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SERIELIZADOS 1 #03

SERIELIZADOS #03 by AMC

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La revista para los adictos a las series

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SerielizadoS 1

#03

Dirección Betu Martínez y Víctor Sala.Edición: SERIELIZADOS.Diseño y maquetación: Olívia Boix y Alex la Salle.Redacción: Joan Burdeus, Náyade Gómez, Betu Martínez, Cati Moyà, Alejandra Palés, Carles Planas Bou, Pep Prieto, Alberto Rey y Víctor Sala.Viñeta e Ilustración de la portada: Àlex Santaló.

Medio Colaborador: TimeOut BarcelonaImpresión: Gràfica Impuls 45 SLPatrocinador: AMC Networks International Iberia.

SerielizadoS #03Nunca antes han existido tantas series de televisión. Todo el mundo hace series, incluso empresas que nun-ca vincularíamos a la televisión. Como espectadores es nuestro mejor momento. Tenemos un buffet libre donde la cinta no se para. Algunos hablan de burbuja, nosotros de atracón. Un atracón que digerimos entre la abrumación y el júbilo. La superproducción y la masificación del fenómeno re-presenta una oportunidad para los creadores. A más ventanas, más posibilidades de poder hacer visible su proyecto. Muchas ficciones que han marcado un antes y un después fueron rechazadas de primeras por los despachos de grandes televisiones, pero encontraron su camino en otras sin miedo a arriesgar. Una de ellas fue AMC. Una de los cadenas que ha mar-cado más perfil propio en los 10 últimos años. Y eso es gracias sobre todo a un nombre: Breaking Bad.

¿Os imagináis el cosmos seriéfilo sin Breaking Bad? Ni de guasa. Por suerte, AMC apostó por un producto arriesgado que acabó reventándolo todo. Esta revista es una celebración de ese atrevimiento.

SERIELIZADOS.COM

El final de Breaking Bad 04Vince Gilligan 06

Ficción española 07Series “geeks” 08

Coletillas 10Dave Erickson + Turn 12

Sorkin vs. Simon + Viñeta 14Fear The Walking Dead 15

ESTRENO EXCLUSIVONOVIEMBRE 2015

y cable localCanal de televisión disponible en:

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©AMC

diXiT | Sobre el final de Breaking Bad

por Joan Burdeus

SudoreS fríoS que no noS dejan dormir

Un minuto de silencio y un solemne brindis, preferiblemente con alguna sustancia azulada dentro de la copa: 62 capítulos después, Breaking Bad terminó. Al final, el voraz nódu-lo de células de patrón reproductivo anómalo que aparece en el pulmón de Walter ha cedido el privilegio de cobrarse la vida del temible Heisen-berg a una bala perdida; pero no cabe duda de que, si recapitulamos e intentamos resumirlo en términos estrictamente científicos, la ha lia-do parda. Van pasando los años y la historia de Walter White, padre de familia norteamericana estándar de clase media y profesor de química de instituto que acaba convertido en la mente criminal detrás de la red de producción y distribución de la mejor metanfetamina que se pueda com-prar desde Arizona hasta la Repú-blica Checa, va cristalizando (risas)

poco a poco en nuestras mentes y nos obliga a poner nuestra mejor cara de Mourinho y entonar un intros-pectivo: “Pour qué?”.La verdad es que encontrar el por-qué es tan decepcionantemente simple como reproducir de nuevo el decimosexto capítulo de la quinta temporada (también conocido como el último) a partir de 33:27 y escu-char las últimas palabras que Walter dirá a su esposa. “Lo hice por mí. Me gustaba. Era bueno haciéndolo y de verdad… me sentía vivo”. Pues eso. Y es que, si revivimos el último episo-dio de la serie, nos enfrentamos a un claro ejemplo de lo que en teoría del guión podría conocerse como “mar-carse la de Franco”, es decir, dejarlo todo atado y bien atado.“Lo hice por mí” pero, oiga, dele más vueltas si quiere. Esta manera tele-gráfica -y un tanto frustrante como

espectador- con la que Walter nos muestra la absoluta comprensión de su comportamiento inmoral jun-to la aplastante sencillez con la que puede expresarlo apuntan hacia algo que acecha en el fondo de Breaking Bad: una tremenda reivindicación del absurdo.¿Por qué amamos a Walter Whi-te? La empatía que tenemos con el personaje sale del ansia de justicia cósmica que todos llevamos dentro. ¿Qué sentido tiene que un hombre bondadoso, sensible, padre entrega-do de un adolescente discapacitado y esposo devoto que ha trabajado toda su vida tenga como recompensa un cáncer de pulmón que lo matará a los 52 años? La tarta que el univer-so refriega por el morro de Walter no nos hace ni puta gracia.Nos ponemos en la piel de Walt, ex-perimentamos la frustración y la te-rrible sensación de injusticia; y nos cuesta mucho condenarlo. Es fácil repetir que de ahí a la espiral de co-rrupción que convierte al Dr. White en Mr. Heisenberg hay años luz, que el dolor y muerte que causa a cuántos le rodean en su proceso de autodes-trucción son objetivamente perver-sos y deleznables. Pero siempre nos queda ese pero, ese reducto –que se va haciendo más pequeño a medida que avanza la historia- en el que ex-cusamos a Walter. Porque ante la in-diferencia del mundo, un hombre que ha sido un santo toda su vida decide hacer algo que nos parece de recibo: tomar las riendas de su propia vida para darse lo que merece.

Vince Gilligan, el creador de la serie, hace una comparación del final con El Señor de los Anillos: “Al final… el estaba con su tesoro” en referencia a como llamaba Gollum a su amado anillo único mientras, al fin reunidos, se hundían en las lavas del Monte del Destino. Un plano cenital se aleja gradualmente de Walter, desangrán-dose por culpa de una bala perdi-da, solo en medio de su laboratorio. Se enfrentó a la absurda injusticia del cáncer y, en su intento de sacar algo de valor y que le diera un sen-tido retrospectivo a su vida, parece que fracasó estrepitosamente. Y sin embargo, mientras lanza una mirada perdida hacia el vacío indiferente, po-demos pensar que lo último que ex-perimenta Walter White es cierta sa-tisfacción de estar en el lugar que le es propio, al lado de su obra maestra, su cristal azul, su baby blue. “Partí-culas subatómicas colisionando in-finita y aleatoriamente entre ellas”. Y después muerte.

bit.ly/FinalBreakingBadAMC

ESTE ARTÍCULO CONTIENE TRAZAS DE SPOILERS

©AMC

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Perfil | el creador que se esconde tras la alargada sombra de Walter White Carta | “el ministerio del Tiempo”, “refugiados”, “Crematorio”...

por Cati MoyàalaBado Sea VinCe GilliGan

CarTa a… la fiCCión TeleViSiVa eSPañola

Vince Gilligan es esa única persona del mundo que quiere a Walter White más de lo que lo hacemos el resto de seres humanos que nos engancha-mos a Breaking Bad. Y no digo que lo quiera tanto porque él lo creara (eso del amor de madre/padre está sobre-valorado, pensemos si no en qué poco tenía que querer James Manos Jr. a Dexter para consentir que tuviera ese final), no; Vince Gilligan quiere tanto a sus personajes que sólo se preocupa de que sean exactamente como tie-nen que ser, da igual si eso nos lleva a cuestionarles o a odiarles, aquí lo im-portante es que sufran lo que tienen que sufrir y que sean tan simples y tan complicados como tienen que ser. Esa era la esencia, y no era ni de lejos tan fácil de mantener, de esa atrac-

ción tan palpable como enfermiza que todo seguidor de la serie sentía por cada uno de los problemas emocio-nales con patas que salían en la serie. Y es que ese es el don que hace que Vince Gilligan sea mejor contador de historias que el propio Dios (¡ A LA HOGUERA!) (bah). Más allá de todos los experimentos narrativos y giros ar-gumentales que nos ofreció Breaking Bad (a los que estaremos agradeci-dos hasta el fin de nuestros días) si hubo algo de la serie que nos con-quistó a todos fue la complejidad de todos y cada uno de sus perso-najes, porque Vince Gilligan no sólo quiere a Walt: Vince Gilligan quiere, adora, comprende y tortura a todo ser que crea. Ahí estaban Jesse y Hank, Skyler y Mike.

bit.ly/PerfilVinceGilligan

bit.ly/CartaFiccionEspañola

Te escribo para darte mi más sincera enhorabuena. He de confesarte que, hasta hace

bien poco, eras bastante deficiente, por ponerlo en palabras amables y no caer en lo

soez, que ahora se trata de animar, no machacar y correr un tupido velo sobre lo que

fuiste. O quizás tampoco tan tupido; bien es cierto que en la edad contemporánea de la

televisión española ha habido algunos ejemplos que vale la pena sacar del saco y romper

una lanza en su favor.

Todo empezó con dos producciones que, a mi juicio, supusieron las primeras puntadas

a esta maravillosa tela que estás empezando a tejer. Esas series son Gran Reserva y

Crematorio. Ambas producciones, y más en concreto Crematorio, hicieron algo que

aumentó su atractivo enormemente: tratar sobre temas que pertenecen a nuestra idio-

sincrasia y escudriñarlos a medio camino entre el drama y el suspense.

Tu osadía creciente también se observa en Vis a Vis, una ficción carcelaria, algo inaudito

en España pero común en los países anglosajones, que cuenta con Najwa Nimri en su

elenco principal. Refugiados, una serie de ciencia ficción protagonizada por Natalia Tena

y coproducida por la BBC, ya se sale del mapa de lo que habríamos podido esperar de ti

hace escasamente un lustro, o menos.

Un concepto muy importante, como la figura del showrunner, ese señor que crea una

ficción y la cuida cual hijo enfrentándose a la madrastra malvada AKA la productora, era

inexistente en España, o al menos ninguneada, hasta que Javier Olivares y su hermano

Pablo llegaron con El Ministerio del Tiempo bajo el brazo.

Evidentemente, el camino es largo, pedregoso, y sólo has empezando a recorrerlo. Estos

nuevos designios van acompañados de otro tipo de audiencia, ésa que no te ve sentada

delante de la tele a la hora del estreno del capítulo, más joven, con otros gustos, y que

no se refleja en las estadísticas. Tienes que seguir buceando en las profundidades de lo

que define nuestra sociedad, ir a morder la chicha. No estaría de más que, tal y como

hizo fincher en House of Cards, digamos, Amenábar por ejemplo, se prestara a dirigir

un capítulo de El Ministerio del Tiempo. Dicen los pajaritos que, de entrada, se está ba-

rajando contar con guionistas invitados para la segunda temporada, ‘USA style’. Vamos

vamos que lo petamos.

Con creciente afecto,

Náyade

por Náyade Gómez

©AMC

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imprescindibles | las 5 mejores series sobre informáticos

por Alejandra PalésPon un “Geek” en Tu VidaEl mundo de la informática no parece a priori el tema ideal para una serie de televisión. Aunque forma parte de nuestro día a día, pocos son los que realmente entienden cómo y por qué funcionan las cosas de las compu-tadoras y el internet. Sin embargo, como siempre, la pequeña pantalla se las ingenia para llevarnos la contraria. Sí se puede hacer entretenimiento sobre aplicaciones, routers y orde-nadores, y se puede hacer bien.Cierto es que no abundan los ejem-plos pero los pocos que encontramos son para tenerlos en cuenta, ya sea en comedia (The IT Crowd) o en dra-ma (Halt and Catch Fire). Sentirse identificado con los personajes ya es otra cuestión, sobre todo si somos de los que aún ponemos “nivel usuario” en nuestros currículums. Aquí, las me-jores ficciones sobre informáticos:

La serie de Graham Linehan nos demostró que el “ser superior in-formático” cuenta con una frase capaz de solucionar cualquier pro-blema que le planteamos: “Has probado de apagar y volver a en-cender?

3 The IT CrowdVale, no es exactamente una serie de informática pero la infancia del grupo de geeks del título podría ser la de los protagonistas de cualquiera de las se-ries anteriores.

2Freaks and Geeks

El mejor drama relacionado con la informática que se ha hecho hasta la fecha. Años 80: Joe MacMillan, un chulo-putas con reminiscen-cias estilísticas del Patrick Bateman de Ame-rican Psycho, Gordon Clark, un ingeniero con un máster en cagadas, y Cameron Crowe una genial programadora empeñada en dotar a las máquinas de vida propia se unen para crear un ordenador personal que revolucione el incipiente mercado de las computadoras. Todo preparado para hacer temblar el mono-polio de la multinacional IBM.1Halt And Catch Fire

Jóvenes geniales buscando la manera de crear la nueva aplicación revolucio-naria y con dificultades para relacio-narse socialmente.

Betas y Silicon Valley5 4

©AMC

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3. Jesse Pinkman – Bitch

La fascinante Breaking Bad ha sido un fe-nómeno de masas mundial y ha conseguido arrastrar al bitch de Jesse Pinkman a la cima de la cultura pop. Entrevistas, entregas de premios, carteles, parodias… esta coleti-lla –de uso común en el ámbito callejero y con un profundo sentimiento machista– ha sido la seña de identidad de este yonki des-arraigado convertido en maestro de la me-tanfetamina y escudero del todopoderoso Heisenberg.

4. Clay Davis – Shiiiiiiiiiiiiiit!

Clay Davis forma parte de las ramificacio-nes del universo de The Wire, un personaje complementario, aparentemente irrelevante pero arquetípico de la corrupción política. Su desarrollo narrativo no importa, sino que nos sitúa en las altas esferas de Baltimore y nos permite ahondar en los tejemanejes de figuras clave como Stringer Bell o Tommy Carcetti. Aún así, Clay Davis es recordado por todos. Y no hay otra razón que su parti-cular y hilarante “shiiiiiiiiiiiiiit!” siempre que se ve con el agua al cuello.

1. Dale Cooper – Diane…

Un personaje místico con dos objetos fe-tiche. Además de una buena taza de café negro, Cooper siempre va acompañado de su grabadora. “Diane” es el nombre que repite incesantemente. Relata detalles de la investigación, de sus pensamientos más profundos y sus dudas, pero sin saber nunca a quién o a qué se dirige. Sin Diane no nos adentramos a la introspección del agente y nos perdemos, aún más, en el delirio de Twin Peaks.

2. Barney Stinson – Legendary

Si hay algún adjetivo que describe a la per-fección a este manipulador mujeriego es legen…(wait for it)… dary. Sus cientos de teorías y tácticas rocambolescas para llevar-se a la cama a cualquier mujer –recogidas más tarde en el Playbook– son esenciales para mantener el ritmo rápido y entretenido de las nueve temporadas. De esa manera se hace imposible imaginar un capítulo de esta serie sin las excentricidades de Barney Stin-son. Y, por supuesto, sin su legendary.

ColeTillaS Para el reCuerdo

reportaje | del “bitch” de jesse Pinkman al “Shiiiiit” de Clay davis

por Carles Planas Bou

bit.ly/ColetillasDeSeries

©ABC ©CBS ©AMC ©HBO

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entrevista | dave erickson, co-creador de fear The Walking dead

« fear The WalkinG dead reTraTa la deSinTeGraCión de la SoCiedad a TraVéS de la deSComPoSiCión de una familia »

No ha sido objeto de tumultuosos deba-tes virtuales, pero tampoco lo necesita. Turn: Espías de Washington se ha con-vertido, sin grandes manierismos, en un magnífico ejemplo de serie histórica que sabe ser moderna en la forma sin des-deñar el potencial narrativo del género. Creada por Craig Silverstein (el hombre detrás de Nikita de Maggie Q: esto sí que es un cambio de registro), documenta cómo un joven granjero se convierte en líder del grupo de espías que decantaron definitivamente la Guerra de la Indepen-dencia norteamericana. Es decir, que en tiempos de acumulación de espías televi-sivos, la serie vendría a contarte el origen de tan idealizado oficio en aquel país. Lo hace con una excelente recreación de época, una sabia dosificación de la vio-lencia (pocas ficciones actuales son tan reflexivas en mostrar sus causas y efec-tos) y un muy acertado retrato de la amis-tad: si en algo desataca esta serie es en convencernos que los verdaderos héroes son tan claroscuros y frágiles como no-sotros. Su segunda temporada mejora la primera, tal vez porque ya le ha cogido el tono y juega más desacomplejadamente con los guiños históricos. Las dos entre-gas, en todo caso, tienen la misma suerte: contar con un protagonista de la talla de Jamie Bell, la verdadera alma de la serie.

eSPíaS Como noSoTroS

por Pep Prieto

Columna | Sobre Turn

¿Puedes describir algunas de las diversas dinámicas familiares de los personajes de Fear?Una de las cosas que Robert Kirkman siempre ha intentado enfatizar es que estas personas son como tú y como yo – trabajadores que de repente se ven abrumados por algo que no pue-den comprender, y si no aprenden a comprender y se adaptan rápidamen-te, van a morir. Todos los conflictos que existen son en realidad los raíles para la historia de la primera tempora-da y posteriores. ¿En qué se diferencia esta serie?Estamos al comienzo mismo del apo-calipsis, así que nuestros caminantes, a diferencia de los de The Walking Dead, se han transformado muy re-cientemente. Tienen un aspecto muy humano y eso hace que nuestros per-sonajes se encuentren de pronto en un mundo para el que no están prepa-rados. No tienen un manual de zombis, así que cuando se enfrentan a alguien que era un vecino, un familiar o un amigo, y esta persona de pronto está intentando atacarles, su instinto no es defenderse, ser violentos y matar. Es intentar averiguar qué les pasa. La primera oleada de violencia que sur-ge con el apocalipsis y el cambio en el comportamiento de las personas se atribuye a un virus, un microbio. Todo el mundo intenta descubrir qué es. Así que veremos a los zombis con una apariencia muy particular. Aún serán terroríficos, pero no tendrán esa cua-lidad de decadencia que hemos visto en The Walking Dead.

¿Cuál es la premisa de la serie? Fear the Walking Dead es una historia paralela a The Walking Dead. Cubre el periodo de tiempo en el que Rick Grimes, el protagonista de la serie ori-ginal y del cómic, estaba en coma. Fear the Walking Dead muestra al público lo que ocurre en ese periodo de tiem-po. Así que cuando comienza la serie, el mundo está empezando a desmoro-narse y es algo nuevo para nuestros personajes, una especie de educación apocalíptica, porque la gente está em-pezando a transformarse, pero des-pacio. En realidad se trata de ver esa desintegración de la sociedad a través de la desintegración de una familia.

¿Por qué decidisteis ambientar la historia de Fear the Walking Dead en L.A.?Robert Kirkman quería explorar ideas que había tenido que descartar en los cómics y en la serie. L.A. es un lugar al que vas para escapar, para reinven-tarte, y lo que descubriremos a medi-da que la temporada avanza, es que a muchos de los personajes les han ocu-rrido cosas en el pasado, se han equi-vocado y han cometido actos cuestio-nables. Están intentando distanciarse de su pasado y el inicio del apocalip-sis les fuerza a conectarse con lo que alguna vez fueron o a convertirse en personas completamente diferentes.

©AMC

©AMC

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Aaron Sorkin, ese Dios del diálogo. Capaz de lo mejor y lo peor. De la pimienta y el azúcar. Hizo un “tour de force” en El Ala Oeste de la Casa Blanca, revolucionando la forma de entender la política y empatizando con unos personajes que nos llevaron a ver la política como algo heroico y útil. Con un presidente ejemplar que hace su trabajo para mejorar la vida de los demás (sí, es ficción). David Simon, cerebro de The Wire. Crítica social, no moralizante y presentando la cru-

da realidad. Dejando al espectador encari-ñarse con los personajes, tomar sus propias conclusiones y cabrearse con que siempre todo queda igual.Sorkin crea la ficción para cambiar la reali-dad. Simon, en cambio, se fija en la realidad para reflejarla en la ficción. Dos modelos de crítica a la sociedad pero que comparten el mismo mensaje… si queremos podemos ha-cer un mundo mejor, a pesar de todo.

arTíCulo | Series Políticas

aaron Sorkin VS. daVid Simon

eSPeCial | llega fear the Walking deadestreno 24 de agosto. lunes 22.10h

ViñeTa | eSTreno de fear The WalkinG deadpor Àlex Santaló

©AMC

«fear The WalkinG dead: el Comienzo del fin»por Betu Martínez y Víctor Sala

Tras ver el primer episodio de Fear the Wal-king Dead, se desvanece la sospecha de que podríamos estar ante una sucursal caradura de The Walking Dead, una derivación casi a modo de merchandising de una de las series favoritas de crítica y público. Robert Kirkman, creador de la serie madre, también está en la hija. Y sin embargo, son series muy distintas. Ni clones, ni afluentes, ni serie grande y serie pequeña. O eso parece. La Georgia semi-rural de The Walking Dead es sustituida en la nueva serie de AMC (que se estrenará en España al tiempo que en EE.UU.) por la megalópolis de Los Án-geles. El policía interpretado por Andrew Lincoln, por una profesora a la que da vida Kim Dickens (Treme). La acción trepidante de un mundo ya invadido por los caminan-tes (utilicemos la nomenclatura de Kirkman, que para eso es el jefe) por la tensión previa a una invasión-conversión global que todos

sabemos que llegará. Así comienza Fear the Walking Dead, con el antes, que es el ahora, que ojalá sea el nunca. El apocalipsis empieza poco a poco y, como ya nos contó (y nos sigue contando) The Walking Dead, se extenderá infinitamente. El fin del mundo conocido, de la civilización moderna, tendrá lugar en muchos sitios a la vez. Por ejemplo, el fin del mundo de Madison Clark (Dickens) ocurrirá en California. Resultará ser la com-plicación definitiva de una vida que no era precisamente de color de rosa. Como la tuya. Como la mía. Si The Walking Dead se abría con una estampa dantesca en la que ya todo estaba muerto (o peor: no-muerto), en Fear TWD la vida sigue. O eso parece. Una vida reconocible, angustiosamente familiar. Pero sabemos que pronto se abrirán las puertas del infierno. Esta vez, esta serie, en una de las ciudades más vivas del planeta. Adiós, mundo cruel. Hola, mundo mucho más cruel.

por Alberto Rey

16 SerielizadoS y cable localCanal de televisión disponible en:

ESTRENO EXCLUSIVO 24 AGOSTONUEVOS EPISODIOS LUNES 22:10

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