R E P O R T E S A L I D A D E C A M P O

CULTURA SUSTENTABLE 2.00PM

DANIEL OLVERA

CENTRO DE DISEÑO CINE Y T.V.

PABLO SOMONTE RUANO

DISEÑO EN MEDIOS DIGITTALES

CUARTO SEMESTRE

Salida realizada el 29 y 30 de marzo de 2014.Metztitlán, Hidalgo, México.

Cañada El Campanario, Ejido de Tezoncualpa, Municipio de Cuautepec.

La salida de campo comprende la visita realizada los días 29 y 30 de marzo a varios lugares específicos del estado de Hidalgo, México. Estos lugares son importantes por la diversidad biológica de sus ecosistemas y el manejo ambiental de sus recursos. Su estudio y visita son importantes para conocer la situación real de una parte importante de la cultura sustentable, que es el manejo ambiental de recursos naturales en áreas protegidas de nuestro país. Estos lugares están categorizados jurídicamente dependiendo su función, el área y sus características específicas, la regulación de estos lugares trae beneficios legales y económicos que promueven la conservación de la diversidad biológica, pero su implementación resulta ser mucho más compleja que lo establecido en la ley y en algunas ocasiones la estricta implementación de estas reglas puede no beneficiar estos lugares o

incluso impedir el desarrollo de las áreas de una mejor manera. En este trabajo se hará una revisión de la salida y la visita a estos lugares, analizando tanto su definición legal como área protegida como las condiciones reales observadas y comentadas por las personas que las cuidan, trabajan y administran.El viaje comenzó temprano el sábado, con un largo camino en camión. El primer punto pertinente a la visita en el que paramos fue el vivero de cactáceas el Viejo Cactus. El área es árida y caliente pero la diversidad biológica es inmensa. Arbustos, árboles, cactus y otras plantas abundan alrededor de esta zona. El Viejo Cactus se encuentra muy cerca del poblado de Metztitlán, dentro de una Área Natural Protegida con la categoría Reserva de la Biosfera conocida como Barranca de Metztitlán.

Las Áreas Naturales Protegidas son áreas en las que legalmente se ha establecido e implementado una política de protección para proteger y promover los valores naturales, culturales o históricos de una zona determinada. Estas áreas son administradas por varias autoridades y organismos a distintos niveles, federal, estatal y local, muchas veces en conjunto con instituciones y universidades.Para que un área adquiera esta definición debe ser nombrada en un decreto presidencial. Las actividades que se pueden desarrollar en estas zonas se establecen de acuerdo con la “Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente”.

Fuente de apoyo: http://www.conanp.gob.mx/que_hacemos/

Las reservas de la biosfera son áreas representativas de uno o más ecosistemas en los cuales habitan especies representativas de la biodiversidad de México, muchas veces endémicas de una región o en peligro de extinción. Por la importancia biológica y cultural de estos lugares es importante que sean preservados y algunas veces restaurados. Las reservas de la biósfera son administradas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), un órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), que son los encargados de la administración de las Áreas Naturales Protegidas del país.

Fuente de apoyo: http://www.conanp.gob.mx/que_hacemos/reservas_biosfera.php

El vivero, El Viejo Cactus que se encuentra dentro de esta zona pertenece a su vez a la categoría de Unidad de Manejo Ambiental.

Las Unidades de Manejo Ambiental son áreas para la conservación de la vida silvestre delimitadas bajó alguno de los regímenes de propiedad (ejidal,privada,federal,etc.) En estos lugares se permite aprovechar los ejemplares y productos de los recursos

naturales de manera responsable pues se ha establecido un manejo especial para su operación y mantenimiento. Las UMAs siguen las regulaciones de La Ley General de la Vida Silvestre. Hay dos tipos distintos de aprovechamiento. El Extractivo (como el vivero), del cual se obtienen ejemplares para ornato, mascotas, colecta científica o como materia prima para fármacos, productos químicos o alimentos. Y el No extractivo cuando se promueve la producción de especies para investigación, exhibición y educación ambiental. Estas unidades promueven un uso consciente de los recursos naturales y permiten la comercialización regulada de la diversidad biológica de México.

Fuente de apoyo: http://app1.semarnat.gob.mx/dgeia/informe_04/05_aprovechamiento/recuadros/c_rec1_05.htm

En el Viejo Cactus tuvimos la oportunidad de hablar con Ángel Daniel Valderrama quien nos explicó como funciona su vivero. Su familia trabaja ahí desde hace 10 años, el gobierno les ha proporcionado un permiso para producir y vender especies de cactáceas, suculentas y otras plantas legalmente, y les ha proporcionado apoyo económico para que desarrollen sistemas de conservación ambiental en la zona, apoyando la conservación de la diversidad biológica de la zona. En la zona existen más de 62 especies de cactáceas distintas, de las cuales 10 están protegidas legalmente. En la UMA de Daniel producen 24 especies distintas. Con el impulso de estas iniciativas no solo se ayuda a conservar sino que se evita el saqueo ilegal de áreas protegidas, ofreciendo a la gente una posibilidad de obtener plantas legalmente y se promueve la reforestación a la que Daniel y su familia aportan reforestando cada dos años.

Ecosistema árido de la zona de Metztitlán

Letrero de El Viejo Cáctus e imágen del interior del módulo en el que germinan las cactáceas.

Ángel Daniel nos enseñó el lugar y nos platicó sobre el proceso de cultivo y cuidado de las plantas que ahí producen. Tienen invernaderos y techos con diferentes condiciones para acompañar a la planta desde que nace hasta que la trasplantan a una maceta para venderla. En el invernadero superior donde visitamos a las plantas más nuevas tienen un doble techo que las protege del sol, y los pequeños cactus crecen como moho en la tierra.

Las plantas tardan 15 días en germinar y están de 8 meses hasta un año para ser trasplantadas. Posteriormente son transplantadas cada 2, 3 o 5 años a macetas más grandes dependiendo la especie y sus necesidades. La UMA cuenta con un sistema de recolección de agua de lluvia que los ayuda a administrar el agua en la zona. Pero en algunas circunstancias Daniel y su familia han tenido problemas con el suministro de agua y las regulaciones al respecto y se han visto obligados a contratar pipas o bombas para traer el agua de otros depósitos o subirla de lugares cercanos al río. Esperan pronto poder instalar paneles eléctricos para abastecer su energía eléctrica de forma más limpia.Me parecio muy noble la labor de Ángel y su familia por cultivar, cuidar y vender plantas legalmente, promoviendo la diversidad y ayudando a conservar la diversidad de la zona en la que viven. Me pareció excelente que hayan recibido un apoyo gubernamental integral, no solo económico. Daniel nos comentó que hubo personas que fueron a explicarles sobre las plantas, su cuidado y su importancia cultural, además de un monitoreo constante de las dependencias gubernamentales que se encargan de coordinar la reforestación cada dos años, dándole continuidad al proyecto de conservación. Con esta aproximación holística a la conservación, la conciencia ecológica cobra sentido para las personas y es fácilmente aceptada e incorporada en los estilos de vida, pues no solo cobra una importancia cultural sino

que presenta una posibilidad económica para muchas familias, promueve el turismo ecológico y protege la riqueza biológica del país.Después de comprar unos cactus continuamos nuestra visita hacia el poblado de Metztitlán. Primero paramos en la entrada de un Santuario. Zona protegida en la que no se permite que viva gente ni animales de ganadería, con una gran diversidad biológica y especies endémicas. Estas áreas se usan para mantener intactas regiones representativas de un ecosistema y además son importantes centros para la investigación de estas plantas, sus características, condiciones y usos, es por esto que científicos de todo el país y especialmente de la región visitan este sitio. Por desgracia no pudimos entrar al santuario, así que después de una breve explicación fuimos al poblado de Metztitlán donde comimos en un lugar del centro antes de continuar nuestro viaje.En el trayecto de varias horas en camión rumbo a la segunda parada importante en la salida de campo pasó algo interesante. En un trayecto no muy grande de espacio el ecosistema cambió radicalmente de desierto a bosque, no solo la vegetación cambió sino el clima. Rápidamente bajó la temperatura y se nubló, haciendo evidente la diversidad de ecosistemas de la zona que estábamos visitando.Finalmente llegamos a la Cañada el Campanario, cerca de Tulancingo en el municipio de Cuautepec, lugar donde acamparíamos durante la noche. Armamos las tiendas y cenamos, mis amigos y yo nos preparamos para una exploración nocturna del bosque y caminamos alejándonos del campamento en dirección opuesta al comedor hasta que nos topamos con unas piedras cómodas, donde nos sentamos a escuchar el silencio de la noche y los tenues sonidos del bosque, gran parte de la noche nos acompañó una suave lluvia. Más tarde regresamos a la fogata y después de algunos mezcales fuimos a dormir a nuestras respectivas tiendas. A la mañana siguiente nos preparamos para subir al mirador y caminar acompañados por el cerro donde nos explicarían las características de la zona, y como se trabaja y administra.La Cañada El Campanario es un Centro Ecoturístico dentro del área natural protegida del Ejido de Tezoncualpa, conformada por 41 hectáreas y administrada por 80 ejidatarios.

Proceso de germinación y transplante progresivo de las plantas

pedazos para venderse como materia prima. Los árboles que se cortan jóvenes se pican y se dejan en el lugar para funcionar como composta.Además de mantener activa la producción responsable de madera con temporadas cíclicas de reforestación, en el ejido de Tezoncualpa hay diversos cultivos, principalmente de maíz, haba y cebada. En la visita guiada por el cerro nos platicaron sobre los problemas que han tenido con la producción debido al uso de fertilizantes químicos y pesticidas. Desde hace un tiempo que los usan han visto que sus cultivos no han mejorado considerablemente y que han afectado de manera negativa a la fauna del lugar, matando conejos, aves y otro animales que comían o vivían cerca de los cultivos y que no soportaron el efecto de los químicos sobre las plantas. Algunos de los productores comenzaron a plantar nuevamente sin químicos y aunque al principio las cosechas son pobres, los siguientes años van recuperando su fuerza y poco a poco pueden recuperar la riqueza de los alimentos sin la necesidad de químicos. Utilizando compostas naturales y otras técnicas para alejar plagas y parásitos. Los productores del lugar también experimentan problemas al momento de vender su producto pues

aunque este es de buena calidad, se ven forzados a venderlo muy barato cuando lo llevan a la central de abastos en la Ciudad de México.Después de la explicación regresamos al campamento a guardar nuestras cosas y comer antes de viajar de regreso a la ciudad.

La Cañada El Campanario me pareció un lugar increíble, un bosque hermoso con increíbles paisajes de piedras y árboles. Definitivamente me gustaría

Un Centro Ecoturístico es un lugar destinado a que personas lo visiten y disfruten por la riqueza ecológica y las actividades recreativas que se derivan de los espacios naturales. En ellos se pueden experimentar los beneficios de la naturaleza de una manera consciente y apoyando al comercio local y las comunidades que los mantienen.Además de ofrecer los servicios y la infraestructura para acampar con lugares para fogata, mesas, comedor, baños, tirolesa y otras actividades en esta zona también cultivan árboles para obtener madera de una manera renovable. Con regulaciones específicas de cuidado y manejo que permiten la conservación y producción responsable de una materia prima fundamental en la industria. Para obtener madera de esta zona el Ejido de Tezoncualpa tiene que seguir ciertas especificaciones, por ejemplo la densidad de árboles por hectárea debe ser de 800 a 1200 mínimo. Por suerte para ellos la zona es muy fértil y han podido cuidarla bien, llegando a tener hasta 5 mil árboles en algunas hectáreas. Todos estos árboles están registrados y se conoce su edad para mantener un control de los que se cortan. Los árboles maduros con buenas características como rectitud del tronco y madera sana se cortan completos en grandes

Piedra de unos 15 metros por la cual El Campanario recibe su nombre.

Vista desde el mirador y del camino por el cerro respectivamente.

volver ahí a acampar por un periodo más largo. Me pareció muy positiva la manera en la que los ejidatarios administran su tierra de manera comunal, creo que el uso y producción responsable de los recursos naturales es fundamental para el desarrollo futuro de nuestro país y lugares como el ejido de Tezoncualpa me hacen pensar que aunque siempre habrá problemas, es posible implementar zonas como ésta con buenos resultados. Algo que me parece importante mencionar es que aún cuando todos llevabamos nuestros cubiertos, platos y tazas, en el comedor del Campanario se utilizaron vasos, platos y cubiertos desechables. Me parece que aún cuando no se produzca mucha basura, dejar de usar estos productos promueve un proyecto integral de conservación donde los problemas se atienden no solo a gran escala sino a detalle.

Durante el viaje tuvimos la oportunidad de visitar mis dos ecosistemas favoritos el desierto y el bosque. Además la visita nos permite juzgar a partir de la experiencia personal, la realidad de la implementación de las leyes en materia de cuidado ambiental, conservación de los ecosistemas y uso sustentable de recursos naturales. Aunque aún existen muchos problemas me sorprendió positivamente la condición del vivero el Viejo Cactus y la Cañada El Campanario y el uso que le dan las personas que trabajan ahí. Para que la creación y promoción de estos lugares tenga un impacto realmente grande en el país es muy importante visitarlos como turistas, disfrutarlos y promover las industrias locales, comprando los productos que venden y utilizando sus servicios.Creo que la mayoría de los problemas de la legislación en materia de conservación vienen de la manera en la que están diseñados los programas para clasificar las zonas ecológicas, la clasificación tiene la intención de dividir en grupos por características similares zonas parecidas, para unificar los criterios

de conservación. Aunque este método teóricamente facilitaría la implementación de las leyes y simplificará la conservación siento que deja de lado las características únicas de cada sitio y las condiciones intrínsecas de una zona. Al no considerar las particularidades del sitio se no se puede optimizar la conservación y no se pueden usar los recursos de la mejor manera. Aunque este es solo el principio creo que si se continúa creando áreas naturales protegidas en zonas lo más diversas posibles en nuestro país se puede llegar a una política integral de cuidado ambiental con resultados muy positivos para la diversidad biológica y la importancia cultural de nuestros ecosistemas, flora y fauna.

Algunas de las piedras que más llamaron mi atención en el bosque de El Campanario.