El Rinconcito de Degas
Hoy he regresado del mundo cmo cada da al lugar
reservado, al rinconcito en donde esperan pacientes mis
utopas, mis ntimos secretos. Un tico abandonado desde
finales del siglo pasado por los antiguos dueos, un lugar
que no dise, que no estaba en mis planes, como casi todo
lo trascendental en la vida, pero que, me ajusta, me acoge,
se me regala
Lo he adecuado eso s, le he liberado de la luz de la ciudad con
gruesas cortinas en su ventanal. Sobre
mi cabeza, mi silln y mi guitarra; una lamparita cuya luz blanca
recorre la penumbra hasta la pared
oscura, escenario perfecto para colgar all un universo de sueos
en los colores de un lienzo.
Hilaire-Germain-Edgar de Gas se llamaba, Degas, se hizo llamar;
pintor impresionista del que, entre
mis tres originales y ms de cien fieles copias, he acumulado una
coleccin que no pocos consideran
enfermiza. En el momento de su desarrollo como artista, se
desarrollaba tambin el invento novedoso de
la fotografa; no se dej abrumar por ello, lo incorpor con tal
destreza que sus pinturas cual fotografa
fugaz y espontnea, parecen recoger un momento, un destello, un
alientoun recuadro del cuadro que
es la vida.
Cuando regreso en las noches, reparto besos a los luceros de mi
universo, me despojo del polvo, del
smog, del sistema, subo al Rinconcito de Degas, cuelgo de l una
danzarina, segn late mi corazn
ese da, una obra a pastel que a la luz dirigida de la lamparita,
me devuelve y al rincn, una luz difusa,
manchada de cada tono, de cada matizuna eterna danzarina,
siempre mujer, siempre nia, siempre en
tut, siempre la misma, siempre distinta.
En el estante que est a mi derecha estn todos los libros que he
ledo, estn aqu precisamente, porque
no hay luz para leer, solo me topo entre las sombras con sus
ttulos y evoco cada historia, cada
personaje, cada momento de mi vida en el cual los ley vuelvo a
vivir
Al fin tomo mi guitarra, miro la danzarina que hoy he colgado en
la pared oscura, me dejo baar por la
somera luz que de ella mana, dibujo con las cuerdas una tonada
y, pienso, musito, cantoAyer la rabia
por los que mueren, los que viven con miedo, hoy la ternura por
la beb de una amiga que me sonri
como un sol, maana no sla paz del hogar, el regusto de los
recuerdos
rasgueo fuerte las cuerdas, dejo salir una lgrima, miro por
ensima vez mi nunca vista bailarina y no
puedo evitar dejar salir una sonrisa.
