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¿Por qué el hombre es desdichado? Dulce Jacqueline Maldonado Smith "Todo es bueno, todo. El hombre es desdichado porque no sabe que sea dichoso. Sólo por eso. Esto es todo, todo. Quien lo reconozca será feliz en el acto, en el mismo instante". Dostoievski Si buscáramos la palabra “desdicha” en un sentido sumamente literal encontraríamos que significa desgracia, infelicidad y el dolor. Sigmund Freud decía que estamos hechos de tal forma, que todo en nuestra naturaleza nos invita al sufrimiento, Afirmaba que “La vida, como nos es impuesta, resulta gravosa; nos trae dolores, desengaños. Para soportarla, no podemos prescindir de calmantes”. (Freud, 1976: p. 75) Sin embargo, y a pesar de lo que Freud piensa en la idea de que no hay en la creación las disposiciones necesarias para que el hombre sea dichoso, se puede aspirar a cierta cuota de felicidad si somos capaces de renunciar o al menos calmar ciertas ideas y pasiones a través de la indiferencia. La desdicha del hombre viene cuando el ser es dominado por su destino y cuando se pierde la voluntad de dignidad.

Por qué el hombre es desdichado

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Page 1: Por qué el hombre es desdichado

¿Por qué el hombre es desdichado?

Dulce Jacqueline Maldonado Smith

"Todo es bueno, todo. El hombre es desdichado porque no sabe que sea dichoso. Sólo por eso. Esto es todo, todo. Quien lo reconozca será feliz en el acto, en el mismo instante". Dostoievski

Si buscáramos la palabra “desdicha” en un sentido sumamente literal encontraríamos que significa desgracia, infelicidad y el dolor. Sigmund Freud decía que estamos hechos de tal forma, que todo en nuestra naturaleza nos invita al sufrimiento, Afirmaba que “La vida, como nos es impuesta, resulta gravosa; nos trae dolores, desengaños. Para soportarla, no podemos prescindir de calmantes”. (Freud, 1976: p. 75)

Sin embargo, y a pesar de lo que Freud piensa en la idea de que no hay en la creación las disposiciones necesarias para que el hombre sea dichoso, se puede aspirar a cierta cuota de felicidad si somos capaces de renunciar o al menos calmar ciertas ideas y pasiones a través de la indiferencia.

La desdicha del hombre viene cuando el ser es dominado por su destino y cuando se pierde la voluntad de dignidad.

El hombre se somete a su destino cuando hace nula su facultad de actuar ante determinadas situaciones, y nuestras vocaciones se desvían al punto tal que se cree que no se puede actuar sobre las cosas.

El hombre desdichado en ese caso cree que no tiene elección, pues para todos es más fácil no tomar decisiones para después no culpabilizarnos mal si las cosas no salen como se planean, y acepta el destino sin moverse y sin decir nada, es decir, se somete a él.

La pérdida de la voluntad de la dignidad, significa perder el deseo de ser libre y de creer que ya no se puede obtener de nuevo la dignidad y es una de las causas principales de la desdicha.

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Así pues, creo que para poder adquirir esa pequeña parcela de felicidad debemos quitarnos de la cabeza la no- derecho a la dignidad y al sometimiento del destino.

Sin embargo, la desdicha tiene un principio: la indiferencia que nos vacuna contra todos los males y vicios que se han denunciado.

“Así se evitan los vanos movimientos del alma que suponen un gasto sin contrapartida” (Philonenko,2004: pag. 41)

LA indiferencia nos guía a la libertad y ala dignidad humana y nos hace menos desdichados o tal vez dichosos. La indiferencia es una posibilidad de superar, de trascender. La indiferencia es un héroe.

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Bibliografía

Freud Sigmund. El malestar en la cultura en Tomo XX. Obras completas. Ed. Amorrort. 1976. Pág.75

Philonenko, Alexis. Breve tratado de la indiferencia en la filosofía de la desdicha. Ed. Santillana . 2004. Pág.450