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"DETERMINACIÓN DE LAS PROPIEDADES FUNCIONALES DE LA HARINA INTEGRAL DE CHAPULÍN DE MILPA (Sphenarium purpurascens)"

Sphenarium Purpurascens

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"DETERMINACIÓN DE LAS PROPIEDADES FUNCIONALES DE LA HARINA INTEGRAL DE CHAPULÍN DE MILPA (Sphenarium purpurascens)"

Índice

1. Introducción 6

2. Marco teórico 7

2.1. Antecedentes 7

2.1.1. Chapulín 7

2.1.2. Ciclo de vida y morfología 8

2.1.2.1. Huevecillo 8

2.1.2.2. Ninfas 8

2.1.3. Chapulín como plaga 10

2.1.4. Propiedades funcionales de las proteínas 12

2.1.4.1. Emulsión 14

2.1.4.2. Espuma 16

2.1.4.3. Capacidad de absorción de agua 18

2.1.4.4. Capacidad de retención de aceite 18

3. Justificación 20

4. Objetivos 21

4.1. Objetivo General 21

4.2. Objetivos Específicos 21

5. Materiales y métodos 22

5.1. Obtención de harina integral del chapulín 23

5.2. Análisis químico proximal 23

5.2.1. Determinación de proteína cruda 23

5.2.2. Determinación de humedad 23

5.2.3. Determinación de ceniza 24

5.2.4. Determinación de extracto etéreo 24

5.2.5. Determinación de carbohidratos 24

5.2.6. Determinación de fibra cruda 24

5.3. Evaluación de las propiedades funcionales 25

5.3.1. Retención de agua o aceite 25

5.3.2. Emulsificación 25

5.3.2.1. Capacidad de emulsificación 25

5.3.2.2. Estabilidad de emulsificación 25

5.3.3. Espumado 26

5.3.3.1. Estabilidad del espumado 26

5.3.4. Solubilidad 26

6.1. Rendimiento de harina 27

6.2. Análisis químico proximal 27

7. Conclusiones 32

8. Bibliografía 33

Índice de figuras

Figura 1. Chapulín de milpa (S. purpurascens) 7Figura 2. Hembra (abajo) y macho (arriba), de la especie S. purpurascens 10Figura 3. Metodología para el desarrollo de la investigación 22Figura 4. Diferentes estados de desarrollo de la especie S. purpurascens 23Figura 5. Capacidad de retención de agua y aceite de la harina integral de S. purpurascens. 30Figura 6. Proteína soluble de la harina integral de S. purpurascens a diferentes pHs. 31

Índice de Tablas

Tabla 1. Características de S. purpurascens en sus diferentes estadíos ninfales 9Tabla 2. Composición proximal de la harina integral de S. purpuracens 27

1. Introducción

Los insectos representan la mayor biomasa en el planeta al estar distribuidos en diversos

ecosistemas terrestres y dulceacuícolas del planeta. A lo largo de la historia los beneficios

otorgados a la humanidad han sido muchos: ropa, medicina, transformación de desechos

orgánicos y polinización en las cosechas (Ramos-Elourdy, 2004). Asimismo, los insectos

constituyen una excelente fuente alimenticia al ser considerados una fuente de excelente

calidad proteica.

Recientemente, se ha sugerido que la producción de insectos como alimento representa

mayores beneficios ecológicos, económicos y alimentarios. Como fuente alimenticia, la

mayor parte de los insectos presentan el inconveniente de que, aunque son muy

abundantes, son pequeños y se encuentran muy dispersos. Sin embargo, su consumo

reduciría las emisiones de gases contaminantes, frenar la explotación forestal, menor

inversión alimentaria para su crianza y la producción de mucho más alimento en

comparación con los animales con los que se abastece a la cadena alimentaria.

En nuestro país, un gran número de especies de insectos son consideradas como plagas

de plantas cultivadas, praderas y pastizales. Entre las especies que ocasionan mayor

daño a la agricultura se señala a la langosta así como a algunas especies de chapulín. El

chapulín se encuentra ampliamente distribuido y su consumo constituye una tradición

ancestral como alimento para el ser humano. Debido a esto, al ser considerado un

enorme recurso alimentario natural renovable, disponible para una explotación

sustentable, se ha sugerido su empleo en sustitución a la carne para cubrir la demanda

alimentaria y minimizar o dar solución a carencias nutricionales que se presentan a nivel

mundial y solventar los problemas alimentarios que en México aún persisten.

2. Marco teórico

2.1. Antecedentes

2.1.1. Chapulín

El chapulín es un insecto que pertenece a la orden Ortóptera, se caracteriza por tener

patas posteriores grandes y robustas adaptadas para saltar; sus antenas son en la

mayoría de los casos cortas; el tímpano u órgano auditivo se tiene una ubicación dorso-

lateral del primer segmento abdominal; su longitud varía de 2 a 7 centímetros. Los

géneros que son denominados de ésta forma son Melanoplus, Boopedum, Mermiria,

Sphenarium y Brachystola. A diferencia de la langosta, que es un insecto acridoideo

migratorio de tamaño grande rebasando los 10 centímetros de longitud, los cuales debido

a un incremento de población cambian de comportamiento, pasan de la forma solitaria a

gregaria, cambiando posteriormente de color y forma, además de requerir un sitio bien

delimitado, los chapulínes incrementan su población si las condiciones climáticas y

ecológicas son las apropiadas en cualquier área geográfica.

En México se conocen cerca de novecientas veinte especies de chapulines, el más

abundante es el chapulín de milpa (Sphenarium purpurascens), una especie que carece

de alas y a la que los aztecas conocían como tlalchapolin o chapulin de tierra, llamado así

por carecer de alas y solo caminar sobre la tierra (Figura 1). Se distingue por ser

comestible y su aparición coincide con el inicio de la temporada de lluvias (Carrillo-

Trueba, 1995).

Figura 1. Chapulín de milpa (S. purpurascens)

Los chapulines tienen una amplia distribución en los estados de Chiapas, Oaxaca,

Veracruz, Guerrero, Puebla, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Tlaxcala, Nayarit, D.F.,

Morelos, Querétaro, Colima, Hidalgo y Tabasco. En Tlaxcala, la plaga más importante es

la especie S. purpurascens, con un alto poder destructivo causando grandes pérdidas a la

agricultura en las regiones en donde se presenta (CESVETLAX, 2012).

2.1.2. Ciclo de vida y morfología

Como todos los miembros de la orden ortóptera, el chapulín de milpa presenta una

metamorfosis simple o incompleta, pasando por tres etapas: fase huevo, particularmente

esta especie, tiene cinco estados ninfales antes de llegar a adulto (Alfaro-Lemus, 1995).

Bajo condiciones de laboratorio la temperatura óptima para el desarrollo de S.

purpurascens en la mayoría de sus etapas de vida es de 25 °C, con excepción del adulto

y la ninfa 4, los cuales presentan mayor supervivencia a los 20 °C, la temperatura mínima

para los tres primeros estadios ninfales es de 16.5 a 16.7 ºC, para la ninfa 4 fue de 11.9

ºC y para ninfa 5 de 15.9 °C. El ciclo biológico de huevo a adulto es de 1 año (Guzmán,

1999).

2.1.2.1. Huevecillo

Son de forma alargada, de color crema al principio, que se torna de blancos a gris una vez

que se depositan en una masa denominada ooteca, éstas miden 2.5 cm. de largo por 0.5

a 1.2 cm. de ancho y se localizan enterradas en el suelo. Los huevecillos comienzan a

eclosionar al iniciar la temporada de lluvias (mayo-junio), con un máximo de eclosión a

mediados de junio y terminan a finales de este mes; sin embargo, en años secos  se

puede retrasar la eclosión hasta el mes de julio.

2.1.2.2. Ninfas

Desde que nace, S. purpurascens es similar al adulto solo que más pequeño y sin alas. El

tiempo para que la ninfa pase completamente al estado de adultez es de 40 a 60 días.

Las cinco etapas son conocidas como Ninfa I, II y Ninfa, y Ninfa III, Ninfa, IV y Ninfa V se

describen en la Tabla 1.

Tabla 1. Características de S. purpurascens en sus diferentes estadíos ninfales

Ninfa I

Son muy pequeñas (0.6 ± 0.1 mm.) y de coloración pálida con manchas de tipo

circular pardas uniformemente en todo el cuerpo. La cabeza es

proporcionalmente más grande que el resto del cuerpo, destacan los ojos por su

dimensión. Las antenas se notan gruesas y las uñas de los tres pares de patas

están bien desarrolladas. El sexo puede identificarse

Ninfa II

Las ninfas miden 0.8 ± 0.3 mm y son semejantes a las del primero pero con la

cabeza un poco más alargada. La coloración parda pálida se torna más obscura

y las manchas del cuerpo son más evidentes, las hileras de espinas se van

engrosando y se comienzan a observar dos espolones.

Ninfa

III

Miden 10.0 ± 1.2 mm. Las manchas obscuras de la cabeza antes de forma de

circular, se vuelven de forma irregular y se vuelven anchas y otras angostas, sin

un patrón de coloración definido.

Ninfa

IV

Presentan un aspecto más robusto y una coloración más definida. Miden 16 ±

0.2 mm.; los ojos presentan rayas de color pardo alternantes con amarillo sobre

un fondo pardo claro. Las patas se vuelven más vigorosas aumentando de

grosor las espinas de las patas se engrosan más y los genitales externos se

hacen más evidentes.

Ninfa

V

El tamaño es de 20 ± 1.2 mm. Su cuerpo se alarga aún más por la distensión de

los segmentos abdominales. La coloración general varía como en el estadio

anterior; las antenas se vuelven largas y delgadas. Los ojos se observan más

grandes, globulosos y de color negro; los esbozos alares se ven más alargados

y son más evidentes.

2.1.2.3. Adultos

El chapulín S. purpurascens presenta gran variación individual en el tamaño el patrón de

coloración. Los adultos miden de 2.5 a 3 cm de largo, 0.5 a 1 cm de ancho y altura 0.5 a

0.8 cm. Los machos poseen un color uniforme, predominantemente verde olivo brillante,

pero también color amarillo o marrón sobre negro. Los ojos son muy prominentes en

relación al tamaño de la cabeza que es de forma triangular; las antenas se observan más

alargadas que en las hembras. En la cara externa de las tibias se observan dos hileras de

espinas, al final de cada hilera se localizan dos espolones. Las hembras se distinguen

más fácilmente de los machos debido a que presentan dimorfismo sexual, un metatórax

más ancho y la cabeza más grande, antenas más cortas, ojos más pequeños y las

fémoras de las patas más delgadas que los machos. Su coloración es más constante, la

mayoría de individuos son de color verde brillante y sin manchas aparentes, pero cuando

han ovipositado sufren cambio de coloración de verde a pardo (Cueva-Del Castillo, 1994;

Serrano y Ramos, 1990).

Figura 2. Hembra (abajo) y macho (arriba), de la especie S. purpurascens

2.1.3. Chapulín como plaga

La norma oficial mexicana NOM-081-FITO-2001, para el manejo y eliminación de focos de

infestación de plagas no reguladas, especifica que el chapulín es todo aquel insecto que

pertenezca al orden Orthoptera de la familia Acrididae de los géneros Brachystola,

Melanoplus y Sphenarium. S. Purpurascens es un insecto polífago Su aparición coincide

con el inicio de la temporada de lluvia y se ha reportado como una plaga en cultivos de así

como de una gran variedad de plantas silvestres (CESVEG, 2003), provoca cuantiosas

pérdidas en la agricultura debido a su alta capacidad de reproducción, amplio rango de

hospederos y hábitos migratorio (Anaya, 1996). Se alimenta del follaje de los cultivos,

principalmente de maíz, frijol, alfalfa y calabaza, así como de especies silvestres,

pastizales y árboles en potreros y agostaderos. Pueden consumir de 6-12% del forraje

disponible, en ocasiones hasta el 100%, o bien r aproximadamente el 50% de su peso de

materia verde por día (Capinera y Sechrist 2002).

En México se han promovido estrategias de manejo integrado de plagas con acciones

que permiten prevenir y controlar los brotes de chapulín para evitar que ocasionen daños

y con ello aumentar la perspectiva de una mejor producción en sus cultivos. Éstas

medidas de control pueden ser:

Control cultural: se realizan barbechos en lugares donde se encuentren las

ootecas con la finalidad de exponer los huevecillos a los enemigos naturales y a

los efectos del sol; así como permitir el desarrollo de malezas de tal forma que se

evite migración y daño a los cultivos.

Control biológico: Se utiliza para combatir de manera natural al chapulín,

disminuyendo los riesgos a la salud y al medio ambiente por el uso indiscriminado

de productos químicos a través de depredadores y parásitos como regulación

natural de las poblaciones. En la actualidad se emplean hongos entomopatógenos,

virus, bacterias, protozoarios y recientemente bioinsecticidas.

Control químico: Es conveniente realizarlo cuando el chapulín se encuentra en los

primeros estadíos ninfales en forma gregaria y alimentándose de la maleza de los

bordos y orillas de las parcelas para obtener un mejor resultado. Se emplea

cuando la población de chapulines ha rebasado 15 chapulines por m2 en

pastizales y 5 o más chapulines por m2 dentro del cultivo.

Los cultivos de maíz, frijol y alfalfa en el valle de Puebla-Tlaxcala son sistemáticamente

atacados por los chapulines de la especie S.purpurascens. El método tradicional para el

manejo de esta plaga ha sido la aplicación de insecticidas. Por otro lado los habitantes del

centro de México también capturan los saltamontes a la venta como alimento y sean

empleado en la elaboración de alimentos (Cerritos y Cano-Santana, 2008).

2.1.4. Propiedades funcionales de las proteínas

La funcionalidad de una sustancia se define como toda propiedad, nutricional o no, que

interviene en su utilización. En un alimento, el conjunto de respuestas de los materiales

frente a fuerzas específicas, aplicadas en determinadas circunstancias se expresan y

participan dependiendo de las propiedades físicas y químicas que se afecten durante el

procesamiento, almacenamiento, preparación y consumo en relación con las propiedades

sensoriales. De acuerdo con lo anterior, las propiedades funcionales se definen como

cualquier propiedad fisicoquímica de los polímeros que afecta y modifica algunas

características de un alimento y que contribuye a la calidad final del producto (Badui,

2006; Boatella-Riera y col., 2004).

Las propiedades funcionales permiten el uso de las proteínas como ingredientes en

alimentos, aunque generalmente se incorporan en mezclas complejas. Las propiedades

varían si las proteínas se encuentran en su estado nativo ó desnaturalizadas, por esta

razón, es muy importante considerar el método de obtención de las proteínas, puesto que

si éste implica tratamientos severos, dichas propiedades se modificarán notoriamente

(Damodaran y Paraf, 1997).

Las propiedades funcionales de las proteínas se clasifican en tres grupos principales:

1. Propiedades de hidratación, dependen de las interacciones proteína-agua, las

cuales incluyen: absorción y retención de agua, solubilidad, entre otras.

2. Propiedades hidrodinámicas, que dependen de las interacciones entre proteína-

proteína o hidrodinámicas como la viscosidad, hidratación, texturización, entre

otras,

3. Las propiedades de superficie como emulsificación, espumado y absorción de

lípidos (Pacheco, 2002).

Las propiedades funcionales más importantes en la industria alimentaria son las

relacionadas con la hidratación. La textura y las propiedades reológicas de los alimentos

dependen de la interacción del agua con otros componentes alimentarios, especialmente

con macromoléculas como las proteínas y los polisacáridos. Las propiedades de

hidratación de las proteínas están directamente relacionadas con factores intrínsecos de

la propia molécula, es decir, por su composición aminoacídica y su conformación. Las

proteínas interaccionan con el agua a través de puentes de hidrógeno, enlaces dipolo-

dipolo o mediante las cadenas laterales de aminoácidos. De esta manera, si hay una

mayor proporción de aminoácidos con cadenas laterales hidrófobas, la proteína presente

presentará una menor capacidad de hidratación que si está compuesta por aminoácidos

con cadenas laterales hidrófilas que puedan establecer puentes de hidrógeno con el agua.

Igualmente, la conformación de las proteínas también influye en las propiedades de

hidratación, es decir, la ordenación en el espacio a lo largo de una dirección de las

cadenas polipetídicas unidas por puentes de hidrógeno y la organización tridimensional de

estas cadenas ordenadas, estabilizadas mediante uniones hidrofóbicas, interacciones

electrostáticas, enlaces de hidrógeno y enlaces covalentes (Pacheco, 2002).

2.1.4.1. Emulsión

Una emulsión es una dispersión termodinámicamente inestable de dos o más líquidos

inmiscibles (agua y aceite) o parcialmente miscibles (Yu y col., 2007). Los diámetros de

las gotas líquidas que se encuentran dispersas se encuentran en el rango de 0.1 y 20 μm.

Aunque se traten de dispersiones termodinámicamente inestables, pueden convertirse en

cinéticamente estables gracias a la presencia de agentes tensioactivos que presentan la

capacidad de absorción en las superficies de las gotas. En la mayoría de las emulsiones

una de las fases es acuosa y la otra un aceite polar. Las emulsiones con el aceite como

fase dispersa se conocen como emulsiones de aceite en agua (oil-in-water, o/w) y las

emulsiones con agua como fase dispersa se conocen como emulsiones de agua en aceite

(water-in-oil, w/o). El tipo de emulsión que se tiende a formar depende del balance entre

las propiedades hidrófilas e hidrófobas del agente emulsificante (Aranberri, 2006).

Existen diferentes procesos que causan la perdida de la estabilidad de la emulsión:

1. Creaming/sedimentación. Es un proceso causado por la acción de la gravedad,

produce un gradiente vertical de concentración de las gotas sin variar la

distribución del tamaño de estas. Las emulsiones o/w las gotas de aceite son

menos densas que la fase continua y acuosa ocurriendo principalmente el

“creaming”.

2. La floculación se lleva a cado por la adhesión de las gotas sin fusionarse y no

existe una variación en la distribución de tamaño de gotas. Está controlado por un

equilibrio global entre las fuerzas de atracción electrostáticas de van der Waals, y

repulsivas de tipo estéricas y de hidratación.

3. La coalescencia es la fusión de gotas para crear unas gotas más grandes con la

eliminación de interfase liquido/liquido. Este cambio irreversible requeriría un

aporte extra de energía para restablecer la distribución de tamaño de partícula

original.

4. Engrosamiento de gotas (llamado también Ostwald ripening). Se debe al

crecimiento de las gotas más grandes a costa de las más pequeñas hasta que

éstas últimas prácticamente desaparecen. Este proceso ocurre a una velocidad

que es función de la solubilidad de la fase dispersa en la fase continua y se debe

a que la presión interna de las gotas (presión de Laplace) es mayor en las gotas

más pequeñas (Aranberri, 2006)

Una emulsión es estable cuando no sufre cambios discernibles ya sea en la distribución

del tamaño de partícula en el estado de agregación o en el arreglo espacial de la materia

grasa dispersa en la fase acuosa durante una escala finita de observación (Dickinson,

1994). Las emulsiones para su uso alimentario deben presentar una estabilidad durante

periodos de tiempo razonablemente largos de tiempo, dicha estabilidad es posible

proporcionarse empleando estabilizadores (Badui, 2006). Las proteínas ayudan a formar y

estabilizar emulsiones, aportando propiedades físicas y reológicas que determinan la

resistencia por parte de las gotas a la coalescencia (Aranberri, 2009).

2.1.4.2. Espuma

La espuma es una dispersión de burbujas de gas suspendidas en un líquido viscoso o de

un semisólido, producido por una adsorción de moléculas reactivas en la interfase gas-

liquido (Badui. 2006). Las proteínas tienen la capacidad para formar espumas estables.

Para que esto se lleve a cabo deberán ser solubles en la fase acuosa del sistema y

concentrarse en la interfase, desenrollarse para formar capas cohesivas y de circundar las

burbujas de aire, así como de tener suficiente viscosidad y fuerza mecánica para prevenir

la ruptura de las burbujas (Das y Kinsella, 1990).

Las espumas son presentadas en la industria de alimentos en forma de pan, pasteles

merengues, galletas, helados crema batida. En la industria de alimentos es importante

conocer la estabilidad y propiedades fisicoquímicas con el objeto de predecir y controlar la

calidad de los productos elaborados en base a la incorporación de espumas (Pernel y col.,

2002). Debido a su hidrofobicidad parcial y flexibilidad molecular que permite un rápido

arreglo en la superficie durante el batido y la formación de la espuma. La formación de

espumas con proteínas implica un proceso de desnaturalización orientando los

aminoácidos hidrófobos al interior de la burbuja y los hidrófilos al exterior para estar en

contacto con la fase acuosa (Murria y Ettelaie, 2004).

Dentro de los factores que favorecen la formación de las espumas de proteínas se

encuentran:

1. Formación de películas elásticas con alta viscosidad superficial lo cual depende de

la estructura de la proteína absorbida en la interfase.

2. Tipo de estabilizantes empleados que interaccionan con la proteína para formar ya

sea complejos solubles e insolubles; sistemas líquidos bifásicos o soluciones

estables sin interacción.

3. Alta viscosidad de la fase continua, la cual depende del tipo de estabilizante,

proteína y del sistema formado por ambos.

Los mecanismos de desestabilización de la espuma son:

1. Drenado o perdida del líquido por gravedad, diferencia de presión o evaporación.

2. Difusión del gas de las burbujas pequeñas hacia las burbujas grandes, difusión

que es posible por la disolución de gas en la fase acuosa.

3. Ruptura de la laminilla líquida que separa las burbujas de gas, lo que provoca un

aumento del tamaño de las burbujas por coalescencia y conduce al

derrumbamiento de la espuma (Aranberri, 2006).

En los alimentos las proteínas son los principales agentes con actividad en la superficial

para estabilizar la fase gaseosa. La formación de espuma requiere un área interfacial

grande para facilitar la incorporación de aire a la fase líquida y formar una película

resistente a la fuerza interna y externa.

La capacidad espumante es determinada por la habilidad de las proteínas para reducir la

tensión superficial, la flexibilidad molecular y las propiedades fisicoquímicas, por lo tanto

las proteínas con excelentes propiedades espumantes deberán:

1. Absorberse rápidamente en la interfase agua-aire durante la agitación o batido.

2. Desplegarse y reorganizase en la interfase.

3. Formar una película viscosa y cohesiva a través de las interacciones

intermoleculares (Porras-Saavedra, 2010)

Estas propiedades se miden a través del índice de estabilidad, el cual mide el tiempo

requerido para reducir el 50% del volumen de espuma que permanece después de un

tiempo (Pedroche y col, 2004); la capacidad de formación de espuma se evalúa al medir

el volumen de espuma de la solución proteica después del batido o aireación (Moure y

col., 2006).

2.1.4.3. Capacidad de absorción de agua

Las proteínas en estado seco se hidratan mediante sus aminoácidos hidrófilos y retienen

una cantidad de agua que está en equilibrio con la humedad relativa del medio ambiente;

a esta propiedad se le llama capacidad de retención de agua, o sencillamente hidratación

(Badui, 2006). La absorción y retención de agua por los ingredientes proteicos tienen un

papel fundamental en la calidad de la textura de diversos alimentos especialmente carnes

trituradas y pastas de panadería además esta propiedad es fundamental para alimentos

viscosos tales como sopas, salsas, masas y productos horneados. La absorción del agua

sin disolución de la proteína, conduce a una hinchazón y le confiere propiedades tales

como consistencia, espesamiento, viscosidad y adherencia. La absorción total del agua

aumenta con la concentración proteica. La capacidad para absorben una determinada

cantidad de agua por cada gramo de material proteico (Chefter y col., 1989). De esta

manera, las sustancias con baja capacidad de retención de agua bajas no la retienen de

manera eficaz, mientras que las que presenta alta capacidad proporcionan dureza y

evitan la liberación de agua, especialmente durante el almacenamiento de los productos

(Boye y col., 2010)

.

2.1.4.4. Capacidad de retención de aceite

La cantidad de aceite absorbido por cantidad de proteína es muy importante para la

formulación de productos para freír y para la retención de sabores. Está determinada por

la estructura de la matriz proteica, la interacción entre proteínas y grasas, así como su el

tipo y su distribución, estas características pueden afectar la estructura del gel,

distribución y o emulsificación de la grasa. Además, esta propiedad disminuye el

desarrollo de la rancidez oxidativa y en consecuencia aumenta la estabilidad durante el

almacenamiento (Chefter y col., 1989). La habilidad de las proteínas para unir aceite, se

aprovecha en productos donde se desea reemplazar carne, se emplea como extensores

debido al incremento en la retención del sabor y aroma, además mejora la sensación en la

boca cuando se consume el producto (Ogunwolu y col., 2009).

2.1.4.5. Solubilidad

La solubilidad de las proteínas es variable y depende de la distribución y de la proporción

de grupos polares y no polares de la molécula. La proteína es soluble cuando ocurre

interacción proteína-agua y tiende a ser insoluble cuando ocurre interacción proteína-

proteína. Esta característica se encuentra influenciada por factores como: la composición

en aminoácidos (una proteína rica en aminoácidos polares es en general más soluble que

una rica en aminoácidos hidrofóbicos); su estructura tridimensional (las proteínas fibrosas

son en general menos solubles que las globulares) y el entorno de la propia proteína.

Cualquier condición que altere esas interacciones alterará la solubilidad y las propiedades

espumantes, espesantes y de emulsión y emulsificación Dado que la mayoría de las

proteínas alimentarias son ácidas, exhiben una solubilidad mínima a pH de 4 a 5 debido a

la ausencia de repulsión electrostática, lo que promueve la agregación y precipitación vía

las interacciones hidrofóbicas (Moure y col., 2006).

3. Justificación

La biotecnología se ha preocupado por aportar soluciones en la mejora de alimentos con

alto valor nutritivo que puedan ser empleados para diferentes propósitos y que su

elaboración implique un bajo costo de producción e inversión. Actualmente, el crecimiento

demográfico y la urbanización se traducen en una mayor demanda alimentaria,

especialmente de proteínas de origen animal, lo que resulta cada vez más difícil de

sustentar debido a la inversión de alimentos que implica su producción. Por otro lado, los

factores externos como la contaminación de agua y suelo debido a la práctica intensiva de

la ganadería y el sobrepastoreo, están provocando la degradación y agotamiento de

recursos naturales disponibles y destinados a consumo.

Recientemente se ha propuesto dar solución algunos factores que afectan la producción

agrícola como los causados por las plagas. La recolección masiva e inocua de los

insectos plaga, constituyen una alternativa en programas de control biológico con el fin de

no solo incrementar las cosechas y generar un ingreso económico, sino de aprovechar

considerablemente la población numerosa que existe y que año con año son combatidas

y desperdiciadas, esto con la finalidad de diversificar la alimentación y prevenir o dar

tratamiento a enfermedades causados por la carencia de nutrimentos.

La incorporación de insectos a galletas, frituras o especias, se han propuesto con el fin

de enriquecer preparaciones culinarias y solucionar estados patológicos como la

desnutrición, se ha realizado de forma semiempírica, puesto que a pesar de que se tiene

conocimiento su aporte nutrimental, no se han realizado estudios que documenten las

propiedades funcionales de las proteínas origen entomológico que presenta este género.

Debido a lo anterior, se propone el estudio de dichas propiedades en el chapulín de la

especie S. purpurascens, debido a su amplia distribución en nuestro país y a los

esfuerzos dirigidos a su control al ser considerada la principal plaga en el Tlaxcala, que

amenaza los cultivos agrícolas con el fin de emplearla en el diseño e incorporación en

productos alimenticios que demanda la sociedad actual.

Pregunta de investigación

¿Qué propiedades funcionales presentará la harina integral del chapulín S.

purpurascens?

4. Objetivos

4.1. Objetivo General

Evaluar las propiedades funcionales de la harina de chapulín (S. purpurascnes).

4.2. Objetivos Específicos

Analizar la composición químico proximal de la harina integral del chapulín de

milpa S. purpurascens.

Determinar el contenido de proteína cruda en la harina integral del chapulín de

milpa S. purpurascens.

Evaluar la capacidad de retención de agua y aceite, solubilidad, capacidad y

estabilidad de emulsificación, así como de espumado de la harina integral del

chapulín S. purpurascens.

5. Materiales y métodos

En la Figura 3 se muestra el diagrama de flujo de la metodología a seguir para evaluar las

propiedades funcionales de la harina integral de chapulín (S. purpurascens).

Figura 3. Metodología para el desarrollo de la investigación

Recolección, limpieza, secado y

molienda del chapulín de milpa

S. purpurascens.

Harina integral del chapulín de

milpa S. purpurascens.

Análisis químico proximal:

Proteína Cruda

Cenizas

Humedad

Carbohidratos

Fibra

Grasa

Evaluación de las propiedades

funcionales

Análisis de resultados

Capacidad de

retención de

agua

Capacidad de

retención de

aceite

Capacidad de

espumado

Capacidad de

emulsificación Solubilización

5.1. Obtención de harina integral del chapulín

Se recolectaron chapulines de la especie S. purpurascens durante los meses de agosto a

enero en el municipio de Zacatelco, Tlaxcala en diferentes etapas de desarrollo. Para la

presente investigación se utilizaron chapulines en etapa ninfal 3 y 4, los cuales fueron

sacrificados por inmersión en una solución salina durante 24 h, posteriormente se

realizaron enjuagues con agua destilada. Se deshidrataron en un horno a 60 °C durante

48 h. Por último, fueron pulverizados y tamizados almacenándose en frascos herméticos a

temperatura ambiente.

Figura 4. Diferentes estados de desarrollo de la especie S. purpurascens: a, b, c, d y e

etapas ninfales 1, 2, 3, 4 y 5 respectivamente; f y g macho y hembra de etapa adulta

5.2. Análisis químico proximal

5.2.1. Determinación de proteína cruda

Se utilizó el método de Kjeldahl (AOAC 1990). Se depositó la muestra de chapulín en el

interior de matraces (30-35 ml) para digestión Kjeldahl usando 0.8 g de catalizador

(CuSO4) y K2SO4 1:9) y 2 ml de ácido sulfúrico concentrado, la solución digerida se diluyó

y se transfirió al aparato microkjeldahl, usando un mínimo de agua destilada, se alcalinizó

la solución que se encontraba en el evaporador del aparato con 15 ml de NaOH 40%. El

amoniaco destilado se recuperó en 10 ml de ácido bórico al 2% con 4 gotas de indicador

(solución alcohólica de rojo de metilo 0.2% y solución acuosa de azul de metileno 0.1% en

partes iguales) por 5-10 minutos. Se tituló con HCl 0.1N.

5.2.2.Determinación de humedad

Se utilizó el método indirecto de secado en horno. La muestra se secó en horno a 60 ºC

hasta tener un peso constante. Se reportó el contenido de humedad por diferencia de

peso en % (AOAC, 1990).

a b c d e f g

5.2.3.Determinación de ceniza

En un crisol de porcelana previamente puesto a peso constante, se colocó la muestra, se

carbonizó en una campana de extracción bajo flama de un mechero, hasta que no hubo

desprendimiento de humo. Después la muestra se calcinó en una mufla a 600ºC hasta

que las cenizas se mostraron blancas o ligeramente grises y a peso constante. Se calculó

la cantidad de ceniza en porcentaje (%) (AOAC, 1990).

5.2.4.Determinación de extracto etéreo

Se realizó por medio de extracción intermitente (AOAC, 1990). La muestra se colocó en

un cartucho de celulosa y se depositó dentro del extractor. Una vez ensamblado el

sistema se aplicó calor a través de resistencia eléctrica. Se hizo extracción durante 4-6 h

hasta que la prueba en papel filtro indicó la completa extracción de la grasa, se recuperó

el disolvente en el extractor sin el cartucho, hasta que el contenido del matraz estuvo casi

seco. El matraz se colocó a peso constante y el contenido de grasa se calculó por

diferencia de peso del matraz expresado en porcentaje (%).

5.2.5.Determinación de carbohidratos

Se utilizó el método del fenol-sulfúrico. Preparó una solución al 10% de la muestra en

agua destilada, se centrifugó a 10000 rpm durante 15 min. Posteriormente, en tubos de

ensaye se colocó 1 ml de la solución y adicionando 0.6 ml de una solución acuosa de

fenol al 5% mezclando perfectamente, se agregó cuidadosamente 3.6 mL de ácido

sulfúrico concentrado, homogeneizando nuevamente. Se dejó enfriar la mezcla a

temperatura ambiente aproximadamente 30 min.

Se calculó la cantidad de carbohidratos presentes en la muestra a partir de una curva

patrón preparada con el carbohidrato de interés en el intervalo del método (10-100µg de

glucosa/mL), tratada de la misma manera que el problema.

5.2.6.Determinación de fibra cruda

Se determinó por diferencia, sumando los componentes anteriores y completando a

100%.

5.3. Evaluación de las propiedades funcionales

5.3.1. Retención de agua o aceite

A 0.5 g de muestra, se le añadieron 5 ml de agua destilada o aceite vegetal y se

homogeneizaron. Posteriormente se dejaron reposar por 30 min y se centrifugaron a 3500

rpm durante 25 min, en una centrifuga refrigerada. Finalmente, se midió la cantidad de

agua o aceite no absorbida por la muestra y por diferencia con respecto al volumen

original agregado, se obtuvo la cantidad de agua o aceite absorbido, expresando como ml

de agua o aceite absorbido por g de muestra. (Wang y Kinsella 1976).

5.3.2. Emulsificación

Se utilizó el método de Wang y Kinsella (1976) con las siguientes modificaciones: se

preparó una suspensión al 2.5% (p/v) de la muestra en agua destilada y se mantuvo en

agitación magnética durante 10 min. Posteriormente cada suspensión se ajustó a una

serie de pH: 2, 4, 6 , 8 y 10 con NaOH 4N ó HCl concentrado según se requirió. Después

se centrifugó a 3000 rpm durante 5 minutos, el sobrenadante que contenía la proteína

solubilizada se utilizó para la formación de la emulsión. Para la elaboración de la emulsión

se tomaron volúmenes iguales del sobrenadante de la suspensión y de aceite vegetal

comercial para ser homogeneizadas a una velocidad de 20000 rmp, en un

homogeneizador durante 1 min.

5.3.2.1. Capacidad de emulsificación

Una vez formada la emulsión, se sometió a centrifugación a 1300 rpm durante 5 min. La

actividad de emulsificación se obtuvo midiendo la altura de la emulsión total y la altura de

la capa emulsificador que permanece después de la centrifugación (Wang y Kinsella

1976).

5.3.2.2. Estabilidad de emulsificación

Se midió la estabilidad de emulsificación en presencia de calor, manteniéndola en Baño

María durante 30 min a 80ºC. Posteriormente, la emulsión se enfrió a chorro de agua

% Capacidad de emulsificación =

Altura de emulsión después de centrifugación Altura de la emulsión total formada

x 100

% Estabilidad de emulsificación =

Altura de la capa remanente de la emulsiónAltura inicial de la emulsión

x 100

% Estabilidad de emulsificación =

Altura de la capa remanente de la emulsiónAltura inicial de la emulsión

x 100

% Estabilidad de espumado =

Altura de la capa remanente de la emulsiónAltura inicial de la emulsión

x 100

hasta 15ºC. Por último, la emulsión se centrifugó a 1300 rpm durante 5 min. Para evaluar

la estabilidad se midió la altura de la emulsión antes del tratamiento térmico y la altura

remanente de la emulsión antes del tratamiento térmico y la altura remanente de la

emulsión después de la centrifugación (Wang y Kinsella 1976).

5.3.3. Espumado

Se midió según Kabirulla y Wills (1982) con algunas modificaciones. Se preparó una

suspensión al 1% (p/v) de harina de S. purpurascens en agua destilada y se ajustó a una

serie de pH de 2, 4, 6, 8 y 10 con NaOH 0.1 N o HCl 0.1 N, según sea el caso. Para la

formación de la espuma, se tomaron 5 mL de la suspensión en el pH deseado, y se

sometieron a homogeneización a una velocidad de 1300 rpm durante 90 s, posteriormente

se midió el volumen de la espuma obtenida

5.3.3.1. Estabilidad del espumado

La estabilidad de la espuma se evaluó de la siguiente forma: se dejó reposar durante 30

min la muestra con la espuma obtenida y posteriormente se midió el volumen de la

espuma remanente

5.3.4. Solubilidad

Se preparó una suspensión al 1% (p/v) de harina de S. purpurascens en agua destilada y

se ajustó a una serie de pH de 2, 4, 6, 8 y 10 con NaOH 0.1 N o HCl 0.1 N. La suspensión

de pH deseado se mantuvo en agitación por 30 min a temperatura ambiente. Las

suspensiones se centrifugaron a 5000 rpm durante 15 min. El sobrenadante se midió el

contenido de proteína solubilizada por medio del colorante ligado a la proteína (Bradford,

1976).

6. Resultados

6.1. Rendimiento de harina

Se obtuvieron 95.5 g de harina integral de chapulín por cada 100 g de chapulín

deshidratado.

6.2. Análisis químico proximal

La composición proximal de la harina integral de S. purpurascens se muestra en la Tabla

2. Como se puede observar, el principal componente obtenido es la proteína cruda

(66.94%). Por otro lado, se distingue también el contenido de extracto etéreo (14.9%)

referido en base seca.

Tabla 2. Composición proximal de la harina integral de S. purpuracens

Componenteg en 100 g

Base húmedag en 100 g Base seca

Humedad 4.17±0.27 0Proteína cruda 64.15±3.9 66.94

Cenizas 4.48+0.08 4.68Extracto etéreo 14.27±0.96 14.9

Extracto libre de nitrógeno 4.97±0.17 5.19Fibra cruda* 7.95 8.30

*Obtenido por diferencia

Los valores fueron obtenidos mediante el promedio por triplicado

El contenido de proteína es un parámetro importante debido a que en los insectos el

nitrógeno es un nutriente indispensable en la etapa del crecimiento y reproducción de

estos, Como puede observarse, los resultados obtenidos en esta investigación con

respecto al contenido de proteína de S. purpurascens son mayores en comparación con

los mostrados por Banjo y Lawal en 2006 en las especies Analeptes trifasciata,

Rhynchophorus phoenicis y Zonocerus variegatus con 29.62, 28.42 y 26.8%,

respectivamente; así como para las especies H. meles (37.62%), R. phoenicis (48.87%),

Z. variegatus (44.62) y G. lucens (50.75%) (Ekop y col., 2010). Por otro lado, comparando

el contenido de proteína reportado para la larva Liometopum apiculatu (escamol) 33.37%

y Aegiale hesperiaris (gusano de maguey) 40.34%, ampliamente consumida en el estado

de Tlaxcala (Ramos y col., 1998), es 2 y 1.66 veces más que para las ninfas del chapulín

de milpa.

Por otro lado los valores de proteína hallados en este estudio, son hasta 10% menores

con respecto a otras especies comestibles de insectos mexicanos nativos del centro del

país puesto que Rhantus anticolor, presentó 71.10%, Melanoplus mexicanus 77.13%,

Boopedon sp. af. Flaviventris 75.95%, Metamasius spinolae 69.05% y Cybister

flavocinctus 69.01% (Ramos y col., 1998)

Las caracterización químico proximal realizada al emplear ninfas de las etapas III y IV de

S. purpurascens, para obtener el contenido proteico (66.94%), muestran valores más

significativos con respecto a Ramos-Elourdy y col., 2012 quienes obtuvieron 52.6% y a

Vázquez-Cahuich (2007) con 41.41% realizados a la misma especie con ejemplares de la

etapa adulta. Sin embrago, comparando los resultados de Ramos y Pino (1998), quienes

obtuvieron 65.2% en esta especie, podemos encontrar similitud en el contenido proteico.

Con respecto al extracto etéreo, Canavoso y col., (2001) explican que el contenido

presente en los insectos tiene gran importancia, debido a que las ninfas gran parte del

alimento se transforman en grasa cumpliendo la función de reserva energética, formación

de hormonas, vitaminas, solvente de pigmentos carotenoides, importantes en el camuflaje

ante la depredación. El chapulín de milpa presenta valores más altos comparados con el

insecto Cybistergrasa japonicus en el que se hallaron entre 4,44 y 6.20% de grasa cruda

(Xingqian y col., 1998). Sin embargo, la especie Aegiale hesperiaris o gusano blanco de

maguey presentó un valor de 58.55% y Atta mexicana o chicanta, 24.02%, mayor al

encontrado en este estudio para S. purpurascens. Por su parte, el insecto mexicano

Krizousacorixia azteca o Ahuahutle con 4.33% de lípidos en materia seca (Melo y col.,

2011) presenta un bajo contenido de este componente en contraste con 14.9% en esta

investigación para S. purpurascens.

El porcentaje de fibra encontrado (7.95%) en el análisis químico proximal de la harina

integral de la presente investigación fue ligeramente mayor a lo hallado por Melo y col.,

2011, siendo este de 3.89% y menor a lo encontrado por Ramos y col., en 1998 para la

misma especie. Las variaciones dependen de la temporada, lugar y variedad de plantas

ingeridas por el chapulín con respecto a la concentración de nutrientes disponibles en su

entorno, estos emplean la capacidad sensorial para distinguir las concentraciones de

nitrógeno. El contenido de fibra cruda en los insectos se encuentra determinado por la

presencia de quitina (Finke, 2007).

6.3. Propiedades funcionales

Es importante mencionar que la evaluación de propiedades funcionales no han sido

realizadas en ninguna especie de insecto.

6.3.1. Retención de agua y aceite

La capacidad de retención de agua y aceite se muestran en la Figura 5. Los resultados

obtenidos en el presente estudio para la retención de agua (2.34 g) en S. purpurascens

son menores a los encontrados por Castro-Montero (2010) en el cereal sudamenricano

quinoa (Quenopodium quinoa), en donde los valores oscilaron entre los 2.5 y 4 mL/g por

gramo de harina, es decir hasta 1.7 veces mayor con respecto al chapulín de milpa.

Por su parte, Delgado y col., 2012 al evaluar las propiedades funcionales de las harinas

de soya y de trigo, hallaron que la primera retuvo hasta 3.92 mL/g mientras que la

segunda presentó hasta 5.19 mL/g de agua, 1.67 y 2.21 veces más en relación a lo

encontrado en esta investigación.

Por otro lado, Sangronis y col., 2004 determinando las propiedades funcionales de para la

leguminosa Phaseolus vulgaris (frijol), encontraron que la variedad negra presentó 1.8

mL/g y 2.7 mL/g para la variedad blanca, 0.54 mL menos con respecto a S. purpurascens

y 0.36 g/mL mayor, respectivamente.

La capacidad de retención de agua evaluada en los aislados proteicos de la harina de

girasol (Pacheco y col, 1994), mostraron 3.5 mL/g, 1. 16 veces mayor a los evaluados en

el chapulín de este estudio. Asimismo, S. purpurascens presentó mayor capacidad de

retención de agua con respecto a lo reportado por López-Sanchez (2010) en las

fracciones proteicas del hongo P. ostreatus., en donde se hallaron valores entre 1.77 y

2.33 mL/g de agua. Por su parte, la retención de aceite que presenta la harina integral de

chapulín (1.06 mL/g ) es similar con respecto a lo resgistrado en el cacahuate (Arachis

hypoagaea) en donde por gramo de harina se absorbió 1 mL de aceite (Yu y col, 2007).

Sin embargo, el ajonjolí (Sesamun indicum) presenta 2.7 veces mayor capacidad de

retención de aceite (2.96 mL/g) con respecto a S. purpurascens y el amaranto 6. 64 veces

mayor con 7.04 mL/g (Moure y col, 2006).

La baja capacidad de retención de agua obtenida en la harina puede deberse a una

mayor cantidad de grupos hidrófilos en la superficie que en el interior de la proteína y por

ende la harina de chapulín tendría una facultad de aglomeración menor, lo cual sería

benéfico durante el almacenamiento, así como el que podría mejorar la textura del

algúnproducto alimenticio (Chel-Guerrero y col., 2002).

La retención de aceite es importante en la tecnología de alimentos, ya que de ella

depende la utilización en el procesamiento de alimentos que requieren altos valores de

esta propiedad para impartir determinadas características al producto, especialmente para

retener el sabor, mejorar la palatabilidad y alargar la vida útil mediante la reducción de la

humedad y pérdida de grasa y depende del número de cadenas laterales no polares en

las proteínas que enlazan las cadenas hidrocarbonadas de las grasas. (. Los valores

obtenidos en la capacidad de retención de aceite en esta investigación (0.53 mL/g) es

baja en comparación con lo reportado para la harina de avena en la que se hallaron 0.78

mL/g, 0.80 mL/g para la harina de trigo y 0.83 mL/g en harina de soya (Venegas y col.,

2009).

Agua Aceite 0

0.5

1

1.5

2

2.5

3

Ag

ua

y ac

eite

mL

/g d

e h

arin

a

Figura 5. Capacidad de retención de agua y aceite de la harina integral de S. purpurascens.

6.3.2. Capacidad Emulsificante.

La harina de S. purpurascens no desarrolló la capacidad de emulsificante.

6.3.3. Capacidad Espumante.

La harina de chapulín no desarrolló la capacidad de espumado

6.3.4. Solubilidad

Los resultados de solubilidad a diferentes pHs se muestran en la Figura 6. Existe una

relación entre la solubilidad de una proteína y su capacidad para formar espumas. De

igual manera, la capacidad de retención de agua está directamente relacionada con el

aumento de la solubilidad. En insectos, al igual que en moluscos y custáceos, la quitina

(un polisacárido lineal formado por unidades de N-acetil-D-glucosamina, con enlaces β-

1,4) forma parte del exoesqueleto de artrópodos y está íntimamente asociada con las

proteínas, sales inorgánicas, así como lípidos, en los que se incluyen los pigmentos

(Ruiz-Herrera, 1993). Debido a esto y a pesar de que los resultados de retención de agua

fueron mayores en la harina de chapulín la baja polaridad de este compuesto se encontró

que las condiciones del pH no intervienen en la solubilización de la proteína presente en

la harina de S. purpurascens, permite inferir que el comportamiento de las proteínas

presenten en esta harina tienen una similitud a pHs 2, 4, 6 y 8 (15.12, 14.89, 15.41, 14.77

µg/mL respectivamente) es decir fue muy bajo, y la concentración de esta fue ligeramente

mayor a un pH 10 (16.9 µg/mL) sugiriendo que a este pH hay una mayor interacción

proteína-agua.

pH2 pH4 pH6 pH8 pH1013.5

14.0

14.5

15.0

15.5

16.0

16.5

17.0

17.5

µg

/mL

de

pro

teín

a s

olu

ble

Figura 6. Proteína soluble de la harina integral de S. purpurascens a diferentes pHs.

7. Conclusiones

El análisis químico proximal de la harina integral de chapulín en etapa ninfal

presenta un contenido significativo de proteína cruda (66.94%) que puede ser

implementada para la elaboración de alimentos, incrementando su valor proteico,

lo cual constituyendo una fuente nutritiva, adecuada y económica.

La capacidad de retención de agua obtenida en la harina de chapulín es baja.

Dicha característica posiblemente podría ayudar a reducir la aglomeración de la

harina de chapulín durante su almacenamiento.

La capacidad de retención de grasa de la harina de chapulín es baja, por lo tanto

sería poco funcional, como materia prima apta para elaborar productos cárnicos

como embutidos, quesos procesados, helados, postres, panes y pasteles.

El harina de chapulín de milpa es poco apropiado para ser utilizada en la

preparación de emulsiones y espumas.

El pH no influye de manera importante en la solubilidad de las proteínas de la

harina de chapulín.

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