Tema 05 - La Palabra de Dios en la celebraciónSan_Fulgencio... · 1. Introducción. 2. La Sagrada Escritura en la liturgia 1. Fundamento 2. Significado 3. La Palabra de Dios en la

Instituto Teológico “San Fulgencio” (Murcia) Ciclo Institucional Asignatura 5.03. Introducción general a la Liturgia y a los Sacramentos (7,5 crs.) Profesor: Ramón Navarro Gómez

Segunda parteLA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO

Tema 5 LA PALABRA DE DIOS EN LA CELEBRACIÓN

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“La importancia de la Sagrada Escritura en la celebración de la liturgia es máxima. En efecto, de ella se toman las lecturas que se explican en la homilía y los salmos que se cantan”

(SC 24)


Segunda Parte Tema 5. La Palabra de Dios en la celebración

Desde el Concilio Vaticano II

Y más cosas

J. LÓPEZ MARTÍN, La liturgia de la Iglesia (Sapientia Fidei, 6), BAC, Madrid, 22009, pp. 103-114 [Capítulo VII, “La Palabra de Dios en la celebración”]

Texto de referencia




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1. Introducción.

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1. Introducción.2. La Sagrada Escritura en la liturgia

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1. Fundamento

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1. Fundamento2. Significado

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3. La Palabra de Dios en la Historia de la Salvación

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3. La Palabra de Dios en la Historia de la Salvación4. La Iglesia, bajo la Palabra de Dios.

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3. La Palabra de Dios en la Historia de la Salvación4. La Iglesia, bajo la Palabra de Dios.5. La liturgia de la Palabra

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1. La liturgia, lugar de la Palabra.

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1. La liturgia, lugar de la Palabra.2. Estructura de la Liturgia de la Palabra.

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1. La liturgia, lugar de la Palabra.2. Estructura de la Liturgia de la Palabra.3. Primacía del Evangelio.

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6. El leccionario de la Palabra de Dios.

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6. El leccionario de la Palabra de Dios.1. Signo de la palabra.

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6. El leccionario de la Palabra de Dios.1. Signo de la palabra.2. El leccionario de la misa en la historia.SU

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6. El leccionario de la Palabra de Dios.1. Signo de la palabra.2. El leccionario de la misa en la historia.3. Organización del leccionario de la misa.SU

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Documento 1º. Ordenación de las Lecturas de la Misa. Prenotandos. 2ª ed. típica.

D o c u m e n t o 2 º . B e n e d i c t o X V I , Exhortación Apostólica post-sinodal “Verbum Domini”.

Material auxiliar 1º. Análisis cuantitativo del uso de la Sagrada Escritura en los leccionarios.

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Segunda Parte Tema 6. La celebración


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1Introducción





1Introducción

El primero de los componentes de la celebración es el acontecimiento que da lugar a la acción litúrgica, evocado por la Palabra de Dios.



1Introducción

El primero de los componentes de la celebración es el acontecimiento que da lugar a la acción litúrgica, evocado por la Palabra de Dios.En el centro mismo de la celebración cristiana se encuentra siempre el Misterio Pascual.



1Introducción

El primero de los componentes de la celebración es el acontecimiento que da lugar a la acción litúrgica, evocado por la Palabra de Dios.En el centro mismo de la celebración cristiana se encuentra siempre el Misterio Pascual.



1Introducción

1Introducción



Es el objeto de la celebración, desde el momento en que es anunciado, proclamado y celebrado en la litugia de la Palabra.

1Introducción



Es el objeto de la celebración, desde el momento en que es anunciado, proclamado y celebrado en la litugia de la Palabra.

1Introducción



1Introducción



En este tema vamos a exponer la importancia de la lectura y proclamación de la Palabra divina como fundamento del diálogo entre Dios y su pueblo y uno de los modos de la presencia de Cristo en la liturgia. Veremos también la estructura de la Liturgia de la Palabra y la organización del Leccionario.

1Introducción



En este tema vamos a exponer la importancia de la lectura y proclamación de la Palabra divina como fundamento del diálogo entre Dios y su pueblo y uno de los modos de la presencia de Cristo en la liturgia. Veremos también la estructura de la Liturgia de la Palabra y la organización del Leccionario.

1Introducción



1Introducción



Antes de ello vamos a hacer un pequeño excursus sobre la relación entre Palabra de Dios y liturgia mirando al origen de ambas realidades.

1Introducción



Antes de ello vamos a hacer un pequeño excursus sobre la relación entre Palabra de Dios y liturgia mirando al origen de ambas realidades.

1Introducción



§ ANTIGUO TESTAMENTO

Éxodo 12,1-13Acción ritual è Cena Pascual

Acción divina è “Pascua”simultáneas

La pascua se vive por medio de la liturgia, se vive como acto de culto

1Introducción



Acción divina Primordial-fundante

ambivalente

muerte Vida Salvación

Acción ritual Programa ritual

quienes observan

les ayuda a vivir

PALABRA-ACONTECIMIENTO

Las celebraciones sucesivas serán testigo, custodia y memoria a la vez que hermenéutica. “obsérvalo tú y tus hijos…”

1Introducción



Acción divina Primordial-fundante

ambivalente

muerte Vida Salvación


quienes observan

les ayuda a vivir

PALABRA-ACONTECIMIENTO

Las celebraciones sucesivas serán testigo, custodia y memoria a la vez que hermenéutica. “obsérvalo tú y tus hijos…”

Repetición Continuidad No diferencia

1Introducción



Repetición Continuidad No diferencia

Proclamación de la Palabra de Dios


quienes observan

les ayuda a vivir

PALABRA-DISCURSO

Hay una identidad entre la asamblea primigenia y la asamblea actual.

Porque no es cualquier Palabra, su Palabra es acción (cf. Is 55,10-11; Heb 4,12), igual que la acción salvífica primigenia. Portadora de salvación que no será ambivalente porque en la acción ritual hay una hermenéutica (2Pe 3,14-16).

1Introducción



CONCLUSIÓN: El origen de la Sagrada Escritura es el culto, bien en sentido estricto, bien porque se escribe para ser proclamada en el culto

1Introducción



§ NUEVO TESTAMENTO

Acción divina Muerte y resurrección

de Jesucristo

Una muerte más

Muerte salvífica


Última Cena

quienes observan

les ayuda a vivir

POSTERIOR

Ambivalente, no por su valor salvífico, sino por la interpretación que se le pueda dar:

ANTERIOR

Anticipación profética Valor interpretativo

1Introducción



“Haced esto en conmemoración mía”


Celebración Eucarística

¿Cómo es esa repetición? § Proclamación que contiene la acción divina. § Anuncio de la muerte y resu- rrección de Cristo (rito). UNIDAD: El programa ritual es en sí mismo acción salvífica.

1Introducción



1Introducción



Partimos de una afirmación: la liturgia es la Biblia celebrada.

1Introducción



Partimos de una afirmación: la liturgia es la Biblia celebrada.¿Qué relación hay entonces entre Biblia y Liturgia? ¿De qué manera toda la Biblia está en la liturgia y viceversa?

1Introducción



Partimos de una afirmación: la liturgia es la Biblia celebrada.¿Qué relación hay entonces entre Biblia y Liturgia? ¿De qué manera toda la Biblia está en la liturgia y viceversa?

1Introducción





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1Introducción

Hay tres aspectos en los que encontramos esa relación:

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1Introducción


La estructura de la celebración.

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1Introducción



La Eucología

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1Introducción



La Eucología

La Proclamación de las Lecturas.

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1Introducción



La Eucología


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1Introducción



La Eucología


Intr

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ción§ La Estructura de la celebración.

§ La celebración tiene la estructura de siguiente: PALABRA + SIGNO.

§ ¿De donde nace esta estructura? Podemos ver su origen en las estructuras bíblicas, que son como modelos o arquetipos de la liturgia cristiana. La categoría en la que se debe entender esto es la del cumplimiento.

§ Alianza. ¿Cómo era el rito de la alianza?: PROCLAMACIÓN DEL DOCUMENTO DE LA ALIANZA + SIGNO (Sacrificio de comunión). La del Sinaí era bilateral, la Nueva Alianza será unilateral-donativa.

§ Juicio de Dios (rîb). El acusado reconoce su culpa tiene derecho a ser perdonado (profetismo). Es la estructura fundamental del sacramento de la reconciliación (cf. Sal 50-51).

§ Oración de petición de perdón (todah). En el postexilio, con la ausencia del profetismo, aparece este tipo de oración que es similar a una confessio: anámnesis narrativa de la historia de Israel e interpretación de la historia como castigo merecido por los pecados y petición de perdón (intercesión).

§ Otras: Cena Pascual, Bendición, Sacrificio…



1Introducción



La Eucología


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§ Otras: Cena Pascual, Bendición, Sacrificio… § La Eucología. § Citación (Mismas palabras). Concinnitas.

§ Alusión (Misma idea)

§ Centonización (Mezcla de textos). Generalmente es una eucología poco afortunada.



1Introducción



La Eucología


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§ Otras: Cena Pascual, Bendición, Sacrificio… § La Eucología. § Citación (Mismas palabras). Concinnitas.

§ Alusión (Misma idea)

§ Centonización (Mezcla de textos). Generalmente es una eucología poco afortunada.

§ La Proclamación de las lecturas. § Realmente supone una reformulación de la Sagrada Escritura. SC 7 habla de la proclamación

de las lecturas como actualización perfecta de las mismas.

§ La Iglesia cambia el texto para, por ejemplo, dirigir la atención sobre un tema, que no necesariamente tiene que ser el tema primario exegéticamente hablando.

§ La Iglesia puede cambiar el texto porque no celebra el libro, sino el acontecimiento, y el acontecimiento está presente en cada parte de la Sagrada Escritura (Von Balthasar). Toda celebración es celebración del Misterio Pascual de Cristo desde diversos ángulos.

§ ¿Cómo cambia la Iglesia el texto?

§ Por medio de retoques (incipit, explicit, supresión de algunos versículos…) Pueden cambiar la intención del autor (que podemos intuir) y del texto en función del contexo celebrativo.

§ Por medio de la jerarquización del texto, en función de la celebración.

§ Por medio de la lectura cristológica del texto (p. e., la primera lectura typos del evangelio).

2La Sagrada Escrituraen la Liturgia




1Fundamento






Todas las liturgias de Oriente y Occidente han reservado un pueblo privilegiado a la Sagrada Escritura en todas las celebraciones.




Todas las liturgias de Oriente y Occidente han reservado un pueblo privilegiado a la Sagrada Escritura en todas las celebraciones.La versión de los LXX fue el primer libro litúrgico de la Iglesia.




Todas las liturgias de Oriente y Occidente han reservado un pueblo privilegiado a la Sagrada Escritura en todas las celebraciones.La versión de los LXX fue el primer libro litúrgico de la Iglesia.







Jesús. Cita el Antiguo Testamento aplicándolo a su persona y a su obra. Invita a escrutar las Escrituras, que hablan de él. Ejerce el oficio de lector y predicador en el oficio sinagogal. El episodio de Emaús (Lc 24) apunta ya a la bipartición de la celebración eucarística: liturgia de la palabra – liturgia eucarística.




Jesús. Cita el Antiguo Testamento aplicándolo a su persona y a su obra. Invita a escrutar las Escrituras, que hablan de él. Ejerce el oficio de lector y predicador en el oficio sinagogal. El episodio de Emaús (Lc 24) apunta ya a la bipartición de la celebración eucarística: liturgia de la palabra – liturgia eucarística.







San Justino. 155 d. C. Roma. En la más antigua descripción de la eucaristía dominical que poseemos, la celebración comienza con la Liturgia de la Palabra (I Apol. 67), ed. Ruiz Bueno, 258).




San Justino. 155 d. C. Roma. En la más antigua descripción de la eucaristía dominical que poseemos, la celebración comienza con la Liturgia de la Palabra (I Apol. 67), ed. Ruiz Bueno, 258).









Es muy probable que desde el principio se siguiera la práctica sinagogal de proclamar la Palabra de Dios en las reuniones de oración y particularmente en la Eucaristía. Cuando comenzaron a circular por las Iglesias las “memorias de los Apóstoles” su lectura se añadió al Antiguo Testamento. Muchas páginas del Nuevo Testamento atestiguan su transmisión oral en contexto litúrgico (p.e., himnos paulinos).




Es muy probable que desde el principio se siguiera la práctica sinagogal de proclamar la Palabra de Dios en las reuniones de oración y particularmente en la Eucaristía. Cuando comenzaron a circular por las Iglesias las “memorias de los Apóstoles” su lectura se añadió al Antiguo Testamento. Muchas páginas del Nuevo Testamento atestiguan su transmisión oral en contexto litúrgico (p.e., himnos paulinos).





La proclamación de la Palabra es un hecho constante y universal en la historia de la liturgia, de modo que no hay rito litúrgico que no tenga varios leccionarios, en los que se distribuye la lectura de la Palabra de Dios de acuerdo con el calendario y las necesidades pastorales de la respectiva Iglesia.




La proclamación de la Palabra es un hecho constante y universal en la historia de la liturgia, de modo que no hay rito litúrgico que no tenga varios leccionarios, en los que se distribuye la lectura de la Palabra de Dios de acuerdo con el calendario y las necesidades pastorales de la respectiva Iglesia.







El Vaticano II habla de los leccionarios de la Palabra de Dios como los tesoros bíblicos de la Iglesia, y dispone que se abran con mayor amplitud (SC 51; cf. 92). El Concilio afirmó también la importancia máxima de la Sagrada Escritura en la celebración de la liturgia (SC 24).




El Vaticano II habla de los leccionarios de la Palabra de Dios como los tesoros bíblicos de la Iglesia, y dispone que se abran con mayor amplitud (SC 51; cf. 92). El Concilio afirmó también la importancia máxima de la Sagrada Escritura en la celebración de la liturgia (SC 24).





2Significado






Fundamento teológico. El principal fundamento teológico para hablar de la importancia de la Palabra de Dios en la liturgia es sin duda la convicción de la presencia del Señor en la Palabra proclamada. Así lo recoge tanto Sacrosanctum Concilium como la constitución Dei Verbum sobre la divina revelación:















“En efecto, como enseña el mismo Concilio, en la liturgia Dios habla a su pueblo: Cristo sigue anunciando en el Evangelio; y el pueblo responde a Dios con cánticos y oraciones” (SC 33)





La Iglesia sabe que, cuando abre las Escrituras, encuentra siempre en ellas la Palabra divina y la acción del Espíritu, por quien “la voz del Evangelio resuena viva en al Iglesia” (DV 8).





La Iglesia sabe que, cuando abre las Escrituras, encuentra siempre en ellas la Palabra divina y la acción del Espíritu, por quien “la voz del Evangelio resuena viva en al Iglesia” (DV 8).







La palabra leída y proclamada en la liturgia en uno de los modos de la presencia del Señor junto a su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica (SC 7).




La palabra leída y proclamada en la liturgia en uno de los modos de la presencia del Señor junto a su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica (SC 7).







La homilía ha de ser “un anuncio de las maravillas de Dios en la historia de la salvación, es decir, del misterio de Cristo, que está siempre presente y obra en nosotros, sobre todo en las celebraciones litúrgicas” (SC 35,2). Pablo VI, en la encíclica Mysterium fidei, reconocerá una cierta presencia del Señor en la Iglesia que predica, en nombre, con la autoridad y la asistencia de Cristo (Mysterium Fidei, 20).



















2La Palabra de Diosen la Historiade la Salvación






Heb 1,1-2. Dios nos habla, primero por medio de los profetas, ahora por medio de su Hijo. Jn 1,14; Gal 4,4: En la plenitud de los tiempos, la misma Palabra se ha hecho carne y ha habitado entre nosotros. Mc 9,7par: Ell Padre mismo lo presenta y nos invita a escucharle.















Jesús: enseña a sus discípulos a acercarse al misterio de la Palabra de Dios (a él mismo, Palabra encarnada): invita a leer las Escrituras para conocerle a él, y desde él remontarse a los tiempos de la Promesa, el AT (Lc 24, 25-27.32.44-48).




Jesús: enseña a sus discípulos a acercarse al misterio de la Palabra de Dios (a él mismo, Palabra encarnada): invita a leer las Escrituras para conocerle a él, y desde él remontarse a los tiempos de la Promesa, el AT (Lc 24, 25-27.32.44-48).







Por tanto Cristo es el centro de las Escrituras: toda lectura, meditación, estudio o proclamación de la Palabra, particularmente en la celebración, ha de ser cristocéntrica. Desde Cristo hacia el AT, y de vuelta a Cristo en el NT.




Por tanto Cristo es el centro de las Escrituras: toda lectura, meditación, estudio o proclamación de la Palabra, particularmente en la celebración, ha de ser cristocéntrica. Desde Cristo hacia el AT, y de vuelta a Cristo en el NT.







Historia de la Salvación: Preexistencia de la Palabra de Dios y papel creador (Jn 1,3; Col 1,16-17; Gén 1,3.6 etc; Sal 33,6) Como luz verdadera entra en la historia (Jn 1,5; 3,19) en cumplimiento del designio del Padre (cf. Ef 1,9; 3,9-11).




Historia de la Salvación: Preexistencia de la Palabra de Dios y papel creador (Jn 1,3; Col 1,16-17; Gén 1,3.6 etc; Sal 33,6) Como luz verdadera entra en la historia (Jn 1,5; 3,19) en cumplimiento del designio del Padre (cf. Ef 1,9; 3,9-11).







El AT y los acontecimientos del pueblo de Israel fueron una continua manifestación de la presencia invisible de la Sabiduría de Dios, que iba preparando la llegada de los tiempos mesiánicos.




El AT y los acontecimientos del pueblo de Israel fueron una continua manifestación de la presencia invisible de la Sabiduría de Dios, que iba preparando la llegada de los tiempos mesiánicos.







El Verbo, que estaba Junto a Dios y conocía al padre (Jn 1,1-2.18; Mt 11,27) era el único que podía hacer a los hombres verdaderos hijos de Dios si creen en su nombre (cf. Jn 1,12-13; 3,5-6).




El Verbo, que estaba Junto a Dios y conocía al padre (Jn 1,1-2.18; Mt 11,27) era el único que podía hacer a los hombres verdaderos hijos de Dios si creen en su nombre (cf. Jn 1,12-13; 3,5-6).




3La Iglesia,bajo la Palabra

de Dios



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La Palabra de Dios convoca al pueblo y lo constituye en asamblea pascual litúrgica (cf. Ex 12), y por lo mismo exige una respuesta.

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La Palabra de Dios convoca al pueblo y lo constituye en asamblea pascual litúrgica (cf. Ex 12), y por lo mismo exige una respuesta.

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Esto es así tanto en el AT (cf. Dt 27,9-10; Ex 25,10-16, etc.) como en el NT, donde la ofrenda de la Alianza nueva y eterna, sellada en la sangre de Cristo, se realiza también en la fidelidad da la Palabra: “Si me amáis, guardar mis mandamientos” (Jn 14,15); “el que me ama guardará mi palabra...” (Jn 14,23.24).

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Por tanto el Pueblo de Dios, en el AT como en el NT es el pueblo de la escucha de la Palabra y del anuncio de la Palabra: servidores de la Palabra y mensajeros del Evangelio, de modo que la Iglesia, “bajo la Palabra de Dios” ha de vivir de esa Palabra (Sínodo de los Obispos de 1985).

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Por tanto el Pueblo de Dios, en el AT como en el NT es el pueblo de la escucha de la Palabra y del anuncio de la Palabra: servidores de la Palabra y mensajeros del Evangelio, de modo que la Iglesia, “bajo la Palabra de Dios” ha de vivir de esa Palabra (Sínodo de los Obispos de 1985).

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4La Liturgiade la Palabra

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“La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor, no dejando de tomar de la mesa y de distribuir a los fieles el pan de vida, tanto en la palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en la liturgia” (DV 21).

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“La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor, no dejando de tomar de la mesa y de distribuir a los fieles el pan de vida, tanto en la palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en la liturgia” (DV 21).

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2La liturgia, lugar de la Palabra






Destinatarios de la Palabra en la liturgia no es solamente cada fiel aislado, sino el pueblo de Dios congregado por el Espíritu Santo, constituido en asamblea en oración mediante la escucha de la Palabra. La liturgia es el lugar privilegiado donde la Palabra de Dios suena con particular eficacia.




Destinatarios de la Palabra en la liturgia no es solamente cada fiel aislado, sino el pueblo de Dios congregado por el Espíritu Santo, constituido en asamblea en oración mediante la escucha de la Palabra. La liturgia es el lugar privilegiado donde la Palabra de Dios suena con particular eficacia.







Cristo está presente en la Palabra proclamada. Esto tiene consecuencias prácticas: no omitir nunca la proclamación de la Escritura (cf. SC 6); veneración litúrgica del leccionario y del evangeliario (cf. DV 21). El Concilio acuñó la expresión “liturgia de la Palabra” (SC 56) dejando de lado expresiones antiguas como “misa didáctica” o “misa de los catecúmenos”.




Cristo está presente en la Palabra proclamada. Esto tiene consecuencias prácticas: no omitir nunca la proclamación de la Escritura (cf. SC 6); veneración litúrgica del leccionario y del evangeliario (cf. DV 21). El Concilio acuñó la expresión “liturgia de la Palabra” (SC 56) dejando de lado expresiones antiguas como “misa didáctica” o “misa de los catecúmenos”.







De la liturgia de la Palabra dice el Concilio que “está tan íntimamente unida al rito que constituye un sólo acto de culto”




De la liturgia de la Palabra dice el Concilio que “está tan íntimamente unida al rito que constituye un sólo acto de culto”







Cristo, centro y punto de referencia. La Sagrada Escritura, proclamada en la liturgia, expone el desarrollo de la economía divina que el Padre, desde el principio, ha hecho que se cumpliese en el evangelio de Jesucristo (DV 2; 4;7).




Cristo, centro y punto de referencia. La Sagrada Escritura, proclamada en la liturgia, expone el desarrollo de la economía divina que el Padre, desde el principio, ha hecho que se cumpliese en el evangelio de Jesucristo (DV 2; 4;7).





2Estructura de la Liturgia de la Palabra






En la Escritura, leída y entendida en su unidad fundamental, es decir, tomando a Cristo como centro y punto de referencia constante, se manifiesta el estilo y el tipo de salvación que Dios ha querido realizar en su amor a todos los hombres, una salvación preparada e iniciada en el AT y plenamente realizada en la encarnación, vida, obras, palabras, muerte y resurrección de su Hijo.




En la Escritura, leída y entendida en su unidad fundamental, es decir, tomando a Cristo como centro y punto de referencia constante, se manifiesta el estilo y el tipo de salvación que Dios ha querido realizar en su amor a todos los hombres, una salvación preparada e iniciada en el AT y plenamente realizada en la encarnación, vida, obras, palabras, muerte y resurrección de su Hijo.




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Dios sigue hablando. El Dios que habla y actúa, revelándose con hechos y palabras (DV 2; 24), sigue hablando a los hombres para que no les falte nunca tanto el anuncio de los hechos ya realizados en la vida y en la muerte de Cristo, como la explicación o ilustración de estos hechos a base del recuerdo de los acontecimientos que los prepararon (AT) o de las profecías que los anunciaron.

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Dios sigue hablando. El Dios que habla y actúa, revelándose con hechos y palabras (DV 2; 24), sigue hablando a los hombres para que no les falte nunca tanto el anuncio de los hechos ya realizados en la vida y en la muerte de Cristo, como la explicación o ilustración de estos hechos a base del recuerdo de los acontecimientos que los prepararon (AT) o de las profecías que los anunciaron.

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Por eso los evangelios -consignación escrita bajo el ES de los hechos y palabras de Cristo- significan no solamente el culmen de la revelación divina, sino también el culmen de la proclamación litúrgica de esa revelación contenida en las SE (cf. DV 18). De igual modo, los restantes escritos del NT confirman todo lo que se refiere a Cristo y manifiestan el poder de su obra salvadora en la Iglesia (cf. DV 20).




Por eso los evangelios -consignación escrita bajo el ES de los hechos y palabras de Cristo- significan no solamente el culmen de la revelación divina, sino también el culmen de la proclamación litúrgica de esa revelación contenida en las SE (cf. DV 18). De igual modo, los restantes escritos del NT confirman todo lo que se refiere a Cristo y manifiestan el poder de su obra salvadora en la Iglesia (cf. DV 20).







Profundizar en la Palabra. La Iglesia, abierta a este diálogo, tiene que profundizar en la Palabra que celebra (DV 23), porque sabe que tiene la misión de tomar el Pan de la Vida, que se le ofrece en una doble mesa -la Mesa de la Palabra y la Mesa del Cuerpo de Cristo- para darlo y distribuirlo a los hombres bajo estas dos formas (cf. DV 21).




Profundizar en la Palabra. La Iglesia, abierta a este diálogo, tiene que profundizar en la Palabra que celebra (DV 23), porque sabe que tiene la misión de tomar el Pan de la Vida, que se le ofrece en una doble mesa -la Mesa de la Palabra y la Mesa del Cuerpo de Cristo- para darlo y distribuirlo a los hombres bajo estas dos formas (cf. DV 21).







Es fundamentalmente para la vida cristiana el que los fieles participen consciente, activa y piadosamente en la acción sagrada, sean instruidos con la Palabra de Dios y se fortalezcan en la mesa del Señor (SC 48). Y de esta necesidad participan también los mismos ministros de la palabra (cf. DV 25; PO 4).




Es fundamentalmente para la vida cristiana el que los fieles participen consciente, activa y piadosamente en la acción sagrada, sean instruidos con la Palabra de Dios y se fortalezcan en la mesa del Señor (SC 48). Y de esta necesidad participan también los mismos ministros de la palabra (cf. DV 25; PO 4).







La lectura litúrgica de la Palabra de Dios se realiza siempre a la manera como el propio Cristo, los Apóstoles y los Santos Padres utilizaron las Escrituras, es decir, situando en primer término el misterio pascual y explicando, desde él, todos los hechos y palabras que llegan en la historia de la salvación y constituyen el contenido de las celebraciones litúrgicas.




La lectura litúrgica de la Palabra de Dios se realiza siempre a la manera como el propio Cristo, los Apóstoles y los Santos Padres utilizaron las Escrituras, es decir, situando en primer término el misterio pascual y explicando, desde él, todos los hechos y palabras que llegan en la historia de la salvación y constituyen el contenido de las celebraciones litúrgicas.







Desde Cristo se va hacia el AT, y se vuelve a Cristo en la continuidad representada por el Nuevo (cf. DV 20). De este modo las lecturas bíblicas ponen de manifiesto el desarrollo progresivo de la historia de la salvación que culmina en Cristo y se prolonga en los actos litúrgicos de la Iglesia.




















3Primacía del Evangelio






Hechos y Palabras de Jesús. El Evangelio tiene la primacía en el conjunto de la SE, y consecuentemente en la proclamación litúrgica de la Palabra. Aunque toda la Biblia habla de Cristo, los Evangelios contienen la narración de los hechos y las palabras realizados por Cristo para salvarnos.




Hechos y Palabras de Jesús. El Evangelio tiene la primacía en el conjunto de la SE, y consecuentemente en la proclamación litúrgica de la Palabra. Aunque toda la Biblia habla de Cristo, los Evangelios contienen la narración de los hechos y las palabras realizados por Cristo para salvarnos.







Estos hechos y palabras constituyen el centro de toda la historia humana, de modo particular el Misterio de la Pascua, verdero núcleo de la vida histórica de Jesús.




Estos hechos y palabras constituyen el centro de toda la historia humana, de modo particular el Misterio de la Pascua, verdero núcleo de la vida histórica de Jesús.







En este sentido Cristo glorificado, que está junto al Padre y habla de su Palabra, resume en sí mismo todo el pasado, el presente y el futuro de la historia de los hombres, Cristo resucitado ilumina con la claridad del Misterio Pascual, tanto el AT, que adquiere así su pleno significado, como el NT, prolongado en la historia de la Iglesia, que arranca del Misterio de la Pascua (cf. DV 14-20).




En este sentido Cristo glorificado, que está junto al Padre y habla de su Palabra, resume en sí mismo todo el pasado, el presente y el futuro de la historia de los hombres, Cristo resucitado ilumina con la claridad del Misterio Pascual, tanto el AT, que adquiere así su pleno significado, como el NT, prolongado en la historia de la Iglesia, que arranca del Misterio de la Pascua (cf. DV 14-20).







Lectura evangélica. Los Evangelios ocupan, con razón, el lugar preeminente, puesto que son el testimonio principal de la vida y de la doctrina del Verbo encarnado, nuestro Salvador (DV 18). Las lecturas evangélicas de la liturgia de la Palabra son un medio por el cual Cristo se presenta de manera directa a su Iglesia anunciándole la Buena Noticia (cf. SC 33) en la historia concreta de los hombres, como lo hacía en su existencia terrena, es decir, reclamando de éstos la fe y la adhesión a su persona y a su obra.




Lectura evangélica. Los Evangelios ocupan, con razón, el lugar preeminente, puesto que son el testimonio principal de la vida y de la doctrina del Verbo encarnado, nuestro Salvador (DV 18). Las lecturas evangélicas de la liturgia de la Palabra son un medio por el cual Cristo se presenta de manera directa a su Iglesia anunciándole la Buena Noticia (cf. SC 33) en la historia concreta de los hombres, como lo hacía en su existencia terrena, es decir, reclamando de éstos la fe y la adhesión a su persona y a su obra.







Cada episodio evangélico es el contenido concreto del hoy litúrgico de la Iglesia, que actualiza el misterio de la salvación -el Misterio Pascual- en cada celebración, siguiendo el año litúrgico. Por eso, el Evangelio se proclama, y el resto de la Escritura simplemente se lee.




Cada episodio evangélico es el contenido concreto del hoy litúrgico de la Iglesia, que actualiza el misterio de la salvación -el Misterio Pascual- en cada celebración, siguiendo el año litúrgico. Por eso, el Evangelio se proclama, y el resto de la Escritura simplemente se lee.







Conclusión. La presencia de la Palabra de Dios en la celebración litúrgica obedece a una constante que se puede apreciar en todas las familias litúrgicas de Oriente y Occidente. Sin embargo, la razón de esta presencia es aún más profunda, porque guarda relación con el papel de la Palabra divina ha desempeñado en la historia de la salvación de la cual forma parte la Igleisa, Pueblo de la Palabra y la liturgia, acontecimiento en el que la Palabra se hace eficaz.




Conclusión. La presencia de la Palabra de Dios en la celebración litúrgica obedece a una constante que se puede apreciar en todas las familias litúrgicas de Oriente y Occidente. Sin embargo, la razón de esta presencia es aún más profunda, porque guarda relación con el papel de la Palabra divina ha desempeñado en la historia de la salvación de la cual forma parte la Igleisa, Pueblo de la Palabra y la liturgia, acontecimiento en el que la Palabra se hace eficaz.







La Iglesia celebra la Palabra escuchándola, proclamándola, explicándola, interpretándola y haciéndola actual y viva en los signos sacramentales. De este modo los hechos y palabras de salvación revelados en la Escritura vuelven de nuevo a realizarse por la fuerza del Espíritu que acompaña siempre a la Palabra.




La Iglesia celebra la Palabra escuchándola, proclamándola, explicándola, interpretándola y haciéndola actual y viva en los signos sacramentales. De este modo los hechos y palabras de salvación revelados en la Escritura vuelven de nuevo a realizarse por la fuerza del Espíritu que acompaña siempre a la Palabra.







En la proclamación de la Palabra, que constituye un acto único con el rito, reside la fuerza y la eficacia de la liturgia, en la que se hace presente y se cumple cada uno de los acontecimientos históricos que culminaron en Cristo.




En la proclamación de la Palabra, que constituye un acto único con el rito, reside la fuerza y la eficacia de la liturgia, en la que se hace presente y se cumple cada uno de los acontecimientos históricos que culminaron en Cristo.






5El Leccionariode la Palabra de Dios


1Signo de la Palabra






Este respeto al leccionario como signo se manifiesta en los honores litúrgicos que rodean la proclamación del evangeelio: luces, incienso, beso, colocación sobre el altar, mostrado al pueblo, etc. El lugar propio de este libro es el ambón. Particular relevancia tiene el evangeliario.




Este respeto al leccionario como signo se manifiesta en los honores litúrgicos que rodean la proclamación del evangeelio: luces, incienso, beso, colocación sobre el altar, mostrado al pueblo, etc. El lugar propio de este libro es el ambón. Particular relevancia tiene el evangeliario.







El leccionario, más allá de ser signo de la Palabra, es también una prueba de la interpretación y profundización en las Escrituras que la Iglesia ha hecho en cada tiempo y lugar, guiada siempre por la luz del Espíritu Santo. Es, por tanto, el testimonio de cómo la Iglesia lee la Palabra.




El leccionario, más allá de ser signo de la Palabra, es también una prueba de la interpretación y profundización en las Escrituras que la Iglesia ha hecho en cada tiempo y lugar, guiada siempre por la luz del Espíritu Santo. Es, por tanto, el testimonio de cómo la Iglesia lee la Palabra.





2El Leccionario de la Misa en la Historia






Orígenes de la Iglesia: Sagradas Escrituras. Método de lectura: la lectura continuada, aplicada tanto al AT como a los Evangelios y resto de escritos del NT (método propio de la sinagoga).




Orígenes de la Iglesia: Sagradas Escrituras. Método de lectura: la lectura continuada, aplicada tanto al AT como a los Evangelios y resto de escritos del NT (método propio de la sinagoga).







Más tarde se hacen anotaciones en el volumen para indicar el comienzo y el final de le lectura, y el día en que debía tomarse el pasaje señalado (Biblia anotada). Luego se copiarán las anotaciones en un volumen aparte, ordenadas confirme al calendario.




Más tarde se hacen anotaciones en el volumen para indicar el comienzo y el final de le lectura, y el día en que debía tomarse el pasaje señalado (Biblia anotada). Luego se copiarán las anotaciones en un volumen aparte, ordenadas confirme al calendario.







Esto ya supone una sistematización y ordenación de las lecturas (lectura temática). Esto se hace a la misma vez que aparece el Año Litúrgico.




Esto ya supone una sistematización y ordenación de las lecturas (lectura temática). Esto se hace a la misma vez que aparece el Año Litúrgico.







Finalmente se copian los textos bíblicos en su integridad. Son los leccionarios propiamente dichos, que aparecen a partir del siglo VIII y han recibido diversos nombres: Comes, Apostolus, Epistolare, Evangelium excerptum, Evangeliare, Comes Epistulae cum Evangeliis y, finalmente, lectionarium.




Finalmente se copian los textos bíblicos en su integridad. Son los leccionarios propiamente dichos, que aparecen a partir del siglo VIII y han recibido diversos nombres: Comes, Apostolus, Epistolare, Evangelium excerptum, Evangeliare, Comes Epistulae cum Evangeliis y, finalmente, lectionarium.







Cuando a partir del s. XI aparezcan los Misales plenarios los leccionarios dejan de existir como libros independientes, aunque se mantuvo la costumbre de usar el Epistolario y Evangeliario para la Misa Solemne.




Cuando a partir del s. XI aparezcan los Misales plenarios los leccionarios dejan de existir como libros independientes, aunque se mantuvo la costumbre de usar el Epistolario y Evangeliario para la Misa Solemne.





2Organización del Leccionario de la Misa






La reforma litúrgica (cf. SC 35,1; 51) ha dado lugar al más abundante leccionario de la Misa de toda la historia de la liturgia romana, sin contar los no menos ricos leccionarios de los rituales de los sacramentos y el de la liturgia de las horas. El actual orden de lecturas de la Misa (OLM) entra en vigor el 30 de noviembre de 1969, juntamente con el Ordo Missae.




La reforma litúrgica (cf. SC 35,1; 51) ha dado lugar al más abundante leccionario de la Misa de toda la historia de la liturgia romana, sin contar los no menos ricos leccionarios de los rituales de los sacramentos y el de la liturgia de las horas. El actual orden de lecturas de la Misa (OLM) entra en vigor el 30 de noviembre de 1969, juntamente con el Ordo Missae.







Los principios directivos de la organización del leccionario son los siguientes:





tres lecturas en los domingos y fiestas;






ciclo de tres años para le leccionario dominical y festivo,







dos años para el ferial del tiempo ordinario;








independencia y complementariedad del ferial y el dominical;








independencia y complementariedad del ferial y el dominical;







posibilidad de alternativas en las Misas Rituales, común de santos, votivas, ad diversa y difuntos;





conservación del uso tradicional de algunos libros de la Escritura en determinados tiempos litúrgicos;






mayor presencia del AT; recuperación de algunos textos evangélicos ligados al catecumenado, etc.






mayor presencia del AT; recuperación de algunos textos evangélicos ligados al catecumenado, etc.







Una de las novedades que aportó la Reforma Litúrgica es el salmo responsorial.




Una de las novedades que aportó la Reforma Litúrgica es el salmo responsorial.




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Tema 05 - La Palabra de Dios en la celebraciónSan_Fulgencio... · 1. Introducción. 2. La Sagrada Escritura en la liturgia 1. Fundamento 2. Significado 3. La Palabra de Dios en la