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actos programados por la actual dirección del Carlos III y había buscado toda cla- se de protección para emocio- nes y sobresaltos. No obstante, todo aquello que habían atado y bien atado la pruden- cia y la razón se vio desmorona- do en un instante al divisar un grupo de gente que esperaba ante las puertas del lugar elegido, que es lo que yo había procurado: estar entre los primeros en llegar y encontrarme, ya ajustado, ante cuantos fueran llegando. Las palpitaciones aumentaban y el caballo cordial aceleraba su paso a medida que me aproximaba al grupo, y los apuros de no reconocer con la precisión que yo quisiera a quienes me saludaran los azuzaba con ahínco. Y es cierto que en algunas ocasiones tardé varios segundos, que se hicieron horas, en identificar al antiguo alumno, a las alumnas sobre todo: se acicalan de tales maneras y tan diversas entre sí que me proclamo incapaz de distinguirlas, de reconocerlas. Entonces, se ponen todos mis sentidos en funcionamiento y, al poco, ya por el oído que me trae ecos reconocibles, ya por los gestos que atrapo con mis ojos despatarrados, reconozco perfectamente a mi interlocutor. Eso sí, que no se me pida que diga su nombre o el Buenos días. En el momento en que recibí la carta anunciando la celebración del XX Aniversario del Carlos III pensé "¿20 años? No es posible... espera, ¿cuántos tengo yo?". 6+Y mientras esas preguntas pasaban por mi cabeza, en mi cara se formó una sonrisa que reflejaba una mezcla de añoranza y buenos recuerdos. Yo estuve en el Carlos, sí, lo vi nacer y crecí con él; tengo el privilegio y me llena de orgullo afirmar que soy de la primera promoción del I.E.S. Carlos III de Toledo. Para mí, la época del instituto fue una de las mejores de mi vida y la recuerdo con mucho cariño. Los compañeros, los profesores, fueron mi segunda familia, ¿cuántas personas pueden decir lo mismo? El pasado 12 de noviembre fui ilusionada al acto, esperando reencontrarme con personas que habían formado parte de mí un día y que, porque la vida es así, pasan de largo pero dejan en nosotros su huella. Por desgracia, de aquella hornada había poca gente, ya fueran compañeros o profesores. Para que haya posibilidad de cambiar, confío en que se haga un XV Aniversario, y un XXX porque seguiré asistiendo con la misma ilusión, deseosa de volver a recordar anécdotas y vivencias.Si se puede poner un pero a la tarde, eché de menos una vista atrás, ex- cepto uno de los ponentes, nadie mencionó la ubicación inicial del instituto, ese pequeñísimo centro dependiente del Sefarad, hecho de ladrillo y que albergaba solamente 8 cursos: 1 segundo de BUP con esca- sos alumnos y 7 primeros de BUP (cuando regía la LOGSE, ahora ando perdida intentando asemejar los estudios actuales a aquéllos) repletos de chavales recién salidos del "cole". Por aquel entonces no existían las cámaras digitales ni tantos avances informáticos, por lo que mis recuer- dos están solamente en mi memoria y en la de mis compañeros y me gustaría, si es posible, preparar algo especial sobre esa primera promo- ción del Carlos para el próximo aniversario.Tengo algo de material digitalizado (el video de la excursión de fin de curso y unas cuantas fotos) que podría servir, y a partir de las fichas o matrículas (si es que aún existen) se podría intentar localizar a la gente. Quiero dar la enhorabuena tanto a la persona que tuvo la idea de realizar esta celebración, como a las que hicieron posible que se llevara a cabo y simplemente animar a que se repita muchas veces (más y mejor, si cabe). Y también quiero dar las gracias porque con un gesto tan sencillo como enviar una carta, creo que hicísteis felices a mucha gente. Un cordial abrazo, Elena Salgado Pantoja. RECUERDOS La verdad es que las emociones se apretaban entre sí y pugnaban por salir más allá de “la flor de la piel”. Fue necesario “bajar la ma- no” en varias ocasiones para no quedarse “al descubierto” entre compañeros y antiguos alumnos, ya médicos, ya abogados, ya directores de empresa o comerciales, ya maestras, ya madres… Los recuerdos saltaban alborota- dos y se desparramaban en cientos de imágenes, próxi- mas y precisas muchas, casi tangibles; más borrosas otras entre el fondo de las clases o de una excursión por la Ruta de Don Quijote… Todas irrepetibles. Menos mal que el alma se había puesto a buen recaudo desde que recibí la invitación para asistir a los Los Buenos Recuerdos Del Centro. SHEREZADE

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actos programados por la

actual dirección del Carlos

III y había buscado toda cla-

se

de protección para emocio-

nes

y sobresaltos. No obstante,

todo aquello que habían

atado y bien atado la pruden-

cia

y la razón se vio desmorona-

do

en un instante al

divisar un grupo de gente

que esperaba ante las puertas

del lugar elegido, que es lo que yo había procurado: estar

entre los primeros en llegar y

encontrarme, ya ajustado,

ante cuantos fueran llegando.

Las palpitaciones aumentaban

y el caballo cordial

aceleraba su paso a

medida que me aproximaba

al grupo, y los apuros de

no reconocer con la precisión

que yo quisiera a quienes

me saludaran los azuzaba

con ahínco. Y es cierto

que en algunas ocasiones

tardé varios segundos,

que se hicieron horas, en

identificar al antiguo alumno,

a las alumnas sobre

todo: se acicalan de tales

maneras y tan diversas

entre sí que me proclamo

incapaz de distinguirlas, de

reconocerlas. Entonces, se

ponen todos mis sentidos

en funcionamiento y, al

poco, ya por el oído que

me trae ecos reconocibles,

ya por los gestos que atrapo

con mis ojos despatarrados,

reconozco perfectamente

a mi interlocutor.

Eso sí, que no se me pida

que diga su nombre o el

Buenos días.

En el momento en que recibí la carta

anunciando la celebración del XX

Aniversario del Carlos III pensé

"¿20 años? No es posible... espera,

¿cuántos tengo yo?". 6+Y mientras

esas preguntas pasaban por mi cabeza,

en mi cara se formó una sonrisa

que reflejaba una mezcla de añoranza

y buenos recuerdos.

Yo estuve en el Carlos, sí, lo vi

nacer y crecí con él; tengo el privilegio

y me llena de orgullo afirmar

que soy de la primera promoción del

I.E.S. Carlos III de Toledo.

Para mí, la época del instituto fue

una de las mejores de mi vida y la

recuerdo con mucho cariño. Los

compañeros, los profesores, fueron

mi segunda familia, ¿cuántas personas

pueden decir lo mismo?

El pasado 12 de noviembre fui ilusionada

al acto, esperando reencontrarme

con personas que habían

formado parte de mí un día y que,

porque la vida es así, pasan de largo

pero dejan en nosotros su huella. Por

desgracia, de aquella hornada había

poca gente, ya fueran compañeros o

profesores. Para que haya posibilidad

de cambiar, confío en que se

haga un XV Aniversario, y un XXX

porque seguiré asistiendo con la

misma ilusión, deseosa de volver a

recordar anécdotas y vivencias.Si se

puede poner un pero a la tarde,

eché de menos una vista atrás, ex-

cepto

uno de los ponentes, nadie

mencionó la ubicación inicial del

instituto, ese pequeñísimo centro

dependiente del Sefarad, hecho de

ladrillo y que albergaba solamente 8

cursos: 1 segundo de BUP con esca-

sos

alumnos y 7 primeros de BUP

(cuando regía la LOGSE, ahora

ando perdida intentando asemejar

los estudios actuales a aquéllos)

repletos de chavales recién salidos

del "cole".

Por aquel entonces no existían las

cámaras digitales ni tantos avances

informáticos, por lo que mis recuer-

dos

están solamente en mi memoria

y en la de mis compañeros y me

gustaría, si es posible, preparar algo

especial sobre esa primera promo-

ción

del Carlos para el próximo

aniversario.Tengo algo de material

digitalizado

(el video de la excursión de fin de

curso y unas cuantas fotos) que

podría servir, y a partir de las fichas

o matrículas (si es que aún existen)

se podría intentar localizar a la

gente.

Quiero dar la enhorabuena tanto a la

persona que tuvo la idea de realizar

esta celebración, como a las que

hicieron posible que se llevara a

cabo y simplemente animar a que se

repita muchas veces (más y mejor, si

cabe).

Y también quiero dar las gracias

porque con un gesto tan sencillo

como enviar una carta, creo que

hicísteis felices a mucha gente.

Un cordial abrazo,

Elena Salgado Pantoja.

RECUERDOS

La verdad es que las

emociones se apretaban entre

sí y pugnaban por salir más

allá de “la flor de la piel”.

Fue necesario “bajar la ma-

no”

en varias ocasiones para

no quedarse “al descubierto”

entre compañeros y antiguos

alumnos, ya médicos, ya

abogados, ya directores de

empresa o comerciales, ya

maestras, ya madres… Los

recuerdos saltaban alborota-

dos

y se desparramaban en

cientos de imágenes, próxi-

mas

y precisas muchas, casi

tangibles; más borrosas otras

entre el fondo de las clases o

de una excursión por la Ruta

de Don Quijote… Todas

irrepetibles.

Menos mal que el

alma se había puesto a buen

recaudo desde que recibí la

invitación para asistir a los

Los Buenos Recuerdos Del Centro.

SHEREZADE

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curso en que nos encontrába-

mos

a diario, pero en

muchos casos también

consigo acordarme: entonces

me entra una gran

alegría y repito David,

Verónica o Natalia varias

veces; incluso, le pregunto

por el compañero o compañe-

ra

con quien, compartiendo

pasillo, escaleras o

patio, se inició en las artes

amatorias. Otras veces, son

ellos quienes despiertan

recuerdos puntuales o descri-

ben

estampas anecdóticas

y puntuales también.

“Me acuerdo cuando me

dijo la primera vez en clase

que tuviera cuidado porque

edad. Y hablando de la

historia del Centro, toda

ella segada por la guadaña

del 2 y encerrada en la

oquedad del 0, es mucha

historia: desde su ubicación

el la Avenida de su

nombre, que yo no conocí,

hasta su llegada a los altos

toledanos de la Avenida de

Europa, que ponían los

sente. De los discursos

diré… Dijeron casi todos

los oradores que veinte

años es muy poco tiempo. .

¡QUE veinte años es poco

tiempo…! No lo doy por

cierto: veinte años es una

eternidad, pues ahora mismo

ninguno de los alumnos

del Instituto cuenta con

esa precisa y preciosa

mismos pies de los cigarrales

al alcance de la vista

salvando el Tajo, hay mucho

trecho, y muchas selectivida-

des,

y muchos

intercambios culturales, y

muchos enfados y disgustos

escolares, y muchas

alegrías, y muchas gargantas

rotas y calcinadas…

Toda la historia de la litede

la clase. Que estabas

despistado.

-Y a mí me dijo

un día: Chaval, que se te

ha caído el libro. Y como

miraba hacia los lados y

debajo de la mesa para ver

si veía el libro que no había

llevado a clase, mis

compañeros de reían y yo

cada vez me azoraba más.

-Que no veo libro

ninguno, profe.

-Chaval, quiero

decirte que tienes que traer

el libro a clase. ¿Cuántas

veces más debo decírtelo

para que hagas caso…?

En el acto propiamente

dicho, las fotografías

se perseguían unas a

otras, como impidiendo

que ninguna se aposentara

como una señorona y des-

plazara

a las demás. Chispazos,

fogonazos del pasado

próximo, tan próximo

que aún se roza con el pre-

me

iba a caer. Chaval, oye

chaval, que te vas a caer,

fue como me dijo. ¿Que

me voy a caer?, si estoy

bien sentado, le contesté.

Pues aunque estés bien

sentado, que a pesar de mi

ER

EZ

AD

E

miopía bien que lo veo,

estabas ya en el alféizar de

la ventana. ¿En el alféizar

de la ventana? Cada vez

entiendo menos. Que sí,

muchacho, que estabas

cazando mariposas fuera.

SH

S H E R E Z A D E

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CONSEJOS.

P Á G I N A 3

1. Disfruta de la comida

Intenta comer alimentos

diferentes cada día para

gozar de una alimentación

variada y disfrutar de ella.

Come con tus familiares y

amigos.

2. El desayuno es una

comida muy importante

Tu cuerpo necesita energía

después de dormir, por lo

que el desayuno es esencial.

Elige para el desayuno

alimentos ricos en carbohidratos,

como pan, cereales

y fruta. Saltarse comidas,

y en especial el desayuno,

puede provocar un hambre

descontrolada, que muchas

La adolescencia es una etapa

de la vida marcada por

importantes cambios emocionales,

sociales y fisiológicos.

Sobre estos últimos

la alimentación cobra una

especial importancia debido

a que los requerimientos

nutricionales, para

hacer frente a estos cambios,

son muy elevados y es

necesario asegurar un adecuado

aporte de energía y

nutrientes para evitar situaciones

carenciales que

puedan ocasionar alteraciones

y trastornos de la

salud.

veces lleva a comer en exceso. Si no comes nada

para desayunar, estarás menos concentrado en el

colegio.

3. Come muchos alimentos variados

Consumir alimentos variados todos los días es la

mejor receta para gozar de buena salud. Necesitas

40 vitaminas y minerales diferentes para mantenerte

sano, y no hay ningún alimento que por sí sólo

pueda aportártelos todos. No hay alimentos

"buenos" o "malos", así que no tienes porqué dejar

de comer las cosas que te gustan. Simplemente

asegúrate de que consigues un equilibrio adecuado y

come una gran variedad de alimentos. ¡Toma decisio-

nes

equilibradas en cada momento!

4. Basa tu alimentación en los carbohidratos

asegúrate de que consigues un equilibrio adecuado y

come una gran variedad de alimentos. ¡Toma decisiones

equilibradas en cada momento!

4. Basa tu alimentación en los carbohidratos

Estos alimentos aportan la energía, las vitaminas y

los minerales que necesitas. Algunos alimentos ricos

en carbohidratos son la pasta, el pan, los cereales,

las frutas y las verduras. Intenta incluir alguno de

estos alimentos en cada comida ya que más de la

ya a la vuelta de la esquina.

5. Come frutas y verduras

en cada comida

Puedes disfrutar de las frutas

y las verduras en las comidas,

o consumirlas como

sabrosos tentempiés entre

comidas. Estos alimentos

ADOLESCENCIA

CONSEJOS la comida consumes alimentos

ricos en grasas, intenta

tomar alimentos con menos

grasas en la cena.

7. Los tentempiés

Picar entre comidas aporta

energía y nutrientes. Escoge

tentempiés variados, como

frutas, sándwiches, galletas,

tartas, patatas fritas, frutos

secos y chocolate.

Asegúrate de que tus elecciones

son variadas para

mantener el equilibrio en tu

dieta, y no comas demasiado,

sino no tendrás hambre a la

hora de la comida

8. Saciar la sed

Tienes que beber muchos

líquidos porque un 50% de tu

cuerpo está formado por

agua. Se necesitan por lo

menos 6 vasos de líquidos al

día, e incluso más si hace

mucho calor o haces ejercicio.

El agua y la leche son

excelentes, pero también es

divertido variar.

mitad de las calorías de tu

dieta deberían provenir de

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9. Cuídate los dientes

Cuídate los dientes y

lávatelos

dos veces al día. Los

alimentos

ricos en almidón o

azúcares pueden influir en la

aparición de caries si se

comen

con demasiada frecuencia,

así que no picotees o

bebas refrescos a todas

horas.

10. Ponte en movimiento

Estar en forma es

importante

para tener un corazón

sano y unos huesos fuertes,

así que haz ejercicio. Intenta

hacer algo de deporte

cada día y asegúrate de que

te gusta para que seas

constante

y no dejes de hacerlo.

Si tomas demasiadas

calorías

y no haces suficiente

ejercicio puedes engordar.

El ejercicio físico moderado

te ayudará a quemar las

calorías

que te sobran. ¡No

tienes que ser un atleta para

ponerte en marcha!

CARTA A LOS PADRES: Durante

el pasado curso escolar,

han pasado por la consulta de

Enfermería, alrededor de 400

alumnos por motivos diversos.

Existe un factor común en un

porcentaje amplio de los escolares

que acuden diariamente a la

enfermería: la ausencia e escaso

desayuno que hacen antes de

venir al instituto.

Cuando un niño en pleno

crecimiento está en ayunas

desde la noche anterior, aparecen

efectos propios de este ayuno,

como son: dolor de cabeza,

irritabilidad, disminución de la

concentración, fallos de memoria,

mareos, etc.

Les recomiendo, que para el

buen desarrollo físico e intelectual

de sus hijos, insistan en larealización de un desayuno completo

a base de:

Leche + Zumos

o fruta + Tostadas/

galletas o cereales

Puedo entender que por la mañana

todo son prisas para llegar

al colegio, trabajo, etc.; pero tal

vez con ayuda de dos pequeñas

estrategias, que ahora les comento,

podamos conseguir que

sus hijos hagan en desayuno

completo que repercutirá beneficiosamente

en su rendimiento

escolar, así como en su buen

desarrollo físico.

Estrategias;

1.- Levantarse diez minutos

antes

2.- Dejar el desayuno

preparado la noche

anterior.

3.- El material escolar

necesario para el día

siguiente (mochila),

debe dejarse preparado

el día anterior.

Agradeciendo su colaboración y

siempre pensando en el bienestar

de sus hijos.

Un saludo

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P Á G I N A 5

MIGUEL HERNANDEZ

Miguel Hernández (1910-1942). Celebramos el centenario de su nacimiento.

Su poesía señala claramente la transición entre la generación del 27, (Dámaso Alonso lo

llamó “genial epígono”) y la generación del 36, su influencia en la poesía de la posguerra

ha sido considerable.

Pero su obra está cubierta de una espesa capa de leyendas sobre su persona, que en ocasiones

solapan sus logros poéticos; pues, se ha exagerado su pobreza y su incultura, al ser

un cabrero que se escolarizó tarde (tenía nueve años) y que por necesidades familiares debió

abandonar los estudios para seguir ayudando en el pastoreo, que compagina con su avidez

de libros, de lecturas de los clásicos, de aprender a escribir poesía culta. El resultado fue Perito

en lunas (1933) inspirado en Góngora, este libro no es más que un ejercicio de estilo,

que carece de sello personal. El siguiente libro, El rayo que no cesa (1936) es una explosión

de pasiones e impulsos intensos, como dice él mismo en uno de los poemas “una revolución

dentro de un hueso, un rayo soy sujeto a una redoma”. El tema principal es el amor, pero

mezclado con el arrebato, el furor, el sentimiento, la desesperación y las sombrías premoniciones

de la muerte, como nos muestra en su poema “Sino sangriento”, que ha servido, otra

vez más, para acrecentar esa leyenda de Hernández, pues profetiza su trágico destino que se

cumpliría años más tarde. Su “Elegía” es uno de los poemas más famosos, con ese respeto

impuesto como fruto de una sincera efusión de dolor por la repentina muerte de su

“compañero del alma”.

Durante la República se convirtió impulsivamente del catolicismo más ferviente al comunismo,

fruto de ello es Vientos del pueblo (1937) cuyo propósito eran recitarse como poesía

de guerra entre los camaradas. El hecho de la guerra y sus penalidades resultó beneficiosa

para la poesía de Miguel, pues su obra se desnuda de artificios retóricos y de dramatismo

para alcanzar en El hombre acecha (1938) una serenidad reflexiva y personal ante el panorama

de tristeza y sufrimientos que ve reflejados en sus compañeros.

Al término de la guerra, Hernández fue hecho prisionero y sentenciado a muerte. Murió

de tuberculosis en la celda, con treinta y dos años. Los poemas escritos en la cárcel y publicados

bajo el título Cancionero y romancero de ausencias constituyen una queja conmovedora,

nos sensibilizan sus sentimientos, sus circunstancias de un hombre separado de su esposa

y de su hijo, a los que nunca volvería a ver.

Lo nuevo es que en su poesía van de la mano los sentimientos y los recursos poéticos

Su palabra parece directamente arrancada del corazón (“la lengua en corazón tengo bañada”),

conjugada con el arte popular y las técnicas más sabias. Todo para buscar una mayor

densidad expresiva, que hace inconfundible su voz.

Piedad Martín

Gabriel García Márquez se ha retirado de la vida pública por razones

de salud: cáncer linfático. Ahora, parece, que es cada vez

más grave. Ha enviado una carta de despedida a sus amigos, y

gracias a Internet está siendo difundida.

“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de

trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo

más que pudiera”.

Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría

todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos

los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando

los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría

de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino

mi alma.

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P Á G I N A 6 V O L U M E N 1 , N º 1

CUENTOS: LAS RANITAS DE LA NATA

Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata.

Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo

en esa masa espera como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para

llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse.

Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.

Una de ellas dijo en voz alta: «No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede

nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene

morir agotada por un esfuerzo estéril».

Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido

blanco.

La otra rana, más persistente o quizá más tozuda se dijo: «¡No hay manera! Nada se puede hacer para

avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último

aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora».

Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante

horas y horas.

Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.

Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo

regresar a casa croando alegremente.

BUCAY

LA PRINCESA BUSCA MARIDO Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para

lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro

del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a

la corona real. Pero claro al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra

mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también

se fue.

Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente

quedó un joven. Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena.

Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro,

esperando pacientemente que pasaran los 365 días.

La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando,

que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en

Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le

había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. Entonces le había dicho al rey:

- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de

verdad me quiere.

El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber

al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el

palacio porque quería hablar con él.

Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero.

El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro

y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:

- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No

pudiste aguantar un día más?

Y el hijo contestó:

- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a

su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo

hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento

no merece de mi, Amor, ¿verdad madre?

Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento,

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P Á G I N A 7

CREACOIN LITERARIA Allium cepa —Soy una cebolla, una sucia y maloliente cebolla—se lamentaba—.

Me pudro en el tiempo, quiero pero no alcanzo. No soy más

que una mísera cebolla.

—¿Me deshago de mis capas? ¿Qué sería de mí?—Se preguntaba—

Entonces apenas sería —se contestaba.

En aquel momento mil voces amigas lo calmaron: —Sólo me queda

esperar—dedujo.

Así fue que se quedó muy quieto bajo el sol, secándose y consu-

miéndose esperando la llegada de su hora.

Con la piel ya descascarillada por los rayos, perdió el conocimiento.

Allí yacía, muerto, inmóvil, el hombre cebolla.

Llegó el día de su entierro y, por primera vez en su vida, nadie lloró

por él.

Diego Castaño Chillarón

La Montaña

Verdes hojas mecidas por el viento,

Claras aguas susurran al pasar,

Lo único que escucho, mi pensamiento,

Me invita a un mundo donde reposar.

Tú que fuiste forjada a fuego lento.

Tú que nos das el aire del que respirar.

Perderme entre tus bosques no lamento,

Ni tu hermosa belleza contemplar.

Es por ti, que los alados poetas,

Con sus alegres y hermosos cantares,

Proclaman tu gran historia atemporal.

Desde tus oscuras, profundas grietas,

Hasta las altas nieves invernales,

Se aprecia,... tu grandeza natural.

Daniel Nieto

T Í T U L O D E L B O L E T Í N

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