeso en el 74% superan las de la po-blación sana.

Conclusiones: Habría que investigar el cumpli-miento de la DSG en celíacos tratados con el fin de ob-tener menores proporciones de peso insuficiente quepueden relacionarse con desnutrición.

PALABRAS CLAVE

Enfermedad celíaca, antopometría, nutrición, peso,altura, IMC.

ABSTRACT

Introduction: The objective of this work is to eva-luate the nutritional status of a group of celiac patientsfrom the Valencian Community through their anthropo-metric characteristics. A cross-sectional study was de-signed, in which all patients followed a iet without glu-ten during at least six months.

Material and methods: The sample was constitu-ted by 2000 members of the Association of Celiacs ofthe Valencian Community (ACECOVA) of both sexesand different age ranges were passed to the question-naires. The three provinces, Castellón, Valencia andAlicante were included.

Finally, anthropometric data of 139 people with ce-liac disease were evaluated, between adults and chil-

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Artículo Original

Evaluación antropométrica de celíacos adultos de la Comunidad Valenciana

Anthropometric evaluation of adult coeliac patients from de ValencianCommunity (Spain)

Pelegrí Calvo, C.; Soriano del Castillo, J. M.; Mañes Vinuesa, J.

Área de Nutrición y Bromatología de la Universitat de València.

Remitido: 4/octubre/2013. Aceptado: diciembre/2013.

Correspondencia:Cristina Pelegrí [email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):18-22DOI: 10.12873/333adultcoeliac

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dren. Among the 84 adults, 77.4% were women. Allparticipants were summoned to measure their weightand height in the laboratory of Anthropometries of theFaculty of Pharmacy of the University of Valencia. Thefollowing anthropometric measures were selected:body weight, height and body mass index.

Results: 12% of the adult celiac population presentsoverweight and 5% obesity, much smaller proportionsthan in the general population and in the ValencianSpanish in particular. However, the proportions of un-derweight in 9% of celiac patients and normal weightin 74% surpass those of the healthy population.

Conclusions: Further investigation should be ca-rried out about the compliance of the diet without glu-ten in gluten-free diets in order to obtain lower propor-tions of underweight, may be related to malnutrition.

KEY WORDS

Coeliac disease, anthorpometry, nutrition, weight,height, BMI.

INTRODUCCIÓN

La enfermedad celíaca (EC) es una enfermedad au-toinmune caracterizada por una inflamación crónica de laparte proximal del intestino delgado, causada por la ex-posición a una proteína vegetal llamada gluten presenteen algunos cereales de la dieta, fundamentalmente en eltrigo, la cebada, el centeno y posiblemente la avena.

A través de mediciones antropométricas y comoparte de un estudio más amplio que incluye un análisisdel estado de salud a través de un cuestionario validado(1) y una evaluación nutricional (2) y del estado de sa-lud (3), se pretende determinar el estado nutricional deeste grupo de pacientes celíacos con dieta sin gluten.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se evaluaron los datos antropométricos de sujetos ce-líacos. De los 84 adultos, 65 fueron mujeres y 19 hom -bres, lo que supone un 77,4% de féminas. Todos losparticipantes mayores de 18 años, celíacos de laAsociación de Celíacos de la Comunidad Valenciana(ACECOVA) incluidos en un estudio más amplio (2) (4),fueron citados para medir su peso y altura en el labora-torio de antropometrías de la Facultat de Farmàcia de laUniversitat de València.

La edad media de las mujeres fue de 37,1±11,1 añosy la de los hombres de 36,7±13,1 años. El peso mediode las mujeres fue de 56,7±10,0 kg y el de los hombresde 75,6±14,4 kg. Y la talla media de las mujeres fue1,62±0,07 cm, frente a 1,70±0,10 cm de los varones.(Tablas 1 y 2).

Se seleccionaron las siguientes medidas antropomé-tricas:

Peso corporal: Es la suma de la masa grasa y ma-gra, se expresa en kilogramos (kg) y se determina me-diante básculas clínicas. Para la medición, el individuodebe estar descalzo, en ropa interior ligera y haber va-ciado vejiga e intestino.

Se estimó mediante una báscula digital portátil marcaSeca (Hamburgo, Alemania), modelo Body AnalysisScale 2000, con una precisión de ±100 g. Se descartóel peso de aquellas personas que, en determinadas cir-cunstancias, pudieran dar lugar a errores en la interpre-tación de la medida, como valores sobrestimados porascitis o edemas o infraestimados por deshidratación.

Altura, estatura o talla: Se expresa en centímetros(cm) y se determina midiendo la distancia entre el vér-tex y el plano de apoyo del individuo, realizando la me-

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MUJERES EDAD (años) PESO (kg) TALLA (m) IMC (kg/m2)

Media 37,1 56,7 1,62 21,5

DE 11,1 10,0 0,07 3,7

Tabla 1. Datos antropométricos de las mujeres celíacas estudiadas.

HOMBRES EDAD (años) PESO (kg) TALLA (m) IMC (kg/m2)

Media 36,7 75,6 1,70 24,6

DE 13,1 14,4 0,10 3,5

Tabla 2. Datos antropométricos de los hombres celíacos estudiados.

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dida sobre el cuero cabelludo y eliminando previamentecualquier adorno que dificulte la medición. En niños quesuperen el metro de altura, jóvenes y adultos, la medi-ción se realiza mediante un estadiómetro, con el sujetode pie, descalzo y firme. Los pies deben formar un án-gulo de 45º con los talones juntos, los brazos colgar li-bre y naturalmente a lo largo del cuerpo y la cabezadebe situarse en el plano de Frankfurt, de manera queel meato auditivo externo se encuentre en un plano ho-rizontal con respecto a la órbita inferior del ojo (5).

Para esta medición, se utilizó un estadiómetro portátilmarca Seca, modelo 213, con una precisión de 1 mm.

Índice de masa corporal, también conocido comoíndice de Quetelet (en honor de Lambert AdolpheJacques Quetelet), es un número que pretende deter-minar, a partir de la estatura y el peso, el rango más sa-ludable de peso que puede tener una persona. Se uti-liza como indicador nutricional desde 1980. El IMCresulta de la división de la masa en kilogramos entre elcuadrado de la estatura expresada en metros (kg/m2).Los valores de referencia para adultos utilizados son losestablecidos por la Sociedad Española para el Estudiode la Obesidad (6) y se encuentran en la Tabla 3.

El IMC es considerado como el indicador más ade-cuado y objetivo para el estado nutricional del adulto.Esto es se debe a que está correlacionado con el pesocorporal (o reservas de energía en el cuerpo) y es rela-tivamente independiente de la estatura de la persona.Además, el IMC es el indicador de referencia de desnu-trición crónica en el adulto, ya que la probabilidad deerror al clasificar el estado nutricional basándose en elIMC es muy bajo (7).

La población se dividió por sexos y se calculó la me-dia aritmética y la desviación estándar (DE) de los pa-rámetros antropométricos estudiados.

El estudio contó con la aprobación del Comité deÉtica de la Universitat de València y, en función de la le-gislación vigente (Ley 41/2002, de 14 de noviembre,básica reguladora de la autonomía del paciente y de de-rechos y obligaciones en materia de información y do-cumentación clínica), se recabó el consentimiento infor-mado de los pacientes, a los cuales previamente se lesexplicó la naturaleza y propósito del estudio, para ana-lizar de forma anónima sus determinaciones.

RESULTADOS

El valor medio de IMC calculado en mujeres fue de21,5±3,7 kg/m2, mientras que el de los hombres fuede 24,6±3,5 kg/m2.

Los valores del IMC indicaron que la media de la po-blación celíaca estudiada se encontraba en el rango denormopeso. Tanto en el grupo de mujeres como devarones, el 74% se encontraba dentro de esta franja depeso normal (IMC entre 18,5 y 24,9 kg/m2).

Globalmente, el 9,5% de los adultos se encontraba ensituación de bajo peso (IMC<18,5). El 12,3% de las mu-jeres presentaba un peso insuficiente; sin embargo, enninguno de los hombres se observaba déficit de peso.

Los datos más dispares por sexo aparecieron con elsobrepeso (IMC entre 25 y 29,9), que se observó enel 11,8% de los sujetos celíacos estudiados. De las 66mujeres celíacas analizadas antropométricamente, el9,2% se situó en esta franja de IMC, frente al 21,1%de los hombres.

El porcentaje de obesidad (IMC ≥ 30 kg/m2) fue se-mejante en varones y mujeres, 5,3% y 4,6% respecti-vamente. No obstante, entre las mujeres la obesidad sedistribuyó en un 2% de tipo II y en un 3% de tipo I,mientras que el único varón obeso era de tipo II.

Entre los adultos celíacos estudiados, el porcentajeglobal de pacientes con sobrepeso u obesidad alcanzóel 16,7%.

DISCUSIÓN

En nuestro estudio, el 9,5% de los adultos se encon-traba en situación de bajo peso. La proporción entre lasmujeres fue del 12,3%; sin embargo, tal vez debido alpequeño tamaño muestral de hombres celíacos estudia-

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EVALUACIÓN ANTROPOMÉTRICA DE CELÍACOS ADULTOS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

Tipificación IMC (kg/m2)

Peso insuficiente <18,5

Normopeso 18.5 – 24.9

Sobrepeso grado I 25 – 26.9

Sobrepeso grado II (preobesidad) 27 – 29. 9

Obesidad de tipo I 30 – 34.9

Obesidad de tipo II 35 – 39.9

Obesidad de tipo III (mórbida) 40 – 49.9

Obesidad de tipo IV (extrema) ≥50

Tabla 3. Clasificación de la obesidad según el IMC (SEEDO, 2007).

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dos, ningún varón se encontraba por debajo del peso mí-nimo saludable. En un estudio americano (8), sólo el 6%de los celíacos padecía bajo peso, si bien la muestra sólola constituían 47 adultos. Según la Encuesta Nacional deSalud 2011-12 (9), sólo el 2,2% de la población generalpresenta un peso deficiente, una proporción cuatro ve-ces inferior a la población celíaca estudiada. Por sexos, laproporción de peso por debajo de la normalidad en la po-blación de la Comunidad Valenciana (10) también es mu-cho mayor en mujeres (4,3%) que en hombres (0,5%).

Estos resultados difieren de los de un estudio llevadoa cabo en Cuba (11), en el cual se constató que, si setoman como referencia los valores de peso para talla,casi todos los pacientes adultos tenían bajo peso corpo-ral y, más aún, la mitad de ellos se hallaba en un nivelcrítico. No obstante, la muestra de adultos fue tan solode ocho mujeres y de dos varones.

Los valores del IMC indicaron que la media de la pobla-ción celíaca estudiada se encontraba en el rango de nor-mopeso, lo que corrobora otro estudio (12) realizadocon 71 pacientes italianos (51 mujeres y 20 varones) enel cual se reflejaba la misma situación. Según la EncuestaNacional de Salud 2011-2012 (9), sólo el 44,2% de la po-blación española se encuentra en normopeso, proporciónligeramente inferior que el 45,7% de la población de laComunidad Valenciana (10). Sin embargo, el 75,0% delos celíacos analizados presenta un peso dentro de la nor-malidad, dato superior al de otro estudio realizado conpacientes norteamericanos celíacos (8), en el que el 64%presentaba un peso dentro de la normalidad.

En cuanto al sobrepeso, el 9,2% de las mujeres pre-sentó un IMC entre 25 y 29,9 kg/m2, dato muy alejado

del 21,1% hallado en los hombres. Otros autores (12) de-tectaron sobrepeso en el 12% de las mujeres italianas ce-líacas estudiadas, porcentaje similar a este; sin embargoel sobrepeso en los hombres afectaba solamente al 10%de estos. Globalmente, en nuestro estudio se detectó so-brepeso en el 11,9% de los sujetos celíacos estudiados,en contraposición con un estudio estadounidense (8), querefleja un porcentaje de sobrepeso en celíacos adultosmuy superior, del 28%. La Encuesta Nacional de Salud (9)aporta datos de sobrepeso en la población general del36,7%, muy superiores a los obtenidos en este estudio.Por sexos, en la Comunidad Valenciana (10) el sobrepesoafecta al 27,1% de las mujeres y al 45,8% de los hom-bres, lo que en parte explica el alto índice de varones consobrepeso detectado en el estudio.

Y el porcentaje de obesidad (IMC ≥ 30 kg/m2) fueprácticamente igual para varones (5,3%) que para muje-res (4,6%). No obstante, entre las mujeres la obesidad sedistribuyó en un 2% de tipo II y en un 3% de tipo I,mientras que el único varón obeso era de tipo II. En unestudio similar (8) hallaron un porcentaje de obesidad desólo el 2% de la población celíaca estudiada. Estos datosson muy inferiores a la proporción de obesos españoles,del 17,0% (9). El hecho de que la proporción de hombrescelíacos obesos sea superior a la de las mujeres coincidecon la proporción de hombres obesos tanto en España (9)(18,0%) como en la Comunidad Valenciana (10) (17,0%),que también es superior a la de mujeres obesas, 16% enEspaña (9) y 14,1% en la Comunidad Valenciana (10).

Estos resultados contrastan con los obtenidos en unestudio con jóvenes universitarios (13), en el cual seobservó que los hombres tienen una tendencia al so-brepeso y las mujeres a la obesidad.

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Figura 1. Comparación de los rangos de peso entre mujeres españolas sanas y las mujeres celíacas.

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Los resultados globales de sobrepeso y obesidad(16,7%) de nuestro estudio también superan a los deun estudio llevado a cabo en Italia (12), en el cual sedetectó un 12% de pacientes con IMC ≥ 25 kg/m2. Alcontrario que en el citado estudio italiano, la diferenciade IMC de aquellos pacientes diagnosticados en la in-fancia (21,6 ± 4,4 kg/m2) y de los diagnosticados en laedad adulta (22,5 ± 3,8 kg/m2) no fue estadísticamentesignificativa. Los datos de la población celíaca estu-diada en cuanto a sobrepeso y obesidad son muy infe-riores a los de la población general; según la últimaEncuesta Europea de Salud en España (10), el 53,7%de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana mayoresde 18 años padece sobrepeso u obesidad, propor-ción idéntica a la de la Encuesta Nacional de Salud másreciente (9). La disparidad hallada por sexos fue de26,4% de hombres frente al 13,8% de mujeres. En lapoblación española (9), el 63,2% de los hombres y el44,2% de las mujeres superan el peso ideal.

Los datos obtenidos relativos al IMC corroboran loshallazgos de otros autores de pesos corporales inferio-res en los pacientes celíacos que en los controles sanos(14) más favorables que en la población general (15).

CONCLUSIONES

• Las proporciones de peso insuficiente en el 9,5%de los celíacos y de normopeso en el 75,0% supe-ran las de la población sana. Por tanto, índices demasa corporal inferiores a 18,5 en pacientes consintomatología clásica o atípica de la EC (3) debe-rían levantar sospechas en los profesionales deAtención Primaria y farmacéuticos comunitarios deuna posible enfermedad celíaca.

• El 17% de la población celíaca adulta presenta so-brepeso y el 5% obesidad, proporciones muchomenores que en la población española en generaly en la valenciana en particular. Dado que todos lospacientes analizados antropométricamente se-guían una dieta sin gluten, futuros estudios debe-rían buscar fuentes ocultas de gluten en los ali-mentos ingeridos por los celíacos.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecemos a la Asociación de Celíacosde la Comunidad Valenciana su colaboración en esteestudio.

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EVALUACIÓN ANTROPOMÉTRICA DE CELÍACOS ADULTOS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

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Artículo Original

Cambios en la adiposidad corporal de adolescentes escolares(1997-2007)

Changes in body fat of adolescent students (1997-2007)

Gatica-Mandiola, P.1; Vargas-Vitoria, R.1; Jirón Amaro, O.1; Herrera Blanco, M.1; Duarte Farfán, C.1; Gómez-Campos, R.2,3; Martínez Salazar, C.2; Vargas Valdes, D. I.4; Luna Seguel, D. P.4; Cossio-Bolaños, M. A.1,3

1 Departamento de Ciencias de la Actividad Física. Universidad Católica del Maule, Talca, Chile.2 Facultad de Educación y Humanidades, Universidad de la Frontera, Temuco, Chile.3 Faculta de Educación Física. Universidad Estatal de Campinas, Sao Paulo, Brasil.4 Facultad de Medicina. Universidad Católica del Maule, Talca, Chile.

Remitido: 8/septiembre/2013. Aceptado: diciembre/2013.

RESUMEN

Objetivo: Determinar los cambios prospectivos dela adiposidad corporal de adolescentes escolares en unintervalo de 10 años (1997-2007).

Método: El estudio es de tipo longitudinal (Trend).Los escolares fueron seleccionados de forma probabi-lística (estratificado) de cinco provincias de la Regióndel Maule (Cauquenes, Linares, Constitución, Curicó yTalca). El tamaño de la muestra del año 1997 fue de236 (129 chicos y 137 chicas) y del año 2007 de 253(140 chicos y 113 chicas). Las edades oscilaron entre11,0 a 14,9 años. Se evaluó las variables de peso, es-tatura y 4 pliegues cutáneos.

Resultados: No hubo cambios en el peso, estatura,IMC y los pliegues del brazo (Bi+Tr), sin embargo, enrelación a la adiposidad corporal de la región centraldel cuerpo (Sb+Si) se observó diferencias significativasde tejido adiposo en ambos sexos y en todas las eda-des (p<0,001).

Conclusión: Se determinó cambios prospectivos enla adiposidad corporal en escolares de ambos sexos.

Los resultados hacen presagiar el aumento de tejidoadiposo en la región central del cuerpo durante la ado-lescencia al menos hasta el año 2007.

PALABRAS CLAVES

Adiposidad, Escolares, Adolescentes.

ABSTRACT

Objective: To determine prospective changes ofbody fat among school adolescents in an interval of 10years (1997-2007).

Method: The study is a longitudinal (Trend). Thescholars were selected in a probabilistic (stratified) infive provinces of Maule Region (Cauquenes, Linares,Constitution, Curicó and Talca). The sample size of1997 was 236 (129 boys and 137 girls) and 253 2007(140 boys and 113 girls). Ages ranged from 11.0 to14.9 years. Variables were assessed weight, height and4 skinfolds.

Results: No changes in weight, height, BMI andarm folds (Bi+Tr), however, in relation to body fat inthe central region of the body (Sb+Si) showed signifi-cant differences (p<0,001) adipose tissue in both se-xes and at all ages.

Conclusion: We determined prospective changes inbody fat among schoolchildren of both sexes. The re-

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Correspondencia:Marco Antonio Cossio Bolañ[email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):23-29DOI: 10.12873/333bodyfat

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sults portend increased adipose tissue in the central re-gion of the body during adolescence at least until 2007.

KEYWORDS

Adiposity, School, adolescents.

INTRODUCCIÓN

La grasa es un componente del cuerpo humano quese acumula en forma de tejido graso o adiposo1 en di-versas regiones del cuerpo. Generalmente es definidacomo la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo,cuya valoración es realizada a través de la composicióncorporal y/o medidas antropométricas2. Algunos estu-dios consideran como parámetros clásicos el Índice deMasa Corporal (IMC), el perímetro de la cintura, la re-lación perímetro/cintura3 y la medición de los plieguescutáneos4.

En general, el aumento de peso de la población mun-dial se va incrementando de forma constante, y la pre-valencia de obesidad ha aumentado más del dobledesde 1980 en los Estados Unidos5 e Inglaterra6. EnChile, algunos autores como Loaiza, Atalah7 consideranque el principal problema nutricional que enfrenta la so-ciedad chilena es el exceso de peso que se presenta enforma progresiva desde temprana edad, alcanzando laobesidad a niños y jóvenes chilenos8. De hecho, el in-forme del Sistema de Medición de la Calidad de laEducación del Ministerio de Educación de Chile9 mues-tra 25% de sobrepeso y 16% de obesidad en adoles-centes escolares de ambos sexos. Evidentemente laprevalencia de exceso de peso es un problema de sa-lud pública que se presenta no sólo en Chile, sino tam-bién en países desarrollados, así como en países envías de desarrollo10. En este sentido, el aumento de laadiposidad, ya sea en adultos y/o en los más jóvenessegún Wardle, Boniface11 podría deberse sin duda a laadopción temprana de los modernos estilos de vida, através del cual, alcanzan mayor IMC y perímetro de lacintura, respectivamente.

Por lo tanto, el diagnóstico y el tratamiento de la obe-sidad es un problema de salud importante que muchasveces sobrepasa los sistemas médicos y aumenta loscostos económicos de su intervención12,13, por lo que elseguimiento de las tendencias de la adiposidad en ni-ños y adolescentes es fundamental para la prevenciónde enfermedades y la promoción de la salud2. De he-cho, los estudios de tendencia secular hacen hincapié ala importancia del seguimiento de la prevalencia del so-

brepeso y obesidad14 en determinados intervalos detiempo, con lo cual, es posible identificar cambios nosólo en el exceso de peso como fue mencionado ante-riormente, sino también en variables como la composi-ción corporal, somatotipo, crecimiento físico, madura-ción biológica, consumo de alimentos, patrones deactividad física, entre otras variables.

No obstante, a nivel internacional muchos estudioshan documentado el aumento de exceso de peso5,14,15

a través de estudios de tendencia secular, sin embargo,en Chile no existen estudios que valoren los cambios dela adiposidad corporal en adolescentes escolares a par-tir de pliegues cutáneos, por lo que es necesario estu-diar este tipo de variables a lo largo de los años, a suvez, tales resultados podrían ofrecer información rele-vante para ejercer políticas públicas a nivel escolar. Porlo tanto, el objetivo del estudio fue determinar los cam-bios prospectivos de la adiposidad corporal de adoles-centes escolares de la región del Maule (Chile) en un in-tervalo de 10 años (1997-2007).

MÉTODO

Tipo de estudio y muestra

El estudio es de tipo longitudinal, el diseño Trend(evolución de grupo) permite analizar los cambios a tra-vés del tiempo en dos momentos 1997 y 2007. Este di-seño se caracteriza porque los sujetos del estudio noson los mismos, pero si la población se mantiene. Todoslos escolares fueron seleccionados de forma probabilís-tica estratificada por afijación proporcional con IC 95%.El universo del año 1997 fue de 1156, siendo seleccio-nados 292 escolares (155 chicos y 137 chicas). El uni-verso del año 2007 fue de 1005 escolares, cuya mues-tra fue conformada por 253 escolares (140 chicos y 113chicas). En ambas muestras se consideró al 25% deluniverso total, cuyas edades oscilan entre los 11 a 14,9años de edad.

La recolección de datos se efectuó durante los mesesde octubre y noviembre de 1997 y 2007 en cinco pro-vincias de la región del Maule (Chile): Cauquenes,Linares, Constitución, Curicó y Talca. Este proceso co-rresponde a la ejecución de un proyecto interno de laUniversidad Católica del Maule (Chile) denominado“Tendencia del crecimiento y la condición física de es-colares”, el cual se inició en 1997, cuyos parámetros aevaluar se programaron a razón de diez años.

La muestra en general abarca tres dependencias delsistema educativo chileno (centros municipalizados, par-

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CAMBIOS EN LA ADIPOSIDAD CORPORAL DE ADOLESCENTES ESCOLARES (1997-2007)

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ticulares subvencionados y particulares pagados) de zo-nas urbanas. En general, en Chile, los escolares queasisten a centros Municipalizados son de condición eco-nómica baja, centros particulares subvencionados acondición media y centros particulares pagados a condi-ción alta. Todos los escolares estudiados realizaban ac-tividad física una vez por semana (90min/día) de mode-rada intensidad, fruto de las clases de educación físicaque son desarrolladas bajo el sistema educativo chileno.

Se consideró como criterios de inclusión a los escola-res de las tres categorías antes indicadas (dependenciasescolares) y a los que firmaron el consentimiento infor-mado para la realización de las medidas antropométri-cas. Fueron excluidos los escolares, cuyos apoderadosy/o padres no autorizaron las mediciones antropométri-cas de sus hijos y los que presentaban problemas mo-tores y dificultades físicas para movilizarse. El estudio serealizó de acuerdo a los principios de Helsinki y contócon la aprobación del comité de ética en investigaciónde la Universidad Católica del Maule.

Técnicas y procedimientos

La edad decimal se calculó por medio de una tabla deregistros de decimales considerando la fecha de naci-miento (día, mes y año) y la fecha de la realización delas medidas antropométricas (día, mes y año).

Las variables antropométricas fueron medidas a tra-vés de las recomendaciones realizadas por la “SociedadInternacional para los Avances de Cineantropometría”ISAK descritas por Ross y Marfell-Jones16. Las medicio-nes fueron:

– Masa corporal (kg): se evaluó con una balanza di-gital de marca Tanita con precisión de (100g) yuna escala de (0 a 150kg).

– Estatura (m): se evaluó a través de un estadióme-tro de aluminio de marca Seca graduado en milí-metros con una escala de (0 a 2,50m).

– Los pliegues cutáneos (mm) de la región bicipital(BI), tricipital (Tr), subescapular (SB) y suprailíaco(SI) fueron medidos de acuerdo a la línea de cli-vaje utilizando un compás de pliegues cutáneosHarpenden que ejerce una presión constante de(10g/mm2).

El Índice de Masa Corporal (kg/m2) tuvo por obje-tivo relacionar el peso con la estatura utilizando lafórmula propuesta por Quetelet17 donde

[IMC=Peso(kg)/Estatura(m)2]

Para determinar la adiposidad corporal se utilizó la su-matoria de los pliegues del brazo (bicipital+tricipital),del tronco (subescapular+suprailíaco) y la sumatoria to-tal de cuatro pliegues cutáneos (bicipital+triciptal+sub -escapular +suprailíaco). Todo el procedimiento de eva-luación de las medidas antropométricas estuvo a cargode un equipo de 4 evaluadores con amplia experiencia.

Análisis estadístico

Los datos fueron normalizados por el test de Shapiro-Wilk. Los resultados fueron analizados a partir de esta-dígrafos descriptivos (media y desviación estándar). Lasdiferencias entre ambas evaluaciones se verificaron apartir del test t para muestras independientes. En todoel análisis estadístico se adoptó p<0,001. Las pruebasestadísticas se realizaron utilizando el paquete estadís-tico SPSS 18.0.

RESULTADOS

Las comparaciones de las variables antropométricasde peso, estatura e IMC de ambas muestras (1997 y2007) se observan en la tabla 1. No se evidenció dife-rencias significativas en todas las variables antropomé-tricas y en ambos sexos.

La figura 1 ilustra los cambios de la adiposidad corpo-ral en adolescentes escolares. No hubo diferencias sig-nificativas en los pliegues del brazo (Bi+Tr) en todas lasedades y ambos sexos (p>0,001); sin embargo, se ob-servó aumento significativo (p<0,001) de tejido adiposoen la región central del cuerpo (Sb+Si) y en la sumato-ria total de los 4 pliegues (Bi+Tr+Sb+Si). Este aumentosignificativo oscila en los chicos de 9,8 a 15,1mm y enlas chicas de 9,1 a 16,9mm, respectivamente.

DISCUSIÓN

Los resultados del estudio muestran que los escolaresde ambos sexos de la región del Maule aumentaron sig-nificativamente los valores medios de adiposidad corpo-ral. Tales incrementos se observan básicamente en la re-gión central del cuerpo y consecuentemente, en lasumatoria total de los 4 pliegues cutáneos, pero nohubo cambios en los pliegues del brazo (Bi+Tr). De he-cho, tales resultados coinciden con algunos estudios in-ternacionales de tendencia, donde verificaron aumentode la adiposidad corporal18-20 en escolares de ambos se-xos, independientemente del intervalo de tiempo estu-diado y del indicador antropométrico utilizado; sin em-bargo, respecto a estudios nacionales, los datos son

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limitados, excepto el estudio realizado por Muzzo et al21,donde, se detectó un aumento significativo en el riesgode obesidad a partir del IMC en escolares chilenos de 6a 16 años entre los años 1986 y 1998. El aumento fueen los pre-púberes (11,3% en niños y 6% en niñas) yen los púberes (9,2% en chicos y 15,2% en chicas).

La figura 1 muestra de forma clara los grandes au-mentos de tejido adiposo a partir de la sumatoria dedos (Sb+Si) y 4 pliegues cutáneos (Bi+Tr+Sb+Si).Estas evidencias indican que existe una tendencia a au-mentar la adiposidad corporal en los adolescentes estu-diados desde edades más tempranas, y en especial enla región central del tronco. De hecho, una situaciónque llamó la atención es que no se observó cambios enel peso corporal y por lo tanto, en el IMC, puesto queel aumento de la grasa corporal se supone que debe deir acompañado de un aumento en la masa corporal to-tal. Esta situación no se evidenció en este estudio, loque hace suponer que dicho aumento se deba a posi-bles patrones de inactividad física, aunque no se des-carta la posibilidad de otros factores, como por ejem-plo, los hábitos de alimentación y el mejoramiento de lacondición económica, lo que hace suponer un aumentoexcesivo en el consumo de calorías, hecho que se ha in-crementado universalmente desde 1964 y con un ritmomás acelerado a partir del año 200022.

Por otro lado, la no presencia de cambios en los plie-gues del brazo, hace suponer la presencia de algúntipo de actividad física relacionada con la fuerza y/o re-sistencia muscular de dicho miembro, por lo que podríaser una explicación de lo observado en el estudio, sinembargo, cabe resaltar que no se tuvo en considera-ción la medición de pruebas físicas relacionadas conlos miembros superiores, puesto que esto hubiera sidoun gran aporte para una mejor interpretación de losresultados.

En esencia, el IMC es utilizado comúnmente paradiagnosticar la obesidad y es el índice más aceptadomundialmente para caracterizar a los diversos grupos23,sin embargo, su uso y aplicación en este estudio no hu-biera permitido determinar los cambios significativos detejido adiposo como se observó por medio de la valora-ción de los pliegues cutáneos, por lo tanto, el uso enescolares adolescentes podría ofrecer información rele-vante, permitiendo especificar la zona anatómica dondese presenta mayor adiposidad corporal.

En general, el aumento de tejido adiposo en los plie-gues cutáneos de la región central del cuerpo (Sb+Si)observado en los escolares de la región del Maule pro-porciona evidencias de que probablemente los niveles deactividad física relacionados con la capacidad de resis-

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CAMBIOS EN LA ADIPOSIDAD CORPORAL DE ADOLESCENTES ESCOLARES (1997-2007)

Edad(años)

1997 2007

nPeso (Kg) Estatura (cm) IMC (kg/m2)

nPeso (Kg) Estatura (cm) IMC (kg/m2)

X DE X DE X DE X DE X DE X DE

Chicos

11 - 11,9 27 41.61 10.11 145.85 8.04 19.36 3.43 38 44.50 7.78 149.46 8.77 19.92 2.61

12 - 12,9 42 44.79 10.90 148.38 7.10 20.13 3.65 38 46.79 7.47 154.34 11.11 19.63 2.86

13 - 13,9 30 49.55 10.78 157.00 6.68 20.45 3.74 32 48.81 7.35 158.31 11.04 18.39 1.46

14 - 14,9 30 52.29 7.98 164.82 7.59 19.52 1.97 32 50.00 6.79 162.78 8.39 18.79 1.34

Chicas

11 - 11,9 31 43.87 8.43 148.03 7.37 19.87 2.79 28 41.72 7.61 145.86 8.73 19.54 2.60

12 - 12,9 29 46.97 8.58 151.90 6.09 20.25 2.99 23 48.61 9.53 153.70 9.29 20.76 3.95

13 - 13,9 35 50.09 8.52 154.83 6.47 20.86 3.24 37 48.22 6.16 157.00 5.85 20.51 1.85

14 - 14,9 42 58.00 10.31 157.12 6.02 23.41 3.85 25 58.28 10.05 160.24 5.23 22.66 3.93

Tabla 1. Características antropométricas de escolares adolescentes de los años 1997 y 2007.

Leyenda: ns (no significativo) en peso, estatura e IMC en ambos sexos entre 1997 y 2007.

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Leyenda: *: diferencia significativa (p<0,001) en relación a 1997.

Figura 1. Comparación de la adiposidad corporal (Bi+Tr, Sb+Si, sumatoria de pliegues cutáneos) en adolescentes escolares durante1997 y 2007.

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tencia aeróbica hayan disminuido en una década, ade-más ciertas regiones vecinas del país podrían estar afec-tadas por el aumento excesivo de tejido adiposo, por loque es necesario y urgente monitorizar las tendencias ala inactividad física y al sobrepeso en escolares chilenos.En este sentido, cabe resaltar, que los resultados de esteestudio se remontan al año 2007, por lo que no seríaoportuno comparar con investigaciones cuyas recolec-ciones de datos se efectuaron recientemente, sin em-bargo, los hallazgos obtenidos permiten mostrar lo queocurrió hace 6 años y evidentemente una aproximacióna lo que futuramente podría suceder. De hecho, el año2017 se efectuará una nueva medición, con lo cual, sepodría evidenciar de mejor forma los cambios de adipo-sidad corporal a lo largo de 30 años.

En suma, los resultados obtenidos probablemente sedeban a las mejoras de las condiciones económicas ob-servadas en las últimas décadas en chile21,24, dando lu-gar a cambios en los hábitos alimentarios25 y conse-cuentemente a la modificación de los patrones dedistribución del tejido adiposo; sin embargo, las varia-bles de los hábitos de alimentación, condición socioeco-nómica y nivel de actividad física no se evaluaron en elestudio, lo que evidentemente trae consigo un ligerosesgo en los resultados, pero no invalida el estudio,puesto que la mayoría de las investigaciones de ten-dencia secular se basan en datos del IMC15 con lo queverifican la prevalencia del sobrepeso y obesidad engrupos de una misma edad y/o sexo, pero, son escasoslos estudios de tendencia secular que valoran los plie-gues cutáneos en niños y adolescentes, lo que eviden-temente ofrece información específica y real de la dis-tribución de los patrones de tejido adiposo en diversasregiones del cuerpo.

En este sentido, el IMC en fase de crecimiento y de-sarrollo cambia sustancialmente con la edad26, por loque su uso y aplicación es criticado en tales poblacio-nes, pero sí es ampliamente utilizado y recomendadoen poblaciones adultas27, ya que son grupos más ho-mogéneos en relación a los niños y adolescentes. Por lotanto, la aplicación del IMC sin correcciones alométricasllevaría a sobreestimar el exceso de grasa en individuosde baja estatura y subestimaría el mismo en sujetos demayor estatura28.

Por otro lado, no hay estudios disponibles en Chileque muestren variables antropométricas de composi-ción corporal e inactividad física, en el que documentenlos cambios seculares en niños y adolescentes. Pueseste tipo de información hubiera permitido contrastar

nuestros resultados de mejor forma, a pesar de que re-cientemente Brownell y Frieden29 consideran cambiosseculares negativos en la actividad física en niños, y elcomportamiento alimenticio de los adolescentes se haincrementado, sobretodo, en el consumo de bebidasazucaradas, así como el aumento de la ingesta de ali-mentos densos en calorías de bajo contenido de nu-trientes expendidas en tiendas y restaurantes de co-mida rápida30.

En general, las comparaciones entre niños y adoles-centes de diferentes países son difíciles de interpretar,porque existen variables intervinientes que en muchosestudios no fueron controladas, así como las diferenciassocioeconómicas, de raza y etnia muchas veces no per-miten la validación externa de los resultados a otroscontextos, limitándose en la mayoría de las veces a laregión donde se desarrolló la investigación, como es elcaso del presente estudio. Por lo tanto, sugerimos la re-alización de estudios transversales y longitudinales enotras regiones geográficas de chile con la intención deverificar las tendencias observadas en este estudio, in-clusive, el fraccionamiento en compartimientos corpo-rales31 podría ofrecer información específica relevante,sobre todo, cuando se trata de estudiar la salud de gru-pos poblacionales jóvenes.

CONCLUSIÓN

Se concluye que hubo cambios prospectivos en la adi-posidad corporal en adolescentes escolares de ambos se-xos de la región del Maule en un intervalo de 10 años(1997-2007). Los resultados hacen presagiar el aumentode adiposidad corporal en especial en la región centraldel cuerpo desde edades tempranas. Por lo tanto, es ne-cesario ejercer políticas públicas en la región del Maulepromoviendo el desarrollo de programas de actividad fí-sica y fomentando estilos de vida más saludables.

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RESUMO

Objetivo: Estimar o consumo de vitaminas e mine-rais antioxidantes da população brasileira e verificarquais as fontes alimentares apresentam maior contri-buição para o mesmo.

Métodos: Foram analisados dados referentes aoprimeiro dia de registro alimentar de 34.003 indivíduoscom dez anos ou mais de idade, de todas as regiõesdo país, que responderam ao Inquérito Nacional deAlimentação da Pesquisa de Orçamentos Familiares2008-2009. Foram avaliados os teores de vitaminas eminerais antioxidantes de 188 itens alimentares deacordo com sua forma habitual de consumo, utili-zando-se tabelas de composição de alimentos nacio-nais e internacionais.

Resultados: O consumo médio diário dos antio -xidantes foi de 309µg de vitamina A, 93mg de vita-mina C, 5,3mg de vitamina E, 11,7mg de zinco,107,6µg de selênio, 1,35mg de cobre e 2,9mg demanganês. Observou-se um maior consumo de vita-mina A nas regiões nordeste e sul do país e de selê-nio na região norte e no sexo masculino. As maioresclasses de rendimento apresentaram maiores consu-

mos de vitaminas A e C. Os alimentos que maiscontri buíram para a ingestão de vitaminas A, C, zincoe selênio foram aqueles reconhecidamente fontesdos mesmos, como as frutas e carnes. Já para a vi-tamina E, cobre e manganês destacaram-se os ali-mentos que tiveram consumo per capita elevado, es-pecialmente o arroz e o feijão.

Conclusão: Destaca-se a necessidade de aumentaro consumo de frutas, hortaliças e oleaginosas paramelhorar o aporte de antioxidantes, bem como demanter ou resgatar a preparação típica “feijão comarroz” que constitui importante fonte de minerais an-tioxidantes na dieta brasileira.

PALAVRAS-CHAVES

Consumo alimentar. Antioxidantes. Dieta. Vitaminas.Minerais.

ABSTRACT

Objective: Estimate the consumption of antioxidantvitamins and minerals of the Brazilian population andcheck which food sources have higher contribution tothis consumption.

Methods: We analyzed data relating to the first dayof food record of 34,003 individuals aged 10 years orolder, from all regions of the country, who respondedto the National Dietary Survey for the HouseholdBudget Survey 2008-2009. The levels of antioxidant vi-

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Artículo Original

Estimativa do consumo de vitaminas e minerais antioxidantesda dieta brasileira

Intakes of antioxidant vitamins and minerals in the Brazilian diet

Tureck, C.1; Gesser Correa, V. G.1; Peralta, R. M.2; Koehnlein, E. A.1,2

1 Universidade Federal da Fronteira Sul (UFFS), campus Realeza-PR. Curso de Nutrição.2 Universidade Estadual de Maringá (UEM). Departamento de Bioquímica.

Remitido: 11/octubre/2013. Aceptado: diciembre/2013.

Correspondencia: Eloá Angélica [email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):30-38DOI: 10.12873/333Braziliandiet

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tamins and minerals de 188 food items were evaluatedin accordance with its usual form of consumption, usingnational and international tables of food composition.

Results: The average daily intake of antioxidantswas 309µg of vitamin A, 93mg of vitamin C, 5.3mg ofvitamin E, 11.7mg of zinc, 107.6µg of selenium, 1.35mgof copper and 2.9mg of manganese. We observed ahigher intake of vitamin A in the northeast and south ofthe country and selenium in the north and in males.The highest income classes showed higher intakes ofvitamins A and C. The foods that most contributed tothe intake of vitamins A, C, zinc and selenium werethose known sources of these, such as fruits andmeats. For vita min E, copper and manganese, foodsthat have high per capita consumption stood out, espe-cially rice and beans.

Conclusion: Highlights the need to increase con-sumption of fruits, vegetables and oilseeds to improvethe supply of antioxidants, as well as to maintain or res-tore the typical preparation “beans and rice” which is animportant source of minerals antioxidants in theBrazilian diet.

KEY WORDS

Food consumption. Antioxidants. Diet. Vitamins.Minerals.

LISTA DE ABREVIATURAS

LDL = Low-density lipoprotein.

INA = Inquérito Nacional de Alimentação.

POF = Pesquisa de Orçamentos Familiares.

IBGE = Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística.

INTRODUÇÃO

Os estudos sobre moléculas com atividade antioxi-dante têm ganhado destaque em função da elucidaçãodos efeitos nocivos do excesso de radicais livres no orga-nismo humano. O desequilíbrio na produção de radicaislivres e na remoção destes pelas defesas antioxidantesdo organismo, definido como estresse oxidativo, podecausar danos celulares ao atacar membranas, ácidos nu-cléicos, proteínas e polissacarídeos, levando à alteraçõesfuncionais e ao desenvolvimento de diversas doenças1.

Na literatura é possível verificar inúmeras asso-ciações entre estresse oxidativo e o desenvolvimentode doenças como: doenças degenerativas, câncer, dia-betes e doenças cardiovasculares2,3,4.

Além da linha primária de defesa antioxidante reali-zada pelas enzimas superóxido-dismutases, peroxida-ses, catalases e glutationas-peroxidases, os antioxidan-tes da dieta auxiliam na neutralização do excesso deradicais livres e consequentemente reduzem seus efei-tos nocivos5.Os mecanismos de ação mais comuns ob-servados in vitro para esses antioxidantes envolvemprincipalmente a transferência de hidrogênio, doaçãode elétrons e quelação de metais4. Entre os principaisantioxidantes da dieta destacam-se as vitaminas E, C eA e os minerais zinco, selênio, cobre e manganês6,7.

Os antioxidantes de baixo peso molecular, especial-mente as vitaminas E, C e A estão presentes em nú-mero e concentração maior que os antioxidantes enzi-máticos e são distribuídos em ambientes lipofílicos ehidrofílicos8.

O α-tocoferol é a forma mais biologicamente ativa davitamina E é o mais abundante antioxidante lipossolú-vel nos tecidos, plasma e o principal antioxidante da li-popoproteína de baixa densidade (LDL)4,9. A vitamina Cé considerada o mais importante e potente antioxidantenutricional hidrossolúvel9, que atua diretamente nasmembranas celulares, por impedir a iniciação da pero-xidação lipídica, ou indiretamente na regeneração davitamina E10. Já a vitamina A e seus carotenóides pre-cursores têm a capacidade de reagir em baixas concen-trações e baixa pressão parcial de oxigênio, como ocor -re na maioria dos tecidos sob condições fisiológicas10.

Os minerais zinco, selênio, cobre e manganês pos-suem atividade antioxidante indireta, uma vez queatuam como co-fatores para diversas reações enzimáti-cas que neutralizam radicais livres. O zinco e o cobresão importantes componentes estruturais das enzimassuperóxido-dismutase citosólica e extracelular, en-quanto o manganês compõe a enzima superóxido-dis-mutase mitocondrial6,7,11. O selênio, por sua vez, é umimportante co-fator para a enzima glutationa-peroxi-dase, que no interior da célula converte compostos tó-xicos em atóxicos, água e oxigênio, resultando na re-dução de radicais livres6.

Considerando a importância dos antioxidantes dieté-ticos e a escassez de dados sobre o consumo de antio-xidantes pela população brasileira, esse trabalho tevecomo objetivo estimar o consumo de vitaminas e mine-rais antioxidantes da dieta brasileira e avaliar as fontesalimentares que apresentam maior contribuição para omesmo.

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MÉTODOS

Para as estimativas de consumo de alimentos e be-bidas foram utilizados os dados do Inquérito Nacionalde Alimentação (INA), que constituiu um módulo daPesquisa de Orçamentos Familiares (POF) 2008-2009,desenvolvida pelo Instituto Brasileiro de Geografia eEstatística (IBGE)12. Até a POF 2002-2003 somenteeram pesquisados dados sobre a disponibilidade do-miciliar de alimentos, o que não permitia avaliar oconsumo alimentar efetivo da população. Na últimaPOF (2008-2009) foi realizada pela primeira vez umapesquisa sobre a ingestão alimentar em uma suba-mostra de 13.569 domicílios selecionados aleatoria-mente, o que correspondeu a 24,3% dos 55.970 do-micílios investigados.

Dados do consumo alimentar de 34.003 indivíduoscom dez anos ou mais de idade, de todas as regiõesgeo gráficas do país, residentes na zona urbana e ruralforam coletados por meio de dois dias não consecutivosde registros alimentares, considerando o tipo de prepa-ração, a medida usada, a quantidade consumida, o ho-rário de consumo e se o mesmo ocorreu no domicílio oufora do domicílio. No entanto, em função da qualidadeda informação obtida, a POF (2008-2009) considerou oprimeiro dia de registro para estimativa do consumo ali-mentar médio dos indivíduos12.

Quinze grupos alimentares foram formados combase na classificação dos grupos de alimentos e prepa-rações descritos pela POF (2008-2009), totalizando188 itens. A seleção e a caracterização foram realiza-das com base no modo de preparo habitual de con-sumo, ou seja, considerou-se o alimento na formacrua, cozida, assada, refogada ou frita. Verduras folho-sas e frutas foram consideradas na forma crua, já oslegumes na forma cozida. As carnes, ovos, legumino-sas, raízes e tubérculos, e alguns cereais como o arroz,também foram considerados na forma cozida, excetona ausência de informações, utilizou-se outras formashabituais de preparo. Os demais alimentos e prepa-rações foram considerados conforme se encontramdisponíveis para alimentação.

As categorias da POF (2008-2009) descritas como“preparações à base de” foram quantificadas conside-rando-se o alimento principal. Já para categorias deno-minadas “outras” consideraram-se apenas aqueles ali-mentos com maior prevalência de consumo.

Para a quantificação dos teores das vitaminas e mi-nerais antioxidantes dos alimentos selecionados utiliza-

ram-se as tabelas de composição de alimentos nacio-nais e internacionais13-16. Para cada alimento utilizou-seos dados de pelo menos duas referências, a fim de pos-sibilitar o cálculo do teor médio, sendo que uma das in-formações preferencialmente foi obtida da TabelaBrasileira de composição dos alimentos13. Os teores dasvitaminas e minerais para cada 100g de alimentos fo-ram convertidos de acordo com a porção média de ali-mentos per capita consumida.

O consumo total de cada micronutriente antioxidanteconsumido foi calculado a partir do consumo alimentarmédio per capita por dia. As análises foram realizadasconsiderando as seguintes variáveis: sexo, situação dedomicílio, região geográfica, estágios de vida e classesde rendimento.

Os dados foram organizados e analisados por meiodo software Microsoft Excel®2010 e do programaGraphPad Prism®5, sendo expressos como média, des-vio padrãoe percentual de contribuição dos grupos ali-mentares e dos alimentos em relação ao consumo totaldos antioxidantes estudados.

As comparações entre os dados obtidos foram rea-lizadas utilizando-se o test t-student para duas variá-veis e análise de variância ANOVA e o Teste de Tukey,para três ou mais variáveis, considerando-se 5% designificância.

RESULTADOS

As estimativas do consumo médio diário de vitaminasantioxidantes revelaram que a população brasileira con-some aproximadamente 309µg de vitamina A, 93mg devitamina C e 5,3mg de vitamina E. Já em relação aoconsumo de minerais antioxidantes foi possível verificarum consumo médio de 11,7mg de zinco, 107,6µg deselênio, 1,35mg de cobre e 2,9mg de manganês(Tabelas 1 e 2).

A análise do consumo de vitaminas e minerais antio-xidantes considerando as diferentes variáveis estuda-das permitiu verificar que não houveram diferenças sig-nificativas para o consumo de vitamina E, zinco, cobree manganês. Já para a vitamina A, observou-se ummaior consumo nas regiões nordeste e sul do país, bemcomo na maior classe de rendimento (p<0,05). Demodo semelhante, também se observou para a vita-mina C um consumo mais elevado na maior classe derendimento (p<0,05). Dentre os minerais antioxidan-tes, somente para o selênio foi observado um maiorconsumo no sexo masculino e na região norte do país

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ESTIMATIVA DO CONSUMO DE VITAMINAS E MINERAIS ANTIOXIDANTES DA DIETA BRASILEIRA

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(p<0,05). Também para este verificou-se um menorconsumo entre os idosos (p<0,05).

Quanto ao consumo de vitaminas e minerais antioxi-dantes por grupos de alimentos (Tabela 3) verificou-seque para as vitaminas A e C, e os minerais zinco e selê-nio, os grupos que apresentaram os maiores teoresdesses antioxidantes foram aqueles já reconhecida-mente fontes dos mesmos. Para a vitamina A, o grupodas carnes e ovos (84,25µg) e o grupo dos laticínios(41,32µg) apresentaram maiores teores no consumo

diário, sendo que o fígado bovino foi responsável por16,7% da ingestão total (Figura 1). É importante des-tacar também a importância da batata doce na in-gestão total de vitamina A, representando 6,6% do to-tal consumido.

Já para vitamina C, destacaram-se o grupo das frutas(32,85 mg/dia), especialmente a laranja com 11,91% ea acerola com 10,8% de contribuição para o consumototal, e também, o grupo das bebidas (33,36 mg/dia).Com relação ao zinco os grupos que apresentaram

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NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

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Variável Vitamina A (µg/dia) Vitamina C (mg/dia) Vitamina E (mg/dia)

População total 308,95 ± 6,07 92,85 ± 7,55 5,32 ± 0,99

Sexo

Sexo Masculino 337,05 ± 15,56 91,69 ± 8,33 5,85 ± 1,02

Sexo Feminino 321,46 ± 5,60 93,90 ± 6,83 4,85 ± 0,96

Situação do domicílio

Urbano 326,68 ± 14,06 92,87 ± 8,81 5,28 ± 1,04

Rural 346,21 ± 5,57 92,90 ± 1,30 5,63 ± 0,74

Região geográfica

Região Norte 309,47 ± 18,56 94,42 ± 6,42 5,64 ± 0,75

Região Nordeste 391,41 ± 21,17* 82,92 ± 6,33 5,39 ± 0,87

Região Sudeste 289,07 ± 6,05 93,64 ± 8,46 5,33 ± 1,10

Região Sul 353,21 ± 4,26* 109,08 ± 8,33 5,06 ± 1,11

Região Centro-Oeste 301,29 ± 4,17 92,31 ± 6,58 5,37 ± 0,91

Grupo etário

Adolescentes 309,23 ± 18,91 86,39 ± 10,22 5,44 ± 0,94

Adultos 330,49 ± 9,67 92,95 ± 7,50 5,41 ± 1,02

Idosos 346,84 ± 2,14 102,15 ± 4,01 4,80 ± 0,94

Classes de rendimento

Renda até 296 R$ 297,99 ± 14,62 70,77 ± 5,88 5,21 ± 0,81

Renda maior que 296 a 571 R$ 309,28 ±13,66 83,57 ± 7,34 5,40 ± 1,03

Renda maior que 571 a 1.089 R$ 316,95 ± 9,84 99,76 ± 9,09 5,30 ± 1,04

Renda maior que 1.089 R$ 411,33 ± 3,56* 126,96 ± 8,50* 5,45 ± 1,13

Tabela 1. Estimativa do consumo de vitaminas antioxidantes da população brasileira. Brasil, 2008-2009.

*p<0,05. Resultados expressos como média ± desvio-padrão.

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maiores teores foram as carnes e ovos (5,83 mg/dia) eas leguminosas (1,79 mg/dia), sendo que a carne bo-vina apresentou 32% e o feijão preto cozido 14,9% decontribuição para o consumo total (Figura 2). Para oselênio, o grupo das carnes e ovos (52,08 µg/dia), es-pecialmente a carne bovina (16,3% de contribuição), eo grupo das farinhas, massas, panificados e biscoitos,especialmente o pão de sal (12,9% de contribuição),destacaram-se para a ingestão per capita total dessemineral.

Diferentemente para a vitamina E, cobre e man-ganês, verificou-se que além daqueles alimentos recon-hecidamente fontes, os grupos alimentares que apre-sentaram elevado consumo per capita se destacaram naingestão total desses antioxidantes. Para a vitamina E,o grupo dos cereais (2,03 mg/dia), especialmente oarroz branco cozido apresentou maior contribuição(32,4%). As bebidas (0,23 mg/dia), especialmente ocafé (8%) apresentaram importante contribuição para a ingestão de cobre. Já as leguminosas (0,81 mg/dia) e

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ESTIMATIVA DO CONSUMO DE VITAMINAS E MINERAIS ANTIOXIDANTES DA DIETA BRASILEIRA

Variável Zinco (mg/dia) Selênio (µg/dia) Cobre (mg/dia) Manganês (mg/dia)

População total 11,75 ± 0,97 107,61 ± 2,77 1,35 ± 0,18 2,94 ± 0,41

Sexo

Sexo Masculino 13,07 ± 0,93 120,14 ± 3,50* 1,49 ± 0,20 3,27 ± 0,45

Sexo Feminino 10,20 ± 0,72 95,83 ± 2,63 1,25 ± 0,15 2,64 ± 0,37

Situação do domicílio

Urbano 11,44 ± 0,78 104,94 ± 2,75 1,35 ± 0,17 2,90 ± 0,40

Rural 12,38 ± 0,99 120,46 ± 4,47 1,47 ± 0,24 3,16 ± 0,48

Região geográfica

Região Norte 11,96 ± 0,46 148,33 ± 5,03* 1,24 ± 0,15 2,68 ± 0,35

Região Nordeste 11,52 ± 0,82 112,06 ± 1,01 1,37 ± 0,18 2,91 ± 0,46

Região Sudeste 11,27 ± 0,76 99,40 ± 3,76 1,32 ± 0,15 2,94 ± 0,40

Região Sul 11,98 ± 1,18 104,58 ± 3,03 1,60 ± 0,27 3,15 ± 0,42

Região Centro-Oeste 12,61 ± 0,78 101,02 ± 4,47 1,31 ± 0,14 2,92 ± 0,39

Grupo etário

Adolescentes 11,44 ± 0,84 107,20 ± 3,07 1,32 ± 0,17 2,95 ± 0,42

Adultos 11,88 ± 0,84 110,19 ± 3,23 1,39 ± 0,19 2,98 ± 0,42

Idosos 10,31 ± 0,68 93,77 ± 2,27* 1,33 ± 0,12 2,73 ± 0,37

Classes de rendimento

Renda até 296 R$ 11,17 ± 0,86 109,77 ± 2,61 1,34 ± 0,22 2,92 ± 0,43

Renda maior que 296 a 571 R$ 11,83 ± 0,83 106,90 ± 2,89 1,37 ± 0,22 3,00 ± 0,42

Renda maior que 571 a 1.089 R$ 11,89 ± 0,81 103,96 ± 3,17 1,36 ± 0,19 2,96 ± 0,40

Renda maior que 1.089 R$ 11,55 ± 0,75 108,70 ± 3,78 1,42 ± 0,06 2,87 ± 0,39

Tabela 2. Estimativa do consumo de minerais antioxidantes da população brasileira. Brasil, 2008-2009.

* p<0,05. Resultados expressos como média ± desvio-padrão.

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Grupos alimentaresPorção(g/mL)

Vitamina A(µg/dia)

Vitamina C(mg/dia)

Vitamina E(mg/dia)

Zinco(mg/dia)

Selênio(µg/dia)

Cobre(mg/dia)

Manganês(mg/dia)

Cereais 192,0 3,33 ± 1,79 0,86 ± 0,00 2,03 ± 0,00 1,21 ± 0,00 11,83 ± 1,97 0,11 ± 0,03 0,72 ± 0,10

Leguminosas 198,9 2,59 ± 1,41 0,31 ± 0,15 0,05 ± 0,02 1,79 ± 0,61 2,42 ± 0,18 0,40 ± 0,02 0,81 ± 0,12

Verduras 40,3 36,95 ± 16,46 10,98 ± 0,57 0,42 ± 0,23 0,08 ± 0,00 0,36 ± 0,09 0,02 ± 0,00 0,08 ± 0,01

Raízes e tubérculos 25,0 28,90 ± 1,16 3,30 ± 1,82 0,10 ± 0,04 0,06 ± 0,01 0,13 ± 0,04 0,03 ± 0,02 0,04 ± 0,03

Frutas 86,1 27,71 ± 13,83 36,85 ± 3,60 0,25 ± 0,01 0,10 ± 0,01 0,47 ± 0,03 0,09 ± 0,07 0,12 ± 0,01

Oleaginosas 0,4 0,00 ± 0,00 0,01 ± 0,00 0,03 ± 0,01 0,01 ± 0,00 1,12 ± 0,30 0,00 ± 0,00 0,01 ± 0,00

Farinhas, massas,panificados e biscoitos

133,4 15,61 ± 1,82 1,23 ± 0,15 0,56 ± 0,07 0,92 ± 0,03 27,61 ± 1,15 0,18 ± 0,02 0,60 ± 0,04

Carnes e ovos 165,6 84,25 ± 16,39 1,38 ± 0,06 0,63 ± 0,00 5,83 ± 0,01 52,08 ± 1,07 0,17 ± 0,00 0,05 ± 0,00

Laticínios 74,5 41,32 ± 7,79 1,87 ± 0,36 0,07 ± 0,00 0,43 ± 0,02 2,44 ± 0,97 0,02 ± 0,00 0,01 ± 0,00

Doces 20,7 8,47 ± 1,75 1,00 ± 0,49 0,09 ± 0,00 0,19 ± 0,07 1,62 ± 0,01 0,04 ± 0,01 0,05 ± 0,01

Óleos e gorduras 6,6 15,13 ± 0,47 0,00 ± 0,00 0,72 ± 0,57 0,01 ± 0,00 1,14 ± 0,00 0,01 ± 0,00 0,00 ± 0,00

Bebidas 544,4 8,04 ± 2,43 33,36 ± 11,20 0,13 ± 0,01 0,64 ± 0,29 1,35 ± 0,12 0,23 ± 0,16 0,33 ± 0,12

Salgados e sanduíches 26,7 17,35 ± 11,85 0,85 ± 0,53 0,20 ± 0,04 0,32 ± 0,05 3,67 ± 0,82 0,04 ± 0,00 0,07 ± 0,00

Sopas e caldos 50,3 19,17 ± 7,86 0,79 ± 0,90 0,03 ± 0,00 0,16 ± 0,09 1,33 ± 0,54 0,02 ± 0,00 0,04 ± 0,00

Molhos e condimentos 0,5 0,13 ± 0,04 0,05 ± 0,00 0,01 ± 0,00 0,00 ± 0,00 0,03 ± 0,00 0,00 ± 0,00 0,01 ± 0,00

Tabela 3. Estimativa do consumo de vitaminas e minerais antioxidantes da população brasileira por grupos de alimentos. Brasil, 2008-2009.

Resultados expressos como média ± desvio-padrão.

Figura 1. Top dos cinco alimentos que mais contribuíram para a ingestão total de vitaminas antioxidantes pela população brasileira.Brasil, 2008-2009.

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os cereais (0,72 mg/dia) se destacaram para a ingestãode manganês, sendo que o feijão preto cozido apresen-tou 25,3% e o arroz branco cozido 18% de contribuiçãopara o consumo total desse mineral.

DISCUSSÃO

A ingestão média de vitamina C pela população bra-sileira (92,85 mg/dia) foi semelhante a encontradanos Estados Unidos (EUA) (95 mg/dia)17, e inferior aoencontrado na Grécia (214 mg/dia)18 e na Espanha(126 mg/dia)19. De maneira semelhante ao que foi ob-servado no Brasil (29,4%), o suco de frutas cítricasapresentou 23% de contribuição para a ingestão devitamina C nos EUA17.

A maior ingestão de vitamina C na maior classe derendimento pode ser explicada especialmente pelo maiorconsumo de frutas. Drewnowski et al. (2004)20 verifica-ram que nos países desenvolvidos dietas com maioresquantidade de frutas são mais caras do que as com me-nores. Nas POFs anteriores, a renda também apresen-tou-se como um fator influente no consumo desses ali-mentos21,22. Entretanto, o consumo de frutas e hortaliças

pela população brasileira como um todo é baixo. Deacordo com as análises da POF 2008-2009, menos de 10% da população brasileira atinge o consumo de frutase hortaliças recomendado, ou seja, 400g/dia.

A importância do consumo adequado de frutas é atri-buída à mistura complexa de fitoquímicos e às interaçõescom os demais constituintes, como fibras e nutrientesque acabam promovendo um efeito aditivo e sinérgico23.

A ingestão mais elevada de vitamina A na maiorclasse de rendimento pode ser atribuída ao maior con-sumo de leite e derivados, especialmente em função domaior consumo de queijos em comparação com as me-nores classes24. Os queijos contribuíram cerca de 72%a mais na ingestão de vitamina A da maior classe derendimento em relação a de menor rendimento. Alémdisso, verificou-se que a contribuição do grupo das fru-tas, verduras e dos salgados e sanduíches também foimaior na classe de rendimento mais alta. Destaca-seque diversas frutas e verduras são fontes de carotenoi-des precursores de vitamina A e vários salgados e san-duíches possuem a carne como ingrediente de sua pre-paração, alimento reconhecidamente fonte de retinol.

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ESTIMATIVA DO CONSUMO DE VITAMINAS E MINERAIS ANTIOXIDANTES DA DIETA BRASILEIRA

Figura 2. Top dos cinco alimentos que mais contribuíram para a ingestão total de minerais antioxidantes pela população brasileira. Brasil,2008-2009.

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Diferentemente do que foi observado na POF (2002-2003) em que se verificou um maior consumo de vita-mina A na região Sul25, na POF (2008-2009) a regiãoNordeste apresentou um maior consumo de vitamina A.O consumo nessa região foi aproximadamente 30%maior que nas regiões norte, sudeste e centro-oeste, ea região sul ocupou a segunda posição.

Esse fato pode ser explicado pelo maior consumo debatata doce na região Nordeste (5,9 g/dia) que con-tribuiu com 12,4% para a ingestão total dessa vita-mina. A batata doce também contribuiu para o con-sumo de vitamina A na região Sul (5,8%) e o maiorconsumo dessa vitamina também pode ser explicadopelo maior consumo de queijo nessa região (8,3g percapita/dia).

O consumo médio diário de selênio na população to-tal (107,61µg) foi semelhante ao dos EUA (108,5µg)17,inferior ao do Japão (129µg)26 e superior ao da Grécia(75µg)18. A contribuição do pão de sal para a ingestãototal de selênio nos EUA (12,9%)17 foi semelhante aencontrada nesse estudo (13,2%).

A estimativa do consumo de selênio da populaçãobrasileira maior para os homens (120 µg/dia) do quepara as mulheres (95,83 µg/dia) pode ser explicadapelo maior consumo per capita de carne bovina e arroz,em média 30% superior. Essa situação se assemelhouao consumo encontrado nos EUA17 e na Grécia18,sendo de 128,5 µg/dia e 85 µg/dia, respectivamentepara os homens e 89,2 µg/dia e 69 µg/dia para as mul-heres. Na Espanha19, o consumo de selênio pelas mul-heres (83,3 µg/dia) também foi semelhante ao encon-trado no Brasil.

O maior consumo de selênio na região norte do paísdestaca-se em função da maior contribuição dos peixese preparações (36%), em relação às demais regiões,para o consumo deste.

A menor ingestão de selênio na faixa etária dos ido-sos pode ser atribuída à menor contribuição das oleagi-nosas para o consumo total desse mineral. As oleagino-sas contribuíram cerca de 15% a menos na ingestão deselênio da faixa etária idosa em relação aos adolescen-tes. Esses alimentos são considerados fontes desse an-tioxidante e em virtude do baixo consumo na populaçãobrasileira, as oleaginosas não estiveram entre os ali-mentos que mais contribuíram para a ingestão total deselênio. Em um estudo realizado com idosos de PortoAlegre/RS, o selênio foi o mineral que apresentou maiorporcentagem de inadequação (98%) dentre os antioxi-

dantes pesquisados e também foi associado o baixoconsumo de oleaginosas6.

O consumo de vitamina E (5,32 mg/dia) foi seme -lhante ao dos EUA (7,1 mg/dia)17e inferior ao da Grécia(28%)18 e Espanha (13 mg/dia)19. A contribuição dosóleos de gorduras na dieta brasileira (13,5%) foi supe-rior à contribuição desses alimentos nos EUA (9,1%)17.O consumo de arroz e de pipoca também se destacaramna ingestão total de vitamina E nesses dois países17.

Dentre os grupos e itens alimentares avaliadosquanto à participação na ingestão total dos antioxidan-tes, destaca-se que a preparação típica “feijão comarroz” foi importante para a ingestão dos antioxidantesestudados, especialmente dos minerais. A preparaçãotípica brasileira feijão com arroz é uma combinação ali-mentar saudável e completa em proteínas. As proteínasdos feijões combinadas com a do arroz (cereais), cozi-dos na proporção de 1 parte de feijão para 2 partes dearroz, são uma fonte completa de proteína que consti-tuía boa parte do aporte deste nutriente na dieta dosbrasileiros27.

No entanto, embora o feijão e arroz estejam entre osalimentos de maior prevalência de consumo pelos bra-sileiros24, pesquisas registram tendências de quedas noconsumo dessa preparação com o passar dos anos, jus-tificadas por intensas transformações econômicas, so-ciais e demográficas nos padrões alimentares28. Dadossobre a disponibilidade domiciliar dessa preparaçãoapontam uma redução de 40% para a aquisição dearroz e de 26% para a aquisição de feijão em relaçãoàs estimativas de 2002-200329.

CONCLUSÃO

O presente estudo permite concluir que o consumode vitaminas e minerais antioxidantes foi determinadonão somente pela quantidade dos mesmos nos alimen-tos, mas também pela quantidade alimentar per capitaconsumida diariamente.

Nesse sentido, destaca-se a necessidade de aumen-tar o consumo de frutas, hortaliças e oleaginosas, umavez que esses alimentos fornecem não somente vitami-nas e minerais antioxidantes, mas também outros com-postos bioativos que auxiliam na redução do risco do-enças. Considerando a importância nutricional dacombinação feijão e arroz, ressalta-se ainda que eladeve ser resgatada ou mantida, valorizada e incenti-vada como elemento central da alimentação da popu-lação brasileira, pois além de fornecerem proteínas de

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boa qualidade e fibras, constituem-se importantes fon-tes de antioxidantes na alimentação brasileira.

Por fim é importante salientar que mais estudos sãonecessários para conhecer o consumo de antioxidantespela população brasileira, considerando aspectos comoa biodisponibilidade e sinergismo dos compostos.

AGRADECIMENTOS

A Universidade Federal da Fronteira Sul (UFFS) pelaconcessão de bolsa de iniciação científica, por meio doedital 160/UFFS/2012.

REFERÊNCIAS

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38 Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):30-38

ESTIMATIVA DO CONSUMO DE VITAMINAS E MINERAIS ANTIOXIDANTES DA DIETA BRASILEIRA

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Artículo Original

Mejora de los síntomas del autismo y evaluación alimentarianutricional luego de la realizacion de una dieta libre de gluteny caseína en un grupo de niños con autismo que acuden a una fundación

Improvement in symptoms and nutritional assessment after following a gluten - and casein – free diet in a group of children with autism from an especialised institution

Audisio, A.1; Laguzzi, J.1; Lavanda, I.1; Leal, M.1; Herrera, J.1; Carrazana, C.1; Cilento Pintos, C.A.2

1 Centro de Nutrición Maimónides (CNM), Licenciatura en Nutrición, Universidad Maimónides (UM), CABA, Buenos Aires, Argentina.2 Fundación LINCA (Liga de Intervención Nutricional Contra el Autismo de Argentina).

Remitido: 16/octubre/2013. Aceptado: diciembre/2013.

RESUMEN

Introducción: Se ha sugerido que los péptidos delgluten y la caseína pueden tener alguna participaciónen los orígenes del autismo y que la fisiología y psico-logía de dicho trastorno pueden ser explicadas por me-dio de la excesiva actividad opioide vinculada a dichospéptidos.

Objetivos: Conocer la modificación del comporta-miento en relación al contacto visual, interacción so-cial, hiperactividad y problemas GI (gastrointestinales)según la percepción de los padres de niños con au-tismo luego de la incorporación de la dieta libre de glu-ten y caseína (DLGC).

Métodos: Estudio mixto, exploratorio-descriptivo,transversal en 30 padres de niños con autismo que re-alicen (DLGC). Se relevó mediante una encuesta loscambios y/o mejoras de los síntomas clásicos del au-

tismo evidenciado posteriormente a la implementaciónde la dieta libre de gluten y caseína y la intensidad dedichos cambios, según percepción de los padres.

Resultados: En promedio, el 86.75% (n=26) pre-sentó mejoras (cambios moderados e intensos) en al-guno de los síntomas (gastrointestinal, hiperactivi-dad, interacción social y contacto ocular). El 60%presenta mejoras conjunta en los cuatro síntomas yel 30% de tres síntomas. La mejora es mayor, a ma-yor tiempo de estar realizando la DLGC, evidenciadopor el aumento de la proporción de niños que mejo-raron los cuatro síntomas característicos del autismoa medida que aumenta el tiempo de dieta. Entre losque reciben intervención de un nutricionista hay unRR 1,9 (IC95%= 1,1-1,3) más probabilidades de me-jorar los cuatro síntomas.

Conclusiones: La DLGC puede considerarse comoefectiva para mejorar uno o más de los síntomas carac-terísticos del autismo.

PALABRAS CLAVE

Autismo, tgd, tdah, estado nutricional, dieta libre degluten, caseína.

39Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):39-47

Correspondencia: Lic Ailin Audisionutrició[email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):39-47DOI: 10.12873/333glutencasein

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ASTRACT

Introduction: It has been suggested that peptidesfrom gluten and casein may have a role in the originsof Autism Spectrum Disorders (ASD), which physiologyand psychology manifestations might be explained byexcessive opioid activity linked to these peptides.

Objectives: To determine the behavior modifica-tions in relation to eye contact, social interaction, hype-ractivity and gastrointestinal symptoms after the intro-duction of gluten – and casein- free diet (GFCF),perceived by parents of children with ASD.

Methods: Mixed, exploratory-descriptive, cross- sec-tional design. Sample: 30 parents of children with ASDand GFCF intervention. Survey: changes and/or impro-vements of the classic symptoms of autism and inten-sity of these changes after the implementation of aGFCF, based on parental report.

Results: 86.75 % (n= 26) showed improvement(moderate to severe changes) in any of the symptoms(gastrointestinal, hyperactivity, social interaction andeye contact). 60% joint features improvements in foursymptoms and 30% in three symptoms. The propor-tion of children who improved the four characteristicsymptoms of autism was higher among those whowere longer time under this diet. Those receiving anutritionist intervention were more likely to improvethe four symptoms compared to those who had not(RR 1.9; CI95%= 1.1-1.3).

Conclusion: GFCF could be considered effective forimproving one or more of the characteristic symptomsof autism.

KEYWORDS

Autism spectrum disorders, nutritional assessment,gluten/casein free diet, tgd, tdah.

INTRODUCCION

El trastorno autista se agrupa en torno a los denomi-nados TGD (Trastornos Generalizados del Desarrollo)(1). Hace referencia a un trastorno neuropsicológicocon graves y heterogéneas manifestaciones abarcandolas tres principales áreas del desarrollo: alteraciones so-ciales y afectivas, alteraciones en la conducta lingüísticay comunicativa y la presencia de patrones comporta-mentales, intereses o actividades restringidas y estere-otipadas, pudiendo evidenciarse desde los primerosmeses de vida. Su diagnóstico está dado por el DMS-

IV-TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Tras -tornos Mentales IV) que agrupa al autismo dentro delos TEA (Trastornos del Espectro Autista). Estos inclu-yen al síndrome de Asperger, al trastorno desintegrativoinfantil y al Trastorno Generalizado del Desarrollo noEspecificado, pero el autismo es el grado más avanzadoo complejo del espectro (López Gómez S y García Álva-rez C, 2008). Actualmente se ha estado trabajando enuna nueva edición de DMS V que ya se encontraríaaprobada para su publicación. En esta nueva versión seconsidera una única categoría llamada a los TEA elimi-nando el trastorno de Asperger.

Se ha identificado que el comportamiento caracterís-tico manifestado en muchos individuos con autismo, seencuentra directamente ligado a alimentos particulares,como el trigo y los productos lácteos (2).

Diversas investigaciones han señalado la posible re-lación existente entre el consumo de leche de vaca ycereales con gluten dentro de su estructura, con unaserie de trastornos que van desde las alergias, las into-lerancias alimenticias y los efectos opiáceos de estosalimentos; pudiendo provocar deficiencias alimentariasy algunos síntomas conductuales en niños dentro delespectro autista (3).

La caseína y el gluten por su estructura particular nopueden ser digeridas por completo (deficiencia enzimá-tica), generando sustancias llamadas péptidos que pue-den actuar como opiáceos; aparentemente esto podríadeberse a una deficiencia enzimática en muchos niñoscon autismo que les impide desdoblar adecuadamentelas proteínas.

Como resultado de esto, surgen dos sustancias de-rivadas de la digestión incompleta de las proteínasdel gluten y la caseína, la gluteomorfina y la caseo-morfina, ambos péptidos bioactivos que podrían atra-vesar la membrana intestinal y llegar a tejidos perifé-ricos vía circulación sistémica, pudiendo alterar elmetabolismo celular como inductores hormonales yneurotransmisores (3).

En el caso de la casomorfina, la evidencia científicadice que la única enzima conocida que la divide es laDPP-IV (Dipeptidil Peptidasa IV), la cual en niños conautismo aparentemente se encuentra ausente o redu-cida, sospechándose que es una de las causas posiblesde las anormalidades observadas en estos niños. Estaenzima puede estar ausente por mecanismos genéticoso porque ha sido desactivada, posiblemente medianteun mecanismo auto-inmune.

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Por otro lado, en algunos individuos que no puedenmetabolizar el gluten, se produce una Gliadina-A, la cualse une a los receptores opiáceos C y D, asociados conalteraciones en el estado de ánimo y en la conducta (4).

Normalmente estas moléculas son degradadas en ellumen del intestino delgado, logrando que no ingresenal torrente sanguíneo, situación que se ve afectada enniños con autismo, donde se podría generar una res-puesta inmune, con generación de anticuerpos o célulasdirigidas contra componentes de dichas proteínas. Porotra parte, tanto los intestinos, como la red de vasossanguíneos que irrigan el cerebro, es decir, la barrerahematoencefalica, impide el paso de estas proteínas alcerebro, por lo que es muy difícil que moléculas tangrandes logren penetrar tales barreras. Sin embargo, seconsidera que en la población autista, existiría una ma-yor tendencia a presentar errores del metabolismo queimpiden degradar estas moléculas y/o presentar mayorpermeabilidad en las barreras naturales (3).

En relación a las anormalidades en la conducta de losniños con autismo, se reconoce a la conexión cerebro-intestino como una base fisiopatológica entre dolenciasGI y una variedad de enfermedades neurológicas, endonde el deterioro en la permeabilidad intestinal es elenlace para explicar la asociación entre el autismo, larespuesta inmune inadecuada, la alergia a múltiples ali-mentos, el sobrecrecimiento de hongos y el déficit demicronutrientes (5).

Se ha considerado que la eliminación en la dietatanto del gluten como de la caseína, es una interven-ción muy eficaz para que los niños puedan mejorar sussíntomas característicos obteniendo resultados intere-santes en cuanto a la disminución de la hiperactividad,los berrinches y los problemas GI (6); además de au-mentar el lenguaje, la atención, la maduración cerebral,la interacción social, el aprendizaje, el contacto visual,el funcionamiento cognitivo y las habilidades comunica-tivas en los individuos con autismo (7).

A su vez, cada día se tiene mayor evidencia sobre laimportancia que juegan los factores nutricionales sobreel autismo (8). De hecho, diversos informes anecdóticos,testimonios de padres encuestados y estudios de inves-tigación han indicado pruebas sobre la disminución delos síntomas del autismo mediante el uso de dietas es-pecificas (9). Una de las intervenciones más frecuente-mente utilizadas es la dieta libre de gluten y caseína (6).

El propósito de esta investigación es aportar evidenciaen la existencia de las mejoras y la evolución de los sín-

tomas característicos del autismo tales como los proble-mas gastrointestinales, la hiperactividad, la escasa inte-racción social y el contacto ocular, a través de la estrictaimplementación de la dieta libre de gluten y caseína.

Objetivo general: Conocer el comportamiento de ladieta libre de gluten y caseína en relación al contactovisual, interacción social, hiperactividad y problemasGI, según la percepción de los padres de los niños/ascon autismo que acuden a la Fundación LINCA, de laCiudad Autónoma de Buenos Aires.

METODOS

La unidad de análisis de este estudio fueron niñoscon autismo que estén llevando a cabo una dieta librede gluten y caseína, a su vez la unidad de observaciónfueron sus padres. El enfoque de este estudio es mixtodominante cualitativo, debido a que no se pretende ge-neralizar los resultados por medio de muestras repre-sentativas sino que intenta abordar la temática po-niendo énfasis en la calidad de la muestra sobre lacantidad y de los datos obtenidos para describir a la po-blación investigada. El alcance es de tipo exploratorio ydescriptivo, debido a que es un tema poco estudiado yno abordado previamente. El diseño es no experimen-tal de corte transversal ya que no se manipularon inten-cionalmente las variables, sino que se describe si existerelación entre ellas en un momento determinado.

La muestra final del estudio está constituida por untotal de 30 niños con autismo, que tienen menos de18 años, que llevan a cabo la dieta estricta libre degluten y caseína y que asisten a la Fundación LINCA yque sus padres accedan a contestar la encuesta. Seexcluyeron aquellos niños que sufren otros trastornosgeneralizados del desarrollo (síndrome de Rett, sín-drome de Asperger, trastorno desintegrativo de la in-fancia, el trastorno de Asperger).

Trabajo de campo y técnicas de recolección dedatos: El trabajo de campo se realizó en la FundaciónLINCA, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se en-cuestaron a 30 padres de niños con autismo en el perí-odo de Marzo a Mayo del año 2012. Para la recolecciónde datos se llevó a cabo una encuesta de elaboraciónpropia, la cual surgió luego de una amplia e intensabúsqueda y lectura bibliográfica sobre el tema. Lamisma fue de tipo individual, con preguntas abiertas ycerradas se pidieron los datos de peso y talla referidos,para conocer el estado nutricional de los niños.

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RESULTADOS

Análisis e interpretación de los datos

En la Fundación LINCA se evaluaron 30 niños quelleven a cabo la dieta libre de gluten y caseína, de loscuales un 70% (n=21) eran hombres y un 30% (n=9)mujeres.

La edad promedio del total de los participantes fuede 6.63±3.5 años (mínimo 2 años; máximo 14 años).

Del total de los niños solo un 10%presenta algún grado de desnutrición,mientras que un 36,6% presentan elbinomio sobrepeso-obesidad, restonormopeso.

La edad promedio de diagnostico fuede 2.97±1.07 años. El 56.4% (n=14)tuvo la aparición de los primeros sínto-mas de autismo entre el año y los dosaños de edad.

En promedio, el 86.75% (n=26)presentó mejoras en alguno de lossíntomas, independientemente del nú-mero de síntomas mejorados. Sin em-bargo, en el gráfico n° 1, se observaque del total de los participantes, el60% presenta mejoras en los 4 sínto-mas y signos asociados al autismo.

Con respecto a los síntomas gastrointestinalespuntualmente, del total de los participantes, un 80%(n=24) refirió que sus hijos presentaron mejoras. En elgráfico nº 2 se muestran todos los cambios GI que evi-dencian dicha mejora. Asimismo, cuando se preguntósobre la intensidad de las mejoras, el 75% (n=18) refi-rieron que las mismas fueron moderadas e intensas.

Con respecto al contacto ocular, del total de losparticipantes, un 90% (n=27) refirió que sus hijos pre-

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Gráfico n° 1. Presencia de síntomas compartidos en el total de los niños de laFundación LINCA (n=30).

Gráfico n° 2. Cambios GI observados por los padres de los niños que concurren a la Fundación LINCA (n=24).

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sentaron mejoras, las cuales se muestran en el gráficon° 3. Asimismo, cuando se preguntó sobre la intensidadde las mejoras, el 77,8% (n=21) refirieron que las mis-mas fueron moderadas e intensas.

En el caso de la hiperactividad, del total de los par-ticipantes, un 90% (n=27) refirió que sus hijos presen-taron mejoras, las cuales se muestran en el gráfico n° 4.Asimismo, cuando se preguntó sobre la intensidad de lasmejoras, el 74,1% (n=20) refirieron que las mismas fue-ron moderadas e intensas.

Con respecto a la interacción social, del total delos participantes, un 87% (n=26) refirió haber tenidomejoras, las cuales se muestran en el gráfico n° 5.Asimismo, cuando se preguntó sobre la intensidad delas mejoras, el 84,7% (n=22) refirieron que las mismasfueron moderadas e intensas.

En relación a los hábitos alimentarios de los niñoscon autismo, se observó que del total de los participan-tes, el 73,3% (n=22) se volvió más selectivo en las co-midas al manifestarse la enfermedad, según la referen-cia de sus padres.

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Gráfico n° 3. Cambios favorables observados que evidencian un mayor contacto visual en los niños de la Fundación LINCA (n=27).

Gráfico n° 4. Cambios favorables observados que evidencian una disminución de la hiperactividad de los niños de la Fundación LINCA (n=27).

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Entre los datos recolectados, se les preguntó los ali-mentos consumidos más frecuentemente de cadagrupo de alimento. En la tabla nº 1 se muestran los pri-meros tres alimentos más consumido en cada grupo dealimentos.

El 93% (n=28) de los niños consume alimentos sóli-dos en el desayuno y la merienda, siendo lo más con-sumido el pan o las galletitas sin gluten en un 82,1%(n=23) (Gráfico nº 6).

En el almuerzo y cena, el 97% (n=29) consume carne,siendo en un 79,3% (n=21) la cocción al horno la formade consumo más elegida (76% picada, 72,4% a la plan-cha, 69% milanesa). El 83% (n=25) consume vegetalesen almuerzo y cena, observándose en los datos recolec-tados que la forma que predomina a la hora del consumode vegetales es de manera hervida en un 92% (n=23)

(60% crudos, 60% al horno, 44% salteado, 40% al va-por). En el caso de las frutas, un 90% (n=27) de los ni-ños las consume, pudiéndose observar que en un 88,9%(n=24) las consume crudas sin cáscara.

El 67% (n=20) de los niños consume postres, obser-vándose en los datos recolectados que el postre másconsumido es la gelatina en un 70% (n=14) (Frutas35%, Arroz con leche permitida 20%, Postres de leche10%, otros 10%). En el caso de las bebidas se pudoobservar que lo más consumido por los niños es el aguamineral en un 80% (n=24).

El 100% de los padres de los niños recomiendan eltratamiento de la dieta libre de gluten y caseína, sinembargo sólo el 40% (n=12) recibe intervención de unnutricionista para el asesoramiento y seguimiento de ladieta.

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Gráfico n° 5. Cambios favorables observados que evidencian una mayor interacción social de los niños de la Fundación LINCA (n=26).

Alimentos más consumidos

Cereales Carnes Frutas Verduras Edulcorantes Lácteos sin caseína Legumbres

n Alimento n Alimento n Alimento n Alimento n Alimento n Alimento n Alimento

29 Arroz 29 Pollo 18 Manzana 14 Zanahoria 25 Stevia 13Leche dealmendras

10Lentejas y arvejas

22 Polenta 26 Vaca 16 Pera 12 Tomate 11 Xilitol 12 Leche de coco 6 Porotos

14Fideos dearroz

14Cerdo ypescado

11 Banana 10 Acelga y papa 8 Leche de arroz 4 Garbanzos

Tabla 1. Tipo de alimento más consumido por grupo de alimentos según el total de los niños de la Fundación LINCA (n=30).

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El 83.3% (n=10) de los niños que reciben ayuda deun nutricionista muestran una mejora conjunta de loscuatro síntomas característicos del autismo, mostrandoel efecto aparente de la intervención nutricional sobrela mejora conjunta de los síntomas.

Dicha relación evidenció un RR (Riesgo Relativo) de1.9, por lo que hay 1.9 más probabilidades de mejorarlos cuatro síntomas con intervención nutricional. Por lotanto, con una confianza del 95%, el RR se encontraraentre el 1,1 – 1,3; por lo que se considera una relaciónsignificativa.

Sólo un 10% (n=3) presenta malnutrición luego deun año o más en dieta. Dicha relación evidencio un RRde 2,8, por lo que hay 2,8 más probabilidades de pre-sentar malnutrición a menor tiempo de dieta. Por lotanto, con una confianza del 95%, el RR se encontraraentre el 1,0 – 8,0; por lo que se considera una relaciónsignificativa.

El 75% de los niños que están hace más de dos añosen dieta mejoraron los cuatro síntomas característicosdel autismo.

DISCUSIÓN

Uno de los resultados de esta investigación fue queel 70% (n=21) eran hombres y un 30% (n=9) mujeres,evidenciando que los hombres son más susceptibles apadecer este trastorno. Lo mismo ocurrió en un estudio

realizado en Venezuela, que presentaba una poblacióntotal de 97 niños diagnosticados con autismo, en dondeel 74,2% (n=72) eran de sexo masculino, frente a un25,8% (n=25) de sexo femenino (10).

En nuestro estudio, con los datos recolectados se ob-servó que un 56,7% (n=17) de los niños presentaronsíntomas de autismo entre el año y los dos años devida. En el estudio anteriormente mencionado realizadopor Negrón Lilia, en el cual se indagó a los padres so-bre la edad de inicio de los síntomas de los niños, evi-denciándose que en un 80,4% (n=78) aparecieron an-tes de los dos años de edad. Lo mismo refleja unestudio realizado a 82 niños evaluados con la ADI(Entrevista Diagnóstica del Autismo), test psicológicosestandarizados y por observaciones directas, demos-trando que la media de edad de los niños donde se ob-servaron los primeros síntomas que despertaron la pre-ocupación de los padres fue a los 19,1 meses (11). Enotro estudio realizado por Howlin y Asgharian, se lleva-ron a cabo 1295 cuestionarios, donde un 47,4%(n=614) de padres habían recibido un diagnostico clarode autismo para su niño, en los cuales en un 32,7%(n=425) los síntomas del autismo fueron detectadosentre el año y los 2 años de vida (12).

La valoración antropométrica del estado nutricionalen nuestro estudio obtuvo que un 36,6% (n=11) de losniños presenta el binomio sobrepeso-obesidad, el 10%(n=3) sufre algún grado de desnutrición. Un estudio re-

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Gráfico n° 6. Tipo de alimento sólido consumido por niños de la Fundación LINCA (n=28).

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alizado en China, en donde se evaluó el crecimiento de111 niños con autismo, se obtuvo que un 31,5%(n=35) presentaban el binomio sobrepeso-obesidad yel 8,1% (n=9) de los niños sufren de algún grado dedesnutrición (13).

No existe un gran caudal de evidencia científica quesugiera una reducción significativa de la sintomatologíaautista con la utilización de la dieta libre de gluten ycaseína. Sin embargo existen investigaciones aisladasque darían algún respaldo a la implementación de ladieta (14,15,16, 6, 8).

En cuanto a la sintomatología, hemos encontradoque en promedio en nuestro estudio un 86,75% (n=26)ha manifestado una mejora en los síntomas, indepen-dientemente del número de síntomas mejorados. Estedato se puede comparar con los arrojados en una in-vestigación sociológica sobre un total de 10 niños britá-nicos con autismo sometidos a una dieta libre de gluteny caseína, donde se encontró que un 100% (n=10) haevidenciado tener resultados favorables sobre sus sín-tomas a partir de la dieta (15).

Con respecto a la interacción social, en nuestro estu-dio se encontró que un 87% (n=26) la aumentó y un90% (n=27) aumentó el contacto visual a partir de laimplementación de la dieta. Resultados interesantes seencontraron en una investigación en donde se evaluó a15 niños con autismo, después de haber implementadola dieta libre de gluten y caseína durante un año. Eneste estudio se informó que un 86.66% (n=13) pre-sentó algún grado de mejoría en el comportamiento yque el mismo no empeoró, a juzgar por el consenso delos padres y los maestros. Además, la interacción socialmejoró en un 66.66% (n=10) de los niños y el contactovisual mejoró en un 60% (n=9) (17).

Se reconoce que una limitación de la investigación esel número de la muestra evaluada, entendiéndose quesería ideal replicarla en una muestra mayor. Sin embargo,es reconocido que es restringido el acceso a los niños conesta patología y generalmente no son cuantiosos los ca-sos, limitándose aun más la inclusión de los mismos. Porotro lado, es un trastorno que no solo afecta a la personaque lo padece sino a todo el entorno familiar, convirtién-dose así en una situación delicada en donde no todos es-tán abiertos a compartir sus vivencias y/o experiencias.Además de esto, gran parte de la población con autismono implementa la dieta libre de gluten y caseína como tra-tamiento complementario y tampoco el profesional de sa-lud (médico, nutricionista) lo implementa.

No obstante, se destaca los importantes resultadosgenerados para dar impulso a futuras investigacionespara poder mejorar la sintomatología clásica de los ni-ños con autismo y por lo tanto mejorar la calidad devida de ellos y sus familias.

CONCLUSIÓN

En los 30 niños evaluados en la Fundación LINCA:

• El 56.7% de los niños los síntomas del autismofueron detectados entre el año y los dos años devida.

• El 36,6% de los niños presenta un binomio sobre-peso-obesidad, mientras que el 10% presenta al-gún grado de desnutrición.

• En promedio el 86.75% de los niños han manifes-tado mejoras de los síntomas luego de la imple-mentación de la dieta libre de gluten y caseína.

• Más del 80% de los niños que reciben intervenciónnutricional mejoraron los cuatro síntomas caracte-rísticos del autismo conjuntamente. Siendo una re-lación significativa.

• A mayor tiempo de dieta mayores niveles de niñoscon normopeso y menores niveles de niños conmalnutrición.

• A mayor tiempo de dieta, mayor número de sínto-mas mejorados. Sin embargo, esta relación no essignificativa y esto podría deberse al tamaño de lamuestra.

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MEJORA DE LOS SÍNTOMAS DEL AUTISMO Y EVALUACIÓN ALIMENTARIA NUTRICIONAL LUEGO DE LA REALIZACION DE UNA DIETA LIBRE DE GLUTEN Y CASEÍNA EN UN GRUPO...

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RESUMO

Objetivo: Avaliar a associação da prática de bingealcoólico (BA) com a prevalência da síndrome metabó-lica (SMet).

Métodos: Estudo realizado com 90 graduandas emnutrição, no ano de 2010. Analisou-se glicemia, triacil-glicerol (TG), lipoproteínas de alta densidade (HDL-C),pressão arterial e circunferência da cintura. Para o cál-culo da prevalência de SMet seguiu-se os critérios dediagnóstico da Associação Americana do Coração,2009. Para a prática de binge, utilizou-se critério doNational Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism,2004.

Resultados: A prevalência de SMet foi de 5,6% ede BA de 17,8%. Houve associação entre a prática deBA e SMet (p=0,003).

Conclusão: A prática de binge alcoólico está asso-ciada com a síndrome metabólica em universitárias.

PALAVRAS CHAVE

Doenças cardiovasculares, beber em binge, estudan-tes, síndrome metabólica.

ABSTRACT

Objective: To evaluate the association of practicingalcoholic binge (BA) with the prevalence of metabolicsyndrome (MetS).

Methods: The study was conducted with 90 under-graduate nutrition students, in 2010. We analyzed glu-cose, triacylglycerol (TG), high density lipoprotein(HDL-C), blood pressure and waist circumference. Tocalculate the prevalence of MetS, we used the diagnos-tic criteria of the American Heart Association, 2009. Tothe binge practice was used criterion of the NationalInstitute on Alcohol Abuse and Alcoholism, 2004.

Results: The prevalence of MetS was 5.6% and17.8% of BA. There was association between the prac-tice of BA and MetS (p = 0.003).

Conclusion: The practice of alcoholic binge is asso-ciated with metabolic syndrome in university.

KEYWORDS

Binge drinking, cardiovascular diseases, students,metabolic syndrome.

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Artículo Original

Prática de binge alcoólico está associada à síndromemetabólica em universitárias

Binge drinking is associated with metabolic syndrome in university students

Adriano, L. S.¹; Maia, F. M. M.²; Carioca, A. A. F.³; Soares, N. T.²

1. Mestranda em Nutrição e Saúde pela Universidade Estadual do Ceará (UECE), bolsista FUNCAP.2. Docente do curso de mestrado e graduação em Nutrição pela UECE.3. Mestrando em Nutrição em Saúde Pública pela Universidade de São Paulo, bolsista FAPESP.

Remitido: 31/octubre/2013. Aceptado: diciembre/2013.

Correspondencia: Nadia Tavares [email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):48-51DOI: 10.12873/333Bingedrinking

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INTRODUÇÃO

A relação entre diferentes padrões de consumo de ál-cool com a Síndrome Metabólica (SMet) é escassa. Poroutro lado, a associação desses padrões com a saúdevascular vem sendo amplamente estudada, existindofortes evidências da associação entre consumo mode-rado de álcool e efeitos protetores1.

Já a prática de binge alcoólico (BA), caracterizadacomo o beber em maior quantidade em uma mesmaocasião, é considerada comportamento de risco paradoenças vasculares, tais como pressão arterial elevada,doenças do coração e acidente vascular cerebral2.

Os estudos que avaliam associação entre prática debinge e síndrome metabólica foram realizados entreadultos e apontam para associação direta. Porém, nãoforam encontrados estudos que avaliem essa asso-ciação na população jovem.

A prática de binge ainda não é reconhecida como umproblema de saúde no sexo feminino, embora estecomportamento esteja cada vez mais prevalente.Segundo o Centers for Disease Control and Prevention,a cada oito mulheres maiores de 18 anos, uma é prati-cante de binge e a faixa etária onde o BA é mais co-mum é entre 18 e 24 anos, na qual 24% das mulheressão praticantes2.

De acordo com o II Levantamento Nacional de Álcoole Drogas, no que tange a gênero, a população maisvulnerável aos riscos decorrentes do consumo de álcoolé a feminina, considerando que apresentou maior ín-dice de aumento do beber em binge (36%) entre osanos de 2006 e 2012. Na população masculina, o índicede aumento foi de 29,4%3.

Tendo em vista a problemática de saúde pública oca-sionada pela SMet e a alta prevalência de consumo deconsumo de bebidas alcoólicas entre mulheres jovens,esse artigo teve como objetivo avaliar a associação en-tre a prática de binge alcoólico e síndrome metabólicaem universitárias.

MÉTODOS

O estudo foi desenvolvido com 90 universitárias, numuniverso de 216 alunos do curso de Nutrição da umauniversidade pública, no ano de 2010. A seleção daamostra foi aleatória, estratificada, incluindo alunos doprimeiro ao sétimo semestre. A média de idade 22,2(3,6) anos.

O estudo foi aprovado pelo Comitê de Ética emPesquisa da própria universidade, processo de número08628340-5 e os participantes assinaram o Termo deConsentimento Livre e Esclarecido. Os procedimentosenvolveram aplicação da medição da pressão arterial,entrevista sobre estilo de vida, métodos bioquímico eantropométrico.

A presença da síndrome foi determinada seguindo oscritérios de diagnóstico estabelecidos pela AssociaçãoAmericana do Coração4, no qual o indivíduo é classifi-cado como portador quando possui três anormalidadesentre os seguintes fatores de risco: glicemia elevada,triglicerídeos elevados, pressão arterial elevada, highdensity lipoprotein (HDL)-colesterol diminuído e circun-ferência da cintura aumentada.

A Circunferência da Cintura (CC) foi aferida por an-tropometristas capacitados, segundo critério do errotécnico de medição5 e utilizada para rastrear obesidadecentral, definida para valores de CC ≥ 80 cm6.

Para aferir a pressão dos estudantes foram utiliza-dos um esfigmomanômetro de coluna de mercúrio eum estetoscópio clínico. O protocolo utilizado seguiupreconizações da VI Diretrizes de Hipertensão7. A si-tuação de risco foi identificada nos casos em que apressão arterial sistólica foi ≥ 130 mm Hg ou diastó-lica ≥ 85 mm Hg6.

Após jejum de 12 horas foram coletados alíquotas desangue e com o plasma analisou-se HDL-colesterol, tri-glicerídeos e glicemia com reagentes Labtest® cujainadequação seguiu os critérios IDF (2006)6.

A prática de binge alcoólico foi determinada utili-zando o critério do National Institute on Alcohol Abuseand Alcoholism8, sendo a universitária considerada pra-ticante de binge alcoolico quando o consumo era igualou superior a 4 doses em uma mesma ocasião.

A associação entre síndrome metabólica e prática debinge foi avaliada utilizando teste exato de Fischer eapresentou-se no formato de valor absoluto seguido doseu respectivo valor relativo. Foi utilizado p < 0,05 comonível descritivo de teste.

RESULTADOS

Houve associação entre a prática de binge alcoólicoe síndrome metabólica (Tabela 1). A prevalência deSíndrome Metabólica na amostra estudada foi de 5,6%e de binge alcoólico de 17,8%.

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DISCUSSÃO

A associação entre prática de binge alcoólico e sín-drome metabólica encontrada é condizente com amaioria dos estudos que associam padrão de consumode álcool com síndrome metabólica e doenças cardio-vasculares. Enquanto o efeito protetor do álcool sobredoenças cardiovasculares é bem estabelecido para be-bedores regulares, a prática de binge alcoólico tem sidoassociada a risco9 e complicações cardiovasculares10.

Até o presente momento, não foram realizados estu-dos de associação entre SMet e prática de binge alcoó-lico na população jovem. Esta associação é verificadaapenas na população adulta de alguns países, nãosendo encontrados artigos específicos na população fe-minina. A maioria dos trabalhos avaliou a associaçãoatravés de modelos de regressão ajustados por sexo,sendo menos comum análises abordando a problemá-tica entre as mulheres.

Entre coreanas que consumiam maior quantidade deálcool por episódio, Lee (2012) observou maior pre-valência de síndrome metabólica quando comparadasàs que bebiam uma ou duas doses por dia. A prática debinge uma vez por semana aumentou o risco de SMetem 90%. Nos homens deste estudo, o risco foi aumen-tado em 113%11. Ainda entre coreanas adultas, Yoon(2004), verificou que a SMet está associada inversa-mente com um baixo consumo (1-14,9g/d) de álcool(OR = 0.80, 95% IC: 0.66, 0.98) e que relação dose-resposta foi encontrada na análise do aumento daquantidade de álcool com o risco com a Smet(p<0,001)12. Em adultos dos Estados Unidos, a práticade binge aumentou o risco de anormalidades metabóli-cas em 51%, após ajuste por sexo1.

Estudo de meta-análise que avaliou os dados de dezestudos de coorte e quatro caso-controle mostra que obinge alcoólico pode aumentar em 45% (95% IC: 1.24,1.70) o risco de doença isquêmica do coração, de modoque o efeito benéfico do consumo moderado de álcool

desaparece quando o beber leve e moderado é interca-lado com prática binge13. Outro artigo de meta-análiseque avaliou padrão de consumo de álcool com o riscode doença arterial coronariana, utilizando quatro estu-dos de coorte e dois estudos de caso-controle, sugereque o a prática de binge é fator de risco para DAC9.

A calcificação coronária é 2,1 vezes mais comum en-tre praticantes de binge (OR = 2,1, 95% IC: 1.6, 2.7),segundo estudo de coorte realizado entre 1985 e200114. Em outra coorte de 4153 adultos gregos, apósajuste por sexo, Athyros (2008) encontrou associaçãodo consumo moderado de álcool com menor tendênciade síndrome metabólica, diabetes melitus, doença arte-rial coronariana, pressão arterial e doenças cardiovas-culares. Já o beber de forma pesada (mais de 45g deálcool por ocasião) esteve associado com o aumento daprevalência de todos esses fatores15.

CONCLUSÃO

Concluí-se presença de associação entre prática debinge alcoólico e síndrome metabólica entre jovens uni-versitárias, tal como já constatada na população adultaem geral.

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PRÁTICA DE BINGE ALCOÓLICO ESTÁ ASSOCIADA À SÍNDROME METABÓLICA EM UNIVERSITÁRIAS

SMet Praticante de binge Não praticantep**

n (%) n (%)

Portador 4 (25,0) 1 (1,4)0,003*

Não portador 12 (75,0) 73 (98,6)

Tabela 1. Associação da síndrome metabólica com prática de binge alcoólico. Fortaleza, 2010.

*p<0,05; **Teste exato de Fischer.

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RESUMEN

Introducción. El cáncer es la primera causa demuerte en España y es, por tanto, un problema de sa-lud prioritario. Se sabe que la nutrición está relacio-nada con la incidencia de cáncer y que también puedeser un factor importante para su tratamiento. Es esen-cial otorgar a la nutrición el papel que merece, para lle-var a cabo un tratamiento óptimo de la enfermedad ymaximizar las probabilidades de curación.

Objetivos: Evaluar la adecuación y la prevalenciade los consejos nutricionales que se ofrecen en mate-ria de cáncer en distintos centros de España.

Metodos: Estudio descriptivo, observacional, retros-pectivo. Se realizó mediante un cuestionario Ad Hoc auna muestra incidental en pacientes con cáncer de 3Comunidades Autónomas. Las variables estudiadas secentraron en la información sobre su tratamiento nutri-cional, sus características sociosanitarias, así como lasde la intervención y evolución de cada participante.

Resultados: La muestra estudiada es de 17 pacien-tes con distintos tipos de cáncer, que fueron sometidosa cirugía, quimioterapia, radioterapia y/u hormonotera-pia. Refirieron haber tenido efectos secundarios 10participantes y solo recibieron consejos adecuadospara los síntomas en 2 de los casos. El 82,35% no tuvo

valoración nutricional previa, solo un 5,88% fue a con-sulta exclusiva de nutrición y solo un 29,41% recibióalguna pauta alimentaria.

Discusión: La eficacia de las recomendaciones nu-tricionales en la evolución y calidad de vida del pa-ciente oncológico ha sido demostrada por diversos es-tudios. La malnutrición y la pérdida de peso sonproblemas comunes en estos pacientes y pueden darorigen a complicaciones durante la enfermedad. Porello, es muy importante evaluar de forma correcta elestado nutricional del paciente para poder realizar laintervención nutricional oportuna, adaptada a sus ne-cesidades, gustos y sintomatología. Lo cual no se iden-tificó mayoritariamente en nuestra muestra.

Conclusión: La evaluación, tratamiento y segui-miento del estado nutricional resulta muy importantepara el paciente oncológico. Pero es a su vez un traba -jo complejo que requiere mucho tiempo y dedicación y,que debe manejarse a través de equipos especializa-dos de nutrición con un alto grado de entrena mientoen oncología.

PALABRAS CLAVE

Cáncer, nutrición oncológica, nutrición y cáncer, re-comendación nutricional, malnutrición.

ABSTRACT

Introduction: Cancer is the main cause of death inSpain and is therefore a priority health problem. It isknown that nutrition is associated with the incidence of

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Artículo Original

Consejo nutricional en paciente oncológico

Nutritional advice in oncology

San Mauro, I.; Micó, V.; Romero, E.; Bodega, P.; González, E.

Grupo de Investigación GENUA (Genomica Nutricional Aplicada).

Remitido: 28/septiembre/2013. Aceptado: diciembre/2013.

Correspondencia: Ismael San Mauro Martí[email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):52-57DOI: 10.12873/333adviceoncology

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cancer and can also be an important factor for treat-ment. It is essential to give the role nutrition it deser-ves, to perform optimal treatment of disease and maxi-mize the chance of cure.

Aim: evaluate the suitability and prevalence of nutri-tional advice given on cancer in different institutes inSpain.

Methods: A descriptive, observational, retrospectivestudy. Was performed using a questionnaire Ad hoc onone incidental sample in patients with cancer from 3 re-gions from Spain. The variables studied were focusedon information about their nutritional treatment, theirsocial and health characteristics, as well as interventionand progress of each participant.

Results: The study sample of 17 patients with diffe-rence types of cancer, who underwent surgery, chemot-herapy, radiotherapy and / or hormone therapy. Ten ofthem had effects and only 2 participants received ap-propriate advice for symptoms. From the sample,82.35% had not previous nutritional assessment, only5.88% was the exclusive nutritional consultant and only29.41 % received any general food advices.

Discussion: The effectiveness of nutritional recom-mendations on the development and quality of life of can-cer patients has been demonstrated by several studies.Malnutrition and weight loss are common problems inthese patients and can cause complications during illness.It is therefore very important to assess correctly the nu-tritional status of the patient in order to make timely nu-trition intervention, adapted to needs, likes and sympto-matology. Which is mostly not identified in our sample.

Conclusion: The assessment, treatment and monito-ring of nutritional status is very important to cancer pa-tients. But it is itself a complex job that requires muchtime and dedication, and that must be manage by specia-lized teams of nutrition with a high training in oncology.

KEYWORDS

Cancer, cancer nutrition, nutrition and cancer, nutri-tional advice, malnutrition.

ABREVIATURAS

DE: Desviación estándar.

LNH: Linfoma No Hodgkin.

MG: Menú general.

PG: Pautas generales.

INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN

El cáncer es la primera causa de muerte en España yes, por tanto, un problema de salud prioritario1. Se estimaque en el año 2015 serán diagnosticadas de cáncer en Es -paña 222.069 personas (136.961 varones y 85.108 mu -jeres), siendo el tipo de cáncer de mayor incidencia el co-lorrectal, por delante del cáncer de pulmón y el cáncer demama. La supervivencia cinco años después del diagnós-tico se cifra en torno al 55% en mujeres y 44,6% en va-rones. Por tipos de tumores, se cifra en el 80,3% para elcáncer de mama, 75,4% para el de próstata, el 54,9%para el de colon y 10,7% para el de pulmón, entre otros.El tumor más prevalente en varones es el de próstata se-guido del de vejiga. En mujeres, el más prevalente es elde mama seguido de los tumores ginecológicos (útero,ovario, trompa de Falopio y cérvix)2.

Se sabe que la nutrición es un factor ampliamente re-lacionado con la incidencia de cáncer, y que una alimen-tación inadecuada se encuentra ligada a algunos tiposde tumores, además de a otras enfermedades3. Sin em-bargo, la nutrición no solo representa un parámetroesencial en el desarrollo del cáncer, sino que tambiénpuede ser un factor fundamental en su tratamiento. Laterapia nutricional es clave para ayudar a los pacientesde cáncer a obtener los nutrientes que necesitan paramantener el peso corporal, la fuerza, conservar la inte-gridad de los tejidos y de los órganos y, para luchar con-tra las infecciones. Algunos tratamientos para el cáncerfuncionan mejor cuando el paciente está bien nutrido yobtiene suficientes calorías y macronutrientes de los ali-mentos. Además los pacientes que están bien nutridospueden tener un mejor pronóstico y calidad de vida4.

Algunos tumores producen sustancias químicas capa-ces de alterar el metabolismo y de cambiar la maneraen que el cuerpo utiliza ciertos nutrientes. El uso que elcuerpo hace de las proteínas, los carbohidratos y lasgrasas se puede ver afectado, especialmente cuando setrata de tumores del tracto gastrointestinal superior, elestómago o los intestinos4. Por tanto, es esencial otor-gar a la nutrición el papel que merece en el tratamientodel cáncer en general, y conocer las particularidades decada tipo de tumor, a fin de llevar a cabo un trata-miento óptimo de la enfermedad y maximizar las pro-babilidades de curación5.

Existen diversas guías clínicas, estrategias, protocolosy consensos sobre el manejo del paciente oncológico,referente al asesoramiento nutricional2,5,6,7,8,9. En estetrabajo nos centraremos en una muestra piloto de pa-

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cientes que han sufrido un tumor y estudiaremos comohan sido aconsejados, si es el caso, para beneficiarse deestas estrategias sobre su situación patológica.

OBJETIVOS

El presente estudio persigue la evaluación de las pau-tas nutricionales que se ofrecen en materia de cánceren los distintos centros de España (en concreto:Madrid, Cáceres y Talavera de la Reina) con el objetivode analizar la adecuación de las mismas en cada caso.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se trata de un estudio descriptivo, observacional, re-trospectivo, que se realizó a través de pacientes que tu-vieron un tumor de una muestra incidental voluntaria. Serevisaron las guías clínicas, estrategias, protocolos y con-sensos existentes sobre el manejo del paciente oncoló-gico, recopilando toda la información referente al aseso-ramiento nutricional. Se confeccionaron cuestionarios AdHoc. Los pacientes auto-rellenaron información sobresus características sociosanitarias (edad, tipo de cáncer,y tratamiento recibido) y su percepción personal acercade la importancia de la alimentación en su enfermedad.

Las variables de estudio fueron: Edad, sexo, tipo detumor, tipo de centro, profesionales que intervinieron,hábitos nutricionales y de ejercicio físico, calidad delsueño antes y después de la enfermedad, evolución deltratamiento, seguimiento de las pautas dietéticas, an-tes y después de la enfermedad y, percepción de la im-portancia de la alimentación (visión subjetiva). Consejonutricional recibido: adecuación, especificidad, claridad,medio de difusión, importancia otorgada.

Para justificar, si los consejos han sido apropiados o no,se revisaron las recomendaciones nutricionales y protoco-

los en el paciente oncológico, del grupo español deNutrición y Cáncer, y el documento de Consenso de 2008.

En el análisis estadístico, las variables cuantitativasse presentaron como media ± desviación estándar. Lasvariables cualitativas se presentan como frecuenciasabsolutas y porcentajes.

RESULTADOS

Se ha estudiado una muestra de 17 pacientes(64,70% mujeres y 35,30% hombres) con una mediade edad de 59,24 años (12,27 DE). Los hospitales enlos que fueron atendidos pertenecen a la comunidad deMadrid en 13 de los casos (76,47%), a Cáceres en 3(17,65%) y 1 (5,88%) de Talavera de la Reina. Del to-tal de centros, 3 hospitales son privados (17,65%) y 14públicos (82,35%).

Atendiendo al tipo de tumor, 7 pacientes (41,18 %) pa-decieron o padecían en el momento de la entrevista cán-cer de mama; 3 (17,65%) LNH; 2 (11,76%) cáncer depróstata; y 5 (29,41%) otros tipos de cáncer (riñón,útero, vesícula, sarcoma de partes blandas, pulmón).Respecto al tratamiento oncológico atendiendo al tipo decáncer, se observa que 8 (50%) pacientes fueron someti-dos a cirugía, 11 (68,65%) a quimioterapia, 10 (62,50%)a radioterapia y 3 (18,75%) a hormonoterapia. Del totalde pacientes, 11 (64,70%) recibieron tratamientos con-juntos, los cuales se muestran en la tabla 1.

Analizando los efectos secundarios, 10 personas(76,92%) presentaron algún tipo de dificultad. De estas,6 (60%) presentaron disgeusia o ageusia, 6 (60%) su-frieron problemas del tránsito intestinal, 3 (30%) anore-xia o hiperfagia, 3 (30 %) fatiga, 2 (20%) vómitos, y 1 (10%) presentó xerostomía, disfagia, náuseas y ascoa las comidas (4 participantes no contestaron esta pre-

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CONSEJO NUTRICIONAL EN PACIENTE ONCOLÓGICO

Tratamiento Número de pacientes %

Quimioterapia y radioterapia 2 18,18

Cirugía y radioterapia 2 18,18

Quimioterapia, radioterapia y cirugía 2 18,18

Quimioterapia, radioterapia y hormonoterapia 2 18,18

Cirugía y quimioterapia 1 9,09

Cirugía, quimioterapia y hormonoterapia 1 9,09

Cirugía, quimioterapia, radioterapia y hormonoterapia 1 9,09

Tabla 1. Tratamiento de los participantes.

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gunta). 8 (80%) de los 10 pacientes que sufrieron efec-tos secundarios recibieron consejos específicos con elobjetivo de paliarlos; sin embargo, el consejo única-mente fue adecuado en 2 de los casos (de 6 evaluados).

Respecto a la evaluación del estado nutricional, solo3 personas (17,65 %) fueron valoradas y, los especia-listas que las llevaron a cabo fueron: oncólogo, uró-logo y homeópata, respectivamente a 1 de los 3.Estudiando la variación de peso del total de la mues-tra durante el tratamiento, 4 personas perdieron peso(25%), otras 4 se mantienen en el peso habitual(25%), y las 8 restantes ganaron peso (50%). 1 per-sona perdió más de 5 Kg (6,25%), 3 perdieron menosde 5 kg (18,75%), 4 se mantienen en el peso habitual,2 ganaron menos de 5 kg (12,50%), y las 6 restantesganaron más de 5 kg (37,50%). (Ver figura 1).

En relación a la intervención nutricional, llevada acabo durante el tratamiento, 5 personas (29,41%) reci-bieron alguna pauta alimentaria. De estas, 3 recibieronel consejo de forma oral, 1 lo recibió en folletos y deforma oral y, otra en folletos e internet. Los especialis-tas que se encargaron de dar las pautas fueron oncó-logo 2 (40%), nutricionista 1 (20%), médico digestivo1 (20%) y homeópata 1 (20%). Cuando se les preguntasi seguían los consejos de forma adecuada, únicamente3 (60%) respondieron de forma afirmativa. Para éstos,el consejo fue útil y notaron mejoría con él, a diferen-cia de los que no lo seguían casi nunca, que no mejo-raron. Sobre el tipo de consejo dietético general, 12 pa-cientes (70,59%) recibieron MG, 2 (11,76%) MG y PG,y 3 (17,65%) no recibieron ningún consejo. En este

sentido, no hubo ningún paciente con menú o pautaspersonalizadas a sus necesidades y específicas para sucáncer. Durante la estancia hospitalaria, 2 (11,76%) delos encuestados necesitaron en algún momento nutri-ción artificial (enteral o parenteral) y no hubo ningúncaso en el que se pautara suplementación.

De los 17 pacientes solo 1 (5,88%) de ellos acudió aconsulta exclusiva de nutrición, esta fue durante el tra-tamiento en 1 hospital público y la llevo a cabo un nu-tricionista. Cuando se le pregunta si fue útil, el respon-dió que sí.

DISCUSIÓN

La eficacia de las recomendaciones nutricionales odel consejo dietético ha sido ampliamente estudiadapor el grupo de Ravasco, 2005, que ha demostrado queel asesoramiento puede mejorar la calidad de vida delos pacientes con cáncer de cabeza y cuello mejor quesi éstos reciben sólo suplementos, sin consejo ni segui-miento. Estos resultados se correlacionan con los obte-nidos en otro estudio10 con pacientes de cáncer de co-lon, en el que se evidenció un mayor deterioro de lacalidad de vida en los pacientes sin apoyo nutricional,mientras que quienes recibían consejo dietético tuvie-ron una evolución mejor. Se concluye que esta efectivi-dad depende de la capacidad de adaptar el consejo alas necesidades de cada paciente, por lo que es nece-sario implicar a profesionales especialistas en el temapara llevar a cabo la recomendación dietética10.

En la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional deSalud se plantea como un problema del sistema, la insu-ficiente atención prestada a los problemas de la nutriciónen los pacientes diagnosticados de cáncer y se hace alu-sión al documento de consenso11 como documento dereferencia sobre las intervenciones nutricionales necesa-rias en estos pacientes. Al final del documento, aparececomo recomendación la promoción de la capacidad delos profesionales para identificar y tratar los problemasnutricionales que pueden acompañar la enfermedad on-cológica6. Sin embargo, en nuestra muestra de 17 pa-cientes solo 5 recibieron pautas nutricionales (29,41%).

Del total de la muestra, el 25% presentó pérdida depeso durante el proceso (desde el diagnóstico al fin deltratamiento). La pérdida de peso y la desnutrición es co-mún en pacientes oncológicos, siendo ambas origen decomplicaciones durante el transcurso de la enferme-dad12. La expresión máxima de desnutrición es la caque-xia tumoral13. Así, la caquexia tumoral es un síndrome

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Figura 1. Variación del peso durante el tratamiento.

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complejo en el que, junto con un estado de desnutrición,se incluyen pérdida de peso, disminución de la masamuscular, anorexia y saciedad precoz, debilidad, anemiay edemas. Este cuadro clínico se asocia a un aumento dela morbilidad y de la mortalidad de los pacientes. Todasestas respuestas sintomatológicas y fisiopatológicas, tie-nen una relación directa con la alimentación y soportenutricional personalizado, que los profesionales sanita-rios deben hacer llegar a los pacientes, cuando se refirie-ren a la parte de auto-aplicación de las pautas (es decir,dotar al paciente de la capacidad de saber elegir alimen-tos y platos que le beneficien en su evolución clínica ysintomatológica). Puesto que tras el diagnóstico, cirugíay sesiones de internalización, en su caso, los pacientesdeben comer de forma autónoma y elegir sus alimentosóptimos, que pueden influir en el proceso completo y sin-tomatología mencionada anteriormente. A pesar de surelevancia, no es lo más encontrado en nuestra muestra.

La desnutrición asociada a la enfermedad oncológicapuede deberse a la alteración metabólica inducida porel tumor, los cambios fisiológicos producidos, los efec-tos del tratamiento oncológico y la presencia de sínto-mas (estrés, depresión, anorexia, vómitos, diarrea, do-lor, etc)14, muchos de estos cambios asociados a losvómitos, dolor abdominal, diarreas, mal sabor, atragan-tamientos, son los que tienen un carácter emocionalmás directo para el paciente en la auto-elección de losplatos a introducir en su dieta, y pilar del consejo de losprofesionales que velan por su correcta nutrición. Ennuestra muestra, 10 pacientes refirieron haber tenidoalguno de estos síntomas, de estos recibieron consejopara tratarlos el 80%. Analizando los consejos dados,solo resultaron ser adecuados 2.

Dada la importancia del estado nutricional en estospacientes, resulta de vital importancia detectar deforma precoz la desnutrición y para ello es necesariodisponer de métodos fiables y de fácil acceso, parabrindar una evaluación nutricional correcta12,15. Sin em-bargo, de la muestra estudiada, a 3 (17,65%) pacien-tes se les realizó una valoración nutricional previa (rea-lizada por un oncólogo, urólogo y homeópata) y tansolo 1 (5,88%) asistió a la consulta de un nutricionista.

Según el Consenso de 200811, el primer paso de la in-tervención nutricional son las recomendaciones nutricio-nales o consejo dietético. Estas recomendaciones debendarse si el paciente es capaz de ingerir, como mínimo, el75% de los requerimientos nutricionales que le corres-ponden y, si no existe planteamiento de una terapia deriesgo próxima. Siempre que la vía oral no esté dañada,

en el consejo dietético ésta debe ser siempre la primeraopción. Las recomendaciones dietéticas incluyen10:

• Recomendaciones dietéticas generales. En una pri-mera fase, el esfuerzo debe encaminarse a que elpaciente reciba una información nutricional básicay unas recomendaciones dietéticas dirigidas a larealización de una dieta tradicional saludable, ade-cuada a sus necesidades, gustos y sintomatología.La dieta del paciente con cáncer debe seguir lasnormas de una alimentación saludable, equili-brada, variada, apetecible y suficiente.

• Recomendaciones dietéticas para el control de lasintomatología asociada que dificulta que el pa-ciente consiga una ingesta adecuada.

Estudios clínicos aleatorizados, indican la eficacia deun soporte nutricional de este tipo, en términos clínicos(peso, sintomatología) y en calidad de vida del pa-ciente16-20.

Sobre las recomendaciones dietéticas generales,nuestra muestra recibió en un 70,59% de los casos MGy un 11,75% de los pacientes tuvieron PG además delMG. No hubo ningún paciente que recibiera menú opautas específicas, adaptadas a sus requerimientos, asus preferencias alimentarias y a su sintomatología. Alevaluar las recomendaciones para el control de los sín-tomas hemos encontrado que la mayoría de los conse-jos eran inadecuados o insuficientes para tratar todoslos efectos. Siguiendo las pautas e indicaciones de losdistintos consensos21,22,11. Por ejemplo, a un pacientecon disfagia, disgeusia y descomposición se le aconsejaconsumir brócoli y sardinas en aceite. Este consejo esinadecuado puesto que para el tratamiento de la dia-rrea se desaconsejan los alimentos flatulentos como elbrócoli y la dieta grasa a la que contribuiría un alto con-sumo de sardinas en aceite. Además, el paciente no re-cibe consejo sobre la disgeusia y la disfagia, pudiendoprovocar complicaciones como la aspiración23.

En la mayoría de los casos, los consejos y pautas querecibieron nuestros participantes no fueron realizadospor el profesional que le corresponde (endocrinos y die-tistas-nutricionistas, formados y con experiencia en on-cología). El formato o soporte como lo recibieron fuehablado, en folletos y a través de internet.

Otro de los puntos clave que queremos presentar eneste trabajo, es la falta de consistencia y validez cientí-fica, que unida a la escasez, representa un doble pro-blema en este ámbito.

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CONCLUSIONES

Detectar malnutrición, controlar los biomarcadoresde la evolución de cada paciente, así como conocer yaconsejar la mejor pauta para aliviar su sintomatología,resulta muy importante en el paciente oncológico. Es asu vez un arduo trabajo que requiere mucho tiempo ydedicación, y que debe manejarse a través de equiposmultidisciplinares especializados en nutrición con unalto grado de entrenamiento en oncología. Por la granevidencia arrojada del buen uso del consejo nutricionalpara el paciente oncológico, y la puesta de manifiestoen la escasez cuantitativa y cualitativa del mismo en lamuestra estudiada, creemos importante hacer un lla-mamiento a desarrollar protocolos hospitalarios que in-cluyan el consejo nutricional, como un paso rutinario,constante y realizado por profesionales en nutrición hu-mana y dietética, formados y especializados.

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RESUMEN

Introducción: Diversos estudios han demostradola eficacia de las dietas vegetarianas en la reduccióndel riesgo de obesidad, aunque se dispone de esca-sos datos en población mediterránea españolaacerca del efecto de la dieta vegetariana en la reduc-ción de peso a corto plazo, en individuos previa-mente no vegetarianos.

Objetivo: Nuestro objetivo ha sido estudiar elefecto en población mediterránea de una dieta vegeta-riana baja en grasas en la reducción del peso corporaly en otras medidas antropométricas y de composicióncorporal, tras su administración durante 15 días encondiciones estrictas de internado.

Métodos: Se ha llevado a cabo un estudio de inter-vención nutricional en voluntarios administrando unmenú completo diario. Para ello, se instauró en régi-men de internado estricto durante 15 días una dietalacto-vegetariana baja en grasa (20%) y que aportabaunas 1900 Kcal/día en una muestra de 168 individuos(44 hombres, 124 mujeres) cuya ingesta basal de

grasa era superior al 30%. Se valoró la influencia deesta dieta en los parámetros antropométricos y decomposición corporal (peso, talla, IMC, perímetro decintura y cadera, ICC y masa grasa).

Resultados: La intervención dietética produjo re-ducciones estadísticamente significativas, tanto enhombres como en mujeres, en el peso (2,15+/-1,2 kg),IMC (0,77+/-0,4), perímetro de cintura (2,90+/-2,6cm), perímetro de cadera (2,04+/-1,9 cm) e ICC(0,01+/-0,0).

Conclusión: La dieta lacto-vegetariana a cortoplazo produce una pérdida significativa de peso y grasaabdominal y es más saludable que otros tipos de die-tas con mayor riesgo cetogénico y menor aporte de an-tioxidantes.

PALABRAS CLAVE

Dieta vegetariana. Pérdida de peso. Estudio de inter-vención. Región mediterránea.

ABSTRACT

Introduction: Various Studies have shown the ef-ficacy of vegetarian diets in reducing obesity risk, alt-hough little data is available for Spanish Mediterra -nean population on the effect of vegetarian diet on

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Artículo Original

Efectos a corto plazo en la pérdida de peso de una dietavegetariana baja en grasa

Short term effects on weight loss of a low-fat vegetarian diet

Quiles, L.1,2; Portolés, O.2,3; Sorlí, J. V.2,3; Miquel, M.1,2; Corella, D.2,3

1 Departamento de Anatomía y Embriología Humana, Facultad de Medicina. Universidad de Valencia.2 Departamento de Medicina Preventiva y salud Pública, Ciencias de la Alimentación, Toxicología y Medicina Legal, Facultad de Medicina.

Universidad de Valencia.3 CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, Instituto de Salud Carlos III, Madrid.

Remitido: 24/agosto/2013. Aceptado: diciembre/2013.

Correspondencia: Laura Quiles Guiñ[email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):58-67DOI: 10.12873/333lowfatvegetarian

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short term weight loss in previously non-vegetarian in-dividuals.

Aims: To study the effect on a Mediterranean popu-lation of a low-fat (20%) vegetarian diet on reducingbody-weight and other anthropometrical measure-ments and body composition following a fifteen-day ad-ministration in strict interned conditions.

Methods: We have carried out a nutritional interven-tion study in volunteers consisting on the administra-tion of a whole dietary menu. A strict internment wasimposed for fifteen days. A low-fat lacto-vegetarian dietof 1900 Kcal per day was administered on a sample of168 individuals (44 men, 124 women) whose baselineintake of fat was greater than 30% of energy. The in-fluence of this diet was evaluated on the anthropome-tric parameters and body composition (weight, height,BMI, waist and hip circumference, waist-to-hip ratioand body fat mass).

Results: The dietary intervention produced sta -tistically significant reductions both in men and in wo-men, in weight (2,15+/-1,2 kg), BMI (0,77+/-0,4 kg/m2), waist circumference (2,90+/-2,6 cm),hip circumference (2,04+/-1,9 cm) and waist-to-hipratio (0,01+/-0,0).

Conclusion: The lacto-vegetarian diet model used inthis dietary intervention probed useful in tackling over-weight and obesity and presents advantages over othertypes of diet with greater ketogenic risk and lesser an-tioxidant contribution.

KEYWORDS

Vegetarian diet. Weight loss. Intervention study.Mediterranean region.

ABREVIATURAS

IMC: Índice de Masa Corporal.

EPA: Ácido Eicosapentaenoico.

DHA: Ácido Docosahexaenoico.

CFCA: Cuestionario de Frecuencia de Consumo deAlimentos.

ICC: Índice de Cintura Cadera.

AGS: Ácidos Grasos Saturados.

AGM: Ácidos Grasos Monoinsaturados.

AGP: Ácidos Grasos Poliinsaturados.

INTRODUCCIÓN

En los últimos 50 años se ha observado en la pobla-ción española una tendencia a un mayor consumo dealimentos en proporción no saludable, con un incre-mento en el consumo de carne, huevos, productos lác-teos, azúcar refinado y bollería industrial, al tiempo quese produce una reducción en la ingesta de pescadoazul, cereales, legumbres, tubérculos, frutas y verdu-ras1. Estos cambios en las pautas alimentarias, unidosa la progresiva disminución de la actividad física, sonimportantes factores relacionados con el incremento delas principales enfermedades crónicas, y con sus facto-res de riesgo.

En este contexto, en las dos últimas décadas se haapreciado un incremento progresivo de la incidencia desobrepeso y obesidad a nivel mundial, tanto en paísesdesarrollados, como en aquellos en vías de desarrollo2.De acuerdo con esta tendencia, se informa en laEncuesta Nacional de Salud de 2012, que en España el37% de la población mayor de 18 años sufre de sobre-peso y el 17% de obesidad, situándose además entreuno de los primeros países a nivel mundial en cuanto aprevalencia de obesidad infantil3.

Dada la situación alarmante en cuanto al incrementoprogresivo del sobrepeso y la obesidad, desde diversosorganismos internacionales y nacionales se desarrollanestrategias para el abordaje de este problema, el cualpasa necesariamente por la prevención primaria, tantoa nivel poblacional como de intervención individual dealto riesgo, ya que la obesidad puede prevenirse con unestilo de vida saludable, en el que la alimentación ha detener un papel preponderante.

Con este fin, se hace interesante el estudio de las po-sibles aplicaciones terapéuticas de diferentes modelosdietéticos para fomentar la reducción de peso, entre loscuales se encuentran las variantes vegetarianas. Estetipo de dietas, aunque minoritarias en la población ge-neral occidental, son practicadas en Europa yNorteamérica, por diversas motivaciones y de explica-ción compleja, entre las que cabe señalar las morales,religiosas, ecológicas o por salud, incluido el deseo debajar de peso. Respecto al efecto de las dietas vegeta-rianas en el Índice de Masa Corporal (IMC), se ha ob-servado que los vegetarianos presentan menor IMCfrente a los no vegetarianos y que incluso existe una re-lación inversa entre el grado de vegetarianismo y elIMC. Así mismo, diversas investigaciones han demos-trado la eficacia de las dietas vegetarianas en la reduc-

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ción del riesgo de obesidad4-6. Concomitantemente,también el mayor grado de vegetarianismo, se ha aso-ciado no sólo con menor IMC sino también con menorriesgo de diabetes6.

De entre los diferentes tipos de dietas vegetarianasexistentes, tales como la dieta vegana, ovo-vegeta-riana, lacto-vegetariana y ovo-lacto-vegetariana, la va-riante vegetariana ovo-láctea, es la más extendida enOccidente. Esta variante, al incluir el consumo de lác-teos y huevos, resulta una dieta variada con la que engeneral se pueden cubrir las necesidades nutricionalesdel adulto. Sin embargo, se observan niveles menoresde ácidos grasos ω-3, ácido eicosapentaenoico (EPA) yácido docosahexaenoico (DHA), en los vegetarianosrespecto a los no vegetarianos7-8.

La intervención dietética lacto-vegetariana estudiadaen el presente trabajo se trata de una dieta vegeta-riana higienista baja en grasa, que se engloba dentrodel método higienista, rama de la Medicina Naturista,nacida en Estados Unidos a principios del siglo XIX yque se extendió por Europa a lo largo del siglo XX. Elmétodo higienista busca prevenir o tratar la enferme-dad, mediante la práctica de un estilo de vida saluda-ble que favorezca la capacidad de autocuración delcuerpo, siendo uno de sus pilares fundamentales ladieta vegetariana higienista9. Las frutas y verdurasconstituyen la base de este tipo de alimentación,siendo los cereales integrales y los tubérculos la fuentefundamental de hidratos de carbono de absorciónlenta. En menor medida se incluyen los frutos secoscomo fuente de proteínas y ocasionalmente los lácteosen forma de yogur. La grasa que se emplea es el aceitede oliva virgen de primera presión en frío puesto quelos aceites de semillas, aunque sean de extracción enfrío pueden sufrir con facilidad oxidación. También seemplean las aceitunas y aguacates como fuente deoléico, así como frutos secos crudos.

Debido a los escasos datos en población mediterrá-nea española acerca del efecto de la dieta vegetarianaen la reducción de peso a corto plazo, en individuospreviamente no vegetarianos, nuestro objetivo ha sidoestudiar el efecto de una dieta vegetariana baja en gra-sas en la reducción del peso corporal y en otras medi-das antropométricas y de composición corporal, tras suadministración durante 15 días en condiciones estrictasde internado con provisión de todos los platos delmenú, describiendo la composición detallada de dichosplatos y su aporte en macro y micronutrientes.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se realizó un ensayo de campo con intervención nu-tricional estricta en régimen de pensión completa y per-nocta, durante 15 días en la casa de reposo de laFundación los Madroños (Castellón). Con criterios ope-rativos, se fijó un tamaño de muestra mínimo de 150individuos. Como criterios de inclusión se reclutó ahombres y mujeres cuyas edades estuviesen compren-didas entre los 20 y los 75 años y que se encontrasenen una situación de normopeso, sobrepeso u obesidadgrado I (IMC entre 18,5 y 34,9). Se establecieron comocriterios de exclusión la obesidad grado II (IMC= 35-39,9 kg/m2), el embarazo, la lactancia, el padecer en-fermedad infecto-contagiosa o enfermedades físicas opsíquicas invalidantes, el diagnóstico de cáncer, el nopoder cumplir con la dieta establecida, las alteracionestiroideas, la enfermedad de Cushing y la diabetes tipoI. De acuerdo con estos criterios, finalmente fueron re-clutados 168 participantes voluntarios, de los cuales 44fueron hombres y 124 mujeres. Previamente a la reali-zación de este estudio se obtuvo la aprobación delComité Ético de la Universidad de Valencia.

Una vez reclutados los participantes de acuerdo conlos criterios de inclusión y exclusión y tras obtener elconsentimiento informado por escrito de los participan-tes, se recogieron datos acerca de su ingesta de ali-mentos basal, mediante un Cuestionario de Frecuenciade Consumo de Alimentos (CFCA) validado10, a partirdel cual se transformaron, utilizando tablas de compo-sición de alimentos11, en consumo de nutrientes y con-sumo de energía basales. Para poder aplicar la inter-vención dietética, se comprobó que el consumo basalde grasa total en la dieta habitual fuese superior al 30%de las Kcal diarias.

Mediante técnicas estandarizadas y con instrumentosvalidados, se obtuvieron datos basales y tras dos sema-nas de la intervención de antropometría y composicióncorporal. Con el fin de asegurar el bienestar de los par-ticipantes durante la intervención dietética, se midiódiariamente la tensión arterial y la frecuencia cardíaca,como medida de control. Todas las medidas antropo-métricas y de composición corporal fueron realizadas aprimera hora de la mañana, con los pacientes en ropaligera y descalzos. El peso se obtuvo con una básculamodelo PES PERSON 112314 y la talla mediante un es-tadiómetro estándar, de brazo móvil. El compartimentograso corporal se valoró con el bioimpedanciómetro te-trapolar modelo Microcaya INBODY R-20. Las medidasdel perímetro de la cintura y de la cadera, tomadas con

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cinta métrica no elástica, se realizaron con el pacienteen los brazos cruzados en el tórax. El perímetro de lacintura se tomó en el nivel más estrecho, entre el bordedel costal inferior y la cresta ilíaca12. El perímetro de lacadera se midió en el máximo nivel de la protuberanciade los glúteos, a la altura de la sínfisis púbica12. Se cal-cularon el IMC (IMC=peso kg/talla m2) y el Índice deCintura Cadera (ICC). Para la toma de tensión arterialse siguieron las recomendaciones establecidas por laSociedad Española de Hipertensión Arterial13.

Se estableció una dieta de 1900 Kcal/día como prome-dio para ambos sexos, con un 15% de proteínas, un65% de glúcidos y un 20% de lípidos de los cuales el 2%fueron ácidos grasos saturados (AGS), un 13% ácidosgrasos monoinsaturados (AGM) y el 5% ácidos grasospoliinsaturados (AGP), lo que, de acuerdo con la ingestabasal de los participantes, suponía una disminución res-pecto a la ingesta habitual de grasa total y un incre-mento de los hidratos de carbono, principalmente com-plejos. La dieta se organizó en 7 menús estructurados endesayuno, comida y cena, que se repetían en la segundasemana de intervención dietética, tal y como se muestraen la tabla 1. A partir de los menús que componían ladieta se comprobó, utilizando tablas de composición dealimentos que el aporte de hierro y vitamina B12 diario,era la adecuada11,14. Las técnicas de cocción de los ali-mentos empleadas fueron al vapor, hervido o al horno,sin emplear aceite durante el cocinado. La única grasautilizada fue aceite de oliva, virgen de 1ª presión en frío,y siempre en crudo. Durante la intervención dietética nose añadía sal a los alimentos, ni se tomaba azúcar, miel,melaza, ni edulcorantes artificiales. Como único condi-mento se permitía el uso de hierbas aromáticas como elorégano, el tomillo o el romero. Tampoco se permitía elconsumo de café, té, refrescos, ni alcohol.

Almacenamiento y análisis de datos

Se creó una base de datos con todas las variables.Previamente al análisis se efectuó una depuración delos datos. Se calcularon los estadísticos descriptivos, asícomo las frecuencias absolutas y relativas para las va-riables cualitativas. La comparación de las distribucio-nes de las frecuencias se realizó con el test del Chi cua-drado de Pearson o el test de Fischer o el de Montecarlocuando las frecuencias fueron inferiores a 5. Se com-probó la normalidad de las variables mediante el test deKolomogorov-Smirnov. La estimación de diferencias delas medias entre dos grupos independientes se realizócon el test de la t de Student previa determinación dela homogeneidad de las varianzas mediante el test deLevene. Cuando el número de casos fue bajo, se aplicóel test no paramétrico de Wilcoxon para la comparaciónde las medias de dos grupos independientes. En lacomparación de medias de más de dos grupos, se uti-lizó el análisis de la varianza paramétrico, salvo en elcaso en que el bajo número de casos en cada grupo,que se recurrió al test no paramétrico. En la compara-ción de medias de dos grupos apareados (comparacio-nes antes-después de la intervención) se utilizó el testt de Student para grupos apareados. Todos los análisisse realizaron con el paquete estadístico SPSS, versión17 para Windows.

RESULTADOS

Se incluyeron 168 participantes, 44 hombres y 124mujeres, con edades comprendidas entre los 23 y los74 años. La media de edad fue de 47,43 ±10,29 años.

En la tabla 2 se presentan las características sociode-mográficas y antropométricas de los participantes al ini-cio del estudio. La mayoría de la población mediterrá-

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4 DIA 5 DIA 6 DIA 7

DESAYUNO Fruta Fruta Fruta Fruta Fruta Fruta Fruta

COMIDA

1º Ensalada

2º Espagueticon salsa

de pimiento

1º Ensalada

2º Patatascon acelgas

1º Ensalada

2º Arroz converduras

1º Ensalada

2º Verdurasal horno con pan

1º Ensalada

2º Pastel depatata

1º Ensalada

2º Patatas alhorno conchampiñón

1º Ensalada

2º Coca deverduras

CENA Fruta y yogur

1º Ensalada

2º Berenjenasal horno

con tomate

3º Almendras

Fruta y yogur

1º Ensalada

2º Hervido dejudías tiernas

3º Almendras

Fruta y yogur Fruta y yogur

1º Ensalada

2º Coliflor alvapor con

tomate

3º Almendras

Tabla 1. Características de la intervención dietética.

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nea había nacido en la Comunidad Valenciana (29,1%). El nivel de estudios de la muestra fue heterogéneo,destacando los estudios superiores (39,1%). El 35,1%de los participantes declararon ser fumadores activos alinicio y mantuvieron su hábito durante el estudio.Respecto al consumo de alcohol, inicialmente la mayo-

ría, 63,3%, tenía un consumo moderado (<30 g de al-cohol puro/día en hombres y <20 g alcohol puro/día enmujeres)15, que se interrumpió durante la intervencióndietética, ya que ningún participante consumió alcohola lo largo del estudio. El 49,7% practicaba ejercicio deforma cotidiana, con una media de 2,7 veces/semana,

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EFECTOS A CORTO PLAZO EN LA PÉRDIDA DE PESO DE UNA DIETA VEGETARIANA BAJA EN GRASA

Total (n=168) Hombres (n=44) Mujeres (n=124)p*

Media (DT) Media (DT) Media (DT)

Edad (años) 47,4 (10,2) 50,9 (9,9) 46,1 (10,1) 0,008

Peso (kg) 71,5 (14,9) 80,3 (12,8) 68,4 (14,3) <0,001

Talla (cm) 165,6 (8,2) 173,9 (6,5) 162,8 (6,65) <0,001

IMC (kg/m2) 26 (4,6) 26,5 (3,6) 25,8 (4,9) 0,392

Cintura (cm) 90,3 (12,5) 96,5 (9,2) 88,2 (12,8) <0,001

Cadera (cm) 101,9 (10,7) 100,9 (6,6) 102,3 (11,8) 0,489

ICC 0,89 (0,09) 0,96 (0,05) 0,87 (0,08) <0,001

Masa grasa (kg) 23,2 (10,7) 19,22 (8,5) 24,4 (11,0) 0,039

Nivel educativo 0,267

Estudios primarios 60,9 72,5 56,7

Estudios superiores 39,1 27,5 43,3

Consumo de tabaco

Fumadores activos (%) 35,1 30,8 36,7 0,503

Exfumadores (%) 34,1 51,2 27,9 0,070

Consumo de alcohol 0,002

Abstemio 27,3 12,5 32,7

Consumo Moderado 63,3 70,0 60,9

Consumo de Riesgo 9,4 15,7 6,4

Ejercicio físico (%) 0,513

Sedentario 50 50 50,5

Moderado 42,4 37,5 44,1

Alto 7,3 12,5 5,4

Obesidad (IMC > 30 kg/m2) (%) 16,8 18,6 16,1 0,435

Sobrepeso (IMC > 25 kg/m2) (%) 35,3 41,9 33,1 0,434

Menopausia (%) - - 44,57

Tabla 2. Características sociodemográficas, antropométricas y de composición corporal basales.

p*: valor de comparación entre hombres y mujeres; prueba de la t de Student para la comparación de medias y del Xi2 para la compa-ración de porcentajes.DT: Desviación Típica. IMC: Índice de Masa Corporal. ICC: Índice Cintura/Cadera. Estudios primarios: hasta bachiller. Estudios superio-res: diplomatura o licenciatura.

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siendo caminar e ir al gimnasio los ejercicios elegidoscon más frecuencia. Todos los participantes mantuvie-ron su nivel de ejercicio físico habitual durante la inter-vención dietética. Tanto los hombres como las mujerespresentaban una media de IMC correspondiente a so-brepeso grado I, sin que se observasen diferencias es-tadísticamente significativas entre sexos.

La dieta habitual de los participantes se situaba entorno a las 2300 Kcal/día, caracterizándose por un altoconsumo de lípidos, 37,5% (sobre todo en forma de AGM,seguido de AGS) y relativamente bajo en carbohidratos,45,4%. Se observaron diferencias estadísticamente signi-ficativas en cuanto al consumo de proteínas, que fue ma-yor en los hombres (17,5%), respecto a las mujeres(16,6%). Los resultados detallados acerca de las caracte-rísticas de la ingesta energética y proporción de nutrien-tes de la dieta habitual se muestran en la tabla 3.

Durante la intervención dietética el cambio en la fre-cuencia de consumo de alimentos, más relevante res-pecto a la dieta habitual de los participantes, ademásde la exclusión de los productos industriales y de origenanimal, exceptuando los lácteos en forma de yogur, fueun notable aumento del consumo de frutas y de verdu-ras frescas, así como la sustitución de los cereales refi-nados por su variante integral. En la tabla 4 se presen-tan los resultados del consumo habitual de nutrientescomparados con la dieta instaurada. Con la instauraciónde la dieta vegetariana baja en grasa, se produjo unadisminución en torno a las 420 Kcal/día respecto a ladieta basal, sobre todo debido a la reducción en el con-sumo de grasas (-17,5%), principalmente AGS (-8,3%)y en menor medida de las proteínas (-1,9%), que pa-saron a consumirse únicamente procedentes de fuentesvegetales y yogur desnatado. Por el contrario, se incre-

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g/día (% respecto a la dieta)

Total (n=168) Hombres (n=44) Mujeres (n=124) p*

Energía (Kcal) 2320 2331 2315 0,671

Glúcidos g/día (%) 263,2 (45,4) 259,2 (44,6) 264,7 (45,8) 0,153

Proteínas g/día (%) 98,5 (16,9) 102,9 (17,5) 96,8 (16,6) 0,035

Lípidos g/día (%) 96,9 (37,5) 98,0 (37,8) 96,5 (37,5) 0,618

AGM g/día (%) 50,1 (19,4) 50,4 (19,4) 50,0 (19,4) 0,966

AGP g/día (%) 19,8 (7,7) 20,0 (7,7) 19,8 (7,7) 0,790

AGS g/día (%) 26,9 (10,3) 27,5 (10,5) 26,7 (10,3) 0,548

Tabla 3. Características de la ingesta energética habitual.

p*: valor de probabilidad en la comparación entre hombres y mujeres; prueba de la t de Student.AGM: ácidos grasos monoinsaturados. AGP: ácidos grasos poliinsaturados. AGS: ácidos grasos saturados.

g/día (% respecto a la dieta)

Basal Dieta Cambio

Energía (Kcal) 2320 1900 -420 (-18,1)

Glúcidos g/día (%) 263,2 (45,4) 308,7 (65) +45,5 (+19,6)

Proteínas g/día (%) 98,5 (16,9) 71,2 (15) -27,3 (-1,9)

Lípidos g/día (%) 96,9 (37,5) 42,2 (20) -54,7 (-17,5)

AGM g/día (%) 50,1 (19,4) 27,4 (13) -22,7 (-6,4)

AGP g/día (%) 19,8 (7,7) 10,5 (5) -9,3 (-2,7)

AGS g/día (%) 26,9 (10,3) 4,2 (2) -22,7 (-8,3)

Tabla 4. Comparación del consumo de nutrientes y energía diarios de la dieta habitual y de la dieta durante la intervención.

AGM: ácidos grasos monoinsaturados. AGP: ácidos grasos poliinsaturados. AGS: ácidos grasos saturados.

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mentó el consumo de hidratos de carbono en un19,6%, que se consumieron exclusivamente en formade cereales integrales, tubérculos, frutos secos, verdu-ras y fruta.

Tras las dos semanas de la intervención, tanto enhombres como en mujeres se observó una pérdida depeso estadísticamente significativa, alrededor de 2 kg,lo que también repercutía en una reducción significativaen el IMC, el perímetro de cintura, el perímetro de ca-dera y el ICC, aunque no se observaron reducciones es-tadísticamente significativas en cuanto a la masa grasa.Sólo se observaron diferencias entre sexos estadística-mente significativas en el caso de la reducción de peso,que fue mayor entre los hombres (Tabla 5).

DISCUSIÓN

Numerosos trabajos de investigación han descritouna menor prevalencia de sobrepeso y obesidad en los

vegetarianos, que en los no-vegetarianos. Incluso entrelos no-vegetarianos y los semi-vegetarianos se ha ob-servado que el IMC se incrementa progresivamenteconforme aumenta la presencia de productos de origenanimal en la dieta habitual4-6,16,17. Este efecto protectorfrente a la obesidad observado en asociación al vegeta-rianismo parece deberse al desplazamiento de la in-gesta hacia alimentos más ricos en fibra, por tanto mássaciantes y con menor densidad calórica, en detrimentode aquellos con un mayor contenido en grasa satu-rada18,19. Sin embargo, si bien a largo plazo se han es-tudiado exhaustivamente los efectos de una dieta vege-tariana, no se ha investigado con tanta profundidad lainfluencia a corto plazo de este tipo de dietas en indivi-duos previamente no vegetarianos. Uno de los motivosque podría explicar la falta de estudios de este tipo, res-pecto a los realizados a largo plazo en población previa-mente vegetariana, puede ser la dificultad que radicaen la instauración de pautas restrictivas de alimenta-

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EFECTOS A CORTO PLAZO EN LA PÉRDIDA DE PESO DE UNA DIETA VEGETARIANA BAJA EN GRASA

N Media (DT) p* p**

Peso Inicial – Peso Final (kg)

Hombre 42 2,60 (1,2)

<0,001 0,005Mujer 118 1,98 (1,1)

Total 160 2,15 (1,2)

IMC Inicial – IMC Final (cm)

Hombre 42 0,86 (0,4)

<0,001 0,124Mujer 118 0,74 (0,4)

Total 160 0,77 (0,4)

Cintura Inicial – Cintura Final (cm)

Hombre 42 2,65 (1,8)

<0,001 0,471Mujer 118 2,99 (2,8)

Total 160 2,90 (2,6)

Cadera Inicial – Cadera Final (cm)

Hombre 38 1,95 (1,5)

<0,001 0,729Mujer 97 2,08 (2,1)

Total 135 2,04 (1,9)

ICC Inicial – ICC Final

Hombre 38 0,01 (0,0)

<0,001 0,463Mujer 97 0,01 (0,0)

Total 135 0,01 (0,0)

MG Inicial – MG Final (kg)

Hombre 22 0,29 (1,9)

0,424 0,635Mujer 65 0,09 (1,6)

Total 87 0,14 (1,6)

Tabla 5. Valores de las variables antropométricas y de composición corporal tras la intervención.

p* valor de p en la comparación de parámetros iniciales y finales para toda la población. Test de la t de Student.p** valor de p en la comparación por sexos. Test de la t de Student.DT: desviación típica. IMC: índice de masa corporal. ICC: índice cintura/cadera. MG: masa grasa.

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ción vegetariana en población inicialmente no-vegeta-riana de modo que se consiga una adherencia y segui-miento adecuado. Es por ello que, con el fin de asegu-rar el cumplimiento absoluto de la dieta investigada, seoptó en el presente trabajo por el internamiento conpernocta de los participantes durante los quince díasque duró la intervención.

Se ha relacionado el sobrepeso y la distribución de lagrasa corporal central (androide o centrípeta) con di-versas patologías, como la hipertensión arterial, la dia-betes tipo 2, la hiperlipoproteinemia, los accidentes ce-rebrovasculares, la cardiopatía isquémica, el síndromede apnea obstructiva del sueño, la litiasis biliar, la este-atosis hepática y algunos tipos de cáncer, tales comocáncer de vesícula biliar, de mama, de ovario y de en-dometrio en la mujer o cáncer de próstata y colorrectalen el hombre20. Tomando como referencia el IMC y elICC, en nuestra población, se observó que tras el segui-miento de la dieta vegetariana establecida, todos losparticipantes tuvieron un descenso significativo depeso, con una reducción del 3% respecto a su peso ini-cial, lo que se correspondió con un descenso medio delIMC de 0,77 kg/m2. Paralelamente, también se produjouna disminución de 2,90 cm en la media del perímetrode la cintura, acompañado de una reducción de 2,04cm en la medida del perímetro de la cadera, así comode 0,14 kg de la masa grasa, lo que supuso un 0,6%menos respecto a su grasa total basal. Nuestros resul-tados fueron similares a los obtenidos previamente porRoberts CK et al.21 en 2006, quienes realizaron su estu-dio en una población con características comparablescon nuestra muestra. En su estudio, si bien la composi-ción de su dieta fue similar a la nuestra, su periodo deintervención dietética duró una semana más que ennuestro caso. Quizá precisamente por la mayor dura-ción de la intervención, en su trabajo se observó unadisminución del 4,3% del peso corporal, algo superioral descenso del 3% obtenido en nuestro estudio.

Otros autores también hallaron disminuciones en elpeso equiparables a la observadas en nuestro trabajo(con una media de descenso en torno a los 0,5kg/sem), tras aplicar intervenciones con dietas bajas engrasa (<30% de la ingesta energética total) duranteperiodos que oscilaban desde las dos semanas hastalos 6 meses22-33. La pérdida de 2,15 kg de peso en 15días conseguida en esta intervención dietética tambiénes comparable con los resultados obtenidos a cortoplazo con la aplicación de otros tipos de dietas, que in-cluían todos los tipos de alimentos, y con los resultados

descritos en otros estudios con dietas vegetarianaspero con diferentes proporciones de macronutrientesrespecto a las establecidas en nuestro trabajo30-33.

Por otra parte, es importante señalar, que la pérdidade peso lograda en nuestra intervención se ajusta conlas recomendaciones de pérdida de peso en las que seaceptan como saludables descensos del orden de 0,5 a1kg/semana34.

Cabe diferenciar la bondad de las dietas que se pue-den utilizar en estrategias de pérdida de peso, por re-comendación médica o por elección individual, y distin-guir entre aquellas en las que la reducción del peso nose acompaña de una reducción de la grasa corporal yque incluso pueden tener efecto cetogénico, y aquellasen las que la reducción de peso se produce a costa depérdida de tejido graso, con respeto del tejido muscu-lar. La modalidad de dieta vegetariana empleada enesta intervención dietética ha conseguido una reduc-ción de peso con disminución del compartimento grasocorporal. A pesar de tratarse de una dieta hipocalórica,no ha presentado efecto cetogénico y resultaba sa-ciante, por su riqueza en alimentos de origen vegetal yfibra. Su composición nutricional no presentaba caren-cias a corto plazo, ni riesgos para la salud, sin olvidarsu bajo índice glucémico y el elevado aporte de micro-nutrientes antioxidantes asociado al elevado consumode frutas y verduras frescas.

En nuestra intervención, gracias a la riqueza en glú-cidos de absorción lenta incluidos en la dieta, se ha po-dido mantener la práctica de ejercicio habitual de losparticipantes, tal y como se recomienda en todos losprogramas de pérdida de peso con el fin de preservarla masa muscular, en contraposición a otras dietas hi-pocalóricas bajas en hidratos de carbono, que hacenpoco recomendable la práctica de actividad física, conel consiguiente riesgo de pérdida de masa magra.

De todo ello se desprende la conveniencia de reco-mendar este tipo de dieta vegetariana en estrategias depérdida de peso a corto plazo. También, puede ser útilcomo intervención puntual en el contexto de un trata-miento prolongado, por su efecto motivador en la ad-quisición de hábitos alimentarios saludables. Además,por su riqueza en frutas y verduras, sería eficaz paracontrarrestar los efectos cetogénicos de intervencionespara la pérdida de peso a corto plazo con dietas hiper-protéicas. Incluso se pueden plantear adaptaciones alrégimen vegetariano presentado, con la inclusión de ali-mentos, tales como huevos o legumbres, aportes suple-

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mentarios de yodo en forma de sal yodada o algas ma-rinas y de ácidos omega 3, con aceite de linaza, con elfin de evitar posibles carencias35, lo que la haría másrecomendable como intervención dietética a más largoplazo para población adulta, sin dejar por ello de seruna dieta de tipo vegetariano.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo ha sido parcialmente financiado con laayuda del CIBEROBN (CB06/03/035). Los autores agra-decen a la Fundación los Madroños su colaboración alabrir las puertas de su casa de reposo para el interna-miento de los participantes durante el estudio. Asímismo, manifestamos nuestro agradecimiento a todoslos voluntarios que estuvieron dispuestos a participaren el presente estudio interrumpiendo su vida cotidianadurante las dos semanas que duró la intervención die-tética.

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EFECTOS A CORTO PLAZO EN LA PÉRDIDA DE PESO DE UNA DIETA VEGETARIANA BAJA EN GRASA

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RESUMO

Contexto: Por apresentar alta densidade energética(7,1 calorias/grama), a adição do etanol a dieta poderesultar em modificações antropométricas.

Objetivos: Investigar evidências sobre as alteraçõesantropométricas associadas a ingestão de álcool.

Métodos: Revisão sistemática realizada entre outu-bro e dezembro de 2012 nas bases de dados LILACS,PubMed e SCIELO com os seguintes unitermos: “alco-hol drinking”; “ethanol”; “alcoholic beverages”; “alco-holic moderate consumption”; “alcohol”; “anthropo-metry”; “body composition”; “body constitution”;“overnutrition” “obesity”; “malnutrition”; “body weight”e “nutritional status”.

Resultados: Vinte estudos envolvendo oito trans-versais, sete longitudinais, quatro experimentais eum estudo de caso-controle foram selecionados.Sobre a freqüência e quantidade de consumo alcoó-lico foi encontrado associações positivas, negativas,ou inexistentes entre a ingestão de álcool e as medi-das antropométricas. No entanto, observou-se mais

evidências positivas entre álcool e modificações nasmedidas adiposas, principalmente em indivíduos dosexo masculino.

Conclusão: O consumo de álcool esteve associadopositivamente a obesidade abdominal, principalmenteem homens. Futuras pesquisas devem ser realizadaspara determinar classificações padronizadas de bebe-dores e funções específicas de diferentes tipos de be-bidas na modificação das medidas antropométricas.

PALAVRAS-CHAVES

Etanol; Bebidas alcoólicas; Estado Nutricional;Obesidade.

ABSTRACT

Background: As its high energy density (7.1 calo-ries/gram), the addition of ethanol diet may result inanthropometric changes.

Objectives: To investigate the evidence on anthro-pometric changes associated with alcohol intake.

Methods: A systematic review carried out betweenOctober and December 2012 in the databases LILACS,PubMed and SCIELO with the following keywords: “al-cohol drinking”; “ethanol”; “alcoholic beverages”; “al-coholic moderate consumption”; “alcohol”; “anthropo-metry”; “body composition”; “body constitution”;

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Artículo de Revisión

Influência do consumo de álcool nas alteraçõesantropométricas: uma revisão sistemática

Influence of alcohol consumption on anthropometric changes: a systematic review

Sernizon Guimarães, N.1; Silva de Aguiar Nemer, A.2; Arlene Fausto, M.1,3

1 Programa de Saúde e Nutrição da Universidade Federal de Ouro Preto – UFOP.2 Departamento de Nutrição/ICB da Universidade Federal de Juiz de Fora – UFJF.3 Escola de Nutrição da Universidade Federal de Ouro Preto – UFOP.

Remitido: 25/julio/2013. Aceptado: diciembre/2013.

Correspondencia: Nathalia Sernizon Guimarã[email protected]

Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(3):68-76DOI: 10.12873/333sernizon

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“overnutrition” “obesity”; “malnutrition”; “body weight”e “nutritional status”.

Results: Twenty studies involving eight transverse,longitudinal seven, four experimental and one case-control study were selected. On the frequency andamount of alcohol consumption was found positive as-sociations, negative, or nonexistent between alcohol in-take and anthropometric measurements. However,there was more positive evidence of alcohol and mea-sures changes in the fat, particularly in male subjects.

Conclusion: Alcohol consumption was positively as-sociated with abdominal obesity, especially in men.Future research should be conducted to determinestandard classifications of drinkers and specific func-tions of different types of drinks in the modification ofanthropometric measurements.

KEYWORDS

Ethanol, alcoholic beverages, Nutritional Status,Obesity.

LISTA DE ABREVIATURAS

CB: Circunferência do Braço.

CC: Circunferência da Cintura.

CID-10: Dependência Alcoólica.

CQ: Circunferência do Quadril.

DC: Dobras Cutâneas.

DCT: Dobra Cutânea Tricipital.

DCB: Dobra Cutânea Bicipital.

DeCS: Descritores em Ciências da Saúde.

EN: Estado Nutricional.

FR: Fatores de Risco.

FP: Fatores de proteção.

IMC: Índice de Massa Corporal.

LILACS: Literatura Latino-Americana e do Caribe emCiências da Saúde.

MeSH: Medical Subject Headings.

PubMed: Literatura Internacional em Ciências daSaúde.

SCIELO: Scientific Electronic Library Online.

RCQ: Relação Cintura-Quadril.

vs: versus.

INTRODUÇÃO

Levantamentos mundiais mostram que, aproximada-mente, 40% dos indivíduos com idade superior a 15anos consomem bebidas alcoólicas e 76% são classifi-cados como bebedores excessivos1. No Brasil, onde62,5% da população têm entre 18 e 64 anos, 52% de-clararam consumir bebidas alcoólicas2. Entre os adultosbebedores, o consumo excessivo de álcool (≥5 do-ses/ocasião) foi verificado em 60% dos homens e 33%das mulheres3.

Do ponto de vista nutricional, o álcool/etanol é aúnica substância psicotrópica capaz de fornecer caloriasao organismo4. Cada grama de álcool metabolizado for-nece 7,1 calorias, suprindo as necessidades calóricasem 6 a 10% ao dia5. Assim sendo, a adição do etanola dieta habitual pode resultar em aumento de peso,gordura corporal e de outras medidas antropométricas.Entretanto, a utilização ou não das calorias do álcool esuas consequências antropométricas geram controvér-sias científicas6-10.

Visto que a ingestão de bebidas alcoólicas pode estarassociada a modificações do estado nutricional (EN),esta revisão tem como objetivo analisar a possível in-fluência do consumo de álcool nas alterações antropo-métricas.

MÉTODOS

Trata-se de uma revisão sistemática da literatura11

sobre a influência da ingestão de álcool/etanol nas me-didas e indicadores antropométricos.

A pergunta central e os critérios de inclusão e ex-clusão dos artigos foram previamente estabelecidos.Critérios de elegibilidade englobaram: (a) alterações deindicadores e medidas do EN antropométrico comodesfecho do consumo de álcool/etanol; (b) estudostransversais, casos-controle, coortes, ensaios clínicos eexperimentais; (c) análise estatística descrita na meto-dologia e demonstrada por gráficos/tabelas, (d) estu-dos com indivíduos entre 18 a 65 anos; (e) estudoscom roedores sadios. Os critérios de exclusão foram:pesquisas realizadas em grávidas, nutrizes, populaçõesespecíficas (como por exemplo: vegetarianos, atletas,usuários de drogas ilícitas), artigos em duplicatas, estudos em que a amostra apresentasse patologias as-sociadas ao consumo de álcool e estudos de revisão.Não houve restrição em relação ao idioma e ano de pu-blicação dos estudos.

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As três bases de dados consultadas entre outubro edezembro de 2012 foram Literatura Latino-Americana edo Caribe em Ciências da Saúde (LILACS), LiteraturaInternacional em Ciências da Saúde (PubMed) eScientific Electronic Library Online (SCIELO). A defi-nição das palavras-chave foi realizada mediante con-sulta aos Descritores em Ciências da Saúde (DeCS) eMedical Subject Headings (MeSH). Os termos “etanol”e “álcool” foram considerados sinônimos. Os unitermosutilizados foram: “alcohol drinking”; “ethanol”; “alcoho-lic beverages”; “alcoholic moderate consumption”; “al-cohol”; “anthropometry”; “body composition”; “bodyconstitution”; “overnutrition” “obesity”; “malnutrition”;“body weight” e “nutritional status”. As palavras-chaveforam pareadas entre dois grupos: consumo alcoólico eindicadores antropométricos utilizando os operadoresde pesquisa (aspas, parênteses, “AND” e “OR”).

A busca de artigos resultou em 11.694 citações(Figura 1). Foram excluídos 2613 estudos duplicados.Após a aplicação dos critérios de inclusão, 9001 artigosforam descartados. Na etapa de análise textual, 60 es-tudos foram excluídos por apresentar informações insu-ficientes. Após o crivo metodológico, 20 estudos foramselecionados para compor a presente revisão.

RESULTADOS

Dos vinte estudos incluídos, 70% (n=14) foram pu-blicados após o ano de 2003 e 80% (n=16) foram rea-lizados com humanos. Aproximadamente 69% dos es-tudos realizados com humanos utilizaram amostragempor conveniência. Treze estudos em humanos envolve-ram indivíduos de ambos os sexos e dois estudos foramrealizados somente com homens. Nos estudos realiza-dos com humanos, a avaliação do padrão de consumoalcoólico foi quantitativa (gramas de etanol ou mililitrode bebida alcoólica ingerida ao dia, semana ou mês) oupor frequência (doses diárias, semanais ou mensais).

Metade dos estudos experimentais foi realizado em ro-edores machos recebendo solução de etanol em % (v/v).

Estudos transversais

As medidas e os indicadores antropométricos do ENavaliados pelos estudos transversais (Tabela 1) foramo Índice de Massa Corporal (IMC), a relação cintura-quadril (RCQ), a circunferência da cintura (CC) e acircunferência do quadril (CQ). O IMC e a RCQ foramos índices utilizados na maioria (62,5%) dos estudosselecionados.

Os estudos que compararam o consumo de bebidasalcoólicas e o IMC apresentaram associações negati-vas13,14 ou ausentes12-14. No estudo de Brandhagen etal.14 não foi observada associação entre o consumo deálcool e IMC em mulheres e entre os homens cadagrama de etanol ingerido foi associado com uma dimi-nuição em 0,77 Kg/m2 no valor do IMC.

Dois estudos transversais encontraram associação po-sitiva entre IMC e ingestão de álcool. Kim et al.15 obser-varam que bebedores excessivos possuíram maiores va-lores de IMC quando comparados a bebedores leves emoderados. Topstrup et al.16 identificaram que homensconsumidores de 21 a 27 drinques semanais de cerveja,vinho ou destilados, apresentaram 1,32 vezes maischances de possuírem IMC elevado quando comparadosa consumidores de até 6 drinques. Este risco aumentoude acordo com o número de doses ingeridas. Consu -midoras de 7 a 13 drinques semanais apresentaram0,88 vezes menos chances de possuir IMC elevado.

Todos os quatro estudos transversais que investiga-ram os efeitos do consumo de bebidas alcoólicas sob aRCQ encontraram associações positivas significativaspara, pelo menos, um dos sexos investigados13,17,18. Oestudo de Bobak et al.13 indicaram que a cada litro decerveja consumido aumentou em 0,0017 cm a RCQ dehomens/semana. Machado et al.19 observaram que be-bedores de 4 doses diárias de cerveja possuíram 2,89vezes mais chances de ter RCQ elevada quando com-parado a não bebedores. Por outro lado, o consumo devinho apresentou um efeito protetor para RCQ elevada.Bebedores leves (1-12 drinques mensais) possuírammaior RCQ em relação a RCQ de bebedores pesados emoderados (13 ou mais drinques)15.

A CC foi mensurada por três estudos. Brandhagen etal.14 encontraram aumento de 2,29 centímetros (cm) acada grama de álcool ingerido em homens e nenhumaassociação para mulheres. Ferreira et al.17 também en-contraram ganho de 0,024 cm na CC em homens.

No estudo de Tostrup et al.16, citado anteriormente,bebedores e bebedoras de 28 drinques por semanapossuíram 1,80 vezes e 1,69 vezes mais chances de CCelevada, respectivamente. Entretanto, a ingestão dedrinques de 2 a 4 dias semanais teve um efeito prote-tor para CC elevada.

Estudos de coorte

As características descritivas dos estudos de coortesão apresentadas pela Tabela 2. Os indicadores antro-pométricos citados pelos estudos de coorte foram

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iguais aos avaliados nos estudos transversais, acresci-dos das medidas de peso corpóreo e dobras cutâneas(DC) (tricipital - DCT, bicipital - DCB e subescapular).

Os estudos de coorte que avaliaram possíveis asso-ciações entre RCQ, CQ, IMC e consumo alcoólico, ob-servaram ausência de associação entre as variáveis in-vestigadas20,21.

Resultados contraditórios foram encontrados para osefeitos do consumo alcoólico nas alterações da CC.Alguns estudos conduzidos com homens20,22,23 não en-contraram associação entre o consumo semanal de cer-veja, destilados e CC.

Halkjaer et al.24 observaram que o consumo semanalde vinho e destilados diminuiu a CC de mulheres em

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Figura. 1. Etapas do processo de seleção para inclusão de artigos na revisão sistemática.

n: amostra; LILACS: Literatura Latino-Americana e do Caribe em Ciências da Saúde; PubMed:Literatura Internacional em Ciências daSaúde; SCIELO – Scientific Eletronic Library Online; *Faixa et: faixa etária inapropriada **Pat. assoc: Patologia associada ao consumoalcoólico ***Antrop. não aval.: antropometria não avaliada ****Rev - revisões #Pop esp- populações específicas ## Tem – temáticadesinteressante ao assunto Etapa 1 – Seleção por bases de dados; Etapa 2 – Remoção por leitura de títulos; Etapa 3 – Remoção porleitura de títulos e resumos; Etapa 4 – Remoção por leitura de textos completos; Etapa final – Número de artigos filtrados e extraídospara compor a revisão sistemática.

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Referência PopulaçãoAmostragem

nConsumoalcoólico

Medidasantrop.

Tipo debebida

Análiseestatística

Resultados

Lahti-Koshiet al., 2000

25-6452%♀

Conveniência15096

Quantidadesemanal

RCQCerveja,vinho,licor

RegressãoLinear

♂e♀: Associação positiva entre o consumo de álcool eRCQ (♂: β=0,003; p=0,0001 e ♀: β=0,004;p=0,0051)

Machado et al., 2002

20-6058%♀

Conglomerados2441

Quantidadediária

CC, CQ,IMC, RCQ

Cerveja,vinho,

destilados

RegressãoLogística

♂: Consumo de ≥4 doses de cerveja/dia é um FR paraRCQ elevada (OR=2,89; p<0,001) ♀: Consumo devinho FP para RCQ elevada (OR=0,60; p<0,001)

Bobak et al., 2003

25-6452%♀

AleatóriaSimples 2353

Quantidadesemanal

IMC, RCQ Cerveja Regressão

Linear

♂: Associação positiva entre consumo de cerveja eRCQ inadequada (β=0,0017; p=0,001) ♀: Associaçãonegativa entre consumo de cerveja e IMC inadequada(β=-0,34; p=0,030)

Ferreira et al., 2008

20-59100%♂

Conveniência1235

Quantidadediária

CC, RCQ Cerveja,vinho,

aguardente

RegressãoLinear

♂: Associação positiva entre o consumo de etanol eCC,RCQ (CC: β=0,019; p=0,01 e RCQ: β=0,0002;p=0,03)Associação positiva entre ingestão deaguardente e CC (β=0,024; p=0,04) Associaçãopositiva entre o consumo de cerveja e CC e RCQ (CC:β=0,026; p=0,02 RCQ: β=0,0002; p=0,02)

Reséndiz et al., 2010

20-4986%♀

Conglomerados207

Frequênciaanual

IMC SD Regressão

Linear

♂ e ♀: Nenhuma associação entre o consumo debebidas alcoólicas e IMC>24,9 kg/m2 (β= -0,128; p = 0,082)

Kim et al., 2011

40-59 anos100%♂

Conveniência141

Frequênciamensal

IMC, RCQ Cerveja,vinho,

destilados

Análise decovariancia

♂: Bebedores pesados e leves possuem maiores valoresde IMC quando comparados com moderados (p=0,0001).Bebedores leves possuem maior RCQ quandocomparados com pesados e a moderados (p=0,02)

Brandhagenet al., 2012

36-61 anos54%♀

AleatóriaSimples 1135

Quantidadediária

IMC, CC Cerveja,vinho,

destilados

RegressãoLinear

♂: Associação negativa entre consumo de vinho e IMCaumentado (β=0,77; p<0,005) ♀: Associação positivaentre consumo de destilados e CC inadequada(β=2,29; p<0,01)

Tolstrup et al., 2005

50-65 anos50,7%♂

Conveniência49877

Quantidade e frequência

semanal IMC, RCQ

Cerveja,vinho,

destilados

RegressãoLogística

Consumo de drinques semanais e IMC elevado (ref.1-6dr/sem): ♂ OR=1,32 21-27 dr/sem; OR=1,78 ≥28d/sem; ♀ OR=0,88 7-13 dr/sem;OR=1,38 ≥28d/sem. Consumo de drinques semanais eCC elevada (ref. 1-6dr/sem): ♂ OR= 1,80 ≥28d/sem;OR= 1,26 21-27 dr/sem.; OR= 1,15 14-20 dr/sem. ♀ OR= 1,69 ≥28d/sem. Consumo de drinques semanaise CQ elevada (ref. 1-6dr/sem): ♂ OR= 0,73 ≥28d/sem;OR= 0,85 21-27 dr/sem.; OR= 0,92 7-13 dr/sem. ♀ OR= 0,78 ≥28d/sem

Tabela 1. Principais resultados encontrados pelos estudos transversais que avaliaram o efeito do consumo de álcool sobre marcadores antropométricos.

Nota: n – amostra; Medidas antrop. – Medidas antropométricas; IMC – Indice de Massa Corporal; CC – circunferência da cintura; CQ –cintura quadril; RCQ – relação cin-tura/quadril; SD- sem distinção; FR – Factores de riesgo; FP – Factor de protección

INFLUÊNCIA DO CONSUMO DE ÁLCOOL NAS ALTERAÇÕES ANTROPOMÉTRICAS: UMA REVISÃO SISTEMÁTICA

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ReferênciaTempo

(meses)População

Amostragemn

Consumoalcoólico

Medidasantrop.

Tipo debebida

Resultados

Laaksonenet al., 2002

8420-64 anos

56%♀Conveniência

5081 Quantidade

semanal IMC

Cerveja,vinho,

destilados

♂e ♀: Não houve diferença estatística para consumode álcool e mudança de peso (p>0,05)

Halkjaer et al.,2004

72 30-60 anos

51% ♂Conveniência

2300 Quantidade

semanal CC

Cerveja,vinho,

destilados

♀: Associação positiva entre o consumo decerveja/destilados e CC (β=0,08; p<0,05). ♂: Nenhuma associação entre o consumo de álcool eCC foi encontrada

Halkjaer et al.,2006

60 50-64 anos

54%♀Conveniência

39301 Quantidade

diária IMC, CC

Cerveja,vinho,

destilados

♂: Associação positiva entre CC e consumo de vinho(β=0,34; p<0,0001) ♀: associação inversa entre CC e consumo de vinho edestilados (β=-0,39; p=0,008; β=-1,36; p=0,01)

Romeo et al., 2007

2 26-46 anos

53%♂Conveniência

58 Quantidade

mensal DCs, Cs,IMC, RCQ

Cerveja ♂: Aumento significativo na DCB de bebedoresmoderados quando comparados a abstinentes(5,74±1,70 vs 6,23±1,74 p<0,05)

Tolstrup et al., 2008

60 50-64 anos

53%♀Conveniência

43543 Frequência Peso, CC

Cerveja,vinho,

destilados

♀: Associação inversa entre consumo de número dedoses de bebidas alcoólicas por semana e redução naCC (ptend <0,0001) ♂: associação não significativa(ptend=0,15) ♂ e ♀: Frequência de beber nãoassociada à diminuição na CC e esteve inversamenteassociada ao aumento na CC (perda ptend = 0,25 ♀;ptend=0,17 ♂ e ganho p tend<0,0001 ♀ ptend<0,0001 ♂)

Sayon-Oreaet al., 2011

72 20-60 anos

53%♀

AleatóriaSimples 9318

Quantidadesemanal

Peso, EN

Vinho tinto,branco,cerveja,

destilados

♂e ♀: Associação positiva entre ganho de peso eingestão de 7 ou mais drinques/semana (aumento de119 gramas/ano; p=0,04). Em comparação à nãobebedores, maior risco de desenvolverobesidade/sobrepeso foi encontrado para consumidoresde 7 doses de cerveja ou destilados/semana(p=0,05)

Tollofo et al., 2011

7 25-64 anos

67%♂Conveniência

21 (CID-10) Peso SD

♂e ♀: Não houve diferença estatística para mudançade peso entre abstinentes e não-abstinentes (p>0,05)

Tabela 2. Principais resultados encontrados pelos estudos de coorte que avaliaram o efeito do consumo de álcool sobre marcadores antropométricos.

Nota: n: amostra; Medidas antrop.:Medidas antropométricas; IMC:Índice de Massa Corporal; CC: circunferência cintura; DCs: dobras cutâneas; RCQ:relação cintura/quadril;EN:estado nutricional; SD:sem distinção; CID:Dependência.

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0,39 cm e aumentou a CC de homens em 0,34 cm, as-sim como o estudo realizado por Tolstrup et al.25 emque o aumento da frequência do consumo semanal debebidas alcoólicas resultou em diminuição da CC emmulheres e aumento em homens.

A DC bicipital apresentou aumento significativo embebedores de até 12 gramas/dia quando comparados aabstêmios20.

Os estudos que avaliaram a influência do consumo to-tal de álcool na modificação do peso corpóreo encontra-ram ausência de associações23,25. Sayon-Orea et al.26

verificaram que o aumento do número de doses consu-midas na semana aumentou em 1,19 gramas o pesocorporal dos indivíduos de ambos os sexos.

Estudos experimentais

Quatro estudos experimentais foram selecionadospara esta revisão27-30. Todos os estudos foram realiza-

dos em roedores da linhagem Wistar com tempo de du-ração variando entre 14 dias a 90 dias.

Os estudos com roedores apresentaram resultadoscontroversos, sendo a ingestão de álcool associadatanto ao aumento quanto à perda de peso não havendohomogeneidade na resposta associada à concentraçãoalcoólica oferecida (Tabela 3).

Estudo de caso-controle

Apenas um estudo de caso-controle preencheu oscritérios de inclusão dessa revisão31. Neste estudo foiobservado que a média da circunferência do braço (CB)de bebedores pesados foi significativamente menor doque em bebedores não pesados (27,5 cm vs 29,1 cm,p<0,01). O IMC e as medidas de peso corpóreo, DCT eDCS não diferiram significativamente entre os gruposinvestigados31.

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INFLUÊNCIA DO CONSUMO DE ÁLCOOL NAS ALTERAÇÕES ANTROPOMÉTRICAS: UMA REVISÃO SISTEMÁTICA

ReferênciaLinhage

m WistarN

Tempo(semanas)

Objetivo doestudo

Fornecimento de etanol

Resultados

Laureet al., 1989

Machos 18 2

Avaliar o efeito doálcool no ganho depeso e no consumode alimentos

0,10,20 %v/v

Ganho de peso entre os grupos apóso intervalo de 14 dias foisignificativamente diferente (p<0,05)sendo maior para bebedores de10%v/v de etanol quando comparadoàqueles consumidores de 20%v/v deetanol

Macieiraet al., 1997

Machos 69 12

Avaliar adependência deálcool em diferentesconcentrações

0,5,20,40 %v/v

Após administração do volumealcoólico, houve ganho de pesosignificativo durante todo oexperimento em todas asquantidades administradas

Aguiar et al., 2004

Fêmeas 24 5

Comparar o uso decalorias do etanolpor ratos eutróficose desnutridos emtermos de pesocorporal

0,5,10,20,40 %v/v

Perda de peso foi observada emratos eutróficos quando atingidos10% (v/v) de concentração deetanol (p<0,05). Ratos desnutridosapresentaram perda de peso quandoatingiram 20% de etanol. Esseefeito não foi observado comsolução de etanol igual a 40% (v/v)

Aguiar et al., 2009

Fêmeas 20 8

Avaliar a toxicidadeda ingestão deetanol em ratosdesnutridos. 2 fasesforam induzidas:eutrofia edesnutrição

5 %v/v

Etanol teve efeito oposto de acordocom o estado nutricional do roedor.A perda de peso foi minimizadaquando a desnutrição estavaimposta. Ratos eutróficos tiveramdiminuição no ganho de pesoquando expostos à 5% v/v de etanol

Tabela 3. Principais resultados encontrados pelos estudos experimentais que avaliaram o efeito do consumo de álcool sobre marcado-res antropométricos.

Nota: N- amostra

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DISCUSSÃO

Vinte estudos, (oito estudos transversais, sete coortes,um estudo de caso-controle e quatro estudos experi-mentais) foram identificados e incluídos nesta revisãosistemática12-31. A maioria dos estudos transversais nãoencontrou associações entre o consumo de álcool e IMCespecialmente na classificação de bebedores moderados.Assim, o consumo de bebidas alcoólicas dentro dos limi-tes propostos pela Organização Mundial de Saúde (2 do-ses/dia para homens e 1 dose/dia para mulheres)32 pos-sivelmente não acarreta alterações antropométricascaracterísticas de ganho de peso e acúmulo de gorduracorporal. Apesar de haver meta-analises indicando que oconsumo moderado de bebidas alcoólicas pode auxiliarna prevenção de diabetes do tipo 233,34, o consumo mo-derado de álcool não deve ser incentivado devido aorisco de susceptibilidade a exposição alcoólica e desen-volvimento de dependência por alguns indivíduos10.

Associações positivas entre o consumo de álcool emedidas de adiposidade abdominal (RCQ e CC) foramencontradas, especialmente em bebedores excessivos econsumidores de cerveja. O maior consumo de álcoolpropiciará maior fornecimento calórico e ganho de te-cido adiposo, uma vez que, a absorção de etanol inter-fere na oxidação lipídica4.

Associações positivas entre o consumo de álcool e asmedidas de adiposidade corporal foram observadasmais frequentemente em homens do que em mulheres,o que pode ser explicado pelo maior consumo alcoólicoem homens devido à socialização e à metabolização etoxicidade alcoólica diferente entre ambos os sexos35,36.

A metodologia dos estudos revisados também deveser levada em consideração. Os resultados observadosem estudos transversais podem ser decorrentes de ví-cio de informação uma vez que esse tipo de estudo nãoconsegue identificar a relação temporal entre causa eefeito. Estudos longitudinais são mais protegidos contraesse tipo de vício, fornecendo evidências mais fortesentre a causa e exposição37. A padronização da ofertaalcoólica, por concentração da substância, foi um pontopositivo para a comparação dos estudos experimentaisrevisados, já que, todos concordaram em haver umaestrita relação entre a ingestão de etanol e ganho depeso nos animais27-30.

Nesta revisão foi observado que há escassez qualita-tiva e quantitativa de estudos que investigam a relaçãoentre consumo de álcool e alterações antropométricas. Aausência de seguimento da metodologia STROBE no

conteúdo dos artigos avaliados foi considerada um fatorlimitante para a qualidade dos artigos publicados. A es-cassez quantitativa foi observada através da inclusão deapenas vinte estudos. Entretanto, a presente revisão for-nece, por meio de atuais dados (70% publicados nos úl-timos 10 anos), subsídios para a formulação de projetosque promovam melhorias à saúde da população adulta,além de vertentes para futuras pesquisas nesta temática.

Com o objetivo de comparar os achados, optou-sepor demonstrar através de quadros expositivos, carac-terísticas que aproximassem às amostras dos diferentesestudos. Entretanto, a ausência de padronização classi-ficatória para quantificação e frequência do consumoalcoólico foi um fator que limitou a comparação dos re-sultados observados nos estudos com humanos.

CONCLUSÃO

Não está claro se o consumo de álcool influencia po-sitivamente ou negativamente nos indicadores e medi-das antropométricas. Os estudos revisados encontra-ram associações positivas, negativas ou inexistentes.No entanto, uma vez que as associações positivas en-tre álcool e modificações nas medidas adiposas foramos resultados mais observados, é possível que haja umefeito sobre a obesidade abdominal, principalmente emindivíduos do sexo masculino. Futuras pesquisas devemser realizadas para determinar o efeito específico de di-ferentes tipos de bebidas na modificação das medidasantropométricas em humanos.

AGRADECIMENTOS

Os autores deste trabalho agradecem a CAPES e aFAPEMIG pelo apoio através de bolsas e recursos finan-ceiros; às Universidades Federais de Ouro Preto e Juizde Fora pelo apoio, recursos humanos e infra-estrutura.

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• Cartas a la revista: relacionadas con artículos apare-cidos en la publicación. Su extensión máxima será de2 páginas.

• Otros. Adicionalmente, se admitirán para su publica-ción noticias, informes, conferencias, cursos, convo-catorias de reuniones y congresos así como de pre-mios y becas. La extensión y forma de presentaciónde los textos recibidos para este apartado estarán su-jetos sin notificación previa a las modificaciones queel Comité Editorial estime convenientes.

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• Título del artículo en español o portugués y en inglés.

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Normas de publicación

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3. Resumen

Deberá ser comprensible por sí mismo sin contener ci-tas bibliográficas. Será redactado obligatoriamente enlos siguientes idiomas: a) español ó portugués y b) in-glés, respetando en todo caso la estructura del trabajoremitido con un máximo de 250 palabras:

• Introducción

• Objetivos

• Métodos

• Resultados

• Discusión

• Conclusiones

4. Palabras clave

Debe incluirse al final de resumen un máximo de 5 pa-labras clave que coincidirán con los Descriptores delMedical Subjects Headings (MeSH) accesible en la URLsiguiente: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?db=mesh

5. Abreviaturas

Se incluirá un listado de las abreviaturas presentes enel trabajo con su correspondiente explicación.

6. Texto

De acuerdo a la estructura siguiente:

• Introducción

• Objetivos

• Métodos

• Resultados

• Discusión

• Conclusiones

• Bibliografía

Es necesario especificar, en la metodología, el diseño, lapoblación estudiada, los sistemas estadísticos y cuales-quiera otros datos necesarios para la comprensión per-fecta del trabajo.

7. Agradecimientos

En esta sección se deben citar las ayudas materiales yeconómicas, de todo tipo, recibidas señalando la enti-dad o empresa que las facilitó. Estas menciones debende ser conocidas y aceptadas para su inclusión en es-tos “agradecimientos”.

8. Bibliografía

Tienen que cumplir los Requisitos de Uniformidad delComité Internacional de Directores de RevistasMédicas, como se ha indicado anteriormente.

Las referencias bibliográficas se ordenarán y numera-rán por orden de aparición en el texto, identificándosemediante números arábigos en superíndice. Para citarlas revistas médicas se utilizarán las abreviaturas inclui-das en el Journals Database, disponible en la URL: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?db=journals

9. Figuras y fotografías

Deben elaborarse teniendo en cuenta las siguientes in-dicaciones:

Se realizarán utilizando programas informáticos adecua-dos que garanticen una buena reproducción (300 píxe-les de resolución por pulgada) en formato BMP, TIF óJPG. No se admiten ficheros de Power-point ni similares.Los gráficos y las figuras podrán ser enviados preferible-mente en color o, en su defecto, en blanco y negro o entonos de grises.

ENVÍO DE ORIGINALES

Los trabajos se remitirán por vía electrónica utilizandoexclusivamente el formulario disponible en la web de larevista: www.revista.nutricion.org

EVALUACIÓN DE ORIGINALES

Los trabajos remitidos para publicación serán evaluadosmediante el método de la doble revisión por pares.El autor principal podrá proponer revisores que no es-tén vinculados al original remitido.

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