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PIDAN EN MI NOMBRE Gertrudis I. de Harlow Publicaciones Cotidianas 310 Killaly St. W. Port Colborne, ON L3K 6A6 Canadá Copyright © 1975 Everyday Publications Inc.

PIDAN EN MI NOMBRE - Everydayeverydaypublications.org/EPI-PDF/954es-Pidan-en-MI-Nombre.pdf · la Palabra de Dios enseña acerca de la oración. El Espíritu Santo es el único que

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PIDANEN

MI NOMBREGertrudis I. de Harlow

Publicaciones Cotidianas310 Killaly St. W.Port Colborne, ON L3K 6A6Canadá

Copyright © 1975 Everyday Publications Inc.

Todos los derechos reservados porGertrud I. Harlow 1975

Versión en españoltraducido por Ronaldo Harris M.

publicado por Páginas OrientadorasApartado 50

Tehuacán, Puebla, México

Reimpresión con permisión 2005

ISBN 0-88873-954-0

Textos bíblicos tomados de la Biblia Reina-Valera revisiónde 1960 © Sociedades Bíblicas Unidas, 1960. Usado con elpermiso correspondiente. Le invitamos a obtener una Bibliade la Sociedad Bíblica en su país.

Copyright © 1975 Everyday Publications Inc.

PIDAN EN MI NOMBRE“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, paraque el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis enmi nombre, yo lo haré”

(Juan 14:13,14).

El Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, pronunció las palabras queencabezan esta página. Las pronunció la noche antes de Su muerte enla cruz del Calvario cuando enseñaba a Sus discípulos acerca de laoración. Junto con el mandato de orar en Su nombre les dio una her-mosa promesa: Dijo que haría todo lo que pidieran en Su nombre paraque el Padre fuera glorificado.

¿Qué es la oración? Es pedirle al Padre, en el nombre de Su Hijoel Señor Jesús, todo lo que nos hace falta y todo lo que queremos queEl haga por nosotros y por otras personas.

Hay muchos libros, muy grandes y muy buenos, que tratan el temade la oración y tal vez alguno pregunta: ¿Por qué es necesario escribirotro? En este libro no trataremos de enseñar cosas nuevas o diferen-tes, sólo queremos repasar algunas de las cosas más importantes quela Palabra de Dios enseña acerca de la oración. El Espíritu Santo esel único que nos puede enseñar a orar y lo hará si le damos la opor-tunidad de hacerlo. Pero es necesario saber lo que la Biblia enseñaacerca de la oración.

Este libro tiene treinta capítulos. Se puede leer en menos de unahora pero sería provechoso leer un capítulo cada día, tal vez cuandotoda la familia rodea la mesa, buscando y leyendo todas las citas dela Biblia que se mencionan. De esta manera el libro se podrá leer enun mes.

Que Dios use estas páginas para dar a cada uno de nosotros undeseo más grande de hablar con Dios y disfrutar comunión con Elmediante la oración.

“Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11:1).

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ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE LA ORACION

Muchas preguntas vienen a la mente cuando pensamos en laoración. Aquí hay treinta de las más comunes:

página

1. ¿Qué es la oración? 6

2. ¿Cómo puedo yo, un pecador, acercarme a Dios 6en oración?

3. ¿Por qué es necesario orar? 7

4. ¿Cómo debo orar a Dios? 7

5. ¿Qué palabras debo usar al hablar con Dios? 8

6. ¿Puede un incrédulo orar a Dios? 8

7. ¿Qué cosas debe pedir un cristiano? 9

8. ¿Hay más cosas que debo pedirle a Dios? 9

9. ¿Qué se entiende por “orar por el pueblo de Dios”? 10

10. ¿Qué se entiende por “orar por todos los hombres”? 11

11. ¿Puedo orar pidiendo cualquier cosa en cualquier 12momento?

12. ¿Es verdad que Dios me escucha cada vez 12que me dirijo a El?

13. ¿Contestará Dios todas las oraciones? 12

14. ¿Qué requisitos debo cumplir para que Dios 13me conteste?

15. ¿Puede algo impedir que Dios conteste 14mis oraciones?

16. ¿Contestará Dios mis oraciones como yo quiero 15que las conteste?

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página

17. ¿Puedo pedirle demasiado a Dios? 15

18. ¿Consiste la oración únicamente en pedir cosas 16a Dios?

19. ¿Con qué frecuencia debo orar? 17

20. ¿Con qué frecuencia debo orar por la misma cosa? 17

21. ¿Es posible que Dios conteste mi oración aunque 18yo pida cosas contrarias a Su voluntad para mí?

22. ¿Debo ir a algún lugar especial para orar? 19

23. ¿Cuánto tiempo debo dedicar a la oración? 19

24. ¿En qué posición debo estar al orar? 20

25. ¿Hay algo más importante que la posición de 21mi cuerpo?

26. ¿Debo orar a solas nada más o también 21cuando estoy con otros?

27. ¿Cómo debo orar en una reunión pública? 22

28. ¿Qué efectos tendrá la oración en mi vida? 23

29. ¿Qué valor tiene la oración en la obra de Dios? 23

30. ¿Cómo puedo aprender a orar más eficazmente? 24

Tal vez el lector tenga otras preguntas sobre la oración. Sería buenoescribirlas y tal vez algunas hallarán respuesta al estudiar este libro.

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1. ¿Qué es la oración?Una persona está orando cuando habla con Dios acerca de cual-

quier cosa: sus problemas, sus necesidades físicas o espirituales, susalegrías o sus tristezas. Orar es pedir ayuda de Dios, pedir dirección,pedir fuerzas, pedir para nosotros mismos o a favor de nuestros seresqueridos. Hay centenares de cosas que nosotros no podemos hacer yes bueno pedir ayuda de Dios para poder hacerlas. La oración tam-bién incluye el dar gracias a Dios por lo que El ya ha hecho pornosotros. Véase Filipenses 4:6.

En seguida veremos unos ejemplos de oraciones que hicieron per-sonajes del Antiguo Testamento. Tomemos nota de lo que pidieron:

1. Jacob oró pidiendo protección de su hermano (Génesis 32:9-11).

2. Gedeón oró pidiendo que Dios le diera dirección (Jueces 6:39).

3. Ana oró pidiendo que Dios le diera un hijo (1 Samuel 1:9-11).

4. Samuel oró pidiendo que Dios le diera a Su pueblo una victoria,sobre los filisteos (1 Samuel 7:9,10).

5. El rey Salomón oró pidiendo que Dios le diera sabiduría parapoder gobernar la nación de Israel (1 Reyes 3:5-9).

2. ¿Cómo puedo yo, un pecador, acercarme a Diosen oración?

Sí, Dios es santo y aborrece el pecado. El no puede contemplar lasacciones malas de los hombres sin enojarse (Habacuc 1:13) y por esono puede permitir que pecadores estén en Su presencia.

También es cierto que todos los hombres son pecadores (Romanos3:23) y que no hay hombres justos, ¡no hay ni siquiera uno!(Romanos 3:10). Entonces, ¿cómo puede un hombre pecador acer-carse a Dios? Esta pregunta es muy importante — y tiene unarespuesta maravillosa.

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La respuesta es: por medio de Cristo. Dios envió a Su Hijo almundo para morir por los pecadores. En la cruz del Calvario llevóel castigo que merece nuestro pecado (1 Pedro 2:24), y es por esesacrificio que podemos hoy acercarnos a la presencia de Dios(Efesios 2:18).

El Señor Jesucristo es hoy nuestro sumo sacerdote. Nos representaante Dios y constantemente está orando por nosotros (Hebreos 7:25).Por eso se nos invita a acercarnos a Dios sin temor. En Dios encon-tramos misericordia, gracia y oportuno socorro (Hebreos 4:16).

3. ¿Por qué es necesario orar?Creo que Dios me ama y que El controla todo lo que me sucede.

Creo que Dios sabe lo que necesito y que puede darme todo lo queme hace falta. Si todo esto es cierto, ¿por qué hace falta que ore? Haypor lo menos dos razones:

1. Dios quiere que yo ore.

Un padre humano sabe lo que necesita su hijo pero le agrada queel hijo se acerque a él y se lo pida. Dios quiere escuchar nuestravoz en oración porque nos ama, quiere que nos demos cuenta delo que nos hace falta y que sintamos que El nos puede ayudar.Dios sabe que la oración nos mantendrá cerca de El.

2. Dios me ordena orar.

Esto es muy importante. Dios quiere que oremos siempre parano desmayar o desanimarnos. Léase Lucas 18:1; 21:36; Efesios6:18 y 1 Tesalonicenses 5:17.

4. ¿Cómo debo orar a Dios?Ya mencionamos que Dios es santo y no debemos olvidar esto

cuando nos dirigimos a El en oración. Debemos recordar que El es elCreador y que nosotros somos criaturas. El es, por lo tanto, muchomás grande que nosotros; así que debemos acercarnos a El con humil-dad y debemos hablarle con gran respeto.

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Dios quiere que seamos sinceros al orar, diciéndole lo que de verassentimos (Salmo 145:18). Los asuntos muy personales los debemosmencionar cuando estamos a solas con Dios. La gente puede for-marse un concepto equivocado de nosotros si nos oye pedir algunascosas en voz alta. Recordemos lo que el Señor Jesús dijo de esto enMateo 6:5,6.

5. ¿Qué palabras debo usar al hablar con Dios?Debemos decirle a Dios con sencillez lo que sentimos y lo que

queremos que El haga. No es necesario usar palabras especiales nimucha elocuencia. No debemos usar las oraciones difíciles y largasque usan los paganos al dirigirse a sus dioses (Mateo 6:7).

El Señor Jesús dio a Sus discípulos una hermosa oración en Mateo6:9-13. Debe ser nuestro modelo. Está llena de devoción y respeto, escorta y sus palabras son sencillas. Estudiaremos esta oración másadelante.

6. ¿Puede un incrédulo orar a Dios?Las personas que no creen en Dios rara vez sienten el deseo de

orar. Sin embargo, a veces Dios les habla a través de dificultades ypeligros y entonces claman a El pidiendo ayuda como lo hicieron losmarineros en la historia de Jonás (Jonás 1:14). A veces los hombresprometen creer en Dios y servirle si El los libra de algún problema.¿Escucha Dios estas oraciones? Sí, las oye y a veces las contesta.

Pero hay una oración que todo hombre incrédulo puede hacer conla seguridad absoluta de que será oído. Es la oración que un recau-dador de impuestos hizo en el templo (Lucas 18:13). Este hombresabía que era un pecador y que no merecía acercarse a Dios. Suspecados le molestaban y quería librarse de ellos, así que pidió mise-ricordia y perdón. ¿Contestó Dios su oración? No cabe duda que sí.Léase Lucas 18:14. De la misma manera Dios contestará la oraciónde todo pecador que arrepentido le pida perdón. Además, hay gozo enel cielo cuando un pecador se arrepiente (Lucas 15:7).

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7. ¿Qué cosas debe pedir un cristiano?Léase Lucas 11:2-4. Estas son palabras del Señor Jesucristo. El nos

enseña qué debemos pedir:

1. Que Dios sea glorificado. En otro lugar el Señor dijo queharía todo lo que se pide en Su nombre para que la gloriadel Padre sea manifestada por el Hijo (Juan 14:13).

2. Que Sus propósitos se cumplan en la tierra. Podemos par-ticipar en el cumplimiento de esta oración si nosotros nosocupamos de hacer la voluntad de Dios (Salmo 40:8).

3. Que el Padre nos dé el alimento que necesitamos diaria-mente. El ha prometido darnos todo lo que nos hace falta sinosotros le damos el primer lugar en nuestra vida a Su reinoy a Su voluntad (Mateo 6:33).

4. Que nos perdone nuestros pecados…si nosotros tambiénperdonamos a los que nos ofenden.

Notemos que en esta oración primero viene lo que pertenece a Diosy en segundo lugar están nuestras necesidades personales.

8. ¿Hay más cosas que debo pedirle a Dios?Sí, la Biblia nos manda orar por muchas cosas más. Por ejemplo:

1. Por los que nos tratan mal (Mateo 5:44). El Señor mismo pusoen práctica esta enseñanza cuando estuvo en la cruz (Lucas23:34). Esteban también oró por los que le apedreaban (Hechos7:60). Es difícil hacer esto pero nos dará la victoria cuandosomos perseguidos a causa de nuestra fe.

2. Que no caigamos en la tentación (Mateo 26:41). Dios haprometido que no seremos tentados más de lo que podamosresistir y que al ser tentados, El nos dará fuerzas para soportar latentación y también nos dará la salida (1 Corintios 10:13).

3. Pidiendo la ayuda de Dios cuando estamos enfermos o en otraclase de dificultades (Santiago 5:13). El Señor Jesús secompadece de nuestra debilidad, tanto física como espiritual

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(Hebreos 4:15) y siempre está orando por nosotros (Hebreos7:25). ¡Esto es maravilloso!

4. Por los que nos gobiernan (1 Timoteo 2:1,2). Además de orarpor ellos debemos obedecerles (Romanos 13:l).

5. Por los que trabajan en la obra del Señor. Pablo pidió una y otravez las oraciones de los creyentes (Romanos 15:30,31; Efesios6:19; 1 Tesalonicenses 5:25; 2 Tesalonicenses 3:l). Todo siervode Dios se da cuenta que lucha contra Satanás y que necesita delapoyo que en oración le pueden dar sus hermanos. Uno puedeparticipar en el trabajo, y en la recompensa, al orar por los quetrabajan en la obra del Señor.

6. Para que Dios, Señor de la mies, envíe obreros a trabajar en loscampos que están listos para la siega (Mateo 9:38). Hay muchaspersonas que buscan a Dios y hace falta gente dispuesta para lle-varles el mensaje de salvación que es por fe en Cristo. Sólopodemos hacer oración sinceramente si estamos dispuestos a serparte de la respuesta a ella.

9. ¿Qué se entiende por “orar por el pueblo de Dios”?Significa exactamente lo que dice. Pueblo de Dios son todos los

creyentes en Cristo que han recibido potestad de ser llamados “hijosde Dios”. Entre ellos están:

1. Los miembros de nuestra familia que son creyentes. Queremosque Dios los fortalezca ante las tentaciones y que los ayude acrecer, así que debemos orar por ellos. Podemos pedir que elSeñor nos dé amor y paciencia para que podamos servir de ejem-plo y de ayuda para ellos.

2. Nuestros amigos que son creyentes, tanto los que viven a nuestrolado como los que están lejos en otras ciudades o países.

3. Los ancianos de la iglesia donde asistimos. Podemos pedir queel Señor les dé sabiduría y fortaleza para llevar a cabo el trabajoque les ha sido encomendado, ayudando y aconsejando a los

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miembros de la iglesia. Si oramos los unos por los otros no habráenvidias, pleitos y malentendidos entre los creyentes.

4. Los que dedican todo su tiempo a la obra del Señor. Podemospedir:

a. Que Dios los mantenga humildes y cerca de El.b. Que bendiga y prospere su servicio.c. Que supla sus necesidades espirituales, físicas y económicas.

Así estaremos ayudándoles a llevar más fruto.

En este momento el Señor Jesús está orando por nosotros, losSuyos (Hebreos 7:25). Podremos estar más cerca de El si comparti-mos con El la misma actividad, es decir, si nosotros también oramospor los que son Su pueblo.

10. ¿Qué se entiende por “orar por todos los hombres”?(1 Timoteo 2:l).

Significa orar por los miembros de nuestra familia que no sonsalvos. Se supone que nosotros los conocemos mejor que nadie y porlo tanto somos los más responsables de orar por su salvación.

Significa también orar por nuestros vecinos que no son creyentes ypor nuestros compañeros de trabajo, de escuela o aquellos con quie-nes tenemos contacto constantemente. Podemos pedir:

1. Que Dios nos dé sabiduría para hablarles de Cristo.

2. Que los ayude a sentir que se hallan en peligro de perdicióneterna.

3. Que les dé el deseo de ser salvos al ver a Cristo reflejado ennuestra manera de vivir.

4. Que les dé la fe necesaria para recibir a Cristo como Salvador ySeñor.

Significa también orar por los millones en todo el mundo que nohan tenido la oportunidad de escuchar el mensaje del evangelio.Podemos pedir que de alguna manera lleguen a conocer a Cristo.

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11. ¿Puedo orar pidiendo cualquier cosaen cualquier momento?

Sí, y es más se nos ordena hacerlo (Efesios 6:18). Esto significaque en todo lugar que estemos y cualquiera que sea la actividad quenos ocupa, debemos orar a Dios. Por ejemplo:

1. ¿Viajamos en automóvil? Pidamos a Dios que nos proteja.

2. ¿Estamos trabajando? Pidamos ayuda para trabajar bien y quenuestro trabajo traiga gloria al nombre de Dios.

3. ¿Estamos lavando, cocinando o haciendo otros quehaceres do-mésticos? Pidamos ayuda de Dios y demos gracias por losmiembros de la familia que Dios nos ha dado.

4. ¿Estamos cuidando a los niños? Pidamos paciencia, sabiduría yoportunidades para enseñarles y guiarles en los caminos de Dios.

5. ¿Vamos de compras, o a hacer unas visitas? ¿Esperamos visitasen la casa? Sea lo que sea lo que nos va a ocupar debemosencontrar en ello un motivo de oración.

12. ¿Es verdad que Dios me escucha cada vezque me dirijo a El?

Sí, Dios nos oye cuando oramos. El salmista estaba seguro de ello(Salmos 4:3; 6:9; 18:6; 34:17). El profeta Miqueas también estabaseguro de que Dios escuchaba su oración (Miqueas 7:7). Jonás clamóa Dios cuando estaba en un gran apuro y Dios le oyó (Jonás 2:2).Léanse estos pasajes en la Biblia.

Sin embargo, hay una cosa que impedirá que Dios escuche nuestraoración. No nos oirá si hemos pecado y no confesamos este pecadodelante de El (Isaías 59:2).

13. ¿Contestará Dios todas mis oraciones?Sí, no sólo las escuchará, también ha prometido contestar. Leamos

con cuidado los siguientes versículos y meditemos sobre lo que dicen.

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“Pedid, y se os dará” (Lucas 11:9).

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:14).

“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en voso-tros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15:7).

“Y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él,porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosasque son agradables delante de él” (1 Juan 3:22).

“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”(Mateo 21:22; Marcos 11:24).

14. ¿Qué requisitos debo cumplir para queDios me conteste?

Al leer los versículos de la sección 13 habremos notado que Dioscontestará nuestras oraciones…

1. Si pedimos en el nombre del Señor Jesús (Juan 14:14). ¿Qué sig-nifica “pedir en Su nombre”? Quiere decir que pedimos lo queestá de acuerdo con Su voluntad. Si decimos que vamos a haceralgo a nombre de otra persona es porque vamos a hacer lo que laotra persona haría. En otras palabras, orar en nombre de Cristono sólo incluye usar Su nombre al final de la oración, antes dedecir “amén”, sino pedir las cosas que le agradan a Cristo, lasque El mismo pediría.

2. Si permanecemos en Cristo y Sus palabras permanecen en noso-tros (Juan 15:7). ¿Qué significa esto? Permanecer en Cristo sig-nifica disfrutar Su presencia y comunión. Su palabra permaneceen nosotros si leemos la Biblia diariamente, meditamos en ella ypermitimos que nos guíe en todo lo que decimos y hacemos. Sihacemos esto, entonces vamos a querer lo que está de acuerdocon la voluntad de Dios y podremos estar seguros que Dios noslas concederá.

3. Si obedecemos Sus mandamientos y le agradamos en nuestravida diaria (1 Juan 3:22). Es cierto que los creyentes ya no son

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responsables de guardar la ley dada por Moisés, pero el SeñorJesús nos da muchos mandamientos. Debemos conocer el NuevoTestamento para saber qué es lo que el Señor ha mandado y debe-mos obedecerle si queremos que El conteste nuestras oraciones.

4. Si tenemos fe, es decir, si creemos que El nos contestará (Mateo21:22; Marcos 11:24). No recibiremos nada del Señor si duda-mos de Su poder para contestarnos (Santiago 1:5-8). No debe-mos orar como los creyentes en la casa de María en Jerusalénque oraban por Pedro cuando éste estaba en la cárcel. Pedían quefuera puesto en libertad pero le dijeron a la sirvienta que estabaloca cuando ella dijo que Pedro estaba tocando a la puerta (He-chos 12:5-17). ¡No creían que Dios les contestaría tan pronto!

Ana es un buen ejemplo de oración acompañada de fe (1 Samuel1:1-18). Ana estaba triste porque no tenía un hijo, pero pidió un hijoa Dios y dejó de estar triste porque creyó que Dios se lo concedería(v. 18).

15. ¿Puede algo impedir que Dios conteste mis oraciones?Sí, la Biblia enumera varias cosas que impedirán la respuesta a

nuestras oraciones. Aquí están algunas:

1. Pecado sin confesar. Ya vimos esto en Isaías 59:1,2. También loencontramos en el Salmo 66:18. Este es un versículo muy impor-tante. ¿Qué debemos hacer si nos encontramos en esta situación?Debemos confesar nuestro pecado para que Dios lo perdone ynos limpie de toda maldad (1 Juan 1:9).

2. Hipocresía. Dios no nos contestará si oramos para presumir quesomos muy buenos cristianos, cuando la verdad es que nuestrocorazón está frío y siente muy poco amor hacia Dios nuestroSeñor (Mateo 6:5, 23:14; Marcos 12:40).

3. Dificultades entre esposo y esposa. Un hombre debe vivir con suesposa en paz; el hombre amando y cuidando a su mujer y ellaobedeciendo a su marido. Si las cosas son así, Dios contestará lasoraciones; de otra manera, no serán oídas (1 Pedro 3:1-7).

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4. Motivación indigna. A veces pedimos algo para usarlo paranuestro propio placer y muchas veces en cosas que no sonpara la gloria de Dios. Dios no contestará estas oraciones(Santiago 4:3).

16. ¿Contestará Dios mis oraciones como yo quieroque las conteste?

No, a veces nos dará algo mejor que lo que pedimos y otras veceshará algo diferente a lo que pensamos que iba a hacer. Nosotros pode-mos pedir algo que creemos que resultará para nuestro bien y para lagloria de Dios, pero nuestro Padre amante, que todo lo sabe, sabe queeso sería dañino para Su obra y para nosotros, así que en vez dedarnos lo que pedimos nos da otra cosa. Contesta nuestra oración,pero en vez de darnos lo que pedimos nos da lo mejor.

Hay un ejemplo de esto en la vida de Pablo. Sufría una dolenciafísica y pensaba que ésta le impedía servir a Dios. Tres veces pidió quele fuera quitada pero el Señor no se la quitó. En vez de sanar a Pablole dio gracia suficiente para soportar el dolor en su cuerpo y para glo-rificarle por medio de ello. Más adelante Pablo agradece los su-frimientos porque ellos le enseñaron a experimentar más de la graciade Dios (2 Corintios 12:7-9). A veces Dios no nos saca de nuestrosproblemas; prefiere darnos fuerza para glorificarle en medio de ellos.

17. ¿Puedo pedirle demasiado a Dios?¡Nunca! Santiago nos dice que no tenemos lo que queremos porque

no lo pedimos (Santiago 4:2). ¿Somos impacientes? ¿Alguna vezhemos pedido a Dios que nos enseñe a ser pacientes? ¿No? Entoncesno tenemos disculpa por ser impacientes.

Todas las cosas son posibles para Dios y no hay nada que seademasiado difícil para El (Génesis 18:14; Mateo 19:26). El es glori-ficado cuando pedimos cosas grandes creyendo que El las puedehacer. En respuesta a nuestras oraciones El nos ayudará a hacer cosasque no somos capaces de hacer solos.

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Recordemos a Elías. El pidió que Dios hiciera algo imposiblecuando la nación de Israel le había dado las espaldas a Dios y adora-ba a Baal, un dios falso (1 Reyes 18:17-39). Reunió al pueblo deIsrael en el monte Carmelo junto con 400 profetas de Baal. Elíaspidió a Dios que hiciera algo para que la gente se diera cuenta que Elera el Dios verdadero. El profeta puso un animal sobre un altar y regódoce cántaros de agua sobre el sacrificio. ¡Carne, leña, todo estabaempapado! Luego pidió que Dios manifestara que El era el Dios ver-dadero para que Israel se convirtiera y dejara de seguir a dioses fal-sos. Dios respondió con fuego que consumió el sacrificio a pesar delo mojado que estaba. El pueblo cayó sobre su rostro y confesó queJehová era el Dios verdadero. Dios fue glorificado porque Elías tuvosuficiente fe para pedir un milagro.

18. ¿Consiste la oración únicamente en pedircosas a Dios?

De ninguna manera. Una parte muy importante de la oración esalabar a Dios y darle gracias por lo que ha hecho por nosotros(Filipenses 4:6). Pablo nos dice que nuestra oración siempre debe iracompañada por acción de gracias (Colosenses 4:2). Debemos dargracias por todo, a Dios el Padre, en el nombre de Cristo (Efesios5:20). ¿Es difícil dar gracias por ciertas cosas? Sí, lo es, pero se nosmanda hacerlo. Debemos recordar que todas las cosas ayudan a biena los que a Dios aman (Romanos 8:28). 1 Tesalonicenses 5:18 es unversículo que debe estar subrayado en nuestras Biblias.

Los Salmos están llenos de alabanza y gratitud a Dios (Salmos 26:7;92:1; 95:1,2; 100:4).

¿Tenemos vecinos que piden ayuda de nosotros? ¿Hemos invertidotiempo y dinero en ayudarlos y luego ni siquiera nos lo agradecen?¿Cómo se siente? ¿Sentimos el deseo de volver a ayudarles?

Un día el Señor sanó a diez leprosos y sólo uno de los diez regresópara darle las gracias (Lucas 17:12-18). ¿Cómo sentirá Dios si siem-pre le estamos pidiendo cosas y nunca nos molestamos en agradecerlo que nos da en respuesta a nuestras oraciones?

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Aquí tenemos otra razón importante por la que Dios nos dice quedebemos orar. Glorificamos a Dios cuando le ofrecemos sacrificio dealabanza y acción de gracias (Salmo 50:15,23).

¿Qué cosas debemos agradecer? Nos ha dado un Salvador (2 Co-rintios 9:15), y con El nos ha dado toda clase de bendiciones espiri-tuales (Efesios 1:3); tiene cuidado de nosotros (1 Pedro 5:7); haprometido darnos todo lo necesario para nuestra vida sobre esta tierra(Mateo 6:25-33). Valemos mucho ante sus ojos (Mateo 10:29-31) yDios anhela que llegue el día cuando nos recibirá en Su hogar celes-tial donde estaremos eternamente (Juan 14:1,2).

19. ¿Con qué frecuencia debo orar?¿Por qué hacemos esta pregunta? ¿Será que pensamos que Dios se

va a aburrir de escucharnos?

Es cierto que nuestros semejantes se cansan de nosotros si les pe-dimos cosas repetidas veces pero Dios es diferente. A El le agradanlas oraciones de Sus hijos. El profeta Daniel oraba por lo menos tresveces al día (Daniel 6:10). David hacía lo mismo (Salmo 55:17).

El Señor Jesús dijo que Sus discípulos deberían orar siempre(Lucas 18:l). Debemos orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17). Estosignifica que podemos orar en todo tiempo, de día o de noche pidien-do que Dios supla nuestras necesidades y las de los demás. ¡Qué pri-vilegio tan grande!

20. ¿Con qué frecuencia debo orar por la misma cosa?La Biblia no nos da la respuesta a esta pregunta, pero se nos manda

perseverar en la oración y continuar en ella (Colosenses 4:2). ¿Setrata de un pariente que no es creyente? Entonces ore por él diaria-mente, mes tras mes, año tras año si es necesario, hasta que acepte aCristo como su Salvador.

¿Se trata de alguna otra cosa que ansiamos tener? ¿Se lo hemos pe-dido a Dios, pero parece que Dios no nos contesta? Sigamos orando

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pero sin insistir. Debemos orar como lo hizo el Señor Jesús en eljardín de Getsemaní: “No sea como yo quiero, sino como tú” (Mateo26:39). Tal vez estamos pidiendo algo que no va de acuerdo con lavoluntad de Dios. Por ejemplo, tal vez se trata de un amigo que haservido mucho al Señor pero que ahora está enfermo. Ha estadoenfermo durante muchas semanas y hemos orado pidiendo que elSeñor le restablezca la salud para que le siga sirviendo. Dios no sanaa nuestro amigo. ¿Por qué? Tal vez Dios tiene un trabajo que nuestroamigo sólo lo puede hacer mientras está recluido en su casa en camay es por eso que Dios permite que permanezca allí.

21. ¿Es posible que Dios conteste mi oración aunque pidayo cosas contrarias a Su voluntad para mí?

Sí, a veces hace eso cuando insistimos mucho en que haga algo.Consideremos estos dos ejemplos del Antiguo Testamento:

1. El Señor alimentó a los israelitas en su viaje por el desierto conmaná que descendía del cielo. Pero se cansaron de comer manáe insistieron en que Dios les diera carne, sin buscar la voluntadde Dios al respecto. Dios les dio lo que pidieron pero padecieronuna terrible enfermedad. Compárese el Salmo 106:13-15 conNúmeros 11:4-9. ¿Hicieron bien los israelitas en pedir carne?

2. El rey Ezequías estaba muy enfermo y Dios le avisó por mediode Su profeta que pusiera su casa en orden porque iba a morir.Es evidente que esa era la voluntad de Dios, pero el rey no quisoaceptar esto y oró fervientemente que Dios lo sanara. Dios con-testó su oración y le permitió vivir otros quince años (2 Reyes20:1-6). Durante ese tiempo nació Manasés que más tarde llegóa ser rey de Judá. Ezequías fue un rey bueno pero Manasés fueuno de los peores y durante su reinado el pueblo volvió a la ido-latría (2 Reyes 21:1-3,16). ¿Hizo bien Ezequías en insistir queDios lo sanara?

Estos ejemplos nos enseñan que no debemos insistir; que Dioshaga lo que sea de acuerdo con Su voluntad. Podemos decirle qué eslo que queremos pero dejemos que El decida si nos conviene.

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22. ¿Debo ir a algún lugar especial para orar?Ningún mandato en el Nuevo Testamento nos indica que sólo hay

ciertos lugares donde debemos orar. En la Biblia vemos que laoración se hacía en toda clase de lugares:

Elías oró en la cima del monte Carmelo (1 Reyes 18:36).

Ezequías oró cuando estaba en cama, enfermo (2 Reyes20:2).

Saulo oró mientras viajaba a Damasco (Hechos 9:6).

Pedro oró en la azotea de la casa donde estaba hospedado(Hechos 10:9).

Pablo y Silas oraron en la cárcel (Hechos 16:25).

En cualquier lugar que estemos podemos orar, y debemos orar, seacual sea la actividad que nos ocupe.

En Hebreos 10:25 se nos enseña que debemos reunirnos con otroscristianos para animarnos el uno al otro. Una de las actividades enestas reuniones debe ser la oración. Para orar juntos los creyentes sepueden reunir en el edificio donde se congrega la iglesia, en una casao en cualquier lugar que sea conveniente.

23. ¿Cuánto tiempo debo dedicar a la oración?Las Escrituras tampoco nos dan una respuesta definitiva a esta pre-

gunta. Es bueno y muy necesario formar el hábito de orar con regu-laridad a determinado tiempo todos los días. Es bueno leer la Bibliaantes de orar para que Dios nos hable a nosotros. Para muchos, lamejor hora es en la mañana, antes de ir a trabajar (véase el Salmo5:3). Esto nos dará fortaleza espiritual para vencer las dificultades ytentaciones que se nos atravesarán durante el día.

En ciertas ocasiones una persona puede pasar varias horas o aun undía entero o una noche en oración sobre un asunto muy importante.Por ejemplo, podemos pedir que Dios nos ayude con una decisióndifícil en cuanto a nuestro trabajo o con relación al servicio de Dios.

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Samuel oró a Dios durante toda una noche (1 Samuel 15:11). Algunossiervos de Dios pasan varias horas en oración todos los días.

En otras ocasiones la oración será muy breve porque así lo exigenlas circunstancias. Recordemos lo que pasó a Nehemías cuando esta-ba ante el rey (Nehemías 2:1-8). Nehemías, que era copero del rey,tenía la obligación de estar ante el rey con rostro alegre pero este díaestaba triste por haber recibido malas noticias procedentes deJerusalén. El rey se dio cuenta de su tristeza y le preguntó el por quéde ella. Nehemías oró a Dios, en unos cuantos segundos, estando depie en la presencia del rey (v. 4). Sin duda le pidió a Dios las palabrasque pronunciaría ante el rey. Su petición de permiso para reconstruirlos muros de Jerusalén le fue concedida.

Lo importante no es cuántas horas o minutos ocupamos en oraciónsino que nuestro corazón siempre esté en la actitud de oración. Enton-ces sería un hábito, hablar con Dios muchas veces al día, aunque este-mos ocupados en otras cosas. Así gozaremos comunión con nuestroSeñor en todo tiempo.

24. ¿En qué posición debo estar al orar?En ningún lugar de la Biblia encontramos una orden para estar de

pie, hincados, sentados o en cualquier otra posición a la hora de orar.Los hombres y mujeres cuyas oraciones encontramos en la Bibliaoraban en posiciones distintas.

En el Antiguo Testamento leemos de unos que se postraban sobresus rostros en la tierra: Moisés y Aarón (Números 16:22); Josué(Josué 5:14). Elías se postró con su rostro entre las rodillas (1 Reyes18:42). Algunos sólo inclinaron sus rostros como los siervos deAbraham (Génesis 24:26); los israelitas (Exodo 4:31; 12:27);Moisés (Exodo 34:8). Otros se arrodillaron como Salomón (1 Reyes8:54; 2 Crónicas 6:13), Esdras (Esdras 9:5) y Daniel (Daniel 6:10).

Parece que la gente oraba de pie cuando el Señor estaba aquí en latierra (Mateo 6:5). Tanto el fariseo como el publicano en Lucas18:10-13 oraron de pie. Esteban se arrodilló cuando pidió perdónpara los judíos que lo estaban matando a pedradas (Hechos 7:60).

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Pedro se arrodilló cuando pedía que Dios le devolviera la vida aDorcas (Hechos 9:40) y Pablo se arrodilló al orar con los ancianos deEfeso (Hechos 20:36).

Hoy la mayoría de los creyentes se arrodilla cuando oran al Señoren privado, algunos lo hacen cuando se reunen con otros para orar. Enla mayoría de las reuniones públicas una persona ora de pie mientraslos demás están de pie o sentados con los rostros inclinados. Muchosacostumbran cerrar los ojos al orar para no distraerse con lo queocurre alrededor.

25. ¿Hay algo más importante que la posiciónde mi cuerpo?

Hemos visto que los personajes bíblicos oraron en posiciones dis-tintas: Unos acostados, otros de rodillas y otros de pie; lo importanteno es la posición del cuerpo sino la actitud del corazón. Debemos orarcon humildad, recordando siempre que Dios no nos debe nada y queno merecemos ninguna de Sus bendiciones. Podemos acercarnos a Elen oración sólo porque es un Dios lleno de gracia y misericordia.

En un día, que pronto llegará, toda criatura en el cielo, en la tierra ydebajo de la tierra caerá sobre sus rodillas y confesará abiertamente queJesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre (Filipenses 2:10,11).

26. ¿Debo orar a solas nada más o tambiéncuando estoy con otros?

Ya hemos visto que es muy necesario que el creyente ore todos losdías (vea el número 23). También hemos visto que se nos ordena con-gregarnos con otros creyentes para ayudarnos mutuamente (Hebreos10:24,25). Esto se logra mediante el estudio de la Palabra de Dios, laoración y la alabanza (Efesios 5:19,20; Colosenses 3:16). Dios nos hadado este mandamiento porque sabe que necesitamos la ayuda, elestímulo y la comunión de otros creyentes. Sin ellos nuestros cora-zones pronto se enfriarán.

Los creyentes se juntaron para orar inmediatamente después de queel Señor regresó al cielo (Hechos 1:14). Como 3.000 personas creyeron

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en Cristo el día de Pentecostés. Ellas se congregaban para orar(Hechos 2:41,42). En Hechos 12:5,12 leemos que muchos cristianosestaban orando en casa de María por Pedro que estaba en la cárcelpero salió esa noche mientras oraban por él.

Hay una promesa especial cuando, aunque sean solamente dos, loscreyentes se ponen de acuerdo para pedir algo juntos. El Señor Jesúsprometió que Su Padre en el cielo les contestaría (Mateo 18:19).

27. ¿Cómo debo orar en una reunión pública?En reuniones públicas el que guía a los demás en oración por lo

general se pone de pie. Debe hablar en voz suficientemente fuertepara ser oído por todos, y debe orar por cosas que son del interés detodos y no tanto por sus problemas o necesidades personales.

Los que dirigen en oración no deben orar en forma demasiado ge-neral. Por ejemplo: “Señor, bendice a todos Tus siervos en todo elmundo”. Sería mejor mencionar a algunos por nombre, sobre todo losque son bien conocidos por el grupo de creyentes. Debe pedir cosasconcretas para ellos, de acuerdo al trabajo que desempeñan o las cir-cunstancias por las que atraviesan.

Debemos aplicar la misma regla a otros asuntos que mencionamosen oración. El Señor quiere que oremos por cosas que son fáciles deidentificar pidiendo exactamente lo que queremos que El haga, porsupuesto, dentro de lo que sea Su voluntad. Si oramos así podremosdarnos cuenta cuándo nuestras oraciones son contestadas y esto serámotivo de gratitud y alabanza. También será motivo para seguirorando.

Hay dos cosas que debemos evitar al orar en público:

1. No debemos buscar lucimiento personal (Mateo 6:5).

2. No debemos usar muchas palabras ni hacer oraciones largas.Otros podrán pensar en peticiones adicionales y deben teneroportunidad de expresarlas ante el Señor. No está bien que unoscuantos usen todo el tiempo disponible dejando sin oportunidadde orar a los demás.

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28. ¿Qué efectos tendrá la oración en mi vida?Tendrá por lo menos estos tres:

1. Traerá GOZO. El Señor dijo: “Pedid y recibiréis, para que vues-tro gozo sea cumplido” (Juan 16:24). Sentiremos gozo al ver queel Señor contesta nuestras oraciones porque nos daremos cuentaque está cerca de nosotros y que se interesa en todo lo que nosafecta. Una oración contestada es una indicación de que tenemoscomunión íntima con nuestro Señor.

2. Recibiremos nuevas FUERZAS al estar en la presencia delSeñor (Isaías 40:31). Esta fuerza espiritual nos ayudará a vencerlas tentaciones y a servir al Señor a pesar de las dificultades yoposición. En ocasiones el Señor nos dará fuerza más allá de lanuestra cuando esto sea necesario para glorificarle.

3. La PAZ de Dios llenará nuestros corazones si oramos acerca detodas nuestras necesidades y problemas porque sabremos quetodo está en Sus manos y que El nos cuidará; permitirá que ocu-rra sólo aquello que será para nuestro bien (Romanos 8:28;Filipenses 4:6,7).

29. ¿Qué valor tiene la oración en la obra de Dios?Las oraciones de los creyentes desempeñan un papel muy impor-

tante en la obra del Señor porque la oración es poderosa y eficaz(Santiago 5:16). Podemos ver esto en la vida de Elías cuando Diosdevolvió la vida a un niño muerto porque el profeta oró (1 Reyes17:21,22). Antes de esto Elías había orado pidiendo que no llovierapara que la nación de Israel se diera cuenta que Dios estaba disgusta-do con sus pecados. Dios contestó esta oración y no llovió durantetres años y medio (Santiago 5:17). Luego el pueblo se arrepintió yElías pidió que lloviera…y así sucedió (1 Reyes 18:41-46).

Los primeros cristianos oraron pidiendo que Dios les hicieravalientes para testificar de El a pesar de las amenazas de sus enemi-gos. ¿Contestó Dios esta oración? Léase Hechos 4:29-31 para encon-trar la respuesta.

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No hay límite de lo que Dios puede hacer en respuesta a las ora-ciones de los que permanecen en Cristo (Juan 15:7). Por supuesto,estas personas pedirán sólo lo que está de acuerdo con la voluntad deDios porque sus pensamientos están bajo la dirección de la Palabrade Dios.

¿Qué es lo que queremos que Dios haga en nuestra vida y en nues-tro servicio? ¿Qué queremos que haga en las vidas y servicio de losdemás? ¿Hay lugares donde se impide la predicación del evangelio?¿Queremos que haya libertad para anunciar allí el mensaje de sal-vación? ¿Hay personas ante quienes hemos testificado que tienen co-razones que parecen ser de piedra? Dios puede hacer lo que esimposible para nosotros en respuesta a nuestras oraciones. Hay poderen la oración. Usemos este poder para la gloria de Dios.

30. ¿Cómo puedo aprender a orar más eficazmente?Esta es una buena pregunta. Los discípulos pidieron al Señor que

El les enseñara a orar. En respuesta a su petición el Señor les dio unmodelo de oración que ya hemos estudiado (Lucas 11:1-4).

Pensemos en la relación entre un niño pequeño y su padre. ¿Esnecesario que alguien le enseñe al niño a pedirle a su padre lo quenecesita? No, no necesita que nadie le enseñe. Sencillamente se acer-ca a su padre y le dice: “Papá, tengo sed, dame un vaso de agua”.

Recordemos que Dios es nuestro Padre celestial. ¿Es necesario quealguien nos enseñe a pedirle a El lo que nos hace falta? Tal vez nosabemos usar palabras hermosas y frases elegantes, pero ellas no sonimportantes para Dios. Nos oye aunque sean muy sencillas nuestraspalabras. Nos escucha porque nos ama y porque somos Sus hijos.

La mayoría de las cosas se aprenden haciéndolas. Esto sucede conel andar, hablar, nadar, etc. Lo mismo ocurrirá con la oración. Entremás oremos, más aprenderemos acerca de la oración.

¡Que sea el deseo ferviente de cada uno de nosotros el poder orarmejor!

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