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Ocupaciones agropastoriles Humahuaca

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35Ocupaciones Agropastoriles Tempranas al Sur de la Quebrada de Humahuaca…Volumen 34, Nº 1, 2002. Páginas 35-52

Chungara, Revista de Antropología Chilena

OCUPACIONES AGROPASTORILES TEMPRANAS AL SUR DELA QUEBRADA DE HUMAHUACA (JUJUY, ARGENTINA)

EARLY AGROPASTORAL OCCUPATIONS IN THE SOUTH OF THEQUEBRADA OF HUMAHUACA (JUJUY, ARGENTINA)

Mercedes Garay de Fumagalli* y María Beatriz Cremonte**

Se presentan nuevas evidencias sobre asentamientos formativos ubicados entre Volcán y el valle de Jujuy. Esta zona incluye a laporción meridional de la quebrada de Humahuaca (prepuna) y a las yungas occidentales (bosque montano y su transición al bosquechaqueño). Las ocupaciones agropastoriles comentadas en este artículo presentan registros arqueológicos que las diferencian desitios contemporáneos conocidos en la quebrada de Humahuaca. La ocupación temprana hallada por debajo del Pukara de Volcán(períodos de los Desarrollos Regionales e Inka), los sitios de Trigo Pampa, Lozano y San Pablo de Reyes manifiestan algunasvariaciones en sus emplazamientos y contextos cerámicos. Se proponen algunas hipótesis sobre las características de estos sitios enrelación con la tradición San Francisco.

Palabras claves: Formativo, ambiente, cerámica, San Francisco.

New evidence regarding about Formative settlements located between Volcán and Jujuy Valley is presented. This zone includes thesouthern section of the Quebrada de Humahuaca (Prepuna) and the western yungas (Bosque Montano and its transition to theMonte Chaqueño). The agropastoralist occupations defined in this article have archaeological records that differentiate them fromcontemporaneous sites found in the Quebrada de Humahuaca. The early occupation located below the Pukara of Volcán (DesarrollosRegionales and Inka periods), Trigo Pampa, Lozano and San Pablo de Reyes sites, show some variations in their settlementlocations and ceramic contexts. Some hypotheses regarding these site traits in relation to the San Francisco Tradition are dis-cussed.

Key words: Formative, environment, ceramic, San Francisco.

* CREA-Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. UNJU. Otero 262-4600 San Salvador de Jujuy. [email protected]** CONICET. Instituto de Geología y Minería. UNJU. Av. Bolivia 1661-4600 San Salvador de Jujuy. [email protected]

Recibido: julio 2000. Aceptado: diciembre 2001.

En este trabajo se dan a conocer cuatro insta-laciones del período Formativo, tres de ellasasignables a la tradición San Francisco y otra quepresenta afinidades con la misma. Importa señalarque dichas instalaciones se encuentran emplaza-das fuera del área nuclear1 de esta tradición, en unmedio ambiente claramente diferente del que ca-racteriza a las tierras bajas. Las nuevas evidenciasque se presentan en esta oportunidad aportan da-tos sobre procesos de complejidad creciente enestas sociedades, al mostrar asentamientos agro-pastoriles tempranos emplazados, como hemos di-cho, lejos del área nuclear, que evidenciarían laexplotación y control de nuevos territorios y de víasde interacción a mediana y larga distancia con so-ciedades coetáneas.

La amplia dispersión espacial del San Fran-cisco es conocida en el Noroeste Argentino (NOA)a través de su estilo cerámico claramente definido,presente en numerosos asentamientos formativos,indicando en la mayoría de los casos situaciones

de contacto. En este sentido, las investigacionesrealizadas en Volcán aportan evidencias de ocupa-ciones efectivas en territorios considerados margi-nales para estas sociedades, con cronologías con-temporáneas a las ocupaciones del valle del ríohomónimo. Por lo antedicho, consideramos quenuestro aporte abre una nueva perspectiva de aná-lisis sobre el grado de complejidad social y de or-ganización y uso del espacio de estas sociedades,que difiere del modelo de carácter difusionista plan-teado por Dougherty (1974b, 1975), que asigna alos asentamientos en áreas marginales un caráctertardío y decadente.

Los estudios referidos a comunidades forma-tivas de la Provincia de Jujuy permitieron identifi-car una serie de asentamientos de tal carácter ubi-cados en la quebrada de Humahuaca y subsidiarias,en la puna y en el valle del río San Francisco, des-conociéndose, hasta ahora, sitios tempranos en elsur de la quebrada y en el valle de Jujuy. Cada unode estos desarrollos fue estudiado en su ámbito,

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con relación al medio ambiente y los recursos pro-pios de la zona, lográndose delimitar, así, territo-rios bastante definidos para cada uno de ellos(Dougherty 1974a, 1975, 1977; Hernández Llosaset al. 1985; Madrazo 1969; Olivera y Palma 1992).Se avanzó en menor medida en el estudio de losprocesos de interacción entre sociedades formativasde la quebrada de Humahuaca y del valle del ríoSan Francisco, a pesar de que en el registro arqueo-lógico surgían evidencias referidas a la presenciade bienes de yungas en contextos quebradeños yaún en oasis altiplánicos como Toconao y San Pe-dro de Atacama, si bien varios autores llamaronreiteradamente la atención sobre este hecho(González 1963; Núñez y Dillehay 1995; PérezGollán 1973, entre otros).

En el presente trabajo presentamos nuevas evi-dencias acerca de asentamientos humanos perte-necientes al Formativo, ubicados en los vallessudorientales de Jujuy, a partir del 23º 40' lat. S.,como así también de una instalación San Francis-co por debajo de la ocupación tardía del Pukara deVolcán, en un medio ambiente prepuneño. Todosellos están instalados en cotas más bajas que lasconocidas hasta ahora para otros sitios tempranosde la quebrada y presentan diferencias en los con-textos cerámicos y en el patrón de instalación, res-pecto a los anteriores.

Estos sitios son: Trigo Pampa, situado a 1.600msnm, sobre una terraza cuaternaria del arroyohomónimo, 10 km al oeste de la actual localidadde Ocloyas a los 65º 13' long. O. y 23º 46' lat. S.,Lozano (Loz.1), a 1.450 msnm sobre una terrazadel río Grande y cerca de la margen izquierda delrío Lozano, en la desembocadura en el río Grandea los 65º 24' long. O. y 24º 04' lat. S. San Pablo deReyes, emplazado también sobre una antigua te-rraza del río Grande, situada en la margen derechadel mismo, a 1.400 msnm rodeado por los arroyosSan Pablo y Barcaza, a los 65º 19' long. O. y 24º07' lat. S. y el asentamiento temprano de Volcán,ubicado por debajo del Pukara de Volcán a los 65º24' long. O. y 23º 45' lat. S. (Figura 1).

Tarragó (1992) presentó un modelo para elFormativo en el Noroeste Argentino, donde plan-teó cuatro alternativas que comprenden los tiposde instalación de las aldeas agropastoriles tempra-nas. Los sitios referidos corresponden al segundotipo “posición de ecotono entre quebradas áridas yvalles húmedos del este” (Tarragó 1992: 307), dadoque la quebrada de Humahuaca y sus bordes son

en sí un ecotono con estas características. Sin em-bargo, lo más significativo de estos sitios es quetodos se relacionan, según mecanismos que anali-zaremos a continuación, con los originados en elvalle del río San Francisco y que corresponderíanal tercer tipo de los planteados por Tarragó: “inter-sección en cuencas hidrográficas de envergadura”(Tarragó 1992: 307)2. Esta relación con la tradi-ción San Francisco confiere una idiosincrasia par-ticular a los asentamientos y, por lo tanto, a la ocu-pación temprana en el sector sur de la quebrada deHumahuaca, que consideramos está relacionadacon la configuración espacial de esta región.

La Tradición San Francisco

Las primeras menciones sobre la tradición SanFrancisco se deben a Nordenskiöld (1903) y Boman(1908). Serrano (1962) caracteriza el sector nortedel “área subandina” como la cuna de la “CulturaSubandina del Chaco Occidental”, “Cultura SantaBárbara” o “Cultura San Francisco”, los tres nom-bres con que la designa y a la que define por sustipos cerámicos: Arroyo del Medio y El Infante.En cuanto a su cronología, la ubica en fechas anti-guas, considerando que posee elementos distinti-vos respecto a las culturas agrícolas más evolucio-nadas. Por analogía supone que se corresponde con“los antiguos niveles de La Ciénaga y Candelaria,es decir que se remonta al año 250 de nuestra era,según el radiocarbono” (Serrano 1962: 42).

El estudio sistemático y profundo de estasmanifestaciones se debe a Dougherty quien, desde1970, dedicó todo su esfuerzo a la indagación dela arqueología del valle del río San Francisco y re-giones aledañas. Desde esa fecha, ya cuestiona eltérmino “cultura” utilizado por Serrano por consi-derar que “la variación interna de la subregión SanFrancisco, es mayor que la que podría ser incluidadentro del criterio de cultura, tal como ha sidodescripta por Tylor (1948)” (Dougherty 1975: 373).Aplicando un criterio más tecnológico, proponedenominar a estas manifestaciones como “Com-plejo Alfarero San Francisco” (Dougherty 1974b).Posteriormente lo llamará “Complejo Arqueológi-co San Francisco” (Dougherty 1975) y más tarde“Tradición San Francisco” (Dougherty 1977).

Con el avance de sus investigaciones, Doughertydescubre instalaciones San Francisco en otrosecosistemas, diferentes a los que caracterizan a lazona central, con lo cual afirma que la dispersión

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Figura 1. Mapa del sector sur de la quebrada de Humahuaca y valles orientales.Map of the southern section of quebrada de Humahuaca and eastern valleys.

espacio-temporal del complejo es mucho mayorque la que se suponía y que llevó a concebir a estasmanifestaciones como una cultura por parte deSerrano. Dougherty interpreta esta variación comoproducto de la dispersión y adaptación a nuevosambientes por parte de representantes de una anti-gua tradición cultural que se expanden en direc-ción norte-sur, a lo largo del cauce del río San Fran-cisco y que, ascendiendo por las cuencas de losríos y arroyos subsidiarios, hacia el este y el oeste,ocupan los ecosistemas a los que hicimos referen-cia. También observa que este proceso de varia-ción cultural interna ha quedado reflejado en losconjuntos cerámicos que “muestran un gradual

empobrecimiento de los cánones tecnológicos yartísticos definidos en el sector central” (Dougherty1974b: 2) y que dicho empobrecimiento guarda re-lación directa con el grado de alejamiento del asen-tamiento estudiado. Como ejemplo de lo anteriormenciona cuatro yacimientos: Capillas-El Cucho;PA II en Palpalá; El Rey I y Lomas de Olmedo.También especifica que “los tres primeros mues-tran una disminución abrupta en el porcentaje delos fragmentos alfareros asignables al grupo SanFrancisco Pulido (S.F. Pulido), con respecto al va-lle del río San Francisco, en tanto Palpalá y Lomasde Olmedo muestran asociación con materiales quepueden ser considerados alóctonos al Complejo y

N

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EO

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su área de dispersión” (Dougherty 1974b: 2). Ba-sado en las observaciones comentadas, el mismoautor procede a realizar una sectorizaciónmedioambiental de la subárea San Francisco, a laque caracteriza por sus condiciones ecológicas ypor los sitios arqueológicos detectados. Delimitaocho regiones, de las cuales nos interesa destacardos con relación al presente trabajo: el sector SanPedro-El Carmen-Palpalá y el sector Las Capillas-El Cucho (Dougherty 1974b).

Al primer sector, ubicado en el cauce medio yfinal del río Lavallén y faja central de la Provinciade Salta, le asigna un desarrollo desde el 100 a.C.al 1 d.C. en razón de su hipótesis sobre desplaza-miento y considera que está vinculado estilística-mente al Complejo San Francisco, por su grupoS.F. Pulido. Destaca que en los materiales recupe-rados en San Pedro, Palpalá y El Carmen se vengrandes afinidades con elementos alfareros de lacultura Condorhuasi y Candelaria. Los sitios pro-puestos como propios de este sector son los ubica-dos en los alrededores de San Pedro, Palpalá,Pucarita, Monterrico y Puesto Viejo en el Departa-mento El Carmen de la Provincia de Jujuy.

El segundo sector que presenta interés con re-lación a nuestras investigaciones es el de Las Ca-pillas-El Cucho, ubicado en las cabeceras del ríoNegro, sobre los ríos homónimos. En esta regiónboscosa, que se desarrolla al oriente del departa-mento Capital, recupera materiales característicosdel S.F. Ordinario, junto con materiales propios delos Desarrollos Regionales de la quebrada deHumahuaca e incaicos, entre los que destacaalfarerías pertenecientes al estilo Angosto ChicoInciso. Este hecho lo explica considerando que LasCapillas fue transitado en una época que podríaremontarse al 300 d.C. y luego fue utilizado haciafinales de la época prehispánica por otros gruposprovenientes del oeste.

Para este sector, Dougherty postula además quelos sitios alejados del eje central, constituido porel río San Francisco, pueden haber tenido contac-tos, debido a una mayor permanencia en el sectorcon grupos cronológicamente más tardíos. Por lotanto los habitantes de las cabeceras de los ríosLedesma (Corral de Piedra) y Negro (Las Capi-llas) pudieron recibir influencias de grupos prove-nientes de la quebrada de Humahuaca, que se ha-brían visto reflejadas en su contexto sociocultural.Para estos sitios, “por correlación con el desarro-llo cultural en esta subregión se propone una épo-

ca fluctuante entre el 400 y el 500 d.C.” (Doughertyet al. 1984: 215).

El análisis de Dougherty es el único que avan-za sobre posibles procesos de interacción entre lassociedades San Francisco con otras coetáneas, aun-que no haya estado planteado en estos términos.Asimismo, postula que otros contactos con la que-brada de Humahuaca pudieron producirse más alsur, debido a las similitudes ambientales entre elvalle de San Pedro de Jujuy y el de Reyes. Sinembargo, la interrupción de sus trabajos le impi-dió plantear otros mecanismos de interacción ydispersión de estas sociedades.

Existe consenso en considerar que losasentamientos San Francisco cubrieron un rangotemporal comprendido entre aproximadamente el700 a.C. y el 300 d.C. La perduración de por lomenos 1.000 años de estas manifestaciones cultu-rales (casi sin variaciones en sus conjuntosergológicos) en un amplísimo sector de las SelvasOccidentales permite connotarlas como integran-tes de una tradición. Sin embargo, a pesar de lasdécadas transcurridas desde su identificación, sonmuy escasas las dataciones absolutas conocidaspara la subárea San Francisco, en gran parte debi-do a la escasez de investigaciones sistemáticas enla zona, a la poca potencia estratigráfica corres-pondiente a las ocupaciones de la región explora-da hasta el presente y a la mala preservación delregistro arqueológico no alfarero. Situaciones que,con excepción de Volcán, se reiteran en los otrostres sitios que presentamos en este trabajo, en loscuales no fue posible obtener muestras paradataciones radiocarbónicas. Tal como señala Ortiz(1997), las deficiencias en el conocimiento del re-gistro arqueológico del San Francisco se reflejanen la ausencia de secuencias locales, la escasez dedataciones absolutas, carencia de estudiospaleoclimáticos y ausencia de registros sistemáti-cos sobre la estructura formal, cuantitativa ydistribucional del paisaje arqueológico. Los fecha-dos radiocarbónicos dados a conocer hasta ahorapara sitios de la subárea San Francisco se resumenen la Tabla 1.

Del listado de fechados surge que el panora-ma cronológico de la subárea San Francisco es aúncomplejo e incompleto; para la mayoría de los si-tios se cuenta con un solo fechado y varios de ellossin calibración. Según los autores, el lapso de unos900 años para El Fuerte (Departamento Santa Bár-bara) se interpretaría a causa de una ocupación

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extensa pero no continua. Esto explicaría la altafrecuencia de material cerámico recuperado y sucorrelación con una economía basada en la horti-cultura y con énfasis en la caza y recolección(Dougherty et al. 1999). Pero ciertamente, es ne-cesario contar con información adicional sobre losprocesos de formación del sitio para una mejorevaluación de su historia ocupacional.

Con relación al análisis de la cerámica SanFrancisco, Dougherty estableció dos grandes gru-pos: San Francisco Pulido (S.F. Pulido), equivalenteen parte al grupo Arroyo del Medio de Serrano(1962), y el San Francisco Ordinario (S.F. Ordina-rio), también equivalente en parte al grupo El In-fante del autor citado, proponiendo una vincula-ción estrecha y compleja entre ambos.

Al referirse a las pastas del grupo S.F. Pulido,Dougherty identificó los siguientes componentes:arena fina, tiestos molidos de hasta 2 mm, rocagranítica descompuesta, partículas de carbón ypajuelas de mica. Considera que las inclusiones degranito podrían indicar diferencias cronológicas yque las micas presentan un carácter más local en elsitio El Infante. Las pastas más comunes son ne-gras, grises o marrones oscuras y minoritariamente

rojo, ante o naranja. También el autor señala que lacocción es menos controlada en los sitios más ale-jados del eje del río San Francisco. Las vasijas deeste grupo pueden estar incisas, pintadas o mode-ladas.

Las pastas del grupo S.F. Ordinario (Dougherty1977: 243-245) presentan inclusiones finas a muygruesas de arena, tiestos molidos de hasta 3,5 mm,gravillas toscas molidas, raramente mica, rocagranítica descompuesta (más común en el sitioPalpalá-II) y posiblemente carbón molido. Las pas-tas más comunes son negras o marrones, yminoritariamente de colores ante, rojo o naranja.Las superficies externas son rojas o naranjas y ra-ramente marrones o negras. Pueden presentar unacobertura desleída, amarillenta o blancuzca. Engeneral las superficies son medianamente ásperasy a veces recubiertas con revoque grueso conantiplástico de tiesto molido. La cocción es pococontrolada y la decoración puede ser corrugada,incisa o por desplazamiento de arcilla. Los agre-gados plásticos no son comunes en los sitios SanFrancisco, se trata de representaciones zoomorfasemplazadas en las asas y son muy raras las carasantropomorfas con ojos en grano de café.

Tabla 1. Dataciones radiocarbónicas de la subárea San Francisco (NOA).Radiocarbon dating of the San Francisco subregion (NOA).

Muestra Sitio Edad convencional Edad calibrada

ANU-446. Carbón vegetal Agua Negra (El Piquete- 2.570 ± 80 a.p. –(Dougherty 1975) Dto. Sta Bárbara-Jujuy) 620 ± 80 a.C.

SI-6957. Carbón vegetal Los Hornos 2.365 ± 95 a.p. –(Fernández Distel 1988) (Dto. San Pedro-Jujuy) 415 ± 95 a.C.

Gak-9772. Carbón vegetal Abra de Los Morteros 3.460 ± 110 a.p. –(Fernández Distel 1994) (Dto. Sta Bárbara-Jujuy) 1.510 ± 110 a.C.

Beta-119821 Finca Torino 1.970 ± 40 a.p. 40 a.C. ± 70 d.C.(Ortiz 2000) (Dto. San Pedro-Jujuy)

LP-596. Valvas perforadas El Fuerte 2.280 ± 60 a.p. 550 ± 70 a.C.de gasterópodos (Dto. Sta Bárbara-Jujuy)(Dougherty et al. 1999)

LP-612. Oseo El Fuerte 1.740 ± 55 a.p. 130 ± 60 a.C.(Dougherty et al. 1999) (Dto. Sta Bárbara-Jujuy)

LP-618. Oseo El Fuerte 1.540 ± 60 a.p. 330 ± 70 d.C.(Dougherty et al. 1999) (Dto. Sta Bárbara-Jujuy)

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Características Diferenciales del Espacioen el Sur de la Quebrada de Humahuaca

y sus Bordes

La estructura geológica y la dirección de blo-ques dominantes en el sector meridional de la que-brada de Humahuaca y sus bordes, tanto orientalcomo occidental, determinan condiciones distinti-vas en el mismo, con relación al sector central ynorte: (1) las unidades geomorfológicas de puna,quebrada y valles están más cercanas entre sí y laselevaciones serranas pierden altura progresivamen-te; (2) las condiciones medioambientales del sec-tor meridional de la quebrada son más húmedas ytempladas y las yungas se extienden hacia el oeste,atravesando el valle del río Grande a la altura deLeón; (3) los cauces del río Grande y del río SanFrancisco se acercan paulatinamente hacia el sur,dado que el primero, tras unirse con el río Lavayén,da origen al San Francisco.

Todas estas características geográficas hangenerado que en el sector meridional de la Que-brada los procesos de contacto con las tierras bajasy el valle del río San Francisco se vieran favoreci-dos por las condiciones descriptas. Estos contac-tos se han realizado fundamentalmente por las si-guientes vías de comunicación de sur a norte: lacuenca del río Grande de San Pedro-valle de Jujuy;el río Negro y sus cabeceras: (río Capillas-Cucho);el río Ledesma y sus cabeceras (la cuenca del ríoCorral de Piedra)3.

En cuanto a la comunicación con el Pukara deVolcán, la tercera vía es la más expedita. A partirde la cuenca del río Ocloyas, la misma ofrece dosalternativas. La más directa y usada ha sido la quecomunica este río con las localidades de San Ja-vier, San Bernardo y quebrada de Huajra. Pero tam-bién es posible acceder desde el río Ocloyas alCorral de Piedra; Tiraxi Grande y de allí por laquebrada de Jaire, a la quebrada de Humahuaca,20 km al sur de Volcán (Figura 1).

Sitios del Sur de la Quebrada deHumahuaca y Valles Sudorientales

1. Volcán

En un cono volcado transversal a la quebradade Humahuaca, a 2.080 msnm, por debajo de losniveles de ocupación tardíos correspondientes alPukara de Volcán, se detectó otra ocupación hu-mana, propia del Formativo, que fue datada opor-tunamente en:

Tum1B3 31-6.a: 1940±40 a.p., Beta-119669Standard-AMS, carbón vegetal.

Cal. 1 σ: 45-110 d.C. Cal. 2 σ: 5 a.C-145 d.C.

Tum1B3 30-7.a: 1940±70 a.p., Beta-119670Standard extended counted time, carbón vegetal.

Cal. 1 σ: 5-135 d.C. Cal. 2 σ: 60 a.C-240 d.C.

Para las calibraciones se utilizó el método deStuiver y Reimer (1993).

Dicha ocupación se encuentra a 2 metros deprofundidad, bajo el piso de formación de un ba-surero correspondiente a los Desarrollos Regiona-les e Inka (TUM 1-B3). El evento tiene una poten-cia de 0,80 m. De los siete estratos excavados, losdos primeros arrojaron escaso material, el que au-menta notoriamente en los niveles VI y VII, sobreel piso de ocupación. El registro arqueológico deestos niveles está conformado exclusivamente pormaterial cerámico (Figura 2).

De los niveles excavados, se recuperaron 594fragmentos cerámicos (61 decorados y 27 bordes),correspondientes a los grupos S.F. Ordinario (44%),S.F. Pulido (37%) y a los Tardíos: Negro sobreRojo, Pucos con Interior Negro y Ordinarios (19%),presentes en los niveles superiores de las doscuadrículas excavadas. Es importante señalar quelos 40 fragmentos con decoración incisa S.F. Puli-do Gris Inciso corresponden por lo menos a unas20 vasijas diferentes. Los fragmentos cerámicos noson buenos indicadores de las formas completasde las vasijas, pero podemos decir que estánpresentes: escudillas evertidas de perfil simple ycompuesto y subconvexas de perfil compuesto;pucos evertidos asimétricos de perfil inflexo; bo-tellas subglobulares de cuello restringido con per-fil inflexo o compuesto; ollas de contorno inflexoy probables vasos pequeños y medianos cilíndri-cos o subcilíndricos. Las bases son planas y algu-nos bordes presentan engrosamiento externo “encoma”. Las formas coinciden en gran medida conlas registradas por Ortiz (1997) para San Pedro deJujuy. No se recuperaron fragmentos de pipas.

Los fragmentos decorados presentan los si-guientes motivos: (1) líneas paralelas incisas finas,medianas o gruesas. En un fragmento formandohaces de cinco líneas rellenas con pintura roja (S.F.Pulido Gris Inciso); (2) línea incisa perimetral alborde formando un surco de 5 mm de ancho en elgollete de un probable botellón (S.F. Pulido GrisInciso); (3) línea perimetral incisa asociada conhilera de incisiones ovales (S.F. Ordinario); (4) lí-neas incisas anchas formando ángulos agudos pa-

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ralelos (con o sin relleno de puntos incisos) o comohaces de líneas en diferentes direcciones (S.F. Pu-lido Gris Inciso); (5) rombos rellenos con puntosdelimitados por líneas verticales paralelas. Los tra-zos son finos y desprolijos (Gris Pulido Negro In-ciso); (6) ángulos rellenos con líneas incisas para-lelas horizontales delimitados por líneas verticales,algunas con relleno de puntos. Este motivo corres-ponde a la decoración externa de una escudilla com-puesta con mamelón en la base del asa en cinta (S.F. Pulido Gris Inciso); (7) triángulo inciso en línea

fina (desprolijo), rellenado con líneas cortas incisas(S.F. Pulido Gris Inciso); (8) impresión de cordelvegetal retorcido por debajo del borde, asociadocon tira aplicada con impresiones unguicularesgruesas y oblicuas (S.F. Pulido Gris Inciso); (9)impresiones unguiculares en hilera por debajo debordes con engrosamiento externo (S.F. Pulido GrisInciso); (10) impresiones unguiculares muy peque-ñas y delgadas en hileras (S.F. Pulido Gris Inciso);(11) hilera de incisiones arrastradas paralelas for-mando un collar alrededor del borde de una escu-

Figura 2. Perfil sitio TUM 1 (Pukara de Volcán) B-3. Cuadrícula A- perfil norte.Profile of TUM 1 site (Pukara de Volcán) B-3. Grid square A- north face profile.

Escala 1=100

0 10 20 30 40

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dilla de perfil compuesto (S.F. Ordinario); (12) co-rrugado poco visible de tipo imbricado. Se tratade tiras superpuestas y luego pulidas (S.F. PulidoGris Inciso); (13) líneas incisas finas paralelas, aambos lados del motivo la superficie presentaengobe naranja rojizo pulido (S.F. Pulido Rojo so-bre Ante); (14) líneas gruesas quebradas de color

rojo morado sobre engobe amarillento pulido (S.F.Pulido Bicolor); (15) líneas paralelas verticales pin-tadas en rojo morado sobre el color natural de lapared (S.F. Pulido Bicolor); (16) representaciónzoomorfa modelada (¿lechuza?) con ojos en granode café y con rastros de pintura roja (S.F. Pulido)(Figura 3).

Figura 3. Cerámica de Volcán: a y d: San Francisco Pulido Bicolor; b, c, e, f, g, h, i, j: San Francisco Gris Pulido Inciso; y k: SanFrancisco Pulido Castaño.Volcán pottery: a and d: San Francisco Pulido Bicolor; b, c, e, f, g, h, i, j: San Francisco Gris Pulido Inciso; and k: San FranciscoPulido Castaño.

0 1 2 3 cm

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En Volcán están presentes las pastas finas contiestos molidos, las pastas gruesas con granitomolido y las pastas medias con arena y porcenta-jes variables de tiesto molido. La mayoría de laspastas S.F. Pulido Gris Inciso corresponden a estasúltimas, sin embargo, no existe una clara correla-ción entre tipos cerámicos y tipos de pastas. Laspastas de Volcán son muy similares a la de los ti-pos San Francisco de San Pedro de Jujuy. Con baseen el análisis petrográfico pudieron determinarsecuatro grupos. En el Grupo 1, los componentespredominantes corresponden a fragmentos de ro-cas graníticas (tipo dioritas o granodioritas) y es-tán presente en los tipos: S.F. Pulido Rojo/Ante,S.F. Pulido Negro Liso, y S.F. Ordinario. En elGrupo 2 el componente predominante es tiestomolido y está presente en los tipos S.F. Pulido (cas-taño claro), S.F. Pulido Gris Inciso, S.F. PulidoBicolor. En el Grupo 3, las inclusiones predomi-nantes corresponden a arena y la cantidad de tiestomolido es baja: S.F. Pulido Gris Inciso. Por últi-mo, en el Grupo 4 las inclusiones predominantescorresponden a tiesto molido y arena: S.F. PulidoGris Inciso (castaño grisáceo) y S.F. Pulido NegroInciso. Otros tipos cerámicos presentes son el RojoOrdinario, Rojo Alisado y Castaño Alisado(Cremonte y Fumagalli 1999).

En su momento, interpretamos este sitio comoproducto de la instalación efectiva de grupos SanFrancisco. Los mismos habrían ocupado una topo-grafía elevada y en un ambiente distinto del quecaracteriza a los emplazamientos propios de estassociedades. Esto, con el fin de captar nuevos terri-torios para obtener recursos alternativos, por ejem-plo la ganadería de camélidos y también estable-cer bases territoriales para estimular los procesosde interacción con sociedades instaladas en otrosecosistemas, como las del borde oriental de la puna.

2. San Pablo de Reyes

El sitio es un montículo de escasa elevación,sin estructuras de muro en superficie ni en profun-didad. Los hallazgos se recuperaron a partir de los0,60 m desde la superficie actual del terreno hastalos 1,50 m. El material rescatado que es sólo alfa-rero, conforma una muestra representativa integra-da en su 95% por fragmentos marrones, pardoamarillentos y grises alisados en los que puedendiferenciarse los siguientes tipos: Gris Claro Ordi-nario, de paredes medias y pastas gruesas con abun-

dantes litoclastos de filitas (un borde levementeevertido presenta corrugamiento suave); Amarillen-to, de paredes delgadas con pastas de texturamedia con agregado de arena, pueden presentarcobertura roja muy desleída y la única forma co-rresponde a escudillas de perfil compuesto con de-coración zonada en el borde a modo de finas líneasincisas verticales; Castaño Amarillento o RojizoMicáceo, de paredes muy gruesas a medias conpastas de textura gruesa que indican el agregadode una elevada proporción de arena micácea grue-sa, estas inclusiones son notorias en las superficiesdonde resaltan las laminillas brillantes de las mi-cas. Las formas de este tipo corresponden a ollasglobulares medianas de cuellos cortos levementeevertidos con asas dobles remachadas de secciónrectangular, un fragmento de asa está decorado conlíneas gruesas incisas paralelas; Marrón Ordina-rio, de paredes gruesas, con pastas y aspecto de lassuperficies similares a las del tipo anterior que tam-bién corresponden a ollas medianas a grandes;Marrón Alisado, de paredes delgadas y pastas bas-tante finas con escasas inclusiones de arena queparecen corresponder a vasos de tipo cilíndrico yprobables botellones.

Los bordes son directos o ligeramenteevertidos, algunos con refuerzo interno plano. Uncuello de botella presenta en la inserción con elcuerpo un modelado en ojo grano de café, otro frag-mento gris negro micáceo de pasta gruesa con abun-dante cuarzo, corresponde a una cara modelada contiras aplicadas con incisiones formando las cejas yojos grano de café, similar a los modelados de laFase 1 de Tafí (Núñez Regueiro y Azcárate 1996)y que fueran asignadas a Candelaria I (González1963; Heredia 1975). Por último, un cuello de otraprobable botella corresponde al tipo S.F. PulidoGris Inciso y otro al Negro Inciso con registro detriángulos punteados en su interior (Garay deFumagalli 1996) (Figura 4).

3. Lozano (Loz-1)

El sitio corresponde a un montículo, alteradopor la acción de máquinas que trabajaron en el lu-gar construyendo un camino y que dejaron expuestoparte del material cultural. En el sector no alteradose realizó un sondeo de 2 x 1 m. El nivel de ocupa-ción apareció entre los 0,80 a 1 m de profundidadteniendo una potencia de 0,90 m, sin estructurasde muro. Se recuperaron fragmentos de alfarería ymaterial lítico.

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La alfarería, en general muy erosionada, co-rresponde a los tipos: Naranja Alisado, Gris Alisa-do, Amarillento Alisado, Marrón Alisado, MarrónAmarillento Ordinario y Rojizo Alisado. Algunosfragmentos presentan cobertura roja muy desleí-da. Un fragmento Rojizo Alisado presenta co-rrugamiento y solamente dos fragmentos peque-ños son incisos alisados del tipo San Franciscoaunque de manufactura desprolija. Uno de ellos esamarillento de textura media con inclusiones delitoclastos sedimentarios subangulosos de granulo-metría no uniforme, se observan algunos fragmen-tos grandes de areniscas (blancuzcas) y aparenteagregado de tiesto molido. El otro es Gris Claro depasta gris negra pareja, de aspecto terroso, con in-clusiones grises más claras, redondeadas y no uni-formes que podrían corresponder a tiesto molido.

Como caracterización general de las pastas deLozano, podemos decir que una clase de pastas estáintegrada por los fragmentos Marrones Ordinariosy Marrones Lisos con abundante cuarzo y cuarcitasde granulometría grande y muy grande. Pero tam-bién pueden tener muy pocas de estas inclusionesen una matriz fina marrón o gris. Asimismo, hayMarrones Alisados de paredes gruesas con abun-dante cuarzo y tiesto molido. Los otros fragmen-

tos tienen pastas gruesas con abundantes litoclastossedimentarios y metamórficos tabulares ysubredondeados, inclusiones de cuarzo y cuarcitas.Estas pastas son similares a las ordinarias del tar-dío del sector meridional y oriental de la quebradade Humahuaca.

En Lozano las formas corresponden fundamen-talmente a ollas medianas de bordes evertidos conasas en arco de sección rectangular, cuencos o ta-zones alisados de paredes bastante delgadas y ollasde tipo tubular, representadas por fragmentos roji-zos y marrones amarillentos ordinarios de paredesmuy gruesas con bordes directos de labio plano, aveces con engrosamiento interno (Figura 5). Ade-más del material cerámico, se recuperaron tres pun-tas de proyectil de obsidiana triangulares con pe-dúnculo de 2 y 2,50 cm de largo. El resto delmaterial lítico corresponde a fragmentos de manosde mortero.

San Pablo de Reyes y Lozano presentan unpatrón de emplazamiento muy similar, ambos sonmonticulares y están instalados sobre terrazas delrío Grande, sobre la margen izquierda del mismo yen las cercanías de la desembocadura de ríos sub-sidiarios; distan entre sí 10 km. Geomorfológica-mente, la zona corresponde al valle extendido que

Figura 4. Cerámica de San Pablo de Reyes.San Pablo de Reyes pottery.

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forma el río Grande al norte de la ciudad de SanSalvador de Jujuy. Estos valles presentan ampliasy fértiles superficies aptas para el cultivo, que sinduda se relacionan con la economía y funcionalidadde las instalaciones humanas estudiadas. Desde elpunto de vista ambiental, la zona corresponde a laformación de yungas occidentales o empobrecidasy al piso ecológico que Brown y Ramadori (1989)denominan selva de transición y otros autores sel-va de pedemonte. Las especies característicasson: ceibo (Erytrina falcata); tipa blanca (Tipuanatipa); lapacho (Tabebuia avellanedae) y yuchán(Chorisia insignis); también hay epífitas y parási-tas. Actualmente la acción antrópica es muy inten-sa y gran parte de esta cubierta ha desaparecido.

4. Trigo Pampa

El sitio se encuentra emplazado en los vallesorientales, sobre una terraza cuaternaria del arro-yo Trigo Pampa, que conjuntamente con el Ocloyasy Paihuaico forman el río Catres, que luego se de-nomina Caulario, Candelaria, Ledesma y con estenombre desagua en el río San Francisco. En estazona el valle se ensancha, favoreciendo la apari-ción de una superficie aplanada, apta para el culti-

vo. La formación fitogeográfica corresponde a lasyungas, en el piso de la selva montana y su transi-ción al bosque montano. El yacimiento no presen-ta estructuras sobre la superficie, distinguiéndosecomo una suave elevación. Prácticamente sobre elmismo se encuentra instalada una vivienda actualy un corte que se efectuó para nivelar el piso delpatio dejó expuesto un perfil con material cultural.La alteración producida impide conocer la super-ficie original del suelo, pero de acuerdo a la zonano alterada que lo rodea, estimamos que la capafértil se inicia a los 0,60 m de profundidad y tieneuna potencia de 0,40 m. Se recuperaron solamentefragmentos cerámicos, aunque es importante des-tacar en las adyacencias la presencia de un morte-ro “de tacitas” en el que se distinguen siete conca-vidades mayores y otras más pequeñas y planasque parecen ser naturales. Asimismo consignamosque el dueño de la vivienda nos mostró dos hachasde mano subcilíndricas, con cuello, que relata ha-ber extraído del mismo lugar.

La alfarería es poco variada y en su totalidadalisada. Se han podido establecer los siguientes ti-pos: Rojizo Ordinario de paredes y pastas gruesascon agregado de arena (como el Castaño Alisadode Volcán); Amarillento Ordinario con barbotina

Figura 5. Cerámica de Lozano (Loz-1).Lozano (Loz-1) pottery.

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Mercedes Garay de Fumagalli y María Beatriz Cremonte46

(pasta similar al Rojo Ordinario de Volcán); Casta-ño Amarillento Alisado, de pastas gruesas de as-pecto negro terroso con escasas inclusiones no uni-formes de litoclastos angulosos más claros;Amarillento Alisado de pasta similar pero más fina(un fragmento de probable botellón y otro de vasi-ja restringida grande de cuello largo y recto conborde levemente evertido); Gris Claro Ordinario,de paredes medias y pastas gruesas con abundan-tes litoclastos de filitas (también presentes en SanPablo de Reyes); Castaño Rojizo Alisado (similaral Rojo Alisado de Volcán) correspondiente a frag-mentos de pucos y con pastas como las de algunosgrises pulidos incisos de Volcán. Los únicos frag-mentos decorados corresponden a una escudillamarrón grisácea alisada con chevrones escalona-dos del tipo S.F. Alisado Inciso de pasta similar ala de los Amarillentos Alisados presente en algu-nos Grises Pulidos Incisos de Volcán. Algunos frag-mentos presentan rastros de cobertura rojo naranja(Figura 6).

Tipos de Emplazamiento yContextos Cerámicos

Los asentamientos citados presentan caracte-rísticas diferentes en su emplazamiento, respecto

de los hasta ahora conocidos en quebrada deHumahuaca y laterales (Tabla 2). Estos últimos seencuentran mayoritariamente instalados en franjasecotonales, extendidas entre la puna y las cabece-ras de quebradas subsidiarias a la de Humahuaca,alrededor de los 3.000 msnm (Estancia Grande,Antumpa, Alfarcito), correspondiendo al primertipo de los planteados por Tarragó. Por otro lado,los asentamientos San Francisco del área nuclearubicados en las adyacencias del río homónimo seencuentran por debajo de los 1.000 msnm. En cam-bio, debemos destacar que los situados en los va-lles presentan similitudes entre sí: San Pablo deReyes, Lozano y Trigo Pampa se encuentran insta-lados sobre fértiles terrazas fluviales que favore-cen la producción agrícola, lo cual consideramospudo ser la razón que impulsó la radicación de es-tos grupos.

Con relación al sitio ubicado por debajo delPukara de Volcán, su emplazamiento muestra ca-racterísticas distintivas. Se encuentra sobre unatopografía elevada sobre el fondo de valle, a 2.080msnm, en un ámbito de prepuna, pero más favo-recido por los vientos húmedos del sudeste, res-pecto al sector central y norte de la quebrada. Estogenera mayor cantidad de lluvias y la presenciade neblinas durante todo el año, que permiten el

Figura 6. Cerámica de Trigo Pampa.Trigo Pampa pottery.

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47Ocupaciones Agropastoriles Tempranas al Sur de la Quebrada de Humahuaca…

desarrollo de abundantes pastizales en los faldeosoccidentales, muy aptos para el pastoreo decamélidos4.

De todos los sitios estudiados, Volcán es el quepresenta el componente San Francisco más abun-dante, variado y definido. San Pablo de Reyes sediferencia por la presencia de modelados con tirasaplicadas con incisiones que forma parte del con-junto de fragmentos muy micáceos de pastas conagregado de arena gruesa. Pero, a su vez, compar-te fundamentalmente con Trigo Pampa y Lozanolas alfarerías Amarillentas y Marrones Alisadas conpastas similares y está presente el S.F. Pulido GrisInciso y Negro Inciso, ampliamente representadosen el contexto alfarero de Volcán. Podemos decirque San Pablo de Reyes también presenta compo-nentes claros San Francisco. Sin embargo, la cerá-mica con mica es muy poco frecuente en el S.F.

Ordinario (Dougherty 1977), así como las carasmodeladas con tiras agregadas con incisiones quecorresponden a unos pocos fragmentos recupera-dos por Nordenskiöld y que han permitido postu-lar un cierto “aire de familia” entre el Candelaria Iy el San Francisco. Cabe preguntarnos si en SanPablo de Reyes, junto con elementos San Francis-co, no están también representados elementos deotra tradición temprana, también de origen orien-tal, ampliamente representada en las alfarerías dela Fase I de Tafí y que no corresponderían a ele-mentos alóctonos sino a vasijas de manufacturalocal integradas a la tradición Tafí (Cremonte 1997;Núñez Regueiro y Azcárate 1996). Si bien no con-tamos con dataciones cronométricas para San Pa-blo de Reyes, con base en la cerámica puede plan-tearse que esta ocupación podría ser contemporáneaa la de Volcán.

Tabla 2. Características del emplazamiento y tipos de cerámica de los sitios el Volcán, Trigo Pampa,Lozano y San Pablo de Reyes.

Placement conditions and pottery types from the Volcán, Trigo Pampa, Lozano, and San Pablo de Reyes sites.

Sitio Tipo Altura Ambiente Ubicación Cerámica

Volcán No se puede 2.080 msnm Quebrada Prepuna En cono volcado. S.F. Gris Pulido Incisodefinir Altura sobre fondo S.F. Ordinario

de valle: 150 m S.F. Pulido Negro IncisoS.F. Pulido Rojo s/AnteS.F. Pulido Bicolor

Trigo Pampa Montículo 1.600 msnm Valles orientales Terraza fluvial Rojizo Ordinarioyungas (entre Amarillento Ordinarioselva y bosque Castaño Alisadomontano) Amarillento Alisado

Gris Claro OrdinarioCastaño Rojizo AlisadoS.F. Alisado Inciso

Lozano Montículo 1.450 msnm Valles Terraza fluvial Naranja AlisadoMeridionales Gris Alisadoyungas (selva de Amarillento Alisadotransición) Marrón Alisado

Marrón OrdinarioRojizo AlisadoS.F. Alisado Inciso

San Pablo de Montículo 1.400 msnm Valles Terraza fluvial Gris Claro OrdinarioReyes meridionales Castaño Amarillo Alisado o

yungas (selva de Rojizo Micáceotransición) Marrón Ordinario

Marrón AlisadoS.F. Pulido Gris IncisoNegro Inciso

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Trigo Pampa y Lozano presentan una situa-ción diferente. En ambos sitios la cerámica incisaSan Francisco está apenas representada, las super-ficies son alisadas, los trazos más desprolijos seejecutaron sobre paredes blandas y correspondena vasijas abiertas de paredes delgadas y frágilesque se corresponderían con las del tipo Las Capi-llas Gris Inciso. A su vez, el fragmento corrugadode Lozano es análogo al que ilustra Dougherty pro-cedente de Las Capillas, así como la presencia debarbotina que muestran algunos fragmentos deLozano. Trigo Pampa y Lozano podrían ser ocu-paciones más tardías que las de San Pablo de Re-yes y Volcán, probablemente contemporáneas conlas de Las Capillas y Palpalá, tentativamente ubi-cadas entre los 300 a 600 d.C. (Dougherty et al.1984). Trigo Pampa pudo ser un asentamiento mástardío y marginal con respecto a los conocidos parael área del río San Francisco, en tanto Lozano pre-senta, a su vez, elementos que lo relacionan conotros sitios de la quebrada de Humahuaca, refleja-dos en los fragmentos de grandes ollas tubulares.

Con relación a otros sitios agropastoriles delFormativo de la quebrada de Humahuaca, en loscuatro sitios que estamos comentando no se regis-traron las cerámicas marrones pulidas en líneas,los pucos con interior negro ni el tipo Alfarcito Grispulido, asociaciones que se reiteran tanto en Es-tancia Grande como en Alfarcito (Olivera y Palma1997; Zaburlin et al. 1996) y al que debemos agre-gar Til 20 (Menconça et al. 1991). En cuanto a lasgrandes ollas tubulares registradas en estos sitios,solamente en Lozano se recuperaron fragmentosasignables a las mismas. Estas ollas tubulares sonadscriptas al momento agrícola más temprano dela quebrada de Humahuaca (Tarragó y Albeck1997). En cuanto a la presencia de vasijas pintadasmonocromas rojas, en San Pablo de Reyes, TrigoPampa y Lozano, recuperamos algunos fragmen-tos ordinarios con rastros de estas coberturas, muydesleídas y que corresponderían a vasijas media-nas inflexas de cuellos evertidos. Por otro lado, enninguno de nuestros sitios registramos fragmentostricolores o pintados en Negro sobre Rojo con lí-neas gruesas paralelas y quebradas como en el si-tio Til 22 de Tilcara (Rivolta y Albeck 1992; Tarragóy Albeck 1997), si bien corresponderían a un mo-mento posterior según los fechados conocidos enasociación con las mismas5.

Discusión

Hasta hace pocos años, en la provincia de Jujuyse conocían asentamientos formativos en quebra-das subsidiarias a la quebrada de Humahuaca, so-bre el eje de la quebrada, en la puna y las pertene-cientes a la cuenca del río San Francisco. Losmismos presentaban características definidas en supatrón de instalación, en sus artefactos y contextosrelacionados con el medio ambiente en que esta-ban emplazados6. Así se establecía una diferencia-ción bastante clara entre los asentamientos propiosde las tierras altas y el ámbito de prepuna respectode aquellos que correspondían a las Selvas Occi-dentales de las tierras bajas. La aparición de alfa-rería de la tradición San Francisco en sitios de que-brada o cercanos a quebrada como Alfarcito (Til41), pero en baja densidad, indica ser alóctona se-gún el estado actual de las investigaciones y su pre-sencia explicable por procesos de complementa-riedad y/o reciprocidad.

El hallazgo de una ocupación permanente SanFrancisco en el ámbito de la quebrada deHumahuaca, por debajo de la instalación tardía delPukara de Volcán (Cremonte y Garay de Fumagalli1995, 1997), permitió comprobar que grupos pro-venientes de la cuenca del río San Francisco ha-bían ocupado ecosistemas totalmente diferentes aaquellos en los cuales estaban radicados. Dichainstalación, fechada a principios de la era cristianay que presenta un conjunto alfarero propio de lassociedades San Francisco pero de fabricación lo-cal, pudo tener como objetivo la ganadería decamélidos (Myriam Tarragó, comunicación perso-nal) en un ambiente que ofrece condiciones ópti-mas para la misma. Asimismo, no podemos dejarde considerar que esta instalación pudo favorecerinteracciones de corta y larga distancia con otrassociedades de la quebrada y subsidiarias como pro-bablemente Estancia Grande y sitios de la quebra-da de León, de las cabeceras de la quebrada delToro como Las Cuevas y oasis de la puna deAtacama (Llagostera y Costa Junqueira 1999). Lasevidencias obtenidas acerca de asentamientosformativos en los valles orientales y en el valle deJujuy, en instalaciones permanentes, brindan nue-va información respecto a la ocupación territorialpor parte de sociedades agropastoriles tempranas,en zonas hasta ahora desconocidas, y nos permitenefectuar comparaciones con los sitios conocidosen la quebrada de Humahuaca y subsidiarias.

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49Ocupaciones Agropastoriles Tempranas al Sur de la Quebrada de Humahuaca…

Si comparamos los sitios de Trigo Pampa,Lozano y San Pablo de Reyes entre sí y con el asen-tamiento temprano de Volcán, notaremos similitu-des y diferencias entre los nombrados y respecto alos otros sitios formativos ya estudiados en la que-brada. El primer aspecto significativo que debe-mos destacar, es que los sitios ubicados en los va-lles sudorientales de Jujuy y el de Volcán compartenalfarerías asignables a la tradición San Francisco,por lo que se diferencian de los sitios de la zonacentral y norte de la quebrada y adyacencias. Encuanto a las diferencias, la más significativa es quelos conjuntos de Volcán muestran un componenteSan Francisco definido y claro, representado porel tipo S.F. Pulido con decoración incisa lineal grue-sa y punteada, cerámicas castañas o beige pulidasde paredes gruesas del S.F. Monocromo Pulido yen baja frecuencia el S.F. Pulido Bicolor, con frag-mentos pintados en morado sobre amarillo. El tra-tamiento y acabado de superficie de los fragmen-tos grises pulidos y pintados de Volcán, así comola petrografía de sus pastas, son análogos a los ha-llados en San Francisco, pero los análisis quími-cos por fluorescencia de rayos X (Cremonte y Solís1998) muestran que la manufactura es local, lo cualindicaría que la ocupación temprana de referenciacorresponde a grupos San Francisco instalados so-bre la quebrada de Humahuaca. En tanto, San Pa-blo de Reyes presenta también grises pulidosincisos que lo relacionan con un componente SanFrancisco definido y elaborado, pero se distinguepor un conjunto de fragmentos micáceos, algunosincisos y modelados que no están representadosen los otros sitios. Trigo Pampa y Lozano mues-tran algunos fragmentos San Francisco, pero comouna manifestación pobre y marginal de esa tradi-ción. En Lozano se destacan las ollas tubularescomo en sitios ya comentados de la quebrada. To-dos los sitios comparten en mayor o menor medi-da el mismo tipo de vasijas ordinarias y alisadas,así como la manufactura de sus pastas.

Por lo dicho anteriormente, las similitudes ydiferencias encontradas entre los conjuntos del surde la quebrada de Humahuaca y valles sudorien-tales, en cuanto a emplazamiento y contextos alfa-reros, nos llevan a plantear interrogantes sobre lasformas de ocupación territorial que se desarrolla-ron en este sector durante el Formativo. Volcán,emplazado en un medio ambiente de prepuna, pa-rece demostrar que las sociedades San Franciscotuvieron la fuerza y capacidad como para destacar

grupos que ocuparon territorios en un ambientetotalmente diferente al que les era propio, o sea elde las Selvas Occidentales.

En cuanto a San Pablo de Reyes y sitios estu-diados por otros autores como Bajo La Viña(Kulemeyer et al. 1997), consideramos que repre-sentan extensiones territoriales de las sociedadesSan Francisco, instaladas en los valles húmedosde San Salvador de Jujuy y aledaños. Esta conti-nuidad en la ocupación hacia el occidente estaríarepresentada asimismo en Palpalá (Dougherty1974a). Dichas ocupaciones no diferirían sustan-cialmente de las propias del área nuclear, en cuan-to a formas de instalación y obtención de recursos,fundados principalmente en la producción agríco-la. Por otro lado, Los Blancos (Armonía y Laguna2000) y Los Perales (Dougherty 1975) ubicadossobre el valle de Jujuy, parecen haber sido asenta-mientos San Francisco dedicados a la explotaciónde madera, como lo demuestra la predominanciade hachas líticas en sus conjuntos ergológicos.

Trigo Pampa también podría corresponder aun asentamiento marginal y probablemente mástardío, respecto a los núcleos originales instaladosen el valle del río San Francisco, ubicado en estecaso en los valles orientales, como ocurre con LasCapillas (Dougherty et al. 1984).

Lozano se manifiesta como un sitio del sur dela quebrada de Humahuaca que no puede ser ca-racterizado claramente como San Francisco, de-bido a la escasa presencia de cerámica decorada,característica de esta tradición y por presentar frag-mentos de vasijas que se reiteran en otros sitios dedicha quebrada, como las ollas tubulares. Si biense rescataron dos fragmentos incisos alisados deltipo San Francisco, su baja representatividad indi-ca que pueden ser producto de procesos de in-teracción.

Del análisis planteado en este trabajo, surgencomo hipótesis que: (a) El asentamiento San Fran-cisco de Volcán indica que hacia inicios de la eralas sociedades que habitaban el valle del río SanFrancisco se hallaban en expansión y que tal ex-pansión pudo haber impulsado procesos de inter-acción con otras sociedades instaladas en ambien-tes diferentes, poseedoras de recursos que habríanalentado el establecimiento de redes de intercam-bio. Volcán pudo ser el sitio propicio para instalaruna “base” permanente que favoreciera el accesotanto a otros asentamientos de la quebrada deHumahuaca como del borde de puna salteño (que-

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Mercedes Garay de Fumagalli y María Beatriz Cremonte50

brada del Toro) y del altiplano, por poseer exten-sos pastizales que permitirían el sostenimiento deuna actividad ganadera, valiosa como recursoalimentario y de transporte; (b) La diversidad enlas formas de ocupación territorial y control de re-cursos que muestran los sitios estudiados, indicadiferentes estrategias de exploración y explotaciónde territorios. Esto correspondería a un cierto gra-do de centralidad política e ideológica representa-da a través de un estilo cerámico emblemático.

Por lo expuesto anteriormente, concluimos quelos sitios formativos de los valles sudorientales quehemos presentado muestran en todos los casos re-lación con las sociedades San Francisco. Esta evi-dencia indica: (1) que dichas sociedades tuvieronuna expansión territorial y una diversidad en lostipos de ocupación y explotación de recursos mu-cho mayor que la hasta ahora considerada: (2) queexplotaron recursos a distancia de la cuenca delrío San Francisco en medio ambientes distintos alos que les eran propios; (3) que participaron enprocesos de interacción a corta y larga distancia.

Si a esto sumamos el grado de desarrollo tecnoló-gico y estilístico de la cerámica, consideramos vá-lido replantear, con respecto al modelo formuladopor Dougherty, el nivel de desarrollo sociopolíticoque pudieron haber alcanzado las entidadessocioculturales caracterizadas arqueológicamentecomo tradición San Francisco, que probablementetrascendieron el de meros núcleos aldeanos restrin-gidos al área del río homónimo, tal como tradicio-nalmente se les ha adjudicado. Consideramos quela tradición San Francisco debe ser incluida en lasdiscusiones actuales sobre la complejidad crecien-te que están mostrando las sociedades del Forma-tivo (Núñez Regueiro y Tartusi 1999).

Agradecimientos: Las investigaciones fueronfinanciadas mediante subsidios de la SECTER(UNJU) y PIA 7.155/97 de CONICET. Deseamosagradecer la colaboración de los alumnos GabrielaMolina y Pablo Trenque en los trabajos de campoy registro de los materiales. Nuestro reconocimien-to a la familia Bárcena por su constante apoyo.

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1 El área nuclear de la tradición San Francisco abarca...“aproximadamente el ámbito determinado por las últimasestribaciones orientales de la porción septentrional de lassierras subandinas del sur. Se trata de una serie de cordo-nes montañosos (...) que de O a E reciben los nombres deZenta, Calilegua, Sta. Bárbara, Centinela, Maíz Gordo yLumbrera (...). Dos cauces importantes corren entre las sie-rras (...) el río San Francisco, nacido de las aguas del Gran-de de San Pedro y el Lavayén, este marca aproximadamenteel eje principal de la subregión homónima” (Dougherty1975: 6). Este sector corresponde a la porción septentrio-nal de la subárea de las Selvas Occidentales definidas porRex González (1963).

2 El modelo planteado por Tarragó (1992) se incorpora a losfines de presentar una caracterización de los tipos de empla-zamiento de los sitios correspondientes al Formativo.

3 Las evidencias arqueológicas que corroboran el uso de es-tas vías naturales de comunicación son: –Para la cuencadel río Grande de San Pedro-valle de Jujuy: el sitio Palpalá(PA II) (Dougherty 1974a), el sitio Bajo La Viña (Kule-meyer et al. 1997), el sitio Los Blancos (Armonía y La-guna 2000). –Para la cuenca río Negro-río Capillas-Cucho: el sitio Las Capillas, Antigal de Tacanas, Potrerode Chañi, Campo del Barro y Tunalito (Dougherty etal.1984). –Para la cuenca río Ledesma-Corral de Piedra: elsitio Trigo Pampa.

4 Carecemos de los datos necesarios para esbozar una re-construcción paleoambiental del área que nos ocupa. Al-gunas de las hipótesis planteadas sobre cambios paleo-climáticos sólo pueden ser consideradas desde unaperspectiva muy general, ya que desconocemos el impactoque las mismas pudieron producir en estos ambientes delNOA, debido a su complejidad geográfica y climática. Parael Formativo, a base de las fluctuaciones detectadas porEddy, se plantea que entre el 300 a.C. y el 500 d.C. lassociedades altoandinas disfrutaron de una fase climáticaaltamente bonacible (Cardich 1980). Por el contrario, paralas tierras bajas, los estudios de Meggers y Dannon (cita-dos en Brockington et al. 1995) indican la existencia deuna gran sequía desde el 800 al 200 a.C. en el Amazonas ycurso medio del Orinoco provocando una probable expan-sión temprana de las culturas amazónicas en los Andes

orientales. Si a comienzos de la era la etapa bonacible enlas tierras altas tuvo como correlato una etapa de aridez enel sector oriental podemos pensar que grupos de estas últi-mas zonas ocuparon y/o interactuaron más estrechamentecon las poblaciones serranas. Con relación a los sitios tra-tados en este trabajo, solamente podemos decir que seemplazan en lugares hoy aptos para la instalación humana,razón por la cual consideramos que las observaciones delpaisaje actual y de sus recursos económicos potencialespueden ser válidas para elaborar inferencias sobre el pasa-do, si bien pudieron existir variaciones en el mosaicovegetacional.

5 En este trabajo se hace especial referencia a los contextosalfareros debido a que, por las características de preserva-ción de estos sitios, no se han rescatado prácticamente otrosmateriales.

6 Nos referimos a los sitios de El Alfarcito, Estancia Gran-de, Antumpa, Til 22, Til 20, Pueblo Viejo de La Cueva ySarahuaico, todos ellos están emplazados entre los 2.500 ylos 3.500 msnm, en ambiente de prepuna y puna, en secto-res ecotonales correspondientes a las cabeceras de quebra-das subsidiarias al sistema principal de Humahuaca o so-bre la misma quebrada de Humahuaca (TIL 20 y TIL 22).El tipo de asentamiento predominante es el de recintos dis-persos en estructuras agrícolas, aunque en el caso de TIL20 y TIL 22 no se puede determinar el tipo de asentamien-to por las características de las excavaciones realizadas.Los recintos registrados son de forma redondeada y pre-sentan bases de muros de piedra. Con relación a la tecno-logía cerámica predomina la cocción en atmósfera oxidante,aunque también se usó atmósfera reductora, el acabado esen general pulido. En cuanto a la decoración, prevalecenlas cerámicas Alfarcito Gris Pulido, Marrón Castaño Puli-da, Negro sobre Rojo (bandas gruesas quebradas) y Tricolor(quizá más tardías) y la técnica de pulido en líneas. La de-coración incisa sólo aparece en Alfarcito, en tiestos coninterior gris pulido. En las formas se destacan las grandesollas tubulares (Estancia Grande y Antumpa) y los grandescántaros subglobulares. Otros elementos artefactualesson: fragmentos de pipas de piedra, torteros, puntas de pro-yectil triangulares con pedúnculo, azadas y palas de piedray madera e instrumentos de molienda.