7

Sacrificio Divino - ac-aix-marseille.fr · Web viewNinguna respuesta, oí a alguien que silbaba, me adelanté hacia la sacristía, estaba consciente de que era imprudente e irrespetuoso

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Sacrificio Divino - ac-aix-marseille.fr · Web viewNinguna respuesta, oí a alguien que silbaba, me adelanté hacia la sacristía, estaba consciente de que era imprudente e irrespetuoso
Page 2: Sacrificio Divino - ac-aix-marseille.fr · Web viewNinguna respuesta, oí a alguien que silbaba, me adelanté hacia la sacristía, estaba consciente de que era imprudente e irrespetuoso

Sacrificio Divino

De repente sonó el móvil. Cualquiera hubiera podido oírlo, pero yo no. Me encontraba allí, en un motel, en el centro de Ciudad Juarez. No había escogido el más lujoso, pero me sentía como en mi casa. Todo era muy sencillo. La habitación era fría, de color beige y marrón, un impermeable gastado color malasuerte se encontraba al pie de una cama de buena calidad, cubierta de una sábana blanca y ligera. Al lado de la cama había una barra con una botella de whisky de malta abierta y una papelera en la que se encontraba una caja de cigarros vacía. Estaba sentado en una silla sobre el balcón, la mente en otro lugar, fumaba cigarros y saboreaba una copa de whisky, llenaba mi vacío interior. De repente, algo me hizo recordar un crimen que había ocurrido el año anterior, el mismo día, el día de la fiesta de los muertos.Después de tener un pequeño momento de mareo y de nostalgia, estaba de vuelta en mi habitación. Cogí mi impermeable y vi en la pantalla del móvil que tenía un mensaje de voz. Me senté para escucharlo. En un relámpago tuve el alma en los pies:«Buenos días, perdone que llame tan temprano, me llamo Penélope y tengo informaciones sobre la investigación que usted hizo el año pasado a propósito de…». Después de haber escuchado este mensaje y hacerme preguntas sobre el azar, marqué el número para llamar a esta Penélope. Respondió en seguida y quedamos con encontrarnos en su casa. Me dio su dirección, recogí mi impermeable y me fui. Por las calles había mucha gente, el tráfico era lento, había catrinas por todas partes, empezaba a volverme nervioso, quería llegar lo más pronto posible a casa de Penélope.Cuando abrió la puerta, me quedé mudo de sorpresa, vi a una mujer vestida de negro, era una monja. Será una tontería, pero nunca había pensado en que una monja podía llevar un nombre tan sensual. Entramos en la casa, el salón estaba a oscuras, al lado de la escalera había dos maletas llenas de ropa. Después de un ratito, ella me dijo con sinceridad que estaba sorprendida porque no pensaba estar en relación con un hombre tan joven y atractivo como yo, ella pensaba más en un viejillo con gafas y pipa. Nos reímos dos segundos, controlé mis emociones y le dije con aire serio y profesional:- Primero, quisiera saber quién es usted.- Me llamo Penélope, soy una monja franciscana y era amiga de Aqueda Cruz. ¿ Me gustaría saber si la investigación ha avanzado?- Para decirle todo, la investigación acabó hace ya seis meses, porque no encontré el asesino- ¡Oh! no estaba al tanto ¿ y por qué ?- Falta de pruebas, no encontramos nada, nos faltaban demasiados elementos ¿ Y cuálesinformaciones tiene usted?- No sabía si usted estaba al tanto, pero Aqueda quería ingresar al convento, pensaba que así encontraría el perdón por los pecados cometidos.- ¿ Qué pecados?- Durante un año había caído en el desenfreno total. Tenía malas frecuentaciones...- ¡Oh! en efecto, de esto no sabíamos nada.Después de un momento de silencio le dije :- Lo siento muchísimo pero el procedimiento de una investigación me obliga a tomar sus huellas digitales, o sea que le pido que me siga hasta mi despacho.- ¿Por qué? ¿Espero que no me vea como una sospechosa? - Dijo con una mirada angustiada.No contesté. Nos fuimos. En el coche ningún ruido, ella no hablaba y yo tampoco. Cuando llegamos a la comisaría, tomé sus huellas. Ella se fue en seguida, sin una palabra, sin una mirada. Extrañamente, me sentí aún más solo y sin ninguna pista nueva. La única cosa que me quedaba por hacer era ir a ver al sacerdote de la iglesia que se ocupaba del convento donde quería ingresar la joven Aqueda: El Convento de Santa María Magdalena.

Page 3: Sacrificio Divino - ac-aix-marseille.fr · Web viewNinguna respuesta, oí a alguien que silbaba, me adelanté hacia la sacristía, estaba consciente de que era imprudente e irrespetuoso

Una hora más tarde, estaba allí, la iglesia era fría, siniestra, me ponía los pelos de punta. Tan pronto como había cruzado el umbral, había visto al sacerdote, estaba cerca del altar, rezaba.- Usted será el padre Cortés supongo.- El mismo ¿ En qué le puedo ayudar, quiere confesarse?- No gracias, estoy aquí porque tendría algunas preguntas que hacerle respecto a Aqueda Cruz.- ¿Quién?- Aqueda Cruz, usted debe saber quien es, una chica encontrada muerta el año pasado en el cementerio, la encontramos tendida en una cruz, matada por un crucifijo plantado en el torso. Nos enteramos de que esta chica quería ingresar en este mismo convento - Le miré a los ojos, pero el desvió la mirada.-Creo que la recuerdo un poco - dijo mirando el suelo. ¿ Pues usted estaba de acuerdo para que ella ingresara al convento, ¿no?- EL padre gesticuló con las manos, nervioso.- Sí ¿ Por qué negarselo?- ¡ Ah! usted no estaba al corriente de todo a propósito de Aqueda.- ¿De qué me está hablando ?- Si no me equivoco, una monja debe ser pura, ser virgen ¿ no ?- Sí y ¿ entonces?El sacerdote no comprendía de que iban mis palabras. Comenzaba a impacientarse.- Aqueda quería entrar al convento porque buscaba el perdón por sus numerosos pecados, por ejemplo como el hecho de haber tenido relaciones sexuales con numerosos hombres durante su juventud.- No, lo que dice es imposible. - exclamó el padre Cortés.- Desgraciadamente tenemos pruebas. Sea lo que sea, con las nuevas informaciones que tenemos, debo tomar sus huellas digitales, pues le pido que me siga. - El hombre de Dios apretó los dientes y me siguió en silencio. Nos fuimos muy rápido, tomé sus huellas y le pregunté dónde estaba por la mañana del homicidio. Me respondió que cada mañana solía cambiar los cirios y limpiar la iglesia. Por consiguiente, envié el arma del crimen y las huellas de Penélope y de nuestro sacerdote al laboratorio. El arma era muy especial, era un crucifijo negro, de estilo gótico. El tiempo que el laboratorio hiciera el peritaje, volví a mi motel. Agotado, vi mi rostro en el retrovisor, daba miedo, tenía ojeras espantosas, estaba mal afeitado. Volví con calma al motel con la esperanza de descansar un poco. Desde mi balcón podía ver la torre de la iglesia. El sacerdote me parecía extraño, más bien por su reacción cuando le había hablado de Aqueda, había notado una crispación de sus facciones. No obstante, no fue esto que me impidió caer de cansancio sobre mi cama. Pero mi sueño fue corto, mi móvil me despertó:- Sí, inspector Alcara, escucho – dije con una voz pastosa.- Aquí el laboratorio, tenemos los resultados que usted espera.- ¿Pues?- Confirmamos, son las huellas de la señora Penélope Canales que se encuentran en el arma del crimen.Por fin tenía une prueba, no debía perderla. Hubiera tenido que sentirme aliviado y feliz pero era todo lo contrario... Me fui lo más rápidamente a casa de mi joven y pobre monja.- Señora Canales, es el inspector Alcara, ¡ abra la puerta!- Inspector, ¿ qué pasa? - dijo Penélope asustada.- Señora, le detengo por el homicidio de Aqueda Cruz. - dije lentamente.- ¿ Cómo…?- Usted tiene el derecho de guardar silencio, y debe encontrar un abogado.Ella entró y se puso a llorar sentada sobre una silla, el interrogatorio se anunciaba complicado.- Penélope, tenemos todas las pruebas contra usted. Entonces ¿ Por qué me mintió ?

Page 4: Sacrificio Divino - ac-aix-marseille.fr · Web viewNinguna respuesta, oí a alguien que silbaba, me adelanté hacia la sacristía, estaba consciente de que era imprudente e irrespetuoso

- No he mentido inspector, es que no le dije toda la verdad.- Ahora debe confesarme todo lo que pasó ¿ por qué encontramos sus huellas sobre el arma del crimen ?- nuestras miradas se cruzaron.- De acuerdo, la verdad es que el año pasado fui al cementerio a las seis de la madrugada para visitar a mis padres como cada año desde que murieron. La fiesta estaba terminada, por las calles no había nadie. Cuando entré al cementerio, estaba sola, y de repente vi a mi amiga tendida sobre una cruz dibujada sobre el suelo. Fue un momento terrible- Penélope sollozaba, le puse una mano en el hombro.- No sabía qué hacer. Me acerqué, vi mucha sangre, alguien la había matado con una crucifijo. Me arrodillé delante de su cuerpo e intenté hacer algo. Toqué su cuerpo, y creo que el crucifijo también. No sabía qué hacer, me fui, corrí por las calles, no sabía donde iba. Llegué a mi casa, hice las maletas y me fui. No quería hablar de esto a nadie, justo quería olvidar. Es por eso que me fui al extranjero y decidí hacer voto de silencio durante un año.- ¡Y cómo quiere que la crea !¡ no hay pruebas de lo que dice!- Lo que sé, es que creía estar sola en el cementerio aquella mañana pero ahora me acuerdo que vi al Padre Cortés cuando salía del cementerio. Entonces no me había extrañado...Le ordené que se quedara en casa y no hablara con nadie.Me fui del interrogatorio. El sacerdote me había mentido también. Algo me molestaba cuando pensaba en él, debía hablarle, para estar seguro de lo que me había dicho.Después de unos diez minutos llegué a la iglesia del convento Santa María Magdalena:- Padre Cortés, ¿ usted está allí?- Mi voz resonaba enla iglesia.Ninguna respuesta, oí a alguien que silbaba, me adelanté hacia la sacristía, estaba consciente de que era imprudente e irrespetuoso pero hacía falta. El padre Cortés estaba allí dentro, se preparaba a decir misa, estaba colocando su cepillo de dientes sobre la repisa encima del lavabo. Estaba con el torso desnudo, una toalla sobre el hombro y entonces comprendí quién era verdaderamente EL ASESINO. Tenía el tatuaje del arma que habíamos encontrado sobre Aqueda, el mismo crucifijo exactamente el mismo. Saqué mi pistola.- ¡Cortés! ¡ manos en alto !¡ rápido !- ¿ Por qué está aquí?- dijo con una voz demasiado calma.- Dije ¡ rápido!- No entiendo lo que pasa inspector, está cometiendo un terrible error.- Dé la vuelta despacio, recoja su camisa, Padre, que nos vamos, sígame sin hacer historias.El Padre Cortés puso su camisa negra lentamente y se encogió de hombros. Llegamos a la comisaría y empezó el segundo interrogatorio.- Cortés, ahora dejemos de jugar, usted debe confesarme todo, y esta vez sin mentiras. Sé donde estaba por la mañana del homicidio, es inútil negar, tenemos un testigo. El tatuaje que tiene en la espalda es igualito al arma del crimen. Me faltan las razones de este asesinato. ¿No es usted hombre de Dios?- ¡Jajaja! Usted tardó mucho en entender, casi más de un año. Usted es lento inspector. - Su mirada sólo expresaba la locura.- De todos modos, no tengo ganas de divertirme más, maté a esta chica Aqueda y experimenté un real placer al hacerlo, cumplí con mi misión.- ¿ De qué misión está hablando ?- El Padre Cortés se inclinó hacia adelante y me clavó los ojos.- De la misión para nuestro Dios del Sol Tonatiuh. Es el tributo que pide Tonatiuh. Pide a nuestra comunidad que cada 40 años se sacrifique a una jovencita, una virgen, pura de todo pecado. Es por eso que me hice sacerdote, en el convento están todas las vírgenes que necesito. - Sentí un escalofrío recorrerme la espalda.- Excepto que Aqueda no era virgen.- Yo sé que sí lo era. Yo sé reconocer la pureza en la mirada. Era una ofrenda perfecta para nuestro Señor, no hice nada mal, me entiende,¿ no?

Page 5: Sacrificio Divino - ac-aix-marseille.fr · Web viewNinguna respuesta, oí a alguien que silbaba, me adelanté hacia la sacristía, estaba consciente de que era imprudente e irrespetuoso

- Usted está enfermo, es lo único que entiendo. ¿De qué me habla ? ¿De un cuento viejo como el mundo? Tonatiuh existió para que los aztecas tuvieran una razón de vivir y de morir, pero todo esto ya no existe. La investigación se acabó así, con los actos de un viejo loco, el caso fue archivado. Había encontrado al culpable. Al final Pénélope fue liberada y nuestro místico sacerdote detenido y juzgado culpable del homicidio de Aqueda Cruz. Volví a mi motel, salí al balcón a fumar cigarillos, un vaso de whisky en la mano a observar cómo el sol despuntaba bajo las nubes.