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PARADIGMAS1EVISTA DF IA niRFr-r-i/^M r-tr^,, »/7 '/ M-^ m.k*i«LA DIRECCIÓN GENERj.,, LJn-^ENTRÁLIZACIQN -AÑO I - N° I MARZO 20O2

*Nacional de Ciencia y TecnologíaCONCYTEC

'"V |

La Mujer Peruana Anteproyecto deen la Ciencia y la TecnologíaLey General de Promoción

Agricultura y Desarrollo dc ,fl Ciencia y Ia Tecnologíav |

La Descentralización para el Desarrollo Nacionaly sus Actividades (Propuesta dci CONCYTEC)

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LA IMPORTANCIACONOCIMIENTOCIENTÍriCO

Ing. Ronald Woodman

El presente artículo tiene comofinalidad analizar y evaluar

nuestro propio desarrollo sjcientífico y tecnológico,

además de exponercuáles son losproblemas y

potencialidades.

w i se pretende proponer mode-los, políticas y estrategias en elárea de ciencia y tecnología parael desarrollo del país, consideroque la mejor manera de hacerloes empezando por señalar cuá-

les son los grandes objetivos na-cionales.

El gran objetivo nacional es elbienestar. A veces se le calificacomo bienestar nacional o biencomún. Pero, al fin y al cabo, el

objetivo es el bienestar en sí mis-mo y todo lo que supone. El modocomo se define esta palabra y lasdeterminaciones de sus implican-cias depende de nuestro sistemade valores. Y esto se trata, pues,

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Ing. Ronald Woodman interviniendo en el Foro Nacional: «Ciencia,Tecnología y Desarrollo», organizado por el CONCYTEC.

de una tarea desarrollada sobre

la base de cuestiones meramentesubjetivas. Tengo una lista de ob-jetivos específicos (submetas enrelación con lo que había dichorespecto del bienestar) que, creo

yo, fácilmente puede propiciar unconsenso. Veámosla:

• Salud y buena alimentación.Los médicos hablan de salud

y nutrición. Alimentación y nu-trición me parece mucho máspreciso.

• Vivienda, es decir, comodidad.

• Paz y tranquilidad. Me refiero

a la defensa nacional y la pre-vención contra desastres.

• Orden y justicia. Tenemos quevivir en una sociedad ordena-da y con justicia.

• Cultura. Se trata de uno de losaspectos más importantes enmi exposición porque voy a re-lacionar el conocimiento gene-ral, la cultura, el conocimien-

to científico y el tecnológico.

Ese es uno de los objetivosque voy a desarrollar con ma-

yor extensión.• Diversión. Por ejemplo, el de-

porte es una alternativa quesiempre es bueno considerarpor su ambivalencia: por unlado, se trata de una actividadsaludable para quien lo practi-ca y. por otro, podríamos con-siderarlo como un espectácu-

lo (del tipo que todos, creo yo,ambicionamos) y, en ese sen-tido, supondría otro tipo debeneficios.

• Libertad. Ella siempre es una

carta política. ¿A qué políticono le hubiera gustado consi-derarla en su discurso?

• Riqueza. Con ese término me

refiero al aspecto económico,al capital en sí.

En resumen, aspiramos, des-de una perspectiva individual y

social, a la satisfacción de nues-tras necesidades y a la felicidad.

No obstante lo ya señalado,aún queda un punto que no hereseñado y que es muy importan-te no olvidar. Se trata del desa-rrollo, definido como la medidacon la que nos acercamos a nues-

tro paradigma de bienestar. Cuan-do hablamos de países, decimosque están desarrollados o subde-sarrollados. Ya no es políticamen-

te correcto el empleo de la pala-bra «subdesarrollado». Los paí-ses del primer mundo (los desa-rrollados) prefieren llamarnos«países en proceso de desarro-

llo». Ante eso, nosotros no de-bemos tener ningún problema enafirmar que estamos en una eta-pa de subdesarrollo. Yo me temoque en ciencia y tecnología, so-bre todo, estamos en franco de-

terioro. Menciono un ejemplo:hace 75 años se creó el Observa-torio de Huancayo. Treinta añosdespués se convirtió en un cen-

tro famoso en el mundo, más que

en el Perú. Hasta hace unos diez

CONCYTEC

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La Importancia del Conocimiento Científico

años seguía teniendo esa fama ydaba trabajo a treinta o cuarentapersonas, entre ellos científicos,ingenieros y técnicos, diez deellos con preparación en el Japón.Ocurrió que durante la década pa-sada se aplicó una política de re-ducción de personal dependientede la partida estatal. No voy a dis-cutir respecto de los beneficios yperjuicios de esto; lo cierto es quetambién se redujo el personal quelaboraba en el Observatorio deHuancayo. Sólo quedaron trespersonas. Ahora se encuentra enun proceso de recuperación. Sinembargo, nosotros fuimos unpaís que tenía un observatorio defama internacional y ahora no lotenemos.

Tengo un ejemplo más: el casodel Observatorio de Jicamarca.Como consecuencia de la reduc-ción del personal dependiente delEstado y de otras normas de aus-teridad se redujo su personal, ori-ginalmente compuesto por trein-ta y cinco personas, a sólo una:yo, el único que queda. Todos miscompañeros fueron incentivadospara renunciar. Felizmente conse-guimos ayuda internacional y lasconsecuencias no fueron muy gra-ves, como sí lo fueron en el casode Huancayo. Al Estado no le pre-ocupó lo que estaba sucediendocon los dos observatorios.

Cuando hablamos de desarro-llo, generalmente nos referimos alsocial y al económico. Decidí enfa-tizar esta distinción porque quisie-ra subrayar el hecho de que «de-sarrollo» no se refiere únicamenteal bienestar económico. Reconoz-co que éste es muy importantepara lograr los otros objetivos quehabía considerado en la lista ante-rior. No obstante, estoy convenci-do de que si en algunos casos novamos a lograr los demás objetivos

RONALDWOODMANse graduó en 1956 como in-geniero mecánico electri-cista en la Universidad Na-cional de Ingeniería. Alanosiguiente obtuyp una maes-tría en la Universidad de Harvard, donde, diezaños después^recibió un Ph D. en Física Aplica-da. Susáreas de especialidad son: física del ra-dio y plasma y sensores remotos de la alta at-mósfera. Ha sido, dos veces, presidente ejecuti-vo del Instituto Geofísico del Perú, en ¿966 yentre 1981 -1985 respectivamente. Fue profe-sor visitante de la Universidad de Kyodo, Japón,entre 1989 y 1990. En 1999 le fue concedido elpremio ((Appleton Prize», otorgado por la Socie-dad Real de Londres, a propuesta de la UniónInternacional de la Radio Científica, por sus im-portantes contribuciones y liderazgo en los es-tudios por medio de radares de la ionosfera yatmósfera. El ingeniero Woodman es un prolífi-co autor, ya que tiene en su haber más de unacentena ¡de trabajos publicados en revistas decirculación internacional.

si no conseguimos un desarrollo so-cial, sobre todo en el aspecto cultu-ral. Yo creo que el orden de priori-dades debe elaborarse sobre la basede lo que acabo de señalar. Debe,pues, insistirse en el desarrollo cul-tural, esto es, entre otros aspec-tos, el conocimiento científico y tec-nológico, imprescindibles para nues-tras aspiraciones de desarrollo.

De acuerdo con el Diccionariode la Real Academia de la LenguaEspañola, la cultura se definecomo «el resultado o efecto de cul-tivar los conocimientos humanos

y de afinarse por medio del ejerci-cio de las facultades intelectualesdel hombre». De ella extraigo dospalabras que considero importan-te comentar: conocimientos yafinarse. La idea que uno tiene cuan-do se usa la palabra «culto» (notanto cultura) es la que correspon-de a «afinarse». Llamamos culto auna persona que es sensible y aquien es capaz de, ante una piezamusical o una estrofa de cualquiercanción, de reconocer su título,autor, época, etc. Antes, en vez decultos los llamaban sabios.

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El Diccionario PequeñoLarousse Ilustrado define culturacomo: «sinónimo de desarrollointelectual o bello-artístico». Res-pecto de la definición de arte queofrece el Diccionario de la RealAcademia Española: «Frente a laciencia, como conocimiento racio-nal y práctico, el arte constituyeun orden gratuito, que busca ladistracción del goce estético.» Apropósito de esto, permítanmehacer una digresión. Muchas ve-ces he tenido la impresión de queel artista siente que el hombre deciencia le debe envidiar por lassatisfacciones que él obtiene pormedio del goce estético. Existegoce estético cuando, por ejem-plo, se descubre la solución a unproblema o al haber visto la belle-za de las matemáticas. Verdade-ramente pienso que hay belleza enla ciencia, en las matemáticas, alconocer las leyes de la naturale-za. Todos esos fenómenos y ac-ciones pueden producir goces es-téticos tan intensos como los queexperimenta el artista. En otras

palabras, el conocimiento no so-lamente es útil, sino que tienevalor por sí mismo en el sentidoque acabo de explicar. Tiene valoren tanto es un producto cultural.

El conocimiento científico ytecnológico conforman la mayorparte de los que tiene hoy en díala humanidad. Esto es cierto. Ha-gamos una inspección. Si revisa-mos los logros obtenidos en es-tas áreas a lo largo del avance

humano desde 1901 hasta elZ001, caemos en la cuenta queha sido bastante. Con toda segu-ridad, descubriremos que somosun país más culto, más civilizado,hemos progresado, principalmen-te, en el desarrollo de conocimien-tos científicos y tecnológicos. Noocurre necesariamente lo mismoen todos los aspectos que el de-sarrollo supone. Por ejemplo, res-pecto de la música hemos dadomarcha atrás. Yo creo que en1800 la gente tenía mucho mejorgusto para la música que nues-tros hijos y nietos hoy en día. Noobstante esto último, si queremosser una nación culta, debemos in-cluir entre nuestros objetivos eldesarrollo de nuestros conoci-mientos científicos y tecnológicospor su valor per se. Este desarro-llo cultural es indispensable comouna estrategia para alcanzar eldesarrollo integral.

El conocimiento es fuentede riqueza

Desde muy pequeños escucha-mos que nuestro país es rico enrecursos naturales. Lo cierto esque los recursos naturales ya novalen lo que en el pasado. Si losexplotáramos todos y dobláramoscon ello la producción, seguramen-te nos vendríamos abajo debido ala depredación. Simplemente au-mentaríamos la renta anual de unindividuo en 20 soles o algo porel estilo. Y es que la riqueza ya noestá en los recursos naturales.Veamos a los países que admira-mos por su surgimiento reciente.

Por supuesto, el que lleva elliderazgo, aunque a veces no seauna comparación justa, es el Ja-pón. Siempre hemos oído que setrata de un país pobre en recur-sos naturales, pero rico en valo-

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La Importancia del Conocimiento Científico

res humanos. De hecho, superóla pobreza en que estuvo sumidoa mediados del siglo pasado. Me-jor aun son los casos de paísescomo Taiwán, Corea del Sur,Singapur, Israel. No hace muchotiempo que nosotros nos encon-trábamos como ellos. Por ejem-plo, Israel era Palestina y hay quever dónde está y preguntarse porqué. No se debió a una extraordi-naria disciplina fiscal o un buenprograma monetario. Su desarro-llo fue el producto del valor que leotorgó a la industria y, con ello, alconocimiento científico y tecnoló-gico. Israel superó su pobreza ylogró lo que es hoy en día.

Por el contrario, nosotros con-tinuamos pensando que vamos ahacer riqueza ordenando la casa,la caja fiscal, la política moneta-ria, etc. De acuerdo con los ejem-plos que he presentado, esa noes necesariamente la mejor ma-nera de generarla. Ahora el eco-

nomista habla del valor agregado,pero se trata de uno fácil de pro-ducir. Dice: «producimos algo-dón», pero no deberíamos limitar-nos simplemente a producir la fi-bra, deberíamos hacer el hilo o irmás allá: tendríamos que hacercamisas y competir en el merca-do de camisas en el mundo; en lamedida que contamos con manode obra barata, nos encontramosen condiciones de enfrentar a lacompetencia. Ésta podría ser unasolución de corto plazo para en-frentar los problemas económicosdel momento. Pero la mano deobra barata la tienen países po-bres nada más y si nosotros va-mos a depender de darle valoragregado a las cosas con mano deobra barata, tendremos que se-guir siendo un país pobre, sino novamos a poder competir. Eso sig-nifica que apenas tengamos unamano de obra que vale más que laque tenemos, simplemente deja-

remos de producir. Eso le pasó aTaiwán.

Tuve la oportunidad de visitarTaiwán. Le pedí a uno de mis an-fitriones que me acompañara almercado a ver si compraba ropapara llevar a mis hijos o unas ca-misas «made in Taiwán» para mí.No había ropa hecha en Taiwán;allí todo estaba hecho en Indone-sia. Ya eso había sido superado.Ese tipo de industria que no re-quiere de tecnología estaba enotro lado. Ellos mismos, tal vez,estaban ¡nvirtiendo en Hong Kong,en otros sitios o, quizá, en la mis-ma Indonesia.

A pesar de lo que ya he dicho,la ¡dea del valor agregado es co-rrecta, sólo si se considera comotal al que otorgan la tecnología yla innovación. Desde mi punto devista, se trata sólo del aspectotecnológico: ese es el único valoragregado que vale. No sé si en elcolegio siguen repitiendo la frase

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de Raimondi: «El Perú es un men-digo sentado en un banco de oro».Si es así. nada más falso ahoraque eso. La riqueza está en nues-tra materia gris. Tenemos veinti-cinco millones de habitantes, to-dos ellos cuentan con ella porqueno constituye el monopolio de nin-guna raza ni cultura. La riquezaestá ahí para explotarla. En reali-dad, se debería adaptar a los nue-vos tiempos la frase de Raimondi:«El Perú es un mendigo con ma-teria gris bajo el sombrero».

Ese es el equivalente de la ri-queza, pero hay que explotarla.Para que esa materia gris se con-vierta en oro, hay que explotarlay cultivarla. Somos veinticincomillones de cerebros. Lo mismopodríamos decir respecto de vein-ticinco millones de árboles fruta-les: si los árboles no tienen la

madurez de la fruta, de nada sir-ven. Ante eso. lo que nos corres-ponde hacer es cultivar, con elconocimiento, esa riqueza queestá en cada uno de nosotros.

Tipos de conocimiento

Los conocimientos pueden serde distinta naturaleza y de diferen-te nivel. Podemos saber cómo sehace una camisa, cómo se cons-truye una casa, una viga de aceroreforzado o tal vez hasta un puen-te. Tal vez sepamos armar un cir-cuito electrónico. Sin embargo,también existe la tecnología quenos permite construir un aviónsupersónico, uno tipo Concorderespecto del cual ni siquiera nosatrevemos a Imaginar que podría-mos fabricarle las llantas.

He aquí, pues, que hay niveles

de conocimientos y que los quemás valen son los que más noscuesta adquirir. No se trata de unacuestión de dinero, sino de esfuer-zo; tampoco se obtienen de la no-che a ia mañana. Un individuo quequiere llegar a mejorar un Concor-de tiene que. por lo menos, haberestudiado unos veinte o veinticin-co años y estar en la frontera delconocimiento. Eso siempre lo de-bemos tener presente. No vamosa llegar a él de un momento a otro.Se trata de una decisión que de-bemos tomar y afrontar desdeahora porque nos va a costar.

La salud se trata de un benefi-cio social que depende, principal-mente, del conocimiento más quedel dinero. Esto último no supo-ne que se le reste importancia a lacuestión económica. Sin embargo,consideren, por ejemplo, qué su-

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La Importancia del Conocimiento Científico

cedió en el Perú a propósito delproblema del cólera que tuvimosdiez años atrás. Hasta cierto pun-to nos sentimos satisfechos deque no se produjera un númerotan alto de muertes como hubie-ra tenido un país africano. El quela situación no haya sido aun máslamentable se debió al conocimien-to que tenía el cuerpo médico delPerú. Éste es uno de los camposen el que mejor estamos; quizáse deba a la naturaleza del cono-cimiento involucrado.

El caso de la enfermedad deChagas, es uno de los problemasque tenemos y que no se presen-ta en los países en desarrollo. Esaes probablemente la razón princi-pal por la que deberíamos ser no-sotros quienes realicemos la in-vestigación que conduzca a des-cubrir la cura. Con la malaria ocu-rre algo similar. Los países desa-rrollados no tienen malaria y, portanto, no le dedican mucho tiem-po a su estudio. No obstante, seestá probando un experimento deun nuevo régimen de cultivo dearroz en el norte del país. Consis-te en la aplicación del sistema deregado: son nueve días de rega-dío y cuatro días de seca, de talmanera que no le permite madu-rar a la larva del zancudo. Algoparecido podría mencionar acercade la misma tuberculosis; se tra-ta de una enfermedad de la quecarecen los países desarrollados.

Respecto de la relación entreel conocimiento, la paz y la tran-quilidad, pienso en dos temas: porun lado, el de la defensa nacionaly, por el otro, el de la prevenciónde desastres naturales.

Las guerras no se ganan entrincheras; es más, no se ganandebido al número de soldados ar-mados que tiene un país. La vic-toria se consigue con el desarro-

llo del conocimiento apropiado. Elmejor ejemplo que tenemos esIsrael. Se encuentra rodeado depaíses con gran riqueza, pero conun desarrollo cultural bajo. Deacuerdo con ello, si queremos con-tar con un sistema de defensaadecuado (dicho sea de paso, nodigo que no haya que desarrollar-nos en ese aspecto, pero consi-dero que, conforme avancen lostratados de paz con nuestros paí-ses vecinos, cada vez eso tendráuna menor importancia), debemosdesarrollarlo sobre la base de lainvestigación que permita adqui-rir los conocimientos adecuados.

Respecto de la prevención dedesastres naturales, no obstantelo poco que podemos hacer paradefendernos de la naturaleza, a pe-sar de eso, se pueden mitigar losdaños de, por ejemplo, un tsuna-

mi. Luego de ocurrido un sismo,si se cuenta con los instrumentosadecuados, es posible saber quétipo de sismo ha habido, si se re-gistraron desplazamientos vertica-les en el fondo del mar y si existela amenaza de un tsunami; tam-bién es posible estimar cuál puedeser su magnitud y cuál es el áreaque podría afectar. Los cálculos pue-den realizarse con media hora, unahora o tal vez hora y media de an-ticipación, tiempo suficiente paraprevenir a la población.

El Callao, hace cerca de 255años, sufrió uno de los sismosmás grandes que se haya regis-trado en Lima. Toda la provinciadesapareció, no quedó nadie vivoa excepción de cien personas queestaban por los alrededores. Así,si hay una posibilidad de avisarque se viene un tsunami y todos

]'' ENSEÑANZA APRENDIZAJE DIDÁCTICO

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están bien entrenados, la aenteS8SÜ8Í8Í! §1188118883! I PEEentra en pánico y sabe a dónde ira guarecerse. Se puede salvarcientos de miles de vidas.

El alud de Yungay... Yo tengorecortes periodísticos que siem-pre muestro. Seis años antes deque ocurriera la tragedia, en eldiario Expreso salió en primerapágina, con grandes letras queocupaban un cuarto de página deella, un titular que rezaba así:«Gran alud amenaza Yungay. Se-ría cinco veces más grande queel de Ranrahirca». Efectivamen-te, el alud sucedió cinco añosdespués, tal como lo habían pre-dicho unos científicos que ni si-quiera tenían los instrumentos conlos que contamos ahora. Se tra-taba de un grupo de investigado-res que estaban hac iendo

andinismo cerca del Huascarán.Anunciaron el alud una vez quebajaron: una cuarta parte del gla-ciar se va a venir abajo y, preci-samente, una cuarta parte del gla-ciar se vino abajo. Ante esa noti-cia, ¿qué hicimos? Los metimospresos por alarmistas. Efectiva-mente, estuvieron dos días pre-sos.

La ciencia puede decir, más omenos, con qué probabilidad y conqué frecuencia van a ocurrir lossismos. Yo mismo, sin necesidadde recurrirá las probabilidades, lespuedo decir que los sismos en elPerú van a ocurrir en el futuro conla misma intensidad y frecuenciacon que han ocurrido en el pasa-do. Ustedes ni siquiera tienen queir a leer los libros de historia parasaberlo. Con toda seguridad mu-chos de ustedes han vivido ya va-rios de ellos. El pronóstico no tie-ne que ser exacto, pero es una fun-ción de la ciencia tratar de afinar-lo, lo mismo respecto de las pro-babilidades. Eso, obviamente, nos

nes un poco más afinadas. Tal esel caso, por ejemplo, de la explo-sión de un volcán. Su prevencióncorresponde a un cálculo de pro-babilidades condicionadas a lo queestá ocurriendo minutos antes ounos años antes. En otras pala-bras, no esperen mucho de la cien-cia. pero tampoco desestimen loque puede hacer.

Una de las razones que haceal hombre una especie muy supe-rior al resto de los animales es sucapacidad de comunicación. Elpadre enseña al hijo lo que apren-dió y éste a su vez lo enseña asus hijos. Después de miles deaños, hemos acumulado conoci-mientos que pasan a otras gene-raciones y eso es, precisamente,lo que llamamos educación, es

decir, la transferencia del conoci-miento. La investigación, por suparte, es la creación de conoci-mientos, i •

Educación e investigación

A nosotros, en el InstitutoGeofísico del Perú, como institutode investigación, siempre nos pre-guntan: ¿y ustedes qué hacen enel Ministerio de Educación? Comosi la investigación no tuviera nadaque ver con la educación. Todossabemos que la educación tieneniveles: primaria, secundaria ysuperior. Luego del último vienenlos estudios de postgrado; así,una vez concluido ese último paso,considero que sigue la investiga-ción como actividad casi exclusivade todo hombre con estudios su-periores. En ese sentido, el inves-tigador no es sino un estudianteprofesional, alguien que sigue es-tudiando el resto de su vida. Yano va a clases, no espera que unprofesor le enseñe en la pizarra lo

wm ü lite ó snrvel, lo aprende de la naturaleza ocomo producto de su propio ra-zonamiento y su propio intelecto.Lo hace también a través de lascomunicaciones con sus colegas,quienes, generalmente, hablan unidioma que el resto no conoce.Entre ellos se pueden comunicary aprender. Pienso que debería-mos incorporar las actividades deinvestigación dentro del régimende educación.

Al revisar las cifras sobre lapoblación económicamente activa(PEA), observamos que el 95%tiene por lo menos educación pri-maria, un 88% tiene educaciónsecundaria y sólo el 20% (y yocreo que aún está exagerado paraun país en desarrollo) tiene edu-cación superior. Este modelo es

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La Importancia del Conocimiento Científico

cualitativo, las cifras no son rele-vantes porque lo que me interesailustrar es lo que ocurre en paí-ses como el nuestro y la diferen-cia que existe respecto de los paí-ses desarrollados. De un primeranálisis se desprende que en cuan-to a educación primaria, estamospor debajo de un país desarrolla-do, aun así no estamos tan mal.Tal vez ellos tengan el 99%. Ensecundaria tampoco estamos tanmal. No nos encontramos tan biencomo ellos, pero no es para po-nerse a llorar. Nuestra educaciónsecundaria se parece más a la eu-ropea que a la americana, ademássomos más exigentes. Donde em-pezamos a flaquear es en la po-blación universitaria. Yeso no sóloen función del porcentaje, sinotambién en lo que se refiere a lacalidad del estudiante universita-rio. Precisamente, ésta dependede la calidad del profesorado quese tenga. Pero, el lugar donde lalínea se angosta, hasta que resul-ta poco visible, es en el nivel quecorresponde al postgrado e inves-tigación.

Dedicamos un gran esfuerzo ala educación concentrándonos enel nivel primario, como si eso nosfuera a sacar de la pobreza. Muyimportante, por cierto, pero siem-pre y cuando se siga escalando enlos otros niveles. Y es que no ledamos ninguna importancia aldesarrollo de la educación en esosotros niveles. Por eso decía haceun momento que los conocimien-tos más valiosos son los más difí-ciles de conseguir. Precisamenteesos profesionales son ios quevalen dinero.

Y ahora no solamente estamosanalizando el desarrollo cultural,sino el económico también. Esosinvestigadores son los que van ainnovar, obligar a un grupo de in-

genieros, más jóvenes tal vez, ahacer un producto que valga másen el mercado. El problema, en-tonces, en países como el nues-tro es que tienen una pirámideeducativa trunca respecto de lospaíses del primer mundo. Adicio-nalmente, no somos capaces dereconocer estoy no hacemos nadapor cambiarlo, cuando deberíaestar entre nuestros objetivosmejorar los estudios de postgra-do. Debemos repatriar a la gentede mejor nivel, a quienes se en-cuentran en la frontera del cono-cimiento, para que sean ellos quie-nes enseñen a los demás. En re-sumen: a la sociedad se la jala dearriba, no se la empuja de abajo.

Regresemos a! ejemplo de Is-

rael. En ese caso, las autoridadesdecidieron llevar a su país gentecapaz de otros lugares; la verdades que no pasó mucho tiempopara que Israel pasara de la po-breza a lo que es hoy en día: casiuna potencia. Fueron sólo unoscuantos quienes llegaron con co-nocimiento necesario e hicieronavanzar ese país.

Por otro lado, una compara-ción extrema. A la humanidad leha costado miles de años pasarde la ignorancia al nivel culturalque tiene ahora. Al principio, loshombres tuvieron que aprendersolos. Si hubiese sido el caso quellegaran treinta extraterrestrescon conocimientos suficientes auna sociedad neolítica, probable-

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mente no se habrían demoradoocho mil años, sino unos cuantospara llegar al desarrollo de hoy. Sitomamos conciencia de esto, nosdaríamos cuenta de que a esteaspecto debemos dedicar granesfuerzo e inversión para lograrnuestro desarrollo en el más cor-to plazo.

Retomemos ahora la idea de lainvestigación como producción denuevos conocimientos. En paísesen desarrollo esto es importantí-simo. Los ingleses, alemanes,americanos invierten en investiga-ción. Las empresas privadas reali-zan la misma inversión porque esees un buen negocio en tanto lesayuda a competir. En el caso nues-tro, yo creo que hay que tener encuenta sobre todo un rasgo del

investigador que es, tal vez, másimportante que lo anterior. Éstees y debe ser un experto en el cam-po de las ciencias que investiga.Tiene que haber llegado al conoci-miento de frontera si quiere con-tribuir con nuevos conocimientos,de lo contrario va a inventar lapólvora otra vez. Asimismo, estambién el depositario, por su ex-periencia, de los conocimientosque tiene la humanidad en su cam-po de especialidad. Aun en los paí-ses desarrollados, el conocimien-to no está en las bases, es decir,no está en la gran población. Elconocimiento que nos hace supe-riores está en una especie de éli-te. Son ellos los depositarios delconocimiento. Son, pues, esosgrupos de especialistas quienesbenefician a las sociedades en lasque viven: el investigador es, ade-más, un buen profesor. El que noinvestiga no sabe lo suficientepara enseñar.

La responsabilidad del Estado

Soy una de las personas con-vencidas de que el Estado debetomar, en el inicio, el 100% de laresponsabilidad del desarrollo de laciencia y tecnología. Si ustedes venla historia de la inversión en Corea,por ejemplo, descubrirán que en uninicio las investigaciones no fueronpromovidas por la empresa priva-da, sino por el Estado. Sólo cuan-do se hace la masa crítica, la em-presa privada puede intervenir conla seguridad que sabrá dónde re-clutar gente para investigar. Parasalir de este circulo vicioso no que-da otra alternativa quere^oífcj r al Estado al cientopor ctento-drsu desarrollo cientí-fico y tecnológico. Sólo después las

empresas privadas podrán hacersecargo. i' •

A propósito de esto, yo he ela-borado algunas recomendacionesaunque sólo voy a revisar las queconsidero más importantes: la de-finición de los objetivos y la plani-ficación de las acciones a realizar.Respecto de estos dos puntos tanimportantes, es posible trazar ob-jetivos a corto plazo que el gobier-no entrante puede lograr en cincoaños. No obstante, en realidad ésteserá un trabajo de veinte o veinti-cinco años. Ahora, en los inicios,debemos aprovechar la coyuntu-ra, la amistad que hay en los dife-rentes grupos políticos, la no exis-tencia de antagonismos; hay quesentarnos y definir los objetivosde largo plazo por consenso y tra-tar de tener un objetivo en el quetodos los partidos políticos esténde acuerdo. Y va a ser fácil conse-guir este consenso.

Una vez que esté elaborado elplan, ahí van a estar enunciadas lasmetas y definidas las estrategias.El resto del trabajo se lograráautomáticamente. Respecto deesto, no me gustaría terminar conmi exposición sin siquiera enunciardos metas que considero fundamen-tales y, por ello, ineludibles: por unlado, la mejora urgente de los es-tudios de postgrado y, por otro, laactivación del fondo para cienci ytecnología. CONCYTEC debería serla institución que fomente la inves-tigación y la inversión en eza áreadel saber.