16
1 Albert Einstein ソPor qué socialismo? Monthly Review, Nueva York, mayo de 1949. Felipe Pérez Martí, Einstein y el comunismo a-e-i-o-u- Biblioteca Popular Digital Artesanal Cuaderno Nー 83

¿Por qué socialismo? Albert Einstein

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

1

Albert Einstein

¿Por quésocialismo?

Monthly Review, Nueva York, mayo de 1949.Felipe Pérez Martí, Einstein y el comunismo

a-e-i-o-u- Biblioteca Popular Digital ArtesanalCuaderno N° 83

2

3

Albert Einstein

¿Por qué socialismo?

¿Debe quien no es un experto en cuestioneseconómicas y sociales opinar sobre el socialismo?Por una serie de razones creo que sí.Permítasenos primero considerar la cuestión desdeel punto de vista del conocimiento científico. Puedeparecer que no haya diferencias metodológicasesenciales entre la astronomía y la economía: loscientíficos en ambos campos procuran descubrirleyes de aceptabilidad general para un grupocircunscrito de fenómenos para hacer lainterconexión de estos fenómenos tan claramentecomprensible como sea posible. Pero en realidadestas diferencias metodológicas existen. Eldescubrimiento de leyes generales en el campo dela economía es difícil porque la observación defenómenos económicos es afectada a menudo pormuchos factores que son difícilmente evaluablespor separado. Además, la experiencia que se haacumulado desde el principio del llamado períodocivilizado de la historia humana —como es biensabido— ha sido influida y limitada en gran partepor causas que no son de ninguna maneraexclusivamente económicas en su origen. Por

4

ejemplo, la mayoría de los grandes estados de lahistoria debieron su existencia a la conquista. Lospueblos conquistadores se establecieron, legal yeconómicamente, como la clase privilegiada delpaís conquistado. Se aseguraron para sí mismos elmonopolio de la propiedad de la tierra y designaronun sacerdocio de entre sus propias filas. Lossacerdotes, con el control de la educación, hicieronde la división de la sociedad en clases unainstitución permanente y crearon un sistema devalores por el cual la gente estaba a partir deentonces, en gran medida de forma inconsciente,dirigida en su comportamiento social.Pero la tradición histórica es, como se dice, deayer; en ninguna parte hemos superado realmentelo que Thorstein Veblen llamó «la fasedepredadora» del desarrollo humano. Los hechoseconómicos observables pertenecen a esa fase eincluso las leyes que podemos derivar de ellos noson aplicables a otras fases. Puesto que elverdadero propósito del socialismo es precisamentesuperar y avanzar más allá de la fase depredadoradel desarrollo humano, la ciencia económica en suestado actual puede arrojar poca luz sobre lasociedad socialista del futuro.En segundo lugar, el socialismo está guiado haciaun fin ético-social. La ciencia, sin embargo, nopuede establecer fines e, incluso menos, inculcarlosen los seres humanos; la ciencia puede proveer losmedios con los que lograr ciertos fines. Pero losfines por sí mismos son concebidos por personascon altos ideales éticos y —si estos fines no sonendebles, sino vitales y vigorosos— son adoptados

5

y llevados adelante por muchos seres humanosquienes, de forma semi-inconsciente, determinan laevolución lenta de la sociedad.Por estas razones, no debemos sobrestimar laciencia y los métodos científicos cuando se trata deproblemas humanos; y no debemos asumir que losexpertos son los únicos que tienen derecho aexpresarse en las cuestiones que afectan a laorganización de la sociedad. Muchas voces hanafirmado desde hace tiempo que la sociedadhumana está pasando por una crisis, que suestabilidad ha sido gravemente dañada. Escaracterístico de tal situación que los individuos sesienten indiferentes o incluso hostiles hacia elgrupo, pequeño o grande, al que pertenecen. Comoilustración, déjenme recordar aquí una experienciapersonal. Discutí recientemente con un hombreinteligente y bien dispuesto la amenaza de otraguerra, que en mi opinión pondría en peligroseriamente la existencia de la humanidad, ysubrayé que solamente una organizaciónsupranacional ofrecería protección frente a esepeligro. Frente a eso mi visitante, muy calmado ytranquilo, me dijo: «¿Por qué se opone usted tanprofundamente a la desaparición de la razahumana?»Estoy seguro de que hace tan solo un siglo nadiehabría hecho tan ligeramente una declaración deesta clase. Es la declaración de un hombre que seha esforzado inútilmente en lograr un equilibriointerior y que tiene más o menos perdida laesperanza de conseguirlo. Es la expresión de lasoledad dolorosa y del aislamiento que mucha

6

gente está sufriendo en la actualidad. ¿Cuál es lacausa? ¿Hay una salida?Es fácil plantear estas preguntas, pero difícilcontestarlas con seguridad. Debo intentarlo, sinembargo, lo mejor que pueda, aunque soy muyconsciente del hecho de que nuestros sentimientosy esfuerzos son a menudo contradictorios yobscuros y que no pueden expresarse en fórmulasfáciles y simples.El hombre es, a la vez, un ser solitario y un sersocial. Como ser solitario, procura proteger supropia existencia y la de los que estén máscercanos a él, para satisfacer sus deseospersonales, y para desarrollar sus capacidadesnaturales. Como ser social, intenta ganar elreconocimiento y el afecto de sus compañeroshumanos, para compartir sus placeres, paraconfortarlos en sus dolores, y para mejorar suscondiciones de vida. Solamente la existencia deestos diferentes y frecuentemente contradictoriosobjetivos por el carácter especial del hombre, y sucombinación específica determina el grado con elcual un individuo puede alcanzar un equilibriointerno y puede contribuir al bienestar de lasociedad. Es muy posible que la fuerza relativa deestas dos pulsiones esté, en lo fundamental, fijadahereditariamente. Pero la personalidad quefinalmente emerge está determinada en gran partepor el ambiente en el cual un hombre se encuentradurante su desarrollo, por la estructura de lasociedad en la que crece, por la tradición de esasociedad, y por su valoración de los tiposparticulares de comportamiento. El concepto

7

abstracto «sociedad» significa para el ser humanoindividual la suma total de sus relaciones directas eindirectas con sus contemporáneos y con todas laspersonas de generaciones anteriores. El individuopuede pensar, sentirse, esforzarse, y trabajar por símismo; pero él depende tanto de la sociedad —ensu existencia física, intelectual, y emocional— quees imposible concebirlo, o entenderlo, fuera delmarco de la sociedad. Es la «sociedad» la queprovee al hombre de alimento, hogar, herramientasde trabajo, lenguaje, formas de pensamiento, y lamayoría del contenido de su pensamiento; su vidaes posible por el trabajo y las realizaciones de losmuchos millones en el pasado y en el presente quese ocultan detrás de la pequeña palabra«sociedad».Es evidente, por lo tanto, que la dependencia delindividuo de la sociedad es un hecho que no puedeser suprimido —exactamente como en el caso delas hormigas y de las abejas. Sin embargo,mientras que la vida de las hormigas y de lasabejas está fijada con rigidez en el más pequeñodetalle, los instintos hereditarios, el patrón social ylas correlaciones de los seres humanos son muysusceptibles de cambio. La memoria, la capacidadde hacer combinaciones, el regalo de lacomunicación oral han hecho posible progresosentre los seres humanos que son dictados pornecesidades biológicas. Tales progresos semanifiestan en tradiciones, instituciones, yorganizaciones; en la literatura; en lasrealizaciones científicas e ingenieriles; en las obrasde arte. Esto explica que, en cierto sentido, el

8

hombre puede influir en su vida y que puede jugarun papel en este proceso el pensamientoconsciente y los deseos.El hombre adquiere en el nacimiento, de formahereditaria, una constitución biológica quedebemos considerar fija e inalterable, incluyendolos impulsos naturales que son característicos de laespecie humana. Además, durante su vida,adquiere una constitución cultural que adopta de lasociedad con la comunicación y a través de muchasotras clases de influencia. Es esta constitucióncultural la que, con el paso del tiempo, puedecambiar y la que determina en un grado muyimportante la relación entre el individuo y lasociedad como la antropología moderna nos haenseñado, con la investigación comparativa de lasllamadas culturas primitivas, que elcomportamiento social de seres humanos puedediferenciar grandemente, dependiendo de patronesculturales que prevalecen y de los tipos deorganización que predominan en la sociedad. Es enesto en lo que los que se están esforzando enmejorar la suerte del hombre pueden basar susesperanzas: los seres humanos no estáncondenados, por su constitución biológica, aaniquilarse o a estar a la merced de un destinocruel, infligido por ellos mismos.Si nos preguntamos cómo la estructura de lasociedad y de la actitud cultural del hombre debenser cambiadas para hacer la vida humana tansatisfactoria como sea posible, debemos serconstantemente conscientes del hecho de que hayciertas condiciones que no podemos modificar.

9

Como mencioné antes, la naturaleza biológica delhombre es, para todos los efectos prácticos,inmodificable. Además, los progresos tecnológicosy demográficos de los últimos siglos han creadocondiciones que están aquí para quedarse. Enpoblaciones relativamente densas asentadas conbienes que son imprescindibles para su existenciacontinuada, una división del trabajo extrema y unaparato altamente productivo son absolutamentenecesarios. Los tiempos —que, mirando haciaatrás, parecen tan idílicos— en los que individuos ogrupos relativamente pequeños podían sertotalmente autosuficientes se han ido parasiempre. Es solo una leve exageración decir que lahumanidad ahora constituye incluso una comunidadplanetaria de producción y consumo.Ahora he alcanzado el punto donde puedo indicarbrevemente lo que para mí constituye la esencia dela crisis de nuestro tiempo. Se refiere a la relacióndel individuo con la sociedad. El individuo es másconsciente que nunca de su dependencia desociedad. Pero él no ve la dependencia como unhecho positivo, como un lazo orgánico, como unafuerza protectora, sino como algo que amenaza susderechos naturales, o incluso su existenciaeconómica. Por otra parte, su posición en lasociedad es tal que sus pulsiones egoístas se estánacentuando constantemente, mientras que suspulsiones sociales, que son por naturaleza másdébiles, se deterioran progresivamente. Todos losseres humanos, cualquiera que sea su posición enla sociedad, están sufriendo este proceso dedeterioro. Los presos a sabiendas de su propio

10

egoísmo, se sienten inseguros, solos, y privadosdel disfrute ingenuo, simple, y sencillo de la vida. Elhombre sólo puede encontrar sentido a su vida,corta y arriesgada como es, dedicándose a lasociedad.La anarquía económica de la sociedad capitalista talcomo existe hoy es, en mi opinión, la verdaderafuente del mal. Vemos ante nosotros a unacomunidad enorme de productores que se estánesforzando incesantemente privándose de losfrutos de su trabajo colectivo —no por la fuerza,sino en general en conformidad fiel con reglaslegalmente establecidas. A este respecto, esimportante señalar que los medios de producción —es decir, la capacidad productiva entera que esnecesaria para producir bienes de consumo tantocomo capital adicional— puede legalmente ser, yen su mayor parte es, propiedad privada departiculares.En aras de la simplicidad, en la discusión que siguellamaré «trabajadores» a todos los que nocompartan la propiedad de los medios deproducción — aunque esto no corresponda al usohabitual del término. Los propietarios de los mediosde producción están en posición de comprar lafuerza de trabajo del trabajador. Usando losmedios de producción, el trabajador producenuevos bienes que se convierten en propiedad delcapitalista. El punto esencial en este proceso es larelación entre lo que produce el trabajador y lo quele es pagado, ambos medidos en valor real. Encuanto que el contrato de trabajo es «libre», lo queel trabajador recibe está determinado no por el

11

valor real de los bienes que produce, sino por susnecesidades mínimas y por la demanda de loscapitalistas de fuerza de trabajo en relación con elnúmero de trabajadores compitiendo por trabajar.Es importante entender que incluso en teoría elsalario del trabajador no está determinado por elvalor de su producto.El capital privado tiende a concentrarse en pocasmanos, en parte debido a la competencia entre loscapitalistas, y en parte porque el desarrollotecnológico y el aumento de la división del trabajoaniman la formación de unidades de producciónmás grandes a expensas de las más pequeñas. Elresultado de este proceso es una oligarquía delcapital privado cuyo enorme poder no se puedecontrolar con eficacia incluso en una sociedadorganizada políticamente de forma democrática.Esto es así porque los miembros de los cuerposlegislativos son seleccionados por los partidospolíticos, financiados en gran parte o influidos deotra manera por los capitalistas privados quienes,para todos los propósitos prácticos, separan alelectorado de la legislatura. La consecuencia es quelos representantes del pueblo de hecho no protegensuficientemente los intereses de los grupos noprivilegiados de la población. Por otra parte, bajolas condiciones existentes, los capitalistas privadosinevitablemente controlan, directa oindirectamente, las fuentes principales deinformación (prensa, radio, educación). Es asíextremadamente difícil, y de hecho en la mayoríade los casos absolutamente imposible, para elciudadano individual obtener conclusiones objetivas

12

y hacer un uso inteligente de sus derechospolíticos.La situación que prevalece en una economíabasada en la propiedad privada del capital está asícaracterizada en lo principal: primero, los mediosde la producción (capital) son poseídos de formaprivada y los propietarios disponen de ellos como loconsideran oportuno; en segundo lugar, el contratode trabajo es libre. Por supuesto, no existe unasociedad capitalista pura en este sentido. Enparticular, debe notarse que los trabajadores, através de luchas políticas largas y amargas, hantenido éxito en asegurar una forma algo mejoradade «contrato de trabajo libre» para ciertascategorías de trabajadores. Pero tomada en suconjunto, la economía actual no se diferenciamucho de capitalismo «puro». La producción estáorientada hacia el beneficio, no hacia el uso. Noestá garantizado que todos los que tienencapacidad y quieran trabajar puedan encontrarempleo; existe casi siempre un «ejército deparados». El trabajador está constantementeatemorizado con perder su trabajo. Desde queparados y trabajadores mal pagados noproporcionan un mercado rentable, la producciónde los bienes de consumo está restringida, y laconsecuencia es una gran privación. El progresotecnológico produce con frecuencia más desempleoen vez de facilitar la carga del trabajo para todos.La motivación del beneficio, conjuntamente con lacompetencia entre capitalistas, es responsable deuna inestabilidad en la acumulación y en lautilización del capital que conduce a depresiones

13

cada vez más severas. La competencia ilimitadaconduce a un desperdicio enorme de trabajo, y aesa amputación de la conciencia social de losindividuos que mencioné antes.Considero esta mutilación de los individuos el peormal del capitalismo. Nuestro sistema educativoentero sufre de este mal. Se inculca una actitudcompetitiva exagerada al estudiante, que esentrenado para adorar el éxito codicioso comopreparación para su carrera futura.Estoy convencido de que hay solamente un caminopara eliminar estos graves males: elestablecimiento de una economía socialista,acompañado por un sistema educativo orientadohacia metas sociales. En una economía así, losmedios de producción son poseídos por la sociedady utilizados de una forma planificada. Unaeconomía planificada que ajuste la producción a lasnecesidades de la comunidad, distribuiría el trabajoa realizar entre todos los capacitados para trabajary garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, yniño. La educación del individuo, además depromover sus propias capacidades naturales,procuraría desarrollar en él un sentido de laresponsabilidad para sus compañeros-hombres enlugar de la glorificación del poder y del éxito que seda en nuestra sociedad actual.Sin embargo, es necesario recordar que unaeconomía planificada no es todavía socialismo. Unaeconomía planificada puede estar acompañada dela completa esclavitud del individuo. La realizacióndel socialismo requiere solucionar algunosproblemas sociopolíticos extremadamente difíciles:

14

¿cómo es posible, con una centralización de granenvergadura del poder político y económico, evitarque la burocracia llegue a ser todopoderosa yarrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos losderechos del individuo y cómo asegurar uncontrapeso democrático al poder de la burocracia?

15

Villa Marqués de AguadoMayo de 2013

16