20
6 Fuera de contexto. Las ficciones persuasivas de la antropologfa * M A R IL Y N S TR A 'n -I En N Es ta es 1 8 co nf esi 6n d e al gu ie n q ue s e c ri 6 v ie nd o a s ir J ame s F raz er do WUl m an er e pa r ti cu la r, y que ha descubierto que el conlex t~ par a esa ~r spe<l . tiva ha cambiado. Desearia comunicar al,gunos de los sentidcs que nene eilln camh~~lar de un estudioso es tambien hablar de sus = -. Pe ro en la historill de las ideas ha y un enigma. Las· ideas parecen p:>Seer la capacl~d de aparec:f ell toda epcca y luger, en forma tal que podemos considerarlee anticipedas a su ~leru. po 0 fuera de epees. Una de l as c os as que a pr en df so b re ~ ra ze r. ru e que sus Idelill estaban pasedae de moda antes de ser escritas. Pero al rmsmo be~po . algunee (~, e ll as e ra n de un lipo decididamente modemo. ~ hecho, 18 e~perlenCla de r egr o sar a F rarer y sus contemporereos de fines del siglo XIX ccnsrste en d~ cuenm de cujin modemos pueden resultar. Pero al mi smo t ie mp o me de~c~ clerta el ho· cho de saber que 18 entropologla posfraze~ana :5. enterament~ dlSti~ta de In qU(1 habia antes. En este.tema ocurri6 un cambio decisive UJJ06 ~ 0 70 anos air8s:' 111)(1 de cuyos resultados rue una ge nerac i6n de antrop6lr sccieles, como yo nusmn, educados )XITa que pen saran que Frazer ern ilegible. . La presencia 0 ausencia de ideas particulares n~ parece su~cle.nte parn explicer ese movimiento. Esas ideas colapsan WI ~enttdo de la histona en uu sentimiento de 10 deja vu. Es to e s pa rt ic ul ar me nt e de sc onc er ta nt e para ~~ 8 nn- trop6logos criados, tambien, para imeginer que las noc!,ones .c~turales encn- jan entre sf" y que 10 que la gente piensa es un ~f1eJo de su epcco. * C~nlAnthrcpology, vol.28, N&a,juni o de 1987, pap. 251.281. 1 1 Esta es una version de la Co nf e re nc ia Fr azer de 1986, dictada el l l a U ni ve fl li da ~ d e ~i v cl pool. La coufe fenci a snual , 1.11) honor acordado a Sir Ja mes Ge or ge Frazer dur~nt e su vl d' :i a~Lr (;uJ ~ entre cual ro universidades: Liverpool, Glas gow, Cambridge y Oxfo rd. La pnmera fue a ~' Bronis law Mal ino wsk i, la mas reciente(allie s de 6sl a) por Mar shall Sahlin s. EsI ~Yruuyagrad;:ld~ II John Peel ya la Universida d d e L i ve rp oo l p or sn i uv it ac ic n, l a q u e m e c cn ve nc id d e l ee r a F az e. nnevamente;cstetrabajoesparaE.E. 2Q edaraclaroqueescri bodesdela pe repectlve dela antropclogfa eccial britanica, ~ nodesde otra repecuva que buscaria explicer eets eepecie de anlr opol ogfa II otr oe. Qu~ 109 ~scnto~ ncr- leom:cllIlOO!I, igu al lin e los ingleses, hay all llC5ll doa ser ·~iSllifjCJltiv a. ell 1118ll1C~1 I10 nes ecLelll~ de c ue st iO ll es o ol lt e mp o nl ne as , re II e ja otroI!I gil'Oll que han lelUdo lupren etIIa pen;peo:bVll. 214 C()l1sideremos, pOI" cjelllpJo, doa iclcns eobre e] etnccentrismo. Ambas sa rcfie- ,,, .. nl nccrtije de c6mo dcecribir Ins coslurnbres flpitrenlcmenlc absurdas de otros pueblos de m'lIIcrn de hacerles plnuaiblea para el lector. Una se refiere a 10. nntig ucs iereelites, II I otre a 108 salvajes modernos, lemns que Frazer reunfa eu su Elfolclore en elAntiguo T stamento (1918). L a primera es una ohm publicada en 1681 por el abate Fleury, Th e Manners 'Vl/te Is rael it es. En 1805, Clarke, un c1erigo de Ma nc he st er, p rod uj o un a version IIlImentada en respuesta a la demanda pUblica que sigui6 It las pr imer as edicio, tee. L a justificaci6n con que cornien a e] Ii bro es de sumo interes. Es debido a flue las ccsturnbres del pueblo elegido de Dios son tan d ife re nt es de l as nu es lr as , "ue ellas nos of end en y que e l Anliguo Testamento sido abandonado; "al com- l)flrar las costumhres de los israelitas con los romanos, los griegos, los egipcice y otros pueblos de las eras paeedae ... e sos pre ju ic ios pro nt o Be de sva ne ce n . .. l os is - m el ita s p os efa n todo 10 que em Vali060 en las costumbres de su s conlemporancos, .In muchos de sus defectos" (Clarke 1805: 15). L a intenei6n de Clarke es hecer 'Iue In Biblia sea legible, librar al Antiguo Testame nto de su extrafiezn, de manera 'Ille s us l ec tor es pu eda n c onc eb ir It Dios entre los israelitas. EI desea (pfig. 16 ) que ellector sc deepoje de todo prejuicio, que pue da juz gar esas coe tumbres 6610 mediante el buen senlido y la justa raz6n; que deecarte las ideas que son peculia. res a su propia epoca y pars, y que considere a loa israetilas en las circunstancias de liempo y tugnr en que ellos vivieron; que 108 compare con sus vecinos mas pr6. y y EsuiS ideas poscen una rcscnancia rnisleriosarncnte conlernpornnea, lmsta "I punic que eI escritor decfa que el no eepimba a un panegirieo, sino a "una sen- "ilia semblnnza" del pueblo que dcecribla. En ciertos respectos, 10 misrno dicen la" palabraa pronunciedas por sit John Lubbock en e I Salon MlUlicipal Hulme, en Mn nc he ste r, en 1874. A J igunl que la inierprclItci6n de Fleury por Clarke, se diri- ,ran a una amplia audiencia popular: una eonferencia sobre Sfllvajes modemos en una eerie, S ci enc e L ec tu re s/ or th e Pe opl e, e uy n s es i6 n de apert ur e lrnbrll etrafdo I I 3700 personas [la concurrencia siguienle registm un promedio de 675). Lubbock (1975:238) comienza con el heche de la di fe renc ia: T oda Is c on di ci 6n me nt al de l sa iv ll jc , poi' ci er t o, es tan d if er en le de la n ue st ra q ue m uy a r nc nu do es mu)' diff ci l para nosotros scguir 10 que esl.1 pasando en su mente ... Mu cha s c as as que [eparccen n at ur al es y c as i a ut oe vi de nl es , pro du ce n e n n os otr os un e fe do m uy d is li nt o . .. As!, a un qu e l os s al va je s s ic mp re lienen unn raz6n pam 1000 10 que hacen y p ie re en , e se e r ez on e s a menu do n os p ar ec en i rr el ev an te s 0 nbsurdas. Pero comparando divcrsas reeeaes de pueblos de todo el mundo, es poei- .Ie rnostrar 10 ampliamente distribuidas que estan eses ideas y eoslumbres que "al principio nos parecen inexplicables y fencteticae" [pdg. 239). Lo que acsctros -y 'con esto qulere decir eJ y su audiencin-c- coneideramos "ohvio y lural", resultara no serlo. La que Lubbock quiere en especial es proporcio- 215

Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 1/20

6

Fuera de contexto. Las ficciones persuasivas

de la antropologfa*

M A R ILY N S TR A 'n -I En N

Esta es 18confesi6n de alguien que se cri6 viendo a sir James Frazer doWUl manere particular, y que ha descubierto que el conlext~ para esa ~rspe<l .

tiva ha cambiado. Desearia comunicar al,gunos de los sentidcs que nene eilln

camh~~lar de un estudioso es tambien hablar de sus =-. Pe ro en la historill

de las ideas ha y un enigma. Las ·ideas parecen p:>Seer la capacl~d de aparec:f ell

toda epcca y luger, en forma tal que podemos considerarlee anticipedas a su ~leru.

po 0 fuera de epees. Una de las cosas que aprendf sobre ~razer.rue que sus Idelill

estaban pasedae de moda antes de ser escritas. Pero al rmsmo be~po,. algunee (~,e ll as e ran de un lipo decididamente modemo. ~ hecho, 18 e~perlenCla de regrosar a F rarer y sus contemporereos de fines del siglo XIX ccnsrste en d~ cuenm

de cujin modemos pueden resultar. Pero al mismo t iempo me de~c~nc le rt a el ho·

cho de saber que 18 entropologla posfraze~ana :5. enterament~ dlSti~ta de In qU(1habia antes. En este.tema ocurri6 un cambio decisive UJJ06 ~ 0 70 anos ai r8s : '111)(1

de cuyos resultados rue una ge nerac i6n de antrop6lr sccieles, como yo nusmn,educados )XITaque pen saran que Frazer ern ilegible. .

La presencia 0 ausencia de ideas particulares n~ parece su~cle.nte parnexplicer ese movimiento. Esas ideas colapsan WI ~enttdo de la histona en uusentimiento de 10 deja vu. Es to es pa rt icul armente desconcer tant e para ~~ 8nn-

trop6logos criados, tambien, para imeginer que las noc!,ones .c~turales encn-jan entre sf" y que 10 que la gente piensa es un ~f1eJo de su epcco.

*C~nlAnthrcpology, vol.28, N&a,junio de 1987, pap. 251.281.

1

1 Esta es una version de la Conferencia Frazer de 1986, dictada ell la Univefl lida~ de ~ivclpool . La coufefencia snual, 1.11) honor acordado a Sir James George Frazer dur~nte su vld':ia~Lr(;uJ~entre cualro universidades: Liverpool, Glasgow, Cambridge y Oxford. La pnmera fue a ~'Bronislaw Malinowski, la mas reciente (allies de 6sla) por Marshall Sahlins. EsI~Yruuy agrad;:ld~II John Peel ya la Universidad deLiverpool porsn iuvitacicn, laque me ccnvencid de leer a Faze.nnevamente;cstetrabajoesparaE.E.

2 Q edaraclaroqueescribodesdela perepectlve dela antropclogfa eccial britanica,~ nodesdeotra repecuva que buscaria explicer eets eepecie de anlropologfa II otroe. Qu~ 109 ~scnto~ ncr-leom:cllIlOO!I, igual line los ingleses, hayall llC5lldoa ser ·~iSllifjCJltiva.ell 1118ll1C~1I10nes ecLelll~

de c ue st iO ll es o ol lt em po nl ne as , r eI Ie ja otroI!I gil 'Ollque han lelUdo lupren etIIa pen;peo:bVll.

214

C()l1sideremos, pOI" cjelllpJo, doa iclcns eobre e] etnccentrismo. Ambas sa rcfie-,,, .. nl nccrtije de c6mo dcecribir Ins coslurnbres flpitrenlcmenlc absurdas deotros pueblos de m'lIIcrn de hacerles plnuaiblea para el lector. Una se refiere a10. nntigucs iereelites, II Iotre a 108 salvajes modernos, lemns que Frazer reunfaeu su Elfolclore en elAntiguo Testamento (1918).

La primera es una ohm publicada en 1681 por el abate Fleury, Th e Manners'Vl/te Israelites. En 1805, Clarke, un c1erigo de Manchest er, p rodujo un a versionIIlImentada en respuesta a la demanda pUblica que sigui6 It las primeras edicio,tee. La justificaci6n con que cornienza e] Ii bro es de sumo interes. Es debido aflue las ccsturnbres del pueblo elegido de Dios son tan d ife rent es de l as nues lr as ,"ue ellas nos of end en y que e l Anliguo Testamento ha sido abandonado; "al com-l)flrar las costumhres de los israelitas con los romanos, los griegos, los egipcice yotros pueblos de las eras paeedae . ..esos pre ju ic ios pronto Be desvanecen . .. l os is -m el ita s p os efa n todo 10 que em Vali060 en las costumbres de su s conlemporancos,.In muchos de sus defectos" (Clarke 1805: 15). La intenei6n de Clarke es hecer'Iue In Biblia sea legible, librar al Antiguo Testame nto de su e xtrafiezn, de manera'Illesus l ec tores puedan conceb ir It Dios entre los israelitas. EI desea (pfig.16 )

que ellector sc deepoje de todo prejuicio, que pue da juz gar esas coe tumbres 6610mediante el buen senlido y la justa raz6n; que deecarte las ideas que son peculia.res a su propia epoca y pars, y que considere a loa israetilas en las circunstancias

de liempo y tugnr e n que ellos vivieron; que 108 compare con sus vecinos mas pr6.ximos, y que de esa mancra penetre en au espfritu y en sus maximas.

EsuiS ideas poscen una rcscnancia rnisleriosarncnte conlernpornnea, lmsta"I punic que eI escritor decfa que el no eepimba a un panegirieo, sino a "una sen-"ilia semblnnza" del pueblo que dcecribla. En ciertos respectos, 10 misrno dicenla" palabraa pronunciedas por sit John Lubbock en e I Salon MlUlicipal Hulme, enMnncheste r, en 1874 . A J igunl que la inierprclItci6n de Fleury por Clarke, se diri-,ran a una amplia audiencia popular: una eonferencia sobre Sfllvajes modemos enuna eerie, Sci ence L ec tu re s/or the Peopl e, euyn sesi6n de aperture lrnbrlletrafdo II

3700 personas [la concurrencia siguienle registm un promedio de 675). Lubbock(1975:238) comienza con el heche de la diferencia:

Toda Is condici6n mental de l sa iv ll jc , poi' cierto, es tan diferenle de la nuestra quemuya rncnudo es mu) ' diffcil para nosotros scguir 10 que esl .1 pasando en su mente .. .Muchas casas que [epa rccen natural es y cas i autoevidenles , producen en nosotros unefedo muy dislinto . .. As! , aunque los salva je s s icmpre l ienen unn raz6n pam 1000 10que hacen y piereen, esee rezones a menudo nos parecen irrelevantes 0 nbsurdas.

Pero comparando divcrsas reeeaes de pueblos de todo el mundo, es poei-.Ie rnostrar 10 ampliamente distribuidas que estan eses ideas y eoslumbresque "al principio nos parecen inexplicables y fencteticae" [pdg. 239). Lo queacsctros -y 'con esto qulere decir eJ y su audiencin-c- coneideramos "ohvio y

lural", resultara no serlo. La que Lubbock quiere en especial es proporcio-

215

Page 2: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 2/20

nar "una corr ec ta ide ,. t I , .1 hOlllhr", 1 / 11como oxisli6 en 1 0 8 t tempoe ImliguQl, yde las e tepee nlmv~1II do Inll ('III,It ". (lVolucioll6 uuc erre civilleec lon" ((»18' ~a7)

AI igual que F'lcuryJClnrkt't, Iln"IlItI quo pant comprender a gente mu! dUlllu

ta de noe otroa, ee nece eeric prt.'IItlU' fltell i6n 8 IUS premieee y valoree pnrticulnreeLubboc k otorga suste nci n a et tn diferC'ncin. pl'C8e nta ndo t estimonioe de un amp!!"rango de rez ones y c ostumbres, e jemploe que i mprobablernente habrtan sobrevivldo si 61 no los hubiese preeentedc como evidencia, La e videncia inc luyc ite me II!

lea como la creencia en Ill. r eelided de los 8ueiiOS, 18 a fici6n a los omamentoe y

eeremonias mstrimonialee de esflS que reducen a las mujeres a esc lav88 valonl("'.

por sus servicioe. El ve en esta Ultima circunstancia una explicaci6n del rapto 11111

trimonial, que todavia es ---dice- una cruda realicLt? en algunas regiones, (lUll

que s610 pe reie te el remcdo de 18 fuerza (1875b: 242). .' .Pero hay tambi6n una vesta diferencia entre estes escntores. EI c1en~,,,

de Manchester que promocion6 a Fleury en los ochcciemos scetenfa un moel ..

10 cfclico del mundo en e] que las naciones surgfan y cafan a medida que 1» 1saban por etepas de prosperidad y declinaci6n. Fleury y Clarke deplorab~m iiI

corrupci6n de sus con temporaneos , Ill. que [es impedia aprecier Ins anllg~U\.virtudee de los israelitae. No debe suponerse, afirmeban, que cuanto mas mU'II

ra uno en la antigueded "nuls estripida e ignorante" Ie aparecfa la humnnichul(1805: 18). Por el contrario, "las naciones tienen su perfodo de duraci6n, is" ' ' !que los hombres". En consecuencia, debemos aprende r a distinguir "1 0 qut' 1111

nos gusta, habida cuenta de la distancia de epocee y lugarea, aunque en ,.1mismo Sell indiferente, de 10 q ue, siendo bueno en Sl mismo, nos clisgusln pili

la sola raz6n de que somoe corruptos en nuestras oostumbres" (1805: 15), E " I < Ipuecle no estar muy lejce de Lubbock y de su implementaci6n de la idea, en 187(J,de que so debra comprender a los salvajes modemos porque ellos nos daban IUIII

idea de los tiempoa antiguos: su estado miserable media la distancia que hnhrurecorrido Ill. civilizacion.~E1 no vivfa en un mundo clclico, sino en uno que ~VOhl

cionaba. Sus esfuerzos ee diriglen a sustituir una visi6n lineal de la progresion d,18 humanidacl por otra, presentando bata1la a quienes vei'an a los modemos salvlIjee como degenemdos descendient es de pueblos civilizedoa, verlos como ejcm

plce de etapas euperadas, permitfa elberger la esperanza del progreso.T M pronto como un conjunto de ideas se pone en el contexte de otras, y ll

no parecen para nada semejantes. De heche, esoa ejemplos particulates se po -

drfan asignar a paradigmas radicalmente diferentes (Stocking, 1984).4

S Y procede a deseriblr "coetumhree etmllaree" y "raetroe" de elias tanto en IIIEuro~ cIAel~~como en la moderna, eubrayeudc "10penoislenleBque SOlitodae IllScoelumbres y ceremcmee rel~cionadas con el ceeemlentc" (1875b: 242).

4 Stocking (1984: 136) ee refiere a la hialoria telllp,·ana de la antl"Opologl,acomo una ahel~I~1Icia. entre doe paradigmae, allltx..:.diacrouicos. Lo a escritos de Lubbock meulfleeten el paradigmsdel deaarrcllc progreeivc y d de Fleury/Clarke Ull paradigma difu8ioll is 'a que deeiva de preol l'pueel08bi"bliOO6MilirelllgenealogladelasnaciOllel!l.lnvocoeatadicolmnillnopw·aparodial"1000IIunu'lI'(l'_ estiloa y lfneas de peliMmiell10que conhibuyeron IIlas prenlisas en que III! b 8 a a b e .Lu~.k o It~

tude Frazel:),ni para fingiruna hlstoria,sino mernmente como Illleignode que hubo UllahUI'ona,

2[6

Podrfamos eeguir. Cuendc ma8 de 40 anoe deepuee de la conferencia deLubboc k, Fraze r de &c libi 61"s ooe tumbree de 1 0 8 I U l li g uo e ismelitas, Cueron sus in-vestigaciones de amplio eepectro en "la historia lemprana del hombre" las quejorneron a equelles ampliamenle pleueiblee. Su intenci6n era demostrar que losantiguos ismelitas no enm una excepci6n a 10 ley general, que eu civilizacicn alIguaJ que otrns ha bla p e e e c opor una etapa de barbarie y sa lve ji emo (1918 ; vol .I :Prefacio). Aunque esta era una idea similar a la de Lubbock. propordonaba sine mbargo un c ontexte muy difere nte aI de l as ideas sob re e l e tnocen tri smo que pu-b1ic ara Ma linowski cuatro aiio6 m B . starde. E n SU (SffiOSa introducci6n a 10 obra

que presentaha a los isle iios trobriandeses de Melanesia. Malinowski (1922: 25)afirma que en "cads culture, los valoree son ligeramenle diferentes"; sin una.comprensi6n de los deseos subjetivos por los cualee la gente define sus objetivos,el estudio de las institucione s, los c6digos,la s costurnbres, se ne vaclo. 5 EI mismoprop6s ito (comprender los valore s de otra genie) se c oncibe de una . manera di st in ,IA ; para Malinowski el ohjetivo es "captar el punto de vista de l nativo". L os lro-hiandeses se han vuelto "selvajes" en un senticlo juguet6n. 0 bien pcdrtamoslultar a las ideas de Geertz expreeedae en la decede de 1900. Su afirmacion deque la antropologfa es la primers en decir que "el mtmdo no se divide en pros yeupersticiosos" resulta una posture familiar. Pero cuando afirma que "vemos Iavida de los otroe a traves de lentes que nosouos hemos pulido y que.,. ellos nos re-

loman una mirada a traves de los propios" (1984: 275), esta version de una mira-da en dos sentidce, a su vez, pone UJ:U\ distancia significative entre 10 que elquie re significa r y 1 0que que rf a s igni fi ca r Mal inowsk i.

Para un no h is tor iedo r, el punto clesconcertante ee eete: ei uno mira 10 eufi-cientemente Ejo, puede encontrar ideas muy anticipedee a su tiempc, 0 b ien pue -de restrear au similirud a travee clel tiempo. Pero cuando WO mira de nuevo y

considera otras ideas, el sentida de eimilitud se desvanece. Un modelo de unmundo en evolucion posiblemente no puecle producir las "mismas" ideas de unmodelo en el que las naciones pasan a traves de ciclos de vida. De la misma ma-nora, Is mirada en des senLidos de Geertz posiblemente no puede conducir a lamisma c la se de comprensi6n que Ia confianza de Malinowski acerca de captar [aversion irobriandesa del mundo. AI comunicar su concepcion del etnocentrismo,ninguno de estes escritores pare ce propone rse 18 r nisma COM. Esto hace imposibleexplicar Is prevelencia de ciertas ideas eirnplememe con referencia a otras ideas.

iSobre que bases se pondrdn algunas en primer plano, relegendo otras a un con-texto secundario? ;'Escribimos una historia de Ill. idea del elnocentr ismo, 0 unahistoria de sus diferentes premisas? ;'0 es que al fin de cuentas no estemos tra-lando en absolute con la "misma" idea?

Ee tce son los enigmas int rfn secoa 8 a comparaci6n interc ult ural. S on miste -

rice entrcpologicos familiares. EI problema ee, entonces, a que se parecere una re-soluci6n antropolcgica de esos problemas. EI dilema es que yo se que esos

conjuntos de ideas son diferenles, que el abismo que separa a Geertz de Mali-

s Unpunto sobre el que M arett lanJbienpublic6 algo conellotulo pooofelizde "psicologfa".

2[7

Page 3: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 3/20

nowski, dignlllos, e lf lilll Itollilo (·UIIIO cl que sepmll u Mnlinowski de Frneer, 0 nFrazer dc Lubbock, de CIIU·kny d" FIt"III'Y' Perc lc6mo me penua.clire ft m f m i,-rna de 10 que yo s6? Si 1(16OC1ICII(in do 1III idells C8 siempre tan ambigun lOO d6n-de viene nuestro dremnticc IKmlido do 108 cnmbice y de los abismos? Debe venirdellugar que e8M ideas OCUI~1I1 e ll nueat re s p rnct icns. De modo que de bemoi'lbuscar no si est a 0 aquella pc rsonft cencebfa la s otms c ulturas de esta 0 aque]lnmanera [ei le idea de etnocentrismo existfn 0 no), s ino l a e fect iv idad de la vision,In forma en que se imple mentaha UJUI idea. Eete es la razon por Is que mencion6la populeridad de Fleury y la vesta audiencia de las conferencias de Lubbock. EI

punto nos conduce al sorprendente fendmeno de la celebridad de Frazer.L a frase es de Leach (1966). Atribuyendola. en gran meclida a. la habilidsd

para montar eepecteculcs de la mujer de Frazer, Leach descart6 bece 20 M O O Inidea de que 8U celebridad se cooeepondlera con WU. reputacidn aca demicn firmoen le epcce de Frazer, entre los antrcpdlogos el menos. Si ahora regreso al mismo

problema, es pot 10 que ha pasado en la ant ropolog fa social clesde que Leach pre-senlara su punto de vista. Suspcndo el juicio y procedo como si 10 que estuviemrealmenle en cuesti6n Iuera la fascinaci6n que ejercta Frazer en Ia irnaginacionde la gente. Esto resultara epliceble ala historia reciente de la pnictica antropol6-gi ca , pues toda revision de las practices de In antropologfa tiene que reconocer In

fuerza de Is . observacion de Geertz (ci tada P O l "Boon, 1982: 9): "lQue es 1 0 quehaee e l e tn6gmfo?: Esc ribe". S i nos fijamos en In prnc ti ca , no pcdemcs haeer nadamejor que fijamos en la ee critura anlropologica. De dico cierto tiempo It los escritosde F mzer mismo, pues el abismo entre e J y la antropologia que vino dcepues nos di -ce muc ho e eerca de como llega mos a imaginar que existen e fectivamentc ahismos y ,

por tanto, c6mo nos persuadimos nosctros miemos de que ha hahido una h is tor ia .

Sir James Frazer

Se soetiene frecuenternente que Frazer ejerci6 un profundo efecto sobre lasmentes de sus conternporaneos. Downie (1970: 64) repite la famosa historia deJane Harrison sobre un policfe que Ie habra dicho: "Yo accetumbraba creer todc10 que me decfan, pero, gracias a Dios, lef L a r ama d o-ad a; y he side un l ibrepen-sador desde entonces". Desde au eparicion en ]890 --submya Downie-- el tra-

hajo gene ralmente fue trata do con respe to, y sefialn le observacion de Malinowskirespeoto de que La rama domda fue "una ohm conocida pot todo hombre culto,una obm que ha ejercido una influencia suprema. en diversas ramas del saber".(rag. 57).6 Porc ierto,Elfolcloree n e lAntiguo Te stamento de Frazer, publicedo en

"Malinowski (1962) elogis efusivameule o[ libro como "en muchos respecl08, el "uis g."flnde

log':o de la eutropologta". Pero, poreupueeto, [ 0 h ae e mediante una yuxlaposici6n que edemas 10co[oca a ,.;1rnlemo en rclaci6n con F,·lIzcr idando II Ibienvenida a I .. edieioll ubrevlada de L a r ama

doradacooloaJg.:oadecuadopo.rnHevaralca,npo!losanIIOJX'iJosoeellgencmlmanifestamn_,"t:'lleI·\"IIS.1...a

revision d e M ereu d ela lercern edidal [reimpresa en Marclt, 1920) oLjcla iUeltemenle loe pmJelislllos deFrs=; l .a as up en iv cn ci as n o d e b e l 1I1l1b1,secofllo f6;;jJes, s ino qoe se iliad eb es ih la l" en u n o on le ld o pe ic :o l6g i_00 (eacb.:ir,eociocuhura~. A1gullllS revision!.'6lilerariasde]a q : o : aNer:oll igua!,nenle 6 ia s ( L e ac h , 1 9 ( 6) .

218

I f) 1 8 ,encontrd pronta nclumacion t anto en las rcviates Icol6gicns como en laslitclrnrins. S u ohm n o 8610 1)(1f'eCehaber hnblRdo po r su e P O C l I ,sino que ha. ejercidounit aulorida d perdurable . Mas que nada, Frazer promocion6 III antropologia. Paramuohos que no son antropologos, nadie, ni e iquiera MAlinowski, 10 h e desplaeado.1 , " 1 " 010 que aeombra del efecto de su eecritura es que ese efecto sea asomhrosopitA los antrop6logos; 0 m asbie n son eslos 10 asombroso, porque Fraze r, du rant emuchos a fios (a lgunos d irt an que desde siempre], no disfrut6 de un luger respeta-hlo en la hisloria de 18 discipline. Por el c cntrario, la moderna a ntropologia brita-NCIl se considem 8 S1 mi sma no solo no- fr azeri ene , s ino pos it ivamente anl ifmze-

"Ana. Los anlrop6logossociales

a menudo se burlan de Frazer,lornen en ri-dfculo, y consideran que su folclore ha side invalidado tiempo ha.lQlle era, entcnces, esn fascina.ci6n que Frazer ejercfa en Ia imaginacidn

de t cn ta gen te? Y lque es 10 que crearon, a su vez, los que fundaron la antro-pclcgte moderna? Utilizo In pelebre "moderna" deliberaclamente, en un con-jextc en el que todas las partes nos infonnan que estamos en una epeesposmoderna. Como resultara evidente, eete representaci6n reciente deja un lu-pr contemporaneo para Frazer que diffcilmente fuera concehible veinte afiosIlrss. Este giro reciente sugiere que los entrcpclcgcs, deepuee de todc, pcdrtan

encontrar que ciertaa partes de Frazer son mas legibles de 10que pensaban.Lo interesante es Ia forma en que los antrop6logos modernos lIegaron a

eenstruir un Frazer que ostensiblementc no era de su tiempc, y en que una es-

eritura que para tantos ctros era eminentemente legible se presentc como elgo

eumnmente ilegible. s Para el gusto de un historiador, mi version inevitablemcnteoIorgarii. demasiado peso a la significaci6n de esta figure, como si hubiem sidoverdaderamente central en el giro que tuvo lugar en 1a discipl ina. Mi resefin

[gnora a otras figurae, tanto a las que se han convertidc en ilegibles como a lasque los antrop6logos retoman cacla tanto, conaiderandclas precursoms. Es ex-tra.iio retomer a Fraze r de es ta maner a: [a mzis literarie de estes f igures lteg6 a ser lam B . scomple tamente i legibl e. F raze r se h izo v is ibl e como una vfc tima del camhic.

En un ataque mas arnargo, recienlemente renovado, contra In modemaInlropologfa social, Jarvie (1964, 1984) deliberadamente promucve a Frazercomo vlctinrn. 9 Toma en prestamo la metafora del derrocamiento del sacerdote."El primer grito de la batalla de la revoluci6n fue 'maten al sumo eacerdote' ".

7 L ee ch p re se nt s W I. B ex po si ci ol l flematica para audiencia no a~illupoIOgioa: "EI aclual renombre de

Fl1l1;erengran

me.didae ei nm e . .e ci do .l .. ar ua yo rp al te de 9U 9p ro pl as 00 111. ib uc io ne oi al a a ll tr op ol og fa ya

II retigiollC<Illpamda. hademoel,udosa-illuti[" ( 19 8 3; 1 3 ).Deb:taclamr-quenoprelendohaooruilli rev i s ia 'delaooncepci6ndeLeach en particularQeiaLeach,1 96 6,~ de e' !C ri bi re i u O clo od ee sle .m .d io ).

sJl.lllloaFrazercaen incluso eus cnticce oolliemponinoos, COIl\O MlIrel1; 15econsider-oilegi b[eull.Boantidad enorrne de escriture Sllll-opolOgiea. L a 01 .» , .de F ra ze r m is ll ls l Ie g6 l1 p ar ec er eumamente abu-

n id a, yy a n ol a " gl or i( lf l. Dy d r am d t ic a l ec t ur a"q ue en cu en lr n J ar vi e ( 19 64 : 3 3) .

9 J ar vi e q ll ie re decir 6810 [ileralmence. Le e <]ue no coucedeu demaaiada eeterure 0 Frazer 10 10-

"IImetaf6ricamente: lae vlcliruas reslee d eb e . . enconlrarse en olm pa,1e. L o6blancos predilectce deMalinowski ineluyell , pot" ejemplo, la a.lltropologfade inveeligacion de Rive", y Seligman (Langharu,

1981) yd d if us io n i8 ll l0 d e E l li ot S m il h ( L ea ch , 1 (6 6) .Como uncome,,~riode la ereaeWtl de vlclimaa,

.",,]a revisi6n de Uni (1983) de III reaeiia. de L a n gh am . L a n gh n l. Bnee ocupe principalmente ')Q de

219

Page 4: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 4/20

n como os organicos, y mas t arde como si st emas y (.II

tructurae; y la empreSfi comparative e n la que si tuaron los modemos entropologoedevine asf la comparaci6n de sistemas distintos.

Ciertamente, esla concepci6n de la comparacidn transcultural se ha ell

granado tanto en la discipline que resulta curioso leer la afirmaci6n del propinFrazer respeclo de que el suyo era "el metoda comparative" (1918, vol. I: viii),

Frazery Malinowski,sino de Rivel'f.l y RaddilTe-Brown. Uny gelialaque Langham acuea a RadclifIe-Brcwn"de prectlcemente l<XIo, cui de asesinalo" por eclipear la ccutribucion de Rivers" IAsnu-opologiablilaniea (pag.401).

10Oscurecidopocladieotomla entre I" obeeeveciondirects y las Iuentee Ii teral"isaesl1ielhecl.ude que las Iuentes litecarias de Frazer ereu en gran parte reportee scbre cbecrvacicues de elllOlog;lla quienes habia solieitado que manluvieran con-espondencia Coli iii. La dicolomfa cecurece enOlI·

cesellltatullliterariodeireponajemismo.

220

II Este trabajc, escrito en vlllperasde IIIrevolueionmalinoweldllna,eetl en direcla ccntinuidedla poaici6n que Frazer haMB aleanudo con la tercera ediciou de L a r am o doroda: iSldeeeabe

CQuleliopara antieipsrlainformacion que habra ealadoamaS8ndo!IObreel pellsamieuloyla[lura primitive. Ciertamenle,aquel puede leeese eOlllouna disquisici6n ecbre le religion,el pa-

ry Is polrlica (vease Feeley.Hsnlik, 1985), bite comoun lrabajo ecbre el parenleaco, el metri-rio y (conauapaaajeasobrelahereneiaylasrelacionesdepropied"d)ooonomfa.

12Mient)"aaau predecesor en el campo, Robe,1sonSmith,se habia liuutedc en The Religion ofmiter (1956 (1894]) a un gupo de nacionea emparentadas (clI.legorizadsaglobalmente, como pa_lucl"ir arabes, hebreos. (enieins, HamC09, babilouioe y asirios), Frazer ee permit!a a sf mismo

r por el mundo. Para una eo,nparaci(in entre eaaobra y La rama dorado, veeee JOII""(1984).itheetabaespecfficamenteilliereaadoen IIncolllraateentrelareligi6neemfticay lareligion

'a, y IICncillamente 110 podia a"imila,·JaIIcreencias y practicas de una a las de I.. atm.

221

Page 5: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 5/20

versos e p ie cd ic e d oIII 11; , ,101 ' ; /1drl AIIIIWIO'I'[email protected]: In CI'cnci6n d e l hombn .., 1111

cafdo.la maroa de C ll JI l, 1, 1 diluvlo, In 101"1'0 do IllJ>ei, cl ccovcniode Ahm}uU11, I" I~rencia 0 u lt im o ge n itu re d o J ac ob , h e- cby 1(lOICIJ)ril08, ere . E n se gu nd oIcmUl'IO, h.~esc s irve de ocasicn porn di6quieiciolli'i:l sobro 108 milO8 de origen, el trnlmniclltH'1t.los homicides, los mitos sabre cI diluvio, IItSvaricdndes de sacrificic, las reglll"'~he renc ia , l a pol igamia , c le . • t r at ando cede tcmn COll10 un episodic narr at ive . El l I",

cer luger, esos epiecdioe se haccn nun mils episedicos, merced II los comenunfque los a compaiian. El casamiento cle Jacob es pmte xto para un tratado (ellcl'tllll~es de Marett) en 13 secciones y de casi 300 p8ginas: Jacob y sus des esposAS, e l "11sruniento de los primos, el c asamie mo de los primos en la India, America, M ri CI I, "' .el archipielago indio, en Nueva Guinea y en las isles del estrecho de Toto,en Melanesia; por que se Iavorece el casamiento de primos cruzados y sc 1'''hjbe el de los primos paralelos, incluyendo una derellede argumentaci6n sol ....diversas teorias aoerca del casamiento de los primos cruzados, etcetera. Fill . .1menle, las secciones son elias mismas compuestas: la que trata sobre el C11~"

rniento en Africa incluye referencias a los hebreos, los bantu, los nyanja, IIawamba, los wagogo, los wahele, los baganda, los banyoro, los beeoga y otros.

Cada ejemplo esta en su luger. frazer adscribe fielmente costumbnporticularee a pueblos particulares. Hay respelo por sus crfgenee especffiooecomo 10 bay al establecer la diferente autorfn de los manuscritos clasicos 0 101blicos. Pero el efecto cle apilnr ejemplc sobre ejemplo logrelc opuesto. Se pl!'lde cualquier sentido de In especificidacl de los Ieraelitee, por no decir nadn IIle distintividad del estrecho de Torres 0 de Melanesia. De hecho, hay una co ..treespecificidad en su dcmoslmci6n de la similitud. EI mismo Frazer <III"(1918, vo]. 2; 97); "La nnrracicn del casamiento de Jacob, sea estrictamenf«hist6rica 0 no, refleja ccsturnbres matrimoniales que han sido observadas I~"

muchos pueblos nuis 0 monos primitives en muchas partes del mundo; r d,·acuerclo con esto pcdemos suponer cabal mente que costumbres similaree flU'

ron precticadee por los ismelitae en una etapa temprana de eu historia". Ln el .rnoslraci6n de similitudes establece Ia autenticidad de esos registros bfbli(ol,.como descripciones plausibles de conducts real. La fuerza de esto se plIC'd.apreciar si se 10 contrnsta con un ambito de trabejc erudite, intercsado ell ,,1problema cle cuan vcrdadcro puede ser un registro. Iitilizar (digamos) las prA.ticas melanesias para que las israelitas parezcan menos extraiias, signifies, lli'lsupuesto, que no se puede sostener un conlraste intemo entre las prdcticna 1.raelitas y melanesias. Perc In estrategia es delibemda. Frazer alala tres element".en las circunstancias de Jacob: el casamientc entre primos, el casamiento de \lI1

hombre con dos hermnnas sucesivamente y el servicio de la novia:

Propongo eeas Ires c oetumbres pnra ilusl rar mediante ejemploe y para inquhhlucgo su or igen y a lgn ifi caclon. Aunque a l hace rlo 1108 alejaremos de nuestro '(lIlli'

i nmcdialo, que cs e l fo lc lo re dc ll lnt iguo Is rael , l a excur si6n puedc d isculpRI$ .1arroja una 1m:seria SOUI'C las exquisitas pinturas de 1ft cdad patriarcal e n el Cellisis y si CII consecuencia nos ayuda I!. r evel ar l a p ro fund idad y sol idez del t ra sfond . .humano contra el que cslAn pintadas las f igurflS de los patriarcas.

222

SU8 200 p6ginu .. tlo ('j('llIploe "nlcanzan pam probar que cnsnmientoa co-1110 cl de Jacob hen side y sigucl1 eiendo practiendos en muchns partes diferen-10 ' . del mundo .... 1::1 pnrriurcn aclu6 conforrne a costumbres que sonIlil'llIunente reconocidns y eatrictamente cbservadaa por muchas razas (1918,vol. 2: 37i). EI relato bfblico no es "un cundro Iantastoso", sino que retrata or-tI"IUlmie ntos sociales "tornados de la vida".

Pero lalguna vez ae pens6 que esas costumbrea eran meres fantasias?Flnzer es ambiguo sobre [a manera en que su reseiin partlcipa exactamente en1 '\ debate sabre 11'1historicidad del Antigua Testamento. L a ee trategie de Frazerk-udrla sentido en una ntmdefera de increduliclad acerca de las costumbres is-~"clitas, 0 por 10 m enos ante una actitud que considerara que muchos rasgos eiucidentes menores eran omamentos narratives, no por otras rezones. Su "so-oiologfa comparative" mostrarfa que en el contexte de las culturas del mundo,In experiencia israelita no es tan extrafia. Pero lera real mente nsf como 111. en-11\de su epoca consideraba el Antiguo Teetamento? Seguramenle, para muchasde las mentes que ei influenci6, el Viejo Testamento pareceria sumamente fa-miliar, y sus numerosos eventos una parte intrfnseca del cuentc muchas vecescontudo. De hecho, hay cierto tsjiido de Escuela Dominica! en los episodios

rille 61 enumera. Realmente no pcdemos atribuir a Frazer el problema deFleury de superar la antipatfa de le gente hacia los antiguoa ieraelitas, comopuradigma de una eociedad menos educada que la propia. Sena mas verosfmil!Jue fueran los ejemplos etnogreficos los que pusieron a prueba la credulidad.

tin e~~~~i::~~ !=i:a~t:o;:!:::~:t1e:c:l: ~s:!::.ia~i

afirrna que se pue de pre eupone r que los antiguos hebreos, como cualesquieraotros, han pasado a traves de "una ctapa de barbarie, y aun de salvajismo; y eetaprcbabilided, b a s a d a en la analogfa con otras razas, se confirma mediante un exa-men de su l it era tu re , que contiene muchas refcrencias a creencias y pmclicas quedificilmente pocIrian expliceree, excepto bajo [a suposici6n de que son supervi-venciee rudimentarias de un nivel inferior de cultura" (1918, vel. 1: vii). Conti-nua: "EI instrumento para In detecei6n del salvajismo bajo la civilizaci6n ee elmetodo comparative, el cuel, eplicado a In mente humane, nos permite rastrear Iaevoluci6n inteleotual y mom1 clel hombre" (pag. viii). lEra esta rotulaci6n depracticas contemporeoeas como supervivencias 10 que cons ti tu fa gran parte de la(MCinaci6n que ejerci6 Frazer en au epcce? lHabrfan sua lectorea eplicedo a ellos

mismoe "la de teccion del salvajismo hajo la civilizaci6n"?Y si Malinowski real mente derroc6 al sacerdote Uue por heber derrocado

IU doctrina central? Malinowski y sus ccleges formularon la misma propoei-ci6n pero al reves: la detecci6n de la civilizncion bajc el salvnjismo. Quiza lavieibilidad de Malinowski en la entropologle moderna radique en parte en ello,porque 61 proporcion6 un contexte perticularmente persuasive para su propcei-ci6n por su fonna de escribir. Sigo la observacion de Boon: le entropologfa Ire-zeriana, mas que nada, (ue superada por una nueva c1ase de libro; Malinowskitom6 obsoleto el cstilo cle Frazer (Boon, 1982: 13, 13).

50 ha pueslo muy de moda eserudrinar los efedos de la narrativa antro-

223

Page 6: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 6/20

pol6gicll, eapeci"llIlI'lltrl ("II II I "~II d. Mnliuow.ki, un eecritce autoconscit-nt ..C O l iun fundnmemo n l o l l 6 n N J 11"11 1111111 , , 1 , , 11 /1 i lo8tmlcgin [rente nlarle d{l If 'preeemecien y In C O tI CC lI )( '1 6u c itl lU I 1 1:' 11 10(por ejcmplo, Thornton, 1985). Nilquiero hebler con ligcl'tlZI'do In Iih'I'/lllII'n cr{tic/I, hoy muy extense. Quiero In

car mas bien una cueerien llliis I'tlslriugida: el impactc del escritor sobr(1 IIIim aginaci6n , deed e 1 8 pcrepectwa dcl tipc do relaci6n que se define entro eeeritor y lector y entre eacritor y eeunro. EII88 e81an mediadas por relecionoe hi

temae al texlo, por le forma en que WI escritor ordena sus ideas. En las obm. t~

Malin owsk i aparecen nu evas yux taposiciones, n uevas distincicnee, que perrnhh

r on qu e el m etoda co mparativ e p rccediere de una manera muy distinta. Por ci('t I".pam prepamr la escena para WIl comparaci6n e nt re l as e st re te gie s de Frazer (t"~1d enciaclas especialmen te en Elfolc1ore) y las de la modems enuopclogre, necOlil"un terrene neutral; esta ee Ia raz6n por la que enfatizo sus obras como PnxiU('I"1litererioe. AI definir este terreno, me ccupere de le primers de l as d es c ri tic as qUI

f recuen lem ente se d irigen ala escritura de Frazer: que es demasiado litemria.

Ftccicnee pereuaelves

13 En parte, como demcstrare luego, es l i le s ulla constmc ci6n modemista (11,1 dea holfstica de utili

culture 8 18 que todo pet1enooe ). Estay agradecid... a David Lcwenthel (oomunieacion pemona l) por II!

f ia la mt eq ue la pl 'c se rv oc i6 nd el le ng ua je co nc ed ea la al le li da dd el 06 te nu i1 10 8 (e xt ra nje t'0 8, an ac nl ui

cos) cierla vida propia. Pen) hay en perte otra euesli6n, que propon::iona el marco a la re sefw de Boer

eI b ec hq d e q ue I to b ay n in gi ln l ug ar f ue ra d e U na c ul lu l' 8, " ex re pt oe no ln ls cu lf Ul 'B !l oc us UI !f ra gl ll ol l

t06ypoiencialidudes" (1982: ill). Se p od rfe c on ei de ra re st e u n " pro bl ema " t ec ni co cu yo ma l' co d"

referenda teoretico est,) proyiSlo porIa percepci6n de un beehoaocial: [0 presencia de o trc e h .! '.

cbossocialescnelmuudo.Estoconduccaltipodctectticasesotcl'icasderesolud6udeacel'tijoo

que, COIIIOLangham afinne (1981: 19) ,iudicanI8presenciadeunacicncial l1aduro.

]4Ele scritol'utiliza lasimpresio nesque [eprudujoelluga rpil'llconmnicara[ lectm'info11ltllci6"

224

munclo it oint. Ccendc 1111 ('II(rr!l111 can idells y ccnceptee de WIll cul lum eonce -hidfl como dlfcrenre, c l i U l l r o p 6 1 0 g on(ronta la tarea de dar cucntn de ellns en eluucricr del universe conceptual que las ccntiene, y por 1 0 tanto lione que crearI".-e universe. Si en 108 imercembios que acompafian a un casamiento melane-110 yo observo que se pnga a los padres de la novia por sus sentimientos hacia

"lin, estoy yuxtaponiendo ideas que en el leogueje que estoy usendo son nor-IIllllmente antiteticas. La emoci6n no es una mercanofa. Aunque puedo imen-

IItr escaper de la pelabra "page", sigue siendo evidente que cstoy describiendoeomo una t ransacc i6n 1 0 que es tambien una relacion de afinidad: una reln-

(·i6n que nonnalmente interpretarlamos como Ilujo de emociones entre perso-IIIIS, y no algo que se puede transferir a terceraa partes. EI espacio debe clarifi-enrse antes de que yo pueda comunicar la urudad de acci6n que una descrip-

('i6n en ingles refiere como un compuesto de elementos disjuntos.Esto es parte de un problema general de comunicacidn, "tender un puen-

te entre las experienciae del lector y las de la genre a 1 8que el investigsdor de-

lea descrihir para sr (Runciman, 1983: 249). El efecto de una buenadescripci6n es eumentar la experiencia del lector. Pero las mismae experien-rias del lector son un problema: lque garanue hay 'de que la descripci6n noa liment ar fi e l p re ju ic io y que, lejos de aumentar, no encogera nun mas unaperspective estrecha?15 Tfpicemente ~nsamos que los antrop6logos crean dis-positives por medio de los cuales ee puede comprender 10 que otra genie pien-18 0 cree. SimultAneamente, por supuesto, ellos estan ccupedos eonstruyendod iaposi ti vos para mod if ic ar 10 que su audiencia piensn 0 cree.

Preperer una .descripcien requiere eetretegiee literarias especfficas, 1 8construcci6n de una ficci6n persuasiva: una mcnogrefte se debe dis~ner detal modo que puede comunicar composiciones de ideas originalee. ' Esto esuna funci6n de su propia compoaicidn interna, de Ia organizaoidn del ansilieie,de la secuencia en que ee presentan los conceptoe alleetor, de la forma en que

IIObreeste. Lo que para un europeoe8 vivir en Una tiende en leaisles Trohoiand,comunica un re-

11'810 de eierta close eebre 108 trobriandeece. Thornton (1985: 9) situa eete aapiraci6n POI' III lrna-

se n c oncre ta en el contexto de lOB t l'lO'1a s de Malinowski IIOb'"e el rcl de 1ft i megina cion, " funda doa

011 u na concepei6npoeitiviata de la exigeucie p!icol6gica real de las ill l Iigenea ... en lamente,lo

quepe.mitequelallprebensionde18realidadtenga lugar".

15 Goodellougb (I970: 105) eecribe que el problema de [a e'nogralla es el de producir unad e! IC rip ci on q ue re pre ee nt e se tl efa ct ori em eu te " 10 q ue 1 11 10 ue ce si ta e ab e r pa l' aj ug al 'e lj uc go ac :e p'

lablemente, SegUIl [06 eellindareB de qllielll';l! y8 saben jugado". Ulo implies una Iuene iulencio"

decompal·aresllindol'espol'partedellectol'.

]6 P od em 06 a bo 1' 3 O hs el 'V 8r lo s 8 rg um en l0 6 de F1'3mr sohl'e 10 magia y el ritual sohre los o.;ge-

llee del tctemiemc como algo que clarifies un espacio conceptual (en nn campo de oll'a monel'll. do_

minpdoporulllldicotomCaenlrelareligiony laeiencia) para,elllreOlrll$,18 reeeua dc SpenceryGillen sclae 108 ceremonies de creclmiento eustreliauas. Thornton (1985: 10) habla de la influen-

c ia d e F ra ze r (y .de Macb) 'IObl'e Malinowski, como una influcnciu que croo "un nuevo eepecio dis-

CUl'sivo para III a~mentaci611 ctnognifica". Sobre el e9pilcio etllognifico en ~ncral, veausc

Marclls y Cushman (1982: 42).

225

Page 7: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 7/20

se yuxtapcnen lall elth~f§Qrfne0 IIl'IltlVlClt{'n lo l tdunl lemce. Afrontnr 01 probl('I1'"ee afronlar le diepceicten del 1('Ix-10.Que lin etcrilor esceje (digamos) un c;llIu"cientifico" 0 uno "Iiterario" eenllill el tlpc de IIcci6n que O S ; no ex-isle 1111)(1111

hilidad de escapM ala ficci6n.Utilise el termino "ficci6n" haciendome eta de 1 0 observacicn de Uf'f'1

(1983: 3) reapectc de que la tecrte e8 m~s bien ficticia cuando ee [a C.II(IIIIinicialmente. Ella se refiere a la narrative de Charles Darwin: "La deep-ell]!da d de 1 0 correspondeneia entre el mundo natural como se 10 pe rc ibe hab ilun lmente Y como se 10 imagine hipoteticemente mantiene a le teorta mhllllll.

durante un tiempo, en una perspective provisional semejante a la de III n "ci6n". E I problema es la nueva organizaci6n del conocimiento. Darwin 'Igiere Beer-- "narraba una nueva historia, 0 contrapelo dellenguaje disponihl ...para nanarla" [peg. 5). lC6mo se "imagina" un mundo natural, en un'vocllhuIerio y en W8 sintaxis creados por un mundo social? Su exito se mide per IIImedida en que [a nueva na rr at ive e e convierte e n determinante. La cuesti6n 'III

ee aimplemente c6mo dar vida a ciertas eecenee, sino c6mo otorgar vida R I n'l

ideas.Mediante le imaginerfa se ponen en circulaci6n unos cuantos tropo.

Darwin ee OOs6 en Ie metafora del parentesco, entre otras {veese Beer, 190()).en 1 &idea del tejido de interrelaciones entre parientes, para otorgar forma concreta. a l concepto de afinidad e volutiva. S e exte nc li6 una ima gen de prcximideda tcdo el mundo viviente con un prop6sito espedfico: no s610 eugerir que toc .u ._las criaturaa del mundo podran im.aginarse bajo 1a tutela de W8 sola ley (II

deidad), sino que exist ian grades demostrables de afinidad entre elias. Be. - Ieugiere que esta demostraci6n se 10gr6 mediante a lgo m asque la promoci 6n <14imagenes adecuadas. S e sugiri6 la idea de un todo organicc con diversas pilItes mediante laorganizaci6n del texto mismo (Beer, 1983: 97).17

Para que BU t eo rr a funciona ra , Darwin neceai taha da r l a sensac i6n de l ib re juego .;En eu e pistemologfa, la argumentaci6n debe e urgir de una pletora de ejemploeporque, por BU propia ne turaleza , su texto debe evitar alineere c con los prooedlrnientce de la selecci6n artificial... E a esencial para la tcorla de Darwin ljue IIImultitud y variedad del mundo natural fluyan a traves de su lenguaje. Su te o r ' "

desconst ruye cua lquier fo rmulac i6n que interprete el mundo natural como alg4'conmensurable a l a comprena i6n que e l hombre tiene de el. EI mundo es coexten

eivc a BU razonamie nto. Perc en el uso de la melMore y la analogfs encontramceuna fo rma de res tabl ecer l a equiva lenc ia s in una fa lsa de limi laci6n .

17 Darwiu no estaba eiruplemenre uti lizando "real idades bien eompreudidae" con las que lu~mal Comprendidas "pndieran eer l levadae al cfrculo de 10conocido" ( GeeI U, 1 98 3: 2 2) . E stab a1,1terando el eentido miSInode laB,-ealidadea bien comprendidas. De eete modo, Beer eugiere que ~ldestruy610s preconceptoe de clase coutemporaueoe incorporadosen las ccnnctaciouee alistocr~41.cas de 1001rboleageneal6gic ....; I" hi~lori"d,,1 hO;lllbreseconvirti6eu uu"jnlriucada y exlensa r",jlirmiliar, lliempre consciente de euorigel! inferior (1983: 63).

226

Si Frazer l/lmhl~1I ""(\llhI6 ncoi6n determinente, 10 quo.e debe explicarIn III caao 08 au RC~lltl\('i6n sorprendcruemente pronta. Una raz6n. sospecbc,II que las preecpcetclonee de III audiencia a la que ee dirig{a suministraban.mpliamente el contexto parD 8U escritum. Contra un t ra sfondo de e rudici6n.IA,iea y hebree, cuya presencia -ya que no sus delalles- los lectorea da-rfan por senlada , el eimplemente lea preeento una tercere clase de material: elmundo primitive del cuel lomaba sus comparecionee. Aqu! fincaba la Iuerzaorwuuz adora de sus relates. La efectividad de esta yuxtapceicicn yecfe en las mi-hllcins compambles del case que presentaba. EI no tenfa que creer el contexto en

.J que sus ideas pudieran tomar forma, ni promover como d.isposit ivo organizadorW1a i magen tomada de otro dominic, como la metefore darwiniana del parentescc.nlre las cceaa vivienies. Hecia ell9CXl, por cierto, muchas de 188 ideas de Fraze r,. no eran notables. Encontmr vcsligi08 del pesedc en el preeente, tratar el Anti-1'10 Te sta me nto como WI archive, estahlecer perslelisrooe eontemporeeeoe conprkt iC88 anter ioree no reque rfn en s f n inguna nueva conceptua li zaci6n.

Frazer se ooup6 de la pluralidad y la diversidad (como 10 afirma Beer,flto era esencial para Ia conceptuaci6n derwiniana de la profusi6n del mundoMtural ), pe ro no rep re sent6 eeta profusi6n en terminos de un conjunto novedo-10 de interrelacionee. Las ideas sohre la evoluci6n del pensamiento humanodesde eI salvajismo a la civiliznci6n habfan sido ventiladas ampliamente. M asaun, lejos de ir a contrapelo de su lengueje, Frazer se glorifica en ellenguajeque tenla a mano: los prefacios a La rama darada (1900, 1890) y Elfolclore enIi Antiguo Testamento expresan au parentesco literario con los entiguoe. Lamusica eteree que; en espfritu, el escuch6 en Nemi, armonizaba con su ofdc

para l os salOOs t88, I08 pro fe ta s y los historiadorea del Antiguo Testamento quelIuminaron ellado oscuro de la historia antigun, glcriee litereriee "que vivirdnpara dcleitar e inspirer a le liumanidad" (1918, vol. 1: xi). Quiza, como en e1casu de Ins inexistentee campanAS de Nemi, el pudo tomnree Ins libertades quoee tom6 porque su lengueje era tan segura. Una de Ins cnusas del irnpacto deFrazer sobre sus lectorea en general , entoncea, debe de huber sido la rami-lisridad, y no le ncveded, de su lenguaje y de sus ternas. Y la sensacion denovedad que lamhien tenemce que reconocerle se originaba, como veremoe,

en au cercanfa con los lectores, en 10 que el compartfa con elios, y no ---co-mo fue e l c ase con la entrcpclcgta que [e sigui6-- e n un dista nci amie nto

dcliberado. 1sPretendo sugerir que la autoconciencia respecto de crear un distancia-

mie nto entre escritor y lector, y de crear de ese modo un contexto para ideasque en ei mismas son novedcses, resurgi6 en la antropologia como un fen6me-no "modernista", Esa autoconciencia requerfn que el escritor estuviera en una

18Frazer y sus predecesores IC1"auen clare que ellos eran modernos en una epoca que se con_Iliden,ba a Slmisma cOmOmodems. Perc uno tiene la sellsaci6n de que los 6I'Ilv.jes que pnlSentanensue pligin.aaestanan de acuen:lo, si pudieran, con au on:lenamiento del mundc. Oespne.. vendrfauna claae dlferente de autoconciencia, que ni siquiera habna de iuainuar sernejante 8cuerdo. £S'osenerounnuevodistaJ.d"",ientoentreeleln6grafoysuslectores.

227

Page 8: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 8/20

relaci6n cspccfflcu (:OIlIlU ('l'i{Irltur/l. I'or' illiplicnncill, c 1 obeervndor debra C"I/II

e n una relnc i6n pa rficulnr 0011 el Oholt'fVlldo, enmercundo el ojercicio intC'lt'jtual como un emperio de linn c1'IIOO pnrticulnr.

Los libros que se han vueltc ortodcxoe en los ultimos 60 nfios son t1IU

demistas en este sentido . Hecientemente , por eupuesto, ha hnb ido muchue

cuestionnmientos nl slnlus autoral del anlrop6logo. Si vamos a seguir 1I AIdcner (1985), estos cuestionamientoe sefialan el fin del modcmismc, pO I

que ternan explicit a la reflexivjdad implttica de todo el ejerciciuantropol6gico de esos 60 afios, le rela ci6n e ntre el antrop61ogo y el o"ro

construido como un objeto de estuclio (por ejemplo, Crick, 1982: IS). La e l ivision enlre observador y observado siempre 118 side autoconsciente. Lo qUttipific6 el modernismo de In antropologfa fue la adopcion de e .s ta d ivi si611como un ejercicio teor etico a 10 largo del fen6meno del trabsjc de campo.EI antropclogo que "entraba" en otrn culture lIevaba con 1Sl esa autocon

ciencia del otro. Eso fue 10 que inventaron los Irabajadores de campo de Inepoca de Malinowski. Cualquiera haya sido la naluraleza de sus experieu

cias de campo, esta se reinventaba visiblemcnte en [a forma en que se orgnnizaban las monograffae.

Poniendo las C0888 en contexte

EI modernismo puede s ign ifi ca r t anto 0 tan poco como uno desee. Nopretendo una definici6n de In idea, sino solamente seiialar eu actual apropin-ci6n, que define una epcce anlropol6gica especrfica." Ardener he delineadocuidadosrunente el ceracter particular del modemismo en entropologla, que nosiempre est8. sincronizado con las Icrmaa modernisms de otros campos. EI, sillembargo, vincula a Malinowski con eu creaci6n. Malinowski "reorden6 porcompleto la entrcpologte social" (pa g. 50), dandole un manifiesto que por en-cima de todo fincaba en un cambio percibido en la tecnica. EI trabajo de cam-po fue la nueva eetretegia, mediante la cual el antrop6logo podfa intervenir(como 1 0 expresa Ardener) en ciertos puntas del tiempo y el espacio "en 1 0 1que el 0 ella ee comportaban como un dispositive indicador ideal" (pag. 57).S e rechaz6 el historicismo en favor del descubrimiento del holismo y de la sin-cronfe. La nueva antropologfa torn6 obsoletas las viejas Formas de tratar con Incliversidad cultural, y se conoci6 a sf rnisma al hacer esto. 2O

Esta genesis del modemismo est8. de acuerdo con la noci6n de que Malinows-

19Detlqui que mis ,"t!ferendaBal moderniamo (yal posmcdemlsmo] estell mediadaa por \08 ee-enl08 de un pequeno puuadc de a"lrop6logoe y que esten eufatiUldas pensando en 1 0 11comentari ••tas. maa que en los e:.-ponentCEIel genero.

20 Eete conocimiento es importallte. De aquf la afinnaci6n de A...ener respecto de que el sigloXIXCueverdadernmen!e "modemo", y el XXa6lomodemo como genero, y par 10tanto mss exacta.mellle "modernists". Denim de IIIantropclcgfa, IIIfase modemieta expresa un desplazamiento delhietoricismo cou un enfasis deliberadc en !ocontemporaneo.

228

ki instig61fl revolueicu !ltm dorrocd u Frazer. A J mismo tiernpo, ce nmpliamenteeuperficiel habler de tmn rcvoillci6n mnlinowakiana, como ei hubiem habido se-mcjnnte evento y como II i Malinowski (u deepechc de 10 q ue ei miemo afirmara) lahuhiera dirigido solo. Lo que tenemos que explicar es como eeta figure lleg6 areemplazar ala idea de que ha habido una revoluc i6n, un giro en la disciplina.

Es importante desmistificar esto, porque es (iicil demostrar que 10 que

Iu e verdad para Frazer 10 fue tambien para Malinowski: sus ideas no fueronperticularmente novedosas. De este modo, 61 promovi6 el funcionalismo, pero.i los argumentos funcional is tas ee p uede n r as tr eer h as ta en la misma obra deFraze r [veanee Lienha rd t,

1966;Boon,

1982),hay aqul mAs continuidades que

las que admite In idea de una revoluei6n. Es poeible recorder que Marett urglfl1"11 1912 una interpretaci6n funcionalista de "la vida social como un todo"

(Langham, 1981: xix-xx; Kuper, 1973: 31),21 0 sefialar que "Jarvie 10 h aee so-nar como si Malinowski, sin ayuda de nadie mas, reaccionara directamente

contra la obra de Frazer. De heche, Rivers y sus colegae, A. C. Haddon y C.G.Seligman, fueron deciaivoe en el cambio del esulo del evolucionismo socialdel siglo XIX a l estructural-funcionajismo del siglo XX" (Langham, 1981: 59).Tembien se puede preferir sindicnr a Radcliffe-Brown como el principal insti-gadcr de la quiebra de las anteriores oscilecionee enl re paradigmss diac r6nicos(Stocking, 1984), 0 seiialar la exageraci6n de las subsecuentea valoracionesdel interes de Frazer hacia las creencias, en delrimento de los rites (Boon.1982:11). La mli.s irdnico de todo han side los exegeredcs reclamos que se hanhecho para resaltar la promoci6n del trabajo de campo por parte de Malinowskiy para negar que el lc hubiera inventado en abeoluto.

Firth (1985) seilala una tradici6n de trabejc de campo que ya ae hallabaencaminada antes de su apoteoais por parte de Malinowski. Sugiere que In no-vedad de Malinowski raelica mas bien en la elevaci6n del metodo al rango dele ona [ve eee Leach, 1957: 120). Stocking (1983: 93) ha desenterrado las pres-cripciones de Rivers sobre el trebajc de campo, quien, en 1913, difundi6 elprograma que Malinowski actUIlliz6: EI trabsjador debe pcrmanecer un aiio 0

mas en el campo, en una comunidad. en la que se liege conocido de todos y, noc onforme con informaci6n generalizacla, debe e sludiar eada rasgo de In vida ensus delalles concretes. "Mueho antes de que se eintiera la infiuencia de Mali-nowski, se salud6 a Rivers como el ap6stol de la nueva estrategia de traba]o decampo" (Langham, 1981: 50). iLa diferencia era entonces que Malinowski hi-eo de au trabajo de campo una cuesti6n de "pcneree uno mismo en una situa-ci6n en que se puede tener cierto tipo de experiencia"? (Stocking, 1983: 112).Investigando a los nwnerosos antrop6logos que por ese entonces abandonaron

las universidades inglesas para ir al campo y cornprobando Is naturaleza inten-

21De I"edicicn de 1912 deNotes and Queries on Anthropology. Mal..,11ecomicllda UlIIi levee-tig8d6nexhlluslivlle inrenaiva de IIIorganiUlci6nsocilll,noa6loe8lst icamente(eatruclura)sinodi_n.unicarnenle (proceao). Mas aUII,argumenta que eI uuico esquema que posoo valor cientifico debeser articulado por e! obeervador mismo, para edecuarse a las condiciones socillies de IIItribu eepe-cilieaque5eesllldia.

229

Page 9: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 9/20

sivn de 8US cstud io e, S lo c:.klrlM " "vt' 1,1,1I~~Jld( l1l "f irmm: "Aquf pnrece hlLl)f'1 II Igo mlis que cerrcme ilist it ll t. iotlul ,t I'Hllt l 1I111I·l1illnld8 ... ell In cvocncidu tltl.' ,ctros eln6grnfos aeudeJt)ieoo:l de III W'lIt1llll'i61l de M illin ow ski ...lconooOllllllomoncgreffas tempranns nos 108 presenm ('OlHO iunovndcres etncgrsflcce flUI"

conscientes" (pag. 84).22 Si Muli'lowski 110 i nYc n16 vcrdnde ramente e] holtlllll'

la sincronle, eI trabajo de campo intensive y el rc st o ce s que no Ita hnbidfl III

venci6n en absolute? Yo yll he insinundo mi respuesta: que todo se 0081111111 II

au forma de escribir, y espec ffi ca ment e en la organizncidn del texto. ES10 jill

plement6 las clases de relaciones entre escritor, lector y asunto que iban n d"

mina r l a ent rcpc logla, br it ri ni ca y mas alia, durante los siguientes 60 afios.En contrea te , su est ilo descr ip tive como tal es retrospective. Cier1arn<",11

es POI' oste especto de su estilo que se Ita afirmado a mcnudo que Malinow"~1imita a Frazer. Leach (1957: 119) sc refiere a su "eslilo frazeriano de fintl t I

critura", Firth alude a] modo romentico de Malinowski, opuesto al modo cJd.1co de Radcliffe-Brown, y Kaberry (1957: (7) afirma que fue la aceptecicu d-las distinciones conceptuales de Radcliffe-Brown (y no las de Malinowski) I"que lIeY6 a un difundido estilo de escritura ctoogoifica que enfatizabn In pl'I~1si6n definicional y el estilo lla no. Lo que debe dejaree en la puerta de M/iHnowski, mas bien, es [a proclamacibn de los tipos de espacios que dehl'lIhacerse para comunicar las "nuevas" ideas analfticns. Se debi6 a su COllh'~

tualizaci6n noveclosa que sus ideas pnrecieran nuevas y que o tros estud iOl lu_quc podrfan considerarse sus anteriores exponentes se volvicran invisibloPara los antrop6logos, su poder radicn en e l p nr nl el is mo e ntr e el marc o c lc litmonogmffa y el marco de la exper ie nc ie de ca mpo.

EI trabajo de campo hizo posible una nueva clasc de ficcion peraua siva. 1(1"

yo segu irl a a Cli fford (1986) al sugerir que e sto de berla considerarse al reve s: la < '_

periencin de campose r econs tnda en la s monografias, de manera que se convertja ('ItW I dispoei tivo de organizaci6n de Ia monografla como tal.23 Malinowski fue capl llde c rear Wl contexto para ideas "nuevas" (tales como 11 \percepcidn de In sociedrulcomo W l todo funcional) traaan do gran partedel contexte cultural y social en 1,1que se encontraban las ideas inclfgenas. Estc, pOI' cierto, fue el tema de su conferencia Fraz er sobre el milo (Malinowski, 1932 [1925]), una disquisici6n BCeI'C/I

de la importancia de observar los mites en su contexte de vida, es decir, en In so -ciedad y en In cultura que el etn6grafo describe. Las ideas trobriandesas poseenfunciones que de otra manera no pcdrtan apreciarse. EI reconoce su deucla con In

insistencia del propio Frazer en le conexi6n entre la creencia y el rito y entre lit

22Vel ' tsmbieu Leach (1957: 120); es inleresa"re que Stockiug ( '1983: 79) yea Uti procUl'ltO'

en TheNative Tribesof Awtra/i4 d e S pen cer yGillen. "reconocidameme 'modernc' en 8U estilo 01 .nogrolfico ... poniendo en foco uno petfonnollcecullurallotaliz8Ilte". Su statue siguieute se vlo oom,

prometido -e-eugiere Stocking-- POl' el fracaso de Spence,' en la fOtTI18Cioll de una progeuioacademiclI5igllificlltiYII.

23 Clifford (1986: 162): "L a comprension clnognific" (un" posicion cohereltle de simpatia ycompl'omi50 henneneutico) se comprende mejor COtllO na creaciOIl de la «senluro et nogn ifi ca q uocomounacualidadconsrituyentedelaexperieru;ioetllogr;ific8".

230

Irf l( lici6n, 11\ mllgin 'I t'l 1M-kiN lWCiill . Perc I" irnportancja de cclecer las C06M

.,' 1111contexte soci, ll Il( 'W~II eubrnyaree universal mente en todn In entropologfaIir.ltllcrooitundo el dcspreoic de frazer hacia el contexte, pues las nuevas ideas 11lI~I"nn adquirido Ullli dcblc identidRd: las ideas anallticns organizantes de los antro-

11610g0s s e contextua lizeba n c olocendo e n $U contexte social la s ideas indfgenasnte diante las cuele e los pueblos organiz aba n sus expe riencies. L os contextos p>-,Ihan compara rse. Ello impulse un nuevo meca nismo literario en la e struc lurnci6nfie los texlos me diante los oua le s se describi'an las socie dades y la s cultures.

A Malinowski [e vino bien explicer que los mitos trobriandeees eran par~10 y percele de Is experiencia pragmatica de [a genie, lCuaJ era la nallUa!ezarlisuntiva de esa experiencie que se comunicaha a una audiencia no trcbrian-,Lesa? Se practice un erreglc, mediante Is descripci6n de la experiencia de laf igurecentral del tra~ador de campo penetrando en una cultura ( ve es e C li f-ford, 1986: 162~163), L as ideas trobriandesae esf yuxtnpuestas se contrssta-

ban con las de [a culture de [a que provenla el trebejador de campo, Asi se

construy6 al Otro (Fabian, 1983: xi, Marcus y Cuehmen, 1982: 49). Y sea cualIuere l a d ivi si6n ent re eI suje to y d obo que se const ruyem en e l encueni ro colon ia l,en los prejui cios de l t rebe jedc r de campo, en las presupos ic iones ~ s lJ saud ienc ie ,ella estructuraba las r ronogreffee reeul temee con WI gran efecto creauvo.

La nueva clase He libro que escribi6 Malinowski no era s610 una mono-greffa hclfstica centrada en un pueblo particular, 0 le eluciclaci6n de la distin-tividad de sociedades tinicaa que habrfa de servir para la funclamentaci6n deuna ulter ior scciologfe comparative. Leach (1957: 120) seiiala el significativeeupueeto te6rico de que el campo total de los datos bejo ohservaci6n debe "en-cajar" y "tener sentido": "No se necesita considerar ningUn date [uera del pre·

sente subjetivo-objetivc inmediato". La nueva clase de libro, cmonces,tambien pertfa de Ia premisa de una disyunci6n entre el observador (el sujetc]yel observado (objeto), una disyunci6n que hada que e] observedc r ee hicic mconsciente de la tecnioa y que condujo a continuaci6n a la conceptueliaacicnde Ia practice antropol6gica como conslrucci6n de modeloe. Los marcos de re-ferencia anslfticoe comenzaron a eancionarse como artificioe deliberados. E Icontraste entre este modem.ismo y el historieismo de Frazer tom6 cuerpo enuna nueva versi6n de 18 primitividru:l,26 una versi6n que Incorpcrebe una nue-

2 4 Q if fo rd s ug ie re q u e I II p er ce p: :i 6n d el t ra be ]ode c am p o e e O O I ; )S r ru Jam eu ce e n e lc am po ( do ll oo

M a li no w el i. e n s uspropi8!! palahraa, cared, de Ull c ar ac te r r ea l) q u e e nel peoceeo de eeceibirL 08 I.Ir·IP~, o oi de e e e st ab Ie ei 6 5 sf nUSUO como trabajadorde eamPO-lUltropOl6gico.

No eall '6 loeI milo de MtdilJOWBlci como trahajadordecampo 10 q u e d e li .n i 6 .1 aantropolopa. moder.D8.j eI antrop6l0g00fue un vehfculo aimb6lioo ptU1l un a nuevlleepecie de prodocci6n l iterar ia . POI ' 10lall lO,

ningwlll deemilologizaci6l1 afectani eI bedlO de que , f ue re lo que n-e IUlteriormelIle eI trahajode campo,

d s im ho lodel trahajador de c a m po a d q u ir iou n n ue vo poder e n I I I E * :r ih rn lposmaiinowskiana. Eetoa yc tr ce p un lO !l q ue yo enfalizo fuerollalllicipadoo;o por Boonj par ejemplo. "el autor COI1)O t ra b ej e d or d eearn-

po eataha. eiempre implicilamenle a us en t e" ( 19 8 3: 1 3 8) . Ve a. .eBeer ( 19 86 : 2 26 -2 27 ) 5 O hl 'E ~a presellta·

ci6n de Charlea Danwin como IrBbajadorde campo.26 Capturads. en el chiSle de Ardener de que Malinowski cre6 el primitjviemo llIOdemo para la

genIe modema (1985: 59).

2 3 1

Page 10: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 10/20

va relacien. La difcrcllcin ('1I1If' "IIOIII,II,)tj" Y "dloe " eo cOllci bi6 no come HII

difcrente estadio en I II p r oM r t' "i c S" iwollitivl I, IIino como uun perepecriva dd,rente. "Ellos" no ueaban 10. l II ien,OI III jl l, ("08 (Iue "noec tr ce" pem visua li 'l .l ll "Imundo. Como etnocentrismo, .illlpl("ll,('l\le. no habfn en eetc ning6n descul!llmiento. M as bien el etnocentr iemc lie invenl6 tanto como un principio loorfl!, I

y como un marco organizador para la eecritcre. Y e810 se manifestaba u Indisposici6n y en Is relaci6n de las ideas en el interior de la monograf(lI. ~abri"a una forma radical de presenter el sujeto etnografico; sus dos elemoun.era n ambos crea tivos para 18 d iscipline.

El primero fue la implementecion Iiteraria del etnocentrismo que hn I'll

racterizado todo e] perlodo modernista: darse cuenta que los marcos son IIeSl"marcos, de que los conceptcs est4n culturalmente ligedca, de que los,tennl ...enalfticos estan ellos mismos sepultados en premisas y preaupoeicionee. Dr_de el ccmienzo, los modemos etn6grafos buscaron penurber 10 q ue los con('('")1tos occidentales daban por eentedc, el desarrollo de una terminclogfa teen "'II

ib a de [a mane con el autoeecrutinio. Siempre ha habido mucho m asque reintivismo cultural en la definici6n de terminos como "ley" y "familia". E I 't 'gundo [ue el descubrimiento de 10 ordinario en 10 groteeco, de la civilizaoidt!bajo el eelvejiemc. El modo dominante de la presentaci6n etncgrefice llegd II

ser exactemente como 10 percdie Jarvie (1984: 15; 10 destacado es mfo):

L o que involuc ra el trabejo de c ampo es ir a una eociedad ex6lics. y tene r 6xito toll

hacer que sus coelumbres e ineti tucionee tengan buen. Jenllt:W para el extrenjeru" jMi ren CIOlo!Aberrant e l eh? Jus to 10que ust ed espe raba de loe ignorantes , i rr.cionales y ana rquicos p rimi ti ves, Pero mi re ma s de cere s. lQu6 ee 10 que yt\fEllce viven una v ida soc ia l ordenada , rnzonable, qui zM inc lose admirabl e. "

Hacer que las cosas "tengan sentido" fue, al menoe inicielmente, cue,ti6n de hacer que tuvieran "sentido comrin" (Leach, 1982: 28-29). Extrevagenre como era en su eecritura etmosferica, Malinowski tambien insisffa en 1"neceeidad de cuhrir seria y sobriamente todos los aspectos de la culture tribal,

Lo que para el fue un precepto -no lomar 10 sensacional y 10 singular, no hn·cer diferencia enlre los lugares comunes y 10 que se saUa de la raya (1922111)- se convirtio despces en una maxima sobre la ordinaries misma. Es l lArcomo Jarvie se basa en 10 q ue seiialara Evans-Pritchard respecto de que Is .antropologfa posfrazeriana no persegute 10 que era extraii.o 0 pintoresco para loaintereses romanticos, sino que sancionaba las investigaciones facticas scbrel as ins ti tuciones soc: ia le s (1964: 4, 13,214). Recientemente Leach ha vuelto /I

traer a colaci6n ese puntc: "Siempre es altamente deeeable que el trebajedcrde campo se purgue de [a noci6n de que hay elgo extraordinario en la situaci6nque es18. observando" (1982: 29).

Y cuantos cursos antropol6gicos comienzan con el adagio de que el tm-bejc del antropologo es explicer 10 que inicialmente aparece como extrajio,presentar las creencias y los ectoe en termince de su status dado por sentado

232

('II conlexto de I" vi i I n d" III g<"lIle. L e prcteste de Jllrvie rndicu en que des-de la primeri' 0 "('~undll eXj)o.ici6n a eete revelucidu, 18 repetici6n se

aburrida.Para la discipline, l.mOOs eetretegiee fueron enonnemente procluctivas.condujeron al desarrollo de diverscs marcos por medio de los cualee po-

las otrae sociedades y culturas, y ponlan al antrop6logo en si-elucidar 10 m cnstruoeo, revelando asf Ia 16giCH y 01 orden en Is vida

pueblos. 50 acredita al propio Malinowski heber impuesto racionali-sujetos. Su sentido de la ordinaries de 18 culture trobriandesa cier-

defini6 el eepecio conceptual para las futuraa investigaciones en lael pensamiento primitives. Stocking (1984: 178) menc iona jocunde-desesperaci6n de Bateson por no poder encontrer un solo ejemplo de

"Icgica" en todo Coral Gardens and their Magic. Pero e ] Iunciona-que el antrop6logo "podia enconlrar raz6n incluso donde

estado de hecho preeente a la conciencia del selveje individual"AI mismo tiempo el hoHsmo de Malinowski cre6 el contexte para

{nvestiga ciones sobre los sistemas, aunque el mismo no llev6 esto demaeia-

final ee totn6 inevitable que ee criticara a los anuopdlogos por tratar aque esludiaban como "cbjetce' (veeee Fabian, 1983). Perc esa obje ti-

era un proclucto del posicionamiento de las propias ideas del antrop6lo-marcos enalnicce) en conlraste con las que se atribufan a otros sujetos.

siendo un marco estructurante para la escritura de monogreffeade que se considerara de interee teoretico 31 funcionalismo de

.... Im O'~.'; el holismo que el principio establecfa Ie relaci6n subjetive-objeti-,. ya no se necesitaba para la interminable investigaci6n de ega misma rela-oi6n crucial. El efecto de la dicotomfa observador/obeervedc ha sido el deere er un se nticlo de a lienaci6n 0 de alteridad, introduciendo nl lector en 10 bi-

y eimulteneamente superdndolo, ubicando 10 q ue "nosotros" vemos comoen un contexto que para "ellos" es familiar y ordinario. La ordinariez

fue, en est e sen tido , \UUl ordinaries tecnica, es decir, un proclucto del hecho dedar cuenta de las ideas 0 de la conducta en terminoe del contexto a los que

ro~i~~)e f:~ '=!c~:):7~~ru:~: i~:a~n : :c : :~n~:! :1; t :J : ! : :~ideas. La e xtraii.eza tenfa que quedar fuera de estos Ifmites, y 6610 era identifi-

cable cuando se cornperaben los contextos. 27 La suprema comparaci6n de con-i ex tce ocu rrf a ent re obse rvador y obeervado. Asi se cre6 el problema central deI. antropologfa modemieta en cuyos terminos erticule mi problema original:

27Aqui pcdemoe recordar elflimenee Iuncioualistae de la brujerfa y la bechicerie: 10que se c111-comoe:tlrllfiooeK6ticodehfacl'uzaralglilllfmiteeocialodeOlrotipo.Yodillaquelaau.

de lac1asiGcaci6n y de loe lfmitee prevalente en las decades de 1950 y 1960 hablaba de• !'~~; te molo" ' , implicila que domealicaba a la couducta (tada eJla "tenCasentido") como el atri-

o ecciedad particular, desembocando asi en Ull problema eepecial para darde loa ccnceptce de la propiagenteacercade lobizsrroyloex6lico.

233

Page 11: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 11/20

c6mo manipular i de as y ccnceptoe Inmiliares pan. comunicer ideas y ccncen

tos extrafios.

La coneentraci6n de las nuevas etnograflas en cultures singulares inll"

gur6Ia poeibilidad de explotar los dualismos de la relacion entre observadcr ,obeervado, utilizando ellenguaje propio para dar vuelta 0 para poner del rev

las propias categorfas (por ejemplo, nosotros consideramos que el pago es 111111

tetico a las relaciones del pa rentesco , e ll os coneide ran que las relac iones (I, Iparentesoo, se basan en transacciones]. Conceptos que en [a cultura del obeer

vador eparecen apnreadcs, se dan aparte (por ejemplc, nosotros tenemos 111111economia mercantil, eJlos una economla del don). Dado que el otro ha sido till

cado del marco, se lorna posible uti lizar lerminos dentro del marco para expuear sigruficados diferentes a los que quedan fuera (el parentesco no es pIli II

elIos 10 que nosotros significamoe con el termino}. Y etcetera. 28 De esta fOnll ll ,

la manipulacion de los propios conceptos pa ra conceptualizar los conceptneque se construyen como extrafios, establece distancias entre eacritor, lector ~

el sujeto de estudio.

'ICS m:~i~:I:s~::~e1:(:~t~~:i:I\~~e~::~~::t~~s~~~e~~~:~~,!a;s~~;o~~~;:;

da en Ia construccion de un producto literario que tiene que ver con 1111

problema que estzi lejos de ser artificial: crear un espacio conceptual pam l ro .otros sociales. Ejemplificere con un caso que me interesa: los terminos "doli'

y "mercancfa" para contrastar los sistemas de inlercambio melanesios y ocr!dentales. L os clos terminoe solo tienen sentido desde el punto de vista de 111111

economia mercantil. A mismo tiempo, se los puede usar para hahlar sobre d~lformas radi cal ment e di sti nta s de organizar el mundo. Est o de ja ci ert a cabidl l/ '

In sugerencia empiristn de que el don nunca ha aide observado en su esllldll

prtstino. Pero objecionee de esta clase presentan un serio problema: {,c6111"

presentana un escritor que escribe sobre Melanesia a una audiencia maYOImente occidental la distintividad de la organizacidn social melanesia, de I".

ideas sobre la persona, de las fonnas sutiles 0 ccrnplej ne, fundament ale s 0 crt !

dee en que los conceptos melanesios poseen 0 no analogies en el mundo occ!dental? En terminos de una necesidad practice literaria, lc6mo se dell!

proceder? De Heusch, por ejemplo, desinfla la idea del don, convirtiendoln 1"11

una transacci6n econ6mica, y pone en su luger le idea de una cocina ritual como "expreeicn del orden social" (1985: 17). Los antr op6logos haeen esto l ot lll

el tiempo; pero esto hace diffcilla comparaci6n, porque es precise adivinnr .. l

28Otras disyunciones propias de este modo incluyeu: 1) dividirlce datos eu douiiuice, talee ~ume parenteecc 0 economia, para que oolapsen 0 puedau verse como distintas versionee lee uno.!II,10$01I'OS;2) defillirconceplospor Lanegacidu c-cloe X no tienen (digomos) ningiin concep1od,·"cultura"- para introducir dlscontlnuidades en las que vendrfan a eer las dlcetemres habiluol .. .en cl pensamiento occidenlal (po'. ejemplo, el conuaste entre CUI111rll nOIUl'aleza);3) rClllb.1ocmparaciones transcllhuralee que Be basel! en una elucidaci6n de parecid08 y diferenci . .. iW'1"que siempre implique la dislilllividad de laa unidadllll aef COl1lparadu; y 4) realizar colnpal"llcion"inle:rnao;aiathiiiaiadeloqllejlll8llenlreell08y.oo.al."OtI(cloll'Otep,_nlaoracomootrave..,I/.++deullomismo,oracomoUllIl8mfleeiadc!,c!(fllllliliu).

234

locus de esos constructcs en Ia resefia del escritor: en luger de que estan (no

1610 como se los define, sino que parte juegan en la construcci6n del ansdisis].

Jarvie censure a los antrop6logos modernistas por esforzarse en demos-

trar que no hay nada excepcicnal en las vidas que ellos describen. L a tecnica

analftica, derivada de poetuladoe sobre la integrided de la sociedad y la cultu-

m, est a incrustada en una tecnica literaria. EI salto de imaginacion esta entre

to que "nosotros" enconl ramos ordinaria y entre lo que "el los" encuentran ordi-

naria, De aquila importancia de la constante insietencia de Malinowski en el

eentido de que "ellos" eran mas que proyecciones de las teorlas occidentalee.L a dificultad de su conferencia Frazer radicaba en que los trobriandeses no

tmtaban sus mitos como los tedricos de sillon especuleban que 10 harl an. Sus

ideas tenfan que apreciarse en sus propios terminos, no menos por la razon de

que los mitos no podfan tratarse como "una ocupaci6n intelectual primitiva de

lilIon" (1932 [1925]: 82). iNo habra te6ricos de sill6n en las Trobriand! Era

precise entonces sacudir a sus lectoree/oyentee para que aceptaran_la distinti-

vidad de las pasicnes lrobriandesas antes de exponer ellugar que ccupaban en

In pragmatics de Ia vida local. La audiencia tenfa que aceptar la naturalidad

de las ideas trobriandesas en su contexte; una vez que se habfa creado ese

ecntexto mediante la eeperacion de Ia cultura de aquellos a quienes hablaha

de la cultura de aquellos sobre los que hablaba. Se exigfa a la audiencia ester

(II connivencia respeclo de su distancia can el lema del antrop6logo. Mientras

lnnto, el antrop6logo se movfn entre ambos. Su proximidad con la culture que

estaba esludiando se ccnvertfa en la distancia con aquel a quien se dirigra, y

viceversa. Esla es la forma, tout coun, en que el trabajndor de campo moderno

(0 modernista ) se ha i maginado a sf mismo desde entonces. 29

Fuera de contexto

Estamos ahora en una posicion mejor para apreciar 18 persuasion de Ins

l'icciones de Frazer y su reputacidn entre los anlrop6logos rnodernistas qne 10

encuent ran no demasiado persuasive .

Una vez que se crearon los nuevos marcos de referencia para la compara-

ci6n (1a distintividad de las diferentes clases de ecclededee prcpcrcicno una

base para 10 que en esencia lIeg6 a ser una comparaci6n de contextos) la socio-logla comparative de Frazer pareci6 absurda. De a~ e] cargo m ascormin con-

tra el: que sacaba las cosas fuera de su contexte. Su tratamiento epis6dico

29 La Idada escri lor/ lema/audiencia conatanremente ha ectuedo como una dlada (observa-dor/obael·vado,anuopolcgo-repcrter/lector] (veeee Webster, 1982).

SOGellner (1985, b: 645) uli li l.8 eeta frase propia de la reacci6n de! ' funcicnal ismc de Mali-Ilowskicoutre laespeculaci61l f,"a:u:riana.Frezer retine un vasloroperlododedalOS fragmelliarioaruom de ccntexto, mielltl 'lloque 01I,·obajode campo de Malinowski --observa- em una explora_01611~hallSliva de ccutextce eocialee. Lienhardl (1966, 27) pretenta en Ierma sucinta la orsodcxian,odcn.iala: Fruer "pen8llba que podfa compren,ler creeuciee muy ell'"II;;9.$uel·ade SIISconle~t061O:lIIIOll.,IIernmcllle modiallte till eerucno do [";"lro.pecd611".

235

Page 12: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 12/20

del A n L i gu o Tc sl lI .m eu lo y I I I" " ,i mI U ll Id f' . t ll ln 1 I1 1l C' ll rn e nt re I n ll { 'o st uI ll IJ lr ,. I,breas y IR S de M eil!.ncl in , Arlit,,, n d 0 1l (111.t'/I, perecen cnlrnnnr In "cor ( 'Ij, ,

preetemo indiecriminedc, .ill illlt'I~ I'or 1111 circun.ltmcia9 hisl6ricns () '''~ I~

Ies. Frazer no eataba mnnipullllloo I", di l lCriminncionc. internes entre ('I "'l l ,I

tor y su lema, entre el cbeervedcr y cl obecrvndo, discriminacionea l ip il i! 'I I .I . .

por los modernistas. Per eI contrario, dependta de una nfinidad entre IWI 11

pies revelacionea y el interea ccntempceanoo hacia los cIlisicos y el Allti!,!!.Testamento y hacia la hietorin temprana del hombre, Lejoe de distnncuue- rImiemo de su audiencia, perecio compartir muchas cosas con ella.

Por cierto, el no manifest6 ninguna de las eetretegias que habrfan df ' II"

gar a ser tan eignificativas. En primer luger, no eetaba interesado en el ~1I'hlde sus marcos, en especificar perpetuamente su propio etnocentrismo. De tI'I"la Iacilidad con que pudo comprender a que se p er ece rfe est er en Nemi (Il)t~

se podia espernr que hiciemn los antignos hehreos (por ejemplo, 1918, vol..180). No habra problemas sobre Ill. interpretacion de las emociones 0 los motl~!de Ill. genie, En el cureo de sus clisquisiciones eobre el casamiento, Frazer I"caliaa meticulosamente las Iuentea perticulares de las que discieme sus illllU

merables piezas de infonnaci6n. Donde es pceible, el cite tales rezones que (In I~gente, pero no duda un instante en proporcionarlas 6i mismo. Eete es un comenlerio sobre el intercambio directo de muje re s en Melanesi a (vel. 2: 216):

No hay ninguna duda de que la prActica de interca mhlar muj eres en el marrirnnnio I:IC puede observer a partir de una n m p ll a v er le d sd de morlvoe, uno de 1 0 8 0 1111le s podrfa see en ciee tce C8806 el deseo de mentener un clan de plenitud, 1(\1,cediendo mujeres a condici6n de reclbir un numero igual de mujere a en intcrca mbic. Pero esc motive de polrti ca public a pa rece menoe simple y pr imi tive que . .1motive puramente econ6mico que supongo que estA en la base de Is costumbl'l'porque mientras que e l motivo econcmico seduc e directarnente a cads hombrc enIII capnc idad ind ividual , e l mot ivo pub li co seduce a 108 hombres en au oapacidsdcolectiva como mlembeos de una comunidad, y por 10 tanto ee capaz de a fect ar 11 ( \

10 a eea rninorfa iluminada que ee c apa z de subordinar su interes privedo n l b It'neetar publico.

La selecci6n de razones estli gobemeda por 10 que 6 1 impu ta como ejemploeplausibles de conducta simple y prirnitiva . Poc as monograffas modemas no Impu.

tan pensamientos y sentimicnlos a la gents que desc riben; la diferenc ia radica CII[ a presenci a va lidante del t raba jaclor de campo. quien utiliza del self como un dilpositive indicador [veese Clifford. 1983). .A Ihahlar de los motives econ6micos delcasamiento, Frazer tenfa que guiarse por los etnografos que se le reportaban. D oesta manera, el expresa cuidadoeemente que "se dice que los naLiV06 de [a costanorte de 11'1Nueva Guinea Holandesa coneideran n sus hijas casaderns como mer-cancfas que pueden vender sin consul tar los deseos de las muchnchas mismas'(1918, vol. 2: 217), Peru eslo no 10 Ileve a un escrutinio de 10 q ue dichoe naLivQIpuedan significar. sino a lOla extrapolacion general (pRg.220):

236

Pfll·t.·(:O robnble 11111'n 1'1"1'1 '11, ' , .l ie imercambinr hijns 0.lu'nlllmfl8 de ~~micntofile CIIlodns P(UII'... III p l l m · l p l o .IlInespecie de comercro, y que ae Oflgm6 en ,uneatado iofcrior <i f 'II.Illvnjlllnlo(11 el <Iuelas mujeres tenrnn un alto valor economieccomo trabe jedc ree, IX'ro en el que In propie da d priveda I:IC hellebe en un ~(adot an rudimentario que un hombre no tenfa practicamcnte nada que dar a camhio deuna esposa, exceprc otra mujer. EI mismo ~otivo econ6mico pudo lIevar ~ losdesoendientes de esaa uniones, que serfan primos cruzados, a casarse entre S1",

Para un leclor modernists, no son las estructuras economicas, sino las delas que requieren elucidaci6n. La relacidn entre eetee darfa una

autoridad interne a le resefie. Frazer establece este autoridad, sin em-con referencia a un marco cxtrafio, eI sentido de la historia que compar-

con sus lectores (pag. 220):

Si la historia de la ccetumbee pudiera seguirse e n la s diferentee regiones de l mun-do donde ha prevaleeido, eerfa poeible en todas partes segui.~ el reetro hasta a~crjgenee mas simples; puee bnjo la superflcie tanto de l sa lvaji smo como de la .Cl-

vil ieaoion las fuerzas econ6micas son Ian conetantes y uniformes en su operectoncomo las fuerz as de In nnturalez a, de las que por cie rto elIAS s on meramente unamanifestnci6n peouliarmente cornpleja.

Frazer no eetaba perticulermente inleresado, entonces, en distinguir susIdeas ni de las de su audiencia ni de las de quienes deecrible, y el segundo

punto es que consecuentemente TW tenia que encontrer sentido II. 10 monstruo-10. En verdad, el t ra tnha de mos tr ar la forma en que las costurnbres, desde queIe las ahandon6 y repudi6 por Mrbarns, no debfan eliminarse del ~ntiguo Tes-tamento como si fueran fantasias, pues tenfan una estrecha semeJanza can las

practicas de numeroaaa culturae. Pero esto no ee 10 mis~o que e xplic~rlas.Mas hien esto confirms, su status como indices de eelvajiemc: el eelveje deFrazer era un homhre anti guo cuyas practices e n tiempos simple s y primitives.i'm se conservan. El estableci61a plausibilidad de numerosna costumbres quereport6 mostrando la forma en que oourrfan una y o tra vez : y pro~rc~0.n6 moti -vee y razones a partir de su comprensi6n general de la s~C1edad p~llruliva. Perono lema necesidad de juetificarlee en terminos de un sistema 16g1CO 0 rastreereu conexiones con ctrae ideas. Su narmtiva mostraba ejemplo lms ejemplo de 10

que suoedia; no podfa crear un contexte intemo pam tomnr 10 ~ramenle concebi-ble en una l6gica cult ural distintiva . L as costumbres ternan sentido s6Io en formamuy limitada. Por encima de tcdc, eI . no t en ia mot ives t eo re ti cos para tor re r 1 0exoti-

CO en ordinario. Por el contraric, el efecto de su composicion l.ite~~lem moetrer, encm punto, que 10ordinaria eslti emparent ado con 10 earaonlinario.

$1 B o o n1 98 2: 1 1) o fi.Jm oq u eI I I p r o e ad eFrazer describe en fOllllH _crl3ible ri1oe:i nc r, :w le s ,l

: : ; : ~e : : ;~ ' u :~~~ :~~o :~ ; : : : r~z ! : : . ~ : !~ ( r :de exoollt rici .L.d.Js y sabil let"" de cu ri OE li dad" ,, " ( 198 2: 17) . F raz er h u: o que laleo!l~.(lSIdades fu~."plausible&.pero n o l6g icas. Veo se S to ckin g (1 984 : 1 83): "E l an tro p6l0 g0 d e 8 11 10tl-Uquelipl-

237

Page 13: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 13/20

· Estn e~ quizn III fLlorZll d~ 10(111111""0. ojol11pl01l ruom do ccntcxto. A IH(II~

si lo del Ant lguo T eeu en em o, I,fllzer hllbfll romndc lllla hisloria quo dooo,f, .familiar para sus lectcree. FUOl'il 0 111 11 uese 10 q uo eopenenm ncerna do Itll Identes particulares, denlro del nlMCO do III hiltorifl b rblica ellos tenfun 1111 III

ga~ es.tablecido desde hacfa tiempo,lI2 Exponc la narraci6n episodio I~'I

epiecdio, rnostrando las afinidades de las costurnbres hebreas co n Ills CO(UIIII1

bres lomadas de pueblos salvajes 0 patriarcales de todo el mundo. Oen1ll(l.II.

que incide~tes que parec.erlan heber eido aceptedce simplemente como p l 1l 1 . .

de la narreu ve, son notonamenle comparabJes a coslumbres ex6ticlUl. Do "111"

man~ra, la disrunci6n contra Is que juega Frazer se encuentra entre la. 1)f'1cepcronee previae de las coaturnbres bfblicas por parte de sus lectcrea como ill

ga ordinario y sus costumbres afines que estan lejos d e ser o rdinarias. 1';111,permite una dis~unci6n ulterior, entre las coetumbres que el Iector de par 'tll

tedee en au ~ropla cul~ura y los orfgenea de eeas mismas coslumbres bejc r('~Jmen~s eelvajes mu.y diferentea. En sfnteaie, Frazer puso su texto eparte. L a qll"edquiere coherencia, a medida que el relate bfblico se deeenvuelve, resultn .",un palimpsesto de resefiaa sobre sucesos que ya no ee relacionan entre ! ! I fIII

trtnsecemente, sino que tienen un aire de familia con o nes cc sa s en todo .. 1mundo. Se tienen que aprecinr a la [uz de 1m; rezones eocieles y practicas qu,.

apa~en,en mu~hos lugares y en muchas epocas: una culture global, por ci".to, solo diferenciada a traves de las etapas del salvajismo y Ia civilizaci6n. 39

Las puntualizaciones del prefacio de Frazer, fechadas en mayo de 19 Wccncluyen con la observaci6n de que "Ia revelaci6n de los elementos mns hI!'

JOS q ue sub~a~~n a .1a civilizaci6n del antiguo Israel del mismo modo que euhyacen a la civilizacion de le Europa moderna, sirve mas bien como un baremuque ~umenta por ~onlrast~ In gloria de un pueblo que, desde las cscuras profundidades de la Ignoranclil y III crueldad, pudo eleveree a tan brillantes nlfurns" (1918, vol. 1: x). No es s610 la multi Iud de epocas y lugeree que hace eu

C~llIenle, Fr~~I~ podia ,oto't:sr ~elliido raci~llsl [a Iss costumbres y creeucias lrracicnales] ,"~.dlslI.le e! U."hlansmo raclOllahsla preeons'ruldo de Is doc.rina de la eupervivencia: 1 0 q ue l el lr ~

~"hdo raclo:loJ en el PI'C~','te era ~rfeclamente comprcnsible como uns pura pereietencia de \111~

ImperfeclabusquedsdeuhltdadraclonaleIlUllaelllp.'lSII.e..iOl·",

S2 La revieidn critica del pmpio Malinowski (reimpresa en 1962) de Is edici611 abreviads de f;1

f~ldo~e .comellla que Frazer 0101'g1.t f onna nueVa a hechoe y suueciones (I.tIHiliarCti (la "histotis II~s l~ ov,v,d a lX '~ ca da l In o ~ e n os oh "O S" ) p erc . a Ul l' lu e f sm il ia re s, e ll osf ue ro n B ie mp l' C p ett ur ba do r< :, _,

e incompreneibles, relsclonados eon sneil"" y Canlas'as inoculsd06 ell I" infancia. Fel ley-Hlln,,~

(19~) d ea al 1" Ol ia l a e ug er en ci a d e q ue La rama dometa, COIIIO l ra ta do e cb re L os p en S8 mi en to B S I\ Jv,~ o.

quelnlpulsallalagl""lea.nlll ....rpa~ lIPros~,c le spliegad8<ICrific iodc lsace nlO l<'ireycomonllalllel ••

f or a p al ~ c om pl ~" de r t, I r: rn ~l ol la hd ad y III v,o le nc i" s ub ya ce ll te s -- CO Il )O d La 10 exp!'CS8- a la suavlJ

SlJperf iCledelosldealcscl1sl 'l Inosdep!'Of!lesoel lla IngJatell 'l I ViCIOI. ;" 'l Ilyeo;l llardi ll lla,

8 S E ~ p are ce u ti Ji za r de t an to e ll la llt o esta c la sl fi ce cl cn , P er c 6 sl a n o O I'g an il .l l [a p re se nt ac io n

de5useJemploe,~ltal11pocobuscapllralelislnoshist6ricO!ldesuspersonajC$biblicos. De e sle mo.

t ~~: :l~~s~;;~~ Nueva GuiuelI en sus discusiolles sabre la Em Patdarcal y el Tiempo do

238

"('10, s ino que ptu'l'I 111111 1 '111111, ,11 '1110 ' Frazer ee bas6 01 1 cult urns que ya J \H . •l in e ido c1asi fiC/l t! II . ( '01110ox61 ic lt l e ll In mente del lector en general. LEI re-lllci6n fue que In " , rIImn"d" civilieecien podfa consiatir de mucho de 10 q ue

1IIIrs Iue eelvejiemc. IF'ue eein yuxtaposici6n de civilizaci6n y salvajismo 10Ifllt) nlrap6la imaginaci6n de sus contemporAneos? Frazer presumfe una conti-'1Uidadentre las relaciones que disfmtaba can sus lectores en general y (8 trapr " .de 10 q ue el leta) aquellos sabre los que eecrible. Era una continuidad que.hnreaba. tanto 10 racional como 10 irracional, que era ccmpartide sobre las be-I f I I tentc del salvejiemo como de la civilizaci6n, y que no se distingufa en nin-

(:;n:~~ii1:st~:~~~:I~:;:: ;~:~~~iO:ep:~~u~c~:ae~a ::~:~~ ct~~~~a~

h-oia el bien publico, iguel que la luz literaria que emanaba de los escritorestM-breos. Este tema de la i1uminaci6n corre a (raves de eu narrative en un para·1 1 1 1 0consistente con su desvelamiento de le e "elementos mas bajos": " L o s.nnles del salvajismo y le superstici6n desdichadamente componen una gran

r o ~ : ; : n ~ ~ / ~ : : ~ : : ! ~ ~ : . n ; : ; d ~ ; o~ :~ ~ :~~~~:::~~~::~,7:It~i~~III' que difundan sus dulcea y solemnes aprehensicnee, etc." (1918, vol. 1: xi,I'll destacadc es mfo). EI escritor y ellector comparten un texto: 10 qu e el escri-lOr I uerza a sus Iectores e darse cuenta es el sesgc del texto mismo, su multivo-eidad, su conjunci6n lado a lado de ealvejismc y civilizaci6n.

Cuando, 50 MOS antes, Lubbock dio su conferencia en la Royal Institu-

lion sabre "EI origen de la civiHzaci6n y Ia condicidn primitive del hombre",admiti6 que tuvo que reprimir el deseo de describir "Ia condicidn social ymental de los selvejes" (1875a): habria tenido que referir ideas y ectce quehubieran parecido aberrantes a sus oyentes. frazer, que dominaba una cnnti-dad aeombroee de materialee, muchos de ellos recclectaclos en csos Ililos, ofre-ce un discurso vlvido sobre las condiciones sociales y mentales de losIllivajes, a traves de la mediaci6n de textos ampliamente familimes y respeta-bles. EI resultado, como ya 10 he sugerido, es la exorizncidn de csas idees Ia-miliares y respetables. EI mundo es visto como plural, compuesto, lIeno dediversas coatumbres, de ecos del pasado. EI presente, 10 ordinnrio, conservntodas las pintorescas pceibiiidadee del folclore, de 1 8 misma manera en que [ncivilizecion se revels como alga que a duma penas concilia una mezcla depractices que pertenecen a dlae mas viejcs y cscurcs.'

De hecho, se podria Ilamar a Frazer "un esteta con habilidnd para sclec-cionar referencias", para quien "el acto de invenci6n consiste en releer el papsado y recombinar una selecci6n de sus elementos" (The Listener, mnrzo 20 de198 6, peg . 32),0 decir que su estilo "evoca, insimia, recuerda", en un mundode infinitos referentes donde los signos "no son arbitrnrios porque los signifi-cados se han sedimentario sobre ellos: los signos han estado 'clando vueltas";

llevan los rastros de maniobras sernanticas pasadas", consecuentemente, "envez de pasos analfticos hay aquf un uso sugestivo de imligenes, rnaniobras eg-Iramb6ticas y numerosos npartes", de modo que la escritura lIega A pareceruna d.iseminaci6n 0 explosion promiscua (Crick, 1935: 72-73 y citanclo a

239

Page 14: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 14/20

Tyler, 1984: 329). E61n" l/hll(1(v(wIWII'" til. 1'lIlnli hcchee II prcpeeirc do I"III'!

POI' supuestc, sino que r('f!('("Wtlt/!III~)" iukul!)ti de (,)IIOCIlrn ecnlimieruo pOilU"

demo. Estome llevn a m i comcuuntc fi'llil 11(;1)1'(. ' / ,Indole creativn de Frazer.

J uganda can el contexte

Sea que estemos erurando ° no en una fase posmoderna en la nntrollPI"gfe social, mucha gente parece estill hablanclo como si la idea fuera atendlhllCrick observa esa idea en diversas tendeneias que incluyen a la antropo1i!I'JR

re flexive, Ia a ntropologia crftica, la e ntropologfa semantics, la entropclogfn "'midtioa y eI postestructuralismo (1985: 71) . Esta, dice { cite ndo a HlIst!!l1'1978), no es 'una posicion unitarin; en las poetrimerlas del modemismo no (II>

debe sorprender que parezca no haber particularmente ningun Iuturo'" 0 !Jilt'

Ia historia se pueda poner en reverse. Crick considera convenientemente i l ' t1111

ca la reciente recuperacion de Leenhardt, el predecesor de Levi-Strauss ell J '1t

ris, cuyn ohra ofrece una pletora de descubrimientos a una era pcemodema .

(Clifford, 1982: 2; vee ee Young, 1983: 169). A l mismo t iempo, Ardener (19011)argumenta que aunque otras disciplines puedan pensar que el estructurnligmues posmodemo, eu lugar en la antropologfa es el de un fen6meno ampliameufmodernista. Remonta nsf el perfodo del modemismo en antropologfa dottlrMalinowski hasta la declinacion de la influencia estructuralista a mediados (Ii

la decada de 1970. La ruina del estructuralismo/modernismo esta marcadn 111.<1Ia resurrecoidn de Leenhardt, una figura que precedi6 al principal exponcnndel estr~cturalismo, en 10 que a le antropoiogia eoncierne (Crick, 1985: 72).

Erick presta aqul atenci6n a [a bicgraffa de Leenhardt por Clifford. Lee"hardt se presents como elguien cuya ohm "epunta al interns actual por las teorfn~culturelee 'abiertas', modos de comprensi6n capecee de da r cuenta de proc eeeeinnovadores y de Ia discontinuidad hist6riea ... y de la reciprocidad en Is interpre-t ac idn e tnogn il lca" (Cl ifford, 1982: 2). EI acceeo de Leenhardt el "punto de visll!~tivo" no se 10grO s 6lo a troves de Ia empatfa en el trabajo de campo, sino qUM

involucre una ohm colectiva de traducci6n mutua, de un tipo que no podia 8CI

dominado fdcilmente per una interpretacion privilegiada (Clifford, 1980: 526).El contexto para el interes de Clifford es identificahle en similares rec.iproc!-dades en la escriturn de una nueva generaci6n de etnografos preocupados pOl

la representaci6n del clielogo, por la forma en que se manipula el encuentro CII

el trabajo de eampo y en que, por consiguiente, se escribe la etnograffa.

34Silomodemoesunaespeciedefuturoapwpiado,sucolapsodebeperoiLirseeomoe! eolap_so del futuro(Ardene,·, 1985: 57). Sin embargo, en [arnisma formaell que los actuales expetimc!!.to s en escritura etnograflonloman conseienteel modelllismo, deben verse tambieu ComoparleddmodCl11ismomiSlllO(pol' ejemplo, Mm·cus, 1986). Vease FOSler (1985 [1983]; ix: -a el proyeclQ

::~:;':~ :::t:.a::v::~~~ ~~O~!l~:::~:a~l~!l:~l~::'~~:ll: ~:r~~~:;i:~;':~'~;uR::t':::~e~~;~~'~!7a ~~~

cliluraalltropol6gica:ullopuedcollodesearsubsHll,irlodoesloconeltermillo"moderno".

2 4 < )

L n vindicnd6u d!, IA'lllllulfI_h per los histcriudorca involucra Illmuien Wl. tuque cont ra MuJiuowliki (C li fr o rd , 1983) .3 5La epcce pnrcce ostnr mndurn pl-

III exponer 11;1 .l'igurll clcltrubajndcr de campo que fue el registrsdor de lEi alteri-,llId de las cultures. Clifford cuestiona In autoridad que seg6n los antrop6logoseetc da a sus eecritume: el trebajedor de campo que regresa de otra sociedadhnbla por ella de una determinada manere, que ahora parece repugnante. Si108 antrop6logos alguna vez recl amaron 0 no esa aut ori dad, e se no es ahora elpunto. 10 que esta en cuestion es el tipo de libro que escribieron: la monogra-fin que ee presentaha simplemente como s i veraara sobre un pueblo en particu-

Illr, como un autor eusente , porque e] trahajador de campo es la autoridnd para

el texto (veaee Marcus y Cushman, 1982: 31-32). Pero "el s ilcncio del talleretnografico ha side roto por voce s insiatentes y lieteroglceicae, por el raspar deo tra s p lumas" (Cl ifford, 1983: 121). Desde hnce un tiempo se acepta ampli u-

mente que el trabajador de campo debe figurer en el texto tambien como 911 au-tor y reproducir las condiciones de au encuentro con el OlIO. La antropologfa

reflexiva ve la producci6n resultante como un dialogo entre el antropologo y elasf llamado infonnante: In relaci6n obscrvador/observado ya no puede asimi-lsrse a la de sujeto y o~jeto.36 EI objeto (10 ob je ti vo ] e s una p roducci6n conjun-

te. Muchas voces, muchos textos, In autorfa plural [per ejemplo, Rabinow,1983; Clifford, 1980, 1982), sugieren un nuevo genero. "La etnograffe debeeeguir de cerca con buena fe la miriada de contingencies y de personalicladesopacas que conforman le realiclad, y negarse a sf misma In ilusi6n de una des-cripcion tra nsparente" (Webster,

1982:111) .

Laescritura se ha vuelto una

cuesti6n de autorfa, aun al punto de una nueva degeneraci6n de la misma, enla medida en que la "realidad negcciada" del texto no es la realidad experien-cial 0 social de ninguna de las partes (Crapanzano, 1980).

En las riltimas dos decadas se ha afianzado la conviccicn de que las eli-cotomlas que carac te ri za ron a J modernismo en entropologta no funcionnn; clblanco mas facH es la aincronfa, [a intemporaliclad de descripcionee que no

35"Araque" es una palaL,·anmy fuelte a la luede 9Uapreciadon general hacia Malinowski.Alcomparar seguidamente a Malinowski COlllOscritor de diario YCOIllOl a"lor de Los argwUluJos,

Cliffo...:l 1986) 10haceresucitar como un heteroglotaoriginal. Alguiellcapue de illtenl,u diferearesvoces, difereutee persollas; y luego describe COI simpatfa la "amplia, llluilipe,speclua! y silluosaestructura de Los argonaut=" (1986: 156), doude los moderuislas sOlohan visto argUlncntossinestrnctura. El heche de que en su obra siempre ee eecepera una lolalizacionconvincenle,sugie,-e

Clifford, aline" " Malinowski con el cosmopolilisIllOde los u!rimos dias. Ell su articulo anterior,Losargoueutae habfan eido el arquetipo de una generacioll de elJlograffasque eetablecieron conexito la validez de la observaciou pal1icipanle" (Cliffo,,:!, 1983: ]23.124). La tesis de Cliffordcsqueloquesecre6enlaescliLuradeetliografiafuelaexpelienciadeltraLajado r decillllpocolllOllIlafuenleullificantedelaautoridad,disollallteconlacxpe,ienciamisma del trebejo de campo. Lo

queahoradebealaca rseeslaautoridadincrnstadaenelslmoolotitcratiodeMalillowskicornotm-bajador de campo.

36Webster (1982: 96) crilica la tradici6n en anlropologfaen la que el sujeto comprendedOl·yeI objeto comprendido se captan como realidades prilllordiaies. Pcnsm-que podelHossusliluir c!sujetoporullobjetonofunciona: lenemosquesabe,·queeseu el cursodc1 diiilogoqucncccsaria-mentese cmall tanto Jasubjetificaci611como!aobjetilicaeio".

241

Page 15: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 15/20

e sl an enn lf ll 'C tl dl lS pol' In 11111111.1. , .111(1]lUI III Ililllill(.'i611entre " 110 1011'0." ~

" ellc e' '. D e h ec he ,l!Iiclllprc 1111lI1hldo(,dli(lIut co un n 1 (1n hieto ricid ad d e In'III

t rc p cl og fa , c o nIn Itcu8l\ci6n({118U de q U I) 1 0. rm lro p61 0g 08 c re nn u nllbrl'dili

ideelizada entre la sccieded pr(l!Ilil1n "fluid" del coutecro" y el "cembic "0( ,1, .11

deepues: esto es erroneo pcrque (Pllrlt ronmr preemde In idea de ArdeneI') IIlas dicotomlas como una cuestion de vidn, mas que de genera. A esto 'f:11111unido la crltica creciente de la audacia del nntrop6logo }>Elrahabler en 1u8111d,otro, para trater a las per so nas com o objetos_9 no perr niliendo a l os eut oros I"

presarse en su propia voz, y asi' por el estilo. 7 En slntesis, ese poderoso mnu 1\

rnodemista, 18 distinci6n entre nosotroa y ellos que crec el contexto pllm 1)('1111

cionar 81 escritor en relaci6n con 10 q ue estaba describiendo, se h e c on v er th h.

en algo ampliumente desacreditado. Tomar al otro como objeto Iiterano, 10 {'II/II

es para los crlticos una actitud que treta a los sujetos humanos como objet".,ya no puede eostenerse como eI marco organizador explrcito de los textoe. Nuso deb eri'a n eg ar ni privilegiar ning{m conjunto de voces; el autor deberfa ohjt,tificer su propia posici6n en la elnogra(fa tanto como ee esfuerza en dar cue;ll ..de Is subjelividad de otroe.

Hay una ambivalencia inherente ("ludica" es le palabra de Crick) ('II •

ciertos exponentes actuales del poernodemismo. Estos se eetablecen COIIV(

nientemente cleepuce de los sucesos, pues su fuerza co nsiste en expo ner eI C(IIficio artificial del estructuralismo, de la auloridad etnografica 0 de 10 (Jill'

fuere. sa E I eslructuralismo y el etnegrafc jugaron tambien sus juegos ; la diff'

rencia redica en que no 10 eebien. Es este darse cuenla 10 que es crucialmenfposrnodemo. EI generc aprcpiado no es 1 8 repreeentacion, sino la "representaci6n de la representaoicn" (Hebinow, 1986: 259),39 En la reaprcpiacioueiguiente de 13 hisloria antropolcgjca, Leenhardt resulta perticularmenre inle.

37l \1arcus y Cushman (1982: 25.26) allnnnn que la recieute euroreeflexividad en [a" ' !Cr; lul~etnognifica buses desmielificarel pl'ocesodel trubajode campo y oponerseaSla [a objenficacldnde 108le ,,109resui lanles , Ceene (1985) ee rel ieee a la eutoduda posmoden,a como unll ansiod~daeercadela represeutscion del 01.0 en el discursoetnosnifico:Sin embargo, eeinrereeente 1101111un paralel iamo entre la crl tlca de Webster (1982: 97) IICeeeu y la c.i tica de Clifford POl 'Rabl ,now: tanto Geertz COIDOlifford eslan en ailllon;1I. con mulliplee textoe pero ee aU8etltatl elloa III;'"mosdela,uIITativa,esdecir,fllllatlenobjelificarsupropiapar!icipacl6n.

sa Un pnllto enfatiaadc tambien fllera del interes all11"Opol6gicoacia eI posmoderniemo; dtlaqul el comentario de Jameson al respecto de que habni tentas fonllll$ diferemee de posuw.x:lemi•mOCOIDOonnas promineutee hu habido de mod.enlismo (1985: Ill), Sial igual que ell IIIantropc,logil l e[ "rnodernieruo" ha sido deecubier tc retroepectivamente, seguira habiettdo una ciertRambigued&d.reepecto de que es el mooemismo y que es el posmodemismo ·(ve. .aenota .36). Unsimple binat'isrno tlOfuucioua: en 10utedida en que el posmooemismorecu peraelpaaado,bu8(:1recuperar lambien 01modemismo, y ee por 10talll(> "I miamo un proyecto mooemiSla.

39Me ha resultado pro.vech06Olee,·el 1I1'ILcUloe Rabinowen bcrrador, igual que el del\1arcu.en el erismc volumen (Wniing CulIUTe).Eete y elt'"Bbajo de Marcus y Fischer sobre la antropolo,gIllcomo crftica cuillll 'a[ sepllblicarondeapuesqnelalecttll"a aep'"epararo; no 109considero aquf,a ll llque ambo. . se relacicnae c1arameute con mis temas. Estoy cgradecida a Paul Rabinow por su,comentari09,;obremicollferencio.

242

",.unle como {'''''a !ill lUI IInbnjndor de cmnpo prenwlil1owskillno.40

Quiza re-I ll ite ntractiv c I KlI '<1I Il 1I H ( 'I 1CHl "l lI Id urI I rel ig ioea d e S II S ideas (Clifford, 1982: 3)"'I)resa au elejemieuto de 10 ecciologicc y 10 fenomenclogico, en pos de los

.1(1;1105ncrustadoe en cl 1180 humane y en la intencionalidnd a.los que se refie-rn Tyler (1 98 4a: 328), EI misionero ohaervante es un buen ejemplar, pues sul'1)mprensi6n esla orienteda por prop6sitos. Pero la antrcpclogfn britanica po-.r(n una figure prominente por sf mieme, por as! decirlo, en el supuesto prede-eeeor de Malinowski, Frazer. Por cierto, en algunos respectos, la plenitud

editcriel de Frazer es enormemente evocative.No estoy sugiriendo que Frazer sea un posmodemo. No pcdrte s er lo , pues

eu eaplritu debe su creatividad al modernismc (Ardener, 1985: 60). Perc quizsiIe trnte de una persona a la que el pcsmodemismo nos permita vindicer. Es

1IIIudabie pensllr en Frazer, porque es saluclable pensar en 10 que e l modemia -me encuentr e Ian desagradahle en el: arrancar las coses de au contexto. £1

scnlimiento poamodemo consiste en jugar deliberadnmente con eI contexte. Sedice que berra los lfmitee, destruye el marco dicotomieador, yuxtaponc voces,de modo que el producto multiple, la monograrfa de autorfa conjunta, devieneecncebible. Queda el lector enconlrnr su camino entre las dileremcs posiciones ycontextos de los hahlantes. Meros punlos de vista (veeee Hill, 1986), escs contex-los en sf mismos han dejedo de proporcionar el marco de referencia organizantepnra la narrative cusogrefice. S e contempln una nueva relacion entre eI escri tc r, e l

l ec to r y e l t ema. D ecod if ic ar 10cxctico ("haeer que tenga sentidc") ya no eirve, el

pcemcdernismo cxige que el lector interactue con 10 cxo tico en s f misrnc .Sin embargo, quiero introducir una nota discordante: elevar a Frazer 3 III

vez con respelo y como espeotro. La discordancia se encuentra entre 10 que losantrcpclcgoe contemporancos hacen al jugar con r6tulos tales como posmoder-nismo y 10 que ecntinuan hacienda en su escritura. Ciertamenle, como slicedi6en los tempranos progmmas en pro de una escritura Ieminista, exislen mas pa-labms acerca de 10 que deberta ser el posmoclemismo que ejemplos de ellc.Sugiero que hay una diferencia significativa entre borrar los contextos y jugarcon ellos, entre juegc libre y juego, entre una identidad compuesta y l a r ec i-procidad; y que la evocaci6n del posmcdemiemo descansa en imagenes queno eiempre son apropiadas para III entropologie que va con ese nombre. Tales

anlrop6logos identificablemente posmodernos 41 reconocidamente juegan canlos contextoe; ellos no los mezclan simplemente. Crick dice (1985: 85) que nohay tal cosn como juego libre sin una noci6n ncercu de las reglas, EI problemaes qlle la representaci6n de una ectividad como posmodernn berra esa: distin-

4.0 Young (1983: 169): "Como elll6gntfo Leellhardt splisfada amviiamcille las condiciones pa-l'aellrabajodecllmpointcnsivounadooetl8dcallos8tllCSdeMalinowBki,procut'andoeldomiltiodela!ellgus.nativacomolaclavedesuinvcsligaci6n".

41Lasalltl"Op6logoaquecstallinlcresadosenluscucslionesqtleSudCital a toma de unuinstan-cia dehberademente poemodenlR, pero que 110ueceseriameute utilizan e\""tllio pam eUos mismoe.Es1a poslul"lIeaexaclalllenteanlilq;alllaJe]osautrop6logosinleJ"esadosenla.scuCSlioncsfcmiui5-tasquenonccesal"iamenlesellamatlasimislltosllnlrop61ogosfcrninistas.

24.3

Page 16: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 16/20

ci6n: en lu gllr de ceo d( ' l !I< ' t ll l ll t , , ·11III I Ih N lw i6 11 l r6 pi (' /\ quo d CP M /\ 8 11 11 11 1Iicontexte . ." 2 Aguf ea dcnde ( l1 "" II( '( Il ro 1 1, 11 10 .1 1 onlm<1n. Si renhucnre tllll't;·tjl'-

mezclar o ontex to s, ten emos eru oucee I IIUI 811(11 hi$1 6ricR en el rnismo Ffll"l.(,1

En eete punto, debe hncer explrchc mi prcpic intcres. Exlete unn 11:'".11"1

entre dos estilos/marcos, ninguno de 108 cunlce abarcn totalrnentc a l o tro. IIprimero puede burlarse de sf mismo por eeguir [a moda contcmperdnea cit' " III atizar los aspectos Iiterarios m asq ue lo s cientHicos 0 argumentativos rk - I.obra de Frazer. EI mismo llSO de le palebre "ficci6n" comunica un cara('i(ol d,juego eutoconsc iente. Esto rel le ja incertid urn bre por mi parte en 10 gue reo"!,,,

te a de que se trata a fin de cuentas la idea del posmodemismo. Por 8upU("'_I"Is respuesta es que la idea no es "sohre" nada (fuera de sl' mieme}, elln Oil f ij I

cutede, ectuada. EI segundo es un marco modernista. He buscado cierta l)4"'t~

~.tiva en Frazer, y he producido as! una especie de historia. AUllqlll

considerando a Frazer y a Malinowski por referenda a sus ficciones per&lIn_1vas, los he presentado como si compartieran el problema modemieta: c6mo d,ucuente de las ideas extrafias a uavee de las cul tums. ~ Argumentar que Ma1inow"

ki hizo esto de una manem diferente que Frazer proyecta el problema h a c w1111;\~de la misma Conna que Malinowski y sus colegas creeron. Sin embargo, el pOtlOI

lado a lado estes estrategias, p enn ftasem e su gerir como es posible apreciar a VI"zer bajo una nueva luz y po r qu e debemos tener cuidado al hacerlo.

lUna mode posmoderna?

Si hay una palahra que resume e] reconocimiento antropol6gico de un 1 . ' 11

pfritu posmoderno, ella ell ironia.4.4Y e] actual redescuhrimiento de la irotl'"

421.0 que pcdrfa llamarse la malinlerprelaci6n del pcemoderuiemo ee origlna en los mi@mOlflll

fuel"ZOfl para repreeentano. Una vez mas, fuera de I. a nt ro po lo gf 8, F oe le r (1985: xi) ee ve en ap" !'

loa para di8linguir el pcemodemiemo, un contexto espedDco de modelidadee viejea y n ue va s· , d ,, 1

relativismo y eI p lu ra li em o, " Ia I lo ci on q ui jo te ec a de q ue I OO as 186pceturae en eul tura y p ol lt ic a " "uinahoraabiertaay Mn igualee".

~ Ma re ua y Cushman ( 1 98 2 : 4 6 ): " El le ng ua je c on ce pt ua l y descriptivo del etn6grafo no II6Indebe lenersentido (comun) para sulecteree dentro de su propio marco de referencia cultural, Bin!!

que debe comnuiUlr a eecs mismce lectoree significadoe que elloe erean que lienen sentido (00'mu n,nuevamente) para los sujel08 de l erncgrefc".

44 Estoy agradecida a Richard Fardon y II James Bocu por sus oomentarioe II u n borrador tern

p ra no d e e et e l Ir1 ie ulo , y por asiialar que [a ironia puede tomar muchas fonnas. Se podrfa consuulr

una v irtualtipoJogCa de laB ironias. No o bstante, debe queder clare que no pretendo diacrimiuar a~t

entre los upce de mecallismos de distaeciamieuto y fal_ reconoci'nient08 que 'podemoa diecernh

e n l as e ec "; lu ra s de 1011lIt1trop6Jogos del peeedo, mh hien mi intel"ee Gllca ell el heche de que I~

"ironIa" as hll conyertido en UII I!IOI1SOnete oonlemponineo p ar a e l r ec cu ec im ie nt c yI ~ d ie .a ll ci a J l' or

p ar te d e l os co me nt ar ist a9 c Ol lt em po ra ll eo a. Es la fl'et:uencia c on que ehcre ee utili ea el termiuo en

la ccntempiecicn de los eec ritoree del pasado 1 0que me in~. NOlC eSIIrilime nl<; po!" 1 0tanto. I!OIl 1 0 -oomentariataa q nie nee adopi8llilna instancia ironica, ide lltilica da pocJIIJIlOOO n, en 811 fOlll111 extrema,

COIl eJ pastiche: "E J pastiche O:l la parod. ia hueea, la parodia que h a p e rd i d o 811 se nti do d el h um or: elpasticheesalapan:xlialoquse5llC088curioaa,iapricticamodemadeunaespeciedeirolllllhuoo.o,,,,,,"

11. . 10lronla estahle y cOmiCII de , digam06, el a iglo XVIII" (1965: 114, lodestacad o es IIIfo).

24 4

toda lit dift'I·NWI" entre 01 "llbre juego" que algunss deecripcicnee del... med emiemo inll,,(1/1i1 y el "juego" posmodemo, si es q~e exlete, e~ 18 es-

L a iron(a involucra no una meecla sine una dehberada

,.,'I3I"",,,,on '0. eonrextce, pastiche quiui, pero no desorden.son conscientes de 18 ironfa encuentran ironia en otros. Estoy

que algunas de las lectures de Darwin por Beer haeen esc

. cementa 1 0 rica que es en elementos contradictorios Ie prosa de

. cuan polivalente y Ilene de potencia1 hermeneutico, con su "poder pa-producir un gran nfunero de sentidos significativos y. v ariados'_' (l~83: 10).

.....8 pro£usa.s metaforas de Derwin renuncian a ~~ clandad 0 uruVOCI~ car-"'"iana, sugiere ella: un eco del contraste que ntiljza Boon al desc~nr que la

.i$i6n de Frazer, al igual que su p ros a, pod ri en e st ar toca~ ,por la I~~a. F~a-arr desplaz6 el reportejc unidimensional po~ lE Irepres~ntaCl_on. ~ullidlmenslO-""I (1982: 11). 45 , EI enfatizaha el rico conjunto del nto fnm,l!vo,. afro~ta_!ldo

I.. aradoja (dice Boon) que los entropdlogce mcdernos iban a evaer: .comolae culturas perfeetamente conformes al sentido eomun desde dentro, flntean

. emharg~ con sus propiee 'alteridadee', ganan aul~stan~ia critics, fonnu,:. complejas (y no simplemente reaccionarias] de las otra~

800n% el funcionalismo posterior a M~

.~~4"'~"'p~re!!Coc!!!u!!!pan2l!£~~!;..!!~~~--··,.- paraprecipitar .su teorfa en

t6nninos de lenguaje (1983: ElIa trata E I o ng en de l as e sp e ci es como unejemplo exlraordinario de obra que inclufa m asde 10 que sable en esc ento~-ces quien la hizo, pese a todo 10 que el sahla (plig. 4). No tenemos que consr-derar que au usc del lenguaje fue totalmente planeado; estemoe hablandoeobre la forma en que se registra una obra en la mente de sus lect?res, y por 1.0tanto sobre su poder de per suas ion. Stocking (1983: 105) escribe de Mall-

45 Comparar con la afinnaci6n de Downie (1970: 21) respeclo de que el propOailo de L a r om a

tlorodo no era uno 8010.

4(i Aunque parece n o t e) le r lin el deecubrimieeto eontemponineo de ironia en ot~. Asi Thom-

to n (1985: 14) , yuxtapouiendo contextoeel miaIDo (Ma!inoWl!ki y C on ra d c om o e SC nI Or ., ,, ), ~ re se n.

. .. u n r el ra lO de Malinowski como end.vado en la "agonia sutoimpuesta d: la s:ol~ad en III J un~r:s

m is ma d e l a c on tJ "a di cc io ll " [una conlradiccioll entre l a i nt era cc i6 n d e 1 0 l ma gl ll aT io y 10 deecripti-v o, e l p en ssm ie ll io c iv il iZl ld o y e l primitive, la sando n y I~, duda). La viai.on de la ~n~ffa .eln?"

grificlI, de los incompa rab le s comparados, o ce ei ou c U n profut~do senudo de 1~ " :, ll Ia : . l lm gu .ne ceesc e ra 10 que pareda al nativo, en virtud de 185 cetegorfes ulllversales,de III e lencl~ 6OCI~1 O CCI-

dental. EI eugiem que a fines del siglo X I X , l a e se rit ur a e ln og ri Dc a hable lIegedo a rellejar una

vision ircuica de 18 geute que debia ser explicada, tanto a ellos mismoe como al reeto d el m un do :

(1983: 516) [Thornton incluye aqui a Fra~er). Stoclcing d e per & en la ~a .1 1I " al li ab le i )" on la " d e la.ctiluddeMalinoWl!kihaciasu.'lUjeto.melaneai06comoUllllc81·acleIl811cadcgrallpal1edelaet-

nografia mcdeme (1983: 108). EI etllOgrafo • la vez cOlllparte sus viaion .... y conoce"c~as ""b~

elloe que ellce no conccen (vea!le Webs''' 'r, 1982: 93). Clifford (1986: 145) hahla de [a 1I1BlancIII

irOnie. de III o krvacion pal1icipallte" preeupceeta en la antropologfa modenlll: Todo 10 q ue.~o eu-

gieroeaqneel·deacuh,imielllo de eslejuego como algo i ro ni co p ar ec e caracte rizarlc ,·enexlOn90-

b r e e a to ete en ee d e la Jooadll de 1980.

245

Page 17: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 17/20

nowski que pe8(:11 qu e flit· NIIIHf'II'I,h' d~ In t 'lnosmf$lI come ertificlc l i l " I1111

no s abandonn /I nucerroe pTopio. lI't'ur.us (·dlico. plll'tl explicur c l 1111: 11111"It.su artificio. A eetc se puedc "81'('(;111': IKilll08 fjlj30trO$ entonces qu icnee ,,"!Illtl

intereandos en los recursoe litererioe de circe, porque en 10 que ce 11I1I1bi~1I HI

era pospa.radigmnlica, 110 p odemoe tcmnr SU8 mlJrCOS como Ibniles nnhllul(Marcus, 1986),47 Euendo Beer sugiere que el lengunje de DlIlwin ('111'11\ .. 1con su teorfa, quizR queue decir que eso era verdad en 10 que a ella COII('(,1111",

to mismo se splice probablemente a cualquier sugerencia en el senlido cit. 11II

Frazer pugnaba con las eslralegias modernislas que le he imputedo. O f' r .1manera, el "problema" de ccmunicar ideas extrefias [adscrito a Frazer) to ' " I

crito (por mf} retrospectivamente en sus obras, a partir de mi perspective 11111"elias. Sea 0 no una manicbra consciente, esto parece un efecto de su eecriuuPero este eperiencia, a su vez, debe originaree en In preocupaci6n'contCtllpoll lnca por l a repreeen tacton de represen taoiones .

En 10 q ue a Ie ironia cone ierne, Frazer me eorprende. No estoy segur!! ,Ique sus intenciones ir6nicas sean las miemas que la de los ir6nicos de 10, ( ,I tImos tiempoe, ni de que podamos recuperarlo como elguien que se anlid pH 1\

nuestro ser pcsfuncionalista. Su diversidad 10 lIev6 a ln plenitud. 48 El l 'o(l li_contrastes equfvocos (Ins des versiones del relate de 1a creacion en el GCllf'lI!recrean el debate entre Darwin y sus detractores aobre In evoluci6n y el ('11'11

cionismo). EJ descentr6 sus textos (bfblicos y clesicce), rcstaur6 veetigice d. Ipasado; atiborr6 sus Iibros can multiples voces, por nsf decirlcj pero 8610

una forma de decir. Esas yuxtaposiciones numerosas, melanesios y africnur.confundiendose lado a lade, expresando esta 0 equella creencie, no esinbauallf como "meleneeice" 0 "africanos". Probablemente el crefa que la formn ('U

que pensaha un pueblo iluminaba Iss creencias de otTOS pueblos; pera como,eeceba la evidencia fuera de contexto, no eran los contextOJ (ee decir, ser mdnnesio 0 africano) los que resulsaban yuxtapuestos. lPuooe ser esto, entoecee, 1(1que los posfuncionalislas entienden por ironia? lNo exigimos RCaso que ee rrconozcan los conlexlos? lEsa ironfa redica en un juego deliberado? Las creel!cias y Ins costurnbres se deberten yuxlaponer 06 para reveler simil itudes, sillu

para suscitar cuestiones eobre elias. En contraste con el modemista que "ell

plica" y tree a la superficie los fundamentos de la similitud 0 la diferencie, dposmodemo n ohe notado) deja ese trebajo allector. 49 EI 0 e ll a e st a int ereaadcen la provocaci6n como un fin en sf miemo. Pero el legedc de los altimcs 60

anos es que le provocaci6n radicara precisamenle en Is yuxtaposici6n de call"

47Clifford (1986: 14) habla de 10po8Cu!tural,es decir, una situaci6n sinCl-eti<:ano ecrnplactenteeon los pal'adigmaa unidimensionales. EI privilegio d"do a las cu!turaslIaturllleseehadisuol!oell IIIIIporiellciaeonlemporanea de la cultul"acOllloficcion,

4S "Unillica y mezolada inspiraeiou", deda Marett (1920: 173), Eu o::QntraBte,l eentido darwinillnudelapl'ofusi61l,deunmundolnullivalente,sehallabacolltroladoporsnteolillde las illterrelaciolles,

49Nuevamcnle Maret t (ci tado por Kardiner y Pl"ebl~,1961: 106): "Por la magia de la plulH"[del doo~orFrazer], ha hecho vivir lIliriadas de dlitOll,de modo que puedcn nBn'arSIl propio cuento,ynOfideJIIHhI"OllparaleersuaentidosegUndictennuestrosdiven;;o6gustOflytempel'amentos",

24 6

"''1,1011000in10&0 (\1I1"u/lI~II.COlicee significado, entoncee, 6111ribuirfumosn. 'U lzef un "comp/lrnlivilimO ir6l1ico" (Thornton, 1985: 14)? lEs quc esta~osen tren de ver lodll COUlI'»II'Ia<:i6ncomo ir6nica, y que sin lin marco moderrusta

lplfcilo Frazer perece ccrtificer nuestro propio s~nlido de I~ ironia?Como quien cncuentre iroma en otros, Clifford t amh~en figu re cen tra l-

PK"nle en la resefie de Rabinow (1986) sobre el posmodenusmo en.antropolo~.fn y la promulgaci6n de los nuevos est~l~ ~tnognlfjcos, Es c?~ceblble .que el" ,, ,10 e tnogra fi co vays m asalIa de la dialoglcs (ls repnxlucclOn esce~ficadadtl un intercambio entre sujetos) a la heleroglosia (una empresa colectiva queel l!n todos los colabcradoree status de autor], Rabinow encuentra en las euge-

e-nciee de Clifford un sentimiento similar el que describe Jameson (1985) re-nri6ndose al posmodemismo en erter m8s que un desorden de elementos, elpastiche de los filmes de nostalgia, por ejemplo, oacurece la lfnee ent:e pasa~oy preeente, confundiendo Is especificidad del pasado. Este aplanamiento his-l6rico deliberadc reeparece en el "aplanemlentc metaetncgreficc que hace atodee las cultures del mundo practicantes de la textualidad" (Rabinow, 1986:250). Una proliferecion de referenciee a otra~ representacio?es vac~ a cual-quier otm de contenido; el referente de cada Imagen es otra Imag~n. ,Las vo-ces de Rabinow dudan sobre esta receta -sobre todo, dudan Sl al intentareliminar le refereneialided social, otros referentes ocuperdn Is posicion vada(1986: 251)- y dudan aobre ei tales estrale~as ,de discurso se adecu~n deheeho a Is intenci6n de alguien como Clifford. 15, Ie antropologla suscnbe.el

eetilo posmodemo de una manera peculierc lc miemo pasa con el posmodeIDl~-mo. Sus exponentes juegan con diferentes ccntextoe (como en una ~UXtaPOSl~ci6n de producciones literarias y elnograficas) en lugar de confundirloe. Estejuego sigue siendc autoconsciente; de allf su capacidad para Is iroma.

52•

Revisando la biogrRfla de Clifford sobre Leenhardt, Young nota su pleni-

,I

so ColllpaJ"Bra dillCusi6nde Lowenthal (1985: 382-3) IIObrela reac<:i6nhat'ia la amnesia deY8nguardia; el eclecticisllIo hist6rico en In al1es tiene a~ cotltrapal1ida arquilecl6nica. en el claei-eismo po&moderno (los molivos elaslcos lie emplean eon lronfa, pan un ef~to decorative, .sacadosde contexte en desafio a sus origen(:lly relaeiones, todo ello alrayendo el nnsmo grado de mleres).Particulannente elocuente ea au cite de un ecmeuteric ecbre UIlOS,rqllit~t~ italianos m~en~osque recuperan no la historia sino sus proplee emoeiones, aunostalgia y Ruaincidentee aurobiogrefl-COlIpara S8Capara la tradici6n de 10nuevo.

51AI dletipgulr difeeentee fuent... del comenlado poemcdernc (.0;1onlrasta a Lyotard <:011.a-

mellOn),Rabinow descollecla d pastich~ de la me~da, igual q~e Cric~ separa "I JU"go del l ibrejuego, para crear la disteucia quetalllbllSnyo perelboentrela Lrou(a[juger collelcontexto)yel"columpiarae"(repndiarelcontexto).

evoo~S,7s:~: r ;: ::e:~:~:o~~~pl7:~n~: ~;~;~~ c~,:a:~~~::n: :i il :n~I~:O::~!~!j~e~lo C~l~~

ca ell IIIyuxtapoeicion deliberada de conlexlOfJ:un contl'aste entre, por ejempl~, ellrabaJado~ decampo y esa figura de l a que e l I raba jado r de campo p ienS ll que e l e s maa dLfe renl e: e l IUI1 .S ta .Cri<:klambien afinna que loa juegos requierelll'eglae, "Si 'Iodo vale', tenemoa siuscntldo, nOJue,go" (1985: 85). La actilud de Boon bacia d trabajo de campo es "gozosa", porque e6un conceptode un ideal y de W.B accion 10que ee debe silllulta.neamente ~eseluna,,<:arar~ ~reservar (1982: xl·E s el (:IIfuerzoen pro (Ieuu di!KlUTSOue sea Ulntomlerprelahvo como Slstcmahco (1982: 26).

247

Page 18: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 18/20

tud y. eu ceracte r "hie rlo: "Cli fford 1111 peneodc I il rg ll y profundamento 80b'!1M~unce Leenherdt , y elgo do III misliltl c omplejo c oluboracion entre etn6gllilue informante, alga del mismo tipo do didlogo que produce un te xlo elnogri if'iI'Cl,ae ha desarrollado en eete case entre eI bi6grafo Y IO U sujeto" (1983: 170). 1 .11

referencia al dialogo es tambien una referencia a la reciprociclad, el reconcol~e~to. de relaciones (como las que ae dan entre etn6grafo e infonnante), ,II .minirruzarlas (vease Clifford, 1980). Esto es 10 que da a Is antropologfa pcemodema su sabor particular: si las relaciones invclucradas entre el escritor y """sujetos han de eer negociadas, 0 incluso amafiadas como reciprocidad, ~H.

contextos culturales despues de todo no podren (como podrfamos decir de 1"

escritura de Fraze r) mezcl ar se .En sintesis, hay mds charla sobre la meecla que prectica de ella. SI

guiendo el rastro del giro que descubre Clifford, Rabinow contrasta a estc COil

Geertz, aunque a la larga, el propio uso de la autoironfa por parte de Goo"li,(vease Webster, 1982: 92) presagiaha Ia transfonnaci6n. Geertz habla de II Iantrcpologfa como una melange descentrada de viaiones disperses, del trabnju

d: campo como coloquial, improvisado. Habla acerca de la antropologfa re-crente dentro de un contexto social caraeterizado por "un caos general de identidades [disciplinarias]" (1983: 23), de la antrcpologta columpidndose (1985),Pero en el mismo discurso en que describe la antropologi'a como elgo que bueca desbalaneear el mundo, dejar sin base a la complacencia (veeee 19041

275), el tambien inetituye un enmarcamiento sumamente deliberedo. La dcble

n~gatividad de su titulo, "Anti antirrelativismo" [rechazar algo sin incurrir UIIO

rmsmo en 10 que ese alga ha rechazado), implica un juego con marcos. M A l iaun,. cuando Gee~ introduce POI' primera vez la idea de ironfa, es con refu-renc.l~ a una tension moral entre "entrcpdlogo" e "infonnante", ee decir, 01111

tension .encamada en la conclucci6n de una relaci6n social eepecffica. Esto 1111 .c,e . 'fIti~ugar cO,n los contextos sea posible, pero borrarlos resuite mas bien di.Hcil. GPo: que, entonces, entretenernos con la nocidn de mezcla, de contextoeconfusos? GDe que estamos hablando? .

La metMora del juego es poderosa, como Crick 10 insinua. Privilegia uucontexto POI' e ncima de todo: el escritor enmarcando su escritura con un men-eeje teatral, "todo dentro de este marco es juego".* Esto es juego imaginadocomo libre juego. Determiner "ficciones" parece volverlos a ellos bacia las fie-ciones, las novelas con un nuevo preetamc de la vida como ejercicio antropole-

53Aunque las frases "genel'OSconfusos" y "mezcla de genel 'OS" seall de Geert .z . El esctibo(1983: ~3): "Los instrumentos del razousmleuto esnin cambiando, y carla ver.·mellOSse represeul.a la sociedad como Ullamaquins elaborada ° un cuasi-orgaulemo y cada vee mae ee la represent .como unjuego serio, una drama callejero 0 Ullterto cOllductual". L a original elucidaciOIl de Geerl.de la iron[~alltropoI6~~a .apareci6 ell 1968, COilreferencia a la obeervaeicn participaure como unaforma conllllllamente ucmca de conducta beeada en ell'econocimiento de Ia tension moral entre IIIalltrop6logoyelinfonl13nte.

'"EI termino utiliesdo POI'Stralhel1l ee play, que vale tanto para "juego" como para "repre,S<lntacionteatral".[f.]

248

lIioo. A q u f recordnmoe quo Frazer admire en In t er ce ra odici6n de L a ra ma do -m o o(191).15) que III nlogorfll del sacerdote/rey podfa desenmaecerarse comoun recurso drametico que 1 0 pennitfa hebler del pensamiento y la sociedadprimitive. Por eupuesto, ee el deaenmascaramiento 10 q ue constituye el drama;el jugueteo es racionnlizaci6n. 54 Pero jugar con la idea del posmodernismo enentropologta eueoita cueetionee sobre los tipos de relaciones sociales sohre losque imaginamos que el habla. Existen problemas en le forma en que se 10 re-presents, porque se interpreta el pastiche como mezcla. Preguntarnos ei real-mente queremos retomar a Is c laee de eoaas que escribi6 Frazer es una formade pla nte er esos problemas.

Problemas mod'ernistatr

Que pueden heber problemas de repreeenteoidn 10 e ug ie re n c ie rt os e a-

peclos de [a investigaci6n feminiata contemporanea. La mayor parte del die-

c urse femin ists se construye de una manera plura l. 55 En la forma en que lasfeministas hablan de su propia investigaci6n se superponen argumentacionee,

ee invitan nuevas voces. No hay textos centrales, ni tecnicae definitivas; la ern-

presa, deliberadamente tranedisciplinarie, juega con el contexto. S e eostienenperspectivas provenientes de diversaa dieciplinee pa ra que se i luminen mutua-

mente; los escritores, a la vez conscientee de los cliferentes contextos de eSBS

disciplines y rehusandose a tamar cuelquier contexte unico como marco orga·niaa nte , yuxta ponen intuic iones hietc rica e, literarias 0 antropologicas. Si estoes reconociblemente posmodemo, entonces e] estudio feminism es affn al eapl-ritu posmoderno en antropologfa (veese Yeatman, 1984)56 con su juego cons-c iente can el c ontexto.

Y ei 108 estudios feministas son provechosos a este respecto, su exito sefunda finnemente en la relaci6n que se representa entre los estudios {generc]yel movimiento feminista (vida). Jugar con e] contexto es creativo debido a la

expresada continuidad de prop6sitos entre las feminietas como estudiosas y lasIeminietae como activietae. Los prop6sitos se pueden percibir de diferentesmaneras; pero al fin de ouentas el estudio se represents como emnarcado por

,,-u

54"Asustado por la exnberancia de la extension" de los erecientes volumenes, Maret t (1920:

177) nota que ha habido nil cambio de diaefio. EI desellIIUlSCaramientoes POl'clerto nna racionali·zaci6n a posterior i en un libro que "debe de alHen mas dejar de lado hasta laul tima pretension deunidad dram,ltica, y resolverse en una serie de perspectivas coueumadas".

55Deede entonces, me he cruzado con una poetura similar en la crf tica de arte. Owens psrticu-larmente neellama 101tencidn eobre 101osture feminiala (en este caec expreeada por un srtieta] deque nohay un solo discursc teoreticc (1985: 64). 1.0 que eaLien tela dejuicio, asegura, eeel etetuenosOlode la narrative sino de la repreeeutecidn miama (pag. 66).

56Yeabnall sefiala 'l! 'e cie.1as estl'1llegiasdentro de la ciencill social felllini~ta son posmoder.nee , por e jemplo , deSffion ta r e l paradigma art e vers'" Ilalura!~a/piihlico ver5W domesucc(1984: 47); pero es ent ico cou l 'especto a la medida ell qne los cieut lf icoe socteles feministas, pa-fatoda~BusexpresionBII,todavfasuscdbenparadiglilasmodel1los.

249

Page 19: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 19/20

WI con junto eepec in l de j ll le l'~ 'lw" 1I()I·inlel. I~\I fcmiuietns discute n entre !If, II

sus mUchll.B voces, porque 10 COH()('enn "" Ulil!lmn8 oomo un grllpe> illlC"rt'''IIII.

EI a n1.rop6logo e stli en Ullfl »osici611 IIIRii blen difere n!e. Parcc erln no hnilt'! III!

grupo de interes entropclcgicc. Pam le enrrcpclogfn, jugnr con los contcxtcs littemos ---<":on las convenciones de lit inveetigacien (genero)- parece IJtI 11, ,1 'juego con el contexte social de la anlropologfll como tal (vida). De heche, I" ~II

certidumbre resultante es intrfnseca a Ia motivaci6n anlropol6gica Y I'll impul ..a estudiar.

Boon (1982: 21) se pregunta ei tenemos que elegir entre la anlropoluM\de acuerdo con un mont6n de pcsibles Frazers, y I ll . ent ropclog fa de nCll ('l ll ,

con un mont6n de poe iblee Malinowskis:

lPor que no un s is tema p lurnl is ta? Ex ls ten e !!t anda re s de "convenc ib il idad" ~I

varioa eetiloe y gene ros t ranscuhura le s, a sf como ha y canones de verosimilitud "IIl a e tnograff a real ist a. Para eva luar l a adeouac ion ya sea de int erp re taeiones It I"Malinowski 0 a la Frazer (0 a la Ceerta 0 8 18 Levi-Strauss), debem oa eo nd en e 1l1licomple jidades de los datos conve rgen te s -c -de e lloe y de nceot rce-« y renuncim II

18 f e llumlnieta en le "simplic ida d" analftic a, en los preeupuestce de la dctcnutnaci6n directs y e n la s eeperanees hacia la comunicaci6n no medlad a, yaSCII Interculturel o cualquier otre.

Las culturas percibidas aparecen entre sf en forma exagerede (como cui

turas), "cede una ejecutandc para la otra vis-a-vis" [pdg. 26). EI discurao trml~cultural se enfrenta inevitablemente a tales exageracionee. E l trabnjo < Ircampo debe hacerse porque la comunicaci6n en un lenguaje ccman ho ee purde: el trebejc de campo mantiene la mitad de las dos culturas comunicnntee(elks) imacte, mientres nosotros nos tomamos el trllbajo de escrihir 10 que )}II

sa. "lQue puede eer mas extreme 0 mas teatral, y menos eslandarizado u objfllivo? Idealmenle, tcdae 188 cultures podrfan ser nosotrOJ yello.J para c ede UIIII

de las ctms, 8 SU turno. La politics, sin embargo, se inmiscuye" (pag. 26). PHil'de haber juego, entcncee, en beneficio de Ill.comunicaci6n entre "otros", comoalga opuesto el libre juego, &610 c ircunscrito por Ie eleccidn individual. Qlli~Asea la reducci6n conaumista de le comunicaci6n a Ill.autoe dificaci6n, de 10(10conocimiento a eutoconccimiento, 10 que tembien represente la comunicacidnmisma como teetrc y III vida cultural como texto. Los pastiches deliberadoa cit,

la escritura posmooern~ ~ la, vez suscribe~ Y5~enuncian eea perspective. 1..0"te xtos no pueden ecbrevivir I i I I se los pluralize.

La justificaci6n del pluralismo parad6jicamente esM en contra de In idell

de que vemoe las cultures como dramas 0 como textos. lCual es, entonces, 01poder de eets Ultima imaginerfa? Ella descansa en un cierlo encnntc moral: UII

57 EllOi deben devenir discuooo (politico). N6tese que "pluralismo" es otro de e_ tenllin(ljt

como "ironfa" y " pae li che " que pue den l "e8u lt ar a pr opi edoe ya sea ell defense dell'elativiSllIO Y ~ I

libl'e juego (vease nota 44) 0 en defeusa de la YUlllaposicion de juegc y coutexto. Aqu' quisiel'a e] •.boraresleuhimoaemido.

250

t rlClo pasco III m"lIuI luf1l1l'1l1'iu ecbro nueeun ulenci6n quo cunlquier ctro. Pe-mluegc surge estc J J 1 ' U h l t ' I I U 1 :lqll6 modele del rnundo social produce tal mora-) ldlld? i .E8 II I seru,,,ci6n tie un mundo que se hunele? Aquf eetnmos lado a lado,ell ropas multiccloree, ccnfuodiendonos y empujandcnoe mutuamente, lanzen-donee imagenee satclitales uno al otro, tOO08 igualmente diferentee y por [otAnto todos igualme nte 10 mismo. 58 Ecos de Frazer, por cierto. Esle es un mun-do "con tantas voces hablando el mismo tiempo, un mundo en el que el sincre-

li'lno y I ll. invenci6n perodice se esMn convirtiendo en la regia y no en 1.8excepcion, un mundo urbane y multinacional de transitoriedad institucionah-sede" (Clifford, 1986: 147); uno que trata las diCerencias como eleccion delecnsumidor, los eucesos multiculturales como comida intemacional, que con-temple las distincionee en Ultima instancia como creecicnee culturales y nocomo los resultados de intereses sociales contrapuestos, en breve, un mundodcnde tOMS los corueaos son iguales, Tcdoe 108 contextoa son igualee puestcque, por sustentar 10 establecido, constituyen los marcos para la conducta de la

lonte; raz6n de m B . Spara aducir ejemplo tras ejemplo, sirnplemente paramostrar que las creencias y practices son toda s igualmente extravagantes.

tE s el compendio de Frazer, entcncee, nuest ra gufe de avent6n para Ill. al-

den global?La "aldea global" es una ficci6n inleresante. Pocoe antrop6logas han es-

ludiado realmente una aidea que no eetuviere dividida por intereees socialeeen conflicto. POI' cierto, la eldee inglesa que conozcc rnejcr eetebe radicalmen-

te dividida entre los reaidentee que peneeben que era una. aldea y los que no.No creo que los antrop6logas puedan creer en la idea de una aldee global mAsde 10 q ue realmenle rnezclan contexto8jS9 exiete un interee que III escritura an-l ropol6gica debe segui r pet rccinendc, y ee Ill. cuesti6n de las relaciones involu-

58 Ceertz rotula II eetc como el terror del aulilTftlaliviamo (1984: 265), elleUJOI' de que tedo

.ell Ian &ignHicanle, y por 10 rente an il l&ignilicallte, como euelquler Olrl. COM: "L a imagen de U'I

vasto ndmero de leetcree de eutrcpclogte, yelldo por ahe eon UI I marco menial an cOllmopolia eo-

mo para no teller idea de 10 que eo! 0 no verded, 0 bueae, 0 hermoec, me pa~ en gran medi~a una

("nlasla". Me "",ulta aimpatica la idea de que eetu preeeripcicnee llterariae pue d. an se r ma e pre_

d ic ad as q ue p ra ct ic ad aa ; p er o 1 011a nl ro p6 IO f! 011 nuuca e et uvi er on en e] negooio de desscredita.r fan-

aaIu pol1Jueellaarueran di ffcilea de imaginar.

59 Aquiyorepeliriaiaconeluai6ndeCriekdequeeldadllfsmoillvolucraelantidadaiamo: "Si

t od o v al e, l !e ri am en le , l In a m ej or de ac ri pc i6 ny un h 'a iJ aj o d e e..mpo Ullill exig enteternbien .... tanen

la bal'aja" (1965: 86). "Todo el ruido con el eeuntc de 181p ro pi ed ad es d e l a c om po si ci 611, I~ inda_

pci6nyloexpli caci6nrepreaenla ... unaaltel'aei6nradicalenlaimagilIaei6u8OCioI6gica .. . S ,.elf<:-

eultedo no ha de ser charla eleboreda 0 e\evado &ineenlido. ee debel'li dfl88.rrol lal' una concrencia

etflica" (CeeIU 1983: 23). Geel1z (1984) eugiere que Is antrcpologfe ccmbete en ultima inslancia

C OU ll 'l l. e l p ro vi nc ia ni al li o. Vea ee eI "eosmopclltiemc crftico" de Rabluow, que iii diatingue del pas-

modernieeno. Fuera de laanll'OpologCa,eI plura.li811l0colll0 "una reducclcn de la diferencia a una

ebeolute indiferencia" (Dwene 1985: 58) Be ecetiene tambien como UII ""p<>Clro del que ee diso-

cian cie.toa tlpce d" posmoderuislllo. EI pluralt erno lie eugi e. -e, P Ol ' 1! Iupu e8l o, da do que "e l pe nsa -

llIiento posmoctel110 ya no .... nib pcneamiento binaric" (Dwena, 1985: 62). Perc sob..e la

"'Iuivocaci6ndeipluralismo,viiaosenoM,60.

2 5 1

Page 20: Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

8/3/2019 Strathern-FueraDeContexto-OutOfContext

http://slidepdf.com/reader/full/strathern-fueradecontexto-outofcontext 20/20

cradaa en la comuuieacidn. 1";11I j . - ("111(11011"" .610 ee pueden eepeciflcer COli rrll'rencia a ccntextos .

AI considersr la dispmidlld (lnlre III repuillci6n popular de Frazer y .,.

p ob re r eput ac i6 n ant rop6 logi ca, me he ecncentrado en los tipoe de libro. qll

escribic, porque ee en la relaci6n de 10 genr e COli c eres artefactos que v emo e 1Maprohaci6n 0 el rechazo de las ideas del eutor. S u o rgan izaci6n in te rn s dofiluuna relaci6n particular entre eecrhor, lector y 8Sunlo. 60 Frazer comparti6 UtItexto y un lengueje con su audiencia, pero procedi6 a mostmr cuan helel'()'~neo era el texto, que mezcla de ealvajiemo y civilizacion erurafia Ia fRrni1ind

dad ordinaria con 10 exotico. Tal relecion afecta el destine de los text«mismos. L a. erurcpclogfe ccntemponinea escribe su propie histone soetenieurfque en III d ecade de 1920 tuvc luger un nftido cambio. Cualquiera haya sidt'I Iblanco reconccido de Malinowski, fue Frazer el nutor cuyas esoritnras so vnlvieron mas ilegibles. De este modo, no [ue real mente el descubrimiento d,nuevas ideas tales como la sincronfa 0 el etnocentrismo 10 que hizo que Fril1t tpRsara de mode: fue su implementecion como recurso de la ficci6n pam el I'll

marcamienlo de una nueva relacidn enlre el antrop6logo y su tema, un enTIIIItcamiento que tambien invitaba a una nueva relnci6n entre el escritor y 1".profeeicnalee en su audiencia que se identificahan con el. '" Los antrop6low"definieron como problema profesional Ia organizaci6n de au escriturn pam ('(J

munizar ccnceptos para los cueles su cultura no tenia. un espacio previeto. S f'

defini6 una distancia entre [a sociedad que se estudiaba y la sociedad a In(jill

pertenecfa IR audiencin principal del antropdlogo. AI pertenecer a ambas, pInasl decirlo, el trabejador de campo se presenteba como un mediadcr. y 10 (Jill'

presentaba como una mediacicn entre estilos de vida era por supuestc una nil'diaci6n producida por el texto: In forma en que la sociedad ern descrita y (11

que el entrcpclcgo llegebe a analizar y teorizar sobre ella, nutoconsciente de 1111

propia especificidad. lHa deseparecido esle problema tecnico?En cierta medida, sf. Particularmente a 10 largo de los uhimos veintr-

nfios, ciertae dicotomjas aparentes entre eecritor, audiencia y sujetc temuti('t,se han plegado sobre 51 misrnas. S i los anLrop6logos escriben ahora sobre"otros pueblos", eeuin escribiendo para sujetos que se han convertido ell Wilt

60 En 8USanoilisisde 18Iiccion etuografica, Web8ter (1982) se6ala variaacombiu8cionel!dir~rente&de los relaciOllesescritor-lector

• Jorion (1983) ergumeuts efectivamenle que la distiuci6n emic-etic en la escritm"llanITOpol!!.gica,quellegUnselSOSlienecorrcspondeadiferenleaenll1arcamientoedelmundo,sepuedetambitlllinterpretarcomounatensi6nintemade1textoantropol6gico.Latensi6ne6entreelgentidocollliin

ylacOlllpl-enei6n tecuica. Ell el leugueje deleentidc ccmun (emic),el alltrop610g0creaciertaab.t ..espa["llelentelldimienlomutuocon!uslectoree,quiene!sonenlonce!lnegadOlI 0 dietauciedce enlaelaboraci6n tecnica (etic). Asisedefinendoe relaciolle6con la audiencia. [Esla e&pecificaci6uea enteramenle erronea: en ElUlai)(u'aci6noriginal POI'Kennelh Pike, ambos lenninOOlieueu quover ccuel uso, respectivemente, de ccnceptoe y perspectlvae del nativo y del antropologoc de eueoOn"e8pondienl.esoon!exlOllculturales;lalensi6I1OCUITe,entonccs,entredautory sus o:mjetos,ynoentre aquel y 8Ulectoradc, comoeuponenequivocademente tanto jcriou comoStratheru.] [T.}

252

hencie. AI dt:IWrlhlt I'('It'IIIClllinl1 c io cilsamicllio mclencelee, d.cbo len~r .en

me n mia 10(:101"61 IIWljlllUllios. EslO II 8U vez tornn problem6.llca Is distin-1 6 11nnlcr ionncnle csl llhle<:idn entre escritor y eujeto: debo saber a nombre de

i4n y con que lin eecribo. .Quizas eslo sea scbrc todo 10 que ee cap~ura en las proclamas ylurahstas

I posmodemismo, que llevan las preocupacrones de la. anlro~logIa ce~~a dede los e stud io s f emin ist as, y que toman III preocupac,6n hacia III ficcion enusunto enormemente apropiado. Los posmodemos tienen que cuidar sus

stoe en formas nuevas. Las yuxtaposiciones, ahora ironicas, se centrR':' ~n el10 m ismo de escribir, yel interee en el, status liccional de 10 que es~nhlmosja abierta Ia cuesti6n de parR quien escrihimos. Preguntar retrcspecuvsmen-eobre las flcciones persuasivas de epccee mas tempranas es preguntar de

Ie manera otros (Frazer, Malinowski y el reeto) manejaron los probl.emas .mo-cs de 18 construcci6n [iteraria. AI contester Ia pregunta, creamos glros lust6-

cos entre escritores del pasado en terminos persuasivos para nuest":-' otdos,rticipando entoncee en una historia pos~odema, releyendo en. los h~ros I~tretegiee de la ficcionalizaci6n. ConstrUlr ohms pas~das ~omo Jue~o Iiterario

i_intencional es el nuevo etnocentrismo. No hay evidencia , despues de todo,

que "nosotros" hayamos dejado de atribuir a "otros" nuestros problemas. .EI giro de Ie decada de 1920 entre Frazer y IR antropologia modemista

yuda a interpretar el presu nto giro del mod ernismo al JXlsmodernismo en Isada de 1980. EI fenomeno radica en la forma en que los antrop6log~ re-

resentan 10 que eUos hac en, ell 10 que dicere que escriben y ~n el. proposito decomunicaci6n. AI fin de cuentes, las ideas no se puecien divorcier de las re-iones. S e pueden encontrar precursores del mcdernismo en las ideas de In

an genernci6n de 1870 que precedio n Frazer, asf co~o se puede ell~~nlmrn precursor de 18 escritura posmoderne en Frazer rrusmo. Pero tambien ha

bido una notable secuencje de practices en la evoluci6n de las nuevas re.18-iones en tr e escritor, lector y sujeto. Frazer no es un posmoder~o .en el.senlido

tropoJ6gico contempontneo, y el modemiemo de Mlllinowskt ~~emphfic~ unnjun to diferente de relaciones de aqueJ vigente en la generflClOn que lela el

pic Frazer. SOlo puccle haber una gufe para representar el giro ". La verdade-pregunta ee ei de toda esta chacharR ~e o~ginara u~ n~eva fiCC16n. No sere-

mos capaces de retomar a una co~clenc~a ~refi~clonahzada; pero ~mosr suac limos de que exi st en a ti n r el ecionea slgn if ic abvRS que deben estudiarse.

Comenlarioll

~u~~ ~~~~~ias Sociales,Universidad de Deakin,VictDlla,Aust,·alia.

Contemplando retrospeclivamenle las dos decadas transcurridas des~e Isresefia d e Jarvie (1%4) sobre In "revoluci6n en la antropologia", con su victo-

253