EXPOSICIÓNPASIÓN POR EL ARTEEL SIGLO DE LA INQUIETUD EN EL ARAGÓN DE GOYAMUSEO GOYA. COLECCIÓN IBERCAJA-MUSEO CAMÓN AZNAR.Espoz y Mina, 23. Zaragoza.Del 24 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017.De lunes a sábado, de 10 a 14 y de 16 a 20 h.Domingos y festivos, de 10 a 14 h.

Más información en obrasocial.ibercaja.es

PASIÓN POR EL ARTE:EL SIGLO DE LA INQUIETUD EN EL ARAGÓN DE GOYAMuseo Goya. Colección Ibercaja-Museo Camón Aznar.Del 24 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017.

PASIÓN POR EL PROGRESO: LA ZARAGOZA DE LOS PIGNATELLI Ibercaja Patio de la Infanta. Sala de Exposiciones.Del 27 de mayo de 2016 al 28 de mayo de 2017.

PASIÓN POR LA ILUSTRACIÓN: LA APUESTA POR EL COLECCIONISMO Ibercaja Patio de la Infanta. Monumento.Del 27 de mayo de 2016 al 28 de mayo de 2017.

PASIÓN POR LAS PERSONAS: LA LUCHA CONTRA LA POBREZA Alma Mater Museum. Salones del Palacio Arzobispal.Del 16 de febrero al 28 de mayo de 2017.

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EXPOSICIONES

Pasión por el arte: el siglo de la inquietud en el Aragón de Goya es la tercera de las exposiciones con las que la Fun-dación Ibercaja recupera la memoria y el ejemplo de ese grupo de “Amigos del País”, capitaneados por Pignatelli, que lucharon por consolidar una opción de modernidad en el Aragón del siglo XVIII. Con su apoyo, los artistas vivieron un tiempo de cambio, mientras se construye la Santa Capi-lla del Pilar, se fundan la Real Sociedad Económica y la Real Academia o se culmina la gran obra del Canal Imperial de Aragón. La espontaneidad del retrato, la serenidad de la escultura y el humanismo de la nueva arquitectura, logran que nuestros artistas triunfen notablemente en los concur-sos nacionales de la Real Academia de San Fernando. Hoy las obras premiadas vuelven a Zaragoza como homenaje de Ibercaja a los aragoneses, en el 140 aniversario de la apertura de la primera de sus oficinas que nacen y viven al servicio de Aragón.

Domingo Buesa Conde

PASIÓN POR EL ARTE EL SIGLO DE LA INQUIETUD EN EL ARAGÓN DE GOYAJuan Carlos Lozano

El siglo XVIII, al que Ortega y Gasset denominó el menos español, fue probablemente el más aragonés en la historia de nuestro país, habida cuenta la importante presencia e influencia de prohombres aragoneses que destacaron en muy diversos campos. Ese ascendiente se dio también en la cultura, y muy señaladamente en el ámbito artístico, mucho más allá de lo que la gigantesca figura de Francisco de Goya representó. La exposición Pasión por el arte. El siglo de la inquietud en el Aragón de Goya, integrada en el pro-yecto Pasión por la libertad. La Zaragoza de los Pignatelli organizado por la Fundación Bancaria Ibercaja con el fin de recuperar la Ilustración aragonesa y contribuir con ello al conocimiento del ser aragonés, pretende dar a conocer a esas generaciones de artistas que, ensombrecidos por el genio de Fuendetodos, olvidados en gran parte por la historiografía y -en general- escasamente conocidos por el público, alcanzaron sin embargo relevancia a nivel nacio-nal. Y lo hicieron además en un momento especialmente señalado para el desarrollo de las artes en España, la se-gunda mitad de esa centuria, en que se asienta y desarrolla el fenómeno académico, y en una coyuntura especialmente favorable como fue la construcción a partir de 1750 de la Santa Capilla en la Basílica del Pilar de Zaragoza, con-vertida en un extraordinario “taller” que reunió a artistas de primer nivel cuya influencia en los creadores autóctonos resultó decisiva para el devenir del arte regional.

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“La mayor parte de los hombres pasa la vida vegetando sobre la tierra sin reflexionar en los bienes y comodidades que disfruta, y mucho menos en los pocos sujetos que con su ingenio y trabajo se las han procurado. Esta casi gene-ral ingratitud procede de ignorancia y desidia; siendo muy conforme a nuestra naturaleza corrompida gozar lo más que se puede sin fatigarnos. Ha habido no obstante siglos, en los cuales, más que en otros, algunos hombres han sacu-dido la inacción, vencido el vicio, y hecho triunfar la virtud. El nuestro quizá será distinguido en la posteridad por el siglo de la inquietud. Las artes, las ciencias, la política, las fortunas de las naciones y de los particulares, y hasta la vida doméstica, todo está en un continuo movimiento y agitación. Tanta actividad ha debido producir inmensa suma de cono-cimientos útiles en todos géneros; pero unida a la desidia y náusea, que nacen de la opulencia. Hemos extendido mu-cho la superficie de nuestras luces y comodidades; pero tal vez hemos perdido al mismo paso la intensión y fuerza de ella. La vehemencia del amor de la patria, de la gloria y de las artes que la procuran, que tuvieron algunos pueblos anti-guos, pasa ente nosotros por necedad o por fábula; porque nuestra costumbre es abrazar mucho, no profundizar nada, y ser medianos y fríos en todo”.

José Nicolás de Azara, “Noticias de la vida y obras de don Antonio Rafael Mengs, primer pintor de cámara del Rey”, en Obras de D. Antonio Rafael Mengs (Madrid, Imprenta Real, 1780), Roma, 10 de noviembre de 1779.

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Domenico Cunego (grabador)José Nicolás de Azara

Biblioteca de la Universidad de Zaragoza

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La generacióntardobarrocaLos pintores de la generación tardobarroca extienden su actividad hasta mediados del siglo XVIII, enlazando con la pintura rococó representada por José Luzán Martínez. En su producción se imponen las grandes composiciones es-cenográficas y ornamentales en vistosos conjuntos murales, retablos fingidos, monumentos de Semana Santa y grandes cuadros de altar donde proliferan los escorzos violentos, los colores y luces claros mezclados con efectos claroscurales de gran teatralidad, los trampantojos… en definitiva, la aparatosidad y extremosidad barrocas llevadas a su máxi-ma expresión. En la forma de pintar de estos artistas, sin embargo, no existe uniformidad, pues los hay que utilizan una pincelada valiente y deshecha, haciendo hincapié en el color y la luz, frente a los más que optan por una pincelada más apretada, dando la preeminencia al dibujo y la forma.

Representantes de esta generación son el prolífico Juan Zabalo Navarro -cuya hija Teresa casó con José Luzán-, Francisco del Plano, Pablo Félix Rabiella y Sánchez, Miguel Jerónimo Lorieri, Miguel Pempinela y Andrés García Zarate, entre otros. Todos ellos se formaron junto a los artífices de la generación anterior con un aprendizaje eminentemente práctico basado en el modo de hacer del maestro y con el taller u obrador como espacio integrado de enseñanza y trabajo, aunque alguno de ellos ya pudo ejercer la docencia en la academia de dibujo creada en 1714 por el escultor Juan Ramírez Mejandre.

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Juan Zabalo Navarro (atrib.)Invención de la santa Cruz por santa Elena

Colección de la Diputación Provincial de Huesca

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Maestros y discípulos, profesores y alumnos Los pintores que desarrollaron su actividad en la segunda mitad del siglo XVIII recibieron o completaron su aprendi-zaje en escuelas o academias, mediante un sistema más o menos reglado y ordenado, teórico y práctico a un tiem-po, en el que el dibujo era considerado principio y fun-damento de las bellas artes. Así ejercieron su magisterio José Luzán Martínez, quien a su vez se había formado en Italia gracias a la familia Pignatelli, y Juan Andrés Mer-clein, en una “escuela de dibujo” continuación de la que en 1714 había puesto en marcha el escultor Juan Ramírez Mejandre. A esta escuela acudieron, entre otros, Francisco Bayeu, José Beratón o Francisco de Goya.

La construcción de la Santa Capilla en la basílica del Pilar constituyó todo un hito en el arte español del siglo XVIII y tuvo extraordinarias consecuencias artísticas para Za-ragoza y Aragón, que en el campo pictórico se sustan-ciaron en la llegada desde Roma de Antonio González Velázquez para ejecutar en 1752-1753 los frescos de la cúpula elíptica y las pechinas situadas sobre el espacio reservado para el tabernáculo, siguiendo los modelos y el estilo rococó de su maestro, Corrado Giaquinto, quien en 1753 pasó por Zaragoza para ver el trabajo de su alum-no. Este hecho y la propia ascendencia del artista molfetés explican el giaquintismo, un movimiento de imitación de su manera de hacer apreciable en muchos artistas de la segunda mitad del siglo, entre ellos los aragoneses Juan

Ramírez de Arellano, Diego Gutiérrez Fita o los hermanos Bayeu, e indirectamente en discípulos de estos como Luis Muñoz.

La presencia en España del pintor bohemio Anton R. Mengs como pintor del rey (1761-1769 y 1774-1776) resultó deci-siva para la introducción del clasicismo académico, y su influencia fue muy notable en algunos artistas aragoneses como el propio Francisco Bayeu, Manuel Eraso, Felipe Abás, Joaquín Inza y especialmente Buenaventura Salesa, quien en 1777 marchó con aquel a Roma y a su regreso a Espa-ña en 1798 se convirtió en el principal representante de la pintura neoclásica en Aragón. La evolución hacia el clasi-cismo fue sin embargo un proceso lento y complejo en el que cada artista actuó de diferente forma, sin renunciar en algunos casos a rasgos y elementos del pasado inmediato barroco y rococó.

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Juan Ramírez de ArellanoSanta Ana, la Virgen y el Niño (Triple generación)

Madrid, Museo del Romanticismo

Manuel Eraso ÁlvarezJosé explicando los sueños en la prisión

Madrid, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

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El retrato El retrato en el siglo XVIII fue un género que en general quedó restringido a las clases privilegiadas (familia real, no-bleza y alto clero), a la burguesía enriquecida y a algunos destacados profesionales liberales, y en él se impusieron los modelos oficiales o de aparato, con poses estereotipadas y decorados ad hoc que muestran no solo los rasgos físicos del efigiado sino también su condición social y, en el me-jor de los casos –en función de la habilidad del artista-, su personalidad y sus rasgos morales, si bien esos esquemas normativos tienden en ocasiones a romperse para dar ca-bida a posturas más informales y espontáneas, fingiendo improvisación e instantaneidad en la elección del momento representado.

A ambas tipologías pertenecen los retratos que se muestran en la exposición: el del diplomático Miguel Cuber y Ani-ñón (Munébrega, Zaragoza, 1738-Florencia, 1798), amigo personal del conde de Aranda y embajador de Carlos IV en Varsovia y Florencia, obra del pintor José Beratón, dis-cípulo de José Luzán y Francisco Bayeu; el de una enigmá-tica Dama de azul pintada por el soriano Joaquín Inza, especialista en este tipo de pintura; y el del ingeniero civil Mateo del Castillo y Gómez, en su gabinete y rodeado de sus instrumentos de trabajo, realizado por el calaceitano Felipe Abás Aranda, discípulo de Goya, en el significativo año de 1808.

Joaquín InzaDama de azul

Museo de Zaragoza

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La Academia de San Fernando y sus premios A lo largo de la primera mitad del siglo XVIII hubo varios intentos por crear una institución académica oficial para la enseñanza artística, que vio finalmente la luz con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1752). Tomando como modelo las academias italianas y francesas, su funcionamiento se rigió por varios reglamen-tos y la docencia fue responsabilidad de afamados artistas, entre ellos los aragoneses Pablo Pernicharo, Francisco Ba-yeu y Francisco de Goya.

Los alumnos recibían una enseñanza reglada y jerarqui-zada con base en el dibujo que fue completándose con la incorporación de asignaturas como geometría, anatomía o perspectiva, y de ese aprendizaje formaron parte desde 1753 los concursos, creados con el objetivo de fomentar las artes y la aplicación de los jóvenes artistas, aunque se vieron interrumpidos en 1808 por la guerra con Francia.

La convocatoria de estos premios era pública y abierta. Dentro de cada disciplina había tres categorías y en cada una los concursantes debían realizar dos pruebas con tema prefijado. En Pintura, la prueba “de pensado” se ejecutaba al óleo fuera de la Academia en un plazo máximo de seis meses, y la “de repente” consistía en un dibujo que se hacía en el momento en un aula de la institución.

En la exposición se han reunido las obras de los artistas ara-goneses que fueron premiados en el periodo 1753-1808: Francisco Casanova (1753; primer premio de primera cla-se), Juan Ramírez de Arellano (1753; mención de prime-ra clase), Ramón Bayeu (1766; primer premio de primera clase) y José Beratón (1766; segundo premio de segunda clase). El borjano Buevantura Salesa, por su parte, obtuvo el segundo premio de la tercera clase en la convocatoria de 1772 con sendos dibujos de Hércules Farnesio y Apolino.

José BeratónAníbal visita el templo de Hércules en Cádiz

Madrid, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

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La escultura en Aragón del Barroco al clasicismo (1750-1808)El ornato escultórico de la Santa Capilla del Pilar, llevado a cabo entre 1762 y 1765, contó con el concurso de los me-jores escultores, seleccionados por Ventura Rodríguez entre los artistas relacionados con la Academia de San Fernando y la decoración del Palacio Real de Madrid. Entre ellos, el salmantino Manuel Álvarez de la Peña (1721-1797) y el ca-talán Carlos Salas Viraseca (1728-1780), junto al aragonés José Ramírez de Arellano (1705/07-1770), realizaron en la capilla una obra escultórica que se cuenta entre lo mejor del arte español del siglo XVIII.

José Ramírez y Carlos Salas fueron las figuras fundamen-tales de un extenso período artístico, tanto por la gran in-fluencia de sus obras como por su labor en la implantación del academicismo. Sus creaciones ejemplifican la riqueza y evolución de la escultura zaragozana y aragonesa a lo largo de la centuria, cuya temática continuó siendo casi ex-clusivamente religiosa. El estilo barroco de clara influencia berninesca marcó las obras de Ramírez ya hacia 1739, año en que heredó el taller paterno de escultura y la Academia de Dibujo establecida desde 1714 en el domicilio familiar de la calle San Andrés. Sus imágenes son volumétricas, de lí-neas abiertas, con gestos grandilocuentes de intenso expre-sionismo en rostros y anatomías, acentuado por artificiosos

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José Ramírez de ArellanoAparición de la Virgen del Pilar a Santiago (boceto)Madrid, Museo de la Real Academia de Bellas Artes

de San Fernando

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ropajes. La obra de Carlos Salas, ya imbuida de un gran es-píritu clasicista, atemperó los ímpetus barrocos en esculturas de gran elegancia formal, estilo sereno y refinado, gestos contenidos y rostros de belleza idealizada.

Tras la desaparición de ambos artistas, tomaron el relevo los escultores académicos Juan Fita (1714-1782) y Pascual de Ypas (1747-1811), este último cuñado y heredero del taller y las obras inacabadas de Salas, y primer director de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza.

Al igual que a los anteriores, la labor artística y docente de José Ramírez y Carlos Salas y el inmenso obrador que fue la Santa Capilla formaron a la siguiente generación de escultores. Los mejores de ellos, el turiasonense Juan Adán Morlán (1741-1816) y el zaragozano Joaquín Arali Solanas (1737-1811), marcharon a Madrid donde alcanzaron hono-res en los círculos académico y real. En Zaragoza, las ideas renovadoras intuidas por el clasicismo de Carlos Salas no tuvieron continuidad. Con las obras de Manuel Guiral, José Sanz o Ignacio Echeverría, la estética barroca pervivió en la escultura aragonesa hasta mediados del siglo XIX.

La Ilustración, una Edad de Oro de la Aruqitectura aragonesa (1750-1808)La estancia de Ventura Rodríguez en Zaragoza en 1750 y 1754-1755 marcó un antes y un después en la arquitectu-ra aragonesa, que a partir de entonces comenzó a asumir los planteamientos estéticos de la Ilustración europea. En la primera ocasión llegó para diseñar la Santa Capilla del Pilar pero acabó planteando la reconfiguración completa del templo, y en la segunda para supervisar el inicio de las obras de su soberbio templete. Gracias a su presencia, los profesionales de la arquitectura locales pudieron explorar las posibilidades que ofrecía el barroco clasicista o acadé-mico de raíz italiana, lo que permitió a los más brillantes renovar el anquilosado panorama arquitectónico aragonés, dominado todavía por un barroco tradicional con toques rococó. Las obras de la Santa Capilla y del templo, dirigidas con acierto por Julián Yarza Ceballos, pionero en la asimi-lación y reinterpretación del modo “venturiano”, se convir-tieron en el principal foco difusor del ideal arquitectónico clasicista en Aragón y en un centro formativo privilegiado que alumbró a muchas de las figuras que liderarían la reno-vación clasicista en tierras aragonesas, como Pedro Ceba-llos o Manuel Inchauste. Entre ellas destacó Agustín Sanz, el arquitecto aragonés más brillante e influyente del periodo ilustrado y principal abanderado del nuevo ideal clasicista, que hizo evolucionar hacia un avanzado neoclasicismo.

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El otro gran foco de renovación de la arquitectura arago-nesa, especialmente en los ámbitos civil e ingenieril, fueron las obras del Canal Imperial de Aragón, que cobraron gran impulso tras la asunción de responsabilidades por Ramón Pignatelli en 1772. Allí trabajaron destacados arquitectos clasicistas formados en El Pilar como Gregorio Sevilla o Fer-nando Martínez Corcín, pero también jóvenes artífices que, como Tiburcio del Caso, aprendieron el oficio entre el pro-pio canal y distintas instituciones docentes como las escuelas de matemáticas y dibujo de la Real Sociedad Económica Aragonesa y de la heredera de esta última, la Academia de San Luis, que desempeñaron un papel fundamental en el surgimiento de una nueva generación de arquitectos de formación académica que terminó de implantar el ideal clasicista mediante la asunción del novedoso neoclasicismo cortesano. Entre dichos arquitectos habría que señalar al brillante Francisco Rocha, que sucedió a Agustín Sanz como figura central de la arquitectura aragonesa, pero también a otros muy destacados como Matías y José Sanz, Joaquín Asensio, Pascual Jordán o Joaquín Gironza. Y aunque se formaron y trabajaron fuera de Aragón, merece destacar-se a Juan Francisco Rodrigo y especialmente al genial Sil-vestre Pérez, el arquitecto más influyente del neoclasicismo español junto a Juan de Villanueva y uno de los mayores creadores aragoneses de todos los tiempos, injustamente olvidado por su controvertido papel durante la Guerra de la Independencia, un conflicto bélico que segó carreras muy prometedoras y puso fin de forma abrupta a uno de los periodos más brillantes de la arquitectura aragonesa.

Fernando Martínez CorcínElevación exterior de la Santa Iglesia Catedral

de Nuestra Señora del Pilar de la Ciudad de Zaragoza, por la fachada del Río Ebro,

según proyecto de Don Ventura RodríguezMadrid, Museo de la Real Academia de Bellas Artes

de San Fernando

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Pasión

OrganizanFundación IbercajaReal Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País

ColaboranReal Academia de Bellas y Nobles Artes de San LuisMuseo Diocesano de Zaragoza

FechasDel 27 de mayo de 2016 al 28 de mayo de 2017

Comisariado generalDomingo Buesa Conde

Coordinación generalMagdalena Lasala Pérez. Ibercaja Obra Social

Vice-comisarios:Mª Isabel Oliván JarquePasión por el Progreso: La Zaragoza de los Pignatelli

Juan Carlos Lozano LópezPasión por el Arte: El siglo de la inquietud en el Aragón de Goya

Armando Serrano MartínezPasión por las Personas: La lucha contra la pobreza

Ibercaja BancoAmado Franco Lahoz. PresidenteJosé Luis Aguirre Loaso. VicepresidenteVíctor Iglesias Ruiz. Consejero Delegado

Fundación Bancaria IbercajaHonorio Romero Herrero. PresidenteJosé Luis Rodrigo Molla. Director GeneralJuan Carlos Sánchez Bielsa. Jefe Obra Social

Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del PaísHonorio Romero Herrero. DirectorManuel Pizarro Moreno. VicedirectorJesús Barreiro Sanz. Secretario

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PASIÓN POR EL ARTEEL SIGLO DE LA INQUIETUD EN EL ARAGÓN DE GOYA

Edita: Ibercaja Obra SocialTextos: Juan Carlos Lozano López Ana Mª. Muñoz Sancho Javier Martínez MolinaFotos: Luis Correas Subías Mateo Gamón Pablo Linés Viñuales José Garrido Archivos cedidos por las instituciones prestatariasIlustraciones: Línea Diseño, S.L.Maquetación: Concha Sánchez PineloImpresión: Tipolínea, S.A. (Zaragoza)

Obras pertenecientes a:. Archivo-Biblioteca Diputación Provincial de Zaragoza. Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. Arzobispado de Zaragoza. Ayuntamiento de Épila. Diputación Provincial de Huesca. Escuelas Pías Emaús (Aragón, Vasconia y Andalucía) PP.

Escolapios. Excelentísimo Cabildo Metropolitano de Zaragoza. Fundación Sancti Spiritus-Ayuntamiento de Borja. Gobierno de Aragón. IES Ramón y Cajal de Huesca-Fondo Histórico Universidad

Sertoriana. Museo Diocesano de Huesca-Obispado de Huesca. Museo Nacional del Romanticismo. Museo de Zaragoza

. Obispado de Jaca

. Obispado de Tarazona

. Obispado de Teruel-Albarracín

. Obispado de San Sebastián

. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

. Real Colegio y Seminario de Corpus Christi de Valen-cia-Museo del Patriarca

. Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País

. Universidad de Zaragoza. Biblioteca Universitaria

. Colecciones particulares

Agradecimientos: Mª Carmen Aguilar Ayerbe. Secretaría Real Academia de Bellas Artes de San Luis María Rosa Arnal Berniz. Comisión Patrimonio Arzobispa-do de Zaragoza

Portada:DOMENICO CUNEGO (grab.), FRANCISCO J. RAMOS (dib.) y ANTON R. MENGS (pint.)José Nicolás de Azara, 1781Grabado a buril sobre papel445 x 345 mm (huella) y 655 x 470 mm (soporte)Biblioteca de la Universidad de Zaragoza

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VISITAS GUIADASDel 26 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017.De lunes a sábado, 10 y 17 h. Domingos y festivos, 10 h.Duración: 50 minutos.Grupos: hasta 25 personas.Precio: 3 € tarifa general. No incluye la entrada al museo.Consulte nuestras tarifas.

Más información e inscripciones:976 397 328.museogoya@obrasocial.ibercaja.es

Colabora: Mandrágora Actividades.

TALLERIMAGINANDO LOS MUNDOS QUE SOÑABAN LOS ILUSTRADOS ¿Cómo veían el mundo los hombres y mujeres de la Ilustra-ción? ¿Imaginaban lo mucho que cambiaríamos con el paso del tiempo? ¿Soñaban con mejorar y progresar?

En este taller dirigido a familias vamos a crear un álbum de recuerdos de la época con imágenes de obras de arte, textos y cartas, dibujos de la ciudad... que nos podremos llevar a casa como recuerdo de la exposición.

Del 26 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017.Sábados, 12 y 18 h. Domingos y festivos, 12 h.Adultos con niños a partir de 6 años.Duración: 90 minutos. Recorrido salas y taller creativo.Grupos: hasta 30 personas.Precio: 5 € tarifa general. 3 € menores hasta 12 años.

Más información e inscripciones:976 397 328.museogoya@obrasocial.ibercaja.es

Colabora: Mandrágora Actividades.

PROGRAMAS DIDÁCTICOSGOYA Y LOS VISIONARIOS ILUSTRADOSFrancisco de Goya es uno de los principales representantes de la Ilustración. Plasmó en sus obras la época que le tocó vivir, pero siempre buscó evolucionar, innovar y superarse.

Os proponemos, tras visitar la exposición, retratar a dicho pintor en nuestro taller, no con los gustos establecidos por las normas artísticas de su época, sino como seguramente a él le hubiera gustado verse: a través de unos ojos mo-dernos y actuales que creen una visión diferente del genio aragonés.

TALLER Y VISITA GUIADADel 26 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017.Jueves y viernes, 10 y 11.30 h.Educación Primaria y Secundaria.Duración: 90 minutos.Grupos: hasta 25 alumnos.Precio: 3 € por escolar. Profesores exentos de pago.

VISITA GUIADADel 26 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017.Jueves y viernes, 10 y 11.30 h.Bachillerato y Ciclos Formativos.Duración: 90 minutos.Grupos: hasta 25 alumnos.Precio: 3 € por escolar. Profesores exentos de pago.

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LOS ARTISTAS QUE QUERÍAN CAMBIAR EL MUNDOEsta actividad propone un acercamiento a la visión que los artistas nos ofrecen de la historia, de la sociedad y de la cultura que les tocó vivir.

Hoy nos convertiremos en esos artistas, miraremos al pasado y construiremos nuestra propia visión de la ciudad. Utilizaremos ceras de colores, tintas, brochas, pinceles, figuras para estampar... y sobre una base de cartón pluma representaremos una vista de nuestra ciudad basada en nuestros recuerdos, en algún lugar que nos guste o un edificio que veamos todos los días.

TALLER Y VISITA GUIADADel 26 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017.Jueves y viernes, 10 y 11.30 h.Educación Primaria y Secundaria.Duración: 90 minutos.Grupos: hasta 25 alumnos.Precio: 3 € por escolar. Profesores exentos de pago.

VISITA GUIADADel 26 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017.Jueves y viernes, 10 y 11.30 h.Bachillerato y Ciclos Formativos.Duración: 90 minutos.Grupos: hasta 25 alumnos.Precio: 3 € por escolar. Profesores exentos de pago.

Más información e inscripciones:976 397 328.programasdidacticos.ibercaja.es

Colabora: Mandrágora Actividades.

Buenaventura Salesa BorjaJuan de Ribera en gloria

Valencia, Real Colegio y Seminario de Corpus Christi de Valencia-Museo del Patriarca

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976 397 328obrasocial.ibercaja.es

REF: 738/10-16. Fundación Bancaria Ibercaja. C.I.F. G-50000652. Inscrita en el Registro de Fundaciones del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con el número 1689. Domicilio social: Joaquín Costa, 13. 50001 Zaragoza. Museo Goya es la denominación em-pleada para la difusión de la colección de obras de Goya propie-dad de Ibercaja y del Museo e Instituto Camón Aznar de Zaragoza.