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ORIENTACIÓN AL MERCADO DEL SECTOR HOTELERO: CASO TIJUANA Área de investigación: Entorno de las Organizaciones Rosa Isabel Medina Parra Universidad Autónoma de Ciudad Juárez México [email protected] Isabel Zizaldra Hernández Universidad Autónoma de Ciudad Juárez México [email protected]

ORIENTACIÓN AL MERCADO DEL SECTOR HOTELERO CASO …congreso.investiga.fca.unam.mx/docs/xx/docs/10.19.pdf · 2015-08-31 · ORIENTACIÓN AL MERCADO DEL SECTOR HOTELERO: CASO TIJUANA

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ORIENTACIÓN AL MERCADO DEL SECTOR HOTELERO:

CASO TIJUANA

Área de investigación: Entorno de las Organizaciones

Rosa Isabel Medina Parra

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

México

[email protected]

Isabel Zizaldra Hernández

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

México

[email protected]

ORIENTACIÓN AL MERCADO DEL SECTOR

HOTELERO: CASO TIJUANA

Resumen

La orientación al mercado se fundamenta en las distintas conductas que adoptan

las entidades productivas, encaminadas a obtener rendimientos superiores. El

presente trabajo analizó dicho constructo desde la percepción de los empleados

que desempeñan funciones a nivel de mandos medios y superiores, del sector

hotelero establecido en Tijuana, B, C. Así mismo, constituye una investigación

fundamentada en la revisión de literatura, con un diseño cuantitativo, empírico

y transversal simple, para lo cual se utiliza un instrumento de medición aplicado

a 92 sujetos. El análisis de la varianza contempló la variable orientación al

mercado y las demográficas, sexo, escolaridad y edad. Los resultados obtenidos

evidenciaron que la percepción de la orientación al mercado de los

participantes, difiere a partir de la escolaridad y la edad.

Palabras clave: Orientación al mercado, sector hotelero, Tijuana.

Introducción

La globalización plantea la transnacionalización de las entidades productivas,

integrando distintos fenómenos, principalmente de tipo económico (Mora,

2008), destacando la segmentación de los procesos productivos y su reubicación

estratégica, que benefician a los resultados organizacionales (De la Dehesa,

2000). Además surgen mercados más complejos y más exigentes, que

demandan una gran diversidad en la oferta de productos y servicios, los cuales

tienen períodos de vida cada vez más cortos, incidiendo en la aparición de

competidores con esquemas más agresivos (Suarez, 1994), donde el reto

principal de las entidades productivas reside en pasar de un mundo cerrado y

protegido, a uno totalmente abierto; de un ambiente previsible, a una realidad

de alta incertidumbre (Pérez, 1991).

En un entorno tan competitivo, las organizaciones están sometidas a una intensa

y permanente presión (Teck- Yong, 2011), cuyas dinámicas se centran en lograr

la lealtad de sus clientes y la consecuente rentabilidad, donde tener clientes

satisfechos ya no es suficiente (González, 2007). Dado que el éxito comercial

deriva identificar adecuadamente los deseos y necesidades del mercado (Azuela

y Jiménez, 2012), la orientación al mercado se configura como el enfoque de

gestión organizacional más adecuado de operación para entornos altamente

competitivos (Armario y Cossío, 2001), especialmente cuando “el propósito de

las organizaciones es crear y mantener a sus clientes” (Drucker, 1954).

Revisión de literatura

Conceptualización

La orientación al mercado constituye un constructo que ha sido abordado desde

distintas apreciaciones, encaminadas a identificar su incidencia en los

resultados empresariales (Rivera, 1998; y Van Raaij, 2008). Es un recurso

intangible en el cual se apoyan las organizaciones, ya que proporciona tanto el

compromiso, como la información necesaria para desarrollar un producto o

servicio capaz de satisfacer las necesidades y preferencias de los consumidores

(Alvarez, Santos y Vazquez, 2001), donde las actividades que se despliegan las

a partir de la orientación al mercado, inciden en la cultura organizacional y

facilitan la creación y entrega al consumidor de un valor superior (Narver y

Slater, 1998).

El propósito de las empresas es crear clientes, y son éstos quienes determinan

la naturaleza del negocio (Drucker, 1954). Inicialmente las firmas se enfocaban

en los procesos productivos, luego en las ventas y la tecnología y finalmente en

las actividades del marketing, como aproximación directa al concepto de

orientación al mercado (Esteban, Millán, Molina y Martín, 2002; Kotler, 2000;

y López, 2006). Se afirma que el éxito comercial de las organizaciones se debe

en gran parte a su habilidad para identificar los deseos y necesidades del

mercado (Azuela y Jiménez, 2012), por lo que es fundamental analizarlos

detenidamente, de tal forma que sea posible determinar que productos ofrecer,

a quién y cómo promoverlos (Kaldor, 1971), por ello, el conocimiento del

mercado es indispensable para las entidades productivas (Lamarca, 2008).

Las organizaciones que presentan mayor grado de orientación al mercado,

permanecen inmersas en procesos de búsqueda de necesidades latentes,

pendientes de satisfacer y vigilando los esfuerzos de la competencia por

cubrirlas, desarrollando habilidades especiales para anticipar esas necesidades

y lanzar nuevos productos, servicios o modificaciones precisas (Olavarrieta y

Friedman, 1999); por lo tanto, la orientación al mercado es el camino más

adecuado para operar en entornos altamente competitivos (Armario y Cossío,

2001), la cual debe adoptarse como filosofía de gestión integral, donde todas

las áreas centren sus esfuerzos en la satisfacción de las necesidades de los

clientes (Álvarez, Santos y Vázquez, 2001; y López, 2006), puntualizando la

unificación de las funciones empresariales, con los esquemas de

comercialización, diseñados para obtener mejores resultados y rendimientos

superiores a los de sus competidores (Narver y Slater, 1998).

La literatura académica refleja diversas conceptualizaciones desde las cuales se

estudia la orientación al mercado (Álvarez, Santos y Vázquez, 2001; Azuela y

Jimenez, 2012; Bingné y Blesa, 2003; Blesa, Ripollés y Monferrer, 2008;

Desphandé, Farley y Webster, 1993; González, 2007; Gray y Hooley, 2002;

Kohli y Jawaorski, 1990; Langerak, 2001a; Mazaira, Dopico y González, 2005;

Narver y Sater, 1990; Narver, Slater y Tietje, 1998), por señalar algunos; las

cuales intentan aportar una definición adecuada que sea de uso y aceptación

general, girando en torno al cliente y sus necesidades (López, 2006; y Scarone,

2005), cuyas diferencias parten del enfoque desde el cual se aborda, ya sea

como filosofía de negocios, coordinación inter-funcional, procesamiento de

información del mercado, fuente de aprendizaje organizacional, o enfoque

estratégico (González, 2007).

Principales corrientes de pensamiento

Para la implementación de la orientación al mercado en las empresas, se han

generado distintos modelos conceptuales: Becker y Hombrug (1999); Cadogan

y Diamantopoulos (1995); Deng y Dart (1994); Diamantopoulos y Hart (1993);

Pelham y Wilson (1996); Ruekert (1992); Touminen y Moller (1996); y Van

Raaij (2008), por señalar algunos. Desde el estado del arte (Farrell y

Oczkowsk, 1997; Gómez, 2008; y Blesa, Ripolleés y Monferrer, 2008), se

identifican dos principales corrientes de pensamiento, con las cuales se aborda

la orientación al mercado y que ostentan mayor aceptación para explicar dicho

constructo: a) Aportaciones de Kohli y Jaworski (1990) y b) Aportaciones de

Narver y Slater (1990).

Así, Kohli y Jaworski (1990), adoptan una perspectiva operacional al considerar

la orientación al mercado como la puesta en práctica del concepto de marketing,

integrado, siendo un proceso ejecutor de gestión de los elementos tradicionales

(orientación al cliente, orientación a la competencia y coordinación inter-

funcional), adoptando una filosofía de negocio que debe trasladarse a la práctica

a través del desarrollo de un conjunto de actividades que permita a las

organizaciones brindar satisfacción de sus clientes, maximizando las

oportunidades de aprendizaje del mercado, sustentado a partir de tres

componentes conductuales: 1.- Generación de inteligencia de mercado,

analizando las necesidades actuales y futuras de los clientes, 2.-Su diseminación

por la organización, informando a todas las áreas de la empresa y 3.- La

capacidad de respuesta organizacional a esta inteligencia de mercado, como

implementación de la orientación al mercado.

Dichos autores desarrollan una escala específica para evaluar la orientación al

mercado en las organizaciones a partir de sus propiedades, denominado escala

MARKOR 5), la cual presenta tres dimensiones: a) generación de inteligencia

de mercado; b) diseminación de la información de mercado; y c) capacidad de

respuesta organizacional, mismos que es posible medir desde 20 ítems

diferentes (cabe mencionar que inicialmente el instrumento planteaba 32 ítems

(Kohli y Jaworski, 1990).

Por otra parte, Narver y Slater (1990), afirman que la orientación al mercado es

la forma de cultura organizacional más efectiva en la generación de los

comportamientos necesarios para promover la creación de un valor para los

clientes, superior al que puedan crear sus competidores, y lo comportamientos

necesarios que permitan enfrentar a cualquier competidor, logrando

consecuentemente mejores resultados para la organización, donde dicha

propuesta considera que la orientación al mercado es un concepto

unidimensional, integrado por tres componentes de comportamiento: 1)

Orientación al cliente, como el elemento central de la orientación al mercado,

2) Orientación a la competencia, actual y potencial, identificando las fuerzas y

debilidades a corto plazo y sus capacidades y estrategias a largo plazo y 3)

Coordinación inter-funcional, cuya base es crear un valor superior para el

público objetivo, a trvé0s del enfoque a largo plazo, tanto en la consecución de

los beneficios como en la puesta en práctica de los componentes anteriores,

además de la perspectiva de alcanzar la rentabilidad precisa para mantenerse

ventajosamente en el mercado.

Dichos autores (Narver y Slater, 1990) crean una escala de medición para el

constructo orientación al mercado, denominado escala MKTOR, misma que

está conformada por tres elementos o dimensiones: a) orientación al cliente, b)

orientación a la competencia y c) coordinación inter-funcional, los cuales a su

vez se miden a partir de un total de 15 ítems, mismos que deben valorarse a

partir de una escala Likert de 1 a 7.

Otros (Bello, Polo y Vázquez, 1999), plantean la inexistencia de una escala

única y generalmente aceptada para medir la orientación al mercado, ya que

dependiendo del sector a evaluar se deben considerar dimensiones y atributos

distintos y concluyendo que los enfoques Kohli y Jaworski, y de Narver y

Slater, no son excluyentes sino más bien complementarios (Cadogan y

Diamantopoulos, 1995; y Gómez, 2008).

Finalmente, desde las distintas posturas identificadas en la literatura, el presente

trabajo aborda la orientación al mercado bajo una visión integradora y

complementaria que fusione los enfoques de los autores seminales Narver y

Slater (1990) y Kohli y Jaworski (1990), donde se coordinen las actividades de

generación, diseminación y respuesta a la información de mercado y de la

competencia, a partir de la implementación de una cultura organizativa cuya

finalidad sea la creación de un valor superior para el cliente que se traduce en

obtener mejores rendimientos (Álvarez, Santos y Vázquez, 2001;y Touminen y

Möller, 1996).

Metodología

Se diseñó una investigación basada en la revisión de literatura, relativa al

constructo orientación al mercado, de tipo no experimental, confirmatoria,

descriptiva, con un enfoque cuantitativo, en un horizonte de tiempo transversal

simple. El estudio se desarrolló en empresas del sector hotelero establecidas en

Tijuana, Baja California, México. La muestra fue no probabilística, donde la

unidad de análisis se conformó por personal que labora en dichos

establecimientos, que desempeñan puestos a nivel de mandos medios y

superiores. Se empleó como técnica de recolección de datos, un instrumento

de medición (cuestionario) auto-administrado de forma individual, en el ámbito

laboral de los participantes, obteniendo 92 cuestionarios, eliminando 25 por

haber sido respondidos parcialmente. El total de instrumentos empleados fue

de 67, representando el 73% de los recabados.

El instrumento de medición, se fundamenta en la conceptualización de las dos

principales corrientes de pensamiento (Narver y Slater, 1990; y Kohli y

Jaworski, 1990), cuya fiabilidad arroja un Alpha de Crombach de 0.981. Dicho

instrumento integra 20 ítems a partir de una escala tipo Likert de seis puntos,

donde 1 significó “totalmente en desacuerdo” y 6 “totalmente de acuerdo”, con

lo cual se mide el constructor orientación al mercado (Tabla 1), además se

incluyeron datos demográficos de los participantes (sexo, escolaridad y edad),

y relativos a la firma, como categoría, antigüedad de la construcción y tipo de

propiedad.

Tabla 1: Escala de orientación al mercado

Para crear un valor superior a nuestros clientes, en nuestro hotel:

1. Contamos con instalaciones confortables.

2. Contamos con un servicio de restaurant que ofrece variedad en los

alimentos que sirve a nuestros clientes.

3. Contamos con un servicio de bar que ofrece variedad en las bebidas

que sirve a nuestros clientes.

4. Mantenemos limpias las instalaciones.

5. Contamos con instalaciones seguras (extintores, señalización, salidas

de emergencia).

El personal de nuestro hotel:

6. Atiende con amabilidad a nuestros clientes.

7. Permanece atento a las necesidades de nuestros clientes para

atenderlas oportunamente.

8. Brinda un servicio profesional de acuerdo a cada puesto.

En relación con nuestros competidores:

9. Conocemos las fortalezas de nuestro hotel.

10. Conocemos las debilidades de nuestro hotel.

11. Conocemos las capacidades de nuestro hotel.

12. Conocemos las estrategias a largo plazo de nuestro hotel.

Todos los departamentos del hotel:

13. Compartimos la información relativa a los clientes.

14. Realizamos actividades conjuntas para atender a nuestros clientes.

En nuestro hotel tenemos claro como:

15. Ofrecer buen servicio a nuestros clientes.

16. Conocer los atributos de nuestros competidores.

En nuestro hotel:

17. Periódicamente obtenemos información para identificar las

necesidades actuales de los clientes.

18. Periódicamente obtenemos información para identificar las

necesidades futuras de los clientes.

19. Comunicamos a todos los departamentos, la información de

necesidades actuales de los clientes.

20. Comunicamos a todos los departamentos, la información de

necesidades futuras de los clientes.

Fuente: Elaboración propia.

Análisis de los resultados

Perfil de los participantes

El 50.7 % de los participantes son hombres, más del 70 % refiere contar con

estudios de Licenciatura o superior, y más del 70 % tienen entre 26 y 45 años

de edad (Tabla 2).

Tabla 2. Perfil de los participantes n=67

Característica Número de

personas

%

Sexo

Hombre 34 50.7

Mujer 33 49.3

Escolaridad

Primaria

0

Secundaria 4 6

Preparatoria

13 19.4

Profesional

44 65.7

Posgrado 6 8.9

Edad

De 18 a 25

años

11 16.4

De 26 a 35

años

31 44.8

De 36 a 45

años

18 26.9

De 46 a 50

años

2 3

De 51 a 60

años

6 9

Fuente: Elaboración propia.

Perfil de las organizaciones

Las organizaciones en las cuales se aplicó el instrumento de medición, son 12

empresas del sector hotelero establecidas en Tijuana, B. C., de los 14 que se

agrupan a través de la Asociación de Hoteles del Noroeste, cuyas categorías van

de 3 a 5 estrellas, donde 46 % son parte de cadenas hoteleras, 31% de

franquicias y 23% firmas independientes; cuyas construcciones oscilan entre 6

y 20 años de antigüedad (Tabla 3), a través de las cuales se ofertan 2,350

habitaciones.

Tabla 3. Perfil de los participantes relativos a las organizaciones n=67

Característica Número de

personas

%

Categoría

Tres estrellas

Cuatro estrellas

8

37

11.9

56.7

Cinco estrellas 22 31.4

Antigüedad de

construcción

De 6 a 10 años 17 25.4

De 11 a 20 años 31 46.3

Más de 20 años 19 28.3

Tipo de

propiedad

Cadena hotelera 44 68.7

Independiente 8 11.9

Franquicia 13 19.4

Fuente: Elaboración propia.

Análisis de la varianza (ANOVA)

Previo a realizar el análisis de la varianza de un factor, se verificó el

cumplimiento de la homogeneidad de las varianzas y se realizó a partir de las

variables: sexo, escolaridad y edad de los participantes, donde para la variable

sexo de quien responde la encuesta, los resultados indicaron que la

comparación entre grupos, no presentan diferencias significativas, por lo cual

es posible referir un comportamiento semejante relativo a la variable

orientación al mercado.

Sin embargo, en las variables nivel de estudios y edad de los participantes, se

identificaron diferencias estadísticamente significativas. La variable

“Escolaridad” clasifica en cinco grupos las respuestas (1=Primaria,

2=Secundaria, 3=Preparatoria, 4=Profesional y 5=Posgrado), donde el

ANOVA señala que dichas diferencias corresponden a los ítems: 1. Contamos

con instalaciones confortables; 2. Contamos con un servicio de restaurant que

ofrece variedad en los alimentos que sirve a nuestros clientes; 3. Contamos con

un servicio de bar que ofrece variedad en las bebidas que sirve a nuestros

clientes; 4. Mantenemos limpias las instalaciones; 10. Conocemos las fortalezas

de nuestro hotel; 12. Conocemos las estrategias a largo plazo de nuestro hotel;

13.Compartimos la información relativa a los clientes; 17. Periódicamente

obtenemos información para identificar las necesidades actuales de los clientes;

18. Periódicamente obtenemos información para identificar las necesidades

futuras de los clientes; 19.Comunicamos a todos los departamentos, la

información de necesidades actuales de los clientes. Las pruebas post hoc,

específicamente Tukey HSD, indican que dichas diferencias ocurren para el

ítem 1, entre los grupos 4 y3 (x̅̅̅̅ grupo .436, s=.037); del ítem 2 entre los grupos

4 y 3 (x̅̅̅̅ grupo 1.511, s=.000), del ítem 3 entre los grupos 4 y 3 (x̅̅̅̅ grupo 1.814,

s=.009), del ítem 4 entre los grupos 4 y 3 (x̅̅̅̅ grupo .525, s=.001), del ítem 10

entre los grupos 4 y 2 (x̅̅̅̅ grupo 1.222, s=.001), y 5 y 2 (x̅̅̅̅ grupo 1.333, s=.039);

del ítem 12 entre los grupos 4 y 2 (x̅̅̅̅ grupo 1.078, s=.006), y 5 y 2 (x̅̅̅̅ grupo

1.500, s=.023), del ítem 13 entre los grupos 4 y 3 (x̅̅̅̅ grupo .509, s=.032), del

ítem 14 entre los grupos 4 y 3 (x̅̅̅̅ grupo .586, s=.050), del ítem 17 entre los

grupos 3 y 2 (x̅̅̅̅ grupo 1.115, s=.009) y 4 y 2 (x̅̅̅̅ grupo 1.100, s=.003), del ítem

18 entre los grupos 4 y 2 (x̅̅̅̅ grupo .944, s=.009), y del ítem 19 entre los grupos

4 y 2 ( x̅̅̅̅ grupo .789, s=.049), y 5 y 2 (x̅̅̅̅ grupo 1.500, s=.015).

La variable “Edad” clasifica en cinco grupos las respuestas (1=De 18 a 25 años,

2=De 26 a 35 años, 3=De 36 a 45 años, 4=De 46 a 50 años y 5=De 51 a 60

años), los resultados del ANOVA reflejan diferencias significativas en los

ítems: 4. Mantenemos limpias las instalaciones; 7. Permanece atento a las

necesidades de nuestros clientes para atenderlas oportunamente, 10.

Conocemos las fortalezas de nuestro hotel; 13.Compartimos la información

relativa a los clientes; 14. Realizamos actividades conjuntas para atender a

nuestros clientes; y 15. Ofrecer buen servicio a nuestros clientes. Al efectuar la

prueba Tukey HSD de las pruebas post hoc, se aprecia en que grupos se

presentan dichas diferencias. Para el ítem 4, entre los grupos 2 y 3 (x̅̅̅̅ grupo

.433, s=.021), del ítem 7 entre los grupos 2 y 3 (x̅̅̅̅ grupo .533, s=.047), del ítem

10 entre los grupos 2 y 1 (x̅̅̅̅ grupo .824, s=.011), y 2 y 3 (x̅̅̅̅ grupo .622, s=.030),

del ítem 13 entre los grupos 5 y 3 (x̅̅̅̅ grupo .778, s=.044), del ítem 14 entre los

grupos 2 y 3 (x̅̅̅̅ grupo .600 s=.037),del ítem 15 entre los grupos 2 y 3 (x̅̅̅̅ grupo

.600, s=.08). Por lo tanto, es posible observar que comparativamente, el grupo

con nivel académico profesional y aquellos grupos cuyas edades van de 26 a 45

años, perciben la existencia de una mayor orientación al mercado por parte de

sus organizaciones.

La tabla 4, agrupa los resultados de la prueba de ANOVA, para el constructor

orientación al mercado, donde los resultados que fueron significativos; además

en la tabla 5, se presentan las comparaciones múltiples de las pruebas post hoc

HSD Tukey, de los ítems significativos, de estos grupos según su escolaridad y

edad.

Tabla 4: Prueba de ANOVA entre los grupos que conforman escolaridad y edad de los

participantes.

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 5. Comparaciones múltiples, pruebas Post hoc, HSD Tukey, de los ítems

significativos, con los grupos que conforman escolaridad y edad de los participantes,

respecto a la orientación al mercado.

Conclusiones

El presente estudio gira en torno al cuestionamiento inicial, sobre si existían

diferencias estadísticamente significativas en la orientación al mercado del

sector hotelero establecido en Tijuana, B. C., a partir de la percepción de sus

empleados que desempeñan puestos a nivel de mandos medios y superiores, en

función de su sexo, escolaridad y edad. Así, los resultados que se obtuvieron

empíricamente, señalan que no se identifican diferencias significativas a partir

del sexo de los participantes; sin embargo, se aprecia una percepción de forma

distinta a partir de la escolaridad y la edad.

Los resultados obtenidos en éste trabajo, indican que los sujetos con un nivel

de escolaridad mayor, expresan diferencias positivas y significativas en la

percepción de la orientación al mercado de sus firmas, especialmente a partir

de los ítems que inciden en la orientación al cliente (Narver y Slater, 1990), y

en la generación de información de necesidades del mercado (Kohli y Jaworsky,

1990). Respecto a la variable edad, las diferencias positivas y significativas

sobre la percepción de la orientación al mercado, se observan principalmente

en los sujetos que van de los 26 a los 35 años, mismas que se agrupan en torno

a los ítems relativos a la coordinación interfuncional (Narver y Slater, 1990).

Consecuentemente, es posible señalar que para las unidades de análisis de este

estudio, las aportaciones de Narver y Slater (1990), reflejan con mayor claridad

la orientación al mercado existente en las empresas hoteleras establecidas en

Tijuana, B. C, donde el mantener una orientación al cliente, a la competencia y

una coordinación interfuncional, constituyen los elementos diferenciadores de

dicho constructo.

Es importante mencionar que la investigación se realizó a partir de un horizonte

de tiempo transversal simple, desde una muestra no probabilística, por lo que

dichos aspectos implican limitantes para los resultados obtenidos; para estudios

posteriores, se recomienda ampliar el contexto y utilizar muestras

probabilísticas, de tal forma incidan en la validez y el alcance de dichos

resultados, mismos que son relevantes para el ámbito académico y para las

firmas del sector hotelero, especialmente en aspectos relativos a la orientación

al mercado.

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