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(Silencio en flor) ANA MARÍA ENCISO NOGUERA

(Silencio en flor)...Las palabras, solo palabras, son estériles. Las respuestas que generan palabras que no son solo palabras… Significados. Como agua entre los dedos. No se cierran

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  • (Silencio en flor)

    ANA MARÍA ENCISO NOGUERA

  • Comité editor:

    Néstor Mendoza

    Geraudí González

    Cristian Garzón

    Ana María Enciso Noguera (Silencio en flor)

    Esta edición se realiza bajo la Licencia Creative Commons.

    Incentivamos la difusión total o parcial del contenido de este libro por los medios que la astucia, la imaginación y la técnica permitan, siempre y cuando se mencionen las fuentes y se realice sin fines de

    lucro.

    Diseño y diagramación: El Taller Blanco Ediciones Contacto: [email protected]

    Ilustraciones: Ana María Enciso Noguera Bogotá, Colombia, abril de 2020

  • Ana María Enciso

    (Silencio en flor)

    COLECCIÓN Voz Aislada

  • (Silencio en flor)

    Éramos yo y el mar. Y el mar estaba solo y solo yo.

    Uno de los dos faltaba.

    Antonio Porchia

  • I

    Hay respuestas que generan preguntas.

    Finalmente son (solo) palabras.

    Torpezas hechas de letras

    bajo la tiranía de una gramática escueta.

    Las respuestas sin preguntas son estériles.

    Las palabras, solo palabras, son estériles.

    Las respuestas que generan palabras

    que no son solo palabras…

    Significados.

    Como agua entre los dedos.

    No se cierran el habla ni la palabra escrita,

    llenas de poros y grietas

    escurren vacíos

    y silencios por las escamas.

    Peligrosamente libres,

    hojas de doble faz,

    aceros afilados.

    La mano suave se desangra al asirlas.

    7

  • II

    Silencios.

    ¿Silencios?

    El silencio habla

    no hay que temer a sus matices.

    Trae incomodidad, angustia, más preguntas.

    Hay un camino en braille

    que descifra los silencios.

    El hilo de la lectura

    de silencios y palabras.

    Tejer significados.

    Deshacerlos confusamente.

    Volver a tejer.

    No dejarlos decantar.

    Sí, definitivamente silencio.

    8

  • III

    Hermetismo. Misterio. Secreto.

    Tensión, tensión, tensión.

    Tejemos, destejemos.

    Solo tengo silencios

    rodeados de delicadas tensiones,

    suspendidos de una telaraña.

    9

  • IV

    No imaginé que los silencios florecieran.

    Hay palabras que son como un vino ligero.

    1000

  • V

    Algunos regalos

    son de una belleza tan sencilla que conmueven.

    Son regalos herméticos.

    Laberintos.

    Acertijos.

    Enigmas.

    Trampas.

    Tejidos, destejidos.

    Cristales.

    Densos y transparentes pese a sus colores.

    Y en el corazón, luz.

    (Silencios)

    1100

  • VI

    El tiempo hace lo que puede,

    pero sabe que inevitablemente será derrotado.

    1200

  • VII

    El tiempo.

    La batalla del tiempo en la mirada.

    La noche es eterna.

    Releer. Recordar.

    Habitar en la memoria de un solo día

    durante la vida entera.

    Una pintura.

    Eso es una pintura.

    Palabras.

    El silencio que florece.

    1300

  • TAMBIÉN ERA OSCURO Y TURBIO EL CAOS PRIMORDIAL,

    como nuestra calma

    que vibra en tonos cobrizos de un gong resonante.

    La Nada turbia esconde todo lo posible,

    que espera a ser llamado,

    a cobrar cuerpo,

    apariencia.

    ¿Cómo encontrar las palabras

    que traen a la existencia

    desde la confusión espesa, dolorida de ti,

    de la noche de todas las cosas?

    Brota una mano con los dedos crispados,

    una música lejana que quisiera convivir

    con el silencio del mundo

    sin quebrarlo.

    Pájaro.

    Flor.

    Océano.

    León.

    Adán.

    Astarté.

    Silencio.

    Agua.

    Luz.

    Aire.

    1400

  • Amor.

    Calma.

    Brillan tonos cobrizos de un gong lejano.

    La Nada llama a las cosas,

    que vuelvan a ella.

    La Creación tiembla dudosa.

    Se pregunta por su destino

    y no sabe su nombre.

    Cómo llamarlo a ser.

    Suena un gong lejano.

    Las Cosas tiemblan,

    brillan,

    vibran,

    dudan,

    se resisten levemente.

    Oyen el llamado, que no saben si atender,

    a volver al seno oscuro de la Nada.

    1500

  • LEJOS DE SU FIN,

    la época de los milagros crueles

    alimenta su estela

    de este hábito doloroso que tiene el cosmos

    de deshacerse y volver a nacer,

    esa inteligencia infinitamente creativa

    con que hace nuevos tormentos para los hombres

    cubiertos con el manto

    de la promesa de una nueva gloria.

    1600

  • LA FORTALEZA DEL DESPOSEÍDO RESIDE EN SU PURA INDIGENCIA.

    El saco en que se hace abismo desfondado,

    rotura, jirón, desgarro.

    El completo indigente

    es profundo y rico

    como este mundo vacío y roto al que se iguala.

    1700

  • ESTE CUERPO DESPOSEÍDO MURMURA.

    Los poros tiemblan en la brisa que no se hará tacto.

    El fuelle dolorido intenta olvidar la ilusión del crescendo,

    la catarata tanto invocada

    alientos,

    oleaje,

    los dedos se pierden en la carne,

    dientes,

    un cuello,

    una marca semicircular en un hombro.

    La fiera tanto contenida

    devorando

    una presa en feliz sacrificio entregada

    al gemido en rosario

    del feliz desgarro

    de una fruta rota,

    océano de carne

    que no engullirá a su predador

    para arrojarlo

    a la erupción de su dulzura.

    Es tarde para la retirada.

    La fusión alquímica se ha consumado

    mucho antes de encontrarnos

    y los seres desgarrados podrán

    1800

  • deambular perdidos en la

    bruma

    pero no soltarse.

    1900

  • EL DESGARRO ORIGINARIO

    del que brotó la creación

    eres tú.

    2000

  • LO INSOPORTABLE NO ES EL DOLOR

    sino el alarido sordo de la intrascendencia.

    Ondas doloridas cuajan el agua,

    dejan ciego el aire.

    La flecha cuando encuentra su sentido

    atraviesa limpia la carne,

    la sangre fluye,

    el sacrificio purifica.

    2100

  • DUELE PARIR EL COSMOS,

    no puede ser de otro modo.

    El parto no es el comienzo

    ni el final.

    Es solo el instante de mayor consciencia

    por el dolor.

    Luego de la gestación paciente y silenciosa

    que ignoré hasta estar completamente inundada

    de pájaros,

    océanos y flores.

    Por el desgarro nace silencioso el universo florecido.

    2200

  • NADIE,

    inmortal ni hombre,

    consigue el don de la ubicuidad

    sin renunciar antes a su cuerpo.

    Disolverse en el cosmos.

    Inundarlo.

    Lejos de irte,

    ahora te respiro.

    Invisible y etéreo pero firme y presente.

    2200

  • LA LUZ.

    El barroco cuida la luz.

    Incluso

    a fuerza de ser devorado por las sombras.

    2400

  • QUIZÁ

    esta sea la última palabra;

    luego tal vez se diluyan las identidades,

    los rostros y las voces.

    Una gota de tinta

    en el océano vivo.

    Sin dolor, sin preguntas,

    todo línea de borrada

    hasta perder la figura.

    2500

  • DERRELICTO.

    Palabra rara.

    Un barco,

    una cosa cualquiera,

    pedazo de nada

    abandonado

    en el mar.

    Primero las olas,

    la tormenta,

    el olor a dolor y miedo,

    el vómito de espumarajos verdes

    y la úlcera de la sal en la piel.

    El naufragio,

    hundimiento,

    lento o acelerado.

    Eterno.

    Las lenguas del agua devorándolo,

    la piel aferrada al aire sordo.

    Tu cuerpo, derrelicto, pedazo de nada,

    finalmente se entrega sumiso

    a la caricia voraz,

    corrosiva.

    Ya en el fondo del lecho,

    disuelto,

    roto entero,

    2600

  • es posible volver a ser uno.

    Otro.

    Mar.

    2700

  • TUS NOMBRES,

    todas las palabras con que te he llamado,

    reposan en el silencio.

    Te buscan con un temblor cristalino

    que retengo

    para que no vengas a la fuerza

    desde tu tierra lejana

    arrancado por mi voz.

    Pero el conjuro pronunciado en el tiempo primigenio,

    invisible,

    nos ata.

    Tus nombres, aún en la distancia,

    no podrán dejarte.

    2800

  • UNA ESTELA,

    perfume de naranja amarga,

    impregna resquicios y grietas.

    Imagen etérea

    de la ausencia creada.

    2900

  • EL PÉNDULO DE LA GUILLOTINA

    une en el abismo

    el desgarro y el deseo.

    Se desliza un brillo,

    destello de fondo turbio,

    textura espesa,

    un aroma denso que se aferra a la superficie

    de las uñas incrustadas en la piel,

    las lenguas sedientas,

    los labios cuarteados.

    Funde los cuerpos en su ruptura.

    3000

  • EL MAR

    corre su borde,

    desdibuja la línea, el contorno,

    perdido entre el agua y la arena.

    Piedras y raíces,

    meandros ocultos en la tierra,

    destellos salinos río arriba,

    rocío frío en los nervios de las hojas,

    cúmulos, cirros, estratos.

    El mar

    en una pluma.

    3100

  • CAYERON IMPREGNADOS DE AROMA A JAZMÍN LEJANO,

    verde en los ojos y gusto a sal en el viento.

    Desde entonces rumora constante el agua

    rizada de cristales salinos

    los rumbos y secretos del silencio florecido,

    recuerdo y mandato

    del silencio en flor.

    3200

  • (La minucia de respirar)

  • YA QUISIERA LAVARTE CON AGUASAL LAS HERIDAS,

    las sombras siniestras,

    las lágrimas ajenas.

    No se borran las cicatrices.

    Pliegan la piel

    en su lento acumularse.

    Luego mirarás atrás y dirás:

    “Es esto, es todo.

    He vivido”.

    Las marcas en tu cuerpo

    no cuentan sino la historia del hombre,

    que por más que nos duela

    acaba perdiéndose en el hilo continuo del mar.

    3500

  • SOPLA UNA BRISA SUAVE,

    rumor de oleaje,

    la luz destella en los rizos del agua.

    El mar siente la sombra de un ave

    que en silencio sobrevuela

    y se pregunta si vive o sueña.

    3600

  • A las flores

    LAS LÁGRIMAS TIENEN EL VALOR DE LA PALABRA

    pero ustedes no han visto las mías,

    no conocen mi voz.

    Llegará el día terrible,

    esperado temblorosamente,

    en que el sol salga y arroje luz sobre

    las cicatrices más oscuras,

    tal vez algunas heridas aún abiertas

    torpemente cubiertas con vendajes

    como heridas supurantes.

    El sol arrojará luz sobre ellas,

    arrojará,

    como quien no quiere la cosa,

    con desprecio de todos nosotros.

    Entonces, en sus lágrimas,

    el mar,

    ese recuerdo difuso y lejano de historias,

    será regazo de corrupción y de muerte.

    El mar, el terrible mar, les llenará de asco.

    Pero el mar,

    el terrible mar,

    corrupto, asqueroso,

    reprochable mar,

    3700

  • ha llorado su nacimiento

    para lavar con aguasal las heridas que no verá abrirse

    (esperan agazapadas a que el sol arroje luz sobre ellas).

    Sepan,

    terrible augurio, perdón,

    que llevamos el mar adentro,

    mezcla de agua y dolor

    (sal, palabras, historias)

    y un día verán en él,

    en el destello cristalino de sus aguas,

    en el rumor de su oleaje,

    en las historias de los hombres que ha devorado,

    en las enormes vida y dulzura que han brotado de él,

    verán sus reflejos,

    sus historias,

    sus lágrimas.

    Se perderán esas heridas a la sombra de otras nuevas,

    algunas causadas involuntaria,

    inevitablemente,

    por ustedes.

    Llegará el día en que vean la superficie del mar,

    vean que se crispan las olas en un nudo de cicatrices,

    que el mar se ha llorado hasta nacer

    para lavar las heridas de quien entra amorosamente en él

    3800

  • y entonces tal vez,

    ojalá,

    puedan perdonarle.

    3900

  • HACE FALTA RECUPERAR EL CAOS PRIMORDIAL,

    tomar en una mano los océanos

    y en la otra los volcanes,

    unirlos, amasarlos,

    mezclarlos con las flores y los árboles,

    las aves, las palabras,

    los dolores y las sonrisas.

    Fundirlo todo,

    poder volver a la nada simple de que brotamos,

    gozar de no cargar en cada palabra

    el lastre gordo de los significados,

    de los sentidos nuevos que les arrancamos con miradas.

    Nuevamente llevar a cabo la labor adánica,

    pero esta vez ya no se llamará árbol ni oveja

    porque también las palabras

    merecen descansar de sus pasados.

    Qué alivio no tener nombres

    ni partes

    ni quién llame.

    4000

  • ÍNDICE

    (Silencio en flor)

    7 I 8 II 9 III 10 IV 11 V 12 VI 13 VII 14 También era oscuro y turbio el caos primordial 16 Lejos de su fin 17 La fortaleza del desposeído reside en su pura indigencia 18 Este cuerpo desposeído murmura 20 El desgarro originario 21 Lo insoportable no es el dolor 22 Duele parir el cosmos 23 Nadie 24 La luz 25 Quizá 26 Derrilecto 28 Tus nombres 29 Una estela 30 El péndulo de la guillotina 31 El mar 32 Cayeron impregnados de aroma a jazmín lejano (La minucia de respirar) 35 Ya quisiera lavarte con aguasal las heridas 36 Sopla una brisa suave 37 Las lágrimas tienen el valor de la palabra 40 Hace falta recuperar el caos primordial

  • TÍTULOS PUBLICADOS

    Poesía

    COLECCIÓN Voz Aislada

    El ciervo/Yolanda Pantin Ojiva/Néstor Mendoza

    Piedra a piedra/Hernán Vargascarreño Manos/Edda Armas

    Umbrales donde apenas llega la luz /Rafael-José Díaz Alambique/María Teresa Ogliastri

    Monólogo de Jonás/Rómulo Bustos Aguirre Anábasis/Adalber Salas Hernández

    Primero inventaré el bosque/Ela Cuavas Ruido de clavículas/Jacqueline Goldberg

    Estadios/Juan G. Ramírez Mecánica/Víctor Manuel Pinto

    Desavenencias/Diego Alejandro Díaz Este no es tiempo de fervor/Sebastián Barbosa Montenegro

    Tema de miseria/Tibisay Vargas Rojas Escozor/Bibiana Collado Cabrera

    Casa giratoria/Henry Alexander Gómez Kaddish y Mortaja blanca/Allen Ginsberg

    El deseo/ Rainer René Mueller Desmesura/Víctor Rivera

    Agonía de los días terrestres/Ricardo Montiel Litorales/Jorge Iván Jaramillo Hincapié

    Todo se está quemando bajo la lluvia/Charol Gualteros (Silencio en flor)/Ana María Enciso Noguera

  • Ana María Enciso Noguera Bogotá, Colombia, 1991 Escritora, periodista y dibujante. Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana e hizo la maestría en Estudios Comparados de Literatura, Arte y Pensamiento de la Universitat Pompeu Fabra, en Barcelona. Sus poemas han sido publicados por la editorial Fallidos Editores y en las revistas Otro Páramo, Vallejo & Co. y La Raíz Invertida. Un fragmento de su novela Soñando despierto fue publicado en la Antología Relata 2018 (Red de Escritura Creativa-RELATA).

  • Colección Voz Aislada