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22 Diciembre 2013 Volumen 1 Numero 2 Piedad DELGADO TOMAS Nacida: 16/08/1917

Revista Las Majadillas de Guisando nº 2

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Revista Las Majadillas de Guisando. Volúmen 1, Número 2. 22 de Diciembre de 2013. Vehículo de comunicación cultural en la que se recoge la cultura, las tradiciones, la genealogía, fotografías y el arte de Guisando y ampliable a todos los pueblos del Bajo Tiétar.

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Page 1: Revista Las Majadillas de Guisando nº 2

22 Diciembre 2013 Volumen 1 Numero 2

Piedad DELGADO TOMAS

Nacida: 16/08/1917

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El lector interesado, o simplemente el curioso, puede acceder a la gran información que, so-

bre Guisando y su comarca, se halla publicada en un sinfín de libros, folletos, periódicos, re-vistas o páginas webs perdidas entre las más de 900 millones de páginas que forman la red

de Internet. Sin embargo, esta información se halla dispersa y, cuando lo que se busca, se

refiere a un tema concreto o muy especializado, no siempre es posible encontrarlo con facili-

dad.

En este proyecto de la Revista Las Majadillas, cuya publicación se iniciaba en Setiembre

del 2013, se intentará recoger y plasmar mucha de esta información, pero, habida cuenta de

que se intentará abarcar la totalidad de temas y repertorios relacionados con la historia, la cultura y el arte en los pueblos del Bajo Tietar, no siempre se recogerá la información mas

actualizada, ni, la mayoría de veces, con la extensión que algunos temas requieren.

Se hace necesaria una nueva sistematización, recogiendo lo ya publicado, con mayor ampli-

tud en aquellos casos en que fuera preciso; recopilando lo omitido, o actualizando la infor-mación en aquellos casos en que se considere imprescindible.

Hace años inicié la búsqueda, rescate y escaneo de fotos antiguas de Poyales y Guisando

con la idea puesta en la formación de una Fototeca Histórica donde se pudiera recoger esa multitud de imágenes, fotografías o dibujos que rescataran un poco la historia de nuestros

pueblos. Es grato comprobar cómo pasados unos años, hemos ido coincidiendo con otras

personas, como las Monitoras de la Casa del Parque, Chuito, Fernando Palacios y otros, que

teniendo las mismas preocupaciones, hemos aunado esfuerzos y gracias a esa labor se está consiguiendo una buena colección de fotografías antiguas y de las cuales todos disfrutamos

en exposiciones, proyecciones o en internet.

También allá por los años 70 me propuse hacer mi árbol genealógico y, enfrascado en el proyecto, fui tomando datos y mas datos y cuando me quise dar cuenta tenía datos suficien-

tes para hacer las genealogías de las demás familias. Teniendo presente que aun habiendo

personas interesadas en el tema, no siempre tienen la capacidad, el tiempo o la oportunidad

de acceso a los datos que yo he tenido y con el animo de compartir toda esa información ge-nealógica he creado la ENCICLOPEDIA GENEALOGICA ARBILLAS en la que se recoge las

genealogías de las familias de Poyales, Guisando y por relación y cercanía las de los pueblos

colindantes como Arenas, El Hornillo, El Arenal, Candeleda, El Raso y Madrigal.

Considero que es bueno e importante el poder compartir toda esta información y somos conscientes de que es una labor no de un día ni dos, ni de unos pocos meses; sino una labor

de varios años y que ha de tener continuidad en el tiempo, venga ésta de quienes ahora es-

tamos embarcados en el proyecto, o de otros que puedan continuarlo en el futuro.

Deseamos que sea una labor extensa y fructífera y que a través de la revista LAS MAJADI-

LLAS podamos compartir un amplio caudal de información y conocimientos que abarquen

principalmente los temas de cultura, arte, historia y tradiciones de nuestros pueblos que muestren quienes y cómo somos, pues a semejanza de un árbol, un pueblo con fuertes y fir-

mes raíces será un pueblo fuerte y próspero.

Seamos conscientes de que este proyecto es imposible sin la colaboración de todos y todas;

colaboración que, desde aquí, y desde este mismo preciso instante, demandamos bien sea en forma de textos, gráficos, imágenes, etc y agradecemos a los que ya lo están haciendo.

Todos tenemos la posibilidad de colaborar y aportar nuestro granito de arena, bien con un

texto sobre la historia o el arte, bien con la recopilación de jotas, rondeñas u otras cancio-

nes, bien con poesía, con leyendas, tradiciones, recetas típicas, anécdotas, etc.

Creo que no hace falta añadir que esperamos y deseamos dicha colaboración.

Dado que no existe ánimo de comercio ni lucro en esta publicación, también compartiremos

los gastos de impresión, aportando cada uno el importe de la impresión del nº adquirido.

Miguel Camacho JOYANCO

Cualquier aportación y colaboración se puede remitir directamente al siguiente correo…..

O entregado en mano a Miguel Camacho JOYANCO. ANIMAROS LOS JOVENES. TAMBIEN TENEIS MUCHO QUE APORTAR.

LA REDACCIÓN

Page 3: Revista Las Majadillas de Guisando nº 2

EL TIO JACINTON El Tío Jacintón, es el apodo, causado por la gran talla corporal de la que

hacía alarde, por el que se conocía a Jacinto González Jiménez. Este

guisandero, nació en nuestro pueblo, el día 16 de Agosto de 1875. Se

casó, el 26 de Septiembre de 1900, con otra guisandera, Segunda Blázquez Garro.

Jacinto, como tantos otros cabreros de Guisando, había trasladado su piara de cabras a la Sierra de Candeleda, a la zona conocida como El

Freillo, en la parte alta de la Garganta Blanca.

Cerca de su majada, tenía establecida la suya su cuñado Isidoro

Blázquez Garro, también nacido en Guisando, el día 4 de Abril de 1872.

Precisamente, Isidoro fue sorprendido por el Marqués de Viana furtive-ando en plena sierra. Poco tiempo después de este acontecimiento, el

cuñado de Jacinto recibió una citación para personarse en el Ayunta-

miento de Candeleda. Alarmado por la llamada, y considerando que la

misma fuese la notificación de una sanción por el furtiveo descubierto,

Isidoro se hizo acompañar de su cuñado Jacinto.

Llegados al Ayuntamiento candeledano, ambos cuñados se encontraron con dos señores, que resultaron ser el Marqués de Viana y el Marqués de Villaviciosa de Asturias, los cua-

les se presentaron como enviados personales del Rey Don Alfonso XIII, con la misión de

crear el Coto Real de Gredos, con el fin de preservar y proteger la Capra Hispánica, en-

tonces y aun después, conocida como la Cabra Montés. Los marqueses les informaron

que tenían la intención de que Isidoro fuese nombrado guarda mayor de la vertiente sur de la sierra y Jacinto también sería guarda de dicha zona.

Isidoro, no repuesto aun del susto que tenía cuando llegó al ayuntamiento y fuertemente

sorprendido por el giro que estaban tomando los acontecimientos, se atrevió a decir a los

enviados reales: “Yo no puedo ser guarda mayor, porque no se leer, ni escribir”. El Mar-

qués de Viana le respondió: “Muy bien, pues usted manda y Jacinto escribe”. El marqués era consciente de que si ambos cuñados eran los mayores furtivos de la sierra, nadie co-

mo ellos podían ser los mejores guardas del coto a crear. Además, los marqueses les en-

comendaron que buscaran otras cuatro personas que pudieran desempeñar los puestos

de guardas que serían necesarios. Isidoro y Jacinto nombraron a Antolín Blázquez Garro,

Martín Delgado Blázquez, Román Retamal Blázquez y Andrés Retamal Garro como guar-das del coto, que fue creado en el año corriente de 1905.

Jacinto González Jiménez es el primero

de la izquierda, sentado, de la fila cen-

tral

Los seis recién nombrados guardas se

dedicaron con exquisito celo a la vigi-

lancia de los ejemplares de Capra Hispánica de la sierra y no exageramos

si decimos que si el coto existe en

nuestros días, hoy Parque Regional de

la Sierra de Gredos, se debe al trabajo de estos dos cabreros guisanderos

que, autorizados por los marqueses,

compaginaban sus labores de guardas

con la de cabreros. En realidad, saca-ban a pastar a sus cabras por la sierra

portando la bandolera con la chapa

acreditativa de su cargo y el rifle re-

Sentados-de Izq. a Dcha.: Desc, Desc, Jacinto González Jiménez, Desc, Campos(Guarda de

Chilla), Desc . En pie: Julio Chamorro, Andrés Retamal Garro, Isidoro Blázquez , Antonio Núñez, Antonio Retamal Garro, Antonino Blázquez Garro.

Jacinto González Jiménez es el primero de la izquierda, sentado, de la fila central

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glamentario.

Pero volvamos a Jacinto. Su nombramiento como guarda le produjo un impacto emocio-

nal enorme, hasta el punto de pasar de ser uno de los más atrevidos furtivos de Gredos a

convertirse en un celoso valedor de la especie más emblemática de la sierra. Conocía to-dos los movimientos de las cabras, sobre todo en la vertiente sur y esto le permitía cono-

cer las zonas donde los furtivos cargarían sus actuaciones.

De esta forma pudo coger “in fraganti” a numerosos cazadores furtivos y poner infinidad

de denuncias.

Su carácter afable y su enorme humanidad, unidos a su sentido de la honradez, le pro-

porcionó la consideración personal de su majestad el Rey Alfonso XIII, de quien fue

acompañante personal en todas las cacerías que realizó en el Coto de Gredos, llegando a establecerse entre ambos una fuerte corriente de confianza y familiaridad.

Jacinto alcanzó fama en toda la región e incluso fuera de ella, en los círculos cinegéticos. Su figura fue blanco de numerosas anécdotas y los diarios de la época recogieron varios

reportajes de nuestro paisano.

Así, el Diario ABC, del día 16 de Septiembre de 1958, publicó, en su página 30, una sem-

blanza de nuestro paisano, que reproducimos íntegramente a continuación:

EL TIO JACINTON “Vive en Candeleda, provincia de Avila. Es uno de los hombres más famosos de la provin-cia. Tiene ochenta y tres años y conserva la fortaleza humana que aterrorizaba a los ca-

zadores furtivos de la serranía de Gredos. El tío Jacintón era el guía predilecto del Rey en

las cacerías de la capra hispánica.

-No me queda nada por saber de la sierra, desde el Cabezo de Serranillo, hasta el Guijo

de Santa Bárbara. Casi medio siglo de guarda y no me ha quedado ni un céntimo de reti-

ro.

Del tío Jacintón cuentan por toda la comarca infinidad de anécdotas. Por ejemplo. En una cacería, don Alfonso XIII invitó a cigarros puros a los guardas. El tío Jacintón, ni corto ni

perezoso, se echó a la boca el suyo para encenderlo delante del Monarca; entonces, uno

de los compañeros, al tiempo que se lo tiraba de un manotazo, le amonestó: “¡Jacinto,

más respeto delante de su Majestad!” El desaire dejó al tío Jacintón firme, sin mirar a donde había ido a parar el cigarro. En medio del silencio, el Rey recogió del suelo el

habano, lo encendió y se lo entregó al tío Jacintón.

-Yo siempre le acompañaba en la Sierra. Por eso me llevó a una cacería que dio en La

Granja. Al terminar, me dijo: “Jacinto, le espero en Madrid”.

--¿Y fue usted a Palacio?

-Claro.

El tío Jacintón se presenta un día en Palacio y dice: “Quiero ver al Rey”. En la misma

puerta tratan de convencer a aquel hombre de que lo que pretende es imposible. Pero no

le convencen e insiste: “Digan al Rey que está aquí Jacintón, el guarda de Gredos”. A los

pocos minutos se abrían las puertas de Palacio al tío Jacintón.

-¡Y me recibió el Rey! Lo primero que me dijo, fue esto: “Usted es mi guía en Gredos, pe-

ro aquí soy yo quien le dirige, así que a obedecer”. Me puso un “empleao” suyo y a reco-rrer Madrid. Todo pagado. Al día siguiente de mii llegada estaba yo frente a Palacio y

apareció Su Majestad por un ángulo, como si en la plaza de Candeleda hubiera salido por

la puerta de Crisantos, y yo, como si dijéramos, me encontrase en la hondonada. Bueno,

pues dejó a los ocho o nueve que le acompañaban y vino a darme la mano. Todos los días preguntaba: “¿Qué ha hecho Jacinto hoy?”.

-¿Ya no sube a la sierra?

-No. He dejado en el puesto a mis hijos, porque para eso les enseñé. Pero aún sigo diri-giendo desde aquí, porque, sin moverme de casa, se donde están los monteses y la ca-

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za. Hace poco, el delegado del Patronato le dijo a uno de mis hijos que había visto la piel

de un macho en Avila. Yo sospeché por donde había salido aquella pieza. “De Madrigal

para atrás ha tenido que ser”, les advertí, y acerté. Ya han caído. Ahora lo que hace falta es que les aprieten en el Juzgado.

-O sea, que aún sigue guardando la sierra, ¿eh?

-Hasta la muerte. No hay ningún guarda que haya puesto tantas denuncias como yo. Hasta me presenté al gobernador y al coronel de la Guardia Civil, porque en ocasiones se

nos comían. Y les he cogido a las tantas de la noche. ¡Hay que tener pelos en el corazón

para enfrentarse con gente armada! ¡Cuantos días he aguantado nieve y el agua, que se

me metía por el cogote y escurría por los zancajos!

-¿Pasó miedo alguna vez?

-¡Nunca! Yo siempre que me he presentado a un hombre le he dicho, apuntándole:

“¿Suelta esa escopeta, cobarde!”

-¿En que momento tuvo que armarse de más valor?

-Cuando daba el alto con las barras del arma levantadas y el dedo en el gatillo dispuesto

a todo. -¿Por qué le llaman el tío Jacintón? ¿Le molesta?

-No. Me llaman así porque, como hay muchos bajitos y yo soy más grande …. En una

ocasión subía en brazos por los riscos a don Leopoldo, el médico de Madrigal y Eusebio,

su cuñado, por meterle miedo, decía: “Tu ya no vuelves a Madrigal, Leopoldo” Pero le

subí a la Cogolla. Entonces le dije al cuñado: “Yo subo a un médico en cada mano”.

-¿Dejó mucha caza en la sierra, tío Jacinto?

-En mi distrito, Garganta Blanca, hasta las Cuerdas del Rebollar, dejé los mejores ma-

chos. Claro, que hoy se mata más. Hay años que se llevan ochenta, que es como si se

llevasen ochenta hijos míos.

-¡Vaya tío! …. – Santiago CORDOBA.

Por su parte, el Diario de Ávila, firmado por J. Monfortes González, publicó, el día 7 de

Septiembre de 1991, un extenso reportaje titulado: “Personajes de leyenda candeleda-na: El Tío Jacintón.

En este reportaje, el autor, además de asignar un origen candeledano a Jacinto, cuando

realmente nació en Guisando, hace una semblanza bastante extensa de nuestro paisano,

que finaliza con la reproducción íntegra del reportaje publicado por ABC, insertado ante-

riormente.

De Jacinto, como suele ocurrir con las personas populares e importantes, se cuentan mu-

chas más anécdotas. Por ejemplo. Se dice que Jacinto estaba muy preocupado al ver que los cazadores furtivos estaban acabando con los machos de cabra montés (capra hispáni-

ca) de la Sierra de Gredos y esa preocupación se la transmitía a todos los

“señoritos” (excursionistas montañeros) que encontraba por la sierra, con la esperanza

de que su preocupación llegara a oídos de alguna autoridad que compartiese con él su

admiración por aquellos bellos ejemplares de especie caprina salvaje y tomara las medi-das oportunas para remediar lo que amenazaba con convertirse en irremediable.

Desanimado por la nula trascendencia de sus quejas, un buen día decidió hacérselas lle-

gar a la máxima autoridad de la nación y tras mucho darle vueltas y emborronar y rom-

per varios pliegos de papel, al final se entusiasmó de que le saliera una carta mediana-

mente correcta, pero legible, que echó al correo, con destino al Palacio Real de Madrid.

Su sorpresa fue infinita cuando, cierto tiempo después, recibió una carta, con membrete

real, en la que el mismísimo Rey Alfonso XIII le agradecía lo que le había contado Jacinto en su carta y le manifestaba su interés por conocer aquellos ejemplares de macho

montés que le mencionaba. Le citaba en un lugar de la sierra, en una fecha próxima y le

pedía que acudiera a la reunión, para cambiar impresiones.

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Jacinto acudió a la cita y llevó a su Majestad a lo alto de la sierra, donde el Rey pudo

comprobar, no solo la belleza de los machos monteses, que aquel le enseñó, sino la de

toda la Sierra de Gredos.

Su Majestad le manifestó que crearía el Coto Real de Gredos para preservar aquella es-pecie animal y en pago al cariño que Jacinto había demostrado por la cabra montés, le

nombró Guarda Mayor del Coto.

También le encargó que le enviara nombres de otras personas, que como él, pudieran ser

nombrados como guardas a su servicio.

Jacinto, conociendo muy bien el asunto, le expuso: “Majestad, le daré los nombres de to-

dos los furtivos honrados que ahora se dedican a exterminar la especie”.

-¿Cómo puedes asegurar que esos furtivos serán buenos guardas de los animales que

ahora se dedican a matar?

-Estos furtivos, Majestad, no son mala gente, aunque si muy pobres. Matan machos y ca-

bras para saciar el hambre de sus familias con la carne de esos animales y sacarse algu-nas monedas con los trofeos, que ellos mismos disecan con medios rudimentarios. Cuan-

do estos furtivos tengan un sueldo con el que mantener a sus familias, se convertirán en

los mejores guardas de la sierra, porque la conocen mejor que nadie, dominan el arte del

furtiveo, que tanto tiempo vienen practicando y por último, porque en el fondo son gente

honrada, que se ve obligada a furtivear por necesidad”.

Convencido ampliamente el Rey de la argumentación de Jacinto, le confirmó como Guar-da Mayor y le prometió aceptar las propuestas de guardas que le propusiera.

No podemos asegurar que sea incierta esta versión, pero nadie de las fuentes consulta-das, personas mayores que tuvieron relación con nuestro protagonista y familiares de Ja-

cinto, nos han confirmado la veracidad de la existencia de dicha carta y más bien duda-

ban de que su existencia fuera cierta.

En todo caso, no es poca la importancia de este guisandero. Pocos, más bien ninguno,

pueden presumir de haberse relacionado con el Rey Alfonso XIII o con cualquier otro rey o Jefe de Estado.

Jesús Jara García “CHUITO”

Guisando, Setiembre 2013

(Jacinto González Jiménez es el primero por la izquierda)

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LA MORAGÁA Comenzamos con algo de Historia: El día 1 de noviembre, los celtas

apaciguaban los poderes del otro mundo y propiciaban la abundancia

de las cosechas con la celebración de la fiesta “samahaim”, la cual era,

para unos, el comienzo del invierno y, para otros, el final de verano;

en todo caso era el principio de una nueva gestación y de un periodo

de intensa comunicación entre los habitantes de éste y del otro mundo.

Se reunía una gran multitud porque era una fiesta obligatoria. Quien

no asistía corría el peligro de perder la razón. La fiesta era para los cel-

tas una concentración de lo sagrado en un tiempo y en un lugar determinado. Los mitos afirman que

era el momento en el cual se habían producido grandes acontecimientos cósmicos, y cuando tenía lu-

gar la muerte tanto ritual como simbólica del rey y su reemplazamiento. Las ceremonias festivas ac-

tualizaban, celebraban y comentaban el origen mítico y la continuidad del mundo, la castaña y el vino

eran protagonistas (J. de Vries, "La religion des Celtes").

Cuando el otoño está en su momento álgido y el invierno empieza a asomar su helado

manto, el 1 de Noviembre nos invade a todos, no pasa desapercibido, honramos a nuestros

seres queridos y celebramos la fiesta más importante del otoño, “la moraga” con su fruto

por excelencia, la castaña…

Recuerdo de pequeño ese día con especial cariño, todos los amigos sabíamos que pa-

saba ese día, era elegir un sitio y peregrinar sin descanso hasta llegar al lugar elegido, todos

nos distribuíamos por grupos y seguíamos el ritual de

las inequívocas señales de humo para no perder el

rastro, cada grupo, cada tribu… buscaba el iniciador

de la llama, “el agajuo”, colocábamos una capa, otra

de castañas y otra capa de “agajuos”, entonces se

prendía fuego uniformemente y nos apartábamos pa-

ra no ser víctimas de algún castañazo colateral, una

vez consumida la llama se tapaba con ramas verdes

y se dejaba reposar… Después solo faltaba saber

quién sería el primero en meter la mano y empezar

el festín, “que ricas por dios”, el sabor de una buena

castaña asada es maravilloso. No había limite cada

uno comía las que su cuerpo le permitía y suaviza-

mos la garganta con algún trago de vino, cerveza o refrigerio líquido, todo estaba permitido,

solo quedaba el ultimo ritual tiznarse cual apache y disfrutar de cualquier historia….

Con el paso de los años la tradición lejos de perderse se ha visto impulsada por nues-

tros Ayuntamientos, celebrando un día de fiesta al que se suman parrilladas y limonadas ce-

lebrándose en espacios amplios apropiados, en

Guisando la plaza de toros, posiblemente uno de

los enclaves más bonitos del pueblo “el risquillo” .

En otros pueblos como El Hornillo, lo celebran en la

plaza del pueblo y además le suman música tradi-

cional, degustar unos calbotes amenizado por Ma-

nantial Folk en alguna ocasión, otras con Berezo y

los Pioneros es un auténtico privilegio, música po-

pular nuestra y de siempre. Mantener una tradición

como esta es vital para mantener vivo el recuerdo,

no hay que dejarla morir.

Fidel Jara Tiemblo El Hornillo, Noviembre 2013

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« LAS PARISINAS GUISANDERAS »

(Guisando y sus Emigrantes …) « Guisando tierra querida, de tí un dia nos alejamos, buscando en otros mundos, mejorar nuestro cotidiano … »

Fue en la década de los 60 cuando algunas guisanderas emigramos al Paris de la fronteriza Francia, que tan lejos nos parecia por aquel entonces, a bus-car mejor fortuna de la que en aquellos tiempos España nos ofrecia. Dejamos a nuestro bonito pueblo y a nuestras queridas gentes con el corazón contrito, pero llenas de esperanza. Afortunadamente, el trabajo en Paris abundaba y la solidaridad del grupo Gui-sandero facilitó la integración de cada una de nosotras. Los corazones de: Blanca, Carmen, Charo, Isabel, Encarna, Oti, Jesusa, Tere, Mercedes, Ana, Tomasa, Dolores … y otras tantas y tantos que fueron llegando, guardaban siempre un espacio para cada cual. La ayuda mútua y la armonía siempre reinaron entre nosotras. En nuestras «chambres» -buhardillas- organizábamos nuestras tertulias y sa-nos cotilleos y el intercambio de noticias que se recibían del pueblo nos ale-graba el alma; a veces nos hacían llorar por la añoranza de lo que allí habia quedado. Tambien nos daban alas para proseguir nuestro caminito de cruz más o menos pesada en aquellas tierras extrañas; los francos aquellos que

poco a poco íbamos acumulando suavizaban las asperezas y, con ellos, cuántos proyectos y cuántos sueños realizados …

Los mejores momentos eran los que, cuando alguna de nosotras (o alguna nueva) venia del pueblo y traia la ma-leta, de cartón por aquel entonces, llena de paquetitos de matanza que nuestras madres nos enviaban. Qué ricas nos sabian aquellas morcillas de calabaza y algún chorizillo (pequeño), las rachitas de jamón y el queso de las cabras de nuestro Guisando … Las mejores comidas francesas no podían rivalizar con aquellos manjares de nuestros « guarros ». Los años fueron pasando, nos fuimos adaptando a otras culturas y adquirimos nuevas costumbres, pero siem-pre con el pensamiento allí… Unas se fueron marchando, otras se fueron casando, a veces con chicos de otras tierras, pero todas, a menudo o de vez en cuando, volvíamos con alegría a nuestro querido Guisando. Por mi parte, llevo màs de 5 décadas repitiendo cada año. El destino puso en mi camino a un zaragozano, criado en Paris y, como el corazòn tiene razones que la razón ignora, con él me casé en Guisando, naturalmente, un bello dia de agosto del 65. Boda de ir por las calles can-tando y bailando como Dios manda; boda de tres comidas como entonces se hacia, en el salón de Macario: de-sayuno con chocolate y flores, comida, cena y para terminar, baile y « Espigorio ». !Todo un acierto! Luego, puesto que así habia de ser, a Paris volví y me adapté. Trabajé, estudié y avancé. Con la ayuda de mi zaragozano en la empresa de publicidad donde él trabajaba, a trabajar entré. Me gustó, en ello me interesé, me seguí formando, fui progresando y durante más de 37 años allí obré. Durante un tiempo, como jefe de publici-dad y al cabo de estudios complementarios, dirigiendo el departamento de los Recursos Humanos y los asuntos jurídicos en el área laboral. Aqui he vivido felizmente todos estos años, pero sin olvidarme ni un momento de que yo nací en Guisando. Ahora, jubilada ya, mis idas y venidas a España en general y a Guisando en particular son más frecuentes y lar-gas; siempre con la misma emoción sitiéndome plenamente española y sobretodo GUISANDERA, a pesar de esta tanda de años viviendo en la ciudad del Sena. Para concluir, podria añadir que, Guisando vió nacer a gentes a veces un poco rudas, quizàs por el aire de la sierra, pero todas valerosas, con un corazón así... de grande y una honradez sin igual. !Viva Guisando, y …Viva sus Gentes!

Tere Nogal Tiemblo. Paris, Noviembre 2013

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Desde Arenas a Guisando

está lleno de pinares

tres fuentes en el camino

y al Portezuelo olivares.

La primera Arrocinquete

la segunda Fontanita,

la tercera fuente “El Santo”

que tres fuentes más fresquitas;

Guisando con Los Hoteles,

con el buen agua que tiene.

Entre el Husero y el Camping,

el Risquillo y los Galayos,

vienen los grandes señores

a pasar bien el verano

Entre huertos y olivares

y pinos en las orillas

está el pueblo de Guisando

la flor de la maravilla,

la flor de la maravilla,

y de tallos de geranios.

Antes de llegar al Camping,

lo primero que se ve:

Timoteo y Manzanares

y al otro lado el Hotel,

No hay sitio para bañarse,

como el Camping de Guisando,

tomar el aire de los pinos,

de la sierra Los Galayos,

de la sierra Los Galayos

y agua fría de Pelayos.

Es el pueblo de Guisando

tan bonito y pintoresco,

con las olivas que tiene,

sus pinares y sus huertos

Una fuente tan fresquita

y un arroyo por el centro

que cuando viene crecida

“lo más bonito del pueblo”

que cuando viene crecida

“lo más bonito del pueblo”

En la calle El Altozano,

en El Rollo y Majadilla,

se crían buenas muchachas,

la flor de la maravilla.

La flor de la maravilla

y en la Plaza está el romero,

y también se crían buenas

en la calle El Barrionuevo.

Pero aún hay chicas guapas,

en lo que queda del pueblo.

Quien compuso esta canción

tenía setenta y seis años

se llamaba Eugenio Jara

era vecino de Guisando,

era vecino de Guisando,

tocaba bien el laúd,

y siempre estaba cantando

divirtió a la juventud.

Divirtió a la juventud,

y al que escucha con amor,

recordadle muchos años,

se terminó la canción.

Himno “Desde Arenas a Guisando” (Esta canción de ritmo pasodoble la compuso Eugenio Jara Garro en 1971.

Con el tiempo se retocó para que tuviera una mayor armonía.

Las pequeñas modificaciones fueron a cargo de Belén Nogal Tiemblo)

Niños de Guisando — Fotografía de José Ortiz Echagüe

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GUISANDO - Fotografía de José Ortiz Echagüe - aprox 1923

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GUISANDO - Fotografía de José Ortiz Echagüe - aprox 1923

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UNA COPLITA ECHARE

Una coplita echaré (bis) por encima de un geranio (bis)

Dios le de mucha salud (bis)

a la señorita Rosario, (bis)

Echen, echen, echen,

por esa ventana

higos o castañas o si no manzanas.

El aguinaldillo, madre generosa,

higos o castañas

o si no otra cosa.

EN EL PORTAL DE BELEN En el Portal de Belén

hay estrellas sol y luna la Virgen y San José,

y el Niño que está en la cuna.

Ande, ande, ande

La marimorena Ande, ande, ande

Que es la nochebuena.

En el Portal de Belén

hacen lumbre los pastores

Para calentar al Niño que ha nacido entre las flores

Ande, ande, ande...

En el Portal de Belén

nace un clavel encarnado que por redimir al mundo

se ha vuelto lirio morado.

Ande, ande, ande...

DIME NIÑO DE QUIEN ERES Dime Niño de quién eres

todo vestido de blanco (bis): Soy de la Virgen María

y del Espíritu Santo (bis).

Resuenen con alegría los cánticos de mi tierra

Y viva el Niño de Jesús

que ha nacido en Nochebuena (bis).

Dime Niño de quien eres

Dime de quien eres Niño

Vengo a enseñar a los hombres Lo que es amor y cariño.

Resuenen con alegría...

Dime Niño de quién eres

y si te llamas Jesús (bis).

Soy amor en el pesebre y sufrimiento en la cruz (bis).

Resuenen con..

La Nochebuena se viene… Resuenen con..

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PASTORES DE BELEN Pastores de Belén venid con alegría a ver al Niño Dios, al hijo de María.

Ahí, ahí, ahí está Jesús

ahí, ahí, ahí alumbra con su luz llevemos, pues, turrones y miel

para ofrecer al Niño Manuel,

Emmanuel, Emmanuel. Yo llevo en mi morral leche, queso y piñones,

También llevo un panal, mantequilla y requesones. Ahí, ahí, ahí.. (bis).

A continuación varios villancicos que se hicie-ron muy populares en Guisando durante los

años 60 y 70

LA SAYA Yo me dejo la saya sin cintas

y las flores quité al sombrerillo

cuando sea Jesús pastorcillo de las suyas las he de llevar

“Ya verás que graciosas le cuelgan

de su rubio y dorado cabello ¡Ay por Dios acudamos a verlo!

Sin tardar, sin tardar, sin tardar

sin tardar, sin tardar, sin tardar sin tardar…, sin tardar….”

Jesusito aquí están los zagales

requesón tle traemos y miel de las sayas las cintas más nueva

del sombrero las flores también

“Recoged las pajitas del suelo y con ellas hagamos un lío

¡Ay por Dios, ay por Dios que hace frío!

Sin tardar, sin tardar, sin tardar sin tardar, sin tardar, sin tardar

sin tardar…, sin tardar….”

Pastorcillos tocadle la flauta y también los demás instrumentos

zagalillos tocadle el pandero

y al infante venidle a adora. ¡Ay María que niño tan rubio

¡Ay María que niño tan bello!

¡Ay María dánosle a besar!

Este sí que será un zagalillo lo mejor, lo mejor del lugar.

Del lugar…, del lugar….

del lugar, del lugar, del lugar.

LAS NARANJICAS Naranjitas doradas, coge María, coge María

y el amor de sus ojos, perlas prendía,

y el amor de sus ojos, perlas prendía

Arrojóme las naranjicas naranjicas de blanco azahar

Arrojómelas, arrojéselas

y volviómelas a arrojar Arrojómelas, arrojéselas

y volviómelas a arrojar

Miraditas divinas, las de ese niño,

las de ese niño

del amor de sus ojos quedé prendido,

del amor de sus ojos quedé prendido

Arrojóme Niño Divino

miraditas de dulce mirar Arrojómelas, arrojéselas

y volviómelas a arrojar

Arrojómelas, arrojéselas

y volviómelas a arrojar

HACED PASTORES Haced pastores que suene

la gaita y el tamboril

que en un portal ha nacido

un precioso querubín

Tiene el infante los labios

rojos cual bello clavel

y el ardor de su mirada es dulce como la miel

“Cantad pastores

para que se duerma el niño cantad pastores a este niño tan chiquito

cantad pastores, pero fuera del portal

que se ha dormido y le vais a despertar”

Yo le traigo miel y yo mazapán

yo un manso cordero

yo un rico pañal y el niño se duerme

con dulce cantar

“Cantad pastores …

Yo le traigo al niño

un beso de amor

pues yo una caricia y yo el corazón

y el niño se duerme

con dulce canción “Cantad pastores …

Page 14: Revista Las Majadillas de Guisando nº 2

PASTORES A BELÉN Pastores a Belén vamos con alegría

a ver al niño Dios, al hijo de María

“Allí, allí, allí nos espera Jesús allí, allí con vida y con salud

Llevemos pues turrones y miel

para ofrecer al niño Manuel al niño, la niño Manuel

a….Manuel”

También le voy a dar

la música y la danza

que llega sin tardar,

que llega sin tardanza

“Allí, allí, allí nos espera Jesús…”

También le voy a dar

un cabrito muy bueno

que a cambio va a quedar de bendiciones lleno

“Allí, allí, allí nos espera Jesús…”

YO NO QUIERO MARCHAR DE BELÉN “Yo no quiero marchar de Belén yo no quiero salir del portal

lo que quiero es ver a Jesús

y postrado a sus plantas besar”

Con un sombrero de paja

al portal llegó un gallego

mientras adoraba al niño el buey se comió el sombrero

“Yo no quiero marchar de Belén…”

San José mira a la Virgen la Virgen mira a José

el niño mira a los dos

y se sonríen los tres

“Yo no quiero marchar de Belén…”

ESTA NOCHE ES NOCHEBUENA

Esta noche es noche buena (bis)

y no es noche de dormir (bis)

que está la Virgen de parto (bis)

y a las doce ha de parir. (bis)

Ha de parir un niñito (bis)

blanco, rubio y colorado (bis)

y ha de ser pastorcillo (bis)

para guardar su ganado (bis)

A la noche cuando venga (bis)

le tendremos un guisado (bis)

de palomas y perdices (bis)

y la pechuga de un pavo. (bis)

Zambombita, zambombita

Yo te tengo que romper

Que a la puerta de mi novia

No has querido tocar bien.

Nochebuena, Nochebuena

tu te vienes, tu te vas

y nosotros nos iremos

y no volveremos mas.

Recopilacion: Inma Garro

y Fernando Palacios

Page 15: Revista Las Majadillas de Guisando nº 2

RETUMBALEDA 2012 (Candeleda) Navidades, fechas que pueden gustar más o menos, pero que siempre suponen un

momento de encuentro con familiares y amigos. Son fechas en las que todos regre-samos a casa, compras navideñas aceleradas, atracones con las comidas, la típica

cena de empresa, salidas con los amigos y como no: las rondas.

Este es un motivo por el que me gustan estas fechas, de siempre me ha llamado la atención el ir por la ca-

lle, o entrar en algún bar, y encontrarme con el sonido

que lanzan los calderos, las zambombas, las botellas

de anís...

Y es que no vamos a negar la cultura que a este res-pecto tiene Candeleda (y sus alrededores), pues desde

bien pequeños van los niñ@s por las calles pidiendo el

aguinaldo (que divertido es pasar por la Plaza del Cas-

tillo y ver a niños chiquitajos esforzándose con el caldero). Incluso a día de hoy, existen clases de ello. Madre, si las hubiese cogido cuando yo era pequeña…

Pero un recuerdo de rondas que tengo permanen-

te es cuando estábamos en el instituto, y el último día de clases antes de las Navidades, y se ronda-

ba por sus pasillos y aulas, era emocionante.

Emocionante y una curiosa mezcla, pues tan pron-

to sonaban los calderos, como eran los niños de

San Ildefonso cantando la Lotería de Navidad. También tengo en el recuerdo cuando íbamos al

bar "Perdigón" a felicitar las fiestas a "la Francis",

y de paso nos tomábamos mi hermana y yo la

"fantita" de rigor. Ahí nos quedábamos embobadas, mirando cómo cantaban esas es-trofas que Doña Felipa en el cole nos enseñaba. Curiosidades de la vida, ahora soy

yo la que, de vez en cuando, va "al Perdi" con la gente de las rondas, aunque ahora

sea cargada con una cámara de fotos.

Pues bien, este año he vivido esto de las rondas muy intensamente, ya fuera por al

cena de navidad, donde la familia nos solemos animar y cantar las estrofas que en

casa siempre cantaba la abuela ("Manolito chiquito, rey de los cielos, rey de los cie-

los...." ó "Y un limón echó a rodar, y en tu puerta se Paró..."), ó bien fuera con las rondas que salen por el pueblo.

Ahora bien, he de decir que el punto álgido

de las rondas este año lo hemos vivido el

29 de diciembre, día que vivimos el evento de Retumbaleda. Aquí, lo que se hizo fue la

concentración de grupos locales, además

de algún visitante, que junto con aquellos

que quisimos unirnos, salimos por el pue-blo cantando.

El punto de partida lo encontramos en la

Plaza del Ayuntamiento, donde había una

gran nube de gente expectante en torno a una zambomba de enormes dimensiones,

Page 16: Revista Las Majadillas de Guisando nº 2

probablemente la más grande del mundo, y con la que todos queríamos sacarnos la

correspondiente foto.

Una vez localizado el grupete correspondiente, y llegada la hora marcada, comenzamos el recorrido dirigiéndonos a las

calles de la parte antigua del pueblo. Hay que decir que todos

estábamos muy agradecidos a las hogueras que por el camino

había encendidas, pues aunque no llovía el frío era más que evidente.

En una de esas hogueras, los niños que han asistido a las clases de caldero, pudie-

ron demostrar sus habilidades con el mismo, y la verdad es que hicieron la delicia de

los presentes, además de despertar cierta "envidia" de algunos al ver dicha destreza. Tras terminar el recorrido por el casco antiguo y las paradas de rigor a los bares de,

pueblo donde se suele acudir con las rondas, acabamos en la Plaza del Castillo, don-

de ahí si nos concentramos con todos los grupos que allí se dieron cita. Mención es-

pecial merece el grupo que se acercó desde Casavieja, que gran interés causó entre los presentes con sus letras mezclas entre "beatas" y "socarronas", y la forma de to-

car la sartén con una llave.

Una vez que se dio por finalizada la concentración de Retumbaleda, continuamos la

tradición de cante con rondas por calles y bares del pueblo, y que tan buena acogida se da siempre en esta fecha por allí por donde se pasa. Esto demuestra que la gente

quiere que estas cosas no se pierdan, y que entre todos debemos trabajar para que

no caiga en el olvido.

Hoy, 8 de enero, las Navidades se dan por terminadas, y ya se puede dar por cerra-

da la temporada de rondas de calderos. Habrá que esperar al mes de diciembre, pa-

ra dar inicio a otra temporada. Pero estoy segura, que durante los próximos once

meses surgirán otros eventos dónde se pueda potenciar el rescate de las tradiciones del olvido (rondas en las ferias y fiestas de Candeleda, San Blas, Guitarvera....) y es-

pero estar ahí para vivirlo e inmortalizarlo con mi cámara (todos debemos hacer

nuestra aportación a nuestra manera). Cristina Nogal Blázquez

Candeleda, Enero 2013

Diciembre ya ha llegado y este año la RETUMBALEDA tendrá “un ensayo” en el centro de Ma-

drid. El día 21 de diciembre de 2013 a las 19:30 horas en la Plaza de Oriente, los

candeledanos harán una RETUMBADA para dar a conocer esta tradicion a los madrileños.

En Candeleda el día 28 de Diciembre, estais todos invitados.

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Guisando Fotos de José Ortiz Echagüe / Lo mejor de la aldea - Descanso en el Puente

Page 18: Revista Las Majadillas de Guisando nº 2

GUISANDO - Grandes Fotógrafos: José Ortiz Echagüe (textos:Internet)

JOSE ORTIZ ECHAGÜE

(Guadalajara, 2 de agosto de 1886 – Madrid, 7 de septiembre de 1980)

fue un ingeniero militar, piloto y fotógrafo español. Su hermano, Antonio Ortiz Echa-güe, fue un importante pintor de comienzos del siglo XX. Fue también Gentilhombre

de cámara con ejercicio del Rey Alfonso XIII.

Ortiz Echagüe como ingeniero

Como ingeniero destaca su trabajo en el campo de la aviación y el automovilismo.

En1903 ingresa en la Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara, y tras su pa-so por ella sirvió en la unidad de globos aerostáticos en la Guerra del Norte de Áfri-

ca. Obtuvo los títulos de piloto de globos y de piloto de aviación en 1911. Tras su re-

greso definitivo del Norte de África funda en- 1923 Construcciones Aeronáuticas

S.A. (C.A.S.A.) y más tarde, en- 1950, la primera industria española de fabri-cación de automóviles en cadena, SEAT, de la que será nombrado Presidente con

funciones ejecutivas hasta 1976, año en que es designado Presidente de honor vitali-

cio de esta compañía.

Ortiz Echagüe como fotógrafo

En el campo de la fotografía artística es

quizá el fotógrafo más popular y uno de los

más reconocidos inter-nacionalmente. En

1935 la revista American Photography lo consideró uno de los tres mejores fotógra-

fos del mundo. Algunos críticos lo conside-

ran el mejor fotógrafo español hasta el

momento, lo cual es más meritorio porque la fotografía fue una afición a la que dedi-

caba ratos libres, especialmente los fines

de semana y durante sus viajes. Desde el

punto de vista artístico y por su formación y temática se le podría considerar el repre-

sentante de la generación del 98 en la foto-

grafía. Se le suele encuadrar dentro de la

corriente fotográfica del pictorialismo, sien-

do el mejor representante del llamado pic-torialismo fotográfico español, aunque esta

denominación no le gustaba a Ortiz Echa-

güe. Su obra fotográfica se enfoca hacia la

plasmación de los caracteres más definitorios de un pueblo: sus costumbres y atuendos tradicionales y sus lugares. Consigue expresar con sus fotografías una

expresión personal más cercana a la pintura, casi siempre mediante efectos durante

el positivado.

Técnica de trabajo

En 1898 le regalaron su primera cámara; desde entonces y a lo largo de 75 años

realizó miles de fotografías. Revelaba él mismo sus negativos usando una técnica al

carbón fresson, corriente en su juventud aunque pronto quedó desfasada. Él la usó en toda su obra artística, lo que daba un especial matiz a sus positivos, así como un

mayor contraste, que hace que sus obras sean fácilmente reconocibles. Su produc-

ción es enteramente en blanco y negro.

Page 19: Revista Las Majadillas de Guisando nº 2

Clasificación de su obra

Él mismo hizo una clasificación de sus obras al agruparlas en cuatro libros: Tipos y

Trajes (1930), España, Pueblos y Paisajes (1939), España Mística (1943) y España,

Castillos y Alcázares (1956). A estas colecciones se deben añadir otras dos series: Marruecos y fotos familiares.

En la serie de tipos y trajes contemplamos una sociedad española de gran fol-clorismo, y a la vez vemos retratos de una gran profundi-

dad humana. Es difícil no sentirse impresionado por ciertas

miradas y gestos de los tipos retratados, personajes popu-

lares de las calles de algún pueblo español.

En España, pueblos y paisajes vemos, más allá de la mera reproducción del monumento o del paisaje, el con-

traste de las tierras y de los pueblos.

La serie sobre España mística se centra en las comunida-

des de religiosos de clausura y en devociones populares co-

mo procesiones o romerías. En esta serie nos presenta re-

tratos de monjes que nos recuerdan a los monjes de Zur-barán o El Greco.

Los castillos y alcázares españoles se podrían considerar un grupo dentro de la serie sobre los pueblos y paisajes españoles, aunque se caracterizan por su especial

dedicación, de esta serie existen muy pocos ejemplares uno de ellos en posesión de

su amigo Francisco Benito, camarero y confidente de la familia en Madrid.

La serie de Marruecos fue realizada durante su estancia entre 1909 y 1916 como

ingeniero militar en el entonces llamado Protectorado Español de Marruecos.

Las fotos familiares son retratos realizados para su familia, muchos de ellos de tan

alta calidad como los anteriores.

Los méritos de sus obras son evidentes: la belleza y la majestuosidad de sus fo-tografías, la delicadeza y la sensibilidad de sus composiciones, su respecto y afecto

por los tipos tradicionales que retrata. Sus fotografías siguen causando la fascinación

de la época en que fueron tomadas.

Su obra se ha reeditado múltiples veces, y se ha expuesto en numerosos lugares en

todo el mundo. Recibió varios premios en vida, en España y en el extranjero.

La mayor parte de su obra está reunida en el Legado Ortiz Echagüe, en la Univer-

sidad de Navarra, que recoge aproximadamente 1.000 composiciones originales

realizadas según el método de carbón fresson, así como más de 20.000 negativos. El Museo del Traje de Madrid,

dependiente del Centro de

Investigación del Patrimonio

Etnológico, posee una buena colección de fotografías de la

serie de Tipos y Trajes, ad-

quirida en 1933.

En Guisando realizó una

treintena de fotos y afortu-

nadamente cada una de ellas es una auténtica obra

de arte y como muestra las

fotos de la página anterior y

posterior a este artículo.

La redacción Tío Pedrón y las comadres La ventera de Guisando

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NIÑOS DE GUISANDO - Fotografía de José Ortiz Echague - aprox 1923