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PEDAGOGÍADELOCIOYTURISMOESCOLAR
BOOK·AUGUST2010
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ManuelRamónGonzálezHerrera
UniversidadAutónomadeCiudadJuárez
45PUBLICATIONS6CITATIONS
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Availablefrom:ManuelRamónGonzálezHerrera
Retrievedon:24July2015
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
ISBN 978-84-9937-500-7.
PEDAGOGÍA DEL OCIO Y TURISMO ESCOLAR.
Tema 1 El tiempo libre o de ocio y el tiempo libre escolar.
1. ¿Qué es el tiempo libre o de ocio? y ¿Qué relación tiene con el tiempo libre escolar?
La sociedad predominantemente industrial y urbana en que vivimos actualmente genera diferentes momentos de ocio
utilizados por la población en diversas actividades de contenidos y comportamientos que responden a necesidades e intereses
personales, así como a las posibilidades disponibles. Este tiempo forma parte del conjunto de actividades que realizamos en
la vida cotidiana y por tanto ofrece valiosas oportunidades para la educación de los niños/as. En correspondencia con ello es
necesario conocer en qué consiste el tiempo libre o de ocio y qué relación tiene con respecto al tiempo libre escolar con el fin
de proyectar convenientemente actividades educativas para aprovechar el tiempo de comedor y patio en que desarrollamos
nuestras actividades con los niños/as.
El trabajo del monitor/a de comedor escolar y tiempo libre está estrechamente relacionado con el tiempo libre escolar o de
ocio de que disponen los niños/as antes y después de consumir el horario en que toman los alimentos en el comedor. Es
necesario por tanto definir como punto de partida la significación del ocio, el cual es concebido en una acepción general
como la cesación del trabajo o actividades escolares durante un período determinado; este debe ser comprendido en su
connotación positiva, ya que no se trata de un tiempo para no hacer nada y recesar de todo tipo de actividad; por el
contrario, es un tiempo disponible para el descanso, la recreación y el entretenimiento (cine, teatro, deportes, etc.), lo cual
revela su potencial productivo y posibilidades de aprovechamiento en actividades útiles de carácter educativo, principalmente
en el contexto escolar en que transcurre la mayor parte de la vida de los niños/as en edad escolar.
De tal forma concebimos el tiempo libre o de ocio como una parte del tiempo total que queda después de satisfacer las
necesidades físicas y cumplimentar los deberes profesionales y/o escolares, sociales y vitales, lo cual genera un espacio para
distanciarnos de la rutina de las actividades que se desarrollan durante el día, evitando el estrés, y el malestar físico por la
implicación durante mucho tiempo en una misma actividad. Como se observa en la figura 38 disponemos de un presupuesto
de tiempo total, que se descompone en el tiempo laboral o de estudios y el tiempo extra laboral, este último incluye el tiempo
disponible para viajar al trabajo o a la escuela, para desarrollar necesidades naturales como dormir o bañarnos, y para realizar
las tareas en nuestras casas. Precisamente, el resto del tiempo como se representa en la figura antes referida compone el
tiempo libre dedicado a las actividades de descanso y recreación.
Figura 38 Tiempo libre o de ocio y actividades de descanso y recreación.
Elaborada por el autor.
Atendiendo a la definición y valoraciones anteriores podemos particularizar en su interpretación asociada al tiempo libre
escolar. Consideremos entonces que el niño/a dispone de un tiempo total, el cual puede ser tiempo escolar y tiempo
extraescolar; este último una vez que regresa a su casa para cumplimentar necesidades naturales y propias del hogar, así
como el tiempo que utiliza para desplazarse a la escuela diariamente; como parte de este tiempo extraescolar disfruta también
del tiempo libre de fines de semanas y vacaciones. Retomando el tiempo escolar los niños/as pasan parte del mismo en
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
ISBN 978-84-9937-500-7.
actividades lectivas, asisten a tomar los alimentos y bebidas en el comedor, pero disponen también de espacios de tiempo
libre durante su estadía en la escuela para los recreos y meriendas, o el tiempo anterior y posterior al comedor, todo lo cual
asumimos precisamente como tiempo libre escolar.
2. ¿Cuáles son las actividades relacionadas con tiempo libre o de ocio?
El tiempo libre en su condición de tiempo para el descanso y la recreación es aprovechado por la sociedad mediante diversas
actividades, las cuales son realizadas con múltiples fines que permiten satisfacer diferentes necesidades, las cuales van desde
el descanso pasivo y mental hasta el ocio activo; actividades estas que suelen demandar de mayores esfuerzos y dedicación
de tiempo. Algunas de las actividades relacionadas con el ocio que más difusión por su práctica tienen, y que pueden ser
del interés del monitor/a por su relación con las aficiones de los niños son las siguientes:
Televisión y cine.
Juegos deportivos.
Lectura.
Pintura.
Juegos electrónicos.
Filatelia (aficiones por la colección de sellos y estampillas).
Numismática (colección de monedas).
Coleccionismo.
Modelación y construcciones de objetos utilizando plastilina u otros materiales.
Miniaturismo, etc.
Las actividades de entretenimiento y diversión proporcionan bienes y servicios que agregan valor al producto turístico,
recreativo y educativo, aunque en no pocas ocasiones estos se convierten en el atractivo principal del viaje o la actividad que
se practica; tal es el caso en que el motivo del viaje es la práctica de un deporte, como puede ser el golf, el esquí o las
actividades náuticas. En tal sentido, los procesos productivos en las empresas de ocio son muy diversos y difieren
notablemente en correspondencia con las características de los destinos en que se generan las diversas modalidades turísticas
y recreativas, la organización empresarial de las actividades recreativas (bajo propiedad o administración de hoteles/empresas
de ocio o gestionadas por empresas independientes) y las tipologías de los productos. Tales ofertas se basan en modalidades de
turismo y recreación activa, las cuales están asociadas con actividades acuáticas, actividades terrestres, y actividades aéreas
(como por ejemplo los deportes al aire libre).
Para su estudio en el presente manual las actividades de entretenimiento y diversión son agrupadas en las siguientes
categorías:
Deportivas.
De aventura.
De naturaleza.
De parques temáticos.
Culturales.
De productos industriales y gastronómicos.
Veamos seguidamente algunos de los rasgos más significativos de las mismas.
Actividades de entretenimiento y diversión deportivas. Basan su gestión en la producción y comercialización de
actividades deportivas de carácter competitivo o no competitivo donde el propósito está orientado a la diversión; en las
mismas los participantes pueden intervenir como espectadores (como en los Juegos Olímpicos y otras competiciones) o como
participantes directos en las actividades deportivas. En general se trata de actividades que han evolucionado con mucha
rapidez, ya que el proceso de invención e innovación se produce prácticamente en el día a día, razón por la cual sería
imposible mencionarlas todas. Entre las modalidades más reconocidas y con mayor volumen de operaciones se encuentran
las relacionadas con:
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
ISBN 978-84-9937-500-7.
Estaciones de esquí.
Campos de golf y de tenis.
Estaciones náuticas.
Clubes hípicos.
Son también de gran difusión las carreras de orientación, el voleibol de playa, la pesca deportiva, la caza deportiva, el
tiro con arco, las carreras en patines lineales o patineta, entre muchas más. Cada una de ellas genera a su vez numerosas
oportunidades de diversión, tal es el caso de la náutica que oferta opciones de buceo, excursiones, pesca, supervivencia a
bordo, servicios de marina, recreación de playa, entre muchas otras.
Actividades de entretenimiento y diversión de aventuras. Gestionan actividades deportivas con alto grado de complejidad
y generalmente de reciente incorporación al mercado (aunque en su mayoría derivan de las actividades deportivas
tradicionales), cuya práctica significa un mayor riesgo de peligrosidad para quienes participan de ellas. Entre algunas de las
modalidades de entretenimiento y diversión de aventuras se encuentran los juegos extremos (extreme games), considerados
en algunos casos como modalidades de turismo y recreación agresivos, entre estas podemos señalar a modo de ejemplo las
siguientes:
Montañismo duro (escalamiento en picos y volcanes).
Barranquismo (en barrancos).
Descensos y escaladas en superficies verticales.
Cabalgatas duras.
Mountain bike o bicicleta de montaña (ciclismo duro).
Monopatín (similar a la tabla de surf, pero con ruedas para deslizarse sobre el terreno).
Recorridos en todoterreno.
Supervivencia.
Puenting (tirada al vacío desde lo alto de un puente sujeto a una cuerda elástica atada a los pies).
Espeleoturismo duro (en cuevas y otras formaciones cársicas).
Rafting (descenso a través del río utilizando balsas o embarcaciones apropiadas).
Buceo contemplativo duro o espeleobuceo.
Esquí extremo (sobre nieve virgen en picos muy verticales casi inaccesibles).
Paracaidismo en caída libre (el paracaidista permanece varios minutos en el vacío antes de abrir el paracaídas).
Parapente (versión del paracaidismo con mayor capacidad de vuelo y forma casi rectangular del paracaídas).
Sky-surf (paracaidismo sobre una tabla similar a la del surf).
Ala delta (vuelo que parte de un lugar elevado utilizando una amplia extensión de tela en forma de delta).
Recorridos en globo aerostáticos.
Actividades de entretenimiento y diversión de naturaleza. Gestionan productos turísticos y recreativos de base natural, en
los que se disfruta de la naturaleza, al tiempo que se satisfacen necesidades y gustos de entretenimiento y diversión. Entre las
principales actividades vinculadas a la naturaleza se encuentran:
Safari (mayor excursión de caza practicada en África).
Senderismo (en senderos interpretativos).
Ciclo turismo.
Equitación y cabalgatas.
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
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Espeleoturismo (en cuevas).
Caminatas y recorridos.
Buceo contemplativo en arrecifes coralinos.
Navegación naturalista en barcos acondicionados especialmente para propósitos específicos, como miradores del
fondo del mar, de los paisajes circundantes, etc.
Actividades de entretenimiento y diversión de parques temáticos. Constituyen espacios de ocio (diurno y nocturno),
entretenimiento y cultura en los que se dispone de un conjunto de atracciones organizadas en torno a una línea temática
relacionada con argumentos comunes, los que pueden ser históricos, científicos, acuáticos, cinematográficos, fantásticos,
exóticos, etc. Los mismos pueden estar representados por:
Ferias.
Parques de atracciones.
Parques temáticos tradicionales.
Parques temáticos modernos.
Parques temáticos de última generación o parques temáticos de futuro.
Complejos que integran hoteles temáticos, con parques temáticos, zonas de ocio nocturno, entre otros, como el caso
de Orlando en Florida, Estados Unidos.
Entre los complejos temáticos más conocidos se encuentran además Terra Mítica en Benidorm, Alicante, España, donde las
zonas temáticas representan las antiguas civilizaciones de Egipto, Grecia, Roma, Iberia y las Islas; otro importante parque
temático es Futuroscope, en Francia el cual está orientado hacia las tecnologías de multimedia.
Actividades de entretenimiento y diversión de oferta cultural. Basan su gestión en la organización y desarrollo de
actividades culturales de entretenimiento y diversión diurna y nocturna, tanto en los hoteles como en otros establecimientos
de los lugares en que estos se ubican, con el propósito de facilitar la animación y disfrute de los visitantes y/o residentes
locales, en función de lo cual se encargan de ofertar actividades en salas de espectáculos, centros nocturnos, teatros, entre
otros. En la gestión de este tipo de empresas desempeñan un importante rol los gestores culturales, así como los animadores
socioculturales y turísticos encargados de promover la mayor cantidad de actividades posibles con la calidad esperada por
los visitantes.
Actividades de entretenimiento y diversión de oferta de productos industriales y gastronómicos. Desarrollan su gestión
para garantizar oportunidades de entretenimiento y diversión vinculadas a múltiples opciones de compras y disfrute de la
cocina tradicional local, lo cual condiciona la realización de actividades vinculadas a las modalidades de recreación y turismo
de shopping o de compras y turismo gastronómico. Entre las operaciones de empresas que ofrecen estos servicios se
encuentran las tiendas turísticas especializadas en las ventas de suvenir y artículos de recuerdos, así como otros productos de
interés recreativo y turístico.
3. ¿Cuáles son las potencialidades del tiempo libre escolar como espacio educativo?
Las posibilidades educativas del tiempo libre escolar están asociadas con las características de los niños/as y del contenido
escolar que se adecua a sus edades, así como con otros rasgos particulares propios de la enseñanza y la educación, los cuales
hemos estudiado previamente. Tales posibilidades educativas generan oportunidades para abordar el contenido objeto de
estudio en forma vivencial mediante el conocimiento de los nuevos escenarios en que se realizan las actividades, lo cual
permite a su vez aplicar el principio de la interdisciplinariedad que admite la integración de los contenidos de diferentes
materias como una unidad; este enfoque propicia la imaginación de los niños/as durante el desarrollo de las actividades del
monitor/a, a la vez que estimula su motivación y la voluntad.
El tiempo de comedor y patio como espacio educativo permite aprovechar las potencialidades de la escuela como escenario
en que se preparan los niños/as de forma integral, lo cual refuerza la idea de utilizar cada oportunidad con el fin de fortalecer
los comportamientos responsables de los escolares ante el tiempo y espacio de comedor y patio, y de esta forma cumplir con
nuestros objetivos de trabajo. Este tiempo libre escolar es portador de un alto potencial educativo a favor de la cultura de la
alimentación y la integración al trabajo grupal, lo cual está condicionado a los factores que se mencionan a continuación.
Desvinculación transitoria del espacio tradicional de aprendizaje. Significa asimilar un nuevo espacio durante el
tiempo en que transcurren las actividades de comedor y patio; es decir, el cambio de actividad favorece las
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oportunidades de aprendizaje para los niños/as, a la vez que les permite un tipo diferente de relaciones
interpersonales y de aprovechamiento de su tiempo en la escuela.
Aprendizaje vivencial intenso. Posibilita la esencia del aprendizaje y educación fundamentados en las vivencias
que se producen para el niño/a durante las actividades de comedor y tiempo libre escolar.
Posibilidad de tratamiento educativo de la cotidianidad. Propicia un aprendizaje y educación sustentada en los
hechos cotidianos que transcurren en la vida escolar del niño/a.
Contacto más abierto y masivo. Constituye el momento y espacio en que los niños/as se relacionan directamente
en el comedor y el patio para satisfacer necesidades de alimentación y de descanso y recreación.
Dimensión colectiva de la experiencia. Favorece el desarrollo de nuevas experiencias colectivas a partir del
desarrollo de actividades que propician el intercambio grupal como vía para aprender y educarse.
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Tema 2 Turismo escolar.
1. ¿Qué es el turismo y quién es el turista?
El turismo constituye una actividad socioeconómica compleja en correspondencia con la cual se establecen múltiples
relaciones funcionales que involucran en forma directa e indirecta diferentes esferas de la vida social, política y económica
del escenario donde tiene lugar; en tal sentido deben estar considerados en niveles similares de significación los componentes
económicos y socioculturales.
Este enfoque ha sido reconocido por la Organización Mundial del Turismo (OMT) al definirlo como el conjunto de
actividades y comportamientos llevados a cabo por aquellos individuos que temporalmente y principalmente por motivos de
ocio sustituyen su espacio cotidiano por uno nuevo mediante una interface que es el viaje, ya sea para disfrutar de los
atractivos de dicho entorno o para contemplar elementos contenidos en él, así como el conjunto de empresas y negocios
destinados a satisfacer las necesidades, tanto elementales como recreativas de dichos individuos.
Como se aprecia en la definición anterior la palabra clave central es el viaje turístico, el cual representa el conjunto de
actividades integradas que transcurren antes de la realización del viaje, durante la realización de la visita al destino
seleccionado y después de realizado el viaje. Es importante reconocer que los viajes se practican desde la antigüedad, pero
estos no son reconocidos como viajes turísticos hasta la Edad Moderna. En función de la comprensión de la complejidad del
viaje turístico hay que examinar primeramente los factores que lo condicionan, estos son como se representa en la figura 42
los motivos que se tiene para viajar según las necesidades de cada persona o grupo de personas, la disponibilidad de tiempo
libre o de ocio y los recursos financieros necesarios para poder materializar los anteriores y cubrir todos los gastos que se
producen derivados del consumo turístico. Estos inciden sobre las formas en que se desarrollan los viajes turísticos y
consecuentemente sobre las particularidades de la oferta en el destino de visita.
Considerado en la dimensión económica el turismo es valorado como importante factor de desarrollo para la economía al
generar bienes y servicios de uso turístico. Referido a dicha dimensión mucho se ha debatido su clasificación como rama
económica de la esfera de los servicios, como moderna industria o como actividad comercial que basa sus exportaciones en la
venta de productos y servicios turísticos. En la dimensión sociocultural es valorado como importante factor de desarrollo
humano al generar un conjunto de relaciones interpersonales que tienen lugar durante el viaje y la permanencia temporal del
visitante fuera del lugar de residencia habitual, siempre que esta se corresponda con propósitos turísticos definidos.
De hecho en la práctica el alcance del término turismo representa al conjunto de actividades industriales y comerciales que
producen bienes y servicios consumidos por los turistas, las cuales se basan para su consolidación como producto turístico en
el patrimonio natural y cultural, generando de esta forma un conjunto de relaciones y fenómenos sociales que surgen
durante la realización del viaje.
El doble análisis de tales dimensiones, permite identificar las funciones económicas y sociales del turismo. Desde la
dimensión económica el turismo es una importante fuente generadora de empleo y de ingresos económicos por su alta
capacidad para captar divisas como se muestra en la figura 43, razón por la cual ocupa un importante por ciento del PBI
mundial, de las exportaciones y de las inversiones de capital. A su vez, tiene un marcado efecto multiplicador ya que
compulsa y dinamiza muchos otros sectores económicos de los cuales demanda productos y servicios para su
funcionamiento. Tal es así que ha llegado a desplazar productos de exportación tradicional de reconocida trayectoria en el
mercado debido a su alta competitividad.
En la dimensión social el turismo cumple importantes funciones recreativas, curativas, culturales, comunicativas, humanas y
políticas. Consecuentemente contribuye a elevar indicadores de desarrollo humano y a fortalecer una identidad cultural.
Cabe señalar que la consolidación como fenómeno socioeconómico y el análisis conceptual ha estado en correspondencia con
las etapas históricas de su proceso de formación y desarrollo. Al respecto debemos reconocer que aunque la recreación es
un fenómeno muy antiguo, el turismo en cambio es un fenómeno reciente cuya formación se inscribe en las Épocas Moderna
y Contemporánea, registrando una marcada expansión en la segunda mitad del siglo XX.
Si aceptamos que los proyectos turísticos se ejecutan para propiciar el bienestar humano es incuestionable que la
apreciación social del modelo de desarrollo propuesto pone de manifiesto la necesidad de la participación ciudadana en el
turismo. Esta apreciación conduce a la consolidación de una opinión pública que refleje la voluntad de la comunidad respecto
al desarrollo turístico. Para ello los modelos de desarrollo turístico local deberán incorporar en igualdad de autonomía,
posibilidades de participación y oportunidades de decisión a todos los actores sociales del escenario turístico.
Una participación efectiva ocurre cuando la población local tiene desarrollada la suficiente capacidad para influir en las
decisiones y comunicarse con el turista que la visita. Para ello es necesario informar, educar e involucrar voluntariamente a
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las comunidades teniendo en cuenta que los pobladores locales son portadores de conocimientos fundamentados en la
práctica sistematizada de sus actividades, a la vez que cada lugar dispone de una historia natural y cultural acumulada en un
conjunto único de recursos patrimoniales y oportunidades turísticas.
Estos factores han de incidir favorablemente en el auto reconocimiento de los valores patrimoniales del espacio local con
sentido de pertenencia, lo cual puede propiciar un comprometimiento local auto regulado. No obstante, está bien claro que en
la historia del turismo muchas veces el desarrollo de proyectos turísticos ha forzado a que los residentes locales abandonen su
espacio de vida tradicional o terminen cambiando sus auténticas formas de vida. Al respecto un elemento de especial
atención para la integración de las comunidades locales al turismo ha de ser el control preventivo de los impactos sociales
adversos que este genera.
2. ¿Qué es el turismo escolar?
Este análisis parte de que la Pedagogía del ocio según la figura 4 representa las áreas de interés de la Pedagogía con relación
al ocio, ya que esta es de particular utilidad para la actuación del monitor de comedor y tiempo libre. Obsérvese como
aparecen resaltadas dentro de la Pedagogía Escolar los ámbitos correspondientes a la Preescolar y la Enseñanza Primaria
debido a que estos basamentos son de carácter orientativo para la labor del monitor/a; así como dentro de la Pedagogía
Extraescolar las concernientes a la Educación Familiar, Ambiental, Sexual, Comunitaria en cuyo ámbito se forma los
estudiantes bajo nuestra responsabilidad social.
Figura 4 Áreas de interés de la Pedagogía con relación a la Pedagogía del Ocio.
Elaborada por el autor.
En correspondencia con las explicaciones generales previas relativas a la actividad turística debemos comenzar el estudio
de esta temática definiendo en qué consiste el turismo escolar por su importancia para el trabajo del monitor/a toda vez que
los niños/as son objeto del mismo. En este caso estamos reconociendo que las modalidades o tipos de turismo como la que
estudiaremos a continuación están condicionadas a las motivaciones del turista.
El turismo escolar es la modalidad turística especializada en la temática del contenido de los programas escolares y está
dirigida a un público definido representado por la población educativa; este basa su oferta en actividades, programas y
paquetes de viajes escolares a escenarios con atractivos de valor didáctico con posibilidades de ser aprovechados en apoyo a
los programas escolares curriculares que se desarrollan en diferentes niveles y centros educacionales. El sujeto agente
cognoscente de este tipo de viajes turísticos es el alumno turista, que bajo una nueva figura aprende y se desarrolla desde el
punto de vista instructivo educativo, a la vez que hace vida de turista.
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
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Esta modalidad turística educativa emerge como un tipo de turismo de gran importancia en su dimensión de turismo activo
con contenido escolar, elemento educativo que permite combinar las actividades docentes con el turismo a partir de las
oportunidades educativas del ambiente natural, rural y cultural en áreas relativamente próximas a las instituciones educativas.
De esta manera se convierte en una vía metodológica estratégica de innovación pedagógica y recursos didácticos que
responde a los nuevos enfoques de la formación y desarrollo de la personalidad de niños/as y jóvenes soportada en un sólido
basamento de valores relativos a su entorno de convivencia y relaciones interpersonales.
Tomando en consideración que el turismo es un fenómeno estacional con tendencia a la concentración durante fines de
semanas, vacaciones de navidades, semana santa, y las vacaciones extendidas de verano se requieren alternativas para la
desestacionalización de las demandas. En tal sentido, mediante el diseño de un producto diferenciado dirigido al segmento
de población estudiantil se puede cubrir parte de las disponibilidades alojativas y de turismo activo durante los períodos
escolares al vincular el turismo con los planes y programas de estudio regulados, contribuyéndose de esta forma a minimizar
el impacto que de este fenómeno se produce para la gestión de los destinos turísticos más vulnerables ante la competencia del
mercado.
Ya conocemos que desde las instituciones educativas se realizan actividades prácticas de campo vinculadas a diferentes
asignaturas del currículo. Pero esta nueva modalidad de turismo escolar posiciona la idea de realizar actividades turísticas,
no docentes, mediante diversas acciones que permiten asimilar de forma indirecta contenidos propios de la escuela, a la vez
que propician diversión. Este puede ser el caso de la visita y descubrimiento de un barranco fluvial, de un yacimiento
arqueológico, de una comunidad rural o de una manada de animales, de forma tal que el aprendizaje es interpretativo
vivencial, participativo y recreado mediante un hilo temático conductor, lo cual permite una buena eficiencia formativa en
apoyo a la actividad que se desarrolla la escuela.
En particular es de gran significación la contribución del turismo escolar a la formación de una cultura turística
responsable de los futuros turistas, por tal razón la participación en actividades de esta connotación además del efecto
favorable sobre los niveles de aprendizaje correspondientes al curso correspondiente actúan sobre la esfera afectivo
motivacional y sobre los valores que sirven de soporte a las actitudes y comportamientos turísticos propicios para la práctica
de un turismo de escala social basado en los principios del desarrollo sostenible. Por tanto entendemos bajo este principio la
cultura turística como se precisa seguidamente.
Se define la cultura turística como los conocimientos acerca del turismo que posibilitan revelar sus significados y emitir
juicios valorativos basados en la percepción de la realidad en que se desarrolla. La misma refleja los niveles de conciencia
turística adquiridos por cada individuo, en correspondencia con los cuales asume una actitud positiva o negativa y
consecuentemente un comportamiento responsable o irresponsable acorde con el rol social que debe desempeñar como parte
del turismo.
Por tanto, la educación de la cultura turística de las comunidades anfitrionas supone una concientización turística orientada a
la transformación de las actitudes y actuaciones negativas en actuaciones positivas que posibiliten una convivencia armónica
entre el turismo y las comunidades receptoras, basada en una gestión participativa y el efecto multiplicador de todos los
sujetos concientizados. En consecuencia con el desempeño social atribuible a los diferentes actores del escenario turístico es
oportuno diferenciar entre la cultura turística general y la cultura turística especializada. La primera corresponde al público
general que actúa como población anfitriona, el cual es bien heterogéneo, mientras que la segunda corresponde a la población
que interviene directa o indirectamente en la producción de los bienes y servicios de uso turístico.
La cultura turística general de la población anfitriona debe caracterizarse por los siguientes rasgos esenciales:
Conocimiento holístico y suficiente del medio ambiente local (lugar).
Identificación con la problemática del turismo en el espacio local.
Desarrollo de la competencia comunicativa.
Arraigo de la identidad cultural y autenticidad.
Demostración de valores tales como patriotismo, honestidad, dignidad, solidaridad, responsabilidad, humanismo,
colectivismo.
Actuación auto regulada y auto controlada.
Sentido de relevancia local.
Participación y protagonismo auto gestionados.
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Posicionamiento crítico reflexivo.
Estos rasgos de la cultura turística general presuponen que la población local debe involucrarse y comprometerse con un
conjunto de funciones en su condición de anfitriona, toda vez que haya aceptado y esté dispuesta a adaptarse a las situaciones
generadas por el desarrollo turístico en su espacio de convivencia cotidiana. Entre las funciones a cumplimentar por parte del
habitante local con respecto al turista se encuentran:
Informar y orientar.
Motivar y sensibilizar.
Asistir y ayudar.
Complacer y disfrutar.
Respetar e inspirar respeto.
Demostrar más que imitar.
Rechazar actitudes y comportamientos irresponsables.
Transformar y desarrollar en la doble relación turista-anfitrión.
Para cumplimentar estas funciones los anfitriones deben ser portadores de saberes tradicionales que identifiquen a su espacio
de residencia permanente, así como de referencias históricas, geográficas y socioculturales relativas a las características de
los mercados turísticos emisores más frecuentes. No obstante muchas veces esto no ocurre así, lo cual pone de manifiesto
falta de cultura turística en la población anfitriona. Este hecho se traduce en prácticas sociales indeseables, tales como asedio
al turista, hurto, y otros males sociales que evidencian pérdida de valores humanos. Dicha situación compromete la calidad
del producto turístico al presentarse como imagen opuesta con respecto a la imagen deseada.
Para la operacionalización del concepto de cultura turística se pueden utilizar diferentes dimensiones e indicadores de
medición, tales como:
Dimensión cognitiva: conocimientos que permiten emitir juicios valorativos acerca del turismo y sus efectos.
Conocimientos históricos, geográficos, culturales y ambientales del lugar.
Conocimientos sobre el turismo y su importancia.
Conocimientos sobre la problemática del turismo en el espacio local.
Conocimientos sobre gestión local del turismo sostenible.
Dimensión instrumental: sistema de habilidades que permiten operar en la gestión local del turismo.
Habilidades para comunicarse y relacionarse.
Habilidades para tomar decisiones como anfitrión.
Habilidades para gestionar problemas y solucionar conflictos como anfitrión.
Dimensión afectivo motivacional: significación afectiva con respecto al turismo basada en la relación turista-anfitrión.
Percepción ciudadana del modelo de desarrollo turístico.
Estados de ánimo de la población –euforia, apatía, rechazo, aceptación.
Motivación para insertarse en la práctica de un turismo responsable.
Estados de satisfacción frente al turismo.
Dimensión actitudinal: disposición para la implicación avalada por el desarrollo de valores personales y sociales.
Interés en contribuir a la solución de problemas y el mejoramiento local.
Actitud pasiva o activa ante el turismo.
Expresión de valores como: responsabilidad, respeto, compromiso, tolerancia, aceptación, disciplina, honradez,
orgullo, dignidad, rechazo ante malas prácticas, identidad cultural, arraigo.
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Dimensión comportamental: modos de actuación práctica y efecto multiplicador (divulgar y multiplicar acciones).
Actuación auto regulada y auto controlada.
Participación y apoyo a las acciones.
Posicionamiento crítico reflexivo y de divulgación.
Efecto multiplicador ante la familia, colectivo de estudio o trabajo, comunidad.
El proceso de educación de la cultura turística es de carácter complejo, permanente y prolongado en el tiempo ya que está
orientado a producir cambios de comportamiento humano, los cuales muchas veces responden a prácticas sistematizadas que
carecen de una adecuada base educativa. Por tal motivo es necesario contextualizar en cada espacio social los aspectos
pedagógicos, psicológicos y sociológicos que inciden en la formación de la cultura turística general.
Con el propósito de garantizar un proceso formativo eficiente la educación de la cultura turística deberá sustentarse sobre la
base de los requerimientos siguientes:
Aprendizaje basado en la experiencia vivida.
Percepción compleja de la realidad del escenario turístico y poder de síntesis para apropiarse de las relaciones
esenciales.
Diálogo de saberes basados en las experiencias precedentes acumuladas por la población local.
Incorporación de conocimientos populares al proceso de formación de la cultura turística general.
Disposición suficiente y conveniente de información y vías de divulgación.
Atendiendo a los enunciados expuesto en el epígrafe anterior recordemos que el mercado turístico educativo funciona en
consecuencia con los flujos turísticos que se establecen entre la demanda turística y la oferta educativa. Observemos a
continuación las especificidades de estos dos componentes mercadológicos en el caso particular del turismo escolar.
Demanda educativa.
Motivo de viajes: viaje de estudios para el conocimiento y disfrute del patrimonio ambiental natural, cultural y rural
según requerimientos de programas específicos y actividades vinculadas a los programas de las asignaturas
escolares.
Composición de la demanda: segmentos de población estudiantil o escolar amplio y variado, representado por
niños/as y jóvenes de primaria, y otros niveles hasta el universitario, de procedencia predominantemente urbana, con
inclinación hacia actividades de aventuras, vida silvestre activa, interesados en actuaciones participativas, amenas,
vitales.
Oferta educativa.
Recursos atractivos/producto turístico: componentes y elementos naturales, rurales y culturales presentes en el
contexto en que se desarrollan estas actividades, sus atributos y singularidades con potencial instructivo y educativo
los cuales se ponen en valor al agregar los servicios y equipamientos requeridos para su disfrute e interpretación
didáctica.
Planta de alojamiento y otros servicios:
a) Alojamiento colectivo que potencia la formación de grupos, compañerismo, colaboración, intercambio,
independencia.
b) Comedor compartido lo cual facilita la vida en colectivo, el respeto, aprendizaje.
c) Animación sociocultural como elemento educativo en función de la cual se realizan actividades de recreación y
entretenimiento con un contenido específico relativo al área integrada del conocimiento correspondiente a su
nivel escolar.
Público objetivo: población escolar o estudiantil.
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Los alumnos turistas adquieren conocimientos, desarrollan habilidades, capacidades, sentimientos, afectos,
sensaciones, valores, etc., que refuerzan la base de los procesos instructivo-educativos que tienen lugar en sus
instituciones escolares.
Tales elementos se integran en la figura 48. La misma representa el triángulo estratégico del destino turístico y combina el
producto de turismo educativo con el segmento de mercado de interés y su actuación frente a la competencia que opera con
similares ofertas. De hecho esta modalidad trabaja su estrategia genérica de cobertura de mercado concentrada sobre un
producto y un mercado como se aprecia en la misma.
La práctica exitosa del turismo escolar como nuevo producto turístico requiere:
Buen nivel organizacional y de gestión empresarial por parte de los oferentes.
Adecuada selección y estructuración de los contenidos didácticos y turísticos del territorio, con una clara
identificación de las oportunidades para la implementación de los programas y paquetes de turismo escolar.
Aunque los programas se basan en una idea temática o argumento didáctico principal deberá lograse diversidad
temática y transdisciplinariedad implicando contenidos de historia, geografía, biología, sociología, economía,
ecología, etc.
Suficiente información y conocimiento de los recursos atractivos turísticos locales, con guías locales competentes.
Aseguramiento logístico de movilidad segura y agradable, alojamiento confortable, alimentos y bebidas saludables,
equipamientos y materiales seguros para el desarrollo de las actividades.
Aquí es de vital importancia la incorporación de infraestructuras locales, equipos del lugar, y servicios tradicionales
vinculados a la vida del contexto en que se desarrolla, tales como la hostelería rural, los atractivos de base agraria y
ganadera, etc.
Identificación y segmentación de los públicos a quienes está dirigido cada producto para satisfacerle sobre la base
de la relación entre sus expectativas y las calidad percibida.
Estrategias de penetración de mercado mediante el marketing y la comercialización dirigidas a todos los agentes y
actores implicados en la operación, es decir
Representantes de las instituciones educativas.
Coordinadores/as, maestros/as, monitores/as.
Padres y alumnos/as.
Administraciones públicas y otras entidades u organizaciones con potencial para financiar viajes de interés
formativo para la sociedad.
Figura 48 Triángulo estratégico del perfil básico de la modalidad de turismo escolar.
Elaborada por el autor.
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
ISBN 978-84-9937-500-7.
Selección de canales para distribuir y comunicar el producto, tales como publicaciones especializadas en turismo
y educación, programas radiales y televisivos educativos, mailing, agencias de viajes especializadas, etc.
Profesionales capacitados para la animación sociocultural con fines didácticos, el trabajo en grupos, interpretación
y comunicación de los valores patrimoniales, tratamiento con las diferencias individuales y particularidades propias
de los niños/as y jóvenes con que se trabaja.
En este sentido el rol de los guías turísticos locales especializados es particularmente determinante para la eficiencia
formativa de la gestión de esta modalidad turística y su efecto multiplicador.
Estudios de tendencias del comportamiento de mercado para mantener los flujos de turistas en la doble
repercusión que tienen para la empresa y la formación de los públicos con que operan.
Diversidad de actividades tanto física como intelectual mediante la práctica de deportes, viajes de descubrimientos,
educación formal relacionada con hábitos de comportamiento en el comedor, higiene personal, el hacer la cama, etc.
Veamos seguidamente un ejemplo de este tipo de turismo basado en la práctica sistematizada en los últimos años del
aprendizaje vivencial y participativo vinculado a las granjas escuelas. Se trata de una modalidad de turismo escolar vinculada
al ambiente rural, la cual es considerada a su vez como una modalidad de este último.
Las granjas escuelas son una modalidad de alojamiento escolar rural que se practica en pequeñas explotaciones agrarias y
ganaderas con el motivo de familiarizar a los niños/as y jóvenes con la vida del campo mediante la programación
extraescolar de actividades dirigidas a observar animales, sembrar en el huerto, recoger frutos, ordeñar vacas, participar en
los proceso de elaboración de productos agrarios como quesos, panes, jamones, vinos y otros, así como realizar talleres
educativos y la visita a lugares de interés cognoscitivo. El alojamiento consistente generalmente en habitaciones con literas
para pequeños grupos en estancias de varios días, una semana o 15 días, los cuales están asociados a otras facilidades como
comedor rústico, salones para actividades, jardines y amplios espacios comunes, todos enmarcados en el valor del entorno
rural.
Figura 49 Granja escolar en Segovia.
Fotos Paula González. Cortesía del Colegio San Joaquín y Santa Ana, Alcalá de Henares. España.
3. Interpretación del patrimonio ambiental como base del turismo escolar.
La búsqueda de alternativas para lograr la educación ambiental basada en el aprendizaje vivencial comienza a posicionarse
científica y pedagógicamente por lo que forma cada vez más parte del cotidiano accionar escolar. En tal sentido, la
interpretación ambiental puede convertirse en una vía metodológica para contribuir a la formación de la cultura ambiental en
los niños/as como alternativa para la formación integral de las nuevas generaciones.
El término interpretación ambiental tiene su significado inicial en el acto de descifrar y traducir las informaciones
presentes en el ambiente desde el lenguaje técnico no accesible a todos hacia un lenguaje asequible para todos los públicos.
Tradicionalmente la interpretación ambiental es realizada en visitas orientadas para presentar lugares de valor histórico,
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artístico, cultural y natural. Esta puede formar parte de programas o proyectos educacionales o del ecoturismo, con la
finalidad de informar y sensibilizar al público sobre la conservación y preservación del patrimonio.
La cantidad de informaciones y la profundidad de los contenidos presentados varían de acuerdo con:
La complejidad del ambiente objeto de interpretación.
El motivo de la visita interpretativa.
Las expectativas de los sujetos que interpretan el patrimonio.
La composición y edad del grupo.
La experiencia previa, y el tiempo de la visita.
La formación profesional del guía o profesor.
Es un concepto bien consolidado en la práctica del ecoturismo, aunque es oportuno profundizar en una conceptualización de
la interpretación ambiental desde la perspectiva del análisis pedagógico, lo cual permite advertir diferencias de interés para
su gestión como se hace ver en la figura 501. El esquema muestra la relación entre las ciencias ambientales y las ciencias
pedagógicas como soporte de la educación ambiental, la cual conduce a la formación de una cultura ambiental,
estableciéndose las diferencias que como proceso formativo supone respecto al proceso de interpretación ambiental que sirve
de base al ecoturismo.
Figura 50 Perspectiva Pedagógica de la Interpretación Ambiental. Elaborada por el autor.
1 Basado en “La interpretación ambiental como vía metodológica para la superación profesional de los docentes de Campo
Verde, Brasil”. Dr. C. Manuel González Herrera. Dra. C. Edione Teixeira de Carvalho. Dra. C. Graciela Urías Arboláez.
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
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Al respecto, es importante reconocer las contradicciones o carencias teóricas para su tratamiento metodológico, las cuales
son:
Uso de la interpretación ambiental a través de técnicas de actividades informales.
Enfoque reduccionista de la problemática ambiental.
Insuficiente alusión a la necesidad de que sea previamente planificada, con objetivos bien definidos.
De hecho, los puntos de redimensionamiento para cambiar los enfoque interpretativos del ambiente deberán corresponder a la
orientación metodológica como actividad educativa, es decir, base orientadora de la acción, previamente planificada,
secuenciada y potenciadora de procesos de cambio y transformación, y la superación profesional como vía metodológica
para la formación de la cultura ambiental.
La interpretación ambiental busca informar y sensibilizar a las personas para la comprensión de la compleja temática
ambiental, y hacer que estas se involucren en acciones que promuevan experiencias sostenibles en el uso de los recursos
naturales y culturales. Se considera entonces que la interpretación ambiental es una valiosa vía metodológica, la cual permite
optimizar las interacciones entre el hombre y el medio ambiente del cual forma parte, la cual puede ser implementada
mediante las actividades que desarrolla el monitor/a de comedor y patio con el fin de relacionar la alimentación saludable y el
ambiente sano.
Como ya conocemos, si la escuela no asume una postura crítica y reflexiva, no conduce al alumno/a a un nivel de
interpretación de los componentes y procesos ambientales, socioculturales y económicos, al punto de que él se vea como
agente de este proceso, como corresponsable por la preservación o degradación del medio ambiente, un agente que puede
intervenir en este contexto. Si no fuera de esta forma, la educación acabaría siendo una reproductora del modelo consumista
exagerado, que reproduce la segregación social, que acaba eximiendo al ser humano por el simple hecho de desconocer su
participación en esa realidad.
La interpretación ambiental puede ser fundamental para cambiar este escenario, pues es un proceso subjetivo que ocurre entre
el ser humano y el medio ambiente, a través de mecanismos perceptivos afectivos y cognitivos en que cada individuo
percibe, reacciona y responde directamente a las acciones del ambiente; además, puede consolidar la comunicación social
para una toma de concientización entre los alumnos, favoreciendo su participación en el proceso de protección ambiental.
Así, es posible que el alumno perciba y reconozca el contexto en el cual está insertado desde una perspectiva de producción
de conocimientos, reconocimiento y crítica con relación a su espacio de convivencia.
Desde 1957 Freeman Tilden estableció las bases de la filosofía de la interpretación ambiental y la conceptualiza como la
revelación de significados, relaciones de los fenómenos naturales por intermedio de las experiencias prácticas y medios
interpretativos, en vez de la simple comunicación de datos y hechos. El propio Tilden asevera que es “una actividad
educacional mediante la cual se tratan de revelar los significados y relaciones del medio ambiente –a través del uso de
objetos originales, experiencias directas y medios ilustrativos– y no simplemente de comunicar informaciones”. Al respecto
ha sido reconocido como “un proceso educativo que utiliza la sensibilidad artística y los datos científicos para percibir,
reflexionar, valorar, trasmitir características naturales y culturales del entorno que le permiten al individuo alcanzar una
conciencia ambiental”.
Tilden además de haber definido el concepto de interpretación, también creó seis principios, que ya son clásicos y orientan la
filosofía del esquema interpretativo, los cuales son contentivos de los aportes referidos en las definiciones anteriores. Estos
son:
Enfocar siempre los sentidos del visitante, de forma tal, que permita establecer la concienciación personal sobre
determinadas características del ambiente.
Revelar sentidos sobre la base de la información y no limitarnos a apenas informar.
Utilizar artes visuales y de animación, sea el material presentado científico, histórico o arquitectónico.
Instruir, pero provocando, estimulando la curiosidad del visitante, alentando la exploración más profundizada de lo
que está siendo interpretado.
Presentar la historia completa, en vez de parte de esta, dirigirse a la persona de forma integral.
Ser accesible a un público lo más amplio posible, tomando en consideración necesidades individuales.
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Este autor afirma en algunos de sus principios que la interpretación no pretende solamente informar e instruir, sino, además,
provocar en las personas estados emocionales y vínculos afectivos con la realidad que están interpretando. Dicha
provocación tiene el sentido de tornar la interpretación en un instrumento que estimule cambios de actitudes en las personas
con relación al medio ambiente, hacerlos ejecutantes efectivos en su preservación.
En consecuencia con el desarrollo de la interpretación ambiental Murta y Goodey añaden cuatro principios más a saber:
Iniciar la interpretación en acuerdo con la comunidad, estimulando el cambio de conocimientos y recursos.
Adoptar un abordaje amplio, ligando los temas del pasado, del presente y del futuro, realzando la dimensión
socioeconómica, al lado de las dimensiones histórica, ambiental y arquitectónica.
No intentar vender una verdad universal, pero destacar la diversidad y pluralidad culturales. Su interpretación debe
fomentar la aceptación y la tolerancia como valores democráticos.
Tomar siempre en consideración el servicio al público de interés, indicando o probando instalaciones básicas, como
sanitarios, seguridad, puntos de descanso y parqueos, elementos esenciales para una experiencia agradable del lugar.
A través de los principios de los autores citados se puede realizar una interpretación más eficiente, pues propician medios y
técnicas adecuados al lugar u objeto que se quiere interpretar. Estos principios pueden ser retomados como antecedentes para
aplicar la interpretación ambiental como un recurso didáctico en la educación ambiental. La interpretación ambiental como
vía metodológica es consecuente con el principio de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo en el sujeto. Desde el punto de
vista didáctico los conceptos y principios referidos poseen grandes valores y pueden contribuir a la formación de la cultura
ambiental pues conciben la interpretación ambiental como una actividad educativa, que revela significados, permite el
contacto directo del sujeto con los objetos como momento esencial para la interpretación ambiental.
Como puedes apreciar los conceptos antes presentados constituyen un recurso de valor incalculable para la utilización de la
interpretación como una vía metodológica orientada a la formación de la cultura ambiental de los niños/as; sin embargo, ellos
están dirigidos fundamentalmente al uso de la interpretación ambiental como vía metodológica en actividades informales,
como un recurso para los guías de turismo en los senderos turísticos y es utilizado asistemáticamente.
Por lo tanto, se hace necesario asumir un nuevo enfoque a fin de que pueda ser utilizado como referente orientador para la
actividad que desarrolla el monitor/a de comedor y tiempo libre.
Tomando en consideración el marco referencial anterior definimos la interpretación ambiental como aquella actividad
educativa que requiere ser orientada metodológicamente, con el fin de revelar los significados y los valores que para los seres
humanos tienen los objetos, fenómenos y procesos que forman parte del patrimonio cultural y natural de la humanidad, con el
propósito de tener una percepción holística e integradora de la realidad y lograr la transformación de las actuaciones
negativas del hombre sobre el medio ambiente, en actuaciones positivas que posibiliten una convivencia armónica entre la
naturaleza y la sociedad.
Dentro del concepto de interpretación ambiental es necesario destacar algunos rasgos característicos para este enfoque
metodológico:
Concebir la interpretación ambiental como una actividad educativa implica una base orientadora de la acción; para
qué, qué, cómo y con qué recursos se van a interpretar los objetos y fenómenos que forman parte del patrimonio
cultural y natural, es decir, requiere de una orientación metodológica precisa, por lo tanto, debe ser previamente
planificada.
Como una actividad educativa, también implica que el sujeto en la relación directa con los objetos y fenómenos que lo
rodean, adquiera conocimientos, se instruya, desarrolle la habilidad de interpretar y sea portador de valores.
Precisa que en el sujeto se forme una trama sensitiva, que adquiera para él un significado y un sentido personal de
forma consciente para que pueda tener una percepción holística e integradora de la realidad.
Que ocurra una transformación de las actuaciones negativas del hombre sobre el medio ambiente en actuaciones
positivas que posibiliten una convivencia armónica entre la naturaleza y la sociedad.
En la base de la educación ambiental se encuentran la interpretación y la lectura crítica del contexto. Así, la sensibilización se
torna pertinente y extremadamente relevante, pues ella hace a las personas más conscientes de la importancia de nuestra
práctica cotidiana y la intensidad del aprendizaje se corresponde con la intensidad de las emociones vividas. Es necesario, por
lo tanto, que los profesores/as y monitores/as se sensibilicen y comprendan la verdadera esencia de la educación ambiental,
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de manera que puedan revelar el sentido de aquello que van a enseñar, al mismo tiempo que el alumno/a comprende el
sentido de aquello que aprende.
Para avanzar hacia este fin y alcanzar la formación de una sociedad con cultura ambiental que pueda afrontar los retos del
desarrollo sostenible es imprescindible que todos los educadores/as promuevan actividades de sensibilización ambiental y
que se les capacite en función de la problemática ambiental y del desarrollo a nivel local como alternativa para la
preservación de la humanidad. En este caso existe una estrecha relación entre el medio ambiente y la alimentación saludable
de los niños/as ya que una parte importante de los alimentos que consumen se desarrollan en el medio ambiente, como
pueden ser las frutas que consumimos, o la carne que consumimos, pero a su vez el aire que respiramos y el agua que
tomamos están relacionadas con la calidad ambiental, razón por la cual los niños/as deben ser conscientes de estas y otras
situaciones para las que deben preparase con responsabilidad desde la escuela y desde otros escenarios con potencial
educativo.
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Tema 3 La Pedagogía del ocio y los recursos para el tiempo libre.
1. Pedagogía del ocio.
Al estudiar el contenido del módulo 1 conocimos el objeto de estudio de la pedagogía y sus ámbitos de estudio. Recordemos
que desde entonces asumimos a la Pedagogía como una de las ciencias sociales dedicadas al estudio de la educación
conscientemente organizada y orientada hacia un fin, cuyo objeto de estudio es la educación escolarizada que transcurre en
las instituciones escolares y en otras instituciones. Precisamos por tanto que esta representa el conjunto de saberes que
permiten orientar el proceso educativo desde la escuela y sus entornos de influencias. A propósito en la figura 4 presentamos
las áreas de interés de la Pedagogía general con relación a la Pedagogía del ocio, por lo que te proponemos volver a este
esquema para iniciar el estudio de esta última.
Como te habrás dado cuenta a través de su lectura podemos inferir que la Pedagogía del ocio se relaciona con la Pedagogía
escolar y la extraescolar, mediante los vínculos que se generan al actuar sobre el mismo sujeto del proceso de enseñanza
aprendizaje. Así, la primera comprende la proyección pedagógica de las acciones que se desarrollan en la escuela preescolar
y primaria, espacio justo donde desarrolla sus actividades el monitor/a de comedor y tiempo libre, lo cual nos indica las
fuentes de las que se nutre como base para materializar la formación de los niños/as. A su vez la Pedagogía extraescolar
comprende la educación en la familia y en la comunidad, lo cual está también relacionado con la actividad del monitor/a ya
que el niño/a es resultado no solo de las influencias que recibe en la escuela, sino además del conjunto de relaciones de que
es objeto en su familia, en su espacio de residencia permanente y en la sociedad en general.
La Pedagogía del ocio es la rama especializada de la Pedagogía que se encarga del estudio del ocio o el tiempo libre de las
personas con el fin de propiciar la enseñanza aprendizaje orientada al aprovechamiento educativo o productivo del mismo.
En particular esta dimensión de la Pedagogía atiende al tiempo libre de los niños/as y jóvenes, aunque cubre al conjunto de la
sociedad ya que todos disponemos de este tiempo en distinta medida, poniendo énfasis sobre el presupuesto de tiempo libre
escolar debido a sus oportunidades educativas para reforzar el trabajo que por la vía formal desarrollan las instituciones
educacionales. En este orden facilita desde el punto de vista pedagógico la instrucción y la educación de los niños/as durante
el tiempo y espacio de comedor y patio en sus dimensiones cognitivo-instrumental, afectivo-motivacional y desarrolladora
mediante la integración de los diferentes componentes del proceso de enseñanza aprendizaje.
Conceptualizado desde esta perspectiva podemos decir que la Pedagogía del ocio focaliza su atención en las denominadas
como leyes del ocio o tres D’s del ocio, es decir, Descanso, Diversión y Desarrollo, de forma tal que se convierten en objeto
de estudio las formas de ocupación del tiempo libre antes señaladas, lo cual repercute favorablemente sobre los
comportamientos humanos, generándose un modelo de utilización del tiempo libre de base educativa que nos prepara para un
mejor desempeño social. Así, de esta forma nos guía pedagógicamente para asumir el proceso de planificación, desarrollo y
control de las diferentes actividades educativas que realizamos con nuestros niños/as durante el espacio y tiempo de comedor
y patio, propiciando enfoques didácticos apropiados en cada caso para lograr una mejor eficiencia y eficacia formativa en
nuestros contextos de actuación.
En tal dirección la Pedagogía del ocio promueve el cumplimiento de funciones básicas educativas, socioculturales y
recreativas que permiten el desarrollo personal e intelectual de quienes participan. En este caso particular, y debido a nuestro
interés profesional como monitores/as de comedor escolar y tiempo libre, asumimos entonces todo aquello que repercuta de
forma favorable sobre la educación de los niños/as en cuanto al tiempo de comida y el aprovechamiento óptimo del tiempo
asociada a dichas actividades escolares. De esta forma podemos plantear que los ámbitos fundamentales de la Pedagogía del
ocio corresponden a
La escuela en correspondencia con el tiempo libre escolar de que disponen los niños/as después de cumplimentar las
actividades docentes y de comedor.
Instituciones culturales y otras instituciones de tiempo libre de carácter educativo que desarrollan excursiones,
visitas urbanas, fiestas y veladas.
Organizaciones comunitarias en las que se promueven actividades educativas organizadas por diferentes agentes y
promotores del desarrollo local las cuales pueden estar vinculadas a las tradiciones populares locales, artesanía
popular, gastronomía, pintura, fotografía, yoga, entre muchas otras.
Parques infantiles y espacios abiertos para el tiempo libre en los que no suele haber una intervención educativa
presencial pero que incorporan criterios pedagógicos como parte de las actividades que promueven.
Ludotecas que promueven la expresión lúdica de diferentes grupos de población, entre ellos niños/as y jóvenes que
participan en diversas actividades grupales de entretenimiento y diversión de carácter creativo e innovador, las
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cuales se adecuan al carácter sociocultural del espacio en que se desarrollan y son guiadas por profesionales que
basan sus actividades en la animación infantil relacionada principalmente con los juguetes y juegos de interés para
estos grupos de edades.
Los campamentos de veranos y otras modalidades de estancias de vacaciones con estadías que frecuentemente
oscilan entre 10 y 15 días en ambientes naturales, rurales y de otras tipologías.
Los clubes y otros espacios similares en que tienen lugar actividades de tiempo libre.
2. Recursos y actividades para el tiempo libre.
Los juegos constituyen actividades pedagógicas dinámicas y socializadoras que ofrecen una importante vía metodológica
para la educación de los niños/as y jóvenes mediante la cual se puede contribuir a la formación de conocimientos, habilidades
y capacidades creadoras, y al mismo tiempo desarrollar valores y actitudes, todo lo cual tiene reflejo sobre el comportamiento
de los mimos. De una forma u otra las actividades que utilizan el juego como entretenimiento, a la vez que tienen carácter
lúdico tienen también una orientación educativa, estos utilizan diferentes soportes materiales entre los que se encuentran los
juguetes didácticos, favoreciendo de esta forma el desarrollo creativo de los niños/as fuera del local que ocupa la clase. Los
mismos pueden comprender actividades de ocio duro o actividades de ocio blando, tanto de carácter competitivo como no
competitivo.
En términos generales los juegos tienen un gran valor educativo ya que:
Mejoran la asistencia y puntualidad de los escolares, la motivación y asimilación de los contenidos, el esfuerzo por
alcanzar mejores resultados, y la sistematización de conocimientos.
Potencian el conocimiento y familiarización con su entorno.
Favorecen el intercambio social y cultural entre los participantes y entre estos y el contexto en que se desarrollan.
Permiten la familiarización y comprensión de muchos aspectos de la comunidad local en sus dimensiones histórica,
geográfica, cultural, etc.
Tributan a la formación en valores culturales, éticos y estéticos, como respeto, colectivismo, responsabilidad, la
socialización y el trabajo en equipo, la comprensión de normas de comportamiento social, entre otros.
Promueven la conservación de tradiciones culturales.
Promueven la participación y cooperación entre los participantes.
Desarrollan la autonomía, el trabajo creativo e innovador.
Los juegos se clasifican de muy diversas formas tomando en consideración la temática que abordan, la función didáctica que
cubren, el escenario o región en que se producen, el tiempo histórico que representan, las tecnologías que se utilizan. Así por
ejemplo en correspondencia con las potencialidades que ofrecen para el tratamiento de los contenidos objeto de estudio se
identifican:
Juegos para el tratamiento de nuevos contenidos.
Juegos para el desarrollo de habilidades.
Juegos para la formación y desarrollo de valores.
Juegos para la consolidación de conocimientos y habilidades.
Juegos para la autoevaluación y evaluación de conocimientos.
En correspondencia con su carácter histórico y territorial se identifican modalidades tales como:
Juegos autóctonos o vernáculos típico de una zona geográfica determinada.
Juegos tradicionales o antiguos los cuales se transmiten de generación en generación cuyo carácter histórico le
atribuye valor patrimonial como en el caso de los bolos.
Así por ejemplo los juegos históricos pueden estar relacionados con diferentes acontecimientos como los que se
basan en la edad medieval, los juegos de ficción, los juegos futuristas, etc., en los que se utilizan ordenadores y
multimedia.
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Juegos populares mediante actividades lúdicas practicadas por un grupo significativo de personas.
Por su parte, atendiendo a los grupos de edades a los cuales están dirigidos y su composición se reconocen:
Juegos infantiles.
Juegos juveniles.
Juegos familiares, etc.
Con el propósito general de asumir un posicionamiento para nuestro trabajo como monitores/as podemos asumir la siguiente
clasificación de los juegos, la cual de forma sencilla nos orienta sobre sus tipologías básicas, las cuales pueden contener los
enfoques didácticos, espacio-temporales y personales de los participantes como se hizo ver bajo los criterios de clasificación
antes expuestos.
Juegos didácticos.
Como ya estudiamos la didáctica es la rama de la Pedagogía cuyo objeto de estudio es el proceso instructivo-
educativo que tiene lugar en la escuela, razón por la que vamos a asumir los juegos didácticos en la acepción
particular que le corresponde dentro del contexto escolar. De esta forma íntegra el conjunto de actividades de
orientación educativa que utilizan diferentes tipos de juegos y soportes materiales para el desarrollo creativo de los
niños/as durante las actividades lectivas y extra docentes, como pueden ser las actividades que realiza el monitor/a
de comedor y tiempo libre.
Son múltiples los juegos didácticos que se pueden desarrollar con el grupo de edades a que pertenecen los niños/as
en la escuela, los que pueden ser utilizados para el tratamiento de nuevos contenidos, el desarrollo de habilidades, la
formación y desarrollo de valores, la consolidación de conocimientos y habilidades, y la autoevaluación y
evaluación de conocimientos. Estos pueden ser de carácter académico, deportivo, o recreativos y de entretenimiento
como veremos seguidamente; además pueden ser autóctonos o vernáculos, tradicionales, populares o antiguos, o
populares.
Juegos deportivos.
Los deportes tienen gran significación dentro del aprovechamiento del tiempo libre, en dependencia del rol que
asume el participante estos pueden ser considerados en dos modalidades que son el deporte como espectáculo y el
deporte como actividad participante.
Atendiendo a sus características actuales los deportes son utilizados ampliamente en la recreación con el fin de
generar placer, diversión, bienestar, salud humana y satisfacción en los participantes. Los deportes recreativos
utilizan reglas previamente establecidas o asumidas por los participantes voluntariamente, aunque también pueden
estar no sujetos a regla alguna poniendo de manifiesto mayor espontaneidad, creatividad e intercambio social.
Estos pueden desarrollarse en diferentes ambientes como espacios naturales, urbanos de posible uso lúdico, y
utilizar materiales diversos como sogas, neumáticos, materiales fabricados por los propios protagonistas de los
juegos, o materiales de producción industrial como pelotas, paracaídas, tablas de deslazamiento y de surf, entre
muchos otros.
Juegos recreativos y de entretenimiento.
Los juegos recreativos tienen el fin de fomentar la práctica lúdica de los participantes con el fin de disfrutar de las
mismas como opción para sentirse satisfecho y propiciar una situación de bienestar.
Las nuevas necesidades de recreación en la sociedad contemporánea han dado lugar a la evolución de diferentes
juegos tradicionales o populares y a la práctica de diversas actividades lúdicas como son los nuevos juegos o new
games, los juegos cooperativos y los juegos alternativos.
Los juegos cooperativos como actividad lúdica conceden gran importancia a la cooperación y cohesión entre los
participantes que interactúan con el fin de que no se produzcan enfrentamientos y todos los jugadores puedan llegar
al final del juego con libertad y creatividad, lo cual refuerza la autoestima y confianza en sí mismo, al tiempo que se
divierten y disfrutan. Los juegos alternativos surgen en respuesta a las prácticas excesivamente competitivas,
poniendo de manifiesto desde el punto de vista educativo que es más importante compartir que competir.
Los denominados grandes juegos constituyen también actividades lúdicas recreativas de características
espectaculares debido a sus dimensiones y las características del contexto en que transcurren, las cuales potencian
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también actividades educativas, tales como las que se desarrollan con los niños/as y jóvenes cuando viajan a
campamentos de veranos. En general podemos plantear que los grandes juegos comprenden juegos sin competición
como los juegos de descubrimiento; juegos de competición basados en la rivalidad sin que se produzca
enfrentamiento directo entre los participantes; y juegos con enfrentamiento directo mediante una lucha amistosa.
Los juegos deben ser variados y trascendentes para el niño/a de forman que propicien el desarrollo de una verdadera
experiencia, estos deben tener una orientación educativa evitando el uso de juegos banales que en nada tributan a la
formación y educación de los niños/as y jóvenes. En la actualidad se diseñan juegos que contribuyen al desarrollo de la
personalidad de los niños/as basados en valores patrios, históricos, ambientales, sociales, etc., los cuales se basan en
diferentes metodologías educativas que permiten potenciar actividades basadas en enfoques lúdicos que favorecen las
relaciones interpersonales y las buenas relaciones entre los participantes.
La implementación de actividades que utilizan los juegos didácticos se basan en la participación de los estudiantes, el
dinamismo del grupo, el entretenimiento y diversión, la ocupación de diferentes roles y la competencia. Frecuentemente se
utilizan para tales fines mesas redondas, encuentros de conocimientos, paneles, y discusiones; en particular se aplican
técnicas muy productivas mediante actividades como juegos didácticos de lógica, juegos didácticos para el desarrollo de la
memoria, etc. Así por ejemplo, adquiere un alto valor didáctico el juego de roles (rolplay game) que permite asumir
determinado comportamiento simulado con el fin de valorar el mismo desde la perspectiva de los participantes.
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Tema 4 El monitor/a y la gestión educativa de las actividades de comedor y tiempo libre.
1. El monitor/a de comedor y tiempo libre escolar.
El monitor/a de comedor y tiempo libre escolar es el profesional que desarrolla la función social de educador de los
niños/as durante el tiempo y espacio de comedor y patio, en función de lo cual actúa como facilitador que guía la activad de
consumo de alimentos y bebidas y el aprendizaje asociado a esta.
Es por tanto un importante profesional en la educación de los escolares, el cual se desempeña en vínculo al resto del
profesorado, con el propósito de facilitar la atención y el trabajo formativo y desarrollador de los niños/as comensales,
promoviendo comportamientos responsables y hábitos saludables de alimentación. Su relación afectiva con los niños/as tiene
una significativa influencia sobre los resultados previstos por la escuela con respecto a la formación integral de los escolares
que en ella se preparan, lo cual a su vez tiene una repercusión educativa reconocible sobre la educación que reciben en sus
propias casas y comunidades de residencia.
Existen diferentes categorías bajo las cuales se desempeñan los monitores/as de tiempo libre o monitores/as de actividades
escolares y extraescolares, entre las que se encuentran frecuentemente:
Monitor/a cuidador de patio y comedor.
Monitores/as escolares y socioculturales.
Monitores/as de acompañamiento para salidas escolares
Monitores/as de acompañamiento de transporte escolar
En la práctica educativa de esta profesión hay una serie de rasgos que deben caracterizar al monitor/a de comedor y tiempo
libre escolar en vínculo a la función social que cumplimentan, los cuales son consecuentes con su dedicación al trabajo
educativo de los niños/as y la orientación vocacional hacia esta actividad. Este profesional, al igual que el profesorado y
demás personas encargadas de la educación de los niños/as durante el tiempo que permanecen en la escuela, debe ser ante
todo muy humano, compresivo y paciente, por lo que su atención ha de estar centrada en las necesidades educativas y de
alimentación de los estudiantes. Al respecto el perfil básico del monitor/a de comedor y tiempo libre debe incluir las áreas de
competencias siguientes:
Planificación y organización del trabajo.
Programación diaria de las actividades que se desarrollarán antes, durante y después de las comidas.
Creación de las condiciones de trabajo óptimas y desarrollo de las actividades con los niños/as.
Relaciones de trabajo con los maestros/as, demás educadores y familiares de los niños/as.
De hecho, el trabajo del monitor/a se basa en la proyección y desarrollo de un conjunto de actividades que tienen lugar en
el espacio y tiempo de comedor escolar, las cuales se relacionan con las tareas lectivas que transcurren en las aulas de los
diferentes ciclos de la Educación Infantil y Primaria, y están adecuadas a las características de los niños/as según grupos de
edades.
Para garantizar un buen desempeño profesional es necesario que el personal que atiende las actividades de comedor esté en
posesión del carné de manipulador de alimentos, lo cual le atribuye un requisito imprescindible para desarrollar
satisfactoriamente sus tareas. A su vez, se requiere un cambio de pensamiento que favorezca la transición desde los modos de
actuación transmitivos de las normas y regulaciones que deben asumirse hacia modos de actuación participativos
constructivos que respondan a los fines de un proceso educativo basado en las propias necesidades, intereses y actuaciones de
los niños/as.
En correspondencia con el rol protagónico que este profesional debe asumir es básico que reciba una formación instructiva y
educativa de preparación previa al inicio de su ejercicio profesional, ya que debe asumir con conocimientos, entusiasmo y
responsabilidad las actividades diarias que realiza con los niños/as. Es preciso por tanto que sea consciente y consecuente con
las principales funciones que como monitor/a de comedor y tiempo libre desarrollará, las cuales determinan sus principales
responsabilidades laborales, estas son:
Mantener la asistencia y puntualidad a cada jornada laboral, conservando una uniformidad en el desempeño de sus
funciones durante las sesiones de trabajo con los niños/as.
Cumplimentar las normas del régimen interno del centro escolar.
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
ISBN 978-84-9937-500-7.
Planificar el trabajo en correspondencia con la finalidad y los objetivos que persigue el centro de estudios.
Atender y custodiar a los niños/as durante el tiempo de comida, el tiempo inmediato anterior a las comidas (desde
14.00 horas) y el tiempo posterior a estas (hasta 16.30 horas).
Promover el trabajo educativo integral durante el tiempo de comedor con el fin de desarrollar hábitos higiénico-
sanitarios de alimentación y de utilización correcta del menaje de comedor, así como del comportamiento social
responsable.
Identificar y solucionar las incidencias de comportamiento que se produzcan durante el período de tiempo en que
asumen la responsabilidad de atención y custodia de los niños/as.
Garantizar el cumplimiento y comprometimiento de los niños/as con las normas del régimen interior del colegio y
las disposiciones o regulaciones relativas al espacio y tiempo de comedor.
Establecer compromiso de trabajo y personal con todos los integrantes del equipo de monitores/as.
Asumir otras funciones internas que sean indicadas por la dirección del centro escolar con el fin de garantizar el
adecuado funcionamiento del tiempo y espacio de comedor.
Con el propósito de satisfacer permanentemente sus responsabilidades el monitor/a de comedor y tiempo libre deberá
preocuparse permanentemente por su formación y preparación personal, ya que debe transmitir rasgos de identidad
favorables a la imagen que debe formarse en los diferentes públicos con que trabaja; en especial, con relación a los niños/as.
Bajo este enfoque podemos reconocer las principales exigencias profesionales para el modelo de actuación de este
especialista de la educación, el cual deberá reflexionar sobre la base de las mismas con el fin de auto gestionar las áreas de
saberes en que debe poner énfasis para mejorar su desempeño como vía para ser un buen monitor/a de comedor y tiempo
libre, lo cual le permitirá satisfacer las demandas de cada unidad de competencia profesional y los criterios de desempeño a
tales fines definidos.
Seguidamente presentamos una lista con los saberes de que debe ser portador y las variables que cada uno debe satisfacer
como requisitos inherentes a sus funciones, el mismo puede servir como guía de autoevaluación individual para conocer
como proyectar su desarrollo formativo.
SABER QUE. Representa los conocimientos generales y específicos de que debe ser portador el monitor/a para el mejor
desempeño de sus funciones, esta dimensión incluye:
Conocimientos básicos sobre historia, lengua, geografía, cultura, ambiente y recreación.
Conocimientos psico-pedagógicos básicos sobre los escolares y el funcionamiento escolar.
Conocimientos básicos sobre sociología de la educación.
Conocimientos relativos al desempeño profesional del monitor/a.
Métodos y técnicas de enseñanza aprendizaje.
Métodos y técnicas de dinámica de grupos.
Métodos y técnicas de productividad del trabajo escolar (relación entre esfuerzo y resultados).
SABER HACER. Representa las habilidades y capacidades que debe desarrollar el monitor/a para enfrentar su trabajo con
eficiencia, ya que no solo debe saber qué, si no también cómo hacer las cosas, esta dimensión incluye:
Gestión educativa y aprovechamiento del tiempo.
Liderazgo y solución de conflictos.
Creatividad.
Capacidad de análisis y ejercicio de la crítica.
Autocontrol y autoevaluación.
Capacidad de diálogo y relaciones interpersonales.
Receptividad ante necesidades de las otras partes.
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Respuesta rápida y reacción ante los retos.
Planificación y control de actividades educativas.
Participación y toma de decisiones.
Trabajo en equipo y estimulación del compromiso.
Subordinación a los superiores.
QUERER SABER. Representa los niveles de motivación del monitor/a para el desarrollo de las actividades que realiza con
los niños/as, esta dimensión incluye:
Inspirar confianza y motivar.
Necesidad de sentirse útil.
Interés por el trabajo escolar de tiempo de comedor y tiempo libre.
Deseos de superación.
Inquietud y curiosidad.
QUERER SER. Representa la dimensión afectiva mediante la cual el monitor/a expresa sus afectos a los diferentes públicos
con que trabaja, lo cual es de extraordinaria importancia para un buen desempeño, esta incluye:
Autorrealización (logros).
Necesidades afectivas.
Amor por los niños/as.
Sentimientos de pertenencia hacia la escuela.
Inteligencia emocional.
Preocupación por el bienestar de los niños/as.
Entusiasmo.
Estima, autoestima y seguridad en sí mismo.
Gusto estético.
Entrega de la calidad esperada para satisfacer los públicos con que trabaja.
ESTAR DISPUESTO A HACER. Representa el sistema de valores que sirve de base a las actitudes que asume el monitor/a
en cada momento, esta dimensión incluye:
Disciplina y responsabilidad.
Organización.
Laboriosidad.
Ética.
Respeto.
Honestidad, honradez y lealtad.
Colaboración y cooperación.
Orientación al servicio.
HACER Y HACER SABER. Representa los comportamientos que asume el monitor/a durante el desarrollo de sus
actividades diarias, esta dimensión incluye:
Presencia personal.
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Altruismo: ser capaz de hacer el bien a los demás, incluso a costa de nuestro propio bien.
Asertividad: ser capaz de expresar nuestros sentimientos con transparencia sin ofender a los demás.
Empatía: ser capaz de ponerse en lugar de las otras personas con el fin de comprender su comportamiento y
trasmitirles nuestros sentimientos al respecto.
Escucha activa: ser capaz de estar atento todo el tiempo, escuchar sin interrumpir, mostrar interés y participar
mediante parafraseo o resúmenes que faciliten el flujo de comunicación.
Persuasión: se basa en la participación activa mediante sugerencias o propuestas de ideas personales con el fin de
atraer la atención de los presentes, implica hacer una propuesta y propiciar razonamientos lógicos.
Búsqueda de sinergias: se fundamenta en la búsqueda de sinergias de conectividad que den solidez a las necesidades
presentadas, implica la búsqueda de apoyo, la escucha atenta, y la conectividad con los demás.
Utilización de mensajes yo: ser capaz de expresar mediante nosotros mismos el efecto del comportamiento de otras
personas sin ofenderles.
Socialización de la información.
Multiplicación de saberes: efecto multiplicador de saberes en sus áreas de influencias.
Proyección estratégica.
Atendiendo a las responsabilidades laborales y las exigencias profesionales propias del perfil de monitor/a de comedor y
tiempo libre este asume las tareas diarias que debe desarrollar con el grupo de niños/as a que presta sus servicios. Es por
tanto recomendable que el monitor/a planifique y organice convenientemente las principales tareas profesionales a realizar,
las cuales deben conceptualizarse como una sucesión de actos que se suceden y abarcan las actuaciones que se listan
seguidamente como guía orientativa para su trabajo:
1) Recepción del grupo de niños/as por parte del monitor/a.
2) Lavado y secado de las manos antes de entrar a comer.
3) Entrada despacio, en silencio y ordenada al comedor manteniendo la línea organizada.
4) Traslado hasta ocupar los sitios correspondientes en la mesa designada.
5) Consumo en el tiempo recomendado de los tres platos disponibles (primero, segundo y postre) según las edades de
los niños/as, velando en todo momento por la postura y los modales de los mismos.
6) Estimulación de la participación de los alumnos/as del tercer ciclo de Primaria en las actividades de recogida de
mesas y sillas al terminar la comida.
7) Higiene después de ingerir los alimentos.
8) Traslado y acompañamiento de los niños/as al patio escolar, gimnasio, aseos, u otros lugares destinados a tales
efectos después de terminar el tiempo de comedor.
Como ya conocemos el desempeño profesional educativo del monitor/a de comedor y tiempo libre se basa en el desarrollo de
un conjunto de actividades con los niños/as durante el tiempo y espacio de comedor y patio, estas se componen de una serie
de fases consecutivas que se integran mediante los diferentes momentos de la actividad. De esta forma cada sesión diaria de
trabajo deberá estructurarse mediante un sistema de acciones con enfoque de proceso, las cuales transitan por las fases de la
actividad del monitor/a, las cuales integran su ciclo de gestión según se expone a continuación:
1. Saludo.
2. Bienvenida.
3. Motivación de los participantes.
4. Orientación de la actividad.
¿Qué voy a aprender y para qué debo aprenderlo?
¿Cómo va a transcurrir la actividad de aprendizaje?
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¿Cómo voy a participar en lo que debo aprender?
¿Cómo voy a aplicar lo aprendido?
5. Desarrollo y control de la actividad mediante la exposición estructurada y secuenciada del contenido.
6. Determinación de los problemas de orden práctico que se relacionan con la actividad y que debemos resolver.
7. Conclusión de la actividad, orientación de la próxima actividad.
8. Despedida.
Es importante tomar en consideración que cada actividad desarrollada por el monitor/a de comedor y tiempo libre debe ser
correctamente asimilada por lo niños/as receptores de la formación, proceso sobre el cual influyen diferentes factores
controlables o no controlables directamente por él, en este sentido es necesario que se ajuste a los requisitos que aquí se
enumeran:
Adecuada exposición del tema y las ideas a posicionar en las mentes de los escolares.
Fácil comprensión.
Precisión según motivos de la comunicación.
Tratamiento de los temas de forma independiente e interrelacionados.
Vocabulario adecuado al nivel de los escolares.
Tratamiento de temas que no sean conflictivos o delicados.
Adecuada utilización de los mensajes transmitidos mediante el lenguaje no verbal.
Vinculación con el conocimiento vivencial y las experiencias previas de los escolares.
Control de la participación de los niños/as en las diferentes actividades.
De esta forma el monitor/a de comedor y tiempo libre deberá seleccionar las actividades que más convengan a cada grupo y
demandas educativas relativas al nivel y características de los escolares, y los contenidos objeto de estudio. En cualquier caso
es recomendable que el monitor/a diversifique las actividades, explorando las oportunidades con que cuenta para la mejor
instrucción y educación de los niños/as durante las actividades de comedor y patio. Son múltiples las posibilidades
disponibles para tales fines, pero en cualquier caso podemos distinguir los tipos de actividades a desarrollar por el
monitor/a en los grupos generales que a continuación identificamos:
Actividades de aprendizaje colectivo a través de charlas, diálogos, discusiones, meditaciones, debates, mesas
redondas y otras.
Actividades lúdicas de entretenimiento colectivo mediante cuentos, fábulas, dibujos, recortables, dichos, chistes,
adivinanzas, curiosidades, etc.
Actividades mediante juegos de mesa como crucigramas, sopa de letras, dibujos para colorear, monopoly, pictureka,
cifras y letras, puzles, parchís, oca, cartas, etc.
Actividades de patio mediante juegos tradicionales como rayuela, gallinita ciega, balón prisionero, tulipán, ratón y
el gato, pilla pilla, escondite, yo-yo, peonza, entre otros.
Actividades artísticas mediante la danza, música, plástica, gráficas y dramatizaciones.
Actividades deportivas como futbol, baloncesto, hockey, tenis, béisbol, voleibol.
Actividades especiales concebidas para fechas determinadas como fin de curso, el día de la madre, pascuas, reyes
magos, etc.
Con relación a las actividades ejemplificadas anteriormente es importante señalar que en los colegios y en los mercados se
encuentran juegos especialmente elaborados para el desarrollo de hábitos de alimentación saludables, para el reconocimiento
de alimentos de consumo más recomendable, para la identificación de sus propiedades nutricionales, etc., los cuales pueden
ser utilizados por el monitor/a para el desarrollo de diversas actividades durante su tiempo de trabajo con los niños/as. De
igual forma la creatividad del monitor/a puede manifestarse en la elaboración de juegos y materiales didácticos que
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respondan a los fines precisos de cada actividad a realizar, en función de lo cual puede implicar también a los propios
niños/as y a los padres en la creación de los mismos, lo cual refuerza su carácter educativo.
Resulta necesario reconocer además que cada una de las actividades que desarrolla el monitor/a de comedor y tiempo libre
escolar estará orientada de manera tal que los niños/as participantes puedan divertirse al tiempo que aprenden y se educan,
razón por la cual las mismas deberán permitir que los escolares sean capaces de:
Conceptualizar los problemas relativos a la alimentación y la salud a que se enfrentan cada día, emitir juicios sobre
estos y hacer razonamientos con implicaciones educativas que puedan multiplicarse en diferentes situaciones de la
vida con proyección a los demás integrantes de la familia, los amigos, y otras personas bajo su radio de influencias.
Apropiarse de métodos de trabajo en grupo, de técnicas de participación grupal y de procedimientos propios de la
actividad de comedor.
Enfrentarse a situaciones problémicas de la vida real vinculados al espacio y tiempo de comedor, y resolverlos
mediante la búsqueda de alternativas posibles que permitan la solución de los acontecimientos a que se enfrenta con
un pensamiento transformador que involucre al resto del colectivo de contactos familiares y personales.
Figura 51 Juegos didácticos de mesa: palabras cruzadas y palabras arriba.
Figura 52 Juegos didácticos de contenido vinculado a la alimentación y tiempo de ocio.
Las reflexiones hasta aquí presentadas nos orientan a buscar repuestas a la interrogante siguiente, la cual nos puede guiar para
mejorar nuestro desempeño:
¿Cuáles son las características de un buen monitor/a?
Para ello debemos considerar que cada monitor/a se comporta en correspondencia con sus propios rasgos individuales, de
hecho en la práctica educativa muy pocas veces dos educadores/as hacen exactamente lo mismo, pues cada uno imprime sus
rasgos personales a la gestión educativa. No obstante, como recurso didáctico y forma de aprendizaje podemos construir un
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perfil ideal general del BUEN monitor/a de comedor. El mismo puede integrarse mediante los aspectos que se recogen en el
decálogo siguiente:
1. Tiene buena formación profesional con relación a la alimentación y aprovechamiento educativo del tiempo libre.
2. Es paciente, agradable, emprendedor/a y está motivado/a por el trabajo con los niños/as.
3. Mantiene una actuación centrada en las necesidades e interés de los niños/as con que trabaja con el fin de
satisfacerles mediante el desarrollo de cada actividad.
4. Es vigilante del orden, la disciplina y la seguridad de los niños/as antes, durante y después del tiempo de comedor.
5. Se preocupa por la alimentación, buenas prácticas al comer y el aseo personal de los niños/as.
6. Aprovecha el tiempo y espacio de comedor y patio para desarrollar actividades instructivo-educativas en las que
combina el juego con la enseñanza aprendizaje.
7. Trabaja en equipo con el resto de educadores y con las familias de los niños/as.
8. Resuelve los problemas de comportamiento de los niños/as mediante métodos y técnicas de trabajo educativo.
9. Mantiene una buena comunicación y relación con los niños/as usuarios del comedor y el resto del personal del
servicio.
10. Se preocupa por su presencia personal y es ejemplo a imitar por todos los niños/as.
Como se hace ver en el decálogo anterior el monitor/a no puede trabajar solo, su influencia educativa tiene que estar
integrada al resto del grupo de profesores/as y monitores/as. De tal forma es primordial que el monitor/a sepa trabajar en
equipo y a su vez sea capaz de promover las capacidades de sus niños/as para emprender también el trabajo en equipos. Esta
dimensión de la actividad profesional del monitor/a debe ser objeto de especial atención ya que en la práctica del trabajo
educativo es una importante vía metodológica para garantizar la eficiencia formativa de los niños/as en estas etapas del
desarrollo escolar.
A tales fines podemos aceptar que el trabajo en equipo expresa la acción de integración y cooperación entre un conjunto de
personas que se agrupan con el fin de alcanzar como resultado las metas comunes deseadas bajo el supuesto de que la suma
de los esfuerzos de todos es superior a la de cada una de las partes por separadas. De esta forma el monitor/a se integra como
equipo al trabajo que desarrolla el conjunto de monitores/as en el tiempo y espacio de comedor y patio, a la vez que
promueve y trabaja en equipo con los niños/as para el desarrollo de sus actividades diarias. Como parte de este enfoque cada
uno de los integrantes del equipo debe tener sus propias responsabilidades las cuales debe asumir como parte integrante del
resultado grupal esperado. En la práctica escolar el trabajo en equipos es muy importante ya que:
Los resultados alcanzados por el trabajo desarrollado en equipo constituyen una elaboración colectiva.
Motiva la búsqueda de soluciones colectivas que sobrepasan el valor de las soluciones individuales.
Permite socializar la información de que cada integrante es portador.
Potencia la discusión, reflexión de los participantes y la búsqueda de posibles acuerdos.
Compromete a los integrantes con el enriquecimiento constante de la información que se elabora.
Desarrolla compromisos de los integrantes del equipo con los resultados colectivos alcanzados.
El proceso de trabajo en equipo como unidad organizativa se estructura a partir de la participación de todos sus integrantes de
forma activa para la realización de las tareas encomendadas, lo cual favorece las relaciones interpersonales, la integración, el
conocimiento mutuo, el establecimiento y conservación de buenas relaciones entre el responsable del equipo y los demás
miembros, la negociación colectiva, el diagnóstico y solución de problemas, toma de decisiones, etc. En general se reconocen
dos tipos básicos de equipos, los equipos funcionales organizados para la solución de tareas comunes diarias y los equipos
para la solución de problemas y toma de decisiones, entre las técnicas para la toma de decisiones grupales se encuentran
las tormentas de ideas, técnica Delphi, entre otras.
El trabajo en equipos se caracteriza por la integración de un grupo de tamaño variable con determinada cohesión, cuya
intensidad y frecuencia de interacciones puede variar. Los mismos se estructuran a partir de determinados objetivos y metas
colectivas asumidas por sus integrantes como guía para el comportamiento a asumir y los resultados a alcanzar, en
correspondencia con los cuales se asignan las funciones inherentes a cada miembro y los vínculos de autoridad,
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subordinación y responsabilidad que entre los mismos han de mantenerse sobre la base de un sistema de valores que
responda a los fines de la organización, previendo en todo caso la actuación de los líderes del grupo. Es muy importante que
el monitor/a pueda prever y gestionar los conflictos que suelen originarse durante el desarrollo de las actividades en equipo
ya que no todos sus integrantes piensan y actúan de igual forma, lo que puede interferir de manera negativa sobre los
resultados del trabajo.
Como garantía para solucionar los conflictos que durante el trabajo en equipo puedan generarse es recomendable que el
monitor/a sea un facilitador de las actividades grupales con el fin de garantizar:
Problemas solubles y adecuados al nivel de los niños/as.
Trabajo integrado y centrado en la solución de la tarea o problema.
Acuerdo o consenso entre las partes participantes.
Protagonismo y responsabilidad de todos los integrantes.
Pensamiento orientado a la búsqueda del mejor resultado.
Autoevaluación de los resultados colectivos alcanzados y reflexiones grupales.
A su vez es necesario que el monitor/a que desarrolla actividades en equipo sea capaz de gestionar el tiempo de trabajo de
cada grupo para evitar la lentitud de unos y la rapidez de otros, la actitud de conformidad de unos niños/as frente a la actitud
impositiva de otros que terminan dominando las discusiones y centrando la atención del equipo en sus valoraciones, entre
otras muchas situaciones que pueden presentarse en correspondencia con las individualidades de los integrantes y los tipos de
relaciones que entre estos se establecen. Esta situación conduce inevitablemente al fracaso de las pretensiones de este tipo de
organización de las actividades que realiza el monitor de comedor y patio durante el espacio de tiempo que trabaja con los
niños/as.
Un aspecto que el monitor/a debe conocer y dominar es que los grupos infantiles /etapa de 7 a 11 años/ se caracterizan
porque es el momento en que los niños comienzan a asumir las normas del trabajo en grupo, ya que no tienen costumbres
previas con relación a esta actividad en equipo, por lo que suelen ser agresivos en sus relaciones y tratan de imponer su
liderazgo mediante la fuerza u otras vías típicas de su etapa de desarrollo anterior caracterizada por el individualismo y el
egocentrismo, además suelen establecer divisiones dentro del trabajo grupal en correspondencia con el sexo y otras
características como el físico.
A ellos les resulta difícil encontrar solución colectiva a las tareas asignadas por lo que ante cualquier dificultad intentan
romper la dinámica generada para este tipo de trabajo. Ante esto el monitor/a tiene que ser muy observador, tratando de
comprender las diferencias que se producen entre los niños/as, mantener siempre la calma, responder a estas necesidades
propias de la etapa que viven, mostrarse neutral y respetuoso mediante su comportamiento, en fin, el educador/a ante el
grupo debe ser siempre un facilitador que propicia el trabajo en equipo.
Es por tanto evidente que la coordinación por parte del monitor/a del trabajo en equipo es un aporte importante y
necesario para la educación de los niños/as que asisten a las actividades de comedor y patio durante su estancia en el
centro escolar, lo cual combinado al resto de las influencias educativas que reciben en el colegio, facilita el mejoramiento
de su comportamiento y la integración en mejores condiciones a la vida estudiantil y profesional futura. Desde el primer
día de trabajo con los escolares el monitor/a debe identificar las necesidades educativas de los mismos para seleccionar,
planificar e implementar las mejores estrategias de trabajo en equipo con los niños/as, todo lo cual como veremos
seguidamente como parte de la gestión educativa que este profesional debe desarrollar.
2. Gestión educativa de las actividades de comedor y tiempo libre.
La gestión educativa de las actividades de comedor escolar y patio constituye el conjunto secuenciado de actividades,
acciones e instrumentos planificados, implementados y controlados por los monitores/as y el resto de educadores/as de los
cuales depende el éxito de las actividades de comedor y patio. Está dirigida a garantizar la actuación responsable de este
profesional en correspondencia la política educativa institucionalizada en el centro escolar mediante un enfoque
multidisciplinario, teniendo en cuenta los procesos educativos orientados a la concientización de los niños/as con respecto a
la sistematización de una alimentación saludable y aprovechamiento del tiempo libre con fines educativos.
Como ya antes hemos referido esto significa potenciar que los escolares:
Conozcan previamente las actividades en que participarán y el lugar físico en que tendrán lugar, preparándose en el
caso requerido para el mejor desarrollo de estas.
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Desarrollen actividades diferentes a las curriculares, interesantes, diversas y educativas, las cuales deben estar
convenientemente orientadas por el monitor/a y ser sentidas como necesarias por los niños/as.
Reconozcan la importancia y el rol educativo del monitor/a como parte de su proceso formativo y desarrollador.
Asimilen normas de comportamiento, protocolo y convivencia mediante las actividades de comedor y patio con el
fin de que estas formen parte de sus modos de actuación posterior.
Sean divulgadores activos de las experiencias asimiladas mediante las actividades de comedor y tiempo libre escolar
en sus diferentes ámbitos de influencias.
Tomando en consideración las reflexiones anteriores, en la figura 53 se representa el proceso instructivo, educativo, y
desarrollador del tiempo de comedor y ocio como base para la comprensión de la gestión educativa del tiempo y espacio
de comedor escolar y patio que desarrolla el monitor/a. Como aquí se aprecia se parte de la búsqueda de las relaciones que se
establecen entre el tiempo de ocio en su acepción general y las escuelas como instituciones educativas, con el fin de precisar
en el tiempo libre de que disponen los niños/as en la escuela durante el horario y espacio de comedor y patio.
Ello orienta la identificación de las actividades de ocio que requieren de intervención educativa por parte del monitor/a para
cumplimentar los fines educativos relativos a la alimentación y al aprovechamiento del tiempo de que disponen los niños/as
antes, durante y después de asistir al servicio de comedor escolar, lo cual supone como punto de partida que el monitor/a
pueda diagnosticar y conocer mediante diferentes vías cuáles son las necesidades educativas de los niños/as con que ha de
realizar sus actividades diarias.
A partir de este posicionamiento el monitor/a ha de centrar su atención en las necesidades de sus escolares objeto de los
procesos instructivos, educativos y desarrolladores, en función de lo cual debe tomar en consideración que dicho proceso
transcurre como se hace ver en la figura citada por las vías formal y no formal. En el primer caso intervienen las actividades
escolares curriculares y extracurriculares y en el segundo diversas instituciones educativas que mediante actividades
extracurriculares y sus proyecciones hacia la comunidad cumplen iguales fines, así como la educación que reciben los
niños/as en la familia, en el grupo de amigos y en la propia comunidad en que residen, lo cual nos expresa que la educación
de los mismos es objeto de múltiples influencias que mediante nuestras actividades debemos saber integrar creativamente.
Siguiendo la lectura del esquema anterior todas las influencias reconocidas tienen efectos directos e indirectos sobre la
cultura del ocio de que es portador cada niño/a, y en correspondencia con la cual asumen determinadas actitudes y
comportamientos en el comedor y patio. A los fines de garantizar la mayor eficiencia formativa de la misma se resumen los
requerimientos básicos a los cuales deben responder las actividades del monitor/a para ser coincidentes con estas
aspiraciones, en función de lo que es preciso desarrollar un aprendizaje vivencial y significativo, diálogos de saberes y
socialización de experiencias, la autogestión del conocimientos y la información suficiente a los niños/as para que sean
conscientes de su propio aprendizaje.
Consecuente con dichos requisitos básicos se genera un producto educativo propiciador de la formación de la cultura de
comedor y tiempo libre escolar que puede estar basado en las actividades que realizan los maestros y maestras en clases, las
actividades de comedor y patio, así como otros espacios educativos en los que se pueden realizar, charlas y talleres
educativos, juegos y recreación educativa, encuentros y reflexiones orientadas en función de las alimentación saludable y el
comportamiento responsable de los escolares, todo lo cual refuerza la influencia educativa del conjunto de factores que
intervienen sobre la instrucción y educación de los niños/as desde las edades más tempranas de sus vidas.
En todos los casos la actividad educativa del monitor/a deberá ser sistemática y estar ajustada a las metas y objetivos que
desea alcanzar la institución escolar, lo cual estará en correspondencia con la capacidad de respuesta del monitor/a ante cada
situación y las posibilidades reales de actuación que tiene con respecto a sus saberes profesionales. Una buena gestión
educativa del monitor/a se comprometerá con los aspectos siguientes:
1) Presentación diaria ante los niños/as de forma positiva y no prepotente.
2) Identificación del sistema de emociones y sentimientos comunes que comparten los niños/as.
3) Atención a las necesidades de los estudiantes con educación y cortesía, así como al resto de los miembros del
colectivo pedagógico.
4) Desarrollo de la inteligencia emocional.
5) Agilización en la atención de las necesidades de los escolares y reducción de los tiempos de espera innecesarios.
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6) Filtrado de las demandas de los estudiantes entre aquellas que son importantes y urgentes, y las que no son
importantes ni urgentes.
7) Control de los momentos de saturación de estudiantes en una misma actividad o con necesidades en prioridad, a las
tensiones entre los niños/as durante las comidas, las aglomeraciones, y regulación del timbre de voz cuando no es
apropiado.
8) Actuación precisa y atinada ante las urgencias.
9) Control del cumplimiento de los horarios previstos para cada actividad de comedor y tiempo libre escolar.
10) Reporte mediante un diario de incidencias de las situaciones de comportamientos que estén afectando el normal
desarrollo de la actividad de comedor y seguimiento de su evolución.
De hecho, el monitor/a de comedor puede encontrarse durante el desarrollo de sus actividades con situaciones de mal
comportamiento de los niños/as, las cuales se expresan en problemas de comportamiento tales como:
Interrupción sistemática de las actividades en que se participa.
Movimientos y acciones físicas muy reforzados.
Malas relaciones interpersonales.
Inadecuados sistemas de comunicación.
Malos estados de ánimo.
Activación o depresión fisiológica.
Agresión física y verbal injustificada a los compañeros y compañeras.
El monitor/a ante estos y otros problemas debe dar solución educativa a cada uno de los incidentes con el fin de que la
experiencia vivida sea interpretada por el grupo y valorada bajo los enfoques formativos que persigue la institución escolar.
Para dar tratamiento a las situaciones que puedan presentarles pueden seguirse los pasos generales siguientes:
1. Definición del problema que se ha presentado, lo cual significa la búsqueda de respuestas a la interrogante ¿Cuál es
el problema de comportamiento observado y cuáles son los síntomas apreciables?, estos pueden estar asociados con
indicadores tales como:
Reacciones físicas, emocionales, de pensamiento, del comportamiento.
Intensidad de la reacción.
Duración de los síntomas.
Frecuencia de manifestación.
2. Identificación de los factores condicionantes o las causas del problema de comportamiento y los motivos del
niño/a para comportarse de esa forma, así como el reforzamiento de causas condicionante de dicho comportamiento,
tanto a partir de su convivencia en la escuela, como en la familia, y en la comunidad.
3. Evaluación de las consecuencias positivas y negativas que se derivan del comportamiento asumido a partir de su
aparición y los resultados que se proceden para todos los sujetos implicados.
4. Identificación y evaluación para la decisión de la estrategia a seguir.
Al respecto debemos tomar en consideración que con el fin de pasar desde el estado de mal comportamiento hacia el
estado del mejor comportamiento deseado se utilizan estímulos de reforzamiento, estos constituyen acciones que
provocan el incremento probable de un comportamiento determinado en el niño/a. Los mismos pueden ser:
Reforzadores positivos gratificantes o de alejamiento del acontecimiento no deseado tales como premios,
recompensa, evitación del castigo, etc., mediante la entrega de chucherías, juguetes, calificaciones, elogios,
halagos, reconocimientos y aprobación social, entre otros.
Reforzadores negativos mediante castigos de orientación positiva como pueden ser pagar por los daños
ocasionados, disculparse ante un mal comportamiento, recibir el rechazo del grupo por lo mal hecho, etc., o
mediante castigos de orientación negativa como retirarle algo que le de placer ante el mal comportamiento, o
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negarle el acceso a algún motivo de su interés como resultado del comportamiento inconveniente que haya
asumido, entre otros.
En correspondencia con la situación estudiada las principales estrategias de gestión del comportamiento del niño/a han de
ser:
Creación de un nuevo comportamiento. Consiste en las acciones mediante las cuales se enseña al niño/a a
comportarse de una forma que antes no acostumbraba a hacer. Ej. Enseñarle a comer todo tipo de verduras a
partir de menús didácticos.
Reforzamiento de un comportamiento. Consiste en las acciones orientadas a reforzar de forma positiva una
determinada manifestación débil del comportamiento deseado en el niño para incrementarle su valor. Ej. Reforzar
poco a poco el consumo diario de lácteos en las cantidades y tiempos recomendables.
Sustitución de un comportamiento. Consiste en las acciones dirigidas a sustituir un comportamiento inadecuado
por otro más apropiado. Ej. Sustituir el consumo diario de bollería industrial por alimentos más sanos y dejar
estas solo para determinadas ocasiones.
Debilitamiento de un comportamiento. Consiste en las acciones orientadas a reducir la posibilidad de
ocurrencia de un comportamiento no deseado en el niño/a. Ej. Reducir el tiempo en que los niños/as permanecen
conversando en grupos al iniciar las actividades orientadas por el monitor/a.
Eliminación de un comportamiento. Consiste en las acciones dirigidas a eliminar de forma total un
comportamiento inapropiado del niño/a. Ej. Eliminar los comportamientos de agresión física o verbal entre los
niños/as mediante reforzamientos positivos o castigos.
Para el tratamiento de los problemas de comportamiento del niño/a en el tiempo y espacio de comedor es necesario trazar
estrategias que permitan cambiar la situación del mal comportamiento, lo cual resulta complejo y toma tiempo. Al respecto
existen diferentes técnicas de intervención psicopedagógicas para regular y controlar el comportamiento del niño/a en la
escuela, las cuales son de gran utilidad para la gestión educativa del maestro o maestra y el monitor/a.
Algunas de las técnicas de intervención educativa de mayor aplicabilidad en el campo de acción del monitor/a de comedor
y tiempo libre son:
Técnicas para la participación activa. Tienen el propósito de promover la participación activa de los escolares
durante el desarrollo de las diferentes actividades educativas que se les proponen. Es por tanto importante enseñar a
los niños/as a participar de forma dinámica y disciplinada, a la vez que a trabajar en equipos de acuerdo con su edad,
asumiendo el rol que les corresponde en cada caso. Para ello se pueden realizar actividades basadas en las técnicas
de discusión dirigida, Phillips 6/6, tormenta de ideas o brainstorming, secreto colectivo, pelota preguntona, yo sé
quién sabe lo que tú no sabes, etc.
Técnicas de organización. Mediante la implementación de estas técnicas se persigue que los niños/as desarrollen
habilidades y hábitos que le permitan organizar las actividades en que participan, y de esta forma proyectarlas a su
vida cotidiana y actuación futura, lo que presupone la asignación de algoritmos de trabajo, procedimientos,
asignación de tareas, etc., que se reviertan en modos de comportamientos apropiados. Para ello es necesario que el
niño/a responda la interrogante ¿cómo nos organizamos? y ¿qué efectos se derivan de esta forma de organización?,
en la búsqueda de repuestas a las preguntas anteriores se utilizan diversas actividades que promueven la solución
creativa de problemas, y otras acciones que ayudan a organizar el puesto de trabajo, los materiales docentes, la mesa
de comedor, los espacios de juegos, entre otros.
Técnicas de relación de grupos. Constituyen una necesaria dimensión de la actividad del monitor/a toda vez que
propician la mejor relación entre los integrantes del grupo, lo cual se estimula con el fin de garantizar las buenas
relaciones interpersonales, el trabajo creativo en equipos, el respeto y preocupación por los demás y la construcción
colectiva del conocimiento, cuyo valor es notoriamente superior a la producción individual de cada uno de nosotros.
Entre las actividades de formación grupal se encuentran las exposiciones, relatos, teatro, talleres, títeres, etc.
Dinámicas de grupos. Constituye una importante vía para facilitar el conocimiento entre los integrantes del grupo,
sus relaciones e interacciones, lo cual conduce al descubrimiento de los valores de que cada uno de los miembros es
portador y que sirven de base a los comportamientos que se exteriorizan. En el caso particular de los niños/as es
importante que conozcan muy bien el motivo por el que han de reunirse y qué se espera de ellos, preparándolos de
esta forma para su integración futura a los colectivos en que ha de transcurrir su vida.
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
ISBN 978-84-9937-500-7.
Técnicas de convivencia social. Como ya es de nuestro conocimiento es necesario que desde su arribo a la escuela
los niños/as aprendan a mantener las mejores relaciones de convivencia social, lo cual les enseña a ser mejores
personas y vivir en armonía. Entre las actividades para mejorar la convivencia se pueden realizar meriendas
colectivas, trabajos grupales para favorecer los mejores ambientes en los espacios principales del centro escolar y de
realización de las actividades de comedor como su decoración estética, el trabajo en el huerto escolar, entre muchas
otras.
Técnicas de solución de conflictos y contingencias. Durante el desarrollo del contenido del manual hemos
reiterado que el monitor/a se enfrenta frecuentemente a comportamientos disruptivos y a comportamientos propios
de la edad, pero que entorpecen el desarrollo de las actividades de comedor y patio, razón por la cual el monitor/a
debe estar preparado para darle tratamiento educativo a las mismas con el fin de prevenir comportamientos
violentos.
Es por tanto necesario que el monitor/a siga los pasos básicos siguientes para el tratamiento de las situaciones de
conflicto que se le presenten.
a) Comprender el tipo y la naturaleza del conflicto.
b) Detectar el tipo de clima en que se produce y favorecer el idóneo.
c) Analizar las causas que lo están generando.
d) Reducir el conflicto enfriando la situación y escuchando activamente.
e) Resolver el conflicto utilizando estilos diversos como: evitar las condiciones que pueden generarlo,
resolverlo mediante la imposición de su criterio, ser permisivo ante el conflicto, asumir un estilo de
compromiso, tomar un estilo de colaboración, entre otros. En la práctica educativa estos dos últimos son
los más recomendables ya que se busca la mejor salida con la participación de las propias partes en
conflicto.
Técnicas de diagnóstico de problemas y toma de decisiones. Es un ámbito de gran valor educativo ya que pone a
los participantes en la obligación de identificar los problemas de los que es parte, lo cual favorece su integración a la
búsqueda de soluciones con conocimiento de causas. Entre las actividades que pueden realizarse se encuentran la
priorización de problemas, diagrama causal, análisis de escenarios, sesión de ideas extravagantes, listado de
atributos, análisis metafórico visual, entre muchas otras que permiten listar los problemas percibidos por los
participantes.
Técnicas proyectivas o de planificación. Promueve el pensamiento estratégico reflexivo de los participantes ya
que deben proyectar el futuro a partir del escenario actual que conocen, la planificación es una actividad cotidiana
básica a la que nos enfrentamos y para la cual debemos estar preparados con el fin de evitar actuaciones espontáneas
que no respondan a un objetivo previamente marcado. Entre las múltiples actividades que pueden desarrollarse se
encuentran por ejemplo miremos más allá, barajas de la planificación, planes de sugerencias, etc.
El propósito de la implementación de tales técnicas es propiciar la participación de los escolares en correspondencia con sus
intereses, necesidades y motivaciones individuales y colectivas, lo cual se basa en los criterios de:
Estar juntos durante el espacio y tiempo de comedor.
Pasarlo bien durante las comidas y actividades de patio.
Divertirse durante el recreo aprovechándolo mediante actividades educativas.
Fomentar la participación en equipos y la cooperación entre los miembros del grupo.
Sentirse importante y distinguir su presencia mediante un buen comportamiento.
Ayudarse mutuamente en la solución de las actividades que presenta el monitor/a.
Pongamos por ejemplo algunas técnicas que habitualmente son utilizadas en el trabajo educativo y que pueden ser
utilizadas por el monitor/a de comedor con los niños/as que atienden en determinados contextos y situaciones educativas.
Existen muchos criterios de clasificación de las técnicas que propician la participación y el trabajo creativo de los
escolares, las cuales bien empleadas pueden aportar resultados valiosos para la solución de problemas educativos, la
integración de los grupos; el manejo de situaciones, es por ello recomendable que el monitor/a seleccione la técnica
apropiada a cada caso y la contextualice, en función de lo cual debe estructurar adecuadamente los procedimientos a
En: González Herrera, Manuel. Manual del Monitor de Tiempo Libre. 2010: 323 pp. Editorial CEP S.L. Madrid, España.
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emplear según el contenido a desarrollar, y crear todas las condiciones físicas y psico-sociales requeridas para el
cumplimiento de los objetivos propuestos.
Véase seguidamente la descripción breve de algunas técnicas. Las mismas solo tienen el propósito de orientar la
familiarización con las mismas para que durante el ejercicio de su profesión el monitor/a seleccione y planifique
consecuentemente las que ha de aplicar ante cada situación educativa.
Técnica de analogía metafórica visual. Consiste en dibujar el problema que se quiere analizar. Cada integrante
realiza su dibujo sobre lo que piensa acerca del problema, a su vez dibujan la posible solución que conduciría a
resolverlo. Posteriormente cada uno realiza una interpretación de forma individual prestando atención al dibujo
del problema y al de la solución propuesta con el fin de identificar las diferencias. Poster iormente se realiza la
interpretación grupal y se busca la solución colectiva al problema.
Técnica Phillips 6/6. Se divide el grupo en subgrupos de 6 integrantes a los cuales se asigna determinada
interrogante relacionada con el tema de interés y lo debaten durante 6 minutos. Cada integrante expone su opinión
brevemente, el relator toma las notas y realiza el resumen del grupo. Un integrante de cada equipo expone en
plenaria los resultados. Se comparan los resultados de todos los equipos y se realizan las generalizaciones.
Técnica análisis de escenarios. Se pide a los participantes que anticipen la evolución de algún acontecimiento
que sea probable de ocurrir hacia los próximos años y valoren el efecto que de esto se puede producir. Cada
persona presenta su parte y éstas se discuten hasta llegar a un consenso que se resume en sesión plenaria.
Técnica Brainstorming. Se generan tantas ideas como sea posible, los participantes no expresan críticas u
opiniones en la primera fase. Se desarrolla un ejercicio de entrenamiento para demostrar cómo se realizará, se
necesita conseguir que la gente se relaje, utilizando juegos, un ejercicio de brainstorming ficticio o cualquier otra
actividad que parezca adecuada. Se define la tarea a realizar y se anima al grupo a que proporcione tantas ideas
como puedan; todas las ideas se escriben visiblemente para que puedan provocar nuevos estímulos. Las nuevas
ideas se presentan en días posteriores para circularla entre los miembros, a quienes se les pide que evalúen las
ideas.
Técnica del secreto colectivo. Se organiza el local en círculos. Uno de los participantes dice en secreto una
pregunta a la persona de su derecha y va pasando así sucesivamente al resto del grupo, el último en escucharla a la
orden del educador/a la responde sin decir la pregunta con el fin de que el resto pueda descubrirla. Entonces se
precisa y amplía la respuesta y reanuda la sesión a partir del lugar en que había quedado.
Técnica de completamiento de la idea. Se fundamenta en que el educador/a enuncia una idea y los escolares deben
completarla y enriquecerla con los conocimientos que ya poseen.
Como se hace ver anteriormente hay muy variadas y productivas técnicas de utilidad para el trabajo del monitor/a con sus
niños/as, pero el éxito de su aplicación no depende de la técnica en sí, si no de los criterios metodológicos bajo los cuales se
aplica. En este sentido es oportuno volver a enfatizar que el monitor/a debe seleccionar y planificar convenientemente cada
una de ellas con anterioridad a su aplicación y monitorear su efectividad en correspondencia con las necesidades de los
niños/as con que desarrolla las actividades.
De tal forma es recomendable que proyecte bien el algoritmo o plan de actividades a seguir, con este propósito a
continuación presentamos dos ejemplos en los cuales se seleccionan dos técnicas diferentes y se operacionalizan en
correspondencia con la secuencia de pasos a seguir, veamos cómo se logra.
Ejemplo 1 Técnica de inventario.
1. Primera parte de la actividad.
Elabora mediante el trabajo en parejas una lista de inventario basada en las actividades siguientes, y completa con dicha
información la tabla que se presentan a continuación:
Relaciona en una lista 5 alimentos que consumes regularmente.
Identifica el origen de esos alimentos.
Caracteriza los nutrientes que aporta a nuestro organismo.
Señala las ventajas o desventajas del consumo regular de los mismos.
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Alimentos Origen Nutrientes Ventajas o desventajas
1.
2.
3.
4.
5.
2. Segunda parte.
Valora mediante la discusión en grupo los resultados que has obtenido. Presenta los resultados de tu equipo en una pancarta
al resto del grupo. Identifica las coincidencias y las divergencias. Debate y reflexiona con la ayuda del maestro/a y arriba a
conclusiones.
Ejemplo 2 Técnica de concordar y discordar.
1. Entrega a los participantes de un folio con diferentes frases a debatir y las instrucciones de trabajo.
Instrucciones:
Lee cada una de las frases siguientes y marca en cada una (SI) o (NO) en dependencia de tu posición con respecto a su
contenido. Márcalas con una (C) si consideras que puedes aceptarlas con algún cambio.
________La alimentación es el acto de llevar a la boca productos naturales o procesados que contienen nutrientes.
________Los alimentos que comemos se transforman en sustancias más simples denominadas nutrientes las que nos
proporcionan la materia y la energía que asimila nuestro organismo.
________Los alimentos a consumir no tienen que ser apetecibles para generar el apetito o ganas de comer algo.
________La nutrición humana es la forma en que nuestro cuerpo asimila los nutrientes y otras sustancias alimenticias que se
necesitan para mantener el estado general de salud y el crecimiento normal.
________Las principales sustancias nutritivas que contienen los alimentos son proteínas, hidratos de carbono, grasas,
vitaminas y minerales.
________La higiene alimentaria consiste en mantener todas las medidas requeridas para garantizar la calidad de los
alimentos, y a la vez que se preservan sus cualidades originales con énfasis particular en el contenido nutricional.
2. Después de haber respondido a la actividad anterior reúnete en equipos de 4 integrantes y discute los resultados. Llega a un
acuerdo con el resto del grupo.
3. Valora en una sesión grupal plenaria el grado de aceptación o rechazo a cada frase e identifica qué tipo de cambios se
propusieron. Finalmente escucha las valoraciones crítico-reflexivas que presenta tu maestro/a.
4. Estrategia para la formación y desarrollo de los escolares durante el tiempo de comedor y tiempo libre escolar.
Como base para la proyección e implementación de estrategias de trabajo educativo del monitor/a de comedor y tiempo libre
escolar se presenta en la figura 54 un esquema estratégico del proceso de formación de la cultura del tiempo de comedor
y ocio. La misma toma en consideración como enfoque metodológico el tránsito requerido para pasar de la situación que
caracteriza la problemática objeto de atención en un momento anterior al desarrollo de la estrategia y lo que supuestamente
debe ocurrir después de su implementación y valoración de los resultados por parte del monitor/a. Se trata más que otra cosa
de una filosofía de pensamiento bajo la cual el monitor/a debe actuar para enfrentar cada problemática que se presenta en su
espacio educativo de influencias.
Como se observa en la figura referida anteriormente el antes representa la situación actual a la que se enfrenta el monitor/a,
y en la que ha identificado el problema educativo, donde la entrada está representada por el o los niños/as con la
manifestación del comportamiento disruptivo. En función del diagnóstico de esta problemática se proyectan, tal como se
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indica en el esquema, la estrategia conveniente que permita avanzar hacia el nuevo estado deseado, cuya salida debe
expresarse mediante una ajustada cultura del tiempo de comedor y ocio. Este nuevo escenario identificado como tiempo
después revela la verdadera contribución y eficiencia educativa de las actividades proyectadas por los educadores para el
tratamiento de los problemas a que se enfrentan durante el desarrollo de su actuación profesional, lo cual es consecuente con
la función social encomendada.
Figura 54 Esquema estratégico del proceso de formación de la cultura del tiempo de comedor y ocio.
Elaborada por el autor.
Dicha estrategia se fundamenta en un conjunto de controles de carácter educativo a los cuales debe responder el
comportamiento deseado en los niños/as durante las actividades de patio y comedor, en función de cuyo cumplimiento se
selecciona y utilizan diferentes métodos, técnicas y recursos educativos. La valoración de los cambios cualitativos deseados
se comprueba de forma progresiva mediante el seguimiento y valoración de un conjunto de variables e indicadores que
deben identificarse previamente con relación a las metas a alcanzar y los objetivos de trabajo educativo propuestos. Los
mismos deben abarcar la integración de las variables o dimensiones cognitiva, instrumental, afectivo motivacional,
actitudinal y comportamental de los niños/as como una unidad de actuación integrada.
Es oportuno ratificar que asumir la formación de cualquier dimensión de la cultura integral de los niños/as implica en primer
lugar una base orientadora de la acción:
¿Para qué se va a desarrollar?
¿Qué se va a desarrollar?
¿Cómo y con qué recursos se va a desarrollar?
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Precisa por tanto, que para el sujeto adquiera un significado y un sentido personal consciente, de forma tal que pueda asumir
un compromiso con las actividades que realiza; ello supone que se produzca una transformación de las actuaciones negativas
de los niños/as en actuaciones positivas que posibiliten una convivencia armónica con relación al espacio y tiempo de
comedor y patio.
El diseño de la estrategia educativa transita por las fases de:
1. Previsión estratégica.
2. Planificación estratégica y organización.
Diagnóstico psicopedagógico.
Proyección estratégica.
Selección de los medios y recursos.
3. Implementación o intervención pedagógica del monitor/a mediante una eficiente estrategias de comunicación
educativa.
4. Evaluación.
5. Seguimiento y generalización.
Veamos seguidamente en qué consiste cada una de estas etapas con el propósito de que su comprensión contribuya a la
facilitación de las estrategias de pensamiento a diferentes plazos de tiempo que debe desarrollar el monitor/a de comedor de
comedor y tiempo libre como parte de su saber pedagógico.
Previsión estratégica. Corresponde a la fase de identificación de insatisfacciones con respecto a los comportamientos de los
niños/as, en tal sentido refleja la contradicción entre el estado actual caracterizado por un comportamiento inadecuado y el
estado deseado caracterizado por un nuevo comportamiento. Esta etapa parte del supuesto de que es requerida una estrategia
de respuesta a la contradicción detectada, la cual debe orientar los cambios cualitativos desde la situación actual hacia la
nueva situación.
En función de ello deberán seleccionarse y utilizarse diferentes técnicas de diagnóstico que cubran las variables o dimensiones
de interés para generar las transformaciones o cambios deseados, los mismos incluyen:
Diagnóstico del nivel de conocimientos, habilidades y estados afectivo-motivacionales relativos al comportamiento
durante el espacio y tiempo de comedor escolar.
Diagnóstico de las percepciones personales relativas a las actitudes y modos de comportamiento durante el espacio y
tiempo de comedor escolar.
Diagnóstico de los mecanismos de participación que potencian la gestión colectiva de comportamientos durante el
espacio y tiempo de comedor escolar.
Para ello podemos organizar las mismas de la forma siguiente con el fin de promover la cultura de tiempo de comedor y
tiempo libre a que se aspira con nuestra estrategia:
I. Conocimientos o saberes cognitivo instrumental y afectivo motivacional relativos a las actividades de comedor y
tiempo libre escolar.
Dimensión cognitiva.
Dimensión instrumental.
Dimensión afectivo motivacional.
II. Actitud ante las actividades de comedor y tiempo libre escolar.
Dimensión actitudinal.
III. Comportamiento en las actividades de comedor y tiempo libre escolar.
Dimensión modos de actuación.