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TEMA 5: LA ANTROLOGÍA BRITÁNICA Y LA ANTROPOLOGÍA FRANCESA EN ÁFRICA El espacio de referencia al que se va referir el análisis es el “Imperio Colonial” que era una subdivisión dentro del “Imperio Británico”. En el texto vamos a referirnos única y exclusivamente a las colonias en África del oeste y en África del este. En el caso francés, podemos partir de lo que eran las colonias en 1914. Desde el punto de vista temporal, vamos a referirnos básicamente a lo que algunos autores designan como el “alto periodo colonial” y que se extiende desde los tratados de paz de 1919 hasta la invasión alemana en 1940. En la ideología colonial durante este periodo habría que referirse a dos obras: la primera fue publicada por Frederick J. D. Lugard, se titula “The Dual Mandate in British, Tropical África”. La segunda es “La mise en Valeur des colinies françaises” de Albert Sarraut. Lord Lugard fue gobernador general de Nigeria durante cinco años y Albert Sarraut (miembro del Partido Radical Socialista) fue ministro de las Colonias en Francia a partir de 1921 hasta 1924. EL “INDIRECT RULE” Y EL DESARROLLO DEL COLONIALISMO BRITÁNICO El momento en que empieza a utilizarse como un método, consciente y teorizado como tal, es en las colonias. Tiene lugar por primera vez en el Califato de Sokoto en el Norte de Nigeria y posteriormente se extiende a otras colonias. El militar que conquista este Califato es Frederick Lugard. Él buscaba una administración autoritaria y se encontró con que los emires Fulbe podían servir de instrumentos para 1

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Antropologia

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TEMA 5: LA ANTROLOGÍA BRITÁNICA Y LA ANTROPOLOGÍA

FRANCESA EN ÁFRICA

El espacio de referencia al que se va referir el análisis es el “Imperio Colonial” que era una subdivisión dentro del “Imperio Británico”. En el texto vamos a referirnos única y exclusivamente a las colonias en África del oeste y en África del este. En el caso francés, podemos partir de lo que eran las colonias en 1914.

Desde el punto de vista temporal, vamos a referirnos básicamente a lo que algunos autores designan como el “alto periodo colonial” y que se extiende desde los tratados de paz de 1919 hasta la invasión alemana en 1940.

En la ideología colonial durante este periodo habría que referirse a dos obras: la primera fue publicada por Frederick J. D. Lugard, se titula “The Dual Mandate in British, Tropical África”. La segunda es “La mise en Valeur des colinies françaises” de Albert Sarraut. Lord Lugard fue gobernador general de Nigeria durante cinco años y Albert Sarraut (miembro del Partido Radical Socialista) fue ministro de las Colonias en Francia a partir de 1921 hasta 1924.

EL “INDIRECT RULE” Y EL DESARROLLO DEL COLONIALISMO BRITÁNICO

El momento en que empieza a utilizarse como un método, consciente y teorizado como tal, es en las colonias. Tiene lugar por primera vez en el Califato de Sokoto en el Norte de Nigeria y posteriormente se extiende a otras colonias. El militar que conquista este Califato es Frederick Lugard. Él buscaba una administración autoritaria y se encontró con que los emires Fulbe podían servir de instrumentos para controlar las “tribus negroides”. Los emires mandaban basándose en un favor que le hacían los británicos, no por una legitimidad previa. Lo que Lugard y los administradores coloniales consideraban como la preservación de las tradiciones, del aparato administrativo antiguo y de la ley consuetudinaria para gobernar a los nativos a través de ellas, es considerado por los propios nativos como la destrucción total de la sociedad.

El “indirect rule” consiste en el dominio sobre la población nativa, en el aspecto legislativo, jurisdiccional y de los impuestos, a través de la administración nativa, que está subordinada a las leyes y ordenamientos jurídicos, políticos y económicos del Gobernador británico y de los administradores coloniales.

El “indirect rule” significa la creación de un idioma nuevo para la competición política en África.

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Lugard ideó el “indirect rule” únicamente para el caso del norte de Nigeria en donde de una manera muy limitada y precaria se habían conservado “vestigios” de la administración nativa previa a la conquista.

A continuación un análisis histórico muestra como el “indirect rule” no fue inventado por Lugard sino que se había creado y tenido vigencia antes y no solo en las colonias británicas:En el sureste de Nigeria se trata de sociedades sin estado, en donde se inventan jefes con poderes legislativos, de administración de justicia y de recolección de los impuestos. La imposición de estos jefes lleva a protestas continuas entre los nativos que culminan en la “guerra de las mujeres” en 1929, cuando las mujeres Igbo, pensando que iban a tener que pagar muchos impuestos, atacaron a los jefes y los comercios europeos. Sin embargo, el “dominio indirecto” en tierra Igbo había empezado mucho antes. La tierra Igbo, además de ser un centro neurálgico del comercio de esclavos, era una gran exportadora de aceite de palma, cuando se suprime el tráfico de esclavos al principio de los 1800. Los británicos intentan controlar totalmente la tierra Igbo, y especialmente el aceite. Para ello crean el “Oil Rivers Protectorate”. En 1890 habían ocupado el área y en 1900 instalan personas africanas (llamadas jefes) que no tienen ningún predicamento entre los nativos. El dominio indirecto se ejerce a través de estos jefes inventados que eran desconocidos en sus propias comunidades..

Se considera que las unidades colocadas bajo el mandato de la administración nativa que servía de instrumento intermedio de la administración colonial, eran tribus. Parece que tanto la noción de tribu como la idea del tribalismo y la propia aparición de las tribus es algo que aparece con el colonialismo y es creado por él.

La aplicación más extendida del “dominio indirecto” está en afirmar que lo que había era una enorme escasez de personal europeo administrativo disponible para la administración colonial. Esto, unido a la dificultad en establecer una comunicación rápida y regular entre los diversos administrativos y la diversidad de las condiciones ecológicas y sociales en los diversos territorios, hacen inevitable la aparición de un sistema descentralizado como el “indirect rule”.

Hay un dato muy importante que hay que tener en cuenta. Era escasa la población británica con habilidades administrativas pero no era escasa la población africana formada y que tenía estas habilidades.

Mahmood Mandani estudia este problema y nos ofrece algunos datos: En las colonias británicas fueron asentados los “recautivos”, esclavos que eran capturados en el bloqueo naval impuesto por los ingleses y que duró desde 1807 a 1860. Estos esclavos eran devueltos a los enclaves costeros como “hombres y mujeres libres”. Estos se convirtieron en defensores ardientes del Cristianismo y veían los poderes europeos como aliados en la misión de civilizar el África tradicional. Crean formas de autoadministración y muchos de ellos vuelven a ocupar puestos relevantes en la administración colonial.

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A partir de 1860 se piensa en los círculos educados africanos que una unión entre los poderes coloniales y ellos mismos iba a llevar a una situación de independencia. Sin embargo todo cambia al final de los 1800, aparece un conjunto de rivalidades fuertes entre los poderes coloniales por la posesión colonial de África.

El historiador africano A. E. Afigbo muestra como todo esto trae consigo no sólo el despido de los africanos educados que tenían puestos de responsabilidad en tiempos anteriores, y en el caso francés, se plantean condiciones mucho más estrictas para que los africanos se conviertan en franceses. Los estratos educados africanos fueron marginados de la sociedad civil de los colonos y por otra parte, estaban totalmente fuera del entorno de la ley consuetudinaria (derivada de las costumbres del pueblo).

Renacimiento culturalEn los círculos africanos educados aparecen las primeras respuestas africanistas al racismo y la ocupación colonial. Unos empiezan a hablar de la “personalidad africana” en oposición al racismo, otros hablan de una “África unificada o panafricanismo” y otros como Jonson defiende la idea de “África para los africanos”. Todo este conjunto de ideas representaba un autentico renacimiento cultural.

Sir George Goldie, el Presidente de la “Royal Níger Company” pronunció una especie de mandato que todos los empleados de la compañía tenían que seguir “Desde este momento hay que seguir la política general de dominar basándose en principios africanos a través de jefes nativos”. Esto consiste en establecer lazos con las autoridades tradicionales y romper todo tipo de alianzas con los estratos más educados de la población africana que se encontraba absolutamente alienada y ajena al “indirect rule”. Para estos, el dominio indirecto no era, de ninguna manera, una manera de mantener las instituciones y tradiciones africanas, sino un método de administración basado en autoridades feudales que han sido corrompidas por la autoridad colonial.

El movimiento de “Africanos educados” pedía el “direct rule” porque esto podía llevarlos más fácilmente a la autodeterminación.

Lugard rechaza las exigencias de los africanos educados porque, en última instancia, se trata de una exigencia de una minoría no representativa. En contraposición a esto Lugard propone “un mandatario nativo que puede ser guiado y controlado, reemplazado cuando es necesario”. Es importante subrayar que el prestar tanta atención a estos jefes nativos tradicionales lleva consigo una falta de interés total por las élites educadas africanas, de las que se prescindía. El “indirect rule” significa una política de control de la población nativa a través de jefes nativos que utilizan instituciones nativas.

Donald Cameron, otra autoridad colonial, que fue gobernador de Tanganyika (Tanzania) entre 1925 y 1931 introdujo allí el “indirect rule”. Posteriormente fue hecho Gobernador General de Nigeria en 1931 y publicó en 1934 un Tratado de Administración Colonial titulado “Principles of Native Administration and their Application” en donde trata de establecer nuevos principios del “indirect rule”. El

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sistema de administración nativa adoptado en el Protectorado de Nigeria se conoce como “Administración Indirecta”.

Sir Philip Mitchell que fue gobernador de Uganda y Kenia decía “Nuestro deber no es facilitar la europeización de individuos excepcionales sino la civilización de la masa”.

M. Lemakula Kiwanuka, historiador africano dice “Poca gente ha reconocido que el sistema británico se asoció con la filosofía (del indirect rule) no porque los británicos lo aplicaron más sino porque ellos hablaban de ello más que otros”. Va a insistir en que es una construcción ideológica, o incluso puramente retórica.

Lo que daba legitimidad a los jefes no era la herencia, sino el nombramiento por las autoridades coloniales, por tanto, el carácter tradicional de la jefatura no tenía gran valor, sino que era una invención de los británicos.

Esto se demuestra en que, a pesar de que el sistema de la “indirect rule” debería ser aplicado en su totalidad únicamente a comunidades que están bajo el mandato centralizado de un jefe principal que tenga una cierta maquinaria administrativa a su disposición, Lugard no tenía ninguna duda de que sus principios básicos debían ser aplicados a todos los casos, incluso aquellos que, según él, eran los primitivos. Lugard era perfectamente consciente de que era posible crear un aparato administrativo donde no existía ninguno. De hecho, no sólo se crea un aparato sino que también se crean los propios jefes, cuando estos no existen porque se trata de sociedades sin jefaturas. En el caso de que la institución y las leyes hubieran sido destruidas, las autoridades coloniales, aunque afirmaban que se basaban en los jefes tradicionales, lo que llevaban a cabo era la creación de jefaturas nuevas. Estos datos indican que la propia existencia de los jefes era una creación británica, así como las leyes consuetudinarias en las que se afirmaba que se basaban.

Hay dos elementos fundamentales en la constitución del “indirect rule”: los jefes y las leyes consuetudinarias, que son el código que los jefes deben aplicar.

Estos dos elementos básicos se inventan cuando no existen. Hay, sin embargo, un tercer elemento que tiene mucha importancia: la tribu. El problema fundamental del “indirect rule” no era solo la aparición o creación de los jefes, sino de un jefe con súbditos y estos súbditos se pensaba que pertenecían a una tribu. La tribu se definía como la unidad de administración del “dominio indirecto”. Se afirmaba frecuentemente que las unidades administrativas corresponden a “grupos étnicos o tribales”.

La tribu tiene tres componentes básicos: un territorio claramente delimitado, unas costumbres y un liderazgo. La creación de las tribus, o de la organización tribal es una de las acciones fundamentales del sistema del “indirect rule”.

Lo que es fundamental en la noción de tribu y tribalismo, no es sólo esta táctica de “divide y vencerás” sino, el hecho de que cada grupo diferenciado esté adscrito a un territorio.

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Terence Ranger explica como se crea una etnicidad y una tribu en concreto. Antes de la conquista británica los Ndebele no eran ningún grupo étnico sino un conglomerado de gentes que formaban parte del estado Ndebele. El representante nativo decide que la manera de enseñarles a los Ndebele como ser Ndebele consiste en imponer una versión del código Nativo vigente en Natal (Sudáfrica) porque “de una manera general, es un hecho claro que las leyes de Natal son las mismas que en esta tierra (Zimbabwe). Los jefes, dado que el código de Natal les ofrecía muchas prerrogativas lo aceptaron sin más.

El dominio colonial del “indirect rule” intentó colocar a gente que se suponía que tenían características comunes en un lugar del territorio. Sin embargo, no aparece por ninguna parte una división y diferenciación clara de los grupos que tienen estas características comunes ni tampoco su clara circunscripción en el espacio.

Un ejemplo: los Nuer de Evans Pritchard, es una monografía en la que la identidad del grupo se basa en la relación de oposición que tienen los subgrupos dentro del grupo más grande hasta que se llega al grupo mayor, los Nuer mismos, cuya identidad viene de su oposición a otro grupo distinto, los Dinka. La oposición hacia fuera es lo que produce la cohesión interna del grupo. Más recientemente ha aparecido un libro importantísimo (Sharon Hutchinson, Nuer Dilemas) en el que se intenta poner en cuestión la idea de los Nuer como una identidad unificada.

Se puede afirmar que tanto en la ideología del “dominio indirecto” como en los Nuer se da el mismo concepto de tribu que se considera como algo aplicable a la realidad, cuando en realidad es una invención.

“INDIRECT RULE” Y APARTHEID

Según Mandani “como forma de dominio, apartheid es lo que se llama segregación institucional, los británicos lo llaman “indirect rule” y los franceses “asociación”. Mandani puede concluir que el apartheid, que es considerado único en Sudáfrica es la forma genérica del estado colonial en África.

En Natal en 1891, se crea un sistema legal dual, un sistema para los nativos, que es considerado consuetudinario y otro moderno para los colonizadores. La creación de este sistema dual representa de hecho una segregación institucional (apartheid).

La esencia del “indirect rule” está en este sistema dual de justicia, uno para los nativos y otro para los colonizadores. A los colonizadores se les aplican las leyes civiles, basadas en los derechos de los ciudadanos. En contraposición a este poder civil está la Autoridad Nativa que gobierna en base a la identidad étnica encargada de administrar la ley consuetudinaria. La ley consuetudinaria no iba dirigida a garantizar los derechos sino a imponer la costumbre.

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Bajo la filosofía del “indirect rule” los jefes adquieren una cantidad enorme de poder. Lugard defendía que este estaba basado en tres elementos: una carta o administración de justicia nativa, una administración nativa y un tesoro o recolección de tasas, nativo. Esto les da un poder judicial, admvo y económico.

La misión de estos jefes era imponer la ley consuetudinaria a los nativos sin ninguna responsabilidad con respecto a ellos. Los jefes eran responsables únicamente ante la autoridad colonial. Al no tener ninguna responsabilidad con respecto a los súbditos el sistema se convierte en lo que Mandani designa como “despotismo descentralizado”.

Los jefes no tienen un salario sino que “la legislación colonial en un principio había invitado a los jefes a compartir las multas, las tasas, etc., que han recolectado, se comprende que fácilmente se crean demandas y exigencias “personales” de los jefes que se añaden a las exigencias y obligaciones que impone el sistema. La utilización por parte de los jefes de su poder consuetudinario para exigir trabajo de los súbditos para satisfacer sus necesidades laborales que, sin duda, debe ser denominada “trabajo forzado”.

El grave problema de descubrir estas leyes consuetudinarias está fundado, no sólo en la destrucción de las propias tradiciones debida a la propia colonización, sino también al hecho de que los nativos, como elemento de protesta, no explicaban en qué consistían estas.

LA TEORÍA DE LA ASIMILIACIÓN Y LA POLÍTICA COLONIAL FRANCESA

Lo que se considera como sistema colonial francés se piensa que está basado en la idea de asimilación que, en contraposición a la idea de asociación, parece la característica clave del sistema. Hay investigadores que dicen que se trata de la característica dominante del imperialismo francés. Otros defienden que la idea de la “asimilación” fue abandonada a principio del siglo XX y sustituida por la política de “asociación”.

La asimilación cultural significaba la propagación del francés en las colonias.

La Revolución de 1789 trajo consigo la libertad de los esclavos y determinó que “todos los hombres residentes en las colonias, sin distinción de color son ciudadanos franceses y gozan de todos los derechos dados por la constitución”.

Algunos datos ofrecidos por Catherine Coquery-Vidrovitch muestran que en toda el África Occidental Francesa entre 1935 y 1949, después de una cantidad ingente de requisitos, se naturalizan y hacen ciudadanos franceses únicamente 257, y no es porque no lo soliciten o lo deseen.

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Durante el S. XIX, las medidas tendentes a la asimilación estaban asociadas a los gobiernos republicanos mientras que la desaparición de la República hace desaparecer las ideas asimilacionistas.

Al final de los 1880, en el Congreso Colonial Internacional de París, fue muy importante la disputa entre Alexander Isaac, Senador del Departamento de la isla de Guadalupe, y Gustave Le Bon, que fue unos de los teóricos fundamentales del racismo diferencialista y que estaba totalmente en contra de “las mezclas de las diversas razas”.

El punto de vista racista diferencialista, defendido por Le Bon, pretende basarse en un análisis del influjo de la educación en las poblaciones de las colonias. Va a insistir en que el intento de “francesizar” (asimilación) los árabes de Argelia, los pueblos amarillos de Indochina y los Negros de Martinico, tiene como único resultado “la degradación de las gentes, inculcarles necesidades ficticias, sin darles los medios para satisfacerlas, y al final hacerlos miserables. Le Bon se opone a la idea de que la educación aplicable al hombre civilizado pueda ser impartida “a los medio civilizados”. El senador Isaac, nativo de las antillas responde que no comprende cómo se puede decir que la Educación es mala. Lo mejor que se puede hacer es crear entre el colonizador y el colonizado una comunidad de lenguaje e intereses.

En el Congreso Colonial Nacional que tuvo lugar a finales de 1889 y principio de 1890 no hubo nadie que se opusiera a la asimilación. Resoluciones de este congreso:

1. La primera resolución final que brotó del Congreso fue que “en todas las tierras de fuera bajo autoridad francesa, los esfuerzos de la colonización tienen que propagar entre los nativos el lenguaje, los métodos de trabajo y de un modo progresivo, el espíritu y la civilización de Francia”. Isaac tuvo que afirmar que la “asimilación no significaba sustituir de un día para otro las costumbres e instituciones nativas por las europeas”.

2. La segunda resolución decía: “Las leyes francesas deben ser aplicadas lo más posible a los franceses que viven en la colonia, mientras que las leyes y costumbres nativas deben ser respetadas en tanto en cuanto son compatibles con la misión civilizadora francesa”.

3. La tercera resolución exigía la representación parlamentaria de las colonias.

4. La cuarta afirmaba que la legislación está en contra de la representación parlamentaria de las colonias.

5. La última estipulaba que las colonias que todavía no tenían representación en el Parlamento tuvieran un sistema de consultas dentro del “Consejo Superior Colonial”. Solamente se pedía una asimilación inmediata de las islas de Guadalupe y Martinique.

Las resoluciones no tuvieron mucho efecto en la práctica, pero en 1899 Leopold de Saussure escribe un libro (Psychologie de la colonisation française,

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dans ses reapports avec les societés indigènes) en donde se trata de demostrar que la asimilación es imposible. La base de su argumento era una teoría pseudocientífica sobre la “herencia de las características mentales”. Cita con aprobación a Gustave Le Bon. Revisa de una manera totalmente sesgada la experiencia de los negros libres en el Caribe y en los Estados Unidos y trata de demostrar la “incapacidad orgánica” de esta raza. La teoría básica de Saussure consistirá en afirmar que la asimilación que tiene éxito nunca se refiere a razas enteras sino sólo a algunos individuos que tienen un origen mixto.

Joseph Chailley-Bert publica un libro en París en 1902 en el que afirma que la política colonial tiene que reconocer las “diferencias de raza, de genio, de aspiraciones y necesidades entre los habitantes nativos de las posesiones y su dueños blancos”.

Lo que se necesitaba era una política que limitase la introducción de ideas en aquellos (los nativos) que pueden favorecer el progreso del comercio y civilización. El papel de los europeos consistía en “ofrecer capital, no trabajar con sus manos, sino dirigir el trabajo de los nativos”.

En estos momentos aparece la idea de “asociación” que se opone a la “asimilación”. Jules Harmand ya en 1887 propuso la asociación entre conquistado y conquistador como la base de la política colonial. Harmand proponía mantener las estructuras administrativas y sociales de los nativos, teniendo respeto por sus costumbres y su religión así como estableciendo una política justa sobre la tierra y evitando la explotación. El significado de asociación es un respeto escrupuloso por las costumbres, hábitos y religión de los nativos, reemplazando la explotación y expropiación del nativo por medio de una política de asistencia mutua. Harmand consideraba que hay que repudiar la asimilación y sustituir la “administración indirecta” por la “administración directa”. Aquí se está planteando claramente el “indirect rule”. Sin embargo, la asociación, de ninguna manera, significa igualdad entre colonizados y colonizadores.

Harmand admite “es malo privar a la gente de su independencia”, pero lo considera una manifestación de la ley universal de la lucha por la vida. Las naciones civilizadas no pueden permitir que regiones grandes y fértiles estén subdesarrolladas por la incapacidad de los que la poseen. Reconoce que la conquista es especialmente injusta porque eleva inmediatamente a un régimen aristocrático y decía que “es tiempo de poner a un lado los derechos naturales del hombre”.

Hay un largo techo entre la asimilación de Isaac que propugnaba la aplicación universal de los derechos del hombre y esta asociación, que es efectivamente, como el “indirect rule” despotismo descentralizado.

En Francia y en el Reino Unido, el control implícito en la política colonial antes de la segunda guerra mundial, partía del presupuesto de que la expansión europea traía consigo una ventaja para todos los implicados. Desde este punto

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de vista, la asimilación se presenta como un problema porque enseñaba los derechos del hombre.

Se criticaba la asimilación por excesivamente igualitaria, y por ello, empieza a promoverse la idea de asociación que ponía una distancia entre los nativos y los europeos. La distinción entre asimilación y asociación enseguida se difuminó, (la asimilación se mantenía como una especie de ficción constitucional que no se trataba de llevar a la práctica).

La asociación se va dulcificando y empieza a entenderse como una colaboración de las gentes de las colonias con el poder metropolitano para obtener un beneficio mutuo. En el cambio de la idea de asimilación a la de asociación influyó mucho la preocupación de los franceses de ser “inundados” por los votos de millones de nativos.

Los asimilacionistas no comprendían que hay una contradicción ente asimilación y la expansión colonial que ellos admitían y defendían. No comprendían que en la esencia del imperialismo está la absoluta falta de democracia.

LA IMPORTANCIA DE MALINOWSKI EN EL ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO DE ÁFRICA

Malinowski nunca hizo trabajo de campo en África, su conocimiento está basado en fuentes escritas por otros, especialmente sus discípulos. Pero en 1934 dio una conferencia en Ciudad del Cabo sobre “Educación Nativa y Contacto Cultural”. Después viajó por Suráfrica, África Central y África del Este en los que pasó cinco meses con los “Bemba”, “Suazi”, “Chaffa”, “Masai”, “Kikuyu” y “Maragoli”.

En 1938 escribió el ensayo introductorio al Memorandum XV (Métodos de Estudio del Contacto Cultural en África), que fue publicado por el International Institute of African Languages and Cultures, con la que estuvo asociado mucho tiempo. En 1945 publica un libro que plantea problemas de antropología aplicada a África.

En el año 1922 se publican los Argonautas, los Isleños de Andaman y Lugard publica The Dual Mandate in Tropical Africa, que será como la Biblia del “indirect rule”. La idea de Lugard de que la administración colonial puede realizarse de una forma más humana, eficiente y económica a través de los jefes nativos tradicionales, más que por imposición directa, va a tener mucha influencia en la política colonial británica entreguerras. Esto unido al intento de aplicación del indirect rule hace que se empiece a imponer en círculos del gobierno británico la idea de que es fundamental estudiar África.

En 1929 se encarga una investigación en África (African Survey) a LORD HAILEY con la idea de tener un conocimiento más amplio de las tribus africanas. La investigación de HAILEY en “African Survey” analiza la

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administración nativa y concluye que las instituciones del “indirect rule” tienen que modificarse debido a los cambios experimentados por la sociedad y política africana, aunque es un defensor del Indirect Rule.

Malinowski cuando trata del “indirect rule” en The Dynamics of Culture Change dice que “hay pocas cuestiones en antropología aplicada que tienen tanto interés para el etnólogo como la del “indirect rule” dado que en esta política aparece un reconocimiento de que las instituciones nativas funcionan”. De esto se pueden sacar dos conclusiones :

* Con el “indirect rule” se abren posibilidades de investigación para los antropólogos que son los que estudian estas instituciones. MALINOWSKI comprendió esta situación y lo tuvo en cuenta para promover la profesionalización de la antropología. * Lord Hailey dice en su “African Survey” que el objetivo de la ley consuetudinaria es mantener el equilibrio social, y para confirmar esta opinión cita a los antropólogos Malinowski y Radcliffe Brown y expertos del derecho.

En este planteamiento de Hailey se está estableciendo una correspondencia entre la antropología funcionalista y el colonialismo británico a partir de 1920 y 1930.El evolucionismo se puede interpretar como la justificación ideológica de la conquista de las “razas salvajes” por los “civilizados”, mientras que el funcionalismo sirve para sustentar un colonialismo estable y rutinario que intenta perpetuarse a sí mismo, y para ello, se aprovecha de los sistemas nativos tradicionales para tratar de ejercer un dominio indirecto de los colonizados. Esta segunda correspondencia entre el funcionalismo y el colonialismo es mucho más difícil de probar.

Malinowski se dio cuenta de la ocasión que el “indirect rule” ofrecía para profesionalizar la antropología. Cuando solicita dinero para esta tarea se dirige a una fundación extranjera, la Laura Spellman Rockefeller Memorial, creada por Rockefeller en memoria de su esposa.

El ideal preservacionista está presente en Malinowski y se muestra en un artículo titulado “Ethnology and Society” en el que concibe la antropología como un estadio final del humanismo que desde el Renacimiento se ha ampliado para incluir toda la civilización, incluyendo “la de las razas salvajes”. La contribución de la antropología estaba en preservar en el presente las formas culturales que están funcionalmente integradas y que vienen del pasado humano. Aquí se da una concordancia de intereses e intenciones entre el “indirect rule” y la antropología, o el funcionalismo, tal como la entendía Malinowski. El “indirect rule” trata de administrar las poblaciones nativas a través de sus propias instituciones, como decía Malinowski, esto implica el reconocimiento de que estas “instituciones funcionan”. Si esto es así parece darse una identidad de presupuestos entre “el indirect rule” y el funcionalismo de Malinowski: los dos parten de que las “instituciones nativas funcionan”, pero se da una discrepancia entre como es entendido el vocablo “funciona” por Malinowski y los defensores del “indirect rule”. Ambos están de acuerdo en el sentido de “ser viables”, funcionan en el presente porque son viables. En el otro

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sentido de “funcionar” que consiste en “servir para”, “jugar el papel de” es donde parece surgir la diferencia. Para el “indirect rule” a través de las instituciones nativas se puede administrar y organizar la vida de los nativos, mientras que el funcionalismo no parece propugnar esto. Sin embargo, Malinowski en sus escritos afirma que las instituciones nativas “sirven mejor que las ajenas para la administración de los nativos. Por ello se debe afirmar que hay una coincidencia básica entre el “indirect rule” y el funcionalismo, lo que no es lo mismo que decir que el funcionalismo esté en el “indirect rule” o viceversa.

La profesionalización de la antropología se lleva a cabo a través de la Fundación Rockefeller que también tiene una gran conexión con la London Scholl of Economics. Lugar en el que Malinowski da una conferencia en 1925 en la que expone la necesidad de establecer una “Oficina Internacional” para promover la comprensión de las lenguas e instituciones sociales africanas con vistas a su protección y uso como instrumentos de educación. En esta conferencia está Joseph Oldham (figura central del Movimiento Protestante) y otros. Como resultado de esta Conferencia se crea en 1926 el “Internacional Institute of African Languages and Cultures”, siendo Lugard el presidente y estando Oldham y Malinowski en el consejo ejecutivo, entre otros.

Malinowski y Oldham tratan de conseguir fondos para realizar un trabajo de campo sistemático en la línea del estudio del contexto tribal del trabajo minero, con la idea de proteger los intereses de los nativos ante la explotación creciente.. Para ello y para entrenar a los administradores y misioneros dentro de los valores de la cultura africana, colaboran económicamente el “African Institute”, La Fundación Rockefeller y otras entidades británicas con las que Lord Lugard se pone en contacto. La F. Rockefeller ayudó mucho a subvencionar el trabajo de campo y profesionalización de los llamados antropólogos sociales. El seminario de Malinowski que empezó en 1923 tenía una cantidad grande de participantes que trabajaban o iban a trabajar a África: Evans Pritchard, Schapera, Max Gluckman, Godfrey Wilson (que sería el primer director del Rhodes Livingstone Institute) y otros.

Las ideas y descubrimientos de sus discípulos fueron muy importantes en el desarrollo de las ideas de Malinowski, que en 1938 afirmaba que “los presupuestos fundamentales del funcionalismo en su forma más simple –la delimitación clara de las culturas que han conseguido un equilibrio a través de un largo desarrollo histórico- se ha revelado falso en el contexto africano” .

EL RHODES-LIVINGSTONE INSTITUTEComo ya se ha visto en otro capítulo, ahora se profundiza en las ideas de algunos de sus antropólogos.

A) MAX GLUCKMAN (Sudáfrica 1911-1975)Tiene un papel destacado, dentro de la África colonial, el sudafricano Max Gluckman.Tomó contacto con la antropología a través de Schapera y Radcliffe Brown y estuvo cuatro años en Oxford en los que acudió a los cursos de Evans

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Pritchard y Meyer Fortes. Fue director del departamento de Antropología de la Universidad de Manchester.

No es un teórico importante, pero hizo alguna contribución en el área de la antropología jurídica, aunque no se le considera creador desde el punto de vista de los planteamientos más generales de la antropología. El primer director del Rhodes Livingstone Institute, Geoffrey Wilson le invitó a formar parte del mismo y a estudiar a los “Lozi”, que habitaban en Rodesia del Norte (Zambia), un territorio al que los ingleses llamaban “Barotseland” o tierra Barotse. Se trataba de una reserva de trabajo bastante destruida por la influencia colonial pero con una cierta autonomía y un sistema de gobierno desconocido que interesaba a la administración británica.

Cuando se le nombra director del Rhodes Livingstone Institute comienza a dar prioridad a la colaboración entre la ciencia y el gobierno y se propone hacer del Rhodes una parte de la vida de las comunidades. Él era consciente de que había que estudiar las áreas urbanas pero nunca se interesó en hacerlo personalmente. Tampoco estudió los mineros del cobre ni tan siquiera los mineros Lozi. Su desinterés por los estudios urbanos pudo ser la causa de su abandono del Rhodes para dedicarse a la actividad académica en el Reino Unido.

Su trabajo de campo con los Lozi fue financiado con la idea de que fuera útil para la administración, pero los resultados no fueron los que de ello se esperaba y fue muy criticado.Su trabajo tuvo el defecto, como el de otros muchos antropólogos, de reconstruir el estado primitivo de la sociedad. En la sociedad Lozi había mucha diferencia entre unos grupos y otros y Gluckman sólo tiene contacto con los estratos más altos. El no comprende este problema y sus puntos de vista están dominados por los presupuestos del “indirect rule” y del funcionalismo”, que consideran que las sociedades a estudiar eran todos que funcionan cuyo equilibrio había que proteger.

En el aspecto teórico se ha discutido mucho sobre si la ideología marxista de Gluckman había influido en sus posturas teóricas como antropólogo, pero según diversos autores, su ideología tenía una dimensión más práctica que teórica ya que la teoría marxista estaba poco desarrollada en ese momento.

Los hallazgos y teorías de Gluckman se entiende mejor analizando el programa de antropología aplicada que él propone y las críticas que realiza a la obra de Malinowski.

En su trabajo “Problemas antropológicos derivados de la revolución industrial africana”, Gluckman resume las observaciones de los dos autores Mitchell y Epstein y expone sus ideas sobre la antropología aplicada en África. También su idea de lo que significa el tribalismo en África. Dice que en las zonas rurales significa participar en un sistema político que funciona y compartir la vida doméstica con los parientes, mientras que en las ciudades es una manera de clasificar a las diferentes poblaciones, con lo que aparecen grupos e instituciones nuevas.

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El estudio antropológico de África se basa en dos principios:* La observación directa de un fenómeno limitado de la vida social.* El presupuesto de que en las ciudades africanas la vida presenta

regularidades tales que se pueden encontrar interconexiones sistemáticas que muestran una estructura.

La tradición antropológica era todavía tribalística y tendía a hacer de la tribu la base por lo que los antropólogos hablan del proceso de “destribalización” como de algo muy lento. Gluckman piensa que desde el momento en que un africano cruza la frontera de su tribu ya está “destribalizado” fuera del control político de la tribu (ante todo es un minero). Los africanos de Rodesia del Norte (Zambia) tienen que ir a trabajar a las minas o a otros centros urbanos pero tienen poca seguridad en su vida ciudadana en donde el trabajo es muy inestable y por ello buscan su seguridad en las zonas rurales. El tribalismo persiste en África porque el Gobierno lo defiende y porque el derecho a la tierra es fundamental. Por ello hay que estudiar “el campo total” de la vida social de las poblaciones.De aquí parte la dura crítica que Gluckman realiza del programa de Antropología aplicada de Malinowski.

Las críticas que hace Gluckman: Malinowski ataca el análisis histórico de los procesos sociales o la

cultura, mientras que Gluckman afirma que hay que estudiar los fenómenos sociales en un período de tiempo y que el análisis del cambio implica un análisis histórico.

La noción de Malinowski de “campo de estudio” no considera factores en la vida tribal a diversas personas que están trabajando cerca de los africanos: misioneros, comerciantes, administradores, etc, Gluckman por el contrario dice que todos forman parte del mismo y único campo social.

Malinowski piensa que la colaboración entre blancos y negros está dentro de un proceso de contacto social y cambio, pero cuando surgen conflictos los considera como algo distinto y no integrado. No admite el conflicto como algo inherente a la organización social. Gluckman si considera el conflicto como algo que va unido a la organización social y piensa que “al final” se compensa con las relaciones de amistad y se resuelve en armonía.

En el estudio del contacto social, Malinowski opina que debe realizarse en base a tres elementos: la cultura europea, la africana y una especie de “tertium quid”. También opina que tiene lugar entre las instituciones, que son sistemas organizados de actividad humana y las define como unidades bien integradas, lo que hace casi imposible el cambio social y la interacción entre culturas. Gluckman defiende que en las situaciones de contactos se crea un único campo social. Se pueden analizar zonas del campo, pero admitiendo que en unas zonas aparecen fenómenos que emergen de las otras. Lo que está criticando es que Malinowski no piense que en situaciones de contacto las diversas culturas forman un sistema.

B) J. CLYDE MICHELL

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Fue también director del Rhodes Livingstone Institute y profesor de sociología en la Universidad de Manchester. Su actividad profesional la desarrolla en una Universidad de Zambia hasta 1960, creando una segunda generación de trabajadores de campo que más tarde hicieron sus tesis en Manchester.Es autor de una de las monografías más importantes de la historia de la Antropología, su estudio sobre la “Danza Kalela”, y lleva a cabo un trabajo de campo entre los Yao. Este estudio se basa en un conjunto de micro historias en las que se dan datos para analizar la organización de la reputación política y personal de los jefes a lo largo del tiempo. Mitchell plantea el problema que tienen los jefes de pueblos de complejidad variable. Ellos representan, simbólicamente, al total de la comunidad ante partes de ella y también a algunas partes de la comunidad ante la totalidad de ella. Su autoridad tenía que estar basada en la imparcialidad, pero la complejidad de algunos de los problemas a los que se enfrentaban hacían esto muy difícil.

Aquí vamos a centrarnos en su importante contribución a la teoría de las “redes sociales”.

El primero que habla de una manera formal del problema de las redes sociales es Radcliffe Brown, que usa el término de estructura social para designarlas, y es Barnes el primero que usa la idea de la red social de forma sistemática al estudiar el pueblo de Bremmes en Noruega. Lo primero que plantea en su estudio es que este pueblo no es una entidad cerrada sobre sí misma, sino que forma parte también de una estructura regional y nacional. La estructura social de este pueblo se puede considerar como un conjunto de puntos, algunos de los cuales están unidos por líneas para formar una red total de relaciones. Los puntos representarían a las personas y las líneas las relaciones entre unas personas y otras. Lo fundamental en este análisis es el tipo de relaciones entre las personas. Su interés estaba en analizar la clase social y encontrar un modelo que evitase las limitaciones estructuralistas no partiendo de la idea de un grupo delimitado ni de un equilibrio estático. Tanto Barnes como Michell se distancian de Gluckman que siempre defendió “la utilidad del modelo de equilibrio en el estudio del cambio social” al defender los presupuestos funcionalistas.

Barnes distingue entre “red de relaciones”, que no tiene límites, y “set” o grupo, que es algo limitado y restringido. Al estudiar la estructura social de Bremmes (pequeño pueblo noruego) distingue tres “campos” o tipos de relaciones sociales:

1. El conjunto de relaciones que los isleños mantienen en su vida de trabajo (sistema industrial).

2. El conjunto de relaciones que la gente tiene por ocupar un lugar en el sistema territorial de relaciones sociales.

3. El conjunto de relaciones personales que cruzan el conjunto de relaciones en los sistemas industrial y territorial. Estas relaciones personales son de tres tipos: las basadas en la amistad, en el parentesco y en el lugar de origen.

El interés de Barnes está en distinguir entre las relaciones referidas al marco de los grupos y categorías que están delimitados (el barrio, la fábrica, etc.) y las

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que se derivan de las ramificaciones de la red de parentesco, amistad y afinidad.

Los científicos sociales indios Srinivas y Beteille publican un artículo en 1964 en el que dicen que el modelo de estructura social que se base en grupos permanentes lo han desarrollado antropólogos que estudian sociedades “más sencillas” (como los Nuer), pero que en las sociedades más complejas “las fronteras entre los grupos tienden a difuminarse”, y explican lo que quiere decir un grupo delimitado que se distingue de las redes que no lo son. Un grupo delimitado implica una discontinuidad entre los que son miembros del grupo y los que no lo son, mientras que la red de relaciones no es algo limitado por lo que puede ramificarse en todas direcciones y ser indefinida.

Clyde Michell analiza estos elementos y realiza el planteamiento y análisis del contenido de los lazos sociales en el que se distinguen tres tipos:

Contenido comunicativo o de información: lo que se produce siempre es información que circula entre una persona y otra.

Contenido de intercambio de bienes o de personas entre unos y otros: como la red migratoria de circulación de personas entre la sociedad origen y de acogida o la de relaciones entre los candidatos a elecciones y los electores.

Contenido normativo: se refiere a las expectativas que unos individuos tienen con respecto a otros, debido a ciertos características o atributos que poseen.

Lo que distinguimos como comunicación, intercambio o aspectos normativos de las redes son maneras de analizar aspectos del comportamiento para establecer conexiones entre los miembros de la sociedad.

La idea de la “red social” que se desarrolla en sus orígenes en la Escuela de Manchester y en la que Michell y Barnes colaboran decisivamente es una de las contribuciones más importantes de la Antropología al conjunto de la ciencia social.

Tanto Michell como Epstein distinguen tres tipos de relaciones sociales en el análisis del comportamiento de las personas en la ciudad:

1. El orden estructural: Por el cual se interpreta el comportamiento de la gente en términos de las acciones apropiadas a la posición que ocupan en determinadas situaciones de la vida social.

2. El orden categorial: Por el cual el comportamiento de la gente en situaciones poco estructuradas puede ser interpretado en términos de estereotipos sociales: clase, raza ,etnicidad.

3. El orden personal: Por el cual el comportamiento de la gente puede ser interpretado en términos de las relaciones personales que los individuos tienen con un conjunto de gente.

Los tres órdenes de relaciones sociales no son tres tipos diferentes de comportamiento sino tres modos del mismo comportamiento.

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C) A. L. EPSTEINRealizó su trabajo de campo dentro del Rhodes Livingstone Institute y su trabajo más teórico en la Universidad de Manchester. Continuó después su carrera en la Australian National University, en Canberra.

Epstein distingue claramente entre “red” y “set” o grupo, y plantea otro tipo importante de distinción entre redes efectivas y redes extendidas. La red efectiva se refiere a la gente que es conocida por “ego” y también son conocidos unos por otros. La red extendida se refiere a aquellos que son conocidos por “ego” y que por otra parte conocen a otras personas.

Epstein afirma que en la red efectiva se dan las relaciones más continuas e intensas y se afirman y definen los valores. Cuando esta red incluye a aquellas personas que están en los niveles más altos del sistema de prestigio, las normas y valores que se establecen entre ellos tratan de ser promulgados a través de la red extendida al resto de la comunidad.

Epstein quizás es el primer cientifico social que discute el problema de la variación en las diferentes partes de la red, según las distintas interacciones que se dan.

Publicó una monografía sobre una comunidad urbana en el Copperbelt (cinturón de cobre) en Rodesia del Norte (Zambia), en el que parte del análisis de la mina como una unidad de carácter industrial, residencial y administrativa. Incluso dentro del poblado hay un africano que organiza y es el responsable de todo lo que ocurre en este poblado (parecido a lo que pasa en las colonias industriales). El sindicato, dentro del poblado, juega un papel central y las actitudes que antiguamente tenían respecto a los representantes tribales se han transferido al presidente del sindicato. Los africanos estaban poco tiempo en el poblado minero, pero viven en una sociedad minera que tiene una estructura unitaria en la que las personas se relacionan no sólo a través del trabajo, sino también por otros lazos basados en la organización de la propia mina.

El hecho de que las personas que viven y trabajan en esta ciudad industrial tienen diferentes niveles de vida, educación, etc., que el tribalismo (pertenencia a la tribu) tiene como consecuencia la diferenciación entre grupos dentro del pueblo y que la movilidad grande entre ciudad y zonas rurales y entre ciudad y ciudad es una característica de la población africana en el Copperbelt, hace que apenas aparezcan “grupos sociales e instituciones estables”. Un elemento que parecía dar cierta homogeneidad a los miembros de la sociedad es la tribu o el tribalismo que implica la persistencia o preservación de las costumbres tradicionales. El dice que aunque en las ciudades los africanos no pueden vivir en base a las relaciones de parentesco como en las zonas rurales, el tribalismo juega un papel fundamental porque da una cierta unidad interna a los grupos, pero a la vez diferencia a los unos con respecto a los otros. En su trabajo intenta analizar esta contradicción, dentro de la que la red de relaciones juega un papel fundamental.

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D) VICTOR TURNER (1920-1983)Es también una figura importante tanto en la Escuela de Manchester como en el Rhodes Livingstone Institute, aunque pasó de ser considerado una figura central de la antropología a caer casi en el olvido. Su libro “Schism and Continuity in an African Society” fruto de su trabajo de campo entre los Ndembu, es de los que más representa la influencia de Gluckman en los autores de la Escuela de Manchester.

Turner acepta la teoría de Gluckman de que los lazos sociales se establecen para unir entre sí a gente que, en otros contextos, son enemigos, porque esto aparece también en los datos que el analiza de la sociedad Ndembu. Esta sociedad de cazadores se caracteriza por el individualismo y la poca cooperación que necesitan. Las mujeres son las que dan una cierta estabilidad a la estructura social, aunque el matrimonio es especialmente inestable. Los hombres y mujeres poseen y cultivan su propio terreno de forma independiente. La filiación es matrilineal y la residencia patrilocal, pero después de divorciarse las mujeres suelen ir a vivir con su hermano. Los niños están muy unidos a la madre que vive, casi siempre, con su padre y hermanos, hasta el punto que parece que sólo viven con su marido para la reproducción. La matrilinealidad y la familia nuclear están en una tensión continua y por ello la vida social se caracteriza por perturbaciones frecuentes.Turner analiza los conflictos y su resolución que el designa como “dramas sociales” y le atribuye una secuencia:

1º Dos grupos disputan por una razón cualquiera.2º La crisis y ruptura se agrava.3º Se proponen mecanismos de conciliación4º El conflicto llega a una solución o a un cisma o separación

Turner, con la ayuda de un informante, llega a describir con detalle el significado de los símbolos usados en los rituales por los Ndembu, que coinciden totalmente con los descritos por Van Gennep sobre “los ritos de paso” sin añadir nada a lo analizado por este.

AUDREY RICHARDS Y EL EAST AFRICAN INSTITUTE FOR SOCIAL RESEARCHSu contribución a la antropología en Africa es fundamental y también a la creación del Rhodes Livingstone Institute en Zambia y el East African Institute for Social Research en Uganda, en el que ocupó puestos directivos.

En una de sus obras principales realiza un estudio de la dieta de los Bemba de Zambia, en el que insiste en que la pobreza de la dieta de esta población hacía necesario un estudio del sistema social. La ideología colonial en África consideraba que la pobreza y la enfermedad era inherente al primitivismo de la sociedad africana, por lo que se justificaban las situaciones de separación y apartheid entre blancos y africanos para que estos no les contagiaran sus

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enfermedades. La obra de Richards se enfrenta a estos puntos de vista. Ella descubre que la marcha de los varones jóvenes a trabajar a las minas hace que las labores agrícolas no se consideren positivas, lo que hace que el pueblo se vaya convirtiendo en un lugar “de descanso” mientras que el sentido de identidad colectiva de los varones y los valores asociados a ello se forman en las minas.

También plantea el problema de la Dieta y el Trabajo en África y que la economía colonial influye en la malnutrición de los nativos, todo ello dentro de una corriente generalizada que afirmaba que las deficiencias en la nutrición estaba causada por la ignorancia, el prejuicio y la pobreza de los nativos.

Tanto la obra de Richards como la de Godfrey Wilson se enfrentan a la idea de que los problemas de África se deban al atraso de los africanos y no a los efectos degenerativos de la influencia occidental.

A) AIDAN SOUTHALL

De este antropólogo se hablará cuando se traten los problemas de la antropología urbana. Es el editor de un libro que recoge los resultados del primer congreso internacional africano en Makerere College (Kampala), en el que se analizan los problemas del cambio social en el África moderna.

Daryll Forde es otro antropólogo que tiene gran importancia en la organización de conferencias y seminarios y es el editor de un libro sobre un trabajo promovido por la UNESCO en el que se analizan los mismos problemas en gran parte de los países africanos, que tiene gran interés por el trabajo comparativo que presenta.

B) EVANS PRITCHARD (1902-1973) Y LOS NUER DEL SUDÁN

Lleva a cabo un trabajo de campo entre los Azande durante veinte meses y entre los Nuer únicamente un año, en este caso llevó a cabo seis expediciones de campo que habían sido planeadas de un modo muy minucioso. Era consciente de las dificultades que el trabajo de campo entre los Nuer traía consigo, a pesar de ello, establece una comparación entre estos y los Azande y subraya que llegó a un grado de intimidad mayos con los Nuer.

Desde 1892 se daban unos “Sudan intelligence Reports” que se publicaban mensualmente en el Cairo y contenían una información etnográfica de primera magnitud. Esta serie de documentos llevaron a la publicación a partir de 1918 de “Sudan Notes and Records”, revista promovida por el Gobierno en la que los administradores coloniales eran animados a publicar artículos sobre sus investigaciones sobre la flora, la fauna, problemas de salud, prácticas matrimoniales, etc. la primera monografía sobre el Sudan fue llevada a cabo por los Seligman, Tribes of the Nilotic Sudan (1932), en ella se ofrece un informe que había sido pedido por el Gobierno Sudanés y usa categorías etnográficas que responden a las preocupaciones oficiales. En este contexto comienza el trabajo de Evans Pritchard que inicialmente se plantea en 1926

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como un reemplazo del que habían hecho los Seligman, pero él trata de distanciar su trabajo de los intereses administrativos.

Entre 1933 y 1935 publica en Sudan Notes and Records una serie de descripciones de los Nuer que aparecen como suplementos de cincuenta páginas a lo largo de estos tres años bajo el titulo “The Nuer: Tribe and Clan”. En estos suplementos se entiende bien como Evans Pritchard lleva a cabo su trabajo de campo y cómo empieza a traducir las categorías de los Nuer. Llama la atención el hecho de que nunca vivió en una comunidad Nuer durante la estación lluviosa (período de dispersión de los diversos pueblos en contraposición a la estación seca cuando la gente de los diversos poblados se concentra al lado de los lugares con agua), a pesar de esto, afirma que “ hay una mayor solidaridad, moral y espacial, en la estación seca, cuando los habitantes de un distrito viven alrededor de un lugar con agua, y entonces las tensiones están más calmadas que en la estación húmeda”. Esto representa un problema ya que los Nuer viven en asentamientos en la estación húmeda más de siete meses del año ecológico. Se puede pensar que estas generalizaciones están basadas en conversaciones con los traductores del Gobierno u otros hombres con los que habló en la estación seca.

El primer suplemento (1933) se refiere a quién tiene que juntarse con otro grupo en una situación de disputa o guerra, y con ello Evans Pritchard responde a los intereses coloniales de entender la política indígena. El segundo suplemento (1934) es una especie de descripción o informe en el que aparecen apartados como “matrimonio y exogamia”, “totemismo”, etc. manifestando un gran interés por el liderazgo. Se afirma que es muy importante el papel de los varones que combinan una posición social, están en la mitad de la vida etc. los Nuer llaman a estos varones “hijos de los bueyes”, son los primeros de los linajes más aristocráticos o importantes, y en principio cualquier adulto puede convertirse en “un hijo de los bueyes”. Lo que aparece aquí es una organización igualitaria, mientras que en “Los Nuer” la vida local está mucho más estructurada y es más jerárquica.

En el último suplemento (1935) se describe a los individuos carismáticos que eran designados como “sacerdotes de la tierra”, “hombres de ganado” o “profetas” o “bocas de los dioses”. Durante los últimos cincuenta años estos profetas jugaron un papel central en la cultura Nuer y eran una especie de piedra en el zapato del Gobierno que no sabía si administrar a través de ellos (indirect rule) o tratar de destruir su prestigio. En un momento determinado se produce el asesinato de un oficial de destino en la tierra Nuer, lo que trae consigo que el Gobierno comience a perseguir a estos profetas que empiezan a actuar a escondidas.

En conjunto, Evans Pritchard describe los sistemas políticos indígenas africanos, más que como instituciones en donde se ejerce el poder político, como sistemas culturales. Va a insistir en que los Nuer no funcionan tal y como nosotros entendemos la función política en Europa. El poder emana del ritual y desde este punto de vista, es difícil de comprender cómo puede funcionar el sistema cuando estos hombres se basan en su santidad para actuar.

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Encontró que los Nuer eran muy difíciles de investigar, debido a las condiciones de la investigación, la ausencia de intérprete, la dificultad de movimiento en su territorio, el empleo de toda la energía en una lucha por la existencia más que por llevar a cabo una investigación, pero también a la psicología de los Nuer, a su hostilidad a los extranjeros, su resentimiento con respecto a los europeos, su extraordinario orgullo y su oposición a toda investigación sobre sus costumbres, otra dificultad era la de intentar comprender los principios básicos de la vida social Nuer puesto que había que observarla en pleno proceso de cambio.

En 1940 publica un resumen de “The Nuer”. El mundo político de los Nuer “tenía una forma coherente y persistente que se podía llamar anarquía ordenada”. En la teoría política Nuer “cada tribu tiene un clan dominante que ofrece el marco del parentesco sobre el que se basa”. Los clanes se juntan para formar “segmentos tribales” que se piensa que son semejantes a otros segmentos tribales y que están en una situación de oposición entre sí, de tal manera que la “oposición hacia fuera” con respecto a los otros segmentos es lo que da la cohesión “hacia dentro” de los diversos grupos. No está describiendo un sistema político de carácter formal sino más bien una serie de relaciones dinámicas entre partes interdependientes, son relaciones de oposición y de unión. El orden segmentario no existe en la realidad sino que es una interpretación de estos procesos de oposición y unión. Este proceso de oposición se da en la estación lluviosa, época en la que Evans Pritchard no estudió a los Nuer, por este motivo el autor se plantea que esta supuesta agresividad de los Nuer es más una interpretación interesada de la administración colonial que una realidad, es decir, una racionalización antropológica de un prejuicio colonial. Esto se confirma con el reanálisis en que Sara Hutchinson pone en cuestión la idea de los Nuer como un grupo étnico unificado. Afirma que el esquema segmentario parte de lo que le dijeron a Evans Pritchard los varones de mediana edad que pertenecen a los grupos más importantes, los “hijos de los bueyes”. Al hacer caso de estos, no se tiene en cuenta lo que dicen los jóvenes de linajes menos poderosos ni las mujeres. En el análisis de Hutchinson no sólo no se piensa que el ser Nuer sea una identidad o una “tribu” separada, sino que hay que analizar, no tanto cómo la gente se opone, sino cómo trata de buscar conexiones consolidarlas y extenderlas. Si desde el punto de vista empírico es muy difícil encontrar esas oposiciones de las que hablaba Evans Pritchard, todavía más difícil es aceptar la noción de tribu como algo delimitado. Según el autor, Evans Pritchard se deja llevar por los prejuicios coloniales.

MEYER FORTES (1906-1983) Y LOS TALLENSIAntropólogo nacido en Sudáfrica, después de un importante trabajo de campo en la parte norte de Ghana (1936-1937) se convierte en profesor de Antropología de la universidad de Cambridge. Tuvo problemas para trabajar en África (parecidos a los de Kirchoff a quien el Colonial Office vetó por ser un comunista activo) pero a la larga fueron superados.

Malinowski conocía perfectamente las inclinaciones izquierdistas de Fortes así que cuando en 1931 Fortes le envía una propuesta de trabajo de campo

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Malinowski se muestra favorable. Las críticas de Fortes no sólo vienen porque tenía “tendencias comunistas” sino que también era criticado por querer mantener o preservar la sociedad tradicional. Según Goody, discípulo de Fortes, sus puntos de vista nunca estuvieron tan de acuerdo con algunos aspectos de la política colonial como los responsables suponían. Fortes estaba de acuerdo con el movimiento que veía la educación como un medio para el autogobierno, apoyaba el cambio del “Protectorado” a una colaboración tal y como se manifestaría después en el “Colonial and Welfare Act” de 1940 propuesto por el partido laborista.

La realidad es que Fortes estaba muy cerca del laborismo y muy lejos del comunismo propiamente dicho. Goody explica que antes de la guerra formaba parte de un grupo de intelectuales de izquierda asociados a la Sociedad Fabiana, y que influyeron en el movimiento hacia la independencia colonial, que tuvo lugar en el Reino Unido en la década que siguió a la Segunda Guerra Mundial. Este movimiento influyó en las acciones de los políticos en la metrópolis y dio cierto apoyo a las presiones crecientes que venían de los pueblos dominados. La antropología práctica en este contexto era entendida como el problema de ayudar a la gente a adaptarse al cambio social más que a promover estos cambios. El compromiso de Fortes consistía en ayudar a los nativos a adaptarse al cambio social, no a liberarse del yugo colonizador. De hecho, los antropólogos británicos que en África eran considerados como más de izquierdas nunca hablaron de descolonización sino de “cambio cultural” o de contacto cultural.Una vez que lleva a cabo su trabajo sobre los Tallensi solicita al Internacional African Institute que su beca sea prolongada otro año (1938) para poder escribir su material. Se produce un interesante cambio en su trabajo, desde intentar afrontar los problemas que preocupaban a los que habitaban y vivían en el área, hasta plantearse básicamente los problemas de la “estructura social” y del parentesco tal y como preocupaban a R. Firth y sobre todo a Evans Pritchard que ejerce un influjo definitivo sobre él.

Según Pritchard, el trabajo que se hace en relación con la administración no es ciencia (refiriéndose al trabajo de Rhodes-Livingston Institute), lo único que es ciencia es lo que se hace en las universidades. Evans Pritchard realiza una crítica brutal a autores como I. Barnes, Clyde Mitchell y Elizabeth Colson, autores que tuvieron relación con los lugares en los que llevaron a cabo su trabajo de campo y que defendían el valor de las instituciones locales, para Evans Pritchard estas instituciones no tenían ningún valor y los problemas que planteaban no eran científicos. El trabajo de estos autores ha sido reivindicado por otros científicos sociales y sus contribuciones han sido reconocidas como algo central en la ciencia social.

La estructura social es el problema científico central que Fortes va a tratar en sus monografías y pensamos que lo mismo ocurre con Evans Pritchard. Pero en su trabajo de campo se plantean más problemas. La organización política es clánica y es concebida por los nativos como un linaje agnaticio extendido. La descendencia es patrilineal y el matrimonio patrilocal. Se analizan el sistema de parentesco y la autoridad y responsabilidad en el sistema de linajes, los jefes y su capacidad de resolver los conflictos, lo que realmente se analiza es la

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estructura de la sociedad vista más bien desde el punto de vista de las personas que tienen autoridad. Un aspecto importante que se describe de pasada es la actividad económica a la que se da un carácter secundario y subordinado. Es muy interesante la constatación de la situación de pobreza que se describe en un párrafo y después no se tiene en cuenta. Fortes defiende contra viento y marea el carácter igualitario de la sociedad, sin embargo, en una nota y de pasada se afirma que los jefes y cabezas de los poblados se han hecho excepcionalmente ricos en los últimos tiempos. Así, esta visión de la sociedad igualitaria hace agua con los datos ofrecidos por el propio Fortes. La visión de la sociedad como algo homogéneo e igualitario tiene que ver con los informantes que usaba, básicamente los jefes y las cabezas de los pueblos. Si a esto se añade que los problemas teóricos que delimitan los objetos a estudiar vienen determinados por una academia totalmente conservadora se obtiene una visión bastante clara del asunto.

Se realiza una crítica bastante fuerte a la antropología británica en su época dorada, Meyer Fortes se defiende de alguna de estas críticas en una entrevista de 1974. En esa entrevista explica lo que significa para él el funcionalismo, afirma que no es ninguna teoría antropológica sino una llamada de atención al estudio y observación de la sociedad partiendo de los productores, de los modos de vida y posteriormente analizar la familia y los problemas políticos de la ley y el orden. Hay que insistir en que si bien es verdad que tanto Fortes como Evans Pritchard o Max Gluckman parten en sus análisis de los sistemas de subsistencia y del análisis del entorno, en realidad esto juega un papel absolutamente secundario en el conjunto de la obra. Se trata de una especie de marco externo que se propone para estudiar lo que es más importante, lo que es estudiado con más detenimiento y que además es analizado como si no tuviera nada que ver con el marco ecológico y económico. Lo más importante es el análisis de la familia y de los problemas políticos de la ley y el orden. El análisis de la familia se lleva a cabo a través del de los sistemas de parentesco entendidos como sistemas de relaciones sociales entre las personas. Estos sistemas sirven para identificar a las personas en base a sus relaciones entre ellas, sus derechos y deberes, privilegios y obligaciones y se extienden desde la familia hacia arriba y hacia fuera, y entonces, se refieren a derechos, deberes, orden y organización dentro de la sociedad. Con esto último se refiere a los sistemas políticos. Todo esto es lo que antes hemos definido como estructura social. Este análisis de la vida social representa una reducción de la misma, y este es el primer problema que aparece en las afirmaciones de Fortes, el segundo es el del colonialismo.

Fortes va a insistir en que el mayor descubrimiento de los antropólogos británicos era que las sociedades africanas “tradicionalmente”, no por influjo del colonialismo, tienen sus propias formas de gobierno, administración y ley. Esto es interesante viniendo de alguien que desprecia la historia cree que lo único interesante es estudiar las sociedades en el presente. Pero es interesante comprender lo que Fortes piensa del colonialismo.

En una parte de la entrevista se le plantea le pregunta sobre el papel jugado por la antropología británica en relación con el colonialismo, Fortes responde que a él no le envió el gobierno, esto es cierto pero tanto su viaje como su

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estancia fueron pagados por entidades que de una forma directa o indirecta tenían un claro carácter colonial. También niega el concepto de colonialismo y emplea el término de “contacto cultural”, término analizado como colonialismo aunque vaciado de algo fundamental, la asimetría en el uso del poder. Al final de la entrevista elogia el trabajo de Lévi-Strauss pero critica la antropología marxista ya que según él es sólo una manera de expresar de modo diferente lo que había sido encontrado y expresado de otra forma. Según Fortes el colonialismo no sólo no es útil como concepto sino que, en 1974, ya era una cosa del pasado como el sacrificio humano.

LA CONSTRUCCIÓN DE LOS SABERES AFRICANISTAS EN FRANCIA (1878-1930)Esquema de periodización de los estudios africanos tomado de Jean Copans:

1. Hasta 1860 se da un periodo de exploración de África.2. (1860-1920): La conquista colonial se justifica por la teoría evolucionista.

Empieza la etnología y la etnografía.3. (1920-1945): El periodo del desarrollo y funcionalismo. Se desarrolla la

etnografía y la antropología aplicada.4. (1960): Es el periodo del Neocolonialismo. Se desarrolla la antropología,

la sociología y la economía política.

Hay algunos acontecimientos que tienen interés. En 1882 se abre al público el Museo de Etnografía del Trocadero que abre su sección africana en 1884. En 1907 se crea la Sociedad de Geografía de L’AOF (África Occidental Francesa) que se instala en Dakar para estar cerca del poder colonial. Entre 1910 y 1914 aparecen cuatro fundaciones. En 1910 el Instituto Internacional de París, en 1911 el Instituto Francés de Antropología, en 1913 resucita la Sociedad de Etnografía y en 1914 aparece la Sociedad de Amigos del Museo de Etnografía del Trocadero.

En 1905 una de las grandes revistas literarias francesas, Le Mercure de France ofrece a Van Gennep un espacio trimestral de etnografía y folklore, en sus artículos defiende el antirracismo y propugna una etnografía general que trate de todos los pueblos sin distinción, destruyendo la idea de razas superiores e inferiores, también da consejos a los que trabajan como aficionados en las colonias. Entre estos últimos destaca Delafosse.

En 1910 se funda el Instituto Etnográfico de París que se mantendrá hasta 1920 y en el que Van Gennep y Delafosse son los dos etnógrafos. En Francia se impone una tradición sociológica, sus preocupaciones son esencialmente metafísicas: las formas elementales de la vida religiosa, las funciones mentales de las sociedades inferiores...

En 1925 se funda el Institut d’ethnologie de la Sorbonne que se puede comparar con la creación del Internacional African Institute en el Reino Unido que tiene lugar en 1926. El instituto británico se presenta con la intención de buscar resultados que podían ser aplicados, mientras que el francés presenta un retraso mayor. Fundado por Levi-Bruhl, Mauss y Rivet, se presenta como un medio de formar etnólogos, pero también de aquellos que van a vivir a las

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colonias y les gustan los estudios etnográficos y lingüísticos. Al fundar el instituto se apoyan “en un colonialismo de izquierda que toma para sí la idea de la misión civilizadora y lo opone a la contestación radical de la Internacional Comunista”. Hay que reconocer y tener en cuenta y, sobre todo, conservar las culturas de las poblaciones dominadas que se puedan educar. Es importante subrayar que en todo este asunto se trata de un “colonialismo de izquierdas”, con ello lo que se quiere evitar es el “anticolonialismo comunista” que se desarrolla a partir de la guerra del Rift en 1925.

En Francia no parece haber una preocupación por el trabajo de campo hasta la expedición Dakar-Djiboui llevada a cabo por Marcel Griaule. En el periodo de entreguerras, la etnología francesa estaba dominada por cierto idealismo. Marcel Griaule sería el representante más enérgico de este punto de vista. El 31 de marzo de 1931 el Parlamento francés vota una ley especial para organizar lo que va a ser la Misión Dakar-Djiboui que es un programa para traer objetos al Museo del Trocadero y lanzar un programa de investigaciones etnográficas. La expedición recorre 15 países en 22 meses al principio de los cuales Griaule y sus colaboradores entran en contacto con los Dogon en Mali, a raíz de esto Griaule vuelve tres veces al territorio Dogon. En 1943 es nombrado profesor de etnografía creándose la primera cátedra de esta materia en la universidad francesa. Después de la guerra entra en contacto con un viejo cazador Dogon, Ogotemmeli, y de sus entrevistas nace un libro, Dieu d’Eau, Entretiens avec Ogotemmeli, en el que narra “una cosmogonía, una metafísica y una religión que pone a los Dogon a nivel de los pueblos de la antigüedad y que la Cristología podría estudiar con provecho”.

El periodo que va de 1945 a 1960 lo denomina Copans como la aparición de la sociología de la descolonización. En 1950 se crea una nueva disciplina, la sociología de África que representa un corte radical con el idealismo de Griaule en cuanto que se plantea la cuestión de la historia real de África. La figura fundamental de este periodo es Georges Balaudier. Nacido en 1920, empieza a estudiar las mutaciones africanas después de la guerra. En 1955, defiende su “Thèse d’estat” y publica, en 1957 Sociologie de Brazavilles Noirs. El Institut d’Etides Politiques le solicita los primeros cursos sobre el desarrollo, en Francia, y, junto con Sauvy, introduce por primera vez el término “tercer mundo”.

En L’Ecole Practique des Hautes Études se crea la enseñanza de la Sociología del África Negra y funda el Centre d’etudes Africaines. En 1962 es elegido profesor de la Sorbona. En este momento hay que analizar una pieza fundamental de la historia de la antropología. Se trata de dos artículos de Balandier en los que se afirman y analizan algunas cuestiones que entonces eran totalmente revolucionarias. El énfasis de su estudio estaba en el problema colonial en el periodo después de la segunda guerra mundial. La unidad de análisis no era el grupo étnico sino la unidad sobre la que el poder se ejercía, que tenía que ser analizada como un “hecho social total”. El énfasis en el análisis no está en el parentesco o la brujería, sino en la conquista militar, en la explotación económica y la ideología racista.

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El análisis del colonialismo y su planteamiento por parte de Balandier implica “una estructura teórica que se basa en tres principios: a) la sociedades africanas tienen una historia (tradicional y moderna), y son dinámicas y contradictorias; b) los movimientos social e ideológicos del presente revelan a la vez la estructura en el pasado y los modos de cambio inducidos por la situación colonial; c) la situación colonial es un fenómeno global de naturaleza desigual”. Balandier afirma que el descubrimiento por su parte del fenómeno colonial viene determinado por la experiencia de la guerra y el carácter inmediato que para él tiene esta “situación histórica”. También ejerce un influjo enorme Marcel Mauss y su análisis de los “hechos sociales totales”. Esto se comprende en la insistencia, por parte de Balandier, en que el colonialismo es un fenómeno total. Lo que le había llamado la atención en sus discusiones con Mauss, antes de la guerra, no era tanto la idea de totalidad cuanto la de analizar la sociedad, no partiendo de la idea de formas fijas sino como un “fenómeno social total que está vivo y en movimiento”. Si tuviéramos que comparar el artículo de Balandier con algo que se hubiera producido en la Antropología británica de aquella época quizás habría que referirse a un artículo publicado por Max Gluckman en 1940 en el que rompe con la idea del grupo étnico perfectamente delimitado y habla de los blancos y los negros, de los administradores y nativos como realidades que están dentro del mismo marco y campo social. Comparado con la antropología actual, los conceptos de situación, de campo social y de red, usados en 1950 tanto por los autores de la Escuela de Manchester como por Balandier ofrecían más posibilidades de analizar el movimiento que pasa de una frontera a otra y establece conexiones entre fenómenos que, a simple vista, parecen dispares. Balandier insiste con mucha claridad en que todos estos procesos no pueden ser considerados como contacto cultural que es lo que decía Malinowski. Los autores de la Escuela de Manchester estaban totalmente de acuerdo con la postura de Balandier, todos ellos criticaban la noción de “culture contact”. Pero hay una diferencia central entre los puntos de vista de los “británicos” y de Balandier. Los primeros cambiaban contacto cultural por “cambio socioeconómico” mientras que Balandier analiza el colonialismo, que introduce, entre otras cosas, una realidad fundamental, el poder. Copans considera el punto de vista de Balandier como un corte radical.

La idea del colonialismo que Balandier planteo magistralmente, ha tenido sus momentos de aceptación y periodos de sumersión. En el cenit de las luchas de descolonización, especialmente durante la guerra de Argelia, los intelectuales vieron el colonialismo como un obstáculo sólido que debía y podía ser removido. Lo que parecía interesante era el proceso y consecuencias de esta remoción y no tanto el objeto que bloqueaba el camino, es decir, el colonialismo mismo. La nueva historia que las naciones nuevas necesitaban era una historia del pasado precolonial o del pasado anticolonial. La historia colonial se considera como algo obvio. En los 1980 se quiebra el interés por los estudios coloniales. Aparece la teoría postcolonial que propugna que la incorporación de una cantidad grande de población mundial dentro del mundo euroamericano, por efecto de la colonización, ha producido transformaciones profundas de la historia, tanto europea como afro-asiática. Hasta aquí el autor está de acuerdo, pero no tanto en la idea de “post”, puesto que situaciones como la de la guerra de Irak han demostrado que podemos hablar de

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colonialismo en estado puro, o casi puro, y para analizarlo, más que el prefijo “post” deberíamos usar el término “ante”.

A partir de 1960 se impone en Francia la unificación de las ciencias sociales y la problemática marxista. Aparece un campo nuevo que se afirma en términos marxistas. Se empieza a pensar que el sistema mundial es un sistema imperialista. Se tiene en cuenta que el capitalismo hace aparecer un cierto desarrollo de las clases sociales y, las sociedades africanas pueden ser consideradas desde el punto de vista de los medios de producción. Las razones para este surgimiento del pensamiento marxista son varias, a partir de 1956, el pensamiento marxista adquiere una vigencia nueva en Francia, pero dado que ni Marx ni Engels ni Lenin se habían preocupado de África, se necesita un cierto replanteamiento de los principios del Marxismo; los planteamientos de Balandier, que él mismo calificó de “dinamistas” estaban bastante cerca del marxismo como para que se produjese una transición sin grave ruptura; las características peculiares del colonialismo o neocolonialismo llevan al estudio de las raíces económicas de la explotación y de las posibilidades de su destrucción. Este es un fenómeno específicamente francés. Hay que subrayar que en estos planteamientos hay una unificación importante de disciplinas especialmente la antropología y la historia.

PLANIFICACIÓN URBANA Y APARTHEID COLONIAL, RABAT COMO PARADIGMAHay un problema central dentro del colonialismo francés e inglés en África, nos referimos a la separación, planificada dentro del urbanismo, entre blancos y nativos. Tomaremos como ejemplo la planificación urbana francesa de Rabat. Un análisis de una de las grandes urbanistas y sociólogas de este siglo, Janet Abu-Lughod (Rabat, Urban Apartheid in Moroco, 1980) va a servir de guía para plantear el problema.

En la creación de este fenómeno juega un papel central el General Louis Hubert Liautey que juega un papel fundamental en la invasión francesa de Marruecos y que detenta el poder allí hasta 1925. Ocupaba el puesto de “Residente General” mucho más importante que el de Sultán. El poder está en manos de los franceses, los marroquíes juegan un papel más bien simbólico. Entre 1912 y 1927, el Sultán de Marruecos era una figura puramente decorativa. Pero mantener esta ficción de la soberanía marroquí ayudaba a mantener el principio del “indirect rule” y daba una pátina religiosa o sagrada al ejercicio del poder francés que se “contagiaba” del poder sagrado de la monarquía marroquí.

En desacuerdo con el Parlamento francés que quería establecer la capital en Fez, Liautey consigue establecerla en Rabat. Comienza la planificación de la capital que incluye un elemento esencial: la separación completa entre la aglomeración europea y la nativa. Los centros de la población europea tienen que estar separados de aquellos de las poblaciones indígenas por motivos políticos (la mezcla indiscriminada de dos poblaciones va a producir conflictos, y es más fácil el control militar sobre los nativos si no se tiene que preocupar por los europeos), económicos (la preservación de las ciudades antiguas

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favorece el turismo), sanitarios (la segregación favorece la equipación sanitaria de la parte europea, se evita también el contacto con los nativos de clase baja cuya miseria fisiológica y suciedad serán factores importantes en la extensión de las epidemias) y estéticos a la vez que por fines de planificación urbana.

Partiendo de estos principios se lleva a cabo una política de desarrollo urbano con las siguientes características:

1. Una alteración mínima en las zonas urbanas marroquíes que tienen que ser preservadas y protegidas contra los extranjeros que, en contra de sus propios intereses quieren vivir en ellas, y contra los marroquíes que en un intento de abandonar las maneras del “noble salvaje” intentan mejorar sus casas, modernizándolas.

2. La creación de un cordón sanitario alrededor de estas reservas nativas con un cinturón verde de tierra que está vacía.

3. El diseño y construcción de nuevo de las ciudades más modernas y elegantes que Europa podía producir. El cordón sanitario alrededor de Rabat no pudo ser establecido porque los extranjeros habían invadido y comprado la tierra que estaba justamente al lado de las murallas. Sin embargo, todos los otros principios fueron aplicados al pié de la letra en la planificación de Rabat. Un texto de Frantz Fanon resume muy bien el sistema de planificación que se ha descrito: “La ciudad europea, dice, no es la prolongación de la ciudad nativa. Los colonizadores no se han asentado en medio de los nativos. Han rodeado la ciudad nativa; la han asediado. Cada salida de la Kasbah se abre sobre dominio enemigo”.

LA SOCIOLOGÍA DE LOS BRAZZAVILLES NEGROSEn África tropical los franceses practicaban un tipo de Apartheid como el de Rabat. Controlaban mucho el movimiento del trabajo rural que era obligado a habitar en zonas de la periferia en zonas degradadas. En la época colonial, estos barrios eran considerados frecuentemente como no urbanos, sino más bien como pueblos o zonas rurales incrustadas en la ciudad. Los espacios urbanos en África a veces incluían zonas valladas dentro de la ciudad para una población que en gran medida dependía de la agricultura. Se habla frecuentemente de “ciudades jardín” en África. Los Brazzavilles (o barrios) negros eran barrios africanos creados por la inmigración y que están separados por una especie de “no man´s land” (Apartheid espacial) del Brazzaville europeo que estaba constituido en un principio por los tres barrios que definen hasta hoy esta parte de la ciudad, la zona donde está situada la Administración, la zona de la Misión Católica (dominada por la Catedral) y la zona de “La Plaine” (están el puerto, los primeros talleres y factorías). Estas zonas están conectadas por una red de calles.

Para Balandier, el tiempo de su investigación, las ciudades africanas encerradas dentro de la aglomeración de Brazzaville eran reconocidas como centros urbanos, ciudades-pueblos, o más groseramente como campamentos de trabajadores. La ciudad que no se discutía en cuanto tal era la ciudad blanca. Tanto Poto-poto como Bacongo se presentaban como ciudades porque tenían funciones propiamente urbanas.

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El origen de una ciudad, en este caso los Brazzavilles negros, hay que buscarla en el fenómeno de la migración de las poblaciones africanas. Esto plantea un problema para las autoridades coloniales que como decía Dresch se encuentran con una ciudad que es una creación de los blancos y se puebla de negros. Para superar esta paradoja, los administradores coloniales empiezan a decir que los barrios negros no son realmente ciudades sino campamentos de trabajadores. Además, en el caso de Poto-Poto y Bacongo, se trata de ciudades en donde no hay muchos monumentos sino casitas pequeñas con techos de palmera u otros materiales, que hace que los administradores piensen que se trata de habitaciones que no son permanentes y por lo tanto no se trata de ciudades. Estos elementos se encuentran reforzados por la idea colonial y, en el fondo racista, de que la ciudad no podía tener nada que ver con los pueblos colonizados y primitivos. Por ello, se afirmaba que los africanos, aunque especialmente habitasen en la ciudad, en realidad vivían en pueblos. Balandier cuando defiende el carácter de la ciudad de Poto-Poto y Bacongo está defendiendo que las barriadas pobres, inestables con calles sin pavimentar y sin alcantarillas son ciudad. Lo que Balandier lleva a cabo consiste en tomar en serio la ciudad africana y tratar de descubrir su racionalidad específica.

Balandier subraya la preeminencia en los Brazzavilles negros de hombres jóvenes y de un porcentaje muy elevado de varones célibes. Esto permite comprender el desarrollo de los grupos de camaradería, las manifestaciones de antifeminismo y ciertas anomalías en las relaciones sexuales. En el análisis, Balandier describe conceptos como sociedades tribales o minoritarias étnicas, y va a insistir en que el hilo conductor en la interpretación de la ciudad africana es el trabajador o el obrero. Es necesario dar a los problemas del trabajo un lugar importante en la medida en que permiten definir exactamente las bases materiales que condicionan la existencia del ciudadano negroafricano. Esta idea es muy novedosa, en cuanto que, si hay dificultades por parte de los administradores coloniales en aceptar que las poblaciones nativas que vivían en las ciudades vivían realmente en ellas y no en pueblos dentro de ellas, muchas más dificultades había en pensar que las personas que llevaban a cabo actividades dentro de ellas eran realmente trabajadores, obreros, y no miembros de tribus, de grupos étnicos. En el África francesa en 1936, los administradores pensaron por un momento usar la legislación social europea para moldear una población trabajadora urbana cuyos números insistían que hay que mantener en el mínimo. Pero sus ideas se enfrentaban con una concepción defendida por los que se oponían a la reforma y que defendían que los africanos son naturalmente campesinos y que no estaban seguros de que los africanos, después de décadas de misión civilizadora serían capaces de trabajar sin coerción. La década 1935-1945 era un punto de ruptura en el pensamiento colonial: la idea del África “tribal” iba perdiendo su utilidad y los administradores coloniales andaban buscando instrumentos conceptuales para volver a adquirir el control. Pero esto no quiere decir que los encuentren inmediatamente ni siquiera que enseguida comprendan que estos nativos son trabajadores, obreros. Desde este punto de vista, Balandier, que lleva a cabo su trabajo de campo al final de los 1940 y que parte de la consideración de los africanos en Brazzaville como trabajadores, es un auténtico revolucionario.

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Tanto Francia como Inglaterra no encuentran una respuesta duradera a la cuestión del trabajo dentro de sus esquemas coloniales, pero al menos se lo plantean.

A pesar de los movimientos entre los administradores coloniales, la visión del africano como obrero en la ciudad tarda bastante en imponerse.

Tanto la obra de Balandier como otras de autores británicos no tratan de estudiar el obrero o trabajador africano sin más, sino la adaptación de alguien que realmente no es trabajador a una situación de trabajo. Por tanto, los planteamientos de Balandier son realmente muy innovadores. El descubrimiento intelectual de los trabajadores ha tenido básicamente dos periodos diversos:

- entre 1935 y 1970 hay un periodo en el que se afronta el problema desde un punto de vista disciplinario y a partir de aquí se plantea la cuestión como algo problemático. En este periodo, en gran medida, los africanos tenían un estatuto de trabajador dudoso.

- en un tiempo más reciente (1970), una serie de investigaciones sobre el terreno seguidas de debates teóricos e ideológicos sobre la naturaleza de la aristocracia obrera y del proletariado en África negra termina por constituirse en un paradigma de hecho. Es claro que la clase obrera existe, tiene su propia historia y manifiesta una conciencia de clase.

La breve historia social del desarrollo urbano de Brazzaville es una historia de la mano de obra, de su migración del campo a la ciudad. Se describe muy bien la existencia de trabajos que son ocupados por relevos y que hace que la emigración tenga una sustancia intrafamiliar. En 1905 todavía está prohibido que los trabajadores residan con su empleador, pero la construcción del ferrocarril del Congo hasta el Océano en 1924-1934 alarga el mercado de trabajo, las estancias de los trabajadores fuera del campo se prolongan y empiezan a perder sus raíces. Con ello, hay problemas en el aprovisionamiento de los trabajadores que se reinsertan mucho peor que en las zonas rurales. Lo que se da en estas ciudades coloniales es un consumo grandísimo de mano de obra en el sector industrial y de vendedores que atienden el mercado. Pero la llegada de muchos más trabajadores de los que la industria puede acoger, hace que la mayoría de estos se constituyan en una especie de ejército de reserva de mano de obra flotante que trabaja a veces de una manera absolutamente precaria. Según Naville lo que se llama el crecimiento de las ciudades nuevas es ante todo la aglomeración de masas humanas, sin raíces, que viven en la esperanza de un trabajo remunerado y que, sin embargo, conservan relaciones, a una distancia a veces muy lejana, con el campo en el que han nacido.

En el estudio de los trabajadores, es fundamental la relación salarial. En 1942, se crea una “oficina de la mano de obra indígena” en donde se incluyen representantes de la administración y empleadores, cuyo fin es regular el empleo de los trabajadores de acuerdo con las necesidades de la economía de guerra.

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Balandier estudia las relaciones salariales siempre con salarios muy bajos porque la autoridad colonial piensa que el trabajador siempre “vive solo” por principio. Además los salarios siempre son menores de lo que la propia administración estipula. Ello lleva a fenómenos de malnutrición, endeudamiento y usura. La razón fundamental de que los salarios sean tan bajos es porque los salarios no han sido todavía liberados de sus características coloniales. Permanecen por debajo de las necesidades reales porque desde el origen del salariado en África negra, los salarios se consideraban que no tenían que cubrir las necesidades totales del obrero en base a los recursos monetarios.

COQUERY-VIDROVITCH Y LA HISTORIA URBANAEn la configuración de la Antropología francesa en África juegan un papel fundamental también historiadores, geógrafos y otros científicos. Dentro de los historiadores más importantes están J. Surte-Canale y C. Coquery-Vidrovitch.

Coquery-Vidrovitch tiene interés en el estudio de los procesos de urbanización antes de la colonización, porque tira por tierra la idea de que la ciudad en África es un fenómeno que se desarrollo después. En el fondo, se piensa que los únicos modelos de ciudades totalmente desarrolladas son las ciudades europeas.

Coquery-Vidrovitch parte de una definición muy general de ciudad como una aglomeración de gente en el espacio. La ciudad sería un asentamiento relativamente grande, denso y permanente de individuos socialmente heterogéneos. Hay criterios que no están claros. El tamaño es uno de ellos, porque pueden darse ciudades pequeñas y pueblos grandes. La existencia de ciudades no está tampoco relacionado con la densidad o número de habitantes en la región.

Ofrece tres criterios para distinguir los procesos de urbanización:1) el origen del alimento de los pobladores de la ciudad. Éste no está

basado exclusivamente en las actividades de cultivo de los propios habitantes de la ciudad.

2) la división del trabajo con artesanos o trabajadores que presentan una cierta especialización.

3) ciertas formas de arquitectura monumental también suelen darse, aunque frecuentemente no existe ninguna diferencia entre los lugares de habitación que se parecen mucho a los que aparecen en las zonas rurales.

Estos criterios para descubrir lo que es la ciudad hay que unirlos a las condiciones exigidas para la urbanización:

1) la posibilidad de una producción agrícola con excedentes capaz de alimentar a personas que no son productores. En el caso africano, debido al pequeño desarrollo tecnológico y la agricultura preindustrial, la ciudad tenía que obtener tributos de un área más grande y dedicarse a un comercio interregional.

2) el comercio era una parte muy importante de la ciudad. Ello trae consigo una clase de mercaderes que se especializan en recolectar y

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distribuir mercancías. Los mercados y el comercio a larga distancia son elementos fundamentales de las ciudades agrícolas. África estaba llena de redes de comercio a larga distancia que estaban controladas y protegidas por la autoridad.

3) la presencia de una autoridad que protege el comercio, que organiza el uso de los excedentes por parte de los no productores. Esta autoridad da estabilidad en la producción y circulación de mercancías. Por otra parte, controlaban y coordinaban las relaciones entre los grupos sociales y ocupacionales que viven en la ciudad y, al mismo tiempo, aseguran el mantenimiento y la supervivencia de los artesanos y trabajadores que vivían en ella.

Aunque es muy extraño que la ciudad viva únicamente de los productores agrícolas de sus pobladores, la ciudad africana siempre tuvo muchos lugares dentro de su propia estructura en donde se sigue practicando la agricultura a nivel reducido.

LA POLÉMICA SOBRE LA ARTICULACIÓN DE LOS MODOS DE PRODUCCIÓNA partir de 1960 en la Antropología francesa se empieza a pensar que se puede combinar marxismo y antropología pero antes es necesario superar los planteamientos a los que Stalin había dado vigencia, de los cinco estadios por los que la humanidad pasó y va a pasar (sociedad primitiva, antigua o esclavista, capitalismo y comunismo). Algunos autores se plantean la idea de revitalizar el “concepto de modo asiático de producción”. Son fundamentales en este proceso Jean Suret Canale, Catherine Coquery-Vidrovitch y otros antropólogos que trabajan en África entre los que destacan Meillassoux y Terray.

J. Suret Canale publica un artículo sobre el concepto de modo de producción asiático y las sociedades tradicionales de África que plantea un problema que se puede resumir como la posibilidad de “caracterizar las sociedades del África colonial usando una perspectiva marxista”. Según él, el modo de producción preponderante en África es comparable con lo que Marx llamaba “modo Asiático de Producción”.

Las sociedades tropicales africanas precoloniales tienen tres tipos de estructura socioeconómica:

1. La comunidad primitiva, se excluye la explotación del hombre por el hombre debido al escaso desarrollo de las fuerzas productivas. Se trata de sociedades de cazadores recolectores, la regla de compartir es básica.

2. Sociedad tribal patriarcal, sociedades agrícolas y en algunos casos ganaderas. La agricultura con utensilios de hierro hace aumentar la productividad y la aparición de excedentes, esto trae consigo la división del trabajo, la aparición de oficios y del comercio. La unidad fundamental es la familia patriarcal, no hay propiedad privada, los derechos de la tierra son colectivos e inalienables y pertenecen a la familia patriarcal. Algunos casos ofrecen una organización relativamente democrática.

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Pero el desarrollo de la productividad o la superproducción crean la posibilidad de la explotación y diferenciación en clases. La esclavitud se hace posible. Esta sociedad es un ejemplo del paso de la comunidad primitiva a la sociedad de clases.

3. La sociedad de clases aparece en la sabana por la necesidad de obtener reservas y de redistribuir. Los excedentes de producción pueden ser preservados y transportados. Aquí aparecen las aristocracias y clases privilegiadas. Sin embargo, nunca hubo un feudalismo en África.

En África se da una variante del “modo de producción Asiático” que no se basa en la explotación de esclavos o siervos por medio de la renta, sino en la explotación de comunidades enteras que conservan su organización comunal intacta. Este sistema de explotación de clase refuerza las estructuras que se basan en la propiedad colectiva de la tierra y que constituyen el marco dentro del cual la superproducción es apropiada y son la condición esencial de la explotación.

C. Coquery-Vidrovitch publica un artículo sobre los mismos problemas, según ella el modo asiático de producción en su forma extrema no parece ser aplicado a África. Suret Canale trata de aplicar este concepto a África en parte vaciándolo de su contenido, por este motivo la autora rechaza la idea de modo asiático de producción y dice que hay que hablar de “modo africano de producción”.

Coquery-Vidrovitch subraya que las sociedades africanas estaban caracterizadas por una yuxtaposición de dos niveles que se presentaban aparentemente como contradictorios. El nivel de la subsistencia local a nivel del pueblo y el comercio “internacional, incluso transcontinental”. Este fenómeno económico iba paralelo a un fenómeno político de coexistencia o conflicto entre una estructura tribal basada en el parentesco y una organización territorial que tiende a ser centralizada. Según ella, desde aquí no se puede pasar a la idea de Suret Canale de que había en primer lugar la esfera de la subsistencia, que venía determinada por el nivel tribal y patriarcal, o el nivel pre-estatal, y, por otra parte, el comercio a larga distancia que iba unido a un estado más o menos despótico. Los dos elementos contradictorios se dan tanto en sociedades estatales como pre-estatales. La agricultura prácticamente no producía excedentes, era básica y esencialmente de subsistencia. Por otra parte, una población escasa podía satisfacer sus necesidades con tierra abundante aunque no fértil. Así, ningún mandatario, para vivir, tenía necesidad de arrebatar alimentos en gran cantidad de la producción de los pueblos. Coquery-Vidrovitch quiere decir que los déspotas africanos explotaban a sus súbditos menos que a las tribus que estaban fuera de su dominio. La mayor parte de los recursos para los grupos dominantes no venían de las comunidades de los pueblos sino de fuera del territorio. Esto se obtenía de dos maneras, con las guerras continuas o con el comercio pacífico a larga distancia.

En última instancia, el “modo de producción africano” está basado en la combinación de una economía patriarcal y comunal y la presencia de un grupo que domina el comercio a larga distancia. Esto da como resultado la

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invariabilidad de las bases comunales de la subsistencia y la inestabilidad del nivel sociopolítico.

Aunque Suret Canale y Coquery-Vidrovitch parecen estar enfrentados en realidad ambos están diciendo cosas relativamente parecidas. El primero habla de la persistencia de estructuras de la propiedad colectiva junto a la propiedad privada o a la explotación. Coquery-Vidrovitch habla de la coexistencia de una economía patriarcal comunal, lo que Suret Canale llama propiedad colectiva y a la vez dominación por parte de un grupo dominante que controla el comercio a larga distancia. Si esta coexistencia la designamos como articulación tenemos aquí “la articulación de modos de producción”. La discusión se va a centrar sobre el “modo africano de producción” y con ello se superan los famosos cinco estadios planteados o impuestos por Stalin basándose en Engels.

CLAUDE MEILLASSOUX Con los puntos de vista de Meillassoux y Terray se pretende rendir un homenaje a los africanistas franceses que han tenido una gran importancia en el desarrollo de la historia de la Antropología.

Claude Meillassoix pertenece por edad a la generación de Harris, Sahlins, etc. y es una de las grandes figuras de la antropología mundial.

El marxismo ha ejercido una gran importancia en la sociología y etnografía francesa y dos de los representantes son Meillassoux y Godelier. Godelier está muy cercano a Levi-Strauss y su trabajo intelectual se dirige a hacer compatible marxismo y estructuralismo. Después sus puntos de visto cambian.Meillassoux comienza como investigador de campo en África siendo uno de los africanistas básicos del siglo XX. No presta demasiada atención al estructuralismo criticándolo con dureza. Realiza un trabajo de campo entre los Gouro de la Costa de Marfil publicando L´Anthropologie de Gouros de Côte d´Ivoire: De Economie de subsistence a l´agriculture commerciale siendo una de las monografías clásicas de la Antropología económica. Analiza la transición de una economía de subsistencia a una agricultura comercial dirigida a satisfacer las demandas del capitalismo. Meillassoux adopta una perspectiva marxista pero a la vez reclama de la antropología dinámica de Balandier que partía de que todas las sociedades están en la historia. Tanto Meillassoux como Balandier se dedican a analizar fenómenos contemporáneos considerados banales como el cuerpo, la circulación de las legumbres y la producción agrícola y no tanto los sistemas de pensamiento como proponía Griaule e incluso el propio Levi-Strauss.

Meillassoux tiene presente el influjo del colonialismo pero es consciente de que las transformaciones de la sociedad Gouro se deben también a procesos internos que llevan a la segmentación de la sociedad. La brujería, el adulterio y la guerra intertribal son conflictos que llevan a movimientos de población y transformaciones sociales. La sociedad no está en estado de equilibrio y por ello hay que tener en cuenta las contradicciones internas y la colonización que va a acelerar las rupturas y las transformaciones. Meillassoux va insistir en el análisis de las actividades económicas que esos momentos no eran demasiado

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importantes en los trabajos de campo. Introduce en su trabajo el concepto de producción y lo coloca en un contexto marxista.

Trata de establecer la relación entre los procesos productivos y las transformaciones y también entre estas transformaciones y la reproducción de la sociedad.

El marxismo de Meillassoux rechaza la idea de una ruptura radical entre las sociedades primitivas y nosotros y subraya que en todos los casos las relaciones de producción y las fuerzas productivas determinan la configuración de la sociedad. Afirma que la necesidad de producir juega un papel decisivo en la organización social dado que la producción es la condición misma de la existencia de la sociedad. Una sociedad puede interrumpir el ejercicio de los cultos, renunciar a sus ritos, sus danzar y arte pero no puede parar de producir sin desaparecer físicamente.

Meillassoux no se liberó del funcionalismo y por ello en su monografía sobre los Gouro explica los fenómenos por su función. La dote es considerada como un medio de perpetuación del orden social. La función de la guerra es alcanzar una regularizacion de las relaciones sociales y esto explicaría por qué las mujeres no son matadas en las guerras ya que sería una negación de los fines buscados. Un aspecto fundamental de su trabajo es intentar demostrar que la economía Gouro no es un conjunto encerrado en sí mismo publicando un artículo sobre los mercados.

En este artículo se analizan los intercambios precoloniales y también los posteriores a la colonización. Antes de ésta cada comunidad producía alimentos que consumía y había pocos intercambios de alimentos. Pero había otros productos que sí se intercambiaban: con los Beté se intercambiaban como regalo bienes de prestigio que iban unidos a la autoridad de los más viejos. Los Gouro cambiaban la nuez de kola por barras de hierro que a su vez servían de moneda de cambio en las transacciones matrimoniales. La autoridad colonial introduce el trabajo forzado, prohibiciones, reglamentos y desplazamientos de la población que transforman la organización tradicional. La autoridad colonial introduce un sistema de jefaturas que sirve de intermediarios entre la población nativa y la administración francesa. Los jefes se van a constituir en una clase campesina privilegiada que se va a aprovechar de la colonización. A la vez se da un aumento muy importante en el territorio Gouro.

En otro de sus libros insiste en la importancia de los procesos productivos y va a insistir en que las relaciones de parentesco están determinadas por las constricciones de la producción. La producción de los medios de subsistencia no puede ser confundida con la producción de los hombres o la reproducción.

Meillassoux parte de una distinción establecida por Marx la tierra como objeto de trabajo (cuando es explotada sin haber recibido ninguna inversión previa de energía humana) y otro tipo de economía que se basa en la utilización de la tierra como medio de trabajo. En este caso la agricultura es una actividad que

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requiere una inversión cuyos frutos no se recogen de forma inmediata ni directamente.

Cuando la tierra es un objeto de trabajo los rendimientos son instantáneos y no hay inversión en términos de trabajo. No hay acumulación ni ciclo de transformación. Las relaciones sociales son precarias y no hay constitución de un grupo de producción ni hay autoridad. Las reglas de residencia no están muy establecidas (nomadismo). Las relaciones de parentesco están minimizadas. No hay ninguna organización estatal y los hombres guerreros se constituyen en una categoría dominante.

Cuando la tierra es utilizada como un medio de trabajo la producción tiene que ser organizada ya que se requiere una mayor utilización de energía y la cooperación entre unos y otros es más duradera. La reproducción se hace más importante y muchas actividades sociales como el matrimonio se vuelven hacia ella. El matrimonio se hace más institucionalizado y los sistemas de filiación se constituyen como medios de ordenar la producción. Aparecen nuevas categorías sociales. Se distingue entre los viejos y jóvenes. Los más viejos almacenan las semillas constituyéndose una estructura jerárquica basada en la edad. Las células de parentesco se hacen perennes y son los padres los que aseguran la reproducción del grupo. También hay una distinción entre hombres y mujeres. Las mujeres no es admitida al status de reproductora y el producto de su trabajo entra en el circuito doméstico única-mente a través del varón.

Quizás el origen de las consideraciones de la reproducción de Meillassoux esté en la consideración y análisis serio de una serie de consideraciones que habían hecho las autoridades coloniales y los teóricos de la colonización. Cita dos textos:

1) un informe de la Comisión de Salarios indígenas en las Minas de Rodesia donde se dice que es ventajoso para las minas que los trabajadores vuelvan a sus hogares al fin del periodo de su servicio ya que garantiza a las minas obtener un trabajo sin cualificar a un precio inferior al pagado en la industria y de otro modo los medios subsidiarios de subsistencia se perderían.

2) El otro texto al que hace referencia es del Gobernador de Uganda donde se dice que es una buena política dejar el cuidado de los enfermos y los débiles a los clanes tribales y las familias que tradicional-mente han asumido esta responsabilidad.

En estos textos se está planteando una cuestión importante: la distinción entre producción y reproducción. La producción industrial se lleva a cabo en los lugares donde hay factorías o minas pero las autoridades han intentado por todos los medios que no se rompan los lazos con sus lugares de origen de manera que en un lugar se lleva a cabo la producción y en otro, en las zonas rurales, la reproducción. Estas zonas de origen de los trabajadores es designada por Meillassoux como “zonas agrícolas de autosubsistencia” y representan la forma de organización social más extendida en los países subdesarrollados y que se apoya en los medios de reproducción humana: la subsistencia y las mujeres. El coste bajo de la fuerza del trabajo en estos países viene dada no solo por la explotación del asalariado sino también de la explotación del trabajo de sus parientes y de sus mujeres en las zonas rurales

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a quienes frecuentemente no se les estaba permitido vivir con sus maridos y estaban obliga-das por las potencias coloniales a vivir en el campo.

Según Marx la comunidad doméstica es el único sistema económico y social que rige la reproducción física del individuo, la reproducción de los productores y la reproducción social en todas sus formas por medio de un conjunto de instituciones y la domina por medio de las mujeres. Ni el feudalismo, ni la esclavitud ni el capitalismo contienen en sí mismos los mecanismos institucionales de la regulado-res o correctores de la reproducción física de los seres humanos. La familia está desprovista de funciones productivas pero no de las reproductivas. Desde este punto de vista las relaciones domésticas constituyen la base orgánica del feudalismo, del capitalismo y del socialismo burocrático. Por tanto estos sistemas no son completos en sí mismos ya que la reproducción de las fuerzas del trabajo se lleva a cabo fuera de ellos, en las unidades domésticas que no son destruidas por ellos. Este tipo de articulación entre capitalismo y modo de producción doméstico tiene lugar en las sociedades tradicionales africanas y en el capitalismo europeo y aquí está la genialidad de Meillassoux que es capaz de dar la vuelta al análisis antropológico que frecuentemente se basa en la aplicación de los sistemas del capitalismo europeo a las sociedades colonizadas. En su obra Mujeres, Graneros y Capitales hace referencia de dos elementos que hay que tener en cuenta:

1) Rotación de la mano de obra: se obtiene por las discriminaciones que privan al trabajador de la seguridad social y la seguridad en el empleo o le obliga a retornar a su país. Las autorizaciones de trabajo son dadas por un tiempo limitado y renovables en determinadas condiciones. Estos mecanismos funcionan dentro de un mismo país entre zonas rurales y urbanizadas y a nivel internacional entre países rurales y los países industrializados.

2) Doble mercado de trabajo: consiste en la división del proletariado en dos categorías según la forma de explotación a la que esté sometido. Se trata de los trabajadores integrados o estabilizados que se reproducen íntegramente en el sector capitalista y de los trabajadores migrantes que se reproducen parcialmente en él.

El sistema colonial que propugnaba la reproducción de la fuerza del trabajo en las zonas rurales se clarifica en el sistema racista y el apartheid de Sudáfrica y Rodesia que establecen una separación jurídica, legal y espacial entre las zonas mineras e industriales y las reservas de los indígenas. El capitalismo avanzado trata de admitir trabajadores del tercer mundo para la producción dentro de ellos. Llegan al país de acogida y trata de devolverlos al país de origen cuando ya no son útiles ya sea por crisis de producción o cuando los trabajadores ya no son útiles para trabajar.

EMMANUEL TERRAYEmmanuel Terray publicó un libro titulado Le marxisme devant les societés primitives en el que pretende utilizar la noción de modo de producción consistentemente. Critica el libro de Meillassoux porque considera la sociedad Gouro como algo basado en un único modo de producción: el modo de producción del linaje. Afirma que no se puede comprender una sociedad

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pensando en un único modo de producción sino que se trata de una combinación entre el modo de producción de linaje y el modo de producción de la aldea o tribal y es lo que se designa con el nombre de “articulación de los medios de producción”. Cada modo de producción tiene tres elementos:

Una base económica Una superestructura político-jurídica Superestructura ideológica.

Según Althusser un modo de producción es un sistema de estructuras articuladas internamente relacionadas unas con otras pero que no tienen el mismo poder.

Terray publica dos obras. El primer problema que plantea es el de si en estas sociedades de linajes los grupos dentro de ellas pueden ser considerados clases sociales o no:

1) Si la noción de clase que se aplica es la de clases en sí mismas que son grupos que están en una situación de desigualdad con respecto a los medios de producción entonces parece claro que se trata de clases sociales.

2) Si la noción de clase que se aplica es la de clase para sí mismas, es decir, clases conscientes de su condición entonces no parece que se trate de clases sociales.

Sin embargo parece claro que se trata de clases sociales y por tanto el análisis marxista puede ser aplicable a este tipo de sociedades.

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