Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    1/19

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    2/19

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    3/19

    olv una maana de marzo a los bajos de Mena buscando algo. Slo encontr sol, unpar de casas antiguas, una avenida, un canal seco. All estaba el puente aquel. Ms alluna iglesia, ms abajo una casona y en el patio unos bototos embarrados. Un par deanimales encontr: unas cabras, dos caballos, un perro.

    Camin sin rumbo para probarme qu tan cerca seguamos estando. Quise que mellevaras hasta la casa en que pasaste temporadas, con seales de brisa, de rboles o de pjaros.

    No fue as. Slo una plaza me dio brillo y me refresc. Slo una ventana me devolviligereza y calma. Estuve all, buscndote, y al regresar sent que venas conmigo, detrs de m.Estuve all y eso es lo importante.

    En 1971, en una localidad al nor te de Santiago, en Peuelas, conoces a mi mam, Catali-na Rojas, que tambin es folclorista. Ella se encontraba trabajando en los balnearios popularesdel gobierno de Salvador Allende y t estabas contratado con tu hermano Eduardo para can-

    tar en los showsque se realizaban por las tardes. Se casan el 15 de septiembre de ese ao enel Registro Civil de La Estrella, del barrio de Pudahuel. Un par de testigos y listo. Celebraroncomiendo unos sandwich de pernil en un restaurante cercano. Tambin hubo una pequeacelebracin en el pueblo de mi mam, en Lontu, con su familia. Dicen que das antes habas

    tenido una discusin con la abuela Clara y ella te dio una tanda que te hizo ver candelillas. A

    cambia la vida con esta mujer, te ordenas y logras tener una familia.En 1973, se encuentran viviendo con mi mam en la calle Santa Rosa del barrio de San-

    tiago en una comunidad de amigos. Nazco el 20 de enero de ese ao en el hospital Salvador.Escribes Zafra, al saber que tu mujer est embarazada .

    Ha nacido Zafratemblando de froen campo abiertoa la orilla del roentre las totorascreci como el lirio

    jugando en el barroechada al olvido

    Slo s por cartaque es alta y morenalas pestaas crespascomo la verbenasu mirada fuerterompe las cadenasabre las compuertas

    De all nos vamos a vivir a la hostera Las Perdices propiedad de tu amigo Jos ManuelHerrera. Llegu de un mes de vida a este lugar. Al poco tiempo toman detenido a Jos Manuely lo tor turan en Tejas Verdes, gracias a Dios no lo matan. l no era poltico, pero en su hostera,en esos aos, se juntaban muchos personajes del gobierno constitucional de Salvador Allende.Este hombre seguir siempre muy vinculado a nuestras vidas, alegre, energtico, atractivo, degran temperamento.

    7

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    4/19

    Cultivaba rosas de todos colores en su jardn; rosas t de otro mundo. Escultor, dibujan-te, diseador innato. Su patio era todo un bosque donde escondidas, de pronto, aparecan susesculturas. La hostera Las Perdices era slo otr a de sus creaciones.

    Mira las luces afuer a hija, estamos llegando a Rancagua! Era el ao 1974. Yo voy senta-da en tus piernas ya ms tranquila, y es que rato atrs subi un vendedor y yo, que an no shablar, con mi dedo lo indico. Me has comprado una gran barra de chocolate, la que terminoen pocos momentos y en poco tiempo tambin nos encontramos en el bao del tren cam-

    biando mis paales, ayudados por una seora que era nuestra compaer a de asiento. Viajamoslos dos solos, mi mam se ha quedado en Santiago porque ya estaba por nacer mi hermanaNina. Quiere que me quede unos das en Lontu al cuidado de sus hermanas mientras ellase recupera. Pero hubo un cambio de planes. Nos bajamos primero en Rancagua a saludar aun amigo tuyo, el pianista Robert Pire Nez. l es muy simptico, tiene dos lindas hermanasque apenas llegamos se encargan de m. Me toman en brazos, despus comemos todos juntos.Nos dieron una linda pieza pero con una sola cama demasiado alta. Me acuestas y me duermo,luego t vuelves con los dems. De pronto despierto y estoy debajo de la cama. Me voy ga-

    teando hasta un claro de luz en esa tremenda pieza y all me quedo jugando con los dedos demi mano sin hacer ruido. Luego entras t Qu ests haciendo aqu, mijita! Pucha el viejo pa`

    tonto este, dejarla sola sabiendo que la cama era tan alta! Estuvimos un par de das. Cuandovolviste a Santiago mi hermana ya haba nacido.

    Estamos en 1977, ya tengo cuatro aos de edad. Es habitual que con mi familia vengamosde paseo a esta plaza del centro de Santiago. Recuerdo que nos comprabas globos, algodones,

    y ms de alguna fotografa nos tomamos con mi hermana en el mes de diciembre con los viejospascueros que se instalaban en el medio de la plaza con sus trineos. Pero esta maana slo es-

    tamos los dos, supongo que te acompao a hacer algn trmite. Es un da de sol, entre septiem-bre o enero, porque los rboles se ven muy verdes.

    Por primera vez descubro la brisa, me hace rer porque juega con mi pequeo vestido.T me compras un helado barquillo gigante de todos sabores y colores, pero es tan grandeque apenas alcanzo a probarlo cuando se me cae al suelo. Quedo tan slo con el barquillo enla mano, me pongo a l lorar desconsoladamente. T me secas las lgrimas, sonres, vuelves conotro ms grande que el anterior, pero se me vuelve a caer casi al lado del otro. La gente queest sentada observa la escena, veo cmo empiezan a derretirse, vuelvo a llorar y por terceravez me compras el helado. Esta vez s logro sostenerlo y me voy tomada de tu mano, disfru-

    tndolo. -

    yora de la gente es de provincia. Antiguamente se llamaba Barrancas y mucha gente lo siguellamando as. Dicen que era todo un pajonal, que haban limones, membrillares.

    Hace 25 aos mi abuela compr el terreno y t levantaste la casa que es bien grande yest llena de piezas. Est a pasos del aeropuerto por San Pablo y durante el da el ruido de losaviones se escucha incesantemente. Por las maanas t y mi mam se van a tocar folclor lati-noamericano a la Vega. Como El pjaro Chowi, El pjaro campana; a veces los acompaa suamigo guitarrista Sergio Pinto. Cada vez que tocas la guitarra a m se me paran los pelos, sientoun vrtigo, la gente te aplaude mucho. Llegan con harto sencillo a la casa, lo cuentan, nos traenexquisitos panes de azcar que despus jams volv a encontrar. Tambin tocas junto a LzaroSalgado y su seora, la Emita.

    duras penas en Santiago. Una noche que nos llevaron a uno de estos locales, mi hermana, al

    Fotografade

    lvaroHope

    Roberto Parra en casa de familia Montecinos.

    8

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    5/19

    ver que la gente no paraba de aplaudir, subi al escenario y te bes los pies, entonces el localcasi se vino abajo.

    Cuando no van al mercado a tocar, nos acostamos los tres con mi hermana y nos cuen-tas maravillosos cuentos: La honradez premiada, Chus pajaritos, La tor tilla corredora,La herradura, El viajero y las hadas, Las tres cabritas y el Lobo, La Caperucita, La la-vandera, historias chillanejas del Tu Tu o cuentos sacados de Las mil y una noches. A veceslos inventabas en ese mismo momento. Todos dejaban una enseanza. A m me pareca viaj ar,

    poda ver realmente todos esos castillos y princesas, esos lugares, pueblos y selvas que contanta maestra nos describas. A veces llegaba la hora del almuerzo y yo an no lograba regre-sar de todos ellos. Hay un personaje que inventaste amarrndote un pauelo en el dedo, quese llama Mademoiselle Lily. Ella viene de Francia y es muy tmida, slo te habla las cosas al odoy t le traduces. Tambin estn los Luchines que son unos hombrecitos pequeos que vivenen una ciudad imaginaria que queda en frente del restaurante del Richard, debajo de un rbol,pero slo t puedes verlos. Con la Nina les mandamos migas de pan para el invierno, trocitosde gneros para que se vistan y t se los pasas a dejar cuando vas a comprar el desayuno(mucho tiempo despus, casi como si te hubieran robado la idea, aparecieron los pitufos en laTV). Mi mam por esos das nos inscribe en el colegio a mi hermana Nina y a m. La escuelase llama 391 y queda a dos cuadras de la casa. La abuelita Clara nos ha cosido nuestro primerdelantal de cuadrill azul. Recuerdo mi primer da de colegio, toda la gente nos saludaba en lacuadra cuando nos iban a dejar.

    La abuelita tiene la pieza ms bonita. Tiene un balcn hermoso de madera que abarca

    dos lados de la casa y termina en una galera techada.Su casa es de dos pisos, en el primero tiene una vitrina con una loza azul que dicen

    tostada, cosa que jams puede faltar, ya que apenas comienza a bajar la harina, ella manda in-mediatamente a compra r ms a la Vega. Guarda tambin un frasco con cebolla en escabeche.Tiene unos sillones azules y un cuadro de la Nenita en la pared (una hija suya que muri de

    tuberculosis a los cinco aos) Ella era hija del seor Ortiz. En la cama tiene un chal puesto alos pies y var ios choapinos por el suelo. Tiene un joyero con hermosos aros y prendedorescon pequeas plumas. Unas cortinas hechas de puros pedacitos de gnero que fabrica en sumquina de coser a pedal instalada slo un poco ms all de la cama.

    Tiene tambin un gran carcter. Guarda un sable dentro de la casa que es de algn Pa-

    paga, ella saca el sable.

    capilla de San Francisco o a la parroquia de Luis Beltrn. El padre Enrique nos prepara para re-cibir el bautismo, ya nias, con mi hermana. Son tiempos muy difciles de dictadura, hay toquesde queda y mucha pobreza en el sector donde yo vivo.

    T tambin ti enes muchos amigos en el barrio (El Luciano, el viejo Paris, Don Tato, LaMarisol que te corta el pelo, el Panchito Cuchara, el Compipa) eres un hombre conocido yrespetado, no hay funeral en Barranca en que no te pidan tocar la guitarra. A veces vienes en-cabezando la caravana, otras veces en el auto de los familiares del muerto.

    En 1980 publicas Las Dcimas de la Negra Ester. Llegas a la casa con cajas llenas delibros de la editorial y ms que venderlos los regalas.

    La importancia de La Negra Ester para Chile es inconmensurable y para nosotros

    FotografadeIsabelLipthey

    los aos 70.

    9

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    6/19

    Tambin de conocer un mundo que ya habas dejado atrs haca casi 20aos, antes de conocer a mi madre y del que no volviste a hablar connosotros, excepto en contadas ocasiones.

    El 29 de octubre de ese ao muere la abuelita Clara. Pienso quees el golpe ms duro de tu vida, ya que siempre dijiste que eras un Edi-po total. Sufres mucho con su muerte. Por las noches vas a golpear a supuerta borracho, sabiendo que ya no est. Es un perodo especial para

    nuestra familia, de ajuste y cambios. Nos trasladamos a vivir a la casaque ocupara antes la abuela. Con mi hermana estamos ms grandes yt te dedicas a contarnos toda tu infancia. Nombras a vecinos y parien-tes en el Sur. Entonces un da comienzas a recrear todo tu barrio deChilln en cartn. Construyes una gran maqueta y en frente de ella nossientas en el balcn de la casa; entre atados de cebolla y aj; nos cuentasdnde vive cada persona, por dnde ibas al colegio y a dnde te pasa-bas a jugar. O nos cuentas de cuando te enamoraste de una niita ma-yor que t, amiga de tu hermano Nicanor, llamada Zunilda. Cuentas queella tena una ta muy estricta que no la dejaba salir, que la nica vez queestuviste ms cerca de ell a fue cuando fueron a un circo. T pagaste laentrada, te sentaste a su lado y le tocaste la mano; al otro da ella se fuede la ciudad y no volviste a verla nunca ms.

    Debe haber sido a principios de los ochentas. Recuerdo haber-

    te ido a visitar varias veces al hospital con mi mam y mi hermana. Tellevbamos camisas limpias, pasta de dientes, cigarros, cuadernos paraque escribieras. Mi mam nos preparaba igual que para un paseo. En unbolso comida y bebidas para pasar el da contigo. Con mi hermana nos

    ponamos tan felices, pero t aun ms de vernos.Los patios del siquitrico se vean muy verdes. All nos sentbamos, el da luminoso pa-

    saba volando. A veces nos acompaaba algn amigo tuyo. Nos contabas las bromas que hacascuando todos se quedaban dormidos, todo siempre acompaado de grandes carcajadas. Nosmostrabas lo que habas escrito en esos das.

    Cuando haba algo de plata, mi mam se encargaba de que te atendieran en una clnicaprivada. Recuerdo una en la calle Po Nono, donde hiciste varios amigos, incluso casaste a unapareja haciendo de cura. Recuerdo un da en esta clnica en horario de visitas, t te encontra-bas en el segundo piso con la ventana abierta de par en par tomando aire, parece es del tiem-

    po en que an fumabas. Ah, te vimos desde lejos! No puedo olvidar cmo te brillaron los ojos.Los enfermos se sentaban todos en tu cama a escuchar tus historias y se rean en pato-

    ta. Ellos estaban por otras enfermedades, tu slo para desintoxicarte del alcohol. Cuando nosdespedamos nos prometas que volveras pronto a la casa, tal vez la otra semana, los mdicosya estaban por darte el alta.

    Cuando volvas a Barrancas (como t le decas) todo comenzaba de nuevo, la casa se lle-naba de vida con tu energa, con tus caricias. Nos ibas a buscar al colegio, nos comprabas muchosdulces a la salida. Volvan los cuentos en las maanas antes de levantarse, tu inconfundible guitarra.

    Vivamos los cuatro en la pieza del patio del fondo (todas las noches me sacabas al pa-tio a mirar la luna) en el comedor haba una pintura de la ta Violeta de colores un poco chi-llones. Es el nacimiento de Cristo. Me impresionaban mucho los pastores, San Jos y la Virgen,porque todos parecan estar vivos.

    Maqueta de Chilln construidapor Roberto Parra. Fotografa de LuisGonzlez.

    10

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    7/19

    Desde all se vea el segundo piso de mi abuela, sus cortinas, sus plantas y aunque era unpoco chico el espacio, era un hogar. Debe ser porque estbamos todos juntos: mi mam, mi her-mana, t y yo. Hay tambin una extraa ventana que tiene una cubierta de madera, esa cubierta

    rojo y ese rojo me recuerda a tu anillo con una piedra, a una camisa que tienes de ese color y auna guitarra preciosa que llevaste en un viaje al Quisco. Para m esa ventana tiene tus colores.

    Cuando nias nos contabas de las giras con el circo. Haba un mueco de madera quese llamaba Don Cirilo que slo mova la cabeza par a decir s o no. Nos contabas del TonyCopito (tu personaje), del seor Corales (el to Lalo), de las rutinas de telepata. Nos reamosmucho sentados en el balcn de la casa de mi abuela en Serrano. Puedo verme mirando elretamo, los duraznos priscos en el patio, mientras t nos contabas estas historias y nos molasla comida en el plato. Recuerdo un da nublado de mucho viento en que cayeron todos losduraznos. Eran exquisitos, corramos a recogerlos para despus devorarlos. Creo que la semillade este rbol mi abuela la haba trado del sur.

    El ao 1985 tengo 12 aos. Despus de catorce aos t y mi mam ya no viven juntos.Todo es producto de tus borracheras que han terminado por aburrir a mi mam. Pero siguenestando siempre cerca. Siguen cantando juntos. Ahora con mi hermana vivimos en la calle Los -ms has faltado, te vienes el sbado en la maana directamente desde la pea del Nano Parra,

    tu sobrino, donde ests actualmente tocando con tu hermano. Llegas bien temprano y bientrasnochado tambin. Con mi hermana esperamos con muchas ansias el da. Recuerdo todo el

    itinerario que hacamos, nos bamos en ese tiempo en el bus Renca uoa, nos bajbamos enMatucana, pasbamos a la pastelera San Camilo y despus nos bamos a Barranca.

    All est viviendo contigo el to Lalo que tambin se ha separado hace poco tiempo y -nos y pasarlo muy bien. A pesar de que yo a esa edad estoy con una gran depresin porque teecho mucho de menos y tambin extrao la casa, mi barrio, mis amigos, cuando llego all se mepasa todo. Todos los primos somos de la misma edad y estamos en ese perodo de la adolescen-cia en que nos contamos nuestras cosas y salimos; son tiempos realmente hermosos. Navidadesen patota, aos nuevos, 18 de septiembre, aventuras.

    A mi mam le sale un trabajo en Talca y nos trasladamos las tres con mi hermana hastaesta ciudad. Pero all mi depresin se agudiza. Con una amiga nos vamos todos los das por luga-res de Talca, me vuelvo cimarrera empedernida, falto semanas completas al colegio, odio el liceode nias, no logro acostumbrarme, pero slo estoy un ao all. T nos escribes cartas para Talca.

    Un verano planeo mi regreso a Santiago, ya tengo 15 aos. Ese ao cuando nos toc ve-

    con mi mam. Al principio estuvimos con malas relaciones, pero con el tiempo se superaron.

    Los 18 de septiembre los pasamos en el parque O`Higgins en la fonda El Volantn del perua-no Csar Huapaya que es tu amigo. Es la nica fonda que toca cuecas y folclor toda la noche.En ella toca gente del antiguo grupo Millaray, como mi madrina Gabriela Pizarro. En el dadamos vueltas por l as fondas, compramos algodn, cabritas, anticuchos, sombreros de car tn.El da 19 de septiembre nos perdemos en el parque, ya que todo lo tiene ocupado la paradamilitar. Cuentan que en esta misma fonda El Volantn, un da mi pap lleg vestido de huaso,

    todo de blanco, con espuelas y sombrero. Haba llovido mucho, dicen que estaba bailando unacueca con unos cuantos tragos dems, cuando se fue a l suelo, fue un espectculo.

    FotografadeLuisGonzlez

    Leonaora y Catalina Parra Rojas en las afuerasde Pudahuel, aos 80.

    11

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    8/19

    Fotografade

    scarManzanares

    ArchivoRobertoParra

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    9/19

    El to Nicanor est siempre cerca de nuestras vidas. T le dices hermano-padre, l le dioel nombre a esa mezcla de estilos que haces en la guitarra y la llam Jazz Guachaca. Tambinse cuenta que te dio un libro de Martn Fierro y te estimul a escribir de esta manera tu amorcon la Negra Ester. Es tu admirador nmero uno y t de l. Pasamos veranos todos juntos ensu casa de Isla Negra, en su casa de Conchal y en la Reina. En estas tres propiedades t has

    trabajado haciendo reparaciones, pintando, estucando. Tienes de ayudante a Jaime Infanta, yer-no del to Nicanor, casado con su hija Panchita y gran amigo tuyo.

    El to Nicanor puede llegar a cualquier hora a buscarte y te lleva por una o dos sema-nas. Es todo un acontecimiento cuando viene, llega en un escarabajo blanco y todos corren deun lado a otro en la casa.

    En su terraza, en un comedor pintado de blanco invierno, conversan horas, se acuerdande Chilln, de su vecino don Andrs Bobadilla.

    Tengo recuerdos de toda mi familia en estas propiedades con todos sus hijos. Y todostuvimos que ayudar cuando lleg con tules para proteger las camas de los zancudos en lasnoches de Isla Negra.

    El 9 de diciembre de 1988, en la plaza O` Higgins de Puente Alto, se estrena La NegraEster con la compaa Gran Circo Teatro. Vuelves tarde de las funciones de la Negra y tequedas en el balcn de la casa mirando mucho tiempo las estrellas.

    Ese ao tambin publicas tu cuento Entre Luche y Cochayuyo.En las maanas te dedicas a ensayar tangos con mi hermana y hablar de Gardel.Entre 1989 y 1994 realizas muchas giras por Chile, Amrica y Europa con el Gran Circo

    Teatro. Son perodos buenos, distintos, llenos de luz. Te gust mucho Mxico y sus calles deadoqun. All visitas la tumba de Negrete. Vas a la Pirmide del Sol, y mientras vas subiendo,como a la mitad de la cspide, te encuentras con un vecino de Pudahuel.

    Estuviste en la ciudad de Guanajuato en un festival Cervantino, en un teatro muy lindo.Me contaste que te acordabas de cuando andabas recogiendo colas de cigarro en las calles deSan Antonio. Durante toda tu estada en este pas te sentas bastante enfermo, pero igual tevienes de l con el corazn lleno de alegra

    En el viaje a Inglaterra te caes al trago y te desaparecas a veces de la compaa. Un da ter-minaste tomando una botella de vino en la cuneta, justo afuera del teatro donde se estaba repre-sentando La Negra Ester. Se te acerca un hombre con otra botella, hablaba espaol, haba sidomarino. Se vuelven amigos y t le dices: esta obra que estn dando aqu es ma, y l no te crea. Sellamaba Kent. Al otro da los invitas a l y a su seora a ver la obra. T eres un loco! te deca.

    Al llegar a los aos 90 dices que ya has perdido cerca de 90 guitarras en tu vida.

    Son aos realmente hermosos, t ya tienes 70 aos y sigues tan chicha fresca comosiempre. Pusiste un taller de guitarras y arreglo de muebles al lado de la casa y all pasas prcti-camente el da completo. Hay que llevarte comida . All escribes, tocas la guitarr a, conversas conlos vecinos y tambin rabeas.

    vino. A veces nos preguntas qu pas con ese borrachito que a veces se vea por aqu? Quehabr sido de l?

    En 1991 se publican en Per nuevos libros con tus cuecas, Zafra y la Carmela GenaGente. Se realiza tambin un video: Esto es Jazz Guachaca.

    Tambin te veo fabricar en el patio de la casa uetas hechas con botellas plsticas deshampoo. Pintar con pistola muchas guitarras rojas con negro, dejarlas secar y barnizarlas. Vas acomprar madera para el taller a una barraca cerca de la casa en un triciclo. Pedalea tu sobrino

    Navidad en la Florida, 1994.Catalina Rojas y Roberto Parra enSan Antonio, aos 80. 13

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    10/19

    Taln, que est viviendo hace un tiempo con nosotros (hijo de tu hermano Lautaro). Era todo unpersonaje este primo mo al que quise mucho. Alegre, cocinaba en la casa, te ayudaba en el ta- -saba los domingos o los lunes con la caa. Muchas historias hay con l, entre otras, una vez llega-ron hasta Matucana en triciclo buscando no s qu herramientas y despus no podan volver.

    A veces vas a la feria que se hace en Serrano. La gente del puesto del pescado son ami-gos tuyos y te regalan mariscos (almejas que son tus preferidas), despus pasas a ver verdurascon una malla en la mano. S que te gustan los lirios, las uvas, las guindas, la cazuela de ave y devacuno, las sustancias, el pan de pascua, el agua con harina tostada, las prietas con papas cocidas,las sandas con harina tostada, el ajo en el tomate, la ensalada de cebolla, el queso de cabeza, lamarraqueta, el mote con huesillos y las granadas. Tus rboles eran los sauces, tus pjaros los cana-rios, tu jugo el de zanahoria con naranja y la limonada.

    Llegas con grandes bolsas de la feria, compras nueces para toda la semana.Cuando compras el pan en las maanas te demoras horas. Te vas y te vienes con el que

    encuentres en el camino. Nos llevas el desayuno a la cama a la Nina y a m. Ensayas largo ratoy slo s que es hermoso escuchar tu guitarra entre sueos. Sobre todo cuando tocas nues-

    tras canciones, Nina o Lala Jazz que nos compusiste hace tiempo, una para cada una, comosiempre. Cerca de las nueve riegas las plantas del balcn; lo s porque entonces te gusta silbarcanciones antiguas.

    Hubo un da domingo en que el barrio de Pudahuel despert distinto. Haban metido un

    enseando cmo se anunciaba el circo antiguamente, hija, estamos grabando un video. Des-pus se fueron a dar algunas vueltas por la cuadra. Yo tambin los acompa, hasta llegar a laplaza. All estuvieron un rato para terminar en una picada cerca. Fue un espectculo muy lindo.Todo el mundo sali de su casa primero con la intencin de reclamar, pero despus cuando tevean se quedaban sin habla, para m en esa escena est contenida la forma que tenas de ser y

    tambin de alegrarnos la vida a todos. Pero ya en esa fecha se te ve ms cansado, ests enfer-

    a la casa de mi mam en Puente Alto en la calle Eusebio Lillo, ella te cuida, se hace cargo de tutratamiento. El ao nuevo de 1995 fue la ltima vez que estuvimos todos juntos. Lo pasamos

    pero te sentas muy mal. Siempre tuve la esperanza de que te mejoraras, pero no fue as.Mueres el 21 de Abril de 1995 a las 10: 15 de la noche en la casa de mi mam. Las dos

    con mi hermana sin dejar de llorar te vestimos. Pusimos el Jazz Guachaca. Te puse uno de mis

    anillos en tu mano, y mi hermana te puso en el bolsillo una foto donde aparecemos los cuatro, t,mi mam, mi hermana y yo, nuestra familia. Te velan por peticin tuya en la iglesia San Francisco,en el centro de Santiago y eres enterrado en el Cementerio General. Las pergoleras al pasar te

    Por un buen tiempo despierto y me acuesto llorando. Sigo lavando tus camisas y esco-billndote los zapatos.

    El otro da me dio mucha pena, hablaba con mi hermana que hoy vive en Alemania yme contaba que haba soado que estaba contigo en alguna calle y que tomaban la antigua mi-cro Tropezn. T ibas feliz con una camiseta blanca dicindole que la muerte no exista. Seguanderecho por San Pablo y volvan a recorrer las calles de antes.

    Leonora Parra

    14

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    11/19

    15

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    12/19

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    13/19

    onoc a Roberto en los balnearios populares organizados por el gobierno de SalvadorAllende. Fue en Peuelas, en el Nor te. Yo estudiaba teatro en la Universidad de Chile y

    trabajaba de monitora de teatro con la gente que llegaba a veranear. Cuando lo conocme pareci una persona muy divertida, creativa y parecido a mi padre.

    Por ese entonces ya haba grabado sus cuecas para la Emi-Odeon.El ao 1971 lo acompa en la guitarra en la grabacin de Las cuecas del To Rober-

    to con su sobrino ngel para el sello Dicap. Se grab en un estudio de la RCA, en la calleCatedral y, entre otros que lo acompaaron, estaba Giolitto en batera, Traslavia en el piano yCasabn en el contrabajo.

    El 15 de septiembre de ese mismo ao nos casamos en el Registro Civil de Barrancas,hoy Pudahuel, en la calle La Estrella, por San Pablo abajo. Para celebrar el acontecimiento, nosfuimos a comer unos snguches de pernil junto a los padrinos: Mara Isabel Fernndez y su

    marido Alejandro Snchez, amigos de toda la vida.bamos muy seguido a la pea de Carmen 340, donde tocaba Roberto. De hecho, el daque tuve a mi primera hija, l estaba en la pea y quien me llev al hospital fue un amigo uruguayo.

    Ah conoc a Alfredo Zitarrosa, Silvio Rodrguez, Pablo Milans y tantos artistas quepasaron por ese lugar, como Tito Fernndez quien cant ah por primera vez en Santiago. Tam-bin a Vctor Jara quien, a veces, con muy buena voluntad, en los das de huelga de locomocinnos iba a dejar a la casa, en Las Perdices.

    Nacieron mis hijas, Mara Leonora el 73 y Mara Catalina el 74. Mientras ellas crecan,Roberto escribi mucho. Tena un cuaderno grande de esos que usan los contadores. Despusse puso ms ordenado. Le compr ms cuadernos y le gust la idea. Sus preferidos eran con

    tapas azules claras.Roberto era una persona muy creadora. Las 24 horas del da estaba inventando histo-

    rias. A mis hijas eso les gustaba y desde nias sintieron adoracin por su padre. Cuando se ibana acostar, l les contaba cuentos inventados por l y ellas gozaban mucho. Cada da inventabauna historia distinta sobre sus andanzas que eran bien difciles de creer.

    Entre los aos 71 y 72, Roberto ya haba comenzado a escribir La Negra Ester. Alcomienzo eran unas veinte dcimas que relataban la historia de San Antonio. Por esos aos

    pero yo le haba sacado una copia y se puso muy contento. Entonces parti a la casa de Ni-canor a mostrrselas y a l le gustaron mucho y le aconsej que contara cada detalle de todolo que haba pasado. Que recordara y escribiera. As lleg a ms de cien dcimas.

    En 1980 yo le ayud a editar el pequeo libro artesanal que todava circula por ah y

    libro. Eran aos de mucha pobreza, as que tuvimos que estar varios das comiendo legumbresque yo traa desde Lontu.

    Cantando en La Vega, aos 80. 17

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    14/19

    junto a El Desquite, su otra obra de teatro.Esos aos fueron muy productivos: varios cuadernos se fueron juntando con muchas

    cuecas, prosas y otros. A esto se sumaba su trabajo como msico. Comenzaron a aparecer

    El ao 82, cansada de la vida bohemia que llevaba Roberto, me fui de la casa con mis hi-jas. Roberto prometi cambiar y regres por las nias: ellas sufran mucho sin su padre. l tam-bin las adoraba y haca grandes esfuerzos por acabar con su alcoholismo. Intentaba frenarlo yse intern varias veces para hacer un tratamiento.

    En esa poca tocamos y cantamos mucho por todo Chile y lo acompa en la graba-cin de sus tres instrumentales que ms tarde bautiz como Jazz Guachaca.

    y tuve que pa rtir a Talca a trabajar en un proyecto con mujeres campesinas. Mis hijas viajabantodas las semanas a Santiago para ver a su pap.

    As lleg el ao 89 y se estren La Negra Ester, dirigida por Andrs Prez. Entonceslas cosas cambiaron para Roberto. Viaj a Europa y Mxico con la compaa y yo consegu conel subsidio habitacional una sencilla casa en La Florida, donde vivo hasta el da de hoy. Robertome ayud a terminarla y a hacerle una ampliacin pensando en un taller para que mi hija Ca-

    talina pintara con tranquilidad.Unos aos despus volvimos a tocar juntos; el ao 92 fuimos a la Universidad de San

    Luis en Argentina y el ao 93 al Festival Lago Ipacarai en Paraguay.

    El ao 94 lo not enfermo. Se le detect cncer. Luego de ser intervenido, le suger quese viniera a recuperar a mi casa porque en Pudahuel no tena ni telfono. Ese ao pasamos laNavidad todos juntos.

    La compaa Gr an Circo Teatro lo ayud y con la idea de Willy Semler se reestren LaNegra Ester. Las funciones fueron un xito, lo que sirvi para la segunda operacin, pero so-bre todo, como homenaje para su persona.

    Qu ms puedo pedir,me coment ese da, despus de la ovacin que lebrind el pblico cuando sali a saludar junto a los actores en el Plaza Vespucio, en elparadero 14 de Vicua Mackenna.

    Roberto falleci el 21 de abril de ese ao. Rodeado de su familia. Ese da suce-dieron cosas curiosas que hoy puedo contar. Roberto muri a las 22: 20 de la noche yen ese momento se cort la luz en el barr io. Ese mismo da el grupo Los Tres estabaactuando en Mxico y tambin se quedaron sin luz.

    Nicanor me cont, despus del funeral, que al llegar a su casa escuch la melo-da de una cajita de msica que haba trado haca muchos aos de un viaje y que hacatiempo se haba echado a perder, pero esa tarde la escuch y me dijopor supuestoque fue Roberto quien la hizo sonar.

    Catalina Rojas

    Santiago, 2012

    18

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    15/19

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    16/19

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    17/19

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    18/19

  • 7/21/2019 Roberto Parra La Vida Que Yo He Pasado Pehuen

    19/19