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Borrador: TERRITORIOS De las organizaciones de base a la sociedad sin clases

Territorios

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Aspectos para la cosntrucción territorial.

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Borrador:

TERRITORIOS De las organizaciones de base a la sociedad sin clases

Presentación:

Desde finales del año 2011 un grupo de militantes libertarios, provenientes de distintos espacios de construcción popular de Santiago, se han encontrado fraternalmente, con el objetivo de compartir conceptos y prácticas, para fortalecer en conjunto, propuestas y perspectivas relativas al trabajo territorial.

Consideramos que siempre es necesaria la solidaridad entre las y los libertarios de la mano de una teoría y una práctica común, que nos permita salir del gueto y golpear de manera más fuerte y coordinada a quienes detentan el poder. Por esta razón hemos considerado necesaria la conformación de una incipiente coordinación política social en lo poblacional, que se define como:

Espacio de praxis común: compartimos la forma de construcción territorial, la cual se desarrolla desde abajo y por fuera del Estado superando el individualismo y la dependencia de organismos institucionales como las municipalidades y sus distintas direcciones y funcionarios. Se pretende desarrollar fuerza popular capaz de crear su propia política basada en la solidaridad de clase, autogestión y democracia directa. Consideramos que esta práctica libertaria reúne la mejor forma de entender y avanzar hacia el fortalecimiento del movimiento popular en los distintos territorios.

Lugar de reflexión y planificación de acciones: consideramos relevante contar con un espacio que

permita problematizar y socializar ideas de nuestro quehacer para mejorar el impacto de las prácticas libertarias en el ámbito territorial, como también desarrollar distintas acciones colectivas que permitan ir caminando hacia un proyecto de construcción horizontal y revolucionaria.

En consecuencia, las ideas libertarias nos convocan a pensar que la construcción política territorial debe

apuntar a crear o fortalecer el protagonismo de las organizaciones y movimientos populares como garantes de una transformación social y antes que definiciones ideológicas, el trabajo debe ser precedido por una práctica de base que fomente una comunidad organizada con capacidad de administración, gestión y toma de decisiones.

Justamente “Territorios” pretende, en sus distintas ediciones, contribuir con diferentes nociones y herramientas a la maduración programática de las organizaciones territoriales, es decir, a una construcción poblacional en base a objetivos y prácticas diseñadas bajo las particularidades de cada lugar.

Desde esta publicación se saluda fraternalmente a todas y todos quienes construyen social y revolucionariamente. Toda la fuerza y energía en este largo camino, ya que estamos concientes que nuestra lucha en esta sociedad desigual e injusta no tiene fines inmediatistas sino de largo aliento. Por lo mismo, el modo de construcción popular es fundamental porque si apostamos a una sociedad bajo el control y gestión directa de las necesidades e intereses vitales de la mayoría, debemos fortalecer y crear organizaciones e individuos solidarios, que realcen la capacidad de comunidad y conciencia clasista desde ahora.

“Que el resultado de la lectura se convierta en práctica y que la lucha se transforme en revolución social.”

Arriba las y los que luchan.

Coordinación Territorial Libertaria

Herramientas para la construcción territorial

Para la construcción de una organización territorial definimos cuatro etapas: diagnóstico, construcción

de plan de trabajo, implementación y evaluación. Cada una será desarrollada en un cuadernillo diferente.

La primera, y la que trataremos en profundidad en esta edición, es el diagnóstico del territorio en el cual se pretende trabajar. Esto nos permite determinar y delimitar las acciones a realizar, para así lograr un trabajo más efectivo, que facilite la construcción de un proyecto sólido.

Con el diagnóstico formamos una caracterización del territorio que podría contemplar los siguientes aspectos: delimitación del espacio físico, características socioeconómicas y culturales del sector, identificar recursos, necesidades, demandas y organizaciones sociales presentes, entre otros.

Con esta información recogida y analizada definimos qué área vamos a trabajar, por ejemplo

educación, salud, trabajo, justicia, medio ambiente, y en base a nuestros principios construimos un plan de

trabajo, definiendo y problematizando sobre el quehacer.

Se deben discutir y precisar los pasos tácticos a seguir. La definición de objetivos a corto, mediano y largo plazo resultan primordiales en esta etapa, así como la definición de tareas. De esta manera se puede generar un proyecto que logre articular trabajos que sobrepasen la contingencia.

El siguiente paso es ver cómo vamos a llevar a cabo la implementación del proyecto a través de los planes de trabajo. Primero hay que definir las intervenciones concretas que realizaremos, talleres, actividades, coordinaciones zonales o las necesidades que logremos identificar del diagnóstico. Una vez definido eso, hay que elaborar los objetivos y perspectivas políticas que se le darán al trabajo. Todo esto tiene que ir enlazado para así lograr un desarrollo efectivo y coherente de nuestras acciones.

Por último, la evaluación que hacemos de la organización y sus trabajos llevados a cabo. En esta parte se hace el balance sobre lo planteado y lo realizado, revisando el cumplimiento de objetivos, tanto de la organización, como de las intervenciones hechas y el de los compromisos personales.

Las evaluaciones nos darán cuenta de los resultados, analizando si la lectura del territorio fue bien hecha, si las áreas en las cuales se está trabajando están bien abordadas y si las fuerzas puestas en el desarrollo del programa están bien dirigidas.

Dejamos en claro que esta es una propuesta de cómo conformar una organización, que busca entregar elementos que consideramos útiles para enriquecer el trabajo y las discusiones en torno a la construcción de un proyecto, y bajo ningún punto de vista es un recetario que exija cumplir al pie de la letra lo expuesto.

Entendiendo el lenguaje como acción generativa de realidades, como arma de la política, como poder para la clase

hegemónica, y a su vez, como poder para quienes creemos en la transformación radical de los paradigmas que nos

gobiernan, es que queremos hacer explicito que el grupo humano, a cargo de la creación de las diversas ediciones que

componen este cuadernillo, utiliza los conceptos como “compañeros”, “trabajador/es”, “poblador/es”, “vecinos” u otros,

como un vocablo genérico y que estamos, por cierto, incluyendo en ellos y acogiendo en nuestro discurso, a quienes

históricamente no han sido visibilizados en los relatos oficiales, es decir, a mujeres, homosexuales, lesbianas y a todo

grupo humano que comparta no sólo nuestra condición de explotación y espíritu de rebeldía, sino que a todo aquel que

se movilice esperanzadoramente luchando contra los yugos del capitalismo y el patriarcado.

Diagnóstico: Conociendo nuestro Territorio

¿Por qué organizarnos en nuestro territorio?

El sistema capitalista ha penetrado todas las esferas del desarrollo de la vida humana, por lo que ya no sólo basta con combatirlo en el ámbito del trabajo, exigiendo mejoras en nuestras condiciones laborales o apuntando como único objetivo al control de los medios de producción en manos de los trabajadores.

Frente a la explotación que este sistema lleva a cabo contra los pueblos del mundo, destruyendo el medio ambiente, robándonos diariamente una gran porción de lo que producimos en el trabajo, obligándonos a consumir sus anti-valores a través del monopolio de los medios de comunicación y transformando todos nuestros derechos y recursos en una mercancía, nosotros como pobladores, trabajadores, cesantes o estudiantes debemos oponernos enérgicamente, desarrollando nuevas formas de relacionarnos, organizándonos para recuperar nuestros derechos y coordinando nuestras luchas para ir fortaleciendo un movimiento popular que sea capaz de detener la miseria que nos impone el capital y crear una alternativa que nos permita construir una forma de vida basada en la solidaridad, el respeto, la democracia directa y la autonomía. En pocas palabras, debemos construir poder popular para destruir el capitalismo y avanzar hacia la autogestión social.

En los territorios convivimos diariamente con muchas expresiones de las desigualdades que genera este sistema; sólo por nombrar algunas, podemos hablar del hacinamiento en nuestros hogares; un sistema de salud que muchas veces no da abasto a las necesidades de la población y que de a poco se ha ido privatizando; la ausencia de espacios de encuentro, recreación y cultura; una educación que busca convertirnos en reproductores de las lógicas del sistema, mano de obra barata, sumisa e ignorante, que no nos invita a generar una conciencia crítica, ni a ser un aporte para el desarrollo de nuestras comunidades; la violencia que genera la falta de oportunidades repercute al interior de nuestras familias y en la relación con los y las vecinas, así como en el consumo de drogas y alcohol como vía de escape a una vida que se nos presenta sin ninguna expectativa más que sobrevivir y llegar a fin de mes; y así podríamos seguir nombrando.

Ante este panorama debemos sacar un par de cosas en limpio. En primer lugar, los pobladores y pobladoras somos parte del conjunto de la clase trabajadora, por ende compartimos un mismo objetivo en nuestra lucha por la destrucción de la sociedad de clases, sin embargo, nuestra pelea tiene desafíos, dinámicas y formas particulares que nos diferencian de los otros frentes de lucha, como son el sindical y el estudiantil.

Si pensamos que para superar al sistema capitalista debemos por un lado, generar las condiciones para sobrepasar a las fuerzas de los ricos y poderosos, que no dudarán en echar mano a los aparatos represivos del Estado y cuanto recurso tenga al alcance para proteger sus privilegios; y por otro, ser capaces de ir desarrollando desde ahora control territorial, entendido como la capacidad de administrar comunitariamente los diferentes ámbitos de la gestión del territorio, así como distribuir los recursos, es que podemos plantear que las tareas del presente estarán enfocadas en dos ámbitos que se deben alimentar mutuamente: la lucha reivindicativa y el trabajo de auto-construcción.

La lucha reivindicativa la entendemos como un medio y no como un fin en sí mismo. Es un medio

porque nos permite mediante el desarrollo de la lucha, conquistar un derecho social -como es la vivienda, la salud, la educación y la previsión entre muchos otros- o por defender o mejorar nuestra calidad de vida -como es evitar la destrucción de áreas verdes, colocación de antenas celulares, etc.-, encontrarnos con nuestros vecinos y vecinas, organizarnos de manera horizontal y en asamblea, identificando un problema que nos aqueja a todos y que en la gran mayoría de los casos tiene su origen en la estructura misma del sistema: en la codicia de los explotadores, ya sea a través de las empresas o del Estado, esto nos permite ver una condición de clase que atraviesa el conflicto; no somos tomados en cuenta por no tener un apellido pomposo ni venir de familias adineradas, por lo que lo único que tenemos es a nuestros vecinos que comparten esta misma situación y nuestra disposición a dar la pelea. A su vez, en el desarrollo de estas luchas parciales podemos ir profundizando nuestra crítica al sistema yendo desde las contradicciones más aparentes, a las más de fondo, ganando experiencia en la lucha, confianza en nuestras fuerzas y desplegando acciones directas de masas para exigir lo que consideramos justo y necesario.

Por su parte, el trabajo de auto-construcción lo entendemos como iniciativas que apuntan a difundir valores antagónicos a los del capitalismo, lógicas de hacer las cosas que se confrontan a la "normalidad" impuesta, satisfacer ciertas necesidades por nosotros mismos sin la intervención de agentes externos a nuestra clase trabajadora y ser una experiencia tangible a escala de ese nuevo mundo que deseamos construir. Ejemplos de estos trabajados pueden ser las bibliotecas populares, talleres culturales, murgas, medios de comunicación populares, huertos orgánicos, cooperativas productivas o de consumo, etc., todos estos organizados desde y para los vecinos, con autonomía de los partidos políticos y organismos institucionales, funcionando con democracia directa e incentivando la organización y autogestión de los territorios. En muchas ocasiones estos trabajos sirven como puntapié inicial dentro de una construcción territorial, permitiendo a los grupos que aspiran levantar experiencias organizativas dentro de una población darse a conocer a los vecinos, generar lazos de confianza, redes de apoyo y coordinaciones con otras organizaciones.

Cuadro Explicativo: Territorio: Se puede entender desde la institucionalidad (país, provincias, comunas) o desde un ámbito geográfico, socio-económico y cultural, donde se toma en cuenta las características físicas de un determinado espacio, la historia y la identidad que se genera a través de las relaciones sociales e históricas que a su vez, deben interactuar con contradicciones de clase particulares de cada lugar específico. Territorio se puede entender también desde una visión práctica, según las capacidades que posee cada organización para desarrollar su trabajo y generar influencia, pese a que este se encuadre dentro de un espacio físico mayor de similares características. Sin embargo, lo que le dará su carácter territorial al modo de construcción será que apunta a ejercer un control comunitario sobre el espacio, partiendo en el presente desde las labores de lucha reivindicativa y autoconstrucción.

¿Para qué un diagnóstico territorial?

El diagnóstico territorial es un instrumento utilizado en el estudio de la mayoría de las Ciencias Sociales, no obstante, se presenta como una herramienta que las organizaciones populares podemos y debemos resignificar, esto, en beneficio de las diversas apuestas por la transformación radical de la sociedad capitalista, que llevamos a cabo en el seno de nuestras poblaciones.

Un diagnóstico del territorio, vale decir de la población en la que nos encontramos insertos, nos proporcionará los elementos necesarios para planificar, gestionar e implementar coherentemente nuestro plan de lucha. Muchas veces, elementos como estos, no son considerados a la hora de desplegar un trabajo territorial, las resistencias para ello, son múltiples, pero la experiencia, sabia consejera, nos ha demostrado la importancia de la preparación minuciosa del trabajo, forjada al fragor de debates y reflexiones sistematizadas, las que no sólo mejoran resultados, enriquecen procesos y fortalecen al conjunto de la organización, sino que además nos permiten poner en movimiento, diálogo y encuentro nuestra experiencia y trabajo con el de otras organizaciones, potenciar nuevos impulsos y simplificar la labor de otros y otras compañeras quienes transitan caminos afines y combaten enemigos comunes.

En consecuencia, la comprensión, o valoración del territorio nos permitirá sistematizar de manera ordenada muchos de los factores que influyen en los efectos que nuestra intervención política pueda provocar y en el rol que esperamos cumplir en el desarrollo de un proceso revolucionario, por ello, es importante conocer lo mejor posible las características de la población, siendo óptimo que esta fuese discutida colectivamente, para ello, es necesaria la generación de un vínculo cotidiano y permanente con nuestros vecinos y vecinas.

Concretamente un diagnóstico nos ayudará a: Delimitar de forma precisa la extensión del territorio (espacio físico) en la cuál se va a trabajar. De esta

manera, podemos ir definiendo los elementos constitutivos y característicos del lugar. Determinar si existe una identidad colectiva, a través de un rescate histórico del origen y desarrollo de

la población. Conocer la composición socio-económico comunal. Identificar necesidades y carencias. Identificar fortalezas y potencialidades de la población. Caracterizar el rol de la institucionalidad, es decir, del Estado, a través de la municipalidad en la

resolución de las problemáticas existentes en el territorio. Realizar un reconocimiento del tejido organizacional del territorio (potenciales “aliados” y “enemigos”). Definir y valorar la importancia geopolítica y estratégica del territorio Conocer la tendencia política a través del voto en el territorio (comuna)

Conociendo y aprovechando nuestras fuerzas Hemos mencionado distintas formas y metodologías que tienen relación con la organización social en los

territorios, pero es necesario de todas formas tener un diagnóstico interno que dé cuenta de nuestras

capacidades tanto cualitativas como cuantitativas, capacidad de respuesta ante las distintas contingencias

que se presenten en los diversos ámbitos de la lucha. De esta manera se podrá poner en práctica los distintos

diseños o planificaciones que hagamos de nuestros territorios, y tomar decisiones acordes con el contexto.

Lo cuantitativo

Cuando hablamos de lo cuantitativo nos referimos particularmente a la cantidad de integrantes que conforman

nuestro grupo, aunque es sabido que “cantidad” no significa “calidad” propiamente tal. Es necesario saber

con cuántos compañeros se cuenta realmente, ya que dentro de las distintas organizaciones que nos dotamos

como sujetos revolucionarios se da que existen compañeros que pululan y que no existen al momento de

realizar cualquier tipo de acción, dejando muchas veces las pegas tiradas. En resumen, se necesita saber

quiénes son parte de la organización y quiénes simpatizan con el proyecto.

Lo cualitativo

Ahora bien, es preciso tener en cuenta las distintas capacidades y aptitudes de los integrantes de la

organización, de esta manera se podrá destinar a los compañeros en labores donde sus competencias

puedan ser aprovechadas de la mejor manera. La importancia de este punto radica en que en ocasiones se

presentan escenarios en donde los compañeros no poseen las competencias adecuadas para llevar a buen

puerto una tarea, pero existen otros compas que si las poseen y se desconocen dichas capacidades. Por esta

razón es que se hace de gran importancia conocer las capacidades y talentos de cada integrante. La idea es

que en cada espacio de la lucha se puedan destinar a los más capacitados, potenciando siempre a quienes

no cuentan con las mismas habilidades; esto con el fin de una nivelación constante de conocimiento y

saberes. En tal sentido, cobra relevancia la autoformación a la interna, el debate constante y la socialización

de los conocimientos, tanto en las áreas de tipo intelectual como en las de tipo práctico.

El tiempo y la responsabilidad

Está claro que cuando nos decidimos a luchar entregamos parte importante de la vida en esta labor, es por

esto que debemos conocer y ser honestos con nuestra disposición para la lucha, ya que no todos los compas

tienen la misma disposición de tiempo. En tal sentido, cobra importancia el compromiso y la responsabilidad

de los compañeros al momento de entregar tiempo a la organización, ya que este indicador nos dará claridad

y una real perspectiva del trabajo en que se desarrollan los militantes.

Lo logístico

Así como se han nombrado elementos cuantitativos y cualitativos, no podemos dejar de lado la variable

material, es decir, la cantidad de recursos con los cuales contamos al momento de organizarnos.

Esta serie de elementos que hemos nombrado, se pueden sintetizar en un concepto clave al momento de

desarrollar nuestra militancia en los distintos espacios sociales; este concepto es la logística, es decir, la

capacidad que tiene la organización de desplegar de la mejor manera sus recursos humanos y materiales. En

este sentido, es importante contar con redes que faciliten la obtención de recursos (transporte, amplificación,

gráficos, entre otros). Así mismo, como en el caso de no contar con compañeros que dominen ciertas áreas

de trabajo (diseñadores, muralistas, animadores, etc). Idealmente este tipo de elementos deberían estar al

interior de la organización, pero de no estar a disposición es preciso saber cómo conseguirlos.

Si bien existen una variedad de elementos que nos ayudarán al momento de organizarnos, consideramos que

estos puntos son importantes al momento de hacer un diagnóstico a la interna. Sabemos que el desarrollo de

la lucha nos irá dando luces de las necesidades de esta misma, sin embargo, no dejan de ser menores los

puntos analizados en este apartado.

Instrumentos

Cuestionario Diagnóstico

OBJETIVO:

El principal fin de este instrumento es la recopilación lo más detallada y ordenada posible de información

referida a las familias que habitan el territorio. A través de una entrevista guiada, podremos acceder a datos

que nos permitan identificar no sólo la composición socio-económica de la población, sino que además,

conocer ideas y opiniones respecto a la situación de la educación, salud, vivienda, acceso a servicios,

recreación y cultura, nivel de asociatividad y la percepción o valoración respecto de las instituciones

existentes. De esta manera, la planificación de acciones y estrategias se desarrollan e implementan con más y

mejores expectativas de logro. Cabe señalar que lo presentado a continuación es una propuesta, un ejemplo a

disposición, por lo tanto, el mismo se encuentra sujeto a modificación, según las necesidades de cada

organización.

I.- ÁMBITO FAMILIAR

II.- ÁMBITO GENERAL Y TERRITORIAL

Preguntas Respuestas

1 Información familiar

- ¿Cuántas personas viven en el hogar? - ¿Qué edades tienen? - ¿De qué sexo son?

2 Trabajo

- ¿Cuántas personas del hogar trabajan? - ¿En qué condiciones? (contratado, boleteando, informal, etc.) - ¿Cuál es más o menos el ingreso total de la casa?

3 Estudios

- ¿Los niños/as del hogar van al colegio? - De ser así ¿a cuál van? ¿de qué tipo es? (municipal, subvencionado, privado) - ¿Cuántos miembros han abandonado los estudios? - ¿Cuántos han seguido estudios superiores? - De ser así ¿dónde y qué tipo de educación? (pública o privada)

Preguntas Respuestas

1 Salud

-¿Hay centros de atención cerca del territorio? -¿Considera que el sistema de salud (consultorio y/o hospital) es bueno? - De ser insuficiente, ¿cuáles serían los errores que usted identifica y cómo cree que podrían solucionarse? (espera para ser atendido, pocos especialistas, demora en entrega de medicamentos, etc.)

2 Trabajo

-¿Está conforme con su trabajo? - De no estarlo, ¿cuáles son las razones de su malestar y cómo cree que podrían solucionarse? - ¿Cuántas horas esta fuera de la casa por el trabajo? ¿Tiene quien cuide a los niños?

3 Educación

-¿Está conforme con la educación que reciben en su familia? - De no estarlo, ¿cuáles son las razones de su malestar y cómo cree que podrían solucionarse?

4 Vivienda:

- ¿Su casa es arrendada o propia? - De ser propia, ¿cómo accedió a ella? (subsidio habitacional, etc) -¿Está conforme con su vivienda? (Cómoda según las personas que viven, que no se llueva, aísle el frio, etc.) - De no estarlo, ¿cuáles son las razones de su malestar y cómo cree que podrían solucionarse?

5 Espacios públicos

- ¿Está conforme con los espacios públicos del territorio? (iluminaria, semáforos, señaléticas, plazas, etc.) - De no estarlo, ¿cuáles son las razones de su malestar y cómo cree que podrían solucionarse?

6 Seguridad

- ¿Cuáles considera que son los problemas de seguridad que afectan al sector? (delincuencia, drogadicción, etc.) -¿Está conforme con la seguridad que brinda Carabineros? - De no estarlo, ¿cuáles son las razones de su malestar y cómo cree que podrían solucionarse?

7 Transporte

Catastro Organizaciones del Territorio No olvidemos que un diagnóstico nos permitirá sistematizar de manera ordenada muchos de los factores que

influyen en los efectos que nuestra intervención política pueda provocar en un territorio determinado, por ello,

es importante desplegar estas líneas conociendo lo mejor posible las características de la población, en este

sentido, la creación de un catastro de todas las organizaciones sociales presentes y activas en la población

será fundamental a la hora de generar planes de trabajo.

OBJETIVO:

Conocer en detalle las diferentes organizaciones presentes en el territorio, a fin de caracterizar e identificar

potenciales “aliados y enemigos”, y así, establecer el impacto y la legitimidad que el trabajo llevado a cabo

hasta entonces ha generado en la población.

Para la confección de un catastro organizacional, es necesario considerar los siguientes elementos;

a) A qué sector o grupo etario de la población está dirigida la organización: centros de madres, club del adulto

mayor, grupos de jóvenes y adolescentes, talleres para niños, club deportivo, etc.

b) Forma orgánica de estructuración: asamblea, directiva, “caudillismo”, etc.

c) Nivel de independencia de las organizaciones: dependen de privados o instituciones (ONGs, fundaciones,

etc.), del departamento social de las municipalidades (juntas de vecinos, clubes deportivos, centros de

madres, etc.) o son independientes y/o autónomas.

d) Legitimidad, funcionalidad y constancia del trabajo en el tiempo: cada cuanto se juntan, con que

periodicidad, participación efectiva de las y los vecinos, etc.

e) Determinar que grupos políticos se encuentran presentes en las organizaciones sociales.

No es necesario confeccionar instrumentos de recopilación de datos complejos, con una simple tabla que nos

proporcione un orden básico bastará.

EJEMPLO:

Nº Pregunta Respuesta

1 Nombre de la Organización

2 Carácter de la organización Reivindicativa, Social, Cultural, etc.

3 Objetivo de la Organización

4 Tendencia Política (al menos de la directiva)

5 Grupo o sector de la población participante de la organización

6 Forma orgánica

7 Desarrollo Histórico (hace cuánto tiempo trabaja en el

territorio, niveles de legitimidad, grados de actividad

8 Se encuentra abierta a brindar espacios y generar asociatividad

9 ¿Sería provechoso desarrollar un trabajo coordinado en el caso de levantarse un trabajo distinto y de ser así existe la posibilidad de concretarlo?

10 Ubicación Territorial

11 Contacto (dirección, teléfono, etc)

Mapa Del Territorio

Para condensar de manera comprensible toda la información recopilada, es útil llevar a cabo un “mapeo

colectivo” del territorio, sintetizando con iconografías todo “el saber” que gracias a nuestro diagnóstico hemos

recogido.

En este mapa, siempre sería útil incorporar información que nos permita abarcar todas las aristas que como organización popular podríamos llegar a ejecutar, de esta manera, se debe incorporar en el mapa cierta información necesaria, a través de las siguientes interrogantes

1. ¿Qué arterias importantes atraviesan o colindan con el territorio? 2. ¿Existen instalaciones de Fuerzas Represivas en el territorio o sus cercanías? 3. ¿El territorio está inserto en un 'paño' popular o es más bien una 'isla' por sus características dentro del

territorio más amplio (comuna o sector)? Tener en consideración estos aspectos nos permite tener un conocimiento acucioso del espacio en el cual nos desplegamos, ya sea hacer un puerta a puerta, entrega de propaganda informativa o en caso de realizar algún tipo de manifestación. A modo de ejemplo, en caso de realizar una manifestación es necesario tener puntos de reencuentro, sean estas plazas, esquinas que sean de conocimiento común por parte de los pobladores.

Se sugiere revisar esta página, donde hay un completo desarrollo de este tema, aquí podremos encontrar manuales y experiencias para visualizar el territorio, sus posibilidades y amenazas.

http://iconoclasistas.com.ar/

Palabras finales

Las teorías revolucionarias, los hechos históricos y los documentos son herramientas. En distintas épocas los

revolucionarios han plasmado sus experiencias y pensamientos en documentos que hasta el día de hoy

generan adhesión, polémica y/o debate: instalan en situación compleja la realidad y las ideas políticas. Han

relatado experiencias, fracasos y aciertos, han dado continuidad e impulso a la lucha de clases. Mucha teoría

y práctica han sido lecturas precisas para proceder en revoluciones de épocas pasadas, también algunas han

sido piedra de tope para la construcción de la unidad del diverso y heterogéneo movimiento popular producto

de la nociva tendencia al dogmatismo de muchos en épocas posteriores. Hay que darle una vuelta

nuevamente, hay que dejar lo que sirve, hay que guardar en el corazón aquello que ya no hace tanto sentido

como antes.

El influjo del capitalismo está destrozando nuestros territorios; hacia el sur la depredación forestal, las

represas y la pesca industrial tienen al medio ambiente colapsado y a capas enteras de trabajadores

precarizados levantando organizaciones para dar la pelea y recuperar sus fuentes de subsistencia. Las

comunidades mapuche continúan la batalla por su territorialidad ante un Estado que no escatima en recursos

(reales y de ficción) para sostener los privilegios de los latifundistas. En el norte, el saqueo minero ha llevado

a que comunidades enteras se vean despojadas de recursos tan básicos para la vida como el agua,

usufructúan de este recurso contaminando napas subterráneas y así utilizándola en la producción de riqueza

que viaja hacia otras latitudes, dejando daños ambientales irreparables y daños sociales de largo alcance. En

la zona central el hacinamiento y la privatización de la infraestructura social (vivienda, carreteras), deja cada

vez menos espacios para el desarrollo urbano comunitario, menos tiempo para uso personal, cuotas

importantes de estrés y tasas absurdas de enfermedades mentales asociadas al modo de producción

capitalista.

Recuperar nuestras vidas, nuestras relaciones sociales, nuestra salud, nuestros territorios y recursos

económicos para uso comunitario y libre, no es una tarea simple; partimos de la necesidad de hacerlo,

continuamos con la organización para articularnos en unidades de pelea cada vez mas grandes “que den

cara”, no que entreguen lo que pertenece a todos. Sabemos que es una tarea militante ardua, al margen de la

institucionalidad del Estado, y por esta razón, mucho mas compleja de sostener, es por eso que debe ser

sistemáticamente organizada para que tenga un profundo impacto en nuestra gente y sea de largo alcance.

El presente trabajo de intención revolucionaria viene desde la práctica barrial y va dirigida hacia la

convergencia de compañeros, a la movilización y desarrollo práctico de organizaciones sociales-populares y

asambleas territoriales. Por supuesto, es de interés que a nuestros vecinos en los diversos lugares también

les haga sentido, para “robar” conciencias al capital y al Estado, para la resistencia y construcción libertaria de

una sociedad nueva.

Territorios es una herramienta para el desarrollo de una perspectiva territorial militante desde el punto de vista

libertario. Se propone complejizar y dinamizar el rol de las organizaciones sociales populares en las comunas,

profundizar su contenido y prácticas clasistas, combativas y libertarias, para “probar suerte” nuevamente con

una revolución social; para así pelear y construir definitivamente ese mundo nuevo que llevamos en nuestros

corazones.