Pozoblanco- Cordoba (Mis Recuerdos)

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pueblo de Córdoba, fiestas, gastronomía, mis recuerdos

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    Pozoblanco: Aqu naci mi to Miguel. Mi to Miguel est en mis recuerdos mezclado con los de mi infancia en Pearroya (donde vivi desde que se cas hasta su muerte) cuando mis padres se fueron a vivir a unos 4 km de mi ta y empezaron a vivir al lado de su huerto, un lugar abierto y soleado donde crecan las flores silvestres ms bonitas que recuerdo! Todo apareca en primavera alfombrado de flores amarillas y entre ellas como grandes manchas se vean grupos de amapolas rojas y margaritas.

    Entre aquel barrio de huertos y el pueblo abundaban los campos de trigales y cebada, adems de algunas encinas que daban sombra de vez en cuando a aquel camino. En el primer huerto se encontraba una tienda surtida de los alimentos ms necesarios de aquellos tiempos: el pan y el vino. Recuerdo como silbaba y soplaba el viento por las tardes y las noches de invierno en aquellos campos, siempre le tena miedo a aquel silbido siendo una nia, recuerdo que cuando lo oa no poda conciliar el sueo, para m era como el rugir de un gran monstruo de mi infancia. El

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    color gris azulado de las montaas de Sierra Morena que se divisaban a lo

    lejos desde nuestra casa, nos separaba de otras aldeas y pueblos.

    Recuerdo la carretera de aquellos aos terriza a partir de la va de la estacin cogida de la mano de mi abuela, deba tener unos 4 o 5 aos y ya

    estaba acostumbrada a andar por aquellos caminos para llegar a casa de mis padres. En verano bamos descansando a la sombra de cada encina que se acercaba al camino, donde solo se oan las cigarras, el pasar por las cunetas a los lagartos y serpientes, algn burro con su dueo que regresaba a su cortijo y algunos perros que algunas veces

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    se asemejaban a los lobos, hasta que por fin empezbamos a ver al final de una curva la primera casa y despus las largas hileras de moreras hasta llegar al pozo de la Bomba, llamado as porque su agua llegaba all bombeada por una bomba enorme desde el rio que regaba todos los huertos, unas veces al atardecer y otras por la maana muy temprano segn la poca del ao, y por fin el camino que haba hecho mi padre para subir a la casa, sombreado por sus parras de todas las variedades que haba encontrado y que sus pmpanos con sus tallos, hojas, zarcillos y frutos, todo surgido de las yemas de sus nudos, dejaban una sombrita muy agradable en los veranos calurosos de Andaluca.

    Mi abuela M Dolores era nica para los nios, yo creo que se deba a la dulzura de su voz, nunca daba una voz ms alta que otra y a su corazn tierno y compasivo. Tena una escasa curiosidad por la vida de los dems y quizs esto la converta en la perfecta depositaria de secretos ajenos. Llevaba siempre el cabello peinado hacia atrs y recogido en una trenza que luego converta en moo en la nuca. Vivi y sufri sin quejarse valientemente. Su vida, de los aos anteriores a aquellos que me llevaba de

    Por aqu cruzaba de la

    mano de mi abuela.

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    la mano, tena que haber estado cargada de ansiedad, marginacin y desesperacin por el simple hecho de ser mujer en aquellos tiempos. Sus partos no la obligaban a abandonar por mucho tiempo su trabajo y la familia sobrevivi multiplicndose en aquellos aos de inestabilidad y guerra donde vivi. Yo creo que dispona de un arma que ya ha desaparecido casi por completo, su fe en Dios, en la justicia y la verdad. Esto le llev a confiar por entero en sus manos, confiaba en ella, sabia sin duda que era una persona til y honrada. Mis abuelos confiaban en ellos mismos y se respetaban como individuos. Mi abuela ofreca a Dios su propio valor y dignidad y no hacia lo que ahora hace la mayora de las personas, que se dejan arrastrar por otras que parecen ms fuertes que ellos y aunque estn equivocadas se agarran a sus faldas o pantalones dejndose llevar por ellas, aunque sea al abismo.

    El Guadiato al paso por aquel barrio solo era rio la mitad del ao, despus con la llegada del verano y en los aos de sequa dejaba ver sus entraas, dejando a los peces en solo unas charcas poco profundas y arenosas. La tierra se resecaba y resquebrajaba, los arroyos que durante el invierno

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    corran aumentado con sus aguas el caudal del rio dejaban de fluir, las lluvias brillaban por su ausencia y las fuentes cercanas se secaban En cambio cuando llegaban las lluvias lo oamos rugir desde nuestra casa, era increble, inundando el terreno al lado de sus riberas y llevndose la arena y piedrecitas que aparecan en verano.

    En sus orillas crecan caas de considerable altura, juncos y adelfas con sus flores que volvan a aparecer con el buen tiempo para que las nias que vivamos all nos hiciramos collares insertando sus flores en los juncos tiernos y flexibles para podrnoslo poner en el cuello.

    La cantidad de flores que brotaban tras un invierno lluvioso era increble, recuerdo los nombres que de nia junto con mis hermanas le ponamos a esas hierbas y flores silvestres: cuchillitos de la reina, ratoncitos,

    Recuerdo donde vivan los sapos en el huerto de mi padre, los lagartos y serpientes. Recuerdo unos pjaros que tenan una cresta y olan muy mal, a qu hora cantaban los jilgueros en primavera y verano. Incluso

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    recuerdo como olan aquellos campos, el olor de la vaina de las habas cuando las cogamos de las matas, los cebollinos, los ajetes, el perejil y el cilantro. Recuerdo a mi madre guisando con todas aquellas verduras del huerto y todava la veo al lado de la estufa de carbn friendo pimientos, muchos pimientos, aquella sartn era enorme para lo pequeita que era yo, su imagen la llevo siempre conmigo cuando recibo alguno de estos olores. Su cantar tena un ritmo y una armona que la haca sonar como una dulce msica a los odos de todos sus hijos. Mis hermanos posean atractivo en aquella poca e irradibamos mucha alegra a pesar de aquellos tiempos tan escasos de todo. A la entrada de la casa, mi madre

    plant esquejes de geranio, rosales, malva loca, amapolas de la india y recuerdo que le encantaba la espuela de caballero, plantas rusticas y

    perennes que alcanzaban bastante altura 1 o 2 metros, recuerdo sus flores formando racimos o espigas de vivos colores, siempre me gustaron como a mi madre las de color purpura y azuladas.

    Espuela de

    caballero

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    La malva loca tambin llamada malvarrosa o malva real es una planta

    herbcea perenne con tallos erectos de 2-3 metros de altura y de origen China.

    Amapolas

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    Deca al principio que a mi to Miguel lo asocio siempre con aquel campo, siempre apareca por all sin avisar, le veamos venir por aquel camino terrizo hasta llegar a nuestra casa, a m me pareca alto, derecho como una vela, siempre vestido con su traje oscuro y camisa blanca, su semblante siempre serio, pero cuando llegaba al lado de mi madre o de mi ta su rostro cambiaba y se volva agradable, risueo con ellas, gastndoles bromas y contndoles chistes e historietas de humor negro, temas oscuros para el ser humano, quizs un ejemplo de lo que vivi en sus tiempos: tragedias, normas sociales, enfermedades, guerras, religin, poltica y mucha discriminacin. Rea con ellas de cualquier cosa sin importancia, viaj a frica muy joven y se cas con una mujer seria, muy repeinada siempre, chiquita, delgada y al no tener hijos soportaba de mala gana las travesuras de los sobrinos, que en aquellos tiempos como nos tenan tan vigilados para que no molestramos eran pocas.

    Como mi abuela viva con mi ta casi siempre, en verano se iba con mi madre al campo a veces, recuerdo sus visitas a mi abuela, la recuerdo siempre quejndose de sus dolencias, con muchas prisas, venia en el

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    autobs que se coga cerca de su casa y la dejaba muy cerca de la nuestra, siempre llegaba con una caja de cartn llena de pestios con azcar hechos por ella para mi abuela M Dolores. Tengo que decir que he visto y probado muchos pestios, pero nunca como aquellos: buensimos, grandes, finos, crujientes al mismo tiempo que tiernos, con sabor a hierbas y ans, as los recuerdo yo. Se sentaba en el saln en una silla de comedor y all esperaba a que llegase la hora del autobs para volver a su casa sin moverse de aquella silla para nada, la visita se repeta tres veces al ao. Navidad, Semana Santa y la Feria del pueblo.

    Recuerdo tambin mis visitas a su casa todos los veranos cuando volva al pueblo. Mi to iba envejeciendo como todos mis mayores y su mujer haba enfermado de depresin, se meti en la cama durante unos 10 aos o ms sin tener otra enfermedad y all termin toda su vida. Mi to al no tener hijos qued en manos de su cuada y de su hijo que haban cuidado de su

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    mujer. Mi ta le acompa varias veces al hospital de Crdoba cuando enferm y trataba de animarlo. Mi ta fue discreta, nunca deca nada de lo que hablaba con su hermano, solo deca que la vida a su hermano le sonri poco en aquellos aos. Mi ta contaba que de pequeos todo su entretenimiento era la naturaleza, el campo, la va del tren, los pozos y las cuevas. A veces contaba sus hazaas de nios por el campo, se metan en los pozos bajando por las piedras de su brocal, si ste era pequeo lo saltaban y yo tonta de m, no viendo el peligro hacia lo mismo que mis hermanos mayores para hacerles ver que yo tambin era valiente -

    Ella quera mucho a sus hermanos, creo que su genio le vena de no poder hacer nada por ellos cuando no le pedan ayuda en lo que ella no poda ni deba intervenir, pero los quera, yo lo vea en sus ojos, aprend a ver su desesperacin en sus ojos grises azulados, en su cara, era muy discreta con sus cosas y los suyos pero se revolva cuando no los vea felices en aquellos aos que les toc vivir: el machismo de la sociedad, sola decir