Psicopatas y Delincuentes- Dr. Ricardo Ernesto Risso

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Comparacion entre psicopatas ydelincuentes

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    PSICOPATAS Y DELINCUENTES

    ESTUDIO PSIQUIATRICO DIAGNOSTICO DIFERENCIAL

    Dr. RICARDO ERNESTO RISSO

    I.- INTRODUCCIN

    Partir de trminos psiquitricos y aplicarlos tal cual en psicologa

    normal y en caracterologa, ha sido una de las trasposiciones analgicas ms enojosas

    en que incurrieron numerosos psiquiatras y psiclogos. As adverta GABRIEL

    DESHAIES, en 1961, acerca de la necesidad de conceptuar lo patolgico con rigor

    intelectual, para evitar la moralizacin de la psiquiatra y la psicologizacin de la vida.

    La realidad ha corrido en sentido inverso al de estas recomendaciones del

    ancien-mitre de la psiquiatra francesa: observamos una creciente contaminacin del

    hablar corriente por vocablos psicopatolgicos, con el correspondiente deslizamiento de

    sentido desde lo sustantivo hacia lo adjetivo. Ya es habitual que se califique como

    histrica a la persona simptica y seductora, como obsesivo al sujeto prolijo y

    metdico, como fbico al timorato o pusilnime. O como psicpata al inmoral.

    El bien ganado prestigio de nuestra disciplina ha contribuido a difundir

    sus conceptos dentro de la sociedad. Por un lado, ha permitido una visin ms amplia

    sobre el acontecer anmico. Por otro, han aparecido los problemas y peligros inherentes

    a toda divulgacin: se ha verificado la psicologizacin de la vida que tema

    DESHAIES. Y, en el caso de los psicpatas, es del todo evidente la moralizacin de la

    psiquiatra.

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    Todo acto desconsiderado, provechoso, egosta y exento de culpa, es

    considerado psicoptico. He aqu, en esta equiparacin de la maldad y/o la

    delincuencialidad con la psicopata, el ejemplo prototpico de un diagnstico moral.

    Cuando el mdico adhiere y realiza este tipo de formulaciones incurre de

    lleno en una trasgresin tica. Como todo ciudadano, el mdico tiene derecho a tener y

    expresar opiniones morales, pero debe quedar claro que lo que formula es exactamente

    eso. De manera tal que, al expresarse, denuncia simultneamente cul es su punto de

    vista valorativo. La trasgresin tica proviene de agregar a su opinin el peso de la

    ciencia que supone todo diagnstico. O, en otros trminos, confundir un diagnstico

    mdico con una valoracin moral.

    Es necesario advertir a los colegas acerca de los peligros de usar con

    ligereza el trmino psicpata, o de formular el diagnstico moral y/o

    contratransferencial de la psicopata. Siempre son serias las consecuencias de que un

    mdico psiquiatra suscriba ese diagnstico. Ms aun si lo asienta en una historia clnica,

    y ni qu hablar si forma parte de las conclusiones de un dictamen mdico-legal.

    Cuando alguien opina que tal persona o tal conducta es inmoral est

    diciendo, al mismo tiempo, qu es para l lo moral. El valor de esa opinin radicar

    en las cualidades de la persona que la emite. Y nunca dejar de ser algo contingente

    porque es sabido que lo que en una poca es inmoral en otra no lo es, que lo que aqu es

    inmoral all no lo es. Y tambin subjetivo, por que aun dentro del mismo tiempo y

    contexto, lo que para uno es inmoral no lo es para otro.

    En cambio, un diagnstico ha de ser edificado sobre los criterios ms o

    menos consensuados (metapsicolgicos, psicopatolgicos y clnicos) que identifican

    una enfermedad. El valor de un diagnstico no descansa en las cualidades del

    profesional que lo emite, sino en la afeccin que designa.

    Ha de evitar el mdico quedar mentalmente encarcelado en diagnsticos

    de rigidez taxonmica. Perder de vista a su paciente, y poco podr hacer para

    comprenderlo y ayudarlo. Est claro que no hay dos psicticos, dos neurticos o dos

    perversos, que sean iguales. Del mismo modo, no hay neurtico que no tenga aspectos

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    perversos, ni psictico que no tenga aspectos neurticos. Tampoco hay normales que

    no tengan funcionamientos neurticos o perversos. Ms aun: el psicoanlisis ha

    mostrado la supervivencia de ncleos psicticos de la personalidad, provenientes de

    las ms tempranas experiencias infantiles.

    Los excesos del antiguo afn por formular diagnsticos muy especficos

    en desmedro de la individualidad del paciente, ha producido un fenmeno de

    contracultura en el campo de la salud mental que se manifiesta en dos modalidades, a

    su vez opuestas entre si. Por un lado, no se diagnostica por el temor a ser considerado

    o sentirse un reduccionista. Por el otro, se formulan diagnsticos con base en

    criterios estadsticos y a-tericos que tampoco mejoran la comprensin del padecer

    del sujeto. En esta ltima forma el dilogo con el paciente se sostiene el tiempo

    necesario para lograr el encuadre en alguno de los tems del manual, y a continuacin se

    le prescribe la molcula recomendada para ese cdigo.

    Pese a la actual y en cierta medida, beneficiosa relativizacin, la

    importancia del diagnstico no se ha extinguido. En la medida en que se efecte con un

    criterio dinmico, el diagnstico conserva su aptitud para enunciar la estructura de una

    personalidad y la psicopatologa de una enfermedad. Y tambin tiene un valor

    pronstico, tanto desde el punto de vista mdico-legal como teraputico. En el primer

    caso, como predictor de conductas (peligrosidad, violencia, prodigalidad,

    sugestionabilidad, influenciabilidad). En el segundo caso, como predictor del tipo de

    transferencia que predominar en el curso del tratamiento y, en consecuencia, de la

    forma en que el terapeuta deber intervenir, predominantemente.

    Sin embargo, es aqu donde vemos cmo la declinacin del sentido

    nosogrfico de los vocablos psicopatolgicos perturba la comunicacin en el discurso

    psiquitrico.

    Tenemos la experiencia cotidiana de experimentados profesionales, que

    comparten durante aos el mismo lugar de trabajo, y ante un diagnstico no pueden

    acordar si se refiere a una estructura de la personalidad, a un rasgo de carcter o a un

    sntoma. Es que el mismo vocablo, usado indistintamente para designar cualquiera de

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    las tres categoras, adquiere una polisemia que impide un mnimo deseable de

    entendimiento.

    Tambin contribuye a esto la tendencia actual, de fuerte inspiracin

    norteamericana, a construir sndromes psico-sociales teniendo en cuenta la fuerte

    repercusin de ciertas conductas en la comunidad (mujer golpeada, Mnchhausen,

    alienacin parental, mobbing). La personalidad antisocial pareciera ser un buen

    ejemplo de esta tendencia.

    El problema radica en que los sndromes psico-sociales carecen de la

    especificidad que reclama la nosografa psiquitrica. De suma utilidad en la psicologa

    social, la sociologa y la criminologa, son en cambio poco ilustrativos acerca de la

    individualidad del sujeto en estudio. Para usar un ejemplo habitual: cuando los

    bebedores excesivos se convierten en enfermos alcohlicos, comparten un patrn

    comn entre ellos. Pero, todos llegaron al alcohol por las mismas razones? Todos

    buscan los mismos efectos? En todos aparece la compulsin con los mismos

    estmulos? El conflicto que desencadena la compulsin es el mismo para todos, o es

    especfico de cada individuo?

    La nocin de personalidad antisocial adolece de inconvenientes

    parecidos. La antisocialidad supone un patrn persistente y deliberado de ataque a las

    normas que rigen la convivencia entre individuos de una determinada comunidad.

    Requiere tambin que la conducta antisocial no sea un sntoma de otra enfermedad

    reconocible, sino ms bien un trastorno primitivo.

    Caben aqu las mismas preguntas: Todos los antisociales lo son por las

    mismas causas? El conflicto que dispara la conducta antisocial es siempre el mismo?

    Las motivaciones son las mismas? El fin buscado es el mismo?

    Nada nueva es la dificultad que ha trado la equiparacin de los trminos

    Personalidad psicoptica Personalidad de accin Personalidad antisocial,

    como si fueran tres maneras indistintas de formular el mismo diagnstico. Yo observo,

    en cambio, algunas diferencias muy ntidas. La psicopata y la antisocialidad son

    siempre disvaliosas, y muestran el germen tantico de la compulsin de repeticin. En

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    cambio, la personalidad de accin, segn su aptitud para la sublimacin y la formacin

    reactiva, puede ser incluso muy valiosa. La psicopata es una organizacin de la

    personalidad, es decir, una estructura, mientras que la personalidad antisocial se aplica

    a un patrn de conducta que puede hallarse en distintas estructuras de personalidad.

    La colisin sistemtica con las leyes que una comunidad acepta como

    regulacin proviene de personalidades muy distintas, que no se dejan abarcar por el

    trmino genrico de antisocial. Tal es el caso de los psicpatas y los delincuentes,

    cuyas enormes diferencias nos proponemos presentar en este trabajo. Ambos son

    primitivos, en el sentido mencionado de que su actividad antisocial no es sntoma de

    otra enfermedad diagnosticable. Y sin embargo, entre ellos casi no hay otra analoga

    fuera de la actividad antisocial.

    II.- LA PSICOPATIA

    Resea Histrica de la entidad nosolgica

    Evolucin de los Criterios Diagnsticos Actuales

    La resea tomada de Francisca Cantero (1993), muestra la histrica

    preocupacin de los estudiosos por estos verdaderos inclasificables de la Psiquiatra.

    Desde el advenimiento con Ph. Pinel de la Psiquiatra como ciencia oficial ha llamado

    la atencin este grupo de desequilibrados y anormales que, en sentido estricto, no

    podan ser considerados ni locos ni cuerdos, ni enfermos ni sanos, ni curables ni

    intratables. No hay escuela que no haya propuesto una etiologa, una patogenia y una

    teraputica, al mismo tiempo que el escepticismo corona la evidencia clnica de la

    refractariedad e ineficacia de los mtodos de abordaje.

    Los criterios diagnsticos de los manuales internacionales se han

    modificado en las sucesivas ediciones, lo que se ilustra con un resumen de los mismos.

    Tambin se agrega el sndrome elaborado por Harvey Cleckley, uno de

    los psiquiatras que ms profundamente ha penetrado en la mente de los psicpatas y

    ms ha contribuido a la comprensin de esta organizacin de la personalidad.

    YairResaltado

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    PSICOPATAS - CRONOGRAMA HISTORICO

    1809 PINEL Mana sin Delirio o Mana Razonante

    1812 RUSH Defecto especfico y congnito: Insensibilidad Moral

    1835 PRITCHARD Introduce el trmino Moral Insanity

    1838 ESQUIROL Monomana Homicida

    1854 J-P FALRET Acerca de la no existencia de las Monomanas

    1857 MOREL Tratado de las Degeneraciones fsicas, intelectuales y morales de la especie humana

    1885 KAHLBAUM Una nueva forma de locura moral 1890: Heboidofrenia.

    1888 KOCH Introduce el concepto de Psicopata Inferior.

    1895 MOREL Los hereditarios degenerados superiores

    1896 KRAEPELIN Presenta el trmino Personalidad Psicoptica

    1912 DUPR Informe sobre las Perversiones Instintivas - ...del Instinto de Asociacin: Perversidad de los antisociales.

    1923 SCHNEIDER Las Personalidades Psicopticas

    1941 CLECKLEY La Mscara de la Cordura

    1944 HATHAWAY Se desarrolla la escala 4 Desviacin Psicoptica McKINLEY (PD) y la escala 9 Hipomana (Ma) del MMPI

    1964 McCORD El Psicpata: ausencia de amor y remordimientos

    1966 ROBINS Bases Para los criterios del DSM

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    CRITERIOS DE DIAGNOSTICO del DSM-III-R

    Eje II TRASTORNO DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL

    APARTADO A) Antes de los 15 aos TRES MS de los siguientes:

    1. Ausentismo escolar (frecuencia)

    2. Huidas del hogar o escapadas sin retorno (por lo menos dos veces) viviendo

    con los padres biolgicos o adoptivos.

    3. Iniciacin de peleas fsicas (a menudo)

    4. Utilizacin de armas (en ms de una ocasin)

    5. Utilizacin de fuerza para obtener relaciones sexuales

    6. Manifestaciones fsicas de crueldad con los animales.

    7. Manifestaciones fsicas de crueldad con las personas

    8. Destruccin deliberada de la propiedad de otros.

    9. Participacin deliberada en incendios.

    10. Mentiras frecuentes (distintas a las necesarias para evitar agresiones).

    11. Robos, incluyendo falsificacin, en ms de una ocasin (sin enfrentamiento con

    las vctimas).

    12. Robos, enfrentndose a las vctimas (amenazas, tirones, chantajes, robo armado).

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    APARTADO B) A partir de los 18 aos Por lo menos CUATRO:

    1. Incapacidad para mantener relaciones laborales consistentes, puesta de

    manifiesto en las siguientes conductas:

    a) Desempleo al menos durante 5 aos (cuando se supone que puede

    trabajar y hay disponibilidad laboral).

    b) Ausencias repetidas e inexplicables del lugar de trabajo.

    c) Abandono de trabajos, sin planes realistas para obtener otros.

    2. Fracaso en adaptarse a las normas sociales con respecto a la conducta legal,

    puesto de manifiesto por llevar a cabo actos antisociales, que pueden ser motivo

    de arrestos o no (destruccin de propiedad, molestias a la gente, ocupacin)

    3. Manifestaciones de agresividad e irritabilidad. Se incluyen malos tratos a la

    pareja o a los nios, as como las luchas o ataques fsicos repetidos (no

    necesarios por las caractersticas del trabajo, o por defenderse a s mismo o a los

    dems)

    4. Fracasos repetidos en el cumplimiento de las obligaciones econmicas como,

    por ejemplo, no pagar las deudas o la incapacidad para mantener a los nios o a

    cualquier persona dependiente del sujeto.

    5. Incapacidad para planificar y presencia de actuaciones impulsivas puestas de

    manifiesto.

    a) viajar de un sitio a otro sin tener trabajo fijo, objetivos claros o una idea

    exacta de cuando va a terminar el viaje.

    b) Falta de direccin fija durante un mes o ms.

    6. Ausencia de inters por la verdad, uso repetido de mentiras, alias o bromas a los

    dems, realizadas para provecho o placer personal.

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    7. Despreocupacin por la seguridad propia y de los dems puesta de manifiesto en

    conductas como, por ejemplo, conducir a una velocidad inadecuada o bajo los

    efectos de drogas o alcohol.

    8. Incapacidad de actuar de manera responsable cuando se acta como padre o

    cuidador, puesta de manifiesto por una de las siguientes caractersticas:

    a. Nios desnutridos.

    b. Enfermedades infantiles debidas a falta de higiene.

    c. No obtener ayuda mdica si el nio est enfermo.

    d. Que el nio dependa, para sus necesidades de alimento y cuidado, de

    vecinos o parientes lejanos.

    e. Dejar a los nios sin cuidado cuando sale.

    f. Despilfarro del dinero para las necesidades del hogar.

    9. Ausencia de relacin totalmente mongama, durante ms de un ao.

    10. Ausencia de remordimientos: excusas para daar, maltratar o robar.

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    CRITERIOS DE DIAGNOSTICOS del DSM IV

    I) DEL TRASTORNO DE PERSONALIDAD

    Rasgo de Personalidad:

    Patrn persistente de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre

    uno mismo.

    Trastorno de Personalidad:

    Los Rasgos pasan a ser Trastorno cuando son inflexibles y desadaptativos y cuando

    causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo.

    Caracterstica Principal del Trastorno de Personalidad:

    Patrn permanente de experiencia interna y de comportamiento, que se aparta

    acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto.

    Debe cumplir con DOS de los siguientes criterios:

    A) Manifestarse en dos o ms de las siguientes reas:

    1) Cognicin (percepcin de s mismo, de los dems, y de los

    acontecimientos)

    2) Afectividad (intensidad, labilidad y adecuacin de las respuestas).

    3) Actividad Interpersonal.

    4) Control de los Impulsos.

    B) Inflexible y extendido a amplia gama de situaciones personales y sociales.

    C) Malestar clnicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras reas

    importantes de la actividad del individuo.

    D) Estable y de larga duracin, con inicio al menos en la adolescencia o en el

    comienzo de la edad adulta.

    E) No es manifestacin o consecuencia de otro trastorno mental.

    F) No es debido a los efectos de una substancia ni a una enfermedad mdica.

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    AGRUPACIONES DEL EJE II

    El EJE II describe DIEZ TRASTORNOS ESPECFICOS de la

    personalidad, y los rene en TRES AGRUPACIONES en base a la similitud de sus

    caractersticas:

    GRUPO A: (los ms psicticos)

    PARANOIDE

    ESQUIZOIDE

    ESQUIZOTPICO

    GRUPO B: (los ms inestables)

    ANTISOCIAL

    LIMTROFE

    HISTRINICO

    NARCISISTA

    GRUPO C: (los ms neurticos)

    POR EVITACIN

    POR DEPENDENCIA

    OBSESIVO COMPULSIVO

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    II) DEL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD

    A) Patrn general de desprecio y violacin de los derechos de los dems que se

    presenta desde la edad de 15 aos. TRES MS de los siguientes tems:

    (1) Fracaso para adaptarse a las normas sociales respecto del

    comportamiento legal (actos repetidos que son motivo de detencin).

    (2) Deshonestidad, mentiras repetidas, usos de alias, estafar a otros

    por beneficio o por placer.

    (3) Impulsividad, incapacidad para planificar el futuro.

    (4) Irritabilidad, agresividad (peleas fsicas, agresiones)

    (5) Despreocupacin imprudente por su seguridad o la de los dems.

    (6) Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de

    mantener un trabajo con constancia o hacerse cargo de obligaciones

    econmicas.

    (7) Falta de remordimientos. Indiferencia o justificacin por haber

    daado, maltratado o robado a otros.

    B) El sujeto tiene al menos 18 aos.

    C) Hay pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de los 15 aos.

    D) El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de

    una esquizofrenia o de un episodio manaco.

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    CRITERIOS DIAGNOSTICOS DE HARVEY CLECKLEY 1941

    1. Inexistencia de alucinaciones o de otras manifestaciones del pensamiento

    irracional.

    2. Ausencia de nerviosismo o de manifestaciones neurticas.

    3. Encanto externo y notable inteligencia.

    4. Egocentrismo patolgico e incapacidad de amar.

    5. Gran pobreza de reacciones afectivas bsicas.

    6. Vida sexual impersonal, trivial y poco integrada.

    7. Falta de sentimientos de culpa y de vergenza.

    8. Indigno de confianza

    9. Mentiras e insinceridad.

    10. Prdida especfica de intuicin.

    11. Incapacidad mayor para planificar la vida.

    12. Conducta antisocial sin aparente remordimiento.

    13. Amenazas de suicidio raramente cumplidas.

    14. Razonamiento insuficiente o falta de capacidad para aprender de la experiencia.

    15. Irresponsabilidad en las relaciones interpersonales.

    16. Reacciones fantsticas o inadecuadas con el alcohol.

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    PSICOPATAS Y DELINCUENTES

    ANALISIS DE LOS RENDIMIENTOS

    I.- IMPULSIVIDAD

    Psicpatas

    Una de las caractersticas de la vida del psicpata es la de aparecer como

    una sucesin de actos relativamente inconexos, sin una direccin claramente

    determinada. TRELAT: es una historia hecha con pequeas historias. Puede ser

    rpido para responder a situaciones o para manipular personas, pero es difcil verlo

    previsor y planificado ms all de lo circunstancial. Poca aptitud para elaborar un

    proyecto y en base a ste, dirigir su conducta hacia una meta, salvo que esta pueda

    lograrse en forma inmediata. Son impulsivos.

    Esto se halla relacionado directamente con el tipo de pensamiento que

    posee el psicpata. No parece haber conexin entre la tensin de necesidad y la

    representacin mental de esta. Dominado por el predominio del proceso primario, el

    pensamiento no cumple la funcin simblica y de elaboracin que servira para prever

    una accin y postergar la satisfaccin de la necesidad. Si se demora la satisfaccin de la

    necesidad, la tensin se torna insoportable y se descarga bruscamente.

    Del mismo modo, si se impide la descarga brusca de ese montante de

    excitacin (bloqueo del acting por cualquier tipo de imposibilidad para realizarlo), la

    agresin revierte sobre el propio Yo, poniendo en peligro la subsistencia del sujeto

    (suicidio real, suicidio simblico, enfermedades psicosomticas graves). Por esta razn,

    al sujeto psicpata le resulta indispensable la evacuacin inmediata de la tensin

    mediante un acto impulsivo.

    Tal es la urgencia y la sensacin de peligro que emanan de estos procesos

    intrapsquicos que los objetivos externos sobre los que se va a descargar el acto suelen

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    carecer de inters para el psicpata, o al menos ser irrelevantes como para permitir una

    comprensin de ese acto. Son, por lo tanto, imprevisibles.

    El desmesurado aumento de la tensin y la nfima capacidad para

    soportarla se conjugan para hacer que una privacin, aun pequea, ocasione un

    sufrimiento yico importante. Entonces, la gratificacin inmediata se impone

    (intolerancia a la frustracin), convirtiendo al sujeto en un ser irritable, impulsivo,

    propenso a mostrar heteroagresin. Sus impulsos son sintnicos con el Yo y, por lo

    tanto, no generan resistencia (que es una caracterstica de la compulsin, no de la

    impulsin).

    Delincuentes

    En relacin con la personalidad delincuencial se advierte, en la prctica

    clnica, que la impulsividad es inconstante, pudiendo planificar su actividad, prever las

    consecuencias de sus actos sopesando los posibles beneficios y perjuicios, y

    manteniendo una mayor tolerancia a la frustracin. Pueden esperar cuando las

    circunstancias indican que es lo ms conveniente.

    En algunos casos, el planeamiento de un delito y la expectativa de ser o

    no descubierto, genera excitaciones agradables. As, en momentos en que no realizan

    actos delictivos, suelen gratificarse fantasendolos o planendolos. En estas personas,

    los rasgos antisociales se acompaan de conflictos neurticos.

    II.- CULPA

    Psicpatas

    En esta organizacin de la personalidad, la culpa no se percibe como

    sntoma, y es muy discutido que exista en algn nivel. Lo que suele observarse a

    menudo es algo del tipo de la culpa persecutoria (bastante ms parecido a la

    paranoia), pero no del tipo de la culpa reparatoria (que est en el orden de la

    depresin, por haber daado al objeto).

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    Esto hace que pueda perpetrar actos daosos sin sentir remordimientos,

    lo que es producto entre otras cosas de la incapacidad para considerar al otro como

    individuo aparte, con derechos propios, debido a la escasa discriminacin lograda.

    Distintas concepciones psicodinmicas conciben la actitud

    desconsiderada del psicpata como la consecuencia de las desconsideraciones por l

    mismo sufridas en la infancia. ZAC dice que fue tomado por su madre como parte de su

    propio cuerpo, y utilizado para la gratificacin de ella. WINNICOTT habla de una

    utilizacin similar por parte de la pareja parental. ROLLA se refiere al endo-grupo.

    En punto a la ausencia de sentimientos de culpa, ZAC la atribuye a una

    combinacin de mecanismos de defensa basados en la omnipotencia. Por cierto, para

    mantener el precario equilibrio logrado con estas primitivas y rgidas defensas es

    necesario proyectar activa e intensamente, sobre el objeto, cualquier atisbo de culpa o

    responsabilidad.

    Delincuentes

    Siente culpa cuando no puede cumplir con la tica a la que adhiere. Los

    delincuentes poseen algo as como normas de moralidad criminal, que respetan.

    Existe un sentido del honor entre ellos, lo que les posibilita su insercin en una sub-

    cultura particular. Estos sentimientos culpgenos se ponen de manifiesto cuando son

    llevados a confesar delitos que involucran a otros, ya que de la adhesin a una

    conducta de silencio depende la supervivencia del grupo.

    III.- VALORES MORALES

    Psicpatas

    CLECKLEY acu el trmino demencia semntica para designar la

    profunda discordancia que se observa en el psicpata entre el conocimiento

    intelectual de los valores superiores que rigen la vida de relacin entre las personas, y

    su ineptitud para el registro vivencial de estos valores.

    YairResaltado

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    La semntica es la disciplina que estudia la relacin que existe entre los smbolos y su

    significado. Entre una palabra (smbolo) y el afecto o repercusin emocional que suscita (sentido o significado) la

    relacin vara a causa de la cultura o la educacin, pero tambin a causa de la patologa mental. Podemos observar

    desde las repercusiones ms frecuentes o habituales, pasando por distorsiones semnticas ms o menos gruesas, y

    hasta la clsica disociacin ideo-afectiva donde el smbolo (la palabra escuchada, dicha o pensada) no suscita

    ninguna repercusin (frialdad).

    El psicpata puede definir sin inconvenientes trminos tales como honor,

    lealtad, ternura, piedad, pero puede sentirlos dentro de l? Qu es lo que siente el

    sujeto psicpata cuando escucha, piensa o dice eso? Parece quesabe decir, pero no

    sabe lo que dice

    Puede internalizar algunas restricciones elementales que, segn

    WEINBERG, se limitan al incesto, el asesinato de los padres, el canibalismo y la

    vestimenta. El desarrollo evolutivo, jalonado por mltiples accidentes y detenciones,

    concluye con una insuficiente formacin del sentimiento de identidad, del Sper Yo, y

    de los principios.

    El buen funcionamiento del Sper Yo (o, en trminos de estructura, su

    organizacin ms evolucionada) se traduce simultneamente en una amenaza al Yo ante

    la trasgresin tica (amenaza de culpa), y en un sentimiento de satisfaccin por el

    deber cumplido, podramos decir, cuando se respetan los principios sobre todo en la

    contrariedad, que es la recompensa que el Sper Yo concede al Yo por haber postergado

    o reprimido las satisfacciones instintivas indebidas.

    Precisamente ambas cosas fallan en el sujeto psicpata: no se siente

    gratificado por cumplir, ni culpable por incumplir. No parece tener, dentro de s mismo,

    las motivaciones a las que apela el comn de las personas cuando debe buscar la manera

    de satisfacer sus necesidades.

    El concepto psicoanaltico aceptar la castracin tiene sin duda muchos significados y

    aplicaciones, pero uno de los ms evidentes es que resulta imprescindible para acceder al orden neurtico. Implica

    tambin admitir los lmites que la existencia de los dems impone a la satisfaccin. Las personas normales y las

    neurticas (estas ltimas, bajo protesta) aceptan que los deseos y necesidades han ser satisfechos en alguna medida,

    en algn momento, y de la manera debida (proceso secundario principio de realidad). En cambio para estos

    sujetos todo debe obtenerse ya mismo, completamente y de cualquier manera (proceso primario principio del

    placer). No hay castracin porque los otros, que son los que nos obligan a limitarnos (por amor, o por temor), slo

    existen como objetos de uso y manipulacin.

  • 18

    Adems, mediante la utilizacin intensiva de la identificacin

    proyectiva, el psicpata termina creyendo que los otros poseen una tica similar a la

    suya, lo que le permite apelar a racionalizaciones justificativas de su accionar.

    JOHNSON piensa que faltara Sper Yo en determinadas reas de la

    conducta, no siendo por lo tanto una debilidad global de esa instancia psquica

    (Sper Yo lacunar). Yo pienso que, admitiendo una gradacin en la estructura

    psicoptica, esto correspondera a casos menos graves, en los que es posible una cierta

    adaptabilidad (precisamente, porque hay reas de Sper-Yo preservadas y funcionando).

    En otros casos observamos lo que sostiene la mayora de los autores: la trpida relacin

    con los padres, signada desde la primera infancia por la frialdad y el rechazo, ha

    culminado con un defecto generalizado en la organizacin del Sper Yo, en un dficit

    de conciencia moral.

    La tica del psicpata es una tica de la reivindicacin, donde

    sobresalen sus actos de venganza hacia los objetos internos frustrantes de la infancia.

    En algunos casos los que pueden esperar un poco ms pueden aparentar un

    comportamiento adaptado a normas que, en ltima instancia, es slo una expectacin de

    la oportunidad para descargar su vengatividad.

    Delincuentes

    En estas personas existe un registro de la esencia de los valores morales,

    pero l, a su vez, valora cules son los valorables. Del conjunto de valores difundidos

    en una sociedad, el delincuente hace un recorte, eligiendo lo que habr de respetar y

    lo que puede transgredirse.

    El criminal no psicoptico ha sido capaz de internalizar un sistema de

    valores, que generalmente son los que importan en la organizacin social donde se

    desarrolla. Pueden provenir del endo-grupo familiar, o del exo-grupo al que decide

    pertenecer, pero hay valores dentro de l. Por eso siente culpa cuando viola tales pautas,

    incluso si es obligado a violarlas a pesar de su resistencia (amenazas, coercin, tortura).

    YairResaltado

  • 19

    IV.- INTEGRACIN AL MEDIO

    Psicpatas

    Como casi todas sus acciones son manifestaciones exteriores de sus

    perturbaciones psquicas, estos pacientes demuestran una notable discapacidad para

    integrarse a ningn grupo en forma estable.

    FREYHAN los califica como a-sociales y no como anti-sociales

    (cuyo prototipo seran los delincuentes), ya que no ataca deliberadamente al medio. La

    agresin se produce cuando el medio se interpone en el camino hacia la satisfaccin

    inmediata de sus necesidades que, como hemos visto, le resulta imprescindible para

    mantener el precario equilibrio. La existencia de estos sujetos se reduce a conexiones

    inestables pero muy necesarias con quienes sern los depositarios de sus aspectos ms

    destruidos, a quienes ha de manipular sistemticamente.

    Cuando temporariamente se acerca a un grupo lo usual es que intente el

    liderazgo, a partir de convertirse en el Ideal del Yo de sus ocasionales compaeros-

    depositarios. Por lo general el efecto sobre el grupo es entrpico ya que hay gran

    rigidez en la distribucin de roles (control) y la jefatura de ejerce desde la compulsin a

    la repeticin, generando situaciones inesperadas y destructivas para el grupo.

    Aun cuando a veces pueda parecerlo, jams est integrado, pues no

    puede compartir. Slo la urgente necesidad de depositacin, que lo incapacita para estar

    solo, es el motivo del acercamiento. En definitiva, se los considera inadaptables.

    Delincuentes

    Son capaces de integracin grupal, de compartir pautas de conducta,

    objetivos y valores con los dems integrantes. Acepta los cdigos de la organizacin de

    la cual decide formar parte. Realizan conductas anti-sociales, pero no son a-sociales

    Poseen sentimientos positivos hacia sus compaeros. Incluso sienten la

    necesidad de protegerlos, en ocasiones aun a costa de perjudicarse. Por eso se los

  • 20

    considera adaptables, aun cuando slo pudieran adaptarse a un grupo de inadaptados.

    Pero esta aptitud supone un cierto desarrollo del sentimiento de identidad, y de sistemas

    de identificacin.

    Tambin debe tenerse en cuenta su adaptacin al rol del delincuente, es

    decir, cuando puede jugar el juego del vigilante-ladrn, que es el juego normal de la

    delincuencia, y prever sus actos para escapar a la sancin.

    V.- ACTITUD ANTE LAS LEYES

    Psicpatas

    La permanente trasgresin a las leyes generales es una caracterstica que

    el psicpata comparte con el delincuente pero, a diferencia de ste, el psicpata tampoco

    puede respetar leyes sectoriales. Esto es lgico que ocurra con quien slo puede atender

    a sus necesidades internas, desentendindose de las normas y necesidades del entorno.

    No pueden ser leales ni a individuos ni a leyes; su funcionamiento mental

    est regido, entre otras cosas, por un marcado egocentrismo cognitivo y afectivo, que le

    quita valor a todo lo que no sea l mismo y sus gratificaciones.

    Delincuentes

    Tampoco respeta la ley general y trasgrede las normas impuestas por la

    sociedad. En cambio, su dificultad no abarca las leyes sectoriales (o sub-culturales) ya

    que pueden aceptar e incorporar los cdigos de la organizacin a la que adscriben. Es

    notable que estos cdigos puedan ser respetados aun cuando en muchos puntos son ms

    exigentes y rgidos que los generales.

    Esta caracterstica de transgredir leyes sociales generales es una de las

    causas principales de que varios autores y manuales de diagnstico incluyan ambos

    tipos de personalidad dentro del mismo cuadro nosogrfico, al que denominan

    Trastorno Antisocial de la Personalidad, criterio con el que, obviamente, discrepo.

  • 21

    VI.- DINMICA DE LA GRATIFICACIN

    Psicpatas

    Es caracterstico de estas organizaciones de personalidad que la

    gratificacin se encuentre en el acto mismo, ms que en el provecho o beneficio

    objetivo. Las reacciones de la vctima y su sufrimiento (real o fantaseado) son los

    verdaderos mviles del accionar psicoptico.

    Aun cuando obtengan un beneficio cierto, lo usual es que esto no

    constituya la real motivacin. Es llamativo como con frecuencia desvalorizan o

    desprecian el producto de un delito, y tambin como suelen despreocuparse por las

    consecuencias que pueden ocasionarles sus actividades delictivas.

    Delincuentes

    Claramente diferenciado en este rendimiento, el delincuente encuentra su

    mayor gratificacin en el concreto beneficio obtenido como producto del ilcito. No

    tienen demasiado inters en los sentimientos del sus vctimas, y no es raro que traten de

    tranquilizarlas y apaciguarlas en la medida de lo posible (para evitar complicaciones).

    Se desentienden de todas las reacciones que no los pongan en peligro a ellos mismos.

    Hay un sentido y un objetivo, que tambin responde a necesidades

    internas, pero no nicamente, sino que registra y valora las personas y objetos del

    entorno. Por eso planifica sus actos, tratando de disminuir los riesgos de la actividad.

    VII.- ACCIONES PUNITIVAS

    Psicpatas

    Es un criterio generalmente aceptado que el sujeto psicpata necesita un

    objeto en quien depositar sus aspectos ms daados. Mientras el sujeto depositario

    cumple adecuadamente el rol asignado, el vnculo se mantiene con relativa estabilidad.

  • 22

    El peligro aparece cuando el sujeto psicpata percibe algn movimiento en el objeto

    depositario tendiente a desplazarse del lugar en que se lo ha puesto, y que se traduce

    generalmente por: a) prdida de la incondicionalidad; b) inminencia del abandono.

    Entonces aparece un sentimiento de peligro para la existencia misma del

    sujeto. Puede apelar a diversos mtodos para retener al objeto, siendo uno de los ms

    frecuentes el incremento de intensidad de la proyeccin. Al mismo tiempo, este

    mecanismo prepara el terreno para el acto destructivo, apareciendo con frecuencia las

    conductas criminosas.

    Otra alternativa es que el objeto, o ciertas circunstancias exteriores,

    produzcan una re-introyeccin masiva en el psicpata de lo que ste est proyectando.

    En estos casos la agresin revierte sobre el propio sujeto, provocando en ocasiones el

    suicidio (alguna vez, real; la mayora de las veces, simblico).

    Finalmente, cuando la posibilidad del acting queda bloqueada, es

    posible la fragmentacin de la personalidad (episodio psictico; micropsicosis

    confusional).

    Esta es la forma en que el psicpata ejerce sus acciones punitivas: contra

    el objeto depositario, y para salvaguardar su propia integridad.

    Delincuentes

    Como existe entre ellos la posibilidad de elaborar y adoptar un sistema de

    valores propios, es necesario, para formar parte del grupo, que los miembros del mismo

    se sometan a las reglas establecidas. Esto hace necesaria la existencia de actividad

    punitiva hacia quienes, siendo iguales, trasgreden estas reglas.

    Es importante sealar que las acciones punitivas no estn basadas en una

    necesidad personal (como en el caso del psicpata, donde se juega la integridad del

    Yo). Quien ejerce la punicin busca la preservacin del grupo como tal. Tambin, a

    preservar a sus miembros de las sanciones legales que la sociedad les impondra en caso

    de que alguno traicionara los principios de lealtad (p.ej., delaciones).

  • 23

    VIII.- ORIENTACIN TERAPUTICA

    Psicpatas

    La concepcin que se tenga de lo que es una personalidad psicoptica es

    una cuestin importante para establecer pautas organizativas en las instituciones que

    asuman el tratamiento de estas personas. No son muchos los lugares del mundo que

    cuentan con institutos especializados en el tratamiento de psicpatas, donde el personal

    se halle muy preparado para asistirlos. Pese a ello, aun ah el grado de recuperacin es

    bajo y desalentador.

    Existen estudios indicadores de que el paso de los aos reduce la

    actividad psicoptica y favorece cierto grado de adaptabilidad. No tanto, quizs, por

    adquirir madurez en el sentido habitual del trmino, sino por la reduccin de la fuerza

    del instinto tantico que conlleva la prdida de la juventud.

    La resea de los muchos trabajos dedicados a esta cuestin excede, por

    cierto, los lmites de este trabajo. Pero en trminos generales, y para continuar la

    diferenciacin con los delincuentes, la tarea teraputica debera tender a que el

    psicpata pueda internalizar algn tipo de norma tica.

    Se trata, ni ms ni menos, que del intento de instalar un Sper Yo

    operativo y eficaz. Segn las distintas opiniones que hemos visto, o no hay Sper Yo, o

    el que hay es arcaico y sdico y slo sirve para generar ms paranoia y persecucin,

    pero no ms responsabilidad y consideracin.

    Tambin se ha visto que el acceso al nivel simblico, en estas

    personalidades, es muy restringido, lo que se traduce en el desalentador resultado

    general de las psicoterapias. Igualmente desalentador ha resultado el tratamiento

    penitenciario: estas personas inducen un maltrato equivalente al que ellos infligen a los

    dems, y cuando lo reciben, ese maltrato les permite un renovado pretexto para seguir

    siendo como son. Los psicpatas tienen una especial capacidad para ideologizar el

    sufrimiento.

  • 24

    El tratamiento ambulatorio del desequilibrio psicoptico es de difcil

    acceso, porque en general no se advierte una demanda espontnea de terapia salvo que

    la necesiten para evadirse de alguna situacin comprometida. Y el tratamiento

    institucional requerira de instituciones adecuadas (mdicas o penitenciarias, pero

    adecuadas) con una organizacin normativa y operativa capaz de impedir las

    actuaciones impulsivas y abordar los sntomas que de inmediato aparecern cuando se

    bloquea la descarga de tensin.

    De todas maneras esta es una tarea no slo mproba sino que, adems, el

    psicpata siempre podr ideologizar el bloqueo del impulso como un maltrato arbitrario

    que se le impone y sostener la justificacin para ser siempre igual a s mismo, segn

    reza un criterio clsico.

    Delincuentes

    Aqu el problema no radica en que el delincuente aprenda a respetar

    normas, sino en que modifique el sistema de valores y normas que respeta. En otras

    palabras, que cambie sus normas y ample su tica.

    Desde el punto de vista topogrfico pienso que en el psicpata el

    problema central radica en la defectuosa conformacin del Sper Yo, mientras que en el

    delincuente su antisocialidad debe remitirse a los contenidos del Ideal del Yo. Eso tiene

    algunas implicancias:

    a) Hay mayor acceso a la simbolizacin, y por ende a la psicoterapia.

    b) El resultado es ms promisorio cuanto ms joven sea el delincuente.

    c) Los contenidos del Ideal del Yo van cambiando en las sucesivas etapas

    de la vida.

    d) Estos contenidos del Ideal del Yo, sobre todo en los jvenes, tambin son

    aportados por el entorno. En consecuencia, suelen obtenerse buenos

    resultados modificando el hbitat, medio ambiente o grupo de

    pertenencia.

  • 25

    Aun cuando la dificultad es grande y el nivel de reincidencia asombra,

    parece ms factible lograr reinsercin social y modificacin estable en la conducta de

    estos pacientes, que en los otros.

    _____________

    LA ORGANIZACION PSICOPATICA

    El YO.

    El Yo es una institucin polismica. Es verdaderamente notable la

    cantidad de acepciones que pueden atribursele, incluso dentro de una misma teora de

    la mente (v.gr., el psicoanlisis), y aun en el pensamiento de un mismo autor (v.gr., a lo

    largo de la obra de Freud). Unas veces se lo usa para designar al conjunto de la

    personalidad, y otras a una instancia del aparato psquico. Se lo puede entender como un

    centro de funciones, como algo nacido de una diferenciacin del conjunto de los

    instintos y rpidamente amado por ellos (narcisismo), como el resultado de las

    identificaciones, etc.

    Para algunos autores est presente desde el comienzo de la vida psquica,

    y para otros aparece en un determinado momento. Ms all de que estas concepciones

    implican diferencias tericas y clnicas que aqu no podemos exponer, lo cierto es que

    en cualquiera de los dos casos el Yo y sus capacidades son rudimentarias al principio y

    van evolucionando con el tiempo hasta alcanzar la madurez. Las vicisitudes de la

    evolucin irn configurando la organizacin y el funcionamiento de esta estructura o

    instancia.

    En este punto cabe acotar que, a lo largo de la historia de la psiquiatra, el origen de lo que hoy

    conocemos como personalidades psicopticas ha sido adjudicada a factores degenerativos (Morel, 1857), a

    locuras morales (Pritchard, 1835), a la agenesia de la conciencia moral, etc. Adelanto mi opinin en el sentido

    de que los genuinos psicpatas no nacen como tales (a partir de causas biolgicas), sino que se organizan de esa

    manera en el curso de su evolucin (a partir de motivaciones psicolgicas).

    De un Yo razonablemente maduro y bien desarrollado se esperan ciertos

    resultados. Una de las cosas generalmente aceptadas es que el Yo debe satisfacer las

    necesidades instintivas de acuerdo a las exigencias de la realidad y a los preceptos de la

  • 26

    conciencia moral. En otras palabras, debe satisfacer necesidades y deseos en el

    momento oportuno, en la medida en que se pueda, de la forma en que se debe, y

    teniendo en cuenta los peligros que pueden emanar de la realidad exterior.

    El resultado de esto es un estado de conflicto casi permanente y un grado

    de insatisfaccin crnico que han terminado por hacer admitir que el malestar neurtico

    es prcticamente lo mejor que puede lograrse y lo ms parecido a lo normal. Pero est

    claro que un Yo bien evolucionado debe ser capaz de tolerar no sin sufrimiento, por

    cierto la demora, la parcialidad y la licitud en la satisfaccin de los instintos (que

    exigen todo, ya, y de cualquier manera).

    UNA DEFENSA: LA DISOCIACIN

    En una cierta medida, la frustracin en la satisfaccin de los instintos y

    el sufrimiento que de all surge son indispensables para el desarrollo psicolgico.

    Complejizan, por as decir, el aparato psquico. Es decir, son estructurantes. Una

    madre suficientemente buena (Winnicott, 1945, 1949) es, entre otras cosas, una madre

    capaz de dosificar la frustracin del nio.

    Pero superada esa medida, el sufrimiento que surge de la frustracin ya

    no es estructurante sino desintegrador para el aparato psquico. Cuando esto ocurre muy

    tempranamente, el Yo rudimentario no dispone de mecanismos de defensa

    evolucionados (como la Represin), y debe recurrir a defensas ms primitivas, como la

    escisin o disociacin del Yo.

    En los casos ms graves esta separacin en partes de la personalidad

    psquica se parece a un estallido con prdida de fragmentos. Es decir que se trata de un

    proceso de disociacin violento (Spaltung). Este trmino, que significa separacin,

    fisin, es introducido por Bleuler (1911) para describir el fenmeno central de la

    Esquizofrenia: luego del proceso de spaltung, el Yo queda fragmentado y dislocado.

    Esta modalidad marcara el modo ms trgico de la disociacin del Yo.

    De all se va descendiendo hasta llegar a las disociaciones ms o menos benignas que

    todos tenemos, algunas de las cuales son incluso muy operativas. Dnde situaramos al

  • 27

    Psicpata, en esta escala? Sin dudas, bastante alto. No all donde estn la esquizofrenia

    y las psicosis, pero tampoco donde estn las caracteropatas y las neurosis.

    Uno de los elementos ms distintivos de la organizacin psicoptica de la personalidad es la

    multiplicidad y profundidad de sus disociaciones. Pero, qu quiere decir un Yo disociado. Veamos un ejemplo: un

    docente de la facultad no prepara sus clases, y llega siempre bastante tarde para dictarlas. Luego, en el bar de la

    facultad, le comenta a un colega: qu mal clima que hay en esta comisin!, parecen desinteresados, son

    inexpresivos, se percibe como una silenciosa hostilidad, no hay forma de motivarlosse ve que la materia les aburre

    y no quieren venir a clase En este ejemplo puede verse el funcionamiento de la disociacin como defensa. El

    docente sabe que es negligente para preparar sus clases, y desconsiderado con su impuntualidad. Tambin percibe

    correctamente el silencioso fastidio de sus alumnos. Sin embargo, no puede conectar ambas cosas. Si las asociara

    apareceran rpidamente en la conciencia sentimientos de vergenza o culpa por su irresponsabilidad. Su mecanismo

    de defensa ante la angustia o amenaza de malestar psquico es mantenerlas disociadas y de esta manera evita darse

    cuenta (o tomar conciencia, o hacer insight). Con ayuda de la proyeccin (otro mecanismo de defensa) ahora

    son los alumnos los desinteresados y faltos de motivacin, cuando es evidente que es l quien carece de inters y

    motivacin para su actividad docente.

    EL RESULTADO

    El Yo queda dividido en sectores. Segn la profundidad de la escisin

    pueden darse algunas alternativas, como las siguientes:

    a) un sector del Yo puede ver al otro, quizs influenciarlo en alguna medida y/o por

    un tiempo. Esto lo podemos ver en las conductas compulsivas (cierto tipo de

    alcoholistas, drogadictos, abusadores, cleptmanos, exhibicionistas, etc.). Si bien

    generalmente la compulsin realimenta el sntoma y frecuentemente la conducta termina

    por realizarse, esto no ocurre sin una deliberacin y una lucha interna previa (esto es lo

    que diferencia la compulsin de la impulsin).

    b) un sector del Yo no puede ver a los otros, y a menudo hasta desconoce su

    existencia. Es un paso ms en la disociacin. La armona y unidad del Yo est aun ms

    comprometida. Los sectores funcionan con escasa deliberacin interna (de donde surgen

    comportamientos impulsivos) y con cierta autonoma (aspecto anrquico del psicpata,

    que lo torna bastante incomprensible y a menudo imprevisible).

    c) como resultado de una disociacin violenta (Spaltung), como ocurrira en una

    explosin con derrumbe, los escombros pueden quedar ms o menos cerca unos de

    otros, pero ya no hay edificio. Estn los mismos materiales, pero se perdi la estructura

    y la funcin (Restzustand).

  • 28

    En el Psicpata podemos encontrar los tres tipos de escisiones, aunque ya

    vislumbramos que no hallaremos un predominio de las primeras (que son ms tpicas de

    neurticos y perversos) ni de las terceras (que son tpicas de psicosis graves y

    esquizofrenias). En las psicopatas predomina el segundo tipo de escisiones.

    El resultado es un Yo deformado, disarmnico, escaso de unicidad, con

    importantes dificultades para programar la vida, dotarla de un sentido y una continuidad

    biogrfica. No insistir sobre el modo de funcionamiento de estas personalidades porque

    ya fue expuesto antes, y particularmente con los indicadores de CLECKLEY. Pero est

    claro que ser un Yo inmaduro, con poca aptitud para ligar la energa pulsional con

    representaciones de palabras, formar smbolos y tramitar por esta va la tensin

    intrapsquica, que se torna insufrible y debe ser descargada mediante actos.

    Pero otra cuestin que debe plantearse aqu es que esto ha ocurrido como

    consecuencia de un sufrimiento mental muy intenso, muy temprano, y muy sostenido.

    Nadie nace psicpata, y ninguna personalidad se organiza a la manera psicoptica por

    una mala experiencia. Tambin es necesario destacar que no siempre, ni enteramente, el

    sufrimiento ha sido la consecuencia de un maltrato externo y deliberado. Aunque esto

    suele estar presente, y en buena medida, hay que tener en cuenta que, segn las

    particularidades de ese Yo temprano, tambin el sufrimiento puede provenir de la forma

    de vivenciar y metabolizar la experiencia. Dicho sencillamente, para un nio con

    violentas pulsiones esperar que llegue el pecho no es lo mismo que para un nio

    tranquilo. Y para un nio voraz (o sea, muy necesitado y siempre insatisfecho), el pecho

    (es decir, todo el conjunto de las atenciones maternas) no ser tan eficaz como para un

    nio que slo tiene hambre o necesidades corrientes.

    Lo importante es que, venga de donde venga, el sufrimiento ha existido,

    ha obligado a defensas primitivas, y ha tenido determinadas consecuencias en la

    evolucin y organizacin del aparato psquico.

    LA VENGATIVIDAD

  • 29

    Qu es lo ms esperable en una persona que ha padecido sufrimientos

    indecibles en el marco de una impotencia total? Si no ha sucumbido por completo a esa

    experiencia, lo esperable es encontrarse con un sujeto vengativo.

    El Yo es la sede de los sentimientos. Tanto los positivos como los

    negativos; tanto los concientes como los inconcientes. Salvo los santos, que mediante un

    empleo masivo de la negacin y de la formacin reactiva todo pueden transformarlo en

    altruismo, abnegacin y piedad, el comn de las personas que han sufrido mucho siente

    despecho, rencor, resentimiento, odio, vengatividad.

    Este ltimo sentimiento es muy importante para la economa psquica. Ya

    lo sealaba FREUD cuando pona el ejemplo del nio llevado por sus padres al

    otorrinolaringlogo y que al volver a su casa le abra la boca a su hermanito menor y le

    introduca cosas. La vengatividad permite convertir el sufrimiento pasivamente recibido

    en un sufrimiento activamente infligido; el dbil, aterrado e impotente, pasa a ser un

    poderoso, aterrador, omnipotente. Acaso no funciona as el psicpata, casi todo el

    tiempo? Es difcil encontrar mejor aplicacin para el viejo adagio que reza: Esclavo

    fuiste, dspota sers

    Casos extremos de este modo de funcionamiento vemos con frecuencia en nuestro medio.

    Cuntos aparentes delincuentes (ladrones, arrebatadores, robos de vehculos, robos a ancianos) asesinan a sus

    vctimas sin ninguna necesidad, y a menudo huyen sin llevarse nada? Es fcil deducir y en alguna oportunidad,

    escuchar que el verdadero botn es el espanto y el desconcierto de su vctima, los ojos que se desenfocan, el

    comienzo de la agona. Ahora ya no son ellos (en manos de otros) sino sus vctimas (en manos de ellos) los azorados,

    confundidos, aterrados y desfallecientes.

    Es cierto que estos son casos extremos, pero la necesidad de registrar en

    el otro la impotencia, el miedo y el sufrimiento que originariamente eran propios parece

    estar presente en todo el rango de la organizacin psicoptica. Y su base psicodinmica

    no es demasiado diferente de los deseos o fantasas de hacer sufrir a alguien que puede

    sentir cotidianamente cualquier sujeto comn. Conviene recordar aqu el descubrimiento

    de la identificacin proyectiva (KLEIN, 1947)

    Hemos visto que la venganza restituye las alicadas potencias del Yo

    maltratado. Pero salvo excepciones el psicpata no se asume como tal; no reconoce

  • 30

    dentro suyo semejante nivel de perversidad. Y en buena medida la gratificacin que le

    proporciona el sufrimiento infligido a otros no es percibida en la conciencia; ms bien

    corre por niveles subterrneos de la mente.

    OTROS MECANISMOS: PROYECCIN DEPOSITACIN AFUERA

    Un sujeto completamente amoral (en el sentido en que la psiquiatra

    conceba la agenesia del sentido moral, o de la conciencia moral) podra llegar a

    asumirse, y eventualmente hasta exhibirse, como tal. Sin embargo, lo usual no es la

    inexistencia de Sper-Yo sino la presencia de un particular Sper-Yo, de tipo primitivo,

    ineficaz, permisivo, lacunar, quizs violento pero incongruente. Pero algn atisbo de

    conciencia moral hay. Por lo tanto, tambin es lo usual que el Yo del psicpata no

    admita ser lo que es y disimule su esencia maligna y vengativa. Para eso, tiene que

    recurrir a ciertos mecanismos de defensa.

    Ya hemos visto la disociacin (a costa de dividirse, el Yo puede separar

    los pensamientos de los sentimientos, y los pensamientos entre s). Pero aquellas partes

    del Yo que albergan sentimientos imposibles de mantener dentro, deben ser evacuadas,

    descargadas (ya hemos visto ms arriba lo que puede ocurrirle al Yo expurgarse de

    ellos, o cuando algo se los re-introduce). La proyeccin es el clsico mecanismo de

    defensa por el que el Yo se libera de lo indeseable o lo insufrible.

    Ahora esto ya no est dentro del Yo, pero dnde est? Depositado en

    un objeto. Ahora, el objeto es todo lo que l no soporta ser. Pero esto nos ha obligado a

    introducir la nocin de objeto. En el marco de la teora psicoanaltica, objeto es

    aquello destinado a ser investido (alcanzado, revestido de inters) por los instintos o

    pulsiones (tanto libidinales como destructivas). Cuando el objeto es investido, el Yo

    comienza a prestarle atencin (existe, para l).

    Para FREUD el objeto era, en cierto sentido, contingente. Lo

    importante no era un objeto determinado, sino que estuviera al alcance de las pulsiones;

    era intercambiable. Sin embargo, debe decirse que el objeto en el que se va a depositar

    lo insoportable debe tener ciertas caractersticas, que lo hacen adecuado como

    depositario de eso. Ejemplificando, diramos que para trasvasar lquido de un lugar a

  • 31

    otro, el objeto destinatario debe ser recipiente, continente. Si el objeto es plano o

    convexo, no es adecuado para recibir una proyeccin de lquido.

    En otras palabras: para proyectar y depositar afuera la confusin, la

    maldad, la vengatividad, la impotencia, el parasitismo, la incapacidad de autonoma, la

    falta de responsabilidad, etc., el Yo del psicpata debe hallar un objeto al que sea

    posible atribuir esas iniquidades. Particularmente, un objeto que sea capaz de creer eso

    de s mismo.

    ESTE TRABAJO DEBE SER AUN FINALIZADO

    BIBLIOGRAFIA

    CABELLO, V., La Psiquiatra Forense en el Derecho Penal, Ed. Hammurabi, Tomo

    III, Buenos Aires, 1981.

    CLECKLEY, H., Los Estados Psicopticos, Neuropsiquiatra Internacional, Ao II,

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    DESHAIES, G., Psicopatologa General, Ed. Kapelusz, Buenos Aires, 1961.

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    La Ley, Ao LV, N 151, Buenos Aires, 1991.

    Mac CORD, W. y J. , El Psicpata, Ed. Horm, Buenos Aires, 1966.

    RASCOVSKY, A, y LIBERMAN, D., Psicoanlisis de la Mana y la Psicopata, Ed.

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  • 32

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    Trabajo publicado en ACTA Psiquitrica y Psicolgica de Amrica Latina y en VERTEX, Revista Argentina de Psiquiatra, en versin reducida.