4
“Somos mayordomos responsables cuando:” II. Cumplimos nuestra responsabilidad , 1Cor 4:3-4 “el que me juzga es el Señor B. Sino delante del Señor , v.4

Somos mayordomos responsables cuando: II. Cumplimos nuestra responsabilidad, 1Cor 4:3-4 el que me juzga es el Señor B. Sino delante del Señor, v.4

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Somos mayordomos responsables cuando: II. Cumplimos nuestra responsabilidad, 1Cor 4:3-4 el que me juzga es el Señor B. Sino delante del Señor, v.4

“Somos mayordomos responsables cuando:” “Somos mayordomos responsables cuando:”

II. Cumplimos nuestra responsabilidad, 1Cor 4:3-4

“el que me juzga es el Señor”

B. Sino delante del Señor, v.4

Page 2: Somos mayordomos responsables cuando: II. Cumplimos nuestra responsabilidad, 1Cor 4:3-4 el que me juzga es el Señor B. Sino delante del Señor, v.4

La Tumba al Soldado Desconocido es el nombre que reciben los monumentos erigidos por las naciones para honrar a los soldados que murieron en tiempo de guerra sin haber podido ser identificados. A veces es una tumba simbólica evocando a todos los habitantes de un país que murieron en un determinado conflicto sin identidad conocida, aunque algunos contienen los restos de soldados fallecidos durante estos acontecimientos.

Page 3: Somos mayordomos responsables cuando: II. Cumplimos nuestra responsabilidad, 1Cor 4:3-4 el que me juzga es el Señor B. Sino delante del Señor, v.4

La tradición moderna de esta práctica la comenzó el Reino Unido cuando, terminada la Primera Guerra Mundial, fue el primer país en enterrar a un combatiente desconocido en nombre de todos los ejércitos del Imperio británico, en la Abadía de Westminster en 1920. En el Cementerio de Arlington, Virginia, Estados Unidos, también se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido. Esta tumba es vigilada permanentemente por fuerzas del ejército de los Estados Unidos. En su interior hay enterrados varios soldados.

Page 4: Somos mayordomos responsables cuando: II. Cumplimos nuestra responsabilidad, 1Cor 4:3-4 el que me juzga es el Señor B. Sino delante del Señor, v.4

Así como las naciones tienen en gran estima a aquellos combatientes que han dado su vida por los valores propios de cada país, nuestro Señor también tiene en gran estima a aquellos siervos suyos que saben portar con orgullo los valores del Reino de Dios. Pero para éstos no será una tumba al soldado desconocido, sino una bienaventuranza eterna para el siervo conocido.