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actos programados por la
actual dirección del Carlos
III y había buscado toda cla-
se
de protección para emocio-
nes
y sobresaltos. No obstante,
todo aquello que habían
atado y bien atado la pruden-
cia
y la razón se vio desmorona-
do
en un instante al
divisar un grupo de gente
que esperaba ante las puertas
del lugar elegido, que es lo que yo había procurado: estar
entre los primeros en llegar y
encontrarme, ya ajustado,
ante cuantos fueran llegando.
Las palpitaciones aumentaban
y el caballo cordial
aceleraba su paso a
medida que me aproximaba
al grupo, y los apuros de
no reconocer con la precisión
que yo quisiera a quienes
me saludaran los azuzaba
con ahínco. Y es cierto
que en algunas ocasiones
tardé varios segundos,
que se hicieron horas, en
identificar al antiguo alumno,
a las alumnas sobre
todo: se acicalan de tales
maneras y tan diversas
entre sí que me proclamo
incapaz de distinguirlas, de
reconocerlas. Entonces, se
ponen todos mis sentidos
en funcionamiento y, al
poco, ya por el oído que
me trae ecos reconocibles,
ya por los gestos que atrapo
con mis ojos despatarrados,
reconozco perfectamente
a mi interlocutor.
Eso sí, que no se me pida
que diga su nombre o el
Buenos días.
En el momento en que recibí la carta
anunciando la celebración del XX
Aniversario del Carlos III pensé
"¿20 años? No es posible... espera,
¿cuántos tengo yo?". 6+Y mientras
esas preguntas pasaban por mi cabeza,
en mi cara se formó una sonrisa
que reflejaba una mezcla de añoranza
y buenos recuerdos.
Yo estuve en el Carlos, sí, lo vi
nacer y crecí con él; tengo el privilegio
y me llena de orgullo afirmar
que soy de la primera promoción del
I.E.S. Carlos III de Toledo.
Para mí, la época del instituto fue
una de las mejores de mi vida y la
recuerdo con mucho cariño. Los
compañeros, los profesores, fueron
mi segunda familia, ¿cuántas personas
pueden decir lo mismo?
El pasado 12 de noviembre fui ilusionada
al acto, esperando reencontrarme
con personas que habían
formado parte de mí un día y que,
porque la vida es así, pasan de largo
pero dejan en nosotros su huella. Por
desgracia, de aquella hornada había
poca gente, ya fueran compañeros o
profesores. Para que haya posibilidad
de cambiar, confío en que se
haga un XV Aniversario, y un XXX
porque seguiré asistiendo con la
misma ilusión, deseosa de volver a
recordar anécdotas y vivencias.Si se
puede poner un pero a la tarde,
eché de menos una vista atrás, ex-
cepto
uno de los ponentes, nadie
mencionó la ubicación inicial del
instituto, ese pequeñísimo centro
dependiente del Sefarad, hecho de
ladrillo y que albergaba solamente 8
cursos: 1 segundo de BUP con esca-
sos
alumnos y 7 primeros de BUP
(cuando regía la LOGSE, ahora
ando perdida intentando asemejar
los estudios actuales a aquéllos)
repletos de chavales recién salidos
del "cole".
Por aquel entonces no existían las
cámaras digitales ni tantos avances
informáticos, por lo que mis recuer-
dos
están solamente en mi memoria
y en la de mis compañeros y me
gustaría, si es posible, preparar algo
especial sobre esa primera promo-
ción
del Carlos para el próximo
aniversario.Tengo algo de material
digitalizado
(el video de la excursión de fin de
curso y unas cuantas fotos) que
podría servir, y a partir de las fichas
o matrículas (si es que aún existen)
se podría intentar localizar a la
gente.
Quiero dar la enhorabuena tanto a la
persona que tuvo la idea de realizar
esta celebración, como a las que
hicieron posible que se llevara a
cabo y simplemente animar a que se
repita muchas veces (más y mejor, si
cabe).
Y también quiero dar las gracias
porque con un gesto tan sencillo
como enviar una carta, creo que
hicísteis felices a mucha gente.
Un cordial abrazo,
Elena Salgado Pantoja.
RECUERDOS
La verdad es que las
emociones se apretaban entre
sí y pugnaban por salir más
allá de “la flor de la piel”.
Fue necesario “bajar la ma-
no”
en varias ocasiones para
no quedarse “al descubierto”
entre compañeros y antiguos
alumnos, ya médicos, ya
abogados, ya directores de
empresa o comerciales, ya
maestras, ya madres… Los
recuerdos saltaban alborota-
dos
y se desparramaban en
cientos de imágenes, próxi-
mas
y precisas muchas, casi
tangibles; más borrosas otras
entre el fondo de las clases o
de una excursión por la Ruta
de Don Quijote… Todas
irrepetibles.
Menos mal que el
alma se había puesto a buen
recaudo desde que recibí la
invitación para asistir a los
Los Buenos Recuerdos Del Centro.
SHEREZADE
curso en que nos encontrába-
mos
a diario, pero en
muchos casos también
consigo acordarme: entonces
me entra una gran
alegría y repito David,
Verónica o Natalia varias
veces; incluso, le pregunto
por el compañero o compañe-
ra
con quien, compartiendo
pasillo, escaleras o
patio, se inició en las artes
amatorias. Otras veces, son
ellos quienes despiertan
recuerdos puntuales o descri-
ben
estampas anecdóticas
y puntuales también.
“Me acuerdo cuando me
dijo la primera vez en clase
que tuviera cuidado porque
edad. Y hablando de la
historia del Centro, toda
ella segada por la guadaña
del 2 y encerrada en la
oquedad del 0, es mucha
historia: desde su ubicación
el la Avenida de su
nombre, que yo no conocí,
hasta su llegada a los altos
toledanos de la Avenida de
Europa, que ponían los
sente. De los discursos
diré… Dijeron casi todos
los oradores que veinte
años es muy poco tiempo. .
¡QUE veinte años es poco
tiempo…! No lo doy por
cierto: veinte años es una
eternidad, pues ahora mismo
ninguno de los alumnos
del Instituto cuenta con
esa precisa y preciosa
mismos pies de los cigarrales
al alcance de la vista
salvando el Tajo, hay mucho
trecho, y muchas selectivida-
des,
y muchos
intercambios culturales, y
muchos enfados y disgustos
escolares, y muchas
alegrías, y muchas gargantas
rotas y calcinadas…
Toda la historia de la litede
la clase. Que estabas
despistado.
-Y a mí me dijo
un día: Chaval, que se te
ha caído el libro. Y como
miraba hacia los lados y
debajo de la mesa para ver
si veía el libro que no había
llevado a clase, mis
compañeros de reían y yo
cada vez me azoraba más.
-Que no veo libro
ninguno, profe.
-Chaval, quiero
decirte que tienes que traer
el libro a clase. ¿Cuántas
veces más debo decírtelo
para que hagas caso…?
En el acto propiamente
dicho, las fotografías
se perseguían unas a
otras, como impidiendo
que ninguna se aposentara
como una señorona y des-
plazara
a las demás. Chispazos,
fogonazos del pasado
próximo, tan próximo
que aún se roza con el pre-
me
iba a caer. Chaval, oye
chaval, que te vas a caer,
fue como me dijo. ¿Que
me voy a caer?, si estoy
bien sentado, le contesté.
Pues aunque estés bien
sentado, que a pesar de mi
ER
EZ
AD
E
miopía bien que lo veo,
estabas ya en el alféizar de
la ventana. ¿En el alféizar
de la ventana? Cada vez
entiendo menos. Que sí,
muchacho, que estabas
cazando mariposas fuera.
SH
S H E R E Z A D E
CONSEJOS.
P Á G I N A 3
1. Disfruta de la comida
Intenta comer alimentos
diferentes cada día para
gozar de una alimentación
variada y disfrutar de ella.
Come con tus familiares y
amigos.
2. El desayuno es una
comida muy importante
Tu cuerpo necesita energía
después de dormir, por lo
que el desayuno es esencial.
Elige para el desayuno
alimentos ricos en carbohidratos,
como pan, cereales
y fruta. Saltarse comidas,
y en especial el desayuno,
puede provocar un hambre
descontrolada, que muchas
La adolescencia es una etapa
de la vida marcada por
importantes cambios emocionales,
sociales y fisiológicos.
Sobre estos últimos
la alimentación cobra una
especial importancia debido
a que los requerimientos
nutricionales, para
hacer frente a estos cambios,
son muy elevados y es
necesario asegurar un adecuado
aporte de energía y
nutrientes para evitar situaciones
carenciales que
puedan ocasionar alteraciones
y trastornos de la
salud.
veces lleva a comer en exceso. Si no comes nada
para desayunar, estarás menos concentrado en el
colegio.
3. Come muchos alimentos variados
Consumir alimentos variados todos los días es la
mejor receta para gozar de buena salud. Necesitas
40 vitaminas y minerales diferentes para mantenerte
sano, y no hay ningún alimento que por sí sólo
pueda aportártelos todos. No hay alimentos
"buenos" o "malos", así que no tienes porqué dejar
de comer las cosas que te gustan. Simplemente
asegúrate de que consigues un equilibrio adecuado y
come una gran variedad de alimentos. ¡Toma decisio-
nes
equilibradas en cada momento!
4. Basa tu alimentación en los carbohidratos
asegúrate de que consigues un equilibrio adecuado y
come una gran variedad de alimentos. ¡Toma decisiones
equilibradas en cada momento!
4. Basa tu alimentación en los carbohidratos
Estos alimentos aportan la energía, las vitaminas y
los minerales que necesitas. Algunos alimentos ricos
en carbohidratos son la pasta, el pan, los cereales,
las frutas y las verduras. Intenta incluir alguno de
estos alimentos en cada comida ya que más de la
ya a la vuelta de la esquina.
5. Come frutas y verduras
en cada comida
Puedes disfrutar de las frutas
y las verduras en las comidas,
o consumirlas como
sabrosos tentempiés entre
comidas. Estos alimentos
ADOLESCENCIA
CONSEJOS la comida consumes alimentos
ricos en grasas, intenta
tomar alimentos con menos
grasas en la cena.
7. Los tentempiés
Picar entre comidas aporta
energía y nutrientes. Escoge
tentempiés variados, como
frutas, sándwiches, galletas,
tartas, patatas fritas, frutos
secos y chocolate.
Asegúrate de que tus elecciones
son variadas para
mantener el equilibrio en tu
dieta, y no comas demasiado,
sino no tendrás hambre a la
hora de la comida
8. Saciar la sed
Tienes que beber muchos
líquidos porque un 50% de tu
cuerpo está formado por
agua. Se necesitan por lo
menos 6 vasos de líquidos al
día, e incluso más si hace
mucho calor o haces ejercicio.
El agua y la leche son
excelentes, pero también es
divertido variar.
mitad de las calorías de tu
dieta deberían provenir de
9. Cuídate los dientes
Cuídate los dientes y
lávatelos
dos veces al día. Los
alimentos
ricos en almidón o
azúcares pueden influir en la
aparición de caries si se
comen
con demasiada frecuencia,
así que no picotees o
bebas refrescos a todas
horas.
10. Ponte en movimiento
Estar en forma es
importante
para tener un corazón
sano y unos huesos fuertes,
así que haz ejercicio. Intenta
hacer algo de deporte
cada día y asegúrate de que
te gusta para que seas
constante
y no dejes de hacerlo.
Si tomas demasiadas
calorías
y no haces suficiente
ejercicio puedes engordar.
El ejercicio físico moderado
te ayudará a quemar las
calorías
que te sobran. ¡No
tienes que ser un atleta para
ponerte en marcha!
CARTA A LOS PADRES: Durante
el pasado curso escolar,
han pasado por la consulta de
Enfermería, alrededor de 400
alumnos por motivos diversos.
Existe un factor común en un
porcentaje amplio de los escolares
que acuden diariamente a la
enfermería: la ausencia e escaso
desayuno que hacen antes de
venir al instituto.
Cuando un niño en pleno
crecimiento está en ayunas
desde la noche anterior, aparecen
efectos propios de este ayuno,
como son: dolor de cabeza,
irritabilidad, disminución de la
concentración, fallos de memoria,
mareos, etc.
Les recomiendo, que para el
buen desarrollo físico e intelectual
de sus hijos, insistan en larealización de un desayuno completo
a base de:
Leche + Zumos
o fruta + Tostadas/
galletas o cereales
Puedo entender que por la mañana
todo son prisas para llegar
al colegio, trabajo, etc.; pero tal
vez con ayuda de dos pequeñas
estrategias, que ahora les comento,
podamos conseguir que
sus hijos hagan en desayuno
completo que repercutirá beneficiosamente
en su rendimiento
escolar, así como en su buen
desarrollo físico.
Estrategias;
1.- Levantarse diez minutos
antes
2.- Dejar el desayuno
preparado la noche
anterior.
3.- El material escolar
necesario para el día
siguiente (mochila),
debe dejarse preparado
el día anterior.
Agradeciendo su colaboración y
siempre pensando en el bienestar
de sus hijos.
Un saludo
P Á G I N A 5
MIGUEL HERNANDEZ
Miguel Hernández (1910-1942). Celebramos el centenario de su nacimiento.
Su poesía señala claramente la transición entre la generación del 27, (Dámaso Alonso lo
llamó “genial epígono”) y la generación del 36, su influencia en la poesía de la posguerra
ha sido considerable.
Pero su obra está cubierta de una espesa capa de leyendas sobre su persona, que en ocasiones
solapan sus logros poéticos; pues, se ha exagerado su pobreza y su incultura, al ser
un cabrero que se escolarizó tarde (tenía nueve años) y que por necesidades familiares debió
abandonar los estudios para seguir ayudando en el pastoreo, que compagina con su avidez
de libros, de lecturas de los clásicos, de aprender a escribir poesía culta. El resultado fue Perito
en lunas (1933) inspirado en Góngora, este libro no es más que un ejercicio de estilo,
que carece de sello personal. El siguiente libro, El rayo que no cesa (1936) es una explosión
de pasiones e impulsos intensos, como dice él mismo en uno de los poemas “una revolución
dentro de un hueso, un rayo soy sujeto a una redoma”. El tema principal es el amor, pero
mezclado con el arrebato, el furor, el sentimiento, la desesperación y las sombrías premoniciones
de la muerte, como nos muestra en su poema “Sino sangriento”, que ha servido, otra
vez más, para acrecentar esa leyenda de Hernández, pues profetiza su trágico destino que se
cumpliría años más tarde. Su “Elegía” es uno de los poemas más famosos, con ese respeto
impuesto como fruto de una sincera efusión de dolor por la repentina muerte de su
“compañero del alma”.
Durante la República se convirtió impulsivamente del catolicismo más ferviente al comunismo,
fruto de ello es Vientos del pueblo (1937) cuyo propósito eran recitarse como poesía
de guerra entre los camaradas. El hecho de la guerra y sus penalidades resultó beneficiosa
para la poesía de Miguel, pues su obra se desnuda de artificios retóricos y de dramatismo
para alcanzar en El hombre acecha (1938) una serenidad reflexiva y personal ante el panorama
de tristeza y sufrimientos que ve reflejados en sus compañeros.
Al término de la guerra, Hernández fue hecho prisionero y sentenciado a muerte. Murió
de tuberculosis en la celda, con treinta y dos años. Los poemas escritos en la cárcel y publicados
bajo el título Cancionero y romancero de ausencias constituyen una queja conmovedora,
nos sensibilizan sus sentimientos, sus circunstancias de un hombre separado de su esposa
y de su hijo, a los que nunca volvería a ver.
Lo nuevo es que en su poesía van de la mano los sentimientos y los recursos poéticos
Su palabra parece directamente arrancada del corazón (“la lengua en corazón tengo bañada”),
conjugada con el arte popular y las técnicas más sabias. Todo para buscar una mayor
densidad expresiva, que hace inconfundible su voz.
Piedad Martín
Gabriel García Márquez se ha retirado de la vida pública por razones
de salud: cáncer linfático. Ahora, parece, que es cada vez
más grave. Ha enviado una carta de despedida a sus amigos, y
gracias a Internet está siendo difundida.
“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de
trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo
más que pudiera”.
Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría
todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos
los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando
los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría
de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino
mi alma.
P Á G I N A 6 V O L U M E N 1 , N º 1
CUENTOS: LAS RANITAS DE LA NATA
Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata.
Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo
en esa masa espera como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para
llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse.
Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo en voz alta: «No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede
nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene
morir agotada por un esfuerzo estéril».
Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido
blanco.
La otra rana, más persistente o quizá más tozuda se dijo: «¡No hay manera! Nada se puede hacer para
avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último
aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora».
Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante
horas y horas.
Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.
Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo
regresar a casa croando alegremente.
BUCAY
LA PRINCESA BUSCA MARIDO Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para
lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro
del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a
la corona real. Pero claro al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra
mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también
se fue.
Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente
quedó un joven. Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena.
Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro,
esperando pacientemente que pasaran los 365 días.
La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando,
que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en
Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le
había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. Entonces le había dicho al rey:
- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de
verdad me quiere.
El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber
al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el
palacio porque quería hablar con él.
Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero.
El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro
y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:
- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No
pudiste aguantar un día más?
Y el hijo contestó:
- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a
su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo
hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento
no merece de mi, Amor, ¿verdad madre?
Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento,
P Á G I N A 7
CREACOIN LITERARIA Allium cepa —Soy una cebolla, una sucia y maloliente cebolla—se lamentaba—.
Me pudro en el tiempo, quiero pero no alcanzo. No soy más
que una mísera cebolla.
—¿Me deshago de mis capas? ¿Qué sería de mí?—Se preguntaba—
Entonces apenas sería —se contestaba.
En aquel momento mil voces amigas lo calmaron: —Sólo me queda
esperar—dedujo.
Así fue que se quedó muy quieto bajo el sol, secándose y consu-
miéndose esperando la llegada de su hora.
Con la piel ya descascarillada por los rayos, perdió el conocimiento.
Allí yacía, muerto, inmóvil, el hombre cebolla.
Llegó el día de su entierro y, por primera vez en su vida, nadie lloró
por él.
Diego Castaño Chillarón
La Montaña
Verdes hojas mecidas por el viento,
Claras aguas susurran al pasar,
Lo único que escucho, mi pensamiento,
Me invita a un mundo donde reposar.
Tú que fuiste forjada a fuego lento.
Tú que nos das el aire del que respirar.
Perderme entre tus bosques no lamento,
Ni tu hermosa belleza contemplar.
Es por ti, que los alados poetas,
Con sus alegres y hermosos cantares,
Proclaman tu gran historia atemporal.
Desde tus oscuras, profundas grietas,
Hasta las altas nieves invernales,
Se aprecia,... tu grandeza natural.
Daniel Nieto
T Í T U L O D E L B O L E T Í N
P Á G I N A 8 V O L U M E N 1 , N º 1
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