Revista 85 PUCE

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Revista PUCE

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  • REVISTA DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DEL ECUADOR

    No. 85- Mayo 2008 Quito - Ecuador

    L CENTRO DE PUBLICACIONES

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  • REVISTA DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DEL ECUADOR

    No. 85 - Mayo 2008 - Quito - Ecuador

  • P O N T I F I C I A U N I V E R S I D A D C A T L I C A D E L E C U A D O R

    RECTOR

    VICERRECTOR

    DIRECTOR GENERAL ACADMICO

    Dr. Manuel Corrales Pascual, S.J.

    Ing. Pablo Iturralde Ponce

    Ing. Galo Cevallos Ricaurte

    DIRECTOR DEL CENTRO DE PUBLICACIONES

    Magster Jess Aguinaga Zumrraga

    MIEMBROS DEL COMIT EJECUTIVO DEL CENTRO DE PUBLICACIONES

    PRESIDENTE

    VOCALES

    Magster Jess Aguinaga Zumrraga

    Dr. Hugo Reinoso Luna Dr. Irving Zapater Cardoso Ing. Jos Chacn Toral Dr. Luis Gavilanes Del Castillo

    El Comit Editorial de la Escuela se conform de esta manera:

    Editora coordinadora:

    Editores:

    CORRECCIN DE ESTILO Y ORTOGRAFA

    IMPRESIN:

    Mtr. Carmen Galindo Salinas

    Leda. Mara Judith Chvez Mtr. Gabriel Cuesta M

    Lie. Juan Carlos Andrade

    Quality Print Ca. Ltda. 2523888/2991796

    Centro de Publicaciones PUCE

    Av. 12 de Octubre y Robles Apartado N0 17-01-2184 Telf. 2991 711

    ISBN: Registro de derecho autoral:

    N" 1013-89 X N0010645

    Quito - Ecuador

    Los artculos firmados son de responsabilidad exclusiva de sus autores

  • NDICE Pg.

    A Nuestros Lectores 5 Jess Aguinaga

    PRESENTACIN 9 Mtr. Carmen Galindo Salinas

    Once aos de la carrera de Gestin Social: recuento y perspectivas 13 Mtr. Gabriel Cuesta Moscoso

    REFLEXIONES T E R I C A S

    Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo " 25 Dr. Jos De Souza Silva

    Gestin Social: Una profesin para el desarrollo humano sostenible e incluyente 47 Mtr. Carmen Galindo Salinas

    Derechos Humanos: fundamento del Desarrollo Humano 61 Mtr. Clarisa Valds Valds

    No ciudadanos: extranjeros y presos en Ecuador, una aproximacin jurdica y social 75 Dra. Tatiana Escobar Haro

    El desarrollo local: un mbito del desarrollo humano 93 Eco. Carlos Garca Ninahualpa

  • Reflexiones sobre la transversalidad del gnero en lo cotidiano del desarrollo humano 103 Leda. Mara Judith Chvez Pavn

    Apuntes sobre la gestin del talento humano en las organizaciones de Desarrollo 123 Mtr. Mery Santamara Acurio

    Liderazgo social, liderazgo de servicio 139

    Mtr. Francisco Pacheco Semprtegui

    MBITO DE GESTIN

    Responsabilidad Social con el ambiente: Proyecto de Reciclaje Proambiente en la PUCE 153 Equipo Proyecto de Reciclaje

    Niez y adolescencia grupo prioritario para el Desarrollo Humano 167 Ledo. Diego Herdoza Guzmn

    El emprendimiento social: una opcin para el ejercicio profesional La Corporacin Gestin Ecuador en la PUCE 175 Ledo. Arturo Moreno Andrade

    Gestin Social: Construceein y accin en un proceso participativo 179 Srtas. Katherine Changun y Carolina Moreno

    Dnde trabajan nuestros profesionales? 191 Area de Servicios de la Carrera de Gestin Social

  • A NUESTROS LECTORES

    La Pontificia Universidad Catlica del Ecuador, a travs de su Centro de Publicaciones, presenta, su revista general acadmica No 85, monogrfica, en esta oportunidad, con la participacin de la Escuela de Trabajo Social - carrera de Gestin Social, la misma que, con justo mrito, se siente gozosa de sus 11 aos de vigencia liderando la causa de servir en bien del ser humano y de la colec-tividad.

    Si todas las reas que forman a la persona en el saber y en el que-hacer, son indispensables y deben ser de excelencia, qu no pode-mos afirmar respecto de la ciencia que se dedica a conocer, acom-paar y servir al hombre para que ste llegue a su plena realizacin y sea el gestor de nuevos lderes? Se trata, pues , del rea social a la que se dedica especficamente la Escuela de Trabajo Social.

    Partamos, primero, de aquella verdad fundamental, de aquella rea-lidad a veces menoscabada: la dignidad del hombre: El documen-to de Puebla nos afirma:

    Todo hombre y toda mujer, por ms insignificantes que parezcan, tie-nen en s una nobleza inviolable que ellos mismos y los dems deben respetar y hacer respetar sin condiciones; que toda vida humana merece por s misma, en cualquier circunstancia, su dignificacin; que toda convivencia humana tiene que fundarse en el bien comn, consistente en la realizacin cada vez ms fraterna de la comn dig-nidad, lo cual exige no instrumentalizar a unos a favor de otros y estar dispuestos a sacrificar an bienes particulares. Condenamos todo menosprecio, reduccin o atropello de las personas y de sus derechos inalienables1

    'Puebla, 317 y 318.

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  • Pero este hombre, creado, por naturaleza, a la dignidad, la alcan-zar no solo sino en la convivencia saludable con los dems; este ser humano no es isla sino que ha sido hecho para vivir en socie-dad, para ser, dentro de ella, un elemento positivo y efectivo. Por esto, la Iglesia afirma: "El hombre, que es en la tierra la nica cria-tura que Dios ha querido por s misma, no puede encontrarse ple-namente a si mismo sino por la sincera entrega de s mismo a los dems".2

    La sociedad necesita del hombre, y, a su vez, el hombre necesita de la sociedad; en este mutuo y generoso intercambio se va desa-rrollando una vida plena y feliz: "Por ser hombres, necesitamos de la sociedad en la que estamos inmersos y a la que vamos transfor-mando y enriqueciendo con nuestro aporte en todos los niveles, desde la familia y los grupos intermedios hasta el Estado".3

    Ahora bien, la persona alcanza la dignidad propia y la de las otras personas, mediante la prctica de las diversas obras sociales que hacen los mismos hombres: "La dignidad de los hombres se reali-za aqu en el amor fraterno, entendido con toda la amplitud que le ha dado el Evangelio y que incluye el servicio mutuo, la aceptacin y promocin prctica de los otros, especialmente de los ms nece-sitados".4 Y sta precisamente es la funcin de la Escuela de Trabajo Social, invalorable e irreemplazable.

    Para este propsito, los profesionales que se congregan haciendo del trabajo social su causa comn, estn ofreciendo a la persona, a la Escuela, a la Universidad, a la Iglesia, a la sociedad, un aporte til y fecundo. Han comprendido a plenitud aquello de Jess: "No he venido a ser servido sino a servir" y, en este caso, a servir a la persona formndola para que se transforme y transforme en lderes

    2 Gaudium ct spes, No 24, 3 Puebla 336. 4 Id., No 324.

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  • a servicio de la comunidad.

    Pues bien, estos profesionales servidores del hombre, han aportado para este tema con artculos de alto valor acadmico y social, que, adems de beneficiar a quien los lea, constituyen un patrimonio slido del pensamiento y de la investigacin, de la experiencia y del riesgo, en cuanto a diversos aspectos de la vida social del hom-bre; Con toda razn, su director, el Mtr. Gabriel Cuesta Moscoso, trata de la carrera con una visin moderna y de futuro, centrada en la gestin social; se refiere al desarrollo humano sostenible, a los ejes de formacin y a las proyecciones de la Escuela dentro de ella, de la Facultad, de la Universidad y fuera de sta.

    La Escuela de Trabajo Social, al interior y al exterior de la PUCE, ha asumido un rol protagnico en la sociedad, y se ha constituido en un organismo de alto nivel acadmico y de investigacin y motivacin a sus estudiantes para que, siguiendo su vocacin a ser apstoles de la sociedad, sean los gestores del hombre abierto al hombre y a la comunidad nacional e internacional.

    Los artculos enmarcados en los dos aspectos: Reflexiones tericas y mbitos de gestin, todos y cada uno estn slidamente susten-tados y desarrollan diversos temas como: Gestin Social, Derechos Humanos, los ciudadanos extranjeros, el desarrollo local, la trans-versalidad del gnero, gestin del talento humano, liderazgo social y de servicio, responsabilidad social con el ambiente, la niez y adolescencia, el emprendimiento social para el ejercicio profesio-nal, el campo de trabajo de los profesionales de esta Escuela.

    Vaya nuestra gratitud al Doctor Manuel Corrales Pascual, por su apoyo y orientaciones de siempre. Gracias al Mtr. Gabriel Cuesta Moscoso, Director de la Escuela de Trabajo Social y a los dems distinguidos catedrticos, colaboradores de este nmero.

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  • Finalmente, cabe una felicitacin especial a la Escuela de Trabajo Social, por este nmero monogrfico enriquecedor para los lecto-res y con el que nos ofrece una clara imagen de sus capacidades, talentos y competencias, y de su compromiso de servir a la socie-dad. Agradecemos, pues, a la Escuela de Trabajo Social, por esta contribucin acadmica que honra a la PUCE y a todos los respe-tables lectores de este nmero monogrfico de la Revista general acadmica de la PUCE.

    Magster Jess Aguinaga Zumrraga. Director

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  • PRESENTACIN

    Carmen Galindo Salinas^

    Este nmero monogrfico, a cargo de la Escuela de Trabajo Social, carrera de Gestin Social, una unidad acadmica del quehacer uni-versitario de la PUCE, representa un esfuerzo de trabajo, un parn-tesis en las labores cotidianas de la docencia, para asumir, con gran compromiso, la oportunidad de comunicar la relevancia de la carrera dentro de la gestin del desarrollo humano, considerado el paradigma de mayor discusin actual porque su contenido te-rico y prctico involucra a actores sociales e institucionales de nuestra realidad social que son participantes activos en la cons-truccin de ese ideal de desarrollo que debe ser incluyente, soste-nible y solidario ahora ms que nunca.

    El contenido de esta edicin de la revista PUCE empieza, a modo de introduccin, con una resea de la trayectoria de la carrera en sus once aos de vigencia, y se organiza en dos grandes segmen-tos: las reflexiones tericas y los mbitos de gestin:

    En el primer captulo de este segmento se analizan los principios rectores de la gestin social del desarrollo humano, que se basan en la necesidad de plantear una serie de reflexiones para lograr un acercamiento al paradigma que lo gua y enmarcar las fortalezas de una formacin profesional actual y comprometida con los grupos sociales y sectores prioritarios, logrando as el desarrollo desde la perspectiva y el enfoque de los derechos humanos fundamentales, cuyo contenido demanda una clara postura de exigibilidad y vigi-lancia para su pleno cumplimiento, como en el caso de los no ciu-dadanos: extranjeros y presos en Ecuador.

    ' . Presidenta del Comit Editorial ETS.

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  • Se destacan, adems, los mbitos de mayor atencin social como son el desarrollo local, considerado un espacio estratgico del desarrollo humano por la amplia participacin social que generan la multiplicidad de actores locales, entre los que sobresalen los jvenes, nios, mujeres, los adultos mayores, las personas con capacidades diferentes, los ecologistas y ambientalistas, entre otros. Alrededor de estos actores se plantean varias reflexiones, particularmente en tomo a la equidad de gnero como un eje trans-versal y trascendente del desarrollo humano, y las repercusiones para la sociedad.

    La gestin del talento humano en las organizaciones de desarrollo, es otro de los mbitos de trascendencia en un mundo globalizado y competitivo como el actual, que requiere de un trabajo con, por y para su gente, fortaleciendo el desarrollo de las potencialidades y capacidades humanas ms demandadas para lograr un pleno desarrollo, articulndose tambin la dimensin desde el liderazgo individual y colectivo, entendido como un liderazgo de servicio y de solidaridad con el otro.

    El segundo segmento incluye las experiencias de los mbitos de gestin emprendedora, que potencializa la iniciativa personal y profesional de estudiantes, egresados y graduados, que visibilizan las acciones sociales colectivas, como parte de una responsabilidad social con el ambiente, con los nios y con las personas con disca-pacidad.

    Finalmente, se presenta una panormica del concurso profesional de nuestros graduados en el amplio mundo del desarrollo social y humano, como se aprecia en los grficos que dan cuenta en dnde trabajan nuestros profesionales.

    Las opiniones, testimonios e inquietudes de nuestros estudiantes, desde las aulas y desde su propio espacio de participacin y ges-

    to

  • tin estudiantil, se comparten como una expresin de inclusin que es una de nuestras premisas de trabajo.

    Estamos seguros de que el valor de esta presentacin expresa el principio tico-social de cuantos estamos convencidos que el desa-rrollo humano es principio y fin de toda forma de desarrollo, que es la razn de ser del trabajo permanente de nuestra unidad acad-mica, resaltado y ratificando el compromiso de la PUCE con la dimensin humana y social del desarrollo de nuestra sociedad ecuatoriana.

    La Escuela de Trabajo Social expresa su reconocimiento a los docentes, egresados, graduados y estudiantes que hicieron su apor-te al contribuir con sus artculos a la conformacin de esta edicin de la Revista PUCE.

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  • REVISTA PUCE No. 8 / 2008 / QUITO / CENTRO DE PUBLICACIONES

    ONCE AOS DE LA CARRERA DE GESTIN SOCIAL, RECUENTO Y PERSPECTIVAS

    Gabriel Cuesta Moscoso2

    La apertura de la carrera de Gestin Social en la PUCE, en mayo de 1996, ha generado significativos logros para el quehacer de la Unidad Acadmica y ha planteado interrogantes y desafios que debe afrontar la Universidad en el futuro inmediato y mediato. Este articulo pretende hacer una breve resea de la trayectoria de la carrera en el aspecto acadmico y sus relaciones con el entorno, y poner en perspectiva algunos elementos que se consideran rele-vantes dentro de su oferta acadmica de pregrado y postgrado. Una revisin ms amplia de ciertos aspectos que aqu se sealan podr encontrarse en varios de los artculos de esta edicin.

    Gnesis y trayectoria de la carrera3

    Hasta el ao 1996, la Escuela de Trabajo4 Social vena desarro-llando la carrera de Trabajo Social y se enfrentaba a la necesidad de hacer una nueva lectura de la realidad nacional, especficamen-te en el mbito de lo social, y de los nuevos requerimientos socia-les que se venan configurando en la dcada de los aos noventa. En efecto, el pas soport una aguda crisis en todos los rdenes de la vida de la sociedad. El modelo econmico de tendencia neocl-sica, que implic, entre varios temas, el recorte del gasto social, las 2 Director de la Escuela de Trabajo Social, docente de la ctedra de Investigacin Social, master en Docencia universitaria e investigacin educativa. 3 Esta primera parte del articulo toma como fuente principal el trabajo de Mercedes Chiliquinga y Carmen Galindo: Propuesta de actualizacin del perfil acadmico de la carrera de Gestin Social de la PUCE, Quito, 2003.

    La Escuela de Trabajo Social depende de la Direccin General Acadmica desde el 27 de noviem-bre de 1985, por decisin del Consejo Acadmico, y en sujecin al Art.2, segundo prrafo del Reglamento General de Facultades. En consecuencia esta unidad acadmica est plenamente enmar-cada en la estructura de la PUCE y en la normatividad vigente.

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  • Gabriel Cuesta Moscoso

    polticas de ajuste, el achicamiento del Estado, la incorporacin inevitable del pas al proceso de globalizacin, el impacto socio familiar y econmico con el fenmeno de la migracin, ms las nuevas demandas de los movimientos sociales, determinaron la necesidad de revisar la formacin profesional en Trabajo Social, cuyo perfil se orientaba a una suerte de nuevo asistencialismo, con aplicaciones tecnocrticas sociales y polticas.

    Luego de una seria investigacin sobre los espacios del trabajo social y las demandas reales procedentes de actores sociales, enti-dades del sector pblico y privado, y la recoleccin de los criterios de profesionales en el mbito de lo social, se lleg a la conclusin de que era necesaria la creacin de una nueva oferta de formacin profesional que incluya nuevas lneas de formacin especfica y, en definitiva, la construccin de un currculo diferente centrado en la gestin de lo social, bajo el enfoque del desarrollo humano susten-table. A sto haba que agregarle una actualizacin y redefinicin del perfil profesional de Trabajo Social, en los mbitos episte-molgico, metodolgico y tcnico instrumental, incluyendo des-trezas gerenciales. Con estos elementos la Escuela de Trabajo Social de la PUCE dise la carrera de Gestin Social, descrita como

    "...una alternativa de formacin profesional que incorpora las ten-dencias del desarrollo humano, el dominio de una metodologa del trabajo cientfico, que en el nivel tcnico e instrumental permita mejorar la eficiencia de la intervencin profesional, con una dimen-sin tica, con responsabilidad social, con un compromiso activo y efectivo con los actores del desarrollo social, con fortalecimiento de la capacidad de trabajo en equipos transdisciplinarios, con perma-nente capacitacin y actitud crtica." (Chiliquinga y Galindo, 2002: 35-36).

    Los elementos curriculares innovadores bsicos de esta nueva oferta hacen referencia a nuevas capacidades que se generan en la

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  • Once aos de la carrera de Gestin Social, recuento y perspectivas

    formacin y se pueden resumir, de modo general, en las siguientes:

    o Disear modelos de gestin del desarrollo humano para orga-nizaciones gubernamentales, privadas y del tercer sector que ejecutan polticas, planes y programas de desarrollo humano en el pas, as como formular y aplicar estrategias de desarro-llo humano personal, familiar y organizacional, orientadas al mejoramiento de su calidad de vida.

    o Asesorar a organizaciones y sectores sociales en la construc-cin y apropiacin de acciones sociales sostenibles para lograr el desarrollo humano; crear y asumir la gestin de organiza-ciones y proyectos de desarrollo social, y educar en la respon-sabilidad social a los sectores y actores comprometidos.

    o Monitorear y controlar procesos, procedimientos y actividades especficas del modelo seleccionado de gestin social, y siste-matizar y socializar los resultados obtenidos en la aplicacin del modelo de gestin social.

    El Consejo Acadmico de la PUCE aprob la Carrera de Gestin Social el 29 de mayo de 1996 e inici su aplicacin desde sep-tiembre de ese mismo ao.

    Luego de ocho aos de aplicacin, a partir de su aprobacin, el pensum de estudios de la carrera de Gestin Social fue objeto, en el ao 2004, de una actualizacin significativa: desde el paradigma del desarrollo humano sostenible que incluye criterios de equidad, inclusin y participacin de los actores en su propio camino hacia una calidad de vida digna, se destacaron cuatro reas estratgicas de gestin en lo social, planteadas por las organizaciones afines en la ciudad de Quito5: salud, educacin, alimentacin y generacin de ingresos. Se encontr tambin que estas mismas organizaciones han concentrado su trabajo en grupos considerados como priorita-rios del Desarrollo Humano Sostenible, los cuales son: mujeres,

    La informacin se obtuvo mediante la investigacin de Chiliquinga y Galindo ya mencionado.

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  • Gabriel Cuesta Moscoso

    jvenes, tercera edad, y nios. Estos elementos, entre otros, se incorporaron en el rediseo del pensum de la carrera.

    Posteriormente, el pensum de estudios sufri tres modificaciones parciales que han respondido a necesidades internas por el avance de la reflexin terica o conveniencias estratgicas de carcter pedaggico y, en parte, a las polticas de la PUCE a travs de la Direccin General Acadmica.

    Estructura actual del plan de estudios

    El plan de estudios de la carrera se orienta a formar, en ocho nive-les, un tipo de profesional con slidas bases tericas, un adecuado y pertinente equipaje metodolgico, y profundos principios y valo-res humanos.

    Los ocho niveles se dividen en tres reas que corresponden a eta-pas o ciclos acumulativos: el primero, deformacin bsica con-ceptual, que dura dos niveles y pretende sentar las bases episte-molgicas, conceptuales y de principios de la Gestin Social; el segundo ciclo, de formacin profesional tecnolgica cuyo nfasis se da en los aspectos metodolgicos con cuatro niveles, y el terce-ro de formacin profesional de licenciatura, que se enfoca en los aspectos metodolgico - prcticos, en criterios los axiolgicos y en la elaboracin del plan la disertacin de grado; la misma que se desarrolla en dos niveles.

    Ejes de formacin

    Los diversos ciclos y niveles del pensum de estudios estn atrave-sados por tres ejes que abordan los mbitos cognitivo, metodol-gico y axiolgico del proceso formativo.

    El eje cognitivo conceptual corresponde al conjunto de conoci-

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  • Once aos de la carrera de Gestin Social, recuento y perspectivas

    mientos de orden epistemolgico, terico y conceptual que son requeridos para describir, analizar e interpretar los problemas sociales, relevantes al campo de su intervencin en el contexto social. Asignaturas relacionadas con las teoras Sociales y Econmicas, con el Desarrollo Humano Sostenible, la Gestin Social, la Participacin Social, el Desarrollo Organizacional, entre otras, confluyen para la consecucin de los objetivos de aprendi-zaje de este eje.

    El eje metodolgico comprende lo que debe saber hacer y para qu debe saber hacer el futuro profesional, expresado en el conjunto de habilidades que deben desarrollarse y que se concretan en las fun-ciones, actividades y tareas para el ejercicio profesional. Algunas de las asignaturas de este eje son: Metodologa de Gestin Social, Gerencia social, Gerencia del Talento Humano, , investigacin Social, Planificacin Social, Generacin de Ingresos, Administracin Financiera de Proyectos, Comunicacin Social, Mercadeo Social, Liderazgo y Negociacin

    El eje axiolgico se refiere a los valores y principios a los que debe responder la prctica profesional y, por lo tanto, a las conductas y actitudes esperadas en el desenvolvimiento del profesional frente a un ejercicio tico que le imponen las diversas situaciones de la prctica social.6 Tambin constituyen un eje transversal las siguientes materias: tica personal, cvica y profesional, y Derechos Humanos, las asignaturas de Jesucristo y el hombre de hoy que aportan para la consecucin de los objetivos formativos de este eje.

    Cabe sealar que hasta el ao 2007 han egresado de la Carrera ocho promociones.

    " Tomado y adaptado de Chiliquinga y Galindo, 2002: 19. En el texto de referencia, los ejes constan como niveles en la formacin. Posteriormente fueron identificados como ejes. El texto referido incorpora un cuarto nivel colocado en primer lugar, el formativo, que est recogido en los tres cita-dos en esta parte.

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  • Gabriel Cuesta Moscoso

    Los posgrados7

    La dinmica generada por la nueva carrera ha conducido a plan-tear la necesidad de responder a demandas de sectores profesiona-les y actores sociales, quienes perciben la necesidad de promover la reflexin y la accin rigurosa y sistemtica en torno a temas pal-pitantes como: la inclusin social, la participacin ciudadana, la revisin y exigibilidad de los derechos sociales y humanos de los conciudadanos, la planificacin de proyectos sociales integrales y sustentables entre otros. Esta dinmica y percepcin condujeron a la Unidad Acadmica a ofrecer formacin de posgrado. As pues, en 1997 se desarroll la primera especializacin en Gestin Social y se la reedit en el ao 2001. En marzo del 2005 dio inicio la Maestra en Desarrollo Humano y contina hasta la fecha.

    La instauracin de posgrados ha contribuido de manera importan-te a dar el realce que debe tener la temtica de la gestin del desa-rrollo humano, y a legitimar an ms la labor de la Unidad Acadmica, tanto al interior de la PUCE como fuera de ella.

    Si bien no es objetivo de este breve recuento hacer un anlisis de las investigaciones orientadas a desarrollar tesis de maestra, con-viene destacar que uno de los valiosos productos investigativos ha sido sondear las demandas institucionales de actores de los secto-res pblico y privado, con miras a generar nuevas ofertas de pos-grados.

    Para recapitular esta parte diremos someramente que, durante los aos en que se han desarrollado las actividades acadmicas de pre-grado y posgrado, nuestros graduados y los profesionales especia-lizados tienen competencias para asumir diversidad de actividades y desarrollar iniciativas integrales e interdisciplinarias de gestin y ' Esta parte y la siguiente toma como fuente referencial principal el informe de labores presentado por la Mtr.Mercedes Chiliquinga, ex Directora de la Escuela de Trabajo Social,, el 21 de enero de 2008.

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  • Once aos de la carrera de Gestin Social, recuento y perspectivas

    gerencia social (ver cuadro: Ubicacin de profesionales de la carre-ra de gestin social PUCE, pg. 181)

    Vinculacin con el entorno

    Al interior de la PUCE, las unidades acadmicas se relacionan unas con otras y con los estamentos administrativos, generando interac-ciones de mutuo servicio cotidiano y otras de carcter especfico y con objetivos definidos.

    Entre tanto subsistema educativo de nivel superior, la Universidad est en permanente y necesaria relacin con el entorno a travs de sus unidades acadmicas y administrativas. De esa relacin surge la oferta acadmica, la de investigacin y la de servicios.

    En lo referente al mbito interno de la PUCE, la Unidad Acadmica ha ido incrementando sus relaciones con otros esta-mentos de Universidad. Cabe mencionar que desde el ao 2003 se ha colaborado sistemticamente con la Oficina de Evaluacin y Acreditacin, y con las diversas unidades acadmicas para realizar las investigaciones del medio externo, en el marco de los procesos de autoevaluacin de las diversas carreras que se desarrollan en la PUCE.

    En cuanto a las relaciones con el medio externo local, conviene destacar ciertos aspectos que han ido configurando y probando las fortalezas de la carrera y de sus miembros.

    En el nivel de pregrado, el sistema de prcticas y pasantas ha ensayado estrategias de interaccin con actores del medio extemo, a fin de propiciar que estas experiencias formativas sean verdade-ros ejes articuladores de las competencias de la carrera, que per-mitan la aplicacin de conocimientos, destrezas y actitudes en el terreno de los hechos y que, a su vez, afiance el aprendizaje. En

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  • Gabriel Cuesta Moscoso

    este aspecto, se han definido las lneas de investigacin, ejes trans-versales, reas de gestin, y actores prioritarios, como una estruc-tura epistemolgica, metodolgica y operativa. A nuestro entender es necesario negociar convenios a mayor plazo con las contrapar-tes, que permitan consolidar el sistema de prcticas y su objetivo eminentemente formativo, en lugar de aquellos que generen sola-mente ingreso econmico para los estudiantes.

    Dentro de las relaciones con el medio local, la Unidad Acadmica ha desarrollado interacciones tiles con entidades pblicas y pri-vadas, bajo la modalidad de servicios tcnicos especializados, como prestacin de servicios de investigacin, capacitacin y ase-soramiento a gobiernos locales (Consejo Provincial de Pichincha, Municipio de Quito). En este mbito ha desarrollado al menos tres estudios solicitados por los gobiernos locales y ha capacitado al gremio de trabajadores sociales. Adems de ello, ha organizado o ha participado en eventos interinstitucionales con alcance local y nacional en temas concernientes a la seguridad social, prevencin del abuso sexual y liderazgo juvenil.

    Las relaciones internacionales han crecido cualitativamente. A ms de los intercambios estudiantiles peridicos que se concretan a travs de la Direccin de Relaciones Internacionales, en el ao 2004 se firm un convenio entre la PUCE y la Universidad de Murcia, Espaa, con el objetivo de desarrollar procesos de inter-cambio estudiantil y de desarrollo acadmico; el primero de los procesos ha venido cumplindose de manera regular.

    En convenio con la Fundacin Carmen Pardo Valcarce de Madrid - Espaa, la PUCE, a travs de la Escuela de Trabajo Social, desa-rroll un Programa de Formacin en Liderazgo Social en estos pri-meros meses del 2008, en la ciudad de Quito, con la participacin de jvenes lderes de sectores organizados de la ciudad.

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  • Once aos de la carrera de Gestin Social, recuento y perspectivas

    Otra muestra es el hecho de que la Unidad Acadmica, desde sep-tiembre del ao 2003, integra la Red Latinoamericana de Innovacin institucional, cuyo objetivo principal es aportar a la construccin de nuevos paradigmas de desarrollo, de planificacin y de accin colectiva con perspectivas de legitimidad y sostenibi-lidad.

    La educacin superior es y debe ser altamente sensible a los cam-bios generados por el proceso de globalizacin que experimenta el planeta en diversos rdenes.

    Desafos en perspectiva

    La Gestin Social, como profesin y como actividad cientfico tc-nica, ha ido tomando posicin en el mbito pblico y privado de una forma lenta, pero sostenida. An hace falta desarrollar iniciati-vas para lograr el justo reconocimiento social de esta profesin al interior de la PUCE y en el medio extemo; profesin cuya flexibi-lidad, versatilidad e integralidad permite abordar con xito diver-sos mbitos y funciones de gerencia social y gestin de procesos innovadores e interdisciplinarios en organizaciones, empresas, localidades poblacionales, o generar emprendimientos creativos, socialmente relevantes.

    No se puede desconocer que an falta camino por recorrer en el tema del reconocimiento social de profesiones que se comprome-ten con mbitos claves del desarrollo social. Esto se traduce en la poca demanda, por parte de los estudiantes, para seguir estas carre-ras debido a un desbalance entre la inversin econmica que exige la formacin y las pobres remuneraciones vigentes en el medio. Pese a ello, en estos once aos de existencia, la demanda de esta carrera ha trascendido las fronteras de la provincia de Pichincha y existen profesionales egresados del pregrado y del posgrado que ejercen sus actividades en otras provincias. Esta demanda real y

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  • Gabriel Cuesta Moscoso

    potencial podra incrementarse si, a ms de un reconocimiento social justo, se generaran ms facilidades econmicas de acceso al estudio. Lo sealado nos conduce a planteamos que el sistema de aranceles de la PUCE debera flexibilizarse para dar cabida a ms estudiantes idneos y comprometidos con los requerimientos sociales, pero que no disponen de los recursos suficientes para sol-ventar sus estudios en nuestra Universidad. Estas ideas encuentran sustento en la autodefnicin que hace de la PUCE una institucin comprometida con la dignidad humana, sus derechos y valores trascendentes y con la implantacin de la justicia en todos los rde-nes de la existencia8. Carreras como la de Gestin Social constitu-yen un espacio de cumplimiento de tales principios, de compromi-so humano desde un enfoque participativo y endgeno, no asisten-cialista.

    No podemos soslayar el hecho de que la actual y la futura oferta acadmica y de servicios de la Escuela de Trabajo Social -que aborda temas de gestin social, gerencia social, gerencia del talen-to humano, generacin de ingresos, planificacin y gestin de pro-yectos, desarrollo organizacional, desarrollo local, entre otros, y la oferta de posgrados en Desarrollo Humano- nos induce a pensar cul debe ser el nombre de la unidad acadmica que refleje, de modo claro, la mencionada oferta educativa y de servicios, de manera que pueda ser acogida inequvocamente dentro y fuera de la PUCE. Nuestra opinin, una vez recogidas las ideas, aspiracio-nes y propuestas, a travs de un sondeo realizado al respecto al interior de la Escuela, entre nuestros docentes y estudiantes de pre y posgrado y con profesionales de organizaciones sociales, se inclina por una reforma del nombre actual en el sentido de com-pletar su real oferta. Se nos ocurre por ejemplo, "Escuela de Trabajo y Gestin Social del Desarrollo Humano".

    El vertiginoso avance del conocimiento, a partir de los ltimos 8 Cfr, Estatuto de la PUCE, ttulo II, Art.4, lits. a) y b).

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  • Once aos de la carrera de Gestin Social, recuento y perspectivas

    aos del siglo pasado, y el reconocimiento de la complejidad de la realidad y de su mediacin cognoscitiva, que son vistas ahora como complejos sistemas reticulares, es el desafio primordial de la PUCE. Los fenmenos de la realidad, que son objeto del cono-cimiento cientfico, van borrando las fronteras que la racionalidad ha pretendido sealar y que ha fundamentado la fragmentacin del saber y del aprendizaje; en estos ltimos tiempos, la divisin por facultades est perdiendo vigencia. El enfoque epistemolgico sistmico - holstico se va abriendo campo como una herramienta cognoscitiva y metodolgica vlida para la aproximacin del ser humano al conocimiento de la realidad de que forma parte. Este hecho hace inaplazable el replantear la formacin que se imparte en la Universidad y su propia estructura, y dar paso a procesos de investigacin, de enseanza y aprendizaje interdisciplinarios y fle-xibles. Obviamente, un emprendimiento de esa dimensin tendr efectos insoslayables para cada uno de los subsistemas de la PUCE.

    La carrera de Gestin Social y los postgrados ofertados, por su carcter interdisciplinario y su enfoque holstico, tiene el perfil idneo para incorporarse en este inevitable proceso. Hace falta, sin embargo, afianzar nuestra capacidad de mirar horizontes amplios y asumir retos con creatividad, adaptabilidad y confianza. No cabe esperar pasivamente lo que nos depara el futuro. Nos compete ser, en el presente, constructores y participes de ese futuro.

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  • REVISTA PUCE No. 85 / 2008 / QUITO / CENTRO DE PUBLICACIONES

    REFLEXIONES TERICAS

    OTRO PARADIGMA PARA EL DESARROLLO HUMANO SUSTENTABLE

    Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    Jos de Souza Silva9

    Introduccin: el mundo de los significados y los paradigmas heredados

    No existen paradigmas neutrales. Al influenciar una forma de ser, sentir, pensar, hacer y hablar, un paradigma condiciona un modo de vida. Si los humanos inventaron la cultura para dar sentido a su existencia, un paradigma de desarrollo, construido por humanos, es tambin portador de smbolos, cdigos y rituales culturales. Un paradigma construye un mundo con los significados del mundo de sus autores. Al adoptar un paradigma, adoptamos los significados que usaremos para constituir nuestro mundo, emulando su mundo de origen (Blaut 1993). Qu es, entonces, el mundo? Si a cada paradigma corresponde un conjunto de verdades sobre la realidad y su dinmica, no hay 'uno' sino tantos 'mundos' cuantos son los paradigmas disponibles. Debemos criticar los paradigmas domi-nantes en nuestros pases, para reemplazarlos por otros de cuya construccin debemos participar conscientemente. Un paradigma debe ser un camino hacia un lugar que tiene sentido para los cami-nantes.

    Hasta 1492, los caminos en Abya Ayala mostraban las huellas de caminantes autctonos. Eran huellas con el color, olor, sabor, soni-do y textura de los modos de ser y sentir, pensar, hacer y hablar de y Docente de las ctedras de Teora Social y Paradigmas para la Gestin Social del Desarrollo Humano en la Maestra en Desarrollo Humano, PhD. en Sociologa de la Ciencia y la Tecnologa.

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  • Jos de Souza Silva

    los pueblos originarios. Desde 1492, caminantes forneos constru-yen caminos vinculados a sus valores, intereses y compromisos. Los colores, olores, sabores, sonidos y texturas de otros modos de ser y sentir, pensar, hacer y hablar han sido impuestos sobre los modos de vida locales (Dussel 1992). Cinco siglos despus, los caminos construidos por invasores-civilizados/desarrollados-estn asociados a desigualdades de varios rdenes, violencias de distin-tas naturalezas y diferentes injusticias institucionalizadas. Amrica Latina es hoy la ms desigual regin del planeta Kliksberg (2005); hasta ah hemos llegado, como seguidores de los paradigmas de los civilizados y desarrollados, para ser como ellos.

    Esto es parte del esfuerzo para compartir el paradigma de desa-rrollo sustentable que inspira la Carrera de Gestin Social de la PUCE. Como la creacin de un paradigma requiere justificar el reemplazo del anterior, se realiza la deconstruccin y descoloniza-cin del 'paradigma clsico' de desarrollo para generar compren-sin sobre su ascenso lejano y declinacin reciente. El fenmeno deriva de la "idea de desarrollo", que a partir de 1492 se present como progreso para justificar el intento de civilizamos a travs de la colonizacin, y a partir de 1949 se present como moderniza-cin para justificar el intento de desarrollamos a travs de la glo-balizacin.

    Deconstruccin, descolonizacin y reconstruccin de modos de vida

    "Gnero original: blanco; Primera raza: muy rubio (Europeos) de fro hmedo; Segunda raza: rojo cobrizo (Americanos), de fro seco; Tercera raza: negra (Africanos) de calor seco; Cuarta raza: amarillo olivo (Indios [Asia]) de calor seco. En pases clidos, el ser humano madura antes, pero no alcanza la perfeccin de las zonas templadas. La humanidad existe en su mayor perfeccin en la raza blanca. Los negros son inferiores, pero los ms inferiores son los pueblos americanos. Los indios [de India] amarillos son los que

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    tienen una cantidad menor de talento"10

    Qu es y cmo funciona la realidad? Si la realidad fuera objetiva, habra slo una respuesta posible para esta pregunta. Para los humanos, la realidad no existe independiente de su percepcin. La realidad emerge de las verdades que cultivamos sobre el mundo. A 10 largo de sus historias, individuos, comunidades, sociedades y civilizaciones reconstruyen sus verdades sobre la realidad. El pro-ceso es cultural y condicionado por el contexto material e histri-co; en contextos diferentes, estos actores experimentan realidades distintas. En sntesis, la realidad es lo que nuestra concepcin de realidad nos permite percibir. Son las premisas constitutivas de nuestra visin del mundo -creencias, verdades que no necesitan ser demostradas-Xas que definen las caractersticas del modo de vida de una familia, comunidad, sociedad y civilizacin. Si queremos comprender para transformar nuestro modo de vida debemos rea-lizar un esfuerzo consciente de deconstruccin11 y otro de descolo-nizacin12. El primero hace visible las verdades invisibles consti-tutivas de los modos de innovacin (modo de interpretacin + modo de intervencin). El segundo revela el origen histrico y contenido poltico-ideolgico del modo de innovacin dominante en un modo de vida.

    La metodologa de la deconstruccin

    En lo que concieme al cambio de modos de vida, la deconstruccin es un proceso cultural que hace visible el rgimen de verdades que condiciona la forma de ser, sentir, pensar, hacer y hablar de una comunidad de actores (Escobar 1998). El proceso implica cambiar cmo hacemos nuestros diagnsticos (De Souza Silva et al. (2006):

    w La clasificacin social de la humanidad por el Filsofo Emmanuel Kant, en Sobre las Variedades de las Diferentes Razas de Hombres; citado en De Souza Silva et al. (2006:82). 11 Ver, por ejemplo. Escobar (1998); De Souza Silva et al. (2006). 12 Ver, por ejemplo, Walsh et al. (2002); Castro-Gmez y Grosfoguel (2007).

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  • Jos de Souza Silva

    nosotros identificamos los aspectos insatisfactorios de la realidad, en seguida proponemos como stos deben estar en el futuro, para finalmente planificar como salir de una e ingresar a la otra reali-dad. Abordamos las 'cosas' que queremos cambiar, sin cambiar a las 'personas' que han construido dichas 'cosas'. Las personas con-tinan pensando y actuando igual que antes. Debemos diagnosticar tanto las 'cosas' insatisfactorias como las verdades del modo de innovacin que las generaron. Debemos proponer como los aspec-tos insatisfactorios deben estar en el futuro, y concebir otro modo de innovacin para implementarlos. La deconstruccin cambia las personas al cambiar sus premisas sobre la realidad y su dinmica.

    Se trata de un cambio conceptual; un cambio de las verdades cons-titutivas de una visin de mundo. Pero, qu verdades an influen-cian los modos de innovacin y, por lo tanto, muchos de los modos de vida? Amrica Latina todava es rehn de las premisas del 'modo clsico' de innovacin de la ciencia moderna creada en los siglos XVI y XVII (Lander 2000). Cientficos como Galileo, Descartes y Newton, concluyeron que el universo es un 'engrana-je' perfecto y que el mundo es mejor manejado como una 'mqui-na'. Dicha metfora fue la fuente de inspiracin crtica para la construccin de la ciencia modema y su 'paradigma clsico', para el cual la naturaleza es una reserva de recursos y una mujer a espe-ra de ser violada, torturada, por el mtodo experimental, para reve-lar sus ms ntimos secretos. La ciencia modema incorpor el Positivismo Comte, que introdujo criterios jerrquicos para clasifi-car las ciencias por su grado de 'perfeccin', lo que nos leg la dic-tadura reduccionista de la Fsica.

    Dicho modo de innovacin gener una ciencia androcntrica (visin masculina del mundo, la naturaleza y la ciencia), universa-lista, mecanicista, reduccionista, racionalista, determinista, clasis-ta. Algunas de las premisas ontolgicas, epistemolgicas, meto-dolgicas y axiolgicas heredadas son: (i) el mundo es una mqui-

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    na; (ii) existe una realidad objetiva independiente de la percepcin; (iii) lo relevante es lo traducible al lenguaje matemtico; (iv) a la ciencia cabe descubrir las leyes naturales que rigen el funciona-miento de la realidad, para predecirla, controlarla y explotarla; (v) la realidad es constituida de partes, para conocer al todo basta des-montarlo en sus partes constituyentes, hasta llegar a la menor de todas, que contiene su esencia; (vi) el mejor mtodo aleja al inves-tigador del objeto de la investigacin, para evitar que sus valores distorsionen los resultados; (vii) el mejor mtodo aleja el objeto del contexto de la investigacin, que incluye ms variables que las de la relacin de causa-efecto, pues para cada efecto slo hay una causa; (viii) el mtodo cientfico asegura la neutralidad de la prc-tica cientfica, evitando la intervencin de valores e intereses; (ix) unos generan, otros transfieren y el resto adopta lo generado; (x) para cada problema hay siempre 'una solucin', que es la 'mejor manera' de resolverlo; y, (xi) el conocimiento cientfico es el nico vlido.

    Es imposible reunir aqu todas las premisas del 'paradigma clsico'. Pero es crtico sealar otra que causa graves daos a los modos de vida: el pensamiento binario. Asume una realidad dual donde estn separados mente y cuerpo, razn y emocin, sociedad y naturale-za, sujeto y objeto, teora y prctica. Tambin genera falsas dico-tomas, donde uno asume que debe escoger entre los trminos de una ecuacin de 'opuestos mutuamente excluyentes': poltica o moral, economa o poltica. Estado o mercado, lo pblico o lo pri-vado, capitalismo o socialismo, lo tradicional o lo modemo, Occidente u Oriente, como si no hubieran relaciones complemen-tarias, divergentes y contradictorias entre ellos. Cada uno de los trminos de la ecuacin necesita del otro para constmir su propia identidad.

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  • Jos de Souza Silva

    La metodologa de la descolonizacin

    "El ms fuerte no lo es jams bastante, para ser siempre el amo o seor, si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en deber"13

    En El Contrato Social, Rousseau revela que el ms fuerte no est satisfecho en ser apenas el ms fuerte en su relacin con el ms dbil. Cuando hay la intencin de dominacin para la explotacin, el ms fuerte institucionaliza relaciones asimtricas de poder para asegurarse el derecho a la dominacin y extender al ms dbil la obligacin de la obediencia. En Amrica Latina, la institucionali-zacin intemacional de la desigualdad tuvo inicio a partir de 1492, cuando los imperios de Europa occidental crearon la 'dicotoma superior-inferior' (De Souza Silva et al. 2006). Bajo la lgica del derecho del ms fuerte, Europa occidental ejerci su derecho de jerarquizar a la humanidad en 'civilizados', los superiores, y 'pri-mitivos' (brbaros, salvajes), los inferiores. Dicha dicotoma fue construida a partir de las premisas del racismo y del universalismo (Dussel 1992; Lander 2000; Castro-Gmez y Grosfoguel 2007).

    Asumiendo que hay razas superiores e inferiores, dichos imperios usaron la idea de raza para la clasificacin social de los gmpos humanos. Bajo el derecho del ms fuerte: (i) la civilizacin 'moder-na' se auto-comprende como ms desarrollada; (ii) su superioridad le asigna el imperativo moral de desarrollar a los primitivos; (iii) el modelo de ese desarrollo es el mismo camino seguido por Europa occidental; (iv) la violencia contra el brbaro que se opone a la civilizacin es justificable; (v) la 'salvacin' a travs de la modernidad crea sus vctimas (los indios, el esclavo, la mujer, la naturaleza); (vi) el brbaro es 'culpable' cuando se opone al pro-yecto civilizatorio, lo que justifica la 'inocencia' de la iniciativa modernizadora; y (vii) el ego conquiro (Yo conquisto) es un dere-

    ^ Juan Jacobo Rousseau, en El Contrato Social; citado en De Souza Silva et al. (2006:90)

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    cho del civilizado, superior, cuya noble misin es extender su civi-lizacin a tierras ocupadas por los pueblos primitivos, inferiores. Legitimado el reinado de la razn, Europa occidental cre su cien-cia a partir de la actitud de la civilizacin superior. Con su ciencia institucionalizada como la nica fuente vlida de conocimiento relevante, Europa inici el descubrimiento de las leyes "naturales" (mecnicas, invariables) que rigen el funcionamiento de la reali-dad. Fundamentados en leyes universales descubiertas por la cien-cia modema, los "modelos globales" concebidos por el superior son tambin universales. Finalmente, si un modelo fue exitoso en Europa, ste es el mejor para todas las sociedades, una vez que haba sido validado por la civilizacin superior (Dussel 1992).

    Durante el colonialismo imperial, imperios europeos instituciona-lizaron la 'dicotoma superior-inferior' para establecer su hege-mona sobre frica, Amrica Latina y Asia, en bsqueda de mer-cados cautivos, materia prima abundante, mano de obra barata, mentes dciles y cuerpos disciplinados. Despus de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos emergen como potencia hegemnica y hacen una innovacin semntica para beneficiarse de dicha dicotoma. Reemplazaron el binomio: civilizados-primiti-vos, por desarrollados-subdesarrollados. El 20 de enero de 1949, Harry Truman anunci, como Presidente de los Estados Unidos: "nosotros debemos iniciar un programa para hacer disponibles los beneficios de nuestros avances cientficos y de nuestro progreso industrial para la mejora y crecimiento de las reas subdesarrolla-das. El viejo imperialismo-explotacin para el lucro extranjero-no tiene lugar en nuestro plan" (Rist 1997:72, 73). Como en un paso de magia, la humanidad fue clasificada en sociedades superiores e inferiores. Ahora, la misin de los superiores ya no es "civilizar" a los primitivos sino "desarrollar" a los subdesarrollados. Truman anunci el fin del colonialismo imperial e inaugur la era del desa-rrollo, ocultando la verdadera agenda, la creacin de la era del imperialismo sin colonias (Goldsmith 1996), como revel

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  • Jos de Souza Silva

    Madeleine Albright, Secretaria de Estado, cuando declar que uno de los objetivos del gobiemo era asegurar que los intereses econ-micos de los Estados Unidos fueran ampliados en una escala pla-netaria.

    El desarrollo de las ideas y la 'idea de desarrollo'

    El desarrollo de muchas ideas estuvo vinculado al proyecto de la modernidad/colonialidad de Europa occidental (Dussel 1992). Una de ellas ha sido la ms exitosa desde 1492: la 'idea de desarrollo' (Rist 1997). Ha condicionado los imaginarios de lderes ms all de las fronteras polticas, culturales, ideolgicas y religiosas, en el Norte y el Sur, en Occidente y Oriente. Se llam progreso (Dupas 2006) durante la colonizacin (Goldsmith 1996), y ahora se llama desarrollo (Escobar 1998) durante la globalizacin (De Souza Silva et al. 2006). Su racismo y universalismo nutren la coloniali-dad del poder, colonialidad del saber y colonialidad del ser (Castro-Gmez y Grosfoguel 2007) que imponen 'diseos globa-les' sobre 'historias locales' (Mignolo 2000). Por su carcter ambi-guo, la 'idea de desarrollo' es manipulable. Cuando las promesas hechas 'en nombre del desarrollo' bajo un adjetivo (ej., sostenible), no son cumplidas, y las crticas crecen junto con propuestas para reemplazarlo por otro adjetivo (ej., territorial), los idelogos del desarrollo "se unen" a los crticos, "reconocen" los lmites del adje-tivo, hacen un mea culpa por sus errores, y reconstruyen el 'dis-curso del desarrollo', adoptando un adjetivo propuesto (ej., huma-no sustentable). Eso es hecho de forma que la funcin de la 'dico-toma superior-inferior' se mantiene intocable: el ms fuerte man-tiene su derecho a la dominacin y la obligacin del ms dbil a la obediencia (Dussel 1992).

    No hemos cuestionado el desarrollo, cuando el problema "no est en el uso o ausencia de adjetivos sino en el 'significado oculto' que condiciona su funcin de servir a los objetivos del sistema capita-

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    lista y no a los intereses de las sociedades" (De Souza Silva 2007:170). As, no se puede llamar 'desarrollo humano', y mucho menos 'desarrollo humano sustentable', a lo que result de la apli-cacin del 'paradigma clsico' de innovacin bajo la institucionali-zacin intemacional del carcter racista y universal de la 'dico-toma superior-inferior'. Por ignorar o violar lo humano, lo social, lo cultural, lo ecolgico y lo tico, la sociedad industrial construy una coherencia para su modo de producir y consumir que no est en sintona con los lmites del planeta, adems de amputar el esp-ritu de la humanidad:

    "... en vez del reino de la abundancia prometido por tericos y polticos de los aos cincuenta, el discurso y la estrategia del

    desarrollo produjeron lo contrario: miseria y subdesarrollo masi-vos, explotacin y opresin sin nombre. La crisis de la deuda, la

    hambruna... la creciente pobreza, desnutricin y violencia son ape-nas los sntomas ms patticos del fracaso de cincuenta aos de

    desarrollo"14

    El cambio de poca y la insostenibilidad de los paradigmas

    En 1962, Thomas Khun sorprendi a la comunidad cientfica con su teora sobre La Estructura de las Revoluciones Cientficas, donde demostr que los paradigmas no son eternos. Un paradigma construye una explicacin coherente sobre una realidad, que debe estar en correspondencia con dicha realidad. Cuando un paradigma pierde correspondencia con la realidad que debe explicar, tiene ini-cio su crisis, que slo termina con la emergencia de otro paradig-ma, que supera las limitaciones y equivocaciones del paradigma previo y presenta potencial para transcenderlo de forma positiva. El avance del conocimiento cientfico no siempre es acumulativo, como era asumido por uno de los ms protegidos dogmas de la ciencia modema. Detrs de la crisis de un paradigma est la crisis de la visin de mundo que inspir su desarrollo. De una visin de 14 Escobar (1998:21)

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  • Jos de Souza Silva

    mundo emerge un macro paradigma, que viabiliza su implementa-cin al articular las reglas que permiten condicionar una forma de ser, sentir, pensar, hacer y hablar, en fin, el modo de vida de una cierta comunidad de actores. Dicho paradigma da lugar a paradig-mas especficos que, a su vez, son apropiados por teoras creadas para explicar fenmenos particulares, en bsqueda de patrones de comportamiento en ciertas realidades, a travs de la articulacin de los significados y de las relaciones, asociaciones y mutuas influen-cias de una constelacin de conceptos. Un concepto es una cons-tmccin epistmica para crear comprensin sobre un cierto aspec-to de la realidad.

    Las prcticas de desarrollo reflejan la influencia de una visin de mundo y de su paradigma, teoras y conceptos correspondientes. Esta es la secuencia para comprender el significado de nuestras prcticas y propuestas, y de sus implicaciones en el contexto de su aplicacin. Esta debera ser la secuencia para inspirar nuestras reflexiones, negociaciones y construcciones colectivas. Tambin se puede eventualmente seguir la secuencia inversa, depender de las circunstancias y de la naturaleza del esfuerzo a realizar. Sin embargo, no se deben discutir prcticas, conceptos, teoras o para-digmas de forma aislada, como si fueran independientes, porque son derivados y, a la vez, constitutivos de una concepcin de rea-lidad que influencia un cierto modo de vida.

    Desde los aos 60, la concepcin de realidad, paradigmas, teoras y conceptos dominantes de la poca del industrialismo estn en cri-sis. Est emergiendo otra poca, y con el fenmeno del cambio de poca emergen otras visiones de mundo y, como consecuencia, otros paradigmas, teoras y conceptos, adems de nuevas contra-dicciones.

    El 'modo clsico' de innovacin ya no es la nica fuente para-digmtica de inspiracin para el cambio institucional. Los cambios

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    globales ya no responden a sus estmulos sino que crean otra poca, la del informacionaIisino-/epc#ee de la informacin-(Castells 1996). Transformaciones cualitativas y simultneas en las relaciones de produccin, relaciones de poder, modos de vida y cultura del industrialismo estn fracturando el sistema de ideas, de tcnicas y de poder dominantes de aquella poca histrica. El cam-bio de poca en curso (De Souza Silva et al. 2006) no emerge de tendencias naturales. Una tendencia indica que ciertos gmpos de actores, bajo ciertos valores, intereses y compromisos, tomaron y continan tomando decisiones y acciones para viabilizar aspectos del futuro que les interesa. Los temblores del cambio de poca tie-nen epicentros antropognicos; son creados por la accin humana (Capra 2003) Dichos epicentros emergen de tres revoluciones de origen independiente, pero que ahora se influencian mutuamente y generan profundos efectos combinados. Son las revoluciones tec-nolgica, econmica y cultural.

    Revolucin tecnolgica: otro sistema de tcnicas para transfor-mar la realidad

    Estn en curso revoluciones tcnico-cientficas, como la biotec-nolgica, la nanotecnolgica y la informtica, todas dependientes de los avances de la ciencia modema y de su concepcin mecni-ca de la realidad. Sin embargo, la revolucin de la tecnologa de la informacin difiere crticamente de las otras, porque las dems dependen de ella para sus avances. Hasta el proyecto genoma es inviable sin sus avances. Adems, su lgica digital transforma todos los medios y formas de comunicacin. Las redes electrnicas y los cambios de naturaleza virtual, inmaterial y digital (Castells 1996) no pertenecen al industrialismo sino a otra poca histrica. La dimensin electrnica de esta revolucin se manifiesta a travs de su potencial para (i) conectar diferentes medios de comunica-cin prximos o remotos; (ii) permitir la traduccin de distintos lenguajes (escritos, visuales, sonoros) que antes no se vinculaban

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  • Jos de Souza Silva

    al lenguaje informtico-digital; y, (iii) dinamizar, de forma com-prensiva y en tiempo real el flujo de distintos tipos de informacin entre actores que no precisan estar prximos ni conocerse previa-mente. Su lgica instmmental (De Souza Silva et al. 2006) reduce todo a procesos de acceso, consumo, procesamiento, produccin y transferencia de informacin.

    Revolucin econmica: la institucionalzacin del capitalismo corporativo global

    La crisis econmica a finales de los aos 70 revel la crisis del rgimen de acumulacin de capital del industrialismo. La globali-zacin econmico-financiera es una iniciativa para crear otro rgimen de acumulacin del capitalismo global, otra instituciona-lidad para su gestin y otro discurso para legitimar sus contra-dicciones e injusticias. La liberalizacin, desregulacin, privatiza-cin, ajuste estructural y TLCs son cambios que no tienen sentido en el industrialismo sino que aportan a la creacin de otra poca histrica (Castells 1996). Bajo su racionalidad econmica, el mer-cado, el sector privado y los pases cos-superiores-son la nica fuente plausible de solucin para los problemas de la humanidad y el planeta; el Estado, el sector pblico y los pases pobres-//er/o-res-son la nica fuente visible de dichos problemas. Con el reem-plazo de la ideologa del Estado por la ideologa del mercado, lo que antes era sagrado es ahora profanado, hasta la esencia de la vida. La humanidad experimenta la mercantilizacin de la natura-leza y de la propia existencia (Capra 2003).

    Revolucin cultural: la relevancia de los modos de vida

    A partir de los aos 60, movimientos tnicos, sociales y cultura-les desafiaron premisas de la civilizacin occidental y valores de la sociedad industrial de consumo (Castells 1996). Ellos (feminismo, ambientalismo, derechos humanos, sociedad civil, cuestin indge-

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    na) rescatan la relevancia de lo humano, lo social, lo cultural, lo ecolgico y lo tico. Cada uno revela un problema para la existen-cia de la vida en el Planeta, y moviliza valores, intereses, compro-misos para superar dicho problema. Los cambios que privilegian lo humano, lo social, lo ecolgico, lo cultural y lo tico, no responden al paradigma del industrialismo sino que contribuyen a la cons-truccin de otra poca. Eso ocurre bajo una racionalidad comuni-cativa; la solucin para problemas antropognicos exige interac-cin. Bajo esta racionalidad relacional (Capra 2003), la sostenibi-lidad emerge de la interaccin humana. La interdependencia nos hace ngeles de un ala, que no pueden volar si no lo hacen abraza-dos.

    A partir de dichas revoluciones, una eris de legitimidad del para-digma del industrialismo expresa la prdida de vigencia de las 'reglas del juego' del desarrollo de la poca creada bajo sus premi-sas (Attali et al. 1980). Igualmente, una crisis de percepcin que nos deja a todos perplejos refleja la prdida de vigencia del siste-ma de ideas de dicha poca. Los 'artefactos intelectuales' del para-digma que sola guiamos en el mundo del desarrollo, para percibir y manejar los desafos de dicha poca, estn obsoletos. La visin de mundo dominante ha caducado; otras emergen para reempla-zarla (Capra 2003). Turbulencias, inestabilidad, incertidumbre, fragmentacin, perplejidad e inseguridad son evidencias del cam-bio de poca, que emerge de los cambios cualitativos y simultne-os que transforman la naturaleza de las relaciones de produccin, relaciones de poder, modos de vida y cultura del industrialismo.

    Transformaciones en las relaciones de produccin

    El sistema capitalista todava persiste en la poca emergente, con otro sistema de ideas, sistema de poder y sistema de tcnicas, pero ya no es el mismo capitalismo, ni es mejor (Novel 2002). Es con-trolado por corporaciones transnacionales con intereses globales y

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  • Jos de Souza Silva

    ambicin expansionista (Bakan 2004). El nuevo rgimen de acu-mulacin crea una economa inmaterial en torno a un factor intan-gihle-informacin-que depende de la infraestructura de la comuni-cacin y funciona a travs de redes virtuales que eclipsan electr-nicamente la dimensin espacio-tiempo y escapan al control del Estado. Aqu, los ricos no necesitan de los pobres que no partici-pan de sus redes de poder. Emerge el Cuarto Mundo, el mundo de ios innecesarios (Castells 1996). Como sin ingreso no hay acceso an cuando hay exceso, el 80% de la humanidad es excluida de las polticas pblicas, sin acceso a educacin, salud, empleo, esperan-za, justicia. Ha roto el contrato social entre capital y trabajo. El eufemismo de la flexibilidad laboral promueve la movilidad glo-bal del capital y la vulnerabilidad local del trabajo. El capital vuela slo y se posa en cualquier lugar para explotar mercados cautivos, materia prima abundante, mano de obra barata, mentes dciles y cuerpos disciplinados (De Souza Silva et al. 2006). El capital es globalmente coordinado para acumular de forma descentralizada; el trabajo es desagregado en su desempeo, fracturado en su orga-nizacin, diversificado en su existencia y dividido en su accin colectiva (Capra 2003).

    Transformaciones en las relaciones de poder

    Nuevas relaciones asimtricas de poder viabilizan el control de corporaciones globales sobre los recursos y servicios crticos para la sostenibilidad de la vida (Novel 2002). El capitalismo corpora-tivo se organiza en tomo a reglas transnacionales y trata a las reglas nacionales como 'barreras' a derrumbar. La soberana de los Estados es disminuida para funciones del rgimen de acumulacin del industrialismo, y es fortalecida para funciones vinculadas a las 'reglas transnacionales' del nuevo capitalismo. Dichas reglas sur-gen a partir de tratados, leyes y estndares que integran la consti-tucin corporativa global creada lejos del escrutinio pblico y de la participacin ciudadana. La democracia representativa est en

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    crisis. Con la creacin de un Estado-red supranacional (Castells 1996), emerge un gobiemo mundial-sin Presidente ni elecciones-que formula polticas y toma decisiones ajenas a los intereses de la mayora. La democracia es ahora el arte de engaar al pueblo: los que deciden no son electos para que los electos no decidan. Los TLCs no son tratados, ni libres, ni de comercio, pues integran la constitucin corporativa del orbe: establecen reglas transnaciona-les para crear un mundo legalmente unidimensional favorable a las corporaciones transnacionales (Bakan 2004). Sin embargo, los movimientos sociales critican estas tendencias y proponen una ins-titucionalidad altemativa a la de la globalizacin neoliberal. Las propuestas son para ignorar la actual institucionalidad y constmir otras donde la sociedad prevalece sobre el Estado y el mercado.

    Transformaciones en los modos de vida

    La experiencia humana est siendo transformada, y puede incluso ser extinguida, a menos que ocurra algo radicalmente diferente del neoliberalismo (Capra 2003). La experiencia humana emerge de relaciones entre actores humanos, y entre stos y actores no-huma-nos, todos constitutivos de la naturaleza. Eso est cambiando muy lentamente con los avances en las cuestiones de los derechos humanos, sostenibilidad, sociedad civil, gnero, justicia tnica (Castells 1996). Est en deterioro el concepto de familia, la hete-rosexualidad ya no es el nico tipo de relacin sexual aceptada y el planeta agoniza en una crisis ecolgica. La lgica de la mercanca penetra todas las esferas de la existencia, aumenta la mercantiliza-cin de la naturaleza, se establece el mercado de la informacin gentica, se avecinan guerras por acceso a recursos naturales, el agaa-que ser la mercanca ms cara de la historia de la humani-dad-emerge como la principal fuente de conflictos intemacionales. La biologa celular promete una vida ms longeva y ms sana, pero no necesariamente ms feliz, mientras los genetistas nos proponen tener hijos sin hacer el amor. La Sociobiologa promueve una dis-

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  • Jos de Souza Silva

    criminacin gentica ms grave que la discriminacin racial, al asumir el comportamiento social a partir de la herencia gentica, y la humanidad sale de la dictadura reduccionista de la Fsica para la dictadura reduccionista de la Biologa (Capra 2003; De Souza Silva et al. 2006).

    Transformaciones en la cultura

    Vivimos la paradoja de estar ahogados en un mar de informacin, pero sin comprender el contexto cambiante: informacin no es sinnimo de conocimiento. Sin marcos interpretativos no se puede comprender la informacin disponible. Adems, slo el 6% de la humanidad tiene acceso a Internet, y el 80% de dichos accesos pro-vienen de los 24 pases ms ricos. La humanidad camina hacia la cultura de la realidad virtual (Castells 1996). Est en formacin la generacin punto-com, a quien no importa la historia ni el contex-to, porque vive en un continente virtual donde se relaciona ms con mquinas que con sus semejantes El mundo es una pantalla donde la vida se presenta como espectculo, lo que hace difcil distinguir entre la realidad real y la virtual: lo que no aparece en una panta-lla no existe, no es verdad o no es relevante. La INTERNET hace innecesarias las relaciones sociales e invisibles las relaciones pol-ticas. La generacin punto-com asume que no es necesario cami-nar para conocer el mundo y transformarlo. Los poderosos ya no enfrentarn a las fuerzas vivas de la sociedad, sino a los mensajes electrnicos sin tener la obligacin de contestarlos. La comunica-cin es reinventada sin referencia al pasado o al futuro, creando imaginarios para la domesticacin cultural para transformamos en internautas y en consumidores cibernticos (Capra 2003).

    Como se puede concluir de todo lo anterior, los sistemas de ideas para interpretar la realidad, de tcnicas para transformar la realidad y de poder para controlar la realidad de la poca histrica del industrialismo estn en crisis, con profundas implicaciones para la

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    naturaleza y dinmica de las relaciones de produccin, relaciones de poder, modos de vida y cultura hasta entonces dominantes. La humanidad experimenta un cambio de poca, y no una poca de cambios. Eso significa la crisis de los paradigmas hegemnicos y la emergencia de otros paradigmas para interpretar, transformar y controlar la realidad en la poca emergente.

    De los modelos globales a los modos de vida locales

    "Hay un sentido en que el progreso econmico es imposible sin ajustes dolorosos. Las filosofas ancestrales deben ser erradica-das; los lazos de casta, credo y raza deben romperse; y grandes

    masas de personas incapaces de seguir el ritmo del progreso debern ver frustradas sus expectativas de una vida cmoda. Muy

    pocas comunidades estn dispuestas a pagar el precio del progreso econmico"15

    El 'paradigma clsico' de desarrollo, conveniente para los amos del capitalismo defendido por las Naciones Unidas en 1951, es pro-movido con un cinismo sin precedentes. Roberto Artavia, Rector del INCAE, un instituto de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, creado en Costa Rica para avanzar el paradigma neoliberal de la gestin en Amrica Latina, dijo en el peridico La Nacin de aquel pas (8 de mayo, 2005): "Desarrollo es una palabra que tuvimos que usar para disfrazar los cambios deseables y necesarios, pues es muy fcil resistirse al cambio, pero nadie se opone al desarrollo". Pero nosotros entendemos que si los cambios fueran deseables y necesarios para la mayora no sera necesario disfrazarlos. La necesidad de disfrazar el "desarrollo" indica el fracaso de la 'era de desarrollo' de Truman.

    Como un fuego fatuo huidizo, la 'idea de desarrollo' se extingue en el horizonte imaginado de los pueblos subaltemos, sin rumbo a

    15 Las Naciones Unidas, en apoyo al capitalismo de los Estados Unidos, en 1951; en Escobar (1998:20).

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  • Jos de Souza Silva

    seguir ni lugar a donde llegar, como si fuera el Dios que muchos creen que existe, pero que no pueden ver ni tocar, apenas imagi-narlo y adorarlo. No se trata de una luz de esperanza alcanzable al final del tnel, sino de un faro mvil cuya luz se aleja cada vez ms en la oscuridad del catico paisaje institucional del "desarro-llo".

    La humanidad asiste al ocaso del monopolio de la poca del indus-trialismo, a partir de la crisis de su visin de mundo, paradigmas, teoras y conceptos. En este artculo, la 'dicotoma superior-infe-rior' constitutiva del desarrollo del capitalismo desde 1492, ha sido desvelada y cuestionada. El paradigma clasico-universal, mecni-co y neutral-de innovacin que viabiliz la implementacin de la 'idea de desarrollo', en asociacin con la dicotoma superior-infe-rior, ha sido crticamente examinado para revelar sus falsas premi-sas. El cambio de poca ha sido interpretado para revelar la crisis del desarrollo (Attali et al. 1980). Sin embargo, persiste el fantas-ma de la desigualdad que hace de Amrica Latina la ms desigual regin del mundo. Es posible el desarrollo humano cuando ste es promovido por la misma institucionalidad que crea la desigualdad? Segn un estudio sobre el desarrollo humano en Amrica Latina, de la Maestra en Desarrollo Humano de la Escuela de Trabajo Social de la PUCE:

    "A continuar este orden que asume la existencia como una lucha por la sobrevivencia a travs de la competencia, sin espacio para la emocin y el afecto ni la solidaridad humana, lo que veremos ser la insostenibilidad del 'desarrollo humano sustentable'. Los progra-mas regionales oficiales de desarrollo humano fracasarn en Amrica Latina mientras continen creados por los 'incumplidos histricos' que hacen promesas en nombre del desarrollo. La edu-cacin continuar irrelevante mientras reproduzca la dicotoma superior-inferior (desarrollados-subdesarrollados). La participa-cin continuar estril mientras sea vanalizada donde su uso es innecesario y manipulada donde es imprescindible".^

    16 De Souza Silva (2007:171)

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  • Otro paradigma para el desarrollo humano sustentable Ascenso y declinacin de la "idea de desarrollo"

    Al inicio del siglo XXI, el discurso hegemnico, reglas polticas, roles epistemolgicos, arreglos institucionales, prcticas sociales y significados culturales, asociados al 'paradigma clsico' de desa-rrollo de la poca histrica del industrialismo, ya no tienen legiti-midad. Otros discursos, reglas, roles, arreglos, prcticas y signifi-cados estn emergiendo para prevalecer en la poca histrica emer-gente. Dichas propuestas reflejan las visiones-ciberntica, merca-dolgica y contextual-e realidad generadas desde las revolucio-nes-tecnolgica, econmica y cultural-que dan origen tambin a los paiadigmas-neo-racionalista, neo-evolucionista y constructi-vista-de desarrollo, respectivamente. Por lo tanto, Amrica Latina se encuentra en una encmciiada-tico-poltico-epistmica-an\.e las metforas emergentes para inspirar y orientar polticas y proyectos de desarrollo humano: red, arena o agora1?

    En el mundo-red, el desarrollo humano es una imposibilidad. En la red ciberntica no hay gente, slo partes, piezas, informacin y cdigos digitales, hardware y software, transmisores y receptores de mensajes electrnicos. En el mundo-mercado, el desarrollo humano es una inconveniencia. En las arenas comerciales y tec-nolgicas, lo humano, lo social, lo cultural, lo ecolgico y lo tico son obstculos a los intereses financieros globales de las corpora-ciones transnacionales, excepto cuando estos aspectos son posibles de explotar como fuentes de lucro y espacios de acumulacin. En el mundo-gora, la sostenibilidad de todas las formas y modos de vida es el fin del desarrollo que, en nuestro caso, implica siempre en desarrollo humano porque, si no es humano, ni siquiera llega a ser desarrollo.

    El paradigma que inspira y orienta la Carrera de Gestin Social, de la Escuela de Trabajo Social de la PUCE, ha sido desarrollado desde la visin contextual de mundo y del paradigma constructi-vista que le corresponde. Adems, dicho paradigma ha incorpora-do una dimensin crtica, no siempre presente en las corrientes del

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  • Jos de Souza Silva

    pensamiento constmctivista. Los vnculos entre poder (poltica) y saber (ciencia) que afectan la vida (tica) han sido articulados para establecer, de forma clara y firme, un contrato social ms relevan-te que el contrato comercial que la globalizacin neoliberal impo-ne a nuestras sociedades. El contrato social de la Carrera de Gestin Social es contextual, interactivo y tico, hacia el desarro-llo humano sustentable. Sin embargo, y muy desafortunadamente, muchos cursos de postgrado en desarrollo humano en Amrica Latina estn bajo la influencia del contrato comercial neoliberal, el mismo que ha empujado a la regin al podium de la ms grande desigualdad del mundo. Hasta cundo? A qu costo?

    No habr desarrollo humano sustentable mientras los 'modelos glo-bales' prevalezcan sobre los 'modos de vida locales'. Continuaremos rehenes de la expectativa del tener, del orden mate-rial impuesto por el capitalismo corporativo global, sin constmir una perspectiva del ser, propio de un orden mundial ms humano y sostenible.

    Bibliografa

    Attali, J.; Castoriadis, C ; Domenach, J.-M; Mass, R; y Morin, E. (1980). El Mito Del Desarrollo. Barcelona: Kairs.

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  • REVISTA PUCE No. 85 / 2008 / QUITO / CENTRO DE PUBLICACIONES

    GESTIN SOCIAL: UNA PROFESIN PARA EL DESARROLLO HUMANO

    SOSTENIBLE E INCLUYENTE

    Carmen Galindo Salinas17

    El desarrollo humano no es una meta, ni es su objetivo el mejora-miento de la calidad de vida del hombre a costa de la destruccin de

    su propio habitat y de poner en riesgo su propia supervivencia; por el contrario, el desarrollo humano sostenible e inclusivo, es un proceso

    social abierto, que debe permitir la integralidad, la sostenibilidad y la globalidad de las relaciones entre los sistemas humanos y naturales, para lograr un bienestar colectivo incluyente, solidario, equitativo,

    donde el valor y respeto a todas las formas de vida en el planeta, con-lleve un futuro comn ecolgicamente armnico, socialmente equitativo

    y sobre todo perdurable. (Jimnez Herrero (2000)

    1.- Premisas de la formacin profesional:

    El desarrollo humano es una complejidad que, en la prctica social, se expresa como una trama integral y dinmica de dimen-siones econmicas, sociales, culturales, ambientales, polticas, ins-titucionales, ticas, filosficas, geogrficas e histricas. Sin embar-go, una reflexin ms profunda permite preguntarse: Es el desa-rrollo un proceso para las cosas o para las personas? La respues-ta, sin lugar a dudas, plantea la relevancia de que el fin ltimo son las personas; es decir, la sociedad. Por tanto, la visin social del desarrollo es la ms significativa tanto para el presente como para el futuro de las generaciones.

    Pero tal relevancia no singulariza la accin social del desarrollo,

    ' ' Docente de las ctedras de Gestin Social y Prctica Preprofesional, master en Desarrollo Humano.

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  • Carmen Galindo Salinas

    por el contrario se interrelaciona e interacta con otras dimensio-nes que son consideradas necesarias para un abordaje sistmico e integral de todas las dimensiones que hacen posible un autntico desarrollo humano, como se aprecia en el grfico que sigue.

    Dimensiones del desarrollo

    A partir de esta primera constatacin conceptual, la nica manera de enfrentar una formacin profesional para la gestin social del desarrollo humano, es a partir del sealamiento de premisas que se consideran fundamentales para su comprensin:

    1.- La formacin profesional es una propuesta epistemolgica, conceptual, metodolgica y tica-poltica, que responde a un pro-ceso de constmccin social y contextual, y est comprometida con los actores sociales e institucionales del entomo que practican una responsabilidad social activa y participativa con los planes, programas y proyectos sociales del desarrollo, desde su modo de vida real. De all que cabe afirmar que esa formacin no es, ni debe ser neutral.

    2.- Es contextual porque el desarrollo humano es, en primer trmi-no, un modelo de referencia, que parte del conocimiento de "las potencialidades locales, ubicadas en un entorno propio, que es el

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  • Gestin Social: Una profesin para el desairlo humano sostenible e incluyente

    lugar donde vivimos, del cual dependemos, al que cambiamos y en el que somos o no relevantes como actores sociales o institu-cionales".18

    3.- Los verdaderos constructores del significado social, econmi-co, poltico, cultural, ambiental y tico, de ese ideal de bienestar inclusivo y de felicidad, como concrecin de un autntico desa-rrollo humano local y sostenible, "son las familias, los gmpos sociales y las sociedades con sus aspiraciones e historias locales, con sus saberes, experiencias y cultura propia"19, que anulan los "modelos globales y universales de esa metfora del mundo como una mquina de perfecto y equilibrado engranaje, en el que cada pieza cumple una funcin"20, y los cambian por el modelo com-puesto por una trama de relaciones multidimensional, interdepen-diente e interactiva.

    4.- Los desafos, compromisos y principios del entomo deben ser la gua de la formacin contextual, interactiva y tica de los gesto-res del desarrollo humano, para aportar a la inclusin social de los: nios, nias, adolescentes, jvenes hombres, mujeres, ancianos, indgenas, mestizos, negros, campesinos, las personas con discapa-cidad, entre los ms relevantes; ya que, a nivel de la realidad social concreta, son excluidos de las ms variadas formas, en especial de la produccin y de la distribucin social, debido a causas de su raza, gnero, condicin de pobreza, religin, educacin, capacita-cin y otras. Estos espacios constituyen los verdaderos desafos del desarrollo.

    5.- La gestin del desarrollo, no es una receta para " cambiar las cosas", es el proceso de cambio de las personas que cambian las

    1 De Souza Silva Jos; "La dimensin de Gestin", Red Nuevo Paradigma, Costa Rica, 2002. 1 9 De Souza Silva Jos, "Paradigmas para la planificacin del Desarrollo Humano, Maestra en Desarrollo Humano, mimeo, 2.006, pg.66 2 0 Ibid, pg. 66

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  • Carmen Galindo Salinas

    cosas", consideradas, valoradas y respetadas, en su condicin de "talentos humanos"21, con poder para generar, constmir y aplicar un modelo de desarrollo acorde a las caractersticas particulares que presentan, en estricta correspondencia con el contexto que les rodea, ms all de lo que conocen, saben y hacen, con ejercicio pleno de su derecho a la autodeterminacin.

    Los talentos de las personas son las potencialidades y capacidades, que les permiten constmir y transformar su realidad social, a travs del mejoramiento del nivel, condiciones y calidad de vida, caracterizadas por el derecho a disponer de una educacin, salud, informacin, empleo, acorde con sus aspiraciones, demandas y necesidades, desde su entomo natural y social.

    Se considera imprescindible el acceso a la innovacin tecnolgi-ca, como parte integrante de un mundo globalizado. Pero antes de ello est el derecho a la disposicin de agua potable, de servicios bsicos, de viviendas adecuadas, de seguridad social y pblica, de proteccin en todas sus formas. Y, sobre todos ellos, est el dere-cho a una vida digna y plena con ejercicio cabal de una ciudadana social activa, que signifique la igualdad de oportunidades el respe-to de su cultura y de su historia. Este conjunto de elementos, por lo tanto, conforman las caractersticas del desarrollo.

    ^' Bajo esta conceptualizacin se entiende el valor de las personas, ms all de sus conocimientos, de sus experiencias y de lo que saben hacer, se refiere al reconocimiento de sus capacidades, que les posibilita generar, construir, apropiarse, participar y transformar las situaciones sociales, es el factor clave para la innovacin institucional, abiertamente diferente a las nociones de "recursos, que pueden ser atribuidos o apropiados y opuesto a la definicin de capital humano, que connota apenas un nivel de aumento y/o crecimiento. Es la fundamentacin de toda interaccin social, as como del proceso de legitimacin de las acciones sociales colectivas, en una constante por alcanzar la consistencia interna necesaria, para proyectarla en la coherencia extema, aumentando el potencial social de lo que se conoce como el valor colectivo agregado.

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  • Gestin Social: Una profesin para el desarrolo humano sostenible e incluyente

    CARACTERSTICAS DEL DESARROLLO

    SOLIDARIDAD

    SOSTENIBILIDAD

    6.-La gestin del desarrollo promueve la sostenibilidad en todas las dimensiones, basada en el compromiso tico, con responsabilidad social, para cultivar de forma consciente y permanente todas las condiciones que generan, promueven y sustentan todas las formas de vida en el planeta del cual somos parte esencial, pero no la nica, rebasando esa nocin antropocntrica. Esta perspectiva inte-gral es la adecuada para evitar la erosin de la biodiversidad y con-servar los recursos necesarios para una convivencia en armona y felicidad colectiva, de modo que deben ser sustentables los recur-sos naturales, la agricultura, la economa, las organizaciones, las culturas y los modos de vida locales.

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  • Carmen Galindo Salinas

    SOSTENIBILIDAD

    HUMANA Y SOCIAL

    ECONMICA

    CULTURAL

    ECOLGICA Y TICA

    7.- Una premisa fundamental para la gestin del desarrollo es aquella que, desde las sociedades localmente sustentables, pro-mueve que el desarrollo se logre "con, para y por sus propios talentos humanos". Por tanto la promesa tica de nuestra unidad acadmica es: formar profesionales comprometidos con la visin social, econmica, ambiental, para que, junto a los actores loca-les, compartan la bsqueda y construccin de caminos sostenibles para alcanzar el desarrollo, de modo que

    "no entreguen solamente el pescado, ni transfieran el anzuelo, sino que compartan la construccin de sus propios anzuelos, con la sabidura y el poder que significa la defensa de una vida digna, plena y colectiva; por lo tanto, el desarrollo siempre es y ser humano". (Chiliquinga y Galindo 2.006)

    2.- Qu es la Gestin Social?

    La Gestin Social es una carrera comprometida con la dimensin humana del desarrollo, que incorpora la tecnologa de la interac-cin social ms actualizada, para generar, constmir y ejecutar, junto con los actores los planes, programas y proyectos que el desarrollo humano sostenible requiere, en un contexto definido

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  • Gestin Social: Una profesin para el desarrolo humano sostenible e incluyente

    como espacio de "gestin compartida"22, en el que interactan, la sociedad, la naturaleza y la cultura, con capacidades conceptuales, metodolgicas, ticas y con un enfoque estratgico que permita superar la visin hegemnica del corto plazo, de la espontaneidad y la precariedad de lo urgente, para recuperar la nocin del largo plazo y la prctica de una tica social participativa y sostenible.

    Es esta gestin contextual, interactiva y tica la que, desde una visin holistica y sistmica, emprende la negociacin con los acto-res sociales e institucionales sobre los desafos y demandas socia-les, desde un entomo dinmicamente cambiante, que se expresa en mbitos definidos de gestin social.

    Gestin pblica del desarrollo

    La nueva gestin pblica

    Gestin de polticas sociales

    Gestin del Desarrollo Local

    Gestin privada del desarrollo

    Responsabilidad Sociai

    Gestin Sociai empresarial

    Gestin Social del Tercer Sector

    2 2 "compromiso social ampliado" respecto a aportar a la solucin de las diversas problemticas sociales, constituye la guia fundamental de un proceso de construccin social colectiva, que parte de un acuerdo social entre los actores sociales c institucionales, (entre las organizaciones sociales pblicas o privadas, las familias, los grupos sociales, las comunidades, las organizaciones cooper-antes)

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  • Carmen Galindo Salinas

    3.- Actores Sociales e Institucionales del desarrollo

    Los actores sociales son gmpos organizados y autnomos con capacidad de presin nacional, que representan el inters de un sector importante de la sociedad, que han logrado inscribir estos intereses en una propuesta ms amplia y global de cambio.

    Son sectores sociales con capacidades para la negociacin, para ejercer la autodeterminacin personal, comunitaria y nacional, con autonoma para exigir el reconocimiento del Estado y de otros sec-tores de la sociedad y erguirse como un interlocutor vlido frente a todos los dems actores.

    Su presencia en el desarrollo nacional conlleva adems un proceso que destaca su identidad social, cultural y econmica; generan pro-puestas ciudadanas de relevancia para el entomo propio y para el pas, como parte activa de una democracia participativa. Entre los actores sociales ms relevantes se destacan las mujeres, los jve-nes, los indgenas, los campesinos y otros.23

    Los actores institucionales son actores organizacionales que a nivel econmico, poltico, social y cultural, conforman la matriz institucional que implementa el modelo de desarrollo y que adems pueden ser organizaciones pblicas, locales, privadas, las denominadas del tercer sector e inclusive las de cooperacin inter-nacional. A todas ellas les caracteriza el ascenso y declinacin que presentan en relacin al modelo que se est implementando, y pue-den tambin ser considerados como los agentes institucionales del desarrollo.

    Estos actores establecen una relacin dialctica entre la articula-cin de las fuerzas sociales que confrontan y la realidad institucio-

    2 3 Chvez Mara Judith, "Participacin Social y Actores Sociales", Apuntes, PUCE. 2.007

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  • Gestin Social: Una profesin para el desarrolo humano sostenible e incluyente

    nal de su vulnerabilidad o sostenibilidad para hacer frente a las