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PUNTOS CARDENALES P
UNTOS
CARDENALES
Los Puntos Cardenales muestran un itinerario vital, un mapa de la anatomía
femenina que traza las señales de un viaje al infierno. Las marcas dejadas se
disfrazan, se maquillan y finalmente desaparecen, pero los añicos del alma y sus
cicatrices tardan en recomponerse.
Los ojos que observan estos Puntos Cardenales no pueden permanecer
indiferentes, no pueden mirar hacia otro lado. Tampoco los oídos pueden
permanecer sordos y la voz debe gritar bien fuerte: ¡Basta ya!
Pero estos Puntos Cardenales son o pretenden ser también un viaje hacia
la luz, buscando siempre el Norte, Sur, Este u Oeste de una vida mejor y el
reencuentro con la ilusión perdida y el sueño truncado en alguna vuelta del camino.
Estos Puntos Cardenales son una metáfora de una realidad a la que no
podemos habituarnos ni olvidar. Estas imágenes destapan los silencios, recuerdan a
las Malala del mundo, a las mujeres violadas en India, asesinadas en las ciudades de
Méjico, mutiladas, a las mujeres condenadas a sufrir en silencio. Estos Puntos
Cardenales son en definitiva un grito para reivindicar un derecho fundamental: el
derecho a vivir en libertad y a vivir una vida digna.
"Es abuso, cualquier
comportamiento
encaminado a controlar y
subyugar
a otro ser humano
mediante el recurso al
miedo
y la humillación, y
valiéndose de ataques
físicos o verbales.”
Susan Forward
Y ahora que he caído al
fondo de una piscina
tengo unas gotitas de
agua
que es mía.
Voy a recoger mis alitas
rotas
y las pegaré a trocitos,
a trozos y volaré.
(Fragmento de la canción “Busco-me” de
Bebe)
Mi vientre es mi mundo interior:
el espacio vacío de todo lo que fui dejando
por el camino.
el mejor lugar donde buscarme.
Miriam Reyes (Bella durmiente)
Hoy vas a descubrir que el
mundo es sólo para ti
que nadie puede hacerte daño,
nadie puede hacerte daño .
Hoy vas a comprender que el
miedo se puede romper con un
sólo portazo
Hoy vas a hacer reír porque
tus ojos se han cansado de ser
llanto,
Hoy vas a conseguir reírte
hasta de ti y ver que lo has
logrado
(“Ella se ha cansado”.
Bebe)
Hijas obedientes.
Madres abnegadas.
Esposas resignadas.
Durante siglos o milenios
ha sido así,
aunque de su pasado
sabemos poco.
Ecos de voces masculinas.
Sombras de otros
cuerpos.
EDUARDO GALEANO
«No hay barrera,
cerradura ni cerrojo que
puedas imponer a la
libertad de mi mente"
VIRGINIA WOOLF
«No tapes tus heridas
no calles tu corazón
dí basta ya, basta.
Él, no es tu señor».
Voy a volverme como el
fuego
voy a quemar tus puños
de acero
y del morao de mis
mejillas sacar valor
para cobrarme las
heridas.
(Fragmento de la
canción “Malo” de
Bebe)
Hecho de porcelana late su corazón inerte
lágrimas sinceras se ocultan bajo sus ojos
azules, cristalinos.
traslúcida su alma se esconde bajo el lino
siente, sufre, ama
llora, grita, aúlla
pero por fuera calla.
Dulce sonrisa sobre el rostro
dibujada con cuidado y esmero
condenada a sonreír siempre
condenada a no estar triste
Muñequita feliz, muñequita contenta
ríe, canta, sueña,
pero su sueño es ser ella
su sueño es ser su dueña
Ven su sonrisa pero no escuchan su llanto
Alegra otras vidas y ella mientras tanto,
se busca y no se encuentra
Quiere ser músculo, quiere ser piel
poder mostrarse tal cómo es
Pero no puede. Su suerte está echada.
Una única salida surge en su mente.
Destruir su cuerpo, liberar su alma.
Vuela hacia el cielo, vuela.
Adiós niña de juguete,
adiós niña de porcelana.
Recuerdo cuando tenía una
vida.
Una vida diferente a la tuya.
Una vida que solo me
pertenecía a mí.
Ahora estoy condenada a lucir
tu yugo, como tú mismo has
repetido en más de una
ocasión.
Me has colocado una cadena
invisible, con eslabones
fuertes e indestructibles.
Y ahora mi vida gira en torno
a ti... Necesito respirar y salir
de aquí, romper las
cadenas y volver ser yo...
Y apostaste el corazón, tu
infancia, alegrías y más
Porque el tesoro
prometido resplandecía
en tu memoria
Ese tesoro que en los
cuentos se describía
colosal el único, el mejor,
el más brillante
Y lo apostaste todo,
tu amor, tu dignidad, tu
vida creyendo en un
cuento de hadas
que nunca te debieron
contar.
Y apostaste el corazón, tu
infancia, alegrías y más
Porque el tesoro prometido
resplandecía en tu memoria
Ese tesoro que en los cuentos
se describía colosal el único, el
mejor, el más brillante
Y lo apostaste todo,
tu amor, tu dignidad, tu vida
creyendo en un cuento de
hadas
que nunca te debieron contar.
Mujeres valientes,
mujeres astutas
Hijas del viento y
relegadas a lunas
Tras una mirada firme y
sonrisa templada
Duerme la fuerza
que liberará
vuestra alma
"Duérmete, niña", le suplica su madre
con pena en la voz y quejumbrosa mirada
la mira, suspira, acalla su propio temor
la deja en la cama, bien arropada
La niña no encuentra el modo de dormir
cierra los ojos, se tapa los oídos,
cubre su cabeza con la gruesa manta
da vueltas y más vueltas,
mas el sueño no alcanza
Una pesadilla que prefiere no recordar
el sonido de puertas que se golpean
estruendos en la noche desvelan su sueño
aullidos ávidos de víctimas con miedo
cristales rotos, cuchillos que saltan solos
La rendija de su puerta, gran escenario,
de sonrisas burlescas, miradas furiosas,
destrozos físicos de preciados objetos
ojos brillantes, no por amor sino por odio
odio en los ojos, odio en las manos
La rendija de su puerta, gran escenario
de brazos que se alzan y caen sobre rostros
rostros que lloran y caen sobre el suelo
suelo que recoge abatidos cuerpos
cuerpos que sangran y se amoratan...
La rendija de su puerta, gran escenario,
de suspiros de angustia y desamparo
insultos hirientes, amenazas de muerte
personajes grotescos que humillan
y otros que ya ni sienten
La niña mete la cabeza bajo la almohada
la pesadilla le persigue...
anhela conciliar el sueño y volar al cielo
la pesadilla le persigue...
ya no hay tiempo, solo gritos...
Comienza la función y se levanta de la cama
la pesadilla la ha alcanzado...
!Arriba el telón!
La rendija de su puerta, gran escenario..
Todavía tengo que subir la
música para no escuchar los
gritos ansiosos y absurdos
malhumorados,
llenos de rabia
Todavía tengo que subir la
música bien alta, a todo
volumen, notas que me
hacen olvidar otra canción
estridente
La música suena fuerte y la
puerta mi barrera evitando
los alaridos y la mierda que
queda fuera
Nadie se lo ha dicho,
pero ella lo sabe.
Sabe que ningún
príncipe pasa junto a
una mujer que tenga
los ojos bien abiertos.
MARCO DENEVI (La
bella durmiente del
bosque y el
príncipe)
El mundo le dio la espalda… y
ahora es ella quien le da la
espalda al mundo…
Cuando se tiñeron las paredes de
surcos carmesí fue cuando la
marabunta reparó en ella
Hasta entonces nadie sabía que
existía, pero ya era demasiado
tarde...
Ya todos la conocían, ya sabían
su nombre, y su rostro ocupaba
las portadas...
pero ya era demasiado tarde...
Ella se fue pensando...
que no la conocía nadie
Sigo encerrada en esta jaula de cristal, temiendo que al romperse, los añicos se claven en mi corazón y no le permitan seguir latiendo, temiendo que la nueva atmósfera no reconozca mis
pulmones y no les permita respirar... temiendo que sin tu resguardo, no sea capaz de continuar caminando... Quiero romper los barrotes, abrir la puerta, hacer un agujero y huir... todo salvo
quedarme en esta prisión sombría y desapacible...
Quiero y no puedo.
FOTOGRAFÍA
Sheila Artieda
María Luna
TEXTOS
Natalia Alcalde
Belén García
NUESTRO AGRADECIMIENTO
A las alumnas del Ciclo de Atención Sociosanitaria y de PAB
Anais Marina Petya
Rosa Leles Amalia
Nerea G. Herme Susana
Houda Kabira Fátima
Aziza Saratu Nerea
Curso 2012/2013