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Sobre el activismo en el arte Boris Groys* [1] Las discusiones recientes sobre el arte se centran mucho en la temática del activismo en el arte –esto es, en la habilidad del arte para funcionar como un foro y un medio para la protesta política y el activismo social. El fenómeno del activismo en el arte es central para nuestra época, porque se trata de un fenómeno nuevo, muy distinto del fenómeno del arte crítico con el que nos familiarizamos en décadas recientes. Los arte activistas no sólo quieren criticar al sistema del arte o a las condiciones políticas y sociales bajo los cuales funciona este sistema. Más bien, quieren cambiar estas condiciones por medio del arte, no tanto desde el interior del arte sino por fuera, en la realidad misma. Los arte activistas tratan de cambiar las condiciones de vida en áreas económicamente en vías de desarrollo, tratan de poner sobre la mesa problemáticas ambientales, ofrecen acceso a la cultura y la educación para las poblaciones de países y regiones pobres, atraen la atención hacia la lucha de los migrantes ilegales, mejoran las condiciones de la gente que trabaja en las instituciones del arte, y así sucesivamente. En otras palabras, los arte activistas reaccionan ante el colapso cada vez mayor del estado social moderno y tratan de reemplazar el estado social y las ONG’s que, por razones diversas, no pueden o no quieren cumplir con su papel. Los arte activistas quieren ser útiles, cambiar al mundo, crear un mundo mejor, pero al mismo tiempo, no quieren dejar de ser artistas. Y este es el punto en el que surgen los principales problemas teóricos, políticos e incluso puramente prácticos. Los intentos del arte activismo por combinar el arte y la acción social fueron atacados desde estas dos perspectivas

Sobre el activismo en el arte

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Sobre el activismo en el arte de Boris Groys

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Sobre el activismo en el arteBoris Groys*[1]

Las discusiones recientes sobre el arte se centran mucho en la temtica del activismo en el arte esto es, en la habilidad del arte para funcionar como un foro y un medio para la protesta poltica y el activismo social. El fenmeno del activismo en el arte es central para nuestra poca, porque se trata de un fenmeno nuevo, muy distinto del fenmeno del arte crtico con el que nos familiarizamos en dcadas recientes. Los arte activistas no slo quieren criticar al sistema del arte o a las condiciones polticas y sociales bajo los cuales funciona este sistema. Ms bien, quieren cambiar estas condiciones por medio del arte, no tanto desde el interior del arte sino por fuera, en la realidad misma. Los arte activistas tratan de cambiar las condiciones de vida en reas econmicamente en vas de desarrollo, tratan de poner sobre la mesa problemticas ambientales, ofrecen acceso a la cultura y la educacin para las poblaciones de pases y regiones pobres, atraen la atencin hacia la lucha de los migrantes ilegales, mejoran las condiciones de la gente que trabaja en las instituciones del arte, y as sucesivamente. En otras palabras, los arte activistas reaccionan ante el colapso cada vez mayor del estado social moderno y tratan de reemplazar el estado social y las ONGs que, por razones diversas, no pueden o no quieren cumplir con su papel. Los arte activistas quieren ser tiles, cambiar al mundo, crear un mundo mejor, pero al mismo tiempo, no quieren dejar de ser artistas. Y este es el punto en el que surgen los principales problemas tericos, polticos e incluso puramente prcticos.

Los intentos del arte activismo por combinar el arte y la accin social fueron atacados desde estas dos perspectivas opuestas, las tradicionalmente artsticas y las tradicionalmente activistas. La crtica artstica tradicional opera de acuerdo a la nocin de calidad artstica. Desde este punto de vista, el activismo en el arte parece ser no muy bueno artsticamente: muchos crticos dicen que las intenciones moralmente buenas del activismo en el arte sustituyen la calidad del arte. Esta clase de crtica es, en realidad, fcil de rechazar. En el siglo XX, todo criterio de calidad y de gusto fue abolido por distintas vanguardias artsticas, de modo que, hoy en da, no tiene sentido apelar a ellas nuevamente. Sin embargo, la crtica del otro lado es mucho ms seria y exige una respuesta crtica detallada. Esta crtica opera primordialmente de acuerdo a nociones de estetizacin y espectacularidad. Cierta tradicin intelectual, con races en los escritos de Walter Benjamin y Guy Debord sostiene que la estetizacin y la espectacularizacin de la poltica, incluyendo la protesta poltica, son cosas malas, porque distraen la atencin de las metas prcticas de la protesta poltica y las dirige hacia su forma esttica. Y esto quiere decir que el arte no puede ser usado como un medio para la protesta poltica genuina, porque el uso del arte para la accin poltica necesariamente estetiza a dicha accin, la convierte en espectculo y, por lo tanto, neutraliza el efecto prctico de dicha accin. Como ejemplo, basta con recordar la reciente Bienal de Berln, curada por Artur mijewski, y la crtica que provoc, descrita como tal por distintos lados ideolgicos como un zoolgico para artistas activistas.

En otras palabras, el componente de arte del arte activismo es visto muchas veces como la razn principal por la que dicho activismo fracasa en el nivel pragmtico, prctico, en el nivel del impacto social y poltico inmediato. En nuestra sociedad, el arte es tradicionalmente visto como intil. De manera que esta inutilidad cuasi ontolgica parece infectar al arte activismo y lo condena a su fracaso. Al mismo tiempo, el arte es visto como algo que en ltima instancia celebra y estetiza al status quo socavando, por lo tanto, nuestra voluntad para cambiarlo. De modo que la salida de esta situacin es vista ms que nada como el abandono general del arte como si el activismo social y poltico nunca fracasa siempre y cuando no se infecte por el virus del activismo.

La crtica del arte como algo intil y por lo tanto moral y polticamente malo no es nueva. En el pasado, esta crtica obligaba a muchos artistas a abandonar el arte, para comenzar a practicar algo ms til, algo moral y polticamente correcto. Sin embargo, el activismo contemporneo en el arte no se apresura por abandonar el arte, sino ms bien, trata de hacer que el arte mismo sea til. Esta es una posicin histrica nueva. Su novedad es muchas veces relativizada por una referencia al fenmeno de la vanguardia rusa, que famosamente quiso cambiar al mundo por medios artsticos. Me parece que esta referencia es incorrecta. Los artistas de la vanguardia rusa de la dcada de 1920 crean en su habilidad para cambiar el mundo, porque en aquel entonces su prctica artstica fue apoyada por las autoridades soviticas. Ellos saban que el poder estaba de su lado. Y tenan la esperanza de que este apoyo no cesara con el paso del tiempo. El activismo contemporneo en el arte, por el contrario, no tiene razn para creer en un apoyo poltico externo. El arte activista acta por cuenta propia depende slo de sus propias redes y en un apoyo financiero dbil e incierto, generado por instituciones de arte de mentalidad progresista. Como lo dije anteriormente, sta es una situacin nueva, que merece una nueva reflexin terica.

La meta central de esta reflexin terica es esta: analizar el significado preciso y la funcin poltica de la palabra estetizacin. Yo creo que dicho anlisis nos permitir clarificar las discusiones alrededor del arte activista y el sitio en el que se encuentra y en el que acta. Podra decir que, hoy en da, la palabra estetizacin se usa mayormente de una manera confusa y confundida. Cuando uno habla de estetizacin, se refiere a operaciones tericas y polticas distintas y en ocasiones opuestas. La razn por estas confusiones es la divisin de la prctica artstica contempornea en dos dominios diferentes: arte en el sentido apropiado de la palabra, y diseo. En estos dos dominios, la estetizacin quiere decir dos cosas distintas. Analicemos esta diferencia.

La estetizacin como Revolucin

En el dominio del diseo, la estetizacin de ciertas herramientas tcnicas, de ciertas mercancas o de ciertos eventos, est relacionado con un intento por hacerlos ms atractivos y seductores para el usuario. Aqu, la estetizacin no previene el uso de un objeto estetizado, diseado por el contrario, tiene la meta de mejorar y expandir este uso al hacerlo ms agradable. En este sentido, en realidad deberamos ver a todo el arte del pasado premoderno no como arte sino como diseo. Efectivamente, los griegos antiguos nos hablaban de latechnesin diferenciar entre arte y tecnologa. Si vemos el arte de la antigua China, podemos encontrarnos con herramientas bien diseadas, que se usaban para las ceremonias religiosas, as como objetos bien diseados que se usaban para los funcionarios de la corte y los intelectuales. Lo mismo puede decirse del arte de Egipto y del Imperio Inca: no es arte en el sentido moderno del trmino, sino diseo. Y lo mismo puede decirse del Antiguo Rgimen de Europa antes de la Revolucin Francesa; aqu tambin encontramos slo diseo religioso, o el diseo del poder y la riqueza. Bajo condiciones contemporneas, el diseo se volvi omnipresente. Casi todo lo que usamos est profesionalmente diseado para hacerlo ms atractivo para el usuario. Es a lo que nos referimos cuando hablamos de un producto bien diseado: es una verdadera obra de arte, como podemos decir del iPhone, de un bello avin y as sucesivamente.

Lo mismo puede decirse de la poltica. Estamos viviendo una poca de diseo poltico, de la fabricacin personal de la imagen. Cuando uno habla, por ejemplo, de la estetizacin de la poltica en referencia a, digamos, la Alemania Nazi, entonces uno realmente se refiere a la estetizacin como diseo como un intento por hacer que el movimiento Nazi sea ms atractivo, ms seductor. Uno piensa en los uniformes negros, lafakelzgenocturna, y dems. Aqu es importante ver que este modo de entender la estetizacin como diseo no tiene nada que ver con la nocin de estetizacin como sola usarlo Walter Benjamin, cuando hablaba del fascismo como la estetizacin de la poltica. Esta otra nocin de estetizacin tiene sus orgenes no en el diseo sino en el arte moderno.

En efecto, la estetizacin artstica no se refiere al intento por hacer que el funcionamiento de cierta herramienta tcnica sea ms atractivo para el usuario. Al contrario, la estetizacin artstica significa la desfuncionalizacin de dicha herramienta, la anulacin violenta de su aplicabilidad y eficiencia prcticas. Nuestra nocin contempornea del arte y de la estetizacin del arte tiene sus races en la Revolucin Francesa en las decisiones tomadas por el gobierno revolucionario francs, concernientes a los objetos que este gobierno hered del Antiguo Rgimen. Un cambio de rgimen, especialmente un cambio radical como el que introdujo la Revolucin Francesa, normalmente viene acompaado de una ola de iconoclastia. Uno podra seguir estos oleajes en los casos del protestantisno, la conquista espaola de Amrica, o la cada de los regmenes socialistas en Europa del Este. Los revolucionarios franceses tomaron un camino distinto: en vez de destruir los objetos sagrados y profanos pertenecientes al Antiguo Rgimen, los desfuncionalizaron o, en otras palabras, los estetizaron. La Revolucin Francesa convirti al diseo del Antiguo Rgimen en lo que ahora llamamos arte, esto es, en objetos que no sirven ms que para la pura contemplacin. Este acto violento y revolucionario de estetizar el Viejo Rgimen fue el que cre el arte que hoy conocemos. Antes de la Revolucin Francesa, no haba arte, slo diseo. Despus de la Revolucin Francesa, emergi el arte... como la muerte del diseo.

El origen revolucionario de la esttica fue conceptualizado por Emmanuel Kant en suCrtica al Juicio. Casi al comienzo del texto, Kant deja claro su contexto poltico. Escribe:

Si alguien me preguntara si el palacio que ahora veo me resulta ms bello, bien podra decir que no me gustan ese tipo de cosas...; en un estilo verdaderamente Rousseauiano, incluso hasta podra vilificar la vanidad de los grandes que desperdician el sudor del pueblo en cosas tan superfluas... Todo esto podra ser aceptado y aprobado por m; pero este no es el tema en cuestin... Uno no debe ser parcial en lo ms mnimo, a favor de la existencia de la cosa, sino ser completamente indiferente en este sentido, para poder jugar el rol de juez en cuestiones del gusto.1

Kant no est interesado en la existencia del palacio como representacin del poder y la riqueza. Sin embargo, est dispuesto a aceptar el palacio como algo estetizado, esto es, negado, vuelto inexistente para todo efecto prctico, reducido a una pura forma. Aqu surge la pregunta inevitable: Qu es lo que uno debera decir sobre la decisin de los revolucionarios franceses, de sustituir la desfuncionalizacpon esttica del Antiguo Rgimen con una destruccin totalmente iconoclasta? Y: Acaso la legitimacin terica de esta desfuncionalizacin esttica que se propuso casi simultneamente por Kant, como signo de la debilidad cultural de la burguesa europea? Quiz sera mejor destruir por completo el cadver del Viejo Rgimen en vez de exhibir este cadver como arte, como un objeto de pura contemplacin esttica. Yo dira que la estetizacin es una forma mucho ms radical de muerte que la iconoclastia tradicional.

Ya desde el siglo XIX, los museos muchas veces se comparaban con cementerios, y los curadores de museos con sepultureros. Sin embargo, el museo es mucho ms un cementerio que cualquier cementerio de verdad. Los cementerios de verdad no exponen los cadveres de los muertos; los ocultan. Esto tambin aplica para las pirmides egipcias. Al ocultar los cuerpos, los cementerios crean un espacio oscuro y escondido de misterio, y por lo tanto nos sugieren la posibilidad de resurreccin. Todos hemos ledo acerca de fantasmas, vampiros que abandonan sus tumbas, as como otras criaturas que merodean por las noches en los cementerios. Tambin hemos visto pelculas sobre las noches en los museos: cuando nadie los ve, los cuerpos muertos de las obras de arte cobran vida. Sin embargo, el museo a la luz del da es un sitio de muerte definitiva que no permite la resurreccin, ni el retorno al pasado. El museo institucionaliza la violencia verdaderamente radical, atea y revolucionaria que muestra al pasado como incurablemente muerto. Es una muerte puramente materialista sin posibilidad de retorno el cadver material estetizado funciona como testimonio a la imposibilidad de resurreccin. (De hecho, esta fue la razn por la que Stalin insisti tanto en exhibir permanentemente el cuerpo muerto de Lenin al pblico. El Mausoleo de Lenin es una garanta visible de que Lenin y el leninismo han muerto definitivamente. Es por eso que los lderes actuales en Rusia no se apresuran en enterrar a Lenin contrario a las peticiones hechas por muchos rusos para que lo hagan. No quieren el regreso del leninismo, el cual sera posible si entierran a Lenina.)

Por lo tanto, desde la Revolucin Francesa, el arte ha sido entendido como el cadver del pasado, desfuncionalizado y exhibido pblicamente. Este entendimiento del arte determin las estrategias postrevolucionarias del arte... hasta ahora. En un contexto de arte, estetizar las cosas del presente significa descubrir su carcter disfuncional, absurdo, inviable, todo lo que los hace inutilizable, ineficiente, obsoleto. Estetizar el presente significa convertirlo en un pasado muerto. En otras palabras, la estetizacin artstica es lo opuesto a la estetizacin por medio del diseo. La meta del diseo es mejorar estticamente el statu quo, de hacerlo ms atractivo. El arte tambin acepta al statu quo, pero lo acepta como cadver, despus de su transformacin en una simple representacin. En este sentido, el arte ve la contemporaneidad no slo desde la perspectiva revolucionaria, sino la postrevolucionaria. Uno puede decir: el arte moderno y contemporneo ven la modernidad y la contemporaneidad como los revolucionarios franceses vieron al diseo del Antiguo Rgimen como algo ya obsoleto, reducible a una pura forma, como algo que ya es un cadver.

Estetizar la Modernidad

De hecho, esto aplica especialmente para los artistas de la vanguardia, que muchas veces han sido mal interpretados como heraldos de un nuevo mundo tecnolgico como si quisieran impulsar la vanguardia del progreso tecnolgico. Nada ms alejado de la verdad histrica. Claro, los artistas de las vanguardias histricas estaban interesados en la modernidad tecnolgica, industrializada. Sin embargo, estaban interesados en la modernidad tecnolgica slo por la meta de estetizar la modernidad, desfuncionalizndola, para revelar la ideologa del progreso como algo fantasmal y absurdo. Cuando uno habla de la vanguardia en su relacin con la tecnologa, uno normalmente tiene una figura histrica especfica en mente: Filippo Tomaso Marinetti y su Manifiesto Futurista, publicado en la primera plana del peridicoFigaroen 1909.2El texto condenaba al gusto cultural passistic de la burguesa, y celebraba la belleza de la nueva civilizacin industrial (... un automvil rugiente, que parece correr sobre la rfaga, es ms bello que la Victoria de Samotracia), glorificaba la guerra como la higiene del mundo, y deseaba destruir los museos, las libreras y cualquier tipo de academia. La identificacin con la ideologa parece estar completa aqu. Sin embargo, Marinetti no public el texto del Manifiesto Futurista aislado, sino que incluy dentro de ste una historia que comienza con una descripcin sobre cmo l haba interrumpido una larga charla sobre poesa con sus amigos, invitndolos a que se levantaran y que manejaran lejos en un auto veloz. Y eso fue lo que hicieron. Marinetti escribe: Y nosotros, como jvenes leones, nos pusimos a perseguir a la muerte... No hay nada para lo que valga la pena morir, ms all del deseo por finalmente despojarnos de la valenta que se haba convertido en una carga. Y sucedi el despojo. Marinetti describe un poco ms el paseo nocturno: Qu ridculo! Qu fastidio!... pis los frenos con fuerza y para mi disgusto las ruedas se separaron del suelo y volamos hacia una zanja. Oh, una madre de zanja, hasta el borde de agua lodosa! ... Cmo me deleit con ese fango, dador de fuerza, que tanto me record a los sagrados pechos negros de mi enfermera sudanesa.

No me detendr mucho en esta figura del retorno al vientre de la madre y a los pechos de la enfermera despus de un frentico paseo en coche rumbo a la muerte es suficientemente obvio. Baste decir que Marinetti y sus amigos fueron sacados de la zanja por un grupo de pescadores y, tal y como lo escribe, unos gotosos viejos naturalistas esto es, por los mismospassistscontra los cuales se dirige el manifiesto. As, el manifiesto abre con una descripcin del fracaso de su propio programa. De modo que no nos sorprende que el fragmento de texto que sigue al manifiesto repita la figura de la derrota. Siguiendo la lgica del progreso, Marinetti visualiza la llegada de una nueva generacin para la cual l y sus amigos resultarn, a su vez, como los odiadospassistsque deban ser destruidos. Pero escribe que cuando los agentes de esta generacin por venir tratan de destruirlo a l y a sus amigos, los encontrarn en una noche de invierno, en una choza humilde, lejos, en el campo, con una lluvia incesante golpeando, y nos vern a todos apiados ansiosamente... calentando nuestras manos alrededor de las llamas vacilantes de nuestros libros presentes.

Estos pasajes nos demuestran que, para Marinetti, estetizar la modernidad impulsada por la tecnologa no quiere decir glorificarla o tratar de mejorarla, de hacerla ms eficiente por medio de un diseo mejor. Por el contrario, desde el comienzo de su carrera artstica, Marinetti vea a la modernidad en retrospectiva, como si ya se hubiese colapsado, como si ya se hubiera convertido en algo del pasadoimaginndose a s mismo en la zanja de la Historia, o en el mejor de los casos, resguardado en el campo bajo una lluvia postapocalptica incesante. Y en esta visin retrospectiva, la modernidad impulsada por la tecnologa y orientada por el progreso parece ser una catstrofe total. Difcilmente estamos hablando de una perspectiva optimista. Marinetti visualiza el fracaso de su propio proyecto pero entiende este fracaso como un fracaso del progreso mismo, el cual slo nos deja con escombros, ruinas y catstrofes personales.

He citato a Marinetti en extenso porque es precisamente Marinetti al que Benjamin llama el testigo crucial cuando, en el eplogo de su famoso ensayo La obra de arte en la era de su reproduccin mecnica, Benjamin formula su crtica de la estetizacin de la poltica como el proyecto fascista por excelencia la crtica que sigue pesando mucho en cualquier intento por juntar al arte y a la poltica.3Para explicar su punto, Benjamin cita un texto posterior de Marinetti sobre la guerra en Etiopa, en la que Marinetti establece un paralelo entre las operaciones de guerra modernas y las operaciones poticas y artsticas usadas por los artistas del Futurismo. En este texto, Marinetti habla sobre la metalizacin del cuerpo humano. Metalizacin, en este contexto, tiene slo un significado: la muerte del cuerpo y su transformacin en cadver, entendido como objeto de arte. Benjamin interpreta este texto como una declaracin de guerra por el arte en contra de la vida, y resume el programa poltico fascista con estas palabras: Fiat art pereas mundi (Deja que exista el arte deja que el mundo perezca9. Y Benjamin escribe, adems, que el fascismo es la culminacin del movimientolart pour lart.

Claro, el anlisis de Benjamin sobre la retrica de Marinetti es correcto. Pero todava tenemos una cuestin crucial: Qu tan confiable es Marinetti como testigo? El Fascismo de Marinetti es ya un fascismo estetizado un fascismo entendido como la aceptacin heroica de la derrota y la muerte. O como forma pura una representacin pura que un escritor tiene del fascismo cuando este escritor est solo y sentado bajo una lluvia incesante. El verdadero fascismo quera, claro est, no la derrota sino la victoria. En efecto, a finales de la dcada de los 20 y 30, Marinetti se volvi cada vez menos influyente en el movimiento fascista italiano, el cual practicaba, precisamente, ya no la estetizacin de la poltica sino la politizacin de la esttica, al usar el Novecento y el Neoclasisismo y, s, tambin el Futurismo para sus fines polticos o, podramos decir, para su diseo poltico.

En su ensayo, Benjamin se opone a la estetizacin fascista de la poltica hacia la politizacin comunista de la esttica. Sin embargo, en el arte ruso y sovitico de la poca, se demarcaban las lneas de una manera mucho ms complicada. Hoy da hablamos de la vanguardia rusa, pero los artistas y poetas rusos de aquella poca hablaban sobre el Futurismo Ruso y luego el Suprematismo y el Constructivismo. En estos movimientos, encontramos el mismo fenmeno de la estetizacin del Comunismo Sovitico. Ya en su texto Sobre el Museo (1919), Kazimir Malevich no slo hace un llamado a sus camaradas a quemar la herencia artstica de las pocas previas, sino tambin a aceptar que todo lo que hacemos est hecho para el crematorio.4El mismo ao, en su texto, Dios no est abatido, Malevich sostiene que lograr las condiciones materiales perfectas de la existencia humana, como planeaban los comunistas, es igual de imposible que lograr la perfeccin del alma humana, tal y como la iglesia lo quera previamente.5El fundador del Constructivismo Ruso, Vladimir Tatlin, construy el modelo para su famosoMonumento para la Tercera Internacionalque se supondra iba a girar, pero no pudo, y posteriormente, un avin que no se pudo volar (el llamadoLetatlin). Nuevamente, aqu, el comunismo sovitico se estetiz desde la perspectiva de su fracaso histrico, de su muerte por venir. Nuevamente, en la Unin Sovitica, la estetizacin de la poltica despus se convirti en la politizacin de la esttica esto es, en el uso de la esttica de las metas polticas, como diseo poltico.

Por supuesto, no quiero decir que no existe diferencia entre fascismo y comunismo; esta diferencia es inmensa y decisiva. Slo quiero decir que la oposicin entre fascismo y comunismo no coincide con la diferencia entre la estetizacin de la poltica enraizada en el arte moderno y la politizacin de la esttica enraizada en el diseo poltico.

Espero que la funcin poltica de estas dos nociones, divergentes e incluso contradictorias, de la estetizacin la estetizacin artstica y la estetizacin de diseose hayan vuelto ahora ms claras. El diseo quiere cambiar la realidad, el statu quo, quiere mejorar la realidad, hacerla ms atractiva, que mejore su uso. El arte parece aceptar la realidad tal y como es, acepta el statu quo. Pero el arte acepta el statu quo como disfuncional, como algo ya fallido, esto es, desde la perspectiva revolucionaria o incluso postrevolucionaria. El arte contemporneo pone nuestra contemporaneidad en los museos de arte, porque no cree en la estabilidad de las condiciones actuales de nuestra existencia a tal grado que el arte contemporneo ni siquiera intenta mejorar estas condiciones. Al desfuncionalizar el statu quo, el arte prefigura su vuelco revolucionario por venir. O una nueva guerra global. O una nueva catstrofe global. De cualquier modo, un evento que har obsoleta la cultura contempornea en su totalidad, incluyendo todas sus aspiraciones y proyecciones, tal y como la Revolucin Francesa hizo obsoletas todas las aspiraciones, proyecciones intelectuales y utopas del Antiguo Rgimen.

El activismo contemporneo en el arte es el heredero de estas dos tradiciones tan contradictorias de estetizacin. Por un lado, el activismo en el arte politiza al arte, usa al arte como diseo poltico, esto es, como una herramienta de las luchas polticas de nuestro tiempo. Este uso es completamente legtimo y cualquier crtica de este uso sera absurda. El diseo es una parte integral de nuestra cultura, y no tendra sentido prohibir su uso por movimientos polticos opuestos, bajo el pretexto de que este uso nos lleva a la espectacularizacin, la teatralizacin de la protesta poltica. Despus de todo, hay un buen teatro y un mal teatro.

Pero el activismo en el arte no puede escaparse de una tradicin mucho ms radical y revolucionaria de la estetizacin de la poltica: la aceptacin de nuestro propio fracaso, entendido como premonicin y prefiguracin del fracaso por venir del estatus quo en su totalidad, sin dejar lugar a su posible mejora o correccin. El hecho de que el activismo en el arte contemporneo est atrapado en esta contradiccin es algo bueno. Primero que nada, slo las prcticas autocontradictorias son verdaderas, en el sentido ms profundo de la palabra. Y segundo, en nuestro mundo contemporneo, slo el arte indica la posibilidad de revolucin como cambio radical ms all del horizonte de nuestros deseos y expectativas actuales.

La estetizacin y la vuelta en U

Y as, el arte moderno y contemporneo nos permite ver al periodo histrico en el que vivimos desde la perspectiva de su finalidad. La figura del Angelus Novus como la describe Benjamin depende de la tcnica de estetizacin artstica tal y como se practicaba en el arte europeo postrevolucionario.6Aqu tenemos la clsica descripcin de lametanoiafilosfica, o el reverso de la mirada, el Angelus Novus da la espalda hacia el futuro y vuelve a ver el pasado y el presente. Se sigue moviendo hacia el futuro pero hacia atrs. La filosofa es imposible sin esta clase de metanoia, sin este regreso de la mirada. Del mismo modo, la pregunta filosfica central fue y sigue siendo: Cmo es posible esta metanoia filosfica? Cmo puede el filsofo regresar su mirada del futuro al pasado y adoptar una actitud reflexiva y verdaderamente filosfica en torno al mundo? En tiempos ms antiguos, la respuesta la daba la religin: Dios (o dioses) se entendan como los que abran en el espritu humano la posibilidad de dejar el mundo fsico y de verlo desde una posicin metafsica. Posteriormente, la oportunidad para una metanoia la ofreci la filosofa hegeliana: uno poda volver la mirada si resultaba que uno estaba presente en el final de la historia en el momento en que el progreso posterior del Espritu humano se volva imposible. En nuestra era postmetafsica, la respuesta ha sido formulada ms que nada en trminos vitalistas: uno regresa la mirada si uno alcanza los lmites de su propia fortaleza (Nietzsche), si el deseo de uno es reprimido (Freud) o si uno experimenta el miedo a la muerte o el aburrimiento extremo de la existencia (Heidegger).

Pero no hay indicacin de un punto de inflexin tan personal y existencial en el texto de Benjamin, slo una referencia al arte moderno, a una imagen de Klee. El Angelus Novus de Benjamin la da la espalda al futuro simplemente porque sabe cmo hacerlo. Sabe porque ha aprendido esta tcnica del arte moderno tambin de Marinetti. Hoy en da, el filsofo no necesita ningn punto de inflexin subjetivo, ningn evento real, ningn encuentro con la muerte o con algo o alguien radicalmente otro. Despus de la Revolucin Francesa, el arte desarroll tcnicas para desfuncionalizar el estatus quo que fueron adecuadamente descritas por los Formalistas Rusos, tales como reduccin, el dispositivo cero, y la desfamiliarizacin. En nuestra era, el filsofo slo tiene que ver al arte moderno, y l o ella sabr qu hacer. Y esto es precisamente lo que Benjamin hizo. El arte nos ensea cmo practicar la metanoia, una vuelta en U en el camino hacia el futuro, el camino hacia el progreso. No es coincidencia, cuando Malevich le dio una copia de uno de sus libros al poeta Daniil Kharms, escribi lo siguiente en la dedicatoria: Ve y detn al progreso.

Y la filosofa puede aprender no slo la metanoia horizontal la vuelta en U en el camino del progresosino tambin una metanoia vertical: el reverso de la movilidad en ascenso. En la tradicin Cristiana, este reverso llevaba el nombre dekenosis. En este sentido, la prctica del arte moderno y contemporneo puede llamarsekentica.

Efectivamente, tradicionalmente, asociamos el arte con un movimiento hacia la perfeccin. Se supone que el artista debe ser creativo. Y ser creativo significa, por supuesto, traer al mundo no slo algo nuevo, sino tambin algo mejor de mejor funcionamiento, de mejor apariencia, ms atractivo. Todas estas expectativas tienen sentido pero como ya he dicho antes, en el mundo actual, todas ellas estn relacionadas con el diseo y no con el arte. El arte moderno y contemporneo quiere que las cosas no sean mejores sino peores y no relativamente peores sino radicalmente peores: hacer cosas disfuncionales a partir de cosas funcionales, traicionar las expectativas, revelas la presencia invisible de la muerte donde solemos ver slo vida.

Es por eso que el arte moderno y contemporneo no es popular. No es popular precisamente porque el arte va en contra de la manera normal como las cosas supuestamente deben ser. Todos estamos conscientes del hecho que nuestra civilizacin est basada en la desigualdad, pero tendemos a pensar que esta desigualdad debe corregirse por medio del ascenso social, dejando que las personas desarrollen sus talentos, sus dones. En otras palabras, estamos listos para protestar en contra de la desigualdad dictada por los sistemas existentes del poder, pero al mismo tiempo, estamos listos para aceptar la nocin de la distribucin desigual de los dones y talentos naturales. Sin embargo, es obvio que la creencia en los dones naturales y en la creatividad es la peor forma de darwinismo social, de biologismo y, de hecho, de neoliberalismo, con su nocin del capital humano. En sus conferencias sobre el nacimiento de la biopoltica, Michel Foucault enfatiza que el concepto neoliberal de capital humano tiene una dimensin utpica, y constituye, en efecto, el horizonte utpico del capitalismo contemporneo.7

Como nos muestra Foucault, el ser humano deja aqu de ser visto simplemente como fuerza laborar vendida al mercado capitalista. En cambio, el individuo se convierte en propietario de un conjunto no alienado de cualidades, capacidades y habilidades que son parcialmente hereditarias e innatas, y parcialmente producidas por la educacin y el cuidado primordialmente por nuestros padres. En otras palabras, hablamos aqu de una inversin original hecha por la naturaleza misma. La palabra talento expresa esta relacin entre naturaleza e inversin lo suficientemente bien, siendo el talento un obsequio de la naturaleza y al mismo tiempo cierta suma de dinero. Aqu, la dimensin utpica de la nocin neoliberal del capital humano se vuelve clara. La participacin en la economa pierde su carcter de trabajo alienado y alienante. El ser humano se convierte en valor en s mismo. Y lo que es ms importante, la nocin de capital humano, como nos muestra Foucault, borra la oposicin entre consumidor y productor la oposicin que se arriesga en desgarrar al ser humano bajo las condiciones estndares del capitalismo. Foucault indica que, en trminos de capital humano, el consumidor se convierte en productor. El consumidor produce su propia satisfaccin. Y de este modo, el consumidor deja crecer su capital.8

A principios de la dcada de los setenta, Joseph Beuys se inspir por la idea del capital humano. En sus famosas Lecciones de Achberger, publicadas bajo el ttuloArt=Capital(Kunst=Kapital),nos dice que toda actividad econmica debera entenderse como prctica creativa, de modo que todo mundo se convierte en artista.9As, la nocin expandida de arte (erweiterter Kunstbegriff) coincidira con la nocin expandida de economa (erweiterter Oekonomiebegriff).Con esto, Beuys trata de superar la desigualdad que, para l, se simboliza por la diferencia entre obra creativa y artstica, y el trabajo no-creativo y alienante. Decir que todos son artistas implica para Beuys, que debe introducirse una igualdad universal por medio de la movilizacin de aquellos aspectos y componentes del capital humano de todas las personas, pero que permanecen ocultos e inactivos bajo las condiciones estndares del mercado. Sin embargo, durante las discusiones que siguieron a estas lecciones, se volvi claro que el intento de Beuys por basar la igualdad social y econmica en la igualdad entre la actividad artstica y la no artstica en realidad no funciona. Y la razn de esto es muy sencilla: de acuerdo con Beuys, un ser humano es creativo porque la naturaleza le otorg el capital humano inicial; precisamente, la capacidad para ser creativo. De modo que la prctica artstica sigue siendo dependiente de la naturaleza, y por lo tanto, de la distribucin desigual de dones naturales.

Sin embargo, muchos tericos socialistas y de izquierda permanecieron bajo el encanto de la idea de la movilidad social sea esta individual o colectiva. Esto puede ilustrarse por la famosa cita al final del libro de Leon Trotsky,Revolucin y Literatura

La construccin social y la autoeducacin psicofsica sern dos aspectos del mismo proceso. Todas las artes literatura, teatro, pintura, msica y arquitectura, le otorgarn a este proceso una forma bella... el Hombre se volver inconmensurablemente ms fuerte, ms sabio y ms sutil; si cuerpo ser ms armnico, su movimiento ms rtmico, su voz ms musical... el tipo humano promedio se elevar a las alturas de un Aristteles, de un Goethe o de un Marx. Y por encima de esta cumbre, surgirn nuevas crestas.10

Es este alpinismo artstico, social y poltico bajo sus formas burguesas y socialistasdel cual trata de salvarnos el arte moderno y contemporneo. El Arte Moderno est hecho en contra del don natural. No desarrolla el potencial humano sino que lo anula. Opera no por expansin sino por reduccin. Efectivamente, no puede lograrse una transformacin poltica genuina de acuerdo a la misma lgica o talento, esfuerzo y competencia en la que est basada la actual economa de mercado, sino slo por medio de la metanoia y lakenosispor una vuelta en U contra el movimiento del progreso, una vuelta en U contra la presin de la movilidad social. Slo de este modo podremos escapar de la presin de nuestros propios dones y talentos, los cuales nos esclavizan y agotan, empujndonos a escalar una montaa tras otra. Slo si aprendemos a estetizar la falta de dones as como la presencia de los mismos, de modo que no se distinga entre victoria y fracaso, slo as nos escaparemos del bloqueo terico que pone en peligro el activismo en el arte contemporneo.

Sin duda vivimos en una era de estetizacin total. Este hecho muchas veces se interpreta como seal de que hemos llegado a un estado despus del final de la historia, o un estado de total agotamiento, que hace que cualquier accin histrica posterior sea imposible. Sin embargo, como he tratado de demostrar, el nexo entre estetizacin total, el fin de la historia, y el agotamiento de las energas vitales, es ilusorio. Al usar las lecciones del arte moderno y contemporneo, somos capaces de estetizar totalmente al mundo esto es, de verlo ya como un cadversin ser necesariamente situado al final de la historia o al final de nuestras fuerzas vitales. Uno puede estetizar al mundo y al mismo tiempo, actuar dentro de ste. De hecho, la estetizacin total no bloquea a la accin poltica; la estimula. La estetizacin total significa que vemos el statu quo actual como algo ya muerto, ya abolido. Y significa adems, que toda accin que sea dirigida hacia la estabilizacin del statu quo finalmente lo lograr. Por lo tanto, la estetizacin total no slo no excluye a la accin poltica; crea el horizonte final para una accin poltica exitosa, si esta accin tiene una perspectiva revolucionaria.

1. Immanuel Kant, Critique of the Power of Judgment, ed. Paul Guyer (Cambridge: Cambridge University Press 2000), 9091.2 F. T. Marinetti, The Foundation and Manifesto of Futurism, in Critical Writings (New York: Farrar, Strauss and Giroux, 2006), 1117.

3 Walter Benjamin, The Work of Art in the Age of Mechanical Reproduction, Illuminations (New York: Schocken, 1992).

4 Kazimir Malevich, On the Museum, in Essays on Art, vol. 1 (New York: George Wittenborn, 1971), 6872.

5 Kazimir Malevich, God is Not Cast Down, ibid., 188223.

6 Walter Benjamin, Ueber den Begriff der Geschichte, in Gesammelte Schriften, vol. 12 (Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag, 1974).

7 Michel Foucault, The Birth of Biopolitics: Lectures at the Collge de France 19781979 (New York: Palgrave Macmillan, 2008), 215ff.

8 Ibid., 226.

9 Joseph Beuys, Kunst=Kapital (Wangen/Allgu: FIU-Verlag, 1992).

10 Leon Trotsky, Literature and Revolution, ed. William Keach (Chicago: Haymarket Books, 2005), 207.

*Boris Groys(1947, Berln del Este) Profesor de Esttica, Historia del Arte y Teora de Medios en el Center for Art and Media Karlsruhe y Global Distinguished Professor en la Universidad de Nueva York. Es autor de muchos libros, ente ellos,The Total Art of Stalinism,Ilya Kabakov: The Man Who Flew into Space from His Apartment,Art Power,The Communist Postscript, y ms recientemente,Going Public.NO HAY COMENTARIOS.:AXIOMAS Y REGLAS

(Tomado del textoDear Colleague, de Robert Storr.Dellibro Art School Propositions for the 21st. Century. Editado por Steven Henry Madoff. MIT Press, 2009. Con algunas libres adaptaciones).

AXIOMAS

El genio no carece de nada que pueda necesitar.

Las escuelas de arte no tienen nada que ensearle a los genios.

Los genios no van a las escuelas de arte.

Los estudiantes que van a las escuelas de arte no son genios.

Los estudiantes de las escuelas de arte carecen de algo.

Los estudiantes van a las escuelas de arte para obtener lo que les falta.

Los estudiantes no siempre saben qu les falta.

El propsito de las escuelas de arte es el de proporcionar a los estudiantes las cosas que saben que les falta, as como encontrar las cosas que no saben que les falta.

Las escuelas que no reconocen lo que a los estudiantes les falta deberan repensar lo que estn haciendo.

Las escuelas que no repiensan lo que estn haciendo son las enemigas del arte y las enemigas del anti-arte. Deberan cerrar.

Todas las escuelas son academias.

Cualquier estudiante que est en una escuela de arte es un artista acadmico.

Los artistas no acadmicos son por lo general bastante pobres o bastante ricos; los artistas acadmicos tienden a arreglarse con lo que hay o tener xito.

Los artistas no acadmicos pueden ser o excepcionalmente inteligentes o excepcionalmente neurticos, y en ocasiones son ambas cosas; los artistas acadmicos son en su mayora listos, sanos y trabajadores.

La imaginacin es distribuida de manera muy inequitativa entre los artistas. Quin tiene y a quin le falta tiene poco que ver con si el artista es acadmico o no acadmico.

Los artistas no acadmicos no son nuestro problema. Ellos son su propio problema.

REGLAS

No es correcto decir que hacer es secundario y pensar es primario.

No es correcto decir que hablar no tiene chiste pero hacer exige al alma.

No es correcto pretender que no conocer es ms creativo que conocer.

No es correcto pretender que saber es crear.

No es correcto ocultar informacin pertinente a un estudiante sobre la base de que ser confuso, ya que slo ser ms confuso posteriormente, cuando el estudiante se enfrente a ello.

No es correcto que un estudiante se aleje de informacin pertinente por temor a ser influenciado, ya que cualquiera que est conciente de lo que rechaz el estudiante pensar que se hubo influenciado de todas maneras.

La ignorancia es ignorancia.

La dicha es dicha, de la misma manera que el presente es gracia cuando la gracia est presente.

No es correcto decir que leer es lo mismo que escribir que escribir es lo mismo que dibujar que dibujar es lo mismo que tomar una fotografa que tomar una fotografa es lo mismo que hacer una pelcula que hacer una pelcula es lo mismo que salir a caminar ya que nada es lo mismo que nada.

No es inteligente proclamar indiferencia hacia un medio que ests usando cuando la indiferencia es la nica reaccin que provoca tu trabajo.

No es inteligente cambiar de medio cuando el problema comienza con la esperanza de que otro medio est libre de problemas.

En realidad no es inteligente convertirse en un artista multimedia cuando ningn medio te atrae.

No es inteligente hacer formas y odiar el formalismo.

No es inteligente ensear formalismo mientras pretendes que nadie nota tus predisposiciones polticas, sociales y culturales.

No es correcto leer teora si no leste los libros que el terico est teorizando Barthes sin Balzac, Benjamin sin Baudelaire.

No es correcto discutir el Sujeto si no te identificas a ti mismo como sujeto.

No es correcto afirmar tu identidad caricaturizando otras identidades.

No es correcto desencializarte a ti mismo mientras esencializas a todos los dems.

No es correcto leer prosa sin poesa, poesa sin prosa, historia del arte sin historia, historia del arte sin escrituras de artistas, crtica escrita para el aula sin crtica escrita para la prensa.

No es correcto criticar la cultura popular si no escuchas msica de banda.

No es correcto escuchar msica de banda y pensar que ests en contacto con la cultura popular.

No es correcto decir que tu trabajo es demasiado personal como para hablar de l, cuando te la pasas hablando con tus amigos de cosas personales.

No es correcto discutir el aura a menos que ests enfrente de la obra de arte.

No es correcto pretender que lo que te interesa a ti le interesa a la historia.

No es correcto decir que el revoltijo que ests haciendo es slo tu problema cuando ests haciendo un revoltijo de la historia.

No es correcto retener excepciones a las reglas que proclamas cuando sabes que hay excepciones.

No es correcto confundir un dilogo con un discurso de manera que conviertes un discurso en un monlogo.

Existen otras reglas, pero no hay excepciones para estas reglas.