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Metamérika, de Sergio Alfsen-Romussi Escritura, contracultura y resistencia. Por Alberto Moreno “Necesitamos de la historia, pero la necesitamos de otra manera a como la necesita el holgazán mimado en los jardines de la historia. Nietzsche, Sobre las ventajas e inconvenientes de la historia”. 1 Algo equivalente podría decirse hoy de la más acabada de nuestras Bellas Artes, su majestad, la poesía. Llevar a cabo un trabajo serio, sistemático y cuidado, en el arte de la escritura, es también una forma de resistirse a la mediocridad y perversión del mercado, a la seducción de lo mismo, en esa contemplación anodina y cosificante del yo y su eterna conjugación en la primera persona del singular. La silenciosa instalación del poeta Alfsen con su trilogía, -iniciada en Totémesis pasando por Enteógena, hasta llegar a esta Metamérika-, y que presenta una escritura abigarrada, iconoclasta, profusa en micro y meta lenguajes y traducciones, es en sí un acto de resistencia, de transposición de visiones y creencias, a veces, indescifrables, que disiente, que lleva el signo alterado, pues reinventa la forma tradicional de la comunicación. Este nuevo libro de poesía está lleno de excesos, extrapolaciones limítrofes, caos verbal, materia de sueños, materia de alucinación drogo-léxica, que solo puede seguirse, intuirse...si tú también estás en esa sintonía…y quizá esta sea su mayor dificultad. Y el mayor merito. Alfsen construye mediante el verbo macerado en las plantas de los dioses, por los chamanes, yatiris o machis, un arte barroco en medio de la selva, justo en medio del desierto, o la nada. Resonancias de Bataille, sumido en el éxtasis místico, observando los grabados de Las Cuevas de Lascaux, o describiendo con infinito dolor y revulsión estética, la tortura en actos de flagelación en la antigua cultura japonesa. 2 Fonemas esferas en fosfenos florales / alas vitelinas vertidas al mamífero grial contráctil y evaginación de los [peyotes 1 Citado en: Tesis de filosofía de la historia, Walter Benjamin, (1940), Traducción de Jesús Aguirre. Tuarus, Madrid 1973. 2 El erotismo, Georges Bataille, Fábula, Tusquets Editores, 2ª edición de 2010.

Sobre MetamériKa de Sergio Alfsen -R

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Comentario libro sergio alfsen romussi, por Alberto Moreno, 2013

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  • Metamrika, de Sergio Alfsen-Romussi

    Escritura, contracultura y resistencia.

    Por Alberto Moreno

    Necesitamos de la historia, pero la necesitamos de otra manera a como la necesita el

    holgazn mimado en los jardines de la historia. Nietzsche, Sobre las ventajas e

    inconvenientes de la historia.1

    Algo equivalente podra decirse hoy de la ms acabada de nuestras Bellas Artes, su

    majestad, la poesa. Llevar a cabo un trabajo serio, sistemtico y cuidado, en el arte de

    la escritura, es tambin una forma de resistirse a la mediocridad y perversin del

    mercado, a la seduccin de lo mismo, en esa contemplacin anodina y cosificante del

    yo y su eterna conjugacin en la primera persona del singular.

    La silenciosa instalacin del poeta Alfsen con su triloga, -iniciada en Totmesis

    pasando por Entegena, hasta llegar a esta Metamrika-, y que presenta una escritura

    abigarrada, iconoclasta, profusa en micro y meta lenguajes y traducciones, es en s un

    acto de resistencia, de transposicin de visiones y creencias, a veces, indescifrables,

    que disiente, que lleva el signo alterado, pues reinventa la forma tradicional de la

    comunicacin. Este nuevo libro de poesa est lleno de excesos, extrapolaciones

    limtrofes, caos verbal, materia de sueos, materia de alucinacin drogo-lxica, que

    solo puede seguirse, intuirse...si t tambin ests en esa sintonay quiz esta sea su

    mayor dificultad. Y el mayor merito. Alfsen construye mediante el verbo macerado en

    las plantas de los dioses, por los chamanes, yatiris o machis, un arte barroco en medio

    de la selva, justo en medio del desierto, o la nada.

    Resonancias de Bataille, sumido en el xtasis mstico, observando los grabados de Las

    Cuevas de Lascaux, o describiendo con infinito dolor y revulsin esttica, la tortura en

    actos de flagelacin en la antigua cultura japonesa.2

    Fonemas esferas en fosfenos florales

    / alas vitelinas vertidas al mamfero grial contrctil y evaginacin de los

    [peyotes

    1 Citado en: Tesis de filosofa de la historia, Walter Benjamin, (1940), Traduccin de Jess Aguirre.

    Tuarus, Madrid 1973. 2 El erotismo, Georges Bataille, Fbula, Tusquets Editores, 2 edicin de 2010.

  • calendarios propagndose psquica pirmide vtrea de huitziles

    [cromotofractos

    /fue la efusin de un gong finamente reventado, ganglio vegetal mascndose

    [profusin

    La invitacin al viaje revelador de Metamrika; escritura tejida desde los smbolos y

    lenguajes que refieren constantemente a una forma de vivir, crear y transmitir cosas,

    artes, sueos y visiones, desde la Amrica Profunda. Es una creacin verbal de corte

    anti moderno, que se desprende del artificio o las florituras del lenguaje a la moda. Su

    asalto nos remite a ciertas obras de honda belleza, pero an desconocidas al gran

    pblico, como Clarivigilia Primaveral, de Asturias, o La Agona de Rasu iti, de

    Arguedas; cantos y metforas llenos de musicalidad, que revelan las vivencias -y

    videncias- de la portentosa imaginera de los indgenas y otros antiguos habitantes del

    continente.

    zuman una exacta doasis

    /yungas mecanismos de ptica librrima y zarzarse bajo un cierro azur,

    poseer poesa pura.

    En esta obra podemos leer y sentir una voz singular, que se diferencia largamente del

    actual panorama de poesa escrita en espaol; los argumentos para verlo/sentirlo as

    son variados; posee un registro nico, -no definido por una escuela, rango

    generacional ni condicin u opcin de gnero-; por sus influencias, recogidas de la otra

    historia y geografa de Amrica; por el mapa conceptual-cultural que nos describe su

    periplo (la historia, ciertamente, no empez ayer), y claro, por la lengua en que narra

    su viaje csmico, selvtico, de montaa, colmado de ros profundos, brebajes sagrados,

    visiones extticas y sueos primordiales.

    Borde y frontera.

    Hay en Metamrika, otro subtexto, liminal, y es sobre las fronteras de la experiencia, y

    las posibilidades del acto creativo-performtico. Digo, hay que cruzar lmites poco

    definidos, fronteras mviles, y descubrir secretos, para acceder a las claves de la obra,

    pues su juego supone una multiplicidad de escenarios, donde al menos distinguimos: la

    implementacin de un supra lenguaje, con orgenes en la poesa de los antiguos

    habitantes, el rito religioso de una pluralidad de voces de Los Andes, el Trpico-Caribe

    y ms all, en Mesoamrica: donde nace y se reproduce esta cosmovisin llena de

    fuerza, que transforma y sana, curandera ella; superacin y vuelo de la otra soterrada

  • Inframrika- la mendiga; todo lo cual soporta el carcter de una extensa

    experimentacin, alucinada y alucingena.

    Metamrika, supone, en su lengua extraamente jovial a pesar de las ineludibles

    referencias que conectan su nimus, a lo arcaico-, una invitacin a viajar, a

    conocer/nos fuera del lugar comn, ms all del hbitat donde acta y perdura lo

    domesticado que hay en el hombre. Por eso seduce y por eso tambin, es compleja su

    lectura, porque no te vez ah, reflejado, de buenas a primeras, porque se requiere

    paciencia y otros cdigos distintos a los usuales, para ingresar en su laberinto espeso,

    geografa humana abundante en viejos fumadores y comedores de hojas y plantas, tan

    antiguos como la tierra.

    En movimiento.

    La vivencia de corte chamnico e inicitico de esta Metamrika, se recrea en el rito, no

    en los mitos. El rito es movimiento, debe reinventarse a s mismo para sobrevivir, es

    adaptativo, se despoja y se corona, una y otra vez, es mltiple y rizomtico3. T haces

    al rito. En cambio la mitologa te envuelve y atrapa en su mantra de prohibiciones y

    quietismo. Un hombre /una mujer, es quien se lanza al rito de ingerir el brebaje

    alucinante, para abrir los ojos desde dentro, camino a un ms all, que luego debe re-

    encontrar, en si mismo. Esto no es evasin, es descubrimiento, es riesgo vital, y- no

    atreverse, es fatal-. Eso es lo que nos propone esta poesa con su lenguaje de fronteras

    y experiencias sorprendentes.

    /nazco en nazca

    : LOS SUEOS ERAN NUBEGLIFOS POR LUNACEPCION Y

    SINESTESIA (GEOMETRIA SACRA)

    Estar hablando hoy de esto, y pensar una escritura con estos referentes, es muy

    notable. Te saca, descoloca, pues transgrede el canon y los usos imperantes. Te

    reinstala en otro universo fnico y verbal. Y para seguirlo, ya no bastan las viejas

    herramientas de la gramtica, ni la academia, o de la produccin en masa, con sus

    smbolos gastados, que se han quedado mudos. Puede hasta irritar su singularidad.

    Influencias y divergencias.

    Los Beat hicieron del viaje su marca, su estigma. Ellos recorran Amrica, de costa a

    costa, (sin salir de USA), en esos inmensos automviles que fueron la cima y el signo

    de la cultura norteamericana de la poca. Metamrika va de sur a norte, del desierto a

    la selva; es multilinge, multicolor, excesiva, recorre los ejes del continente; indgena,

    3 Deleuze-Guattari, Capitalismo y Esquizofrenia, 1972.

  • blanco, negro, mestizo; balbucea, ensaya en sus lenguas; suelto, alegre, como chicos

    recogiendo frutos del campo.

    La tentadora provocacin de Metamrika es, como en la frase del Barco Ebrio, de

    Rimbaud; y vi lo que a veces los hombres creen ver.

    /entonces has de ver y vivir la vida, celebrar la ceremonia de las

    equivalencias, cantar

    el misterio de la existencia, dando gracias y alabanzas al Gran Espritu.