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Denuncia política y social en el mundo audio-visual Rosa Monzó Marti 2n BBAA B3 A3

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Denuncia política y

social en el mundo

audio-visual

Rosa Monzó Marti

2n BBAA B3 A3

La denuncia política y social en el mundo del arte es una disciplina con unos años de

desarrollo. Pero la concepción de este arte y su responsabilidad ante la humanidad, así

como el papel del artista como ideólogo es algo más nuevo. En los últimos años, quizás

desde el surgimiento del realismo en el siglo XIX. Fue entonces cuando la conciencia social

se convirtió finalmente en la bandera de la liberación, a través del manifiesto comunista.

Ésta nueva gnosis tuvo una fuerte repercusión en el arte (Daumier, Milet, Courbet...). En

el trabajo se pretende dar una lectura paralela a este hecho a través de la situación

mundial actual, sustituyendo la vieja Europa por el “Nuevo Mundo” que representa

América. La temprana edad del nuevo continente sirve como explicación al paralelismo

entre su situación actual (y repercusión mundial) y la del mundo conocido antaño. Claro

que el surgimiento de este arte contestatario bebe de las nuevas posibilidades y ámbitos

abiertos que le ofrece la actualidad. Así, la pintura ha sido substituida por la video-creación

y los mass media. Analizaré dos autores con perfil subversivo pero con un ataque enfocado

desde puntos de vista particulares a cada creador: Spin, de Brian Springer, y Fit to be Tied de

Carlos Gil-Roig .

Brian Springer (1959) es un videoartista graduado en la Universidad Estatal de

Nueva York, en Buffalo. Durante años ha centrado su trabajo en los medios de

comunicación, especialmente en la promoción del acceso a las herramientas de producción

y la creación de foros de discusión acerca de los medios.

Hacia finales de los ’80, comenzó a

experimentar con tecnología satelital a través de la

captura de imágenes sin procesar trasmitidas vía

satélite hacia las estaciones locales de televisión.

Bajo el seudónimo de Colonel Noonan1,

Springer emprendió un proyecto de investigación

basado en esta práctica, con el objeto de desnudar

los mecanismos televisivos de selección y

contextualización de la información y también para

desvelar los procesos de construcción y montaje del

1 Juego de palabras a partir del nombre del pirata de la televisión por cable Captain Midnight. Un empleado descontento de HBO capturó, en 1988, la señal de una estación repetidora y acopló a la misma unas palabras muy poco halagadoras para la empresa.

espectáculo televisivo y de las personas públicas que aparecen en él.

A partir de esa actividad surgió el documental Spin2, una obra de una hora de

duración, enfoca el tema desde la falsedad del mundo de los políticos con un espeluznante

documento que muestra las actitudes de los políticos cuando creen que no son vistos,

sacando a la luz la falsedad de sus testimonios públicos. Condensa los momentos más

reveladores de lo que él considera el permanente reality show que fueron las elecciones

presidenciales norteamericanas de 1992.

Si bien esta posibilidad táctica se ve hoy obstaculizada o dificultada por los nuevos

dispositivos de encriptación, la actividad de Springer y otros piratas satelitales puso de

manifiesto una forma de resistencia electrónica que hoy tiene su equivalente en

expresiones como el videoactivismo y la acción de los hackers. Estas manifestaciones

emergen con fuerza en la era de Internet como una saludable respuesta a la tantas veces

denunciada consolidación de un "estado policial electrónico".

El origen del documental es uno de sus mayores atractivos: sólo grabaciones de los

canales abiertos vía satélite (los llama feeds) que los equipos de campaña de los políticos

y las televisiones usaban en aquella época. Cualquiera los podía sintonizar: era un sistema

de transmisión barato y les permitían hacer llegar su señal a cualquier lugar con muy poco

coste. Lo malo (o bueno) es que también se emitían los espacios muertos durante la

publicidad. Springer grabó algunas de las escenas más hilarantes y preocupantes que se

pueden ver sobre política.

Springer se interesó en tecnología satelital cuando escuchó acerca de las

backhauls3, las cuales te permiten ver a las personalidades de la TV fuera de cámara.

Existen dos maneras en las que un backhaul puede trabajar. Una de ellas es cuando

cortan para pasar anuncios publicitarios en la estación emisora mientras tu estación

satelital no está transmitiendo el comercial. El comercial está siendo insertado en la

2 El título del documental proviene del término ingles spin doctor, que designa a la persona que se ocupa de la actuación frente a cámara de las personas públicas, e interviene usualmente en las campañas electorales como asesor político.

3 En telecomunicaciones, un backhaul es un canal de comunicación terrestre que vincula una estación terrestre satelital a una red local. En el lenguaje televisivo, el término se usa en general para referirse a toda transmisión en vivo sin cortes comerciales, frecuente en el caso de eventos especiales como encuentros deportivos, coberturas especiales de noticieros, etcétera. También se aplica a la señal satelital que es enviada a la estación de televisión, aunque no transmitida, cuando un equipo deportivo está jugando un partido como local.

estación central, por lo cual en la señal del satélite todavía puede verse a la persona en

cámara esperando para estar al aire nuevamente. Otra variedad de backhaul es común en

los noticieros y magazines televisivos, tales como CNN. En este caso una señal en bruto

(una señal que contiene sólo la imagen del presentador o periodista) es subida a un

satélite y luego bajada a una estación que le insertará el material gráfico o de video

necesario para un programa completamente organizado. Pero si se sintoniza el backhaul,

se puede ver a la persona sin las gráficas o verlo cuando la cinta de los anuncios está

corriendo. Así es posible ver cómo el espectáculo televisivo es construido.

Pero la pregunta es: "¿Cómo se puede investigar lo que está oculto? Algo que está

oculto sólo puede ser hallado cuando la persona que lo esconde piensa que no hay

acceso. Si ellos realmente se percataran de que hay acceso, esto se convierte en otro

escenario para la actuación, aunque no dejaría de tener interés mediático. La clave es que

existe una especie de voyeurismo, a la manera de un paparazzi. La humillación vende bien,

por lo cual ver a alguien humillado por ser maquillado o avergonzarse a s í mismo siempre

resulta atractivo para los instintos básicos de la TV y otros medios.

Los Tactical Media4 (Medios Tácticos) consisten en un uso al estilo "Hágalo usted

mismo" que comenzó a extenderse con la popularización de la tecnología de bajo coste.

Se inició con el auge de los productos electrónicos masivos y las diversas formas de

distribución (desde el cable de acceso público hasta Internet). Con el tiempo, estos medios

comenzaron a ser usados por grupos o individuos que se sentían excluidos en el contexto

general de la cultura. Los Medios Tácticos hacen algo más que cubrir algunos

acontecimientos, y por su naturaleza subjetiva, se separan de los medios masivos

tradicionales. Los Medios Tácticos contribuyen a la crítica y la oposición.

Esta es la fuente de su poder ("la bronca es energía". John Lydon), pero también su

limitación. Los héroes típicos de este movimiento son los activistas (guerreros de los medios,

hackers, el cámara kamikaze...). Estos son sus negativos felices, siempre en busca de un

enemigo. Pero cuando el enemigo ha sido nombrado y vencido, el activista táctico entra en

crisis. Entonces, y más allá de sus logros, es fácil burlarse de ellos con las frases fáciles de la

derecha: “políticamente correcto”, “víctima cultural”, etc. Pero lo que ocurre es que, desde un

punto de vista más teórico, son las políticas de la identidad, las críticas de los medios y las

teorías de la representación (fundamento, en gran parte, de los tactical media), las que se

4 El término se refiere al uso crítico y a la teorización sobre aquellas prácticas mediáticas que hacen un uso sofisticado y lúcido de todas las formas de medios tradicionales y nuevos medios

encuentran en crisis. Estas maneras de pensar son consideradas como remanentes criticones y

represivos de un humanismo anticuado. Los medios tácticos como forma de humanismo. Por

supuesto que es mucho más seguro aferrarse a los clásicos rituales de la escena

underground y alternativa. Pero los medios tácticos están basados en un principio de

respuesta flexible: trabajar con coaliciones diferentes, poder moverse entre entidades

distintas en un paisaje de medios vastos pero sin traicionar sus motivaciones originales.

Los medios tácticos pueden ser hedonísticos, o fervorosamente eufóricos. Aun las

exageraciones de la moda tienen sus usos. Pero sobre todo es la movilidad lo que más

caracteriza al practicante táctico. El deseo y capacidad de combinar o saltar de un medio

a otro creando un continuo suministro de mutantes e híbridos. Cruzar bordes, conectar y

re-cablear una variedad de disciplinas y siempre tomando ventaja de los espacios libres

que aparecen en los medios.

Por último se analiza Fit to be Tied de Carlos Gil-

Roig, que de modo desenfadado muestra esta realidad

desde otro lado. En él observamos al individuo moderno

plenamente establecido en el sistema, es incapaz de

escapar de él. No porque no se dé cuenta, sino porque no

le interesa o no le conviene. O eso cree. Gil-Roig va al

núcleo espacial de esta trampa: En plena jungla urbana

nos encontramos con víctimas del fascismo delatadas a

través de un inofensivo detalle: la imposición de vestir con

corbata.

Fit to be Tied empieza con un plano oscuro, en el que aparece el torso desnudo de

un hombre, en el que se van proyectando corbatas sin parar, de manera ininterrumpida y

rápidamente. Una voz en off va diciendo los días de la semana sin parar; una semana,

otra y otra van pasando mientras desfilan las corbatas. Aparece una nueva voz

superpuesta que cuenta los meses. Más de lo mismo. Un ciclo angustiante y trepidante

que nos absorbe y con el que identificamos el bucle de nuestras vidas. Finalmente el

sonido se va apagando mientras los últimos resquicios de la voz se cansan de contar,

resignados al paso del tiempo, para sólo decir “...and, and, and, and...”. La resignación y

el sometimiento al sistema queda aquí reflejado, como lo hará también durante toda la

obra.

Seguidamente pasamos ya a la pregunta que justifica el documental: “¿Por qué

lleva corbata?” A partir de esta pregunta, aparentemente inofensiva, los entrevistados

muestran la manera en que éstos se resignan a someterse a la maquinaria fascista de la

que hablara Johnson Frisco en Texas Sunrise, aunque aquí la reflexión es más sutil y, a la

vez, más directa, ya que si bien no existe un discurso de ataque directo como en la obra

de Escartín, sí que vemos in situ la cara de esta sociedad alienadora de la que se ocupan

las obras tratadas. Los primeros testimonios aparecen en la pantalla. En medio de un

aparente caos de información, el autor ha relacionado las respuestas por temas que le

interesa contrastar, así que nos iremos encontrando, en todo el vídeo, respuestas afines

agrupadas en capítulos.

Los primeros en contestar según el montaje de la cinta apelan a la buena

impresión, al ser escuchado, al gustar y ser aceptado. La de ser aceptado y valorado es

una necesidad aparente, impuesta, que encaja perfectamente en toda la “estrategia de

esta gran conspiración esclavizante que es el mundo“. Seguidamente unos cuantos que no

entienden la pregunta. Hablamos de incomunicación, vidas rápidas (no tienen tiempo), etc.

Pero el cambio de ritmo ayuda al conjunto de la obra, que tiene un tempo muy cuidado, en

el que los cambios de velocidad y de temáticas atrapan al espectador en todo momento.

Después del prólogo entramos en las respuestas que más nos interesan y que nos

hablan del sentido de la obra. Un conjunto de respuestas contra la empresa nos habla de

las reglas y la opresión por parte del vil sistema y el deseo de subversión por parte del

trabajador (“¡no te la pongas!”), tan sabiamente acallado por los interesados. Seguimos

con una de las respuestas más lúcidas, ilustrativas y que sirven de conexión con Texas

Sunrise: “No tengo elección. Pago facturas. Tengo hijas, mujer, casa...” Después de este

primer punto de inflexión pasamos a un ritmo más lúdico, en el que un interrogado pide

dinero para responder. Aparentemente una broma banal, pero que de nuevo encaja a la

perfección con el conjunto. Nuevamente un resignado responde que así son los negocios,

y que intenta encontrar trabajo. Nadie escapa a la telaraña social. Otros confiesan odio,

tormento, que se conforman con el ridículo disfraz, el uniforme. Se menciona el aire formal

(tan imprescindible) mientras entran en el plano dos banderas americanas. La poes ía del

momento es evidente. Patriotismo, empresa, yupies descansando al sol como si de

operarios salidos del Mundo Feliz de A. Huxley se tratara. Las banderas ilustran la

todopoderosa patria que, divinizada, ha sustituido al Dios de la libertad y el anarquismo de

John Frisco por el culto a la represión y al fascismo. Se refuerza la reflexión con las

siguientes respuestas: tradición y sistema americano son conceptos tan ennoblecidos

como vacíos. Llegamos a un segundo e inevitable clímax, al que de hecho apuntan todos

los temas abordados por las respuestas del documental: “Porque representa mi

predisposición a ser esclavizado por la empresa”. Incontestable. “¿Es lo que quería oír?”

pregunta el interrogado. Por supuesto.

Como ya pasara antes, después del nuevo apogeo sigue una secuencia relajada,

con un grupo de molestos por el asalto del entrevistador y otro grupo que no entiende la

pregunta. Incomunicación. Nos encontramos ahora con un “liberado” que dice no

necesitarla. Puede llevar lo que quiera. Esta respuesta es común en un grupo dispersado

por la cinta: un taxista y algunas mujeres que tienen la suerte de no estar obligados a

llevarla, aunque tampoco escapan del sistema. Le siguen unos cuantos bromistas que

muestran orgullosos el estampado de su corbata. Es más fácil aceptar el juego impuesto

que estar quejándose sin esperanza. Uno menciona que es un símbolo sexual.

Antiguamente los gigoló las usaban como indicativo del tamaño de su pene. Un reclamo

publicitario. La opinión de las mujeres se muestra claramente dividida. Para unas, la prenda

da personalidad, elegancia y distinción. Para otras, la corbata no muestra ningún relax.

Otra contraposición de testimonios: uno contesta que son carísimas y el otro que valen

un dólar la docena. A continuación un nuevo punto culminante y que nos sirve de conexión

con Escartín: Aparece un predicador que llama al arrepentimiento de los pecadores,

especialmente los homosexuales. El fundamentalismo está servido. Aunque ni el

entrevistador ni la cámara hacen ningún énfasis especial en este personaje, la sensación

de ridículo es obvia por parte del espectador. Su respuesta es también reveladora: “La

corbata da una imagen. Tengo que estar presentable. Intento que la gente sea buena.”

La parte final se da en una secuencia relajada: primero vemos a muchos que se la

miran y, seguidamente, un final para redondear: Dos personas que se la miran y muestran

orgullosos. Sus corbatas son educativas, políticamente correctas y defensoras del medio

ambiente (por los estampados de ballenas y de otros animales). La vuelta al concepto

tiene una estructura casi religiosa. Es decir, se disfrazan las armas con un discurso

grandilocuente y magnánimo. El símbolo de la cruz cristiana sirve de paralelismo. Un

elemento de tortura, tormento, paliza, martirio y suplicio transformado en s ímbolo piadoso

de la más alta gama, que sirva para justificar cualquier martirio personal si este se da en

favor de la fe.

En la antigüedad, la religión sirvió de excusa perfecta para cometer toda clase de

atrocidades. Hoy en día la cosa no parece haber cambiado mucho en ciertas zonas del

mundo. Pero es el tratamiento de la religión que hace Bush el que más se parece al de los

antiguos. El poder justificado plenamente mediante la incontestable religión, usada en favor

del opresor, el dictador, el asesino, etc. Debido a la proximidad emocional con este tipo de

temas, la aportación personal a las denuncias de las que trata el trabajo va dirigida en esta

dirección. Se introduce el término táctico para desestabilizar e ir más allá de las

dicotomías rígidas que han restringido por tanto tiempo el pensamiento en esta área

(dicotomías entre amateur y profesional, entre alternativo y tradicional o incluso entre lo

privado y lo público).

Bibliografía y fuentes de información

Libros:

GIVONE, Sergio: Historia de la Estética. Tecnos. España, 1990.

LEWIS, C.S.: EL Problema del Dolor. Barcelona. Andamio, 2001 (1a Ed. EUA, 1972)

MARÍ, Antoni: L’Home de Geni. Edicions 62. Barcelona, 1984.

NIETZSCHE, Friedrich: El Anticristo. Alianza Editorial. España, 1971.

STEINER, George: La idea de Europa. Arcadia. Barcelona, 2004.

Internet:

www.emediterrania.es

www.libertadigital.com

www.wikipedia.com

Otros:

Exposicion Pantalla Global, CCCB, Barcelona 2012

Mediateca Caixa Fórum, Barcelona

Filmoteca de Cataluña, Barcelona