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Plataforma de Infantil por la defensa de la etapa de Educación Infantil 0-6 años

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Por qué en la Plataforma cero seis apostamos por una única titulación para Educación Infantil 06

La Etapa de Educación Infantil nació dividida en dos ciclos y su tratamiento fue diferente desde ese comienzo, con un claro desequilibrio del primero, en cuanto a derechos. Entendemos que su manifestación más palmaria fue contemplar una doble titulación para el primero y una única para el segundo; un grave impedimento para la equiparación efectiva de ambos. Su origen estuvo en cuestiones económicas derivadas del menor coste que representa la titulación de Técnicos en Educación Infantil y en la consideración subyacente de la edad de cero a tres años como menos relevante educativamente, y susceptible por ello de tener profesionales con menores exigencias de titulación. Para poder equiparar realmente ambos ciclos en una etapa que sea única en su implementación, no solo en la teoría, es necesario que todos y todas sus profesionales tengan el mismo reconocimiento docente. Todos y todas los y las profesionales de cero a seis años habrían de ser formados como docentes, considerados como tales, con derecho a llegar a formar parte del futuro estatuto docente que incluye la carrera profesional, circunstancia que en estos momentos es imposible para educadores y educadoras, por el marco de la Formación Profesional del que proceden. Ese marco ha provocado y provoca numerosos escollos para que tengan el mismo reconocimiento que el resto de docentes. En primer lugar, las características del título de técnico provocan que no se les reconoce autonomía para diseñar la Propuesta Pedagógica que elaboran maestros y maestras, pero que luego han de poner en marcha en las aulas, donde se encuentran a diario con situaciones concretas que han de resolver sin que maestros o maestras puedan, en la práctica cotidiana, intervenir para darles respuesta. En segundo lugar, están sometidos a medidas generales dentro de la Formación profesional que son lesivas para su formación y para las criaturas que educan. Es el caso de su imposibilidad para acceder o de disfrutar de los beneficios de formaciones de pstgrado en igualdad de condiciones con los graduados. Lo es también el de la aplicación del Real Decreto de 2009, de 25 de agosto, “sobre reconocimiento de competencias profesionales”, que sustituyó experiencia por






horas de formación o la actual propuesta de la Formación Profesional Dual, que ha llegado a eliminar 630 horas en la formación inicial de los Institutos para cederlas a las empresas; con la excusa de las prácticas estas tienen trabajadores semigratuitos, sin importarles que no tengan el mínimo de formación requerida para hacerse responsables de criaturas con las que “se entrenan”. En tercer lugar sus necesidades de formación continua no se reconocen como relevantes educativamente en la mayoría de los centros de formación del profesorado. Las líneas prioritarias (Tics, inglés o lectoescritura) ignoran estas necesidades de criaturas y profesionales. En cuarto lugar se encuentra la dificultad de reaccionar junto a maestros y maestras para defender los derechos y la calidad del trabajo en la etapa cero seis; dependen sindicalmente de secciones que no son de educación sino de administraciones públicas, lo que complica extraordinariamente las reivindicaciones y luchas comunes. Por último, están los problemas que esta doble titulación provoca en los centros donde coinciden o entre centros de primero y segundo ciclo. Se deben, sobre todo, a las diferentes condiciones laborales, siempre lesivas para educadores y educadoras del primer ciclo en cuanto a horario semanal y anual, tareas a ejercer y remuneraciones. Algunas terminan afectando a las criaturas puesto que el título ha acabado jerarquizando tareas; es el caso de la no asunción, por parte de algunos maestros y algunas maestras de segundo ciclo, de funciones educativas relacionadas con la higiene de las criaturas. Son algunos de los problemas que provoca la doble titulación para "la atención educativa directa", según establece la LOE, y mantiene la LOMCE. Todo ello sin hacer referencia a la otra gran problemática que supone la incorporación de un rosario de titulaciones de quienes actúan en la práctica como “personal habilitado” para, “atender a estos niños y niñas” según esta misma legislación, pero que en realidad ejercen las funciones de tutoría en las aulas. Son auxiliares, puericultoras, monitores de tiempo libre y personas sin titulación alguna que en la actualidad, en muchas comunidades, son responsables diarios del trato educativo diario(con o sin intencionalidad educativa) que reciben muchas de nuestras criaturas de cero a seis años en ciertas funciones y tiempos diarios. Para resolver la situación de quienes actualmente están ejerciendo como profesorado del primer ciclo y como profesionales en las escuelas, pueden implementarse habilitaciones y homologaciones si hay voluntad política de hacerlo. Ya se ha hecho anteriormente con otras profesiones, por ejemplo periodismo o el propio magisterio, que siendo diplomatura, o incluso oficio,






vieron como se habilitaba a sus profesionales para equipararlos con el respectivo Grado. Educadoras y Educadores tiene que tener derecho a ser habilitados como docentes y es también de justicia que lo sean como docentes universitarios el profesorado del ciclo de Educación Infantil puesto que, en la actualidad, su preparación para formar a esos y esas docentes del primer ciclo es superior a la que detentan muchos y muchas docentes universitarias que no conocen y tampoco preparan a su alumnado para intervenir con criaturas de cero a cuatro años. Sería preciso, como consecuencia, una remodelación profunda de los estudios de magisterio de infantil, de manera que formen realmente para lo que el teórico título afirma: una educación Infantil de cero a seis años. Con la decisión de plantear una única titulación universitaria para toda la etapa se resuelve, de una vez por todas, esta situación injusta que se ha venido y que se viene manteniendo en la formación inicial y en el desempeño laboral de una parte de los y las profesionales de esta etapa educativa. Al tiempo, esta titulación universitaria única estaría también vinculada al planteamiento de Cuerpo Único de profesorado que tendría una formación de base común con especialidades posteriores, en este caso, en E. Infantil 06.

Madrid, a 12 de febrero de 2015-02-12

Plataforma por la Defensa del 0-6

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