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Mayo 2011 Rodrigo Gómez Córdova Profesora: Arola Valls Grupo: GI - 11:30 – 13:30 1 Fundación Perdo Barrié de la Maza, Ansel Adams, p. 13. 2
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Trabajo final de Historia
Análisis comparativo entre Ansel Adams y
Juan Rulfo
Profesora: Arola Valls
Grupo: GI - 11:30 – 13:30
Rodrigo Gómez Córdova
Mayo 2011
2
Introducción
En el mundo de la fotografía, y en especial la fotografía de paisaje, pocos fotógrafos han sido tan
importantes y reconocidos como el estadounidense Ansel Adams. “Al final de su vida era
probablemente el fotógrafo más famoso del mundo, y probablemente el más admirado”1. Sus
fotografías son el referente con el cual la fotografía de paisaje moderna se compara. Una visión
directa, profundamente limpia y cuidada, tanto en la toma como en la impresión, que deja ver la
grandeza del Oeste de Estados Unidos, y nos hace sentir, inclusive, algún toque de misticismo,
sobrenaturalidad, y más aún cuando en pocas de sus fotografías la mano del hombre es visible.
Por las mismas décadas en que Adams hacía su trabajo más reconocido (entre los treinta y
los sesenta del siglo pasado), un escritor mexicano, apenas en formación y dedicado a la venta de
llantas, viajaba por el centro del país recorriendo las mesetas áridas y en muchos casos desoladas
de un México que había sufrido pocos años antes una guerra tras otra (primero la Revolución, en
la década de 1910, y después la Guerra Cristera, entre 1926 y 1929) fotografiando los paisajes, las
ruinas y la arquitectura, las personas y sus vidas, acumulando miles y miles de negativos que en
muchos casos no verían la luz del día hasta muchos años después.
Aún cuando el estilo, el método, y la posible intención detrás de las fotografías sea muy
diferente entre estos dos autores, creo que existe una base común de admiración por el paisaje,
de respeto, de intentar captar la esencia de esos lugares, y muy importante, momentos en donde
esos lugares tuvieran cierta magia, misticismo, o grandeza que el tiempo, o bien, la mano del
hombre se llevarían.
1 Fundación Perdo Barrié de la Maza, Ansel Adams, p. 13.
3
Biografías
Ansel Adams
Nace el 20 de febrero de 1902, en San Francisco, Estados Unidos. Comienza a tomar fotografías a
los 14 años, en el Parque Nacional de Yosemite (al que regresaría después todos los años). Aunque
inicialmente se inclina por el piano, a partir de 1930 termina dedicándose exclusivamente a la
fotografía, con un estilo completamente directo, donde intentará tener toda la nitidez y calidad
(en el sentido técnico de la palabra, en cuanto a aprovechar todo el rango dinámico del negativo y
de los papeles para el positivado) posible. Desarrolla el “Sistema de Zonas”, una técnica que les
permite a los fotógrafos decidir y controlar de manera precisa el rango tonal de la fotografía final,
aún antes de haberla tomado.
Muere en 1984, el 22 de abril, en Monterey, California. Deja detrás miles de fotografías
(con muchas copias realizadas directamente por él, a lo largo de los años), una gran cantidad de
libros con sus fotografías, portfolios, y 10 libros de teoría y técnica fotográfica, algunos de ellos
convertidos ya en clásicos y que es prácticamente imposible conseguirlos (la trilogía de: The
Camera, The Negative, The Print)
Juan Rulfo
Nace el 16 de mayo de 1917 en Jalisco, México. Escritor reconocido por sus obras El llano en
llamas y Pedro Páramo, ésta última considerada la mejor novela latinoamericana del siglo XX por
muchos autores importantes, como Jorge Luis Borges y Carlos Fuentes.
La mayoría de su trabajo fotográfico lo realizó entre 1940 y 1960; abarca muchos temas,
desde paisajes y retratos, hasta trabajos sobre arquitectura. Aunque participó en diversas
publicaciones y revistas con algunas de sus fotografías, nunca persiguió una carrera como
fotógrafo, y él mismo decía que yo no soy fotógrafo. En 1980 se realizó su primera gran muestra
en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México: la exposición, llamada Homenaje Nacional,
fue realmente la primera vez que se dio a conocer su trabajo como fotógrafo de forma más amplia
y a partir de ella empezó a ser reconocido también en esta profesión; su prestigio como escritor lo
había ganado desde 1955.
Muere el 7 de enero de 1986, en la Ciudad de México. Además de esas dos obras literarias,
y algunos guiones de cine, deja como herencia más de 6,000 negativos (a diferencia de Adams, no
hay registros claros de que haya impreso él directamente sus obras, inclusive para la exposición de
Homenaje Nacional) y varios libros en donde se presentan algunas de sus fotografías, en muchos
casos tomando de base las 100 fotografías que formaron la exposición de Homenaje Nacional.
Susan Sotang diría: “Juan Rulfo es el mejor fotógrafo que he conocido en Latinoamérica”. 2
2 Dempsey, et ál, 100 Fotografías de Juan Rulfo, p. 7.
4
Contexto
Aunque ambos fotógrafos viven más o menos en el mismo periodo, las situaciones económicas,
sociales y culturales en sus países no tienen gran similitud.
En Estados Unidos se vivía, a mediados de la década de los 30s, la recuperación del crack
del 29, y, más tarde, el auge económico y político que los caracterizarían como potencia mundial al
finalizar la Segunda Guerra Mundial. Adams empieza su carrera como fotógrafo con un estilo
pictorialista, pero en 1930 cambia
completamente a la fotografía directa al conocer
el trabajo de Paul Strand: comentaría Adams
después en su autobiografía que “sólo fue al
conocer a Strand y ver sus negativos que
finalmente decidió dedicarse de lleno a la
fotografía”3, ya que anteriormente estudiaba
para concertista profesional. Persigue la
excelencia técnica, tanto en la toma como en la
impresión, durante todos los años siguientes.
Aunque él dice que nunca tomó una fotografía
pensando como “ambientalista”, fue un decidido
promotor de la creación y conservación de los
parques naturales en Estados Unidos.
En México se vivían años de turbulencia social: recién se salía de los largos y costosos años
de la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera. A Rulfo
le toca recorrer un México lastimado por la guerra,
destrucción y descuido, aunque después de la paz
iniciada a partir de 1929, en la década de los 50s, le toca
experimentar también el llamado “Milagro Mexicano”,
una época de gran desarrollo económico.
Literariamente, a Rulfo se le considera dentro de
la corriente llamada “Realismo Mágico”, pero
fotográficamente, aunque es imposible separar al Rulfo
escritor del Rulfo fotógrafo, creo que su fotografía se
podría más encuadrar en el ámbito de la fotografía
directa, al igual que Ansel Adams.
3 Fundación Perdo Barrié de la Maza, Ansel Adams, p. 21.
Figura 1 – Tormenta de Invierno, Valle de Yosemite, Ansel Adams
Figura 2 – Juan Rulfo
5
Análisis
nsel Adams comienza su fotografía siguiendo un
estilo pictorialista. Ejemplos de su trabajo en la
década de los 20s demuestran esta tendencia,
aunque no tan marcada como otros exponentes de este
movimiento (por ejemplo, Stieglitz, a finales del XIX). No
parece que intentara ocultar tan decididamente los
orígenes mecánicos de la imagen, mas existe un cierto
elemento visual en muchas de las imágenes de ese
periodo que delata su visión pictorialista, por ejemplo,
en la imagen “El Capitán”, está muy presente un
tratamiento un tanto “borroso” o “desenfocado” de la
escena, acorde con los principios pictorialistas. Después
de dar el cambio a la Fotografía Directa, todas sus
imágenes tendrían una nitidez y calidad excepcional.
La visión de Ansel Adams del paisaje, sin
embargo, es un tanto romántica, “de la más pura
tradición del siglo XIX”4. Intenta representar las
formaciones naturales, los paisajes, la naturaleza en sí, desde un punto de vista completamente
positivo, de admiración, de respeto, de homenaje. Sus
fotografías nunca muestran un paisaje amenazador, al
que haya que temerle. Muy al contrario, presentan
lugares y momentos en donde el espectador quisiera
estar. Aún cuando las tomas puedan ser de eventos
como una tormenta (Tormenta de Truenos en el Lago
Tahoe, 1937) o con un cielo que, en casi cualquier otra
toma, pudiera resultar amenazador (Valle de Yosemite,
c. 1932), Adams encontraba el punto de vista, la
iluminación y el momento adecuado para que la escena
fuera siempre, en cierto sentido, acogedora.
Su fotografía es cuidada hasta en el más
mínimo detalle. Sus composiciones son siempre
perfectas, balanceando de manera precisa todos los
elementos de la imagen, tanto de volúmenes como de
tonos. En sus fotografías normalmente habrá
elementos (líneas explícitas, ya sean de formaciones
rocosas, montañas, sombras, o algunas menos claras,
4 Golden, Reuel, Fotografía del Siglo XX, p. 18
A
Figura 3 - El Capitán, Valle de Yosemite, Ansel Adams
Figura 4 - Tormenta de Truenos en el Lago Tahoe, Ansel Adams
6
como los puntos que pueden unir diferentes elementos de la imagen como piedras, árboles, etc.)
que guiarán la vista del espectador dentro de la escena, recorriéndola en los puntos importantes, y
usualmente dejando que la vista termine en la zona de la imagen que (podemos suponer) le
interesaba a Adams como punto principal.
Aunque quizás haya también fotografías en donde la preparación no era tan meticulosa,
creo que la mayoría de sus imágenes eran planeadas con todo detalle. No hay una sensación de
snapshots en sus tomas, muy al contrario, parece que él dispusiera de todos los elementos y
sujetos en la manera como lo quería, lo que implica una gran dedicación y paciencia en cada una
de sus capturas.
La iluminación en sus fotografías
siempre tiene un carácter preponderante.
Sobre todo en los paisajes más abiertos
(en primeros planos no es tan notoria,
usando quizás casi siempre una
iluminación más difusa, más envolvente).
La luz – por fuerza siempre una luz natural
– es en muchas de sus imágenes el factor
decisivo para la toma: unos picos de
montaña iluminados con un sol duro y
marcado, mientras, más abajo, hay una
iluminación un poco más difusa que
ilumina a un animal pastando (Sierra
Nevada desde Lone Pine, California). Creo que, al igual que Henri Cartier-Bresson, Adams tenía el
equivalente al “momento decisivo” en cuanto a posición de la luz y momentos atmosféricos se
refiere.
En muchas de sus fotografías, especialmente donde aparecen cielos, el mismo Ansel
Adams documenta (en su libro Examples) el uso de filtros Amarillos, Naranjas y Rojos, en
ocasiones con la intención explícita de oscurecer el cielo, o a veces simplemente para remover la
bruma y los tintes azules en las sombras.
Figura 5 - Sierra Nevada desde Lone Pine, Ansel Adams
7
uan Rulfo hace gran parte de su trabajo
fotográfico de 1945 a 1955. Por esta época
sus obras literarias también iban formándose,
en apuntes, en fragmentos, en su cabeza: Pedro
Páramo fue publicado en 1955. Es natural buscar
(y encontrar) relaciones entre sus obras literarias
y sus obras fotográficas, puesto que hay muchas
similitudes y referencias visuales en sus escritos
de las fotografías que realizó. Es común encontrar
pasajes de Pedro Páramo o El llano en Llamas
como pie de muchas de sus fotografías.
Y éste es quizá el punto central del
trabajo fotográfico de Juan Rulfo. Para él, tomar
una fotografía era, en muchos casos, crear
apuntes o notas sobre algo que le llamara la
atención: ya sea del paisaje, de una construcción, de una persona. Aún cuando no pueden
relacionarse uno a uno pasajes de, por ejemplo,
Pedro Páramo con fotografías suyas, está siempre
presente una relación de pertenencia, de
referencia. Su visión pues, del paisaje mexicano, era
una visión más personal, menos centrada en
presentar la magnificiencia de las montañas o las
llanuras que fotografiaba, sino – no es tan difícil
imaginarlo – situando a sus personajes y sucesos en
esos campos que veía en alguno de sus muchos
viajes por el país.
Sin embargo, hay una relación formal entre
la manera de fotografiar de Rulfo y Adams: ambos,
por ejemplo, usan rutinariamente un alto contraste
en sus imágenes. Rulfo también realizaba un
balance de sus composiciones, en formas y
volúmenes, como lo hacía Adams. Pero hay menos
interés por tener una toma completamente nítida,
desde el primer plano hasta el fondo. Tiene Rulfo
fotografías en donde se ven planos un tanto desenfocados, aún cuando son paisajes abiertos, y
uno pensaría debería salir todo a foco. Quizá Rulfo acostumbraba más ir recorriendo los paisajes,
los caminos, y detenerse donde algo le llamara la atención, sin precisamente estar dedicado como
Adams por horas y horas en montar la imagen.
J
Figura 6 – Juan Rulfo
Figura 7 – Juan Rulfo
8
En las fotografías de Rulfo parece ser clara, también, una diferencia en la intención: es más
el generar una escena, una imagen (no “recuerdo”, porque él mismo decía que las fotografías son
“sólo imágenes”: los recuerdos para él eran entidades mucho más completas y complejas5) de
cómo se ve el paisaje mexicano… y que se está
perdiendo. Un memento mori, como decía Susan
Sontag. A Rulfo parece preocuparle más el
recolectar esos paisajes con su cámara (aunque los
coleccionaba más que nada para él) pues ve que se
están perdiendo o que están cambiando, antes que
pensar en promover, como Adams, su protección y
conservación. Quizás uno miraba más al pasado,
que estaba por desaparecer, y el otro veía más el
presente, con intenciones de que pudiera seguir
siendo futuro.
En las fotografías de Rulfo los cielos son
normalmente más neutros que en las fotografías de
Adams. En sus imágenes casi siempre se puede
percibir o sentir el duro sol mexicano, en muchos
casos con sombras duras y perfectamente delimitando las rocas, los árboles, los caminos.
Compositivamente, Rulfo cuida también la
posición, los elementos, los volúmenes y pesos en
la imagen. Quizá hay menos “direccionalidad” o
elementos que puedan llevar la vista de un lugar a
otro en sus imágenes, cuando menos no al nivel en
el que Adams lo hacía. Quizá aquí entra pues el
juego de diferencia, de que Rulfo tomaba las fotos
para sí, para poder luego, al verlas, evocar
recuerdos más complejos sobre la imagen que se
ve.
Aunque no es el objetivo de este trabajo, se
puede mencionar que Rulfo dedicó gran parte de
sus fotografías a retratar “monumentos del
pasado”: desde templos prehispánicos, hasta
muchos templos de la época colonial de México; por ejemplo, muchos templos con las marcas de
la guerra Cristera, sucedida unas décadas antes. También ahí está muy presente el elemento de
“conservación por pérdida” en sus fotos: da la impresión que es “la última foto que se podrá hacer
de ese monumento”, al estilo de las fotografías post-mortem del siglo XIX.
5 Dempsey, et ál, 100 Fotografías de Juan Rulfo, p. 8
Figura 8 – Juan Rulfo
Figura 9 – Juan Rulfo
9
Análisis comparativo entre imágenes
Figura 10 - Juan Rulfo
Figura 11 - Amanecer, Mt. Tom, Sierra Nevada, Ansel Adams
10
Figura 10, de Juan Rulfo, c. 1940: Fotografía en blanco y negro, sin título, proporción aproximada
de 1:1. Imagen en clave media, aunque hay preponderancia visual de tonos obscuros.
Existe un contraste, tanto en tonos como en formas, entre el primer plano y el fondo, que
muestra el volcán del Popocatépetl. La imagen está dividida de manera más o menos exacta en la
mitad por un cuerpo de nubes, de un tono gris medio. La iluminación es lateral, por la derecha, y
se puede intuir una luz dura, aunque los contrastes no son tan marcados entre las zonas de luz y
de sombra en la punta del volcán. Se puede suponer un crepúsculo o amanecer para la toma.
La imagen es estable, con la figura de la montaña (que forma un triángulo preponderante
en la imagen) firmemente colocada en la parte central superior de la imagen.
Figura 11, Amanecer, Mt Tom, Sierra Nevada, de Ansel Adams, c. 1948: Fotografía en blanco y
negro. Proporción aproximada de 5:4. Imagen en clave media, con un contraste claramente
marcado entre el cielo y el plano más cercano, con las montañas nevadas al fondo. La iluminación
es lateral, de la izquierda, de una luz dura, que, como el título indica, es de amanecer.
Existe un cierto desequilibrio visual en la imagen entre el tronco localizado en la parte
izquierda de la imagen, al no haber ninguna forma tan pesada visualmente en la zona derecha.
Este desequilibrio en formas se compensa con la luminosidad y volumen de las montañas al
fondo/derecha de la imagen.
Diferencias y similitudes
Técnicamente la diferencia en nitidez de ambas fotografías es muy notoria: la fotografía de Juan
Rulfo (a pesar de ser nítida y poder distinguir las espigas de las plantas, las zonas de nieve
marcadas en la punta del volcán, los contornos de las nubes) no es tan nítida como la imagen de
Ansel Adams, en donde podemos ver claramente la textura de las montañas en segundo plano, las
ramas de los árboles detrás de la forma principal a la izquierda, y el contorno perfectamente
delineado de las montañas nevadas al fondo. Existe también una diferencia en el rango tonal de la
imagen, siendo éste más amplio en la imagen de Ansel Adams.
La diferente intención con la fotografía es también evidente: el paisaje de Ansel Adams
está ahí para quedarse. Parece imposible pensar que algo pueda modificar dicha escena, quitarle
ese brillo a las montañas del fondo, aún cuando el cielo resulta un tanto misterioso. En la imagen
de Rulfo, al contrario, hay una permanencia mucho más inestable. El brillo de la cima del volcán no
es tan preponderante, pero, más que nada, la capa de nubes en la mitad de la imagen parece que
en cualquier momento pudiera ocultar completamente el volcán, y dejarnos con un paisaje
oscuro, sombrío.
En ambos casos creo que la imagen se lee de la parte inferior derecha hacia el centro
izquierda de la imagen. En el caso de Rulfo, de las plantas a la montaña, y en el caso de Adams de
las montaña al tronco de árbol en primer plano.
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Figura 13 - Lago Mono, California, Ansel Adams
Figura 12 - Juan Rulfo
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Figura 12 – Lago Mono, California, Ansel Adams, c. 1947: Fotografía en blanco y negro, con una
proporción cercana a 4:3. Imagen en clave media alta, con un contraste medio. Preponderancia de
tonos grises medios. Iluminación dura, cenital-oblicua, proveniente de la izquierda.
No hay una figura geométrica clara que se pueda lograr con las formas en la imagen, pero
se puede formar un triángulo, con su base apoyada en la base de la fotografía, con la rama o
tronco de árbol que es el sujeto principal, tanto en la posición de primer plano como en el brillo
con respecto a los demás elementos de la imagen.
El horizonte es perfectamente plano, aunque no es visible en un primer golpe de vista, ya
que el lago refleja casi perfectamente el cielo nublado en la imagen.
Figura 13 – Juan Rulfo, c. década de 1940: Fotografía en blanco y negro, con una proporción casi
de 1:1. Imagen en clave media. No existe un contraste tan aparente dentro de las diferentes
partes de la imagen. La iluminación es suave, cenital.
El sujeto principal, un tronco de árbol a la orilla de la playa, forma un triángulo, con su
base apoyada en la arena. Existe una clara inclinación en la toma, aunque ese desequilibrio se
compensa por la posición y luminosidad del tronco.
Diferencias y similitudes
La primer cosa que salta a la vista entre estas dos imágenes es el parecido entre los troncos,
aunque se intuye que son de tamaños muy diferentes. Se ve también una composición algo
similar, aunque con las posiciones invertidas.
En este caso, la nitidez en ambos autores es muy similar, ambos troncos están
perfectamente enfocados, y se tiene enfocado todo desde el primer plano hasta el fondo.
Una diferencia importante y notoria en ambas fotografías es el cuidado con el horizonte:
en la fotografía de Rulfo se ve claramente que está inclinado hacia la izquierda - que en una toma
así, de un paisaje tan estático, en donde se puede suponer había tiempo de sobra para prepararse
- que nos indica la falta de preocupación por lograr la toma técnicamente perfecta, y más el deseo
de coleccionar esos momentos que por alguna razón captaban su atención.
El reflejo de las nubes en el lago de la primera imagen oculta un poco el tamaño o fuerza
que pueda tener el lago, y sus consecuencias sobre el tronco, que además pareciera estar
enraizada en la orilla. En la escena de Rulfo el tronco se ve claramente como un invitado temporal
en esa playa. Aunque no hay un oleaje claro y poderoso en la imagen, creo que hay menos fuerza y
estabilidad en la permanencia del tronco. Se puede suponer que llegó con el oleaje, y que
eventualmente terminará regresando al mar.
13
Conclusión
Con este trabajo se ha intentado ejemplificar las visiones diferentes de dos fotógrafos que
compartieron una misma época, aunque en circunstancias y lugares muy diferentes.
Aunque ambos usaban la fotografía como medio para captar lo que veían por las tierras,
parques y llanuras que recorrían, los resultados que obtenían (y que querían) eran muy diferentes:
para Ansel Adams la nitidez absoluta y precisión de sus fotografías es un tema de sobra conocido;
sus intenciones y su actividad fuera del mundo de la fotografía era la preservación de los parques
naturales y paisajes que retrataba. Para Juan Rulfo las fotografías consistían más en apuntes
visuales de los que luego tomaría ideas, o evocaría momentos y lugares para escribir, o,
simplemente, para recordar. Aún cuando las intenciones eran tan diferentes y los aspectos
técnicos de la toma, sin ser diametralmente opuestos, sí diferían en cuestiones tan importantes
como la profundidad de campo usada (¿o deseada?) o el proceso en sí realizado sobre los
negativos (Ansel Adams hacía libretas con las recetas para positivar cada fotografía al contrario de
Juan Rulfo, que no imprimía usualmente sus fotografías), ambos autores lograron un
reconocimiento, y, más que eso, dejaron un archivo fotográfico que se seguirá estudiando y
admirando por décadas.
Formalmente se encuentran en muchas de sus imágenes muchas similitudes, y se intentó
aquí mostrar fotografías que llegaran a parecer inclusive “negativos” una de la otra, aún cuando
fueron realizadas en lugares completamente diferentes.
Me hubiera gustado encontrar alguna referencia del trabajo de uno por el otro, como hay
por ejemplo comentarios de Juan Rulfo sobre el trabajo de Cartier-Bresson (quien luego le daría
una fotografía dedicada), pero en las fuentes consultadas no vi indicios de que hubiera una
relación o ni siquiera un contacto entre Adams y Rulfo.
No son recuerdos, dijo Pedro Páramo. Sólo son
imágenes. No conservo en la memoria sino llamaradas
que se han quedado asentadas como cimientos, como
granos de arena, que solamente se remueven cuando se
nos voltea nuestro destino
Juan Rulfo (de Los cuadernos de Juan Rulfo)
14
Bibliografía y Referencias
- Adams, Ansel, Examples, The Making of 40 photographies, Little, Brown And Company,
New York, 9na Edición, 2010
- Dempsey, Andrew/Jiménez, Victor/De Luigi, Daniele/Rulfo, Juan, 100 fotografías de Juan
Rulfo, Editorial RM, México, 2010
- Fuentes, Carlos, et ál, México: Juan Rulfo Fotógrafo, Lunwerg, Barcelona, 2001
- Fundación Pedro Barrié de la Maza, Ansel Adams, Servicio de publicaciones de la
Fundación Pedro Barrié de la Maza, A Coruña, 2003
- Gray, Alice, Ansel Adams, The National Park Service Photographs, Abbeville Press
Publishers, New York, 1984
- Golden, Reuel, Fotografia del Siglo XX, Lisma Ediciones, Madrid, 2003
- Newhall, Beaumont, Historia de la fotografía. Desde sus orígenes hasta nuestros días,
Gustavo Gili, Barcelona, 2002.
- Sougez, Marie-Loup (coord.), Historia general de la fotografía, Cátedra, Madrid, 2009.
- Tagliaventi, et al, Foto:Box Los grandes maestros de la fotografía, Lunwerg, Barcelona,
2010
- http://en.wikipedia.org/wiki/Ansel_Adams
- http://es.wikipedia.org/wiki/México
- http://www.guiarte.com/noticias/juan-rulfo-fotografo.html
- http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Rulfo
- http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/juanrulfo/rulfofotografo.htm
- http://www.masters-of-photography.com/index.html