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Este material recoge las ponencias y debates del Ciclo de Conversatorios realizado por BASE Investigaciones Sociales en 2014. Es parte de un esfuerzo por rescatar el pensamiento crítico de importantes autores que re fl exionaron sobre la realidad de nuestro país. Pensamiento Crítico en el Paraguay Memoria del Ciclo de Conversatorios 2014 Autores Ana Barreto Blas Brítez Miguel Lo Bianco Charles Quevedo Quintín Riquelme Coordinador Guillermo Ortega Pensamiento Crítico en el Paraguay Memoria del Ciclo de Conversatorios 2014

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Mauricio Schvartzman y la tradición marxista en Paraguay

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  • Este material recoge las ponencias y

    debates del Ciclo de Conversatorios realizado

    por BASE Investigaciones Sociales en 2014.

    Es parte de un esfuerzo por rescatar el

    pensamiento crtico de importantes autores

    que re fl exionaron sobre la realidad de

    nuestro pas.

    Pensamiento Crtico en el Paraguay Memoria del Ciclo de Conversatorios 2014

    Autores Ana Barreto Blas Brtez Miguel Lo Bianco Charles Quevedo Quintn Riquelme

    Coordinador Guillermo Ortega

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  • Pensamiento Crtico en el Paraguay

    Memoria del Ciclo de Conversatorios 2014

    Autores Ana Barreto Blas Brtez Miguel Lo Bianco Charles Quevedo Quintn Riquelme

    Coordinador Guillermo Ortega

  • Ayolas 807 esq. Humait Tel. (59521) 451 217 Fax. (59521) 498 306 [email protected] www.baseis.org.py Asuncin, Paraguay

    Esta publicacin ha sido posible gracias al apoyo solidario de la Fundacin Rosa Luxemburgo

    Pensamiento Crtico en el Paraguay Memoria del Ciclo de Conversatorios 2014

    (Asuncin, BASE-IS, diciembre 2014)

    Sistematizacin: Ren Alfonso

    ISBN: 978-99967-749-6-6

    Copyleft.

    Esta edicin se realiza bajo la licencia de uso creativo compartido o Creative Commons. Est permitida la copia, distribucin, exhibicin y utilizacin de la obra bajo las siguientes condiciones.

    Atribucin: se debe mencionar la fuente (ttulo de la obra, autor, editorial, ao).

    No comercial: se permite la utilizacin de esta obra con fines no comerciales.

    Mantener estas condiciones para obras derivadas: Solo est autorizado el uso par- cial o alterado de esta obra para la creacin de obras derivadas siempre que estas condiciones de licencia se mantengan para la obra resultante.

    Las opiniones vertidas en esta publicacin no necesariamente reflejan la posicin de los editores, y son de exclusiva responsabilidad de la autora.

  • 5

    Contenido

    Introduccin ................................................................................................. 7

    Rafael Barrett: Dialctica del novecentismo y el anarcosindicalismo

    Blas Brtez ............................................................................................. 11

    Virginia Corvaln. Lucha por los derechos de las mujeres

    Ana Barreto ........................................................................................... 39

    Carlos Pastore y su principal obra. La lucha por la tierra en el

    Paraguay

    Quintn Riquelme .................................................................................. 59

    Oscar Creydt. Luces y sombras

    Miguel Lo Bianco .................................................................................. 75

    Mauricio Schvartzman y la tradicin marxista en Paraguay

    Charles Quevedo ................................................................................... 93

  • 7

    Introduccin

    Este material recoge las ponencias y debates del Ciclo de Conver-

    satorios realizado por BASE Investigaciones Sociales en 2014. Es par-

    te de un esfuerzo por rescatar el pensamiento crtico de importantes

    autores que re flexionaron sobre la realidad de nuestro pas.

    En un tiempo donde el arte de escribir de forma crtica signi ficaba

    una afrenta a los dominadores, quienes desde sus posiciones estaban

    muy cmodos para ordenar el silencio, la represin o el exilio, o para

    discutir con los intelectuales defensores del statu quo que no escamo-

    tearon letras para abalanzarse sobre los indomables defensores de los

    humildes, mujeres, indgenas, campesinos, campesinas, jvenes, nios

    y nias, es decir de los de abajo, los subalternos del orden, del pro-

    greso, contra esa inercia y la desmemoria, se alzan las voces discor-

    dantes que desvelan con sus pensamientos y acciones la explotacin

    del sistema.

    Fueron mujeres y hombres que se arriesgaron a levantar sus voces,

    sus ideas, contra la opresin de un solo pensamiento homogeneizador,

    que desde lo alto se empeaba en borrar la historia de los despose-

    dos y su insurreccin, en la sociedad paraguaya. El pensamiento nico

    que se impuso en toda nuestra historia demuestra su fragilidad, por ser

    mero repetidor del pensamiento de otros lugares, demuestra su limita-

    cin al no ser interpelado por la realidad, acabando en el olvido de sus

    principales protagonistas. A pesar que la academia ligada al poder

    ensalzaba las obras de los grandes hroes o prceres, y de todos

    los hombres adheridos a l, para que no quepa duda del promotor del

    progreso fi el a su compromiso con los intereses externos, borraba

    de esta manera la posibilidad de una alternativa creativa salida de las

    universidades. Todos los espacios eran cooptados por el sistema, nada

    estaba ausente de sus tentculos uniformados.

    Pero la historia no es una lnea recta, tiene su dinmica dialctica

    permitiendo la insubordinacin, el levantamiento de las masas contra

    la opresin, contra el capital, situando a los desposedos, a los subal-

  • 8

    ternos, por encima de sus opresores, en busca de mejores condiciones

    de vida, de una nueva sociedad en donde la irregularidad sea parte

    de la nueva historia, nueva pero vieja al mismo tiempo. Vieja por la

    existencia de pobres, excluidos, excluidas, explotados por el sistema y

    nueva por la construccin de una sociedad enteramente libre, soberana,

    independiente, respetuosa de las personas y la naturaleza.

    En la construccin de una nueva sociedad, se alzaron las voces des-

    de el dolor paraguayo, la igualdad de mujeres y hombres, la tierra

    roja, la militancia poltica y la intelectualidad orgnica para dejar sus

    afectos, compromisos, saberes y una tenacidad contra toda opresin.

    En ese caminar, en el desafo de ser fi el a sus sentimientos, BASE

    Investigaciones Sociales aporta, con estos conversatorios, un espacio

    para la discusin con el pblico, para recuperar revitalizando sus pen-

    samientos y acciones.

    En ese sentido, este material quiere rescatar el proceso que se gene-

    r a partir de la evocacin de varios pensadores, militantes, feministas,

    polticos, escritores, que dejaron sus huellas impresas en la historia del

    pas.

    Rafael Barrett, un extranjero que am al Paraguay y lo estudi para

    demostrar a travs de sus letras y pensamiento las consecuencias de

    una guerra genocida impulsada desde Europa; la imposicin de inte-

    reses extranjeros en la construccin de un pas devastado, las penurias

    del obrero, del campesinado, la explotacin del tanino y de los yerba-

    les con sus trabajadores en relacin de total esclavitud. Grafica con

    vehemencia el poder prestado o alquilado a los ejrcitos invasores y

    empresas extranjeras, que por muchsimos aos tuvieron su in fluencia

    en la vida del pas.

    En la siguiente presentacin se habl de Virginia Corvaln, una

    mujer con mirada de mujer. Las luchas y conquistas emprendidas por

    una sociedad para que reconociera la participacin de la mujer en el

    mbito poltico, en igualdad de condiciones con el hombre. El contex-

    to donde le cupo intervenir a Virginia estaba controlado por hombres,

    cuya creencia hacia las mujeres es que eran personas dbiles, a quienes

  • 9

    los maridos deban proteger y cuidar. El pensamiento machista,

    patriarcal y colonialista, perme a toda la sociedad de la poca, pero

    an hoy existen rasgos muy fuertes del pensamiento conservador, es-

    pecialmente en los mbitos eclesial, judicial, en el Ejecutivo y en el

    Parlamento, donde los debates y posiciones frente a las mujeres siguen

    siendo los mismos que albergaron las luchas de Virginia Corvaln.

    En el mismo contexto, pero desde otra perspectiva, Carlos Pastore

    describe con agudeza el proceso de expropiacin de las tierras de las

    comunidades campesinas e indgenas despus de la Guerra de la Triple

    Alianza (1865-1870) para venderlas a extranjeros, todas propiedades

    del Estado paraguayo; el aparato jurdico puesto a disposicin de la

    expoliacin de los recursos por parte de empresas extranjeras, y de la

    vinculacin directa de las principales autoridades del gobierno para

    satisfacer los intereses ajenos y propios. La tierra es la base de la pro-

    duccin y reproduccin de la sociedad paraguaya y sobre ella se im-

    puso la acumulacin capitalista, primeramente para destruir una expe-

    riencia diferente de desarrollo independiente, y sobre ella implementar

    las diferentes formas de produccin capitalista, extrayendo el tanino,

    la madera, la yerba mate, la ganadera, hasta el momento actual, con

    tecnologa de punta, utilizando semillas transgnicas para la extraccin

    de recursos naturales.

    El dominio del capital sigui amplindose, pero ante la resistencia

    de las luchas del sector popular, tuvo que implementarse un rgimen

    despiadado, represor, que fue la dictadura de Stroessner. Ante l se

    levantaron los sectores democrticos que dejaron sus experiencias,

    principios, fuerzas, ideas, para ir contra el tirano. Uno de ellos, Os-

    car Creydt, pensador y militante del Partido Comunista Paraguayo,

    aport sus ideas desde la militancia, y en el exilio, a la lucha contra

    el dictador.

    Por ltimo, un pensador que tuvo la suerte de pertenecer a la poca

    de mayor ebullicin poltica del pas, en la construccin de una so-

    ciedad nueva; luch contra la tirana, perteneci al Partido Comunista

    Paraguayo, estuvo exiliado por mucho tiempo, que utiliz para estu-

  • 10

    diar y aguzar sus pensamientos. Mauricio Schvartzman combin sus

    conocimientos con la accin, abriendo una perspectiva nueva en la

    interpretacin de nuestro proceso histrico, desde el marxismo, en la

    construccin de la sociedad paraguaya.

  • 93

    Mauricio Schvartzman* y la tradicin marxista en Paraguay**

    Charles Quevedo1

    Hacia fi nales del siglo XIX, introducido por inmigrantes europeos

    principalmente alemanes e italianos, empieza a difundirse el marxis-

    mo en Amrica Latina. Se forman los primeros partidos obreros y los

    intelectuales comienzan a hacer uso del marxismo con mayor frecuen-

    cia. Juan B. Justo (1865-1928) traduce por primera vez El Capital al

    espaol, en 1895, ao de fundacin de su Partido Socialista Argentino,

    ala moderada de una corriente socialista inspirada en la II Internacio-

    nal. Por su parte, el Partido Socialista Obrero de Chile, fundado en

    1912 y liderado por Luis Emilio Recabarren (1876-1924), represen-

    ta el ala revolucionaria de la mencionada corriente. En el Paraguay,

    bajo el liderazgo de Rufino Recalde Milesi (1885-1957), un tipgrafo

    * Mauricio Schvartzman. Naci en Asuncin en 1939. Licenciado en Sociologa por la Uni- versidad de Buenos Aires. Realiz otros estudios de grado y posgrado. Fue docente univer- sitario y realiz innumerables investigaciones. Escribi varios libros y numerosos artculos periodsticos. Falleci en 1997.

    ** La presentacin y el debate de este tema fue desarrollado por Dario Sareh.

    1 Charles Quevedo. Estudi fi losofa en la Facultad de Filosofa de la Universidad Nacional

    de Asuncin (UNA). Curs la Maestra en Ciencias Sociales en la Facultad Latinoameri- cana de Ciencias Sociales (FLACSO, Paraguay). Fue becario del Seminario Identidades en Trnsito, del Centro de Artes Visuales/Museo del Barro (CAV/MdB) y la Fundacin Rockefeller. Ejerci la docencia en el Instituto Superior Salesiano de Estudios Filosficos (ISSEF) y la Universidad Nacional de Asuncin (UNA). Es miembro del Grupo de Trabajo de CLACSO sobre Ideas, intelectuales y cambio social en Amrica Latina. Del pensamien- to social crtico a los desafos actuales e integrante del Seminario Espacio/Crtica del CAV/ MdB. Integrante del grupo ganador del Concurso Internacional Antologas del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeo Captulo Paraguay de CLACSO. Es colaborador del Suplemento Correo Semanal del diario ltima Hora.

  • 94

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    y dirigente gremial nacido en Villa de San Pedro, emergi un Partido

    Obrero, en 1914. Dos aos ms tarde, ste adopt la denominacin de

    Partido Socialista, y finalmente, hacia 1918, la de Partido Socialista

    Revolucionario.

    Los partidos comunistas se forman en el transcurso de la dcada de

    1920 y con stos, los primeros intentos de hacer una lectura de la rea-

    lidad latinoamericana en clave marxista, y con base en ello, establecer

    una orientacin poltica revolucionaria. stos surgen, de acuerdo con

    Lwy2, a partir de dos orgenes distintos: a) El ala izquierda, interna-

    cionalista, de ciertos partidos socialistas, como en el caso de Argentina

    (1918), Uruguay (1920) y Chile (1922), y b) Por la evolucin de gru-

    pos anarquistas o anarcosindicalistas hacia el bolchevismo, como en

    el caso de Mxico (1919) y Brasil (1922). De acuerdo con Rivarola3, a

    diferencia de lo ocurrido en esos pases, el primer Partido Comunista

    Paraguayo (PCP) no naci como escisin del ala radical del partido

    socialista preexistente, y fueron excepcionales los casos de militantes

    que pasaron de un partido al otro. Los materiales de la Conferencia

    Nacional Preparatoria para el III Congreso del PCP contienen referen-

    cias acerca de la actividad de un grupo marxista en Asuncin entre los

    aos 1922 y 1923, y su lucha en contra del gobierno, que cumpla el

    papel de lacayo del imperialismo norteamericano e ingls. En 1924,

    un grupo comunista decide enviar un delegado a Buenos Aires para

    tomar contacto con los lderes del Partido Comunista Argentino (PCA),

    y discutir con ellos la cuestin del desarrollo de un movimiento revolu-

    cionario de la clase obrera en Paraguay. El PCP se funda o ficialmente

    y declara su a fi liacin al Comintern en 1928.

    Lwy distingue esquemticamente tres periodos en la historia del

    marxismo latinoamericano: 1) Un periodo revolucionario desde la d-

    cada de 1920 hasta 1935, cuya mxima expresin terica es la obra de

    Jos Carlos Maritegui y cuya manifestacin prctica ms importante

    2 Lwy, Michael (1980): El marxismo en Amrica Latina. Mxico: Ed. Era, pp. 11-59. 3 Rivarola, Milda (2014): Los orgenes del primer Partido Comunista paraguayo. En http://

    www.vientofuerte.com/news/2014/05/28/los-origenes-del-primer-partido-comunista- paraguayo/#sthash.rB1BFZzX.dpuf

  • 95

    CHARLES QUEVEDO

    es la insurreccin salvadorea de 1932. En este periodo los marxistas

    tienden a caracterizar la revolucin latinoamericana como socialista y

    antiimperialista simultneamente; 2) Un periodo que va desde media-

    dos de la dcada de 1930 a 1959, en el cual la interpretacin sovitica

    del marxismo es hegemnica, as como la doctrina de Stalin sobre la

    revolucin por etapas, que de fi na la etapa en Amrica Latina como de-

    mocrtico-nacional, y 3) El nuevo periodo revolucionario, abierto por

    la revolucin cubana, en que surgen corrientes radicales cuyos puntos

    comunes de referencia son la naturaleza socialista de la revolucin y la

    necesidad de la lucha armada.

    El desarrollo del marxismo sigui pautas muy parecidas en Para-

    guay. Desde la dcada de 1920 hasta mediados de la de 1930 se vive un

    periodo de intensa agitacin social y aun cuando el anarcosindicalismo

    y el socialismo hubiesen sido hegemnicos en el movimiento obrero

    paraguayo y el marxismo, una expresin de grupos minoritarios, n-

    tese cun a fi nes al espritu revolucionario socialista y antiimperialis-

    ta se revelan ciertos pasajes del Nuevo Ideario Nacional a pesar de

    su eclecticismo y su matriz ideolgica confusa,as como su mxima

    expresin prctica: la mtica Toma de Encarnacin de 1931, protago-

    nizada por revolucionarios paraguayos un ao antes que la insurrec-

    cin salvadorea. Resulta tambin signi fi cativo el hecho de que poco

    tiempo despus, en 1933, los principales lderes del Nuevo Ideario,

    entre ellos Oscar Creydt y Obdulio Barthe, se adhirieron al marxismo

    y refundaron el PCP con un grupo de militantes ms proclives al anar-

    quismo o al sindicalismo de accin directa, diferente al de los primeros

    comunistas de la dcada de 1920. La refundacin del PCP, en 1933, se

    hace bajo el signo de una intervencin manifiesta del Comintern y su

    aparato regional, el Secretariado Sudamericano. De all en adelante, la

    hegemona de la lectura sovitica del marxismo y la doctrina staliniana

    de la revolucin por etapas fueron indiscutibles. scar Creydt (1907-

    1987) es, sin lugar a dudas, uno de los protagonistas ms importantes

    de esta segunda etapa.

    Nieto de un inmigrante alemn de Hannover, nacido en Itajur,

    pueblo del distrito de San Miguel, en el Departamento de Misiones,

  • 96

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    Creydt comparte con otras fi guras latinoamericanas relevantes de la

    poca entre las cuales, la ms clebre es Julio Antonio Mella (1903-

    1929), un arco de evolucin poltico-ideolgica muy similar: desde el

    activismo estudiantil in fl uido por la Reforma Universitaria de Crdo-

    ba, hasta la adhesin al marxismo y la militancia comunista, teniendo

    como problemas primordiales la cuestin del nacionalismo y la libe-

    racin nacional. Creydt ser, al igual que Mella, representante de una

    especie que se encontrar muy frecuentemente en la historia social de

    Amrica Latina: la del estudiante o joven intelectual revolucionario

    que encuentra en el marxismo la respuesta a su pasin por la justicia

    social, cuyo arquetipo ser El Estudiante, el legendario personaje de

    la novela El recurso del mtodo, del escritor cubano Alejo Carpentier

    (Lwy, 2007). Perseguido en Paraguay, Creydt se exili en Mxico y

    viaj a pases como Chile, Bolivia y Per al servicio del Comintern. En

    1953, fue electo secretario general del PCP.

    En 1959, ao que inaugura el tercer periodo sealado, Creydt bajo

    el in fl ujo de la victoria cubana apoya la formacin del Frente Unido

    de Liberacin Nacional (FULNA) y una lnea de lucha armada para

    derribar al rgimen de Stroessner. En esos aos, Creydt integra una

    fraccin maosta que conforma un PCP independiente con vnculos

    con organizaciones campesinas hasta la dcada de 1970. La larga tra-

    yectoria poltica e intelectual de Creydt atraviesa los tres periodos del

    marxismo latinoamericano y acompaa sus virajes ms signi fi cativos;

    representa uno de los casos ms singulares en la historia del itinerario

    marxista en Amrica Latina.

    La revolucin cubana tuvo un profundo impacto en la intelectuali-

    dad y dio lugar a un intenso desarrollo del pensamiento marxista a lo

    largo de Amrica Latina. En las universidades latinoamericanas, por

    primera vez, el marxismo se hace masivo y fecunda varias disciplinas,

    entre ellas la Sociologa, la Economa, la Ciencia Poltica y la Historia.

    mbitos claves de la realidad latinoamericana son abordados desde

    una lectura marxista: la dependencia y el subdesarrollo, el populismo,

    el sindicalismo y sus relaciones con el Estado, el movimiento obrero

    y campesino, la cuestin agraria, la marginalidad, etc. Los estudios

  • 97

    CHARLES QUEVEDO

    marxistas en Latinoamrica, bajo el in fl ujo de la revolucin cubana,

    irn apartndose rpidamente del modelo sovitico de marxismo-leni-

    nismo. Diversas corrientes, por fuera del castrismo, entre ellas el trots-

    kismo y el maosmo, fueron ganando terreno despus de 1959.

    Si bien la temprana edicin argentina de Cartas de la crcel, dirigi-

    da por Hctor Agosti y publicada en 1950, ser el punto de partida para

    la recepcin latinoamericana de Gramsci, la publicacin de la revista

    cordobesa Pasado y Presente en 1963 en un nuevo clima ideolgico

    inaugurado por la revolucin cubana ser la clave fundamental para

    la difusin del pensamiento de Gramsci en Amrica Latina. La revista

    se propuso:

    Ser la expresin de un centro de elaboracin cultural relativa-

    mente autnomo de la estructura partidaria y un punto de conver-

    gencia de los intelectuales comunistas con aquellos que provenan de

    otros sectores de la izquierda argentina4.

    El grupo de gramscianos argentinos que se nucleaban en torno a

    la revista estaba conformado por: Jos Aric, scar del Barco, Hctor

    Schmucler, Samuel Kieckovsky y Juan Carlos Portantiero. La aparicin

    de Pasado y Presente inaugur una polmica en contra de la fosiliza-

    cin terica y el dogmatismo del Partido Comunista Argentino (PCA)

    y la izquierda en general. Agosti haba publicado ya en 1951 un trabajo

    sobre Esteban Echeverra, en el cual, por primera vez, son utilizadas las

    categoras gramscianas para la interpretacin de la historia argentina.

    La revista impulsaba un debate abierto y el abordaje heterodoxo del

    marxismo promoviendo cruces fi los fi cos y culturales con corrientes

    tales como el existencialismo sartreano, la fenomenologa husserlia-

    na, el estructuralismo de Levi-Strauss, la nueva historia promovida por

    Braudel y el psicoanlisis de Lacan. El PCA haba respondido aquel

    desafo con la expulsin de los intelectuales gramscianos.

    En el Paraguay, corresponder al socilogo Mauricio Schvartzman

    una apropiacin del dispositivo conceptual gramsciano para la com-

    prensin de la historia de la formacin social paraguaya y sus carac-

    4 Aric, Jos M. (2005): La cola del diablo. Itinerario de Gramsci en Amrica Latina. Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 1 ed.

  • 98

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    tersticas fundamentales. El conjunto de los trabajos de Schvartzman

    constituyen una de las aportaciones ms signi fi cativas hechas desde

    la tradicin marxista en Paraguay en el periodo abierto por la revo-

    lucin cubana. Sostenemos que de alguna manera su obra se inscribe

    en el proyecto intelectual inaugurado por la intervencin del ncleo

    de Pasado y Presente, al cual sigui siendo fi el ms all de la deriva

    de sus principales referentes, Aric, Portantiero y De pola, en la d-

    cada de 19805. La publicacin reciente de la segunda edicin de uno

    de sus trabajos principales, Contribuciones al estudio de la sociedad

    paraguaya6 despus de ms de dos dcadas de la primera edicin en

    una coyuntura sociopoltica caracterizada por un cierto retorno a los

    debates estratgicos con relacin al futuro de la sociedad paraguaya,

    renov el inters por el legado de Schvartzman y puso en evidencia su

    vigencia. Este trabajo no pretende abarcar toda la riqueza de sugeren-

    cias contenidas en la obra del socilogo paraguayo, apenas se propone

    sealar algunos puntos de referencia para su estudio.

    5 Con relacin a la deriva del grupo de gramscianos argentinos escribe Santella (2007):A partir del exilio mexicano comienza un giro poltico que Portantiero comparti con una parte de los intelectuales. Si antes Gramsci fue el terico de la alianza de clases revolucionarias, ahora le servir como discurso de la alianza democrtica (pero sin considerar las clases). Comenz entonces la revalorizacin de la democracia de los aos ochenta. Las luchas pol- ticas argentinas violentas deban dejar su lugar a la construccin de consensos que emerjan de las tradiciones democrticas insertas en la sociedad. El anlisis sociolgico, en vez de encontrar en las relaciones sociales las fuentes del antagonismo de clases, deba mostrar las vas de con fl ictos que puedan ser resueltos con los mecanismos de la democracia. Bajo este discurso, Portantiero y dems intelectuales, ahora agrupados en la revista La ciudad futura y el Club de Cultura Socialista, se convirtieron en los tericos de la vuelta a la democracia. Asesoraron a Alfonsn integrando el grupo de la calle Esmeralda. Portantiero escribi el famoso discurso de Parque Norte, en 1985. El mensaje alfonsinista qued popularizado con el lema: Con la democracia se come, se educa y se trabaja. [] El discurso alfonsinista con la teora de Portantiero convirti a la democracia en una forma sin contenido social. Pero los hechos revelaron su verdadero contenido social: sucesivos ajustes que llevaron al pueblo a un rcord de pobreza y desempleo. Los escritos de fi nales de la dcada de 1980, especialmente Mito y duelo. El discurso de la pre-transicin a la democracia en el Paraguay, muestran a un Schvartzman muy poco optimista con relacin a las transiciones democrticas en curso y absolutamente distanciado de las apropiaciones liberales del dis- curso gramsciano tan difundidas durante esos aos en el Ro de la Plata. Definitivamente, el Gramsci de Schvartzman es el de las ctedras marxistas de la UBA de los aos sesenta, no el de los tericos de la vuelta a la democracia de los aos ochenta.

    6 Publicado por la Secretara Nacional de Cultura bajo la coordinacin de Daro Sarah, en el 2011.

  • 99

    CHARLES QUEVEDO

    Brevsimas referencias biogrficas

    Los mismos libros aparecan, casi simultneamente, en las

    libreras estudiantiles de Buenos Aires, Roma y Hamburgo [...], los

    mismos turistas de la revolucin atravesaban ocanos y continentes,

    de Pars a La Habana, a So Paulo y a Bolivia. [...] Los estudiantes de

    los ltimos aos sesenta no tenan di fi cultad de reconocer que lo que

    suceda en la Sorbona, en Berkeley o en Praga era parte del mismo

    acontecimiento en la misma aldea global. (Hobsbawm, 1995: 445).

    Mauricio Schvartzman (1939-1997) naci en Asuncin. Estudi

    en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Ai-

    res (UBA), en la segunda mitad de la dcada de 1960 aos signados

    por un golpe de Estado y la instalacin de una nueva dictadura militar

    en Argentina que, entre otras cosas, ordena una intervencin militar y

    limpieza de la UBA7.All, en ese clima de agitacin estudiantil y re-

    presin militar, obtuvo la licenciatura en Sociologa en 19718. Los aos

    de formacin de Schvartzman coinciden asimismo con un momento de

    profunda renovacin de la cultura de izquierdas en Argentina. Esa reno-

    vacin estaba siempre, de alguna manera, relacionada con la recepcin

    del terico marxista italiano Antonio Gramsci. La utilizacin profusa

    de categoras gramscianas por parte de Schvartzman (hegemona, so-

    ciedad civil, sociedad poltica, direccin intelectual y moral, etc.), para

    el anlisis de la formacin social paraguaya, denota el in fl ujo central

    del pensador italiano en su trabajo. La difusin de la obra de Gramsci

    7 El impacto de tales circunstancias histricas en la etapa de formacin de Mauricio Schvartz- man estudiante exiliado por otra dictadura, la de Stroessner fue resaltado por Daro Sarah. Horacio Tarcus (2008) describe el contexto de la siguiente manera: Recordemos breve- mente las coordenadas histricas. Desde junio de 1966, la Argentina se encontraba bajo una nueva dictadura militar, de carcter corporativista y conservador. El peronismo estaba proscripto desde 1955, pero un sector del sindicalismo peronista, que abogaba por lo que se llamaba un peronismo sin Pern, apoy el golpe militar. Al poco tiempo, la creciente represin gubernamental a los reclamos obreros, las cesantas en las empresas pblicas y la intervencin de algunos gremios pondrn en entredicho el idilio entre gobierno y sindicatos. [] Finalmente, 1968 fue un ao de intensa movilizacin estudiantil. El rgimen militar, con su poltica de censura a la prensa, de control de la vida cotidiana y de brutal intervencin a las universidades, empuj a los estudiantes a la lucha antidictatorial y al encuentro con la resistencia de los trabajadores.

    8 Licenciado en Sociologa, Universidad de Buenos Aires, 23 de noviembre de 1971. Regis- trado Libro General de Grados n. 54, Folio n. 220, con el n. 6634. Inscripto en el Libro de Inscripciones y Revlidas del Rectorado de la Universidad Nacional de Asuncin, bajo el n. 4712, a fojas n. 420, por Resolucin del Rectorado n. 3827/92, del 4 de setiembre de 1992.

  • 100

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    en el Cono Sur de la Amrica Latina tuvo como uno de sus centros ms

    destacados la revista Pasado y Presente. Publicada a partir de 1963,

    en la ciudad de Crdoba, se propuso ser la expresin de un centro de

    elaboracin cultural autnomo de la estructura del Partido Comunista

    Argentino (Aric, 2005). El marxismo o fi cial argentino, as como los

    marxismos latinoamericanos en general entre ellos, el paraguayo,

    tenan por entonces como principales fuentes tericas los manuales

    soviticos de marxismo-leninismo. La lectura de Gramsci tuvo como

    efecto, la introduccin de nuevas problemticas y categoras analticas.

    Su apropiacin por parte de sectores de la intelectualidad de izquierda

    posibilit segn seala Aric (2005) una visin laica del marxismo,

    alejada de la ortodoxia stalinista.

    A su vez, Schvartzman ser uno de los principales propulsores de la

    difusin de Gramsci en los pequeos crculos intelectuales de izquier-

    da en Paraguay, sobre todo, a partir de la dcada de 1980, en la cual tie-

    ne lugar un cierto relajamiento del aparato represivo de la dictadura de

    Stroessner. En esa dcada, otros intelectuales paraguayos hacan igual-

    mente uso de las categoras gramscianas: Roberto Luis Cspedes, en el

    anlisis del ascenso y consolidacin del rgimen stronista; Ticio Esco-

    bar, en estudios sobre la cultura popular en Paraguay, y Ramn Fogel,

    en trabajos sobre los movimientos campesinos, entre otros. Asimismo,

    en el periodo mencionado, hay una signi fi cativa difusin de ideas de

    inspiracin gramsciana en crculos de militantes de los movimientos

    universitarios, lo que dar lugar al renacimiento de una incipiente cul-

    tura de izquierdas hacia los aos fi nales del rgimen de Stroessner y

    principios del proceso de liberalizacin poltica. Jos Carlos Rodrguez

    (1997) resume el regreso de Schvartzman al Paraguay, a principios de

    la dcada de 1970, de la siguiente manera:

    Su regreso al pas fue costoso. l cometi para la dictadura mu- chas ms faltas que las que el rgimen permita. Viaj a ms pases

    que los tolerados. Conoci y apoy a ms opositores que los acep-

    tables. Actu teniendo una visibilidad que no era conveniente. Dijo

    ms verdades que las autorizadas, emiti ms opiniones que las que

    se usaban en una sociedad acostumbrada al yugo, a la obediencia,

  • 101

    CHARLES QUEVEDO

    a la disciplina del silencio, al sentido comn y al poco sentido de

    dignidad e integridad.

    Entonces conoci la tortura, al Departamento de Investigaciones

    y sus horrores, debi contar a los asesinados entre sus amigos, ser

    encerrado en la famosa crcel poltica de Emboscada. Y conoci las

    otras represiones, las peores represiones, las que no eran hechas por

    el dictador, sino por aquellos tolerados por el sistema. De esos que

    eran buenos, pero tenan que quemar algn incienso al dictador,

    para distanciarse y que no se crea que ellos tambin eran comunistas

    o peligrosos. As Mauricio fue, por ejemplo, expulsado de la Univer-

    sidad Catlica, o al menos de alguna Facultad, porque en otras tena

    amigos que le contrataron. (Rodrguez, 1997: 48).

    De regreso al Paraguay, Schvartzman desarroll una vasta activi-

    dad de investigacin y docencia en la Universidad Catlica Nuestra

    Seora de la Asuncin (UC) de la cual sera luego apartado con la

    siguiente justi fi cacin: Aqu, ni bolches, ni judos, ni separados. Esta

    universidad es para profesores serios9 y en la de Villarrica, as como

    en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asuncin

    (UNA). Hombre de ideas socialistas, estuvo vinculado activamente

    desde su temprana juventud a movimientos opositores al rgimen del

    general Alfredo Stroessner. Pronto conocera la represin poltica, as

    como tantos otros intelectuales, escritores y artistas crticos de la dic-

    tadura. Trabaj con el antroplogo Miguel Chase-Sardi en el proyecto

    Marandu, impulsado por el Centro de Estudios Antropolgicos de la

    mencionada universidad.

    El proyecto tena como uno de sus objetivos centrales, crear el

    medioambiente propicio para el establecimiento de organismos pro-

    piamente indgenas destinados a la defensa de su cultura, de su salud

    fsica y mental, y de su patrimonio (informe del proyecto Marandu,

    1974:209), y pretenda que el mismo pase paulatinamente a ser pla-

    neado, modificado, dirigido y proseguido por los propios indgenas.

    El proyecto Marandu gener interesantes discusiones tericas con re-

    lacin a las cuestiones tnicas y culturales, las cuales se re fl ejan en los

    9 Mencionado por Toms Palau Viladesau, colega y amigo de Mauricio, en Morir en agosto. Al coronel ya no hay quin lo escriba, Diario ltima Hora, 23 de agosto de 1997, pg. 20.

  • 102

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    escritos de Schvartzman sobre la cuestin indgena. Oleg Vysokoln

    (2014) recuerda esas disputas de la dcada de 1970 en los siguientes

    trminos:

    Despus de aquella famosa Declaracin de Barbados, la progresa

    paraguaya se dividi en dos grupos: aquella que sostena la lucha de

    clases, incorporando a los indgenas a la lucha. Su propuesta a firmaba

    la posibilidad de transitar de una conciencia en s, a una conciencia

    para s, mediante la educacin. El defensor ms lcido, intransigente

    y tenaz de esta tesis fue un conocido y reconocido luchador social,

    tambin uno de aquellos que se rea a carcajadas, lamentablemente ya

    fallecido. Esta corriente de pensamiento y accin, si bien no dej de

    existir, se congel con la trgica detencin, asesinato y exilio de la

    mayora de sus integrantes, cuando aquella criminal represin del 76.

    Lo nico nico que qued de aquel tiempo es el legado de aquel

    empecinado luchador social: dej entre su ms preciada herencia una

    hija, a quien paradjicamente le puso un nombre de bellas resonancias

    tnicas.

    El segundo grupo sostena que los indgenas no tienen conciencia

    de clase, sino conciencia tnica. Ese trnsito de la conciencia en s a la

    conciencia para s, era un camino totalmente inviable. La uni ficacin

    de la lucha campesina e indgena a travs de pedagogas orientadas por

    la lucha de clases, era inaplicable. Esta posicin, sin ser explcita, es la

    que se sostena o era tcita en la antes mencionada Declaracin. Mau-

    ricio, supuestamente, estaba entre los primeros, la corriente ms fuerte

    y militante, la clasista. Circunstancia que nunca la confirm.

    El secretario general del PCP, Miguel ngel Soler, quien ha-

    ba ingresado al Paraguay clandestinamente, mantena vnculos con

    Schvartzman y Chase-Sardi, y participaba en las disputas tericas con

    relacin a la cuestin indgena. Con relacin a las discusiones con Mi-

    guel ngel Soler, seala Chase-Sardi:

    Yo le deca que el error ms grande del marxismo era no tener

    en cuenta para el cambio social las cuestiones tnica y cultural, y l

    me a firmaba que esa era una causa secundaria y que lo importante

  • 103

    CHARLES QUEVEDO

    era la cuestin de clases y econmica. (Chase-Sardi, cit. por

    Aseretto, Rodolfo Manuel, 2007:19).

    En un artculo publicado en el Suplemento antropolgico mucho

    tiempo despus, Ser indio. Notas para una fi losofa del hombre

    (1987), Schvartzman fundamenta tericamente su posicin favorable

    a la uni ficacin de las luchas campesinas e indgenas. Ms adelante

    comentaremos brevemente el mencionado texto.

    Esas discusiones seran brutalmente interrumpidas. En la madru-

    gada del 2 de diciembre de 1975, el domicilio de Schvartzman fue

    allanado por la Polica poltica del rgimen del general Stroessner, y

    el socilogo es secuestrado e incomunicado, sin ninguna orden judi-

    cial, en el Departamento de Investigaciones de la Polica. Su deten-

    cin se produjo en el marco de una represin desatada unos das an-

    tes en contra de miembros del proscrito Partido Comunista Paraguayo

    (PCP), que estaba tratando de reorganizarse clandestinamente en el

    pas. Como prueba incriminatoria de su militancia en el PCP, la Polica

    utiliz un recorte de peridico con el Credo comunista, encontrado en

    un cajn de su escritorio durante el allanamiento de su domicilio. En

    el Departamento de Investigaciones, Schvartzman es interrogado sobre

    sus vinculaciones con Miguel ngel Soler, secretario general del PCP,

    y se le comunica que ser fusilado. Soler haba muerto unos das atrs

    en ese mismo lugar como consecuencia de torturas sufridas.

    Miguel Chase-Sardi, director del proyecto, as como otros integran-

    tes entre ellos, la antroploga Marilyn Rehnfeldt y el escritor Victorio

    Surez, tambin fueron detenidos y torturados en el Departamento

    de Investigaciones. Las o fi cinas del proyecto en la Universidad Cat-

    lica fueron allanadas sin orden judicial, y se sustrajeron documentos,

    correspondencia y valores. En esos aos, Schvartzman y Chase-Sardi

    mantenan vnculos con el proscrito PCP, y principalmente, como men-

    cionramos anteriormente, con su secretario general, Miguel ngel

    Soler. Del Departamento de Investigaciones, Schvartzman fue trasla-

    dado a la Comisara Primera y luego a la Comisara Sptima, hasta que

    finalmente fue remitido al penal de Emboscada, en setiembre de 1976.

    Mauricio Schvartzman soport la privacin extrajudicial de su libertad

  • 104

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    por un ao, cuatro meses y un da, hasta su liberacin, el 6 de abril de

    1977.

    Algunos de los ms importantes trabajos de Schvartzman editados

    son Contribuciones al estudio de la sociedad paraguaya (1989); Mito y

    duelo. El discurso de la pre-transicin a la democracia en el Paraguay

    (1989), y El joven dividido: la educacin y los lmites de la conciencia

    cvica (1987). Divulg adems los captulos Cuestin social e ima-

    gen histrica en la creacin del Arzobispado, en el libro Arzobispado:

    historia y debates a su respecto (1988) y Lo abstracto, lo concreto,

    lo complejo, en el libro Estado y vivienda: del populismo coyuntu-

    ral al capitalismo prebendario: polticas, proyectos y resultados en el

    Paraguay, 1936/80 (1989). Tambin se publicaron notables trabajos

    en el Suplemento Antropolgico, revista del Centro de Estudios Antro-

    polgicos de la Universidad Catlica (Ceaduc), entre los cuales: Ser

    indio. Notas para una fi losofa del hombre (1987) y El indio y la

    sociedad: los prejuicios tnicos en el Paraguay (1983). Cultiv con

    igual afn la literatura, lo cual se halla re fl ejado en eery, un libro de

    poemas publicado en 1985.

    Realiz trabajos de investigacin emprica sobre temas urbanos

    en Zeballos Cu, Barrio Herrera, Pedro Juan Caballero, Villeta, Co-

    ronel Oviedo, para el Instituto de Teora y Urbanismo de la Facultad

    de Arquitectura y Urbanismo de la UNA, entre los aos 1972 y 1975.

    Asimismo desarroll trabajos de investigacin sobre la sociedad rural,

    para el Instituto de Estudios Rurales de la Universidad Catlica de Vi-

    llarrica, entre los aos 1974 y 1975.

    Otros trabajos de investigacin emprica que fueron dirigidos por

    Schvartzman en la dcada de 1980 son Las clases sociales en el Para-

    guay, ICSO (1984); Prejuicios hacia la enfermedad mental, IMESI

    (1980); Los curanderos, IMESI (1981); La familia en la Parroquia

    San Jos Obrero, IMESI (1982); El Paraguay y sus instituciones,

    lbum Grfico, Ediciones NAPA (1982) y Situacin sanitaria de la

    mujer en el Guair y Caazap, Unicef (1985).

  • 105

    CHARLES QUEVEDO

    Entre 1989 y 1997 escribi ms de 300 artculos de anlisis poltico

    de coyuntura que fueron publicados en el Diario HOY, El Diario No-

    ticias, la Revista Accin y en los semanarios El Pueblo y La Opinin.

    Fundamentos epistemolgicos para una sociologa marxista

    En Contribuciones al estudio de la sociedad paraguaya (1989),

    Schvartzman sostiene que la larga duracin del sistema autoritario no

    es tan misteriosa ni tan impenetrable, ya que tiene una lgica histrica;

    se explica por el desarrollo histrico del Paraguay, y es particularmente

    importante para su comprensin el estudio de las races histricas de

    la formacin social paraguaya. El concepto de formacin social des-

    empea un papel central, y constituye segn advierte el autor el eje

    principal de un esquema terico propuesto para intentar articular las

    diversas contribuciones en el anlisis sociolgico, antropolgico, eco-

    nmico y poltico de la sociedad paraguaya que se multiplican en los

    aos 80.

    El esquema interpretativo de Schvartzman tiene la pretensin de

    aprehender aspectos reiterativos, que se reproducen en la larga dura-

    cin, a pesar de las rede finiciones y recomposiciones que tienen lu-

    gar en las diferentes fases histricas. Esas reiteraciones identi fi can una

    con figuracin social, que se constituye y desarrolla como un sistema, y

    estn representadas por el concepto de formacin social. En la prime-

    ra parte del texto mencionado, Schvartzman desarrolla un interesante

    marco epistemolgico para su propuesta terica de formacin social,

    cuya escrupulosa y creativa elaboracin conceptual constituye por s

    misma, un aporte notable al marxismo latinoamericano.

    El trmino formacin social, eje del esquema analtico utilizado, es

    una abreviatura de formacin econmico-social y designa en la tradi-

    cin terica marxista al conjunto de relaciones que con el desarrollo

    de un modo de produccin se van determinando histricamente entre

    ste, su superestructura poltica e ideolgica, aspectos de otros mo-

    dos de produccin y de otras superestructuras (Bobbio, Matteucci y

    Pasquino; p. 663). La formacin social segn el autor se constituye

    sobre la conjuncin activa y recursiva de dos grandes sistemas: el de

  • 106

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    relaciones econmicas (base) y el de dominio y direccin social (su-

    perestructura).

    Schvartzman sostiene que el concepto de formacin social contiene

    el principio de complejidad (desarrollado por el fi lsofo Edgar Mo-

    rin10), distancindose de esa forma de todo reduccionismo economicis-

    ta caracterstico del marxismo vulgar. Lo complejo reconoce la interac-

    cin como principio explicativo, lo cual relativiza las determinaciones

    unidireccionales, considera lo real en sus elementos heterogneos y

    sistemas complementarios, recurrentes y antagonistas. Entonces, el

    estudio de una sociedad concreta, real, existente, es el estudio de las

    interacciones que se producen entre los dos grandes sistemas: de rela-

    ciones econmicas y de dominio y direccin social, y los procesos de

    recursividad entre ellos. As, la posicin de las relaciones econmicas

    como sistema de base no expresa un determinismo totalitario sobre la

    organizacin social.

    Por otra parte, Schvartzman, adoptando la teorizacin del pensador

    marxista italiano Antonio Gramsci, resalta la importancia especial de

    los conceptos de sociedad civil y sociedad poltica como dominios de

    la superestructura, en tanto contribuyen a especificar las funciones de

    sobredeterminacin y reproduccin de la formacin social. Sociedad

    civil y sociedad poltica, en el sentido gramsciano, conforman la to-

    talidad de la superestructura. La sociedad civil es el conjunto de or-

    ganismos privados a travs de los cuales el grupo dominante ejerce la

    funcin de consenso (hegemona), mientras que a la sociedad poltica,

    prolongacin de la sociedad civil, le corresponde la funcin de coer-

    cin o dominio directo, complementaria de la anterior. Toda forma de

    dominio duradero se basa en el consenso y la coercin, por lo tanto,

    todo rgimen poltico tiene necesidad no solo de un aparato coercitivo

    (o sea, Estado en sentido tradicional del trmino), sino tambin de un

    10 Otro autor clave en la formacin del pensamiento de Schvartzman fue el fi lsofo francs Ed- gar Morin. De acuerdo con lo que nos sugiere Daro Sarah, el inters por el trabajo de Morin estara relacionado con el curso de Introduccin al Psicoanlisis, a cargo del Dr. Nicols Caparrs, al cual asiste Schvartzman en el ao 1965. Caparrs (1941), mdico, psiquiatra y psicoanalista nacido en Madrid, es un gran conocedor del pensamiento de Morin y traductor de sus obras. Durante los aos sesenta vivi en Buenos Aires y estaba vinculado al grupo de Pichon-Rivire. Daba clases en la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

  • 107

    CHARLES QUEVEDO

    conjunto de instituciones privadas (sociedad civil) desde los peridicos

    hasta la escuela, desde las editoriales hasta las iglesias, instituciones

    encargadas de la creacin, difusin y transmisin de los valores domi-

    nantes, y a travs de los cuales, la clase dominante ejercita su propia

    hegemona. En el planteo de Gramsci se constituye un bloque histrico

    cuando existe hegemona de una clase fundamental. Portantiero (1999)

    considera que el concepto de bloque histrico permite a Gramsci supe-

    rar la dicotoma arquitectnica de estructura y superestructura, que, na-

    turalizada, da lugar a una relacin de causalidad mecanicista, haciendo

    caer a la teora marxista en los criticados vicios del determinismo posi-

    tivista. Tanto el recurso al principio de complejidad (E. Morin), como

    a los conceptos de bloque histrico, sociedad civil, sociedad poltica

    y hegemona (A. Gramsci) por parte de nuestro autor, apuntan a una

    concepcin no mecanicista de la formacin social que ser adoptada en

    el abordaje del estudio de la sociedad paraguaya.

    Es muy importante sealar que el trabajo de Mauricio Schvartzman

    representa una especie de ruptura epistemolgica con relacin a una

    cierta tradicin de literatura social y poltica de carcter ensaystico

    predominante en el Paraguay tradicin inaugurada principalmente por

    Rafael Barrett a principios del siglo XX. Schvartzman intentaba desa-

    rrollar programas de investigacin emprica fuertemente enraizados no

    solo en las categoras, sino en la lgica de la teora marxista. Pretenda

    hacer una sociologa cient fi ca anclada en la tradicin marxista11.

    Las races histricas de la formacin social paraguaya

    La clave para comprender la larga duracin del sistema autoritario

    en el Paraguay, segn Schvartzman, reside precisamente en el anlisis

    de las relaciones entre sociedad civil y sociedad poltica. De acuerdo

    11 La preocupacin por la cienti ficidad es otra impronta de la poca en el trabajo de nuestro autor. Esta problemtica haba sido introducida sobre todo a partir de la intervencin de Gino Germani en el campo sociolgico latinoamericano en el transcurso de la dcada de 1950. En el Paraguay, una sociologa de tipo germaniana haba sido difundida por el ncleo de investigadores sociales del Centro Paraguayo de Estudios Sociolgicos (CPES), inaugu- rado en 1964. Sin embargo, el CPES trabajaba una lnea de pensamiento liberal fuertemente vinculado por intermedio de Gino Germani a las fundaciones norteamericanas y su ma- quinaria de guerra fra cultural.

  • 108

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    con la teora gramsciana, cuando la sociedad civil y la poltica estn

    igualmente desarrolladas, se establece entre ellas un lazo orgnico y

    la clase fundamental desempea efectivamente la direccin moral e

    intelectual de toda la sociedad, expandiendo su ideologa a todo el

    sistema social. Por el contrario, en formaciones sociales donde la so-

    ciedad civil es primitiva y gelatinosa, el control de la sociedad sigue

    la va de la toma del aparato coercitivo del Estado. Estas dos formas de

    relacin entre sociedad civil y sociedad poltica determinan dos moda-

    lidades de direccin social: en el primer caso, la direccin hegemni-

    ca, expresada como democracia formal, cuando existe una direccin

    moral e intelectual de una clase fundamental, y en el segundo caso, la

    dictadura, cuando la sociedad poltica es independiente a causa de la

    ausencia de una clase dirigente.

    En la interpretacin de Schvartzman, este ltimo caso es lo que his-

    tricamente ha ocurrido en la sociedad paraguaya. El vaco de sociedad

    civil, posiblemente originado por las encomiendas que obstaculizaron

    la formacin de una clase de terratenientes y ganaderos que pudieran

    construir un sistema de hegemona, determin que la independencia

    nacional se resolviera en los cuarteles, y que posteriormente el Dr.

    Francia concentrara en sus manos no solamente el aparato del Estado,

    sino tambin la direccin intelectual y moral de la sociedad en su

    conjunto. Esta situacin se prolonga con los Lpez y despus de 1870,

    la debilidad de una clase fundamental que ya no pudo llegar a consti-

    tuirse como tal, ya que el proceso de expoliacin imperialista redujo la

    posibilidad de formacin de una burguesa nacional con cierto grado

    de desarrollo, cre el predominio ininterrumpido de una sociedad po-

    ltica, en situacin de crisis permanente de autoridad. De acuerdo con

    la interpretacin de Schvartzman, la dictadura de Stroessner tal vez

    represente la consolidacin del largo proceso de predominio absoluto

    del Estado, frente a la ausencia de una sociedad civil consolidada, de

    una direccin moral e intelectual de toda la sociedad.

    En el desarrollo histrico de la sociedad paraguaya, la debilidad

    constitutiva de una clase fundamental, hegemnica, es compensada con

    la presencia dominante del Estado, sustituto de una clase fundamental.

  • 109

    CHARLES QUEVEDO

    El periodo que abarca de 1870 a 1940 representa el fracaso de un ensa-

    yo liberal tendiente a la constitucin de una clase social hegemnica.

    Este fracaso fue debido a que el proceso mencionado estuvo basado en

    la propiedad de la tierra ociosa y el control del capital extranjero. Estas

    bases econmicas hicieron que los terratenientes locales y la burguesa

    comercial fueran clases sociales siempre en estado de formacin, dbi-

    les, lo cual por su parte explica la profunda inestabilidad institucional

    del periodo mencionado.

    Los partidos tradicionales estaban en estado permanente de crisis

    internas y no podan consolidarse porque las clases mismas, a las cua-

    les representaban, no estaban consolidadas. La Guerra del Chaco no

    hizo sino acelerar el colapso de la direccin civil, estableciendo las

    condiciones para que las Fuerzas Armadas, debido al prestigio adquiri-

    do en la victoriosa guerra, asuman el control del Estado y la direccin

    de la sociedad en su conjunto. El poder civil, que se constituye despus

    de 1870 con la fundacin de los partidos de la oligarqua, es subalter-

    nizado definitivamente por el poder militar en 1939. El Estado, bajo el

    control militar, suple la ausencia de una clase fundamental. Entonces

    la ausencia de la hegemona de una clase fundamental es lo que explica

    la duracin y persistencia del autoritarismo poltico en la historia para-

    guaya. En otros pases latinoamericanos, en donde pudieron formarse

    clases fundamentales, pudieron constituirse al menos durante deter-

    minados periodos histricos gobiernos democrticos.

    Una mirada crtica sobre la transicin democrtica

    En Mito y duelo, Schvartzman reitera que el principal problema de

    la sociedad paraguaya problema que no le ha permitido organizarse

    conforme al modo de ordenamiento de la democracia liberal, se entien-

    de es que ella no ha terminado de constituir una clase fundamental.

    Si bien existe una burguesa, sta no ha alcanzado un grado de desa-

    rrollo que le permita erigirse en direccin social. Entonces concurren

    dos factores explicativos: 1) La sociedad civil es dbil, y 2) No est

    organizada en torno a la hegemona de una clase. La ausencia de la

    direccin hegemnica de una clase fundamental es sustituida por aque-

  • 110

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    llas instituciones y sujetos que ejercen la funcin de coercin, es decir,

    la sociedad poltica en el sentido gramsciano: la burocracia estatal, las

    Fuerzas Armadas, la Polica y el Poder Judicial. Sin embargo, durante

    las ltimas dcadas del rgimen stronista, principalmente la de 1970, el

    proceso productivo se ampli y profundiz permitiendo crear una acu-

    mulacin capitalista y el crecimiento de una burguesa nacional. Esta

    ltima lleg a alcanzar un grado de poder econmico y de organizacin

    que nunca tuvo anteriormente. Escribe Schvartzman:

    Los empresarios paraguayos han sistematizado y rigorizado su pensamiento, hasta tal punto que hoy puede decirse han adquirido

    cierta independencia para orientar, hacer planteos e in fl uir sobre as-

    pectos no solo econmicos, sino tambin sociales y polticos, fuera de

    los aparatos del Estado, desde sus mismos portavoces y entidades de

    organizacin sectorial.

    La creciente independencia de la burguesa nacional entr en

    colisin con la sociedad poltica y empez a disputarle la direccin

    intelectual y moral de la sociedad. (Schvartzman, 1989b: 39-40).

    El rgimen stronista, concebido para el predominio absoluto de la

    sociedad poltica, es decir, la burocracia estatal y el aparato militar-po-

    licial y no para la direccin a travs de los mecanismos consensuales

    en la sociedad civil y la vigencia de un estado de derecho conforme con

    el pensamiento liberal, tal como corresponde a niveles superiores de

    acumulacin capitalista no pudo dar salida a la disputa mencionada.

    La crisis del 2 y 3 de febrero de 1989 dio lugar a una apertura polti-

    ca orientada a transferir la direccin social a la sociedad civil. Signific

    un punto de partida para el traspaso de la direccin social a una burgue-

    sa nacional lo su ficientemente consolidada para pretender hacerse car-

    go de la direccin del sistema hegemnico en la sociedad civil y subor-

    dinar a la sociedad poltica. Esta ltima empezaba a asumir el papel de

    prolongacin coercitiva de la sociedad civil, es decir, el complemento

    coercitivo de la hegemona de la burguesa nacional. En ese sentido, el

    golpe de febrero no constituy ninguna ruptura, ms bien se trat de

    una moderacin de la crisis por medio del reordenamiento del mando

    social. Fue una crisis de menor envergadura, una crisis de orden, cuya

    resolucin se orientaba a encajar la base econmica y social con el

  • 111

    CHARLES QUEVEDO

    aparato estatal. Schvartzman caracterizaba al proceso de transicin

    democrtica como un reordenamiento interno de la organizacin, una

    actualizacin del sistema de hegemona orientada a corregir el retraso

    histrico de la sociedad civil con relacin a la sociedad poltica. La mi-

    rada crtica de Mauricio Schvartzman indagaba aquel proceso con una

    lucidez muy singular que lo distingua de otros analistas polticos de la

    poca sumidos en una borrachera transicionista:

    La transicin democrtica en estas condiciones ser siempre

    restringida, ms orientada a la actualizacin que al cambio estruc-

    tural, y a lograr primordialmente la sobredeterminacin liberal de la

    sociedad. Por lo tanto, no se trata de una transicin a la democracia

    en un sentido amplio y profundo, sino a un Estado liberal, de derecho,

    de una organizacin capitalista dependiente con un severo predomi-

    nio de la produccin primaria.

    Como esta organizacin social no resuelve la democratizacin

    del acceso a la tierra, al trabajo, de la distribucin del ingreso nacio-

    nal, ni del acceso a los derechos sociales (educacin, salud, etc.), el

    trnsito a la democracia estar reservado a una minora liberal que s

    tiene asegurados todos aquellos accesos. (Schvartzman, 1989b:42).

    La cuestin indgena. Elementos para una crtica de la

    antropologa

    La argumentacin desarrollada por Schvartzman con relacin a la

    cuestin indgena apunta hacia una crtica del culturalismo de cierta

    antropologa que de acuerdo con el socilogo paraguayo confunde las

    representaciones subjetivas de la sociedad con las contradicciones so-

    ciales objetivas, expresando una concepcin aideolgica y ahistrica

    del hombre.

    Sus trabajos relacionados con esa temtica fueron concebidos con-

    cretamente con la intencin de constituirse en un aporte crtico a los

    fundamentos conceptuales del proyecto Marandu, del cual haba to-

    mado parte. Sin embargo, creemos que esos trabajos no han perdido

    actualidad. Schvartzman considera que el punto de partida para el an-

    lisis de la cuestin indgena debe ser la interdependencia del indio

    con el sistema de relaciones sociales en una formacin econmico-so-

  • 112

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    cial concreta. El indio no entra en contacto con la sociedad nacional

    como un todo, sino con un sistema de relaciones de clase que divide

    a la sociedad paraguaya. La sociedad nacional constituida como un

    sistema de clases no domina como totalidad a otra sociedad tnica. La

    relacin de dominacin de una sobre la otra se establece sobre los pro-

    yectos de direccin y expansin de una clase dominante, cuyo poder e

    in fluencia sobre la conciencia social moviliza a las clases y fracciones

    de clases subalternas. El indio es despojado de sus tierras no por el

    campesino pobre (sin tierras o minifundiario), sino por el latifundis-

    ta y el agrocapitalista, que crean las fi guras sociales del campesino y

    del asalariado agrcola. Asimismo, no es compelido a abandonar sus

    creencias y religin por el campesino paraguayo, sino por instituciones

    y organizaciones confesionales provenientes de centros mundiales de

    dominacin, y poderosos medios de comunicacin social financiados

    por las mismas clases y fracciones de clases dominantes que explotan

    al campesino y lo mantienen pobre. La clase o fraccin de clase he-

    gemnica presenta sus intereses particulares como si constituyeran el

    inters general, y al mismo tiempo asume la representacin de toda la

    sociedad, presentndose como si fuera la sociedad en general y hacien-

    do que las clases subalternas adopten sus intereses y puntos de vista

    como propios, mediante la imposicin de su ideologa particular.

    Una consecuencia fundamental del anlisis desarrollado por

    Schvartzman es que ser indio es una categora estrictamente social.

    Las diferencias culturales son secundarias y no poseen centralidad en

    los con fl ictos que el indgena mantiene con el sistema social que le

    avasalla. Un argumento que tambin sostena Miguel ngel Soler, de

    acuerdo con Chase-Sardi, tal como sealramos ms arriba. La catego-

    rizacin social del indio, es decir, las relaciones objetivas de explo-

    tacin y apropiacin en que se encuentra, no debe ser confundida, de

    acuerdo con Schvartzman, con su categorizacin cultural, que pertene-

    ce al dominio de la conciencia social, a la manipulacin ideolgica por

    parte de las clases dominantes, y que forma parte del proceso de cons-

    truccin de prejuicios y estereotipos. Cuando una relacin de domina-

    cin se expresa en un encuadre cultural, como diferenciacin de grupos

    humanos separados por su cultura, se plantea una cuestin tnica. El

  • 113

    CHARLES QUEVEDO

    velo tnico de las determinaciones de clase de la sujecin del indgena,

    segn el autor, da la apariencia de que es una cultura la que domina a

    otra y la va destruyendo. Sin embargo, las contradicciones culturales,

    raciales o nacionales son secundarias y derivadas, manifestaciones su-

    perestructurales de las relaciones entre las clases. La cuestin tnica

    y concretamente la indgena en el Paraguay, es la representacin de

    contradicciones de explotacin y dominio entre grupos humanos dife-

    renciados e identi ficados por su cultura. Lo tnico es una construccin

    de la conciencia social que tiene su correspondencia con el ser social,

    es decir, con el sistema objetivo de relaciones entre los hombres. Las

    fricciones intertnicas son en realidad la prolongacin del dominio de

    una clase dirigente que apela a la totalidad de su cultura como fuerza

    de expansin.

    A modo de conclusin

    En la dcada de 1980 signada por el abandono apresurado de

    muchos intelectuales paraguayos (y latinoamericanos) del paradigma

    marxista y la resignada aceptacin de la democracia liberal como nico

    horizonte posible Mauricio Schvartzman sigui trabajando impertur-

    bable en la tradicin de la crtica de la economa poltica. Abraz con

    pasin el o fi cio de pensar. Lo hizo con un sentido de dignidad, una

    agudeza y rigor analtico inigualables.

    Bibliografa

    Aric, Jos M. 2005 La cola del diablo. Itinerario de Gramsci en Am-

    rica Latina (Buenos Aires: Siglo XXI Editores).

    Aseretto, Rodolfo Manuel 2007 Caso: Miguel ngel Soler (Asuncin:

    CIPAE Comit de Iglesias para Ayudas de Emergencia).

    Bobbio, Norberto; Matteucci, Nicola; Pasquino, Gianfranco 2008

    Diccionario de poltica (Mxico: Siglo XXI Editores Argentina).

    Informe del proyecto Marandu 1974 En Revista Suplemento Antro-

    polgico (Asuncin, Vol. IX, N 1-2, diciembre).

  • 114

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    Hobsbawm, Eric 1995 Historia del siglo XX (Barcelona: Crtica).

    Nickson, Andrew 2011 Oscar Creydt. Una biografa (Asuncin: El

    Lector).

    Schvartzman, Mauricio 1983 El indio y la sociedad: los prejuicios

    tnicos en el Paraguay, en Revista Suplemento Antropolgico

    (Asuncin Vol. XVIII, N 1, junio).

    Schvartzman, Mauricio 1987 Ser indio. Notas para una fi losofa del

    hombre, en Revista Suplemento Antropolgico (Asuncin Vol.

    XXII, N 2, diciembre).

    Schvartzman, Mauricio 1989a Contribuciones al estudio de la socie-

    dad paraguaya. (Asuncin: Centro de Publicaciones Universidad

    Catlica).

    Schvartzman, Mauricio y Ayala de Garay, Mara Teresa 1987 El joven

    dividido: la educacin y los lmites de la conciencia cvica (Asun-

    cin: CIDSEP).

    Schvartzman, Mauricio 1989b Mito y duelo. El discurso de la pre-

    transicin a la democracia en el Paraguay (Asuncin: BASE In-

    vestigaciones Sociales).

    Tarcus, Horacio 2008 El Mayo argentino, en Revista Observatorio So-

    cialdeAmrica Latina (OSAL)(Ao IXN 24 octubre).(http://biblio-

    tecavirtual.clacso.org.ar/clacso/osal/20110418113424/10tarcus.

    pdf).

  • 115

    CHARLES QUEVEDO

    DEBATE

    Participante: Quiero recordar que con Mauricio fui compaero

    en El Diario Noticias y tuve la posibilidad de hacerle entrevistas a l,

    despus del almuerzo y hace poco recuper un casete de una hora ms

    o menos de conversacin que tuve con l. Adems quiero referirme

    sobre lo que se aport aqu. Me parece que es muy importante, porque

    l incorpora otros campos que a lo mejor con una o dos lecturas de

    Mauricio no se logran alcanzar. Me parece que fundamentalmente lo

    que hay que decir de Mauricio es, su posicin de intelectual orgnico

    a una teora revolucionaria. Eso es lo que hace Mauricio en todos

    los escritos que tiene. Trata de sellar o de fi jar algunas ideas que son

    propias, as como se deca, de la teora marxista y me parece que ese

    libro, los aportes que hace para entender la sociedad, es un libro donde

    l justamente trata de incorporar esa teora sin lmites, con las posi-

    bilidades que daba esa teora para ser interpretada segn los procesos

    que se daban ac en el pas. Me parece genial, porque l, no digo que

    ridiculiz, pero se divirti bastante al sealar a algunos autores que se

    de fi nen de izquierda pero que sin embargo hacan uso de categoras

    que no tenan nada que ver con la teora marxista y me parece que l

    rescata para la literatura marxista paraguaya algunos conceptos que

    son fundamentales como el de formacin social, el desarrollo de las

    fuerzas productivas y cmo eso se va dando en el pas, el hecho que

    la teora marxista tiene que tener un punto de vista en relacin a los

    autoritarismos y gobiernos que se tuvo ac en el Paraguay. Qu sig-

    ni fi c eso? Permitieron el desarrollo de las fuerzas productivas para

    que posteriormente podamos tener claramente diferenciadas las clases

    sociales o por el contrario, se teorizaron ciertos principios como el

    nacionalismo y otros, que seguan siendo funcionales para el modo de

    produccin que tena el pas.

    Estas son las cosas que me parece que Mauricio siempre intent

    decir y tratar que la gente las incorpore no solamente en una militancia

    cotidiana, sino tambin en esa militancia de pensamiento que an hoy

    me parece que no existe abundantemente en el pas.

  • 116

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    Me parece que Mauricio rescata esos principios o esos elementos

    clsicos de la teora marxista y trata de hacer el anlisis de la realidad

    y me parece que ah es donde est el aporte fundamental de l. Y en su

    praxis cotidiana de ser consecuente con una manera de pensar. Hay que

    decir que l perteneci a un partido, que l estuvo preso, que l viajo

    por Europa, que recibi muchos elementos de las experiencias de los

    pases llamados socialistas y que eso despus fue volcado en una mili-

    tancia que dur poco porque las represiones sistemticas que se dieron

    ac, hicieron que l tuviera como que entrar en un freezer y no hacer

    nada. Hay que recordar tambin que Mauricio perdi sus empleos por

    ser reconocido como un intelectual de izquierda; que casi nadie le daba

    trabajo; que ense en algunas llamadas universidades que sus dueos

    solidariamente le daban algunas ctedras para que l pudiera sobrevi-

    vir. Ojal que esto tuviera una cuestin de lectura masiva a nivel social

    y que se puedan generar debates as como hoy.

    Participante: Me parece que cuando desde BASE-IS pensamos

    hacer este ciclo de pensamiento crtico en Paraguay, la idea era sa,

    rescatar aportes de pensadores que pensaron el Paraguay, para que no-

    sotros pensramos el Paraguay. Venimos de una tradicin de nuestro

    pas, de una educacin casi esnobista. Lo extranjero, lo que viene de

    afuera es superior a lo nuestro. Muchos caemos en saber a Marx, saber

    a Lenin, saber a Gramsci, y no saber lo que se pens o lo que se escri-

    bi en nuestro pas.

    Evidentemente hay mucha riqueza de pensadores y pensadoras de

    nuestro pas. Es una actitud incluso frente a la realidad la de abordar

    desde un cierto lugar, recuperando a autores que vivieron en nues-

    tro pas, que pensaron desde este lugar. Creo que es un ejercicio ne-

    cesario, me parece que Mauricio evidentemente hizo eso, el propio

    nombre de su libro ms conocido es Contribuciones al Estudio de

    la Sociedad Paraguaya. l no habla de su contribucin, el habla de

    contribuciones de otros autores y empieza a rescatar lo que se pens

    en los 60, 70, gente como Ramn Fogel, Toms Palau, entre muchos

    otros autores, incluso liberales. Es una coleccin, en realidad hay un

  • 117

    CHARLES QUEVEDO

    trabajo bibliogr fi co fantstico, de un curioso, como dijo el expositor,

    un investigador riguroso, que se apropia del conocimiento existente y

    nos deja en el libro ms de 100 pginas de bibliografa, es decir, ese

    libro tiene 100 pginas solamente de ttulos, de textos del Paraguay y

    sobre otros temas.

    Creo que es una enseanza prctica de cmo acercarse a la realidad y

    a partir de esas contribuciones que l va rescatando, evidentemente hace

    su contribucin que creo que es muy rica. A m una de las cuestiones que

    me ayud a ver es la falta de una clase dominante en Paraguay, la au-

    sencia de esa burguesa o clase dirigente que es sustituida por el aparato

    militar, Estatal, que hasta hoy no tenemos. Tenemos una cuasi burguesa

    ma fi osa, pero desde sus inicios hasta hoy, subordinada al capital interna-

    cional. Desde sus inicios hasta hoy tenemos una clase dominante entre

    comillas, no independiente sino subordinada, lo cual determina en gran

    manera nuestra situacin actual, en el modelo econmico, en el modelo

    poltico, en el modelo social. Creo que las obras de Mauricio son textos

    fundamentales para entender nuestra situacin actual. Creo que es un

    pecado, un suicidio, en nuestras universidades, el no ensear nada de lo

    que se pens y trabaj en nuestro pas. Alguito hay en algunas casas de

    estudios, pero necesitamos hacer un trabajo mucho ms fuerte, pensar

    desde nuestro pas y desde nuestra situacin y no pensar desde matrices

    tericas exclusivamente extranjeras que aportan.

    Daro Sarah: Pensaba en esto cuando escrib el prlogo: Borges

    dice que el prlogo es muchas veces muy cercano al discurso de sobre-

    mesa, donde uno tiene que hablar bien necesariamente. O al panegrico

    mortuorio, donde uno no puede hablar mal del difunto, no hay ms

    remedio que homenajearlo. En estos casos uno debe hacer un esfuerzo

    de fi ltro de esa actitud urbanamente correcta.

    Yo veo en l dos cosas. La primera, es un apresuramiento en escribir,

    muy rpido. Se nota que hay como una necesidad de decir cosas urgen-

    tes. Noto esa preocupacin en la redaccin de Mauricio, en el discurso.

    Me parece que l nota la necesidad de intervenir ya. Es un intelectual

    que concibe la vida de un intelectual como operar en la realidad. Su

  • 118

    MAURICIO SCHVARTZMAN Y LA TRADICIN MARXISTA EN PARAGUAY

    militancia es sta: escribir. l se integra en procesos sociales. No perma-

    nece como podramos permanecer nosotros, ms reposados en mbitos

    acadmicos. Con ms tiempo para escribir y dems cosas. En ese sentido

    noto una actitud en l. Un autor alemn deca que hay veces en que lo

    que te esconde la realidad, es el propio discurso que vos tens sobre la

    realidad. Y la experiencia de la verdad no es ms que el escurrimiento del

    discurso que vos tenas, es descubrir que la explicacin que vos le dabas

    a algo no sirve. Dice este autor que esos momentos no se dan cuando

    vos quers, tens que ponerte en ocasin. La experiencia de verdades,

    dice Heidegger, es estar atento porque hay momentos en que vos te das

    cuenta que la explicacin que tens para algo no sirve y ah le ves la

    cara a la realidad y decs, esto funciona as. A m me estimula mucho

    este autor en ese sentido. Porque es ese autor que tiende a hacer ese tipo

    de escurrimiento. No se mantiene en una ortodoxia. Por ejemplo, l si

    tiene que citar a un autor liberal y citarlo bien y decir este tipo es lo ms

    lcido que hubo hasta ahora, que es lo que hizo Marx, si Mauricio tiene

    que hacer eso, lo hace, no va a ir con el prejuicio que el liberal es un

    vocero de un proyecto de clase y por lo tanto lo nico que puedo esperar

    de un liberal es la justi fi cacin del orden. Mauricio no tiene ese vnculo,

    entonces l cita a Pastore, que es un autor liberal, uno de los clsicos del

    pensamiento paraguayo, que es liberal y de fi nitivamente liberal, no tiene

    otras aristas que no fueran las liberales. Y l no tena problema en citarlo,

    que es lo que haca Marx.

    Parece que tambin tena esa actitud, correrle al miedo al dogma.

    Siempre se mira la realidad desde un conjunto de normas que uno tiene,

    no es posible de otra manera, pero lo que me llama la atencin de este

    autor en su prosa es, como se pone por encima de los prejuicios dis-

    cursivos que incluso los intelectuales tienen a pesar de lo que pudieran

    creer, cmo era l capaz de correr el propio discurso. Por eso a m me

    parece que su lectura es muy estimulante, porque es lo que este autor

    alemn dira, cuando yo leo a Mauricio me pasa eso, que yo descubro

    este fenmeno que no hay una clase que pudiera haber hegemonizado

    el proceso de formacin de clases. Yo pensaba que si es una sociedad

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    CHARLES QUEVEDO

    capitalista naturalmente tiene que haber clases, tiene que haber una cla-

    se que hegemoniza y lo dems, en ese sentido esta capacidad de correr

    dogmas nos permite un encuentro diferente con la realidad. Por eso yo

    insisto que estos autores deben ser estudiados.

  • Se termin de imprimir en diciembre de 2014. Arandur Editorial

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