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REFLEXIONES PARA UNA POLÍTICA SOBRE ORGANISMOS TRANSGÉNICOS EN MÉXICO: EL CASO DEL MAÍZ Pág.8 LOS PARÁSITOS EN EL CONTEXTO DE LA BIODIVERSIDAD Y LA CONSERVACIÓN Pág.11 AÑO 6 N Ú M . 3 4 E N E R O DE 20 01 BOLETÍN BIMESTRAL DE LA COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSID A D T R A N S G É N I C O S LOSORGANISMOSVIVOSMODIFICADOS avanzan rápi- damente por la ruta que nace en la investigación bási- ca, pasa por las aplicaciones industriales y termina en los alimentos de las mesas mayoritarias. Los transgéni- cos también recorren la confusa vereda que va de las revistas científicas a los pasquines de diversa índole. La biología no debe permanecer indiferente en el pr o- ceso de discusión ciudadana sobre la biotecnología y sus productos. Es mucho lo que el gremio puede perder en una discusión desinformada,pero es más aún lo que se puede ganar formando opinión. Los biólogos deben contribuir sistemáticamente a estos debates y ayudar a racionalizar los retos que plantea aislar y manipular ge- nes para insertarlos en otros organismos y lograr la ex- presión de caracteres novedosos.

T R A N S G É N I C O S · caciones del concepto de familia taxonómica utilizado o los paráme - t r os que se p a r an lo tradicional de lo ... una definición más amplia de la

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REFLEXIONES PARA

UNA POLÍTICA SOBRE

ORGANISMOS

TRANSGÉNICOS EN

MÉXICO:

EL CASO DEL MAÍZ

Pág.8

LOS PARÁSITOS EN

EL CONTEXTO DE LA

BIODIVERSIDAD Y

LA CONSERVACIÓN

Pág.11

A Ñ O 6 N Ú M . 3 4 E N E R O D E 20 01

B O L E T Í N B I M E S T R A L D E L A C O M I S I Ó N N A C I O N A L P A R A E L C O N O C I M I E N T O Y U S O D E L A B I O D I V E R S I D A D

T R A N S G É N I C O S

LOSORGANISMOSVIVOSMODIFICADOS avanzan rápi-

damente por la ruta que nace en la investigación bási-

ca, pasa por las aplicaciones industriales y termina en

los alimentos de las mesas mayo ri t a rias. Los tra n s g é n i-

cos también recorren la confusa vereda que va de las

revistas científicas a los pasquines de diversa índole.

La biología no debe permanecer indiferente en el pro-

ceso de discusión ciudadana sobre la biotecnología y

sus productos. Es mu cho lo que el gremio puede perd e r

en una discusión desinformada,pero es más aún lo que

se puede ganar formando opinión. Los biólogos deben

contribuir sistemáticamente a estos debates y ayudar a

racionalizar los retos que plantea aislar y manipular ge-

nes para insertarlos en otros organismos y lograr la ex-

presión de caracteres novedosos.

Nuestra generación presencia unat ra n s fo rmación paradigmática delas ciencias de la vida de equiva l e n-te profundidad a la que tuvo la teo-ría de la evolución en el siglo XIX.Pe ro sus consecuencias serán cuali-tativamente distintas para la huma-nidad y la vida en el planeta. Aque-lla revolución conceptual le dio a lab i o l ogía una pers p e c t iva teórica pa-ra desarrollarse y ubicó con mayorhonestidad el lugar de nu e s t ra espe-cie entre los seres que habitan en laTierra. Sin embargo,el nuevo para-digma tiene otros ejes: una visiónde los seres vivos como informa-ción (el código genético para po-seer y manipular); transformacio-nes de la vida con intensidadtécnica nunca vista, así como unapenetración de las ciencias de la vi-da como tecnologías aplicadas entodas las áreas de la producciónprimaria y la industria.

Resulta un privilegio ver a lasciencias de la vida descubrir, desci-frar y transformar con mayor preci-sión sus objetos de estudio. Esemocionante ver a la biología mo-lecular y a la genética derribandodogmas y profundizando nuestracomprensión de los seres vivos.Las herramientas que posibilitanestas maravillas son las mismasque potencian nuestra capacidadi n t e rvencionista sobre la priva c i d a devolutiva. Nos movemos en un te-rritorio fronterizo minado de con-tradicciones.

¿Qué es un transgénico?Adoptada recientemente dentro delProtocolo de Cartagena sobre Bio-seguridad (2000), la definición en-cadena tres conceptos: el organis-mo vivo , el organismo vivomodificado y la biotecnología mo-derna. El organismo vivo es “cual-

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T R A N S G É N I C O S : C I E N C I A YC I U D A D A N Í A

J O R G E L A R S O N G U E R R A *

quier entidad biológica capaz det ra n s fe rir o replicar mat e rial ge n é t i-co, incluyendo organismos estéri-les,virus y viroides”. El organismovivo modificado (OVM) es “cual-quier organismo que posea unacombinación novedosa de materialgenético obtenida mediante el usode biotecnología moderna”. Final-m e n t e,la biotecnología moderna es“la aplicación de: i] técnicas in vi -t ro de ácidos nu cl e i c o s , i n cl u ye n d oel ácido desox i rri b o nu cleico (D NA)recombinante y la inyección dire c t ade ácidos nu cleicos a células u or-ga n e l o s , o ii] la fusión celular másallá de la familia taxonómica, t a l e sque sobrepasan barre ras nat u ra l e sfi s i o l ó gi c a s , rep ro d u c t ivas o de re-combinación y que no sean técnicasutilizadas en la selección y el mejo-ramiento tra d i c i o n a l ” .

Dentro del organismo vivo seincluyen organismos estériles, vi-rus y viroides para evitar interp re t a-ciones sobre la capacidad de trans-ferir y replicar genes que pudierantener ciertos organismos modifica-dos, mismas que podrían dar lugara subterfugios para evitar las eva-luaciones de riesgo, el etiquetado olas notificaciones. El punto centraldel OVM es su novedad y no la téc-nica mediante la cual fue creado;esta posición fue impulsada porMéxico durante la negociación delProtocolo. El concepto de novedadestablece una relación positiva con

Plantación de algodón

transgénico en la

Comarca Lagunera

© Jorge Larson

las derechos de propiedad intelec-tual relacionados con OVM: si no esnovedoso no es candidato a protec-ción y si es patentado o protegidoentonces es novedoso y se debenevaluar sus ri egos. La relación esta-blecida permite ubicar a quienesproducen, utilizan o poseen OVM

con el fin de identificar claramentea los responsables de estos nuevosproductos biotecnológicos. Final-mente, la novedad debe ser produ-cida mediante biotecnología mo-derna, definición cuyo sustento esque se sobrepasen las barreras na-turales de la recombinación. Sinembargo, en la definición hay dosincisos que semejan una lista debiotecnologías modernas. Méxicose opuso constantemente a esta es-trategia ya que la definición de loque es un OVM es la primera deli-mitación del ámbito del Protocolo.Con el tiempo y la experiencia ve-remos los efectos de esta defi n i c i ó ny están también por ve rse las impli-caciones del concepto de familiataxonómica utilizado o los paráme-t ros que sep a ran lo tradicional de lomoderno en materia de selección ymejoramiento genético. La defini-ción de la biotecnología modernaintroduce ciertos recovecos en elProtocolo. México buscó en Mon-treal (1998) y Cartagena (1999)una definición más amplia de labiotecnología moderna porque esmás importante la calidad de un or-

ganismo nuevo que la manera enque fue creado. También en la ge-nética vale más la calidad que lacantidad.

Las biotecnologías van a seguircambiando rápidamente, p e ro el in-terés de evaluar y manejar riesgosse relaciona con la novedad de losproductos. En nuestro país se estádiscutiendo la legislación y regula-ción de la bioseguridad: podemossuponer una definición sutil perosustancialmente diferente de la delProtocolo. Será más útil para elpaís una definición amplia que nocaduque junto con las tecnologíassino que nos mantenga actualiza-dos respecto a la novedad de losp roductos de la biotecnolog í a .Tampoco es sano tener una defini-ción que regula el proceso de pro-ducción y no el producto:se colocaa la regulación ambiental en una ló-gica inversa a la comercial, en laque se evalúa el producto y no elproceso.

De cualquier manera, en el ám-bito internacional esta definicióndelimitará por unos años qué orga-nismos serán sujetos de notifi c a c i o-nes entre estados y de evaluacionesde ri e s go antes de realizar un mov i-miento transfronterizo de transgé-nicos. Éste es un ejemplo claro deque las ciencias de la vida han en-trado de lleno en el terreno de lasleyes, las obligaciones y la diplo-macia internacional.

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Los biotecnólogos han partici-pado activamente en estas discusio-nes, pero muchas otras disciplinasdeberían interesarse en opinar. Ladelimitación que hagamos de losd ive rsos ámbitos de la bioseg u ri d a dtendrá implicaciones importantespara la investigación básica y apli-cada. En esta discusión la biologíatiene mucho que decir.

México en la negociación del ProtocoloLa construcción de la posición deMéxico involucró a más de diez di-recciones generales en cinco secre-tarías de Estado,consulta con cien-t í ficos del Comité Nacional deBioseguridad Agrícola, así comoconsultas informales con los secto-res social y privado,particularmen-te con Greenpeace-México y elgrupo Pulsar (ahora Savia). La pre-misa que sustentó la posición de

© Jorge Larson

© Jorge Larson

nuestro país fue que somos uno delos centros de origen y diversidadde plantas cultiva d a s , y de ahí nu e s-tro compromiso con el Protocolocomo instrumento de carácter am-biental emanado del Convenio so-bre la Diversidad Biológica y conel principio precautorio aplicadocon bases científicas. El primer lo-gro de esta posición fue que Méxi-co se sentó en la mesa con los países que eventualmente se cono-cieron como el grupo comprometi-do con el Protocolo, entre los quee s t aban Jap ó n , C o re a , N o ru ega ,N u eva Zelanda y Suiza. Las pre s i o-nes para que nos acercáramos algrupo de Miami no fueron pocas yresistirlas fue posible gracias a quellegamos con una posición clara-mente distanciada de la de losagroexportadores de granos trans-génicos.

La negociación fue intensa y,para la primera mitad de la reuniónde Cartagena, en el Preámbulo nohabía mención alguna de los recur-sos fi t ogenéticos para la agri c u l t u ray la alimentación. México realizóuna escaramuza diplomática paralograr el considerando siguiente:“Reconociendo también la crucialimportancia que tienen para la hu-manidad los centros de origen y loscentros de diversidad genética”. Ellenguaje preambular es auxiliar enla interpretación del texto legal:es-to evidentemente nos debe ayudar a

aplicar el principio precautorio encasos como el maíz o las calab a z a s ,pero el uso real que le demos de-penderá más de lo que hagamosdentro del país que del Protocolomismo.

De manera constante se valoróla relación del Protocolo con nues-tra realidad para promover solucio-nes administra t ivas acordes connu e s t ra institucionalidad. Fi n a l-mente, se trabajó intensamente enel asunto de la responsabilidad y laindemnización, asunto que aún lle-vará algunos años en el marco delProtocolo. Sin embargo,el tema si-gue pendiente en la agenda nacio-nal. El Protocolo es un instrumentopara regular el movimiento trans-fronterizo de los transgénicos; laobligación de regularlos para evitarriesgos a la diversidad biológica esun asunto de conservación in situque debemos cumplir en todo elámbito nacional.

Niveles de riesgo para la diversidad biológica

Los nu evos organismos tienencombinaciones de mat e rial ge n é t i-co que no se habrían producido dem a n e ra nat u ral y pueden ser libera-dos al medio ambiente; es más,mu-chos de éstos tienen a p l i c a c i o n e sque implican su liberación al medioa m b i e n t e. Existe una amplia tra d i-ción de bioseg u ridad para el trab a j oen lab o rat o rio con micro o rga n i s-

mos pat ó genos y estas prácticas sepueden adaptar a la producción in-d u s t rial confinada en lab o rat o ri o s .Sin embargo , no existe una culturade bioseg u ridad respecto al manejode organismos modificados en elmedio ambiente. ¿Vamos a cl a s i fi-car los niveles de ri e s go para la di-ve rsidad biológica? ¿Qué cri t e ri o su t i l i z a remos? Evidentes son la pa-t oge n i c i d a d, la toxicidad y la com-p atibilidad rep ro d u c t iva entre elt ransgénico y sus congéneres. Otro smás sutiles son la irreve rs i b i l i d a dde la liberación al medio ambiente,los efectos inesperados y las tra n s-fo rmaciones que tienen que ver conlos sistemas rep ro d u c t ivos o lash o rmonas de crecimiento. La cl a s i-ficación de los niveles de ri e s go esuna tarea cl ave para llegar a una ra-cionalización de los posibles efe c-tos sobre la dive rsidad biológica.

Riesgos ecológicosLa biología evolutiva,entendida deforma amplia e incluyente, tiene lare s p o n s abilidad de participar demanera informada, crítica y propo-sitiva en el debate de los transgéni-cos. Sin esta contribución será muydifícil construir una política de Es-tado coherente en esos espacios dedecisión donde se juntan la biotec-nología y la diversidad biológica.Justo es reconocer que mu ch o sc i e n t í ficos independientes y orga n i-zados han contri buido a estos deb a-

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Bacterias

Células

GenesAlgodón

tes; resaltan la Sociedad Mexicanade Biotecnología y Bioingeniería,la Sociedad Botánica de México yla Academia Mexicana de Ciencias.Sin embargo, insisto en que lasciencias de la vida deben ayudarsistemáticamente a racionalizar lasimplicaciones de la biotecnologíamoderna y sus productos para evi-tar que fundamentalismos de diver-sa índole ocupen el nicho vacío.Los costos de esta ausencia puedenser altos para la investigación bási-ca y aplicada.

Las aristas de la bioseguridadLa agenda es amplia ya que se rela-ciona con temas como los derechosde los consumidores y los agricul-tores, la libertad de investigación,el acceso a la información, la ética,el uso de plaguicidas y herbicidas,la conservación de los re c u rsos bio-lógicos nacionales, la producciónprimaria en ambientes extremos ymarginales, nuestro desarrollo bio-tecnológico y las políticas de pro-piedad industrial. En todos estosasuntos la biología tiene muchoque decir. Nutrir el debate dentrode las ciencias de la vida segura-mente elevará el nivel de las discu-siones en los medios y alimentarápositivamente la construcción depolíticas públicas racionales debioseguridad.

Los biólogos estamos inicián-donos en los territorios de la res-

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ponsabilidad profesional. El inge-niero que calcula mal un puente oel médico neg l i gente tienen que en-f rentar las consecuencias de sus ac-tos. La biología debe profundizaren este aspecto de su actividad pro-fesional antes de que la realidadnos lleve al tema con casos que la-mentar. La responsabilidad jurídicap ro m overá un ejercicio re s p o n s abl ede la aplicación de las nuevas tec-nologías. El terreno de la responsa-bilidad y la indemnización por da-ños es un asunto re l evante enm at e ria de biotecnología pero no loes menos en el derecho ambientalen general.

Liberación al medio ambienteEn la decisión específica de libera ral medio ambiente un “ b i ch o ”n ove-doso la última palab ra la deben te-ner grupos interd i s c i p l i n a rios dondeestén bien rep resentadas la ecolog í aevo l u t iva , la bioge ografía y la bio-t e c n o l ogía. También se debe cons-t ruir la institucionalidad para que,una vez evaluados los ri e s go s , é s t o ssean manejados re s p o n s ablemente yse establezca un monitoreo de largop l a zo respecto a sus efectos sobre elmedio ambiente y la dive rsidad bio-l ó gica de México. Pa ra d ó j i c a m e n t e,el potencial pre d i c t ivo de la ecolo-gía evo l u t iva sobre los r i e s gos es aun tiempo vigo roso y especulat ivo .De ahí la necesidad de proceder coni n t e l i gencia y pre c a u c i ó n , c o n s t ru-

yendo políticas coherentes sobre loque podemos predecir y sobre la ex-p e riencia que se va acumu l a n d o .Respecto a los beneficios es funda-mental eva l u a rlos adecuadamentep a ra colocarlos en la balanza y to-mar decisiones útiles para el país ent é rminos de costos y beneficios amediano y largo plazos.

Mezclando los reinos de la vida Para los biólogos también es muyimportante reconocer que si bienlas plantas, en el terreno de la agri-cultura, son la vanguardia en estosasuntos, veremos desarrollos bio-tecnológicos basados en organis-mos de todos los reinos de la vida.Esto implica que para poder eva-luar los riesgos se requiere conocerla historia natural de los organis-mos involucrados en la producciónde cualquier transgénico, el origende los genes que se insertan y labiología del organismo receptor.No habrá biólogo capacitado paraevaluar los riesgos de todo lo quevendrá. Sin interdisciplina y unap a rticipación amplia será difícil va-lorar adecuadamente riesgos parala biodiversidad y beneficios pro-ductivos y ambientales.

La C O NA B I O ha financiado cen-t e n a res de proyectos que nu t ren unsistema de info rmación biológi c a .Estos datos ya se comienzan a utili-zar para evaluar los ri e s gos de tra n s-génicos que son mayo ri t a ri a m e n t e

Algodón transgénico

p roductos privados. Lai n fo rmación de estosp royectos es un pat ri m o-nio público cuyo uso eneste contexto está plena-mente justificado por ra-zones de seg u ridad na-cional. Sin embargo , n od ebemos perder de vistaque es costoso consoli-dar los inve n t a rios bio-l ó gicos de México. Estasituación pone sobre lamesa la disyuntiva de

c o b rar o no por el uso de esta info r-mación. De no hacerlo se debe ga-

rantizar un presupuesto sufi c i e n t ep a ra consolidar las capacidades dela C O NA B I O en esta mat e ria; si seopta por el cobro , se deben establ e-cer reglas para ga rantizar que losfondos obtenidos sustenten el pro-yecto de info rmación para la eva l u a-ción de ri e s gos que está implemen-tando la C O NA B I O.

Bioseguridad y conservación de la diversidad genéticaEn cualquier caso, debemos tenercl a ro que pretender la conserva c i ó nde los re c u rsos genéticos a partir dela regulación de los OVM es iluso-

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Hace ya más de 12 años que en nuestro país se sembró por prime-

ra vez un transgénico:fue un jitomate con genes de una bacteria

llamada Bacillus thuringiensis (Bt), mismos que codifican para la

expresión de una proteína cristalina tóxica para algunas plagas.El

experimento fue realizado por Campbells-Sinalopasta y sólo duró

una temporada.

Tres años después siguieron pruebas del jitomate FlavrSavrTM, con

una modificación antisentido de RNA que retrasa la maduración del

fruto (se anula la expresión de un gen más que introducir uno nue-

vo).Después de varias temporadas de evaluación agronómica, las

variedades de Calgene y Zeneca que tienen la modificación resul-

tante de la tecnología del FlavrSavrTM fueron desreguladas, es de-

cir, se les liberó de la supervisión del Estado.Hasta ahora, esta ex-

periencia parece haber sido neutra en sus efectos ambientales, sa-

nitarios y comerciales.El hecho de que haya sido desregulado y

que los mexicanos lo hayamos consumido durante años, ya sea

fresco o en productos derivados, plantea muchas preguntas en tor-

no a los alcances de la desregulación, del derecho a la información

y de los derechos de los consumidores, interrogantes que con el

tiempo habrá de responder la recientemente creada Comisión In-

tersecretarial de Bioseguridad y Organismos Modificados Genética-

mente.Aun hoy resulta justo que se nos informe si estamos consu-

miendo estos jitomates.

Desde la perspectiva específica de la diversidad biológica es impor-

tante saber si hubo un monitoreo preciso de estos organismos en

el medio ambiente.La posibilidad de que se transfiera el carácter

novedoso a los parientes domesticados o silvestres del jitomate es

baja debido a que sus sistemas reproductivos tienden a la incom-

patibilidad y la autopolinización.Sin embargo, una liberación invo-

luntaria al medio ambiente puede suceder mediante muchos meca-

nismos.¿Se han establecido poblaciones ferales de este jitomate

en el país? ¿Qué efectos podría tener la maduración retardada en

variedades criollas cultivadas en temporal o sobre poblaciones sil-

vestres? Estas son preguntas que no podremos contestar sin un

monitoreo permanente de la diversidad biológica, incluidos los

transgénicos.Sería penoso que el año 2025 un biólogo quisiera ha-

cer su tesis sobre los efectos de largo plazo de los organismos vi-

vos modificados y no se le pudiera dar información precisa y mate-

riales de referencia adecuados (por ejemplo, fechas, localidades,

semillas viables y secuencias insertas).

Para la biodiversidad, lo más preocupante es la poca variedad de ji-

tomates disponibles en los mercados de la región que fue su centro

de origen.Italia, por ejemplo, tiene ahora una gran diversidad de ji-

tomates en sus estantes:nosotros sólo tenemos tres o cuatro.¿Có-

mo actuar para detener y revertir la pérdida de diversidad genética

en la agricultura? La respuesta no está en la bioseguridad sino en

la planeación de largo plazo de la oferta agrícola nacional y de la

cultura alimentaria que desarrollará México en el largo plazo.En

este asunto de seguridad nacional enfrentamos un largo proceso

en el cual tendrán que definirse derechos y obligaciones para todas

las formas que tiene en nuestro país la agricultura.

Las primeras solicitudes para hacer evaluaciones de campo en Mé-

xico catalizaron la creación del Comité Nacional de Bioseguridad

Agrícola (CNBA), grupo interdisciplinario de científicos que ha adqui-

rido experiencia en la evaluación de riesgos.Este grupo autorizó

entre 1993 y 1998 algunos experimentos con maíz modificado en

invernaderos contenidos de alta seguridad y en el campo, con la

estricta restricción de cosechar antes de la floración del maíz.En

Jitomates, maíces y algodones

Mercado de San Remo, Italia.

© Fulvio Eccardi

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rio. Son muchos los procesos queinciden sobre la pérdida de diversi-dad genética y los transgénicos noson ni de lejos la principal amena-za. Es mucho más urgente orques-tar acciones concretas de conser-vación in situ y ex situ de recursosgenéticos mex i c a n o s , a rt i c u l a d a scon las políticas de producción enel sector primario.

La tragedia ambiental es cono-cida de todos y sus causas están ín-timamente ligadas a las políticasque han prevalecido en el campomexicano. La biotecnología y susproductos no son el nuevo enemigo

a ve n c e r. Pueden ser aliados si en ladelineación de su desarrollo nacio-nal participan activamente sectoresmás amplios de las ciencias de lavida. En el siglo XX presenciamosun desarrollo biológicamente des-ordenado en el México rural, concostos ambientales muy altos. Ape-nas estamos a tiempo para iniciaracciones que eviten que esto se re-pita en el siglo que comienza.

La relación entre biodiversidady biotecnología tiene muchos másaspectos positivos que negativos.Una parte de la población comien-za a percibir más riesgos y privati-

zaciones que beneficios colectivos.Si la sociedad ha de compartir unapostura positiva respecto al uso dela biotecnología, las ciencias de lavida no pueden darse el lujo de per-manecer indiferentes.

*Biólogo de la Facultad de Ciencias dela UNAM y colaborador de la CONA-BIO. Fue coordinador técnico de ladelegación mexicana a la negocia-ción del Protocolo de Cartagena so-bre Bioseguridad.

1998 el CNBA tomó la decisión de suspender cualquier experimento

con maíz transgénico en el campo mexicano.

Aplicando el principio precautorio con bases científicas, un grupo

de profesionales comprometidos estableció una moratoria de facto

a cualquier liberación al medio ambiente de maíz transgénico.Para

cambiar esta decisión no sólo habrá de construirse un amplio y difí-

cil consenso:primero habrá que establecer una política racional pa-

ra la conservación in situ de los maíces criollos del México indígena

y campesino.

Nuestro país importa maíz y sus derivados para uso en la industria

alimentaria.Vienen mezclados transgénicos e híbridos tradicionales

cuyo bajo precio beneficia a algunos, al mismo tiempo que destruye

la economía maicera de temporal.La producción de la franja mai-

cera norteamericana, sea o no transgénica, está fuertemente sub-

sidiada de múltiples maneras:más de cincuenta años de investiga-

ción y apropiación de germoplasma, estímulos directos, insumos

energéticos y costos ambientales no considerados en los precios.

En mi opinión, hay muestras claras de un dumping ecológico que

justificaría ampliamente una medida comercial para elevar los pre-

cios internos de los maíces que son cultural y biológicamente im-

portantes para México.No hablo de un subsidio generalizado o pre-

cios de garantía, sino del apoyo a los agricultores temporaleros me-

diante la promoción de la conservación in situ y de los mercados

para los maíces nuestros.En el marco de los acuerdos comerciales

multilaterales hay terreno para construir este proceso.Lo que falta

es consensar una política coherente para la agricultura del país.La

diversidad del maíz está intrínsecamente relacionada con nuestra

cultura alimentaria y, al igual que en el caso de los jitomates, para

conservar in situ estos recursos fitogenéticos se requiere una siner-

gia planeada entre el Estado, los productores y los consumidores.

El caso del algodón transgénico Bt en Tamaulipas y la Comarca La-

gunera muestra otra cara de la moneda.El beneficio ambiental ob-

tenido hasta ahora tiene valores ambientales incontestables.El cul-

tivo del algodón ha sido el mayor consumidor de insecticidas en el

mundo y el uso de estas tecnologías reduce sustancialmente el nú-

mero de aspersiones.Por primera vez en la historia de la región La-

gunera el cultivo del algodón consume menos insecticidas que el

maíz y las hortalizas.Enhorabuena, pero debemos avanzar en eva-

luar los efectos positivos o negativos de los defoliadores químicos

utilizados y en la posible adopción de transgénicos con resistencia

a herbicidas.Las preguntas ecológicas se modifican cuando cam-

bia el rasgo novedoso del transgénico y con la intensidad tecnológi-

ca de los procesos productivos.

Quiero insistir en mi punto de vista.El eventual etiquetado del jito-

mate transgénico no nos devolverá la diversidad de los jitomates al

campo o a nuestras mesas.Prohibir la siembra de maíz transgéni-

co en México no implica que tengamos una política de Estado que

proteja la diversidad del maíz para nuestro sustento cultural y para

el futuro de la humanidad.Los apoyos dados por el Estado al culti-

vo de algodón transgénico se justifican por los beneficios ambienta-

les logrados en entornos altamente contaminados, pero esto sólo

evidencia la ausencia de apoyos para los productores orgánicos o

para los que trabajan con algodones tradicionales de color natural.

Es decir, que la bioseguridad es una práctica para evitar y manejar

riesgos pero de ninguna manera constituye una política de conser-

vación de los recursos genéticos;que cada paso que demos en

materia de conservación sea en realidad una preocupación menos

en materia de bioseguridad.

LA I N T RO D U C C I Ó N de una nu evat e c n o l ogía al mercado tiene siempreventajas y desventajas. Deb e m o sre c o rd a r,sin embargo , que la mayo-ría de las tecnologías que utiliza-mos tienen o pueden tener ri e s go s .En ocasiones, la utilización de tal ocual nu eva tecnología ha tenido uncosto muy eleva d o ,p e ro por otro la-do es difícil demostrar que algo nohace daño. ¿Quién afi rm a r í a , p o re j e m p l o , que los teléfonos celulare sno causan ningún pro blema a la sa-lud? Demostrar que algo es la causade un fenómeno es más simple. Es-ta disyuntiva la enfrentan tambiénla biotecnología y los orga n i s m o st ransgénicos. La demostración deque un determinado organismo noes dañino es imposible porque no sepueden hacer todos los ex p e ri m e n-tos que se re q u e rirían para ello.

Algunas definicionesLos transgénicos (también llama-dos organismos vivos ge n é t i c a m e n-te modificados) son orga n i s m o sque tienen en su material genéticogenes que de forma natural no po-drían entrar a su acervo. Por ejem-plo, si tenemos un gene de un hon-go transferido por tecnología deADN recombinante a una papa, lla-maríamos a la papa transgénica. Lapapa puede adquirir genes de otrasrazas o especies de papa por unacruza con ellas o por la unión desus granos de polen con los óvulosde las otras papas, pero no hay nin-guna forma de intercambio de ge-nes entre un hongo y una papa, porlo que la tra n s fe rencia de ellos esta-ría violando las barreras naturalesde la reproducción.

La tecnología de A D N re c o m b i

nante pone dentro del organismo vi-vo modificado no solamente el ge n eque interesa introducir para incre-mentar el rendimiento agro n ó m i c oo la calidad alimentari a , sino tam-bién otros genes que están dentrodel vehículo (una molécula de A D N

c i rcular que se utiliza para intro d u-cir y manipular los genes en fo rm amas fácil). Estos vehículos tienen,e n t re otros ge n e s , algunos que con-fi e ren resistencia a ciertos antibióti-cos a las bacterias que los port a n .

México es un país de alta diver-sidad biológica, esto es, tiene unagran cantidad de especies animalesy vegetales; por ello se le llama unpaís megadiverso. Dentro de estagran cantidad de especies están in-cluidas muchas que son parientessilvestres de las especies cultiva-das. Entre ellas se encuentran el

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R E F L E X I O N E S P A R A U N A P O L Í T I C AS O B R E O R G A N I S M O S T R A N S G É N I C O S

E N M É X I C O : E L C A S O D E L M A Í Z

D A N I E L P I Ñ E R O *

Fotos:© Fulvio Eccardi

maíz, el frijol,la calabaza, el toma-te, etc. Así, en México tenemos de-cenas de especies silve s t res que sonp a rientes de las especies cultiva d a s ,lo que quiere decir que en muchoscasos se pueden cruzar entre ellasen forma natural, simplemente conque los granos de polen de una deellas se pongan en contacto con losestigmas de la otra.

Análisis básico: costo/beneficioUna política para la evaluación deorganismos transgénicos debe in-cluir como un primer aspecto unanálisis de costo-beneficio. Se deb edeterminar cuáles son los benefi-cios para la sociedad y las comuni-dades rurales que los producirían ycuáles serían los costos. Estos últi-mos se pueden dividir en dos gran-des sectores: los costos asociados ala salud humana y aquellos asocia-dos a la salud de los ecosistemas.En este contexto, considero que unanálisis de las condiciones del maízpodría dar luz acerca de las políti-cas ge n e rales que,como país, d eb e-ría adoptar México.

Los tipos de maíces transgénicosHay dos tipos de maíces transgéni-cos que actualmente se podríanproducir en México. El primero deellos contiene un gene de la bacte-ria Bacillus thuringiensis que codi-fica para una proteína que tiene unaactividad de insecticida. El segun-

do contiene un gene que pro p o rc i o-na resistencia a herbicidas.

En el caso del maíz que contie-ne la proteína que confi e re re s i s t e n-cia a ataques de insectos,la ve n t a j aen principio parece obvia porq u euna alta pro p o rción de la pro d u c-ción de maíz se pierde por ese tipode herbivoría. Desgraciadamente laresistencia se ha probado con insec-tos que atacan el maíz cultivado enEstados Unidos y no tenemos pru e-bas de que esa resistencia sirva pa-ra pro t eger el maíz de los insectosque lo atacan en México. A s í , l a sventajas del maíz transgénico noestán cl a ras en nu e s t ro país ni parala sociedad ni para los campesinosque lo sembra r í a n .

En el caso del maíz transgénicoque contiene un herbicida, s ab e m o sque los resultados experimentales,en Estados Unidos,mu e s t ran un in-cremento en el rendimiento de losmaíces cuando se usan insecticidas,p o rque matan las malas hierbas quede otra manera crecerían a su lado eimpedirían la absorción de nutrien-tes, agua y luz fundamentales parael crecimiento vegetal. Otra vez, enMéxico estas ventajas no se han de-mostrado en condiciones experi-mentales y por lo tanto el país notiene criterios para determinar enforma cuantitativa cuáles serían losbeneficios de introducirlas ni parala sociedad ni para el agricultor.

Los riesgos para la salud en am-

bos casos son parecidos. Los genesde resistencia al herbicida o los ge-nes de resistencia a insectos no pa-recen tener ningún riesgo para lasalud humana, p e ro la pregunta quese hacen los investigadores es la si-guiente: ¿en una sociedad que usatantos antibióticos para protegersede bacterias patógenas, cuál es elriesgo de incluir los genes conti-nuamente en nuestra dieta? La res-puesta teórica a esta pregunta es unfenómeno demostrado en 1927 quese llama transformación genéticaen bacteri a s , por el que se demostróque el ADN libre en el medio puedeentrar a las células bacterianas e in-corporarse al cromosoma bacteria-no. En este caso le conferiría la resistencia a los antibióticos utili-zados. Es decir, las bacterias denuestro organismo estarían expues-tas a pedazos de A D N que les confe-rirían resistencia a dive rsos antibió-ticos y esto puede a la larga ser unrisego para nuestra salud.

Los ri e s gos para el ambiente enambos casos son un poco dife re n-tes. La razón es que mientras el her-bicida estaría en el ambiente untiempo similar al de su perm a n e n-cia en el mercado (normalmente es-tos compuestos duran unas pocasdécadas en el merc a d o ) , por otro la-do los insectos estarían en el medioun tiempo mu cho mayo r. La teoríade la selección nat u ral nos dice quesi la presión de selección (el insec-

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Una política para la evaluación de organismos transgénicos debe determinar cuáles son los beneficios para la sociedad y las comunidades rurales que los producirían y cuáles serían los costos.

to o el herbicida) se mantiene en ela m b i e n t e,se va a desarrollar una re-sistencia a ella. En el caso del in-s e c t o , sus poblaciones desarro l l a-rían en unas pocas ge n e ra c i o n e s(como pasó con el D D T) una r e s i s-tencia genética a la proteína de B a -cillus thuri n gi e n s i s. En el caso delh e r b i c i d a , la resistencia que pudierad e s a rro l l a rse en las poblaciones conel gene de resistencia al herbicidasería menos pro b able porque la pre-sión selectiva desap a recería al desa-p a recer el herbicida del mercado.

Existe un ri e s go adicional en es-pecies que tienen parientes silves-tres cerca de las plantas transgéni-cas que tiene que ver con el riesgo

de que los genes transgénicos sepasen a los parientes silvestres pormedio de la reproducción sexualentre ellas (que es común en mu-chos casos). Mantenerlos separa-dos es muy difícil porque otra vezlas reglas básicas de la evoluciónnos dicen que sólo es necesario queen cada generación se crucen dosi n d ividuos adultos de las dos pobl a-ciones para que a la larga compar-tan todos sus genes (incluyendo lostransgénicos). Así, si se siembramaíz transgénico en lugares dondese puede cruzar con parientes sil-vestres sólo es necesario que paseel tiempo para que los genes tran-génicos se transfieran a los parien-

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tes silvestres. Las implicaciones deesto son aparentes si consideramosque los parientes silve s t res delm a í z , por ejemplo el teozintle, p u e-den incorporar genes que les con-fieren resistencia a herbicidas o ainsectos y que por ello los haríanuna especie de supermalezas.

ConclusionesPor lo anterior, creo que es claroque en un país de alta diversidad deparientes silvestres de maíz, en elque los beneficios agronómicos noestán definidos ni estudiados ydonde existen riesgos conocidos ydesconocidos en mat e ria sanitaria yambiental, no debiera sembrarseeste tipo de maíz hasta no garanti-zar un riesgo cero (aquel en el queno existen ri e s gos ni ambientales nipara la salud) y un beneficio claropara nuestro país y sobre todo paralos agricultores que viven y han vi-vido por centenares de años desembrar tan importante cultivo. Es-ta conclusión no quiere decir quedebemos rechazar definitivamentela biotecnología, sino que por aho-ra la debemos rechazar, hasta ga-rantizar que en el futuro la podre-mos usar sin riesgos y en beneficiode nuestra sociedad.

*Departamento de Ecología Evolutiva,Instituto de Ecología,UNAM.

No debiera sembrarse maíz transgénico hasta no garantizar un riesgo cero y un beneficio claro para nuestro país, sobre todo para los agricultores que viven y han vivido por centenares de años de sembrar tan importante cultivo.

EL CONOCIMIENTO de la diversi-dad biológica es un aspecto que díaa día adquiere mayor importanciatanto para la comunidad científicacomo para la sociedad en general,independientemente de la escala ala que ésta pretenda ser ab o rdada (anivel local, regional, de una regiónbiótica, de un país, etc.). Las cre-cientes iniciativas sobre biodiversi-dad, entendida ésta como la varie-dad y variabilidad entre los seresvivos, incluyendo el número de es-pecies, de clados (= grupos mono-fi l é t i c o s ) , la va riación genética i n t ra e s p e c í fica y la dive rsidad “ f u n-cional”, invariablememte abordanla siguiente pregunta: ¿cuántas es-pecies de organismos habitan en laTi e rra? Desafo rtunadamente estapregunta no puede ser contestadacon el grado de conocimiento queactualmente se tiene, especialmen-te para algunos grupos, ya sea porsu enorme diversidad y riqueza es-p e c í fi c a , por la falta de estudios sis-temáticos sobre ellos, o bien poruna combinación de ambos facto-res. No resulta difícil imaginar elenorme beneficio que arrojaría unpleno conocimiento de la biodiver-sidad que existe en el planeta, tantopara la comunidad científica comopara la sociedad en general .

El valor de la biodiversidadLa biodive rsidad puede ser “ va l o ra-da” de maneras diferentes; algunas

especies tienen valor porque pro d u-cen un beneficio económico direc-to, en forma de bienes comerciali-z ables tales como el ecoturi s m o ,a s ícomo la materia prima para la in-vestigación y generación de pro-ductos de diversa índole. La elabo-ración de medicinas y agentes decontrol biológico a partir de mate-ria prima obtenida en tierras vírge-nes es una actividad común en va-rios sectores pro d u c t ivos. Otra sespecies tienen valor porque pro-porcionan al ecosistema diferentesservicios, tales como la biodegra-dación de desechos agrícolas o lafijación del nitrógeno. Otras mástienen valor porque proveen la re-creación (física e intelectual) nece-saria para mantener el equilibrio enla sociedad. Asimismo, muchas es-pecies son esenciales para el bie-nestar y la permanencia de especiesque tienen un valor más directo pa-ra el hombre, lo que determina suimportancia. A partir de lo anterior,podemos concluir que no existeuna forma objetiva de asignar unvalor a la biodiversidad y que, porende, es prácticamente imposibleseñalar que unas especies son másimportantes que otras. En este sen-tido, los parásitos conforman ungrupo de organismos a los que po-dría otorgárseles algún tipo de “va-lor”, a partir de lo señalado líneasarriba; el propósito de este ensayoes mostrar que los parásitos repre-

sentan un componente importantedel inventario de la diversidad bio-lógica del planeta y, además, seña-lar la utilidad que tienen éstos alproveer información adicional degran calidad para la toma de deci-siones sobre el manejo y la conser-vación de los recursos naturales.

El parasitismo como forma de vidaEl parasitismo representa una delas formas de vida más exitosas so-bre el planeta. Con base en datosobtenidos a partir de insectos enGran Bretaña, se presume que almenos 50% de las especies de plan-tas y animales que habitan la Tierratienen esta fo rma de vida. Los pará-sitos constituyen uno de esos gru-pos en donde cualquier cálculo sobrebiodiversidad resulta subestimado.A la pregunta ¿cuántas especies deparásitos existen? debe adicionarseotra:¿cuántas especies de plantas yanimales están parasitadas?; esti-maciones de Esch y Fe rn á n d e z(1993) apuntan que la totalidad deéstos lo estaría, es decir, práctica-mente cualquier organismo que seaestudiado albergará interna o exter-namente al menos algún tipo de pa-rásito en su cuerpo. El número deespecies de parásitos en un hospe-dero depende de varios factores in-t e rre l a c i o n a d o s , algunos at ri bu i bl e sal hospedero, otros al ambiente enel que éste vive y algunos inheren-tes a la biología del parásito mis-

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L O S P A R Á S I T O S E N E L C O N T E X T O D EL A B I O D I V E R S I D A D Y L A

C O N S E R VA C I Ó N

G E R A R D O P É R E Z - P O N C E D E L E Ó N Y L U I S G A R C Í A P R I E T O *

Koranacanthamexicana

© Scott Monks y Gerardo Pérez-Ponce de León

mo, por lo que la fauna parasitariapuede ap o rtar una nu eva dimensiónal entendimiento de las interaccio-nes ecológicas, al de los patronesde distribución de los hospederos yal de la compleja historia de mu-chas regiones y biotas.

Cuantificar el número de espe-cies de parásitos que habitan en laTierra no es, por supuesto, una ta-rea sencilla. El primer problemaderiva de la concepción misma deltérmino parásito. Price (1980) haseñalado que probablemente exis-ten tantas definiciones de parásito,como libros de parasitología en elmundo. Las definiciones de estet é rmino tradicionalmente se hanbasado en algún aspecto ecológicode la relación parásito-hospedero,sea ésta la forma de alimentación ypor tanto la dependencia metabóli -ca que establecen, la especificidadpor el hábitat que ocupan en sushospederos o bien el efecto dañinoque producen. Por muchos años sehan buscado los ra s gos que cara c t e-ricen a un organismo parásito demanera precisa, sin haberlos de-finido. Recientemente, Brooks yMcLennan (1993) señalaron que larespuesta a este enigma se encuen-tra en la biología evolutiva: los pa-rásitos no representan un grupomonofilético. Debido a la inevita-ble y estrecha asociación de los tér-minos parásito y enfermedad, en lah i s t o ria y en la mente humana,a los

parásitos se les ha asignado el mis-mo ra n go taxonómico que tienengrupos nat u rales como los mamífe-ros y las aves y,puesto que los pará-sitos no son un grupo na t u ra l , l abúsqueda de las características qued e finen al “ gru p o ” no arroja re s u l t a-dos consistentes. Debido a lo ante-ri o r,la cuantificación de especies deparásitos dependerá en gran medidadel concepto que el inve s t i ga d o raplique a las entidades que estudia.

Parásitos, biodiversidad y conservaciónLas evaluaciones sobre biodiversi-dad global establecen la existenciade entre 30 y 100 millones de espe-cies, representadas principalmentepor artrópodos; si la nat u raleza ubi-cua de los nemátodos zooparásitosde vertebrados e invertebrados fue-ra considerada, es claro que los pa-rásitos confo rmarían una fa c e t asustancial de la biodiversidad queno ha sido evaluada en detalle.Auncuando se conoce poco sobre la sis-t e m á t i c a ,d i s t ri bución e historias devida de parásitos y a pesar de que lai n fo rmación obtenida ha sido de in-terés principalmente para los para-sitólogos, ahora se le considera uncomplemento que contribuye a au-mentar el conocimiento acumuladode los organismos de vida libre conlos cuales éstos interactúan. Así,los datos obtenidos a partir de estu-dios parasitológicos sobre la evolu-

ción de interacciones ecológicas yde estructura de la comunidad, handeterminado que la parasitologíaconstituya una parte integral deprogramas de investigación sobrebiodiversidad.

A pesar de lo anteri o r,la asocia-ción de los términos parásito-enfe r-m e d a d - h o m b re, aunque ge n e ra l-mente mal concebida por losb i ó l ogos y por la sociedad,ha pues-to en desventaja considerable el pa-pel que los parásitos pueden teneren programas de investigación queintenten inventariar la diversidadbiológica, sobre todo cuando éstosson contrastados con grupos de or-ganismos rep resentantes de la “ m e-gafauna carismática” tales comolos ve rt eb ra d o s , las plantas, l o shongos y las mariposas. Desafortu-n a d a m e n t e,la presencia de orga n i s-mos pat ó genos rep resenta una ame-naza para la biodive rsidad engeneral y para la conservación derecursos genéticos, principalmenteaquellos de importancia económi-c a ,h e cho que ha sido documentadorecientemente.

Desde el punto de vista de la sa-lud pública, cabe destacar que mi-les de millones de personas en elmundo padecen enfermedades cau-sadas por distintos tipos de patóge-nos (virus, bacterias, protozoarios,gusanos y hongos). En mu ch a so c a s i o n e s ,h aber ab o rdado esta pro-blemática sin un adecuado conoci-

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miento de la sistemática (identifi c a-ción taxonómica y determinaciónde relaciones evo l u t ivas) de losagentes causales ha determinado laineficacia de los tratamientos, envirtud de que el patógeno específi-co no fue particularmente el blancode tales tratamientos. Desde unpunto de vista antropocéntrico, elconocimiento de la diversidad deparásitos permitirá evaluar el ri e s gopotencial de emergencia de patóge-nos que afecten a la población hu-mana. De esta forma,para la indus-tria del ecoturismo por ejemplo, elconocimiento de los parásitos de lafauna silvestre permitirá evaluar elimpacto potencial que estos puedentener sobre el hombre y, de igualmanera, el impacto que los parási-tos humanos puedan tener sobre lafauna silvestre de las regiones des-tinadas para tal actividad. Igual-m e n t e,el establecimiento de las lla-madas zonas de amortiguamientoa l rededor de las re s e rvas de la bios-fera, debe considerar el potencialimpacto de los parásitos de anima-les domésticos hacia la fauna sil-vestre y viceversa.

Manter (1966) fue uno de losp ri m e ros para s i t ó l ogos de las ge n e-raciones “modernas” en reconocera estos organismos como elemen-tos clave para comprender la histo-ria de la biota, al establecer su importancia como indicadores filo-genéticos, ecológicos y biogeográ-

ficos de sus grupos de hospederos,aunque previamente autores comoVon Iheri n g, M e t c a l f, Ke l l og yotros, habían sugerido aspectos si-milares a principios del siglo XX.Así, los helmintos han sido utiliza-dos como pruebas contemporáneasde biodiversidad, y como organis-mos que permiten monitorear el es-tado de los ecosistemas,puesto quesu presencia o ausencia hace posi-ble infe rir la riqueza de ve rt eb ra d o se invertebrados en un hábitat parti-cular, mediante el conocimiento desus ciclos biológicos; de igual ma-nera, la ausencia de ciertos helmin-tos o la presencia de otros puedeser indicativa del estrés de un hos-pedero individual,lo que a menudore fleja las alteraciones ambientales.

El futuroA partir de lo referido anteriormen-te, r esulta innegable que los parási-tos forman un componente de grani m p o rtancia en términos de dive rs i-dad biológica; no obstante, en mu-chas ocasiones su aspecto y formade vida han propiciado su exclu-sión de las iniciativas que sobreb i o d ive rsidad y conservación derecursos naturales se desarrollan.Lo anterior es un hecho desafortu-nado, pues en primera instancia,por la simple riqueza específica queexhiben, deberían ser consideradosjunto con grupos “ c a ri s m á t i c o s ”como los mamíferos, las aves y las

mariposas (entre otros), como unaparte importante de la diversidadque nos rodea.

Por otra part e,los parásitos pue-den constituir por sí mismos un ele-mento clave para el estudio de ladiversidad biológica y la compren-sión de cómo ésta se encuentra or-ganizada, factores indispensablesp a ra el uso sustentable de los re c u r-sos bióticos. Sin embargo, nuestroplanteamiento no pretende señalara estos organismos como la única ola mejor fuente de información, si-no resaltar que el estudio de los pa-rásitos y,en ge n e ra l , el de la asocia-ción parásito-hospedero ,c o n s t i t u yeun valioso elemento que debe serc o n s i d e rado al tomar decisionescon respecto a la conservación y elmanejo de la diversidad biológica.

Nuestro programa de investiga-ción pretende ser acorde con elplanteamiento referido en el senti-do de que buscamos continuar in-ventariando la diversidad de hel-mintos que parasitan a vertebradossilvestres de México y, al mismotiempo, llevamos a cabo estudiosparticulares sobre la filogenia ybiogeografía de algunos taxones dehelmintos. Se busca así entender lahistoria de las asociaciones parási-to-hospedero, como un medio paraaportar información sobre los hos-pederos a los que parasitan y las re-giones donde ambos asociados ha-b i t a n , que en nu e s t ra opinión

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De izquierda a derecha:

Digéneo parásito de anfibios de México

Tomado de Gerardo Pérez-Ponce de León

Glypthelmins hepatica

© Ulises Raso Mendivil

Winteria pacifica

© Gerardo Pérez-Ponce de León

debería ser tomada en cuenta eniniciativas sobre biodiversidad yconservación. Al respecto, debe-mos puntualizar que el conoci-miento de los parásitos que infec-tan a un hospedero o grupos dehospederos es un fuerte indicio delas relaciones tróficas en un ecosis-tema, pues podemos conocer dequé organismos se alimenta el hos-p e d e ro y a cuáles sirve de alimento,con lo cual el parásito podría com-pletar su ciclo de vida. Asimismo,podemos establecer las preferen-cias y patrones de alimentación delos hospederos, los posibles patro-nes de migración y, finalmente, va-lorar el riesgo del surgimiento de

enfermedades que afecten a la po-blación humana. Con base en todolo anterior reiteramos nuestra opi-nión de que el estudio de los parási-tos debería ser considerado comoun elemento importante en iniciati-vas futuras en las que se pretendainventariar la biodiversidad de unaregión ge ogr á fica determ i n a d a ,constituyendo un trabajo paraleloal que se realiza con los hospedero sen dichas regiones.

*Laboratorio de Helmintología,Institu-to de Biología,UNAM

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Sprostoniella lamothei

© Berenit Mendoza Garfias

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EDITADO por el Instituto de Eco-logía,A. C. y la CONABIO,reciente-mente se publicó el libro Huellas yo t ros ra s t ros de los mamífe ro sgrandes y medianos de México, deMarcelo Aranda. Este libro consti-tuye una nueva edición de la yaagotada obra que apareció por pri-mera vez hace casi 20 años.

En la introducción, el autor nosexplica la importancia del rastreocomo un método para aprender so-bre la biología de los animales:“…la clave para una correcta iden-tificación e interpretación es el co-nocimiento de la biología de losanimales; pero a la vez,una correc-ta identificación e interpretaciónpuede aportar nuevos conocimien-tos; es una situación de retroali-mentación.”

El libro está dividido en tres ca-pítulos: en el primero se analizanaspectos importantes para la identi-ficación e interpretación correctade las huellas de los mamífe ro s ,c o-mo son la marcha, el terreno, lascondiciones ambientales y la colec-ta. En el segundo capítulo se anali-zan los usos y las limitaciones de laactividad de rastrear como un mé-todo de estudio de los mamíferossilvestres y, f inalmente, en el tercercapítulo se hace un análisis de losrastros de 106 especies de mamífe-ros. Para cada una de ellas se pre-

senta info rmación básica, c o m oson sus nombres comunes, la des-cripción del animal, su hábitat, sud i s t ri bución ge n e ral y en México,ysu biología, así como un análisisdetallado y claramente ilustrado desus rastros; cada especie incluyetambién una ilustración del animal.El libro tiene, además, un apéndicecon los mapas de distribución enMéxico de las especies estudiadasen la obra.

Huellas y otros rastros de losmamíferos grandes y medianos deMéxico constituye, sin duda, unaaportación importante para el estu-dio de la mastozo o l ogía en México;es un libro en el cual,tanto investi-gadores y estudiantes,como aficio-nados al estudio de los animales,encontrarán información valiosa ymuy interesante.

HUELLAS Y OTROS RASTROS DE LOS MAMÍFEROSGRANDES Y MEDIANOS DE MÉXICO

L I B R O S L I B R O S L I B R O S L I B R O S

El contenido de Biodiversitas puede reproducirse siempre que la fuente sea citada.

COORDINADOR:Fulvio Eccardi ASISTENTE:Rosalba Becerra

CORREOE:[email protected]

DISEÑO:Luis Almeida,Ricardo Real PRODUCCIÓN:BioGraphica

Liga Periférico Sur-Insurgentes 4903,Col. Parques del Pedregal,14010 México,D.F.

Tel. 5528 9100,fax 5528 9125,http://www.conabio.gob.mx

Registro en trámite

CONVENTION ON BIOLOGICALDIVERSITY.COSTA RICA

Global Taxonomy Initiative Regional Meeting in CentralAmerica,San José de Costa Rica,Costa Rica

Del 5 al 8 de febrero de 2001

Informes:Mr. Hamdallah ZedanExecutive SecretarySecretariat of the Convention on Biological DiversityTel:514 288 2220Fax:514 288 6588Correo e:[email protected]:http://www.biodiv.org

INTERNATIONAL CENTRE FOR GENETICENGINEERING AND BIOTECHNOLOGY.TRIESTE, ITALIA

Introduction to Biosafety and Risk Assessment for the Envi-ronmental Release of Genetically Modified Organism(GMOs):Theoretical Approach and Scientific Background.Trieste,Italy

Del 5 al 9 de marzo de 2001

Informes:Dr. Giovanni FerraioloTel:(39 040) 375 7364Fax: (39 040) 226555Correo e:[email protected]:http://www.icgeb.trieste.it/biosafety

THE ASSOCIATION FOR THE ENVIRON-MENTAL HEALTH OF SOILS (AEHS) ANDTHE NAVY.ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

11th Annual West Coast Conference on Contaminated Soils,Sediments and Water. San Diego,California

Del 19 al 22 de marzo de 2001

Informes:Marc Nascarella Tel.:413 549 5170 Correo e:[email protected]:http://www.aehs.com/conferences

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA, FACULTAD DE CIENCIASMARINAS, INSTITUTO DE INVESTIGA-CIONES OCEANOGRÁFICAS.MÉXICO

VIII Congreso Nacional y II Simposium Internacional sobreel Mar de Cortés. Baja California, México

Del 29 de mayo al 1 de junio de 2001

Informes:Ocean. Luis E. Aguilar Rosas y Dr. Eduardo Santamaría del ÁngelCorreo e:[email protected]:http://aimac.ens.uabc.mx

COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD

La CONABIO es una comisión intersecretarial dedicada a coordinar y establecer unsistema de inventarios biológicos del país,promover proyectos

de uso de los recursos naturales que conserven la diversidad biológica y difundir enlos ámbitos nacional y regional el conocimiento sobre la riqueza biológica del país

y sus formas de uso y aprovechamiento.

SECRETARIOTÉCNICO:Víctor Lichtinger COORDINADORNACIONAL :José Sarukhán Kermez

SECRETARIOEJECUTIVO:Jorge Soberón Mainero DIRECTORDESERVICIOSEXTERNOS :Hesiquio Benítez Díaz

CENTRO AGRONÓMICO TROPICAL DE INVESTIGACIÓNY ENSEÑANZA (CATIE).COSTA RICA

Simposio Internacional sobre Sistemas Silvopastoriles y II Congreso sobre Agro-forestería y Producción Ganadera en América Latina. Costa Rica

Del 3 al 7 de abril de 2001

Informes:Ariadne Jiménez Centro Agronómico Tropical de Investigación y EnseñanzaApdo. 44,7170 Turrialba,Costa Rica. Tel. 506 556 1789 o 506 556 7830Fax. 506 556 1576 o 506 556 7766Correo e:[email protected]