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Título original: LOS SIETE COSMOS La Mecanicidad Universal (1956 ‐ 1958)

Autor: ASTIRUS (Livio J. Vinardi, PhD)

Revisiones: Friederike Alexandra FurrerCecilia Salas

Ilustraciones: Friederike Alexandra Furrer

Tapa:

Editing:

Impresión:

Edición:

Colección:

Protección:

ISBN:

Roberto SpedicatoMaia Mazzotta

Friederike Alexandra Furrer

Borè S.r.l.

Maggio 2018

Saggi ‐ Sabios

Digital Watermarking – el e‐book contiene en su interior algunas informaciones acerca del comprador (nombre, dirección, e‐mail) con el propósito de identificarlo en caso de difusión ilegal del file o archivo.

9788827835661

© Todos los derechos reservados al Autor.

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ASTIRUS (Dr. Livio J. Vinardi, PhD)

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1956 – 1958


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Presentación original (1958):



Índice

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ÍNDICE

Nota introductoria ................................................... 15 PARTE I – GENERALIDADES I. Generalidades ...................................................... 19 II. Primer y Segundo Factores: Inercia y Energía ........... 33 III. Tercer Factor ....................................................... 34 IV. Cuarto Factor: Leyes ............................................. 43 V. Relatividad de las Leyes de acuerdo a los Esquemas Planetarios ........................................... 46 PARTE II – LA ESTRUCTURA DEL UNIVERSO I. Lo Absoluto ......................................................... 49 II. Las Hipótesis Cosmogónicas ................................... 52 III. Las Galaxias ........................................................ 54 IV. Las Constelaciones ............................................... 71 V. El Número de Estrellas .......................................... 73 VI. Duración de la Evolución Estelar ............................. 75 PARTE III – LA MATERIA DEL ESPACIO I. Los Átomos Cósmicos ........................................... 81 II. La Cosmología Relativista ...................................... 98 III. La Relatividad General ........................................ 104 IV. La Cosmología Específica ..................................... 112 PARTE IV – LA COSMOLOGÍA MUSICAL I. Generalidades .................................................... 115 II. La Astrología Musical .......................................... 120 III. Los Cuatro Zodíacos ........................................... 122 Biografía sucinta del autor .................................... 125 Apéndice ............................................................... 127


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Nota introductoria

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NOTA INTRODUCTORIA

Trabajando siempre con el anhelo de perpetuar los preciosos trabajos y escritos del Dr. Livio Vinardi, llegó el momento de publicar el material más antiguo que conseguí reunir y atesoro bien preservado: 7 monografías que se remontan al año 1958, escritas en Buenos Aires (Argentina) a pedido de su gran Maes-tro, el venerable señor Kenkichi Sakurai. Como comentario per-sonal, es totalmente inimaginable como una sola persona consi-guió producir tantos textos serios teniéndolos disponibles en el brevísimo período de un año (y aunque hubiera utilizado el año precedente para la preparación), dedicándoles únicamente sus horas de ocio, o sea, después de haber laborado todo el día en un trabajo-sustento convencional. Vinardi eligió divulgar todos estos textos bajo su pseudónimo, Astirus. El contenido de las 7 monografías es muy amplio, pero siempre tiene origen en el Sistema Isotérico Universal. ¿Y qué es tal Sis-tema Isotérico Universal? El propio Vinardi nos lo define así:

"Este es el nombre que ha recibido en los últimos cinco si-glos un particular tipo de enseñanza dirigido a la educación y al desarrollo interno del ser humano. Más exactamente, debe ser denominado –parcialmente– Sistema Isotérico Universal, porque no está limitado a una determinada zona geográfica, raza o grupo étnico. Si bien siempre tuvo un va-lor global, aunque con diferentes modos de expresión, siempre ha desarrollado su trabajo a través de todas las culturas, aun las más antiguas. Isotérico, de hecho, deriva de la raíz griega "iso", que significa "constante, permanen-te", para indicar su invariabilidad a través del tiempo, aun-que su expresión y métodos operativos requieran una ac-tualización respecto de las condiciones históricas y sociales; la última reformulación fue operada hace más de un siglo.


Astirus (Livio J. Vinardi) – LOS SIETE COSMOS – La Mecanicidad Universal

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Los orígenes del Sistema Isotérico se remontan a los tiem-pos del Egipto Arcaico: el simbolismo mismo de la Pirámide viene utilizado para definir los conceptos del Lenguaje Iso-térico, que luego fueron transmitidos en forma parcial y condicionada a las diferentes vías de enseñanza. El Sistema Isotérico tiene entonces inicio en aquellos tiem-pos lejanos –por lo menos por cuanto se tenga conocimien-to– y sus métodos y técnicas han sido simplemente modos para permitir al ser humano común superar sus corrientes condiciones de existencia. En efecto, en el ser humano co-rriente existen otras posibilidades potenciales, o sea, que no se manifiestan por el simple hecho de vivir, pero que pue-den ser desarrolladas si se cumple un cierto tipo de Trabajo en una particular dirección. El Sistema Isotérico Universal, entonces, permite reagrupar todas las posibles formas de la evolución humana, debido a que no existe una sola vía o camino, una única condición, pero, según los tipos de ser, de los caracteres, temperamentos y de algunos atributos naturales, existen varias modalidades de desarrollo, que re-sultan apropiadas para una persona y dificilísimas para otra."

Las 7 monografías a las que me refiero, que son inéditas pues se publican aquí por primera vez (antes eran de uso restringido e interno de los alumnos de los Institutos), son:

1) LOS SIETE COSMOS – La Mecanicidad Universal 2) BRAHMANISMO ESOTÉRICO (fragmentos) 3) PSICOANÁLISIS Nº 4 (o del Cuarto Camino) 4) FILOSOFÍA DE LAS CIENCIAS – El Principio

Fundamental de la Naturaleza 5) BUDHISMO ESOTÉRICO – Curso Elemental 6) EGIPTO Nº 4 (fragmentos) 7) SISTEMA ISOTÉRICO – Curso Monográfico Elemental

en 48 Lecciones (= 4 Tomos): Parte I – Planteo Técnico General Parte II – La Lógica nº 4 – El Tetron Organon Parte III – La Psicología del Cuarto Camino

Parte IV – La Mecanicidad Natural y la Patológica (Mecanicidad y Mecanosis)


Nota introductoria

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En lo general, cada una de las 7 monografías será un libro sepa-rado, pero "Brahmanismo Esotérico" y "Psicoanálisis nº 4" son textos más breves y serán publicados juntos, mientras que el texto de "Sistema Isotérico, en 48 Lecciones" es tan voluminoso, que forzosamente deberá ser dividido en 4 abundantes Tomos, haciendo un total de 9 libros. Y a propósito de "Las 48 Lecciones" –como tal texto es afectuo-samente conocido entre los alumnos de Vinardi–, en verdad no se trata de una monografía en el sentido convencional, aunque su título lo diga. Trátase de una obra muy compleja, realmente monumental, que comprende innúmeros temas muy diversos, que van desde el Factor Económico hasta un profundo estudio de las Energías Kundalini, pasando por toda temática esotérica imaginable. De cierta manera, se puede decir que dicha obra es una verdadera Biblia del Esoterismo más serio y profundo, y que, además, es de difícil y complejo entendimiento. Todos estos textos monográficos están escritos con el lenguaje que Vinardi usaba en aquél entonces, en 1958, si bien que lo que se publica ahora no corresponde exactamente a los origina-les; es fruto de una revisión que el autor hizo en Miami (U.S.A.) en el año 1999, cuando ajustó algunos pocos pasajes. Para aquellos que no están familiarizados con la termino-logía isotérica normalmente utilizada por Vinardi, será muy provechoso leer previamente los Capítulos IX y X de su aclaradora obra "Biopsicoenergética – El ser humano como medida – Tomo I". También es oportuno aclarar las siglas de dos instituciones que se mencionan en algunos pasajes de las monografías:

I.A.D.I. – Instituto Americanista para el Desarrollo Integral del Hombre, y

G.L.A.G. – Grupo Latinoamericano Gurdjieff. Con el propósito de ayudar a la comprensión de cada una de estas complejas monografías, pongo a disposición de los intere-sados una figura bien conocida y fundamental, muy utilizada por Vinardi en sus variadas actividades. Sugiero tenerla muy en cuenta.



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Deseo a todos los interesados una buena lectura e inmersión en la temática del autoconocimiento y del posible desarrollo del ser humano, recordando que esto siempre es un logro individual y nunca de grupo o masa.

Bragança Paulista, octubre 2017. Friede Alexandra Furrer

(Asistente del Dr. Livio Vinardi)

OCTAVA DE LA CREACIÓN

1 Absoluto + Do

3 Todos los Mundos Si

6 Vía Láctea La

12 Sol Sol

24 Todos los Planetas Fa

48 Tierra Mi

96 Luna Re

192 Absoluto – Do


Parte I - Generalidades

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Parte I

GENERALIDADES

I. GENERALIDADES

El conocimiento del Sistema comienza en la Tabulación de los Cosmos, de acuerdo con la Ley Septenaria. Podemos ya decir que una tabulación que corresponde al Cuarto Camino no es septenaria, sino que se basa en el Dodecágono o Do-decagrama. Esta es una auténtica Clasificación Isotérica de los Cosmos.

Pero esto es algo que sólo puede enseñarse luego de haber aprendido muchas otras cosas, por lo cual no conviene seña-lar otra línea que el Septenario, que se corresponde con el Camino nº 2 o Camino Emocional (segundo cerebro del ser).

Aconsejamos no ocupar la mente, al principio, con clasifica-ciones basadas en el número nueve, porque ellas son bási-camente falsas, desde el momento que la mente sólo puede comprender el Septenario.

Se dice que el conocimiento místico se basa en el Septenario, lo cual es una profunda Verdad; lo mismo que todo conoci-miento Mesotérico se basa en el Septenario. Finalmente, todo "saber" Exotérico se basa en el Quinario.

Una vez más indicamos que lo que la Ciencia Objetiva lla-ma Esotérico, es tenido por la esencia misma del Esoterismo en muchas "escuelas". Ellas no pueden ser tales, desde el momento que tienen apertura para el público.



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Las líneas anteriores presentan un Plan de Trabajo com-pletamente Real, en el cual quedan incluidos los conoci-mientos realmente dignos de ser llamados tales. Si se "sabe" ver, se tendrá la certeza de hallarse ante un enfoque comple-tamente distinto del Sistema, tomado tan sólo como Arte Objetivo; hay otra vía hacia un Conocimiento Sistemático, de una importancia extraordinaria.

Un Conocimiento –aun nº 2 o Místico– de los Cosmos no es algo para un simple Folleto, como el presente. Debemos indi-car los principios en base a los cuales ha de desarrollarse una Técnica futura que permita lograr resultados trascendentes, logrados –desde que el Mundo es Mundo– sólo por medio de esta Técnica.

El contenido de experimentación científica que lo anterior presenta se puede evidenciar por las siguientes consideracio-nes:

- La primera es la que se relaciona con la compenetra-ción de los Cosmos. Esta compenetración exige el planteo de las más arduas cuestiones de la Matemáti-ca Superior de nuestros días, en su aspecto topológi-co y dimensional. El estudio de los Cosmos requiere una topología muy superior a la que conocen la ma-yoría de los matemáticos (no Iniciados), que no Tra-bajan en-Sí-Mismo.

- El segundo punto (que será rechazado por muchos que se llaman a sí mismos teósofos, ocultistas, adep-tos, etc.) es el siguiente: el Septenario no abarca la auténtica totalidad. Una validez absoluta del Septena-rio es un dogma. Revela cuan poco saben los que han escrito la mayoría de los libros que pretenden –hasta ahora– dar auténticas y claras enseñanzas sobre estas cuestiones. Las mismas son tratadas de modo tal, que ha hecho decir a Freud –no carente de razón– que el llamado "ocultismo" era una maniobra destinada a dar, a los dogmas decadentes de las religiones, funda-



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mentos objetivos y Cosmológicos, que por lo general no tienen.

- Tercer punto: es de sentido común que la Real-Realidad es inmensamente más compleja (y a la vez muchísi-mo más simple), que no se puede encuadrar en una tabulación tan simple y recurrente que se basa en un sólo número repetido incesantemente hacia su interior y hacia su exterior. No es posible encarar la Real-Realidad en una tabulación tan simple, sino en un Sistema que involucre toda una serie de tabu-laciones, y luego en un Sistema generalizado, que por lo menos abarque cuatro de estas series de tabulaciones (en 5, en 7, en 9 y en 12), como vere-mos a continuación.

- El cuarto punto es: no deben confundirse los Cos-mos con los Mundos, porque los segundos tienen un número variable de Leyes, de acuerdo al Sistema que se use, es decir, si se tabula geocéntricamente o he-liocéntricamente, si se toma como referencia al plane-ta Tierra u otro planeta, que corresponde a otro Cos-mos. En cada Cosmos el número de Leyes tiene otra cantidad, de aquí la relatividad que siempre acompaña a las tabulaciones simplemente cuantitati-vas, que no tienen en cuenta otros aspectos que son igual o más importantes que ellos.

Los Cosmos admiten una Relatividad mucho más general, pero ésta es de una naturaleza supra-cósmica. Muy poco es lo que podemos decir al respecto, pero basta indicar que la división en siete de los Cosmos sólo vale para los situados en los llamados Rayos o Líneas de la Creación, encarados místicamente (visto esto desde el ángulo de apreciación del 2º Rayo y no del 4º Rayo).

Las cuatro series de tabulaciones, indicadas anteriormente, son:

1) Los Puntos o "Centros-vórtices-de-la-Creación".



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2) Las Líneas son llamadas "Rayos-de-la-Creación", que se corresponden con nuestro actual Segundo Ciclo Universal General.

3) Los "Planos-de-la-Creación".

4) Los "Volúmenes-de-la-Creación", que corresponden al "Ciclo-Final-Mecánico".

Antes de que un Rayo-de-la-Creación pueda aparecer como tal, tiene que haber sido una Mónada o Punto-de-la-Creación. A estos Puntos se los ha llamado "Mónadas" en la Teosofía y "Chispas" en las Doctrinas Superiores, pues han antecedido nuestro Rayo-de-la-Creación.

En un Punto-de-la-Creación los Cosmos se hallan como unifi-cados, sin desarrollar, progresivamente.

- Los Puntos-de-la-Creación tienen una tabulación Quín-tuple;

- los Rayos-de-la-Creación son Septenarios;

- los Planos-de-la-Creación se tabulan con base en el número Nueve; y, por último,

- los Volúmenes-de-la-Creación responden a una tabu-lación con base en doce.

Por lo tanto, se ve que los llamados Rayos-de-la-Creación no pueden ser nunca la omnitotalidad y menos aún puede ser-lo un sólo Rayo-de-la-Creación, como es el de nuestra Vía Láctea. El llamado Rayo-de-la-Creación, al más, no puede ser considerado sino como la energía octávica de la Vía Láctea (la energía compuesta por siete niveles: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si). El Rayo-de-la-Creación no incluye la noción de Cos-mos en su sentido amplio y omnitotal. Cada Galaxia contiene sus Mundos; estos tienen sus Leyes específicas.

Los adelantos astronómicos que se han realizado hasta nues-tros días evidencian que las tabulaciones, mal llamadas eso-téricas, son una estrechez. Estamos ante una presentación real del Cuarto Camino. Esto no puede ser mental tan sólo,



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como lo es el Esoterismo. Estamos insinuando una auténtica tabulación del Cuarto Camino y ésta no es otra que la tabulación ISOTÉRICA.

Debido a la ignorancia científica de los que dicen a sí mismos esoteristas, fue tomada la Vía Láctea como un todo universal, antes del descubrimiento de las otras Galaxias, y también se cayó en el error de tomar por la Galaxia entera lo que era tan sólo una de sus partes o sistemas locales.

Se requiere una comprensión más amplia, basada en todos estos conocimientos. Nuestro sistema local es uno de los más insignificantes de la Galaxia, pues se halla muy alejado de su Centro; no digamos del Centro Mayor, porque está infinita-mente alejado de este último, más que los otros sistemas de Galaxias de diferente orden.

Esto nos lleva a una conclusión, que coloca al Sistema dentro de una verdadera visualización científica del problema, lo cual nos indica que el Mundo de las "Tres Leyes" (Mundo de los Cúmulos Galácticos) no es nunca el Mundo de "todas" las Galaxias exteriores a la Vía Láctea, sino de las Galaxias inte-riores de la Vía Láctea.

La Vía Láctea es el "Mundo" de todos los cúmulos internos de la misma. El Absoluto no es más que la energía de nuestra Galaxia. Pero esto, aun así, se halla fuera de todo experi-mento humano actual... Por una experiencia humana, el Ab-soluto no es más que una realización psicológica esencial. Lo demás es filosofía Esotérica, o Metafísica, pero no es verda-dero conocimiento, que se pueda llegar a expresar objetiva-mente.

La misma psiquis planetaria es algo –técnicamente– alejado de nuestros alcances corrientes. Fuera de la Tierra no hay conoci-miento realmente Objetivo, cuando no se dispone de Centros que sean realmente superiores, es decir, de Centros no-mecánicos. Conocer la actividad de los otros planetas no es posible sino por medio del Centro Emocional Superior, que es el Centro de la cristalización del Cuerpo Astral Objetivo.



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En forma análoga, el Centro Mental Superior es el germen de la cristalización del Cuerpo Mental Objetivo. Como digresión diremos que existen, además, Centros superiores a estos llamados no-mecánicos. Lo son desde un punto de vista so-lamente relativo, es decir, en relación a Centros inferiores a ellos.

Existen cuatro Centros Superiores al Centro Mental Superior, donde se cristalizan los Cuatro Cuerpos Zodiacales, con lo cual tenemos la siguiente tabulación:

CENTROS CUERPOS MUNDOS

Astral Superior Astral Objetivo de las 24 Leyes (planetas)

Mental Superior Mental Objetivo de las 12 Leyes (Sol)

Intuicional Astral Objetivo Medio

de las 6 Leyes (Mundo Extrasolar)

Volicional Mental Objetivo Medio

Intuicional Supe-rior

Astral Objetivo Supe-rior

Volicional Supe-rior

Mental Objetivo Supe-rior

Nota: Como puede verse, el cuerpo correspondiente al Mun-do de las 6 Leyes es Sintético, puesto que está forma-do por Cuatro Cuerpos Zodiacales, de 1er y 2º, 3er y 4º Orden.

Lo muy poco que se conoce sobre este cuádruple cuerpo zo-diacal ha llevado a una especie de resumen sobre el mismo, llamado CUARTO CUERPO, dentro de los textos exotéricos, y se lo hace corresponder –sin mayores detalles– con las estrellas, sin delimitar en nada esta generalidad, que confiere una serie de poderes que no guardan compatibilidad ni pro-porciones adecuadas, sino dentro de la anterior clasificación.


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En ella evidenciamos una vez más la importancia que tiene el cuaternario en los problemas del Cuarto Camino.

El ser humano no entra directamente en relación con las energías planetarias porque ellas no llegan directamente a la Tierra, debido a esa forma de vida orgánica llamada NUBES. Además, existe una desviación sumamente perjudicial para la Tierra, en el intervalo que separa su vibración clave colectiva de la del Cosmos superior.

Se entiende por vibración clave colectiva la que emite la Tie-rra en su movimiento doble, de rotación y traslación, que corresponde con el bemol y sostenido de una súper-octava de la nota Mi. Esta nota Mi separa la Tierra de los planetas, cuya nota clave está constituida por las 7 octavas de Fa, que corresponden a los planetas. La Tierra debía ser Fa, y así sucedía cuando la Luna y la Tierra formaban un sólo cuerpo. Actualmente, la situación anormal de la Tierra emite Mi y la Luna Re Menor. Al Absoluto Negativo le corresponde el Do menor. El color del Fa es el verde.

El Trabajo Trascendental del Cuarto Camino tiene un fin Cósmico. Es natural pensar que la energía, que ante nosotros aparece como lo Absoluto, ha de derivar necesariamente de una fuente común a un Grupo o Enjambre de Galaxias. (Ga-laxia: conjunto de cúmulos de miles de millones de estrellas).

Este ente astronómico no era ni siquiera sospechado por los llamados "esotéricos". Pero existen entes astronómicos supe-riores a las llamadas Megagalaxias o Enjambres de Galaxias, formadas por un conjunto o Enjambre superior de Metagala-xias, llamados Hípermetagalaxias.

Todo esto puede satisfacer muy poco a las mentalidades he-terodoxas vulgares y reaccionarias, que acusan a los ortodo-xos de antropomorfismo, cuando ellos son aún mucho más antropomórficos que los ortodoxos; pero, establece un alcan-ce más técnico y, sobre todo, más científicamente actualiza-do que los esquemas aparentemente científicos, pero en el fondo místicos, que parten de un "Absoluto" identificado con una deidad extracósmica y sutilmente antropomórfica.



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Estas asimilaciones teológicas del Sistema como Ciencia Objetiva son contraproducentes. Los llamados "esotéricos" pretenden sacar una noción del Universo, basados en una noción del hombre, cuando que esto es simplemente antro-pomorfismo, propio del pensamiento analógico de los salva-jes, pero completamente impropio de un conocimiento cientí-fico objetivo.

Es relativo que, conociéndonos a nosotros mismos, vamos a conocer todo el Universo. Conociéndonos a nosotros, ni co-nocemos aún todas las Leyes del planeta mismo, en sí. Para el desarrollo armónico e integral del ser humano basta el conocimiento técnico de pocas Leyes, realmente tales.

Esto nos hace reconsiderar algunas nociones que circulan sobre la noción de "Mundo". Tenemos:

a) Humanidad A) b) Vida orgánica c) Planeta

a) Internos B) b) Medios c) Externos

C) El Sol

Hasta aquí, el Gurdjieff nº 3 (ver Folleto nº 71) está acerta-do; no así en lo que sigue, sobre lo cual no tenía conocimien-to real. El Sol tiene como Mundo no toda la Vía Láctea, sino el Sistema Local. El Mundo de dicho Sistema Local no es otro que la Galaxia. Y esta es una clasificación externa, pues el Mundo del Sol no es más que el Zodíaco. Así que: EL CUARTO CUERPO SE LLAMA ZODIACAL. Y no con la expresión de Cuer-po Estelar, que se presta a muchísimas confusiones y genera-lizaciones completamente gratuitas, por producir SALTOS que no son técnicos, ya que son desproporcionados e irrealizables por un mal cálculo de energías, con lo cual se cae en la Ilusión

1 Este Folleto lamentablemente se extravió. [N.d.R.]

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de creer que se está más allá del Sol, y se habla de "Absoluto Solar" y otras inexactitudes.

"Desde un punto de vista astronómico, es posible pre-sumir que existe una multitud de Mundos, a una distan-cia enorme los unos de los otros, en el espacio que lla-maremos 'Todos los Mundos'."

Pero, ¿qué se entiende por "Todos"? ¿"Todos" qué? ¿No es ésta una generalización desprovista de sensatez?

Las antinomias de la matemática superior actual, por ejem-plo, la de Bertrand Russell, surgen por el uso clásico del tér-mino "todo". Esto nos obliga a ponernos en guardia. El tér-mino "todo", como todos los términos, tan sólo puede tener un valor relativo. Así podemos decir que existe un espacio llamado "Todos los Mundos", de una clase especial, de canti-dades, calidades, relaciones y modalidades bien determi-nadas.

Nuestra Galaxia tiene como Mundo un agregado de Galaxias propio, o Enjambre, pero no tiene a todo el espacio propia-mente Astronómico. Ello involucraría un salto demasiado grande como para considerarlo isotéricamente posible. La mayoría de los fracasos que existen en la formación de un Cuarto Cuerpo radica en una tabulación errónea –muchas veces de intento– para seguir en las garras de la Ilusión Solar. Los muy "amorosos" Siete Santos en el Sol, o Gran-des Kumaras Solares, no quieren que se les escape "su ga-nado".

Cuando se habla de "Todo", "Uno", "Absoluto", "Independien-te", etc., no se está haciendo filosofía pura sino teología. Este tipo de Teología parte de un archi-hipotético o archi-absurdo "Estado Primordial". Pero la Filosofía Trascendental y Objeti-va (de la cual la de Kant es una alejada vislumbre) ha de-mostrado, de un modo irrevocable, que tal estado primordial es una de las tantas argucias de la razón pura (mente mecá-nica), en su uso de Organum dialéctico.



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Racionalmente, aun para la razón mecánica normal, no tiene ningún valor probatorio. A lo máximo correspondería al Misti-cismo Mesotérico, pero no es una Enseñanza Esotérica y mu-cho menos Isotérica. No hay fundamento realmente filosófico para poner una especie de tope final en la concatenación de las causas con los efectos. El "Absoluto", como tope final, como "Anillo-no-se-pasa", es una ilusión, la más artera. Pero ella no puede hacer mella en el verdadero "ladino", que Trabaja en Sí Mismo, dándole muy poca importancia a todo Absoluto (mental mecánico). Es posible trascender lo Absolu-to, porque esto es tan sólo una apariencia mental o, como diría un vedantino, es "Smartaba", el último recurso de Maya.

Para evidenciar cuán carente de contenido verdaderamente objetivo es esta premisa de lo Absoluto como "tope", vere-mos que ella va a degenerar en las vulgares disquisiciones trinitarias de la fábrica verbal, la que no tiene siquiera valor psicológico. Esto lo ha evidenciado Jung en su obra "Psicoa-nálisis y Religión". La idea de Tres Fuerzas en lo Absoluto es un burdo disfraz de las tres personas de la vulgar trinidad. Es archisabido que se llega a un gran absurdo: ¡a tres absolu-tos!... que sin embargo no lo son, porque provienen uno de otro y que a la vez son Uno...

Este enfoque, dentro de lo ortodoxo, al ser un Misterio de Fe, puede en cierta forma tolerarse, siempre que se haga una definición de "persona", realmente psicológica. Pero no pasa lo mismo con las benditas tres Fuerzas.

Estas consideraciones nos conducen a algo más importante: la poca solidez técnica y científica de los llamados principios esotéricos –en muchas escuelas–, los cuales revelan un fin exclusivamente místico, que en el mejor de los casos sólo tienen valor dentro de un esquema de trabajo mucho más amplio, en el cual la técnica mística es una parte y nada más.

Mucho es lo que se ha escrito sobre el Cuarto Camino, pero, en el fondo, se ha hecho con base en un Segundo Camino más o menos modificado, con lo cual debería llamarse con más propiedad: Cuarto Sendero.

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El Universo no consiste tan sólo en vibraciones. El modelo vibratorio del Universo se basa en una de las varias caras del mismo. Las otras caras son: la corpuscular, la fluhídrica, la electromagnética, la química, etc., etc. Modelos objetivos inmediatos del Universo son: físico, químico, biológico y psi-cológico. Y cada uno de estos modelos admite varias relacio-nes y modificaciones. Pero nos ha de poner en guardia contra "nuevos modelos del Universo", demasiado generales, y que no se corresponden siquiera con los conocimientos isotéricos más elementales.

Un ejemplo de la diversidad que lo subjetivo introduce en los conocimientos, lo tenemos en la apreciación de la octava. Sabemos que el conocimiento musical chino antiguo, como el de las grandes culturas de la antigüedad oriental, se basaba en el Círculo perfecto de las Quintas y, por lo tanto, era pen-tagónico, correspondiéndose con los Cinco Planetas de la antigüedad. La escala Septenaria es un desarrollo posterior, y aún siempre quedan los cinco semitonos como en señal de protesta.

En cuanto a la escala Septenaria, no existen pruebas exter-nas de que fuera conocida hasta los tiempos del Renacimien-to europeo; pero, aunque aceptáramos que el Sistema de las siete notas correspondiera a algo Objetivo, tendríamos que hacer varias investigaciones antes de generalizar para las otras fuerzas naturales esta misma relación de octavas. Así, los siete colores no se consideran como primarios. Y, final-mente, la división septenaria al infinito de la octava es erró-nea en cualquier sentido que se la tome.

Otro hecho que revela la relatividad de las generalizaciones es que no existe prueba alguna que la energía química sea vibratoria, en el sentido en que lo es el sonido, ya que co-rresponden a dimensiones diferentes, como son las de las partículas mecánicas y los átomos.

Todos estos factores revelan que muchas veces las llamadas "doctrinas esotéricas" son construidas sobre moldes de neta base religiosa. Sin embargo, hay que ser justo e indicar cuán



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difícil es explicar a seres mecánicos problemas que están muy por encima de sus posibilidades y ser. Sólo en un ver-dadero Grupo (como el G.L.A.G.2) se imparte Enseñanza realmente técnica, superando generalidades que no soportan una crítica científica justa.

Un ejemplo de "lata" metafísica es el siguiente: "El Absoluto es el Todo. El Todo, al poseer una completa unidad en Sí Mismo, una completa conciencia y voluntad, crea los mundos dentro de sí mismo y en esta forma comienza la Octava Mundial descendente".

Pero, el panorama de esta octava revela bien a las claras que su "Creador" es todo lo contrario a una infinita concien-cia, la cual no tendría finalidad ni motivo alguno. Por lo de-más, la idea de creación es un dogma teológico discutible, al menos desde un ángulo científico. Como símbolo mental de procesos "místicos", la cuestión ya es otra y completamente distinta.

¿Con qué material crea el Absoluto? ¿De la nada? ¿De sí? Ambas, imposibilidades. La idea de creación es anticientífica cuando se toma dogmáticamente. Otra cosa es la transfor-mación, pero entonces "el primero" es algo relativísimo y diferente.

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Es cierto que los Rayos-de-la-Creación se desvían; los he-chos demuestran que lo hacen porque no hay los debidos shocks adicionales. Ellos surgen como necesarios para man-tener las octavas Cósmicas. Es decir, que la mecanicidad ne-cesita ser mantenida, pues sólo en general sigue la línea Ini-cial.

"Las vibraciones pueden desarrollarse en diferentes sen-tidos; en las Octavas ininterrumpidas, las vibraciones se

2 G.L.A.G. – Grupo Latinoamericano Gurdjieff.



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superponen y se comen a las vibraciones de la octava siguiente. En el Universo ocurre como en el ser hu-mano: las octavas (Rayos de la Creación) se desvían de su posición inicial. Las vibraciones que lo constituyen y cambian de naturaleza y sus efectos se tornan opuestos a los efectos de las vibraciones originales."

Sostener lo contrario es aceptar una providencia que no se ve por ninguna parte. Los cataclismos Cósmicos son bien frecuentes en su propio nivel dimensional. La Astronomía moderna está captando las ondas de explosiones atómicas alejadas, tanto en el tiempo como en el lugar.

¿Por qué en el Universo habría de reinar la Armonía, si es el efecto de una voluntad "inconsciente"? Para que este orden existiera, tendría que suponerse un origen consciente del Universo, lo cual es un fracaso sin sentido. La probabilidad de que una octava llene todos los intervalos de otra es infinite-simal y no merece ser tenida en cuenta. Si se dice que el desarrollo armónico de las octavas cósmicas es accidental, nos encontramos con el contrasentido siguiente: lo acciden-tal está gobernando lo que es ordenado, progresivo y siste-mático.

Hagamos el análisis del Rayo de la Creación: tenemos el pri-mer intervalo entre lo Absoluto y "Todos los Mundos". Este intervalo no es llenado por la voluntad del Absoluto, porque esto es un simple mito teológico, ajeno a toda Enseñanza Isotérica. Este intervalo se llena con lo que el Primer Cosmos "chupa" de "Todos los Mundos", es decir, por el alimento sin-tético de lo que existe fenomenalmente.

Estamos abordando una cuestión sumamente grave, pues de lo dicho se desprende que Dios, lo Absoluto o lo que sea, es el enemigo nº 1 de todo lo que existe como individual, de todo lo que trata de ser individual, de mantenerse como tal y continuar de ese modo. Dios es el enemigo de la naturaleza, que es su alimento. Dios, o los dioses, han sido la desgracia para el hombre, pues sólo reina sobre el sueño y la mecani-cidad del mismo.



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Es natural que, dada la importancia del tema, Gurdjieff ha-blaba muy poco o nada del mismo con los curiosos, querien-do proteger, de una comprensión chabacana, los principios realmente Isotéricos de la Enseñanza. Para dar una guía, muchas veces señalaba sobre el tema anterior las discrepan-cias que existían entre una Deidad Omnipiadosa y la "Ley-de-alimentación-de-todo-lo-que-vive".

Las enseñanzas de los Cosmos, que se conocen por los libros vulgares que se han manifestado como conocedores del Sis-tema, son sobre todo enseñanzas incompletas. Nada puede obtenerse de ellas; nada puede construirse sobre ellas; no puede sacarse nada de ellas porque se trata de pequeños, muy pequeños fragmentos de una Enseñanza mucho más amplia, en real relación con el Quinto Camino, es decir, la Ciencia Objetiva.

Para la Ciencia Objetiva, nuestro Rayo de la Creación es una Octava precedida y sucedida por Octavas innumerables, las cuales son alternativamente ascendentes y descendentes... El verdadero número (número de nuestra Octava) es una de las enseñanzas más supremas que existen.

A fin de comprender la mecanicidad "Universal", vamos a encarar algunos conceptos complementarios, que son suma-mente vitales. El primero de estos conceptos básicos es el de Inercia del Rayo de la Creación. Este es uno de los con-ceptos más comprensibles de todo que ha tendido su ampli-tud a la ciencia exacta.

Con base en este aspecto, tienen cabida los otros, a saber: Energía, Ritmo y Leyes.

Tenemos, pues, el siguiente cuadrado:

de la materia 1) Inercia de la fuerza de la energía 2) Energía 3) Ritmo 4) Leyes



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Sin este cuádruple conjunto de factores, no hay Conocimien-to Objetivo, porque nada puede calcularse exactamente. Sa-biendo manejar este cuadrado, podemos decir que "todo" lo que hay en el Universo puede medirse, ponderarse y expre-sarse cuantitativamente. Los cuatro conceptos anteriores, cada uno de por sí, son relativos. Tienen distintas aplicacio-nes. Nosotros nos atendremos a las tres más inmediatas, en relación a los tres pisos del Cosmos: la aplicación física, psíquica y mental.

El error del científico es considerar el cuadrado Cósmico an-terior tan sólo en el Primer Piso. El atenuante de su error se halla en que la mecanicidad humana no pasa de los Centros de dicho Primer Piso.

A fin de no caer en tesis gratuitas, como las del materialis-mo, nihilista de todo valor trascendente, conviene se separen conceptos que, identificados, dan origen a graves errores, como materia y sustancia. Una no es la otra; materia es la sustancia del Primer Piso.

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II. PRIMER Y SEGUNDO FACTORES: INERCIA Y ENERGÍA

La Teoría General de la Relatividad (de los movimientos ace-lerados) ha evidenciado matemáticamente que la Inercia es inseparable de la Energía, y la Energía de la Inercia, de acuerdo a la ecuación:

Energía = (masa) x (velocidad de la Luz)2

Es decir, que cualquier forma de Energía, expresada como magnitud capaz de realizar un Trabajo (una Fuerza), tiene una Inercia específica, que le es inherente como un atributo propio (de su propia esencia).



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Por lo tanto, no se puede establecer una diferencia total en-tre estos dos conceptos, a menos de aceptar un ente metafí-sico y no experimentable, como sería la Energía Pura, la cual no puede degradarse en modalidades inferiores, por el simple hecho de carecer de Inercia. Esta Energía Absoluta no sirve para la Física, pues no podría realizar ningún Trabajo que, al no tener Inercia, no actuaría sobre la Materia (de acuerdo al Principio de Boscovich).

Ninguna transformación de Energía se produce espontánea-mente. Ninguna fuerza puede transformarse en otra, sin pér-dida. Por lo tanto, el Universo es un Sistema Irreversible y tiene un sentido estadístico para sus transformaciones. (La Entropía o Degradación de la Energía es una función estadís-tica. De acuerdo a la Ley de Boltzman, la Entropía es direc-tamente proporcional al logaritmo de la Probabilidad.)

Otra aplicación es que el Principio de Conservación de la Energía es Estadístico, no Absoluto, pues sólo vale para un gran número de transformaciones realizadas en un sistema cerrado o adiabático (adiabático: sistema que no entrega ni absorbe calor).

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III. TERCER FACTOR

Los tratados de Física del Sistema se refieren a dos catego-rías de vibraciones, llamadas vibraciones primarias y vibra-ciones secundarias. Las vibraciones primarias vienen de la correlación primaria. Se produce alternativamente entre los dos polos de la Gran Realidad, llamados materia-raíz y mo-vimiento-básico. Estos dos polos esencialmente son uno, aunque existencialmente evidencian la diferencia básica, a partir "de-y-en" la cual se originan las posteriores.



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Cuando el estado de equilibrio dinámico es desplazado hacia la manifestación, de acuerdo a la Ley de los Ciclos de la Eter-nidad (siendo tal desplazamiento un punto de viraje), advie-nen la materia-raíz y el movimiento-básico, análogamente, como un objeto y su sombra o, más propiamente, como una sombra del objeto en sí mismo; en otras palabras: una auto-reflexión de óptica metafísica y trascendental.

En el Cosmos más elevado, que denominamos Absoluto, las vibraciones se hallan en su estado relativamente primario, pero luego advienen al estado secundario de cuatro fuer-zas, que corresponde con el Plano Cósmico-psíquico-superior, el más elevado de los cuatro, al que suceden luego los tres planos siguientes: el Plano del pensamiento, el Plano de la vitalidad y, finalmente, el Plano material.

Como se ve, en el Sistema del Cuarto Camino se establece una cuádruple división de cuatro fuerzas, derivadas de la dualidad primaria, lo que da dieciséis fuerzas (4 x 4), o el doble septenario incluido en la dualidad.

Limitándonos ahora al plano material, la primera división del mismo corresponde a la evolución astronómica, referida a los períodos de las nebulosas primarias, a partir de su estado anterior de vórtices etéreos, que, progresivamente, van pa-sando al estado ígneo y de allí al líquido. El estado ígneo se halla precedido por un período gaseoso. Todo este aspecto de la Enseñanza se halla en acuerdo con la Astronomía mo-derna.

Luego del estado líquido se pasa –lógicamente– al sólido. Éste, a su vez, se halla constituido por varios sub-estratos, que corresponden con los distintos tipos de evolución de las nebulosas.

Al final del tercer sub-estado sólido ocurre la segunda divi-sión en cuatro. Nos ponemos, entonces, en relación con las evoluciones de las estrellas, las que originan cuaternarios duales a partir de los sub-elementos cósmicos neutros, espe-cíficos tan sólo de las evoluciones nebulares. Estos cuaterna-rios duales son el resultado y la síntesis de la evolución polar

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estelar de los cúmulos estelares o intra-galácticos. Se origi-na, entonces, ese segundo tipo de vibraciones cósmicas, lla-madas en los textos más antiguos de la Enseñanza "la-vitalidad-de-los-soles".

Tenemos, pues, una división de las vibraciones en primarias y secundarias, nacidas del equilibrio cósmico, momentánea y cíclicamente desplazado, es decir, de un equilibrio dinámico expresado en ciclos que abarcan el supra-cosmos fenomenal en su "totalidad". Estas vibraciones son casi absolutas y per-tenecen al sexto centro de gravedad de la Ley del Siete, al que llamamos plano psíquico superior.

De ellos se originan, luego, las vibraciones mentales de los Soles-de-Soles y, finalmente, vienen las vibraciones de ter-cer orden, y cuarto, es decir, las vibraciones vitales de los soles y las físicas (etéricas) de los planetas que giran en torno de dichos soles. Las vibraciones vitales de los soles secundarios son llamadas vibraciones psíquicas concretas o inferiores.

En cuanto a los dieciséis elementos (4 x 4), no se trata sino de cuatro elementos en diferentes y cuádruples estados de tensión energética, por así decirlo (aunque sea inexacto). Esta tensión de vibraciones, o densidad de frecuencia de las mismas, es má-xima a partir del estado de equilibrio que son las llamadas vi-braciones psíquicas superiores o extáticas de bienaventuranza. La expresión científica más adecuada puede ser "caída de po-tencial" o "aumento de la longitud de onda o disminución de la frecuencia".

Cada uno de los cuatro planos de objetividad es positivo en relación al inferior y negativo en relación al superior.

El Universo sigue un orden de objetivación descendente o enrarecimiento creciente de la Seidad (Esencia del Ser), desde el Primer Plano al Cuarto, que es el Físico. Este ciclo descendente origina cierta pérdida especial, por cuanto no se cierra sobre su origen, como dicen los que tratan de las cues-tiones cósmicas a imagen y semejanza de las corrientes doc-trinas conservacionistas de una física decadente, como es la



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de nuestros días, en cuanto a la solidez de sus conceptos, no con base en un pragmatismo que anula a la Ciencia, primero en sus alcances teóricos y luego en los prácticos.

La entropía, en verdad, nunca puede llegar a ser constante en los ciclos reales o irreversibles, ni aunque ellos ocurran al llamado cero absoluto, que no es tal, como veremos en obras especializadas de Física Esotérica, basadas en las doctrinas de la Cuarta Serie de "Todo y Todas las Cosas"3.

La octava ascendente de los Cosmos se basa en una entropía de orden negativo, mientras es la entropía positiva la que origina la octava descendente, que desprende esa acción y reacción en cadena, que va de lo simple a lo menos simple, de las causas a los efectos, del potencial mayor al menor.

El Trabajo Isotérico consiste en ir, pues, en contra de la co-rriente positiva o involutiva y descendente. Es la Alquimia soberana que transforma los metales inferiores en superio-res, los fenómenos externos en sus respectivos noúmenos internos.

Hemos señalado una dualidad inicial como base de las vibra-ciones. Vimos cómo esta dualidad daba origen a una tétrada en cuatro planos sucesivos y a la vez simultáneos, por hallar-se íntimamente compenetrados. Este cuaternario desarrolla-do indica un esquema muy superior al del doble siete de las escuelas orientales o teosóficas.

Este doble 7 nos da 16, cuando le adicionamos la dualidad, que es su fuente. Pero este esquema, a su vez, sin dejar de ser verdadero, es una parte de un esquema más amplio, pues hay que adicionar la cuaterna arquetípica o noumenal, allende lo fenoménico de los 4 planos, lo que da 20, que es la base de los Almanaques Astrológicos y Astronómicos de los grandes Continuados mayas (súper-iniciados).

3 Gurdjieff escribió una Cuarta Serie, pero en persa antiguo y en lenguaje alegórico. No ha sido de público conocimiento ni acceso.



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Si vamos a un esquema mucho mayor, tenemos 22 arcanos mayores, que se corresponden exactamente con el Tarot Universal. Como se desprende de esto, los distintos esque-mas son falsos tan sólo cuando aspiran a ser los únicos. En ningún campo del conocimiento existencial existe la infalibili-dad y los esquemas diversos han de encuadrarse en un SIS-TEMA.

Un estudio del esquema de la veintena es muy interesante, porque pone frente al tradicional árbol de la Vida y sus tres vías generales, el árbol de la Ciencia, del Bien y del Mal; es decir, la Sabiduría de la Polaridad en todos sus aspectos, entre los cuales se incluye el sexual...

Es por eso que el esquema de las Diez Emanaciones es un pequeño fragmento de una totalidad mayor, ya que no inclu-ye el esquema de las Doce Emanaciones del Zodíaco de la Ciencia de la Polaridad, o las seis leyes duales del Cuarto Cuerpo. Esto es lo que ha hecho de la Cábala en general un esquema sin mayores aplicaciones prácticas en cuestiones astrológicas, dando una indebida prioridad a los planetas sobre la Tierra, campo de superiores Seres Cósmicos.

Este planteo del Sistema, por medio de vibraciones-radiaciones-emanaciones, tiene al menos su corroboración en los estudios modernos, que se hacen sobre la evolución este-lar, especialmente de acuerdo con la teoría del astrónomo moderno Milne. Éste propuso, allá por 1926, una explicación interesante de las inmensas velocidades de proyección, rela-cionadas y evidenciadas por el corrimiento al violeta de las rayas del espectro de absorción.

"No pocas peculiaridades de este espectro se explican con la teoría de Milne, tal como el aumento no uniforme del brillo de toda la superficie de la estrella y que ésta gi-re sobre Sí misma."

Este efecto de rotación es inherente al grupo más elevado de vibraciones y le evidencia su forma esférica. Se halla relacio-nado con el Verbo Cósmico y su polo negativo es el llamado Logos Femenino, la Voz de la Hueste Jerárquica.



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El hecho del corrimiento al violeta de las rayas de las novas, lo atribuye Milne a las diferentes capas expulsadas en épocas suce-sivas, en que el aumento del brillo alcanzó sus máximas respec-tivas.

Debemos a un gran astrofísico hindú, Megnad Saha, el haber establecido las características de las radiaciones en función de los grados de ionización (efecto dualístico) y de la densi-dad (concomitante).

Todo esto corrobora las enseñanzas del Sistema sobre las vibraciones cósmicas y su influencia en la evolución del Uni-verso o teorías de radiación, las del astrónomo Milne u otros no menos célebres.

En especial, debemos al genio de Milne el hecho de haber hallado una Teoría de la Radiación como base de una Teoría Cosmológica general; y, hasta hoy, una de las más simples.

"Las condiciones de equilibrio interno de las estrellas y de sus transformaciones constituyen el objeto de no po-cos estudios y controversias."

La teoría de Milne se basa en el hecho del cambio del espec-tro de las novas, pues ellas, luego de su máxima radiación, presentan un espectro del tipo "C", lo cual prueba una eleva-da temperatura en la superficie y, por lo tanto, un elevado brillo intrínseco. Como el astro no emite en conjunto mayor cantidad de luz que antes, su brillo por unidad de superficie se ha elevado. Se puede concluir de aquí que la superficie de la estrella ha quedado reducida a una proporción general-mente decimal (Cabalística). Esto revela que la estrella se ha arrugado, se ha contraída en sí misma, después de haber expulsado una enorme cantidad de gases brillantes.

¿Qué son estos gases? Lo veremos al hacer un estudio parti-cular de los cometas, en una próxima monografía.

¿Qué pasó con la capa que era externa? Fue despedida por la presión de la radiación. Es de notar que este fenómeno tiene proporciones cósmicas y que, por lo mismo, todas nuestras empíricas consideraciones de tiempo son insuficientes.



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¿Y cuál es el noúmeno de esa luz de las novas? Es la energía de gravitación liberada. Lo que hallaremos, cuando desinte-gremos los fotones, serán ondas, que inmediatamente for-marán los hoy llamados gravitrones de Spin 2.

"La energía de gravitación, súbitamente liberada, produ-ce un aumento prodigioso de radiaciones."

¿Qué sucede con la estrella que ha emanado de sí esta ener-gía? Aumenta su densidad mecánica en 102, 104 y así sucesi-vamente, según los diferentes casos. Esta condensación se explica por la mecánica estadística de Dirac. Esta nos lleva a concluir que el interior de la estrella no es gaseoso sino ra-diante, formado por la dualidad de los núcleos atómicos y de los electrones o partículas positivas y negativas.

Esto lleva a suponer un estado de mayor densidad en el inte-rior de las estrellas que el que se suponía, y en el que las partículas electrónicas se agrupan en un estado líquido ad-hoc, que es el que corresponde con las vibraciones líquido-cósmicas, que sigue a la etapa ígnea de la radiación. Es de-cir, que el gas ultra-denso, luego de la radiación ígnea, pasa al estado degenerativo acuoso.

"Todavía Landeau cree posible otra fase, en que los elec-trones y protones se unen para formar neutrones, o una suerte de estado ultra-sólido, en conformidad con la me-cánica estadística (que es la única mecánica científica de hoy en día)."

Milne teoriza, exactamente, al sostener que los sistemas pu-ramente gaseosos no pueden mantenerse en equilibrio. Por eso las estrellas tienen un núcleo dual o polarizado, basado en vibraciones duales, que se materializan en protones y electrones, en un estado previo intermedio, que luego se condensa en un estado líquido vibracional.

Para cierto valor crítico de la presión de radiación en la zona envolvente del núcleo, la materia gaseosa se deposita sobre el líquido nuclear. Este estado comunica una mayor transpa-rencia a la radiación ígnea y así conserva, durante mucho

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menos tiempo, la energía radiante aprisionada por su masa. De este modo se difunde hacia el exterior.

En las zonas gaseosas próximas, la presión de radiación au-menta bruscamente, para luego descender a un valor más bajo que el anterior, hasta que la presión de radiación de-terminará una radiación posterior, al cerrarse el ciclo de las vibraciones.

Como vemos, la ciencia va corroborando indirectamente, o por medio de efectos, las bases cosmogónicas de las anti-guas disciplinas esotéricas.

Se sabe que se establecen en las estrellas continuos derrum-bes de sus capas externas (geometría de curvatura negativa o absorbente). La expresión de Milne (él mismo quizás no sepa cuán isotéricamente es exacta) es afortunada, pues si se conociera un poco más el cáncer y la Cuarta Dimensión, se vería cómo actúa ésta en ese cáncer cósmico que, según Milne, corroe el corazón mismo de las estrellas y de los mun-dos; pues el proceso de reversión es un proceso de la Cuarta Dimensión y del Cuarto Cuerpo.

Cuando las estrellas que se hunden, giran sobre sí mismas, la materia que se precipita sobre sus núcleos adquiere una velocidad que aumenta en progresión geométrica, como se prueba por el Teorema de la Conservación del momento de rotación. De aquí resultan velocidades tales que dividen en dos o más partes las estrellas, originándose una estrella do-ble o múltiple.

Sin duda que, cuando evidenciamos el proceso de la división celular, tenemos en lo pequeño un reflejo pálido de los pro-cesos duales que se revelan en el entero Segundo Rayo-de-la-Creación. Este es el modo por el cual la Astronomía Iso-térica –en lo que nos es conocida– explica la gran cantidad de estrellas dobles observadas en el Mundo-de-las-6-Leyes.

Todas las estrellas de nuestro Rayo-de-la-Creación, en el curso de su proceso de involución (octava descendente) pa-san por la etapa de novas. Las estrellas "0" son relativamen-

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te numerosas en las proximidades de nuestro Sistema Solar. Los Sistemas Planetarios surgen de novas, cuyos "gases ra-diantes" fueron retenidos cerca del núcleo, envolviéndolo en una niebla permanente...

Resumiendo, frente a una estrella se presentan tres posibili-dades:

1) enanas blancas, con presión de radiación creciente, 2) nebulosas de estrellas dobles, y 3) sistemas planetarios.

Esto se halla relacionado con las radiaciones cósmicas que trascienden a Sirio, correspondiendo:

- la primera etapa, a las radiaciones eléctricas (Primer Rayo),

- la segunda etapa, a las radiaciones magnéticas (Se-gundo Rayo), y

- el Tercer Rayo (vibraciones electromagnéticas), es el de los Kumaras.

Todo Sistema Planetario, pues, comienza bajo la égida del Tercer Rayo o Inteligencia activa, Demiúrgica, en su primera etapa o Sistema Solar Uno. Ella se relaciona con la famosa "Niebla del Fuego", en que evolucionaron los Kumaras. Esta niebla no es otra cosa, en lo que hemos relatado hasta aquí, que los famosos gases brillantes de las novas. Se desprende de esto, de las vibraciones ígneas, en su aspecto Manas infe-rior, el famoso misterio del Fuego Cósmico, en cuyas correla-ciones se basan los Sistemas Solares.

El Cuarto Camino Cósmico corresponde al de la Nube Cósmi-ca, o Aire Cósmico (Pneuma), cuya raíz es el Cuarto Rayo Cósmico. Más allá, el Sistema del Cuarto Camino nada nos dice. No nos dice si el Aire Cósmico o hálito se reduce a su noumenal elemento de Akaza Mayor, o el Centro de todos los Soles Centrales.

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IV. CUARTO FACTOR: LEYES

Un mismo Cosmos puede tener Leyes diferentes, por cuanto puede "albergar" Mundos de distinto orden de mecanicidad. El número de Leyes de un Cosmos depende del Sistema de referencia, respecto del cual son enunciadas estas Leyes de Mecanicidad relativa.

Que existen 7 Cosmos no implica que existan 7 clases de Mundos, aunque se tiende a completar el septenario.

Por ejemplo: en un principio existieron sólo 5 Mundos en los 7 Cosmos. El lugar natural del planeta Tierra pertenece al Cosmos Planetario (24 Leyes). Pero, debido al nacimiento de la Luna (por el choque de un cometa sobre la Tierra, acciden-te provocado por error intencional de cálculo, a fin de que cada Cosmos tuviera su Mundo propio, ya que los dos últi-mos Cosmos quedaban vacíos, los correspondientes a Mi y a Re Menor), la Tierra adquirió una densidad exterior mayor que no le permitió seguir manteniéndose con 24 Leyes, sino que las duplicó.

Leyes de los satélites = 96 = 48 Leyes de la Tierra Cosmos vacíos 2 Desde su nacimiento, la Luna ha sido un grave obstáculo para la Tierra. Fue la causa de su involución y lo continúa siendo.

La tabulación de las Leyes de los Cosmos puede ser encarada desde muy distintos puntos de vista. Desde el más corriente, el que ha sido divulgado como único (ya hemos señalado su inexactitud, por aceptar un punto de partida único, que es el Absoluto, tomado en el sentido de las religiones corrientes), su tabulación es la siguiente:



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COSMOS LEYES

Absoluto 1

Todas las Galaxias 3

Nuestra Galaxia 6

Sol 12

Planetas 24

Tierra 48

Luna 96

Esto sólo puede sostenerse aceptando como Verdad Objetiva lo que constituye un supuesto místico, es decir, la Trinidad de Dios, o sea la existencia de Tres Fuerzas internas en lo Absoluto.

Esta tabulación sólo se puede mantener en desconocimiento de los recientes hallazgos astronómicos, hechos con el teles-copio del Monte Palomar. Estos descubrimientos son los si-guientes:

1) La Vía Láctea resultó mucho mayor de lo supuesto. Así, se transformó sólo en un cúmulo o sistema de mi-les de millones de estrellas.

2) La existencia de Enjambres de Galaxias o Metagalaxias.

3) La comprobación de que estas Metagalaxias, o enor-mes Enjambres de centenares de miles de Galaxias, se hallan agrupadas en Unidades Cósmicas de Orden Superior, llamadas Enjambres de Metagalaxias o Hí-permetagalaxias.

4) Y, finalmente (por ahora), existen Unidades Cósmicas muchísimo más complejas, a las cuales se ha denomi-nado Megauniversos.



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Es notorio que tamaña expansión del conocimiento humano acerca del Universo tiene que revolucionar los fundamentos mismos de los planteos Cosmológicos anteriores.

Con base en este nuevo planteo de la Astronomía, se consti-tuye un nuevo esquema de los 7 Cosmos:

LOS SIETE COSMOS LEYES

1) Absoluto Galáctico 1 Ley

2) Todos los Cúmulos de las Galaxias 3 Leyes

3) Nuestra Galaxia 6 Leyes

4) Sol 12 Leyes

5) Planetas 24 Leyes

6) Tierra 48 Leyes

7) Luna 96 Leyes

Para un conjunto de varias Galaxias se mantienen las Leyes de los 2 primeros Cosmos, pero varían las Leyes de los 5 Cosmos descendentes. Esto vale para las Metagalaxias.

En una escala más amplia, es decir para las Hípermetagala-xias, se requiere una tabulación diferente, en la cual varían las Leyes de los 6 últimos Cosmos. Esto vale para las Híper-metagalaxias.

La descripción de cada uno de los 7 Cosmos, de acuerdo a estas 3 tabulaciones anteriores, será tratada en los Folletos posteriores, que ya están en prensa, y cuyos temas serán:

- Los 12 estratos de la Luna.

- Los 9 estratos de la Tierra.

- Los 7 estratos de los planetas.

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- Los 5 estratos del Sol.

- Los 3 estratos de las estrellas.

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V. RELATIVIDAD DE LAS LEYES DE ACUERDO A LOS ESQUEMAS PLANETARIOS

Todos los Rayos de la Creación tienen 7 Cosmos. Las Leyes de los Mundos, para su enumeración, dependen de su es-quema de referencia.

Así, por ejemplo, los fenómenos del Segundo Cosmos, para ser explicados, requieren:

- desde el Esquema Marciano requerirán 4 Leyes; - desde el Esquema Terrestre, 3 Leyes; - desde el Venusiano, 2 Leyes, - y así sucesivamente.

También se puede observar que las Leyes del Esquema Te-rrestre son la semisuma de los otros dos. Por ejemplo:

Marte 4 + Venus 2 = 6 6 ÷ 2 = 3 (Tierra) en el Se-gundo Cosmos

Cuando se da una tabulación de los Mundos, hay que especi-ficar desde qué esquema se da. Las Leyes son invariantes y la cantidad de Cosmos es también invariante, dentro de un Rayo de la Creación.

A fin de que resulte todo lo antedicho más claro, se da a con-tinuación un resumen, con las tablas de Leyes de Marte, Tie-rra y Venus, y sus respectivas correlaciones:



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TABLAS DE LEYES DE MARTE, TIERRA Y VENUS

(Ley del 7) 4º Centro

de Gravedad

Kama =

Deseo Marte

Tierra

Manas =

Mente Venus

3er Centro de Gravedad de la Ley del Siete (*)

2º Cosmos 4 3 (Sist. Loc.) 2 Dualidad

3er Cosmos 8 6 (Zodíacos) 4 Intuición

4º Cosmos 16 12 (Sol)

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cantidad Leyes Mentales calidad Categorías-Kant relación

reciprocidad

5º Cosmos 32 24 (planetas) 16 Leyes de Vitalidad

6º Cosmos 64 48 (Tierra) 32 Plano Físico

7º Cosmos 128 96 (Luna) 64 Astral Inferior

(*) Ley del Siete: "Todo está constituido de 7 Principios in-terdependientes e irreductibles uno al otro" (Concep-ción Mesotérica filosófica o contemplativa).

Los Centros de Gravedad son 7, y son los núcleos o átomos permanentes de dicha Ley.

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Parte II – La Estructura del Universo

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Parte II

LA ESTRUCTURA DEL UNIVERSO

I. LO ABSOLUTO

El absoluto supuesto por el ser humano no es más que un absoluto humano. Por lo tanto, un absoluto así no incluye la realidad toda en sí mismo, sino la representación de dicha realidad. Un absoluto tal, sólo es una gigantesca proyección del ser humano.

Filosóficamente, no hay un argumento real y objetivo para suponer un Absoluto Real, como tampoco lo hay para no su-ponerlo. Existe indeterminación.

Una de las ideas que acompaña la de Absoluto es la de to-talidad. Pero, ¿qué totalidad? La que concibe el hombre, el ser humano, ahora por totalidad. Esta totalidad de hoy no es la totalidad de mañana, ni ésta la del pasado. Lo Absoluto involucra todo lo que percibimos. Suponer un Absoluto, que no pueda ser percibido en modo alguno y jamás, es algo inaceptable, pues involucra una (antinomia) contradicción.

La idea de Absoluto, en la mayoría de nosotros, es una idea negativa y una generalización infecunda.

Filosóficamente, la idea de lo Absoluto tiene sentido en rela-ción a la idea de lo relativo, y la complementa. Por lo tanto, llamaremos Absoluto a algo que tenga más sentido concreto. Si Conocimiento y Ser son esencialmente idénticos, no po-demos aceptar una noción que involucre un no-ser.

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Todas las dimensiones tienen sentido en relación al Cosmos. Un Absoluto a-cósmico es un Absoluto inaceptable.

El Absoluto corresponde al Primer Cosmos, pero tan sólo de una octava, la cual es lateral de una octava más amplia.

El absoluto se forma en mentes que consideran que el Cos-mos, en su realidad Objetiva, puede ser concebido dentro de una esfera, fuera de la cual no hay nada. Esta concepción está en desacuerdo con los continuos descubrimientos del panorama astronómico.

Los astrónomos descubren continuamente nuevos Universos y no hay, por el momento, perspectivas de finitud. Los Uni-versos constituidos por enjambres de enjambres de Galaxias forman un espectáculo que escapa a toda noción de un Abso-luto dogmático, con visos de Filosofía y a todas luces inacep-table para la Razón pura.

El Absoluto de las Religiones es puramente psicológico y existe en la subconsciencia como engrama. Este Absoluto, "místico y subjetivo", no puede compararse ni conciliarse con lo que la Ciencia descubre de continuo. Los absurdos son inevitables cuando no se tiene un exacto punto de partida. Así, luego de limitar el Cosmos Objetivo, se dice que no pue-de medirse ni razonarse. No es así. Que no pueda medirse de un modo dado, no quiere decir que esté fuera de toda medi-da.

¿Cuáles son las medidas del Cosmos Objetivo? A medida que avanza la investigación, el cálculo tiene que ser más amplio. Los telescopios perciben no sólo la luz a una distancia de numerosos miles de millones de años. Esta medida ha sido superada notoriamente. Los sabios astrónomos rusos han demostrado, con los hechos, las formas finitas de las mentes con prejuicios religiosos. La radioastronomía está demos-trando que existen estrellas radiantes allí donde hasta hace poco se consideraba el confín del Universo. Por lo tanto, las nociones religiosas carecen de valor objetivo y consti-tuyen una forma de senti-mentación superada ampliamente

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y, por otra parte, el Psicoanálisis ha demostrado el carácter psico-traumático de los conceptos religiosos.

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Importancia del Conocimiento Cósmico:

Suele sostenerse que el Conocimiento de Sí Mismo es tan sólo un proceso psicológico. Esto es valorar los hechos par-cialmente, sin que conduzcan prácticamente a nada.

Sin un conocimiento de lo que son los Mundos, los Cosmos y los Universos, no es posible lograr auténticos resultados indi-viduales.

El ser humano se halla dentro de una maquinaria que tiene que conocer, sobre todo en las partes que en él influyen y que, por lo mismo, tienen "existencia" (actual o posible) res-pecto de su existencia.

Sin conocimiento del medio externo, no es posible conocer el llamado medio interno, que generalmente no es más que Reacción al medio externo. Así, quienes den preponderancia a las influencias Cósmicas son a menudo calificados de mate-rialistas, por cuanto se cree ilusamente que en la mayoría hay un alma capaz de ser libre, es decir, capaz de actuar espontáneamente y no a instancias de influencias Cósmicas. Esta libertad es posible, pero muy pocos pueden lograr no reaccionar. Pero… ¿dónde aprender los verdaderos conoci-mientos Cósmicos? ¿Y de quién?

Previamente sólo puede contestarse que estos conocimientos especiales han de aprenderse en Escuelas igualmente espe-ciales y de Seres Realmente Humanos.

Los verdaderos conocimientos Cósmicos no pueden ser lo-grados en el habitual estado de inconsciencia, en que se de-bate la mayoría de los "eruditos" de las distintas especialida-des.

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Los verdaderos conocimientos Cósmicos implican "Concien-cia Cósmica" y diferentes niveles de Tensión.

Los verdaderos modelos del Universo no solamente deben presentar la forma interna y la estructura de este Universo, sino que también deben revelar la relación del hombre con aquel, y sus destinos presentes y posibles en el mismo.

La mayoría de los modelos del Universo se basa en nociones místicas. Estas nociones expresan el origen sub-consciente general, aunque no tengan en sí mismas la claridad debida.

¿Basta con esto? El "conocimiento" místico no es suficiente. Por lo demás, no pertenece a una Técnica Objetiva. El mis-ticismo es subjetivo y sólo tiene un valor psicológico, pero indica métodos CONCRETOS de experimentación. El misti-cismo sólo provoca "Impresiones emocionales".

El llamado esoterismo también es subjetivo, pero de orden mental, mediante símbolos y tabulaciones no siempre claras.

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II. LAS HIPÓTESIS COSMOGÓNICAS

Existe, en la astrofísica moderna, una serie de hipótesis. Una de ellas es la del "Universo en Expansión", que no ha sido demostrada todavía, puesto que se tienen fundadas dudas para dar la explicación expansiva, sobre todo cuando la teo-ría relativista general permite un tratamiento más sencillo.

Emparentada con esta hipótesis se halla la de Lemache, que tiene un valor relativo, pero que no puede aplicarse a una Galaxia mayor, Metagalaxia o "Universo". Pero también es muy verosímil que la totalidad de las estrellas, cúmulos, ga-laxias y metagalaxias se forman incesantemente, mientras



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que las otras ínfimas partes del meta-todo se hallan en el SILENCIO CUADRIDIMENSIONAL, e innumerables nazcan y se desarrollen.

Los estudios de las estrellas azules, los de Lytteton y Hayle, no nos permiten aceptar una finitud elemental y dogmática. Los Universos se hallan infinitamente separados unos de otros.

Tal vez en la radioastronomía hallemos un nuevo punto de partida para superar las limitaciones del nervio óptico. En lugares que se suponían ausentes de astros, el radiotelesco-pio ha evidenciado potentísimos Centros de Radiación.

Muchas son las hipótesis astrofísicas que hoy existen, pero ninguna es por completo convincente, pues no logra dar una explicación cabal. Se basan en hechos aislados, pero no tie-nen ninguna explicación del conjunto.

La Cosmogonía presupone la Cosmología y ésta se constituye sobre la base de la Astronomía y de la Físico-Matemática y la Física-Química.

No conocemos bien nuestro planeta. Se impone un conoci-miento más amplio y mucho más Objetivo. No hay una hipó-tesis sólida para el origen de la Luna y sus satélites; no la hay tampoco para el origen del Sistema Solar... "Es muy probable la existencia de planetas más allá de Plutón", pero su existencia sólo será posible comprobarla cuando se realice un progreso efectivo en el instrumental astronómico, que permita un mayor alcance.

Con el transcurso de los milenios, el ser humano fue cono-ciendo (parcialmente) su planeta, así como el Sistema Plane-tario, las constelaciones y el Sistema Local de estrellas (que concibió como la Vía Láctea, sin realmente serlo).

Luego avanzó algo más y en el primer cuarto de este siglo4 conoció las Galaxias. Los descubrimientos fueron cada vez más numerosos y las nociones cosmológicas tuvieron que ser superadas. Hoy las nociones einstenianas son anticuadas y 4 Este texto fue escrito en el 1958. [N.d.R.]

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las unidades mayores que conoce el ser humano no son las Galaxias. Estas han quedado atrás, como eslabones de uni-dades más amplias.

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¡Muy pocos de los que se dicen "esoteristas" conocen la es-tructura de su propio planeta! Si la conocieran, verían cuán poca base objetiva posee la mayoría de sus "observaciones".

La Tercera Dimensión de la Tierra, el espesor de sus capas, es algo que muy pocos consideran en sus especulaciones. Consideran la tridimensionalidad terrestre del mismo modo que la humana, lo cual es absurdo. Esta tridimensionalidad terrestre es para el humano algo cuadridimensional. Si acep-ta que la Tierra tiene tres dimensiones, tiene que reconocer que respecto de la Tierra es meramente superficial o bi-dimensional.

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III. LAS GALAXIAS

Cada día se va confiriendo a las nubes Cósmicas que la masa de las mismas es la del Universo que conoce la Astronomía, y al que considera como lo único que ES. El estudio de las nu-bes gaseosas se considera sumamente necesario para cono-cer el proceso genético de las Galaxias.

En muchos libros del Siglo XIX, que versaban sobre astrono-mía, se sostenía que el espacio inter-estelar e inter-nebular era vacío. Hoy se sostiene como un hecho que las estrellas y

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las nebulosas son condensaciones de esta materia Cósmica, tan poco conocida.

En publicaciones posteriores sobre "LA DOCTRINA DEVELADA DE AMÉRICA", expondremos algunas relaciones exactas so-bre esta materia Cósmica. Las condensaciones de la materia Cósmica siguen una notoria matematicidad. Las distintas formas de las mismas se deben a LEYES UNIVERSALES DE VIBRACIÓN CÓSMICA.

El número de Galaxias aumenta progresivamente de acuerdo a la distancia, en una relación a 4 por magnitud. Cada día se halla una cantidad mayor de Galaxias. Con el telescopio de Monte Wilson se han fotografiado un millón; con el de Monte Palomar se han fotografiado nidos de Galaxias; se han regis-trado con el mismo –provisoriamente– más de 108 Galaxias o "Universos islas". Posteriormente, se descubrirán nuevos Universos formados por 109, etc.

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Clasificación de las Galaxias

a) GLOBULARES O ELÍPTICAS: 8 sub-clases: de E0 a E7.

b) ESPIRALES:

Normales: se dividen de acuerdo al núcleo y al desarrollo de sus brazos espirales.

SA: Núcleo bien notable, muy destacado, rodeado de espirales regulares con mo-derado desarrollo. NGC 4763; NGC 4594.

SB: Más desarrolladas las espirales y me-nor el núcleo, en tal forma que ellas suelen dar una vuelta completa a su alrededor. NGC 2841; M 81; M 31.

SC: Núcleo insignificante, brazos espirales complejos e irregulares, enroscados en torno del mismo. Ejemplos: NGC 5457; NGC 628.

En barras: SBA: Tienen una barra transversal con dos condensaciones laterales. Forman una nebulosa elíptica, atravesada por la barra. NGC 2859.

SBB: El anillo circular se ha roto en los extre-mos de la barra y dos brazos principales, que arrancan a 90º de la misma barra.

SBC: Tienen sus espirales muy abiertas y surgen de dos opuestos del núcleo. NGC 1300, NGC 7479.

c) IRREGULARES: Nubes de estrellas Nebulosas anormales.

Sintetizando, tenemos 4 x 4 = 16 tipos de Galaxias: 8 Globulares + 6 Espirales + 2 Irregulares = 16.

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La división Isotérica es: 8 Globulares y 8 (6+2) neo-Globulares. Las Globulares son normales, mientras que las otras no lo son. Las Globulares son una excepción. Tenemos que la mayoría de las Galaxias, incluyendo la Vía Láctea, se ha formado de un modo "Kosmoteratológico" (Kosmos = Cosmos; terato = monstruo).

La importancia de 42 = 16 aparecerá en publicaciones poste-riores sobre las Cosmología matemática de 2º Rango.

Parece que las Galaxias no están distribuidas al azar, sino que forman conglomerados o familias de Galaxias. Así, la VÍA LÁCTEA integra un Sistema de 13 Galaxias bien determinadas. Por lo tanto, la VÍA LÁCTEA recibe la influencia de un Zodíaco de Gala-xias. Este Zodíaco está constituido así (11 se mencionan aquí):

1) Nube de Magallanes nº 1 .... 200.000 años-luz 2) Nube de Magallanes nº 2 .... 240.000 años-luz 3) Escultor ........................... 500.000 años-luz 4) Horno ........................... 1.000.000 años-luz 5) Triángulo ....................... 1.400.000 años-luz 6) Andrómeda nº 1 ............. 1.400.000 años-luz 7) Andrómeda nº 2 ............. 1.400.000 años-luz 8) Andrómeda nº 3 ............. 1.400.000 años-luz 9) Andrómeda nº 4 ............. 1.600.000 años-luz 10) Andrómeda nº 5 ............. 1.600.000 años-luz 11) Sagitario ....................... 2.000.000 años-luz

Estas colosales y fantásticas aglomeraciones son denomina-das "nubes de Galaxias". Más del 50% se hallan en este es-tado de asociaciones.

Los 7 Puntos de la VÍA LÁCTEA son:

1) Sagitario 2) Carena 3) Escorpio 4) La Regla 5) El Compás 6) Centauro 7) La Cruz del Sur


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Este enfoque revoluciona los conceptos clásicos del Camino nº 3 o Esoterismo y demuestra las limitaciones de los mis-mos, ya que estos esoteristas sólo tienen conocimiento de las modificaciones "zodiacales" del Sol y no se ocupan de otras constelaciones, pues su heliolatría les impide hacer las debi-das y necesarias incursiones por esos dominios.

La VÍA LÁCTEA se halla constituida por cúmulos de estrellas relativamente similares. Los 5 cúmulos mayores son:

1) Hydes 2) Pléyades (Tauro) 3) Colmena (Cáncer), 4) Cúmulo doble de Perseo 5) Cúmulo de la Cruz del Sur

El Cúmulo de las Pléyades es uno de los más interesantes para los estudiantes del ocultismo (2º Rayo teosófico). Está compuesto de 9 estrellas visibles:

1) Alcione 2) Electra 3) Atlas 4) Maia 5) Merope 6) Taygeta 7) Pleione 8) Celoeno 9) Asterope

Se considera que este cúmulo de las Pléyades está a unos 500 años-luz. Actualmente se han fotografiado unas 500. La densidad estelar en el interior de este cúmulo es 3 veces mayor que la existente en el Mundo de los Planetas, y 5 ve-ces superior a la densidad de nuestro Sol.

La constelación de Tauro, se considera en Teosofía como una de las más interesantes. Las 500 estrellas del cúmulo se ha-llan envueltas en una niebla brillante (la famosa Niebla de Fuego de los Kumaras), la cual ocupa una extensión de 9 años-luz. En Tauro también se hallan las Hyades, a cuyo cú-



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mulo corresponde la estrella Albedarán, de 1ª magnitud. Se halla más cerca de nosotros, a unos 150 años-luz. Finalmen-te, en Tauro encontramos la nebulosa de Cáncer o Cangrejo, punto de una explosión atómica que ocurrió en la época del nacimiento de Cristo. Es una nebulosa complicadísima, llena de enigmas y cuyo destino es transformarse en un sistema solar, que dará mucho que hacer. En Cáncer se halla la Gran Nebulosa de Présepe, o nido de abejas; sus estrellas son agentes de Prana de color anaranjado. Constituye un delimi-tado cúmulo estelar (Messier 44). Existe también el cúmulo Messier 67, formado por estrellas dobles. Tiene una estrella triple de importancia.

La constelación del Cordero tiene 3 cúmulos importantes (M 38, M 36 y M 37).

La Cruz del Sur tiene un hermoso cúmulo NGC 4755, que rodea a la estrella K, que es de tono rojo intensísimo. Esta K se halla íntimamente relacionada con cierto Centro Esotérico del Norte Argentino.

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Generalmente se da la siguiente tabulación:

TIERRA ----- SISTEMA SOLAR ----- VÍA LÁCTEA

Esta tabulación es errónea, puesto que no existe la debida proporción. La Tierra es un componente del Sistema Solar; pero, ¿cuántos Sistemas Solares se necesitan para integrar la Vía Láctea?

La relación exacta es la siguiente:

TIERRA ----- PLANETAS ----- SISTEMA SOLAR

Es decir que entre la Tierra y el Sol no hay una dimensión de diferencia, sino dos. Entre el Sol y la Vía Láctea hay más de dos dimensiones de diferencia. En la Escala Objetiva, cada Cosmos sólo puede relacionarse con el inmediato superior y



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con el inmediato inferior. El Sol no puede relacionarse con la Vía Láctea directamente; lo puede hacer con las estrellas zodiacales del Sistema Planetario, es decir, con las elípticas de los planetas.

No es posible comparar sillas con panes. La Tierra se compa-ra con otros planetas, el Sol con los otros astros (y no con todo tipo de los mismos, sino con su tipo, dentro del Sistema Local). El Sol, como estrella azul, sólo puede compararse con las estrellas azules locales. El Sol forma una constelación con otras estrellas. La analogía sensata es establecer la relación del Sol con las estrellas que pertenecen a la misma constela-ción.

Durante mucho tiempo se creyó que la Vía Láctea no era na-da más que el Sistema Local de estrellas. Luego se comprobó que la Vía Láctea involucraba varios sistemas locales, que constituyen "Galaxias locales".

El Universo astronómico no es único, sino múltiple. Sólo la Astronomía superior puede hacer un estudio de "Todos los Universos". Estos Universos tienen una extensión de 1012 años-luz. Las galaxias exteriores, los sistemas de varios ór-denes, los Universos, escapan a los recursos técnicos corrien-tes del Sistema del Cuarto Camino. Sólo en el Octavo Camino pueden ser conocidos los otros Universos.

La tabulación mística es incapaz de fundarse en un orden extra-galáctico. La Vía Láctea forma parte de un esquema superior (Metagaláctico), que recibe Energía de Doce Fuen-tes, es decir, de 12 Tipos Cósmicos de Materia (tal como lo enseñaron los Adeptos de Karnak y el Maestro Gurdjieff).

La Vía Láctea corresponde técnicamente a lo que podemos conocer dentro de nuestro particular Rayo-de-la-Creación. Lo Absoluto sólo tiene sentido en los límites de ella.

La Astronomía moderna ha fundamentado la teoría de que existen innumerables Galaxias, pero sin embargo no tenemos aún un conocimiento adecuado de las mismas. Es sugestivo el hecho de que se conciben esas otras Galaxias a imagen y



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semejanza de la nuestra. De acuerdo al Sistema Objetivo, ello es erróneo. No posee el ser humano –ni poseerá durante milenios– un Conocimiento Objetivo de otras Galaxias.

¿Por qué? Porque aun la propia Galaxia es algo desconocido en lo esencial. ¿Podemos imaginar la Vía Láctea? En modo alguno. Únicamente si colocáramos a las Galaxias en la mis-ma dimensión que las estrellas y a estas, que los planetas. Pero este simplicismo no obedece a la realidad Objetiva, que es muchísimo más compleja.

La Astronomía corriente toma al Universo como tridimensio-nal, porque considera que las nebulosas, las estrellas, nues-tro Sol, etc., son iguales en sus elementos químicos y en la afinidad de ello..., pero, luego, por razones espectroscópicas, se tiene que reconocer que, si existe hidrógeno en el Sol, éste es completamente distinto al que se halla en la Tierra.

Los futuros viajes interplanetarios evidenciarán que la mate-ria de un planeta no está compuesta químicamente de forma idéntica a los elementos terrestres. Este criterio vale igual-mente para las Galaxias. Las substancias de que están com-puestas no se pueden comparar con las de nuestras Gala-xias, cuyos elementos son semejantes, a pesar de las modifi-caciones locales.

Limitémonos, pues, a la Vía Láctea. Tracemos en torno de ella un Anillo Diamantino; supongamos que la Vía Láctea y sus Sistemas Locales están dentro de una enorme esfera, en la cual tenemos distintos polos. Dos nos son conocidos en general bajo la denominación de Polo N (Norte) y Polo S (Sur); hay, además, otros dos polos: E y O.

Con base en estos cuatro polos (cuatripolo o momento tetra-polar) se explican, en general, los más variados fenómenos que se producen en la Galaxia, por diferencia de tensión en-tre un polo y los otros tres, el que da 4 x 3 = 12 relaciones estelares "solares". Cualquier punto de esta gigantesca esfe-ra recibirá una cantidad "X" de radiación de cada uno de los 4 polos. Así el Polo N actuaría como radiante y el Polo S co-mo absorbente de esta radiación. Los Polos E y O los conside-


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ramos como + y –, respectivamente. Este lenguaje no es exacto, pero es un intento de transmitir la existencia de cua-tro fuentes básicas de acción.

Las ideas antiguas sobre los CUATRO ELEMENTOS, los CUA-TRO DIOSES, etc., son el eco de una gran VERDAD. Aún po-demos decir más: que cada Sistema Local, cada Zodíaco, cada Constelación, Sol o planeta, tiene estas cuatro corrien-tes: de N a S, y de E a O.

En Biología Esotérica publicaremos detalles de las cuatro co-rrientes de la Tierra.

En la Doctrina Secreta de la India se habla de CUATRO GRANDES SEÑORES, QUE DIRIGEN LAS ACCIONES DEL SIS-TEMA SOLAR Y QUE SE HALLAN EN EL SOL. Son denomina-dos DEVARAJAS, o MAHARAJAS, o SEÑORES DEL DESTINO MUNDIAL.

Esta esfera galáctica es la que entendemos como el Campo Unificado de Variabilidad y Relatividad de nuestro Rayo-de-la-Creación en su Etapa Mayor nº 2. En trabajos posteriores (La Doctrina Develada de América) veremos en detalle todos los sólidos fundamentos astrofísicos de estas nociones.

Imaginemos (haciendo un gran sobreesfuerzo) toda la super-ficie de esta Esfera Galáctica, tachonada de Sistemas Loca-les. Nuestro Sistema Local ocupa allí un ínfimo lugar, el mis-mo, en proporción debida, que ocupa el Sol en el Sistema Local. El interior de esta esfera tiene varias capas, pero los Sistemas Locales que conoce la Astronomía pertenecen a la capa más externa, la cáscara de la Galaxia.

Es insignificante lo que se halla contenido en los libros de Astronomía respecto de la Vía Láctea, en relación a su com-plejísima realidad y estructura. Mediante el telescopio tan sólo se puede ver su cara externa. En los libros corrientes de Astronomía se dan las medidas de las Galaxias. Estas medi-das son Humanamente Inimaginables. Estas mediciones se-rán corregidas en el futuro, del mismo modo que lo fueron hace poco, ya que –como sucede siempre– se tomaba la par-

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te por el todo. Este es el precio de la generalización vulgar, que suele conducir a serias dudas.

Los Sistemas Locales no permanecen en posiciones fijas en la Esfera Galáctica, puesto que la misma gira sobre sí misma y este movimiento se imprime a los Sistemas Locales, que se mueven unos respecto a otros. La Astronomía ha postulado el movimiento de la Galaxia, estableciendo así la escala Cósmica del tiempo.

Podemos dividir la Esfera Galáctica del mismo modo en que dividimos la Esfera Terrestre, es decir, con paralelos y meridia-nos, con lo cual los movimientos de los Sistemas Locales que-dan determinados. Estos movimientos corresponden a la "evo-lución" de los mismos y de las estrellas que lo componen.

Esta Esfera Galáctica es un espacio de Riemann y las nocio-nes cosmológicas de la relatividad general pueden aplicársele a la misma, con mucho más sensatez y sentido de realidad que a un "todo", que ni puede sostenerse filosóficamente, por ser una antinomia. Esto fue demostrado por Kant en la Cosmología crítica.

Las nociones cosmológicas einstenianas han conducido a an-tinomias. Las mismas ecuaciones indican para unos un Uni-verso estático, y para otros un Universo dinámico (Einstein y De Sitter).

Las comprobaciones de la Relatividad General se han hecho en:

1) el movimiento de rotación orbital de los planetas, 2) la acción del Sol sobre la luz estelar, y 3) en el movimiento de corrimiento al rojo, para ciertas

estrellas.

En resumen, las comprobaciones se han realizado dentro de la Esfera Galáctica. En el mejor de los casos, la Teoría de la Relatividad General valdría para un Universo, pero no para el Protocosmos.

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Si la mayoría de los que se tienen por esoteristas no conoce la naturaleza real de la Tierra, ¿cómo han de conocer la de la Gala-xia?

Todo conocimiento implica relación (o División). No tiene sentido lógico hablar de la Galaxia en sí misma. Todas las analogías que suelen hacerse sobre la misma son inadecua-das, por el hecho elemental que las relaciones entre los "cosmos" no pueden darnos un conocimiento de la Galaxia.

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Las Nebulosas

Hubble, mediante un estudio estadístico de fotografías nebu-lares, ha mostrado que hay una serie de valores convergen-tes, que revelan que la "evolución galáctica" (+ y –) de las nebulosas es diferente a la de las estrellas. Esto coincide con el hecho señalado por el Sistema Gurdjieff, de que las nebulosas corresponden a un Cosmos específico.

Lo notable es que las diferencias que han hallado entre unas y otras no son tan notables como las diferencias estelares. Las nebulosas más alejadas –según Hubble– se hallan a 44 millones de parsecs (1 parsec = 3,26 años-luz). Las masas de las nebulosas se mantienen, lo mismo que el brillo, dentro de ciertas proporciones. Eddington ha señalado algo similar para las estrellas.

Pero estamos en un terreno sumamente escabroso, pues existen "muchas interpretaciones diferentes de un mismo Universo".

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Es completamente inexacto que:



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"La situación de nuestro Sistema Solar, dentro de la Vía Láctea, es casi exactamente la misma que una célula sanguínea (hematíe) dentro del cuerpo humano".

¿Por qué? Porque la relación entre los Cosmos no es la sim-ple serie aritmética de adición de una unidad dimensional.

La relación del electrón al átomo, no es la misma que la del átomo con respecto a la célula. Porque la cantidad de átomos en una célula no guarda relación proporcional con la cantidad de electrones en un átomo. Por ejemplo, el átomo de uranio, uno de los más pesados, tiene 92 electrones. ¿Cuántos áto-mos tiene una célula, si ésta está compuesta de millones de millones de micro-moléculas proteicas, que tienen varios cientos de átomos? ¡Sólo alguien, que no posea nociones elementales de química, puede aceptar semejantes compara-ciones!

Si la relación de los Cosmos inmediatos es de una sola di-mensión, la relación electrón-átomo es indiscernible en comparación a la relación átomo-célula. Esto nos permite llegar a la conclusión de que el electrón tiene su Universo: el Universo electrónico, y que sólo luego de un período completo de dimensiones (las 7 capas electrónicas) puede pasar a átomo.

El átomo tiene también sus 7 dimensiones específicas (clasi-ficación septenaria de las valencias). Luego, viene el Univer-so molecular, al cual igualmente podemos concebir como septenario (óxidos, hidróxidos, anhídridos, ácidos, sales neutras, ácidas y básicas). Este Universo Molecular es el campo de la Química de laboratorio y, a pesar de los maravi-llosos resultados en él cosechados, se ignoran los tres facto-res externos del mismo:

- energía química, - afinidad, y - valencia.

De lo anterior se puede extraer gran número de conclusiones científicas y ese es nuestro propósito.

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Tales consecuencias no pueden deducirse si se sostiene erró-neamente que sólo hay una dimensión de diferencia entre el electrón y el átomo, entre el átomo y la célula.

Rodney Collins, autor de las líneas anteriormente citadas, se ve luego obligado a rectificar su analogía simplicista:

"Hemos supuesto que este mundo mayor próximo, o Cosmos, por encima del Sistema Solar, es la Vía Láctea. Pero, hay muchas indicaciones de que la brecha entre los tamaños es, en este caso, tremendamente grande [...] el factor de multiplicación y el Sistema Solar y la Vía Lác-tea, es mucho mayor que entre la célula y el ser hu-mano, entre el ser humano y la naturaleza, entre la na-turaleza y la Tierra, y entre la Tierra y el Sistema Solar."

"Varios intentos se han hecho para discernir un Sistema Local dentro de la Vía Láctea. Pero no adelanta la solu-ción astronómica que era de esperarse".

Del mismo modo que no podemos establecer una tabulación directa entre el Sol y la Vía Láctea, tampoco podemos com-parar a un átomo con la más diminuta de las estrellas, por-que la proporción no se mantiene.

Como vemos, las construcciones "a priori" de muchos (que han pasado como maestros y sólo han sido "discípulos de discípulo") son insostenibles y revelan ausencia de sinceridad y seriedad intelectuales; extraordinario predominio de la fan-tasía sobre la "realidad". Un gran porciento del "esoterismo" (?) es de tal arbitraria índole. Una de las primeras cosas que se descubren, es que estas tabulaciones no pueden ser la base de ningún Sistema Interno o ISOTÉRICO.

Todo lo anterior nos hace comprender la Relatividad de los 7 Cosmos. La tabulación de los Cosmos la percibimos como una Octava, que ha de estar precedida por otras Octavas.

Se comienza a perfilar la noción de Universo más amplio que la noción de Cosmos. En la tabulación cósmica no pueden incluirse los átomos, ni los electrones, ni menos los "quan-

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tos", porque el Cosmos Lunar, o Mundo 96, comienza por lo celular. Este es el Microcosmos, según enseñó Gurdjieff.

Establecer, pues, una relación entre un electrón y una célula, escapa al plano legal que se ha hecho del Sistema. Las com-paraciones y analogías hechas por Rodney Collins son inaceptables. Sólo pueden establecerse elementales analo-gías entre Cosmos de una misma Octava Cósmica.

Conviene citar un párrafo, para ver lo erróneo de su criterio. Página 28:

"Los electrones [...] sobre una sección transversal (que) constituirá su Universo visible o presente. Dentro de este Universo, se dará cuenta (?) primero y sobre todo del resplandeciente núcleo de la célula (?)".

Esto, es puro antropomorfismo. Pero esto no sería lo censu-rable, pues éste y el pseudo-esoterismo siempre, en todo tiempo y lugar, se han dado la mano. Lo censurable es la tabulación incorrecta: un electrón (suponiendo que pueda "darse cuenta", es decir, que tenga "autoconciencia") tiene como fuente inmediata al núcleo atómico, en torno al cual revoluciona. El electrón no puede percibir al núcleo celu-lar. El electrón, al máximo, podría (supuesto caso) percibir "excitativamente" el núcleo atómico que le atrae y en torno al cual revoluciona o vibra.

¿Por qué? Porque la relación dimensional elemental (tantas y repetidas veces invocada por Rodney Collins en su obra "El Desarrollo de la Luz") varía en proporción de unidades sim-ples. Esta relación señala que no es posible percibir sino la dimensión inmediata superior, y de un modo muy imperfec-to. La "conciencia electrónica es ínfima en relación a la Gru-pal" conciencia de un núcleo atómico.

Con esto, la analogía queda invalidada. Pero, ¿podría el áto-mo percibir el núcleo celular? Tampoco. ¿Por qué? Porque el "cosmos" inmediato superior para el átomo es el Cosmos molecular, la "conciencia del grupo molecular" al cual per-tenece. Y la misma conciencia molecular es toda una octava,

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que va de las moléculas propiamente dichas a las macromo-léculas, que corresponden a otro Cosmos u Octava. Final-mente viene la octava de las pequeñas células (virus, enzi-mas, etc.) y la octava de las macro-células y células corrien-tes. Resumiendo:

1ª Octava ..... electrones 2ª Octava ..... átomos 3ª Octava ..... moléculas simples 4ª Octava ..... macro-moléculas 5ª Octava ..... micro-células 6ª Octava ..... macro-células 7ª Octava ..... tejidos elementales

Todo esto requiere un estudio minucioso, pues el electrón está precedido por octavas anteriores. Para comprender bien esto, se requieren largos años de Estudio Integral. Sólo en un Grupo Esotérico se pueden dar estos conocimientos. Por todo lo anterior, cualquier analogía entre electrón / célula / ser humano / Galaxia, es algo gratuito y arbitrario.

Del mismo modo que el "mundo" de la Tierra es el de los planetas, para un electrón, "su" mundo es el de las "capas" que envuelven al núcleo. Entre este mundo, sus 7 octavas (capas espectroscópicas K–L–M–N–O–P–Q) y el núcleo, exis-te una dimensión de diferencia, como lo revela la espec-trografía "gamma" del núcleo atómico.

La Vía Láctea es, pues, algo "supremo" Absoluto. Esta es la tesis arcaica corroborada en el Antiguo Egipto nº 4, pues KHEPERH era la deidad de los Grandes Iniciados. El mismo era denominado Absoluto Galáctico en las elevadas Enseñan-zas de la Tebas Prehistórica.

¿Qué son las estrellas? Son centros de Sistemas solares; es decir, núcleos atómicos.

Nosotros, objetivamente, no tenemos ni la conciencia del electrón, pues ello equivaldría a ser conscientes de la totali-dad del planeta que habitamos. Pero, ni siquiera somos cons-

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cientes de la Humanidad, mucho menos aún de la naturaleza e ínfimamente de la "superficie planetaria".

Una Galaxia se nos presenta como una partícula mecánica, formada por millones de millones de átomos.

Tener conciencia atómica objetiva implicaría dominar el nivel de los planetas.

La conciencia nuclear-mental correspondería al nivel so-lar. Objetivamente somos infinitesimales. Sólo lo subjetivo se hincha y simula un ampuloso volumen. El volumen Objeti-vo no corresponde a las Galaxias. Ellas son Rayos o Líneas de la Creación. Un agregado grupal de Galaxias forma un Plano de la Creación, algo Bidimensional y Eterno para la Galaxia misma. El conjunto de Planos constituye un Volumen o Uni-verso Tridimensional. Los incontables Universos se agru-pan en la 4ª Dimensión. Pero, aclaremos que todo esto son sólo hipótesis dimensionales. Es muy difícil conocer el propio Rayo de la Creación. NO HAY, en la Tierra, quien co-nozca directamente algo EXTRA-terrestre.

Todos los supuestos "viajes astrales" a Marte son fantasías nacidas del desconocimiento de las Octavas laterales de cada Cosmos.

Hay un pasaje en "EN BUSCA DE LO MILAGROSO" (de P. D. Ouspensky) que es muy sugestivo:

"Tomemos la palabra 'mundo'. Cada hombre entiende esta palabra a su manera, cada uno la entiende de un modo distinto. Cada persona que pronuncia la palabra 'mundo', o que la oye, tiene una asociación que es com-pletamente extraña e incomprensible para otros. Cada 'concepción del mundo', cada forma habitual de pensa-miento, lleva consigo sus propias asociaciones, sus pro-pias ideas [...]".

En el lenguaje corriente, el término "mundo" generalmente se usa en singular. Esto se aplica para la noción de Universo. Es necesario que se comprenda que hay innumerables Uni-



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versos contenidos unos en otros, entretejidos en distintas series y recurrencias de dimensiones.

La tesis que aquí señalamos se halla de acuerdo a las nocio-nes clásicas místicas. Así, en "En Busca de lo Milagroso" se dice:

"Todos estos mundos (sistemas locales), tomados en su conjunto, pueden ser el mundo de la Vía Láctea".

¿Por qué? Porque no se consideró el conocimiento esotérico sino dentro de un enfoque galáctico y lo Absoluto se tomó en relación al mismo.

Las enseñanzas secretas de los místicos serios del Tíbet, con-tenidas en el Libro Primero de Dzyan, dicen que el Absoluto es la causa de las estrellas visibles, no así de las invisibles. Sólo a ignorantes puede ocurrírseles que sus límites huma-nos son los de la Vida, que su DIOS es el Todo-Total.

Hay otro párrafo de "En Busca de lo Milagroso", sumamente claro:

"El Rayo de la Creación es para nosotros el mundo en el más amplio sentido de la palabra. Naturalmente que no se incluye al 'mundo' en su más amplio y total sentido, pues el Absoluto da nacimiento quizás a un número infi-nito de mundos y cada uno de estos da, a su vez, co-mienzo a un nuevo y separado Rayo de la Creación. Además, cada uno de estos mundos contiene un número de mundos que representan una mayor diversificación del Rayo. Y, de estos mundos seleccionaremos tan sólo uno: nuestra Vía Láctea".

Usando la terminología moderna de Shapley, el gran estudio-so de las Galaxias, diremos que cada Galaxia corresponderá a una modalidad del Rayo Elemental o Megagaláctico.

No consideramos útil hablar del Rayo Elemental en una publi-cación de generalidades y menos aún de los Rayos de la Creación, cuya comprensión presenta grandes dificultades.

Hay aun otro párrafo sumamente claro:

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"Tenemos que recordar que el Rayo de la Creación, tal como lo hemos tomado, es decir del Absoluto hasta la Luna, es como una rama de un árbol [...]".

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IV. LAS CONSTELACIONES

Desde tiempos inmemoriales se han agrupado las estrellas dentro de conjuntos característicos. A los mismos se los de-nominó constelaciones y fueron denominadas con base en las distintas mitologías de los pueblos.

No todos los pueblos agruparon del mismo modo las estrellas y esto es de una importancia, que a la mayoría de los llama-dos esoteristas se les escapa. Si supieran que estas agrupa-ciones diversas se correspondían con diversos conocimientos y técnicas en relación con el Cuarto Cuerpo, sus especulacio-nes sobre las formas de las constelaciones, que plagan los libros de astrología, tendrían una base más segura. Tampoco podemos aceptar que estas constelaciones sean fruto de la fantasía de las gentes.

Hay tantas clasificaciones de estrellas en agrupación de cons-telaciones, como Escuelas Esotéricas, es decir, cuatro.

Cada constelación está formada de varias estrellas, dos como mínimo, y todas tienen la misma magnitud. Se usa el alfabe-to griego para designar el brillo de las constelaciones, de mayor a menor: alfa, beta, etc. Esta no es una regla absoluta y a veces hay excepciones, como por ejemplo en la constela-ción de Orión; en ésta, Rigel tiene más brillo que Betelgeuse y, sin embargo, Betelgeuse tiene la letra beta.

Las constelaciones más estudiadas por los esoteristas son las llamadas zodiacales. Se llama Zodíaco a la banda de la esfera


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celeste que se extiende ocho grados a ambos lados de la tra-yectoria de la Tierra alrededor del Sol, es decir, de la eclípti-ca. Es natural pensar que planetas con diferente eclíptica tendrán diferentes zodíacos.

También es conocido que no siempre tuvo ni tendrá el Zodía-co doce signos, como creen algunos interesados en la sa-piencia especulativa de la mayoría de los "astrólogos". Los cuatro puntos del Zodíaco, que interesan en el ocultismo, son los dos Equinoccios y los dos Solsticios: primavera y otoño, invierno y verano.

La simple observación del cielo nos permite ver que existen estrellas más brillantes que otras y, por eso, se habla de es-trellas de primera, de segunda, etc., magnitud. La ciencia dice que tan sólo existen 20 estrellas de primera magnitud, pero no es exacto; las estrellas de primera magnitud son 22, siendo que 10 se hallan al Norte y 12 en el hemisferio Sur. Estas estrellas tienen brillo diferente las unas de las otras.

Esta tabulación de 22 estrellas de primera magnitud se cono-cía en el antiguo Egipto y ha quedado conservada en el Ta-rot, en los 22 Arcanos Mayores. También conocieron esta división los antiguos chinos, pero no se han conservado estos preciosos documentos por la estúpida acción de un empera-dor, que en el año 213 antes de J.C. "quemó" o puso en se-creto estas fuentes de tan preciosa información.

En las Pirámides han quedado ciertas relaciones matemáticas sobre las estrellas, lo que puede evidenciarse por sus orien-taciones. Se reconoce que los sacerdotes egipcios gozaban de gran fama en la antigüedad por sus conocimientos estela-res, de los cuales dieron evidencia ante los sabios griegos, que se dirigían a Egipto a consultar la ciencia real.

Hay hechos que hablan por sí mismo a quienes se hallen dis-puestos a oír la voz de la realidad. Unos de estos hechos, que demostraría hacia la saciedad la ventaja del hemisferio Sur de la Tierra sobre el Norte, lo tenemos en que las constela-ciones australes son mayores que las boreales, conociéndose



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unas 53 importantes, según Gould. Las constelaciones borea-les no pasan de 32.

La astronomía corriente dice que las estrellas son materiales, bolas incandescentes de gases. Sostiene igualmente que son iguales al Sol. No es lugar apropiado –una pequeña publica-ción, como ésta– para demostrar que esto es inexacto, pues ni la materia de los planetas en sí misma es como nos apare-ce a través del espectroscopio. Nosotros no recibimos la luz directa ni siquiera de la Luna, y esto es así por el filtro ionos-férico de nuestro planeta. Estamos muy alejados, todavía, de tener un conocimiento exacto de nuestro propio planeta, de todas sus capas, tanto inferiores como superiores...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

V. EL NÚMERO DE ESTRELLAS

Si existiera un número determinado de estrellas, gran canti-dad de hipótesis cosmogónicas tendrían que ser rechazadas. Sólo son visibles unas 7.000 estrellas, de las cuales tan sólo 4.000 pueden verse claramente. Con el gran telescopio Hale, de Monte Palomar, se llega a completar 2 x 109 estrellas. La cantidad de estrellas de nuestra Vía Láctea se calcula en 1011 (aunque son 1012). Como tan sólo vemos una porción de la Vía Láctea, no percibimos más de 108, aproximadamente.

Tengamos en cuenta que la Astrofísica contemporánea ha evidenciado la existencia de varias 108 Galaxias, muchas de las cuales tienen una cantidad de estrellas mayor que la nuestra.

Existe otro factor que también contribuye a relativizar nues-tro conocimiento de las grandes Unidades Cósmicas, llama-das Galaxias, cuya distancia se ha querido traducir en térmi-nos temporales.



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Las más lejanas Galaxias, las percibimos en el pasado. Y así continuamos extendiendo nuestra percepción astronómica y podremos observar Galaxias en sus comienzos mismos. Sólo tendremos conocimiento de algo pasado, como ya señalaron los pitagóricos, con anticipación de siglos.

Existen en la actualidad más de 30 hipótesis que pretenden explicar la evolución de las estrellas. Lo cierto parece ser que las estrellas se forman incesantemente, no siendo su origen cósmico ni común. Ahora mismo, en este momento, se están formando innumerables estrellas, por condensación de cor-púsculos oscuros intra-galácticos. El diagrama de Russell, que pretendió señalar el sentido de la evolución de las estre-llas, resultaría bastante satisfactorio, si no dejara tantos pun-tos sin explicación.

En líneas generales, la evolución de las estrellas se realiza por cuatro grandes líneas:

a) súper-gigantes, b) gigantes, c) serie principal, d) enanas blancas y súper-enanas.

Eddington presenta un nuevo criterio sobre las estrellas. Este se basa en la relación masa-luminosidad. No se han sacado aún todas las consecuencias a esta relación.

Se considera que la energía estelar se origina por 6 ciclos bien definidos:

1) Ciclo de Bethe, 2) Ciclo del deuterio, 3) Ciclo del litio, 4) Ciclo del berilio, 5) Ciclo del boro y 6) Ciclo del protón-protón.

Cada uno de los mismos se liga a 1 de las 6 Leyes del Mundo Estelar.

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El orden de estos ciclos no es el que hemos expuesto, sino el opuesto, es decir, del protón-protón hasta el boro y luego el Ciclo de Bethe. Durante los Ciclos del deuterio y litio se pro-ducen las llamadas variaciones de períodos largos.

Las cefeidas ocurren cuando se produce la transición entre el berilio y el boro. Son puntos críticos en las reacciones estela-res.

La Astronomía nos expone tan sólo el esquema general de los cambios que ocurren a partir de una etapa dada. Ignora cuáles son las etapas que han antecedido a la misma. Se supone que las estrellas proceden de glóbulos oscuros de materia cósmica, pero no se dice de dónde proceden y cuáles son sus diferencias específicas.

Una estrella aparece como una masa gaseosa, que se va condensando por la influencia de la gravedad. Luego se aña-de la fuerza negativa, llamada presión de radiación. Pero se requiere admitir la concurrencia de otras influencias. Así, la presión de radiación puede tomar la forma o polaridad neutra cuando proviene de las estrellas vecinas.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

VI. DURACIÓN DE LA EVOLUCIÓN ESTELAR

Una teoría científica de la evolución de las estrellas debe co-menzar por explicar de qué manera los astros van perdiendo su propia sustancia, pasando así –sucesivamente– por los diversos estados que observamos. Al irradiar energía, pier-den masa.

Se deduce –por la ecuación einsteniana (E = m x c2, es decir, que la energía es igual a la masa multiplicada por la veloci-dad de la luz al cuadrado)– que en 1.000.000.000 de años



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(109) esta pérdida por radiación es relativamente insignifi-cante y que se necesitarían billones de años (1012) para la evolución de las estrellas. Según otros, miles de billones de años (1015) (Cosmología larga).

Pero, la rotación de la Galaxia exige miles de millones de años (109). Eddington calculó que, si la Vía Láctea ha efec-tuado tan sólo 10.000 vueltas (104), existiría una apreciable diferencia de velocidad en el centro y en la periferia. Y esto habría producido ya la destrucción de una cantidad aprecia-ble de detalles locales de organización. Es decir, que cúmulos locales, como el de las Pléyades, se habrían disipado en se-mejantes condiciones.

Aún más: si las estrellas de la Galaxia existen desde hace tan sólo billones de años, bastaría su sola acción mutua gravita-cional, en las mutuas aproximaciones de las mismas, para producir efectos de estructura de cierta importancia.

Estas premisas han sido presentadas como argumentos a favor de las cortas duraciones de la evolución estelar, que pretenden explicar, con la menor cantidad de ceros posibles, cómo ha podido establecerse entre las estrellas un equilibrio estático que, de ser cierto, tendría como consecuencia la equi-partición y uniformidad de la energía de las estrellas.

Hay una objeción seria y que es la siguiente: la rotación ga-láctica no se basa en equilibrio estático, tipo "block", sino dinámico, como el de los anillos de Saturno.

Hay un interrogante que no han podido responder los adep-tos de las cosmogonías reducidas: si nuestra Galaxia sólo hace 1.000.000.000 de años que está girando, ¿cómo sus estrellas, individualizadas, pueden tener una antigüedad ma-yor? Es que las estrellas serían mucho más antiguas que la Galaxia y que sólo posteriormente se han organizado en una Galaxia.

Esto destruye todo proceso deductivo de lo universal a lo particular, de lo colectivo a lo individual. No obstante, si-guiendo las Enseñanzas del Sistema, hay que concluir que las

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estrellas dan origen a las Galaxias por agregación, y que, por lo tanto, tienen que ser más antiguas que aquellas, y que sólo posteriormente se han organizado en Galaxias.

A esto se puede objetar que la excesiva duración de las es-trellas en billones de años, según algunos, y de miles de bi-llones, según otros, se hace del todo insostenible, si se tiene en cuenta ese fenómeno de magnitudes incomparablemente más vastas, denominado apresuradamente "la fuga de las Galaxias", cuya duración resulta insignificante, comparada con la duración estelar.

Pero esto no es, en modo alguno, una objeción seria, puesto que –de acuerdo al Sistema– tendría que ser necesariamente así: la evolución de las Metagalaxias tiene que realizarse en un tiempo menor que el de las Galaxias, del mismo modo que el tiempo galáctico es menor que el tiempo estelar. Por lo tanto, la objeción deja de ser tal para transformarse en una prueba a favor.

Esto invierte todo el orden Cosmogónico sostenido hasta ha-ce relativamente poco tiempo, en el cual la evolución estelar era mayor que la planetaria, y a su vez menor que la de las nebulosas. En otras palabras: anteriormente se aceptaba que una mayor extensión en el espacio implicaba igualmente otra en el tiempo.

Por el contrario, el Sistema siempre señaló que el Espacio y el Tiempo están en proporción inversa y cuando aumenta uno, disminuye el otro, ya que el Tiempo se identifica con la Energía y el Espacio con la Materia. La misma Física relativis-ta nos dice que, cuanto más energético sea el estado de un cuerpo, menor será su duración en el tiempo externo.

La "fuga de las Galaxias" no es en modo alguno un hecho sólidamente fundamentado, por cuanto –como bien señala Einstein– bien puede ser un fenómeno local, puesto que el Universo percibido por los mejores telescopios actuales no alcanza a 1/60 del conjunto.



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Las observaciones realizadas por Slipher y Hubble indican que, aparentemente, millones de nebulosas espirales y elípticas, dispuestas en torno de nuestra Galaxia –la Vía Lác-tea–, se están separando de la misma a una velocidad fan-tástica. El corrimiento al rojo, que hace suponer esta disper-sión, puede ser explicado –por la Teoría General de la Relativi-dad– con toda facilidad, como veremos en el apartado dedicado a la misma.

En la Tercera Parte, dedicada al aspecto filosófico, tratare-mos de "la fuga de las Galaxias".

Cerraremos esta cuestión citando a Einstein, sobre el particular:

"De aquí que sólo se pueda considerar el descubrimiento de Hubble como una expansión de un sistema de estrellas."

"Algunos tratan de explicar el desplazamiento de Hubble de las líneas espectrales mediante recursos distintos al efecto Doppler. No existe, sin embargo, ningún apoyo a tal concepción, derivada de hechos físicos conocidos."

"Las dudas acerca de la suposición de un 'principio del mundo' (comienzo de la expansión), que tuvo lugar hace unos 109 años, tienen bases de naturaleza empírica y teóri-ca."

"A mí me parece, sin embargo, que los fundamentos de la 'teoría de la evolución' de las estrellas son mucho más débiles que los de las ecuaciones del campo."

"Las dudas teóricas en el hecho de que en el instante en que principia la expansión, la métrica se hace singular y la densidad adquiere un valor infinito."

"Lo que antecede no altera, sin embargo, el hecho de que el principio del mundo constituye realmente un prin-cipio, desde el punto de vista del desarrollo de las estre-llas y sistemas de estrellas existentes en la actualidad, principio antes del cual dichas estrellas y sistemas no existían como entes individuales."



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"La edad del Universo [...] debe de sobrepasar cierta-mente la de la capa sólida de la corteza terrestre, calcu-lada a partir de datos de minerales radioactivos."

"[...] la teoría cosmológica que hemos presentado sería contradicha, si no estuviese de acuerdo con tales resul-tados. En este caso, no veo ninguna solución razonable."

Sin embargo, nos atrevemos a decir que tal solución razona-ble existe y es la que nos presenta la COSMOLOGÍA OCULTA DEL CUARTO CAMINO.

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Parte III – La Materia del Espacio

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Parte III

LA MATERIA DEL ESPACIO

I. LOS ÁTOMOS CÓSMICOS

Los átomos cósmicos se hallan estrechamente vinculados en el espacio. Estos átomos cósmicos son completamente des-conocidos para la ciencia astronómica oficial, no así para la esotérica. Entendemos por átomos cósmicos tales unidades relativas. Es decir que, en un nivel súper-cósmico, estos átomos cósmicos no serían ya más átomos, sino moléculas.

Los siete tipos de Materia Cósmica que componen nuestro Rayo de la Creación se hallan ya en la materia atraída por el Tercer Arcángel Solar.

Los tonos de los siete tipos de materia de nuestro Rayo de la Creación y los siete del Sistema Solar difieren debido a que están modificados por el Hipnotismo del Arcángel menciona-do. Él actúa como un ciclotrón negativo, pues, en lugar de acelerar progresivamente los átomos del Rayo de la Crea-ción, por el contrario, los retarda, facilitando así las tres acumulaciones específicas del Sistema Solar, las cuales tam-bién son septenarias.

Estas tres acumulaciones cósmicas, a partir de las cuales se constituye el Sistema Solar septenario, son las siguientes:



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1) la cometaria-lunar, 2) la de los planetas, y 3) la de las "envolturas" del Sol.

La Tierra es, pues, un ente ambiguo, ya que no es ni total-mente planeta, ni tampoco es por completo un satélite.

Otro ambiguo, que no es ni Sol, ni planeta propiamente di-cho, es Mercurio.

Cada una de estas acumulaciones cósmicas es el material que usa un Arcángel Solar determinado. Ellos trabajan, pues, con un material pre-existente. En lo natural, la creación ex-nihilo es un absurdo científico, filosófico y teológico.

Según los Comentarios Sagrados Yezidis, el unitario átomo del Rayo de la Creación se divide en Siete en el nivel Solar, y cada uno de estos siete átomos se convierte en un Centro de Energía. El átomo cósmico se despliega, en el nivel primero del Sol, en Siete Centros de Gravedad (laterales) del entero Sistema Planetario. Estos Siete Centros, no obstante su es-trecha relación, se mantienen separados hasta el fin del pre-sente Cuarto Período del Sistema Solar. La materia de los átomos cósmicos del entero Rayo de la Creación es "estáti-ca", porque se halla en equilibrio cualitativo y cuantitativo, relativo. Pero el Tercer Arcángel hace inestable este equilibrio de intento, con la finalidad de que sea un equilibrio, sí, pero de orden dinámico. Su Hipnotismo cristaliza los átomos cós-micos, los polariza, de 3 tipos que eran, en 7 clases o grada-ciones.

El Hipnotismo Cósmico, en un esquema más amplio como el de los 7 Rayos de la Creación, transforma la sustancia relati-vamente primaria en una de las 7 clases. Estas clases son cristalizadas, luego, por el Tercer Ser Galáctico y son el ma-terial de los 7 Cosmos de nuestro Rayo de la Creación.

Siguiendo un proceso similar, pero en una escala de energía infinitamente más reducida, el Tercer Arcángel Solar, con la primera clase de acumulaciones –aquellas que serán las



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"vestiduras" solares– desarrolla su esquema propio. Este Hipnotismo, que usa, es Mental.

A los átomos del Rayo de la Creación se les llamó Tattwas en la Tántrica Védica Arcaica. Estos son Tattwas relativamente primordiales.

Como la Cosmología de los Tattwas es expuesta detenida-mente en la Obra "La India nº 4", no repetiremos aquí lo que puede hallarse en tan importante obra, para conocer el as-pecto "filosofía" del Sistema Esotérico.

La diferenciación de la relativa sustancia radical ha tenido un comienzo dado, en un proceso también dado. Lo máximo que podemos experimentar por el Cuarto Camino, en sus modali-dades "místicas", es cuatro niveles del Rayo de la Creación al cual pertenecemos. No podemos, como algunos pseudo-cosmólogos (verdaderos religiosos disfrazados de investiga-dores), comenzar por esquemas audaces de totalidad absolu-ta.

Esta totalidad no tiene valor lógico, como demuestran las antinomias a las cuales conduce la razón, cuando ésta se halla desprevenida y sin conocimiento matemático-epistemológico. La epistemología matemática demuestra lo erróneo de esta apreciación, que sólo puede ser un símbolo de un extraño valor místico.

De los Siete Centros del Rayo de la Creación al cual pertene-cemos –a los que denominamos LOS SIETE COSMOS–, sólo podemos hacer referencia a cuatro...

Lo mismo vale para el Sistema Solar, pues sólo se conocen de él:

1) la parte externa del Sol, 2) los planetas, 3) la Tierra y 4) la Luna y satélites.

Estos cuatro aspectos son llamados los Cuatro Arcángeles Menores, "Hijos" del Tercer Arcángel.



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Los Cuatro Arcángeles Hijos del Tercer Arcángel (el 5º Centro de Gravedad) son, luego, las cuatro naturalezas primarias del Sol Concreto, y son llamadas:

1) Etérica, 2) Acuosa, 3) Ígnea y 4) Vital,

o, mejor dicho, científicamente:

1) Parahidrogénica, 2) Paraoxigénica, 3) Oxi-hidrogénica y 4) Nitro-ozónica.

Las dos primeras son las de mayor efecto y actividad; las segundas son más exteriormente polarizadas. Integrando o Diferenciando estos Elementos, por medio de la Voluntad, se producen los mayores fenómenos. Ellos suelen ser tenidos por milagrosos por los que no han Trabajado en Sí Mismos.

Los Cuatro Centros del Rayo de la Creación han de ser cono-cidos por los estudiantes de la Astrología Objetiva.

La Inteligencia Solar no puede hacer los materiales del Rayo de la Creación. Esto sería una obra superior a su nivel evolu-tivo.

El Rayo de la Creación tiene su campo de desarrollo en la Vía Láctea. Esta Galaxia corresponde a una célula cósmica, por así decirlo, o una gota de Cósmico Protoplasma. Se le llama con propiedad Mundo, aunque este término de la Enseñanza no se usa tan sólo de un modo unívoco. Debe de convenirse en llamar Mundo a una de estas nebulosas espirales del tipo de la Vía Láctea, reservando el nombre para ella solamente.

Tal vez hay más Galaxias en el Cosmos que células en el cuerpo humano. Por semejanza, se tiene que concluir que un nido de Galaxias tiene que corresponder a un tejido, y así sucesivamente, siguiendo la correspondencia cosmobiológica. Saltaría a la vista una desproporción notable, pero ella resul-



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ta del desconocimiento de la estructura del Universo como tal.

La Astronomía no detiene su paso y percibe que las Galaxias se agrupan en sistemas más amplios y que hay como una especie de correspondencia singular entre lo cósmico y lo viviente, con base en la Ciencia de la Expresión. Se está comprobando que lo que llamamos grupos de Galaxias, son, a su vez, unidades de conjuntos superiores, formados por estructuras más complejas.

Hoy se les llama Hípergalaxias o Enjambre de "nidos" de Ga-laxias (o Enjambre de Metagalaxias), como, por ejemplo, el Enjambre de la Corona de Berenice. Más allá de los Enjam-bres de nidos de Galaxias existen unidades astronómicas superiores. Se llaman Universos de Charlier o Sistemas de Hípergalaxias. Este tipo de Sistemas se basa en la estadística de las nebulosas espirales en las direcciones del espacio.

Con el telescopio de Monte Palomar se han explorado distan-cias de 2.000 millones de años-luz. Y no se puede decir que haya perspectivas de que se le encuentre un sencillo límite a estas exploraciones sumamente interesantes, pues permiten comprender cuán mezquinas son las apreciaciones que sobre el Universo tiene la mayoría de los seres humanos. Estas limitaciones son usadas por mentalidades fanáticas para sor-prender la buena fe de las personas sencillas, mediante los dogmas.

El panorama se está presentando de un modo interesante:

- las Galaxias se hallan a distancias de un millón de años-luz,

- los nidos de Galaxias, a miles de millones de años-luz, y

- las Hípermetagalaxias, a millones de millones (billo-nes) de años-luz.

Si continuamos con la analogía Galaxia = célula, estas orga-nizaciones se nos presentan como tejidos cósmicos, tejidos que formarán órganos cósmicos, de los cuales la astronomía

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profana no sabe nada, pero que son reales e infinitamente vivientes. Sin querer, acude a nuestra mente la noción pita-górica de que el Cosmos, en su conjunto, es un "animal" co-losal.

La tradición de la Kábalah nos habla del Gran Hombre Celes-te, en cuyo cuerpo se hallan "todos" los Mundos. Las de-más tradiciones del mundo también se hallan de acuerdo, al sostener que vivimos en un universo viviente; no es una má-quina inerte, regida por fuerzas ciegas.

El famoso efecto K, del desplazamiento de las Galaxias, no debemos entenderlo de un modo unilateral. Este movimiento es uno de los movimientos de las Galaxias. Es natural que los nidos de Galaxias, las Hípermetagalaxias y los Universos de Charlier tengan también sus propios movimientos. De acuerdo a la Relatividad General, el efecto K es local y no absoluto...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

La ciencia astronómica y cosmológica recién se halla en los comienzos de la actualización –en hallazgos experimentales– de sus posibilidades. La radioastronomía pondrá en actuali-dad la cosmogonía musical de los Magos de Persia, corrobo-rando sus axiomas sobre los Siete Cosmos. El estudio de los minerales radioactivos y los cálculos basados en la vida me-dia de desintegración sentarán la cronología de los Cosmos sobre bases serias y sólidas.

La ciencia positiva, es decir la ciencia experimental y mate-mática, superará el estrecho materialismo sensualista del Siglo XIX en una noción vitalista, que estará totalmente sen-tada en el Siglo XXI. El doble aspecto, que actualmente pre-senta el mundo físico (ondas y corpúsculos), queda explicado por la vida dual (aspectos 3 y 4). Esta dualidad, la de mate-ria-energía, no es más que un aspecto secundario y poco importante.



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Los futuros hallazgos demostrarán que los astros viven y que el determinismo no sólo tiene un valor estadístico. Se descubrirá –y de ello tenemos certeza– que el verdadero in-dividuo puede ser libre, aun viviendo dentro de las grandes vidas planetarias, solares y estelares determinadas estadísti-camente. La libertad es la característica básica de la indivi-dualidad, como evidencian las ecuaciones de la mecánica estadística derivada de los quantas.

Y si esto puede ser tomado como utopía, échese una mirada hacia el pasado.

Hoy, la idea de que el Cosmos astronómico (aun limitando a éste, al Sistema Solar) ha existido desde hace tan sólo 6.000 años, nos parece imposible que haya sido mantenida en al-gún momento. Sabemos que hasta la Geología la rechaza, cuánto más la Astronomía. Hasta la misma Iglesia Católica Romana, a través de su actual Pontífice, nos dice que la Re-velación del Génesis es simbólica y que sobre todo no hace referencia alguna a cifras en su texto, y que la cifra dada por la ciencia de 5.000.000.000 de años es incompatible con la Fe.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hoy los tiempos son más a propósito para conocimientos más objetivos del SISTEMA. Pero, hasta el Siglo XXI y sus albo-res, poco se publicará con valor técnico. El mundo se está convirtiendo en un vasto matadero, en una formidable befa y escarnio cínico a los valores reales.

Los que se dicen esoteristas se entregan más a divagacio-nes que a investigaciones serias.

Todo lo que podemos dar a conocer, es muy general. Pero, si se Trabaja, se logrará una guía segura para el autodescubri-miento de las correlaciones objetivas. En estas correlaciones

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y en el ejercicio volitivo de las mismas, se basa el Sistema y sus estupendos Poderes.

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Los últimos descubrimientos de la Ciencia Física no son sufi-cientes para constituir, con base en los mismos, una doctrina cosmogónica. Se requiere un conocimiento más profundo de lo que la Ciencia psíquica de nuestros días ha hallado, luego de tantos grandes afanes. La mayoría de los "sabios" no comprende que no es suficiente un mayor conocimiento físi-co, si éste no va acompañado de un conocimiento correlato psíquico cultural, que le sea proporcional.

Los elementos nuevos sólo han sido explicados por Gurdjieff y por nadie más. La Cosmología Real no es ni nueva, ni vieja. El Universo, en su infinita diversidad, es objeto de teorías que vienen y van, y así sucesiva e indefinidamente... Estas teorías generales son fruto de la imaginación; de allí, su ca-ducidad inevitable.

La mayoría de los hombres de ciencia no cuenta con los ele-mentos para el Verdadero Conocimiento del origen del Uni-verso. ¿Cuáles son los medios para este Conocimiento? Prác-ticamente, la mayoría no posee ningún medio para este tipo de Conocimiento, porque carece del principal de estos me-dios: de Alma y de facultades espirituales.

Sobre esto ya hemos hablado en los Folletos nº 1 y nº 2.

En la Segunda Serie de publicaciones haremos un estudio más detallado y así nos familiarizaremos con las Cuatro Teo-rías de la Relatividad. Se conocen sólo 3:

1) Teoría Restringida de la Relatividad, o Teoría de la Re-latividad de los Movimientos Uniformes.



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2) Teoría General de la Relatividad, o Teoría de la Relati-vidad de los Movimientos Acelerados, incluyendo los gravitatorios.

3) Teoría Generalizada de la Gravitación, o Teoría del Campo Unificado.

La Cuarta Teoría de la Relatividad corresponde al SISTEMA DEL CUARTO CAMINO y es la única que hace posible la com-prensión real de las 3 anteriores. La aplicación cosmológica de esta Relatividad nº 4 es la única solución al interrogante del desplazamiento al rojo. Se dice que la Teoría Generali-zada difícilmente pueda compaginarse con este fenómeno de la supuesta expansión, no verificada para su definitiva aceptación.

Hay muchos datos importantes que faltan. Uno de los más elementales es el de las medidas de las distancias entre las Galaxias. Las "comprobaciones" basadas en el brillo son su-mamente hipotéticas.

Tampoco es infalible el método de las cefeidas galácticas, descubierto por Hubble en 1924. En resumen: todavía no puede decirse qué forma tiene nuestro Universo, llamado "astronómico". La teoría de De Sitter, que sostiene la expan-sión, se basa en la geometría de Euclides, que la Relatividad considera no-objetiva. Gran parte de las dificultades se ba-san en viejos prejuicios, superados por muy pocos.

Uno de estos prejuicios es que nuestro Universo tiene una masa constante. Si nuestro Universo tiene un radio variable, se puede demostrar matemáticamente que no puede tener una masa constante, sino variable; y, más precisamente, en esta variabilidad constante –y masiva– hay un Ritmo.

Para dar fundamento a esta teoría, se requiere un nuevo principio de la Termodinámica (el Cuarto Principio de la Ter-modinámica, que se refiere a una concepción más amplia de la función entropía con valores negativos, además de la posi-tiva y el valor cero al "cero absoluto" Termodinámico). Se


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necesita superar el dogma de la escala de temperatura abso-luta.

Si el equivalente mecánico del calor es cierto, si el calor no es más que movimiento, y si el movimiento es relativo, ¿có-mo puede hablarse atinadamente de una escala absoluta de temperatura? Si el fraccionamiento de la energía aumenta con los valores entrópicos crecientes, dará valores negativos de la entropía. La energía, lejos de fraccionarse, se masifi-cará y sabremos el origen de ese componente de nuestro Universo, llamado materia. La masificación de la energía se evidencia en el fenómeno de materialización de ondas de altísima frecuencia, como se ha comprobado estudiando los rayos cósmicos.

Pero, ¿qué son estos rayos cósmicos?

"Son los testigos de la actividad primaria (?) del cosmos (nuestro) y nos han conservado –propagándose durante miles de millones de años (109 : xx-1)– en el espacio ad-mirablemente vacío (?) el recuerdo de la edad súper-radioactiva [...] esos rayos cósmicos nos cuentan lo que ha pasado antes de que las estrellas hubiesen comenza-do a formarse".

Actualmente no existe ninguna teoría oficial que pueda expli-car los comportamientos conocidos de nuestro Universo. Difí-cilmente la haya en las condiciones parciales en que se halla confinado y estancado el llamado método experimental. El mundo que conocemos es tan complejo, que no se conoce teoría que explique bien aún lo poco que se percibe del mis-mo.

No mencionemos lo que se descubrirá y demostrará cuan alejados de la realidad estuvieron los eruditos... dotados de potente imaginación (?). Cuando esta facultad (facultad per-versa) se inmiscuye por razones teológicas inconfesables en el campo de la experimentación, aparece como resultado una serie de especulaciones contradictorias y arbitrarias.

Se confiesa hoy que:



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"En las dos extremidades de la escala de magnitudes mensurables existen ciertos valores de imprecisión... En el Universo astronómico el observador entra en contacto con la realidad (?) por medio de lazos de unión visua-les".

También se confiesa que:

"La Ley de Newton, por ejemplo, fue considerada (no por todos) durante casi dos siglos como una verdad definiti-va... Ella ha sido superada por la gravífica einsteniana y debemos juzgar que no fue más que una hipótesis".

Las llamadas "leyes" que enuncia la ciencia, que debemos distinguir muy bien de las Leyes en sí o naturales, están su-jetas a variaciones porque son el fruto de un proceso parcial de mentalización. Las "leyes" y las hipótesis marchan muchas veces "mezcladas".

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

La LEY es matemática; la hipótesis es interpretativa. Una misma ley puede ser objeto de varias hipótesis. Los llamados hechos concretos lo son por su causa, no por su proceso psí-quico.

Tenemos cuatro conceptos básicos, que debemos analizar muy bien:

1) el axioma, 2) el hecho, 3) la hipótesis y 4) la Ley.

Estos cuatro conceptos no pueden ser unificados en un plano. Su unificación (como la unificación de las cuatro modalidades de la cultura) sólo puede hacerse desde un nivel superior. Cada uno de estos conceptos tiene distintas acepciones. Hay varias teorías en torno de cada uno de ellos. Los hombres de



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ciencia corrientes no tienen en su conocimiento de nuestro Cosmos nada que pueda considerarse como un axioma.

Existen varios sistemas de axiomas, que forman otros tantos sistemas hipotético-deductivos. Los axiomas "objetivos" se basan en consideraciones lógicas arbitrarias, lo cual hace que de la arbitrariedad de la llamada lógica se pase a la arbitra-riedad de los llamados axiomas. Los axiomas verdaderos son elementos prácticamente insubstituibles. Sólo los pseudo-axiomas pueden ser objeto de manejo arbitrario.

Podríamos analizar los otros conceptos, pero lo haremos en la obra "Filosofía Objetiva".

Por el momento nos vemos obligados a abandonar esta di-gresión epistemológica, surgida a consecuencia de mentali-zaciones sectarias, que pretenden elaborar ciencia tan sólo a base de "imaginaciones". Son millares de sistemas cosmogó-nicos, elaborados por esta fatídica facultad de la imaginería o fantasía.

La investigación objetiva es sumamente ardua y siempre se busca un atajo imaginario.

"El impulso de una hipótesis cosmogónica sobrepasa de manera inconmensurable a la esfera de la utilidad inme-diata."

Exacto, pero no servirá si no tiene cierta utilidad psicológi-ca, necesaria para el ser humano.

Una cosmogonía puramente física es un absurdo. De allí que no hay hipótesis de tan restringida índole, que sea realmente satisfactoria. La cosmogonía es inseparable de la cosmología. Pues bien: los Cosmos han de ser considerados desde el án-gulo Humano-Elemental.

La Astronomía fue, entre los sabios de la Escuela Interna Pitagórica, considerada indisolublemente unida al Arte en general y a la Música en particular. Una cosmogonía, que no tenga correspondencia con la Música, es falaz y estrecha. Es



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justamente lo musical el puente entre la cosmogonía física y el desarrollo psicológico del ser humano.

Ya desde los tiempos más antiguos se estableció que entre los "Centros-del-ser" del ser humano y los Cosmos existía una gran correspondencia, que se expresaba como la Técnica de la Armonización. Esta Técnica es lo único que permite al ser humano el verdadero conocimiento de su medio.

Cada civilización cuenta con las posibilidades que son inhe-rentes a su representación de lo Real. Su acción es guiada según sean las esencias de su propia cultura... Estas esen-cias se expresan generalmente en su noción cósmica. Pero estas nociones cósmicas implican un mayor conocimiento de las ciencias en general. Según sea el adelanto de la Ciencia, del Arte, de la Filosofía y de la Religión, así serán las nocio-nes cósmicas.

Si estas cuatro fuentes culturales se hallan disociadas unas de otras y en sí mismas, las nociones cósmicas tendrán muy poco o ningún valor. Cuando no hay unidad mental, no hay Conocimiento. Ciertamente: el problema cosmogónico tiene sus peligros. Pero el problema cósmico, por lo general, desequilibra a mentes ya predispuestas al desequilibrio.

No hay conocimiento más peligroso, y que transforme la conducta humana, que el conocimiento del Cosmos en que vive el ser humano.

Durante siglos el ser humano ha buscado (con el sólo con-curso de uno o dos Centros, Mental o Emocional) una imagen adecuada. No pudo lograrlo.

El método experimental actúa con los hechos –que son el producto del Centro Físico– y con los pensamientos, fenóme-nos concretos del Centro Mental. Pero un verdadero método experimental tiene que introducir el mecanismo emocional, recibir el aporte de la "psiquis". Todas las Ciencias exactas, físico-químicas y naturales, han sido elucubradas sacrificando neuróticamente las emociones.



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Las antinomias de Kant revelan que el Centro Mental, por sí mismo, no puede llegar a una conclusión cosmológica justa. Las antinomias al respecto, contenidas en la "Crítica de la Razón Pura", no pueden superarse con razonamientos, pues a estos pueden fácilmente oponerse otros, y el círculo vicio-so, o la inercia mecánica psíquica, permanece sin modifica-ción alguna. Las antinomias nos colocan en estado de alerta, de tensión, hasta de inseguridad. Las antinomias nacen de una mentación parcial.

Por el Centro Mental no podemos afirmar la validez de una geometría especial sobre otra. Tampoco podemos afirmarla mediante el funcionamiento de sólo dos Centros: el Mental y el Físico. Esto es inevitable. Es un verdadero muro de con-tención de la ciencia vulgar, ajena a la trascendencia intuitiva del arte y de la poesía. Una ciencia sin belleza no es ciencia. Un arte sin Ciencia es patología pura.

Analicemos las distintas cosmologías y comprobaremos que todas ellas aceptan que una y tan sólo una es la geometría real. Esto no es cierto. Es mera y simplicista comodidad. No es exacto que tan sólo una geometría simple rija la forma de nuestro Universo. Cada Cosmos se basa en una geometría que sólo tiene valor en el mismo. Igual podríamos hablar de nuestra matemática oficial en general, a la que se le otorga mayor amplitud de la que realmente tiene.

La lógica no tiene valor en sí misma; sin pensamiento, no hay lógica. Cada tipo de pensamiento tiene su propia lógica, sus propios axiomas existenciales. Cada tipo indica un fun-cionamiento característico del Centro Mental.

Las cosmologías tradicionales generalmente conceptuaron al espacio y al tiempo, tanto en sí mismo como en su conjunto artificioso, como entes absolutos.

La Física Cuántica ha demostrado que, en cada escala, espa-cio y tiempo se hallan profundamente modificados. El espacio y el tiempo del ser humano, respecto de la escala cuántica, son nociones globales y solamente valederas en las estadísti-cas intermedias. El espacio y el tiempo humanos no tienen



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sentido sino para el hombre; para la conciencia de un átomo, serían incognoscibles e indiscernibles. Si no hay una geome-tría general simple, tampoco puede haber un espacio común a todas las cosas, y menos un espacio simple. Cuando se pasa de una escala a otra, espacio y tiempo se modifican extraordinariamente. Un comienzo del todo es un elemento especulativo, que carece de contenido intuicional y que, jus-tamente por ser especulativo, se presta al inevitable juego de las antinomias parciales.

Hemos demostrado que era posible demostrar matemática-mente que el Universo tiene una masa rítmicamente va-riable, mediante un nuevo principio termodinámico sobre los alternativos valores, positivos y negativos, de la entropía en relación a los valores termodinámicos menores, que llama-mos cero absoluto.

Según Eddington, la energía se mantiene constante en canti-dad, aunque esté formada de unidades diferentes. Este es el principio conservativo de la Termodinámica. Pero la cantidad de unidades aumenta, aunque cada unidad disponga de me-nos energía. Esto se expresa como entropía.

¿No puede darse el fenómeno inverso? ¿No puede la energía sufrir un proceso alternativo de división o diferenciación? ¿Y de concentración o integración? Se dice que todos los átomos de energía derivan de un sólo átomo. ¿No hay, luego de al-canzado un límite máximo de diferenciación, la tendencia fundamentalmente opuesta de reintegración en la unidad?

La Doctrina Esotérica Universal ha enseñado la Ley de los Ciclos. Esta Ley está recibiendo día a día nuevas corrobora-ciones en los distintos fenómenos naturales. No es aventura-do, pues, otorgarle ese valor general de Principio Termodi-námico. Los átomos de energía sufren, pues, un doble proce-so de diferenciación e integración, de involución y evolución mecánicas. Estos procesos se expresan por números cuánti-cos internos Cuadráticos, positivos y negativos. Pero, aun-que lleguemos a una unidad atómica inicial de la energía, no

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por ello podemos conocerlo "todo" (?), pues nuestro todo es relativo a nosotros.

A muchos científicos la idea de un orden dinámico les parece repugnante. Suponen que el orden que ellos dicen captar ha sido siempre el mismo, y lo seguirá siendo. No es así, y las emociones desagradables, entre las que se cuenta la repug-nancia, revelan cuán poco "SON" en relación al orden diná-mico existencial. Este orden se basa en una matemática dife-rente a la que conocemos.

Un sólo ejemplo lo aclara: se dice que, por grande que un número sea, se puede concebir otro mayor y así sucesiva-mente. Pero, es algo anti-psicológico suponer aceptar la premisa de que no hay límite para la concepción humana, lo cual es notoriamente falso. Si el ser humano es finito (finito como forma), y en esto están de acuerdo casi todos, sus fa-cultades también se hallan limitadas a "grosso modo" y no es posible negar que, si es así, no se pueden concebir cantida-des más allá de un orden, generalmente de acuerdo con el ser humano.

Si no se comprende esto, se establece una lamentable confu-sión entre lo que es la concepción de posibilidad difusa y lo que es concepción de posibilidad definida. Por posibilidad difusa se entiende aquella que se expresa con la noción de "más grande", pero sin especificar con respecto a qué. Se considera que la serie de números es infinita, pero no se dice cuánto tiempo se necesitaría, es decir, un tiempo igualmente infinito. Pero es obvio que para contar sólo disponemos de cier-tos límites temporales. La tesis de la infinitud es, pues, de posi-bilidad difusa. El infinito, como posibilidad, no es noción mate-mática, sino noción metafísica, que actúa en forma harto clan-destina, motivando la gran crisis de la matemática actual.

Por semejante motivo –esto es, por uso de la causalidad me-tafísica– se ha originado la crisis en la Ciencia Física... Esto quiere decir que la ciencia necesita de un lenguaje propio, el cual todavía no está elaborado. El progreso teórico y hasta práctico de la ciencia depende del desarrollo terminológico


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natural. La misma doctrina escolástica tiene visos de certi-dumbre, cuando dice:

"Todo lo que está en acto (activo), es finito".

Y, por lo tanto, en el orden de la existencia mundana, no tiene sentido la Matemática clásica, sólo aplicable a un mun-do de Ideas Platónicas. Tampoco puede aceptarse la "infini-tud" en el tiempo.

Pero, todo esto que afirmamos tiene un valor relativo, sólo aplicable al Universo en un sentido restringido y relativo. Este sentido es el único compatible con la Ciencia. Esto desa-fía a la imaginación, pero si es así, tanto mejor. La imagina-ción se ha formado después.

Los astrónomos de la Edad Media se horrorizaban ante los cálculos de Copérnico sobre las estrellas y sus distancias. Hoy tendrían que curarse de espanto a causa de lo mismo.

¿Cómo podemos aventurar que lo que conocemos, de modo tan accidental e incompleto, sea la misma totalidad? El ser humano ha descubierto su planeta, la Luna, los otros plane-tas, el Sol, el Sistema Local, la Vía Láctea y sus otras Galaxias.

Pero, ¿no nos reservará el futuro nuevos descubrimientos de otros Universos, que interpenetran e interaccionan al conoci-do por la ciencia oficial? Se dice que nuestro Universo es una burbuja inmensa de materia en el "océano de la Nada".

Y, ¿por qué tan sólo una burbuja? ¿Por qué no es un Macrouni-verso de Universos? Decía Lamaitre:

"Las estrellas son un velo brillante que nos oculta el ho-rror de la nada".

Pero pronto él desecha ese pensamiento por considerarlo pesimista...

En cuanto al lenguaje científicamente inapropiado, tenemos el siguiente:

"Según la Teoría de la Relatividad, uno de los efectos de la gravitación es el modificar las propiedades del espacio".



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Pero el espacio no es cosa en sí, como para que materia al-guna lo modifique. No hay necesidad alguna de aceptar la gravitación como causa. Para la ciencia, gravitación sólo es fenómeno. No se concibe cómo un ente geométrico ideal puede ser físicamente modificado.

Lo exacto, es decir: en lugar de una hipotética fuerza causal en sí de gravitación, tomemos una particular estructura de los cuerpos, los unos para con los otros. La curvatura del "espacio" se traduce sensatamente como propiedad de los cuerpos. Ya hemos indicado que el Universo einsteniano tenía una curvatura uniforme. A mayor densidad, mayor curvatura.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

II. LA COSMOLOGÍA RELATIVISTA

Ha sido perjudicial la consecuencia que ha tenido para el progreso científico el empeño de los filósofos de sacar fuera del empirismo ciertos conceptos fundamentales. Esto es par-ticularmente aplicable a nuestros conceptos de Espacio y de Tiempo, a los cuales los físicos se han visto obligados, por la bruta fuerza de los hechos, a hacerlos descender del Olimpo de lo "a priori", con el objeto de modificarlos, de modo que puedan prestar servicios más útiles.

La Geometría concreta está relacionada con objetos y sus teo-remas son afirmaciones que se refieren al comportamiento de estos objetos, cuya veracidad o falsedad puede demostrarse.

La concepción de algo que SUCEDE es siempre la de un con-tinuo de cuatro dimensiones.

La coordenada tiempo está físicamente definida de un modo distinto a las coordenadas espaciales. Las relaciones, que al ser igualadas definen la transformación de Lorentz, ponen en



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evidencia una diferencia entre los roles desempeñados por la coordenada tiempo y las coordenadas espaciales. Esta trans-formación de Lorentz representa la rotación del sistema de cua-tro dimensiones, describiendo un ángulo imaginario. Es decir, que el problema angular se vincula íntimamente al dimensional. El estudio de los ángulos de velocidades es una puerta abierta para encarar objetivamente el problema de las dimensiones.

Esto se vincula –también de un modo fijo– con el Ejercicio nº 1 o fundamental de los Derviches.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Expresando tensorialmente el Teorema de los Momentos, obtenemos la corroboración matemática de este Ejercicio nº 1. De este modo resulta evidente que el momento de un Vector no es otro Vector, sino un Tensor.

De acuerdo al Sistema, este Tensor es simétrico; por lo tan-to, existen nueve ecuaciones y, además, tres fundamentales, lo que da un total de Doce. Estas últimas tres son asimétri-cas. Las consecuencias de esto son sorprendentes, pues mo-difican los cálculos relativistas que se basan en la anti-simetría del Tensor de los Momentos Vectoriales.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Un ente físico, determinado por cuatro cantidades... en un sistema inercial arbitrario de coordenadas, se llama cuadri o tetra-vector. Dicho ente puede ser de naturaleza espacial o temporal. Por lo tanto, las 4 x 4 = 16 cantidades son las componentes de un Tensor de 2º Rango. Pero pueden defi-nirse tensores de 4º Rango.

Pero la realidad no es tan sencilla como para dejarse encajo-nar en una simple generalización, como es la de los Tensores



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cuadridimensionales, hechos a imagen y semejanza de los corrientes.

Einstein nos dice al particular:

"Minkowski construyó la Teoría de los Invariantes para el Continuo Tetradimensional de los fenómenos físicos, completamente análoga a la Teoría de los Invariantes para el Continuo Tridimensional del Espacio Euclidiano".

Es decir, que toda la Teoría de los Invariantes, de la relativi-dad especial, depende del Invariante fundamental "s2", el cual no difiere mucho del correspondiente Invariante de la Geometría Euclidiana.

Las operaciones fundamentales de los Tensores son cinco:

1) suma, 2) resta, 3) multiplicación, 4) contracción y 5) diferenciación.

Un Tensor de 2º Rango tiene 16 componentes. Del campo electromagnético sólo se conocen hoy 6 componentes y se sustenta, gratuitamente, que es por lo mismo anti-simétrico. ¿No cabe descubrir los otros componentes de un modo expe-rimental a posteriori? El campo electromagnético no es un tensor asimétrico. Esto modifica toda la Teoría de la Relatividad y todas las ecuaciones del campo electromagnéti-co. El criterio que suele seguirse en el planteo relativista sólo tiene como fundamento el estado actual de conocimiento empírico del campo electromagnético.

"Los campos eléctrico y magnético se originan indepen-dientemente [...]."

El tensor de 3er Rango, cuando es asimétrico, sólo tiene cua-tro componentes independientes.

En el Sistema, cada Rayo de la Creación se corresponde con tensores de rango similar. Nuestro Rayo de la Creación es el



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Segundo y en él tienen un valor preferencial los tensores de segundo rango.

- Los tensores asimétricos de 2º rango tienen 6 valo-res independientes,

- los de 3er rango, 4 valores independientes, - los de 4º, sólo 2, y - los de 5º, sólo 1.

Pero, esta asimetría implica una noción del espacio muy dife-rente a la relativista.

"Las Leyes de la Física podrán formularse aun cuando en el espacio exista una posición privilegiada; (entonces) la orientación del sistema de coordenadas de un modo de-finido en esa dirección simplificaría la descripción de los fenómenos naturales."

Pero eso implicaría una densidad de materia no uniforme, lo cual echaría por tierra todo el planteo cosmológico.

Si aceptamos los tensores asimétricos de 2º rango, tendría-mos que hallar las correspondencias matemáticas entre los 6 Cosmos naturales (sin contar la Luna física, de accidental origen). La importancia del tensor asimétrico se evidencia porque conduce a que:

"existe un vector fuerza tetradimensional por unidad de volumen",

y de esto se deduce la famosa relación entre la masa y la energía:

"De la existencia y significado del cuadrivector, puede sacarse una conclusión de la mayor importancia. Este cuadrivector puede expresarse en función de la masa y de la velocidad del cuerpo. El vector tetradimensional de la velocidad [...] puede igualarse con el cuadrivector de la energía en el momento [...].

Igualando los componentes, notamos que en la notación tridimensional estas componentes del momento son las mismas que establecía la mecánica de Newton para las

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velocidades que son relativamente pequeñas respecto de la de la luz. Para velocidades grandes, el momento ener-gía aumenta rápidamente con la velocidad y tiende a in-finito a la velocidad de la luz".

En consecuencia, masa y energía son "expresiones diferentes del mismo ente".

"La masa de un cuerpo no es constante; varía con las variaciones de energía."

"La energía por unidad de volumen tiene un carácter tensorial. Esto se ha demostrado sólo para el caso de un campo electromagnético, aun cuando sostenemos (¿"a priori"?) su valor universal."

"No conocemos las leyes que gobiernan las corrientes y las cargas." (Porque sostenemos que las ecuaciones electromagnéticas no implican 16 componentes, sino tan sólo 6, es decir, que es simétrico.)

Esta simetría puede demostrarse a partir del tensor del cam-po electromagnético, que es simétrico.

"Con este hecho se ha vinculado la condición de que el momento por unidad de volumen y el flujo de la energía son iguales entre sí (relación entre energía e inercia)."

Esta simetría evidenciará las leyes, hoy no conocidas, que gobiernan las cargas y las corrientes.

"En realidad, sabemos que la electricidad consiste en partículas ("elementales"), pero, desde un punto teórico, no podemos concebir (con el tensor asimétrico) lo que ello significa. No conocemos los factores de energía que determinan la distribución de la electricidad en partículas de carga y tamaño definidos, y han fracasado todas las tentativas que se han hecho para completar la teoría en este sentido."

¿Por qué? Porque se ha partido de una base falsa en cuanto a las ecuaciones de Maxwell.

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La estructura corpuscular de la materia crea una serie de dificultades que pueden superarse, considerando a las cargas de un modo más objetivo y no como se ha hecho hasta aho-ra, es decir, como meras aureolas de corpúsculos. La estruc-tura corpuscular pura ha sido ya superada siguiendo la línea cuántica. Se dice que:

"El tensor energía del campo electromagnético sólo se conoce fuera de las partículas cargadas".

Pero, ¿puede decirse que la Física conoce la expresión com-pleta del tensor energía? Para ello tendría que conocer el comportamiento interior del Campo y esto se desconoce aún. Si se conociera, se comprendería en base de qué el electrón tiene su carga específica y el positrón la suya propia.

"No podemos dejar de hacer la suposición que en todos los otros casos la distribución de la energía espacial está también dada por un tensor simétrico. De cualquier mo-do, [...] mediante (este) obtenemos la expresión del principio de la energía integral."

"Sabemos que la materia está constituida (en parte) por partículas eléctricamente cargadas, pero no conocemos las leyes que rigen las constituciones de estas partículas."

"Al estudiar problemas mecánicos (oficiales), estamos, pues, obligados a usar una descripción inexacta de la materia que corresponde a la mecánica clásica."

Otro punto de apoyo a nuestra tesis de la simetría del campo electromagnético deriva del principio energético generaliza-do. Las densidades de materia y energía tienen el carácter de un tensor simétrico.

Según Mach, la serie de causas de los fenómenos mecánicos es cerrada. Esta es la misma noción de la Rueda de Causas y Efectos del Budhismo Superior, que poco a poco está siendo corroborada por la Física relativista.

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III. LA RELATIVIDAD GENERAL

Aceptando al principio de Inercia como la base misma de la física vulgar, tenemos bien poco progreso, pues, en lugar del espacio y tiempo absolutos de la Física clásica, tenemos que considerar como igualmente absoluto al espacio-tiempo. Esto implica invalidar el principio de la igualdad entre la acción y la reacción, pues su "absolutividad" le impide ser afectado por los fenómenos. Es una actitud contraria a la lógica científica sostener que algo actúe sin recibir acción, sin ser influido.

"La vulnerabilidad del Principio de Inercia está en el he-cho que requiere un razonamiento que es un círculo vi-cioso."

No existen sistemas inerciales sino para porciones práctica-mente ínfimas del Cosmos.

"El Campo gravitatorio influye sobre las leyes métricas del continuo espacio-tiempo y hasta las determina."

Pero, hay una noción que permanece en la teoría relativista como resabio de la mecánica clásica. Es la noción –más teó-rica que real– de cuerpo rígido. Las leyes de la Física son leyes que rigen el comportamiento de cuerpos ideales, a los que se denomina cuerpos rígidos. La diferencia, pues, es mí-nima: en lugar de usarse la Geometría de Euclides, se usa la no-euclídea. Pero, ¿cuál propiamente? Pues no hay una sola geometría no-euclídea, y no hay modo aun de discernir cuál es la adecuada.

Un ejemplo puede ser obtenido por el estudio de las diferen-tes superficies curvas, cuyos grados de curvatura son dife-rentes. Así, las coordenadas de Gauss tienen que ser por completo arbitrarias y con un significado métrico no exento de confusiones.

Hay otro factor más erróneo que esta arbitrariedad y este error no es otro que las mal llamadas condiciones de conti-Q

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nuidad. Ahora bien: ¿pueden coordenadas por completo arbi-trarias ser usadas unívocamente? El más elemental criterio lógico se mantiene en la negativa, pues la arbitrariedad de las coordenadas se transmutará necesariamente en las de-terminaciones numéricas con base en las mismas. ¿Qué valor real tienen relaciones unívocas y, al mismo tiempo, arbitra-rias?

Los valores de las coordenadas arbitrarias son igualmente arbitrarios y no excluyen otros valores arbitrarios. Cada tipo de coordenadas nos dará valores numéricos diferentes para los "sucesos". Hay una gran Verdad en la teoría de las super-ficies. Ésta se basa en la "superficialidad" de la psiquis hu-mana, que funciona esencialmente en la dualidad.

Hay importantísimos puntos de contacto entre las superficies no euclidianas y la Teoría General de la Relatividad. Lo nota-ble es que no hay medio físico de evidenciar cuál de estas superficies es la real. Las superficies no euclidianas son de dos clases fundamentales, de acuerdo al signo (positivo o negativo) de la curvatura de la misma.

El Sistema señala que la curvatura positiva corresponde al humanoide; es la inmensa proyección (en la representación del Cosmos) que hace para su uso. El Humano se representa al Cosmos en una curvatura negativa, regido por Repulsión y Odio. Las propiedades métricas con este enfoque interno pier-den su arbitrariedad y las críticas anteriores pueden ser su-peradas. Son precisamente las propiedades métricas las que interesan a la Teoría de la Relatividad, tanto física como ma-temática.

Hay un concepto básico en todo tipo de métrica: la distancia. Cada tipo de geometría parte de un concepto de distancia. La distancia es algo relativo; de aquí que estos conceptos ten-gan un corto valor en un plano de valores y para un tipo de hombres; pero no un valor total.

Pero las nociones de distancia han de tener un sentido exis-tencial. La noción de distancia entre dos puntos infinitamente próximos, como es la noción de la Geometría plana, carece



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de sentido existencial, pues introduce nociones abstractas irreales, como es la de "infinitamente próximo". El sentido existencia deriva en el llamado concepto físico, aunque este último tenga un ámbito semántico mucho más reducido.

El concepto de distancia tiene sentido existencial cuando hay medios experienciales ya físicos, ya psicológicos, o sea cuan-titativos y cualitativos.

Uno de los desarrollos elementales no euclidianos es el de la Geometría de curvatura continua y uniforme, que sólo puede tener sentido físico en un universo ideal, donde la materia se halla uniformemente distribuida. El estudio astronómico con-temporáneo no nos permite suponer al Universo físico de un modo tan sencillo.

Puede darse un paso más y desarrollar una Geometría sobre una superficie periódicamente curvada. Una tal superficie podría ser de curvatura positiva y negativa, a intervalos, y hasta casi euclidiana en el intermedio de ambas modalidades de curvatura. El continuo tetradimensional se adapta a la noción elemental no euclídea, es decir, a la que depende de la curvatura constante o invariante.

Los invariantes son comodines o, en términos menos drásti-cos, algo así como "cabezas de puente", usadas por las tro-pas cuando inician una maniobra de invasión.

¿Qué motivó la noción no euclídea? Simplemente el hecho de que los invariantes, tenidos por tales, no lo eran en modo alguno. Pero esto no es así, pues los relojes y los metros, como lo señala la relación de Lorentz, no brindan datos abso-lutos o invariantes en modo alguno.

¿Qué se concluye de esto? Que los invariantes van dejando lugar, poco a poco, a nociones sumamente más complejas y reales.

"No es posible, por lo tanto, elegir sistemas de coorde-nadas para las cuales las relaciones métricas de la Teoría Especial de la Relatividad sean válidas para una región finita."



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Lo mismo puede decirse de las "relaciones métricas de la Teoría General de la Relatividad". Primero, ¿puede un inva-riante expresarse por medio de coordenadas arbitrarias? El invariante sólo puede existir si se acepta la teoría del conti-nuo y de dos puntos-sucesos infinitamente próximos. Pero esto es pura metafísica sin contenido físico. El continuo no tiene sentido existencial. ¿Para qué aceptarlo, entonces? Es extraño que se aplique el sentido existencial tan sólo en co-sas notoriamente secundarias. Tenemos, pues, una revolu-ción en la Matemática, que simplifica extraordinariamente los criterios...

Si:

"La formulación de la Teoría General de la Relatividad supone una generalización de la Teoría de los Invariantes y de la Teoría de los Tensores",

la Relatividad Objetiva supone considerar al invariante como mero elemento límite y operador. Pero, esto implica un desarrollo matemático previo, antes de que se pueda hacer un objetivo enfoque físico. Y hay un hecho bien conocido al respecto:

"El cálculo generalizado de los tensores fue desarrollado por los matemáticos mucho antes de que se conociera la Teoría de la Relatividad".

Es decir, que el trabajo matemático ya estaba en gran parte realizado. Si no hubiera sido así, la Teoría de la Relatividad física no habría nacido.

Lo mismo podemos decir de la Relatividad Objetiva: se re-quiere un estudio matemático especial y por adelantado. No es el momento adecuado, el actual, para hacer tales en-foques teóricos, que obligan a replantear las nociones fun-damentales de la Ciencia, pues, al relativizar la invariancia, se relativizan los fundamentos epistemológicos de la Ciencia física y el valor de las leyes tenidas por absolutas.

En la Geometría de Euclides, pueden expresarse indepen-dientemente mediante un invariante respecto de transfor-



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maciones lineales ortogonales. Toda la Geometría Euclidiana analítica se basa en lo mismo.

Pero, los invariantes no son la única forma de expresión de la independencia de los sistemas de coordenadas elegidos.

"Los vectores y los tensores permiten llegar a las otras formas de expresión de dicha independencia."

Pero, ¿son suficientes estos tres órdenes de formas de ex-presión? El invariante tiene rango nulo, el vector tiene rango unitario y los tensores de la relatividad son de 2º rango. Pe-ro, de igual manera, pueden definirse tensores de 3er rango y de rango superior. En lugar del invariante clásico, se ha de necesitar de otros, del mismo modo que para la Relatividad Restringida fue sumamente útil el invariante de Lorentz, no euclídeo.

Ya habíamos indicado que la simple generalización no era necesaria y suficiente, cuando se trataba de dimensiones superiores a tres. La teoría de los invariantes cuadridimen-sionales no es la misma que la teoría de tensores tridimen-sionales. Los tensores cuadridimensionales generalmente son juegos de artificio mental mecánico. Los matemáticos ponen cuatro dimensiones, pero no dicen cómo se visualizan en su conjunto.

La teoría del espacio cuadridimensional, parido a imagen y semejanza del tridimensional, es errónea por completo. Las dimensiones no sólo se deben encarar de un modo formal, sino también intuicional (emotivo).

No basta definir, se requiere que lo definido tenga sentido existencial, pues sólo teniéndolo puede ser considerado como necesario, no como meramente posible. También habíamos indicado que las operaciones con tensores superiores no son las mismas que las operaciones con vectores tridimensiona-les.

De acuerdo al Sistema, los tensores cuadridimensionales se rigen por valores distintos a los de los vectores tridimensio-nales. ¿Cuáles son los verdaderos valores cuadridimensiona-



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les? Esto sólo lo puede SABER un Ser Cuadridimensional, que ha empleado una técnica para ser tal.

El aparataje matemático para formular las leyes de la Relati-vidad Objetiva no es algo que se pueda, por ahora, dar a conocer, pero en párrafos anteriores se dan elementos más que suficientes, en los cuales puede ejercerse la intuición. Hay que tener siempre en cuenta que Einstein sostuvo que la Rela-tividad General se hallaba en una suerte de estado provisorio:

"Se han desarrollado de una manera progresiva resulta-dos aislados y posibilidades, a partir de lo que se conocía y de los resultados obtenidos. Dicha manera de presen-tar el tema es más apropiada, de acuerdo con el estado actual provisorio de nuestros conocimientos".

El enfoque inicial de Einstein es bien mecanicista clásico, pues se vale del punto o partícula (materia). Luego se agrega un "supuesto" = "la velocidad de las partículas materiales es muy pequeña respecto de la de la luz". ¿Con respecto de qué sistema absoluto?

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Postulados relativistas:

1) Unidad de inercia y de gravitación.

2) El Campo gravitatorio se origina en la densidad de la materia.

3) El tensor energía sólo puede ser representado como un medio provisorio de representar la materia.

4) La materia debe ser considerada como la parte principal del Campo electromagnético.

5) No conociendo el Campo electromagnético de cargas cristalizadas, la verdadera forma tensorial del mismo

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es, hoy por hoy, indeterminada. No se conoce la verda-dera fórmula del tensor materia. La estructura de este tensor de 2º rango, sólo la conocemos provisoriamente. Esto revela, una vez más, que la Relatividad einsteniana deja mucho que desear...

A fin de mantener los principios básicos de conservación de la Física, que son la conservación del momento y, so-bre todo, la conservación de la energía, se acepta que la divergencia del tensor aludido es nula.

Pero, ¿es ello cierto? Para serlo, "juntamente con la den-sidad de la energía de la materia debe existir también una densidad de energía del campo gravitatorio", lo cual implica generalizar el principio de conservación, aceptar que vale de un modo universal y no para la materia so-lamente; y esto es pura metafísica.

Esto implica separar a la gravitación de la materia, a considerarla como "cosa-en-sí".

[...] "No averiguamos nada respecto de la estructura del campo gravitatorio ni del espacio métrico de di-mensiones cósmicas."

6) "En nuestro sistema de unidades, la energía de un gramo de materia es igual a 1, comparada con la cual, la ener-gía de los campos eléctricos puede despreciarse, así también como la energía de deformación de la materia y hasta la energía química"(!!). (Esto es completamente arbitrario.)

7) "El potencial gravitatorio no posee un carácter escalar sino tensorial". Pero esto no es más que "una primera aproximación", a base de una astuta elección de siste-mas de coordenadas.

Se concluye que la Geometría euclídea no es aplicable.

Pero, ¿cuál entre las diferentes y hasta innumerables Geometrías no-euclídeas puede ser elegida con criterio? Importa saber que esta indeterminación nada satisfacto-


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ria no existiría, si se trabajase con cantidades reales y no con varillas "rígidas", completamente teóricas.

8) "La marcha de mi reloj es más lenta, cuanto mayor es la cantidad de materia que se encuentra en sus proximida-des."

9) "Un rayo de luz, que pasa cerca de una gran masa, es desviado."

10) Existe una rotación secular de las órbitas elípticas de los planetas, en el mismo sentido que el del movimiento de revolución del planeta, que se expresa en radianes por revoluciones. Esto explica el movimiento del peri-helio de Mercurio.

11) La inclusión de la Teoría General del Campo Electromag-nético en la de la Relatividad es arbitraria y muy poco satisfactoria, pues no podemos comprender el equilibrio de la electricidad que existe en la materia... Campo electromagnético y Campo gravitatorio son considerados como diferentes. A pesar de los trabajos teóricos em-prendidos, el problema fundamental del campo de fuerza sigue sin solución efectiva.

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IV. LA COSMOLOGÍA ESPECÍFICA

Los dos capítulos anteriores han sido a modo de introducción y comentario, más que nada a fin de llegar a tener la mayor y la más elemental de las claridades con respecto al Campo cosmológico.



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Las consideraciones de la relatividad general se basan en nociones clásicas, en las que se acepta una suerte de defor-mación, que sólo vale para condiciones "extraterrestres".

1) "El problema de si porciones del Universo, cualquiera sea su tamaño, son o no casi euclídeas, es un problema ente-ramente distinto."

2) Las propiedades físicas del espacio serían, y sólo en pe-queña medida, determinadas por la materia.

3) La inercia depende de la interacción mutua de la materia contenida en un volumen dado.

3a) "La inercia de un cuerpo debe aumentar cuando se acumulan en su alrededor masas ponderables."

3b) "Un cuerpo debe estar sometido a la acción de una fuerza aceleradora, cuando las masas próximas se aceleran y, en realidad, dicha fuerza debe tener el mismo sentido que la aceleración."

3c) "Un cuerpo hueco debe producir en su interior un 'Campo de Corioli', el cual desvía a los cuerpos en movimiento en el sentido de la rotación. También se origina un campo centrífugo radial."

4) En resumen: "todas" las acciones inerciales son relativas. La inercia es la acción global de la materia del Universo.

5) Existen estrellas en todas las porciones del Universo. Si no consideramos los concentrados galácticos, podemos sostener que la materia se halla en conjunto, extendida de un modo uniforme, con lo cual tenemos el modelo de la curvatura constante, que depende en gran parte de la constancia de la velocidad de la luz.

6) El Universo einsteniano es cilíndrico respecto del tiempo. Pero la cuarta dimensión de la Física no es más que un artificio sin vida.



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7) Las partículas eléctricas, que constituyen un aspecto de la "materia", se mantienen juntas porque existe una pre-sión dentro de las mismas, que equilibra la repulsión de las cargas iguales. Esta presión representa las acciones íntimas de la materia. Esta presión implica un mayor co-nocimiento del Campo electromagnético, que sólo es po-sible aceptando su simetría.

8) El Campo de gravitación no es singular sino en los puntos que lo "engendran".

9) Los movimientos de las estrellas son análogos a los mo-vimientos de las moléculas de un gas, del mismo modo que el movimiento del Sistema Solar es análogo al movi-miento de un átomo con sus electrones planetarios y su núcleo.

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Nota importante:

Dada la naturaleza compleja de los problemas aquí presenta-dos, no ponemos punto final en su presentación sino momen-táneamente, por la naturaleza elemental del presente Folleto que, por pertenecer a la Primera Serie, no puede ser sino elemental.

Si bien la Cosmología ha adelantado notablemente en los últimos años, mucho es lo que falta por hacer, debido a lo inseguro de muchos de los datos que se toman como base de las generalizaciones de la Física cósmica. Más, se han logrado ciertos elementos seguros para un juicio de estas tan arduas cuestiones.

La imagen más formal de Universo, de acuerdo con los datos más sólidos, se halla de acuerdo con las Enseñanzas del Cuarto Camino, que no podía ser de otro modo, dada la na-

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turaleza objetiva del mismo, de la cual participa la Ciencia cada vez más.

No es aventurado afirmar que en los próximos años la Radio-astronomía y la Física Cuántica cósmica corroborarán muchos de los principios aún hoy tenidos por hipotéticos por los pro-fanos a la Escuela del Cuarto Camino. La seriedad científica de la misma será corroborada día a día, descubrimiento a descubrimiento.

Muchos ya son los astrónomos que están de acuerdo con Sir James Jeans, para decirnos que el Universo no es tanto una maquinaria gigantesca, como un ser que vive y que está su-jeto al desarrollo, propio de todos los seres vivientes.

Ya las fuerzas ciegas han perdido terreno en la cosmología. La misma noción de fuerza física ha sido refutada en la Teo-ría General de la Relatividad.

Tan sólo nos queda un planteo geométrico del Universo, el cual solo es una forma de transición a la arcaica concepción de las Inteligencias Planetarias, a las que el Sistema llama Ángeles, Arcángeles, etc.

Por esto, antes de considerar a la ligera las enseñanzas in-ternas dadas en este Folleto, medítese mucho antes, a fin de considerar si se dispone actualmente de una solución supe-rior a la aquí presentada, que se halla corroborada por la Ciencia y que cada día lo será más, poniendo en evidencia su solidez, que es la del Sistema.

Si los aciertos del mismo en el orden de la Psicología Analíti-ca son notables, como hemos visto en el Folleto nº 2, no es posible que esa misma Escuela, y en base al mismo método, esté errada al tratar de las altas cuestiones de la FILOSO-FÍA CÓSMICA.

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Parte IV – La Cosmología Musical

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Parte IV

LA COSMOLOGÍA MUSICAL

I. GENERALIDADES

El Conocimiento de Cosmología Musical no comienza por el Septenario, sino por el Quinario, por el Círculo de las Quin-tas. Esto se halla en correspondencia exacta con las tabula-ciones quíntuples del Conocimiento Interno de Primer Orden, es decir, el de la capa más concreta de la Verdadera Huma-nidad.

Observemos que los principales intervalos musicales se ha-llan expresados por las relaciones numéricas siguientes:

1 : 2 : 3 : 4 : 5.

La primera Norma Interna correspondió siempre a la relación 2 : 3, que es precisamente el intervalo de Quinta. El intervalo perfecto de Quintas es el de las cuerdas, y de ciertas cuerdas de animales determinados, obtenidas por procedimientos especiales.

Se ha demostrado científicamente que la serie de sonidos originados por el Círculo de las Quintas constituye la base del sistema de correspondencias mágicas, que se difundió en la casi totalidad del mundo arcaico y que llegó por las vías del arte hasta la música medieval.

Lo notable es que la elección de las Quintas fue motivada por razones eminentemente numéricas, como veremos más ade-

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lante, en otras publicaciones del I.A.D.I., como órgano cultu-ral de la Editorial "LUZ DE AMÉRICA".

Se evidencia con múltiples hechos que el Círculo de las Quin-tas perfectas o de cuerda sólo se alcanzó por medio del más depurado cálculo matemático. Esto implica la existencia, ha-ce unos 4.000 años, de una Escuela Interna de Orden nº 1, basada esencialmente en los mismos principios cósmicos que el Sistema, develado muy parcialmente a los iniciados, por Gurdjieff.

En las altas culturas encontramos fragmentos de un sistema cronológico musical. Aparece una serie de correlaciones, cuya fuente es netamente la indicada. Estas correlaciones se desenvolvieron luego en varios sistemas de correspondencias múltiples, a base del Quinario. No siempre estos desarrollos fueron completos, pero fueron puntos de partida para quie-nes quisieron hacer investigaciones cósmicas.

Consideramos necesario repetir que este sistema quinario dio origen a diversos desarrollos, porque no fue sino la expresión de la Primera Capa de la Humanidad, es decir, muy en con-tacto con el Círculo Mecánico lunar-humanoide. La ciencia de este Círculo Externo de la Verdadera Humanidad se basa en el Círculo de las Quintas. Sobre éste, las civilizaciones japo-nesa-china e hindú-persa construyeron sus grupos pentatóni-cos mágicos.

El Círculo de las Quintas de cuerdas, perfecto, corresponde en general con el actual sistema temperado europeo, pero es más exacto que éste. El marco diatónico se corresponde con seis quintas perfectas, indisolublemente ligadas a las seis dimensiones de la Física atómica contemporánea.

A estas seis quintas perfectas se añade una séptima quinta imperfecta: Si / Fa. Esta correspondencia entre la cuarta no-ta (Fa) con la séptima (Si) es algo de una importancia suma, cuando se estudia detenidamente la Octava Lateral Descen-dente, que es la llamada "Vida Orgánica". En todo tiempo y en todo lugar este intervalo tuvo un valor simbólico altísimo. La Octava Lateral Descendente, dentro del Sistema de Gurd-

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jieff, expresa igualmente la importancia singularísima de este intervalo.

Hay quienes, por ausencia de información y cultura, conside-ran que la idea de un orden cósmico es propiedad exclusiva de un par de siglos de materialismo científico. Esta aprecia-ción históricamente es falsa y culturalmente es sectaria y fanatizante, pues la idea de un orden cósmico fue la base misma de la magia natural de los tiempos primievales.

Esta noción tuvo cuatro centros de proyección, hace unos 4.000 años. Uno de estos centros fue el Oeste de Asia cen-tral. Luego, de allí se propagó al Este y de allí a Grecia... Otros focos fueron: Tiahuanaco, Persia y Japón.

Tiahuanaco no se conoce ni siquiera superficialmente en este aspecto, a pesar de su estilo pentafónico. Los Aimarás anti-guos, anteriores a los Incas, conservaron en sus "pergami-nos" de llama unos de los Sistemas más remotos de Cosmo-gonía Musical, actualmente en exclusivo conocimiento del G.L.A.G.

El Sistema Persa era el usado por Gurdjieff en sus grupos superiores.

El Sistema Japonés vino luego, parcialmente modificado en la China, donde se suele decir apresuradamente que comenzó la Cosmogonía Musical. En China, el Círculo de las Quintas se desarrolla en doce tubos en vez de ser en doce cuerdas per-fectas, como el Sistema Japonés arcaico, muy similar al Ai-mará antiguo...

Con el correr de los siglos el sistema mágico del Camino nº 1 y del Círculo nº 1 de la Humanidad dio lugar al sistema místi-co septenario de Baratha o la India. Este sistema derivó de Persia, en donde se produjo el paso de un Camino a otro, paso que no es posible sino por el Sistema nº 4, que los in-volucra a todos. Siguiendo las enseñanzas de los Zend anti-guos, los Upanishads sostuvieron –y luego de ellos, los ve-dantinos– que los Mundos han sido construidos con base en ritmos sonoros.



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El Sistema Persa es uno de los más importantes y su cono-cimiento, por medio del Sistema de Gurdjieff, es uno de los requisitos más indispensables a fin de conocer las tabulacio-nes de América y Japón.

Las clasificaciones griegas antiguas se basaron en las persas.

La China fue uno de los puentes de pasaje de la Cosmogonía Musical oriental... La tabulación irania de los planetas es:

Sol, Marte, Venus, Mercurio, Júpiter, Saturno y Luna...

Los planetas en China se dividieron en cuatro y cada uno tenía su propia nota:

Do = Marte, Re = Mercurio, Fa = Saturno, Sol = Venus, La = Júpiter…

Los sagaces se darán cuenta que hay una notable y más que sugestiva ausencia de documentación en torno de estas cuestiones. No se conoce casi nada de los sistemas musicales místicos de la antigüedad, porque estos sistemas eran ense-ñados en los colegios sacerdotales y se hallaban unidos indi-solublemente a los Misterios, basados en el Sigilo como Ley.

Esto hace pensar que esos sistemas tenían ciertos elementos de resonancia de tal índole, que su conocimiento se conside-raba sólo seguro en poder de quienes cumplían un fin sagra-do, basado en leyes místicas.

Tenemos fundamentos cabales para considerar que todas las nociones cósmicas arcaicas se basaron en una concepción



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universal del Arte de la Música, como algo objetivo, cuyo ámbito eran todas las vibraciones del Cosmos.

En la India encontraremos en todos los Upanishads elemen-tos que permiten conocer cómo era de valorado el movimien-to vibratorio. Según el Chandogya Upanishad (I-4, 1, 3) el Sol es, en esencia, una nota rítmica.

Los diez retumbos místicos fueron un esquema más antiguo que el septenario, derivado del ternario (3 + 7 = 10), pues fue el desarrollo dual del primitivo Círculo del Quinario o las Quintas...

En la India, la nota Re era considerada como origen de las otras notas.

El sentido interno de esto, de acuerdo a Gurdjieff, es sencillo de comprender, pues Re es, en el Sistema, la nota musical clave de la Luna, el extremo inferior del Rayo de la Creación; origen de éste en el sentido de que todos los Cosmos supe-riores al Lunar, hasta mismo el Sol, tuvieron que pasar, en eo-nes preterísimos, por esta condición... Tal es la ley real del cre-cimiento, y hasta el "Absoluto" mismo pasó –eones ha– por la etapa Lunar...

El simbolismo de la nota Mi, que corresponde a la Tierra y al sagrado monosílabo hindú, es Tauro (y su opuesto: Escor-pio).

Fa, la nota del Cosmos de los planetas, es Capricornio. El Sol se llama Fa, es decir, Centro, y tal es el lugar que ocupa en la Octava Cósmica. Esta nota se considera como la del Me-diodía.

La nota Si corresponde con Piscis y el Mundo del conjunto local de estrellas.

Una de las escuelas más antiguas de la India enseña que los Cosmos se corresponden con animales simbólicos, en cuyos sonidos se tiene un reflejo atenuado de la Nota Objetiva de cada uno de los Siete Cosmos. Esta enseñanza constituyó una tradición constructora o masónica (Camino nº 1: Quina-



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rio = Construcción). Esta Tradición se perpetuó en los claus-tros medioevales, por intermedio de Bizancio.

En líneas generales, esta correlación zoomórfica es la si-guiente:

Luna ............... Re ..... Pavo Real Tierra .............. Mi ...... Toro Planetas .......... Fa ..... Cabra Sol .................. Sol .... Grulla Constelación..... La ..... Kokila (el ave del amor) Sistema Local ... Si ...... Berraco

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II. LA ASTROLOGÍA MUSICAL

El importantísimo intervalo Si / Fa (la parte del Rayo de la Creación que va de las estrellas de la Galaxia a los planetas del Sistema Solar) se evidencia en su símbolo: la espiral, la mecanicidad del Universo, que hasta aquí se ha desenvuelto sin necesidad de intervalo especial o adicional.

La Mecanicidad del Zodíaco se identifica, pues, con esta espi-ral. Pero no se puede desenvolver en el orden de las quintas imperfectas. Para el fin propuesto se necesita un Círculo de Quintas que sea más amplio que las quintas sopladas o de viento. Este más amplio Círculo de las Quintas no se divide en cuatro triplicidades, sino en tres CUATERNAS. De las cua-tro triplicidades no se obtiene ninguna correspondencia musi-cal. Pero la triple Cuaterna da nada menos que la serie conti-nua de la escala cromática.

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El Zodíaco, que tiene sentido musical, es el predecesional o nutativo, de notoria influencia mental; de allí que el nombre por el cual se conoce es el de Zodíaco Intelectual, con una duración de 25.868 años.

El entero Rayo de la Creación nuestro, es decir, la Vía Láctea, se corresponde fundamentalmente con la sucesión: Si–Fa–Do, y es la cuerda del Círculo Zodiacal que va de la Casa IV a la X (1 + 2 + 3 + 4 = 10); en otras palabras: Capricornio, co-mo signo, tiene una singular significación opositiva para con la Humanidad.

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III. LOS CUATRO ZODÍACOS

LOS CUATRO ZODÍACOS

Aries Aries Virgo Aries

Tauro Cáncer Tauro Sagitario

Géminis Géminis Piscis Capricornio

Cáncer Escorpio Acuario Acuario

Leo Libra Capricornio Piscis

Virgo Virgo Sagitario Tauro

Libra Tauro Aries Virgo

Escorpio Piscis Géminis Libra

Sagitario Acuario Leo Cáncer

Capricornio Capricornio Cáncer Escorpio

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Nota importante:

No ponemos punto final a esta parte sino momentáneamen-te. En los Folletos nº 3 de la Segunda y Tercera Serie desa-rrollaremos más este importantísimo conocimiento, que es la Cosmología Musical.

Las Escuelas del Cuarto Camino estudian muy especialmente este conocimiento, a causa de las correspondencias que exis-



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ten entre la Realización del Hombre y las energías vibratorias del Universo.

Entre las Doce Escuelas del Cuarto Camino que existen, se encuentra la de Música Objetiva o Generalizada, cuya moda-lidad de Trabajo se basa en la generalización de los conoci-mientos musicales, a las distintas formas de energía y Siste-mas de evolución, desde la célula a la Galaxia.

Además, ya desde los más arcaicos tiempos, la Astronomía fue estudiada en relación a la Física. Pitágoras, heredero de la Sabiduría Científica del Egipto y de la Magia Ígnea de los persas, enseñó, en su propia Escuela de Crotona, que la As-tronomía, la Música, la Aritmética y la Geometría eran una sola y única Ciencia, vista desde Cuatro Aspectos distintos.

Finalmente, los actuales conocimientos de Física Cuántica y Mecánica Ondulatoria corroboran matemática y experimen-talmente esta Enseñanza, cuyo origen, como el de muchas otras, no es otra que el SISTEMA ISOTÉRICO.

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Biografía

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Biografía sucinta del autor

El Dr. Livio J. Vinardi, PhD, funda-dor de la Biopsicoenergética, nació en Buenos Aires, Argentina.

Doctor en Física e Ingeniero en Electrónica, fue Profesor durante 30 años en los niveles educativos de enseñanza universitaria y su-perior en las cátedras de Electró-nica, Física, Electroacústica, Mi-croondas y Radiación, actividad desarrollada en ámbitos docentes civiles y militares.

Miembro de la Sociedad Científica Argentina. Enciclopedista y gana-dor de concursos internacionales en el área de Planeamiento de

Enseñanza (UNESCO). Asesor durante varios años del Gobierno Argentino y de la Presidencia en el ámbito de investigaciones científicas. Consejero del Instituto de Biopsicosíntesis de la Uni-versidad Argentina John F. Kennedy. Director General de la Aso-ciación Panamericana para el Avance de la Psicotrónica, con sede en Bogotá, Colombia.

Miembro Honorario de diversas instituciones en el ámbito inter-nacional, de las cuales se mencionan algunas: Sociedad Alema-na de Parapsicología (Hamburgo); Instituto Ely de Biorritmos (París); Instituto de Parapsicología de Río de Janeiro; Fondo Privado para el Avance de la Ciencia (Buenos Aires).

Miembro Fundador de la IBRA (Asociación Internacional para la Investigación del Biorritmo) (Atlanta, Georgia). Director Honora-rio del Laboratorio de Investigaciones sobre Biorritmos Humanos (Tenerife, España). Presidente Honorario Permanente de los Coloquios Brasileros de Parapsicología (São Paulo, Brasil).



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Chairman de IBUNA (International Biopsychoenergetics Universi-ty of North America) (1993), cuya finalidad es impartir enseñan-za a nivel académico de disciplinas integradas, operando en el ámbito internacional con dos Escuelas: Healing y Biorritmo, cada una de ellas con sus grados de Bachelor, Master y PhD.

A modo de referencia, se citan algunos centros académicos don-de el Prof. Vinardi ha dictado conferencias y seminarios: Univer-sidades de Buenos Aires, Bogotá, Carabobo (Venezuela), São Paulo, Río de Janeiro, Madrid, Barcelona, Heidelberg, Berlín, Hamburgo, Viena, Bremen y Roma.

Musicólogo y concertista de piano, ha actuado durante 15 años en recitales como solista. Fundador de la Agrupación Libre de las Artes (Argentina).

En relación con los conocimientos internos, fue discípulo del sa-bio Maestro japonés Kenkichi Sakurai, con el cual estudió y practicó el Sistema Isotérico, mal conocido como Cuarto Ca-mino. Durante varios años el Prof. Vinardi viajó por todo el ám-bito sud y centroamericano, estudiando las energías planetarias en forma práctica, como así centros y focos iniciáticos (Cordille-ra de los Andes, Amazonas, Mato Grosso, etc.).

En 1980 comenzó su gira por los Estados Unidos de América. En colaboración con la Universidad Estatal de San Francisco (Cali-fornia) dirigió de 1980 hasta 1990 el Proyecto de Medición de Potencial Bioplásmico en las Escuelas de Física y Biología. Este proyecto utilizó equipos electromagnéticos inventados por el Dr. Vinardi para la objetivación del aura humana.

Además de dirigir IBUNA, el Prof. Vinardi ha dictado más de mil conferencias y cursos sobre Biopsicoenergética, Biorritmología, Healing, Astroenergética, Arte Objetivo, Matemática Transcen-dente y Sistema Isotérico, tanto en toda América como en Euro-pa, dirigiendo a la vez viajes de estudios y experiencias prácti-cas de ejercicios y técnicas para la integración energética huma-na con las fuentes planetarias en apropiados puntos y focos del planeta.


Apéndice

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Textos de Livio J. Vinardi ya editados en español por esta Editora (Formatos impreso y digital)

BIOPSICOENERGÉTICA I El ser humano como medida En este texto el Dr. Livio Vinardi, PhD, con-firma sus sólidos antecedentes como inves-tigador científico de renombre internacional y presenta la BIOPSICOENERGÉTICA, una disciplina por él mismo fundada, argumen-tada científicamente y de características realmente asombrosas. La Biopsicoenergéti-ca logra que confluyan dos vertientes que se creían inconciliables: la de la ciencia deno-minada oficial y la del ocultismo tradicional. Con la ciencia como instrumento, Vinardi emplea su intuición y percepción, volviéndo-se un auténtico precursor.

La Biopsicoenergética detalla qué son y cómo funcionan los chakras, el aura y los cuerpos etérico y astral; enseña cómo fluye y se estructura la energía en el ser humano, cómo se producen las alteraciones e in-fluencias que padece y cómo pueden incrementarse ilimitadamente sus potenciales dormidos en base a un trabajo consciente. El autor además introduce en este primer tomo ciertos aspectos fundamentales que abarcan desde los procesos de la gestación y post-mortem hasta los mecanismos básicos de la percepción extrasensorial, pasando por las opacidades ambientales y bloqueos, y las influencias energéticas del sonido y del color.

Índice: Qué es la Biopsicoenergética; I) La energía; II) Los órganos sensoriales humanos como transductores de las percepciones exter-nas; III) Energías naturales, generadas y humanas; IV) Energías del embarazo, nacimiento y muerte; V) Energías ambientales y bloqueos energéticos; VI) Cromo y sonoterapia en relación a la Biopsicoenergéti-ca; VII) Conocimiento Unificado o Síntesis de sutilizaciones energéti-cas; VIII) Descripción general de las principales formas de percepción extrasensorial; IX) Escuelas y disciplinas para el desarrollo interno; X) El Sistema Isotérico Universal y los orígenes del Cuarto Camino; XI) Biopsicoenergética y Yoga.



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BIOPSICOENERGÉTICA II El ser humano como medida

La Biopsicoenergética, que nació a princi-pios de la década del 1970 de manos del científico e investigador Dr. Livio J. Vi-nardi, PhD, detalla en forma de anatomía energética qué son y cómo funcionan los chakras, el aura y los cuerpos etérico y astral; enseña cómo fluye y se estructura la energía en el ser humano, cómo se pro-ducen las alteraciones e influencias que padece y cómo pueden incrementarse ilimitadamente sus potenciales dormidos en base a un trabajo voluntario y conscien-te. Esta revolucionaria disciplina de sín-tesis reúne en un único soporte técnico aspectos de la realidad apa-rentemente tan alejados como lo son el espiritual y el material, sondeando un plano cuyo misterio se va disipando cada vez más y dotando de lenguaje científico cuestiones hasta ahora heterodoxas, como el aura, los chakras o el cuerpo astral.

Este libro, enriquecido con 111 figuras, en su mayoría a color, trata más en profundidad materias presentadas en el Tomo I, tales como la compleja temática Kundalini y el Conjunto Sonomedular, además de detallar la aparatología de apoyo inventada y utilizada por Vinardi para sus terapias y para demostrar científicamente la existencia del aura.

Algunos de los apartados son de carácter eminentemente práctico, evidenciando que la Biopsicoenergética va más allá de la mera for-mulación teórica o hipotética, para adentrarse en la experimenta-ción y comprobación de los hechos, y su aplicación práctica. Basta echar un vistazo a su temática para comprender el elevado nivel de indagación de este tratado.

Índice: I) El aura humana; II) Aspectos particulares de los vórti-ces; III) Circuitos y enlaces entre vórtices; IV) Los tres alimentos existenciales primarios; V) Energías Astrales; VI) La energética Kundalini; VII) Conjunto Sonomedular; VIII) Análisis comparativo de las diferentes Escuelas del Conocimiento; IX) La máquina Kirlian y sus aplicaciones; X) Aparatos de la Biopsicoenergética y sus aplicacio-nes; XI) El Arte en el Tercer Milenio; XII) Campo Geomagnético y Bio-magnética; XIII) Astroenergética y Astralidad.



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Apéndice

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BIOPSICOENERGÉTICA III HEALING & SELF-HEALING Curación y Auto-curación

La BIOPSICOENERGÉTICA (BPE), cuyo cometido principal es el esclarecimien-to de la cadena que conecta al ser hu-mano con la Naturaleza y el Cosmos, es sin duda una propuesta que ha de interesar a muchos estudiosos.

Healing & Self-Healing, según la BPE, son las armonizaciones en sentido ho-lístico integral de las esferas física, emocional e intelectual, mediante el uso de las energías humanas y de otros agentes naturales (bio-magnetos, bioaceites, cromoenergética, osmoenergética, cami-llas y módulos electromagnéticos, piezoelectricidad, biocircuitos, etc.).

Healing no significa cura en el sentido alopático; significa una armonización integral, holística, un reequilibrio del aura o campo energético humano. El Healing no se ocupa solamente de la par-te corporal, químico-orgánica, sino también de la parte más sutil que existe en todos nosotros.

Índice: I) Healing a través de las manos; II) Biomagnética; III) Aplicación práctica de energía biomagnética; IV) Healing a tra-vés de soluciones glicólicas; V) Healing y las Esencias Vegetales Amazónicas; VI) Camilla electromagnética; VII) Miscelánea (Agua magnetizada; Tapete biomagnético; Uso del polo Sud para diagnóstico; Pulsares; Khuli-Neti; Las polaridades bioelec-tromagnéticas de los alimentos; Uso del limón en el healing y Self-healing; Nociones de healing avanzado; Doce vórtices mag-nos); VIII) Urinoterapia.


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BIOPSICOENERGÉTICA IV RITMOS VITALES – Biorritmología Integrada del Tercer Milenio (Tratado didáctico-crítico-comparativo)

Se trata de una obra auténticamente novedosa por la seriedad y amplitud de sus temas; aporta nuevos argumentos y a la vez enseña a interpretar y a cal-cular biorritmos.

Además de los 3 biorritmos conocidos, existen otros (T = 48), que son los Biorritmos Arcanos, inédita y valiosísi-ma contribución del Autor. Los ritmos vitales o biorritmos son ciclos relacionados con los sistemas orgánicos e indican la pre-disposición psico-orgánica y nunca los acontecimientos en sí.

Algunas de sus aplicaciones son la definición de la condición física-emocional-mental para cada fecha, las compatibilidades interpersonales, el diagnóstico arcano, la perspectiva vocacional y talentos personales, la madurez personal, el reconocimiento de las propias plataformas energéticas, la predeterminación del sexo y constitucionalidad orgánica de un futuro ser (= procrea-ción consciente), el cálculo de días idóneos para intervenciones quirúrgicas, presentarse a exámenes, concursos, competiciones, entrevistas de trabajo, comenzar dietas o regímenes, etc.

Índice: I) Distintas categorías de seres y respectivas organiza-ciones cerebrales; II) Definiciones, criterios y referencias históri-cas; III) Naturaleza de los ritmos vitales; IV) Aspectos generales de los ritmos vitales; V) Cálculos biorrítmicos de orden personal; VI) Impulsos cíclicos medios relativos (ICMR); VII) Ajuste de plataformas o pedestales biorrítmicos; VIII) Biorritmología inter-personal; IX) Matemática de los números rítmicos universales; X) El biorritmo en la gestación; XI) Biorritmos y vórtices; XII) Biorritmología arcana; XIII) Miscelánea (8 temas muy variados, como por ej.: Biorritmos de países y naciones; Cúmulos energé-ticos naturales; Intervalos orientales de tiempo; Cuerpos exis-tenciales superiores) ; XIV) Adónde va el Biorritmo.



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ANATOMÍA ENERGÉTICA Las sutiles dimensiones del cuerpo humano

A partir de las prolongadas, profundas y extraordinarias investigaciones del Dr. Livio J. Vinardi, PhD, tenemos que reconocer que en el ámbito esotérico existen muchos equívocos con relación al campo energético humano, que es precisamente nuestra aura. A través de su aguda clarividencia (percepción extrasensorial), este inminente cientí-fico isotérico nos ofrece conocimientos altamente esclarecedores y útiles.

De cierta manera, esta obra es la real puerta de entrada a la BIOPSICOENERGÉTICA (BPE). Vinardi nos presenta conceptos fundamentales con un lenguaje accesible para cualquier persona interesada en esta peculiar materia. Pero no se trata solamente de una introducción a la BPE, pues el libro contiene temas inédi-tos e inexistentes en cualquier otra literatura conocida, sea ocul-tista, mística o esotérica – del idioma que fuera.

Índice: I) Introducción; II) Demostración científica del aura humana; III) Campo energético humano; IV) El ser humano y sus cuerpos; V) Cuerpo planetario; VI) Vórtices o chakras; VII) Vórtices magnos, clasificación y detalles; VIII) Vórtices grandes, clasificación y detalles; IX) Vórtices medianos, clasificación y detalles; X) Vórtices pequeños; XI) Vórtices intrasomáticos; XII) Kundalini; XIII) Conjunto Sonomedular; XIV) Organizaciones cerebrales y su clasificación; XV) Alimentos existenciales prima-rios – Alimentación de los vórtices o chakras; XVI) Opacidades ambientales y patología energética; XVII) Energías naturales y generadas – Clasificación y sentidos de giro; XVIII) Ejercicios prácticos para ayudar a la percepción de los vórtices; XIX) Healing y Self-Healing; XX) Biorritmología.

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AUTOCONOCIMIENTO Nuevos enfoques (Biopsicoener-gética, Healing, Biorritmología y Sistema Isotérico) Trátase de una síntesis clara y cautivado-ra de las principales enseñanzas de Livio Vinardi, presentada en sus rasgos esen-ciales de una manera sabiamente simpli-ficada, enriquecida con preciosas y escla-recedoras figuras en su mayoría a color, para introducir el lector en estos Conoci-mientos. El tema central es el autocono-cimiento, ya no restringido –como nor-malmente sucede– a la esfera espiritual, pero englobando todo: el cuerpo, la per-sonalidad, la esencia y las interacciones entre tales aspectos.

El libro consiste de cuatro partes:

1) Biopsicoenergética: trae la anatomía energética del ser humano, que es aquí comprendido como una unidad bio-psico-energético-espiritual que se enlaza y se relaciona con la natura-leza y el cosmos.

2) Healing: variadas metodologías terapéuticas, en sintonía con tal visión, permiten la armonización a través del empleo de ener-gías humanas y de otros elementos.

3) Biorritmología: del estudio de los biorritmos humanos, o sea de los ritmos vitales físico, emocional, intelectual y arcano, surgen aplicaciones útiles en la vida cotidiana para afrontar mejor: tra-bajo, exámenes, intervenciones quirúrgicas, terapias, la concep-ción, etc.

4) Sistema Isotérico (mal conocido como Cuarto Camino): es una enseñanza con sus Conocimientos y técnicas dirigidas a desper-tar y expandir las potencialidades humanas, así como estimular el autoconocimiento y el trabajo-en-sí-mismo.

Estos Conocimientos constituyen una ocasión única para suscitar la atención y el interés del lector por estos temas básicos, auténticos estímulos para emprender un viaje de autoconocimiento.


Apéndice

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Livio J. Vinardi – en vivo EJERCICIOS GUIADOS (audio y texto) Biopsicoenergética aplicada El Dr. Vinardi, a lo largo de muchas déca-das de total dedicación a sus estudios, investigaciones y enseñanzas, realizó in-numerables charlas, clases, cursos, semi-narios y conferencias. De todas las incon-tables clases de ejercicios biopsicoenergéti-cos, solamente hay seis grabadas en con-diciones no improvisadas, que son preci-samente las que se publican aquí. Tales grabaciones datan de 1985 y fueron he-chas en casetes, que era el soporte utilizado en aquella época, y recién ahora digitalizadas en ordenador.

Dichas lecciones tratan de específicas prácticas de relajación, visua-lización y técnicas armonizadoras y curativas. Son enseñanzas en vivo, grabadas directamente durante las clases de ejercicios grupa-les, abarcando todas las áreas de la Biopsicoenergética en forma práctica y aplicativa a partir del relax, self-healing, autodefensa, descarga, carga y alimentación de los chakras, etc.

Este libro persigue incitar a una práctica activa más que a una lec-tura pasiva; hay que practicar los ejercicios, hay que hacerlos y rehacerlos, cosa que no substituye ninguna apreciación intelectual. Es un libro leído que pretende transformase en una guía completa-mente práctica y directa.

Es la primera vez que se publica la voz del Profesor y es una expe-riencia emocionante escucharle la voz. No hay texto que substituya la magia de la voz directa, con su particular timbre, sus entonacio-nes, modulaciones, fuertes y pianísimos, pausas e intervalos, ade-más de la singular música de fondo.

Índice: Qué es la Biopsicoenergética; Qué es el aura humana; Indi-caciones para los ejercicios; Clase nº 1: Relax de cuerpo y aura I; Clase nº 2: Relax de cuerpo y aura II; Clase nº 3: Autocuración (self-healing) para mujeres; Clase nº 4: Autocuración (self-healing) para hombres; Clase nº 5: Autodefensa áurica; Clase nº 6: Cro-moenergética (aura y luz-color). Q

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LOS SIETE COSMOS La Mecanicidad Universal Se inaugura con este texto la publicación de 7 monografías inéditas, escritas en 1958 por el autor a solicitud de su Maestro Kenkichi Sakurai e inicialmente dirigidas a un restringido grupo de alumnos. Son ana-lizados y reconsiderados conceptos científi-cos y filosóficos básicos a la luz del Siste-ma Isotérico Universal, ofreciendo la pre-ciosa ocasión de acercarse a un correcto conocimiento cosmológico.

Sobre tales bases, se presenta un esquema de los Siete Cosmos, o sea, de la Octava de la Creación del nuestro Rayo de la Creación (la Vía Láctea), que, partien-do del Absoluto Galáctico, baja hacia la Luna. Las galaxias, inimagina-blemente vastas y asimilables a células, forman, con sus organizaciones galácticas, "tejidos" que componen los "órganos cósmicos" reales e infi-nitamente vivientes de aquel "animal colosal" que es el Cosmos.

El ser humano se halla dentro de una maquinaria que tiene que cono-cer, sobre todo en las partes que en él influyen; el Conocimiento de Sí Mismo no es tan sólo un proceso psicológico. Sin un conocimiento de lo que son los Mundos y los Cosmos, no es posible lograr auténticos re-sultados individuales. Todas las nociones cósmicas arcaicas eran basa-das en una concepción universal del Arte de la Música, como algo obje-tivo, cuyo ámbito era constituido de todas las vibraciones del Cosmos.

La Cosmología Musical, sabiamente aquí introducida, hace aflorar fas-cinantes y significativas correspondencias. Una de las escuelas más antiguas de la India enseña que los Cosmos se corresponden con ani-males simbólicos, en cuyos sonidos se tiene un reflejo atenuado de la Nota Objetiva de cada uno de los Siete Cosmos.

Índice: I) Generalidades: Generalidades; Primer y Segundo Factores, Inercia y Energía; Tercer Factor; Cuarto Factor, Leyes; Relatividad de las Leyes de acuerdo a los Sistemas Planetarios. II) La Estructura del Uni-verso: Lo Absoluto; Las Hipótesis Cosmogónicas; Las Galaxias; Las Cons-telaciones; El Número de Estrellas; Duración de la Evolución Estelar. III) La Materia del Espacio: Los Átomos Cósmicos; La Cosmología Relativis-ta; La Relatividad General; La Cosmología Específica. IV) La Cosmología Musical: Generalidades; La Astrología Musical; Los Cuatro Zodíacos.

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BRAHMANISMO ESOTÉRICO (fragmentos) y PSICOANÁLISIS Nº 4 (o del Cuarto Camino) Este libro contiene dos monografías inédi-tas, escritas por el Autor en el 1958 a pe-dido de su Maestro Kenkichi Sakurai. La primera, Brahmanismo Esotérico, trata de las grandes obras de la India: los 4 Vedas (tratados teogónicos: aspectos ocultistas, Sat), los 4 Brâhmanas (tratados teológicos: aspectos místicos, Ananda) y los 4 Upanishads (tratados filosóficos: as-pectos mentales, Chit), a través de sus interconexiones y como un Todo. Mediante comparaciones, enlaces, sabios análisis y preciosas revela-ciones, el Autor demuestra la profundidad de los conocimientos y del poder encerrado en estas antiguas obras. La segunda monografía, Psicoanálisis nº 4 (o del Cuarto Camino), se ocupa del funcionamiento mecanósico de los Centros de lo que ge-neralmente se considera ser humano, que vive la dramática condición de una división en sí mismo y no solamente en el sentido psicológico, sino también matemático, cultural, político, social, económico y fami-liar. El psicoanálisis nº 4 –a diferencia de los psicoanálisis adleriano (nº 1), freudiano (nº 2) y jungiano (nº 3)– afirma que el "hombre" o, me-jor dicho, el humanoide, no es consciente, pero puede llegar a serlo a través de sobreesfuerzos físicos, emocionales y mentales. Un apasionante análisis del Inconsciente desde los puntos de vista psicoanalítico, fisiológico y filosófico, enriquecido por los conceptos propios del psicoanálisis nº 4, llega a decir que la verdadera memoria está vinculada a la verdadera Inconsciencia, la cual es considerada por muchos como Conciencia Absoluta. Índice Brahmanismo Esotérico (fragmentos): I) Introducción: Generalidades; Lo que el Maestro Serapis dice con respecto a los Ve-das; El Código de Manú; El valor de la India Arcaica. Índice Psicoanálisis nº 4: I) Introducción; II) Comentario; III) El Inconsciente; IV) El Inconsciente (continuación); V) El Inconsciente – Absoluto Positivo y Absoluto Negativo.



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FILOSOFÍA DE LAS CIENCIAS El Principio Fundamental de la Naturaleza La filosofía de la ciencia es un análisis profundo y crítico del conocimiento cien-tífico, de su lógica, sus alcances y sus contenidos; ella no acepta axiomas que no sean tales, ni postulados que preten-dan ser axiomas.

El texto empieza haciendo un profundo estudio sobre la excitación, la sensación y la percepción, analizando, entre otros, a Kant, Einstein, Nietzsche y Planck. Cuestiona cómo funciona el cerebro y qué hace la psiquis, considerando que es imprescindible una correc-ta y clara filosofía del lenguaje, que supere tanto al realismo como al idealismo, y que tenga la mayor base científica posible. Estudia la sensibilidad a través de la consciencia y la mente.

¿Hay una fórmula que unifique todas las leyes físicas? Hay que su-perar las grandes teorías del Campo Unificado y la de los Quanta con una teoría más general, teoría que el Autor llama Principio Fun-damental, que implica la causalidad en una forma nueva y más am-plia, en relación con las teorías vigentes.

Si queremos conocer el misterio fundamental de la Naturaleza, te-nemos que comprender previamente el nuestro, ya que nosotros formamos parte de ella y, por lo tanto, del misterio que intentamos resolver.

Solamente la religión de la Sabiduría puede develarnos el principio fundamental de la Naturaleza, que no puede ser expresada tan solo en una fórmula, la cual sería ininteligible para quienes no se hubie-ran elevado a las alturas de la comprensión integral. Esta fórmula sin duda existe. Es la Palabra Perdida de los Constructores, el Verbo Creador por el cual todas las cosas fueron hechas.

La ciencia ha de transformarse en verdadera Sabiduría si quiere penetrar en este Principio Fundamental de la Naturaleza.

Índice: I) Breve Análisis del Conocimiento Humano; II) Estudio de Filosofía de las Ciencias, y en particular de las Físicas; III) Estructu-ra de las Ciencias Físicas; IV) De lo Absoluto a lo Relativo.



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Apéndice

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BUDHISMO ESOTÉRICO (Curso Elemental) Esta obra presenta los elementos indis-pensables para un estudio realmente serio de los conceptos budhistas básicos, desde un enfoque nuevo y adaptable al ambiente cultural de nuestros tiempos.

El Budhismo es la esencia de todas las religiones; es Sabiduría, pues se basa en la Intuición; dicha esencia pura es llama-da la Religión de la Sabiduría o Conoci-miento Interior (Budhismo Esotérico).

Una especial atención es brindada a Le-yes de la Relatividad. Lo que para nosotros es lo máximo (lo Abso-luto), para la mirada del Adepto es Relatividad (Maya), un simple velo. Dicho enfoque reservado al Absoluto, considerado en sus cua-tro aspectos (Espacio, Eternidad, pre-Materia Cósmica Atómica y pre-Energía Atómica), ayuda a superar los dogmatismos y a tender un puente entre los distintos puntos de visión.

Avalokitesvara ("El Señor que mira") es el Primer Descenso; no se lo estudia como tal, como Primer Logos, sino como Segundo Logos Dual, el Madjusri de los budhistas. Fohat es la unidad trascendental de las energías, cuya esencia se halla en un plano dimensional su-perior a sus fenómenos o manifestaciones. Los Espíritus Planetarios son las Entidades que asumen la responsabilidad de recuperar la salud planetaria y transmiten a los Maestros de Sabiduría los cono-cimientos que, a su vez, luego ellos nos imparten. Los Chojâns o Adeptos, por el Trabajo realizado en Sí Mismos, han logrado el des-pliegue de las facultades inherentes al Alma.

El Misterio de Budha no es patrimonio tan sólo de Gautama. Existió un Budha anterior, llamado Sakya, que nació el año 4.620 AJC, del cual Gautama descendía por línea paterna. El Budha Gautama no fabricó el Budhismo, sino que lo enseño tal cual lo había aprendido de Sus Padres.

Índice: I) Introducción; II) Lo Absoluto según el misticismo budhis-ta; III) Avalokitesvara; IV) Fohat; V) Los espíritus planetarios; VI) Los Chojâns budhistas; VII) El misterio de Budha (1ª parte); VIII) El misterio de Budha (2ª parte).



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EGIPTO Nº 4 (fragmentos) El tema central de esta publicación es "El Misterio del Pasado". Al reco-rrer las ruinas de las ciudades egip-cias sólo vemos la sombra de una sombra, los restos que el Egipto his-tórico depositó sobre los del Egipto prehistórico. Los arcanos del Egipto prehistórico yacen sepultados aún lejos de las piquetas de los arqueólo-gos.

El Egipto es aún hoy el Arca de cier-tas Reglas de un Arte Objetivo, pues reúne los más altos principios de la Cosmología y de la Ciencia Médica. Es tanto la clave de los Mundos galácticos, como de las células del cuerpo.

Los primeros Constructores conocidos fueron Adeptos Objeti-vos. La Ciencia Arquitectónica fue integral. La Arquitectura ha sido la huella material más notoria que ha dejado la civili-zación egipcia, plasmada en la piedra.

Los egipcios antiguos y luego sus sucesores, dedicaron todos sus templos a las tres fuerzas: la positiva, al Dios Padre, con quien se asimilaban; la negativa, la Diosa Madre; y la fuerza neutra, el Dios Hijo, la Mente Universal que surgía de la con-junción de la energía con la substancia. Los sacerdotes nº 4 egipcios eran una confederación de sabios reunidos para con-seguir conocimientos superiores por medio de la investiga-ción común.

Índice: I) Introducción; IV) Arte objetivo, arquitectura; VI) Religión egipcia. (Los textos que conforman los demás capí-tulos no están disponibles.) Questo ebook appartiene a Bajalibros brenda lima ordine 1944653/24498584 del 11/13/2019 3:20:26 PM

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SISTEMA ISOTÉRICO – Curso Monográfico Elemental en 48 Lecciones (4 Tomos) Esta monumental obra desarrolla con claridad y deducción múltiples temas de extraordinaria importancia relacionados con el auténtico Conocimiento y Autoco-nocimiento, rompiendo aquellos velos de preconceptos, errores, ilusiones y pseu-do-informaciones que normalmente los ofuscan. Las "48 Lecciones", presentadas en 4 Tomos, ofrecen una imperdible oca-sión para acercarse a un estudio serio del ser humano y de sus reales posibilidades de desarrollo según el Sistema Isotérico Universal.

Índice: Tomo I – PLANTEO TÉCNICO GENERAL – 1) En Busca de lo Desconocido; 2) Las Escuelas; 3) Las Posibilidades de hallar una Escuela Isotérica; 4) Los Centros; 5) Los Círculos; 6) Los Caminos; 7) Necesidad de un Trabajo Psicológico Previo; 8) El Cuaderno Diario; 9) El Cuaderno de Historia Particular; El Cuaderno de Enseñanza; 10) El Factor Económico; 11) Ideas Técnicas Generales sobre los Ejercicios de Sobreesfuerzo Físico; 12) Fundamentos de la Psicología. Tomo II – LA LÓGICA Nº 4 – EL TETRON ORGANON – 13) El Éxtasis de la Voluntad; 14) Nociones sobre la Conciencia; 15) La Lógica y las Dimen-siones; 16) La Lógica y el Conocimiento; 17) Resumen de la Lógica General; 18) La Lógica de la Matemática y la Matemática de la Lógica; 19) La Lógica y el Camino del Yogui; 20) La Lógica y el Misticismo; 21) La Lógica y el Ca-mino del Faquir; 22) La Lógica de la Comprensión, Parte 1; 23) La Lógica de la Comprensión, Parte 2; 24) La Lógica de la Comprensión, Parte 3. Tomo III – LA PSICOLOGÍA DEL CUARTO CAMINO – 25) Introducción a la Psicología nº 4; 26) La Psicología nº 4, Aspectos; 27) La Psicología Expe-rimental Científica (Clásica); 28) La Conciencia, Parte 1; 29) La Conciencia, Parte 2, Sus Caracteres Fundamentales; 30) La Conciencia, Parte 3; 31) La Memoria; 32) La Imaginación y el Aparato Mental; 33) El Yo y el "Ego"; 34) Generalidades sobre los Centros; 35) El Conclave de los Maestros Objetivos; 36) Orientaciones para los Postulantes. Tomo IV – LA MECANICIDAD NATURAL Y LA PATOLÓGICA (MECANI-CIDAD Y MECANOSIS) – 37) La Mecánica Esotérica de los Cosmos, Parte 1; 38) La Mecánica Esotérica de los Cosmos, Parte 2; 39) La Mecánica Eso-térica de los Cosmos, Parte 3 – Aspecto Físico-Matemático; 40) La Mecanici-dad Humana; 41) Enseñanzas Generales sobre Astralidad; 42) La Mecánica Esotérica de los Centros; 43) La Glándula Pineal; 44) La Glándula Pituitaria; 45) La Glándula Tiroides; 46) Fohat, o Fuerza Positiva de Afirmación; 47) Prana, o Fuerza Negativa o Mística; 48) Kundalini, o Fuerza Neutra.



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Textos de Livio J. Vinardi de próxima edición (Formato impreso y digital)

GEOMETRÍA Y COLORES DE LA MÚSICA – Arte, Ciencia, Religión y Filosofía del sonido Trátase de la traducción de la fiel trans-cripción de un curso especial de 3 días, hecho a pedido de sus alumnos, imparti-do por única vez en Gabbro (LI), Italia, en el año 1993. El libro contiene las 100 ilustraciones que en su momento fueron presentadas como diapositivas y también dibujadas en la pizarra.

La geometría pitagórica revela una preci-sa correspondencia entre sonido, ángulo y color y se presta como base para una fecunda investigación de las correlaciones entre el ser humano, la naturaleza y el sonido. Un estudio integrado del sonido a través de su valor simbólico-energético es conducido en un amplio ámbito que engloba las cuatro formas del Conocimiento: Arte, Ciencia, Filosofía y Religión. El tiem-po, la esencia, la energía y el ritmo primordial son presentados y analizados con sorprendente simplicidad.

Es inédita la presentación de los elementos constructivos de las cáma-ras pitagóricas y del cubo platónico, concebidos por el Autor y utiliza-dos para trabajos de armonización, ampliamente ilustrados con fotos coloridas. Las sabias palabras de Vinardi conducen el lector a aquello que no se puede simplemente enseñar, pero sí se puede "descubrir" a través de la activación de particulares centros energéticos:

- "Aquello de lo que estoy hablando ayudaría, eventualmente, a hacer que esto entre, penetre en cada uno de ustedes, para ver si estimula ciertos Centros, ciertas esferas, ciertos –por así de-cir– niveles de nuestra mente donde no se puede enseñar, pero donde se puede aprender."

- "El estudio del sonido permite entrar muy en profundidad, hasta donde se quiera…"


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Apéndice

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CONFERENCIAS – Tomo I

- ¿El Yoga hace mal?- El Isotérico Universal, Gurdjieff

y Continuadores- Consideraciones relativas a las

problemáticas de la Magia

Este libro, ilustrado con 73 imágenes en su mayoría a color, consiste en la trans-cripción de un terceto de históricas con-ferencias celebradas por el Prof. Vinardi en Italia entre los años 1989 y 1991, sobre tres temas de excepcional interés. Él eligió para tales eventos la ciudad de Roma, el corazón del país.

Cuando Vinardi empezó sus actividades en Italia en 1988, constató un gran caos conceptual alrededor de los temas mencionados, o sea el Yoga, el Cuarto Camino y la Magia mezclada a las supersticiones. Esto le generó la necesidad de ofrecer una serie de conferencias públicas que pusieran orden y claridad en esos conceptos, lo que a su vez le permitió sentar las bases para sus futuras y sucesivas actividades en el país.

La primera, celebrada en 1989, trata el tema del Yoga, muy de mo-da en aquel período, y traza claramente la distinción entre las diver-sas formas inconsistentes del pseudoyoga y el auténtico Yoga con finalidades transcendentales.

La segunda conferencia, realizada en el año 1990, introduce el grandioso esquema del Sistema Isotérico Universal, esclareciendo sus relaciones con el Cuarto Camino –que es solamente una parte del Sistema Isotérico– y especificando la naturaleza de la tarea desempeñada por el Maestro Gurdjieff.

La tercera de las conferencias, en 1991, desarrolla el tema de la Magia, particularmente ofuscada en aquel período por preconceptos, supersticiones e interpretaciones equivocadas. Trata la naturaleza y el objetivo de la auténtica Magia en contraste con las ambiguas prácticas de los presuntos magos.



Finito di stampare nel mese di maggio 2018

per conto di Youcanprint Self-Publishing (Italia)

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