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Papeles de la Diputación de Albacete
Coordinador editorial:
Antonio Belmonte
Tras la huella del tiempo Colección ARKANOS Cuadernos de Poesía
Edita: Diputación de Albacete. © Ricardo Fernández Moyano. © Diputación Provincial de Albacete. Realización: Servicio de Publicaciones. Diseño y maquetación: Maximino Soriano. I.S.B.N.: 84-89659-07-9. Depósito Legal: AB-372/96
…y estas palabras que en la noche escribo pensando en ti, para que tú las leas te ayuden a estar sola,
y te acompañen.
Eloy Sánchez Rosillo
5
DESDE EL SILENCIO
Al acabar de leer “Tras la huella del tiempo” me ha venido a la memoria
una frase de José Ángel Valente: "Un poema no existe si no se oye, antes que su
palabra, su silencio”.
Según yo la siento, la poesía de Ricardo tiene un trato amoroso con el
silencio. Sus versos, tímidos, delicados, parecieran a veces que apenas rozan
cortésmente el silencio, como pidiendo disculpas por esa tremenda osadía de
nacer, de existir. Sugerir más que explicar. Decir lo que se revela necesario y
callar aunque duela el resto. He ahí la vocación poética que subyace en este
poemario (no es casual que una cita de Eloy Sánchez Rosillo lo encabece).
Esta timidez, esta delicadeza, esta sencillez no presuponen un fácil proceso
creativo, al contrario. Aquí y allá despuntan momentos de sufrimiento, de lucha,
dolores de parto ("Tampoco hoy hay luz./ Se sienta incansable/al borde de una
idea... /y sus ojos sólo encuentran/espesura”.). Pero el autor, con suma gentileza,
con una exquisita educación, diríamos, no se demora en ellos, y, así, "la estéril
lucha", "la ansiedad de lo imposible", "las terribles horas del insomnio" son
citadas como al descuido, dejando incluso un leve resto de perfume entre las
páginas. Como en tantos auténticos poetas, se da en Ricardo la transmutación de
los elementos, la alquimia milagrosa y sanadora del arte. La herrumbre, el
plomo que están presentes en el camino de la creación acaban convirtiéndose
mágicamente, en el oro de una poesía sobria, serena, profunda (palabras que
definen también a Ricardo como persona).
Es "Tras la huella del tiempo" el cuaderno de bitácora de unos años más
difíciles y duros (intuyo) de lo que aparece reflejado en la superficie de los
poemas.
Si en esta poesía, como acabamos de decir funciona la alquimia del arte, de
igual forma se da la redención del sufrimiento y la angustia por el amor. Pues,
siendo otras muchas cosas, "Tras la huella del tiempo" es, ante todo, un libro de
amor.
6
Leer este poemario es percibir, de forma tenue y honda a la vez que "un
olor recordado invade el aire". Yo he sentido leyéndolo, un hálito acogedor y
envolvente de útero materno (“Vuelve a la paz de tus versos”, “ tus ojos me
vuelven al calor de mis versos"), una vocación de hogar, un aroma de leña
ardiendo en un rincón íntimo y cordial.
“Tras la huella del tiempo” me ha devuelto, después de largos años, la
presencia real de Ricardo, su latido más suyo. Y yo se lo agradezco como un
acto de amistad extensivo a todo aquel que lo lea. Sus poemas son como ecos de
mensajes que su ser profundo envía desde el fondo cálido donde duermen sus
sueños más claros, agua pura que sube en ondas inmensas hasta su conciencia.
Desde el silencio creador. El silencio originario. Que no es sino un inmenso e
inacabable amor.
Fructuoso Soriano
A mi esposa
Y llegó el amor.
Cuando ya no esperaba soñarte
te encontré, en un pliegue
olvidado de mi vida,
despertaste en silencio mis sentidos
...y llegó el amor.
8
INSPIRACIÓN
Tampoco hoy hay luz.
Se sienta incansable
al borde de una idea,
y su mente se pierde
navegando diáfanas sombras.
Quisiera encontrar esa palabra
que resuma
la fragancia de un momento
y sus ojos sólo encuentran
espesura.
Así permanece en la espera
y cuando algún ángel remoto
roce su rostro
con ágiles alas,
estallará frenética en la noche
la pálida luz de sus versos.
9
ATARDECER
Al caer la tarde
la ciudad se tiñe de añil,
un olor recordado invade el aire
y en la soledad de un pecho muere
la débil luz de la palabra.
Nadie habita las sombras,
nadie escucha la lluvia
que gota a gota retumba
en el tambor callado de la noche,
en el sabor sediento de una noche
azul y pálida.
Atravesando aceras de mil
corazones abrasados
abrazados al abismo
incierto de la niebla,
aparecen los últimos vestigios
insinuantes del día,
de un día amargo
o tal vez feliz
que deja paso a la noche,
a una noche cálida y febril
ávida de trasgos y sirenas.
10
CARTA DE AMOR
Enredado a ti,
a tu serena belleza inexpugnable,
elevado a las abismales cumbres
de tus ojos
de tu risa me alimento.
No hay otra luz en mis tímpanos
dormidos,
ni otra voz sacia mis huesos.
Tiembla tu niña en mis venas
y la temprana sed de tu recuerdo
enciende las cenizas insaciables
de mi sangre y tus besos.
Me duermo en el hueco de tu sonrisa
y abrazado a tu nombre vivo enredado a ti.
11
HECHICERA
Lleva un estigma de magia
en sus ojos
y en sus pasos nieva
perfume de niebla.
Un presagio delgado de luna
le abrasa la frente
y los árboles saben de su luz
y su pena.
En sus manos anidan sonrisas
y en sus labios,
pétalos de la noche,
florecen promesas de estrellas.
12
CREPÚSCULO
A Reme
¡Qué tristes son, amor, las tardes de domingo!
Ese rumor agridulce que te invade
se apodera del ocaso
y una luz cenicienta y febril,
desoyendo mi suplica, pone cerco a tu sonrisa.
¿Dónde han ido los soles de ayer,
aquellos que en su agonía prometían
emular la vértebra sinuosa del estío?
Ahora, rodeada de tedio te contemplo,
horadada,
naufragando en el silencio
de un torrente de sed amarga.
13
ESPEJISMO
La arena se estremece
a sus pies
Y un alud de hierros retorcidos
merodea su mente;
nadie escucha su voz
como si estuviera en otra parte
perdida y oculta para siempre.
Pero los ojos no lloran,
tiemblan en la tempestad de un
susurro
y mueren tras la niebla
como si nunca hubieran existido.
14
COMO SIEMPRE
No te das cuenta que estoy intentando
decirte
que vuelvas;
que enciendas la vela de mi sueño
- como siempre -,
y sigas siendo de mis días
timón y arena
A veces estoy triste sin motivo
y una mano de cruel melancolía
atenaza mis horas febriles,
hasta que una palabra tuya
me devuelve
al mundo
de los vivos
y entonces
como siempre,
sólo entiendo mi risa
estallando
en el firme rompeolas
de tus labios.
15
AUSENCIA
Desnuda de ti la tarde,
vacía sin ti,
dormita en los cansados rincones
mientras
un llanto
de lluvia
humedece mis entrañas y las calles
de una ciudad cada vez más triste.
Los días mueren
con el acre
sabor
de los recuerdos.
Y mi corazón,
agazapado en un rincón de tu sonrisa,
espera paciente que vuelvas.
16
RENACER
I
Cada vez que muere una estrella
un olor a cierzo inunda el aire,
la lluvia se llena de luz
y la noche
perfuma de nostalgia el horizonte.
II
Siempre que estalla una estrella
nuestros sueños saben a gris,
un licor agridulce recorre las venas
y un estéril canto de pléyades
surge del fondo del abismo,
océano en donde otras veces
naufragó mi ardiente soledad.
17
ESTÍO
La serena playa de tus ojos
en la cálida calma del mar
agrieta mi vida.
Y al atardecer,
cuando las hojas entreguen al cielo
su último suspiro,
mis ojos buscaran ansiosos
el perfil azulado de la noche
y allí
una inagotable sonrisa,
a llamaradas de ternura,
dejara en los entreabiertos labios
un perfume de lluvia,
y en tus sienes
promesas de besos y estío.
18
SIN TI
Sin ti nada tiene sentido,
ni el sol, ni el mar,
ni siquiera la noche,
cómplice callada
de inconfesables deseos.
Aún es mágica la luna,
la brisa envuelve mi alma
en infantiles recuerdos;
aún tiembla mi mano
enredada en tu misterio.
Y ahora,
como siempre,
supe que sin ti,
sin tus caricias,
lleno de vacío y nostalgia
en mi soledad,
muero.
19
FRENTE AL MAR1
Negras olas emergen a tus ojos,
serpentean en la playa
y besan nuestros pies
en una caricia lentísima;
mientras un rumor silente
de sinuosas algas
agita el mar
y nuestros pensamientos se unen
las horas
caen
a gruesas gotas
en la arena.
1Poema publicado en el nº 7 de la revista literaria “Poesía, por ejemplo”.
20
COMPAÑERA
A un paso de tus ojos
buscándole respuestas a la noche
a un año en que los hados
quisieron regalarme su luz,
tú ya estabas aquí
calentando mi sed,
compartiendo mis pasos de nieve
tibia.
¡Ah que amarga fue tu ausencia!
Y ahora,
a un paso de tus ojos,
contigo todo tiene nombre.
21
TIEMPO DE OLVIDO
Hace tanto tiempo que el viento
escuchó su latido
que ya no muere en sus ojos la lluvia
ni siente en su pecho
aquel corazón vacío,
mudo testigo de esa estéril lucha
que le llevó de la nada al olvido.
22
DÍAS DE NEÓN2
Podéis olvidaros del mundo,
encerraros en un claustro de sombras
o vagar por el espacio
con la luz de las águilas.
Pero nunca volveréis a aquellos días
en que una ingenua luz de neón
envolvía nuestros sueños
y éramos felices en la ignorancia.
2Poema publicado en el libro de la I MUESTRA DE POESIA PICARRAL organizado por la Comisión
de Mujeres de la Asociación de Vecinos Picarral de Zaragoza en Junio de 1996.
23
NADA ES INÚTIL3
La ciudad estaba sola,
la lluvia había dejado un olor triste
en los tejados
y la noche,
sembrada de semáforos,
invadía las aceras de un dolor
cada vez más gris.
Caminamos unos pasos silenciosos,
infinitos,
hasta que una luz cegadora
despertó nuestro letargo
y comprendimos
que toda la vida no es invierno,
ni toda angustia es inevitable.
3Poema seleccionado por los alumnos de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Castilla-La Mancha para el proyecto “Albacete – versos. La ciudad vivida”
24
EL TIEMPO
Cae como escuálidas gotas
sobre el dulce asfalto de una piel.
Atraviesa un alma rota
con la noche a la espalda
mientras serpentea
agridulces miserias,
en la infame faz de lo oculto
con la ingenua luz de lo inexorable.
25
TU SONRISA
Sonríes
y en el labio entreabierto
naufragan mis dudas.
Tus ojos me vuelven
al calor de mis versos.
Y esperando ese olor
que te devuelva a la vida,
me miras en silencio
y sonríes.
26
TARDE DE AMOR
Sumergido en el lago de tus ojos
imagino arder nubes marchitas.
Despertando de la muerte
la llama de tu cuerpo
refleja una imagen larguísima
de espuma
y yace junto a mí una estrella
que deja una estela de amor en la tarde.
27
ATARDECER
Cae la tarde, bajo las piedras
descansan sueños gastados,
un recuerdo soñoliento apaga
los bostezos y la melancolía
duerme en su penumbra
como la muerte en el hastío.
Cae la noche, sobre su música
yacen cenizas olvidadas,
rasga la luna el silencio
tras las sombras arde la tristeza.
28
ADAGIO
Esa maldita angustia que te invade
y te coloca al borde de la nausea,
ese licor amargo que te agita
y remueve tus entrañas,
no es la agonía de ayer,
pero olvida tu tristeza,
rompe esa coraza de óxido
que ahora te envuelve
y vuelve a la paz de tus versos,
en sus renglones hallarás
magia, misterio y néctar.
Los árboles florecen en primavera.
29
NOCHE DE INSOMNIO
A Félix Grande.
I
En las terribles horas del insomnio
palpita la noche en las sienes
y la sangre golpea indolente
un corazón cada vez más gris.
Gritó al fondo de su alma
y el eco acalló sus palabras.
Lloró en las piedras apagadas
del hastío y la lluvia ocultó sus lágrimas.
En los resecos labios ya no hay sed
sólo un sudor de escalofrío
recorre lentamente su espalda.
II
Nada más inútil y mezquino
que soñar el ayer
mientras se muere despacio
tras una leve cortina de lava
en el lecho de una noche febril
y eterna, sedienta de fantasmas.
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SUEÑO DE AMOR
I
Izado a las cumbres de tus ojos,
sigiloso como una garza,
me elevé a tus pupilas abisales.
Me diste un beso larguísimo,
casi eterno,
y juntos inventamos el amor
II
Ya no llueve en nuestros
corazones de amianto,
yunque donde a golpes se forjó
nuestra amarga soledad.
III
Ahora vivo abrazado a tu retina
abrasado en el sexo de la noche,
derramando ríos de lava
por tu cuerpo de ninfa,
soñando en tu pecho de escarcha
como la luna sueña con el mar.
31
PENSAMIENTO (a cuatro voces)
I
Amor,
ayer te dibuje un pensamiento
una flor tan frágil y efímera
como expresa su nombre.
II
Pienso que la vida es muy corta
y demasiado importante,
para desperdiciarla cruelmente
en torpes y ambiguas miserias.
III
Siempre he sentido
la ansiedad de lo imposible,
he querido llenar mis manos secas
y mis horas
con la fuerza y la energía
de las águilas
y que su savia me sobreviva.
IV
Pero tu me enseñaste
que muchas veces
en lo pequeño y banal,
en lo fútil y cercano
como esta débil flor,
reside la esencia de las cosas
..Que en ti todo lo oculto
esté presente; todo lo muerto, vivo;
lo por nacer, nacido. Y que tu huella
dé fruto, a la orilla del tiempo.
Ángel Guinda
ÍNDICE
PRÓLOGO: Desde el silencio................................................................... 5
A mi esposa............................................................................................... 7
Inspiración................................................................................................. 8
Atardecer.................................................................................................... 9
Carta de amor............................................................................................. 10
Hechicera.................................................................................................... 11
Crepúsculo................................................................................................. 12
Espejismo................................................................................................... 13
Como siempre............................................................................................ 14
Ausencia..................................................................................................... 15
Renacer....................................................................................................... 16
Estío............................................................................................................ 17
Sin ti............................................................................................................ 18
Frente al mar.............................................................................................. 19
Compañera................................................................................................. 20
Tiempo de olvido........................................................................................ 21
Días de neón............................................................................................... 22
El tiempo..................................................................................................... 23
Nada es inútil.............................................................................................. 24
Tu sonrisa................................................................................................... 25
Tarde de amor............................................................................................ 26
Atardecer.................................................................................................... 27
Adagio........................................................................................................ 28
Noche de insomnio..................................................................................... 29
Sueño de amor............................................................................................ 30
Pensamiento (a cuatro voces).................................................................... 31