Upload
lythuy
View
215
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
INTRODUCCIÓN
Este ensayo documenta la historia de un proceso personal y familiar. Cuenta de nuestro acercamiento, como familia como “Unidad productiva”, al cultivo de caigua, zapallo, pepinillo, lechuga, col china, tomate, perejil, cebolla china, rocoto y granadilla como métodos orgánicos, en campo de cultivo a pequeña escala. Compartimos las experiencias que hicimos durante un año, por incentivo de generar ingresos para solventar a la familia y para la nutrición familiar. Por motivo que nuestras plantaciones de cafetos hubo contaminación e infección de esta enfermedad de la roya amarilla, estableciendo vínculos de trabajo, y dándolo un valor agregado a los tallos de cafetos, como tutorados (poste) y tinglados (Techos) para las espalderas (palos para guiarles para arriba) para evitar que los frutos se dañen al crecer sobre la tierra. Ya que contamos con cuatro variedades de hortalizas que son plantas de porte rastrero que es capaz de adherirse a los palos a través de sus zarcillos . Quizás este relato pueda servir de inspiración para quienes no tienen acceso a una tierra, pero si tienen la inquietud de aprender y hacerse mas responsables de la producción de alimentos.
Antecedentes - ¿De dónde venimos?. A pesar del interés y la supuesta “experiencia” en el ámbito de la agricultura
orgánica y horticultura, hay que reconocer que no somos agricultores de
nacimiento. Entramos a esto de la “vida holística” motivados por la búsqueda de
una vida sencilla en conexión con la tierra.
En mi caso personal, este interés comenzó a los 15 años en el año 1988,
cuando colabore a realizar un huerta de hortalizas al club de madres, un
programa establecido en las zonas rurales de cada ciudad de mi País (Perú).
Que cultivaban rábanos y pepinillos, la parcela se implemento con hoja de
chapaja, árbol nativo de la Selva Central, que se utilizo como el tinglado del
biohuerto, Por un ambiente cálido, desde ese entonces era siempre mi objetivo,
un sueño que cumplir tener mi huerta familiar.
En enero del 2013,visite a un vecino a su finca, quien cultivaba la granadilla de manera orgánica, muy cerca de mi pueblo natal, me mostró que es posible hacer las cosas de una manera completamente diferente. Y caminando por el centro poblado cerca a un colegio observe una planta de caigua y rocoto agraciado.
Resurgió entonces mi pasión por “lo orgánico”, y dentro de mi expresando yo también puedo hacerlo y con mas motivación por la plaga que acabo con mi producción de cafetos, visto como un modo de vida, un sendero a seguir y explorar. También descubrí, que esta vida es más “natural” a menudo puede ser dura, implica nadar contra corriente, se requiere la disposición de aprender de la naturaleza, también se necesita constancia, paciencia, observación y perseverancia
Ciertos aspectos resonaban profundamente en mí y que mejor brindándolo una mejor alimentación saludable, equilibrada a mi pequeña hija y mi amada esposa. Es entonces, cuando se comienza a generar la necesidad de utilizar una normativa que permite uniformar criterios y establecer parámetros a seguir según los mercados de destino. Las Buenas Practicas Agrícolas (B.P.A), la trazabilidad de los productos y las Buenas Practicas de Manufactura (B.P.M), son un claro ejemplo de la búsqueda por una agricultura de mejor calidad, con productos de alto nivel y con características en los mercados externos.
Así comencé a producir y bridándolo dedicación a mi huerta familiar, ya que el ritmo cada vez mas acelerado que esta tomando la proyección y comercialización de los productos peruanos. Exige que día a día los productores se vayan acercando a satisfacer los requerimientos de los nuevos consumidores y unas de las principales exigencias a nivel mundial es la información, tanto del origen como de la composición de los productos que se consumen, aumentando con esto las exigencias fitosanitarias y de inocuidad en la producción. Así empecé a cultivar mis variedades de hortalizas.
Preparacion de terreno para la siembra
Caigua Col china Lechuga
Tomate Cebolla china Zanahoria
Perejil Pepino Rocoto
De cafetos a huerta familiar .
Comencé mi trayectoria utilizando el terreno de los cafetos deterioradas
por la plaga y cafetos renovadas, manteniéndola la distancia apropiada.
Para el cultivo de rocoto que realice la siembra indirecta, en el mes de
enero. Tanto para la caigua, col china, lechuga, zanahoria, zapallo,
pepinillo, tomate, perejil, cebolla china y granadilla se realizó una
siembra directa.
Zapallo
Es todo un proceso igualmente “orgánico”. y nuestra búsqueda de la
autosuficiencia, estaba claro que queríamos producir buena parte de nuestra
comida allí y abastecernos ya que contamos con clima y temperatura favorable.
Entonces viaje a la ciudad de Oxapampa que se dedican al cultivo de
granadilla. Obtuve las semillas y empecé a cultivar la fruta desde el 16 de
marzo, (2013).
Parcela de Zanahoria
Parcela de la Caigua
Parcela del Rocoto
La primera parcela orgánica
Parcela de perejil
Parcela de Zapallo
Se controlo las malezas con machetes. Mi amada esposa apoya en el campo.
Llegó el momento de la cosecha, que fue abundante. Recolectamos la caigua, col china, lechuga, zanahoria, pepinillo, zapallo, tomate, perejil, cebolla china y rocoto. Cosechamos rocoto aproximadamente 400 kilogramos mensual. muy bueno en calidad y cantidad, caigua 150 kilogramo mensual, tanto los restos de variedades como la (col china, zanahoria, pepinillo, zapallo, tomate se recolecto 100 kilogramos mensuales y 30 kilogramos mensuales de perejil . Considerando el tamaño de parcela del sembrío.
Resumiendo esta primera etapa de experiencias relacionados con agricultura orgánica en tierras ejidales, podemos confirmar que los resultados fueron muy satisfactorios, y nos motivaron para seguir en este camino.
Parcela de
Tomate
Parcela de col
Parcela de col china Parcela de Col Corazon
Cosecha
No hay que olvidarse del principio 3 de la permacultura: “Obtener un rendimiento”. Se selecciono por madurez fisiológica, sobre madura, madura por tamaño y clasificación de frutos, lo que significa que será destinada al consumo humano, para ensaladas, relleno de caigua, saltado de caigua, mazamorra de zapallo y rocotos para los cebiches que es el plato preferido en Perú. El resto de menor calidad, incluye todo lo que se enfermó, lo que se dañó. Todo esto lo dejamos para las gallinas.
La cosecha fue bastante austera .Participaron 6 integrantes en la recolección.
ACTUALMENTE ESTAMOS COMERCIALIZANDO A MERCADOS LOCALES DE LA PROVINCIA DE DONDE VIVIMOS.
LA DIFICULTAD QUE NOS OBSTRUYE ES EL TRANSPORTE DE LOS PRODUCTOS YA RECOLECTADOS DE LAS PARCELAS HACIA EL MERCADO.
Caigua
Col china Perejil zapallo Tomate
Lechuga
Pepino
Cebolla china
Zanahoria
Rocoto
Aprendí mucho trabajando a “escala pequeña”. En algunos
espacios utilizamos técnicas del cultivo adecuados, para la
producción de hortalizas en un espacio reducido
(previamente fertilizado y trabajado por la gallinas, que
manejamos en rotación con las hortalizas). Estamos
produciendo una cantidad creciente de fruta y hortalizas.
También hay gallinas, huevo y carne, casi siempre.
También hay cosas que podemos aportar, como esto de los biofertilizantes y abonos agroecológicos, y especialmente nuestra mano de obra.
Es la más importante para el crecimiento orgánico.
Es esto de reacomodar la tierra alrededor de las matas jóvenes, de remover terrones, de desenterrar las plantitas que se habían quedado tapados con tierra después de la renovación. Aplicada en el campo con las metodologías más baratas, orgánicas y caseras. Por supuesto, todo esto significa algo de trabajo y dedicación.
Se realizo y estamos elaborando compost del estiércol de gallinas, compost de cascara de plátano ya que esto nos ayuda para la nutrición de las plantas. Y para el control de plagas utilizamos el rocoto con
jabón previamente mezcladas. Almacén para la descomposición de abonos
orgánicos
Dormitorio de las gallinas Almacén de excrementos de las gallinas
La magia de la libertad de crecer. En nuestra humilde trayectoria como agricultores nos hemos enfocado, hasta ahora, al cultivo de caigua, col china, lechuga, pepinillo, tomate, zapallo, zanahoria, perejil, cebolla china, rocoto y granadilla. Hemos trabajado nuestra parcela de una manera bastante “rústica”: trabajos fueron realizados con el poder de los músculos.
El trabajo del campo es duro. Hay que “entrenarse” un poco. Significa estar muchas horas al sol, expuestas a lluvia, frío, viento, al principio, el trabajo puede parecer como aburrido y monótono.
Mi padre dijo “No mires hacia el final del surco, pon tu atención en la mata donde trabajas.” Así aprendí, que puede ser una meditación, una invitación para estar en el presente, respirar, y hacer los simples trabajos repetitivos, que nos exige el mantenimiento de la parcela.
El terreno que rodea mi casa, es un bosque comestible un hermoso lugar productivo con yuca, plátano, papaya, maracuyá, limón, huacatay. Siempre hay algo que comer y cosechar.
Mi esposa nos está surtiendo con ensaladas, hechas a mano los tradicionales rellenos, saltados de caigua, mazamorra y sopa de zapallo. Nos preguntamos
¿Qué pasa con proteínas y carbohidratos? . Son elementos básicos, que dependemos de la sostenible agricultura orgánica. Yuca
Papaya
Plátano
Huacatay
Conclusiones
Evaluación, y perspectivas para el futuro Mientras la historia aquí documentada pueda parecer
como curiosa e interesante, mi propósito es el proceso
de convertirnos en “agricultores posmodernos” como una
de las actividades que necesitaremos desarrollar cada
vez más, para ser ciudadanos responsables, productivos
e inter dependientes, en vez de mantenernos como
consumidores pasivos y dependientes, buscando
expiatorios de la situación que atravesamos.
Necesitamos urgentemente más gente comprometida
con la regeneración de suelos y la producción de
alimentos, ya que a largo plazo, es la salud y
productividad de tierra, la que determina y limita la
prosperidad y el desarrollo de las civilizaciones
Aproximadamente un año de compromiso laboral, dentro
de mi ha crecido un profundo respeto por su labor.
Producir alimentos, con el fin de alimentar a mi familia y
generar ingresos en tiempos de crisis y escasez.
Es una de las actividades más necesarias, honestas y
nobles que existe. Necesitamos de un mayor número de
personas comprometidas con la producción de alimentos
(Huerta familiar).