11
ROFFMAN Y ROMERO: La penetración del capital internacional (1952-1970): 1. La formalización del Estado autoritario y modernizador La crisis del Estado peronista se desencadenó con el agotamiento de la coyuntura que había presidido su génesis. El alto precio y la sostenida demanda de artículos alimenticios, que se prolongó con la guerra de Corea, llegaron a su fin. La puja entre las grandes potencias se definió a favor a Estados Unidos, que al comenzar la década del 50 había reconstituido su predominio mundial y empezaba a hacer sentir su hegemonía sobre los Estados latinoamericanos; con esta nueva situación desaparecía la posibilidad de negociar con 2 o 3 países, característica del período de guerra. Internamente, se asistió a la desintegración del bloque de poder de la etapa peronista y a la disminución del margen de maniobra del Estado para mantener la adhesión de la clase obrera al proyecto político de dicho bloque. La reducción de los beneficios del comercio de artículos alimenticios y la grave crisis agrícola de 1950-52 demostraron la endeblez del sector agrícola-exportador, incapaz de seguir sosteniendo el desarrollo industrial. Agotado el proceso de sustitución, la industria –que sufrió no solo la falta de insumos y de reequipamiento sino también el estancamiento de la demanda- no pudo soportar más la doble política característica del peronismo: acumulación y redistribución de ingresos; se hicieron frecuentes los enfrentamientos entre el sector obrero y la burguesía industrial. Desde 1951 el régimen sufrió enfrentamientos con sectores militares, a los que debió hacer cada vez más concesiones, e incluso con la Iglesia. Esta debilidad estimuló el resurgimiento de los partidos de clase media, en especial el radicalismo que comenzó a combatir al peronismo desde posiciones reputadas de “progresistas”. La salida intentada por el Estado peronista era la única viable: sin cambiar el sistema, abrir las puertas a las inversiones extranjeras para poner en marcha el crecimiento industrial (Ley de Radicación de Capitales y los contratos petroleros). Esta política era

Rofman y Romero 4 Etapa

Embed Size (px)

DESCRIPTION

*Título: (Campo requerido)

Citation preview

ROFFMAN Y ROMERO: La penetracin del capital internacional (1952-1970):

1. La formalizacin del Estado autoritario y modernizador

La crisis del Estado peronista se desencaden con el agotamiento de la coyuntura que haba presidido su gnesis. El alto precio y la sostenida demanda de artculos alimenticios, que se prolong con la guerra de Corea, llegaron a su fin. La puja entre las grandes potencias se defini a favor a Estados Unidos, que al comenzar la dcada del 50 haba reconstituido su predominio mundial y empezaba a hacer sentir su hegemona sobre los Estados latinoamericanos; con esta nueva situacin desapareca la posibilidad de negociar con 2 o 3 pases, caracterstica del perodo de guerra.

Internamente, se asisti a la desintegracin del bloque de poder de la etapa peronista y a la disminucin del margen de maniobra del Estado para mantener la adhesin de la clase obrera al proyecto poltico de dicho bloque. La reduccin de los beneficios del comercio de artculos alimenticios y la grave crisis agrcola de 1950-52 demostraron la endeblez del sector agrcola-exportador, incapaz de seguir sosteniendo el desarrollo industrial. Agotado el proceso de sustitucin, la industria que sufri no solo la falta de insumos y de reequipamiento sino tambin el estancamiento de la demanda- no pudo soportar ms la doble poltica caracterstica del peronismo: acumulacin y redistribucin de ingresos; se hicieron frecuentes los enfrentamientos entre el sector obrero y la burguesa industrial.

Desde 1951 el rgimen sufri enfrentamientos con sectores militares, a los que debi hacer cada vez ms concesiones, e incluso con la Iglesia. Esta debilidad estimul el resurgimiento de los partidos de clase media, en especial el radicalismo que comenz a combatir al peronismo desde posiciones reputadas de progresistas. La salida intentada por el Estado peronista era la nica viable: sin cambiar el sistema, abrir las puertas a las inversiones extranjeras para poner en marcha el crecimiento industrial (Ley de Radicacin de Capitales y los contratos petroleros). Esta poltica era difcilmente practicable por un poder tan disminuido y que viva tan intensamente sus contradicciones. Estas precipitaron la cada de Pern.

Revolucin Libertadora. Para hacer frente a la aguda crisis econmica originada en el estancamiento industrial, se adoptaron planes de estabilizacin monetaria, restricciones salariales y reduccin de los gastos del Estado. A ms largo plazo, se procur estimular la produccin agropecuaria a la que se consideraba fuente posible de divisas para la reactivacin industrial. Frente a las inversiones internacionales no se adopt una poltica definida, aunque el pas ingres al FMI y al BIRF.

Es rumbo seguido por la revolucin Libertadora implicaba no solo el estancamiento industrial, no solucionado con el apoyo a un agro que demostr ser incapaz de expandir su produccin y volcarla a inversiones industriales, sino tambin la inestabilidad poltica, frente a la cual el Ejrcito se convirti en la ltima esperanza de los sectores antiperonistas.

La nica salida frente a esta crisis se hallaba en una plena apertura al capital internacional. Este capital actu como reactivante de todos los niveles de la economa, estimulando a industrias subsidiarias de las nuevas empresas y ampliando el mercado de mano de obra y el nivel de ocupacin. Se daban las condiciones para reeditar la alianza peronista y lograr no solo el apoyo poltico sino tambin la participacin de los sectores populares en los beneficios del crecimiento industrial.

Se esbozaba un proyecto de modernizacin del aparato productivo y estatal, que adaptara a la Argentina a las necesidades de la nueva estructura econmica que se delineaba. Este programa permiti lograr a Frondizi una base de sustentacin muy amplia, que se fue desgastando a medida que se advertan las reales implicaciones de su programa.

La accin del capital internacional redefini y acentu las viejas contradicciones, marginando a aquellos sectores industriales que haban prosperado en el perodo de sustituciones y que resultaban ahora ineficientes frente a las grandes corporaciones; las mayores exigencias de productividad y la alta tecnificacin influan sobre el nivel de empleo, afectando las posibilidades de absorcin de la mano de obra.

En estas condiciones era impensable reeditar la antigua alianza con apoyo obrero; el problema poltico se agudizaba, reflejando la contradiccin estructural. La presin obrera se tradujo en medidas de lucha cada vez ms intensas. El gobierno de Illia represent el ltimo intento para salvar el sistema democrtico-representativo.

La crisis era ms profunda que la mera sustitucin de un presidente. Desde el fin del peronismo haban fracasado todos los intentos polticos para resolver el doble problema de realizar los cambios necesarios para adaptar a la Argentina a las nuevas condiciones creadas por el funcionamiento del capitalismo internacional y articular las distintas fracciones dominantes en un bloque slido y que fuera capaz de lograr la aceptacin de vastos sectores de la poblacin. La accin de las grandes corporaciones privadas y del propio Estado en la economa reduca la importancia del consumo final y haca necesario frenar las reivindicaciones salariales de los sectores populares. La accin del capital monoplico marginaba a sectores industriales antiguos, a clases medias independientes e incluso a los propios sectores agroexportadores. El nuevo orden poltico deba encontrar la forma de articularse en torno del capitalismo monoplico internacional.

La solucin ms coherente la ofreci la Revolucin Argentina, que instal las Fuerzas Armadas en el control del Estado, ejercido por eficientes tecncratas asimilados a los intereses del capital monoplico.

Mediante un juego combinado de represin y soborno a los sectores ms privilegiados del movimiento obrero y a su burocracia pudo lograr cierta paz y pensar en el apoyo de ese sector para la tarea fundamental.

El plan de Krieger Vasena puso el acento en la estabilidad monetaria y la contencin de la inflacin, el congelamiento de los salarios, la reduccin del gasto pblico, la racionalizacin administrativa y la elaboracin de todos los instrumentos legales para la libre accin de las inversiones extranjeras.

2. La accin de las inversiones extranjeras:

La Ley de Radicacin de Capitales de 1953 propici las inversiones externas dirigidas a actividades mineras e industriales, estableciendo restricciones para el giro de las utilidades o el rendimiento del capita, al tiempo que sancionaba un rgimen de promocin industrial que beneficiaba con exenciones especiales a algunas actividades. Las restricciones desaparecieron en 1955 y el nuevo rgimen legal establecido en 1958 autoriz la libre transferencia de utilidades y capitales, reiterando las exenciones especiales para la promocin de industrias bsicas. Se complementaron con las garantas a las inversiones y fueron acompaadas por una constante bsqueda de inversores en Estados Unidos o Europa.

Las inversiones provinieron de un reducido nmero de grandes corporaciones monoplicas, que se orientaron a la inversin industrial directa y a la extraccin petrolera, acentuando la tendencia posterior a la crisis del 30 de abandonar las inversiones en infraestructura y los prstamos al Estado.

Estas inversiones no solucionaban sino que daban una nueva forma a la dependencia que el sector industrial tena con el sector externo. Las exportaciones siguieron siendo el factor clave; sin embargo, el agro demostr ser incapaz de suministrar las divisas necesarias. Las exportaciones de productos industriales una salida alternativa cuando la produccin local se hiciera eficiente- chocaron con las barreras arancelarias levantadas por Estados Unidos.

Las inversiones extranjeras acentuaron la dependencia general del sistema nacional. La dependencia no pasa ahora por el sistema poltico sino que se instala en le propia estructura productiva, que adopta las pautas de funcionamiento del sistema internacional. La primaca de los criterios de eficiencia acelera la concentracin monoplica y las grandes empresas van subordinando a las dems, en un proceso que se acelera luego de 1966. La accin del capital internacional modific la totalidad del sistema productivo, estableciendo una divisin entre los sectores modernos y eficientes, unidos o subordinados a l, y los sectores antiguos, que no pueden incorporarse a la modernizacin y quedan cada vez ms rezagados. Una diferenciacin similar se produce con los obreros. El problema central, que ocupa la atencin de los sucesivos gobiernos en esta etapa, es el de la inflacin. La inestabilidad monetaria obstaculiza los clculos de produccin a largo plazo. Uno de los mtodos ms reiteradamente ensayados fue el congelamiento de los salarios. Dentro de ese mismo plan, se realiz una devaluacin monetaria, creando mecanismos para evitar mediante retenciones a las exportaciones- que significara una transferencia de recursos al agro.

3. Los responsables de las decisiones y su comportamiento espacial:

La nueva forma de dependencia dependencia tecnolgico-industrial, tiene como principal protagonista a la llamada empresa multinacional. Las filiales nacionales de las corporaciones multinacionales se incorporaron al capital productivo, localizado en el pas a travs de las distintas leyes de promocin de las inversiones extranjeras. Resulta claro que las inversiones externas se concentraron en ramas de baja incidencia en la composicin de la estructura industrial. Pero son estas ramas las que mostraron un crecimiento dinmico en la dcada del 60. Las caractersticas locacionales ms importantes que exhiben estas filiales de las empresas multinacionales consisten en:

1. Innovacin tecnolgica, que se traduce en un cambio cualitativo de la demanda de fuerza de trabajo: La importacin directa de procedimientos o su incorporacin a travs de la maquinaria y procesos de fabricacin que acompaan a las inversiones externas supone modificar la relacin capital/fuerza de trabajo en la actividad productiva. La fuerza laboral absorbida por las actividades dinmicas, con elevada influencia de tecnologas incorporadas, con elevada influencia de tecnologas incorporadas, viene gozando de salarios diferenciales superiores al promedio de la mano de obra ocupada en los sectores industriales tradicionales. Se estn formando sectores de trabajadores de ingresos elevados frente a un retroceso de todos los restantes. Es decir, en el sector manufacturero se producen transformaciones no solo a nivel del conjunto de los empresarios sino tambin a nivel de los trabajadores.

2. Creciente deslocalizacin de la planta productora de bienes con respecto a la unidad gerencial-administrativa y al centro de decisiones nico a escala de la empresa multinacional: A la ausencia del territorio nacional de la casa matriz se agrega la separacin fsica de la planta propiamente dicha del grupo tcnico central y de la unidad gerencial que se hace posible por el adelanto de las comunicaciones y la homogeneizacin de las normas de conduccin a nivel de toda la empresa multinacional.

3. Factores de localizacin propios de la actividad desplegada: El tipo de proceso desplegado por las filiales de las empresas multinacionales est centrado en el sector de la industria semipesado y pesada. Debido al tamao de planta necesario, y dados los objetivos de cobertura del mercado nacional de las unidades productivas que se instalan, surgen criterios de localizacin por dems especficos. El tipo de tecnologa utilizada posee un peso decisivo.

Tamao de planta, accesibilidad a las principales vas de comunicacin terrestre o fluvial, grandes volmenes de agua para los procesos productivos, provisin de energa, fcil acceso a vas de eliminacin de desechos y sobrantes, grandes reas de depsito y maniobras de las unidades fabricadas, etc., originan demandas de localizacin que se multiplican y superan los marcos fsicos tradicionales de las estructuras urbanas internas. A un fenmeno de densificacin y mezcla de usos, le sigue un proceso de dispersin u especializacin locacional. Estos 3 aspectos salientes de las caractersticas de localizacin de las filiales de empresas multinacionales repercuten sobre la orientacin espacial de las pequeas y medianas empresas ligadas a las actividades dinmicas centrales, Se produce una asociacin espacial entre la planta lder y las proveedoras nacionales. La dependencia tecnolgica que se produce entre las unidades ligadas a la planta dinmica obliga a aquellas a adoptar requisitos propios de las normas de elaboracin del producto final en la empresa lder. La modernizacin de los procesos se verifica como una exigencia de la demanda de partes o repuestos por parte de la gran planta, y la incorporacin de tcnicas congruentes.

El carcter nacional de tales unidades ligadas es por dems cuestionable, pues su permanente adaptacin a las exigencias de la empresa lder la va comprometiendo progresivamente con las normas de produccin de origen externos. El papel del estado como agente modelador del espacio. El Estado ha adoptado decisiones que se concretaron en los siguientes procesos:

a. Inversiones en infraestructura social bsica, atendiendo a la demanda, que se distancia de la oferta, en especial en los grandes conglomerados urbanos. La oferta creciente de estos insumos de localizacin reduce los costos de transferencia o de produccin de las empresas que se encuentran localizadas en el Litoral, en sus respectivas reas metropolitanas, o estimula a atraccin de nuevas plantas. El Estado acta como mecanismo de redistribucin de las economas entre productores y consumidores, favoreciendo a los primeros y perjudicando a los segundos.

b. Polticas de promocin industrial que en su expresin formal intentaron descentralizar a la actividad manufacturera. Gran parte de las radicaciones acogidas a las leyes de fomento regional son de origen externo o no pertenecen a inversores radicados en las mismas zonas que se pretenden promover.

Una razn acerca del particular comportamiento de las unidades de decisin con respecto a las ofertas diferenciales en factores de localizacin estara dada por el tipo de actividad promovida en las respectivas legislaciones de fomento.

c. Poltica crediticia. Aplicadas por el sistema bancario oficial o los organismos financieros controlados por este.

El apoyo directo o indirecto del Estado a travs de la provisin de insumos de localizacin y de recursos financieros refuerza las decisiones de los inversores privados dominantes en el mercado y sus correspondientes grupos de empresarios ligados. La accin estatal estimula a su vez la formacin de un mercado ms amplio y diversificado en las zonas favorecidas.

El volumen mayoritario de las radicaciones se da en la regin de ms alto desarrollo relativo. Creciente deslocalizacin y descentralizacin de las plantas industriales en el perodo de anlisis, con relacin a los anteriores

Resulta interesante observar las cambiantes proporciones entre industrias dinmicas y vegetativas segn las distintas regiones. Esta manifiesta especializacin sectorial-regional aceler el ensanchamiento de la brecha en el nivel relativo de desarrollo de las fuerzas productivas en cada uno de los dos subconjuntos de zonas.

Retencin del excedente econmico en las zonas afectadas.

La asociacin entre caractersticas de localizacin y mayor tamao de la planta supone efectos diferenciales sobre el espacio central con respecto al perifrico. A nivel intrarregional del rea metropolitana y en su relacin con el resto del pas, se produce un proceso de descetralizacin en la localizacin industrial.

Ello indica una transformacin estructural de las empresas, con sustitucin de pequeas y medianas plantas por grandes establecimientos. La inversin externa debe ser la principal responsable de tal mecanismo sustitutivo.

En el perodo comentado, solamente las inversiones extranjeras, o las asociadas a ellas en el uso de tecnologas complejas, tienen la capacidad de elevar la productividad por obrero ocupado.

4. La estructura urbano-regional resultante:

En esta seccin sealaremos las modificaciones fundamentales que a nivel de la estructura urbano-regional pueden advertirse como consecuencia directa e indirecta del modo de accin estudiando.

a. Estructura productiva:

Las variaciones acusadas por el nivel del producto bruto en cada una de las jurisdicciones analizadas son de por s reveladoras del creciente ensanchamiento de la desigualdad entre zonas de mayor y menor desarrollo relativo en todos los subperodos. Esta ampliacin relativa de la brecha interregional se agudiza hacia el final de la etapa, cuando las condiciones especficas del modelo de dependencia tecnolgica-industrial y de la creciente monopolizacin de la economa se acentan. Los procesos de descentralizacin geogrfica en el sector productivo dinmico el manufacturero- suponen una redistribucin espacial dentro de las zonas que ya muestran un mayor nivel de desarrollo relativo de la fuerza productiva, y no logra afectar el esquema centro-periferia tradicional.

En la Capital Federal, la reduccin relativa del producto bruto puede explicarse por la tendencia de los responsables de las decisiones en el sector manufacturero a reducir las inversiones dentro de sus lmites. Esa menor capacidad de generacin de producto resulta ms que compensada por la absorcin creciente de los excedentes desde el resto del pas y por las funciones terciarias especializadas que desempea la capital nacional. Las provincias patagnicas: el dinmico crecimiento de la explotacin minera, en especial petrleo, gas y carbn. Siendo decisiva la participacin de estas actividades en el origen del producto bruto regional. La elevada productividad del sector minero en dichas provincias en relacin con la an reducida poblacin que en ellas vive.

Las caractersticas de la estructura productiva de cada jurisdiccin orientan los sectores de los respectivos comportamientos. Las provincias que acusan un comportamiento satisfactorio en el nivel del producto por habitante exhiben un sector terciario con baja participacin.

b. Flujo migratorio:

El movimiento interregional de personas acompaa en este perodo la diferente capacidad de las distintas subreas para demandar fuerza de trabajo y para ofrecer oportunidades de colocacin de los excedentes generadores localmente.

1947-1960. Significativa capacidad de absorcin de migrantes por parte de la Capital Federal y provincia de Bs. As., en comparacin con el resto del pas.

En 1970 existen en el pas zonas que son expulsoras de poblacin mientras que otras se constituyen en polos de atraccin, independientemente del nivel y la tendencia registrados en el ltimo decenio.

Son polos de atraccin las provincias de Neuqun, Ro Negro y Santa Cruz, en la Patagonia; Crdoba y Santa Fe, en la zona central. En Chubut, Tierra del Fuego y partidos del Gran Bs. As la tendencia decreciente observada respecto del perodo anterior lleva a pensar que tal condicin tiende a perder intensidad.

Las reas restantes son expulsoras de poblacin.

Pese a cierto proceso de descentralizacin industrial, la concentracin demogrfica ha seguido su avance en relacin muy estrecha con la direccin de los flujos de excedente econmico y la acelerada expansin del sector terciario. Ambos procesos favorecieron notoriamente a los grandes conglomerados. La posibilidad real o prevista de oportunidades de ocupacin era ms elevada en los grandes conglomerados que en las extensas zonas de la periferia del pas.

Conclusiones:

Perodo de creciente acentuacin de las tendencias heredades de etapas anteriores. Una evidencia de como la acentuacin del desequilibrio interregional se manifiesta en un creciente grado de explotacin de la fuerza de trabajo en la zonas perifricas por los sectores dominantes locales y los ubicados en el centro nacional de decisiones y el exterior en la industria manufacturera, de la brecha salarial entre las regiones perifricas y las que alojan los procesos de capital externo, con su compleja tecnologa.

El anlisis, centrado en el sector industrial, por ser este el agente dinmico dentro del espectro de las actividades productivas, debera incluir los aspectos relativos a otros fenmenos de neutralizacin espacial. Las funciones administrativas estatales, las actividades financieras, polticas y culturales, acompaan y refuerzan el esquema centralizador.

La desigual participacin de las clases sociales del ingreso nacional, caracterstica manifiesta del perodo, se corresponde espacialmente con un creciente desequilibrio entre las regiones perifricas y centrales, a la vez que se refuerza con una tercerizacin de la fuerza de trabajo en escala creciente, un aumento de la marginalidad urbana y una acentuacin de la diferenciacin social.

El proceso de desequilibrio interregional no es estrictamente un fenmeno entre regiones ms o menos favorecidas sino entre los sectores o clases que actan en los respectivos sistemas productivos.