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Universitas Humanística ISSN: 0120-4807 [email protected] Pontificia Universidad Javeriana Colombia Gómez de González, Blanca Inés Epifanía y desesperanza en la obra de Álvaro Mutis Universitas Humanística, núm. 57, 2004, pp. 117-127 Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, Colombia Available in: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=79105710 How to cite Complete issue More information about this article Journal's homepage in redalyc.org Scientific Information System Network of Scientific Journals from Latin America, the Caribbean, Spain and Portugal Non-profit academic project, developed under the open access initiative

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Universitas Humanística

ISSN: 0120-4807

[email protected]

Pontificia Universidad Javeriana

Colombia

Gómez de González, Blanca Inés

Epifanía y desesperanza en la obra de Álvaro Mutis

Universitas Humanística, núm. 57, 2004, pp. 117-127

Pontificia Universidad Javeriana

Bogotá, Colombia

Available in: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=79105710

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La escritura como viajE

EPIFANÍA Y DESESPERANZA EN

LA OBRA DE ÁLVARO MUTISBlanca Inés Gómez de González

Si el agua de un estanque permanece inmóvil,

se vuelve estancada, cenagosa y fétida;

solo resulta clara si se agita y fluye.

Lo mismo pasa con el hombre que viaja.

Proverbio árabe

Y un olor y rumor de buque viejo,

y podridas maderas y hierros averiados,

y fatigadas máquinas que aúllan y lloran,

empujando la proa, pateando los costados,

mascando lamentos, tragando y tragando distancias,

haciendo un ruido de agrias aguas sobre las agrias aguas, moviendo el viejo buque sobre las viejas aguas.

Pablo Neruda

El fantasma del buque de carga

La última escala del Tramp Steamer

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ABSTRACT

To understand writing as traveling makes possible toread Maqroll´s itinerance as a saga that inserts itselfinto the tradition of travel literature through its doubleconfiguration: as an adventure and as traveling overseasin an intertextual game with Conrad´s work, particularlywith Heart of Darkness, paradigm of the colonialliterature, and as an inner trip where writing turns itselfinto a representation to reveal the sense of errantry.

The epiphany of errantry coincides with the moment in

which the man puts in his shoulders the heavy stone in

order to conquer again the peak, as Camus understands

it in the re- reading of Sisifo´s myth. So the thread of

the saga is the adventure, always a failure because it is

lived in hopelessness.

PALABRAS CLAVE

Poscolonialidad, narrativa y cultura latinoamericana, literatura de viajes

RESUMEN

Entender la escritura como viaje hace posible leer laitinerancia de Maqroll como saga que se inserta en latradición de la literatura de viajes en su doble configuración:como aventura y viaje a ultramar en el juego intertextualcon la obra de Conrad y particularmente con El corazónde las tinieblas, paradigma de la literatura colonial, ycomo viaje interior donde la escritura se hace representaciónpara develar el sentido de la errancia.

La epifanía de la errancia coincide con el momentoen que el hombre se echa sobre sus hombros lapesada piedra para volver a conquistar la cima, comolo entiende Camus en su relectura del mito de Sísifo,de allí que el hilo conductor de la saga sea la aventuraque sabe s iempre fa l l ida a l ser v iv ida en ladesesperanza.

KEY WORDS

Postcoloniality, latinamerican narrative and culture, travel literature.

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El viajero agota su vida. La erranciade Maqroll, su aventura, no lo conduceal seguro puerto de Ítaca y debeencontrar en la escritura el sentido de lavida en el eterno retorno al puerto que lovio partir. Un muelle al fondo, unosmuros, una puerta como en el cuadrode Giorgio de Chirico dibujan unaescena de desolación y misterio. Es El

enigma de la llegada, donde el viajeroperdido en el laberinto de su existenciase topa con una puerta que abre paracomprobar que otra vez regresa al puertode origen y emprender como Ulises elcamino de la escritura. La aventura y elviaje solo serán posibles en la escrituraque los nombra.

El imaginario de Maqroll se cifra en elviaje. Y el viaje coincide con la vidamisma. En la saga del Gaviero laaventura siempre se sabe fallida. Es unviaje espiritual que lo lleva en pos de lapurificación. Más que a la aventura esun viaje al interior del personaje dondelos hechos se desdibujan. Eldeterminismo se impone en un viaje quede antemano se sabe inútil. Ni losaserraderos de La nieve del Almirante,

ni las minas de oro de Amirbar, ni laprosperidad del comercio de alfombrasen Abdul Bashur soñador de navíos

podrán realizarse porque �la derrota serepite a través de los tiempos�. El sinodel Gaviero es el de Sísifo en ladimensión existencial de Camus, suesencia no está al final del camino, suhumanidad se renueva cada vez queecha sobre sus hombros la pesada piedraque ha de subir a la cima. Aún sinalcanzar la cima, le basta emprenderuna y otra vez con renovado esfuerzo elcamino.

Maqroll es el Gaviero, desde el palomayor puede avizorar el camino y lasnovelas de Mutis son relatos de viaje queproponen una nueva cartografía ya noinspirada en el exotismo de los

románticos ni en las fantasías delsurrealismo sino en la memoria comorecuperación del tiempo de lo vivido y enel espacio como dimensión del viaje. Lasmemorias, la crónica, el diario y laficción van registrando la itinerancia deMaqroll que se cifra en la errancia.

La errancia

Desde tiempo inmemorial la literaturaha tenido que ver con la errancia que seenmarca en la búsqueda metafísica. AUlises, el Judío errante y el Quijote losarrastra una especie de locura. Son unoslocos lúcidos arrebatados por la fuerzade una búsqueda incesante queembarcados en la nave de los locos nosaben a qué puerto arribarán. Ya en latabla pintada por el Bosco podemosreconocer las voces del poema deSebastián Brandt:

Erramos en busca de

puertos y de orillas

Y jamás podemos tocar la tierra;

Nuestros viajes no tienen fin,

pues nadie sabe donde abordar y

así el descanso huye de nosotros

díay noche.

promenade, errance)1

, palabras muycercanas entre sí; si bien las dos primerasson de orden visual y anecdótico, latercera se relaciona con el miedo puesprocede del mundo de la enajenación.

Surgida del romanticismo alemán seadentra en los personajes solitarios parasembrar la incertidumbre, el misterio y elmiedo, es pues sentimental y metafísica yhace de sus personajes seres errantes yproscritos, cercanos a Zaratustra y aNietzsche, es de alguna manera unnuevo descenso al Hades. Por eso jamásserá placentera y se vive como unaobligación sin saber porqué, �lanzadosde nosotros mismos�.

Un relato colonial

El viaje de Maqroll se inserta en unatradición que bien ha delineado yaTodorov en Las morales de la historia.

Es el viaje del yo al encuentro con elotro, esto es al descubrimiento de losotros o de los salvajes en las regioneslejanas y este género es propiamente elrelato de viajes que bebe en la más claratradición colonial. Para Gasquet,�LaEuropa industrial de finales del sigloXVIII produjo otra revolución en materiade viajes. El viaje modificó la historia deOccidente, al dar testimonio de su propioascenso económico como contrapeso ala exploración del mundo y elsometimiento de otras razas y culturas.El nacimiento del viaje moderno, quedeposita en el viajero la misión�civilizadora�, se define a escalaplanetaria: la civilización abriga así elproyecto colonial.�( Gasquet. 22)

Como es bien sabido, los viajes por rutasdesconocidas y la aventura como hilo

La errancia de Maqroll, suaventura, no lo conduce al seguropuerto de Ítaca y debe encontraren la escritura el sentido de lavida en el eterno retorno al puertoque lo vio partir.

1 Puede consultarse �Une quête

metaphysique� de Berdard Delvalle.

A su estirpe pertenece Maqroll en quienya no habita el ideal sino ladesesperanza. Es un héroe que viene deregreso de las grandes ilusiones paraemprender una y otra vez el camino dela búsqueda y la indagación metafísica.Caminar, vagabundear y errar (flanerie,

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conductor de la existencia, pertenecen alimaginario colonial. La dominación delas tierras de ultramar caracterizó lacolonización de países como Francia eInglaterra mientras que la expansiónterritorial fue característica de la políticacolonial rusa. Por eso los procesos decolonización de los grandes imperiosdecimonónicos están unidosnecesariamente al imaginario del viaje.�Descubrir �dice Gasquet � era un actode nombrar y ver � por un hombreblanco � lo que los otros ya conocían;esto es en la práctica, desplazarse hastael lugar en cuestión, averiguar por losnativos dónde había un gran lago o ungran río, luego contratarlo para que elexplorador fuera conducido hasta elsitio, y por último bautizar el lugar conun nombre propio europeo, parareivindicar a continuación los derechosnacionales sobre esa geografía�(Gasquet, 1999. 25)

A finales del siglo XIX y principios del XXse da un cambio en la mirada en laliteratura de viajes. El saqueo estáinstitucionalizado y los escritores danpaso a la tristeza y a la pesadumbre, �Eltemor y el miedo constituyen el corazónmismo de las tinieblas. El hombreblanco ya no tiene la seguridad y elaplomo que habían caracterizado alhéroe victoriano. El empleado de lacompañía inglesa que parte a labúsqueda de Kurtz en el Congo estáminado de incertidumbres� (Gasquet,1999. 26 )

El siglo XIX fue particularmente un siglode expansión colonial y la novela delrealismo decimonónico consagró elimaginario de la dominación. Laaventura y el viaje son los motivosrecurrentes del universo de Maqroll, lanarrativa de Mutis deviene del realismoeuropeo, particularmente de la novela deaventuras pues sus temas se construyendesde un imaginario de la colonización:la búsqueda y el viaje a lo desconocidoson los dos motivos que mueven el

mundo itinerante del Gaviero. Los viajesy la navegación y la necesidad de darrienda suelta a la aventura al novelarlaen el mundo de ficción, acercan losmundos imaginarios de Maqroll elGaviero, el personaje de Mutis y deMarlow, el narrador de Conrad.

La escritura como viaje es el tema de La

nieve del almirante y de El corazón

de las tinieblas. Tanto para Conradcomo para Mutis los viajes fueron partefundamental de su vida. Mutisemprendía año tras año la travesía enbarco del Atlántico para internarse en elvalle de Cocora: de Bélgica a la tierra desus mayores en el corazón de los Andes.Como él lo afirma, sus dos paraísosfueron Bruselas y la finca cafetalera deCocora. Conrad, de origen polaco ynacional inglés, tiene como primeravocación el ser marino y capitán debarco.

Para uno y otro la escritura surge comonecesidad inapelable de dar vida ainnumerables aventuras. Conrad loconsignó en su Libro de memorias:�Me atrevería a decir- escribió - que en laactualidad me siento inconscientementeforzado, a escribir un volumen tras otrode igual forma que en el pasado mesentí forzado a hacerme a la mar, aemprender un viaje tras otro�. De igualmanera Mutis empieza tardíamente aescribir la saga del Gaviero y dicesentirse urgido por la necesidad de darvida a las aventuras de su personaje.

La ruta de ultramar fue el oriente, laexótica África o la infranqueableAmérica. El corazón de las tinieblas, laobra de Conrad más presente en Mutis,surge de un viaje del autor inglés alCongo en 1890. El Congo era paraentonces una colonia belga en elcorazón de África ecuatorial yrepresentaba para el imaginario delautor un espacio de aventura recreadodesde las lecturas infantiles que

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nutrieron su imaginación en la niñez,otro tanto debió de representar paraMutis en esos años definitivos suresidencia en Bruselas, pues ese paísafricano era un destino evocador deaventuras.

Como sostiene Eduard Said, la noveladel realismo europeo está escrita desde lamentalidad colonial. En El corazón de

las tinieblas el título alude a la frase delrey de Bélgica que describió una de lasciudades del Congo como �el corazónmismo de las tinieblas�. Colonizadores ycolonizados se enfrascaron en procesosde dominación que buscaban llevar lacivilización a los pueblos primitivos ydesencadenaron reacciones de identidadcultural, así como acuñaron estereotiposoccidentales sobre las mentalidades delos pueblos dominados.

La novela de Conrad subraya los abusosincreíbles de la colonización europea ymuestra la degradación a la que puedellegar el hombre al enfrentarse a lasfuerzas de la naturaleza. La travesía porel río Xurandó de la novela de Mutis estambién un viaje mítico al corazón delas tinieblas que lleva a Maqroll enbusca de los aserraderos, en unaaventura tan fallida como la de Kurtz alquerer apoderarse de las riquezas demarfil. Lo que en Mutis deviene de lalectura de Conrad, es en Conrad unarealidad vivida.

El narrador cuenta a los tripulantes de laembarcación, que surca a la caída de latarde el Támesis, la historia del viaje quefue desde sus inicios una pesadilla. Esteviaje debe leerse como una alegoría de losmúltiples viajes que la corona inglesaemprendió a lo largo del río en suspolíticas de colonización. El nombre delbarco que llevó a Conrad al Congo BelgaLe roi des belges es significativo de la

actitud de colonización y de poder. ElTámesis ha sido testigo mudo de lacolonia:

La marea sube y baja en su incesanteservicio, poblada del recuerdo dehombres y barcos que condujo alreposo del hogar o a las batallas delmar. Había conocido y servido a todoslos hombres de los que la nación seenorgullece, desde sir Francis Drakehasta sir Jhon Franklin, caballerostodos ellos con o sin títulos denobleza: grandes caballeros errantesdel mar. Había transportado a todoslos barcos cuyos nombres son comopiedras preciosas brillando en lanoche de los tiempos, desde el�Golden Hind�, que regresaba consus curvados flancos llenos de tesorospara ser visitado por Su Majestad laReina y así desaparecer de lagigantesca aventura, hasta el�Erebus� y el �Terror�, ocupados enotras conquistas, y que nuncaregresaron. Había conocido los barcosy los hombres. Había partido deDeptford, de Greenwich, de Erit.Aventureros y colonos; naves reales ynaves de la casa de Contratación,capitanes, admirantes; oscuros�traficantes� del comercio conOriente; gemelos comisionados de lasflotas de las Indias Orientales.Buscadores de oro o perseguidores degloria, todos habían zarpado en esacorriente, empuñando la espada y amenudo la antorcha, mensajeros delpoder de la nación,. Portadores deuna chispa de fuego sagrado. ¡Quégrandeza no habrá brotado de ese ríoen el flujo de una tierradesconocida!�... Los sueños de loshombres, la semilla de las colonias, elgermen de los imperios� (Conrad,1997. 22)

La tripulación del barco parece inspirarlos personajes de Mutis. Está conformadapor esclavos y representa desde las

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primeras páginas de la novela losconflictos que establecen las relacionesde poder al interior del Congo. Elpráctico, el maquinista y el Capi jueganroles análogos a los de los personajes deConrad. El relato en primera persona dequien ha sido testigo de losacontecimientos, es un artificio denarración creado por Conrad, paradistanciar la voz del narrador de supropia voz. Si Maqroll es un alter-ego deMutis, Marlow lo es de Conrad. El diariodel Gaviero que Mutis encuentra poruna casualidad en el libro de aquellavieja librería de Barcelona deja oír lamisma voz monologante de Marlow enla �Nellie�, esa pequeña yolade crucero que se desliza aguas abajopor el Támesis al caer de latarde hasta sumergirse en elcorazón de las tinieblas con lallegada de la noche.

Kurtz en Viaje al corazón de las

tinieblas es símbolo del deseo insaciablede riqueza y poder que lo lleva a pactarcon la violencia y la barbarie. La formaestructural de la novela recuerda eldescenso al hades. La dimensión trágicaestá marcada como para Mutis por elsinsentido de la búsqueda. La aventurade Marlow traficante como Kurtz demarfil, está guiada por el encuentro conla selva. Un halo de muerte atraviesa elcamino del corazón de las tinieblas encuyo centro está la tumba que guardainnumerables secretos inconfesables.

La selva es vista como �un cuerpo colosalde la vida fecunda y misteriosa� (135)que atrae a la aventura por la aventuramisma �Si alguna vez el espíritu deaventura absolutamente puro, nocalculador e idealista, ha dominado a unhombre, ese hombre era este jovenremendado� �afirma Marlow�.

Pero la selva ha transformado a Kurtz,el periodista encargado de elaborar elinforme sobre la �Supresión de lascostumbres salvajes�, �un geniouniversal��quizás también pintor y

músico� que se aventura en la selvamovido en última instancia por el deseode atesorar. Kurtz parte, como Maqrollen la Nieve del almirante, guiado porla imagen tutelar de una mujer que,como Flor Estévez, espera en vano suregreso. La mujer rubia prometida deKurtz nunca sabrá de su verdaderacondena: movido por el afán de riquezapara conseguir su mano, su enamoradose interna en la selva de donde nuncahabrá de regresar, �Mi prometida, mimarfil, mi estación, mi río, mi...�, todole pertenecía, pero eso era unainsignificancia. La cuestión era saber aqué pertenecía él, cuántos poderes de lastinieblas le reclamaban como suyo�.(Conrad, 1997.110)

Las relaciones entre colonizadores ycolonizados fueron mediadas por undiscurso que deja ver los estereotipos dela dominación. Los �espacios blancos�como los llama Conrad, deben serllenados por la colonización europea:

Cuando era pequeño tenía pasión porlos mapas. Me pasaba horas y horasmirando Sudamérica o África, y meperdía en todo el esplendor de laexploración. En aquellos tiemposhabía muchos espacios en blanco enla tierra, y cuando veía uno queparecía particularmente tentador enel mapa ( y cuál no lo parece), poníami dedo sobre él y decía: �Cuando seamayor iré allí�. ( Conrad, 1997,28)

Pero, qué legitima esta conquista?Posiblemente sólo la opresión a pesar dela idea de un altruismo desinteresadoque en apariencia la motiva:

Se apoderaban de todo lo que podíanpor simple ansia de posesión, era unpillaje con violencia, un alevosoasesinato a gran escala y cometido aciegas, como corresponde a hombresque se enfrentan a las tinieblas. Laconquista de la tierra, que más quetodo significaba arrebatársela aaquellos que tenían un color de piel

diferente o la nariz ligeramente másaplastada que nosotros, no posee tantoatractivo cuando se mira desde cerca.Lo único que la redime es la idea. Unaidea al fondo de todo; no unapretensión sentimental, sino una idea;y una fe desinteresada en la idea, algoque puede ser erigida y ante lo queuno puede inclinarse y ofrecer unsacrificio... ( Conrad, 1997,26)

Las obras de Mutis inscritas en laaventura están conectadas con el procesoimperial del cual forman parte manifiestae inocultable. La saga de Maqroll es antetodo un discurso ilustrado de viaje ydescubrimiento donde emergen lasrelaciones de Europa con Oriente a travésde los viajes y el comercio.

Maqroll es un héroe que viene deregreso de las grandes ilusionespara emprender una y otra vez elcamino de la búsqueda y laindagación metafísica.

Konrad, Kipling y el Dickens deGrandes esperanzas entretejen estemismo imaginario. Conrad y Mutis nocomparten sólo una pasión por el mar yel itinerario de Bruselas que los conduceal Congo Belga. En su tercer viaje en elSaint Antoine, que zarpó de Marsella en1876, Conrad tocó tierra colombiana yvenezolana, escenario posterior deNostromo (1904); la novela trascurre enuna república de América Central,dominada por los intereses del imperio acausa de una enorme mina de plata.

Las novelas de Mutis pertenecen alarchivo cultural de occidente porque enellas la forma estética deviene de laexperiencia histórica. Si bien la �era delimperio� de la que habla Eric Hobsbawnconcluyó tras la segunda guerramundial continúa ofreciendo unanotable influencia cultural. El poder

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incomparable del imperio europeo delsiglo XIX, de Inglaterra y Francia y quehoy se prolonga en los Estados Unidos,permitió que los centros imperialesmetropolitanos adquirieran yacumularan territorios de una maneraasombrosa llegando a ocupar el 85% dela tierra en forma de colonias.

El viaje como tema

Lugares de tránsito, encuentros fugaces,estaciones de trenes, barcos, cargueros,ríos y mares anchurosos, hoteles de pasoe imposibles empresas, marcan elderrotero de la errática e indiferentevida.

Lo que importa no es lo que uno tiene oel lugar que ocupa, sino de dónde vieney a dónde va. Cliffort busca apresar esaerrática vida como tránsito y laencuentra en el hotel, en la estación, enel hospital en el aeropuerto...� un sitio �dice� en el que se pasa, donde sepresentan encuentros fugaces yarbitrarios�(Clifford, 1995, 45).

Las culturas del viaje tienen necesariarelación con los hoteles...�Pero también�dice Cliffort� podríamos empezarhablando de hoteles. En una de lasprimeras páginas de Victoria JosephConrad escribe: �La época en queacampábamos en un hotel vulgar y pococonfortable�. Las novelas de la saga delGaviero se inician con el rito de lallegada que habla de encuentros porazar en estaciones de trenes, enaeropuertos o en pequeñas fondas delcamino; en Urandá, un puerto entrepantanos y manglares Maqroll conoce aAbdul Bashur en � el único hotelhabitable del puerto que lleva el originalnombre de Hotel de Pasajeros�.�Destartalada construcción de cementomaculado por el moho y el óxido, cuyostres pisos destilan constantemente, pordentro y por fuera, un maloliente verdínaceitoso� (Mutis, 1991, 27).

En Ilona llega con la lluvia, Maqrollllega a Panamá: �...debía buscar unhotel modesto para alojarme por una delas callejuelas que llevan en la avenidaBalboa hacia la Avenida Centralencontré algo que se parecía mucho a loque buscaba. Tenía el improbablenombre de Pensión de lujo Astor (...) uncamastro de resortes vencidos, cubiertocon una concha de un lila desteñido ysalpicado de manchas que más valía noexaminar con detenimiento (...)creaban ese ambiente impersonal einsípido característico de todos loshoteles que me han tocado en la vida�(Mutis, 1992, 45 � 46). El rito de lallegada se repite en todas las novelas. EnAmirbar, Maqroll se aloja en un hotelcon las características ya descritas,�Cómo había ido a parar el Gaviero alcuarto de un infecto hotel perdido en eltrayecto más impersonal y sobrio de Labrea Boulevard, fue lo primero que mepregunté en el camino...El númeromencionado era el de un sórdidomotelucho con una angosta entradapara autos que se prolongaba en unahilera de habitaciones con númerospintados en tinta de rabioso colorlimón�(Mutis, 1990, 11), y en SanMiguel donde encuentra la primeramina dice: �Me instalé en unahabitación que quedaba en la plaza delpueblo. Pronto tuve que acostumbrarmeal estruendo de las voces, vajilla lavada yvasos golpeando en las mesas de latónesmaltado que subía del café hasta muyentrada la noche� (p. 28). Finalmente,�La nieve del almirante� la fonda delcamino en la parte alta de la cordilleradonde los conductores se detienen para

tomar una taza de café o un trago deaguardiente para contrarrestar el frío delpáramo, decorados con propagandas decerveza o analgésicos con mujeres entrajes de baño, da nombre a la primeranovela de la saga.

El hotel como cronotopo de viaje o lugarde donde parte la historia es el punto deenlace con el baquiano o guía que lollevará como sombra tutelar tras laaventura, y es a su vez el espacio de lamujer que espera, de Flor Estévez, deDora Estela o de Ilona.

La saga del Gaviero

La literatura de viajes se interioriza alllegar el siglo XX, el exotismo funcionacomo espejo de la realidad del viajero.La geografía se torna subjetiva y hay unnuevo regreso a la aventura. Se podríadecir que a esta tradición pertenece laliteratura de Mutis, conocida como laliteratura del �escritor viajero� ( travelwriter, o ecrivain voyaguer); ya no haygeografía que explorar, el viaje es unaexcusa del viaje interior de exploraciónhumana. Lo que caracteriza a este tipode escritor es la errancia comoexperiencia fundacional. Es un viajesiempre solitario cifrado en eldesplazamiento y en los fortuitosencuentros que determinan elzigzagueante avance de la escritura.

En Mutis el viaje coincide con la vidamisma en su más profundo sentidoexistencial, la vida como camino queconduce inexorablemente a la muerte.En cada una de las novelas partimos auna ciega aventura porque estamos enel mundo del deterioro donde el tiempoparece girar en redondo. Las anécdotasson sencillas y llevan siempre a Maqrolly a sus personajes a la derrota. En La

nieve del Almirante, Maqroll deja a FlorEstévez para emprender la búsqueda delos aserraderos y al no encontrarlosregresa a la tienda donde la ha dejado,

La búsqueda y el viaje a lodesconocido son los dos motivosque mueven el mundo itinerantedel Gaviero.

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aunque tampoco la encuentra. En Ilona

llega con la lluvia, el Gaviero se quedavarado en Panamá y se dedica adudosos negocios con la aduana y aadministrar un prostíbulo donde Ilonaes asesinada por una de sus compañerasde oficio. En Un bel morir, Maqroll seinvolucra en el transporte de uncontrabando de armas y al serdescubierto por los militares abandonael pueblo. En Amirbar, el narradorcuenta lo que Maqroll le contó cuandoestuvo enfermo en Los Ángeles: el viajeque planea a la costa peruana para traerpiedras y el viaje a las minas de Cocora,la Zumbadora y Amirbar, en busca deoro. Allí casi encuentra la muertecuando Antonia la mujer con quienconvive intenta quemarlo. En La última

escala del Tramp Steamer, el Alción,una embarcación de cabotaje, es vistapor el narrador en distintos lugares yépocas de su vida (Helsinki, Costa Rica,Kingston y el delta del Orinoco). Hayaquí una coincidencia entre el destinodel barco y el del protagonista quien undía conoce por azar a Jhon Iturri,antiguo capitán del barco; este le cuentasu relación con el Tramp Steamer y suamor por Warda, dueña del barco yhermana de Bashur. El barco se encallaen el Orinoco y Warda abandona parasiempre a Iturri.

Como Maqroll, los personajes de la sagason seres inactivos a quienes mueve laintuición. El Gaviero es protagonista,como vimos, de cuatro novelas ypersonaje de las otras. Su ser de ficciónradica en la introspección de su propiavida, característica del desesperanzado.La itinerancia de Maqroll es el tema detodas ellas con excepción de La última

escala del Tramp Steamer, donde latrashumancia viene dada por elpequeño carguero, el Alción, emblemagriego del ave errante.

El trabajo de escritura de Álvaro Mutisfragmenta el interior del texto y propone

un entrecruzamiento de redes simbólicas

que a manera de ritornelo hace posible

una lectura de la estructura profunda,

mediante la reiteración de motivos,

temas e imágenes. Al mundo de Mutis

sólo es posible acceder en el

conocimiento plural de su obra, ya que

las novelas y poemas establecen un

diálogo entre ellas. Los personajes saltan

de una novela a otra y con frecuencia

los textos provienen de motivos que han

quedado esbozados en los poemas. En

Amirbar leemos �Nada en la vida

sucede en forma gratuita y todo está

encadenado. Es bueno saberlo.� Esas

cadenas, en el universo de Mutis, las

establecen el azar y el destino. El

hombre es un ser escindido entre la

realidad y el sueño y su camino está

marcado por la errancia: �No tiene

remedio mi errancia atolondrada,

siempre a contrapelo, siempre dañina,

siempre ajena a mi verdadera vocación.�

( Mutis, 1991, 25)

Así vista la existencia, la vida misma no

es otra cosa que una repetición cansada

que se hace propicia por el eterno

retorno. Como en la teoría de los ciclos

borgianos ingresamos siempre a un

tiempo repetitivo cuya variación viene

dada tan sólo por el orden en que se

presenta. De allí la insistencia en el verso

de Mallarmé, �Un golpe de dados jamás

abolirá el azar�, que se transforma

vallejianamente en La nieve del

Almirante como, �Me dice que hace

mucho que los dados están rodando.� Es

aquí donde reside la fuerza expresiva de

la imagen de la caravana que descubre

el sentido de la vida como puro devenir:

Una caravana no simboliza ni

representa cosa alguna. Nuestro error

consiste en pensar que va hacia

alguna parte o viene de otra. Lo

saben las bestias que la componen, lo

ignoran los caravaneros. Siempre será

así. ( Mutis1991, 28)

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El diario de Lecumberrri, quizás laobra más autobiográfica de Mutis, es lahistoria fragmentada de la miseriahumana, movida por los hilos invisiblesdel destino que coarta la libertad. Lamiseria envuelve a los personajeshacinados en Lecumberri y entre elloscuentan la historia del desamparo y lasoledad. Como el mismo narrador dice�son personajes creados poracumulación y se presentan al lector condenominador propósito ejemplarizante.�Los personajes del Diario de

Lecumberri son fichas móviles deldestino y de la incertidumbre queruedan por la miseria al vaivén del azary legitiman, dice el narrador, el verso delpoema de Mallarmé.

En la saga del Gaviero, el destino, másque un tema, es un elementofundacional que se expresasimbólicamente en la metáfora del río,del agua y del mar, como metáforatambién de la incertidumbre. Comoafirma Moreno: �Dejarse llevar por el ríoes tanto como estar dispuesto a hacer delazar la razón de los propiosdesplazamientos.� ( Moreno, 1998,p.74). La experiencia de la desolaciónen la que nos sumerge la obra de Mutis,replantea la vida del hombre y sudestino.

La desesperanza

En 1965 Álvaro Mutis dictó unaconferencia en la Casa del Lago de laUniversidad Nacional Autónoma deMéjico, con el título �La Desesperanza�,texto fundamental para la comprensióncabal de su obra. Allí ubica a Maqrollentre la galería de los desesperanzados:Joseph Conrad, Drieu La Rochelle, AndréMalraux, Malcom Lowry y FernandoPessoa. Señaló entonces las cuatrocondiciones básicas de la desesperanza:lucidez, incomunicabilidad, soledad y elser para la muerte.

Maqroll significa el exilio de la Arcadia.Dos paraísos, el de su niñez en Cocoray el de Bruselas son entrevistos desde lalejanía y su presencia se prolonga en lamemoria del autor. La poesía es entoncesla Arcadia, el país de la ensoñación y delrecuerdo. El lirismo narrativo lo lleva ahallar nuevas musicalidades y ritmos.En Maqroll encontramos ese reino de ladesesperanza anclado en el tiempo quese percibe como deterioro

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, producto deldesgaste que ocasiona la vida mismacomo el mismo Mutis lo señala: �Desdeniño, ya fuera en las sombrías ciudadesbelgas o en esplendor en plenadescomposición de los cafetales y losplantíos de caña de azúcar, lo que másme impresionaba era ese destino deruina y olvido que toca a todas las cosasde la tierra.� (Hernández, 1995:16)

La obra de Mutis está habitada por lossignos del deterioro; espacios inhóspitos,errancia, ciudades envueltas en brumas,ríos de aguas dormidas y sociedadesenmarcadas en la desolación. Mutis hahecho de este universo del deterioro unaobra estética. Al interiorizar eldesgarramiento del mundo que lo rodea,Maqroll y con él el autor, construye unnuevo orden, el de la conciencia y el delconocimiento.

La obra de Mutis se bifurca en dosespacios: Europa y Colombia. La tierracaliente, el ámbito de su niñez y primerajuventud. Cocora, la hacienda cafeterade sus mayores, de la evocación de loscafetales, de los aguaceros torrenciales,de las acequias henchidas, de los ríos

2 Sobre este tema puede consultarse ÁlvaroMutis: una estética del deterioro donde

Consuelo Hernández estudia esta categoría

como la determinante en la obra de Mutis.

Ella afirma: �De una realidad frágil y

decadente Mutis crea una obra artística de

extraordinarias perfecciones y de un mundo

de negación y de desesperanza nace la

singularidad de su obra.�

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torrentosos, los aguaceros y losvendavales. De allí parte su imaginariode la tierra caliente con sus tiposhumanos de prostitutas y camionerospero también de unas formas de vidaparticulares:

Lo primero que sorprende en eltrópico es precisamente la falta de loque comúnmente suele creerse que locaracteriza: riqueza de colorido,feracidad voraz de la tierra, alegría yentusiasmo de sus gentes. Nada másajeno al trópico que estos elementosque más pertenecen a lo que suelellamarse en Sudamérica la tierracaliente formada en los tibios valles yladeras de los Andes y que nada tieneque ver con el verdadero trópico.Tampoco la selva tiene relaciónalguna como no sea puramentegeográfica y convencional, con lo queen verdad es el trópico. Unavegetación enana, esqueléticosarbustos y desnudas zarzas, lentosríos lodosos, vastos esteros grisesdonde danzan las nubes demosquitos en soñoliento zig-zag,pueblos devorados por el polvo y lacarcoma, gentes famélicas con losgrandes ojos abiertos en una interiorvigilancia de la manera de la fiebrepalúdica que lima y desmorona todovigor, toda energía posible; vastasnoches húmedas señoreadas portodos los insectos que la más locafantasía no hubiera imaginado,lechosas madrugadas cuando todoacto en el día que nos espera seantoja mezquino, gratuito, imposible,ajeno por entero al torpe veneno queembota la mente y confunde lossentidos en una insípidamelaza.(Mutis 1985, 201)

En Mutis es necesario señalar lainfluencia de Baudelaire, Proust,Dostoievski, Tolstoi, Dickens y Conrad enquien afirma haber encontrado loselementos de la destrucción y del trópico

y por supuesto la dimensión de ladesesperanza en Heyst, el personaje deVictoria ( 1915).

desesperanzado es, a fin de cuentas,alguien que ha logrado digerirserenamente su propia muerte,cumplir con la rilkeana proposiciónde escoger y moldear su fin. ( Mutis1985, 191s)

Del artificio novelesco

Maqroll el Gaviero pertenece a esa castade los desesperanzados lúcidos que vivepara contar sus aventuras como LordJim (1900), el personaje de Marlow enLa condición Humana. La Nieve del

Almirante, Abdul Bashur soñador de

navíos y Un bel morir, hacen uso de laestrategia de Marlow que revela laúltima parte de la historia a través deuna carta explicativa, recogida dentro deotra ya amarilla por el tiempo.

En La nieve del Almirante si bien eldiario es el centro del relato, esteaparece enmarcado dentro de otrostextos. La obra se inicia con una voznarrativa que anuncia el encuentro deldiario y establece la valoración crítica desu contenido. Dicha voz vuelva aaparecer al final para introducir elfragmento de la carta de Flor Estévez,encontrada como hoja suelta dentro delmismo diario.

En Abdul Bashur soñador de navíos,Maqroll emprende el trabajo del cronistapara contar la vida del protagonista y enUn bel morir el Apéndice final, buscadar la razón última de la vida delGaviero en un texto memorable titulado�En los esteros�.

Paralela a la literatura está la pasión dela historia como otra forma de viajar enel tiempo.

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Novelas, relatos y poemas deMutis la evocan constantemente a través

3 Sobre este tema puede consultarse el libro

de Consuelo Hernández. La poética deldeterioro donde la autora hace un recorrido

amplio y detenido sobre el tema.

Las obras de Mutis inscritas en laaventura están conectadas con elproceso imperial del cual formanparte manifiesta e inocultable.

Axel Heyst, es para Mutis un personajeque se inserta en la tragedia griega deSófocles. Este sueco �se ha hecho cargode la administración de un yacimientocarbonífero en la isla de Samburán,perdida entre las mil que forman elarchipiélago Malayo�. Él encarna aldesesperanzado:

Primera condición de ladesesperanza es la lucidez. Una yotra se completan, se recrean yafirman entre sí. A mayor lucidez,mayor desesperanza y a mayordesesperanza mayor posibilidad deser lúcido.

Segunda condición de ladesesperanza es laincomunicabilidad. Heys será siemprepara los demás, el Hechizado, elLoco, el Solitario de Samburán.

Tercera característica deldesesperanzado es su soledad.Soledad nacida por una parte de laincomunicación y, por otra, de laimposibilidad por parte de los demásde seguir a quien vive, ama, cree, ygoza, sin esperanza. Sólo algunasmujeres, por un cierto secreto yagudísimo instinto de la especie,aprenden a proteger y a amar aldesesperanzado.

Cuarta condición de la desesperanzaes su estrecha y peculiar relación conla muerte. Si bien lo examinamos, el

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de referencias directas o indirectas de laslecturas que Maqroll, � un empedernidolector�, emprende en sus viajes yaventuras.

El Imperio Romano con la muerte deCésar y el golpe de estado de Augusto; laedad media y particularmente el iniciodel cristianismo cuando el paganismocomienza a extinguirse; la Europacristiana y con ella Constantinopla;Carlos V y Felipe II, son algunos de sustemas; como también Enrique IV enFrancia, Calvino, Luis XIV y NapoleónBonaparte.

La historia de Bizancio es el referente deLa muerte del Estratega donde Alar elIlirio acepta la ausencia de Ana lacretense con aquel �fatalismo lúcido�que hace de Alar un desesperanzado.Ana la cretense debe partir de nuevo porórdenes de la emperatriz Irene y Alardebe volver a la capital de su provincia:

Quienes estaban presentes no pudieronmenos de sorprenderse ante laserenidad con que se dijeron adiós.Todos conocían la profunda adhesióndel Estratega a la muchacha y laforma como hacía depender de ellahasta el más mínimo acto de su vida.Sus íntimos amigos empero no seextrañaron de la tranquilidad delIlirio, pues conocían muy bien supensamiento. Sabían que un fatalismolúcido, de raíces muy hondas le hacíaaparecer indiferente en los momentosmás críticos. (1985, 96)

El cuento nos traslada a Bizancio parasituarnos en la tensión del granimperio milenario, a través delestratega Alár el Ilirio y la emperatrizIrene, quien emprendió la luchaencarnizada por las imágenes y recreala persecución de las iconoclastas. Laemperatriz mandó sacar los ojos a su

hijo y a sus cinco cuñados porsospechar que eran iconoclastas. Estereferente histórico ambienta la historia.

Asimismo El último rostro, sobre losacontecimientos acaecidos en SantaMarta en 1830, esto es la muerte delLibertador, echa mano de los legajosencontrados por azar. En esta ocasiónde un manuscrito anónimo de labiblioteca del monasterio del MonteAthos, siglo XI que encierra un epígrafecargado de sabiduría: �El último rostroes aquel con que te recibe la muerte,�para volver a contar la historia de losúltimos días del Libertador desde ladesesperanza y la desolación.

Napirenski, coronel polonés, quienluchó del lado de los ejércitos francesesdurante la segunda guerra mundial,viene a América en busca de la libertady encuentra en el camino de la muerteal Libertador.

La figura de Felipe II surge por primeravez en Apuntes para un poema de

lástima a la memoria de su Majestad

el Rey Felipe II, Crónica regia y

alabanza del reino se desarrollaalrededor del tiempo del monarca, Un

homenaje y siete nocturnos se refiereal Escorial y al enigma que guardanlas bóvedas del mausoleo de losmonarcas.

La historia de occidente, por lejana quesea, está presente en Mutis y el Gaviero.Asimismo la influencia del sufismo sedeja sentir en Caravansary, Los

Emisarios y Reseña de los hospitales

de ultramar como también en lasnovelas. En Abdul Bashur soñador de

navíos el personaje y sus hermanas sonmusulmanes y en La última escala del

Tramp Steamer, Warda finalmentedesaparece para volver a ser fiel a susprincipios musulmanes.

Con Maqroll nos es posible afirmar queel deseo del mundo es irreductible y quesiempre tendremos la posibilidad de otroviaje. Lo esencial es moverse para que elagua como en el proverbio árabe se agitey fluya, para poder experimentar más decerca las necesidades e incertidumbresde la vida. La obra de Mutis está a mediocamino entre la poesía y el ensayo, entreel viaje y la palabra que lo nombra.