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Aportacion de Carla Ambrosius para el concurso
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Simplemente ya no quiero ser mas Puck
Durante toda su vida, la que por cierto fue muy conocida, Robin Goodfellow, más conocido como Puck, no hizo otra cosa que dedicarse a molestar a los demás, así que en el siguiente relato les contare la historia de este duendecillo travieso
El nacimiento de un duende es, según decía mi mama, un milagro, sucede cada vez que una estrella le giña un ojo al sol, y así comenzó esta historia, una estrella coqueta que en un intento fallido de parpadeo le guiño un ojo al sol.
De mas esta decirles, que al igual que los humanos discriminamos por el color de piel o la clase social, los duendes lo hacen según su nivel de maldad y la complejidad de sus travesuras, en otras palabras, se destacaban las mentes capaces de armar planes tan enredados como complejos y llevarlos acabo en alguna clase de maldad; se imaginaran así que Puck no tardo mucho Iempo en hacerse popular, ya que desde sus primeros años mostro mucho interés en hacer que los humanos se desorientaran al entrar un día en su casa y hallarla de color amarillo, o quitarles toda la ropa del armario excepto el pijama con corazoncitos rojos justo antes de una reunión importante, o el favorito de todos, que incluso llegó a ser transmiIdo por la televisión de los duendes, primero esperar a que una novia este a minutos antes de su boda, lista con su vesIdo blanco, su impecable peinado, con las rosas en mano , a punto de cumplir el sueño de su vida, y en ese momento lanzarle una mezcla de huevos y shampoo y arrojarle 100 kilos de harina encima, obviamente que no se podía disfrutar totalmente del espectáculo sin una pizca de humillación, y es por eso que luego de todas las “churias” la dejaban en medio del altar vesIda de payado orejón.
Ustedes entenderán que un duende, al igual que una persona, es la consecuencia de sus actos, es lo que lo definen y categorizan, por esta razón nunca es fácil cambiar, como un ladrón que ya no quiere serlo, por más que deje de robar, seguirá teniendo fama de ladrón y la gente lo presionara para que lo siga siendo.
Bueno, algo parecido a eso es lo que le paso a Duck, con el paso del Iempo, llego al punto en que uno mismo comienza a preguntarse: ¿De verdad quiero esto? ¿Y si cambio? ¿Me seguirán queriendo si cambio? ¿Porque estoy pensando esto? ¿No sería más fácil dejar las cosas como están? ¿Pero yo quiero lo fácil? Y así se estuvo torturando a lo largo de días, sinIendo la necesidad de que alguien se apenara de él y lo ayudara, pero la gente no lo veía así, ¿Por qué tendrían que ayudarlo si siempre se esforzó por hacer las bromas más pesadas a todo el mundo?, no sería justo, pero antes la desesperación por la enorme confusión del pequeño duende, Duck decidió alejarse, sí alejarse e ir en busca de alguien que se apenara de él. Pero no encontró más que prejuicios, nada de: ¡hay pobrecito, quiere cambiar y nadie lo ayuda!, no, porque en el fondo él sabía que era su elección y si así lo quería tendría que luchar por eso.
Robin Goodfellow