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Hecho el Depósito Legal pp DC2000233 Vol. I N°3 julio-sepembre 2018 SUSCRIPCIÓN GRATUITA PARA AMÉRICA Y EUROPA. www.sovencoaching.com RIF-J410088214 DERECHO A CAMBIAR RENZO SALAZAR B2B VOLVER A LOS BÁSICOS DEL COACHING ENTRE COACHES: Coaching en los Sistemas Educavos HEBER LONDOÑO MARISELA ODREMAN JOSÉ GREGORIO COLMENAREZ COACHING ONTOLÓGICO RAFAEL ECHEVERRÍA JULIO OLALLA ELENA ESPINAL JIM SELMAN CAROLINA RODRÍGUEZ VILLAR COACHING PARA LA ALTA GERENCIA ALFREDO ANGEL COACHING SUPERVISION: La Consciencia Profesional del Coach Praccante

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DERECHO A CAMBIAR

RENZO SALAZARB2B VOLVER A LOS BÁSICOS DEL COACHING

ENTRE COACHES:Coaching en los SistemasEducativosHEBER LONDOÑOMARISELA ODREMANJOSÉ GREGORIO COLMENAREZ

COACHINGONTOLÓGICO

RAFAEL ECHEVERRÍA JULIO OLALLA ELENA ESPINAL JIM SELMAN

CAROLINA RODRÍGUEZ VILLARCOACHING PARA LA ALTA GERENCIA

ALFREDO ANGELCOACHING SUPERVISION:La Consciencia Profesional delCoach Practicante

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REVISTA ELECTRÓNICA DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA DE COACHING

IN COACHING VOLUMEN 3, NÚMERO 1, JULIO-SEPTIEMBRE 2018.

Consejo EditorialSOCIEDAD VENEZOLANA DE COACHING

Presidente

Ricardo Aquino

VicepresidentaDoris Rivero

Secretario GeneralHeber Londoño

Directores PrincipalesGeorgette Abilahoud Ruiz

Leyla SuárezTeresa De Gouveia

Carola RivasDenys Terán

Marisela Odremán

Directora EjecutivaLigia Gutiérrez

Presidente Tribunal DisciplinarioFrancesco Manna

Miembros Principales Tribunal DisciplinarioMaría Enmanuel Hernández

Kelly Salmón

AuditoraDamaris González Celis

Directora y Editora IN COACHINGCarola Rivas

CNP. N°6.112

Editor Asociado y Montaje ElectrónicoRicardo Aquino

Corrección de EstiloCarola Rivas

Traducciones:Leyla Suárez

Diseño y DiagramaciónSOVENCOACHING

Asistencia LegalGermain Vizaes Osorio

Participan en esta EdiciónRAFAEL ECHEVERRÍA

ELENA ESPINALJULIO OLALLA

JAMES SELMANRENZO SALAZARALFREDO ÁNGEL

CAROLINA RODRÍGUEZ VILLARHEBER LONDOÑO

MARISELA ODREMANJOSÉ GREGORIO COLMENAREZ

Todas las colaboraciones sin excepción son sometidas a la aprobación del Consejo Editorial

BRIEFING

EDITORIALPor Carola Rivas

Entrevistas Exclusivas:

RAFAEL ECHEVERRÍA

ELENA ESPINAL

JULIO OLALLA

JIM SELMAN

Artículos Libres:

RENZO SALAZAR

ALFREDO ÁNGEL

CAROLINA RODRÍGUEZ VILLAR

ENTRE COACHESCoaching en Sistenas Educativos

HEBER LONDOÑO

MARISELA ODREMAN

JOSE GREGORIO COLMENAREZ

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EDITORIALSe buscan IrrazonablesCAROLA RIVAS

Es un gran orgullo brindar a la comunidad de coaches y a nuestra audiencia en general, una edición de “In Coaching” de colección. Más allá de los textos explícitos publicados, nuestro tema de portada “Derecho a cambiar: Coaching Ontológico” coloca a la disposición el poder generativo del lenguaje en cada artículo. Estos escritos están constituidos por profundas reflexiones, que harán posible que el lector llegue, inclusive, a transformar el observador que es y, ade-más, le permitan ganar una percepción sistémica del coa-ching como disciplina y particularmente del coaching onto-lógico.

Julio Olalla, invita desde el coaching a pensar en la totali-dad de la experiencia humana; Elena Espinal, con un relato muy íntimo y abierto, se atreve a describir su relación con el coaching y sus momentos de crisis y transformación; Rafael Echeverría, plantea nuestro inmenso poder de creación de nosotros mismos, con el importante desafío de emprender, aprender y cultivar nuestra alma, para llegar a ser aquel ser humano en el que aspiramos devenir; y las reflexiones de Jim Selman, quien cita a George Bernard Shaw para plasmar su propia filosofía del coaching: “gente razonable se adapta a las circunstancias. Las personas irrazonables adaptan la circunstancia a sí mismos. El progreso depende de perso-nas irrazonables”.

En la sección “Entre Coaches”, nuestras páginas abren es-pacio en esta ocasión al tema del coaching y los sistemas educativos. Alineado a las corrientes constructivistas y las nuevas tendencias en el ámbito de la educación, destaca-dos coaches profesionales aportan sus consideraciones so-bre la materia. Marisela Odreman muestra una maleta llena de recursos para el uso del docente en pro del desarrollo integral del estudiante; y Heber Londoño apalanca una pro-puesta en virtud a los beneficios que, en su juicio, ofrece a la tríada conformada por los estudiantes, las familias y las instituciones educativas.

Se suma a todo este compendio de extraordinarios con-tenidos, tres artículos en formato libre con temas de actua-lidad. Alfredo Ángel se enfoca en la supervisión de coaches o “Coaching Supervision” como se conoce en inglés, una arista del ejercicio del coaching hasta ahora no tan desarro-llada y que implica un proceso auto elegido por el coach en ejercicio, con el fin de lograr identificar y construir transfor-maciones significativas en su rol.

Carolina Rodríguez Villar comenta sobre el coaching para la alta gerencia como una posibilidad integral para el de-sarrollo de competencias alineadas con la metodología del coaching, que impacten positivamente su desempeño. Por su parte, Renzo Salazar hace un llamado a los coaches para

que reenfoquen su ejercicio profesional en áreas prioritarias volviendo a los básicos del coaching: la persona, el vínculo, la relación, el diálogo, las preguntas, la reflexión y la acción.Al cierre de esta edición son muchas las satisfacciones para el equipo de “In Coaching”. En línea con nuestro propósito de servir como órgano divulgativo, informativo y de sopor-te, tanto a los coaches, como a la Sociedad Venezolana de Coaches (Sovencoaching), percibimos que hemos alcanza-do un trascendente logro al ser vitrina para destacados ex-ponentes mundiales en materia de coaching y desarrollo humano. Reunirles en una misma edición es algo inédito. ¡Viva el Coaching!

Directora y editora.https://instagram.com/carolajrivas/

REVISTA ELECTRÓNICA DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA DE COACHING

briefing

2 IN COACHING / VOL. 3 JULIO-SEPTIEMBRE 2018

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Ha sido un privilegio entrevistar a cuatro grandes del Coaching. Quizás, lo que más llamó mi atención en toda esta aproximación a ellos, fue la sencillez, espontaneidad y autenticidad que cada uno tuvo en este proceso. Palabras llanas y cercanas, sin rebus-ques y con la urgencia de quien sabe que ha hecho por el mundo, pero que no le alcanza el tiempo para hacerlo todo.

Imposible no preguntar lo necesario, inevitable pre-guntar lo importante, lo humano, lo que nos importa a todos la vida, la que se vive y la que se comparte con los otros.

Elena Espinal, fue la primera en acudir al llamado, inmensa como el sur y franca como la luna. Rafael Echeverría hizo un alto, la oportunidad de comunicar es fundamental y fue consecuente con su causa de vida, aterrizado en sus palabras sin posturas medias. Julio Olalla, cautiva con su discurso, las lágrimas se escapan, no pueden contenerse ante su observador y su solidaridad con el mundo que nos circunda. Jim Selman, se creció en mi imaginario, él es como un mito, saberlo de carne y hueso y tan cercano no deja de ser sorprenderte.

Y es que todos estos maestros, en realidad son mi-sioneros modernos, promueven un nuevo nivel de consciencia, apalancan la acción y además (sin tregua) inspiran la vida de muchos (más de lo que pueden creer o imaginar). Quieren generaciones que los su-peren, generaciones que cristalicen sus sueños, que la realidad sea menos agobiante y más vivible, y eso se agradece, profundamente se agradece.

Los invito a que lean cada línea de estos diálogos y que repliquen la propuesta no sólo de hacer del coa-ching algo importante para quien lo requiera, sino, la importancia de que en cada conversación se puedan salvar vidas con sólo mirar diferente. Y como dice Olalla no hacer que la gente se sienta “un poquito mejor”, sino, que realmente salgan de nuestro en-cuentro plenos, fortalecidos, con ganas de vivir aun-que el dolor duela.

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MENSAJE DE PRESIDENCIAEncuentro con los MaestrosRICARDO AQUINO

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NOS PROPONEMOS: Alcanzar la organización, representación y defensa de la comunidad de coaches en Venezuela ante instancias gremiales, jurídicas, académicas y profesionales.

Equipo de Junta Directiva 2017-2021

Ricardo AquinoPresidenteCoach ICC, Masteries Pract. IAC, Máster Coach LCN Miembro ICF@senseiricardo_

Doris RiveroVicepresidentaCoach ICC, ICI@dorisriverocoach

Heber LondoñoSecretario GeneralCoach IAC -ACP@heberlondon

Carola RivasDirectora OrienteCoach ICC, TISOC,Máster Coach CDC@carolajrivas

Leyla SuárezDirectora ZuliaMáster Coach ICC,Miembro ICF@leylacoachemprende

GeorgetteAbilahoud RuizDirectora Gran CaracasCoach CFWMiembro [email protected]

Marisela OdremanDirectora OccidenteCoach CICMáster Trainer GCS@coachmariselaodreman

Teresa De GouveiaDirectoraCentro-LlanosCoach ICCMiembro ICF@teresadegouveia

FrancescoMannaPresidente Tribunal DisciplinarioCoach ICC@fracescomanna314

DamarisGonzález CelisDirectora AuditoraCoach UNICAMáster Trainer GCS@damarisbeatriz

LigiaGutiérrezDirectora EjecutivaCoach CFW@ligiagutierrez

Kelly SalmónTribunal DisciplinarioCoach UNICA@coachkellysalmon

International Coach Federation (ICF) y Programas CCEInternational Coach Community (ICC)International Association of Coaching (IAC)International Asocciation of Coaching Institutes (ICI)Newfield ConsultingLatam Coaching Network (LCN)Newfield NetworkThe Society og Neurolinguistic Programming NLPInternational Coaching and Mentoring Federation ICMFAsociación Española de Coaching Ejecutivo AECOPThe International School of Coaching TISOC International NLP & Coaching Learning Institute LLCCoaching for Wellness (CFW)Federación Coaching Ontológico Profesional FICOP

La Sociedad Venezolana de Coaching reconoce como válidaslas Certificaciones otorgadas a nivel Nacional por:IDEAR Academy / IDEAR ConsultoresInternational Life and Leadership Coaching Academy ILCCICO -MVL ConsultoresInstituto de Análisis Transaccional Eric BerneInstituto de Estudios Superiores de Administración IESAComunidad Integrativa de Coaches CICINDELSER ConsultoresCorporación CEGOCaracas CoachingSe reconocen como válidas Certificaciones o Diplomaturas acredi-tadas por Universidades Públicas o Privadas, Nacionales.

Es política de la

Sociedad Venezolana deCoaching que

nuestros afiliados estén

certificados por

María EnmanuelTribunal DisciplinarioCoach Univ. Gestalt@marienmanueloficial

Miguel GibbsMiembro HonorarioMáster Coach ICI@drgibbscoach

@ Cuentas en Instagram

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Entrevista Ricardo Aquino

afael Echeverría, el formidable filósofo chileno es uno de los padres del Coaching Ontológico y artífice de la Ontología del Lenguaje, constituye uno de los pilares fundamentales del Coaching en Iberoamérica. Su huella es indeleble en el dis-curso ontológico como un referente necesario para los coa-ches en formación en el mundo entero. Conversó en exclusi-va para In Coaching desde Chile.

REntrevista:Ricardo Aquino

Colaboradores:Paz Marticorena

Newfield Consulting

www.newfieldconsulting.com

Fotografías:Archivos Newfield Consulting

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Rafael Echeverría“Hay coaches que, calificándose a sí mismos de “ontológicos”, cuando se les pregunta lo que ello significa, no saben qué responder o contestan algo cuestionable. De allí nuestra insistencia: primero el discurso, luego la disci-plina. Ésta última, nace y se alimenta del discurso. Su fortaleza la provee el discurso”.

PRIMERO EL DISCURSO, LUEGO LA DISCIPLINA:

¿Cuál sería según usted el antes y después de una empresa que apueste al coaching ontológico en el mundo de hoy?

Mi principal contribución no es la disciplina del coaching ontológico, cuya importancia no pongo en cuestión, sino el discurso de la ontología del lenguaje, desde el cual la disciplina emerge. Esta precisión es fundamental pues, de lo contrario, la dimensión ontológica del coaching, aunque se la invoque, no se concreta. Muchas veces esto no se entiende y, cuando ello sucede, el coaching ontológico se convierte en una suerte de técnica o he-rramienta de impacto superficial.

Hay coaches que, calificándose a sí mismos de “ontoló-gicos”, cuando se les pregunta lo que ello significa, no saben qué responder o contestan algo cuestionable. De allí nuestra insistencia: primero el discurso, luego la dis-ciplina. Ésta última, nace y se alimenta del discurso. Su fortaleza la provee el discurso.

Uno de los rasgos más destacados del coaching ontológi-co es su rigor teórico y ello lo proporciona el discurso en el cual se sustenta. De allí que la formación de un coach ontológico requiera, como condición indispensable, una muy sólida formación en el discurso de la ontología del lenguaje.

Dicho eso, entendemos que la propuesta ontológica no sólo ofrece a las organizaciones un tipo particular de coaching, sino una manera muy diferente y poderosa de concebirse a sí mismas. Ello impacta significativamente su desempeño y el logro de sus objetivos. Esto es muy importante. Si en el trabajo con las organizaciones nos limitáramos a ofrecer coaching ontológico, restringiría-mos nuestras intervenciones a las transformaciones in-dividuales y descuidaríamos la posibilidad de intervenir significativamente en la organización como sistema. No desconocemos que las transformaciones individuales im-pactan el sistema social que tales individuos conforman. Pero ello, por sí sólo, no es suficiente.

Para intervenir eficazmente en un sistema social no bas-ta con intervenir a nivel de los individuos. Hay que ha-cerlo también a nivel de la dinámica de relaciones entre ellos y en la estructura y cultura que la sostienen. Para lograrlo, el coaching ontológico es muy importante, pero éste deja de orientarse sólo a las transformaciones indi-viduales y se coloca al servicio de la transformación de la organización como sistema. A partir de ello, las trans-formaciones individuales ahora se orientan al cambio de la dinámica de relaciones y de la estructura y cultura del conjunto de la organización.

Éste debiera ser el real alcance de lo que los coaches on-tológicos debieran ofrecer a las organizaciones. Mientras no lo hagan, sin desmerecer su trabajo, estarán muy por debajo del potencial de transformación que les es posi-ble realizar. Afortunadamente son cada vez más las or-ganizaciones que perciben esta oportunidad en los coa-ches ontológicos de formación sólida, como la que hoy en día entregamos. En última instancia, todo lo que hacemos se mide y eva-lúa por los resultados que somos capaces de generar. No hay otra vara de mayor contundencia que los resul-tados. Éste es el primer principio de la ontología del len-guaje, principio que hace de los resultados la pauta ética de nuestra existencia. Serán los resultados que somos capaces de generar los que determinarán el antes y el después en la valoración social del coaching ontológico. Serán ellos los que determinarán la identidad pública del coaching ontológico. La buena noticia es que uno de los factores que nos caracterizan es precisamente el saber generar resultados de muy alto impacto. El rigor concep-tual que invocamos tiene el imperativo de traducirse en poder, entendido como un salto cualitativo en nuestra capacidad de acción. Esta es la oferta que somos para el mundo de hoy.

¿Qué tipo de conversaciones le gustaría escuchar a Rafael Echeverría en los jóvenes latinoameri-canos?

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“Uno de los rasgos más destacados del coaching ontológico es su rigor teórico y ello lo proporciona el discurso en el cual se sus-tenta. De allí que la formación de un coach ontológico requiera, como condición indispensable, una muy sólida formación en el discurso de la ontología del lenguaje”

Me hacían una pregunta similar hace un par de semanas atrás en Argentina. Sostuve que me gustaría ver en los jóvenes de hoy y de mañana una capacidad autónoma de aprendizaje que mi generación, salvo excepciones, no tuvo. Hoy vivimos olas de transformaciones sin prece-dentes y ellas están acompañadas por olas equivalentes de obsolescencia. La humanidad hoy no está preparada para responder a los desafíos que ya estamos encaran-do.

Lo he dicho muchas veces: más allá de la obsolescencia que encaramos en todos los dominios de nuestra exis-tencia, hay una que se revela y que no es siempre ade-cuadamente reconocida. La he llamado una obsolescen-cia ontológica, una obsolescencia en nuestras formas de ser. El tipo de ser que somos no sabe responder ade-cuadamente los desafíos que resultan de estas olas de transformación y de obsolescencia. Ello nos obliga a sol-tar lo que sabíamos y comprometernos en procesos de aprendizaje permanentes y profundos.

Para lograrlo, sin embargo, es imprescindible disolver los residuos metafísicos que todavía forman parte de nues-tro sentido común y que nos llevan a creer que los seres humanos estamos atrapados en una forma dada de ser que no podemos cambiar. Uno de los elementos más importantes del discurso de la ontología es el cuestionar este supuesto y diseñar formas para disolverlo. De no hacerlo, las olas de transformación y de obsolescencia nos destrozarán.

Pero no basta con aprender a sólo responder a ellas. Es necesario reconocer que podemos participar en es-tos procesos de cambio e incidir en la dirección hacia la cual ellos apunten. Ello implica entender que podemos ser partícipes de la transformación del mundo, de mane-ra logremos preservar la naturaleza, asegurar la sobrevi-vencia de la especie humana y mejorar nuestras modali-dades de convivencia. Éste es el desafío del emprender. Por otro lado, es necesario reconocer que los seres hu-manos estamos en procesos de transformación perma-nente y que también podemos participar en ellos. La pa-lanca para enfrentar este desafío es el aprender.

La capacidad de lenguaje de que estamos dotados los seres humanos nos confiere un poder de transforma-ción extraordinario que no exhibe ninguna otra especie. Poseemos un inmenso poder de creación. Nos es posi-ble crear mundos y participar en la creación de nosotros mismos. Al entender esto, podemos conferirle a nues-

tra existencia un sentido especial, una misión particular, que se conjuga en los desafíos del emprender, del apren-der y de algo que debiera ocupar el centro de nuestras vidas: el cultivo del alma. Ello implica tomar el ser que so-mos, aquel ser que estamos siendo, y comprometernos a conducirlo para que llegue a ser el tipo de ser humano al que aspiramos devenir. Es en esa conversación en la que quisiera ver a los jóvenes, no sólo de América Latina, sino de todo el mundo.

¿Cuál futuro imagina para el coaching de cara a la segunda mitad del siglo XXI, 2050 y más allá? Lo que será el coaching en el futuro dependerá de lo que los coaches hagamos en el presente. El futuro de esta dis-ciplina, de alguna manera, está en nuestras propias manos y ello nos obliga a cuidar con gran celo lo que hoy hace-mos. Consciente de lo anterior, proclamamos que el desa-rrollo del coaching debe fundarse en tres pilares, en tres importantes compromisos: el rigor teórico, la ética y la ca-pacidad de acción efectiva. Ellos han sido, por lo demás, los elementos claves que definen a nuestra escuela y los que definen la Federación Internacional de Coaching On-tológico Profesional (FICOP) en cuya constitución hemos estado comprometidos.

Es importante advertir, sin embargo, que tenemos la con-vicción de que los astros se alinean a nuestro favor. En un mundo en transformación como el que hoy enfrentamos, el coaching ontológico está llamado a cumplir un papel muy destacado. Los cambios que hoy encaran los seres hu-manos nos plantean desafíos que no siempre estamos en condiciones de resolver y necesitamos de un profesional que nos ayude a ver lo que no vemos, de manera de poder tomar las acciones que hoy no podemos. Y eso es preci-samente lo que hace un coach. Pocas profesiones logran responder tan directamente a estos nuevos desafíos. De allí que no sea extraño que Kevin Kelly, entre tantos otros, experto en el impacto de las nuevas tecnologías, sostenga en su último libro, The Inevitable (2017), que frente a ola de obsolescencias que afectarán en los próximos años a oficios y profesiones, el coaching se revela cada vez más importante y necesario.

¿Qué opina de las formaciones ON-LINE de Coa-ching, es necesario el contacto directo (persona a persona) o lo virtual es suficiente?

Desde nuestra perspectiva, los medios que utilicen los pro-cesos de formación en coaching no son necesariamente lo

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más importante para asegurar un aprendizaje sólido. En nuestros propios procesos de formación combinamos instancias de contacto personal directo con modalidades virtuales de enseñanza. Me inclino muy fuertemente por asegurar algunos momentos de aprendizaje presencial, pues ellos permiten formas eficientes de evaluación en la adquisición de conocimientos y competencias y corregir deficiencias. Con todo, desde nuestra perspectiva, más importante que el medio (que ofrece ventajas para llegar a personas que se encuentran distantes) es la solidez y el rigor de los procesos de formación. Uno de los cinco rasgos que, en nuestra opinión, nos permitieron trans-formar el coaching ontológico de la práctica informal que era en un inicio, en una disciplina rigurosa, fue el diseño de una didáctica que generara una formación robusta y altamente efectiva. Ello representa para nosotros moti-vo de especial orgullo y estamos comprometidos en un proceso de permanente mejoramiento. Esto no es algo trivial y le prestamos gran atención. Ello se traduce en un mejoramiento permanente de nuestros procesos for-mativos. Nuestros egresados de hoy son muy distintos de los del pasado. De allí que hagamos reiteradas ofertas para actualizar los niveles de formación antiguos y hacer accesibles a nuestros egresados los nuevos desarrollos teóricos o metodológicos.

¿Quién podría registrarse en el TOP 5 de Rafael Echeverría, que un coach no debería dejar de leer?

El libro Ontología del Lenguaje es ya muy antiguo y des-de entonces he escrito diversas otras obras dirigidas a la formación de los coaches ontológicos, a partir de im-portantes desarrollos que he realizado en los últimos 25 años. El discurso de la ontología del lenguaje se encuen-tra en sus fases iniciales de gestación y en la medida que pase el tiempo, crece y se tiende a una mayor consolida-ción. Muchas veces yo mismo me sorprendo de la sim-plicidad y, diría incluso, de la ingenuidad de mis primeros pronunciamientos. Hoy estamos muy lejos del lugar que nos encontrábamos en el pasado. Los alumnos de anta-ño se sorprenden al constatar dónde estamos ahora.

La Ontología del Lenguaje es una propuesta que se nu-tre de los desarrollos más importantes de la filosofía, la biología y las ciencias humanas. Por tratarse de una pro-puesta no dogmática ni sectaria, absorbemos sin proble-mas cualquier contribución que, a nuestro juicio, muestra capacidad de generar resultados poderosos. Ello implica que estamos en un proceso de permanente enriqueci-miento. Hace algo más de un año, escribí tanto para la

FICOP como para nuestra propia página web, lo que bau-ticé como “Columnas Ontológicas”, en las que abordaba las principales corrientes de influencia que convergen en nuestra propuesta. Estas columnas están todavía dispo-nibles y pueden ser consultadas virtualmente por cual-quiera. Esa es, por lo tanto, mi primera recomendación. Habiendo dicho eso, hay un autor que se sitúa por encima de todos lo demás: Nietzsche. Sugiero que leer su obra y encontrarán allí las bases programáticas de buena parte de lo que hago. No en vano uno de mis libros está pre-cisamente dedicado a hacer comprensible el gran aporte de su filosofía.

¿Cuál sería su mensaje a la comunidad de coa-ches en Venezuela ante el desafío que implica ejercer la profesión en la situación país actual?

Llevo a Venezuela en el corazón y su situación actual me es motivo de gran preocupación y sufrimiento. Pienso, sin embargo, que lo que en ella pasa, representa un gran desafío para los coaches ontológicos. Nosotros enten-demos que todo sistema social humano es siempre un sistema conversacional. Desde esta perspectiva, lo que ha pasado en Venezuela es el colapso de las conversacio-nes que aseguran la integridad del sistema social. Ahora bien, un sistema social asegura su integridad a través de la confianza que en sus relaciones exhiben sus miembros entre sí. Cuando la confianza se ve comprometida, el sis-tema social asegura su integridad a través de la fuerza. En mi opinión, éste es el fenómeno que está detrás de lo que sucede en Venezuela.

Ello levanta distintas preguntas. En primer lugar, ¿qué fue aquello que condujo al quiebre de la confianza mutua al interior del sistema? Prefiero no aventurar respuestas, sino dejar tan solo planteadas las preguntas. En segundo lugar, ¿qué habría que hacer para re-establecer la confianza per-dida? ¿Cuáles son él o los procesos que podrían generar este resultado? ¿Cuáles son las acciones que sería preciso realizar? ¿Cuáles son los cambios que debieran producirse en los observadores involucrados para que esas acciones sean eficaces? Y, por último, ¿cómo diseñar estructuras en el sistema social venezolano para evitar que esto vuelva a producirse en el futuro? ¿Cómo sanar las heridas que esta situación ha producido (o producirá) en el conjunto de la sociedad venezolana? Mientras las conversaciones que constituyen a la sociedad venezolana estén compro-metidas, como sucede hoy en día, será muy difícil salir de la crisis actual. Pienso que una vez que encaremos el pro-blema de esta forma, los coaches pueden jugar un papel único en la resolución de la crisis.

“Mientras las conversaciones que constituyen a la sociedad venezolana estén comprometidas, como sucede hoy en día, será muy difícil salir de la crisis actual. Pienso que una vez que encare-mos el problema de esta forma, los coaches pue-den jugar un papel único en la resolución de la crisis. “

8 IN COACHING / VOL. 3 JULIO-SEPTIEMBRE 2018

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Entrevista Ricardo Aquino

Elena Espinal“Somos la única herramienta que tenemos para traba-jar: El tamaño de nuestro mundo es el tamaño del mun-do que le ofreceremos al cliente”.

¿Para usted fue difícil labrarse un espacio en el mundo del Coaching?

Creo que la palabra “difícil” es una opinión. La hacemos generalmente asociada a procesos de aprendizaje y mi-rarlo desde allí me parece que le resta experiencia a lo vivido. Cuando se crean realidades nuevas, cuando traes una nueva manera de interpretar y de mirar el mundo, tienes que hacerte responsable que nadie lo había pedi-do, y que habrá una resistencia cultural por sostener lo conocido.

Por lo tanto, esos son los momentos donde no se puede “hablar” del coaching, sino vivir una perspectiva existen-cialista de construcción de realidades. En mi país de ori-gen, y dada una cultura basada en la rapidez por resol-ver y la competencia, traer ideas nuevas no es algo que se espere con aplausos. Por otro lado, no puedo dejar de incluirme en el proceso, donde personalmente sien-to hoy que mis propias crisis personales, me llevaron a abrazar nuevos mundos.

Mi historia con el coaching tiene con ver con la historia de mi vida, y de cómo los momentos de crisis han sido los momentos de mayor crecimiento, de transiciones, y de transformación. Durante años elegí desde los ojos de los que amaba y admiraba, especialmente mi padre. Gracias a él aprendí a estudiar y a lograr a través del es-fuerzo, la práctica, la paciencia. Imitándolo me contagió su amor por las letras, la música, el arte, la ciencia, la his-toria y la naturaleza.

El camino, si bien no era fácil, tampoco era difícil hacer-se cargo de las propias elecciones y las preguntas tenían respuestas inmediatas desde ese mundo compartido.La primer gran crisis creo que la podría llamar de identi-dad. Comenzó con la muerte de mi padre, que no ocu-rrió aisladamente, sino junto a la pérdida del investigador con el que tenía mi principal línea de investigación y un divorcio en el que además, me separaba de 4 hijos más de mi esposo, que había criado por algunos años. Me fui con mis 3 hijos a iniciar mi vida nuevamente.

Allí llegó la hora de hacerme preguntas, para las que no tuve respuestas inmediatas: ¿Cómo el ser doctora, mar-ca quién soy? Si no fuera eso, ¿Quién sería? ¿Cuán feliz me hace el mundo que elegí habitar? ¿Si fuese libre, qué vida elegiría para mí? Con estas preguntas, me escuché hablando del dolor de otros sin ser compasiva. Me atre-ví por primera vez a transitar sin respuestas, sin tomar-me de nada que tuviera a mano y la vida me comenzó a mostrar otros mundos.

Traer esos mundos era simplemente dejarme ser. No po-día negar mi cambio de óptica. Eso me alejó de mi pro-fesión y comencé a incursionar en la nueva. Una para la que no había títulos, donde los límites con la psicología eran difíciles de comprender. De hecho fui acusada de tener una práctica de la profesión de psicóloga, sin ser-lo. En vez de seguir discutiendo y buscar tener razón, decidí estudiar y hacer mi Licenciatura en Psicología. La terminé en dos años y rendí 38 materias.

Posteriormente, y creyendo que todo estaba resuelto, comenzó el comentario de que posiblemente era “bru-ja”, dadas las cosas que les pasaban a la gente que tra-bajaba conmigo. Allí decidí fundar una escuela junto a Jim Selman. Logré que la Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires me escuchara, y se abrió el ICP, el primer instituto donde el coaching es una carrera téc-nica superior. En la actualidad de 3 años de duración. Supongo que hoy hay otras dificultades que afrontar y nos competen a todos aquellos que decidamos querer seguir construyendo una profesión seria. Es vórtice en las formaciones de Coaching Ontológico “que un coach debe observar, que hay que mantener la conexión visual con el coachee y que hay que percibir los cambios de miradas de los clientes”,

Conocemos su extraordinaria experiencia en la formación de personas invidentes como coaches profesionales ¿Cómo observa un coach con limi-taciones visuales?, ¿qué lo distingue de aquel que puede ver?

Desde México

IN COACHING / VOL. 3 JULIO-SEPTIEMBRE 2018 9

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lena Espinal, coach de factura mundial, es una de las po-cas mujeres que se ha ganado un sitial entre los denomina-dos padres del coaching. Su palabra asertiva e imponente personalidad han marcado un estilo inconfundible de hacer coaching. Escritora, investigadora y docente que profesa los valores humanos no como un discurso bonito, sino como un hecho vital. Sí hay algo que la define es su COHERENCIA.

E Entrevista:Ricardo Aquino

www.team-power.com.mx

Fotografías:Archivos TEAM POWER

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“Mi historia con el coaching tiene con ver con la historia de mi vida, y de cómo los momen-tos de crisis han sido los momentos de mayor crecimiento, de transiciones, y de transforma-ción”.Trabajar con ellos es una de las experiencias de aprendizaje más fuertes de mi vida: allí me di cuenta cuán esclava soy de lo que veo con los ojos, y cómo esa “seguridad” ficticia inhibe un escuchar más grande. Aprendí otras dimensiones de la escucha. Aún me asombro de verlos escuchar la distan-cia, los pequeños movimientos musculares que cambian las inflexiones de la voz, cómo escuchan las emociones en la respiración.

También aprendí de la confianza vital, o confianza en la vida misma, una forma de confiar mayor que genera una relación más auténtica con la vida, que me permitió dormir más tranquila, sabiendo que si estoy viva, no ob-servo la vida sino que soy parte de ella. Aprendí la vulnerabilidad de ma-nera profunda: comprendiendo que si la sesión no me atraviesa a mi como coach tanto como a mi cliente, que si no soy parte e instrumento, le niego al otro una parte de mi. Y aprendí que a veces, acercarnos a otro conside-rando que tiene una limitación, no hace más que mostrarnos la nuestra: tal vez ellos son los que nos pueden ayudar a ver.

Usted es una profesional que ha sido estandarte de códigos éticos y profesionales del Coaching, tal como la ICF. Ante la “amenaza” en la formación de “coaches exprés” y distorsiones de lo que es ser un coach profesional ¿Cree que es momento de cerrar filas, de or-ganizarse más como profesionales?, ¿cuál debe ser ese vínculo que marque la excelencia de los profesionales del coaching?

Hablé al principio de nuevos retos. Y creo que estos son tan desafiantes como los de los primeros momentos. “Profesión” viene de la palabra “pro-fesar”. Creo que somos los que traemos conscientemente al mundo una manera de mirar en la que nos hacemos cargo más humildemente de que nuestras opiniones no son verdades, y que el coaching no es autoayuda. Que hay todo un origen filosófico y de manera de mirar al ser humano que permite que la gente pueda cambiar y lograr lo que quiere.

Somos la única herramienta que tenemos para trabajar: El tamaño de nues-

nuestro mundo es el tamaño de mundo que le ofreceremos al cliente. A clientes de mundos pe-queños le corresponderán coaches de mundos pequeños. Los clientes que buscan o parten de mundos más complejos, buscarán coaches que comprendan cada vez más su relación con el fu-turo.

El coaching tiene la posibilidad de asistir a otro a mirar en algunos mormentos afuera de la caja, a mirar lo que ocurre con ojos nuevos, y sentir, vislumbrar los cambios vertiginosos que están sucediendo en la construcción del mundo que habitamos. Allí hay una posibilidad extraordi-naria al mismo tiempo el riesgo de que si no nos hacemos cargo, nos reducimos solos a ser pequeños “psicólogos” de situaciones cotidia-nas.

Creo que la organización de la profesión tam-bién es trascendental. Ojalá las asociaciones locales colaboren con eso, y comprendiendo que hay un mundo más grande y accesible hoy, se alíen a las asociaciones internacionales. Per-sonalmente creo que la ICF esta haciendo un gran trabajo en la organización de la profesión. Considero que hay mucho por mejorar, pero para hacerlo hay que comenzar por algo.

Elena Espinal plantea “que la crisis es cuando las cosas no son como queremos que sean”, “no hay crisis eternas, sólo hay gente que no sabe salir de las crisis”. ¿Qué le diría a un coach sobre el manejo de sus propias crisis más que las del coachee?

No existen crisis en el mundo. Llamamos crisis cuando lo que ocurre no es como esperába-mos o se nos va fuera de control. No existen crisis de 20 años. En algún momento hay que abrir los ojos y aceptar lo que es. Preguntarse qué nos falta aprender y ponerse manos a la obra. Las crisis nos llevan a soltarnos de lo que sabemos, a caminar en las tinieblas, a códigos morales diferentes, porque lo que estaba bien en un mundo posiblemente no esté bien en el otro.

Invitamos a nuestros clientes a abrazar esos momentos, y cuando nos tocan en carne pro-pia, queremos evitarlo. Lo comprendo porque ¡también me pasa! Sin embargo, puedo en una mirada retrospectiva, ubicar las crisis persona-les, los aprendizajes, la confianza en que sol-tándose y entregándose a vivir en una pregun-ta sin respuesta, lleva a la creación de mundos nuevos. A veces parece sin salida…. y es cierto: NO HAY una salida, la salida hay que inventar-la. No se puede inventar desde lo mismo que creó el encierro. No se logrará salir repitiendo las mismas acciones, poque las mismas accio-nes nos acercan a resultados similares.

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Somos seres históricos, y nuestros cuentos e historias ni si-quiera son nuestros: tienen cientos y miles de años y nacimos arrojados a ese mundo que si no lo tomábamos, sentíamos miedo a no poder sobrevivir. Esa historicidad no sólo nos tie-ne sino que nos es transparente.

La elección y el cambio aparecen cuando podemos cuestionar esos cuentos y elegir con la humildad de probar las acciones para ver si nos acercan al futuro que queremos construir. En general, el reclamo llega en términos de “lealtad”, porque es el vivir en el mismo cuento lo que genera que sintamos que pertenecemos. Como coaches, sabemos que el amor es más importante que la lealtad, y que puedo romper lealtades man-teniendo el amor e influyendo profundamente en los siste-mas.

El Coaching Ontológico tiene un sólido posicionamien-to en Latinoamérica, sin embargo, ¿Usted cree que va-mos a un coaching sin etiquetas, un coaching como disciplina científica?, ¿Cómo avizora esa transición?

Creo que la ontología es sólo una herramienta. Que pensar que el Coaching Ontológico es el mejor coaching, es como suponer que un gran martillo hará mejor el trabajo que otro martillo cualquiera. Es la mano del que maneja el martillo lo que hace la diferencia.

Creo que el coaching proviene de una interpretación existen-cialista del hombre, y que los coaches ontológicos, hace 30 años que repetimos lo mismo, sin haber profundizado. Tengo el honor de haber estudiado con Fernando Flores y de traba-jar con él en un taller que llamamos Beyond Coaching, donde estamos trabajando juntos en una fenomenología existencia-lista que va más allá de los actos lingüisticos. Que nos lleva también más allá de hablar de competencias (que tienen que ver con el hacer), para ocuparnos de las sensibilidades y es-cuchar más la intuición, la percepción más relacionadas con el Ser.

Asombra ver cuán cautivos aún seguimos siendo, presas del pensamiento cartesiano, cómo seguimos hablando de ésto o aquéllo, cómo confundimos el hacer con el ser, la técnica y los instrumentos como los que logran los resultados, cómo seguimos mirando desde causa-consecuencia, cómo segui-mos relacionándonos con el futuro desde un lugar donde no tenemos poder para influir o crear.

“Desde mi propio aprendizaje: cuanto más me quise aferrar a algún “tener razón”, más rá-pido llego la vida a ponerlo en duda. Este vivir despojado, en la aceptación, permite acer-carse mucho más al amor y a una forma de relación que no hemos conocido hasta aquí”.

¿Cuál sería su mensaje a la comunidad de coaches en Venezuela ante el desafío que implica ejercer la profe-sión en la situación país actual?

Creo que están frente a una oportunidad histórica. También creo que humildemente, hay algo que no están viendo, que no están dispuestos a soltar que hace que no haya gente que cree un futuro, en vez de luchar contra lo que está.

Obviamente puedo decir esto desde afuera, sin tener ninguna respuesta, y es sólo desafiarlos a que miren, se observen….eli-jan el futuro que quieren construir y busquen mostrar a otros ese nuevo mundo. Cuando la gente lo vea, es posiblle que el cuento en el que viven sea inviable.

Digo todo esto con todo respeto, sabiendo que ya están ha-ciendo muchísimas cosas, acciones, conversaciones, que no están quietos. Los valoro, los admiro por su coraje y su valen-tía. Sufro su dolor y no olvido a amigos queridos que están allí, a muchos que se fueron con miedo y todo a crear afuera, y otros que partieron inmolando sus sueños y hasta su vida. Respeto y admiro a presos políticos que no se callan aún es-tando golpeados y lastimados, a aquellos que a pesar del mie-do hacen igual. Respeto a los que defienden esta posición, porque más allá de ella no tendrían nada.

No quisiera que cayeran sólo en el sacrificio y sería maravilloso verlos imaginar y construir con menos dolor y sufrimiento. Hoy hay niños creyendo que vivir así es como se puede vivir…

“Creo que la ontología es sólo una herramien-ta. Que pensar que el Coaching Ontológico es el mejor coaching, es como suponer que un gran martillo hará mejor el trabajo que otro martillo cualquiera. Es la mano del que maneja el martillo lo que hace la diferencia.”

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Entrevista Ricardo Aquino

ulio Olalla, es reconocido por la ICF como uno de los funda-dores y maestros del Coaching a nivel mundial. Sin embargo, la mejor distinción de él es su humanidad. Con un discurso cercano, actual y pletórico de esperanza hace que su audien-cia (calculada en más de 60 mil personas) reflexione sobre el amor, la vida y las sombras. Cuando se habla con Olalla se genera un cambio sin querer, y queriendo.

JEntrevista:Ricardo AquinoColaboradores:

Luciana GravottaContent Editor, Newfield USA

Newfield Network

www. newfieldnetwork.com

Fotografías:Archivos Newfield Network.

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Julio Olalla“Estamos enfrentando temas gigantescos y nos damos cuenta que no lo vamos a resolver con más tecnología, simplemente no va a pasar eso, tene-mos que generar espacios de aprendizaje que excedan los espacios técnicos, eso es lo que yo estoy viendo en este momento hay un intento de parte de nosotros en el coaching de producir ese espacio y creo que cada vez, más y más gente se incorpora a eso”.

“El surgimiento del coaching fue un acto desesperado”.

Desde Estados Unidos

¿Qué es diferente actualmente en el ejercicio del Coaching respecto a cuando usted se inició como coach?

Lo primero que tengo que destacar es que cuando yo inicié en el coaching había una inquietud central: cómo ser más efectivo, cómo ser más productivo. Era habitual en una sala que la gente dijera eso directamente, pasa-ron los años y ha sido extraordinario ver que hoy día, por lo menos en mi escuela de coaching, no llega gente con esa pregunta. Las preguntas que llegan tienen que ver con cómo vivir mejor, cómo conquistar el sentir en mi quehacer, qué pasó que la felicidad se me escapó, y esa reflexión no niega la otra, la de la efectividad, el querer ser más productivo. Sin embargo, la ponen en un con-texto totalmente distinto.

Yo te puedo dar cifras que son realmente sorprenden-tes. Por ejemplo, la productividad en los últimos 70 años en la tierra y el total de bienes y servicios producidos ha crecido decenas de veces, al mismo tiempo la depresión psicológica en el planeta ha crecido 11 veces, el suicidio juvenil ha pegado un salto gigantesco en estos tiempos. ¿Por qué? Estamos más efectivos, tenemos y somos más productivos, lo que está claro es que no estamos bien. Y esa reflexión ha sido central en el coaching en este tiempo, ¿Qué hay en nuestro aprender? ¿Qué hay en la forma la forma en que entendemos el saber?, en que concebimos el saber de esta época que nos produce una distancia en nuestra conexión con nosotros mismos, con la tierra, con otros, con otras especies. Y yo creo que el coaching ahora es un gran esfuerzo de integrar la tota-lidad de la experiencia humana y el proceso de aprendi-zaje y no sólo dejarla volcar al espacio productivo.

Aún no hay un marco teórico del coaching que le permita clasificarse dentro de corrientes científi-cas, ya que juega nichos entre las ciencias del com-portamiento y las ciencias gerenciales, ¿Qué le falta al Coaching para ser considerado una disciplina?

Yo creo que el surgimiento del coaching fue un acto des-esperado, nos preguntábamos ¿qué hacemos? Necesita-mos ser más productivos, necesitamos…, y en ese acto desesperado, había gente en el nacimiento del coaching, sobre todo los hijos de los hippies que venían llegando a trabajar, que buscaban otras cosas, el posmodernismo quería transformarse también en una fuente de apren-dizaje, en una disciplina. Pero el coaching se dividió en miles de facetas, de vías, de distintas aproximaciones, yo diría que es difícil unificar estas mil variables que hay de coaching.

Sí hay algo que yo veo que más o menos, -y no totalmen-te-, existe como inquietud en el coaching es el deseo de incorporar el espacio del mundo interior, emocional, espiritual, el propósito, el sentido, la consciencia, como tema de ese aprendizaje. Ya no se puede sólo pensar en un territorio, necesitamos pensar en la totalidad de la experiencia humana. Eso podría conectar a la mayor parte de las escuelas de coaching, claramente no a la to-talidad.

No es una disciplina porque nació, explotó digamos, de este deseo enorme como decía de la productividad, y todo eso fue girando a la inclusión de más y más terri-torios, pero nunca fue girando a través de un principio teórico particular, de una escuela de pensamiento. Yo creo que a la tradición a la que pertenece mi escuela yo podría hablar de una disciplina, porque hay una serie de categorías, principios, fundamentos, prácticas estableci-das, que son recurrentes, no quiere decir que estamos estancados en ellas, pero que si hay recurrencia. Pero el coaching en su globalidad no es muy difícil establecerlo, porque tú vas de una escuela a otra te vas a encontrar que hay principios, teorías bases, prácticas completa-mente distintas.

Es esta edición estamos enfocados en el Coa-ching Ontológico, no sé si ¿quiere expandirse al respecto?

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El coaching ontológico como disciplina tiene algunas características. Primero saca al coaching de la faceta netamente intelectual, mental, racional, incluye ple-namente, abiertamente, destacadamen-te, todos los espacios interiores de la experiencia humana, o sea claramente como punto esencial en el proceso de aprendizaje humano desde la ilustración hace 400 años hasta ahora, no fue parte, no ha sido parte del saber humano, del aprender humano, nosotros claramente incorporamos el aprendizaje somático, de ser parte de un desarrollo muscular como lo entendemos en el deporte y to-das esas cosas, y entendemos que tiene que ver con la coherencia del saber.

Los seres humanos cuando aprendemos, cuando miramos al mundo de cierta ma-nera somos coherentes en nuestras pos-turas, actitudes, movimientos físicos, en nuestro mundo emocional, en nuestro mundo conceptual, el coaching intenta, el coaching ontológico busca que para producir un proceso de transformación de aprendizaje profundo actuemos so-bre la coherencia de nuestras dimensio-nes del mundo mental, lingüístico, del mundo emocional y del mundo somáti-co.El coaching ontológico además está muy consciente de los procesos de trans-formación de la consciencia humana. Han habido pensadores en el último si-glo, poco más de un siglo, que han ido apuntando claramente al desarrollo que se puede demostrar de cambios en la consciencia humana a raíz de que el ser humano cada tanto se confronta con que su saber, su mirar y su pensar son insuficientes para hacerse cargo de las nuevas crisis que emergen, que estamos pasando en la humanidad hoy día.

Aunque no sea lo mismo, una frase tan linda de Einstein que permite la felici-dad es esa que dice “la crisis que hemos creado con este nivel de pensamiento, no pueden ser resueltas con ese mismo nivel de pensamiento”. Cuando nos con-frontamos a eso, estamos obligados, hay una fuerza evolutiva que nos empuja a dar un salto en la consciencia. Yo creo que el coaching tiene que ver con ese salto en la consciencia en el mundo de hoy.

Para Julio Olalla cuáles temas sine qua non que debe contener un pro-grama para la formación y habili-tación de coaches?

Lo voy a poner en términos bien precisos, el coaching se hace cargo, a través de la experiencia, se confronta y confronta al aprendiz con la crisis epistemológica que estamos viviendo. La forma de saber de esta era dio todo lo que tenía que dar, ahora estamos viviendo el lado oscuro de esa forma de saber. Nos dio tecnolo-gía, no dio capacidad de producción, nos dio una tremenda capacidad de desarro-llo económico, en el ámbito de la medi-cina científica, en un millón de terrenos avances.

Pero hoy día nos confrontamos a que los grandes temas que surgen y se van pre-sentando, en ese pensamiento ya se nos hace escaso. Entre otras cosas el sufri-miento humano, pero voy a poner con-cretamente el drama que está pasando nuestra ecología en la tierra que realmen-te es una catástrofe global. Estamos te-niendo la división de la riqueza, cada vez menos personas poseedoras de la mayor parte de los bienes de la riqueza de la tie-rra. Tenemos temas de corrupción a nivel de la política y la economía, tenemos te-mas brutales, como hablaba del suicidio juvenil, la depresión.

O sea estamos enfrentando temas gi-gantescos y nos damos cuenta que no lo vamos a resolver con más tecnología, simplemente no va a pasar eso, tenemos que generar espacios de aprendizaje que excedan los espacios técnicos, eso es lo que yo estoy viendo en este momento hay un intento de parte de nosotros en el coaching de producir ese espacio y creo que cada vez, más y más gente se incor-pora a eso.

Ahora muchas escuelas de coaching están en la parte operativa, están en la parte de cómo producir más, cómo ser más efec-tivo. Y hay también oportunismo como hay en todas partes. Te hago una clase de coaching y en dos semanas te certi-fico. Claro todas esas cosas existen, eso no quita un ápice la maravilla que yo creo que llega con un coaching que tiene que ver con una disciplina, con una estruc-tura, que tiene que ver con unos postu-lados de integración de lo emocional, lo lingüístico y lo corporal, que incorpora el tema de los niveles de consciencia, es decir, lo que para mí es coaching. Insisto siempre en todas partes ocurre oportu-nismo, y gente que quiere avanzar, ha-cer su negocio.

Para ser más específico podría de-cirnos, en su criterio, ¿Qué debe

contener un programa para forma-ción y habilitación de coaches?

Bueno se requiere tiempo, definitiva-mente yo no creo que en dos semanas se van a dar cosas como, por ejemplo en nuestro programa, que tiene una dura-ción de 9 meses y tenemos un segundo nivel. Yo creo que lo que tiene que tener es la distinción fundamental para hacer-nos cargo de que el que está estudiando coaching tiene que transformarse en un observador del observador que somos en esta era, cómo miramos al mundo en este tiempo, y para eso se requiere un viajecito a través de la historia y de la fi-losofía.

Pero a nivel de la experiencia una per-sona que no tiene acceso a las distincio-nes del lenguaje y el poder que tiene el lenguaje para generar mundos, es una persona que simplemente va estar en la parte operativa, en la intelectualidad tradicional. La otra genera espacios de aprendizaje emocional, no es que vamos a referirnos a la emoción de la ternura o la perseverancia, sino, que somos capa-ces de experimentar esos espacios y ver cómo el mundo se ve distinto a cuando yo falto.

Por otro lado, en el coaching nos damos cuenta que la parte somática es esen-cial, aparte de la percepción que ya es una parte importante del terreno somá-tico, está el que nos movemos en la vida según vemos al mundo. Y tarde o tem-prano un buen entrenamiento de coa-ching implica estar consciente, ser capaz y tener la experiencia de girar las predis-posiciones corporales en las que hemos vivido hasta ahora.

¿Cuáles son las distinciones espe-cíficas que Olalla puede identificar para saber que se está en una se-sión de Coaching Ontológico?

La palabra ontología tiene que ver con la concepción del ser, la ontología fun-damentalmente, la que hemos vivido en los últimos 400 años, concibe el ser se-parado, tú estás allá, yo estoy acá, tú tie-nes tu mundo yo tengo el mío, en una sesión de coaching, sabes que estás en coaching cuando descubres que en tu voz aparecen las voces de miles en la historia que te preceden, aparecen en tu voz las palabras de quienes son tu fa-milia, tu cultura, tus tradiciones, y que yo no digo y pienso solamente en la so-

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ledad y en mi fisiología cerebral. Esto es parte esencial, el descubrirnos como parte de una historia y un devenir, el sa-bernos que somos parte integral de un todo. Cuando tú te aíslas para hacer un análisis de ti mismo, estás exactamente del lado contrario de lo que es el coa-ching.

En la ontología, la separación, tu análisis siempre termina en culpa, yo soy culpa-ble, es culpa mía, o la culpa es de otro. No podemos entender porque forma-mos parte de una danza, y que mientras sigamos siendo parte de esa danza en la misma forma en que estamos hasta ahora, no hay mucho más que podamos hacer de lo que hemos venido haciendo, a pesar de que nos importe y que qui-siéramos cambiar. El descubrimiento de ser parte de una danza y un devenir me permite generar, agregarle a ese devenir nuevas posibilidades. No te olvides que el que vive en un de-venir, y no lo ve como devenir lo llama realismo, y en ese realismo en realidad lo único que vivimos es resignación. Para mí estar presente en la sesión de coa-ching ontológico es darnos cuenta que lo que hemos llamado hasta hoy día rea-lismo no es más que haber vivido una manera de mirar el mundo inconsciente de que esa es sólo una manera de mirar el mundo.

¿Cuáles son los valores de Julio Ola-lla y a quién le ofrece su esperanza?

A mí me inquieta profundamente el cur-so en que la humanidad está, profunda-mente, y para ser bien concreto, noso-tros estamos lanzando al mar 8 millones de toneladas de plástico todos los años, hay sectores del mar hoy día en los océa-nos de la tierra, que están literalmente islas de plástico, no hay especie mari-na hoy día que no tenga plástico en sus vientres en su intestino, eso es un ejem-plo por poner una imagen del deterioro. Tenemos, por otro lado, la destrucción de nuestros bosques, la destrucción de nuestras montañas, tú estás viendo lo que está pasando en los polos, realmen-te la acción humana está produciendo un enorme impacto a nivel planetario, que me guste, que me disguste, que no quiera poner atención, eso es totalmente irrelevante los hechos son innegables. Y podría poner otros, pero sí ponemos ese ¿nos importa? Tratamos de que el mun-do sea diferente ¿cómo es que hacemos exactamente lo mismo a pesar de que

nos importa? Mientras sigamos viendo al mundo de la misma manera, vamos a seguir actuando de la misma manera aunque no nos gusten los resultados.Si eso no lo vemos, si eso no nos impor-ta, la desesperanza se hace cargo. Yo he trabajado en 14 países y constantemen-te lo hago en 7, cuando trabajo con la gente en procesos íntimos en nuestros programas, en nuestras conversaciones, el dolor aparece. Por ejemplo hay co-sas que no decimos en muchas partes, probamente hablamos profundamente del dolor que tenemos, y la cantidad de gente abusada a nivel familiar, para mí no es una tesis, no es una teoría, lo vivo, el abuso en todas sus dimensiones, la discriminación, estamos atrapados por violencia en muchos niveles, no sólo la violencia de la guerra, la violencia de la familia, la violencia de la discriminación, en fin. Eso me importa profundamente, yo no hago coaching para que una per-sona se sienta un poquito mejor, la ver-dad que no, porque si una persona con un dolor como este va salir para sentir-se un poquito mejor a lo mejor estamos produciendo desinterés y alejamiento. Para mí el coaching tiene que ver con generar en nosotros el poder, la capa-cidad de mirar y transformar el dolor de la gente en activos de la transformación que yo creo que la humanidad tiene que confrontar, eso es lo que a mí me mue-ve, ¿qué está pasando con nuestra ju-ventud? ¿qué está pasando a nivel de la política? Como te decía antes a nivel de la distribución de la riqueza en el plane-ta, hay cosas que son simplemente ma-yúsculas. No las vamos a resolver sino cuestionamos la forma en que estamos sabiendo y aprendiendo.

A mí francamente eso es lo que me mue-ve y si yo fuera a una sesión, para que la gente se sintiera un poquito mejor, se fuera un poquito más contenta, es como si estuviera traicionando al final lo que realmente me importa.

¿Y a quién le ofrece su esperanza?

Bueno espero que a todos, pero tengo que hacer una inmediata alusión a algo cada vez que la humanidad confronta, se confronta, con que su nivel de pen-samiento, su nivel de consciencia, su mi-rada, su forma de saber, es insuficiente para hacerse cargo de sus crisis que esa misma mirada ha generado. En la huma-nidad se produce una profunda división en aquellos que quieren regresar al pa-sado “por qué no volvemos a como lo hacíamos antes si funcionaba”, eso es muy característico en todos los proce-sos históricos. Y están los otros, los que se atreven a dar un paso sabiendo que vamos a caminar un camino que nunca existió antes, es una apuesta a una nue-va mirada.

Mi gran esperanza es llegar a aquellos que se atreven y mostrarle que hay un camino, mostrarles que se pueden ge-nerar espacios de nuevos aprendizajes. Como lo han dicho muchos “hay gente que morirá aferrada a sus viejas verda-des” y así será y no hay mucho que ha-cer por ahí. Pero hay también una ins-piradora parte de la población humana que está dispuesta a pensar de nuevo a referirse a otras cosas, a ellos son lo que le ofrezco mi esperanza.

¿Cuál sería su mensaje a la comunidad de coaches en Venezuela ante el desafío que implica ejercer la profesión en la situación país actual?

Esa es una pregunta, absolutamente inmensa. A mis colegas coaches en Venezuela yo les da-ría una distinción emocional, por ejemplo, cada emoción implica una disposición a actuar en la perseverancia, en la disposición a continuar, a pesar de ver que el resultado se ha producido por mucho tiempo. Por ejemplo, en la alegría la disposición es a celebrar, hago esta aclaración por lo que voy a decir ahora, yo le pido a mis colegas venezolanos, a los venezolanos en general, que no caigan en el resentimiento por lo que está pasando. Está bien tener rabia, pero entendamos la rabia como un acto en el que nosotros buscamos la justicia, queremos restaurar la justicia. Si yo veo a alguien abusado, veo a alguien que se le ha tratado injustamente, yo quiero restablecer la justicia legitima. El resentimiento en cambio no es la búsqueda de la justicia es la búsqueda de la revancha, y cuando nosotros buscamos la revancha y llegamos algún día a tener poder no vamos a traer la justicia vamos a buscar el desquite, y eso va a significar prolongar el sufrimien-to por miles, cientos, no sé, por años, y años, sí es que nos movemos en ese espacio.Yo le pido a los venezolanos que sí ejerzan su rabia, en el sentido de búsqueda de la justicia, y tengan in-finito cuidado en no caer en el resentimiento, porque si se produjera un cambio de poder van a estar todos buscando la revancha, pero eso no les llevará a ninguna parte, los llevará a más de lo mismo. Para lo que estoy diciendo se necesita un inmenso valor, valentía gigantesca y cora-je. Pero hay momentos en la historia que esa es la otra emoción que se necesita, el coraje no es la ausencia del miedo, el coraje es atribuirnos la capacidad de actuar en presencia de nuestros miedos, ahí está mi mensaje, coraje por un lado, rabia y la búsqueda de justicia por el otro.

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Entrevista Leyla Suárez y Ricardo Aquino

JIM SELMANDesde Estados Unidos

“EL COACHING ES UNA PROFESIÓN IRRACIONAL”“Mi definición de competencia es la capacidad de hacer y cumplir prome-sas. ¿Puedes prometerme que una persona tendrá un avance al trabajar contigo? Si no, cuestionaré tu competencia como coach”.

Jim Selman ha afirmado que “todo coaching es ontológico”, esta afirmación se refiere a qué es-pecíficamente ¿al campo lingüístico o a lo trans-formacional?

No recuerdo haber dicho eso, sin embargo, lo ‘ontológi-co’ simplemente se refiere al ‘ser’ o lo que yo considero el contexto, de cómo nos relacionamos con el mundo y cómo el mundo ocurre para nosotros. También creo que debemos distinguir entre lo que las personas llaman coaching y lo que no es. Por ejemplo, no considero que el coaching sea terapia, ni capacitación, ni asesoramien-to, ni mentoría, ni muchas de las otras formas en que las personas se descubren. Considero que el coaching es una relación donde las personas pueden lograr algo que no tiene precedentes para ellos y que no pueden o no han podido lograr por sí mismos.

También es una relación comprometida en la que el coach es un observador diferente de la acción y capaz de “mos-trar” a la persona que acompaña las posibilidades y elec-ciones que no puede ver por sí misma: ir más allá de sus “puntos ciegos”. Además, creo que el coaching es efec-tivo en función del compromiso del “coachee” y no en función de su experiencia o información. En otras pala-bras, digo que desde mi punto de vista, el coaching efec-tivo siempre sucede en el contexto o en el fondo: afecta la forma de ser de una persona, la manera de observar y la forma de relacionarse en cualquier juego que esté jugando. Entonces sí el coaching es efectivo la persona logrará (al menos) algo según sea su compromiso, y en muchos casos puede demostrar un gran avance en sus competencias para desempeñarse en un área particular.Es importante señalar que esto es lo que creo es la esen-cia de todos los tipos de coaching independientemente su estilo o metodología. El coaching ontológico es un en-foque particular basado en la filosofía y el lenguaje, ori-ginalmente expresado en el trabajo de Fernando Flores en la década de 1980 y luego expresado y desarrollado por otros líderes en ese campo como Rafael Echeverría y Julio Olalla. Este enfoque no excluye -y en la mayoría de los casos incluirá- muchos otros elementos en una relación de coaching, como aprender una teoría, estu-

diar tradiciones, desarrollar habilidades / competencias y, por supuesto, practicar.

Finalmente, no considero que mi enfoque del coaching sea estrictamente “ontológico” sino que se basa en una amplia base de trabajo con individuos y organizaciones. En mi artículo original (que fue publicado en Dinámicas Organizacionales, el primero sobre este tema) escrito con Roger Evered titulado “Coaching y el arte de la ges-tión”, imaginé que el coaching se trataba sobre el cam-bio cultural, un paradigma alternativo a la gestión con-vencional. Una forma de obtener resultados trabajando con personas cuando no se tiene el control, porque los coaches no controlan la acción, y es la razón por la cual es una forma o labor para empoderar a las personas.

Según su criterio, en un mundo cambiante ¿cuál es la oportunidad de innovación que tiene el coa-ching en los próximos 20 años?

Estoy trabajando en un libro que publicaré más adelante, este año, titulado “Learning to live in a Real-Time World”. Hoy nuestra realidad puede caracterizarse por un cam-bio acelerado, impredecible, una abrumadora compleji-dad y una creciente falta de control. El coaching como paradigma puede ayudarnos a desarrollar competencias para ser efectivos en el presente ... la acción siempre sucede ahora, también puede ayudarnos a ser cada vez más conscientes de la conectividad esencial entre los individuos y los equipos o la comunidad. Solo el indivi-duo puede comprometerse, pero ninguno de nosotros puede lograr sus compromisos sin los demás.

Creo que el coaching continuará expandiéndose para abarcar comunidades de personas cada vez más grandes. Mi interés es cómo entrenar a las personas para que es-tén preparadas y sean competentes para lograr resulta-dos en el futuro, cuando no sabemos qué sucederá, no sabemos con certeza hacia dónde vamos y no tenemos mapas para llegar allí.

Recientemente usted ha trabajado el concepto del compromiso en el Coaching ¿Qué es exacta-

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ames Selman, es el coach de “Possible Futures”. Tiene una dilatada trayectoria en el mundo del Coaching, asistiendo a sus orígenes a partir de los 70´s y 80´s. En la actualidad es considerado uno de los coaches más poderosos, filósofo, psi-cólogo e investigador. Maneja una perspectiva sistémica y el manejo de conversaciones ontológicas en sus entrenamien-tos. Es todo un lujo tenerlo en esta edición de In Coaching.

J Entrevista:Ricardo Aquino

Traducción:Leyla Suárez

www.paracomm.com

Fotografías:Archivos James Selman.

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mente el compromiso para Jim Selman? En el Coa-ching ¿compromiso para el coach? ¿Compromiso para el coachee?

Estás en lo correcto, creo que el compromiso es funda-mental para el coaching y es fundamental para la vida. Creo que el compromiso es lo que nos distingue de otros animales y es un fenómeno que viene con el lenguaje.

Creo que ese compromiso es acción, específicamente una acción en el lenguaje. Aquí hablo del lenguaje mu-cho más que de palabras. Como fenómeno, no creo que nuestro punto de vista o nuestras definiciones u opinio-nes importen. La gente sabe cuándo está comprometi-da, si no están seguros, entonces no lo están. Cuando acepta y toma decisiones basadas en la promesa de otra persona, tiene muy claro qué es un compromiso y qué no.

Como desafío a un mercado cada vez más exigen-te. Para usted cuáles son los temas modernos en los que debe prepararse un coach profesional?

El coaching es una forma de ofertar. No es una oferta en sí misma. Le digo a la gente que enseño que si quieren crear un negocio de coaching viable, entonces, que acla-ren cuál es su oferta, prepárense para hacer promesas que puedan entregar lo que prometen a través de una relación de coaching.

Mi definición de competencia es la capacidad de hacer y cumplir promesas. ¿Puedes prometerme que una per-sona tendrá un avance al trabajar contigo? Si no, cues-tionaré tu competencia como coach. Dado que la gente siempre quiere avances y no hay escasez de problemas, sugiero que no hay límites a lo que los coaches pueden ofrecer si se centran en lo que los clientes quieren y ne-cesitan y si están dispuestos a arriesgar su comodidad y arriesgar su saber convencional para lograrlo.

Cuál es el tipo de liderazgo que usted avizora para Latinoamérica en la era de “la sostenibilidad” y “la perspectiva de género”?

No lo sé. Creo que los coaches no entran en un juego para descubrir quién ganará. Deben acercarse al juego desde la creencia de que ya han ganado. Esto se debe a que esta es la única perspectiva desde la que pueden observar lo que falta en el momento. Asumir que alguien está genuinamente comprometido con la creación de una cultura o una sociedad que tenga prácticas sostenibles y justicia social, incluida una cultura en la que la diferen-cia contribuya en lugar de tratar de reducirlo todo a un acuerdo.

Esta es la diferencia entre las conversaciones didácticas y dialógicas. Cualesquiera que sean las formas de lide-razgo que surjan, creo que deben ser dialógicas y deben venir de una visión de haber co-creado un mundo que pueda funcionar para todos.

¿Cuál sería su mensaje a la comunidad de coaches en Venezuela ante el desafío que implica ejercer la profesión en la situación país actual?

Nuevamente, no sé. Mi único conocimiento de su país es a través de los medios en los Estados Unidos y las conversaciones con amigos en América Latina. Me ima-gino que es un entorno muy difícil de trabajar, pero por la misma razón, también puede significar que se requiere mucha gente abierta y dispuesta a asumir compromisos poco razonables.

Una de mis citas favoritas que captura gran parte de mi filosofía de coaching es la de George Bernard Shaw:

<<La Gente razonable se adapta a las circunstancias. Las personas irrazonables adaptan la circunstancia a sí mis-mos. El progreso depende de personas irrazonables>>

El Coaching es una profesión irracional. Les pediría a los coaches en Venezuela que se pregunten sí pueden decla-rar ser responsables de su situación actual. ¿Pueden ser responsables de crear posibilidades donde aparentemente no hay ninguna? ¿Pueden ser irrazonables consigo mismos y con los que acompañan? ¿Pueden amar a sus clientes sin importar su situación? ¿Pueden crear nuevas prácticas y nuevos hábitos para estar en el mundo y crear un espacio para que emerja un nuevo “ser”? Crear una nueva cultura de posibilidad, integridad, respeto y compromiso para sur-gir.

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Para apoyar el trabajo de UNICEF en Venezuela, ingresa a www.sociosunicef.org.ve

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Por RENZO SALAZAR

VOLVER A LOS BÁSICOS DEL COACHING“Antes que toda técnica, la persona como individuo o como parte de una organi-zación está en el epicentro del ejercicio profesional del coaching”.

Hace algunos años, mientras desarrollaba una ac-tividad empresarial, conocí la expresión en inglés Business to Business, cuya forma abreviada es el acrónimo B2B, que hace referencia a las transac-ciones comerciales entre empresas.

Tiempo después leí en un libro de negocios donde men-cionaban el B2B, pero en alusión a la expresión Back to Basics, como un desafío a volver a los principios comercia-les básicos de la empresa, dejando a un lado el excesivo énfasis en el uso de técnicas especializadas, complicadas herramientas, indicadores sofisticados y metodologías ela-boradas.

Siguiendo este último sentido de “volver a los básicos” quie-ro generar una reflexión en torno a la práctica del coaching profesional, partiendo de mi propia experiencia, trayecto-ria y aprendizaje, tanto como facilitador de procesos de cambio personal y organizacional, como en mi rol de for-mador de coaches. Desde la postura del aprendiz que sigo siendo me hago la pregunta fundamental que me ayuda a mantenerme centrado, sobre todo cuando percibo la ten-tación de reducir el ejercicio del coaching al solo empleo de técnicas y productos elaborados. Me pregunto: ¿Cuál es la esencia del coaching? ¿Qué es lo básico o fundamental en la práctica profesional del coach? Y, cual eterno retor-no, la respuesta me lleva nuevamente al principio de todo: lo importante en un proceso de coaching es el vínculo y la conexión coach-cliente. Una relación profesional continua basada en la confianza es, lo que en esencia, define al coa-ching.

Antes que toda técnica, la persona como individuo o como parte de una organización está en el epicentro del ejercicio profesional del coaching, como bien lo dijo Carl Jung: “co-

nozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana”, y esto es un principio básico que como coaches necesi-tamos afirmar y, en algunos casos, volver a establecer.

En todo proceso de coaching, sea en el ámbito personal u organizacional, existe por parte del coach una “dispo-sición afectiva” (Scheler) que representa el componen-te fundamental para el aprendizaje dialógico; esto es lo que permite el encuentro “Yo-Tu” (Buber) para desarro-llar conexiones y vínculos con el otro, cuyas conductas eficientes se expresan en la relación de acompañamien-to a través de la confianza, el interés genuino por la per-sona, el respeto por su dignidad esencial, la afirmación de potencialidades, la escucha atenta y comprensiva, la suspensión de juicios y el estar presente para el otro en la búsqueda de opciones y la generación de acciones concretas.

A partir de la construcción del vínculo y la relación de confianza con el cliente, el otro elemento esencial del coaching es la conversación o el diálogo mayéutico. So-mos seres conversacionales, diría el maestro Rafael Eche-verría. Así, el uso de diversos instrumentos de medición, indicadores de progreso, evaluaciones de rendimiento, técnicas de modificación de conducta, entre otras, no sustituyen lo que por definición identifica la disciplina del coaching: una conversación consciente, una reflexión dialogada, un acompañamiento del pensar con pregun-tas dirigida a encontrar lo esencial de la situación del cliente con vista a generar posibilidades para el logro de sus objetivos.

Así pues, como coach facilitador del diálogo (literalmen-te “a través del logos”) busco centrarme en el logos del cliente, esto es, en sus razones, palabras, conocimientos,

B2B:

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visión de la realidad, significados y sentido que le otorga a su situación particular. Ahora bien, en el diálogo también tomo conciencia de mi propio logos basado en mi subjetivi-dad, por lo que la conversación en coaching es creación de conocimiento en un nivel intersubjetivo, hasta que coach y cliente interiorizan el propio conocimiento a un nivel in-trasubjetivo. De ahí que, pudiera decirse que el coaching es una epistemología dialógica.

Este diálogo de inspiración socrática es una conversación que se inicia y se desarrolla con una disposición a tomar conciencia de sí mismo y del otro. Antes que implementar los necesarios protocolos de intervención, aplicar herra-mientas o definir estrategias, como coach asumo, en pri-mer lugar, el reconocimiento de mi propia ignorancia so-bre el fenómeno, me aproximo a la persona o grupo y su situación con un mínimo de suposiciones.

Este “no saber” también implica la admisión de una actitud mental fenomenológica, lo que significa identificar los pre-juicios (presuposiciones) propios que pueden condicionar la comprensión del asunto a tratar, poniendo “entre parén-tesis” mis marcos previos, a fin de depurar el razonamiento de supuestos empíricos y direccionar la reflexión dialogada hacia el pensar y la acción transformadora. Toda esta dis-posición de la mente consciente prepara el camino para el procedimiento de indagación mayéutica mediante pregun-tas que alumbran la conciencia del cliente, así como para la confrontación y modificación de supuestos, creencias y posturas de vida sin sustentación lógica o práctica.

En conclusión, el mensaje que he querido transmi-tir es poner lo primero en primer lugar. En el mundo del coaching estamos en proceso de cambio perma-nente, y cada vez más se incorporan nuevos proce-dimientos e instrumentos útiles para facilitar la or-ganización de información valiosa para el proceso, pero poniendo atención en mantener la perspectiva clara de lo que nos define como profesionales del cambio consciente. Pongamos los básicos: la perso-na, el vínculo, la relación, el diálogo, las preguntas, la reflexión y la acción entre las prioridades. Así, las herramientas y técnicas estarán al servicio de estos principios básicos del coaching.

RENZO SALAZARCoach Trainer facilitador de habilidades

de coaching personal.Filósofo formador de potencial humano, l

iderazgo e inteligencia aplicada.Fundador y Director Filosófico (CPO) del Instituto de Liderazgo Inteligente – ILIE Coaching & Leadership.

Coach Internacional ICC.Presidente del Capítulo Caracas de la

International Association of Coaching (IAC).

FOTOGRAFÍA: BETSY BETANCOURT @betsylbs

El Business to business (B2B), que signifi-ca de negocio a negocio, es un modelo de transmisión de información en la red rela-cionado con las transacciones comerciales que las empresas del mundo realizan.

En el mundo del Marketing, se conoce al Business to business como una forma de funcionar entre empresas directamente (“negocio a negocio”), ya que engloba las operaciones de carácter comercial que las firmas realizan entre ellas y sin depen-der del cliente final. Es decir, en este tipo de estrategia de marketing las compañías tienen como objetivo otras empresas en lugar de un consumidor.

El Business to business supone la reali-zación de operaciones comerciales de manera más rápida y segura al desarro-llarse entre los sistemas electrónicos de las correspondientes empresas. Del mis-mo modo, esto ayuda a que el número de transacciones pueda aumentar y, por tanto, contribuir a un crecimiento de la competencia. Por otra parte, el B2B ayu-da a que la actividad comercial sufra gra-cias a este aumento de rapidez una dis-minución de muchos costes de gestión y, por tanto, mayores márgenes para las empresas vendedoras.

Las empresas basadas en servicios son idea-les para los emprendedores porque pueden ofrecer una amplia gama de servicios en constante cambio. No solo eso, a diferencia del consumidor promedio, las empresas si pueden gastar mucho dinero, además que la comercialización de los competidores no es tan fuerte y por supuesto el emprendedor tiene una completa flexibilidad en cuanto a los precios.

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artículos libres

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Por Alfredo Angel

LA CONSCIENCIA PROFESIONAL DEL COACH PRACTICANTE

Coaching Supervision:

El Coaching es hoy una práctica establecida a nivel global. Por práctica entiendo un conjunto de procesos, estructu-ras y herramientas, soportado ello en formación, compe-tencias, valores y un código de ética para el desempeño profesional con identidad propia, que lo hace nítidamente distinto e inconfundible en comparación con otras prácti-cas profesionales centradas en el compromiso de servir.

Medular en la práctica del Coaching es la idea de aprendizaje del Coach, es decir, todo el desarrollo humano que ganan los Coaches con lo que reciben de sus clientes: la vasta compren-sión de “sus comprensiones” y cómo esa profundización de conocimiento sobre la complejidad del ser, “los va haciendo” en la medida que sus clientes se hacen a sí mismos.

Dado que el aprendizaje es al Coaching lo que la respiración es al arte de “estar presente”, qué es lo que constituye una buena práctica de Coaching se hace trascendente en la vida profesional de un Coach, en la medida que éste se convierte en un practicante regular de la disciplina. Además de la reflexión permanente sobre “lo que hago como Coach”, la lectura de literatura experta e investigaciones ac-tualizadas y el intercambio de opiniones entre colegas, para mantener “on track” el crecimiento y profesionalización de un Coach, asegurando que éste va alcanzando un nivel creciente de profundidad y maestría en el dominio de los mejores es-tándares en su práctica, existen los Programas de Supervisión de Coaches (Coaching Supervision. En lo sucesivo utilizare los términos en inglés y español indistintamente).

¿Qué es Coaching Supervision?Se entiende por Supervisión de Coaches, a un proceso for-mal de desarrollo, de naturaleza colectiva o individual, carac-terizado por un espacio auto elegido (anclado en reconoci-miento del valor que agrega ser supervisado), protegido (con una incondicional apreciación positiva del supervisado, vacío de expectativa alguna y confidencial), centrado en una re-lación adulto-adulto (en términos de análisis transaccional), realizado por un Coach Experto, con el propósito de identifi-car y construir transformaciones significativas en los supervi-sados, que se traduzcan en “quantum leaps” en sus prácticas de Coaching. El arte del Coaching Supervision consiste en asegurarle al cochado la creación de perspectiva y distan-cia “sobre lo que hace como Coach practicante”, de forma que el proceso transformacional se de en la auto acepta-ción más plena del cambio de actuación y de conductas en el ejercicio del rol de Coach.

Focos de la Supervisión de CoachesAunque existen diversos modelos de Supervisión de Coaches a los cuales no me referiré por razones de espacio, si deseo abordar de forma general los tres focos que son normalmente reconocidos en una sesión de Coaching Supervision. El pri-mer foco es el de educación continua, es decir, la identifica-ción y elevación de los estándares del saber (conocimiento), las habilidades (aplicaciones) y la actitud del Coach Supervisa-do para mantener el “modo Coach”. Esto se hace a través de la promoción de la autorreflexión, la exploración situacional, la presentación de ideas, “tips”, aportes de conocimiento y la toma de distancia emocional sostenida del supervisado para asegurar que éste es cada vez más un observador imparcial de su ejecución, en liviandad y disfrute.

El segundo foco es el de soporte en el sentido literal del tér-mino. Se trata de darle sostén al supervisado, apoyo práctico y existencial sobre el manejo de los complejos desafíos que implica hacer coaching en el contexto de las retadoras, inédi-tas e inesperadas transformaciones de las personas, la so-ciedad, las familias y las organizaciones contemporáneas. El Coaching, de suyo, es un proceso muy demandante en el que el estrés y las presiones de los temas trabajados pueden afec-tar la calidad del desempeño del Coach. Este foco lo atiende el Supervisor a través de la escucha profunda, el reporte de lo escuchado y el uso de diversas herramientas para hacer que el cochado se mantenga “presente”, lo más libre de su emocionalidad, ante las complejidades siempre recurrentes en el ejercicio de su rol. El tercer foco se concentra en desa-rrollar y consolidar competencia gerencial y administrativa en el Supervisado. Aquí se trata de hacer visible cómo se orga-niza y cómo se “supervisa” el cochado para hacer “lo correc-to”, aplicando los mejores estándares y prácticas disponibles en el desempeño de su trabajo. Este foco es atendido por el supervisor a través de la presentación y discusión de guías de actuación, valores aplicados al desempeño como Coach en situaciones específicas, presentación y discusión de desa-fíos éticos muy puntuales que ponen límites al ejercicio del coaching, asegurándose que el supervisado tiene referencias internacionales claras, válidas y aceptadas para actuar como “su propio supervisor”.

Desafíos del Coach SupervisadoParticipar de forma gustosa y comprometida en un proceso de Coaching Supervision plantea importantes desafíos para cualquier Coach practicante. En primer lugar, realizar una detenida y clarificadora conversación con “su ego”, para

“Con emoción y esperanza activa abrazo la ilusión de que la Supervisión de Coaches florezca con alegría en la comunidad venezolana de Coaches”.

Alfredo C. Ángel International Coach (ICC-2675) Diplomado en Coaching Organizacional (IESA) Practitioner of NLP (SOFNLP-No. L-52167)Master Practitioner of NLP (IAC-PNL, Texas, USA) Mindfulness Practitioner & Trainer (Center for Mindfulness, University of Massachusetts, USA)

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averiguar si en ese espacio tiene cabida la declaración: “No hay árbol que el viento no haya sacudido” (Proverbio hindú). Cuando un Coach hace suya la creencia de que nada ni nadie escapa a la adversidad, está listo para aceptarla como inelu-dible en el regazo de su ego tranquilo.

En segundo lugar, estar dispuesto (reconocimiento y acep-tación) a revelar y compartir abiertamente las experiencias, errores, miedos e incertidumbres que vienen con el rol de Coach practicante. En tercer lugar, probar que tan grande es la generosidad de su alma para consigo mismo. “El árbol no niega su sombra, ni al leñador” (Proverbio hindú). La misión de todo Coach es servir a los demás. Pero esa misión da cobi-jo –fundamentalmente-, a quienes “se equivocan”, a quienes “te hacen daño”. ¿Te has equivocado como Coach? ¿Te has hecho daño como Coach? ¿Cuántos errores, equivocaciones, miedos y desencuentros has experimentado en tu trabajo de Coach? ¿Estás dispuesto a explorar la generosidad de tu alma dándote la sombra del servicio a ti mismo? En cuarto lugar, revisar si vive en armonía con su humildad. La persona humil-de no desconoce sus virtudes, sencillamente “no echa físico” con ellas. ¿Qué tan listo estás para disfrutar aprendiendo de las virtudes de otro sin compararlas con las tuyas? Y por últi-mo, plantearse la siguiente pregunta: ¿De qué juicios me ten-go que deshacer para valorar el Coaching Supervision como un formidable aliado?

El “Bottom Line” del Coaching Supervision¿Quién puede hacer Coaching Supervision? ¿Qué perfil re-quiere un buen Coach Supervisor? ¿Cuál puede ser “el imán” que hace atractivo e interesante a un candidato a Coach Su-pervisor? Como la supervisión de Coaches es un proceso relacional, no directivo, que se fundamente en una interac-ción adulto-adulto, el rol del Coach supervisor está sometido continuamente a la incertidumbre de las percepciones, a los contenidos desconocidos auto elegidos por los supervisados y a la total libertad de la dinámica del proceso que tiene lugar entre actores con experiencia, dominio de su rol de Coach practicante, con expectativas respecto al Coach supervisor, sobre todo si se trata de supervisados que tienen su primera experiencia de Coaching Supervision. En este contexto, una actividad como la de Coaching Supervision cuyo solo nombre moviliza las emociones, la autoconsciencia y los juicios no de-clarados de las personas supervisadas, demanda un tipo de profesional muy particular como colega supervisor, ese que en esencia resume la mezcla de atributos que denomino el “bottom line” del Coaching Supervision: reconocimiento, respeto, confianza, valor y admiración. ¿Qué tan atractivo seria para un Coach practicante participar en un progra-ma de Supervision de Coaches, con un Coach a quien se le reconoce un meritorio desempeño, razón por la cual se le tiene respeto y confianza profesional como para acep-tar gustoso el valor y la transferencia de ese valor gene-rado por un Coach Experto a quien se admira? Para que una sesión de Coaching Supervision cumpla su propósito y tenga éxito, la percepción del Coach supervisado debe anclarse en la siguiente presuposición: un profundo y sos-tenido aprendizaje, ese que permite hacer lo que antes no se era capaz de realizar, solo es posible con la expe-riencia. Que esa experiencia demanda reflexión con foco e intención para construir conocimiento, sentido y signifi-cado transformacional. Y que ese conocimiento continúa su profundización en la medida en que se aplica y se hace más nutritivo en cada sesión de supervisión de Coaches. Con esta presuposición en mente, el Coach practicante

está listo para atender desde el disfrute su primera sesión de su-pervisión.

A modo de conclusión Coaching Supervision es el dominio de la de-construcción de las relaciones que establece un Coach con sus clientes, con el pro-pósito de aportar luz a los desafíos y dilemas inherentes a su rol de Coach, identificar las fortalezas que éste trae a sus sesiones de coaching, identificar y llenar de sentido y significado sus oportuni-dades de mejora como Coach profesional e iluminar los contenidos de posibles estrategias para que se convierta en “su propio super-visor”. La palabra supervisión en coaching no significa lo mismo que en gerencia o en un programa de desarrollo de habilidades supervisorias. Significa exclusivamente, cochando a los Coaches: un proceso formal de educación continua para el aseguramiento de la calidad en el ejercicio profesional del Coach. ¡Nada más! La supervisión de Coaches no es mandatoria, ni obligatoria, ni algo indispensable para la acreditación de carrera. De hecho, la Inter-national Coach Federation (ICF) no requiere Coaching Supervi-sion. No existe una visión compartida en la comunidad mundial de coaching sobre la importancia, necesidad o indispensabilidad de la Supervisión de Coaches. Sin embargo, si el “issue” crítico es el aseguramiento de la calidad en el ejercicio del rol, es mi juicio dar la bienvenida a la Supervisión de Coaches, independientemente de la escuela de la que se trate, del estilo del Coach y de los tipos de Coaching.

¿Quién puede estar en desacuerdo en hacer su trabajo con cali-dad? ¿Quién podría estar en desacuerdo en participar en un pro-ceso de educación continua para el aseguramiento de la calidad en el desempeño de su rol? Si bien las respuestas a estas pregun-tas son obvias, lo concreto es que la Supervisión de Coaches no es una práctica compartida, ni esperada ni buscada por la comu-nidad mundial de Coaches. Por el contrario es todavía una inicia-tiva que esta por desarrollarse plenamente, a la cual los Coaches practicantes se acercan con cautela. ¿Agrega valor realmente que los Coaches sean supervisados? Es mi juicio que si porque está en juego el aseguramiento de la calidad para “tocarle la vida al cliente” de forma ética y productiva. ¿Puede un Coach practicante apren-der a ser su propio supervisor? Es mi juicio que sí. De hecho, es inherente a la Supervisión de Coaches que éstos sean cada vez más capaces de ser “sus propios supervisores”. ¿Debería ser obli-gatoria la supervisión de Coaches? Es mi juicio que no, porque en coaching nada es obligatorio. Todo se rige por una decisión libre del Coach practicante, donde su integridad personal y ética pro-fesional se unifican pasando a ser lo mismo. ¿Puede ser Coach Su-pervisor cualquier Coach practicante? Es mi juicio que no, porque hacer Supervisión de Coaches requiere formación específica, saber macerado, habilidades probadas, experiencia documentada y una condición humana que activa la admiración sin esfuerzo alguno. Las áreas de desempeño desconocidas por un Coach practicante son siempre metaconscientes. Al escapar de su consciencia pro-fesional como Coach en ejercicio, son puntos ciegos que saltan a la sesión de coaching sin que éste advierta su presencia, desco-nociendo también en consecuencia el indeseable efecto sobre sus clientes. En este sentido, la Supervisión de Coaches se convierte en la consciencia profesional del Coach practicante. Y en esto re-side su verdadero valor. La comunidad mundial de Coaches tiene la obligación ética como grupo profesional, de asegurar que está en las mejores condiciones para “hacer lo correcto” y proteger los intereses de aquellos a quienes sirve. Si bien la literatura sobre el tema y los Programas de Supervisión de Coaches se encuentran todavía en un tímido inicio, tengo la impresión de que cada vez más Coaches valoran y se entusiasman con la posibilidad de par-ticipar en diversas iniciativas de supervisión, como un aspecto de educación continua que comenzará a ser más notado en los pro-cesos de acreditación de carrera.

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Por CAROLINA RODRÍGUEZ VILLAR

Coachingpara la Alta

GERENCIA“Mi experiencia laboral me ha per-mitido constatar que a medida que he desarrollado mis habilida-des como líder-coach, mi equipo de trabajo se ha sentido más com-prometido, más integrado, más sintonizado y conectado conmigo y con los objetivos de la organiza-ción”.

Para las organizaciones hoy en día resulta importante contar con una Alta Gerencia que tenga en su haber de-sarrolladas competencias técnicas, con las que puedan hacer frente a los desafíos del mercado y de la compe-tencia. Sin embargo, más importante aún, es que sus al-tos ejecutivos estén entrenados en lo que se denomina competencias blandas. Incluso en el momento en que requieren ocupar una vacante, han comenzado a dar-le mucha más importancia y peso a esas competencias blandas en lugar de los títulos académicos.

Resulta mucho más productivo para las organizaciones con-tar con un gerente que sea capaz de movilizar a su gente, de inspirar, de ser empático, ser ejemplo, que efectivamente ponga en práctica y puedan ser comprobadas, sus habili-dades en las competencias conversacionales, en la capaci-dad de trabajar en equipo, creatividad, responsabilidad, ho-nestidad, compromiso, actitudes para resolver problemas y generar ideas que impulsen a su equipo de trabajo para lograr los objetivos, en destrezas para relacionarse con sus compañeros de trabajo, y aquí entran en acción conceptos fundamentales de la metodología del coaching: el rapport, la empatía, el feedback, la escucha activa, la observación y el arte de hacer preguntas poderosas.

El coaching es una conversación y acompañamiento espe-cializado basado principalmente en la observación, la es-cucha activa y la elaboración de preguntas, cuyo objetivo es facilitar el aprendizaje y la liberación del potencial re-presado que impide obtener los objetivos y las metas es-tablecidas. En este sentido, el coach es el facilitador del aprendizaje, de la toma de conciencia, que estimula la vi-

visión integral de las situaciones, que permite la explora-ción de estrategias de acción diferentes a las ya realizadas para alcanzar efectivamente la meta.

Los ejecutivos que son entrenados en coaching, utilizan las herramientas de coaching para el liderazgo de sus equipos de trabajo, liderando de un modo diferente a lo que nor-malmente lo hacen quienes ejercen cargos de supervisión en las empresas u organizaciones, que en ocasiones se li-mitan a ser simplemente jefes. El líder-coach es aquel que emplea las herramientas del coaching en su estilo de lide-razgo.

Con la metodología del coaching adquirida y puesta en práctica, los líderes de las organizaciones, pueden generar relaciones de confianza, de compromiso, pueden motivar al equipo, pueden desarrollar una cultura propia en torno al equipo que permite que cada miembro se sienta parte integrante del equipo, se sienta identificado y comprenda la importancia del trabajo que realiza. Pueden aprender a potenciar y a desarrollar sus equipos de trabajo, colocando a cada uno de los integrantes en aquellas actividades en las que tienen ventajas competitivas y comparativas. Esto contribuye al desarrollo de equipos de alto desempeño y por ende a la obtención de los objetivos de la organización de forma mucho más eficiente y efectiva.

El líder-coach utiliza su empatía para acercarse a las per-sonas, observa y escucha con atención las necesidades de

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los miembros del equipo, estableciendo relaciones de con-fianza, ocupándose de desarrollar y preparar a los integran-tes de su equipo, y a través de las preguntas poderosas estimula la reflexión, la creatividad, las competencias, que darán la confianza y la autonomía que cada colaborador requiere, permitiendo que aflore el potencial del equipo, obteniendo la mejor versión de cada uno de ellos, para así lograr diseñar la mejor estrategia de acción teniendo pre-sente la meta establecida.

Mi experiencia laboral me ha permitido constatar que a me-dida que he desarrollado mis habilidades como líder-coach, mi equipo de trabajo se ha sentido más comprometido, más integrado, más sintonizado y conectado conmigo y con los objetivos de la organización. Me siento mucho más satis-fecha cuando mi equipo siente que, más que contar con un jefe, cuentan con un líder-coach que los apoya, representa y que pertenece efectivamente como un integrante más del equipo de trabajo. De este modo, en cada oportunidad que hemos tenido de alcanzar las metas, la satisfacción es compartida y celebrada por todos y esas victorias retroali-mentan las fortalezas del equipo para los próximos retos.

Para mí ser un líder-coach, asumirlo como un estilo de li-derazgo, ha marcado una gran diferencia en el desarrollo de mis equipos, en la consecución de las metas y en mi propio desarrollo profesional y personal.

Por otra parte, cada día más, las organizacio-nes contratan los servicios especializados de un coach, quien trabaja con los equipos, que así lo requieran, aplicando técnicas y herramientas que contribuyen a su desarrollo y a alcanzar los obje-tivos, del mismo modo, la aplicación del coaching ejecutivo, acompañándolos en la liberación de su potencial para lograr la consecución de las me-tas organizacionales. En definitiva, cualquiera de las dos opciones planteadas, abren un mundo de posibilidades, siendo el coach el facilitador del aprendizaje y de la toma de conciencia.

CAROLINA RODRÍGUEZ VILLARMagister Scientiarum in Psychology Coaching

Economista. Universidad Católica Andrés BelloMaster Coach Internacional. International

Association of Coaching-Institutes (ICI)

La alta gerencia es responsable en última instancia del fracaso o el éxito de una empresa en el cum-plimiento de sus expectativas de desempeño cada trimestre. Los puestos de alta gerencia incluyen al director general (CEO, por sus siglas en inglés), el presidente, el vicepresidente y los administradores. El director general contrata y nombra a los miem-bros del equipo de alta gerencia como consejeros, innovadores y ejecutores. La alta gerencia verda-deramente representa la cara de la corporación.

La alta gerencia desarrolla políticas de negocio, metas y objetivos. Desarrolla prácticas de buen go-bierno en conjunto con la junta directiva, de quien depende. La junta establece los criterios para la alta gerencia, que pueden incluir la gestión estra-tégica, gestión de riesgos y la gestión de fondos. La alta gerencia utiliza las mejores prácticas (miran-do hacia atrás) y las “próximas prácticas” (mirando hacia adelante) para determinar la mejor manera de utilizar los recursos de la compañía: su capital humano y la infraestructura tecnológica. La alta gerencia articula la visión de la empresa para el público y para los empleados.

La alta gerencia debe ser atenta y decisiva, ya que sus decisiones determinan el futuro de la empre-sa. Además, debe tener integridad, adherirse a un estándar moral alto, tener una perspectiva a largo plazo, tener la mente abierta y gestionar de mane-ra responsable. Debe tener pasión por la empresa y expresarla con una actitud positiva.

La alta gerencia debe contar con los conocimientos, habilidades y experiencia necesarias para cumplir con el alcance total de sus funciones. Ver:www.cuidatudinero.com

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entre coachesLa Sección Entre Coaches, la dedicamos en esta edición a la importancia del Coaching en los sistemas educativos, para ello hemos solicitado la colaboración de tres coaches activos en el ámbito educativo desde el nivel escolar al mundo universitario, ellos son Heber Londoño, José Gregorio Colmenarez y Marisela Odreman.

Coaching en Sistemas EducativosCoaching Educativo como clave esencial del cambio.Por Heber Londoño

Durante más de 16 años me he desempeñado como docente en educación superior, bachillerato y primaria, esta experiencia me ha permitido ex-perimentar una visión global de lo que es el proce-so de enseñanza –aprendizaje y a entender desde la situación de mis compañeros docentes sus difi-cultades para generar un excelente ambiente de aprendizaje dentro de un salón de clase que les permita disfrutar lo que hacen.

La mayoría de los docentes entendemos que la sociedad ha cambiado y por ende los estudian-tes también. Quienes se desempeñan en esta área pueden dar fe del nivel de energía y crea-tividad que se necesita para generar un buen ambiente dentro del aula. Muchos aún dedican

gran parte de su tiempo libre a ge-nerar experiencias que sean signi-ficativos para los estudiantes y que ayuden a alcanzar los objetivos de-seados dentro de la asignatura.

Coaching Educativo como clave esen-cial del cambio

Los beneficios que puede ofrecer el coaching al ámbito educativo son in-calculables. Estudiantes motivados e identificados con su sistema educa-tivo, docentes valorados dentro del aula y satisfechos por retomar el li-derazgo a través de todas las herra-mientas del coaching y las familias identificadas con las nuevas prácti-cas docentes y en sintonía con la ins-titución por ver cómo esta fomenta el crecimiento personal en la vida de sus hijos. La implementación del Coaching Educativo ayuda a los jóvenes, se-gún Gorrochotegui (2010), a desa-rrollar competencias como: Apren-der a aprender, profundizar en el autoconocimiento, articular mejor sus necesidades, mayor grado de autoconfianza, mayor voluntad, ca-pacidad de aprender y cambiar en-tre otras. Y para Suggett (2006), el coaching educativo ayuda a resolver

conflictos interpersonales, mejorar la gestión del rendimiento, apoyar a los estudiantes en la toma de deci-siones, remodelar la estructura del liderazgo y a fomentar una gestión de aula eficaz.

Historia

Muchos se inspiran en la Mayéuti-ca socrática como el origen de este modelo, ya que Sócrates ayudaba a los otros a descubrirse a través de las preguntas, entendiendo que dentro de las personas está todo el poten-cial para conseguir las respuestas por sí mismos. De Platón se reconoce la importancia de las cartas y los diá-logos filosóficos ya que este usó la conversación como herramienta fun-damental, basados en una secuencia de preguntas y respuestas entre el maestro y el alumno, y de Aristóte-les la reflexión que hace en su Ética Nicomaquea sobre la necesidad de buscar el bien más perfecto y que ese bien más perfecto es la felicidad y en un proceso de coaching lo que se busca es lograr los objetivos me-jorando las áreas de la vida para que de manera consciente se alcance el bienestar general.

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COLABORACIONES

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En el siglo XVIII se hace referencia al apelativo coach, haciendo alusión al profesor que ayudaba a los estudian-tes a prepararse para los exámenes y finales del siglo XX, en Estados Uni-dos y Canadá, aparece el coaching como ámbito de estudio de la mano de Whitmore. “No habrá que espe-rar mucho para que el Coaching sea usado libre, amplia y constantemen-te con jóvenes de todas las edades en las aulas, y de hecho esto está ocurriendo cada vez más. No dudo que la adopción del enfoque de coa-ching enriquecerá el aprendizaje y la vida de todos, administradores, empleados, docentes y estudiantes. Incluso debería plantearme volver al colegio yo mismo”. John Whitmore (en Creasy y Paterson, 2005, p.64)

Función del Coaching Educativo

“Consiste en mejorar el rendimien-to de las personas mediante facto-res que pueden potenciarlo y el es-tímulo de su capacidad de aprender a aprender”. Whitmore (2003), Se caracteriza por desencadenar el me-joramiento de numerosos aspectos de la vida de la persona, integran-do las técnicas y supuestos metodo-lógicos del coaching de vida, con la

con la diferencia de que sus desti-natarios pertenecen al campo edu-cativo, por lo tanto su enfoque está dirigido a la calidad del sistema edu-cativo, incidiendo en todos sus nive-les y actores.

Pilares Fundamentales

-Elevar el nivel de consciencia, cuya finalidad se centra en hacernos cons-cientes de las acciones que se llevan a cabo y de sus emociones-La responsabilidad, porque te ense-ña a generar opciones y se aprende a aprender- La creatividad y la transformación porque en coaching se habla de lo-grar cambios.

Aprender a aprender

Que esta experiencia sea una prác-tica cada vez más extendida es una prueba fidedigna de que el coaching funciona porque se ayuda al coa-chee a transformar su realidad y que el cambio de paradigma sea posible. Esta metodología no consiste en en-señar de forma directa sino que per-mite crear condiciones propias para aprender a aprender.

“Muchos se inspiran en la Mayéutica socrática como el origen de este modelo, ya que Sócrates ayudaba a los otros a descubrirse a través de las preguntas, entendien-do que dentro de las perso-nas está todo el potencial para conseguir las respues-tas por sí mismos”.

¿PIENSAS HACER COACHING EDUCATIVO EN TU COLEGIO? PUES TE DESEO...

S.U.E.R.T.E. Por Marisela Odreman“Me siento honrada de poder acercarme a todos ustedes a través de esta lí-neas y más teniendo en cuenta que el tema es el Coaching Educativo, siendo el mismo, una disciplina en plena formación, que entiende la educación como un proceso en el cual existe un permanente acompañamiento entre varios actores: profesores, estudiantes y representantes. He sido docente desde hace más de treinta años y para mi, hablar de educación y de paso en com-binación con el Coaching, es sencillamente apasionante”.

Habiendo pasado por muchas etapas, desde maestra de aula de Educación Inicial y Pri-mer Grado, hasta directivo de Plantel y ahora Coach, he tenido la oportunidad de vivir nu-merosas situaciones que han contribuido con mi crecimiento personal y profesional, cen-trando siempre mi labor en los protagonistas más relevantes del proceso educativo, que son los estudiantes. Aun cuando los alumnos son los más trascendentales, ya sabemos que

no son los únicos actores. De allí lo complicado del asunto. En estos mo-mentos de dificultad y riesgo y por qué no, de desesperanza que vive nuestro hermoso país, llegó la hora de poner en uso herramientas que contribuyan con el desarrollo integral de los estudiantes, incluyendo su inteligencia emocional, que les muestren cómo lograr sus objetivos sin darles las respuestas y que adicionalmente ayuden al resto de los miem-bros de la comunidad educativa por añadidura.

¿Qué mejor que el Coaching para abordar cualquier situación en un Plan-tel? De allí lo determinante que es la presencia de un Coach en cada Co-

HEBER LONDOÑOMagister Scientiarum

y Licenciado en Filosofía Coach en Programación

NeurolinguísticaTerapeuta Sistémico.

www.ceacoachingvzla.com

@heberlondon

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Colegio. Si tú lo eres y trabajas en el sistema educa-tivo, te deseo SUERTE, es decir, que Sepas Utilizar Efectivamente todos tus Recursos para Tener Éxi-to.

Sabiendo que la docencia es la única profesión que tiene el privilegio de crear a todas las otras profe-siones y que enseñar implica “tocar una vida para siempre”, la cuestión es cómo lograr el engranaje perfecto con el Coaching, de forma que se alcance el objetivo académico y que se logre el acompaña-miento necesario para cada una de las partes que hacen vida en el sistema, de manera que puedan pasar del estado presente al estado deseado cada vez que así lo deseen.

Yo tengo en mi poder una maleta muy especial, es casi mágica y les voy a contar qué contiene esa va-lija y cómo me han funcionado todos los elementos que se encuentran dentro de ella. Son recursos que todo Coach debe cargar consigo siempre, no sien-do esto metafórico. Mucha atención a lo que sigue a continuación:

1. Un espejo. Para la interiorización de la Compe-tencia de la Autoconsciencia y la Auto Observación, elementos claves en un Coach dondequiera que se encuentre.

2. Un títere en forma de oreja y con un ojo incorpo-rado, aunque les de risa en principio. Será un exce-lente recordatorio para trabajar cada día en esa ca-pacidad de escuchar “lo que les dicen y ver lo que no les dicen”…

3. Un títere en forma de boca. Para tener en cuenta que deben conocer el modo de formular preguntas poderosas y planificar conversaciones con propósi-to y culminarlas solo al haber alcanzado el objetivo.

4. Unas tarjetas con las palabras Qué- Cuándo- Cómo- Dónde y Para qué, de forma que recuer-den que ese es el principio de una pregunta abierta que va a poner a pensar al Coachee para que con-siga su propia respuesta.

5. Una nariz de payaso. Para recordar que deben reír “con” y no “de” y que la risa genera bienestar don-dequiera que se haga presente, no importa la edad de quien ría.

6. Un títere en forma de corazón. Para tener en cuen-ta que cualquier cosa que hagan, deben hacerla con Amor y Pasión.

7. Una ficha con un razonamiento matemático. Para recordar que a todo problema hay que buscarle so-lución.

8. La foto de un cerebro tomado de la mano de un corazón. Para recordar que ambos, corazón y razón,

deben estar en perfecta alineación.

9. Una carta que represente a un comodín. Para que cuando no sepan la respuesta, se acuerden de “lla-mar a un amigo coach” que les muestre el camino sin realmente decirles dónde está.

10. Una tarjeta que diga “TENGO LA CAPACIDAD PARA SER UN GRAN COACH” De esa forma, cuando tengan alguna duda, leerán este mensaje y recordarán que a través de la formación cons-tante, y de la inversión en ustedes mismos, podrán siempre conseguir la respuesta a cada interrogante y estarán en capacidad de acompañar en este caso a estudiantes, docentes y representantes a pasar del estado presente al estado deseado, es decir, a lograr sus objetivos. De esa forma contribuirán de manera concreta con el desarrollo de este país.

Les confieso que ya tengo un tiempo haciendo uso de esta práctica y útil maleta y doy Fe de su gran efectividad. Mi invitación cordial es a que tengan la suya propia y hagan uso de ella. En los momen-tos históricos que vive Venezuela, el Coaching es la verdadera puerta de entrada a la Esperanza, la cual indiscutiblemente necesitamos para llegar adonde queremos llegar, acompañándola de un creativo Plan de Acción para realizar las labores de recons-trucción que haya que hacer, en el momento preci-so para ello.

MARISELA ODREMANDocente,

Gerente EducativoMaster en PNL, Coach Internacional

Líder del Yoga de la RisaFacilitador de Alto Impacto

@coachmariselaodreman

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SISTEMAS EDUCATIVOS QUE GENERAN AUTONOMÍA DEL PENSAMIENTO“El rol del coach-educador capitaliza la posibilidad de hacer de la educación un espacio para la autorrealización del ser”.

Por José Gregorio Colmenarez

Una de las exigencias que demanda el contexto social de la educación, sobre todo en Venezuela, sugiere romper con los paradigmas de enseñanza tradicional y las creencias limitantes que se con-ciben en torno al rol que ejerce un maestro cuan-do se enfrenta a un grupo de estudiantes, cambios que requieren de una equipo directivo altamente preparado para asumir los espacios educativos con amplia mirada. Una de ellas, es la gerencia, por eso la insistencia en incorporar nuevos esquemas de aprendizaje basados en los modelos y herramien-tas que otorga el coaching ya que sugiere oportu-nidades en los procesos.

La importancia de definir y sostener la práctica del coaching en los diferentes espacios de interacción humana, es vital para el crecimiento personal y pro-fesional; la labor diaria de un profesor es hacer posi-ble que tanto sus estudiantes como él, alcancen las metas trazadas al inicio de cada curso o año, es de-cir que se deben generar una serie de experiencias de enseñanza que garantice en el estudiantado el logro de competencias aptitudinales y actitudinales, sin embargo, por diversas razones sociales, políticas y culturales estos procesos son abortados y muchos objetivos planteados al inicio quedan a la deriva.

Partiendo de este contexto, se puede decir que el coaching como herramienta que abre paso al auto descubrimiento, marca un nuevo comienzo para los sistemas educativos, ya que éste permite impulsar tales objetivos en los procesos de aprendizaje que se producen dentro y fuera del aula; acompañar a un docente o equipo directivo con la idea de conseguir

metas y desarrollar habilidades específicas, dando resultados efectivos, concretos y medibles; así la necesidad de construir nuevos modelos de enseñanza basados en el coaching toma fuerza, pudiendo ser eje de los programas educativos, a saber, que los centros que demandan la educación y formación, tie-nen un espacio privilegiado para su análisis, de cara a formar ciudadanos capaces de expresar sus pensamientos con liber-tad y generar reflexiones, donde las buenas prácticas se afian-cen con el fin de transformar el contexto y el entorno donde se habita.

Hay un elemento diferenciador cuando se hacen estas prácti-cas y el coaching hace un aporte importante que es la pregun-ta, no porque cuestiona, sino que a través de ella, se abre el panorama a una reflexión holística a cerca de las acciones que se deben aplicar para el logro de los objetivos, lo que implica estar entrenados y capacitados para ser conscientes de lo que se persigue.

Un Coach-educador es un profesional que puede aplicar diver-sas metodologías o herramientas, por ejemplo un cuadro de metas, para hacer que sus estudiantes o su equipo de trabajo sea más eficaz en las tareas diarias, con el fin llegar a cierto ni-vel o con la intención de lograr metas que les produzca satis-facción. Cuando el coaching se aplica a cualquier sistema de enseñanza, se debe considerar que es un ejercicio que requiere de la escucha activa, significa despojarse del ego para asumir un rol de acompañante en un proceso lleno de paciencia, para entender que cada individuo lleva estilos y formas de vida dife-rentes, lo que hace mayor el reto de ser un buen coach, pues, es necesario deslastrarse de toda carga subjetiva.

En los tiempos actuales la educación, necesita recomponer su intención última, así, la importancia que tiene para el desarro-llo de una nación y considerando que es garante de un futuro centrado en el desarrollo de las culturas, la práctica de la li-bertad y la vivencia de la dignidad, como factores claves de la democracia política, del crecimiento económico y de la equi-dad social, justifica el llamado a ocuparse de ella como una de las preocupaciones públicas y de los esfuerzos nacionales, sin ideologías, sino desde la autonomía de pensamiento que con-duzca al ser a alcanzar sus más íntimos anhelos, en efecto, su propia autorrealización.

José Gregorio ColmenarezLocutor profesional, Lcdo en Educación Mención Filosofía

(UCAB), Msc En Talento Humano, Coach Organizacional@josellegaalto

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