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38 UNIVERSIDAD DE MEXICO JUAN DAVID GARCÍA BACCA, Humanismo teórico, práctico y jlOsitivo según Marx, t-ondo de Cultura Económica, México, 1965, 92 pp. OTRA VENTANA ABIERTA AL MARXISMO virtuando el contenido en nombre de algunas citas separadas de su contexto general). 2. Abstrayendo los Manuscritos de la producción global de Marx. 3. Abstrayendo el escrito de Marx de la historia de la filosofía, en olvido de antecedentes y consecuentes. En lo que se refiere a la primera forma, para no poner sino un ejemplo, la preocupación esencial del, autor es sustentar la tesis de que el humanismo positivo, basado en el práctico, nos remite finalmente al humanismo teórico, al "ateísmo", sustentáculo del co- munismo y de una nebulosa fase postcomunista. Ahora bien: el "ateísmo" de Marx, según García Bacca, no es sino la transustancia- ción de la religión. El humanismo teórko, recordemos, es el acto de engullir a Dios para divinizar al hombre. Pero Marx, a diferencia de FeuerbaciI, dice otra cosa; mues- tra que el ateísmo en cuanto ne- gación de la inesencialidad de la naturaleza y el hombre "es la nega- ción de Dios y estatuye, con esta negación, la existencia del hombre" (l\fanuscritos, en Escritos económi- cos varios, editorial Grijalbo, p. 90). El ateísmo no es la diviniza- ción del hombre, sino la desenaje- naclOn teórica del mismo, el reco- nocimiento de la existencia del hombre. Es cierto, contra el dogma- tismo jacobino, que la religión no es, no ha sido, única y exclusiva- mente una ideologia, una falsa conciencia, sino un "momento" ne- cesario para la desenajenación y racionalización del hombre; pero es falso que se la conserve ("sin ani- quilación alguna de realidad") en la concepción del joven Marx. La religión es conservada, tan sólo. como "momento superado". No hay nada semejante, entonces, a una "religión de la humanidad" (como ve García Bacca al ateísmo) ni una religión de la miseria (como veía Proudhon al comunismo) . En lo que se refiere a la segunda for- ma, hay que aclarar que, al abs- traer los de la produc- ción global del socialista alemán olvida que, pese a su importancia, dicho texto es una obra de transi- ción, y como tal, muchos de los conceptos económicos y filosóficos que allí se manejan, adolecen de imprecisión (tal el caso de "prole- tario", "trabajo", etcétera) . Por úl- timo, en lo que alude a la tercera forma, García Bacca no toma en cuenta que la crítica a A. Smith y a Hegel que realiza Marx en los La transustanciación es el acto de "asimilar, digerir, absorber real y verdaderamente algo, sin aniquila- ción alguna de realidad, ni en asi- milado· ni en asimilan te, con elimi- nación y desecho de lo inasimila- ble". En esta perspectiva, piensa García Bacca, el ateísmo del joven Marx no es simplemente la nega- ción de Dios, sino más bien signi- fica que "la encarnación de Dios en un solo hombre, en Jesús de Nazaret, se verifique en cada uno de los hombres". Ser ateos significa negar a Dios conservándolo, comul- gar lo divino para ser hombres deificados o, mejor, implantar una verdadera "humanidad de Cristos". Si el ateísmQ engendra el humanis- mo teórico, el comunismo, el ateís- mo de la propiedad, origina el humanismo práctico. El comunismo tiene una doble función: la primera consiste en trans us tanciar la pro- piedad privada, esto es, superarla, levantarla por obra y gracia de su desaparición y conservación. La se- gunda, la mostración del trabajo como transustanciada potencia rea- lizadora de lo que el hombre es. ¿En qué consiste este trabajo y, por ende, el contenido de este hu- manismo práctico, de carácter co- munista? Garda Bacca responde: "El trabajo es la divinización real y verdadera del hombre natural, obtenida mediante la transustan- ciación de Dios, haber comulgado a Dios y habérselo asimilado; haber comulgado al creador y haberse hecho el hombre inventor - o pro- ductor de y de la naturaleza". El humanismo práctico, entonces, se finca en el teórico, co- munismo en el ateísmo, como el inventor activo en la negación tran- sustanciada del creador. Pero es necesario distinguir tres clases de .comunismo: el comunismo burdo, que personifica la envidia; el co- munismo político, afectado aún de la noción o el vestigio de la propie- dad privada y el comunismo "en cuanto transustanciación positiva de la propiedad privada". Esta tercera forma de comunismo, la verdadera, lleva al humanismo positivo que no es otra cosa que la fusión del ateísmo y el comunismo, del hu- maJ;lismo teórico y el práctico. "Pa- ra que advenga el humanismo positivo -apunta Garda Bacca- es preciso -es in termediario impres- cindible- el haber sido, plenamente y a tiempo, comunista o humanista práctico, y éste, a su turno, no será perfectamente comunista si no ha sido plenamente ateo -humanista teórico". El escrito de Carcía Bacca es un digno intento de un pensador idealista de acercarse a Ma¡¡x; pero esta aproximación, este apetito por lo concreto que caracteriza última- mente al filósofo español, lo realiza en forma curiosa: no es tanto un acercamiento de García Bacca a Marx, cuanto un acercamiento de Marx a García Bacca_ ¿Cómo reali- za tal faena? Fundamentalmente de tres formas: l. Abstrayendo ciertas tesis de los Manuscl'itos (desvincu- lándolas del todo; seleccionando lo que conviene. En una palabra: des- lógico de las teorías estéticas, sino que busca engarzar las influen- cias que varias de ellas puedan tener, requiere una explicación de esas razones para en tenderlas y jus- tificarlas. Por ejemplo, cuando el autor reconoce que los elegiacos son optimistas, a diferencia de los épi- cos y eróticos, optimistas, se l'educe a decir: "Se preglJntan por la esen- cia de la vida. Dividen a los hom- bres en dos categorías; los aristócra- tas y el populacho. (Concepción que adopta Schiller en su Tratado so- bre lo ingenuo y lo sentimental. Nota de Bayer.) Este es vil y malo. La vida no vale la pena de ser vivida más que por los aristócra- tas. Los buenos, los mejores son los años; y éstos son bellos, y virtuo- sos". O bien, cuando estudia la Es- cuela pitagóríca: "Se ocupa de la ed ucación de los arist6cra tas tal como lo haría más tarde Platón". En ninguno de ambos casos se pro- cura una explicación de la situación social prevaleciente en esos momen- tos que cuenta de tales concep- ciones artísticas e ideológicas. En el tratamiento de la generalidad de estéticos no aparece nunca la re- querida explicación, o siquiera in- formación, del contexto histórico social, más que sus consecuencias artísticas o teóricas. La otra observación, es que nos parece poco adecuado calificar a Pit;ígoras de "un nietzchenismo perfecto", o entender a Sócrates alcanzando una "concepción que ya puede llamarse platónica". Con- vendría mejor rastrear el sentido de la influencia que pudiera haber en el primer caso, y en el segundo, omitir la equívoca afirmación que, por lo demás, se comprende en su justo sentido cuando Bayer inves- tiga la Estética de Platón. JosÉ LUIS BALCÁRCEL tres periodos de la humanidad, al modo que lo son las diferentes eta- pas de la vida del hombre. El hu- manismo teórico se contrapone a la teología. Es la reapropiación del hombre por el hombre, lo cual sig- nifica ateísmo. Marx hace notar que "el ateísmo, en cuanto tran- sustanciación de Dios, es el adve- nimiento del humanismo teórico". A Carda Bacca le entusiasma el término religioso transustanciación. sofía griega, quienes en lo funda- mental mantienen la identificación pero, en cambio, abundan en pro- fundas disquisiciones que los llevan a sistematizar, cada uno conforme a un método específico y plantea- mientos precisos, las primeras doc- trinas, que proyectarán su influen- cia con mayor o' menor intensidad, según momentos históricos, hasta nuestros días. El análisis de Bayer se conserva riguroso en todo el transcurso de la investigación, pa- sando revista a las concepciones de los artistas y estéticos que a su jui- cio mejores logros teóricos han al: canzado y más han contribuido por ;'U influencia y originalidad al des- envolvimiento de la,. reflexión filo- sófica en torno a la problemática del arte. Desde un principio ad- vierte que le "ha parecido prefe- rible reducir a un estricto mínimo la exposición de ciertas doctrinas como las del clasicismo o roman- ticismo franceses (ampliamente tra- tados en las diversas historias de la literatura) y de ciertas cuestiones bien conocidas de la historia del arte y de la música, para estudiar con mavor detenimiento los puntos y menos conocidos, par- ticularmente en lo que concierne a ciertos aspectos de las estéticas in- glesa y alemana". Tendríamos que manifestar nues- tro desacuerdo con algunas de sus apreciaciones sobre cuestiones con- cretas en relación con diferentes teó- ricos, como es la afirmación de que el arte definido como manifestación () apariencia sensible de la Idea, en Hegel, viene a ser lo mismo que la encarnación del modelo en la Idea platónica. Sin embargo, por el ca- rácter de es ta nota consideramos más pertinen tes dos observaciones que guardan relación con el en- foque general del libro o con el seJialamiento equívoco de posiciones o tendencias de un autor posterior que se emplean para reconocer a otro anterior. Estudiar a los teóricos del arte, como lo hace Bayer, sin relacio- narlos para nada con el contexto histórico dentro del cual se produ- cen los movimientos artísticos que, en una u otra forma, sirven de base a su estudio, hace imposible una exacta comprensión de las razones históricas, sociales que promueven sus ideas. Una obra que no se con- creta a establecer el orden crono- Como es sabido, García Bacca está ocupado y preocupado en el estudio y examen del marxismo. El opúscu- lo presente, tan "barroco" por to- dos conceptos, es claro indicio de su estado de ánimo. Al autor le interesa la antropología filosófica; y encuentra que el joven Marx tiene mucho que decir al respecto. La distinción entre humanismo teó- rico, práctico y posi ti vo se halla en los Manuscritos parisinos, y son

OTRA VENTANA ABIERTA AL MARXISMO · JUAN DAVID GARCÍA BACCA, Humanismo teórico, práctico y jlOsitivo según Marx, t-ondo de Cultura Económica, México, 1965, 92 pp. OTRA VENTANA

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Page 1: OTRA VENTANA ABIERTA AL MARXISMO · JUAN DAVID GARCÍA BACCA, Humanismo teórico, práctico y jlOsitivo según Marx, t-ondo de Cultura Económica, México, 1965, 92 pp. OTRA VENTANA

38 UNIVERSIDAD DE MEXICO

JUAN DAVID GARCÍA BACCA, Humanismo teórico, práctico y jlOsitivo segúnMarx, t-ondo de Cultura Económica, México, 1965, 92 pp.

OTRA VENTANA ABIERTAAL MARXISMO

virtuando el contenido en nombrede algunas citas separadas de sucontexto general). 2. Abstrayendolos Manuscritos de la producciónglobal de Marx. 3. Abstrayendo elescrito de Marx de la historia de lafilosofía, en olvido de antecedentesy consecuentes. En lo que se refierea la primera forma, para no ponersino un ejemplo, la preocupaciónesencial del, autor es sustentar latesis de que el humanismo positivo,basado en el práctico, nos remitefinalmente al humanismo teórico,al "ateísmo", sustentáculo del co­munismo y de una nebulosa fasepostcomunista. Ahora bien: el"ateísmo" de Marx, según GarcíaBacca, no es sino la transustancia­ción de la religión. El humanismoteórko, recordemos, es el acto deengullir a Dios para divinizar alhombre. Pero Marx, a diferenciade FeuerbaciI, dice otra cosa; mues­tra que el ateísmo en cuanto ne­gación de la inesencialidad de lanaturaleza y el hombre "es la nega­ción de Dios y estatuye, con estanegación, la existencia del hombre"(l\fanuscritos, en Escritos económi­

cos varios, editorial Grijalbo, p.90). El ateísmo no es la diviniza­ción del hombre, sino la desenaje-

naclOn teórica del mismo, el reco­nocimiento de la existencia delhombre. Es cierto, contra el dogma­tismo jacobino, que la religión noes, no ha sido, única y exclusiva­mente una ideologia, una falsaconciencia, sino un "momento" ne­cesario para la desenajenación yracionalización del hombre; pero esfalso que se la conserve ("sin ani­quilación alguna de realidad") enla concepción del joven Marx. Lareligión es conservada, tan sólo.como "momento superado". Nohay nada semejante, entonces, auna "religión de la humanidad"(como ve García Bacca al ateísmo)ni una religión de la miseria (comoveía Proudhon al comunismo) . Enlo que se refiere a la segunda for­ma, hay que aclarar que, al abs­traer los Manusc~itos de la produc­ción global del socialista alemánolvida que, pese a su importancia,dicho texto es una obra de transi­ción, y como tal, muchos de losconceptos económicos y filosóficosque allí se manejan, adolecen deimprecisión (tal el caso de "prole­tario", "trabajo", etcétera) . Por úl­timo, en lo que alude a la terceraforma, García Bacca no toma encuenta que la crítica a A. Smith ya Hegel que realiza Marx en los

La transustanciación es el acto de"asimilar, digerir, absorber real yverdaderamente algo, sin aniquila­ción alguna de realidad, ni en asi­milado· ni en asimilan te, con elimi­nación y desecho de lo inasimila­ble". En esta perspectiva, piensaGarcía Bacca, el ateísmo del jovenMarx no es simplemente la nega­ción de Dios, sino más bien signi­fica que "la encarnación de Diosen un solo hombre, en Jesús deNazaret, se verifique en cada unode los hombres". Ser ateos significanegar a Dios conservándolo, comul­gar lo divino para ser hombresdeificados o, mejor, implantar unaverdadera "humanidad de Cristos".Si el ateísmQ engendra el humanis­mo teórico, el comunismo, el ateís­mo de la propiedad, origina elhumanismo práctico. El comunismotiene una doble función: la primeraconsiste en transus tanciar la pro­piedad privada, esto es, superarla,levantarla por obra y gracia de sudesaparición y conservación. La se­gunda, la mostración del trabajocomo transustanciada potencia rea­lizadora de lo que el hombre es.¿En qué consiste este trabajo y,por ende, el contenido de este hu­manismo práctico, de carácter co­munista? Garda Bacca responde:"El trabajo es la divinización realy verdadera del hombre natural,obtenida mediante la transustan­ciación de Dios, haber comulgadoa Dios y habérselo asimilado; habercomulgado al creador y habersehecho el hombre inventor - o pro­ductor de sí y de la naturaleza".El humanismo práctico, entonces,se finca en el teórico, co~el co­munismo en el ateísmo, como elinventor activo en la negación tran­sustanciada del creador. Pero esnecesario distinguir tres clases de

.comunismo: el comunismo burdo,que personifica la envidia; el co­munismo político, afectado aún dela noción o el vestigio de la propie­dad privada y el comunismo "encuanto transustanciación positiva dela propiedad privada". Esta terceraforma de comunismo, la verdadera,lleva al humanismo positivo queno es otra cosa que la fusión delateísmo y el comunismo, del hu­maJ;lismo teórico y el práctico. "Pa­ra que advenga el humanismopositivo -apunta Garda Bacca- espreciso -es in termediario impres­cindible- el haber sido, plenamentey a tiempo, comunista o humanistapráctico, y éste, a su turno, no seráperfectamente comunista si no hasido plenamente ateo -humanistateórico". El escrito de Carcía Baccaes un digno intento de un pensadoridealista de acercarse a Ma¡¡x; peroesta aproximación, este apetito porlo concreto que caracteriza última­mente al filósofo español, lo realizaen forma curiosa: no es tanto unacercamiento de García Bacca aMarx, cuanto un acercamiento deMarx a García Bacca_ ¿Cómo reali­za tal faena? Fundamentalmente detres formas: l. Abstrayendo ciertastesis de los Manuscl'itos (desvincu­lándolas del todo; seleccionando loque conviene. En una palabra: des-

lógico de las teorías estéticas, sinoque busca engarzar las influen­cias que varias de ellas puedantener, requiere una explicación deesas razones para entenderlas y jus­tificarlas. Por ejemplo, cuando elautor reconoce que los elegiacos sonoptimistas, a diferencia de los épi­cos y eróticos, optimistas, se l'educea decir: "Se preglJntan por la esen­cia de la vida. Dividen a los hom­bres en dos categorías; los aristócra­tas y el populacho. (Concepción queadopta Schiller en su Tratado so­bre lo ingenuo y lo sentimental.Nota de Bayer.) Este es vil y malo.La vida no vale la pena de servivida más que por los aristócra­tas. Los buenos, los mejores son losaños; y éstos son bellos, y virtuo­sos". O bien, cuando estudia la Es­cuela pitagóríca: "Se ocupa de laed ucación de los arist6cra tas talcomo lo haría más tarde Platón".En ninguno de ambos casos se pro­cura una explicación de la situaciónsocial prevaleciente en esos momen­tos que dé cuenta de tales concep­ciones artísticas e ideológicas. Enel tratamiento de la generalidad deestéticos no aparece nunca la re­querida explicación, o siquiera in­formación, del contexto históricosocial, más que sus consecuenciasartísticas o teóricas.

La otra observación, es que nosparece poco adecuado calificar aPit;ígoras de "un nietzchenismoperfecto", o entender a Sócratesalcanzando una "concepción queya puede llamarse platónica". Con­vendría mejor rastrear el sentidode la influencia que pudiera haberen el primer caso, y en el segundo,omitir la equívoca afirmación que,por lo demás, se comprende en sujusto sentido cuando Bayer inves­tiga la Estética de Platón.

JosÉ LUIS BALCÁRCEL

tres periodos de la humanidad, almodo que lo son las diferentes eta­pas de la vida del hombre. El hu­manismo teórico se contrapone a lateología. Es la reapropiación delhombre por el hombre, lo cual sig­nifica ateísmo. Marx hace notarque "el ateísmo, en cuanto tran­sustanciación de Dios, es el adve­nimiento del humanismo teórico".A Carda Bacca le entusiasma eltérmino religioso transustanciación.

sofía griega, quienes en lo funda­mental mantienen la identificaciónpero, en cambio, abundan en pro­fundas disquisiciones que los llevana sistematizar, cada uno conforme aun método específico y plantea­mientos precisos, las primeras doc­trinas, que proyectarán su influen­cia con mayor o' menor intensidad,según momentos históricos, hastanuestros días. El análisis de Bayerse conserva riguroso en todo eltranscurso de la investigación, pa­sando revista a las concepciones delos artistas y estéticos que a su jui­cio mejores logros teóricos han al:canzado y más han contribuido por;'U influencia y originalidad al des­envolvimiento de la,. reflexión filo­sófica en torno a la problemáticadel arte. Desde un principio ad­vierte que le "ha parecido prefe­rible reducir a un estricto mínimola exposición de ciertas doctrinascomo las del clasicismo o roman­ticismo franceses (ampliamente tra­tados en las diversas historias de laliteratura) y de ciertas cuestionesbien conocidas de la historia delarte y de la música, para estudiarcon mavor detenimiento los puntosesencial~s y menos conocidos, par­ticularmente en lo que concierne aciertos aspectos de las estéticas in­glesa y alemana".

Tendríamos que manifestar nues­tro desacuerdo con algunas de susapreciaciones sobre cuestiones con­cretas en relación con diferentes teó­ricos, como es la afirmación de queel arte definido como manifestación() apariencia sensible de la Idea, enHegel, viene a ser lo mismo que laencarnación del modelo en la Ideaplatónica. Sin embargo, por el ca­rácter de es ta nota consideramosmás pertinen tes dos observacionesque guardan relación con el en­foque general del libro o con elseJialamiento equívoco de posicioneso tendencias de un autor posteriorque se emplean para reconocer aotro anterior.

Estudiar a los teóricos del arte,como lo hace Bayer, sin relacio­narlos para nada con el contextohistórico dentro del cual se produ­cen los movimientos artísticos que,en una u otra forma, sirven de basea su estudio, hace imposible unaexacta comprensión de las razoneshistóricas, sociales que promuevensus ideas. Una obra que no se con­creta a establecer el orden crono-

Como es sabido, García Bacca estáocupado y preocupado en el estudioy examen del marxismo. El opúscu­lo presente, tan "barroco" por to­dos conceptos, es claro indicio desu estado de ánimo. Al autor leinteresa la antropología filosófica;y encuentra que el joven Marxtiene mucho que decir al respecto.La distinción entre humanismo teó­rico, práctico y posi tivo se hallaen los Manuscritos parisinos, y son

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Ui\IVERSIDAD DE MEXICO 39

UN PERSONAJE TRANSFORMfSTA

ALllERTO DALLAL

que se m ueve el protagonista. Enla última parte de la novela, 1"transformación de Hany es simul­tánea a la transformación del puntode vista del autor. El único que sesalva es, precisamente, Hany. Sutoma de conciencia no es, ni muchomenos, su perdición. Por el con­trario, para él significa la libertad(que es capaz de vivir aunque seaun instan te) y para la sociedad enla que se mueve, así como para laépoca, ese mismo "darse cuenta"significa el nlOÍs agudo de los retl'a­tos y la más impresionante de lascríticas.

'"li'oe....

e."......:e.•..••••

Anales, del mismo atio, hasta laPintura colonial en México de Tou­ssaint y el núm. 3·1, de los Anales,correspondientes a J965, Y unalista de las doce obr"\s que se pu­blicarán en el transcurso de estealio de 1966. La minuciosidad conque el autor hizo su recopilación,detallando los capítulos de los li­bros, Jos artículos de los Aflales, loscomentarios en la prensa a lasprincipales publicaciones. el ínJicefinal por autores, hacen que estaBibliografía se convierta en instru­mento indispensable para tooa per­sona que en nuestro país se dedi­que, por profesión, vocación osimple interés, <.! las arte~ pUsti<:as,y aun a las tnuskales en HU ~tSpcct(1i

folklórico. Si duraa~e 1(~3 prio¡e!oudos decenios de su existencia elInstituto alcanzó su alto nivel gra­cias a la sahi'¡urla y entrega deManuel Toussaint, su primer diree-

JAS~IlN REUTE~

lar, el tercer decenio transcurridose ha hallado bajo el signo del ac­

tual director, Justino Fernández,

quien no sólo ha ampliado las ac­tividades de este organismo cultu­

ral, sino que ha puesto su improntade elegante sobriedad a sus publi­

caciones, como puede apreciarse ya

por las 16 láminas incluidas en estaBibliografía, Que la labor realizada

compromete a superarla, es un he­cho. Pero también 10 es el respeto

que infunde esa labor, claramente

visible pOI' este nuevo instrumento

de trabajo que es la Bibliografíapreparada por Ongay.

St01), El coleccionista y Rebelde sincausa. En planos menos superficia­les a los ejemplos se hacen nota­bles: Lolila )' DesfI)'ltno en Tif­fan)"s. Es tendencia de cierta partede la actnal literatura norteameri­cana de ficcióu, extraer productospoéticos, dram;íLicos y formales,universalmente justificables, deanécdotas y tramas que en algunaotra época, por sus COIl tenidos pa­tológicos, hubieran horrorizado alos lectores. Feiffer no teme a lapatología de Hany y la planteaabiertamente. no para describir so­lamen te al propio Hany, sino tam­bién la situación excepcional en

LABOR FRUCTÍFERA

vida, y festejó su cima generacionaleditando las tres obras capitales desu fundador !vfanuel Toussaint ypublicando la acuciosa bibliografíaque aquí comentamo~. y que mejorque cualquier coctel o reunión ac~­

démica con elegantes discursos jus­tifica su existencia y reafirma laneccsidad de que siga desarrollandoy ampliando sus labores. Con un es­mero que sabrá apreciar todo aq uelque ha hecbo alguna vez una bi­bliografía, por pequelia que fuese,Ongay ha reuuido cronológicamenteen fichas detalladas y comentadastodas las puhlicaciones de HE, desdela Breve hisloria del arle lIIoderno

en México de Justino Fernández,allá por 1937, y el núm, I de los

DANILO ONGAY MuzA, Bibliografía del Instituto de Investigaciones Estéti­cas (193:;-1965), Universidad Nacional Autónoma de México, 1966, 154pp. Y 16 láms.

••,

No se debe al azar que la historiade la cultura se divida en las ge­neraciones de los hombres que lahacen, y que haya sido 30 el núme­ro de alias que marcan el surgi­miento y auge de una generación.Las instituciones culturales, desdeluego, aunque a veces de vida másbreve que esos treinta años y otrasde vida mucho más larga, tambiénmuestran una evolución que confrecuencia queda caracterizada porlas generaciones que trazaron sud~stino. Y es bueno que especial­mente la generación joven, tanadicta a menospreciar la laborefectuada por la de sus mayores,se entere periódicamente de esalabor para justipreciada en lo quetiene de positivo y enmendarla en

.10 que .tiene de enmendable. ElInstituto de Investigaciones Estéti­cas de la Universidad de Méxicoha cumplido sus treinta alias de

a García llacca para iniciar unainvestigación a fondo. Su intento,de buena fe sin duda, ha sido"abrirse" al marxismo. En su pinto­resco lenguaje -matrimonio sor­presivo de tecnicismos filosóficos yhabla popular- proporciona nocío­nes sugestivas, hallazgos de interés;pero ello está lejos de ser una ver­dadera aportación al estudio y pro­fundización de la alllropologíamarxista.

ENRIQUE GONúLEZ ROJo

misma a través de núcleos y círcu­los pintorescos, era necesario inven­tar un ser como Harry j' personajesque, aun teniendo característicasdiferentes, conservaran sus mismosdefectos y cualidades. Las mujeresque intervienen en la vida de Harrypadecen de las mismas incapacida­des de él y SO:l tan atractivas comoese hombre, como ese joven, comoese nilio que por medio de su be­lleza domina todas las situaciones.Feiffer pudo haber escogido a cual­quiera de ellas para crear unanovela diferente o varias nOl"elasdistintas igualmente irónicas, sór­didas, profundas, impresionantes.Probablemen te lo haga en el fu­turo.

Es f<ícil descubrir la figura deDorian Gray en el dibujo de Hany.La transformación que sufre Do­rian Gray, a lo largo de un pro­ceso que "a de la belleza y la ino­cencia a lo diabólico y horroroso,cae víctima de los defectos de lahumanidad. que sólo él puede re­presentar. Asimismo, el narcisismode Dorian Gral' es sólo uno de losaspectos que Oscar Wilde pudodescubrir en esa suma total ele es­catologías y pecados que es el hOI11­breo Hany. a diferencia de Gral',vive al margen de sus otros defec­tos, a salvo en su isla narcisista,aunque como este último sea laimagen física u objetiva de uncambio interno, en el alma. El toono poético que domina la primeraparte de la novela de feiffer cons­tituye la expresión de una confor­midad particular -la de Feiffer­con respecto al problema psicoló­gico. En obras literariamente in­trascenden tes, que más tarde hansido llevadas a la pantalla, es posi­ble descubrir esta misma actitud.Citemos, como modestos pero sig­nificati,"os ejemplos, Il'est Side

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Manuscritos, lo diferencia de todoslos neohegelianos (especialmente deFeuerbach) y que sólo en este sen­ticlo se comprende el significadoreal de la obra juvenil de Marx.Con estas tres "abstracciones" Gar­da Bacca logra acomodar a Marx asus puntos de vista. Desgraciada­mente, la riqueza inagotable deideas, opiniones, filosofemas quecomprenden los Manuscritos -yque piden ampliación, esclareci­miento, desarrollo- no han servido

JULES FElfFER, Han) es un peTra con las mujeres, Serie del Volador, Joa­quín Mortiz, editor, México, 1965, 195 pp.

Caricaturista, incipien te dramatur­go y audaz escritor novel, JulesFeiffer publicó en 1963 este peque­ño libro sorpJ'endente que ahorapresenta la Editorial Mortiz en unaesmerada traduccion.

Ya el título contiene serias im­plicacíones y ambigüedades, y sóloun meticuloso an;\lisis de lo queFeiffer ha escrito o quiso escribiren esta novela puede llevarnos aconclusiones más o menos definiti­vas. De ahí que, cuando dijimos"sorprendente" nos refiriéramos aun tipo de literatura poco usual,transformista, específica en con­ceptos que son poco específicos a lalarga, pero que no pierden validezpor expresar, en forma crítica, de­fectos sociales y sus obvias conse­cuencias en el plano de la psicolo­gía. La conclusión m,\s lógica, unavez leída la novela, es la siguiente:"Hany es un peno con las mujeresporque Harry es el prototipo delhombre que se ama a sí mismo, elsímbolo más logrado y más sinté­tico del narcisista". Sin embargo,tras una segunda meditación, surgeotro juicio: "Hany, por ser unalma decadente, frívola y autodes­tructiva no puede hacer otra cosaque portarse como un perro conlas mujeres". Es decir, 'Hany estáenvuelto por su propia concha yno puede darse cuenta del mundo,de las personas y de 1as cosas queexisten alrededor de él. Y si segui­mos examinando la novela de Fei­ffer, considerando a Hany comoel héroe clásico y tradicional, se­guiremos elaborando abstraccionesparecidas a las anteriores, ya seanmorales o psicológicas.

Pero no cabe duda que Feiffertrata de decirnos otra cosa. Hanyes un pretexto, Para hablar de unasociedad que trastabilla, que viveequivocada y que se destruye a sí