12
CUESTIONARIO FINAL CIBERESPACIO Y CIUDADANÍA. SEMESTRE MÁSTER UNIVERSITARIO EN COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN EN LA RED. DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO. CURSO 2012/2013 UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA ALUMNO: JOSE MANUEL CORRALES CASTILLA Elena Garca Guitin, “La democracia electrónica: un anlisis desde la teora poltica” 1. ¿Qué es la democracia deliberativa, según la autora? ¿Cómo pueden contribuir a ella las nuevas tecnologías de la información? Según se desprende del texto de García Guitián, frente a los modelos democráticos directo y representativo, la modalidad deliberativa supone un ejemplo de funcionamiento netamente intermedio. De hecho, la misma autora la define como una forma de "participación desde la representación" es decir, parte del mismo concepto o noción de la democracia representativa, pero amplía sus horizontes. Así, habida cuenta de que "el principio de legitimidad de la democracia deliberativa es la deliberación pública de ciudadanos libres e iguales" y que la representación participativa directa llegaría a ser, según García Guitián, inviable, por motivos organizativos. Defiende la autora que "podríamos considerar que la democracia deliberativa se distingue por suavizar la interpretación participativa popular e inclusiva, enfatizando la discusión, el razonamiento y el juicio público" es decir, se trata de un modelo que pretende asegurar la participación de todos los individuos en la exposición de dudas, propuestas y cambios, en la deliberación, aunque a la postre sea un número más reducido de personas los que valoren y materialicen/reflejen estas opiniones en la normativa. En este sentido, si bien se asume que no es posible hacer oír la voz y la opinión de cada uno de los individuos, se sugiere la posibilidad de plantear debates e intercambios de opiniones que deban ser tenidos en cuenta por los representantes políticos, debates que, de hecho, son mantenidos por la ciudadanía en foros informales, tanto de forma presencial como

TRABAJO_FINAL_Jose Manuel Corrales Castilla

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Trabajo final ciberespacio y ciudadanía master comunicación y educación. UNED

Citation preview

CIBERESPACIO Y CIUDADANA | Cuestionario final. Mster Universitario en Comunicacin y Educacin en la Red. Curso 2012/2013

CIBERESPACIO Y CIUDADANA | Cuestionario final. Mster Universitario en Comunicacin y Educacin en la Red. Curso 2012/2013

Cuestionario Final Ciberespacio y ciudadana. 2 SEMESTREMster Universitario en Comunicacin y educacin en la Red. De la sociedad de la Informacin a la Sociedad del Conocimiento. Curso 2012/2013Universidad Nacional de Educacin a DistanciaAlumno: Jose Manuel Corrales Castilla

Elena Garcia Guitian, La democracia electrnica: un anlisis desde la teora poltica1. Qu es la democracia deliberativa, segn la autora? Cmo pueden contribuir a ella las nuevas tecnologas de la informacin?Segn se desprende del texto de Garca Guitin, frente a los modelos democrticos directo y representativo, la modalidad deliberativa supone un ejemplo de funcionamiento netamente intermedio. De hecho, la misma autora la define como una forma de "participacin desde la representacin" es decir, parte del mismo concepto o nocin de la democracia representativa, pero ampla sus horizontes. As, habida cuenta de que "el principio de legitimidad de la democracia deliberativa es la deliberacin pblica de ciudadanos libres e iguales" y que la representacin participativa directa llegara a ser, segn Garca Guitin, inviable, por motivos organizativos. Defiende la autora que "podramos considerar que la democracia deliberativa se distingue por suavizar la interpretacin participativa popular e inclusiva, enfatizando la discusin, el razonamiento y el juicio pblico" es decir, se trata de un modelo que pretende asegurar la participacin de todos los individuos en la exposicin de dudas, propuestas y cambios, en la deliberacin, aunque a la postre sea un nmero ms reducido de personas los que valoren y materialicen/reflejen estas opiniones en la normativa. En este sentido, si bien se asume que no es posible hacer or la voz y la opinin de cada uno de los individuos, se sugiere la posibilidad de plantear debates e intercambios de opiniones que deban ser tenidos en cuenta por los representantes polticos, debates que, de hecho, son mantenidos por la ciudadana en foros informales, tanto de forma presencial como mediante las Nuevas Tecnologas. El principal inconveniente de este modelo estriba en que esas deliberaciones y razonamientos no siempre son tenidos en cuenta por los representantes. Incluso puede considerarse que para estos representantes es difcil acceder a la opinin de un nmero elevado de ciudadanos.Es en este momento cuando cobran especial importancia las nuevas tecnologas de la informacin, como catalizadoras y facilitadoras del intercambio, el debate y la discusin, que puede ser mantenido por cualquier individuo que disponga de los medios tecnolgicos precisos y muestre inters por los asuntos pblicos, con independencia de su localizacin y otra circunstancia accidental. De igual modo las posturas, el desarrollo y las conclusiones de estos debates pueden consultarse o trasladarse con relativa facilidad a los representantes, para que sean tenidos en cuenta.

2. Qu es la democracia representativa, segn la autora? Cmo pueden contribuir a ella las nuevas tecnologas de la informacin?Considero que, en este artculo, la definicin ms explcita que se hace de la democracia representativa - en concreto, de la relacin de representacin - es la inclusin de la definicin de Pitkin: alguien ha sido autorizado a actuar en nombre de otro, por tener determinadas caractersticas, para que acte en su beneficio o inters (el del individuo representado).Actualmente, las NTI, segn la autora, contribuyen a mejorar la interaccin entre ciudadanos y representante, que puede acceder fcilmente, a la demandas de la poblacin. El problema es que estas demandas y propuestas surgen de puntos netamente aislados. Por ese motivo, deben promoverse formas de deliberacin a la luz del marco legal y las normativas que la autora denomina abstractas. Estas formas y medios de deliberacin, ayudaran a la comunicacin entre grupos de inters, en primer lugar, y, en segundo, entre esos grupos y los representantes elegidos. Aun dentro del sistema representativo, las NTI pueden facilitar el primer momento de organizacin y movilizacin de grupos de inters y movimientos sociales, de manera que, a partir de demandas generales, vayan concretando y diseando propuestas normativas concretas, as como cambios que, verdaderamente, puedan ser aplicados al sistema. Una vez concretadas estas iniciativas o posturas y del mismo modo que en la pregunta anterior se planteaba para el modelo deliberativo, las posturas e ideas mayoritarias pueden trasladarse a los representantes polticos que deberan sentirse, si no obligados a defenderlas, relativamente condicionados por las posturas probadamente mayoritarias.3. Escoja alguno de los 10 puntos que definen un proceso deliberativo (p.5) y diga cmo podra alcanzarse mediante el uso de Internet.Son varias caractersticas de un proceso deliberativo que podran ser optimizadas a travs del uso de internet y las nuevas tecnologas. En primer lugar, dada la enorme heterogeneidad de usuarios que actualmente tienen acceso a internet, podramos asegurarnos una muestra suficientemente representativa de todos los tipos de persona o colectivos potencialmente afectados por una normativa (punto 1 de los sealados por G Guitin). Por otro lado, la diversidad de herramientas que hoy permiten la comunicacin directa - en tiempo real y diferido - puede favorecer, promover e impulsar el dilogo entre los participantes, que pueden llegar a ser todos aquellos interesados en exponer sus puntos de vista, valores etc. tal y como se establece en el punto 3. Especialmente, las herramientas de comunicacin diferida, foros y redes sociales, permiten reflexionar, organizar y matizar adecuadamente las opiniones expuestas, que adems pueden acompaarse de videos u otros documentos que eviten malentendidos entre los ciudadanos. Evidentemente, para asegurar la eficacia y correccin de estos procesos deliberativos, es necesaria una alfabetizacin y promocin previas, es decir, promover y alentar la utilizacin de medios de comunicacin digitales como modos de participacin poltica hasta alcanzar su normalizacin y su uso continuado, responsable, por parte de la gran mayora de los ciudadanos. Este uso responsable implica para los ciudadanos la obligacin de informarse adecuadamente, acudir a opiniones y fuentes autorizadas (punto 6) que pueden ser contrastadas y analizadas por los votantes, dado el gran nmero que publicaciones cientficas rigurosas que pueden encontrarse por la red. En este sentido, la gran cantidad de publicaciones posibilita a aquel ciudadano interesado en ello acudir a publicaciones de diferente signo, a fin de comparar y contrastar posturas y formarse una opinin propia verdaderamente fundada, crtica.Eva Campos, Ciberdemocracia: presupuestos tericos y estado de la cuestin segn una revisin bibliogrfica4. Est de acuerdo con la caracterizacin de la ciberdemocracia que propone Jos Luis Dader (p.1)? Explique por qu.En este artculo de Eva Campos, la autora nos remite a una definicin de ciberdemocracia, elaborada por Jos Lus Dader, segn la cual sta "es la que abarca la diversidad de modalidades que las nuevas tecnologas incorporan a la comunicacin poltica de las sociedades avanzadas". Se trata pues, desde mi punto de vista, de una definicin generalizadora, onmiabarcadora pero no precisa, que se centra nicamente en los medios, en el uso de las nuevas tecnologas de la Informacin y la comunicacin dentro de la vida poltica. Se trata de una definicin, siguiendo la clasificacin de Eva Campos, en funcin de los instrumentos y herramientas utilizados, lo que puede resultar parcial y poco esclarecedor. Segn esta definicin, nos encontraramos ante un mero trasplante y adaptacin de la democracia actual a los nuevos medios de comunicacin.Ahora bien, podramos entender el trmino "diversidad" que utiliza J. L. Dader y reproduce Eva Campos, no slo como diversidad de medios, sino diversidad de intercambios, de herramientas que permiten el dilogo, la evaluacin de proyectos, iniciativas y polticas. En ese sentido, s estara ms de acuerdo con la "diversidad de modalidades" que Dader atribuye a la ciberdemocracia. En ese caso, significara incidir en las posibilidades de matizar, construir, proyectar y decidir sobre la vida social lo que, en un sentido determinados, podran considerarse diversas modalidades de comunicacin poltica,5. Eva Campos distingue entre posturas ciberoptimistas, ciberpesimistas y ciberrealistas. Diga cul es la suya y justifique por qu.Campos nos presenta en este artculo los tres grandes grupos de opiniones o actitudes, que pueden distinguirse de acuerdo a la utilidad o el cambio que pueden operar las Nueva Tecnologas Digitales con respecto a la comunicacin poltica. De este modo, distingue, en primer lugar, el grupo de los llamados ciberoptimistas, que consideran que las nuevas tecnologas y su impacto coadyuvarn a un cambio inevitable, palpable en todas las democracias occidentales; los ciberpesimistas, para quienes los ltimos acontecimientos no pueden considerarse sino como una revolucin simblica, que no cambiar el panorama poltico, llevando incluso a la sobresaturacin y el hartazgo de muchos ciudadanos. En esta lnea, la misma autora hace referencia opiniones ciertamente pesimistas: Castells, en 2001, sealaba que internet era un canal muy limitado en su uso por parte de los polticos; Richard David consideraba falsa e ilusoria la interactividad creada por los candidatos polticos, mientras Subirats seala que los polticos han trasladado a las nuevas tecnologas la orientacin unidireccional que predominaba en los medios de comunicacin de masas ya existentes. No obstante, una vez expuestos estos dos puntos de vista, ms bien polarizados, Campos alude a una postura intermedia - podra considerarse ciberrealista - que acepta la imposibilidad de que internet transforme los sistemas polticos de occidente, a la vez que seala utilidad de internet como fuente de comunicacin e intercambio para aquellos ciudadanos interesados en cuestiones polticas y en tener una participacin activa en el sistema. Considero que esta postura es la ms lgica y aceptable. Internet difcilmente cambiar rpida y ostensiblemente el panorama poltico, pero puede servir para que los ciudadanos se informen, autnomamente y entre si, en aras a una potenciacin de su participacin poltica.No parece que sta sea la opinin que defiende en este artculo Eva Campos, quien incide sobre el hecho de que internet, por ahora, slo est siendo aprovechada para la propaganda poltica - por los partidos - y para duplicar los mismos, o unos pocos, trmites administrativos que pueden realizarse presencialmente, es decir, creando slo nuevos canales para las relaciones entre ciudadanos y Administracin, pero manteniendo esta relaciones inalteradas.Personalmente, concuerdo con esta opinin, pero a la vez debe sealarse que son los ciudadanos, a travs de medios electrnicos o tradicionales, los que deben proponer a su vez formas de aprovechar las TIC y exigir que estos procedimientos sean adoptados por la Administracin en aquellos trmites en que sea posible.6. En qu sentido contribuye Internet a la deliberacin pblica, segn Cass Sunstein?Segn Sunstein, los medios de comunicacin tradicionales facilitan informacin bsica para que los ciudadanos puedan llevar a cabo labores de control y deliberacin ... Es precisamente a este aspecto al que contribuye internet, a la deliberacin pblica y entre ciudadanos, "exponiendo al ciudadano a opiniones diferentes a las suyas y a temas que, en principio, no son de su inters ...". Por un lado, los medios de informacin que utilizan la red para emitir sus contenidos o para darles mayor difusin proporcionan al usuario noticias acerca de lo que acontece en la vida pblica y poltica, a la vez que le permite utilizar otras fuentes para complementar y contrastar las informaciones oficiales.Por otro lado, la red permite expresar sus opiniones a individuos con circunstancias, intereses y puntos de vista diversos, que pueden servir para matizar las opiniones propias de los ciudadanos o, incluso, para orientar la actuacin de los agentes polticos.En definitiva la deliberacin poltica se ha visto claramente favorecida por el uso de internet, en tanto que cualquier ciudadano con los medios suficientes puede expresar y compartir su opinin, a la vez que busca y contrasta la informacin que crea necesaria para fundamentarla. Esta situacin, presenta dos problemas fundamentales: la alfabetizacin digital, en tanto que existen sectores de la poblacin, individuos, sin la suficiente preparacin para hacer uso de las tecnologas digitales y, fundamentalmente, la opacidad que pretenden mantener los poderes polticos respecto a diversas informaciones, que permitiran a los ciudadanos comprender los motivos que han llevado a ciertas actuaciones polticas, juzgar de forma fundamentada su idoneidad y, en su caso, reclamar un cambio de polticas y ofrecer medidas alternativas.7. Est de acuerdo con el diagnstico de la situacin espaola que nos presenta la autora? Por qu?En referencia al uso que actualmente se hace en Espaa de las Nuevas tecnologas para la participacin poltica, Eva Campos defiende una actitud abiertamente crtica, negativa. Segn la autora, las pginas web de los partidos polticos slo pueden considerarse meras "sede(s) virtual(es) para presentar su programas, colgar sus carteles y todo aquello que el partido quera mostrar a sus ciudadanos". Si bien parece que todos los entes y representantes polticos estn abocados a hacer uso de las nuevas tecnologas, Campos se lamenta de que una gran mayora de los parlamentarios se mantiene ajena al contacto electrnico. Los parlamentarios y senadores, reciben a diario un gran nmero de quejas y demandas, pero carecen de medios para canalizar estas comunicaciones y que se tengan verdaderamente en cuenta en el debate poltico.Considero que la autora acierta al no poner en duda la utilidad de estas herramientas, a la vez que seala el desinters de los propios representantes para hacer uso, incluso para aprender cmo funcionan estas herramientas. En cierto sentido, comparto los recelos de Campos, en la medida que nuestra democracia, de carcter representativo, an no ha creado mecanismos legales que obliguen a tener en cuenta la comunicacin con los ciudadanos, no slo como un canal de escucha masivo, sino como un receptculo de opiniones que deban llevarse a los distintos rganos de deliberacin, a los debates decisorios y en la elaboracin de normativas.Si bien esta situacin que nos describe Campos es innegable, puede pensarse que est en la propia ciudadana reclamar, al igual que se reclaman otras iniciativas, que la administracin se modernice y no permanezca ajena al debate poltico que se desarrolla en Internet. No slo al debate y a las ideas que se intercambian, sino aquellas que presentan unc apoyo mayoritario y cierta viabilidad, con vistas a que se pongan en marcha de manera efectiva.Slavo Zizek, Buenos modales en la era de Wikileaks (lectura complementaria: Julian Assange, La Conspiracin como gobierno. 8. Pueden las conspiraciones a las que se refiere Assange servir para el beneficio de las causas de otros, o de causas justas? El funcionamiento de las conspiraciones tambin dependen de que algunas personas inocentes, o que no se benefician directamente de ellas hagan su trabajo (pensemos en un informante civil iraqu, por ejemplo). Puede una operacin como Wikileaks poner a esa gente en riesgo?Para abordar estas cuestiones, debemos clarificar, en primer lugar, el concepto de conspiracin. Julian Assange parte de una definicin tradicional, bsica, segn la cual conspirar es hacer conjuntamente planes secretos con el propsito de cometer un acto daino; trabajar en grupo para provocar un resultado particular, por antonomasia en detrimento de alguien. Una de la formas ms habituales de conspiracin consiste en crear una amenaza ficticia, con vistas a conseguir un fin econmico o poltico, por ejemplo: adjudicar un contrato a la industria armamentstica o bien endurecer las polticas de control sobre la informacin y su circulacin.En el primero de los ejemplos, evidentemente, se est sirviendo no slo a los intereses del estado sino tambin a los de la industria o la empresa destinataria de la concesin. En el caso de Wikileaks, la conspiracin surge a travs de la puesta en circulacin de informacin, tericamente secreta, acerca de decisiones y actuaciones polticas. Es precisamente este adverbio tericamente lo que nos puede llevar a juzgar Wikileaks como una conspiracin. Gran parte de las informaciones que distribuy la red creada por Julian Assange no eran secretos de Estado, era informacin relativamente accesible y contrastable, fue el establecimiento o la puesta en evidencia de hechos aparentemente inconexos lo que puso en entredicho las actuaciones de algunos estados y personajes pblicos.La cuestin aqu sera, hasta qu punto esas informaciones publicadas por wikileaks son pblicas o acaso pudo servirse de informantes secretos? Personalmente, no creo que wikileaks supusiese una ardua labor de espionaje o filtraciones, simplemente de tiempo y paciencia para sistematizar la informacin en informes sobre diferentes temticas.Hay autores, como Daniel Stulin, que llegan a calificar Wikileaks como una conspiracin que hurga profundamente en el sanctasanctrum de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la CIA. Se trata de una operacin encubierta oficialmente autorizada que nos introduce en un tenebroso mundo de intrigas, compartimentacin, operaciones secretas y situaciones ficticias, donde uno puede estar a favor o en contra de algo o de alguien, en funcin de la apariencia que haya decidido un lder (Stulin, Desmontando Wikileaks: 8). Dejando a un lado el carcter ms o menos sensacionalista de esta publicacin, es un hecho que Assange necesit servirse de otras muchas personas, informantes, para elaborar los informes que contiene Wikileaks. No obstante, esas otras personas no han sido juzgadas, apenas se conocen sus nombres, luego no hay motivos para pensar que su seguridad se ha visto comprometida.Por tanto, Wikileaks no puede considerarse una conspiracin en s misma. Una conspiracin como explicacin ficticia de una determinada situacin poltica y social puede, evidentemente servir a los beneficios de terceras personas, pero nunca de un modo justo, en la medida en que su esencia, la razn que confiere a una estrategia poltica el carcter de conspiracin es el hecho de ser ficticia, falsa. 9. Puede ocurrir que una operacin como Wikileaks haga que finalmente la red de informacin se haga ms fuerte, al transformarse para garantizar su carcter secreto?Tal y como se indica en el texto de Zizek, a menudo la revelacin de conspiraciones y otras prcticas polticas de dudosa legitimidad forman parte del sistema. Para la ideologa (pre)dominante[footnoteRef:1] resulta aceptable - incluso deseable - permitir una crtica, siempre y cuando sta sea externa, provenga de elementos ajenos a las propias estructuras de poder, de ciudadanos individuales y organizaciones con escasa relevancia poltica. Ello otorga al ciudadano una sensacin de libertad y justicia absolutamente ficticias, en tanto que el poder de crtica no le otorga una posibilidad real de influir en el sistema. [1: Quizs deberamos preguntarnos si las ideologas que defienden los que detentan el poder son compartidas por la mayora, si los ciudadanos son totalmente consciente del sistema ideolgico que gua las actuaciones del partido al que votan. En este sentido, la ideologa de la mayora de los ciudadanos y de los gobiernos democrticamente elegidos podran no coincidir.]

En este sentido Wikileaks pudo convertirse en un instrumento que fortaleci las redes de informacin institucionales en dos sentidos muy diferentes. En primer lugar, sirvi para detectar puntos dbiles y anomalas en los sistemas informacin del Estado y, en segundo lugar, como consecuencia ms importante, se proporcion a la poblacin una sensacin de transparencia y seguridad absolutamente ficticias, en tanto que les haca creer en una posibilidad de acceder a la informacin supuestamente secreta.De esta manera, las informaciones que se publicaban en los informes de Wikileaks eran relativamente accesible, as que sigue existiendo la posibilidad de que existan informaciones bastante ms intranquilizadoras que tal vez nunca llegue al conocimiento pblico.Nada ha cambiado realmente desde entonces, aparte de desviar la atencin de la poblacin de otras prcticas ilcitas que, casi con toda seguridad, siguen llevndose a cabo. En posible que los sistemas de seguridad, de encriptacin, de comunicacin secreta etc. hayan cambiado en los ltimos aos. El progreso contina su curso y las naciones se aprovechan de los avances. No obstante, el punto ms importante que puede extraerse del caso Wikileaks es que permitir que unos datos sean ms accesibles puede convertirse, tambin, en una de fortalecer la red de informacin.10. Podramos considerar que Wikileaks es a su vez una conspiracin? Podramos entonces distinguir entre conspiraciones buenas y malas? O entre conspiraciones de los poderosos frente a los dbiles? Puede wikileaks acabar siendo una conspiracin demasiado poderosa? De acuerdo con los puntos descritos anteriormente, una de la principales caractersticas de imposibilitan considerar Wikileaks como una conspiracin es su carcter meramente informativo, es decir, no se apunta a ningn enemigo concreto, simplemente se saca a la luz documentacin e informacin, dejando libre a la opinin pblica en vez de sealar o demonizar un enemigo concreto, que es una de las principales caractersticas de las conspiraciones. No creo que existan conspiraciones buenas y malas, positivas y negativas, si tenemos en cuanto ese factor. Una informacin veraz, contrastada y que se queda en la funcin meramente representativa, es decir, que slo muestra un hecho, no debera ser tomada como una conspiracin. La conspiracin se crea desde dentro del sistema, cuando se seala a un enemigo concreto, atribuyndole un intento de desestabilizacin del statu quo. En ese sentido, puede que exista una diferencia entre las conspiraciones de los dbiles y los poderosos. Los primeros, en su natural afn de variar una situacin injusta buscan culpables, que muevan a la movilizacin y al cambio; la finalidad de los poderosos es ostensiblemente diferente, de hecho, contraria. En este caso, se pretende propagar el pnico, la inseguridad, a la vez que se presenta el escenario actual como el ms deseable, el ms positivo, un equilibrio que deba salvaguardarse. Por otro lado, los poderosos tienen instrumentos que facilitaran la propagacin de sus conspiraciones y medios que comunicacin que las reperoducen y les otorgan cierta credibilidad.Desde mi punto de vista, Wikileaks podra convertirse, ms que en una conspiracin, en un movimiento demasiado poderoso, si en algn momento crease una estructura para-estatal o llegase a extorsionar a los Estados a cambio de la informacin recabada. Quizs este punto s es un riesgo. Hasta el momento, gracias a Wikileaks, tenemos acceso a informaciones y datos ms o menos dispersos, pero resulta complicado, por no decir imposible, estar seguros de que Wikileaks no acabar utilizando esa informacin para su propio beneficio. sta, considero, es la principal reserva que podramos tener al respecto del excesivo poder que pueda llegar a adquirir Wikileaks y las personas que administran esas informaciones.

Bibliografa:Assange, J.: "La conspiracin como gobierno"Campos Domnguez, E. (2005): "Ciberdemocracia: presupuestos tericos y estado de la cuestin segn unarevisin bibliogrfica". III Congrs internacional comunicaci i realitat, Barcelona Estulin, D.: Desmontando wikileaks. http://www.danielestulin.com/wp-content/uploads/Aperitivo-Desmontando-Wikileaks.pdf. Consultado por ltima vez el 3 de Mayo, 2013Garca Guitin, E.: "La democracia electrnica: una anlisis desde la teora poltica". VII Congreso Espaol de Ciencia Poltica y de la Administracin: Democracia y Buen Gobierno.Gmez Fernndez, P.: "Nuevas tecnologas, comunicacin poltica y parlamentarismo. Hacia una democracia electrnica?, Cuadernos de informacin y comunicacin. N: Ciberdemocracia. UCMZizek, S.: "Buenos modales en la era de Wikileaks"

2Jose Manuel Corrales Castilla