Seminario Archivos Electronicos

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  • ARCHIVOS Y CIUDADES DIGITALESIntegrando la gestin documental

    Bogot D.C., 23 al 25 de febrero del 2011

    Segundo Seminario Internacional

    Memorias

  • ARCHIVOS Y CIUDADESDIGITALESIntegrando la gestin documental

    Bogot D.C., 23 al 25 de febrero del 2011

    Segundo Seminario Internacional

    Memorias

  • CLARA EUGENIA LPEZ OBREGNAlcaldesa Mayor de Bogot D.C. (D)

    YURI CHILLN REYESSecretario GeneralAlcalda Mayor de Bogot D.C.

    FRANCISCO JAVIER OSUNA CURREADirector Archivo de Bogot

    GERMN YANCES PEACoordinador editorial

    CLAUDIA PATRICIA RODRGUEZ VILADiagramacin y armada electrnica

    CREAR MEDIOS LTDA.Diseo de cartula

    SUBDIRECCIN IMPRENTA DISTRITAL D.D.D.I.Impresin

    Hno. CARLOS G. GMEZ RESTREPORector Universidad de La Salle

    CARLOS ALBERTO ZAPATACompilador

    RUTH HELENA VALLEJO SIERRADirectora Programa de Sistemas de Informacin y Documentacin

    ISBN. 978-958-717-118-1

    Primera edicin300 ejemplares

    Alcalda Mayor de Bogot D.C.

    Universidad de La Salle.

    Impreso en Colombia2011

    Documento elaborado en el marco del Convenio de CooperacinN. 2215100-031-2011, suscrito entre la Secretara General de la Alcalda Mayor de Bogot D.C. y la Universidad de La Salle, siendo rector el Hermano Carlos Gabriel Gmez Restrepo y coordinadora la Doctora Ruth Helena Vallejo Sierra, Directora del Programa de

    Sistemas de Informacin y Documentacin.

  • 7Tabla de Contenido

    PRESENTACIN Carlos Alberto ZapataCoordinador Acadmico 11

    INSTALACIN

    Francisco Javier Osuna Currea Director Archivo de Bogot 17

    Hno. Carlos Gmez Restrepo Rector Universidad de La Salle 23

    ARTCULOS

    ARCHIVOS, CIUDADANA Y TERRITORIO: ELEMENTOS ESTRUCTURALES EN LAS CIUDADES DIGITALES 29Jaime Alberto Rendn AcevedoEduardo Mancipe FlechasJulio Alberto Parra Acosta

    TODO AL MISMO TIEMPO: GOBIERNO EN LNEA EN LA CIUDAD DE SURREY 55Lois Enns

    ACCESO ABIERTO A DATOS E INFORMACIN DEL GOBIERNO: INFORMACIN EN LNEA Y RE-UTILIZACIN DE INFORMACIN EN EL SECTOR PBLICO DE NUEVA ZELANDA 73John Roberts

    LA GESTIN ELECTRNICA EN EL DISTRITO CAPITAL: NUEVOS RETOS, NUEVOS DESAFOS 97Luis Fernando Sierra EscobarJos David Rodrguez Rojas

  • Memorias II Seminario Internacional

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    CIUDADES DIGITALES Y ARCHIVOS LA INFORMACIN EN LA ERA 2.0 113Dra. Laura Nahabetin Brunet

    EL ROL DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIN DENTRO DEL CONCEPTO DE GOBIERNO DIGITAL EN MXICO 151Mtra. Mara Alarcn Rendn

    LOS DOCUMENTOS DE ARCHIVO DIGITALES EN EL ENTORNO DE E-GOBIERNO 159Alicia Barnard Amozorrutia

    LA GESTIN DOCUMENTAL EN EL DESARROLLO DE LOS PROYECTOS DE ADMINISTRACIN ELECTRNICA DE BOGOT 181Carlos Alberto Zapata C.

    PONENTES 197

  • PRESENTACIN

  • 11

    Carlos Alberto ZapataCoordinador Acadmico

    La acelerada transformacin de nuestra sociedad gracias a las tecnologas de la informacin, es hoy por hoy, uno de los fenmenos de mayor impacto en la vida cotidiana de nuestras ciudades. La facilidad de acceso a informacin, la conectividad inalmbrica, la velocidad de transmisin de datos e informacin, los servicios en la nube (cloud computing), la Web 2.0, el gobierno abierto, la creciente capacidad de compresin y almacenamiento de informacin electrnica y la sobreproduccin de informacin, son algunos de los avances que pueden contribuir a mejorar las relaciones entre los ciudadanos y los gobiernos.

    En este desarrollo, la administracin electrnica y la aparicin de servicios ofrecidos por las prestaciones del gobierno electrnico han sido algunos de los impulsores de la masificacin de tecnologas de cara a los ciudadanos. El surgimiento de nuevos escenarios ha promovido una cultura digital en todos los mbitos del gobierno. Dentro de stos, los ciudadanos comienzan a ver cmo pueden aprovechar los beneficios de las TI en todo tipo de servicios; los trmites y servicios en lnea, la publicacin de informacin para la ciudadana, la participacin ciudadana a travs de la web, son algunos ejemplos de la transformacin de la vida en nuestras ciudades. El mundo digital es una realidad, ampliando cada vez ms las fronteras en cuanto a las posibilidades que ofrece en beneficio de los ciudadanos, el Estado, el gobierno y la sociedad.

    El escenario no puede ser menos prometedor, pero a la vez conlleva riesgos. A la par que se incrementa el uso de las tecnologas de la informacin, aumenta el volumen de datos e informacin valiosa que se gestiona a travs de los sistemas y redes de informacin, y con ello la necesidad de que todo este conocimiento se gobierne de manera tcnica.

  • Memorias II Seminario Internacional

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    Por otro lado, teniendo en cuenta que el municipio es la clula del cualquier Estado moderno y que los principios de la democracia deben ser ms visibles en la organizacin municipal, los servicios y prestaciones del gobierno electrnico y los avances de la TI se constituyen en una oportunidad para el desarrollo del municipio como base de la administracin pblica y de la organizacin estatal. La acuacin del concepto de ciudad digital hace parte de las nuevas concepciones emergentes producto de la tecnologizacin de las relaciones entre gobierno y ciudadana. Sin embargo, el desconocimiento de las relaciones mediadas por las tecnologas y sus efectos sobre el conocimiento registrado es uno de los mayores riesgos que enfrenta la sociedad actual.

    El aumento en los volmenes de informacin electrnica y la necesidad de acceder a sta, as como de preservarla para las generaciones futuras, ha puesto en el centro de esta problemtica a los archivistas como responsables de la gestin de la informacin corporativa, cuyos conocimientos deben ser puestos al servicio de la organizacin y proteccin de los documentos e informacin resultantes del desarrollo de las funciones de la administracin municipal. En la carrera por la adquisicin de los avances que las TIC nos ofrecen, se ha puesto como eje el aumento de la eficiencia y la productividad de las organizaciones, dejando en segundo lugar, y a veces menos, a la conservacin de la informacin. El mayor porcentaje de entidades y organizaciones privadas no piensa en el valor de la informacin para el futuro, solo para el presente.

    Como una forma de analizar esta compleja problemtica, la Universidad de La Salle, a travs del programa de Sistemas de Informacin y Documentacin, Bibliotecologa y Archivstica, organiza cada dos aos el Seminario Internacional de Archivos y Documentos Electrnicos, concebido como un foro de discusin acadmico en el cual profesionales de la archivstica, ingenieros de sistemas, responsables de la poltica pblica y profesionales de diferentes disciplinas, se renen en torno a temas de inters comn frente a los desarrollos de la TI, el gobierno electrnico y la gestin documental.

    Producto del segundo seminario realizado en Bogot en marzo del 2011, se han reunido en el presente libro las ponencias presentadas por expertos nacionales e internacionales bajo el tema Los archivos y las ciudades digitales. El libro recoge las experiencias de diferentes pases en torno a conceptos como ciudad digital, gobierno electrnico y preservacin digital, y sus implicaciones o efectos sobre la teora archivstica y la gestin de documentos y archivos. Estos documentos analizan las transformaciones que se han logrado en ciudades de diferentes

  • Archivos y Ciudades Digitales

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    naciones a partir de la integracin de estos conceptos y el trabajo interdisciplinar entre administradores, archivistas, ingenieros y responsables corporativos de TI.

    Aunque se trata de temas que requieren un anlisis ms profundo y una mayor discusin acadmica, los autores sealan, desde diversas perspectivas, los beneficios y riesgos que traen las tecnologas de la informacin en el desarrollo de nuestra sociedad, enfocndose todas stas en la necesidad de implementar programas de gestin documental -a partir de los principios de la archivstica- y a su vez de contar con equipos interdisciplinarios para obtener mejores resultados en el campo de la administracin pblica, las TIC y la gestin documental.

  • INSTALACIN

  • 17

    Francisco Javier Osuna Currea

    Director Archivo de Bogot Universidad de La Salle, 23 de febrero de 2011

    Los cambios acelerados en la tecnologa han tenido un impacto en la manera como nos relacionamos los humanos, que todava no se ha precisado. Nos movemos en un entorno cambiante en el que las relaciones humanas no han desaparecido ni se han visto disminuidas a causa de las tecnologas, sino que han adquirido una dimensin distinta, tornndose, en gran parte, electrnicas.

    As, el desafo que nos plantean las tecnologas de la comunicacin es inmenso y tiene una doble dimensin puesto que, sin contar con que son volmenes extensos de datos y documentos electrnicos los que colman nuestros servidores, son tambin inmensos los archivos en papel que todava hoy se producen en el Distrito Capital. Al primer reto respondemos con esta segunda versin del Seminario Internacional de Archivos y Documentos Electrnicos. Nuestro propsito es ampliar el campo de conocimiento, compartir las experiencias buenas y malas, divulgar las enseanzas de un proceso en el que nadie puede reclamarse como el mayor y nico experto.

    Las experiencias de ciudades y pases invitados sern objeto de exposicin, comentario, anlisis juicioso y crtico, de evaluacin y comparacin porque este es el nico camino que tenemos para asir, desde sus aristas principales, un desafo que se nos vino encima. Por eso estn ustedes aqu hoy, servidores del Distrito, igual que hace dos aos, en la primera versin de este evento, los hemos convocado porque es indispensable que nos pongamos al da en el tema. Las Tecnologas para la Informacin y la Comunicacin deben convertirse en una

  • Memorias II Seminario Internacional

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    herramienta cotidiana de trabajo al alcance de todos los servidores pblicos a cuya ventanilla, en forma de pantalla de computador, llegarn los requerimientos de la ciudadana. Y sabemos que su respuesta debe ser inmediata, o por lo menos, rpida. As que no hay tiempo que perder.

    Sin embargo, para todos es claro que la urgencia de las respuestas no puede sacrificar la calidad de la informacin que se suministra. Aqu se nos aparece el segundo de los retos que mencionaba: los archivos de papel. No tendremos un ambiente automatizado, ni un gobierno electrnico eficiente, si no contamos con una organizacin documental, electrnica y en papel, muy fuerte. No se trata de digitalizar ingentes cantidades de documentos de papel en el trmino de la distancia, es necesario aplicar los principios archivsticos en cualquiera de estos dos ambientes para que la calidad y oportunidad de la informacin a ofrecer se compadezca con las inversiones que desde hace algunos aos hemos venido haciendo y que sabemos son cuantiosas para el futuro inmediato de la estrategia digital.

    En consecuencia, no hemos esperado a que aparezca el reto para empezar a afrontarlo. A lo largo del presente cuatrienio hemos venido trabajando intensamamente, sosteniendo como tesis principal que el respaldo y factor de xito de cualquier estrategia de gobierno electrnico y de ciudad digital descansa en una gestin documental ptima, que respete los principios archivsticos, que en ltimas, redundarn en respeto para los derechos de los ciudadanos.

    La Secretara General, a travs de la Direccin Archivo de Bogot ha venido trabajando en la implantacin de una gestin documental enfocada a procesos cuyo dilogo con la gestin de calidad redunde en el mejoramiento y optimizacin de la gestin administrativa en toda la institucionalidad del Distrito Capital. De sto son testigos los 57 convenios interadministrativos suscritos en lo que va corrido de esta administracin, entre la Secretara General y cada una de las entidades distritales con el objeto de garantizar la mejora continua de sus archivos.

    En su faceta de asesorar a las entidades en la conformacin de los archivos de gestin y centrales, y buscando la fluidez documental que debe caracterizar un sistema de archivos, el Archivo de Bogot ha construido herramientas que facilitan la labor del archivista y a la vez buscan la estandarizacin en los tiempos de retencin documental en cada una de las fases de archivo. Para lograr este efecto en el cuatrienio se elaboraron 36 estndares de gestin documental, 16 de stos de orden transversal en la medida en que afectan positivamente

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    el desarrollo administrativo de procesos comunes a todas o una parte de las entidades distritales. Al tiempo se ha acompaado la labor, ms difcil an, de llevar a cabo su implementacin en 11 de los 12 sectores que componen la Administracin Distrital.

    De igual forma, se asesor al 54% de las entidades distritales en la aplicacin de diagnsticos integrales de gestin documental, ahorrando con ello considerables recursos y proporcionando informacin de calidad con el propsito de garantizar la correcta y eficiente inversin en los procesos de gestin documental. Por otra parte, conocedores de las condiciones fsicas de los sitios en que se gestionan los archivos de la ciudad, la Direccin Archivo de Bogot ha sostenido, en lo que va corrido de este Plan de Gobierno, un programa de monitoreo de condiciones ambientales que ya supera la cifra de 51, con lo cual se busca establecer las condiciones preventivas necesarias para la conservacin de la memoria documental de la ciudad.

    Somos conscientes de que la gestin documental es un rea estratgica de las organizaciones que conforman la administracin del Distrito Capital y, en ese sentido, con base en el Decreto 514 del 2006, hemos venido impulsando la implementacin de unas reglas bsicas que garantizarn la sostenibilidad de las inversiones que las entidades han venido haciendo en sus archivos. stas son a saber: fondos acumulados eliminados y trasferidos, procesos levantados e implementados, TRD aprobadas y en aplicacin, una estructura orgnica tcnica, un equipo humano idneo que sepa sobre la administracin de recursos, y un componente tecnolgico aplicado y con proyecciones de desarrollo.

    Para cerrar el tema de la gestin documental en nuestras entidades, podra decirse que un indicador que muestra el resultado de toda esta actividad es el relacionado con el cumplimiento de la Circular 002 del 2010, en virtud de la cual se estableci un plazo para que las todas las entidades pblicas presentaran sus Tablas de Retencin Documental. A la fecha, 46 entidades pertenecientes a los doce sectores en que est conformada la Administracin Distrital presentaron sus TRD actualizadas. Con las dems se ha venido desarrollando un proceso de acompaamiento a efectos de que muy pronto cuenten con un instrumento adecuado a sus necesidades.

    Hoy, con la reactivacin del Consejo Distrital de Archivos se abre un camino expreso hacia la normalizacin de los procesos de gestin documental. Esta instancia determinada por la ley como un rgano de asesora del Archivo de Bogot para

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    la Gestin Documental, contar con todo el apoyo de la Administracin en el desempeo de su principal funcin: la aprobacin de la TRD de las entidades distritales.

    En su calidad de archivo histrico de la ciudad, la Direccin Archivo de Bogot de la Secretara General de la Alcalda Mayor de Bogot D.C. rene documentos con valores secundarios considerados histricos por su importancia para la memoria de la ciudad, la ciencia, la cultura y la investigacin. stos son producidos y transferidos por las entidades distritales del sector central, descentralizado y local, as como las empresas de servicios pblicos domiciliarios, pblicas o mixtas, y los entes privados que cumplen funciones pblicas. De stas, el 56% tienen, en la actualidad, diagnsticos para sus fondos documentales.

    Con satisfaccin, hoy podemos informar que una de las acciones ms importantes en pro de la memoria documental de la ciudad fue el proceso de identificar la documentacin que ha perdido todos sus valores primarios, con fechas que van desde el siglo XIX hasta el 31 de diciembre de 1965. Con el desarrollo de este proyecto se registraron 31 transferencias documentales que aportaron a la memoria de la ciudad importante documentacin que estaba, en razn de su antigedad, en peligro de perderse. De esta manera, no solo se descongestionaron los espacios y se facilit la gestin de los archivos sino que se cumpli con el propsito de consolidar el patrimonio documental de la ciudad.

    Adicionalmente, se identificaron archivos particulares con un altsimo valor patrimonial, cuya donacin deja a la memoria de la ciudad una huella importante sobre su urbanizacin en el siglo XX. Los arquitectos Germn Samper y Dicken Castro fueron los donantes de los documentos mencionados. Por otra parte, para la memoria social de Bogot, la alianza con el Cinep report la aplicacin de estrategias de conservacin en relacin con uno de los archivos de peridicos ms significativos para la ciudad.

    Hemos sido persistentes en el propsito de convertir al Archivo de Bogot en algo ms que un repositorio de documentos. Y con orgullo podemos decir que lo hemos logrado. Hoy la Direccin Archivo de Bogot es una instancia generadora de conocimiento sobre la ciudad gracias a la red de alianzas construida con los principales centros del conocimiento: la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad de Los Andes, la Universidad Distrital Francisco Jos de Caldas, la Universidad del Rosario, la Universidad Externado de Colombia, la Universidad Pedaggica Nacional y por supuesto la Universidad de La Salle. De igual forma, se

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    establecieron alianzas con varios de los ms importantes centros de investigacin: IEPRI-Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales, la Asociacin Colombiana para el Avance de la Ciencia- ACAC, el Centro Internacional de Fsica CIF, el Instituto Pensar, con todos ellos se han desarrollado investigaciones en los ms diversos temas pertinentes a Bogot y su memoria.

    Investigaciones biolgicas sobre aplicacin de enzimas para la intervencin de documentos histricos; estudios en fsica e ingeniera con el objeto de probar la resistencia de materiales para mobiliario rodante de documentos cartogrficos; investigacin en polticas pblicas sobre asuntos relativos a la seguridad, educacin, movilidad, competitividad; investigaciones sociales en Derechos Humanos; investigaciones histricas sobre la conformacin del Estado en el siglo XIX y para identificacin de archivos coloniales; investigaciones en ciencia y tecnologa para la ampliacin de la plataforma tecnolgica del Archivo Histrico de la ciudad con el objeto de que sus fondos documentales puedan ser consultados en tiempo real, entre muchas otras.

    Queda por sealar que la automatizacin del Archivo es el primero de varios pasos hacia la construccin de una poltica pblica sobre archivos digitales, la cual tendr como base los resultados obtenidos por el diagnstico que se adelanta sobre la gestin electrnica en las Entidades del Distrito Capital; con sto aspiramos establecer un rol definitivo para el Archivo en la organizacin documental de una Bogot digital, que en el futuro debe migrar hacia la constitucin de una unidad autnoma capaz de ejercer un espectro de accin mucho mayor.

    En estos tres aos, pensando en la ciudad global del presente y del futuro, hemos fortalecido de manera decisiva al Archivo de Bogot, tanto en su funcin archivstica, como en sus dimensiones de investigacin acadmica y divulgacin cultural.

    Como Archivo General de Ciudad enfrentamos ahora el siguiente paso, el desafo de la era digital y de las tecnologas de la informacin, que permiten hoy que un joven simultneamente se conecte a internet y participe en varias redes sociales simultneas, enve mensajes y presentaciones, descargue msica y audiovisuales, est al tanto de las ltimas noticias y escriba mensajes por el Chat. Para esa nueva ciudadana esperamos estar preparados.

  • 23

    Hno. Carlos Gmez RestrepoRector Universidad de la Salle

    Apreciados amigos y amigas:

    De las aspiraciones fundamentales de toda casa de estudios que bien quiera llevar el nombre de universidad, sobresale la que con justicia representa su quehacer ms propio: la construccin de un universo de saberes, y ms que eso, un universo de posibilidades para aquellas generaciones que decididamente se lanzan a la trasformacin de una sociedad. Hace tan solo unos aos, estas palabras seran la delicia de la imaginacin acadmica que, exaltada por esa intangible propiedad de lo universal, producira meditaciones profundas y trascendentales sobre la construccin del conocimiento. Hoy sin embargo, esa tarea que luca tan larga y tan ancha, pareciese que estuviera al alcance de los medios ms reducidos y porttiles tan de moda en nuestro vivir.

    El manejo de los nuevos medios ha resignificado las formas de construccin y difusin del conocimiento. La aspiracin a lo universal, en trminos menos trascendentales y ms globalizantes, parece hoy en da una realidad progresiva, igualmente inacabable pero con rasgos mucho ms tangibles. Con el ejemplo del concepto de archivo que en nuestro pas no superaba hace algunos aos el imaginario del papel, se nos hace presente esta idea. Hoy en da tal trmino ha ascendido intrpidamente por toda la sociedad hasta el punto de instalarse en realidades e imaginarios ms complejos. Los archivos de hoy -se dice- son viajeros, han adquirido ese don de la ubicuidad en una realidad elusiva y fctica a la vez. En ellos vemos el ejemplo del tremendo reto que ha sacudido a la sociedad de la informacin, donde flujos interminables de mensajes y conexiones obligan a

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    la distincin paciente y cuidadosa de aquellas cosas que queremos legitimar. Vemos tambin los nuevos caminos que han trazado, las diferentes formas en que la informacin se derrama en el cuerpo de la sociedad llegando incluso a convulsionar instituciones enteras y propiciar como vimos en Egipto recientemente- movilizaciones de masas y conciencias.

    Al inaugurar hoy el II Seminario Internacional de Archivos y Documentos Electrnicos, y especialmente bajo el tema que lo convoca: ciudades digitales, entramos en el seno de la discusin a propsito de la trasformacin de nuestras realidades. Pensar en las ciudades digitales no se trata simplemente de evocar imgenes exaltadas e intangibles. Han transcurrido varios aos desde que se formularon los principios que habran de servir de base para lo que hoy se denomina gobierno electrnico. Desde entonces hemos visto avanzar en nuestra sociedad de forma acelerada servicios, trmites, transacciones, quejas y reclamos que antes solo se hacan posibles con la presencia y hemos de admitirlo- con la insistencia, de los beneficiados o los afectados. Este maravilloso artificio de la tecnologa ha llevado al ciudadano del comn a las presentaciones inmediatas de la era virtual, y le ha acercado tambin una realidad que salta del papel y se ubica por doquier anuncindole sus deberes y sus derechos. La inclusin se ha trasformado en una caracterstica importante de los nuevos paradigmas de la sociedad de la informacin. La ciudad digital es una ciudad abierta.

    Esta enorme cantidad de posibilidades que nos ofrecen las tecnologas hoy en da estn siendo aprovechadas por las entidades gubernamentales, en su sentido ms amplio, para acercarse a los ciudadanos. Servicios que antes suponan largas filas y trmites que aumentaban la pequea corrupcin, han sido reemplazados por diversas operaciones mediante las cuales se mejoran no solo las prestaciones mismas de dichos servicios, sino la calidad de vida de los ciudadanos.

    La ciudad digital define as nuevos roles para la vida en la ciudad y significados del ciudadano mismo. Las perspectivas incluyentes que acabamos de sealar paulatinamente se han convertido en condiciones ineludibles de participacin poltica, de vinculacin e interaccin social, de formacin integral y desarrollo humano, alcanzando niveles generacionales que se crean al margen ya de estos nuevos procesos. Es cierto que existe la llamada generacin nativa de la era digital, jvenes de los cuales slo acertamos decir que tienen el chip desde su nacimiento y cuya batalla ms prxima ya se gesta en las fronteras de la competitividad; pero la influencia y la propagacin de los medios digitales en el

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    orden de lo imprescindible han alcanzado tales proporciones, que incluso a travs de polticas pblicas se ha intentado incluir no sin inconvenientes- los rdenes ms marginales en estas dinmicas.

    Bogot, por ser la sede del Gobierno Nacional y a su vez la capital de nuestra Repblica, es lder en el desarrollo del programa Gobierno en Lnea; en una ciudad cada vez ms poblada y que adolece de problemas propios de las grandes metrpolis, la puesta en marcha del gobierno electrnico se constituye en una de las estrategias ms privilegiadas para mejorar la calidad de vida de los bogotanos. A pesar de lo anterior, el desarrollo del gobierno electrnico ha tenido mayor nfasis en la tecnologa, dejando rezagado el aspecto esencial de cualquier gobierno como es la adecuada gestin de su informacin. Mientras las polticas en materia de archivos y gestin documental van por un lado, las polticas en materia de gobierno electrnico parecen estancarse.

    A pesar de sto, a nivel de la Administracin Distrital el trabajo adelantado por el Archivo de Bogot en el alineamiento de las polticas pblicas en ambas materias ha logrado importantes avances en cuanto a la incorporacin de la gestin documental en las polticas del gobierno electrnico de la ciudad. Un indicador de este esfuerzo es que este ao, y por segunda vez, el Archivo de Bogot se ha unido a la realizacin de este evento, con el fin de alertar a la Administracin Distrital y a los responsables de la gestin documental y del Gobierno en Lnea del Distrito sobre la necesidad de alinear estos dos programas mejorando los resultados de uno y otro.

    Las conferencias que inician el da de hoy girarn en torno a las mejores prcticas internacionales en cuanto al gobierno electrnico y la gestin documental; la presentacin de casos de xito de pases que lideran el gobierno electrnico y de otros que han logrado unir ambos campos satisfactoriamente, as como docentes de nuestra alma mater quienes presentarn los resultados de sus investigaciones alrededor de estas temticas. Nos acompaan expertos internacionales de pases como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canad, Mxico, Costa Rica, Colombia, Uruguay y Espaa, gracias a sus conocimientos estamos seguros podremos aportar al desarrollo de los conceptos, comprender mejor los nuevos papeles y hacernos ms conscientes de las nacientes responsabilidades.

    Oscar Wilde deca: Nada es tan peligroso como ser demasiado moderno. Queda uno expuesto a pasar de moda de repente. La Universidad de La Salle toma una tradicin en materia de archivstica y la pone al servicio de la sociedad

  • Memorias II Seminario Internacional

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    colombiana, con la seguridad de que estos temas no nos harn ms modernos, sino ms conscientes de la labor que debemos asumir.

    La Universidad les brinda una calurosa bienvenida y desea el mayor de los xitos en los trabajos y las conclusiones de este provechoso encuentro.

  • ARTCULOS

    MTRA. MARA ALARCN

    LAURA NAHABETIN BRUNET

    JOHN ROBERTS

    ENNS LOIS

    ALICIA BARNARD

    CARLOS ZAPATA

    JULIO PARRA

    JAIME RENDN

    EDUARDO MANCIPE

    LUIS FERNANDO SIERRA

    JOS DAVID RODRGUEZ

  • 29

    ARCHIVOS, CIUDADANA Y TERRITORIO: ELEMENTOS ESTRUCTURALES EN

    LAS CIUDADES DIGITALES1

    Jaime Alberto Rendn Acevedo2

    Eduardo Mancipe Flechas3 Julio Alberto Parra Acosta4

    u Introduccin

    Una reflexin preliminar sobre la posible relacin que existe entre los archivos, la ciudadana y el territorio permite identificar cmo estos fenmenos han sido impactados por las TIC, hasta el punto de configurar lo que hoy podra denominarse ciudades digitales. El presente texto, aborda la archivstica desde un nuevo paradigma que podra llamarse post-custodial, a travs del cual se

    1 Esta ponencia tiene su origen en dos investigaciones que los autores adelantan en el Centro Transdisdicplinario para la Alternatividad al Desarrollo (CTAD) de la Vicerrectora de Investigacin y Transferencia de la Universidad de La Salle: la primera es Ciudad regin: construccin regional y alternatividad al desarrollo para Bogot y los municipios de influencia y en la segunda se trabaja el tema de La participacin democrtica y sus vnculos con la democratizacin del conocimiento, el ejercicio de la ciudadana y una mejor calidad de vida.

    2 Director del CTAD. Universidad de La Salle Bogot Colombia. Economista. Doctor Universidad Complutense de Madrid. Integrante del Grupo Interdisciplinario de Investigacin en Desarrollo, Estructuras Econmicas, Polticas Pblicas y Gestin, y del Grupo de Investigacin sobre Globalizacin y Desarrollo Econmico Mundial, Universidad Complutense de Madrid. Actualmente, y como referente a este tema, el autor dirige una investigacin sobre Ciudad regin: construccin regional y alternatividad al desarrollo para Bogot y los municipios de influencia. Correo electrnico: [email protected]

    3 Profesor del Programa de Sistemas de Informacin, Bibliotecologa y Archivstica, adscrita a la Facultad de Ciencias Econmicas y Sociales de la Universidad de La Salle. Filsofo de la Universidad Sergio Arboleda. Magster en Docencia e Investigacin Universitaria de la misma universidad, Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas de la Pontificia Universidad Javeriana. Correo electrnico: [email protected]

    4 Profesor del Programa de Sistemas de Informacin, Bibliotecologa y Archivstica, adscrita a la Facultad de Ciencias Econmicas y Sociales de la Universidad de La Salle, Biblioteclogo y Archivista. Magster en Docencia de la Universidad de La Salle. Correo electrnico: [email protected]

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    comprende como una disciplina cientfica emergente, que debe redefinir su objeto de estudio de acuerdo con el contexto y las exigencias de la sociedad de la informacin, del conocimiento y de los saberes.

    Este documento se divide en tres partes: la primera, establece los conceptos fundamentales: qu se entiende por transformacin tecnolgica y cul ha sido su incidencia?, cules son las caractersticas de las denominadas nuevas ciudadanas? y qu se entiende por comunidades emergentes en ciudades de flujos? La segunda, propone un anlisis de la incidencia de esa reinterpretacin de la ciudad en la comprensin de lo local y lo global, y en la construccin del territorio. Y la tercera parte, ubica a la archivstica en el contexto de estas problemticas y expone de modo conclusivo algunos retos para los archivos.

    u 1. Un paseo por los conceptos

    El impacto de un fenmeno como las Tecnologas de la Informacin y las Comunicaciones (TIC) ha llevado a la emergencia de lo que Javier Echeverra ha denominado tercer entorno, que refleja un cambio en el modo de ver la realidad desde mltiples perspectivas. Como lo afirma Roco Rueda, una reflexin sobre la tecnologa exige referirnos siempre a lo que somos, esto significa entre otras cosas, que cualquier pensamiento sobre la tecnologa es deudor de otro pensamiento sobre nosotros mismos (2009).

    Cuestionamientos como: Qu implicaciones tiene el hecho de relacionarnos local y globalmente a travs de artefactos?, Cmo se transforman nuestras experiencias, nuestros modos de construir memoria e identidad?, Qu cambios han devenido en la significacin del espacio, el tiempo y la territorialidad?; indican fenmenos que han de ser comprendidos a la luz de diversas dimensiones, entre las que sobresalen la cultural, la poltica y la social, que a su vez son atravesadas por lo que se ha denominado sociedad de la informacin o tercer entorno. Una, entre muchas formas con que se pueden abordar estas problemticas, es intentar hacer una reflexin interdisciplinar que posibilite el dilogo con lo que la archivstica podra aportar en la comprensin de dichas dimensiones.

    1.1. Transformacin tecnolgica y fenmenos sociales emergentes

    En primera instancia es necesario enunciar -siguiendo a Roco Rueda (2009)- algunos de los fenmenos que han emergido por la implementacin de las TIC:

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    La vacuidad poltica institucional y emergencia no-institucional de lo poltico y de formas menores de poltica, o de sub-poltica. El surgimiento de una ciudadana digital demanda una serie de aspectos que es preciso satisfacer para garantizar su constitucin en trminos polticos. Para comenzar, es importante que las administraciones pblicas y las empresas favorezcan la evolucin de los servicios y herramientas proporcionados por internet en mbitos polticos, sociales, administrativos y legales. En segundo lugar, para que tambin en el mbito digital se garanticen los principios de isonomia (igualdad de los ciudadanos ante la ley) e isegoria (participacin en los asuntos pblicos como requisito fundamental para la ciudadana), es necesario normalizar y legalizar internet como medio vlido para la interaccin social y poltica. Este proceso se completara, finalmente, en el momento en que la ciudadana se apropie de internet como mbito para la accin social y poltica, y lo utilice conscientemente para sto.

    La necesidad de una nueva forma de comunicacin relacionada con la cultura y la tecnologa de la red, derivando transformaciones tecnocognitivas. Robles conceptualiza al ciudadano digital, como aquel individuo, ciudadano o no de otra comunidad o Estado, que ejerce la totalidad o parte de sus derechos polticos o sociales a travs de internet, de forma independiente o por medio de su pertenencia a una comunidad virtual (2009, 55). Para poder acceder a este estatus es preciso satisfacer tres condiciones:

    * La primera, es el acceso a internet. Algunos estudios empricos revelan que a mayor nivel de estudios y a menor edad, corresponde una mayor difusin del uso de internet. Aunque resulta tambin paradjico que sea el nivel de estudios la variable ms explicativa y que ms tiene que ver con la brecha digital.

    * Otro requisito fundamental del ciudadano digital es la posesin de habilidades de manejo de la tecnologa de nivel medio alto.

    * Por ltimo, resulta indispensable que el usuario reconozca la utilidad de los servicios ofrecidos por internet. Segn otros trabajos de Robles (2005), tambin la percepcin de utilidad est vinculada a un alto nivel educativo.

    La expansin del concepto de ciudadana, que evidencia la tensin entre el ejercicio de derechos y deberes en un territorio y los procesos de globalizacin, en donde el territorio ya no es el espacio de concentracin de los poderes. En estos tiempos, el concepto de ciudadano digital empieza a cobrar mayor importancia y

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    consideracin entre politlogos y socilogos. Una de las versiones ms modernas, fundamental en la nueva concepcin de comunidad y derivada del republicanismo, es aqulla que supera la necesidad de apoyarse en un Estado concreto, en donde lo importante es que sus componentes compartan un conjunto de preocupaciones, deberes y objetivos construidos sobre la base de principios morales mnimos (Robles, 2009, 33).

    Laemergenciapordesarrollarunconjuntodesolucionestecnolgicasaplicadasa una comunidad o regin geogrficamente definida con la intervencin de diversos sectores en torno a una estrategia de cooperacin. Robles distingue al menos dos tipologas de comunidades virtuales. Una, que toma vida a partir de una comunidad real y fsica y que se apoya en internet para poder contar con un ulterior canal de interaccin. En la segunda tipologa, caben las comunidades definidas como dispersas, cuyo lazo de unin se establece exclusivamente por determinados aspectos o intereses en comn reforzados a travs de internet. Este ltimo tipo es el ms frgil, mientras que el primero, que refuerza relaciones ya existentes en el mundo real, es ms estable y resistente. Lo mismo ocurre con las comunidades virtuales polticas: si bien no se generan gracias a internet, ste les permite ampliar y potenciar las ya existentes.

    As mismo, la revolucin digital como fenmeno dinamizador de un nuevo paradigma informacional cientfico y post-custodial:

    Valora la informacin en cuanto fenmeno humano y social, siendo la materializacin en cualquier soporte un epifenmeno.

    Prioriza el acceso de la ciudadana a la informacin en condiciones bien definidas y transparentes, pues solo el acceso pblico justifica y legitima la custodia y la preservacin.

    Propende por indagar, comprender y explicitar (conocer) la informacin social a travs de modelos tericos-cientficos cada vez ms exigentes y eficaces, en contraposicin a la aplicacin acrtica de modos/reglas de creacin, clasificacin, ordenacin y recuperacin de informacin.

    Revisa crticamente el marco terico-funcional de la actividad disciplinar y profesional por una postura diferente, sintonizada con el universo dinmico de las ciencias sociales y empeada en la comprensin de lo social y lo cultural.

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    1.2. Nuevas ciudadanas?

    Si la democracia consiste en la libertad de participar en la vida pblica y de manifestar libremente las propias opiniones dentro de la legalidad, la ciudadana debe identificarse entonces con el libre protagonismo cvico en la configuracin de la sociedad. Dicho protagonismo se cristaliza, de manera especial, a travs de proyectos de relevancia pblica, no tanto de tipo poltico, sino estrctamente orientados a la creacin de sentido y de autorrealizacin de la propia identidad.

    Segn el autor, los usos polticos de internet tienen que ver principalmente con cuatro categoras de acciones. La primera incluye la defensa de derechos polticos o sociales en relacin con la administracin pblica o las empresas. En segundo lugar hay una realizacin online de los trmites burocrticos o administrativos. Otra categora tiene que ver con la as llamada democracia digital, es decir, con las actividades que las administraciones pblicas organizan y proporcionan al ciudadano. La ltima categora incluye las actividades ciudadanas, tanto las que surgen en la red como las que se apoyan en ella y que tienen como fin la defensa de derechos o la denuncia.

    De ningn modo la ciudadana puede desarrollarse en torno al eje Estado/mercado. Ha de fundarse en autonomas comunitarias que partan de las iniciativas sociales y enlacen sus actividades con las esferas poltica y econmica, sin cuyo concurso las iniciativas sociales estn condenadas a la ineficacia y a quedar socavadas por intereses fragmentarios.

    En la medida en que la sociedad civil se superpone a las estructuras de informacin y comunicacin, la exclusin de stas se convierte en una exclusin de ciudadana, en una exclusin poltica y cultural. No se trata ya de una ciudadana social sino predominantemente cultural, donde el problema no es slo el acceso a estas estructuras, sino el lugar que los conocimientos y saberes ocupan, y las acciones que realizan dentro sta receptores, consumidores, productores o creadores; el lugar que los conocimientos, otros, ocupan en la misma.

    Por tanto, lo que la ciudadana posmoderna en el mejor sentido- ha captado con notable agudeza es que el parmetro clave para la comprensin actual de la ciudadana es la cultura. Slo desde esta dimensin bsica la cultural- se puede entender lo que implica la nueva ciudadana y cules son los caminos para que su discurso se desprenda de una retrica agobiante, y llegue a ser factor de integracin y responsabilidad cvica en la presente complejidad social.

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    De all, Robles muestra que a pesar del aumento en el acceso a las tecnologas de informacin y comunicacin, y al considerable desarrollo de los servicios ofrecidos por internet, especialmente en mbitos sociales claves (laboral, formativo, poltico e incluso de ocio), cabe un riesgo considerable de que este proceso cree desigualdades entre sectores distintos de la poblacin. Sobre todo, el hecho de que por problemas en el nivel de educacin y formacin contine existiendo en las sociedades una diferencia considerable entre distintos segmentos de la poblacin en cuanto al acceso a las TIC, es fuente de desigualdades en la medida en que los servicios mencionados empiecen a ser proporcionados exclusivamente por internet.

    Cabra entonces el riesgo real de que las TIC slo estuvieran a disposicin de una parte de la poblacin, cosa an ms grave si se piensa, tal y como seala Robles, que las administraciones pblicas y las empresas han comenzado un proceso de ajuste de dichos servicios a las necesidades de los usuarios ms frecuentes, es decir, de los que ya tienen una elevada frecuencia de acceso.

    A nivel poltico, esto implica que el ciudadano digital se posicionara, en abierto contraste al principio de isegora (participacin en los asuntos pblicos como requisito fundamental para la ciudadana), a un nivel privilegiado con respecto a los dems ciudadanos, con el consecuente riesgo de crear desigualdades a nivel de participacin poltica. De aqu surge la necesidad de vigilar constantemente la sociedad del conocimiento y de la informacin, su desarrollo y su relacin con el ejercicio de la ciudadana. Es indispensable controlar en todo momento la manera en que evolucionan las desigualdades que la sociedad actual presenta en trminos de acceso a los recursos y a las herramientas que internet ofrece. A la vez es importante observar qu tan involucradas estn las instituciones en el intento de superacin de estas diferencias. Todo esto es preciso para evitar que se genere un conjunto de ciudadanos con ms posibilidades y contundencia que otros en su participacin poltica, adems de poder encontrar y ofrecer soluciones posibles a estas problemticas.

    1.3. Comunidades emergentes en ciudades de flujos

    La ciudadana digital es el punto de partida para la humanizacin de las tecnologas. Es necesario reconocer que en los procesos de intercambio de informacin y comunicacin con el otro se funda una comunidad. Esa gran comunidad de ciudadanos ayudar a configurar un territorio digital.

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    Finquelievich y Prince conciben la ciudad digital como la aplicacin intensiva, extensiva y estratgica de las nuevas tecnologas de la informacin, las telecomunicaciones e Internet (TIC) a todas las actividades pblicas y privadas de una ciudad. A poner en red a la administracin pblica y sus servicios al ciudadano, a poner en la red al gobierno municipal con sus niveles superiores (provincias y Gobierno Nacional), a la sociedad civil y la ciudadana, y a las instituciones acadmicas y educativas de todo nivel y a las empresas de todo tamao. (2008, p. 11)

    Un estudio llevado a cabo por Infotec Conacyt realiza la siguiente caracterizacin de las comunidades emergentes relacionadas con la denominada ciudad digital:

    Grfico No. 1.

    Fuente: Elaboracin propia

    a) Comunidad inteligente: es una sociedad de instituciones y organizaciones de una comunidad constituida con el propsito de obtener beneficios econmicos, sociales y culturales de las redes electrnicas. Se caracteriza por una estrategia amplia de e-aprendizaje e incluye gobierno, negocios locales,

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    y sociedad civil. Dado el enfoque e-learning, la sociedad tiene nfasis en instituciones educativas y tecnolgicas.

    b) Comunidad virtual: comunidad de individuos o entidades con intereses comunes, ligadas por medio de web sin una referencia geogrfica comn. Pueden formar parte de una ciudad digital. Ejemplo: la comunidad virtual de Valencia.

    c) Comunidad en lnea: conjunto de personas con un propsito compartido que por medio de sistemas computacionales y tecnolgicos lleva a cabo un intercambio de informacin y servicios en un esquema de reglas y polticas de interaccin.

    d) Comunidad ciberntica: un espacio de flujos de informacin y comunicacin en los cuales la gente forma su propia comunidad o realidad navegando durante varias horas por la red. Un conjunto de cybercomunidades (homogneas) forman una cyber society (heterognea). Ejemplo: grupo de personas ligadas por los flujos de informacin en torno a sitios web determinados.

    Yus Ramos, afirma que (estudiar) la evolucin que han experimentado las comunidades fsicas hacia su progresiva virtualizacin, y las comunidades virtuales hacia su progresiva materializacin, () muestra la tendencia clara hacia una hibridacin de cualidades fsicas y virtuales (2007, p. 57). En este sentido, la comunidad no necesita en realidad de un espacio fsico para ser o estar, ya que estamos asistiendo a una modificacin de las premisas territoriales que tradicionalmente han acompaado la idea de comunidad y hemos entrado en lo que se concibe como una etapa irreversible de creciente virtualizacin y desubicacin fsica de la sociedad actual (Yus, 2007, p. 61). Podramos pensar, por ejemplo, que nuestros pueblos y ciudades son, de hecho, una realidad virtual o modificada ya que la organizacin de esos entornos fsicos en calles ordenadas, jardines geomtricos, casas, etc., no reflejan en absoluto el orden natural ni la manera en que se muestra la naturaleza en su estado puro.

    1.4. La archivstica como disciplina emergente

    Aplicar el pensamiento sistmico y complejo en fenmenos de estudio como la informacin, la necesidad de esta por parte de los usuarios, los documentos, las instituciones informativas y el conocimiento, demanda no tirar por la borda los conocimientos alcanzados por el paradigma clsico moderno; por el contrario, deben retomarse a travs de nuevas perspectivas.

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    El pensamiento sistmico asume dos puntos de vista en sus comprensiones y descripciones, sin perder de vista que, simultneamente, es un mtodo de aprehensin y comprensin, as como de indagacin y explicacin: a) la clsica, en la que se conoce el todo con el anlisis o separacin de las partes, pero no se observa el todo como interrelacin de, entre las partes, como emergencia (Rozo, 2003: 52); b) el sistmico y complejo, cuyo fin radica en la compresin de sistemas abiertos y dinmicos, en donde los elementos que los configuran reflejan interrelaciones, interacciones y conexiones, del sistema como un todo con el entorno y los sistemas en el entorno. (Rozo, 2003: 52)

    Lo anterior, aplicado a la archivstica, puede observarse de manera ms explcita en el grfico No. 2, donde se le reconoce como un Sistema de Informacin y Documentacin (SID) conformado por la interaccin de cinco elementos esenciales: a) la informacin, b) el documento, c) el usuario, d) la Institucin informativa documental, e) y el archivista.

    Grfico No. 2. Emergencia de la archivstica como disciplina cientfica

    Fuente: Elaboracin propia

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    Concibe la informacin como resultado de la configuracin del pensamiento, las ideas, conceptos, significados y sentidos; considera al documento como la objetivacin de la informacin bibliogrfica en algn medio fsico o simblico; comprende al usuario como ser humano que tiene una necesidad de informacin que puede satisfacerse; y finalmente, percibe a la institucin informativa documental como un ente social que proporciona las condiciones para satisfacer las necesidades de informacin de los usuarios.

    Rozo (2003: 54), afirma que: Un sistema est compuesto por una determinada cantidad de elementos heterogneos, cuyas interrelaciones y conexiones configuran la emergencia de una unidad global. Adems, establece una serie de parmetros que caracterizan los sistemas y que discutiremos brevemente estableciendo su aplicacin a la ciencia de la informacin.

    a) Cada uno de los elementos constitutivos del sistema posee un carcter subsistente, que implica la posesin de propiedades inherentes que permitan establecer similitudes y diferencias con otros elementos del sistema y con la unidad sistmica global. Para el caso que estamos analizando, los elementos que confluyen en el SID -como ya lo hemos puntualizado-, son la informacin, el documento, los usuarios -vistos desde sus necesidades de informacin-, las instituciones informativas documentales el Archivo como institucin- y los profesionales de la archivstica; cada uno de stos tiene interrelaciones con todos los dems, basta con analizar cmo confluyen por ejemplo en un fenmeno como la democratizacin del conocimiento, donde la informacin se percibe como el resultado de toda actividad humana, que constituye la cultura, y que existe en forma independiente de nuestro reconocimiento personal. Tal informacin requiere ser plasmada en algn tipo de documento, cuyo acometimiento ha de ser sustentable no slo para la generacin que inmediatamente se beneficia por ser contempornea al documento, sino para todas las generaciones futuras, que han de analizar dicha informacin y las caractersticas que le son propias.

    Pero dicho anlisis corresponde a las instituciones informativas documentales, encargadas de interrelacionar los procesos que permiten conservar los documentos, para que stos cumplan con la finalidad que tienen: el poder ser consultados; pero as mismo, es tarea primordial de tales entidades identificar las necesidades reales de informacin de los usuarios y priorizar los mecanismos que puedan hacerlas posibles.

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    b) El sistema como unidad global no resulta de la suma de las caractersticas singulares de los elementos, sino de sus interrelaciones y conexiones, conocidas como intra-sistmicas. Esto se observa al evidenciar que para que el SID cumpla con su objeto propio, requiere identificar no solamente las caractersticas de la informacin contenida en los documentos, sino adems la pertinencia y relevancia de la misma, vista desde las necesidades de los usuarios y desde la proyeccin del desarrollo humano de una comunidad o sociedad especfica; pero tal anlisis debe ser realizado por especialistas que hagan parte de la institucin informativa documental. Por tanto, es la interrelacin de los cuatro componentes lo que configura el SID, imprimindole dinamismo. De all que Capra afirme que: Lo que denominamos parte, es meramente un patrn dentro de una inseparable red de relaciones (...) En la visin sistmica vemos que los objetivos en s mismos son redes de relaciones inmersas en redes mayores (1996: 57).

    c) Las propiedades de las partes no son propiedades intrnsecas, sino que slo pueden ser comprendidas en el contexto de un conjunto mayor (...) solo se puede comprender desde la organizacin del conjunto, por lo tanto, el pensamiento sistmico no se concentra en los componentes bsicos, sino en los principios esenciales de la organizacin. El pensamiento sistmico es contextual, en contrapartida al analtico (Capra, 1996: 48). Es el SID como sistema social el que brinda orientaciones esenciales a los elementos que lo componen, que hacen posible identificar y optimizar las interrelaciones. Se analiza la informacin desde un horizonte pragmtico puesto que su existencia se debe a la actividad de un sujeto que est en potencia de ser usada por otro u otros sujetos; el documento es realizado con el fin de objetivar la informacin, para que as mismo pueda ser desobjetivada por otros individuos, haciendo posible el flujo de la informacin; el usuario identifica de forma especfica una necesidad de informacin, cuya satisfaccin puede exigirse a todo el sistema, ya sea a travs de los archivos o accediendo directamente al documento si le es posible-; y la institucin informativa documental debe proporcionar las condiciones necesarias para llevar a buen trmino todos los procesos que implica el SID.

    d) La dificultad de descubrir un orden que oriente las relaciones e intercambios entre los elementos del sistema y su entorno, genera un sinnmero de posibilidades y probabilidades que requieren ser tenidas en cuenta para tomar decisiones que vayan en la misma lnea de su objeto. Con mayor razn, si nos detenemos a observar el impacto que han tenido las tecnologas de la

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    informacin en la generacin, representacin, recuperacin y distribucin de la informacin, dando pie a la configuracin de nuevos conceptos de almacenamiento, edicin, organizacin, transmisin y acceso de la misma, y a la modificacin de las formas de representar el conocimiento, ocasionando una descentralizacin acelerada de su produccin, validacin, difusin, organizacin, almacenamiento y consulta, que puede realizarse en diversos niveles, como el institucional, comunitario, grupal o individual. Todo esto muestra la complejidad que se entreteje en las mltiples variables que confluyen, que expresan un claro oscuro donde encontraremos aspectos que por la misma interdisciplinariedad nos resultarn claros y otros totalmente ajenos.

    u 2. La era de la globalizacin y las construcciones particulares de los territorios

    La configuracin del concepto de ciudades digitales en contextos espaciales especficos, como sera el caso de Bogot, lleva a definir no slo los lmites de la influencia digital o de la red sino tambin la consolidacin de flujos de informacin que posibiliten la definicin de territorios como espacios de construccin social, de sinergias entre los distintos actores sociales.

    De esta forma, es vlido comenzar por plantearnos, en la lnea de la discusin conceptual del apartado anterior, algunos interrogantes frente al espacio, a la definicin de comunidades y, en general, en la perspectiva del desarrollo humano como propsito general del quehacer cientfico:

    Hasta dnde se extiende Bogot?

    Hasta dnde, geogrficamente, se puede hablar de que se construyen y se tejen conexiones en la definicin de ciudad-regin?

    Cmo entender el concepto de ciudades digitales en el caso especfico de Bogot y su rea de influencia?

    Cmo definir las estrategias y respuestas desde los propios territorios y de quienes da a da lo construyen para repensar la ciudad-regin, generando lineamientos para la orientacin de la poltica pblica que garantice la alternatividad al desarrollo?

    En qu medida una poltica de acceso a la informacin contribuye a la democratizacin del conocimiento y a la construccin de Bogot-regin como regin digital?

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    No se tratar de contestar cada uno de estos interrogantes, pero s de avanzar en la discusin sobre la construccin de territorios como alternativa de desarrollo y posibilitar que las redes sean las que marquen nuevos derroteros de entendimiento espacial y de bienestar.

    2.1. Entre lo local y lo global: la apuesta por el territorio

    Las innovaciones tecnolgicas, el gran acervo de alternativas mediticas y de las comunicaciones que existen hoy, a diferencia del pasado reciente, han obnubilado la comprensin de los fenmenos espaciales y territoriales, pero en especial la claridad frente a los lugares de la existencia y del vivir.

    Lo global aparece entonces como la nueva dinmica de las relaciones sociales, en espacios abiertos, donde se genera una desterritorializacin (Deleuze y Guattari, 1988) de las relaciones, donde la red y los intercambios globales, en apariencia se convierten en la razn de ser de las nuevas generaciones e incluso de los mayores, quienes han tenido que aprender las nuevas configuraciones de la sociedad en red.

    Desde el punto de vista econmico, la globalizacin se consolida no en la aldea nica sino en la profundizacin de los intercambios, en el aprovechamiento de las comunicaciones en tiempo real para consolidar transacciones, flujos de comercio y de capitales que permiten dinamizar los negocios aun por encima del mantenimiento de las fronteras como instrumentos de proteccin de los bloques econmicos, del nuevo regionalismo que hoy caracteriza la geoeconoma internacional. La globalizacin termina por convertirse entonces en una etapa superior de la internacionalizacin de la economa, lejos eso s, de la pretensin de la homogeneidad, de la convergencia cultural en una aldea global.

    La competitividad, entendida como el xito en los mercados (lvarez y Rendn, 2010), surge en la dcada de 1970 como el propsito de naciones, ciudades y empresas de enfrentarse en los mercados mundiales, lograr mayores estndares de aceptacin, cobertura, ventas y rentabilidad, y entrar en la globalizacin como actores relevantes en los mercados. De cualquier forma, el tiempo, los debates, y la realidad especialmente- empezaron a mostrar que la globalidad se constituye en un concepto espacial tan etreo como lo son las regiones, los pases, las naciones; que son las empresas en sus entornos locales inmediatos las que pueden materializar la productividad y la competitividad como ventajas para usufructuar en los mercados, sean estos de cualquier tipo y en distintas geografas.

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    Aparece entonces lo local como el espacio real de las relaciones sociales, sean stas de produccin, polticas, culturales, ambientales o de cualquier otro tipo que lleve al entendimiento de los seres humanos, e incluso de stos frente a los diferentes ecosistemas. En lo local, cobran vida los entendimientos humanos, la comprensin de las cosmovisiones comunes, as como la diversidad propia del quehacer humano. Pero tambin se construyen las instituciones que rigen, que regulan las relaciones y el comportamiento humano, as como fluyen las informaciones, los datos, el acceso a saberes y hechos, que permiten adems, construir las historias y organizar los desarrollos posibles del futuro de las sociedades que habitan tales localidades.

    Se podra entonces decir, de acuerdo con Rendn y Bohrquez (2011) que:

    En lo local, la apropiacin del territorio implica fortalecer las sinergias existentes, donde las relaciones entre las comunidades y sus ecosistemas estn basadas en la heterogeneidad de las instituciones, de los lderes y actores sociales, de las organizaciones no gubernamentales; de las relaciones urbano-rural, es de la cobertura vegetal y del conocimiento e interaccin con la biodiversidad. Pero tambin de las relaciones poltico-administrativas regionales, de su importancia a nivel nacional y del grado de globalizacin en que se encuentre la comunidad como tal.

    Lo local y lo global hacen simbiosis para participar en la construccin social del territorio; no hay dicotomas, se piensa y se actual local y globalmente para definir las caractersticas propias de comunidades, instituciones, empresas e individuos integrantes en el territorio. Ahora, si lo local, si las comunidades en el espacio construyen territorios, stos pueden obedecer a distintas caractersticas, marcadas por la geografa, la historia, la economa, o las relaciones polticas y de poder, entre muchas otras posibles. Aparecen entonces las ciudades, las localidades imaginadas o, en trminos de Boisier (1993, p. 21), las regiones virtuales como caracterstica de las tecnologas de la informacin y de las redes. Vase cuadro 1.

    Cuadro 1. La evolucin hacia las regiones virtuales

    Caracterstica / Regin Pivotal Asociativa Virtual

    Configuracin Histrica Consensuada Contractual

    Estructura Compleja Heterognea Complementaria

    Construccin Autoconstruida Por construir Selectiva

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    Caracterstica / Regin Pivotal Asociativa Virtual

    Tipo de planificacin Estratgica Gestin Tctica

    Tipo de proyecto regional Estratgico Poltico Coyuntural

    Espacialidad Continua Continua Discontinua

    Motivacin societal Autoafirmacin Poder + desarrollo Competencia

    Temporalidad Permanente Largo plazo Pactada

    Descentralizacin Territorial Territorial + poltica Funcional

    Sistema decisionalPerspectiva tcnica Perspectiva

    organizacional + personal

    Tcnica + Organizacional + personal

    Fuente: Boisier (1993, p. 21).

    As, ante las dificultades que se han tenido en la historia del pensamiento para conceptuar sobre la categora de regin, que en realidad debe ser observada como el resultado de dinmicas multidimensionales, es decir, se define una regin en particular a partir de la confluencia de elementos polticos, econmicos, culturales, geogrficos, fsicos, entre otros; se agrega el tema de la virtualidad para complejizar an ms el espectro. Donde las caractersticas que la componen hacen que la competencia sea el elemento que la anima, pero ms que eso, se debera pensar desde la visin de las ciudades digitales, que la democratizacin del conocimiento y el acceso a la informacin son las condiciones que permiten a estas ciudades virtuales generar mayores desarrollos, competitividad y tener estructuras complementarias que para nada se contraponen con las caractersticas de las regiones asociativas e incluso las llamadas pivotales.

    El mundo ha logrado avanzar hacia regiones asociativas, donde el consenso de los agentes del territorio ha permitido establecer construcciones reales que posibilitan la gobernabilidad, la gobernancia, en ltimas, el crecimiento y el desarrollo humano obteniendo las sinergias propias de la confluencia de los distintos actores: las instituciones, las empresas, la sociedad civil, los y las trabajadoras, los grupos llamados marginados, los y las jvenes, en fin, todos y cada uno de quienes sienten y viven la cotidianidad de habitar en un espacio determinado y hacer de ste el lugar de las realizaciones de la vida.

    Tal es el caso del trabajo en el desarrollo local y regional en Alemania, Francia y Espaa, tambin en algunas zonas de Amrica Latina y Colombia en particular, como es el caso de la Regin Caribe, el Urab o el Magdalena Medio, en donde

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    sobresalen experiencias particulares como en los Montes de Mara y la Cinaga de la Zapatosa, en la Regin Caribe; el Ariari, en los Llanos Orientales; el Valle de Tensa o la regin del BRUT (conformada por los municipios de Bolivar, Roldanillo, La Unin y Toro) en el norte del Valle, entre otros proyectos que avanzan en temas de desarrollo local y regional.

    Las ciudades digitales tienen entonces en la virtualidad el componente de la desterritorializacin, es decir, la forma de expandirse infinitamente sin que por ello se pierda su esencia y los elementos fundamentales de su configuracin. La virtualidad acta como enlace con los otros e incluso entre los mismos agentes del territorio para fortalecer sus relaciones, democratizar la informacin y convertirse en artfice de mejores y ms transparentes relaciones.

    Las ciudades digitales aparecen entonces como la posibilidad de generar nuevas configuraciones en el territorio pero sin representar su prdida, es decir, la informacin acta como un mecanismo de expansin, de virtualidad, de acceso ilimitado a la informacin, donde el territorio se configura desconfigurndose, es decir, donde sus lmites trascienden el espacio para asegurar los derechos de ciudadana; en ltimas, la virtualidad y las caractersticas de las ciudades digitales se desterritorializan para asegurar la materializacin de las relaciones existentes en el territorio.

    Es importante recalcar sobre el tema del acceso a la informacin. El modelo de desarrollo actual, a travs de su idea de la globalizacin concebida como la aldea global y la homogenizacin de las relaciones sociales, se ha encargado de hacer ver cmo la red es la posibilidad de garantizar un acceso ilimitado a la informacin, e incluso se cree que al conocimiento. Pero no hay nada ms mentiroso, en la red se cobra, se accede a sta por la capacidad de pago y lo que es gratis, no es necesariamente vlido (Baquero y Rendn, 2009, 69-70):

    () Con el auge de la red de Internet los neoliberales creyeron encontrar la salvacin a sus limitantes. La autopista deba cumplir con la democratizacin del conocimiento, con la responsabilidad de permitir el acceso a cualquier tipo de informacin que hiciera ms eficientes los mercados. Cumplidos estos propsitos el mismo mercado le proporcionaba a los ms rpidos y sagaces las herramientas para sostenerse y ser ms competitivo. Ante las rpidas liebres, la delicia y la profundidad del conocimiento se desvaneci en el sortear el da a da. El conocimiento de los gerentes contemporneos slo alcanza para pensar en los incendios del momento, en el pasar la semana y cumplir el

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    presupuesto del mes. Tienen la profundidad de un dedal y la amplitud de un agujero negro, en esencia no es nada. () Con dos agravantes maysculos: el primero, la red est llena de basura, lo que deba ser la principal fuente de acceso al conocimiento, result ser un engao de enormes proporciones. Se accesa a informacin superflua, aquella que puede circular gratis, y lo que s permiti fue generar ahorros en papel e impresiones de estadsticas e informacin banal. La segunda es de alcances lgicos en un mundo de pobres: en el ciberespacio slo interactan algunos pocos, los que estn por fuera, el 65% de la poblacin mundial que nunca ha realizado una llamada telefnica y del 40% de la poblacin que no cuenta con servicios de electricidad.

    El tema de acceso, del uso de las tecnologas, del ancho de banda tambin deja bastante que desear. De acuerdo con el barmetro de Cisco Systems (2011), el porcentaje de penetracin en banda ancha por cada 100 habitantes en Latinoamrica es del 7.1%, con unas velocidades de conexin dismiles, que van entre 512 kbps y 1 mega, como caracterstica sobresaliente, y otras velocidades mayores, que deben pagarse a costos bastante altos para el nivel de ingresos de la regin.

    Sin embargo, hay que reconocer que la red y las tecnologas de la informacin han logrado trascender las relaciones humana y sociales, la posibilidad de comunicarse fcilmente en el tiempo real a pesar de las distancias, ha llevado a la configuracin de nuevas relaciones que van ms all de lo estrictamente econmico; ahora el objetivo es ampliar estas posibilidades y constituir a las ciudades digitales como el soporte de un cambio hacia la mayor democratizacin.

    Todo esto sin olvidar que una buena cantidad de personas no acceden a estos servicios por su nivel de educacin, por formacin o por falta de recursos.

    Es as entonces como las ciudades o las localidades adquieren dinmicas ms expeditas en las relaciones entre los agentes, pero en especial entre lo pblico y lo privado, donde emergen nuevos vnculos mediados por lo virtual, por las nuevas tecnologas de la informacin y las telecomunicaciones, donde el acceso a la informacin garantiza el ejercicio de la ciudadana, el disfrute de los derechos concedidos a travs de las normas y de las polticas pblicas. Vase grfico 3.

    En esta medida, el rescate y la estructuracin del patrimonio cultural, el acervo histrico y la gestin de la informacin obedecen a los ms insignes cnones de la democracia, es decir, el derecho a la informacin histrica y presente

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    debe constituirse en un derecho esencial de ejercicio de ciudadana. Vistos as, los archivos, los centros de informacin y de patrimonio cultural se convierten en desarrollos esenciales que permiten la construccin de identidades, la identificacin individual y colectiva a un territorio.

    No se trata solo de la recuperacin de la memoria histrica, o del acceso a los sistemas de informacin demogrfica e institucional, la gestin adecuada de la informacin a travs de lo digital, de lo virtual, debe constituirse en el soporte para la identificacin de los patrones del desarrollo endgeno, y de las sinergias que harn posible que el territorio emerja como una construccin social definida.

    Grfico No. 3. La construccin del territorio a partir de ciudades digitales

    Fuente: Elaboracin propia

    El adecuado acceso a informacin pertinente y veraz posibilitar el florecimiento de estructuras empresariales acordes con las vocaciones productivas e incluso la potenciacin de procesos de innovacin y desarrollo que dinamicen nuevos escenarios de crecimiento y desarrollo. Esto a su vez, deber permitir la generacin de redes empresariales y el intercambio de informacin, construyendo esquemas solidarios y cooperativos capaces de producir con alta competitividad, como ha sido el caso de las regiones del norte de Italia.

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    De esta manera, las ciudades hacen red a su interior y construyen redes con otras ciudades, logrando expandirse para potenciar sus propios desarrollos. Las ciudades asumen caractersticas de red a partir de cuatro funciones bsicas (Castells, 1995 y 1996):

    1. Actividades de investigacin

    2. Desarrollo e innovacin

    3. Fabricacin de alta calificacin

    4. Produccin electrnica y produccin al cliente, post-venta y atencin personal.

    Pero las pequeas localidades tambin se soportan en redes, en la construccin de sinergias de sus distintos actores, en tecnologas de informacin, en archivos y en fortalecer sus vnculos reales y virtuales

    Las redes entonces contribuyen a darle relevancia a un tema trascendental en estos tiempos postmodernos como lo es el reconocimiento de la diversidad, del otro, condicin primordial del desarrollo humano; el otro virtual y/o material que se manifiesta en las construcciones sociales cotidianas, que aparece o desaparece, pero siempre est all materializando relaciones sociales, productivas o polticas concretas, dicho de otra forma, la red es mucho ms que internet, o el acceso a algn tipo de informacin, es, en ltimas, la generacin de hechos sociales de trascendencia para el desarrollo social y poltico tanto de las personas como de las comunidades.

    Igualmente las redes impulsan el flujo de la informacin, de los contactos -con o sin razones-; y van construyendo espectros de cooperacin, de solidaridades frente a hechos y temticas concretas que se constituyen en nuevos aportes a la evolucin de los movimientos sociales, a la misma trascendencia de la sociedad, organizada o no, para constituir formas de creacin, de dinamizacin de aspectos cotidianos, de desarrollos econmicos, y construcciones polticas. Se construye territorio no slo a partir de espacios fsicos reales, sino de la configuracin de relaciones virtuales que fortalecen las identidades y generan alternativas de crecimiento y desarrollo.

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    u 3. El papel de los archivos en la construccin de ciudades digitales y ciudadanas reales

    El concepto de archivo est ligado ntimamente al concepto de acceso ciudadano a la informacin, pues por su naturaleza, los archivos conservan los documentos y la informacin resultante de la gestin del gobierno y de la administracin pblica y de otros actores del Estado, incluyendo sus relaciones con la ciudadana.

    A pesar del desarrollo normativo y tecnolgico, el acceso ciudadano a la informacin no parece ser adecuado, ni en trminos de calidad, ni de cantidad; partiendo de esta premisa, resulta fundamental analizar los niveles de apropiacin ciudadana de este concepto, comenzando por el anlisis del archivo y de los archivistas como garantes del derecho de acceso a la informacin en un Estado democrtico.

    Desde esta percepcin es necesario conocer la situacin general sobre la problemtica colombiana en trminos del acceso a la informacin en el desarrollo de iniciativas gubernamentales como la Agenda de conectividad, Gobierno en lnea, participacin y control social, y formacin ciudadana.

    Bajo estas condiciones abordar la archivstica desde un contexto tecno-cultural implica, en palabras de Roco Rueda, que:

    Cuando reflexionamos sobre la tecnologa no tardamos en advertir que en las ideas bsicas con las que intentamos entenderla, aparece siempre una referencia a lo que nosotros somos, de manera que cualquier pensamiento sobre la tecnologa es deudor de otro pensamiento sobre nosotros mismos. Las preguntas por quines somos, o en quines nos estamos convirtiendo en este mundo tecnolgico, qu implica relacionarnos con el mundo a travs de artefactos, cmo se modifican nuestras experiencias, nuestra identidad, o cules son las consecuencias de los cambios en el espacio, el tiempo, la velocidad, son, entre otras, cuestiones que es necesario comprender sobre los cambios de nuestra cultura y en particular de la denominada Sociedad de la Informacin o Tercer entorno (2004, pg. 2).

    Esto requiere por ende un anlisis detallado sobre la manera como van transformndose las diversas prcticas, tradiciones y comunidades en las que estamos inmersos.

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    El acceso a la informacin puede establecerse a travs de mltiples vas y modalidades, como las nuevas tecnologas, la informacin impresa en papel, la oral y la audiovisual. En nuestras comunidades se detectan diferentes ncleos de poblacin con desarrollos desiguales, en los que el acceso a las tecnologas de la informacin y la comunicacin no es generalizado. As, unos solamente pueden aspirar a la transmisin oral del conocimiento; otros, al texto impreso; y los menos, al uso pleno de las TIC.

    Si bien el punto de partida consiste en facilitar el acceso a la informacin, tambin es fundamental que sta exista y se conozca, que est disponible y que se pueda obtener, leer y usar. Tales acciones deben llevarse a cabo siguiendo no solamente las polticas pblicas del Estado sino los lineamientos de espacios que susciten una intensa participacin social (Morales, 2004, p. 75).

    Bedriana resalta el rol que la informacin ha cumplido en la sociedad dividindolo en dos partes:

    El de la informacin en los procesos y el de la informacin en los resultados. En el primer caso, el impacto en el desarrollo tiene que ver con el hecho de convertir datos en informacin valiosa para el usuario y con la comunicacin como mecanismo para transferir los datos desde una fuente hasta un receptor. En el segundo caso, el impacto de la informacin en el desarrollo est asociado con el aprendizaje entendido como la metamorfosis de la informacin dentro del conocimiento y con la toma de decisiones y acciones. En sntesis, es el apoyo de las NTIC en el aprendizaje y en la toma de decisiones y acciones lo que se constituye en la verdadera contribucin al desarrollo (2006, p. 7).

    La sociedad actual busca el progreso del pas a partir del desarrollo humano, que implica tener la posibilidad de llevar una vida larga y saludable, adquirir conocimiento y acceder a los recursos necesarios para disfrutar de un nivel de vida decoroso. Si esto se logra, significa que el ciudadano ha desarrollado habilidades para: a) reconocer cundo necesita informacin; b) localizarla, evaluarla y usarla efectivamente, y c) resolver sus necesidades: preguntas, tareas y toma de decisiones. Ese ciudadano, por lo tanto, sabe cmo: a) se aprende a aprender; b) se organiza la informacin; c) se encuentra; y d) se usa(Morales, 2006, p. 3).

    La bsqueda de la satisfaccin de estas necesidades es lo que ha permitido configurar comunidades emergentes, como las ya enunciadas en la primera parte

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    de este texto inteligentes, virtuales, en lnea, cibernticas-, que coadyuven al Estado en su papel democratizador del conocimiento, los saberes y la cultura, y que deberan ser impulsadas por la Institucin Archivstica, para de tal modo contribuir en la construccin de ciudades digitales que aporten al desarrollo local, regional y nacional.

    La garanta del proceso de formacin permanente a travs de los instrumentos requeridos para tal fin, lleva a la formacin de ciudadanos capaces de discernir, seleccionar y juzgar sobre la informacin con criterio. La orientacin est supeditada por la flexibilidad, la comunicacin y la apertura de oportunidades para aquellos ciudadanos que se encuentran excluidos del proceso de aprendizaje tradicional (mas no de la produccin de conocimiento emprico), cuya finalidad es la igualdad del acceso a la informacin (Valls, 2001, pgs. 25-28).

    Toda institucin que se ha puesto por tarea la formacin - incluyendo el Archivo-, tiene la responsabilidad de propiciar discusiones, investigaciones y proyecciones sobre el tipo de sociedad que quiere construir y de la cual, al mismo tiempo, hace parte. As mismo, desde la archivstica, se hace necesario que se contine pensando cul es el aporte a la construccin de valores, metas, proyectos de constitucin regional y nacional.

    Dentro del marco de la sociedad de la informacin sera conveniente abordar la relacin que existe entre el aprendizaje de la ciudadana y la construccin de ciudad:

    a) El acceso a la informacin: en este sentido se percibe al acceso como un medio de mejorar la calidad de vida de la comunidad, garantizar la democratizacin del conocimiento y la equidad, social as como la conformacin del patrimonio documental que garantiza la construccin y recuperacin de la memoria del pas.

    b) La informacin como un derecho: entendida en funcin de la sociedad, lo cual permite que los diferentes usuarios de la informacin documental, puedan hacer valer sus derechos constitucionales (derecho de peticin, acceso a la informacin) y contar con los soportes necesarios para defender sus derechos fundamentales.

    c) La inclusin digital: las tecnologas de la informacin y la documentacin han impactado a toda la sociedad, pero llegar a la sociedad de la informacin

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    implica ms que contar con computadores, significa hacer de las TIC herramientas de bienestar y desarrollo social. En respuesta a lo anterior, se avanza en la concepcin de estrategias de E-inclusin o inclusin digital, entendida -de acuerdo con el Observatorio de Sociedad, Gobierno y Tecnologas de Informacin- como el ideal de acceso, uso y apropiacin social de las tecnologas digitales, para atender las necesidades de las comunidades, promover las polticas pblicas, la creacin de conocimientos, la elaboracin de contenidos apropiados y el fortalecimiento de la capacidad de las personas.

    d) Desarrollo de habilidades informativas: los profesionales de la informacin son los indicados para trabajar en el desarrollo de competencias informativas que le permitan a cualquier persona recuperar y utilizar la informacin no solo para su vida diaria sino para sus necesidades acadmicas; de acuerdo con las directrices IFLA, esto implica desde una alfabetizacin bsica (leer y escribir) hasta la alfabetizacin informacional (uso de las tecnologas de la informacin y la comunicacin).

    e) Control social: cmo custodiar el patrimonio documental en las organizaciones y en el pas participando en la generacin de polticas de conservacin y difusin necesarias y suficientes, as como garantizar su aplicacin para que las organizaciones cuenten con los elementos de juicio que permitan demostrar sus acciones en el tiempo y frente a terceros; as mismo proporcionar a la comunidad la informacin vlida que le permita realizar el control social que todo ciudadano o ciudadana debe ejercer sobre sus instituciones.

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    T ODO AL MISMO TIEMPO: GOBIERNOEN LNEA EN LA CIUDAD DE SURREY

    Lois Enns (Canad)

    Una comunidad inteligente es una comunidad que ha hecho un esfuerzo consciente para utilizar la tecnologa de la informacin para transformar la vida y el trabajo dentro de su regin de manera signifi cativa y fundamental. El objetivo de este esfuerzo es ms que el mero despliegue de la tecnologa. Ms bien se trata de la preparacin de la propia comunidad para afrontar los retos de una economa global del conocimiento.

    (Fundacin Mundial para Comunidades Inteligentes, 2007)

    Las ciudades inteligentes son sistemas de tres capas de innovacin, que combinan (1) grupos de innovacin, (2) instituciones de aprendizaje en innovacin y tecnologa, y (3) ambientes de innovacin digital.

    (Unidad de Investigacin para la Innovacin Urbana y Regional, 1997-2010)

    En un tpico da lluvioso en invierno, la concurrencia a la casa de gobierno de la ciudad de Surrey se mezcla con una docena de contenedores azules de reciclaje de plstico, colocados estratgicamente para captar el agua que pasa a travs de las goteras del techo del atrio. Despus de cuarenta aos de servicio y tres reparaciones importantes, la sala est llegando al fi nal de su vida til. Afortunadamente, para el tiempo en que se pagan los impuestos, el clima habr mejorado y la gente que espera en largas fi las para realizar los pagos con cheque o dinero en efectivo, se mantendr seca.

    Contrasta esta imagen con el sitio web de la ciudad. Desde la pgina principal, el visitante se puede vincular a todos los aspectos que hay sobre sta con unos pocos clicks. Abierto 24x7, el sitio ofrece oportunidades para solicitar un permiso, inscribirse en un programa recreativo, leer un libro de la biblioteca, ver una reunin del Concejo, o incluso pagar impuestos de la propiedad o facturas de servicios pblicos, independientemente de las condiciones meteorolgicas.

    Lois Enns (Canad)

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    En Surrey, esta ciudad digital proporciona una imagen de hacia dnde se dirige la ciudad construida. Este estudio de caso analiza cmo el Concejo est creando las condiciones para ampliar las oportunidades del e-gobierno; cmo el personal lo est administrando de forma innovadora y cmo se est desarrollando una estrategia de conservacin de los registros corporativos para el gobierno en lnea.

    u Creacin de las condiciones para el Gobierno en lnea

    Surrey es la duodcima ciudad ms grande de Canad, situada en la costa del Pacfico, cerca de la ciudad metropolitana de Vancouver, en una amplia rea regional conocida como el Valle Fraser (o el bajo Mainland), en la provincia de Columbia Britnica. Su lmite al sur es una frontera internacional con los Estados Unidos de Amrica, adyacente con el estado de Washington.

    El Distrito de Surrey fue incorporado en 1879. Las primeras actividades se centraron en la explotacin forestal y la agricultura, con seis ciudades principales instituidas como archipilagos urbanos en los puntos ms altos de tierra: Whalley, Newton, Guildford, Fleetwood, Cloverdale, y Semiahmoo. Con el establecimiento de la Reserva de Tierras Agrcolas (RTA) por parte de la Provincia en 1974, las actividades agrcolas se mantuvieron en primer plano, pero el efecto de la escalada de precios de la tierra en Vancouver y el crecimiento de los suburbios fuera de la RTA, dio lugar a un auge en la poblacin y a la formacin de la ciudad de Surrey en 1993.

    En 1996, la poblacin de Surrey se estim en 304.477 ciudadanos, con un crecimiento que lleg a 413.000 personas para el ao 2006, y un estimado de 486.100 en el 2011 (ciudad de Surrey, 2011). Para el ao 2041, se espera que iguale o supere a Vancouver como el centro metropolitano ms grande en la regin, con 740.000 habitantes, y contine en su papel como la ciudad de ms rpido crecimiento en Canad (Metro Vancouver, 2011, p. 68).

    En contraste con los promedios de Canad, que revelan un envejecimiento de la poblacin, el 24,5% de los habitantes de Surrey es menor de 18 aos, slo el 11,5% tiene ms de 65 aos, y la edad promedio es de 37 aos (ciudad de Surrey, 2008, p. 2 ).

    En esta ciudad donde encontramos una mezcla multicultural, e