Realidad-irrealidad en Blade Runner, antecesor de The Matrix, Juan Carlos Pérgolis

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/31/2019 Realidad-irrealidad en Blade Runner, antecesor de The Matrix, Juan Carlos Prgolis

    1/5

    Prlogo-presentacin para las tesis de posgrado de los estudiantesHeliumen Triana y Carlos Barriga sobre las pelculas Blade Runner y TheMatrix repectivamente. Maestria en Historia y Teora del Arte, laArquitectura y la Ciudad. Universidad Nacional. 2006

    Realidad-irrealidad en Blade Runner, antecesorde The Matrix

    Juan Carlos Prgolis

    La simulacin no es imitacin, dice Baudrillard, tampoco es

    reiteracin o parodia: es una suplantacin de lo real por los signos de lo

    real, a diferencia del simulacro, que tambin en palabras de ese autor,

    se define como una imagen creada con el objetivo de fascinar.1

    Sin embargo, detrs de todo simulacro se oculta una tragedia: la

    confrontacin entre la realidad y la simulacin, confrontacin inevitable

    porque la duda y la realidad son parte de nosotros y la mayor duda que

    nos acompaa en la vida es la que se nos presenta ante la realidad.

    La tragedia del simulacro es el nudo temtico de las dos pelculas

    que dan ttulo a introduccin: Blade Runner y The Matrix. En la

    primera, como seala Heliumen Triana, el autor de la tesis que presenta

    este libro, el argumento se centra en el conflicto psicolgico y existencial

    del protagonista y de cinco replicantes, seres tan bien fabricados que

    su diseo los limita a tener una vida de slo cuatro aos para evitar su

    ascenso y mantener el poder en manos de los hombres. La tragedia se

    desencadena cuando estos seres toman conciencia de su condicin

    artificial, su condicin de simulacros.

    1Jean Baudrillard.La precesin de los simulacros (1978) enCultura y simulacro. Kairs.

    Barcelona, 1981, Pg.50-51.

  • 7/31/2019 Realidad-irrealidad en Blade Runner, antecesor de The Matrix, Juan Carlos Prgolis

    2/5

    En The Matrix, la realidad se deconstruye a travs del

    reconocimiento del fracaso de la humanidad, de esa deconstruccin

    surgir una nuevo mundo, una heterotopa sin espacio ni tiempo

    conocidos; all el protagonista sabe que hace parte de unas condiciones

    susceptibles de ser replicadas en el juego ciberntico de los bits: la

    realidad se vuelve representacin digital y la tragedia del protagonista

    se presenta en las mltiples realidades en que se mueve sin poder

    escapar de ellas.

    En las dos pelculas las palabras rplica y replicante adquieren

    una enorme dimensin, porque la replica es la materializacin del

    simulacro y crea una nueva realidad, justamente esa otra que esconde

    la tragedia de ser un simulacro.

    Para aquellos que crecimos acompaados por la literatura de

    ciencia-ficcin de los aos cincuenta y sesenta nada de esto es nuevo:

    tanto la literatura (que es ficcin), como la ciencia (que es simulacin) y

    la ficcin (que es simulacin y literatura) han estado presentes desde

    las crnicas marcianas de Bradbury2 y la odisea espacial de Clark3

    hasta las comunidades ocultas de Henderson y los juegos con el tiempo

    de Vonnegurt. Sin embargo las ideas de pasado y futuro, de nostalgia y

    de mito han experimentado cambios notables entre aquellos relatos de

    los aos cincuenta y sesenta y las dos pelculas que se indican en el

    ttulo, incluyendo ms transformaciones entre ellas, propias de los ms

    de 15 aos transcurridos entre una y la otra.

    Me atrevera a situar a Blade Runneren la frontera entre aquellos

    relatos de ciencia-ficcin de la Segunda Posguerra y los de hoy, porque

    en Blade Runner, realizada en 1982, se sigue viendo el mundo futuro

    desde la ptica de la modernidad. Al respecto, en el anlisis de esa

    pelcula Heliumen Triana se pregunta Cmo es la vivencia del

    2

    3

  • 7/31/2019 Realidad-irrealidad en Blade Runner, antecesor de The Matrix, Juan Carlos Prgolis

    3/5

    tiempo? y es posiblevivir sin un pasado?, dudas que son inherentes

    al pensamiento moderno que subyace en Blade Runner y que se

    responden desde el mundo de The Matrix(1999):la vivencia del tiempo

    es fragmentaria, vivimos en un mundo de instantes en el que la historia

    se compone de escenas sueltas sin necesarias continuidades.

    Ante la segunda pregunta, el pensamiento que subyace en The

    Matrixa diferencia del pensamiento propio de Blade Runner- sugiere

    que es posible vivir sin un pasado a travs de una realidad alternativa

    sin memoria: virtual o, en palabras de Baudrillard: hiperreal, es decir,

    una sntesis de modelos combinatorios en un espacio sin atmsfera que

    no necesita referentes, o que, a travs del simulacro convierte los

    referentes en signos: suplanta lo real por los signos de la realidad;

    hiperrealidad que no diferencia entre lo real y lo imaginario. Este el

    mundo del personaje de The Matrix: un navegante nmada en el mundo

    sin forma de la hiperrealidad.

    Navegantes nmadas en un mar sin forma; es decir: navegantes en

    la informacin. Somos informacin. En el simulacro, en la ciudad

    simulacro, ciudad nmada, transitoria, efmera, no hay historia, slo hay

    relatos de acontecimientos: slo hay informacin. Ese es el abismo que

    separa a The Matrixdel pensamiento moderno; a la vez que Los Angeles,

    la ciudad-escenario de Blade Runner, es real, es una visin del futuro

    desde el pensamiento moderno: una ciudad con pasado, con una historia

    que no se duda.

    Los ngeles es un significante, es decir: una identidad; en tanto

    que la ciudad de Sin (uno de los escenarios de The Matrix) surge del

    concepto de significancia que en palabras de Julia Kristeva4 no est

    determinado por el lenguaje sino por las pulsiones, los impulsos que,

    como seala Freud son producidos por el deseo. A diferencia de los

    4Julia Kristeva. Prcticasignificante y modo de produccin (1975), enTravesa de los

    signos. Aurora, Madrid. 1985.

  • 7/31/2019 Realidad-irrealidad en Blade Runner, antecesor de The Matrix, Juan Carlos Prgolis

    4/5

    significantes que surgen del mundo de la razn, la significancia

    determina el sentido. Entre la ciudad-significante (Los Angeles en Blade

    Runner)y la ciudad-significancia (Sin en The Matrix) media el ocano

    que separa el pensamiento que subyace en ambas pelculas.

    Pero cmo se conforma la realidad de los replicantes, simulacros

    de humanos, en Blade Runner? qu herramienta utiliza el pensamiento

    moderno para conformar una realidad?: utiliza la imagen, la fotografa,

    indica Heliumen y cita una pregunta de Deckard, el protagonista: Por

    qu un replicante colecciona fotos? y se responde, porque las fotografas

    crean una evidencia, son un mtodo para prolongar una historia

    inventada. Por qu guardamos imgenes? me he preguntado muchas

    veces y Blade Runner me dio la respuesta: para darle realidad a un

    imaginario del pasado. Pero esa comprobacin dispara nuevas preguntas:

    es se el objetivo de los archivos y las bases de datos? Igual que los

    replicantesde la pelcula hacemos la historia sobre aquellos datos que

    intentan volver reales los imaginarios del pasado?

    Realidad-irrealidad; se parece ser el nudo de esta observacin y

    de las dos pelculas-. Sin embargo, junto a esa dicotoma hay otra:

    natural-artificial. En la ciudad de Los Angeles, en 2019 el Blade Runner

    persigue a los replicantes por su inhumanidad (no son reales) como se

    persigui y se persigue a los diferentes (por ello, no reales) en toda la

    historia, como se someti a los esclavos en la Conquista de Amrica:

    carecan de alma, decan. Heliumen Triana seala que el desenlace del

    filme es el deterioro de la naturaleza misma, naturaleza que tiene que ser

    copiada para ser representada: copias de nostalgia y de pasado...

    La enfermedad neurtica opera por desaprobacin del significante (

    no aceptacin de la realidad) y busca esa realidad a travs de estrategias

  • 7/31/2019 Realidad-irrealidad en Blade Runner, antecesor de The Matrix, Juan Carlos Prgolis

    5/5

    retricas, de apariencias; la enfermedad psictica, en cambio, procede

    rechazando la realidad y sustituyndola por otra5.

    En el juego entre realidad e irrealidad en Blade Runner, subyace

    un juicio tico y la irrealidad surge como una instancia neurtica. En The

    Matrix, en cambio, la dicotoma se plantea en trminos de realidad y

    simulacro; all no caben los juicios ticos: ambos trminos de la

    dicotoma son equivalentes, el simulacro es realidad, otra realidad, otro

    significante al que se le exige que sustituya a la realidad y en esta actitud

    psictica no cabe la reflexin tica.

    La utopa tiende a una sociedad mejor y la sociedad futura que

    plantea Blade Runner vive la neurosis en un mundo deteriorado. Ante

    este contexto parecera imposible hablar de utopa, sin embargo, sta

    subyace en la pelcula en tanto se manifiestan juicios ticos; por eso la

    ubicamos en el contexto del pensamiento moderno, aunque la utopa

    est planteada desde lo opuesto, desde la negatividad. En The Matrix, en

    cambio, la utopa es el gran ausente, sencillamente no cabe en el

    pensamiento fragmentario que la concibi, ni en los valores estticos que

    reemplazaron a los juicios ticos.

    Finalmente, el crculo se cierra sobre el ocano que separa el

    pensamiento de ambos filmes y que evidencia que si Blade Runnerpudo

    significar el ltimo acto de aquella ciencia-ficcin de los aos cincuenta y

    sesenta The Matrix iniciara la nueva era de la ciencia ficcin, ya no

    anticipatoria del futuro sino como crnica de lo contemporneo, donde la

    secuencia de los acontecimientos pasa de la naturaleza a la artificialidad,

    del espacio al tiempo, de la estabilidad a la velocidad, del lleno al vaco,

    de la realidad a la virtualidad y de la utopa de las totalidades a la

    heterotopa de los fragmentos.

    5

    Julia Kristeva. Lo Vreal, en Seminario Verdad y verosimilitud del texto psictico,hospital de la Ciudad Universitaria. Pars. 1976-77. Pg.2