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Responder al impacto de un nuevo paradigma en la formación archivística

Coordinadoras

Anna Szlejcher

Mariela A. Contreras

Autores:

Anna Szlejcher / Aída Luz Mendoza Navarro /

Yaminel Bernal Astorga / Mercedes De Vega Armijo /

Yolli García Álvarez / Liliana González / Sandra Méndez

Imagen de portada: pixabay.comDiseño de portada: Laura Recober

Diagramación interior: Mariela A. Contreras

Redes

Editorial de la Red de Archiveros Graduados de

Córdoba Contacto: [email protected]

Sitio web oficial: http://redarchiveroscordoba.com/

Anna Szlejcher: Profesora e investigadora jubilada de la Universidad Nacional de Córdoba.

Magister en Patrimonio Cultural Material. Administración, Conservación y Legislación,

Licenciada en Archivología, Profesora en Historia y Archivera por la Universidad Nacional de

Córdoba. Actualmente es Miembro Pleno del Consejo Directivo de la Sección de Educación y

Formación Archivística del Consejo Internacional de Archivos (ICA/SAE) 2004- siendo

Secretaria de lengua no inglesa de dicha Sección (ICA/SAE) 2012-. Coordinadora de RIBEAU

(Red Iberoamericana de Enseñanza Archivística Universitaria). Miembro del Comité Editorial

de “Archival Science”. Ed. Springer. 2008- . Integrante del Subcomité de Archivos del IRAM,

Buenos Aires, Argentina. 2008-. Es autora del libro “Protección del Patrimonio Documental

Argentino. La incidencia de la legislación sobre documentos digitales”.

Mariela A. Contreras: Técnica Profesional Archivera egresada de la Facultad de Filosofía y

Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. Profesora Adjunta en la Escuela de

Archivología de la FFyH. de la UNC. Responsable del Archivo de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNC..

Responder al impacto de un nuevo paradigma en la formación archivística / Aída Luz Mendoza Navarro ... [et al.] ; coordinación general de Anna Szlejcher ; Mariela Contreras. - 1a ed . - Córdoba : Redes, 2018. Libro digital, PDF

Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-46377-7-2

1. Archivística. I. Mendoza Navarro, Aída Luz II. Szlejcher, Anna,coord. III. Contreras, Mariela, coord. CDD 025.1714

Responder al impacto de un nuevo paradigma en la formación archivística, coordinado por Anna Szlejcher y Mariela Contreras se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución- NoComercialSinDerivadas 3.0 Unported.

Contenido

5 Palabras preliminares

Anna Szlejcher

7 Palabras del Director de la Escuela de Archivología de la Facultad de

Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba

Tomas E. Bondone

8 Cooperación y articulación: Red Iberoamericana de Enseñanza

Archivística Universitaria (RIBEAU)

Anna Szlejcher

12 La investigación desde la cátedra Archivística de Universidad Católica

Sedes Sapientiae

Aida Luz Mendoza Navarro

21 Anotaciones de la formación archivística en México: Licenciatura en

Administración de Archivos y Gestión Documental en la UNAM

Yaminel Bernal Astorga

33 Asimetría: el signo de la formación archivística en América Latina

Mercedes De Vega Armijo

41 La capacitación archivística ante los archivos desorganizados. El largo y

sinuoso camino hacia la transparencia y la rendición de cuentas

Yolli García Álvarez

49 Práctica Profesional: un enfoque que vincula el saber con el saber hacer en

la Licenciatura en Archivología de la Facultad de Ciencias de la Gestión de

la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER)

Liliana González y Sandra Méndez

Palabras preliminares | 5

Palabras preliminares

Los artículos reunidos en esta obra fueron presentados, algunos de ellos, como

conferencias en la “VIII Reunión de la Red Iberoamericana de Enseñanza

Archivística Universitaria (RIBEAU), coordinado por Anna Szlejcher en el marco

del XII Congreso de Archivología del MERCOSUR.1

El tema central de la VII Reunión de RIBEAU fue “Responder al impacto de un

nuevo paradigma en la formación archivística. Análisis de la situación actual de

la enseñanza e investigación en la región Iberoamericana.” Con los objetivos de

evaluar las fortalezas y las debilidades de la enseñanza e investigación en la

especialidad y elaborar proyectos de trabajo conjuntos para potenciar el

desarrollo profesional con un alcance local, regional o internacional.

Los trabajos abordan, desde diversas perspectivas, distintas temáticas relativas a

la formación archivística y su abordaje.

Palabras de Bienvenida a cargo de Tomás Ezequiel Bondone Director de la

Escuela de Archivología de la Universidad Nacional de Córdoba.

En la Apertura Anna Szlejcher, en su carácter de Coordinadora de RIBEAU, se

refirió a la Cooperación y articulación: RED IBEROAMERICANA DE ENSEÑANZA

ARCHIVÍSTICA UNIVERSITARIA (RIBEAU).

El artículo “La investigación desde la cátedra Archivística”, de Aída Luz Mendoza

Navarro de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, Perú aborda el tema de la

investigación vinculada a diferentes momentos o ámbitos: la investigación que

desarrollan los estudiantes, cómo se presenta el vínculo docente-estudiante

durante la investigación y que se puede hacer durante el desarrollo de los

semestres académicos a partir de las diferentes asignaturas del plan curricular

de Archivística.

“Anotaciones de la formación archivística en México: Licenciatura en

Administración de Archivos y Gestión Documental en la UNAM”, de Yaminel

Bernal Astorga de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad

1 Organizado por la Red de Archiveros Graduados de Córdoba, con el apoyo de la Universidad Nacional de

Córdoba, en septiembre de 2017. En el encuentro se presentaron, además las ponencias “¿Educación a

distancia o aprendizaje mediado? La integración de las TIC en la formación archivística”, de Carlota

Maldonado y “Ampliando a formação de especialistas em temas arquivísticos na América Latina”, de André

Porto Ancona Lopez.

Palabras preliminares | 6

Morelia, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expone sobre la

formación de archivistas profesionales en México que se desarrolló con pasos

afianzados a inicios del siglo XXI, en un contexto político-legal del país con la

aplicación de nuevas leyes.

“Asimetría: el signo de la formación archivística en América Latina” de Mercedes

De Vega Armijo. Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Archivos (ALA)

y Directora del Archivo General de la Nación de México, expone sobre la

realidad de los archivos latinoamericanos que enfrentan hoy una creciente

demanda de información y conocimientos en un mundo cambiante y complejo.

Ante este escenario, manifiesta que es necesario elevar la calidad de la

formación archivística en Latinoamérica y convertirla en una profesión

comprometida con el impulso a la investigación y la generación de puentes de

cooperación.

El trabajo “La capacitación archivística ante los archivos desorganizados. El largo

y sinuoso camino hacia la transparencia y la rendición de cuentas”, de Yolli

García Álvarez, Comisionada Presidenta del Instituto Veracruzano de Acceso a la

Información y Protección de Datos Personales, Xalapa, México, tiene como

finalidad plasmar la importancia y relevancia de los archivos públicos

actualmente en México; esto, procedente del derecho a la información, el cual

es un derecho constitucional. Destaca que los archivos conservan y documentan

todo hecho administrativo, por ello son la base de la transparencia y la

rendición de cuentas.

Por último, en respuesta a una invitación, se despliega el artículo “Práctica

Profesional: un enfoque que vincula el saber con el saber hacer en la

Licenciatura en Archivología de la Facultad de Ciencias de la Gestión de la

Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER)” de Liliana González y Sandra

Méndez en el que las autoras explican que cuentan con tres niveles de Práctica

Profesional que se articulan desde el primer año en forma horizontal y vertical

logrando un avance gradual en la integración del método archivístico. Estas

instancias organizadas en forma progresiva, coordinada, y dinámica, constituyen

una ventaja competitiva a la hora del desempeño efectivo de la profesión.

Tomás E. Bondone | 7

Palabras del Director de la Escuela de Archivología de la

Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad

Nacional de Córdoba

Tomás E. Bondone

[email protected]

Como Director de la Escuela de Archivología de la Facultad de Filosofía y

Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, pronuncié unas palabras

de bienvenida en la apertura de la VIII Reunión de RIBEAU. El evento se desarrolló

en el marco del XII Congreso de Archivología del MERCOSUR, llevado a cabo con

éxito en la ciudad de Córdoba del 26 al 29 de septiembre del 2017. Resulta

igualmente estimulante ahora redactar este breve texto preliminar de la presente

publicación.

Por varias razones la Escuela de Archivología se siente verdaderamente

involucrada con el espíritu que anima a la Red Iberoamericana de Enseñanza

Archivística Universitaria, ya que compartimos metas y objetivos. Nuestra

Institución, creada el 6 de mayo de 1959 por Ordenanza Nº 10/59 del Consejo

Superior de la UNC, ostenta una larga y rica trayectoria en educación superior de

técnicos y profesionales archiveros. En el año 2000 con un nuevo plan de

estudios, la Escuela se encamina por un tipo de formación e investigación acorde

a los paradigmas actuales de la Sociedad de la Información y los retos con los que

se enfrenta la enseñanza universitaria de la archivística.

En este sentido resulta altamente auspiciosa la divulgación de los contenidos

expuestos y discutidos en la VIII Reunión de RIBEAU sobre la interacción de la

investigación y la enseñanza de la Ciencia Archivística en el siglo XXI, con énfasis

en el análisis de casos iberoamericanos. Con el anhelo que esta publicación

contribuirá entonces al enriquecimiento de los debates teóricos en nuestra

materia, animo a su lectura y brindo mis enhorabuenas a sus impulsores.

Mgter. Tomás Ezequiel Bondone

Director de la Escuela de Archivología

de la FFyH UNC

Anna Szlejcher| 8

Cooperación y articulación: Red Iberoamericana de Enseñanza

Archivística Universitaria (RIBEAU)

Anna Szlejcher

[email protected]

El objetivo de esta presentación es reflexionar sobre la importancia y

trascendencia de la cooperación archivística. Si bien los países latinoamericanos

han alcanzado un desarrollo desigual en muchos campos, siguen teniendo,

quizás como ninguna otra región del mundo, muchos elementos y problemas

en común y están enfrentados a los mismos desafíos y retos, a los que los

Archivos no pueden escapar.1

Sin embargo, nuestros archivos encaran hoy más que nunca, grandes desafíos

aparte de las tradicionales dificultades ocasionadas por presupuestos reducidos,

inestabilidad política, etc. Asimismo, otras preocupaciones inherentes a ellos

son los vertiginosos cambios tecnológicos que nos obligan a revisar programas

y metas, a capacitarnos para poder entender este nuevo mundo si queremos

que los archivos sirvan adecuadamente a una sociedad en plena era del

conocimiento, sin olvidar nuestra misión de conservar para futuras generaciones

la memoria colectiva, el patrimonio que resguardan los archivos bajo nuestra

responsabilidad. Pero para proteger la riqueza documental custodiada en los

mismos no es posible el esfuerzo aislado de un país, sino que será el resultado

de la cooperación entre todos los países de Latinoamérica y del mundo.

Como ustedes saben, la importancia y trascendencia de la cooperación

archivística fue enfatizada, en el ámbito internacional, al incluirla como tema en

la Primera Sesión Plenaria del 13º Congreso Internacional de Archivos, realizado

en Beijing, China (1996). En la citada Sesión, el informe principal fue presentado

por Jan Van Den Broeck que desarrolló un análisis histórico de los contactos

internacionales entre los archiveros a partir del Congreso de Bruselas, en 1910.

Retomando a Jan Van Den Broeck, éste sostuvo que una vez finalizada la

Segunda Guerra Mundial, en un ambiente de reconstrucción apareció un

sentimiento generalizado que reclamaba una cooperación internacional.

Miembro Pleno y Secretaria de Steering Committee de ICA/SAE – ICA Section for Education and Training.

Coordinadora de RIBEAU (Red Iberoamericana de Enseñanza Archivística) Comité Permanente de ALA

(Asociación Latinoamericana de Archivos) ex Profesora Titular de “Gestión de Documentos” y de “Archivos

Administrativos e Históricos” en la Escuela de Archivología de la Universidad Nacional de Córdoba,

Argentina. 1Acta de la Asamblea General Ordinaria de ALA del 21 de mayo de 1999.

Anna Szlejcher| 9

Así, la vieja aspiración de los archiveros a la constitución de un organismo

internacional archivístico fue coronada por el éxito, en 1948, cuando un nuevo

Comité de expertos archivísticos decidió la constitución del Consejo

Internacional de Archivos (ICA) (Lodolini: 336), con el auspicio de la

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

(Unesco) y con el propósito de proteger y enriquecer el Patrimonio Histórico de

la Humanidad.

Además, con el objetivo de darle al ICA una verdadera dimensión internacional,

se han constituido numerosas Ramas Regionalesextra europeas del ICA, para

vastas áreas geográficas, las que posibilitarían, dentro de cada región del

mundo, acciones de cooperación para alcanzar un verdadero desarrollo

archivístico.2

A los fines de nuestra presente exposición, nos interesa referirnos a una de las

Ramas: la Asociación Latinoamericana de Archivos (ALA) creada en Lima, Perú, el

6 de abril de 1973, y que posteriormente se constituyó en Rama Regional del

Consejo Internacional de Archivos (ICA). ALA cuenta con una gran cantidad de

países miembros de toda Iberoamérica, que, además, es una de las más

laboriosas, ya que desarrolla múltiples actividades en pos de la modernización y

fortalecimiento archivístico de la región.

ALA tiene enormes ventajas para enfrentar los nuevos desafíos: profesionales

con una excelente preparación y gran experiencia en todos los países; una

tradición de cooperación, integración y solidaridad innegables entre nuestros

pueblos; y una comunidad fuerte y unida dispuesta a luchar yconsolidar

propuestas que contribuyan a ir siempre hacia adelante, hacia un desarrollo

integral de toda la región.3

No obstante ello, en los países de Sudamérica los archivos necesitan difusión,

porque es poco conocido su verdadero significado, poco apreciado su real valor

e importancia, apenas si reconocida la profesión archivística y casi nulo el apoyo

al desarrollo de los archivos. Es necesario lograr una concienciación, tanto en el

ámbito de los órganos de decisión, ya sea en las esferas gubernamentales como

privadas, así como entre los ciudadanos comunes.

2SALABARRÍA Berarda, FRADES Luis. (2001) “ALA, Asociación Latinoamericana de Archivos: Una

Contribución a la Unidad Iberoamericana.” En: Comma. International Journal on Archives. 1- 2. International

Council on Archives. 3Informe Comité Directivo Asociación Latinoamericana de Archivos 1999-2003.

Anna Szlejcher| 10

Aunque archivos y archiveros aparezcan poco en la vida cotidiana de la

sociedad, pareciera ser que el archivo es más y mejor conocido que el

profesional que lo organiza y conserva. Esta visión puede ser modificada a partir

de los esfuerzos de los propios archiveros y, sobre todo, de las estrategias

aplicadas en la formación de los futuros profesionales. En ambos casos, el

objetivo debe ser el logro de un entendimiento definitivo entre archivos y

sociedad.4

En el 14° Congreso Internacional de Archivos, celebrado en Sevilla,

España, 2000, se reunieron algunos representantes de las Escuelas de

Archivología de las Universidades Iberoamericanas participantes en el

mencionado evento. Resaltaron que es necesario buscar soluciones comunes a

los problemas que enfrentamos en la región iberoamericana en el campo de la

educación archivística y lograr aunar nuestros esfuerzos en pro de una mejor

formación de los recursos humanos acordes con las nuevas tendencias en la

actual sociedad de la información.

Esa inquietud fue aceptada en la Asamblea General Extraordinaria de ALA (25-

IX-00) de aquel Congreso, aprobando la creación de RIBEAU (Red

Iberoamericana de Enseñanza Archivística Universitaria) como Comité

Permanente de la Asociación Latinoamericana de Archivos.

En ocasión del 4° Congreso de Archivología del Mercosur, realizado en

Paraguay, en el 2001, se reunieron en asamblea los docentes de enseñanza

archivística iberoamericana en el marco de RIBEAU a los fines de manifestar su

voluntad de integrar la Red y elegir como Coordinadora de la misma a la

suscripta, en su carácter de Profesora de la Universidad Nacional de Córdoba.5

La Reunión Preliminar de dicha Red se llevó a cabo en el 2002, en oportunidad

de realizarse el Seminario Internacional de Archivos en Santiago de Chile, donde

se coincidió en la adopción de los siguientes criterios:

Cooperación y articulación entre universidades de Iberoamérica;

Superación de esquemas tradicionales de territorios y establecimientos

cerrados, a fin de avanzar hacia formas de apertura al contexto y de

interrelación entre especialistas para avanzar sobre proyectos comunes;

4BELLOTTO, Heloísa L. "La imagen del archivero en la sociedad y las estrategias de la enseñanza." I

Congreso de Archivología del Mercosur Paraná, Argentina, 1996. 5IV Congreso de Archivología del Mercosur. El balance y su sombra. ALA– 25 Revista de la Asociación

Latinoamericana de Archivos. Colombia, enero diciembre 2002. p. 73.

Anna Szlejcher| 11

Unión de recursos humanos de distintas instituciones a fin de aprovechar al

máximo el capital intelectual y optimizar el uso de las tecnologías.

Y, como objetivos, se acordaron los que se mencionan a continuación:

Contribuir al desarrollo científico, cultural y social de cada país integrante,

mediante la acción dinámica y creadora de sus participantes.

Colaborar en la formulación de planes y programas académicos de

formación archivística.

Fomentar las relaciones de intercambio entre los docentes y alumnos de las

escuelas archivísticas universitarias.

Auspiciar el establecimiento de convenios entre los países miembros de ALA

para fortalecer los programas universitarios de formación archivística.

Compartir experiencias, avances, dificultades en la docencia archivística.

Difundir las fuentes bibliográficas.

Conocer quién es quién en docencia archivística.

Como parte de la Agenda de Trabajo de RIBEAU, se realizó la Primer Reunión de

ésta en Río de Janeiro, Brasil, en el 2002, en el marco del II Seminario

Internacional de Archivos de Tradición Ibérica. En dicha reunión se destacó la

presencia de los profesores brasileros, quienes pusieron de manifiesto la

necesidad de armonizar los programas archivísticos de Brasil y de los demás

países integrantes del Mercosur. Respondiendo a esta inquietud, en el 2003 se

celebró en mi provincia, Córdoba – Argentina, el 5to. Congreso de Archivología

del Mercosur donde se logró, por primera vez, reunir a la presidenta y

miembros del Consejo Directivo de ICA/SAE y RIBEAU, los que debatieron

acerca de los problemas comunes ya mencionados.

Es nuestro anhelo, en fin, que la RIBEAU, como Comité de ALA, pueda ser una

Red efectiva de confluencia de los docentes de archivística universitaria para

intercambiar experiencias, conocimientos, logros, realidades; en una palabra,

compartir el mundo profesional que les es común.

Aída Luz Mendoza Navarro| 12

La Investigación desde la Cátedra Archivística

The Researche From The Archivistic Cathedra

Aída Luz Mendoza Navarro1

[email protected]

Resumen

En la presente ponencia abordaremos la investigación vinculada a diferentes

momentos o ámbitos: la investigación que desarrollan los estudiantes, cómo se

presenta el vínculo docente-estudiante durante la investigación que se puede

hacer durante el desarrollo de los semestres académicos a partir de las

diferentes asignaturas de la carrera porque en todas se puede hacer

investigación, con el fin de conducir al estudiante a la solución de problemas de

las diferentes áreas integrantes del plan curricular de Archivística, sin dejar de

mencionar la investigación que realiza el docente y su contribución al

enriquecimiento de la cátedra; también referiremos el momento más

importante de la actividad investigativa del estudiante cuando tiene que

elaborar la tesis para lo cual se requiere que reciba el estímulo adecuado y

oportuno con el fin de afianzar su actividad intelectual creadora, siempre con la

contribución de la asesoría docente que lo acompañe hasta culminar su trabajo.

Palabras clave

Investigación, cátedra, estudiante, docentes, Archivística, asignaturas.

Abstract

In the present paper we will address the research linked to different moments or

areas: the research that the students develop, how the professor-student link is

presented during the research that can be done during the development of the

academic semesters from the different subjects of the collegue career because

in all of them research can be done, in order to lead the student to solve the

problems of the different areas of the Archivist curricular plan, without

forgetting the research carried out by the professor and his contribution to the

enrichment of the cathedra; We will also refer the most important moment of

the student's research activity when he has to prepare the thesis, for which he is

required to receive the appropriate and timely stimulus in order to strengthen

his creative intellectual activity, always with the contribution of the professor

consultant who accompany until you finish your work.

1Coordinadora de la Carrera Profesional de Archivística y Gestión Documental (Universidad Católica Sedes

Sapientiae)

Aída Luz Mendoza Navarro| 13

keywords

Research, cathedra, student, professors, Archivistics, subjects.

Introducción

La importancia de la investigación científica en el recinto universitario exige que,

desde que el estudiante inicia sus estudios superiores y se encuentra con su

primer reto de investigación, se le proporcionen las herramientas necesarias que

le ayuden a mejorar los estudios de la etapa escolar. Será el momento de

descubrir aspectos de la realidad desconocidos para él y si cuenta con una

buena orientación lo llevará a identificarse con una determinada forma de

estudio, útil, para todas las posibilidades de investigación que se le presenten a

lo largo de su carrera universitaria.

Será necesario que reciba el estímulo adecuado y oportuno para desarrollar su

actividad intelectual creadora, no solo por parte del docente que se encargue

de una materia vinculada a la investigación2, sino de los docentes de todas las

asignaturas del semestre académico porque en todas se puede hacer

investigación, lo que le permitirá desarrollar una curiosidad conducente a la

solución de problemas de diferentes áreas que son las que integran el plan

curricular de la carrera de Archivística en sus diversos niveles de formación y

especialización, ninguna de las cuales—aun cuando se trate de las dirigidas a

los estudios generales de pregrado— impide su vinculación con la Archivística.

En el presente documento trataremos de abordar la investigación en relación a

diferentes momentos o ámbitos, como: la investigación que desarrollan los

estudiantes en líneas generales y cómo se presenta la vinculación docente-

estudiante durante la investigación, hasta llegar al momento más importante de

su actividad investigativa cuando tiene que elaborar una tesis. De la misma

manera podremos establecer algunas características de la investigación que los

estudiantes realizan a través de las diferentes materias comprendidas en el

programa de estudios a partir de los contenidos de los sílabos, para finalmente

tratar las implicancias de la docencia y la investigación, y en particular la actitud

del docente investigador de Archivística.

2En el Plan curricular de los estudios superiores se suele programar cursos como Introducción al Trabajo

Académico en el Ciclo I o primeros ciclos de estudios (es como se ha considerado en el Plan Curricular de

la carrera de Archivística y Gestión Documental de la Universidad Católica Sedes Sapientiae) El de

metodología de la investigación tiene como propósito iniciar al estudiante en el trabajo intelectual

académico propio de los estudios universitarios (comprensión lectora y manejo adecuado de las

competencias comunicativas) además de orientar al estudiante en la mejora de su nivel de comprensión

lectora y la redacción académica.

Aída Luz Mendoza Navarro| 14

La investigación de los estudiantes

Cuando menciono la investigación por parte de los estudiantes, no me refiero

únicamente a la que necesariamente deben realizar para lograr el título

profesional y más adelante los grados respectivos. Si la práctica investigativa se

mantiene desde el inicio de los años de estudios dentro de la carrera, la

experiencia lograda será muy valiosa para llegar al momento decisivo de la tesis

donde podrá considerarla como una investigación más gracias a la práctica

adquirida, cuidando la rigurosidad científica que se requiere para una tesis.

En el desarrollo de la cátedra, alocución tomada en el sentido del conjunto de

docentes de una carrera profesional, estos tratarán de orientar a los estudiantes

en la exploración de temas que se encuentran en los contenidos del sílabo o

contenido del curso. Esta labor reforzará los conocimientos impartidos por el

docente.

¿Cuál es la actitud del estudiante frente a la investigación? Sin duda la primera

reacción es de desconcierto ante lo desconocido, lo intuye cómo difícil e

inclusive puede sentir que el docente está siendo demasiado exigente en pedir

una investigación bajo pautas que considera, muchas veces “innecesarias” o

demasiado complejas o exigentes para complementar su aprendizaje durante el

desarrollo de las clases.

Sierra Bravo sostiene que la aptitud para hacer investigación no debe ser otra

que vivirla y entregarse a ella sin reservas, totalmente3. Luego afirma que en el

espíritu que debe animar la investigación se pueden distinguir cuatro aspectos:

El deseo de saber o curiosidad científica; la pasión por la verdad; la búsqueda de

la satisfacción de descubrir algo nuevo y de realizar obras que perduren y nos

sobrevivan; y la voluntad de ser útil a los hombres4.

Si trasladamos esas premisas a la investigación desde el ámbito de la

Archivística podemos señalar que nuestra curiosidad científica puede ir por

múltiples áreas, en tanto, hay mucho por investigar. Se puede empezar desde

las bases de la Archivística, como los principios fundamentales, las funciones o

procesos archivísticos, para luego ir a otros temas que surgen como novedades

de estos tiempos, por ejemplo, las tecnológicas de la información y

comunicaciones aplicadas a los archivos, que nos atraen pero que no nos

deslumbran como cuando recién aparecieron y fueron posicionándose en los

archivos y sus documentos. Actualmente podemos abordar el tema sin temor a

no entenderlo y mucho menos a preocuparnos por su desarrollo acelerado,

3SIERRA BRAVO, R.(1999) Tesis doctorales y trabajos de investigación científica, Editorial Paraninfo, España,

p. 58. 4Op. Cit, SIERRA, p. 58.

Aída Luz Mendoza Navarro| 15

todo lo contrario, recibimos las novedades con entusiasmo y hacemos esfuerzos

por lograr su aplicación.

¿Cómo actúa el docente investigador en clase?

La acción de investigar, en sentido lato, sugiere averiguar determinados hechos

a partir de cuestionamientos. Según Sierra Bravo: “Investigación es averiguación

de algo no conocido o búsqueda de solución a algún problema”5.

Si nos referimos a la investigación en Archivística, encontraremos temas de

especial interés por investigar, como: la administración de archivos, la gestión

del conocimiento y los archivos, los archivos y la cultura, marketing para

archivos, la normalización en los archivos, etc. solo para mencionar algunos

cuantos. Lo que tenemos que precisar es que cualquier actividad, circunstancia

o temática desde la Archivística, los archivos y sus documentos o la gestión

documental, pueden ser motivo de investigación. El abanico de posibilidades es

muy amplio por lo que tenemos bien en claro que hay mucho por investigar.

Vemos que los temas no se agotan en ninguna enumeración por prolija y,

aparentemente completa, que se pretenda. Siempre habrá algo más que decir o

aportar a lo que otro investigador abordó.

Durante la cátedra6 son múltiples las ocasiones en las que el estudiante tiene la

posibilidad de investigar. Por lo general, desde los primeros ciclos de estudios—

tal como lo señalamos líneas arriba— se incluyen cursos o asignaturas dirigidas

a la metodología de investigación y en los últimos semestres de la carrera se

programan los cursos de tesis, generalmente son dos en semestre sucesivos. En

esas ocasiones los estudiantes van descubriendo diversas situaciones que les

resultan interesantes y en las que deciden ahondar, es allí donde empiezan las

primeras actividades de investigación dirigidas a la formulación de un

planteamiento para una futura tesis.

Cuando se desarrollan los contenidos programados del sílabo no solo se

transmiten conocimientos para luego ser evaluados culminando con una

calificación. Se trata de incentivar el espíritu crítico de los estudiantes para ir

descubriendo las diferentes posibilidades del objeto de estudio. Partiendo de

diversos autores, el docente se convierte en guía, orientando e incluso puede

establecer una posición propia, sobre un determinado tema, que seguro la

tiene, pero a la vez incentiva a que los estudiantes también expresen libremente

su posición sobre el tema en cuestión. Es así como se va fortaleciendo la

5Op. Cit. SIERRA, p. 28.

6Por lo general las carreras universitarias son de 5 años de estudios y 10 semestres académicos para optar

por la licenciatura en archivos en los diversos países que cuentan con la carrera a nivel universitario.

Aída Luz Mendoza Navarro| 16

investigación y el estudiante va descubriendo todas las posibilidades que lo

lleven a concretar su trabajo, eligiendo las herramientas más idóneas para

aplicarlas en relación al tema que investiga. A través del debate en clase, donde

la participación de todos los estudiantes, dirigidos por el docente lo enriquece,

se fomenta el intercambio de opiniones, se facilita una valoración racional de los

temas y de ser posible una aplicación práctica en el mundo de la realidad.

Una ventaja en la enseñanza de la Archivística, a diferencia de otras carreras

universitarias, de acuerdo con nuestra experiencia docente, es el desempeño de

los estudiantes en puestos laborales de archivos desde muy temprano mientras

realizan sus estudios; lo que les facilita recoger una realidad que viven en el día

a día, con la que se tropiezan en diversos momentos y emprenden la búsqueda

de soluciones e inquietudes conforme se desarrollan en un ambiente laboral

que luego trasladan a la clase enriqueciéndola por el debate que suscitan. Esta

circunstancia es sumamente valiosa porque a partir de esas vivencias pueden

recoger la problemática que cada uno percibe y que a futuro pretende resolver

al momento de realizar sus trabajos de investigación.

La necesidad de sostener, con sólidos argumentos, un punto de vista o tema en

particular y defender su posición, exige consultar diversos autores, es en este

momento que el docente-investigador puede apoyar orientando para que el

estudiante ubique la bibliografía necesaria, útil para su investigación. Podrá

sugerir una literatura mucho más amplia que la consignada en el sílabo del

curso.

Igualmente será muy valiosa la participación de todos los estudiantes de la clase

porque obliga al investigador a someter a la crítica sus resultados de

investigación o propuesta de solución, con el fin de perfeccionarlas según los

métodos científicos en los que el docente investigador podrá orientar.

Entre el docente y el estudiante tiene que haber una comunicación muy fluida.

Deberá hacer un seguimiento muy puntual de los progresos de investigación

del estudiante, para saber si está cumpliendo con las características, pautas o

exigencias específicas concernientes al tema de investigación encargado por el

docente de la cátedra respectiva. Entiéndase que se trata de investigación a

partir de la cátedra de cada docente y según la especialidad del curso a su

cargo. Las consultas serán absueltas en cada momento del avance del trabajo a

fin de no detener el accionar del estudiante investigador.

Un aspecto que no se debe dejar de lado es la asesoría u orientación del

docente para la localización de la bibliografía recomendada, así como las

facilidades de acceso, trátese de fuentes que se encuentran en la biblioteca del

centro de estudios o fuera de él. Si este último es el caso, brindará su apoyo en

Aída Luz Mendoza Navarro| 17

la medida de sus posibilidades para lograr su atención como usuario. Además,

se podrá acudir a las fuentes bibliográficas virtuales que, en estos momentos,

están a disposición de los estudiantes y contiene información valiosa para

diversos temas de investigación.

De acuerdo con Marysela Morillo Moreno, el asesor, para el caso que nos ocupa

el docente, sabrá identificar las responsabilidades investigativas del estudiante y

revertir sus debilidades. Fijará las fechas y los plazos de entrega de avances que

luego revisará detalladamente. Además la autora destaca como habilidades del

estudiante o asesorado: redacción y sintaxis, crítica, reflexión, análisis, diálogo,

exposición, escucha, citas, asimilación, concreción, síntesis entre otras y análisis

e interpretación de los datos7. La rigurosidad científica de una investigación no

solo exige calidad de contenidos sino de los aspectos formales necesarios en

todo trabajo académico, por lo que habrá que poner especial esmero en la

gramática, reglas de ortografía y redacción, etc.

Los contenidos de cada asignatura están estructurados en temas, uno de esos

temas podría ser elegido por los estudiantes para emprender un trabajo de

investigación. Una vez elegido, el docente deberá conversar con el estudiante

para conocer si realmente es de su interés y tiene la firme convicción de

emprender una investigación, de lo contrario, será muy difícil que la culmine

con éxito y logre el objetivo planteado.

Toda Facultad y cada carrera en particular deben definir las líneas de

investigación que pueden ser aplicadas en trabajos de cátedra o en la

elaboración de la tesis. Para su definición será determinante la participación de

todos los docentes de cátedra. Estas deberán estar de acuerdo con el desarrollo

y novedades que se presentan en la Archivística, de manera que los estudiantes

se interesen por temas novedosos que contribuirán al desarrollo sostenido de

su carrera dentro de la Facultad, para la universidad y para el país en general.

Las líneas de investigación, si bien constituyen un norte u orientación para la

investigación tanto para docentes como para estudiantes, siempre será

recomendable su amplitud para favorecer la elección de los investigadores

sobre los diversos temas o problemas multidisciplinarios o transversales a

cubrir, para que la creatividad, iniciativa, curiosidad científica o interés del

estudiante fluya y esté alejada de toda persuasión por parte del docente o

asesor que limite su libre elección.

7 MORILLO MORENO, Marysela, (2009) Labor del tutor y asesor del trabajo de investigación, experiencias e

inventivos, Universidad Los Andes, Venezuela, p. 823.

Aída Luz Mendoza Navarro| 18

Hasta aquí podemos inferir que los estudiantes motu propio se interesan en la

investigación, sin embargo, no está demás ver la forma de incentivarlos con la

finalidad de que el estudiante se vaya identificando con la práctica investigativa

y logre crear pensamiento crítico, de manera que llegado el momento

culminante, cuando tome la decisión de elaborar su tesis, posea todas las

habilidades suficientes que lo lleven al éxito para concretar su trabajo de

investigación. Puede optar por múltiples posibilidades, herramientas,

metodologías de investigación, procedimiento analítico, etc., cualquiera sea su

opción lo encaminará a la práctica investigativa, que es donde tropiezan

algunos estudiantes, ocasionando la postergación de la ansiada titulación o

grado, según corresponda, cuando no se animan a dar los primeros pasos para

iniciar su trabajo.

La investigación del docente de archivística

La docencia y la investigación en la universidad van de la mano en todo

momento, y es en el ámbito universitario donde se afianzan los conocimientos

como resultado de las investigaciones y difusión de sus logros.

Es muy importante que la institución universitaria otorgue las facilidades e

incentivos para que los docentes pueden emprender investigaciones cuyos

resultados enriquecerán tanto su cátedra como al conjunto de la comunidad

académica en la que se desenvuelve, dentro de los estándares de calidad y de

mejora continua en el que, por lo general, se encuentran las universidades de

acuerdo con los procesos de acreditación nacional o internacional y

licenciamiento.

Existen muchos estudios sobre la relación entre docencia e investigación8. La

mayoría de especialistas coinciden en que la docencia y la investigación son dos

actividades inseparables. Al respecto Neumann (1992) señala: “Hay una

conexión tangible que implica la transmisión de conocimientos avanzados y

habilidades de investigación a los estudiantes.”9

Los conocimientos avanzados podemos destacarlos en el sentido de los

estudios universitarios de especialidad. Cada carrera en su Plan Curricular

presenta en los primeros ciclos los cursos o asignaturas relacionadas con los

estudios generales y en la segunda parte e incluso poco antes, se programan

8FUENSANTA HERNÁNDEZ, Pina Revista de Investigación Educativa, 2002, Vol. 20, n. º 2, págs. 271-301,

Docencia e Investigación en Educación Superior, Universidad de Murcia. 9Op. Cit., p. 5

Aída Luz Mendoza Navarro| 19

algunos cursos de especialidad, que es lo que, en nuestra opinión, para el caso

que nos ocupa, serían los conocimientos avanzados.

Podemos deducir que la habilidad de investigación, se sitúa a lo largo de cada

uno de los cursos de especialidad, haciéndose más ostensible en los últimos

ciclos cuando se programan los cursos de investigación con el propósito de

encaminar al estudiante a la elaboración de la tesis.

Fuensata comenta: “Si los profesores reconociesen que su actividad como

investigadores es similar a la actividad que realizan los estudiantes, esto debería

implicar más a los estudiantes en actividades de investigación, y así la

investigación podría informar positivamente las prácticas que facilitan el

aprendizaje.”10 Significa ponerse “en los zapatos del otro” y reconocer que el

esfuerzo para emprender un trabajo de investigación no hace distingo entre

docente y estudiante, todo lo contrario, la rigurosidad científica atañe a ambos,

porque de las exigencias que personalmente se imponga cada cual y la

dedicación que le brinde a la investigación que realice resultará el éxito.

El docente tiene que tener presente que la investigación lo conduce a la mejora

de la calidad docente. El que investiga y continuamente ofrece aportes en el

área de conocimiento de su dominio, será mucho más apreciado por sus

estudiantes, además de permitirle mantenerse actualizado en los conocimientos,

sobre todo tratándose de la Archivística donde las novedades se producen con

mucha agilidad.

Para Hernández: “En lo que toca al docente universitario que vincula la función

investigativa a su ejercicio profesional, éste se encuentra en permanentemente

creación, construyendo y reconstruyendo saberes en el desarrollo de la

actividad académica en el aula, en prácticas de investigación y extensión a la

comunidad.”11 Por lo tanto, el docente-investigador crea conocimiento y

acumula experiencias que comparte con los estudiantes. De esta forma

enriquece su cátedra con resultados válidos como producto de su tarea

investigativa, que puede socializar a manera de un texto para su distribución en

clase, separatas que serán parte de los contenidos del sílabo, artículos en

publicaciones especializadas u otros medios de difusión. Lo destacable es que

su producción sea socializada en la comunidad universitaria y fuera de ella.

Toda investigación que provenga de parte de los docentes, estudiantes o en su

conjunto marcarán el desarrollo del conocimiento científico y en Archivística, su

10Op. Cit., p. 23

11HERNÁNDEZ ARTEAGA, El docente investigador como creador de conocimiento. En línea, file:///C:/Users/

Guillermo/Downloads/Dialnet-ElDocenteInvestigadorComoCreadorDeConocimiento-3632268.pdf

[Consulta: 26.06.2017], p. 191.

Aída Luz Mendoza Navarro| 20

contribución será valiosa no solo dentro del recinto universitario sino para todos

y en todos los ámbitos archivísticos, desde el momento que quienes nos

vinculamos con los archivos, de distintas maneras, estamos ávidos de

propuestas, nuevos conocimientos y prácticas que signifiquen el desarrollo

progresivo de los archivos y sus documentos.

Conclusiones

Uno de los mayores compromisos que asume la universidad como centro del

saber, es incentivar, promover y brindar las mejores facilidades para la

investigación, tanto de docentes como estudiantes.

La única forma de afianzar el conocimiento científico, de desarrollar ideas, poner

en conocimiento experiencias y propuestas de solución es a través de los

trabajos de investigación. Los archiveros y la Archivística se nutren de los

trabajos de investigación, principalmente, a partir de las aulas universitarias

durante los estudios de pre grado o post grado. Todo trabajo de investigación

siempre será un aporte valioso.

El docente procurará dentro de su cátedra incentivar a la investigación por parte

de los estudiantes. Ellos, a partir de sus inquietudes podrán llevar a la

investigación la problemática que recogen en el día a día, particularmente

durante el ejercicio laboral en los diferentes archivos donde se ubican. El

resultado de sus investigaciones contribuirá a reforzar sus conocimientos y el de

todos los componentes de las clases durante la carrera profesional o post

grados en Archivos. El análisis y debate de los resultados en el aula serán

valiosos para avanzar archivísticamente.

El docente que investiga estará contribuyendo no solo a lograr nuevos

conocimientos, sino que motivará a los estudiantes a seguir el mismo camino.

Los logros en los diversos temas de investigación archivística serán el mejor

aporte a la comunidad y a los archivos.

Yaminel Bernal Astorga| 21

Anotaciones de la formación archivística en México: Licenciatura

en Administración de Archivos y Gestión Documental en la

UNAM

Yaminel Bernal Astorga1

[email protected]

Resumen

La formación de archivistas profesionales en México se desarrolló entre

vicisitudes durante el siglo XX; los pasos afianzados se darán a inicios del siglo

XXI, como parteaguas del contexto político-legal del país con la aplicación de

nuevas leyes. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) apuesta,

una vez más, por dicha formación aprobando en el año 2014 la creación de una

licenciatura en materia de archivos, confiando dicho proyecto ala ENES-Morelia,

campus que hoy acoge a las tres primeras generaciones. Con un diseño

multidisciplinar esta licenciatura de cuatro años no ha tenido inicio sencillo,

pero, poco a poco, comienza a tener eco tanto en la propia Universidad

Nacional como el medio archivístico.

Palabras claves

1. Archivos 2. Profesionalización 3. ENES-Morelia

Abstract

The training of professional archivists in Mexico was developed during the

twentieth century within a period of different events; the final steps took place

at the beginning of the 21st century, as a result of the political-legal context of

the country with the enforcement of new laws. The National Autonomous

University of Mexico (UNAM), once again, approves the creation of a degree in

archives in 2014, this project is entrusted to the ENES-Morelia, this campus has

hosted the first three generations. With a multidisciplinary design, this four-year

degree has not had a simple start; however, little by little, it begins to echo in

the National University itself and in the archival world.

Keywords

1. Archives 2. Professionalization 3. ENES-Morelia

1ENES, Unida Morelia, UNAM

Yaminel Bernal Astorga| 22

Preludio de la archivística

En los Archivos, está la oportunidad para apropiarnos de nuestra historia.

Claramente, son el presente y el futuro de toda sociedad. Ameritan su estudio,

atender qué nos dicen y para qué los queremos, pues por todos es sabido que

perderlos, es perder parte de nuestra identidad, de lo que somos.

México desarrollaría las primeras escuelas en archivística a inicios del siglo XX:2

la Academia de Bibliografía en Veracruz (1915) y la Escuela de Bibliotecarios y

Archiveros (1916) en la Ciudad de México fueron parte de dicho ejercicio,3

desafortunadamente ninguno de estos proyectos avanzaría, pues tiempo

después se replantearían sus intereses, además de lo reducido de la matrícula

de estudiantes.4Aunado a este esfuerzo, estaría destacando la reconfiguración

dela principal institución archivística en el país con la instauración del Archivo

General de la Nación (AGN) en 1918.

2Antecedentes por considerar: En el caso de México, los especialistas coinciden como un momento clave el

año de 1489, una vez que los Reyes Católicos dispusieron la concentración de sus acervos en Valladolid.

Hasta este punto los Archivos que irrumpieron eran en su carácter de Estado, en tanto que los acervos de

la Iglesia serían los próximos en consolidarse. No obstante, se reconoce como parteaguas el año de 1790,

cuando el conde de Revillagigedo y virrey novohispano, Juan Vicente Güemes Pacheco y Padilla, propuso

el surgimiento del Archivo General de la Nueva España. Si bien, se trató de un proyecto que no avanzó,

ciertamente dejó entrever la necesidad de implementar un sistema de concentración y resguardo.

Si bien, no hay grandes avances durante el decimonónico en materia archivística, si destacan los esfuerzos

por evitar que el patrimonio fuera vendido o sacado del territorio mexicano; también hay registros de un

amplio interés por salvaguardarlos cuando había un contexto bélico o de inervación extranjera. Claramente

debía protegerse la memoria e identidad de un pueblo, estas acciones propiciaron en más de una ocasión

que el principal acervo público fuera asegurado y trasladado a otros sitios con el objetivo de protegerlo,

sobre todo, que dicha información no llegara a manos del enemigo. Por ello, en ocasiones se implementó

el “arca de las tres llaves”.

En contraparte, desde finales del siglo XVIII, Francia ya contaba con leyes para regular y organizar los

Archivos; en tanto que España e Italia tenían escuelas para la formación de especialistas, con ello los

europeos reconocían la importancia de los Archivos, ante todo, entendían la profesionalización de los

mismos. Véase: Islas Pérez María Estela (2003), La archivística en México, México: Red Nacional de Archivos

de Instituciones de Educación Superior/ Archivo Histórico BUAP, pp. 33-35, 48; Archivo General de

la Nación, www.agn.gob.mx en: Prensa, “Día Nacional del Archivista”, publicado el 27 de marzo de

2015. Fecha de consulta: 25 de mayo de 2017; Vázquez, García Mónica (1995), “Proemio”, en: Actas de

Cabildo de la ciudad de Valladolid de Michoacán, año 1810, Michoacán: Ayuntamiento de Morelia, pp.

9-12; Archivo Histórico Municipal de Morelia, Fondo Independiente I, c. 18, e. 13, 1837, f. 3(f) 3Op. cit., Islas, p. 96

4Si bien la formación del archivista de manera institucional emergió a inicios del siglo XX, habría que

reconocer las distintas prácticas, esfuerzos y disposiciones que se dieron siglos atrás en México, en

distintos documentos se identifica, por ejemplo: la importancia de tener archivos ordenados e

inventariados; donde se reconoce la necesidad de que sea una persona calificada, capaz de entender la

letra de la época; incluso medidas para asegurar y proteger el Archivo en tiempos de guerra o de

intervención extranjera. Desde luego, una de las acciones de mayor relevancia está en la solicitud del

conde de Revillagigedo y virrey novohispano, Juan Vicente Güemes Pacheco y Padilla, quien propuso el

surgimiento del Archivo General de la Nueva España en 1790, proyecto que en realidad se concretaría

tiempo después, y que para 1918 se transformaría en lo que hoy conocemos como Archivo General de la

Nación (AGN). Cabe mencionar que, justamente, a partir de la solicitud realizada por el conde en el siglo

XVIII cada 27 de marzo, en nuestro país, se celebra el día del archivista.

Yaminel Bernal Astorga| 23

A decir verdad, la década de los cuarenta fue una de las más notables en

materia de Archivos –apunta la autora, María Estela Islas–, ya que entre varios

esfuerzos “se establecen las primeras disposiciones legislativas tendientes a

resolver los problemas administrativos del aparato burocrático”.5Lo anterior,

nuevamente conduciría a la creación de una carrera que se especializara en

archivología. Así fue como nació la Escuela Nacional de Bibliotecología y

Archivos (ENBA) en 1945, adscrita a la Secretaría de Educación Pública (SEP).6

Desde entonces, los diagnósticos en materia de Archivos coincidieron en la

necesidad de reglamentarlos, organizarlos y preservarlos; mejorar las

condiciones en las que se encontraban; y, particularmente, tener personal

calificado. La creación de la ENBA tendría eco en otras instituciones. Por un lado,

en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se contempló un

programa de maestría de archivonometría en 1956, pero en 1963 se convirtió en

licenciatura; finalmente en 1967 cambió de nombre por Archivología.7

Por otro lado, en las Actas del Consejo Universitario de la Universidad

Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), es posible identificar que el

29 de noviembre de 1957 se abordó la iniciativa para la creación de la carrera

de Bibliotecario y Archivista; sin embargo, su presencia fue por un breve

período (1958-1960), ya que ante la falta de impulso económico y de alumnado

se determinó que formara parte de la Escuela de Comercio y Enseñanzas

Especiales. De este proyecto, uno de los factores más relevantes reside en el

esfuerzo por descentralizar de la capital la formación del archivista y que sus

diez egresados ocuparían espacios en los Archivos del estado de Michoacán.8

Así, los “avances” en la formación de archivistas no terminaban por concretarse.

Lo anterior sucedía pese a los diagnósticos en materia de Archivos, que

coincidían en la necesidad de reglamentarlos, organizarlos y preservarlos;

mejorar las condiciones en las que se encontraban. En las décadas de los

sesentas y setentas surgieron –principalmente en el ámbito federal– comités,

direcciones, comisiones y coordinaciones encaminadas tanto al estudio de la

administración como al manejo de los Archivos con el propósito de identificar

5 Ibid.

6Actualmente esta Institución se encuentra en proceso de reconfiguración, y ahora dependerá del Instituto

Politécnico Nacional (IPN) 7Flores Padilla, Georgina (et. al.), (2014), “La administración de los archivos: una propuesta de

profesionalización”, Legajos, núm. 2, abril-junio, México: AGN, pp. 67-90. 8Véase: Archivo Histórico de la Universidad Michoacana (en adelante AHUM), Fondo: Consejo Universitario,

Sección: Secretaría, Serie: Actas, Libro 55, Acta del 29 de noviembre de 1957 / Fondo: Secretaría

Administrativa, Sección: Personal Universitario, Serie: Docentes y Administrativos, caja: 133, exp. 2427 /

Fondo: UMSNH, Sección: Educación Profesional, Serie: Escuela de Comercio, Subserie: Generalidades, caja:

265, exp. 3 (15531) / Fondo: Consejo Universitario, Sección: Secretaría, Serie: Actas, Libro 74, Acta del 30 de

enero de 1960.

Yaminel Bernal Astorga| 24

estrategias que ayudaran a resolver el problema; sin embargo, los avances

tangibles fueron pocos.9Los Archivos –en su mayoría– continuarían en el

imaginario de la burocracia como bodegas y lugares de castigo, fuera de todo

interés; siendo destruidos por la indiferencia, el tiempo, la deficiente

infraestructura, o bien porque estorbaban ante la falta de espacios para nuevas

oficinas. En los casos afortunados, fueron los historiadores conscientes, quienes

se desenvolvieron como principales aliados para dirigirlos y conservar su

acervo.10

Un factor por considerar –y que seguramente influyó para que no se

concretarán las carreras de archivística– es que, después de todo, en la

administración pública no se consideraba importante que un profesional se

encargara de la “bodega” de los papeles viejos. Confluían, pues, diferentes

escenas: Archivos encabezados por personas que no les interesaba laborar en

ellos, o bien trabajadores que tenían toda la actitud y la disposición, pero

carecían de los conocimientos, estos últimos se convirtieron en los primeros

archivistas del país, al menos empíricamente. Hoy, en México, son pocos los

Archivos dirigidos por profesionales formados en la ciencia archivística.

Hasta este punto, y con todas sus vicisitudes, los Archivos todavía no eran para

todos; es decir, el ingreso a los acervos era por demás limitado. En realidad, la

consulta giraba en relación con la propia unidad productora, mientras que el

acceso para usuarios externos lo conformaban un número reducido de

investigadores, sobre todo, al tratarse de documentación histórica. En efecto, el

acceso a la información residía mayormente en un privilegio y no como tal en

un derecho. Para entonces, México, y sus ciudadanos, seguían envueltos en el

contexto político-social ocurrido hacía ya varias décadas frente a las acciones de

un Estado enérgico. Continuaban, pues, los tiempos de la llamada “Guerra

Sucia”; momentos enmarcados por desapariciones, secuestros,

encarcelamientos, tortura, persecuciones… esa supremacía del control ante la

resistencia.

Nuestro país llegó a la década de los ochentas con un claro sistema restrictivo, y

cargando con la muerte de muchos. Pero, también, el contexto internacional

9Muestra de ello fueron: la Comisión de Administración Pública (CAP), el Comité Técnico Consultivo de

Unidades de Correspondencia y Archivo (COTECUCA), la Coordinación General de Estudios Administrativos,

entre otras. Hasta este punto es necesario subrayar que muchas de estas instancias realizaban

diagnósticos, propuestas o lineamientos, pero no contaban con mayor sustento legal para lograr la

implementación de procesos; además, estaban pensados solamente para instancias federales. Un factor

crucial por atender es que hasta este momento los Archivos eran vinculados a procesos administrativos, en

tanto que las vinculaciones con la “información” aún estaba lejos de ser reconocida. 10

Además de los historiadores, estarían –aún hoy– los abogados y los administradores públicos como

alternativas para dirigir un Archivo.

Yaminel Bernal Astorga| 25

comenzó a sopesar cada vez más dando paso al Neoliberalismo y sus

demandas. No fueron casualidad varias de las estrategias del entonces

Presidente, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) implementadas con el

propósito de ser más abiertos y democráticos; durante el sexenio, Salinas,

presentó la propuesta del Programa Nacional de Información y Archivos

Públicos, si bien no se aplicó, al menos, se partía de una vinculación mucho más

tangible entre Archivos e información. Había que adaptarse a los nuevos

tiempos, aunque fuera tardíamente.

El nuevo milenio estuvo acompañado de cambios necesarios por parte del

Estado mexicano, uno de ellos fue la aprobación de la Ley de Acceso a la

Información y Transparencia en el año 2002. Para muchos se trató de un éxito y

con ello la puerta para un gobierno abierto, para otros fue resultado de una

tendencia internacional a la cual ya no era posible ser indiferente ni ajeno. Más

aún cuando en Francia, desde finales de los setentas del siglo XX, ya se definía

el acceso a la información como un derecho, así como la protección del

individuo sobre la información que se manejara de él; es decir, había que

conferirle el derecho pero también garantizarle su privacidad.11 Por su parte,

Estados Unidos hizo lo suyo desde 1966 con la Ley sobre la Libertad y Acceso a

la Información –Freedomof InformationAct–, que dejaba en claro la necesidad de

ser abiertos en los actos del gobierno, incluso precisaba límites de tiempo para

atender las solicitudes de información por parte de los ciudadanos. Suecia, para

entonces, ya contaba también con la Ley de 1976 sobre la Libertad de Expresión.

De esta manera, México se sumó a los países en los que garantizar el acceso a la

información se constituía como una obligación y responsabilidad por parte de

las instituciones del Estado hacia los ciudadanos. Una vez más se ponía a los

Archivos en la mirilla. Claro, con ello también se respondía al fenómeno que se

consolidaba en el mundo definido por Manuel Castells como “era de la

información”.12

Afortunadamente para los Archivos, esta Ley nuevamente trajo a la luz la

situación que los aquejaba desde el siglo pasado, así como ocurrió con la Ley

Protección de Datos Personales (2009), y la Ley Federal de Archivos (2012), pues

11“[…] la información debe estar al servicio de cada ciudadano. Su desarrollo debe realizarse dentro del

marco de cooperación internacional. No debe lesionar la identidad humana, el derecho del hombre, la vida

privada y las libertadas públicas o privadas”. Lions Monique, La Ley Francesa No. 78-17, del 6 de enero de

1978, Relativa a la Informática, los Ficheros y las Libertadas, en: www.archivos.juridicas.unam.mx pp. 433,

consultado el 23 de mayo de 2017 12

Castells, Manuel (2000). La era de la información: economía, sociedad y cultura,(Volumen I), España:

Alianza.

Yaminel Bernal Astorga| 26

en estas disposiciones se vislumbra la necesidad de un perfil profesional, capaz

de responder al contexto heredado y vigente de estos repositorios.13

Así, la archivística en México culminó el siglo XX con una sola institución

forjadora de profesionistas, yfue hasta los primeros años del siglo XXI que tal

moldura comienza a construir bases sólidas.14Hoy, en nuestro país, las

instituciones que se enfocan en archivistas son la ENBA, la Universidad

Autónoma de San Luis Potosí con la Licenciatura en Gestión Documental y

Archivística (2006),15 y desde el año 2015 en la Universidad Nacional Autónoma

de México a través de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad

Morelia,16 con la carrera en Administración de Archivos y Gestión Documental

(AAGD).17A dos años de su creación tiene el reto de:

Posicionarse al interior de la propia UNAM, especialmente, cuando en la

actualidad la Máxima Casa de Estudios del país oferta 121 licenciaturas.

1) Atender las expectativas de los alumnos no sólo hacia la carrera en sí

misma (construida desde una perspectiva multidisciplinaria), sino

también hacia una profesión que aún hoy presenta grandes desafíos

(derivado del desconocimiento sobre las necesidades de los Archivos)

2) Apostar por una archivística renovada, capaz de ser punto de

referencia para los Archivos con egresados que respondan a las

necesidades vigentes, y con perspectiva hacia el futuro.

13Para finales del 2016 tanto la Ley de Acceso a la Información y Transparencia como la Ley de Protección

de Datos Personales fueron modificadas. En este contexto, es necesario también mencionar los

“Lineamientos para la Organización y Conservación de Archivos” publicados en el Diario Oficial de la

Federación en el mes de mayo. 14

Para fines de este trabajo nos enfocamos en las Instituciones cuyos intereses están en la archivística de

forma total, pues se han desarrollado otros programas con vinculaciones en esta ciencia, pero derivada del

campo de estudio de la “información”, tal y como sucede en laUniversidad Autónoma del Estado de

México conla licenciatura en Ciencias de la Información Documental; Universidad Autónoma de Chihuahua

la carrera en Ciencias de la Información Documental; y en la Universidad Autónoma de Guadalajara,

también, con la licenciatura en Ciencias de la Información Documental. 15

En este caso la licenciatura deriva de la Facultad de Ciencias de la Información en conjunto con la

licenciatura en “Gestión de la Información”, enfocada a la bibliotecología. 16

Aprobada el 9 de diciembre del 2011, la Escuela Nacional de Estudios Superiores, unidad Morelia,

responde a un proyecto de la UNAM por atender las necesidades de la educación superior y de

investigación en el país. Hoy la población estudiantil rebasa los 1000 inscritos como resultado de la oferta

en posgrados y las 12 licenciaturas que oferta: Ciencias Ambientales, Ecología, Geociencias, Ciencias

Materiales Sustentables, Tecnologías para la Información en Ciencias, Estudios Sociales y Gestión Local,

Geohistoria, Historia del Arte, Literatura Intercultural, Arte y Diseño, Música y Tecnología de la Información;

y desde luego Administración de Archivos. Véase: www.enesmorelia.unam.mx 17

A inicios del año 2012 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley General de Archivos;

previamente, en el 2009, la Ley de Protección de Datos Personales (enfocado al manejo de datos

personales para las empresas privadas) se aprobaría y en el 2002 se conocería la Ley de Acceso a la

Información y Transparencia. Cabe mencionar que en noviembre del 2016 las dos últimas leyes fueron

modificadas, en tanto, desde el 2015 se viene trabajando en la “Ley General de Archivos”, que hasta el

momento no ha sido aprobada.

Yaminel Bernal Astorga| 27

Construyendo una profesión…

En diciembre de 2014 el máximo órgano universitario aprobó la creación de la

carrera 112: Administración de Archivos y Gestión Documental, dicho logro

tenía el trabajo previo de expertos en la materia, principalmente, del Instituto de

Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI), y por el Archivo

Histórico de la UNAM, adscrito al Instituto de Investigaciones sobre la

Educación y la Universidad (IISUE). Desde ese momento, iniciaron las arduas

actividades de divulgación sobre esta carrera, especialmente, para responder a

las preguntas: ¿y esto para qué es?, ¿para qué sirve?, ¿qué se hace en los

Archivos? Lo anterior, más allá de ilustrar situaciones recurrentes hacia estos

repositorios refleja el desconocimiento en la población superior –en este caso

los aspirantes de entre 17 a 19 años en promedio–, quienes claramente dejan

entrever un mayor interés por carreras tradicionales, como: medicina, derecho,

contaduría, arquitectura, ingeniería, programación, entre otras. Tal situación se

refleja durante el proceso de aspirantes al nivel superior en la UNAM, pues el

60% de las solicitudes se concentran solamente en 13 de las 121 carreras.

Claramente, los esfuerzos institucionales han ayudado al crecimiento de la

matrícula, pero una pieza más por considerar es toda esa efervescencia que se

está gestando desde el acceso a la información, derecho ciudadano que

demanda cada vez más archivos organizados, catalogados, que den cátedra de

un eficiente sistema de gestión documental. Desde este lente, los Archivos, en el

México del siglo XXI, irrumpen como los actores que deben ser garantes de la

memoria colectiva; de la transparencia por parte de las instituciones de Estado;

del ciudadano con el derecho a preguntar y a saber no sólo el presente sino

también el pasado que le fue heredado; de un marco legal y normativo acorde

con la realidad de la archivística de nuestro país –explicada desde lo público y lo

privado, así como en sus tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.

Para tratar de atender este contexto se diseñó un plan de estudios de cuatro

años (distribuido en ocho semestres). El programa tiene como eje vertebral

metodología y fundamentos archivísticos (Cuadro I); se enriquece desde lo

multidisciplinar con preceptos y herramientas de la Historia, el Derecho, la

Administración Pública y las Tecnologías de la Información. Presenta, también,

dos variantes:18

1. Posibilidad de Técnica: esta alternativa es viable, una vez, que el alumno

haya cursado los primeros cuatro semestres (35 asignaturas aprobadas).

18Consúltese: Escuela Nacional de Estudios Superiores, www.esnesmorelia.unam.mx

Yaminel Bernal Astorga| 28

Además, tiene máximo un año para realizar un trabajo académico que le

permita ostentar el nivel alcanzado.

2. Áreas de profundización: son dos alternativas que se presentan en el

último año, a partir de éstas se elabora el trabajo de titulación.

- Valoración documental, se refiere a los valores administrativos,

fiscales y jurídicos de los documentos, así como su valor en el

mercado.

- Archivos históricos, consiste en determinar el valor histórico de

documentos y archivos, así como su organización.

En tanto, el perfil de los egresados se entreteje en tres direcciones:

- Perspicacia de los procesos archivísticos y de gestión

documental, apoyados en las nuevas tecnologías.

- Capacidad para comprender el manejo administrativo de una

organización, incluyendo: diseño de proyectos, presupuestos,

manejo de personal y de usuarios.

- Bases para un perfil de docente, aunado a un alto conocimiento

sobre la importancia del contexto histórico y social.

Lo cierto es que el inicio de la licenciatura no fue nada fácil, ante la primera

convocatoria de 15 personas aceptadas sólo tres realizaron el proceso de

inscripción; en el siguiente año ocurriría una situación similar, de 16 aceptados

nuevamente tres serían los que ingresaran. Más allá de un desaliento ante los

primeros resultados, los esfuerzos se centraron en mejorar el proceso de

formación de los estudiantes, quienes tienen una instrucción personalizada;

realizar foros especializados a los que se pudieran integrar instituciones,

trabajadores, investigadores en la materia o las áreas afines tanto de la entidad

como de la región. Fue así, que se desarrollaron las primeras exposiciones;

coloquios, jornadas y talleres sobre archivos; incluso el primer “Seminario

Permanente de Archivística” en la entidad. Aunando, a ello se trabajó en la

vinculación con instituciones públicas y privadas,19 así como en la difusión de la

carrera, haciendo énfasis en la importancia y alcance de esta profesión.

Para la tercera generación se observarían resultados diferentes, pues los

estudiantes inscritos serían 11, una de las características que tendría es la

integración de personas con experiencia en Archivos; es decir, habían aprendido

19Se han tenido acercamientos y vislumbrados proyectos con: Archivo General de la Nación (AGN), Archivo

Histórico de la UNAM, Centros de Investigación de la misma universidad, Asociación Mexicana de Archivos

Privados, entre otras.

Yaminel Bernal Astorga| 29

empíricamente y ahora deseaban formalizarlo. De esta manera, la población

inscrita actualmente en la licenciatura es 16 estudiantes, de los cuales 11 son de

diferentes partes del estado de Michoacán (Morelia, Álvaro Obregón y Zamora),

mientras que el resto proviene de distintas partes de la República.

Cuadro 1. Plan de estudios

Primer semestre Segundo semestre Tercer semestre Cuarto semestre

1 Fundamentos de la

archivística

Identificación y

organización de

documentos

Identificación de

series y organización

de fondos y

colecciones

Sistemas y métodos

de descripción, y

recuperación de la

información

2 Tipología

documental

Cultura

organizacional y

comunicación

Preservación Correspondencia y

control de gestión

3 Teoría de las

organizaciones

Teorías de la

información

Conservación Sistemas

informáticos

4 Gestión documental Las instituciones en

el México

contemporáneo

Sistemas digitales Proceso

administrativo y

liderazgo

5 Instituciones en

México: de

Mesoamérica al

porfiriato

Legislación y archivos Historia y teoría de la

archivística en

México

Ética profesional y

deontología

6 Teoría del

conocimiento

Taller de Integración

básico II

Propiedad intelectual Curaduría de

contenidos

7 Taller de integración

básico I

México nación

multicultural

Taller de integración

básico III

Taller de integración

básico IV

Yaminel Bernal Astorga| 30

Quinto semestre Sexto semestre Séptimo semestre Octavo semestre

1 Servicios de

información

Identificación y

organización de

archivos históricos

Administración del

factor humano

Proyecto terminal II

2 Sistema de gestión

de documentos de

archivo

identificación y

valoración de

documentos

Proyecto terminal I Taller de

integración

profundización II

3 Administración de la

información

Preservación de

documentos digitales

de archivo

Taller de integración

profundización I

Optativas

4 Diplomática Administración de

recursos financieros

Optativas Obligatorias por

área de

profundización

5 Historia de la

escritura

Administración de

recursos materiales

Obligatorias por área

de profundización

---

6 Archivonometría Planeación estratégica --- ---

7 Taller de integración

básico V

Práctica docente --- ---

8 --- Capacitación de

personal

--- ---

9 --- Taller de integración

básico VI

--- ---

Nota: En todos los semestres se cursa el idioma inglés, y también deben

cumplir con ciertos créditos de optativas, así como cursar transversales (Nación

Multicultural, Pensamiento Crítico, Género y Ética)

En definitiva, lo que la UNAM está logrando al diseñar y construir esta

licenciatura es, construir también el futuro de los Archivos en el país y con ello

garantizar la historia de las instituciones. Amerita mencionar, que este esfuerzo

e interés ha llevado a la Universidad Nacional a trabajar con autoridades de la

ENES-Morelia el proyecto de creación de la carrera en línea de Administración

de Archivos y Gestión Documental, se espera a mediados del 2018. De esta

forma, el proceso de enseñanza y profesionalización de los archivistas se abre

no sólo para los interesados en nuestro país, sino también para Latinoamérica y

quienes lo deseen sin importar donde se encuentren.

Lo ya mencionado hasta el momento deja en claro el precepto de la Archivística

como ciencia y no sólo como una disciplina auxiliar de la historia, o bien de la

información, como se le quiere ver por muchos hoy en día. La encomienda es

preparar a las nuevas generaciones para que sean capaces de atender las graves

Yaminel Bernal Astorga| 31

secuelas que tienen hoy los Archivos derivado de todo lo que no se hizo por

décadas, pero también educar profesionales con las herramientas para afrontar

las dinámicas de comunicación y tecnología que transforman a la archivística de

nuestros días.

Consideraciones finales

1. Es necesario que la licenciatura en Administración de Archivos y Gestión

Documental mantenga un plan de estudios vigente, capaz de atender las

transformaciones y las necesidades en materia archivística. En esta tarea,

no debe perderse de vista las características que presentan los alumnos y

sus propias necesidades de formación.

2. El reto es trabajar en concientizar a las autoridades e instituciones para

actuar, generar estrategias reales y viables que salvaguarden la memoria

de los distintos organismos. Es crucial, lograr que la sociedad se apropie

de los Archivos, entender su importancia, particularmente, que en ellos se

necesita personal calificado y con vocación. Hoy, en nuestro país, y según

datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el año

2010 se contaba con casi 300 instituciones federales, en tanto que se

reconoce a 2,137 instituciones estatales y 37, 750 municipales;20 a estos

datos necesitamos considerar todavía los sectores privados y las

paraestatales, como organismos generadores de acervos, una memoria

que necesita preservarse. Lo anterior, es tan sólo una parte del

caleidoscopio que gira en torno a estos repositorios.

3. La formación de archivistas, sin duda, requiere del conocimiento teórico-

metodológico propio de esta ciencia, pero también requiere de un

aprendizaje en las nuevas tecnologías dado que son una realidad en

nuestro entorno, ello demanda una gran responsabilidad para su acceso,

manejo y resguardo; así como estrategias para su disponibilidad,

seguridad y preservación. Muchos de los Archivos de nuestros días reflejan

el gran avance tecnológico con el que hoy contamos, pero –

paralelamente– evidencian lo mucho que falta por hacer para garantizar la

continuidad de dicha memoria.

Claramente, el trabajo es conjunto. Por un lado, quienes nos desarrollamos

en los Archivos –como usuarios, archivólogos o estudiantes– tenemos el

compromiso de que estos recintos perduren para ser apropiados y

20Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en:

http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos...disticas/2012/apublica0.dohttp://www.inegi.org.mx/inegi/

c obtenidos...disticas/2012/apublica0.do

Yaminel Bernal Astorga| 32

cumplan con su función: reflejar los esquemas de pensamiento de la

sociedad en turno. Por otro lado, y como Universidad Nacional, tenemos el

compromiso de trabajar y actuar por la concientización de éstos y, que

mejor, hacerlo con quienes se están forjando en esta profesión.

Fuentes consultadas

Archivos

Archivo Histórico Municipal de Morelia, Fondo Independiente I.

Archivo Histórico de la Universidad Michoacana, Fondo Consejo Universitario /

Fondo: Secretaría Administrativa.

Bibliografía

Castells, Manuel (2000). La era de la información: economía, sociedad y cultura,

(Volumen I), España: Alianza.

Flores Padilla, Georgina (et. al.), (2014), “La administración de los archivos: una

propuesta de profesionalización”, Legajos, núm. 2, abril-junio, México: AGN, pp.

67-90.

Islas Pérez María Estela (2003), La archivística en México, México: Red Nacional

de Archivos de Instituciones de Educación Superior/ Archivo Histórico BUAP.

Vázquez, García Mónica (1995), “Proemio”, en: Actas de Cabildo de la ciudad de

Valladolid de Michoacán, año 1810, Michoacán: Ayuntamiento de Morelia.

Sitios web

Archivo General de la Nación, www.agn.gob.mx en: Prensa, “Día Nacional del

Archivista”, publicado el 27 de marzo de 2015.

Escuela Nacional de Estudios Superiores, www.esnesmorelia.unam.mx

Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en:

http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos...disticas/2012/apublica0.dohttp

Lions Monique, La Ley Francesa No. 78-17, del 6 de enero de 1978, Relativa a la

Informática, los Ficheros y las Libertadas, en: www.archivos.juridicas.unam.mx pp.

433.

Mercedes de Vega Armijo| 33

Asimetría: El signo de la formación archivística en América

Latina

Asymmetry: The sign of archival formation in Latin America

Mercedes de Vega Armijo1

[email protected]

Resumen

Los archivos latinoamericanos enfrentan hoy una creciente demanda de

información y conocimientos en un mundo cambiante y complejo. Ante este

escenario, es necesario elevar la calidad de la formación archivística en

Latinoamérica, y convertirla en una profesión comprometida con el impulso a la

investigación y la generación de puentes de cooperación. Hasta ahora, el

pragmatismo predominante en el mercado laboral, ha relegado a la

Archivonomía a ser una profesión poco rentable, sin incentivos académicos y

con un pobre desarrollo. Este rezago consiste, principalmente, en el notable

déficit de programas de posgrado y de proyectos de investigación en los países

de la región. Para invertir esta asimetría, es prioritario revalorar, mediante una

eficaz estrategia de comunicación y profesionalización, el papel de los

archivistas en nuestras sociedades como gestores de la información, llamados a

ser artífices de la construcción de la democracia.

Palabras clave

Archivos, archivonomía, archivística, educación, profesionalización, información,

investigación y cooperación.

Abstract

Latin American archives nowadays face a growing demand for information and

knowledge in a changing and complex world. Given this scenario, it is necessary

to raise the quality of archival formation in Latin America, and turn it into a

profession committed to promoting research and generating cooperation

bridges. Up to this moment, the predominant pragmatism in the labor market

has relegated the Archivology to be an unprofitable profession, without

academic incentives and with a poor development. This lag consists mainly, in

1Directora General del Archivo General de la Nación de México Presidenta de la Asociación

Latinoamericana de Archivos (ALA)

Mercedes de Vega Armijo| 34

the notable deficit of postgraduate programs and research projects in the

countries of the region. To reverse this asymmetry it is a fundamental to

reevaluate, through an effective communication and professionalization

strategy, the role of archivists in our societies as records management, called to

be architects of the construction of democracy.

Key words

Arquives, archivonomy, archivology, education, professionalization, information,

research and cooperation.

No es exagerado afirmar que un fantasma recorre, despreocupado, los archivos

de América Latina: la asimetría, o falta de correspondencia en forma, tamaño y

posición de las partes que constituyen el complicado ámbito del archivismo en

nuestro subcontinente.

Esta notable discordancia en materia archivística se traduce, hasta el día de hoy,

en una oferta raquítica de información ante una creciente demanda de servicios;

en escasa investigación ante realidades cada día más complejas, y en la

imprecisa o poca atractiva imagen que proyectan los archivos.

Por último, esta asimetría se traduce en la deficiente difusión y distribución de

publicaciones, artículos y tesis, todo lo cual plantea la necesidad de dinamizar la

archivonomía y de proporcionar una formación más amplia y moderna a sus

profesionales, amén de la imperiosa reorganización, homologación y puesta al

día de los archivos, a todos los niveles y en todos los países, a partir de un

cabildeo permanente con organismos e instancias de gobierno.

Si el noble ejercicio de educar ha de orientarse a que el alumno sepa ejercer,

con mayor conciencia, aptitudes, derechos y obligaciones individuales y

colectivas, es esencial que tal ejercicio contribuya a que el estudiante aprenda a

creer en sí mismo, en su comunidad, en los elementos identitarios que la

sostienen y en el destino común a construir, cada día, con la participación de

todos.

Esto, que podría sonar utópico o incluso fantástico, es la fórmula casi secreta

que los países más avanzados del orbe aplican hace tiempo, mientras el resto,

aturdidos y dependientes, sólo atinan a quejarse de las notables diferencias.

Ahora, la tarea pedagógica se complica cuando la educación formal, consciente

y sistemática a cargo de las instituciones, se ve entorpecida, si no es que

Mercedes de Vega Armijo| 35

saboteada, por una educación informal y mediática a merced de ratings y de

mercados, informalidad en apariencia espontánea, pero en el fondo

manipuladora, que interrumpe o aleja un urgente desarrollo social siempre

postergado.

El compromiso con la verdad, descubrirla, asimilarla y llevarla a la práctica, no

parece ser ya el ideal de las instituciones de educación superior y menos del

ejercicio profesional sustentado en la vocación, que tendría que apoyarse en

una responsable e imaginativa formación, y ésta, sustentarse en motivaciones

más elevadas que los ascensos.

Insisto en el aparentemente obsoleto concepto de vocación, esa llamada

interior al estudio y ejercicio de una profesión, condicionada, aunque no

determinada, por el entorno familiar y social, lo que mueve a legiones de

estudiantes a escoger profesiones más rentables.

Para colmo, con demasiada frecuencia profesionales de diversos ramos suelen

dar un pobre testimonio vocacional a partir de un mediocre desempeño

profesional, de ahí la tendencia en los jóvenes a inclinarse por carreras ya

saturadas, pero supuestamente más lucrativas. Pareciera entonces que a

nuestros pueblos la educación les sigue sirviendo apenas para sobrellevar las

injusticias y habituarse a las desigualdades.

Históricamente no acabamos de considerar a la educación como una prioridad

para el desarrollo, y ni ciudadanía ni gobiernos reconocemos la formación de

calidad como la mejor herramienta para acelerar y hacer sostenible ese

invocado mejoramiento colectivo.

Sin el compromiso suficiente con la educación ni nuevos esquemas para exigirla

y fomentarla, sólo se mantiene el endémico círculo vicioso: bajo nivel educativo

- escaso conocimiento - deficiente democracia - lento desarrollo. A esto

añádanse vicios e inercias en torno a la educación superior, actitudes, prejuicios,

nula o escasa promoción y la falta de propuestas atractivas de carreras menos

convencionales, entre éstas la archivonomía.

El panorama educativo y profesional de la archivística latinoamericana es similar

a otros panoramas del continente, en los que la demanda real de profesionistas,

más que la del mercado, es inversamente proporcional a la organización,

infraestructura y aprovechamiento de esas profesiones por parte de las

instituciones públicas y privadas.

Mercedes de Vega Armijo| 36

De un total de 20 países de la región, cerca de la mitad no cuenta con ninguna

licenciatura, carrera o posgrado enfocado directamente a la disciplina

archivística. De los 11 países con programas en archivística, siete tienen una

oferta que se reduce a un solo programa para cubrir toda la demanda a nivel

nacional. Al considerar el número de programas de archivística existentes en

toda Latinoamérica, observamos que aquellos enfocados a la bibliotecología y

las ciencias de la información más numerosos.

El caso de Brasil, el país de la zona con mayor número de programas en

archivología, confirma la misma tendencia, ya que las carreras en

biblioteconomía son más de 30. En esta nación, no obstante que la apertura, a

partir de los años 90, de los archivos de la dictadura incrementó el número de

cursos en archivología, los estudios bibliotecológicos continúan siendo

dominantes, lo que se refleja en dos concepciones opuestas, que ya deberían

ser complementarias, con respecto al uso de la información: una de tipo

tecnológico y computacional, y otra de corte sociológico.

Ahora bien, en Brasil existe solamente un programa de posgrado en gestión de

documentos y archivos, en la Universidad Estatal de Río de Janeiro, mientras

que la Asociación Nacional de Investigación y pos-graduación en Ciencias de la

Información, congrega 16 programas de posgrado en el país.

El caso brasileño no es la excepción, ya que en toda “La Patria Grande”, como

llamara Martí a nuestro continente, existen apenas tres programas de posgrado

relacionados directamente con la archivística. Además del ya mencionado, en

Colombia la Universidad de La Salle ofrece una maestría en gestión documental

y administración de archivos, y en México la Escuela Nacional de Restauración,

Conservación y Museografía abrió hace dos años la maestría en conservación de

acervos documentales.

Como podemos ver, en el caso latinoamericano es notable el déficit de

programas de archivística por país y en toda la región, no obstante, los

requerimientos reales de la especialidad. La investigación, que generalmente se

realiza a nivel posgrado, también ha sido descuidada, dependiendo de los

resultados obtenidos en otros países y de la producción importada,

principalmente del mundo ibérico y anglosajón.

Estos datos revelan la ausencia de una oferta educativa adecuada para cubrir,

hay que subrayarlo, amén de las demandas del mercado profesional, la

necesidad de profesionistas en archivonomía.

Mercedes de Vega Armijo| 37

Con todo, persiste la demanda de archivistas por dos razones fundamentales:

una, el incremento en la producción de documentos e información debido la

multiplicación de trámites administrativos y a la expansión de organizaciones

públicas y privadas. Y otra, el derecho de la ciudadanía a tener acceso a una

información oportuna y sustentada.

En el caso de México, de los 2,445 municipios del país sólo el 41% se encuentra

en el registro nacional de archivos. Adicionalmente, apenas uno de cada cinco

responsables de archivos cuenta con estudios válidos en archivística, por lo que,

antes que la demanda, subsiste la necesidad de profesionales que sistematicen,

resguarden y promuevan los materiales de archivos, incluso aquellos en vías de

estructuración. Tradicionalmente, en México la archivística se ha caracterizado

por atender dos aspectos: uno, la administración de archivos, y otro, la gestión

documental, y la atención al ciclo de vida de los documentos.

El auge de las tics o tecnologías de información y comunicación, implicó a una

primera expansión del campo profesional de la administración de archivos y la

gestión documental. Desde entonces la archivística empezó a ocuparse del

tratamiento de los documentos digitales, la modernización de los archivos y el

acceso a la información por parte de un público más amplio y heterogéneo a

través del internet y sus particulares enfoques.

Ahora, no obstante, los avances tecnológicos y el manejo diversificado de la

información, son escasas las políticas de educación superior enfocadas al aún

poco explorado campo de la archivística. En los centros de estudio la mayoría

de los profesores carecen de posgrado, son escasas las líneas y proyectos de

investigación, no hay oferta suficiente de estudios de posgrado y es notoria la

ausencia de grupos de investigadores, para no reiterar la falta de apoyos y

financiamientos del extranjero, de la región y de cada país.

En México, como en el resto de Latinoamérica, la normatividad federal y estatal

de archivos y acceso a la información reclama mayor cantidad de gente

preparada. Por esta razón es preciso promover también proyectos de

investigación que no sólo resuelvan problemas concretos, sino que apunten a

formular políticas públicas de largo aliento.

Además de incrementar líneas de investigación, otro reto importante en la

formación de archivistas es buscar el reconocimiento de la profesión entre

quienes dirigen instituciones y organizaciones, en gremios, asociaciones, medios

de comunicación y en la ciudadanía en general.

Mercedes de Vega Armijo| 38

De ahí que las políticas de profesionalización del archivismo deban recurrir a

una eficaz estrategia de difusión y promoción de los importantes servicios que

la disciplina archivística ofrece, a la vez que hacer énfasis en las herramientas

que brinda en defensa de los derechos humanos, tan invocados como

descuidados, y en los procesos de toma de decisiones, tanto en el sector

público como en el privado.

El archivista hoy, ha de estar preparado y convencido de colaborar en el diseño

de estrategias administrativas y sistemas institucionales de archivos, pero

también para atender a las necesidades del derecho a la información de la

ciudadanía, y a la obligación de rendir cuentas por parte de los funcionarios

públicos y demás sujetos obligados.

Todo servicio con calidad demanda un cierto desapego responsable que no

confunde servicio con servidumbre, a la vez que logra ponerse, razonablemente,

en los zapatos de los demás, de vincularse con los problemas de “los otros”,

entre comillas, y contribuir profesionalmente a su solución, convencidos de la

necesidad de proporcionar a la sociedad apoyos reales, en una economía cada

vez menos realista y más deshumanizada.

Esta deseada profesionalización archivística, ¿Ha considerado una difusión más

persuasiva entre la comunidad estudiantil de las características, virtudes y

posibilidades de la especialidad? ¿Se piensa manejar una imagen novedosa y

motivadora de otra carrera no por añeja menos exótica en medio del auge

tecnológico?

¿Qué anima o desanima a los jóvenes a abrazar la carrera de archivonomía?

¿Saben por qué y para qué la estudian? ¿Qué información poseen al inscribirse?

¿Se conocen porcentajes de deserción y sus causas o las cifras de vocaciones

frustradas y de egresados decepcionados? ¿O las de nuevos profesionistas

motivados, comprometidos y con espíritu de servicio?

Otros cuestionamientos para un análisis ponderado que no estorbe la acción

expedita: sigue sin desarrollarse en la archivística de nuestro continente una

epistemología, entendida no sólo como el conocimiento de aquélla, sino sobre

todo como un estudio crítico de sus principios, hipótesis y resultados, con el

propósito de determinar su sustento lógico, su valor intrínseco y su contenido

objetivo.

Talón de Aquiles de la profesionalización archivística es precisamente la falta de

diseño e implementación de políticas de comunicación y difusión, internas y

Mercedes de Vega Armijo| 39

externas; de un manejo imaginativo de imagen que despoje, de una vez por

todas, a la archivística moderna de la falsa idea de que es sinónimo de archivo

muerto, depósito sombrío de documentos inútiles o viejos, arrinconados donde

menos estorben.

Otro reto permanente de la archivística sigue siendo conciliar tradición y

modernidad, esa falsa disyuntiva que tanto estorba al desarrollo de toda

disciplina, por lo que una visión moderna del archivismo demanda, junto a la

preservación de la memoria, incidir en la actividad, procesos archivísticos y

gestión documental a partir del convencimiento de los múltiples beneficios que

acarrea la sana costumbre de tener en orden los papeles, precisamente para

evitar perderlos.

Son incontables los desafíos a encarar. Por ejemplo, los profesionales exponer,

teorizar, intervenir, investigar y escribir más. Sólo así, esta poco valorada

profesión tendrá mayor visibilidad. Adicionalmente, el personal de archivo debe

convencerse de su verdadera importancia, incorporándose mejor al contexto de

la moderna gobernanza, la transparencia, la rendición de cuentas y el combate a

la corrupción.

Otro obstáculo a superar en la reformulación profesional de los archivistas es la

brecha existente entre investigación y administración: por un lado, los

administradores de archivos se ven absorbidos por sus tareas y por el otro, la

investigación académica producida no alcanza a influir en el diseño de políticas

públicas. Ello vuelve perentorio pugnar por sistemas administrativos más

proactivos y menos burocráticos.

A partir de la década de los 80 del siglo XX el estado neoliberal empezó a

perder el control de la información, incluidos los archivos, periodo en el que

comienza también una indiscriminada apertura económica mientras las

empresas privadas, nacionales y extranjeras, adquieren mejor posicionamiento,

más poder e influencia y mayores utilidades.

La información que resguardan los archivos es esencial para constituir y

consolidar una ciudadanía enterada, para que individuos y grupos defiendan su

derecho a la particularidad, su pertenencia a añejas expresiones identitarias y a

su vinculación con un pasado que contribuya a encarar mejor el futuro, desde

una óptica propia.

Los archivistas tendrán que asumirse como gestores que preserven, ofrezcan y

difundan información de muy variada índole, como eslabón que ayude a

Mercedes de Vega Armijo| 40

intercomunicar a las empresas privadas, las instituciones públicas y los

ciudadanos, con el propósito de coadyuvar al desarrollo sostenible y a

dinamizar sociedades más participativas.

Asimismo, a estos puentes de archivos entre los sectores público y privado,

instituciones financieras y de investigación, debe sumarse una cooperación más

puntual y menos condicionada entre organismos y asociaciones nacionales e

internacionales.

Hay que insistir: no habrá compromisos que se traduzcan en resultados si se

carece de una amplia y actualizada red de archivistas; si no tomamos ejemplo

de países con sistemas de archivos regionalizados; si a los apoyos financieros,

mayoritariamente de España, anteponemos intereses particulares, de fuera y de

dentro; si ese imprescindible soporte financiero no proviene, en paralelo, de

organismos y gobiernos de América Latina, y si no logramos implementar otros

modelos de operación y cooperación archivística.

Para concluir, como miembros de la Asociación Latinoamericana de Archivos,

ALA, debemos congratularnos por la celebración de la Conferencia ALA-ICA

“Archivos, ciudadanía e interculturalismo”, del 27 al 29 de noviembre en la

ciudad de México, evento a cargo de la ALA, del Consejo Internacional de

Archivos, y del Archivo General de la Nación de México, que reunirá a expertos,

conferenciantes y panelistas de reconocido prestigio nacional e internacional.

Allá los esperamos para participar en esta invaluable oportunidad de reflexionar

en voz alta e intercambiar experiencias, circunstancias y puntos de vista.

Estimados participantes: si honestamente queremos que de nuestros archivos

desaparezca el nocivo fantasma de la asimetría, tendremos que hacer a un lado

el añejo capricho del pensamiento mágico, o de suponer que lo que

mencionamos, por el hecho de hacerlo, habrá de convertirse en realidad.

Hablar, pensar y apenas actuar, no arroja resultados satisfactorios. Un mundo de

posibilidades archivísticas sigue a la espera de que, unidos, pensemos y sobre

todo actuemos con optimista y desafiante madurez.

Yolli García Álvarez| 42

La capacitación archivística ante los archivos desorganizados. El

largo y sinuoso camino hacia la transparencia y la rendición de

cuentas

Yolli García Álvarez1

[email protected]

Resumen

El presente artículo tiene como finalidad plasmar la importancia y relevancia de

los archivos públicos actualmente en nuestro país; esto, procedente del derecho

a la información, el cual es un derecho constitucional. Los archivos conservan y

documentan todo hecho administrativo, por ello son la base de la transparencia

y la rendición de cuentas.

Palabras clave:

Archivos, transparencia, capacitación

Abstract

The purpose of this article is to capture the importance and relevance of the

public archives currently in our country; this, coming from the right to

information, which is a constitutional right. The archives preserve and document

all administrative facts, which is why they are the basis of transparency and

accountability.

Keywords:

Files, transparency, training

Los archivos administrativos son fuentes de información de primera mano y

representan la memoria histórica de toda institución. Pero desde su existencia

en México, estos han padecido desde su origen de malos manejos y resguardos.

“Se tiene noticia de que, desde el siglo XVI, ya existían Archivos, los

llamados amoxcallis (casas de los códices) en territorio azteca, sin embargo,

1Comisionada presidenta del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información y Protección de Datos

Personales

Yolli García Álvarez| 43

catástrofes naturales en su mayoría, sin soslayar la mano del hombre,

provocarían su desaparición” (Merizanda M.C. Ramírez Aceves, 2011).

Las actividades administrativas, políticas y económicas requerían registrarse,

para lo que se utilizaban diversos materiales que iban desde pieles hasta

diversas fibras como el amate. Empero, diversos factores ponían en peligro el

resguardo de los registros y, aunque se tuviera alguna metodología, ciertos

aspectos eran difícilmente controlables como la temperatura, la humedad o,

bien, los desastres naturales.

“Desde entonces y hasta antes de la consumación de la Independencia en

nuestro país ya se manifestaba una necesidad acuciosa por construir un sitio

adecuado para el resguardo de los documentos, fue así como en la última

década del siglo XVIII se proyectó la creación del Archivo General de la Nueva

España –hoy Archivo General de la Nación (AGN)–, aunque no fue sino hasta

después de este acontecimiento bélico que la idea se materializó” (Merizanda

M.C. Ramírez Aceves, 2011).

Esa necesidad de registrar y resguardar reconfiguró la mentalidad hacia los

archivos, así como los espacios y mecanismos encaminados a realizar dicha

labor de manera correcta. Actualmente, se tiene la posibilidad de consultar

documentos tan antiguos como los que dan cuenta del descubrimiento de

América (S. XIV) o la conquista de México (S. XV). Esta posibilidad ha ayudado a

comprender algunos de los eventos más importantes de nuestra nación.

Es innegable que las leyes de transparencia y acceso a la información, emitidas

en los últimos años en México, han reconocido la importancia de los archivos

para impulsar una nueva cultura de gobernabilidad democrática basada en el

derecho a saber. Desafortunadamente no se ha tenido el resultado esperado,

debido en gran parte a que los archivos gubernamentales en México se

encuentran en condiciones precarias y sin las medidas requeridas para

salvaguardarlos.

Lo anteriores resultado de la pasividad y la poca importancia hacia los archivos,

los cuales suelen ser vistos, en el peor de los casos, como fuente de ganancia al

poderlos vender a empresas recicladoras; así como también dela falta de

espacios y de presupuesto que incide de manera negativa en su orden y

resguardo. Esta situación no solo repercute en el desarrollo de las labores

administrativas sino también en la acción de transparentar las actividades de los

sujetos obligados.

Yolli García Álvarez| 44

Los malos hábitos archivísticos como origen de la desorganización

A lo largo de la existencia de los archivos en la administración pública, en la

mayoría de los casos se manejan de manera inapropiada, es decir, sin los

procesos archivísticos adecuados, dejando vulnerable la información y en

algunas ocasiones causando una pérdida parcial e incluso total. Los servidores

públicos poseen malos hábitos en la organización y custodia de la información,

como la apatía y desprecio hacia los archivos, lo que provoca la falta de

cumplimiento en la materia por parte de los sujetos obligados. Esto ha

ocasionado una saturación excesiva e innecesaria de documentos, por archivar –

por ejemplo– copias de una copia, cuando una copia simple no tiene valores

archivísticos y, por lo tanto, no deberá conservarse; con excepción de que se

trate de una copia certificada.

La inapropiada identificación de los documentos es sin duda la principal causa

de la acumulación, la pérdida de información o extravío. Dos tipos de

documentos que ocasionan saturación en los archivos son los denominados

Documentos de Comprobación Administrativa Inmediata más conocidos como

minutarios. Estos, como su nombre lo indica, son documentos que informan

sobre actividades o acciones internas pero que no derivan en un asunto y por lo

tanto no forman parte de un expediente. Por lo general, se requieren resguardar

por cierto tiempo (recomendándose un par de años), pero es muy común que

como medida de protección muchos servidores públicos acumulen estos

documentos e incluso soliciten sean transferidos a los archivos de

concentración. Es así que inicia el proceso de acumulación innecesaria, lo que

satura los pocos espacios establecidos para resguardar los documentos que sí

requieren el procedimiento.

Los documentos de apoyo informativo son aquellos que sirven únicamente de

apoyo para las actividades de los servidores públicos. Suelen ser en la mayoría

de los casos simples copias de alguna ley, lineamientos, gacetas, borradores,

etcétera. Estos, más aún que los minutarios, suelen requerir ser eliminados tan

pronto dejan de ser requeridos.

Estos hábitos se van transmitiendo de generación en generación creando un

círculo vicioso en las áreas administrativas, y es así como se desarrolla el

erróneo concepto de los archivos como simples “bodegas” donde se concentran

documentos, cajas, computadoras viejas, mesas y sillas descompuestas, fauna

nociva (ratones, palomas, polillas, cucarachas), así como personal incómodo o

castigado quienes por apatía o desconocimiento siguen manteniendo el

Yolli García Álvarez| 45

desorden en el lugar donde se supondría debería reinar el orden y la limpieza

en pro de las actividades administrativas, la transparencia y la rendición de

cuentas.

Según Deleón (2007), los archivos se encuentran en una situación marginal en

varios sentidos: de la administración pública, que lejos de concebirlos como su

sistema de información natural, los sitúa como bodegas de papeles inservibles;

de las políticas culturales, con las que se les relaciona comúnmente en tanto

“habitaciones de la memoria”.

Se podría decir que esta situación es generalizada, pero sería arbitrario sostener

dicho argumento, ya que existen casos excepcionales donde se fomenta la

aplicación de los correctos procesos archivísticos y la utilización de recursos

materiales para el efectivo resguardo del soporte documental.

Aun cuando existe mucho por hacer y los resultados son escuetos, se perciben

los efectos que va teniendo en cierta medida la expedición y aplicación de

normatividad en materia de archivos. El trabajo debe continuar.

Imagen 1. Archivo desorganizado. Fuente: propia.

La capacitación archivística, precursora de archivos organizados

Un archivo no es una bodega ni es un área de castigo. Un archivo debe estar

integrado únicamente con información sustantiva y generada por la institución,

el cual deberá tener una organización y clasificación eficiente, así como todo lo

necesario para salvaguardar la documentación.

Yolli García Álvarez| 46

“Archivo: El conjunto orgánico de documentos en cualquier soporte, que son

producidos o recibidos por los sujetos obligados o los particulares en el ejercicio de

sus atribuciones o en el desarrollo de sus actividades”. 2

La capacitación es una herramienta que contribuye a un proceso de aprendizaje

que fomentará la adquisición de nuevos y determinados conocimientos y así

erradicará los malos hábitos que existen dentro de las dependencias

gubernamentales o sujetos obligados. Es así que la capacitación en materia de

archivos se ha convertido en una necesidad apremiante donde deben

intervenirlos órganos garantes en materia de transparencia, así como los

archivos generales de cada entidad.

Al capacitar al personal administrativo se les dotará de las herramientas tanto

generales como específicas, necesarias para poder cumplir con las obligaciones

en la materia y que deberán tener el efecto deseado para el cuidado de los

archivos.

La finalidad de estas capacitaciones no solo es compartir el conocimiento a los

sujetos obligados sino también sensibilizarlos de la importancia del valor de los

documentos que tienen en su poder, y de igual manera fomentar una cultura

archivística que les permita cumplir con las obligaciones correspondientes que

emanan de leyes nacionales y/o estatales.

Las capacitaciones para fomentar el cumplimiento deben ser presenciales,

principalmente; y aprovechando las ventajas que nos ofrece hoy en día la

tecnología. Por lo cual, considerando las necesidades y obligaciones

apremiantes que tienen los sujetos obligados, será idóneo implementar diversos

recursos multimedia en las capacitaciones de archivo, ofreciendo distintas

alternativas que permitan adquirir el conocimiento adecuado para el

cumplimiento eficaz de sus obligaciones en la materia. Sin embargo, es

necesario considerar que no será una tarea fácil, existen casos de algunos

órganos garantes que no cuentan con el personal capacitado que pueda instruir

a los sujetos obligados en el tema de archivos o, peor aún, ni siquiera existen

áreas de archivo dentro de su estructura orgánica.

Otra de las circunstancias que se presentan es que algunos estados por su

amplitud territorial contienen un gran número de sujetos obligados, lo cual

complica la cobertura de las capacitaciones. Tal es el caso del estado de

Veracruz que se caracteriza por ser uno de los más grandes del país; y es por

2Lineamientos para la Organización y Conservación de los Archivos. Diario Oficial de la Federación. Ciudad de

México, 2016.

Yolli García Álvarez| 47

eso que cuenta con un total de 399 sujetos obligados, los cuales se clasifican de

la siguiente manera:

Tipo de sujeto obligado Cantidad

Asociaciones políticas 11

Ayuntamientos 212

Fideicomisos 25

Entidades paraestatales 48

Entidades paramunicipales 17

Órganos autónomos 9

Partidos políticos 9

Poder Ejecutivo 17

Poder Legislativo 1

Poder Judicial 1

Sindicatos (sujetos obligados directos) 5

Sindicatos (sujetos obligados indirectos) 44

Total 399

Tabla 1. Tipos de sujetos obligados en Veracruz. Fuente: IVAI

A pesar de las situaciones mencionadas, en Veracruz las capacitaciones en

archivística se han venido realizando desde hace algunos años por parte del

Instituto Veracruzano de Acceso a la Información y Protección de Datos

Personales (IVAI), desde cursos básicos, talleres y foros en varios puntos del

estado.

Para poder realizar una capacitación efectiva se deben considerar las

necesidades y obligaciones que tienen los sujetos obligados. El autor Idalberto

Chiavenato propone un modelo de capacitación y la clasifica en etapas:

1. Identificar las necesidades de capacitación: En este primer paso se refiere

al diagnóstico previo para reconocer las necesidades y Chiavenato lo

determina en tres categorías: análisis organizacional, análisis de los recursos

humanos y análisis de operaciones y tareas.

2. Desarrollo de planes y programas de capacitación: En este paso se

implementarán los programas o temas a impartir derivados de las

necesidades identificadas en el primer paso.

3. Impartición o ejecución de la capacitación: Se refiere a la implementación

de los temas elegidos, la cual deberá efectuarse de acuerdo a lo que se

planeó.

4. Evaluación de los resultados: Esta última etapa tiene la finalidad de

comprobar si los resultados han sido favorables o no.

Yolli García Álvarez| 48

Por otro lado, al ser considerados los archivos como patrimonio histórico, es

necesario fomentar la cultura archivística desde las escuelas, incluyendo

materias o cursos con contenidos que transmitan no solo conocimientos

específicos sino también sensibilicen sobre la importancia de los archivos.

Los capacitadores y su formación. El punto de inflexión en los

trabajos archivísticos

En México hay registro de pocas instituciones educativas que ofrecen la carrera

de archivística o afín; en el estado de Veracruz no existen este tipo de

organismos, y por la relevancia y exigencia que se tiene en la actualidad es

preciso formar especialistas para ocupar estos cargos y así cumplir de manera

eficiente las obligaciones en materia de transparencia y archivos. Historiadores,

archivistas y especialistas dedicados a la materia de archivos han intentado

hacer su parte para poder contribuir al rescate de la información, sin embargo,

no ha sido suficiente para poder erradicar el problema que aqueja a los

archivos.

La existencia de pocas escuelas formadoras tiene como resultado un escaso

número de archivistas, lo que repercute en la transmisión de los conocimientos

necesarios hacia los servidores públicos y se refleja en las condiciones en que

mantienen sus archivos. Asimismo, hay que destacar que en muchos casos

quienes se capacitan simple y llanamente no les interesa en lo más mínimo

aprender, lo que aumenta las posibilidades de obtener los resultados contrarios

a los esperados.

Existe sin duda, ante todo lo planteado anteriormente, la necesidad de

continuar con los trabajos que en materia de capacitación se han realizado.

Pero, además, sumar esfuerzos entre órganos garantes y todos los sujetos

obligados a fin de que se tomen las medidas necesarias para que dichas

capacitaciones verdaderamente surtan efecto a corto y mediano plazo y que

sean palpables los resultados.

Esto, tomando en cuenta que, ante la pronta promulgación de la Ley General de

Archivos, serán aún más los trabajos a implementarse, y en caso de no atender

los rezagos existentes, sin duda será más difícil acabar de una vez por todas con

los malos hábitos que han hecho de los archivos el rincón olvidado de la

transparencia.

Liliana González / Sandra Méndez| 49

Práctica Profesional: un enfoque que vincula el saber con el

saber hacer en la Licenciatura en Archivología de la Facultad de

Ciencias de la Gestión de la Universidad Autónoma de Entre Río

s(UADER)

Liliana González1

[email protected]

Sandra Méndez 1

[email protected]

Resumen

En la carrera Licenciatura en Archivología de la Facultad Ciencias de la Gestión

de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), contamos con tres niveles

de Práctica Profesional que se articulan desde el primer año en forma horizontal

y vertical logrando un avance gradual en la integración del método archivístico.

Estas instancias organizadas en forma progresiva, coordinada, y dinámica,

constituyen una ventaja competitiva a la hora del desempeño efectivo de la

profesión. Además, esto permite al futuro profesional del archivo dar respuestas

satisfactorias a las necesidades de las distintas instituciones que lo convocan.

Las prácticas Profesionales en nuestra carrera constituyen el puente que conecta

el mundo formativo con el mundo laboral.

Palabras Claves

Práctica Profesional Archivística; Formación Académica Archivística.

Abstract

The bachelor of Archives in the Facultad de Ciencias de la Gestión at the

Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), we have three levels of

professional practices that are articulated from the first year horizontally and

vertically. These levels achieve a gradual advance in the integration of the

archival methods. The instances, organized in a progressive coordinated

dynamic and realistic way, constitute a competitive advantage at the moment of

the effective profession performance. Besides this allows the future archive

professional to give satisfactory answers to the needs of different institutions

1Docentes del espacio curricular Práctica Profesional y Pasantía de la Licenciatura en Archivología de FCG-

UADER

Liliana González / Sandra Méndez| 50

that call it. Professional practices in our career constitute a bridge that connects

the training world with the working world in our career.

Keywords

Professional Archival Practice; Academic Archival Training.

Introducción

La Universidad transita una etapa de cambios importantes, en función del

compromiso que como Institución tiene frente a las necesidades de la sociedad.

Una de las transformaciones que debe llevar adelante es la adaptación de los

perfiles profesionales a un nuevo paradigma que demanda de los futuros

egresados soluciones efectivas a problemas y demandas concretas.

Los profesionales de hoy son mucho más que simples ejecutores de técnicas, ya

que se constituyen como agentes de cambio social. Poseen cualidades de alto

significado humano y participan en los distintos escenarios del campo

profesional en forma activa y comprometida. (Ariza Ordóñez y Ocampo Villegas:

2005; González y del Valle López: 2008; González González y Ramírez Ramírez:

2011).

En la actualidad la educación superior debe sumar a los saberes específicos

característicos de cada profesión, nuevas y complejas competencias, como

trabajo en equipo, flexibilidad, creatividad, compromiso, autonomía, entre otras.

Esto implica convertir la formación profesional en un proceso integral, de

calidad, flexible y permanente. Esto permite a los futuros profesionales

adaptarse rápidamente a entornos variables e imprevisibles (Coria: 2006; Serón:

1999; Díaz Barriga: 2005; Villanueva: 2015).

En este sentido los docentes juegan un papel fundamental. Les compete

favorecer la construcción del saber y la modificación y adaptación de los perfiles

con exigencias que trascienden la de un mero transmisor de conocimientos.

Relacionar las instancias de aprendizaje académico, con el aprendizaje derivado

de las experiencias en situaciones concretas de trabajo, es el reto (Beraza: 2002;

Rubio, Prats, y Gómez: 2013; Mungara y Lagarda: 2001; Corbalán,

Guerci,Limiñana,Pérez,Donolo, Chrobak y López: 2008; Ariza Ordóñez y

Ocampo Villegas 2005).

Conscientes de este desafío, los docentes de la carrera Licenciatura en

Archivología, orientamos y articulamos el espacio curricular de Práctica

Profesional en tres niveles de aprendizaje progresivo.

Liliana González / Sandra Méndez| 51

En este trabajo conjunto, obtenemos gran parte de los conocimientos que

utilizamos para investigar e innovar en la formación universitaria en un ejercicio

de retroalimentación continua que modifica, actualiza y fortalece los perfiles

formativos.

La formación de profesionales competentes y comprometidos con el desarrollo

social constituye hoy día una misión esencial de la Educación Superior

contemporánea, UNESCO (1998 citado en Maura: 2002) es por ello que

consideramos oportuno antes de exponer nuestra experiencia, hacer propias las

palabras de Maura (2002) quien expresa que “cada día la sociedad demanda

con más fuerza la formación de profesionales capaces no sólo de resolver con

eficiencia los problemas de la práctica profesional sino también y

fundamentalmente de lograr un desempeño profesional ético y responsable”(p.

175).

El recorrido de la práctica profesional y pasantía en la Licenciatura en

Archivología de UADER.

El interés en escribir el presente artículo, se fundamenta en la intención de

socializar nuestra experiencia en los tres niveles del espacio curricular Práctica

Profesional, que en esta carrera se articulan desde el primer año en forma

horizontal y vertical procurando un avance gradual en la integración del método

archivístico. Ello permite al futuro egresado dar respuestas satisfactorias a las

necesidades de las distintas Instituciones que lo convocan.

Entendemos dicho espacio curricular en coincidencia con lo expresado por

Delgado (2012):

La práctica profesional está conformada por espacios de aprendizajes que

en su conjunto permite la adquisición y desarrollo de competencias

profesionales basadas en el saber hacer. Sin embargo, no puede

considerarse sólo como simple asignaturas (cursos o fases) en tiempos

finitos, sino que su administración debe desarrollarse a lo largo de toda la

carrera a través de módulos o proyectos formativos que permita su

verdadero alcance. Ello implica la sumersión de los estudiantes en el mundo

laboral - profesional, en atención a su especialidad respectiva, desde el

inicio de la formación (p. 102).

Los docentes del área técnica de la carrera Licenciatura en Archivología de la

Facultad de Ciencias de la Gestión de la Universidad Autónoma de Entre Ríos

(UADER), coincidimos en que los fundamentos teóricos de la Práctica

Profesional, evolucionan y se actualizan a partir del conocimiento de realidades

y los continuos cambios o transformaciones que en ella se generan. Esto origina

Liliana González / Sandra Méndez| 52

la necesidad constante de articular con creatividad los claustros académicos (el

saber),con los espacios posibles para la praxis (el saber hacer).

Desde nuestro punto de vista, una sólida formación teórica acompañada de

instancias de aplicación práctica, son elementos claves en el desarrollo del

capital humano y la empleabilidad de los futuros egresados. En consonancia

con esta postura, resulta altamente significativa la opinión de los estudiantes

que sienten que la formación universitaria les brinda contenidos

desactualizados con escasa orientación práctica, dificultando la inserción en el

mercado laboral (Alonso, Fernández Rodríguez, Nyssen: 2009).

Respondiendo a las necesidades, y expectativas detectadas en los futuros

profesionales, este espacio curricular intenta conectar el mundo formativo con

el mundo laboral, con la pretensión de lograr una formación profesional mucho

más completa.

Propósitos2

Garantizar una formación integral, en la que cada etapa implique un

grado de avance en la complejidad del conocimiento, el desarrollo de

habilidades y las posibilidades de aplicación práctica.

Favorecer la inserción laboral del futuro profesional.

Generar una ventaja competitiva a la hora de insertarse en el mercado

laboral.

Consolidar la vinculación de la Universidad con el entorno social,

productivo y cultural.

Articular las necesidades de formación con las necesidades del mundo

del trabajo.

Promover una formación de calidad que favorezca un desarrollo

profesional integral.

Promover la autonomía, creatividad, iniciativa y capacidad para tomar

decisiones.

Práctica Profesional I: la observación de diferentes realidades

archivísticas

La práctica profesional I, (PPI) está pensada como el punto de partida de un

trabajo de articulación que permite la aplicación paulatina de los conocimientos

adquiridos en el primer año de la carrera. Se pretende que el estudiante logre

2 Los objetivos se resumieron de los planes de cátedra de PP I, PPII y PPIII, del año 2016-2017.

Liliana González / Sandra Méndez| 53

una aproximación al mundo de los archivos. Es el comienzo de un proceso, que

se inicia en la observación y evaluación de cuestiones vinculadas al futuro

ejercicio profesional.

Se trabaja a partir de visitas in situa distintos archivos representativos de las

etapas del ciclo vital del documento. Los estudiantes cuentan con el apoyo de

una guía de observación de aspectos archivísticos relevantes, aportada por el

espacio curricular y se completa con la inserción de los estudiantes en una

institución archivística. Aquí podrán practicar los pasos previos a la aplicación

del método (identificación de tipos documentales, análisis de sus caracteres

externos e internos, cálculo de capacidades documentales, entre otros). Siempre

con la orientación y supervisión del docente.

Como trabajo final integrador se propone la presentación de un informe técnico

a partir de una realidad elegida, donde el estudiante puede poner en tensión o

en juego los aspectos técnicos aprendidos durante el primer año con la realidad

analizada.

Práctica Profesional II: desarrollo de diagnóstico archivístico

En Práctica Profesional II se desarrollan dos praxis. En primera instancia con los

conocimientos aportados por las asignaturas técnicas del primer año, además

de las que se dictan en paralelo al segundo año, los estudiantes realizan en un

archivo estatal, algunas de las actividades propias de la gestión documental,

tales como: identificar series, ordenar, elaborar instrumentos descriptivos,

aplicar las Normas ISAD (G) e ISAAR (CPF) y utilizar técnicas de conservación

preventiva.

En segunda instancia, y en consonancia con lo postulado por Carlino (2005)

creemos que leer y escribir debe ser una práctica habitual de todo estudiante

universitario. Es por ello que en el espacio curricular PP II a modo de ejercicio

reflexivo, se incluye la redacción de un informe.

Este escrito, es un diagnóstico archivístico y requiere de la investigación en

diferentes archivos del ámbito local. El objetivo es que los estudiantes puedan

caracterizar la mayor cantidad de repositorios, teniendo en cuenta la

infraestructura edilicia y los procesos archivísticos que se llevan a cabo.

Además, deberán elaborar instrumentos de recolección de datos, ampliando la

guía de observación otorgada en principio por PPI. Además, a través de la

elaboración de un cuestionario, deberán recabar datos referidos a la situación

de los archivos y a todas las actividades que en ellos se realizan. Primero de

manera general, luego, haciendo foco en un tema archivístico específico de su

Liliana González / Sandra Méndez| 54

interés, por ejemplo: medidas de seguridad, instrumentos descriptivos,

utilización de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en archivos,

entre otros. Mediante esta praxis observan, preguntan, critican, leen,

fundamentan y escriben.

Práctica Profesional III: formulación de un proyecto de trabajo

archivístico a partir del diagnóstico

En esta instancia el estudiante integra los conocimientos técnicos de los dos

primeros años sumados a los que adquiere en el tercero. De esta manera se

posibilita la aplicación del método en todas las etapas de su desarrollo.

El alumno avanzado de la carrera es capaz de resolver problemáticas

archivísticas complejas. Evalúa una o varias de las necesidades detectadas

durante la etapa de diagnóstico y las convierte en el ¿qué?, el ¿por qué? y el

¿para qué? de un pequeño proyecto de trabajo viable o posible. De esta manera

el ciclo tendrá su culminación en una cuarta instancia curricular denominada

Pasantía.

Pasantía inserción al ámbito laboral

La Ley Nacional N° 26 427 (2008), de Sistema de Pasantías Educativas, considera

las pasantías en su artículo n° 2 como:

“…conjunto de actividades formativas que realicen los estudiantes en

empresas y organismos públicos, o empresas privadas con personería

jurídica, sustantivamente relacionado con la propuesta curricular de los

estudios cursados en unidades educativas, que se reconoce como

experiencia de alto valor pedagógico, sin carácter obligatorio”3.

La pasantía educativa es entendida por parte de la Ordenanza de Rectorado de

UADER N° 027 /20104, como el “desarrollo de experiencias de capacitación

técnico profesional” y reglamentada mediante el Anexo de la Resolución de

Consejo Superior de la Facultad de Ciencias de la Gestión N°112/2015.

En este marco, la pasantía en la carrera Licenciatura en Archivología, se transita

como una extensión orgánica del ámbito educativo al del ámbito laboral. Se

fundamenta en lo importante que resulta para un egresado universitario,

completar su formación en un espacio de trabajo. Este logra insertarse como un

3

4

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/145000-149999/148599/

norma.htm http://digesto.uader.edu.ar/index.php/buscar/45

Liliana González / Sandra Méndez| 55

profesional más, bajo la supervisión de un docente asignado como guía,

además de un tutor institucional.

A diferencia de la práctica profesional, no cuenta con el acompañamiento diario,

ni la contención de sus pares y se enfrenta a un escenario variable e

imprevisible, donde debe tomar decisiones en forma autónoma.

El estudiante que ha desarrollado un itinerario formativo prácticamente en su

totalidad, cuenta con competencias genéricas y técnicas propias que le

permiten desenvolverse de forma segura y exitosa.

Resumiendo, el camino recorrido, podemos ver como desde el inicio de su

formación el futuro profesional da pasos significativos y cada uno de ellos

implica un grado de avance en la complejidad de conocimientos y en las

posibilidades de aplicación práctica de los mismos.

Este proceso formativo no estaría completo, sino permitiéramos a los

estudiantes visibilizar o reflexionar sobre sus experiencias durante el desarrollo

de las pasantías. Por esta razón, desde la carrera se propician encuentros

institucionales a los que denominamos Jornadas de Prácticas Profesionales.

Jornadas Académicas de Práctica Profesional

Este es un espacio donde se facilitan a los futuros profesionales y docentes

compartir logros, hallazgos y propuestas, a través de disertaciones de

estudiantes que sociabilizan sus experiencias.

De este modo los alumnos de los primeros dos años de la carrera se ven

motivados y estimulados a continuar con su formación al ver los logros de sus

pares en el campo laboral.

Estas experiencias altamente enriquecedoras, posibilitan confrontar la

pertinencia y relevancia de los aspectos técnicos aprendidos durante el cursado

de la carrera. Se establece una relación de ida y vuelta entre la teoría y la

realidad, los enfoques, las estrategias y los diseños de intervención.

En su sexta edición, abierta en esta oportunidad al público en general, ha

contado con la disertación de un especialista en digitalización de la Secretaría

de Modernización de Estado de la Provincia de Entre Ríos.

Cabe destacar que desde hace dos años este espacio cuenta con el

reconocimiento de la Facultad de Ciencias de la Gestión, quien las ha declarado

de interés académico.

Liliana González / Sandra Méndez| 56

El aporte de la Práctica Profesionales en cuanto a Investigación.

La generación de conocimiento es uno de los propósitos de la Universidad,

UADER no está ajena a ello. La investigación en el ámbito de la Licenciatura en

Archivología tiene su espacio dentro de las asignaturas Metodología de la

Investigación Archivística yen Seminario de Tesis.

El aporte de las PP, está orientado a reforzar la idea que la archivística requiere

desarrollar, en palabras de Martin-Pozuelo (2010) “nuevos enfoques y

herramientas de investigación” (p. 202). Es por eso que desde el primer año el

estudiante de este espacio curricular recibe una orientación en dicha dirección.

En este sentido, acordamos con Ramírez, Roldán y García (2015) en que el

archivista, ya no será el responsable de la custodia de documentos al final de

ciclo de vida, sino que tiene un rol activo desde que se diseñan, “el papel del

archivista dentro de las organizaciones se transforma en un agente de mejora

que repercute productivamente en la eficiencia y eficacia de la gestión

administrativa” (p. 74).

Es por ello, que estamos obligados a introducir cambios, la innovación es

imperiosa más que nada en los tiempos que corren, ya que la Ciencia

Archivística está atravesada por las profundas transformaciones de la gestión

documental, tanto en las administraciones públicas como privadas.

A partir de la Ley Nacional N° 27 275 de 2016, de Acceso a la Información

Pública que posiciona la profesión archivística cómo fundamental para hacer

efectivo el derecho al acceso; y en épocas en la que se expande la idea de

Liliana González / Sandra Méndez| 57

transparencia de gestión, de rendición de cuentas, de gestión documental

electrónica, demanda de los formadores que inculquemos que la formación

requiere un compromiso autónomo y permanente que no concluye con la

obtención de título de grado.

Conclusión

La manera como se estructuran, relacionan y trabajan los diferentes niveles del

espacio curricular de práctica profesional en la carrera Licenciatura en

Archivología de UADER, no ha sido un trabajo fácil. Es el resultado de un lento

proceso de aprendizaje de docentes dispuestos a asumir con esperanza y

optimismo los riesgos y obstáculos que comporta esta dinámica. Pero siempre

con la premisa de brindar una formación completa y de calidad.

Han sido numerosas las dificultades atravesadas en el trayecto, como, por

ejemplo: conseguir instituciones que brinden espacios para las prácticas,

obtener los recursos materiales necesarios para las distintas actividades,

consensuar horarios posibles en los espacios de trabajo, entre otros. No

obstante, esto no nos detiene.

Las señales de avance son significativas. La presencia y el trabajo continuo de

los estudiantes dentro de las instituciones locales, ha generado una demanda

permanente y sostenida de pasantes que supera incluso la ofertaacadémica,con

la posibilidad efectiva de incersión laboral, una vez concluida la instancia

depasantía.

Estamos en un momento de cambio de paradigma en cuanto a la producción

documental. Tanto por el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la

Comunicación, como por la generación de normativas por parte del Estado

Nacional y Provincial, en cuanto a la manera de gestionar documentos(Gestión

Documental Electrónica).

En consonancia con nuestra forma de trabajo promovemos la inclusión de estas

modificaciones en los contenidos específicos y en lasinstancias prácticas.

Paraque los espacios de aprendizaje que ofrece la Práctica Profesional sean

significativos y respondan a las necesidades de la sociedad se requiere un

trabajo conjunto que compromete tantoadocentesque acompañan, diseñan,

promuevenactividades, investigan y proponen instancias innovadoras, como a

los estudiantes que participan, estudian y aplican los conocimientos en forma

efectiva y a la Universidad como facilitadora de recursos e intermediaria social.

Liliana González / Sandra Méndez| 58

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Córdoba, septiembre 2018