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LUZ UMEDAD JAIME EN El EN EL CENTRO DEL AÑO .. .acampadas en la célula como en un tardo tiempo de crepúsculo. José Gorostiza Ciego de nacimiento, me escandaliza el tacto. Vivaldi suena en medio de la bruma y la ciudad, bella hasta su colmo, intolerable, extiende dedos hacia el mar. El ancla de la vida se estremece, el sol rebasa sus medidas y entra durísimo, convicto, entre las nubes: el más vago, el más oscuro resplandor. Levantamos la copa en el mar de Vivaldi, en el mar de Venecia. Suena un vaso de cristal despedazado. El mar está borracho, devora música y cuerpos, dentaduras, hace suyo el invierno. La luz queda enlodada en la zarza y la niebla. Ciego de luz, observo sólo esta nada, deshecha por los dedos de la oscuridad y del llanto. En la noche que se aclara distingo algo turbio. El seno de la amada resplandece en el momento en que penetro en la casa del poniente: eres el mar, soy la soledad que entra en tu corazón. Qué ritmo de blancuras se destruye cuando digo violines tensos. Sólo porque muero puedo amarte. ¿Nada hay más bello que un hombre agonizante? El cáncer de pupila, la laringe infectada, la úlcera en la luz, el moho en el bronce, la suave tez dorada corrompida me hacen amarte, hasta las heces de mí mismo, mientras Vivaldi y el sol atraviesan la bruma, mientras la luz se enfrenta al mar y logra peces ciegos, enfermos necesarios enemigos, mientras la luz se enturbia cada noche, mientras la noche aclara sus sonidos en el sol. Del libro Obsesiones con un tema obligado, por aparecer en Siglo XXI, México. El sol es nuevo cada día. Heráclito Hoy he tocado tu corazón, sombra desnuda o vorágine o sola nota de dolor obstinado. Hoy he tocado tu corazón en las yemas de los dedos y he oído el mismo agudo acento que llevó a los amantes al amor desgarrado y a los pactos suicidas. El año está en su centro y se desploma lo mismo el sol ya derretido que el agua musical y clara. Detrás del sol yo veo una armonía destruida por las sombras tercas. Nada nuevo se yergue bajo él: Cleopatra mordida por el áspid o la muchacha que después de abortar se ahorca con su media, rayo, avión o nube combatida. ¿Todo es igual, desde hace siglos? ¿Ballesta o bala trazadora, tú o Casandra, la de nombre arrasado? Lo húmedo se seca, asciende y Se contrae. Lo seco se humedece, avanza y retrocede. La arcilla se hace águila; el buey lame el salitre con su lengua de trapo. Pero todo es distinto. El amor de Alejandro no es el mío y tus labios, con ser labios como los labios de cualquier mujer, son solamente, indescriptiblemente tuyos. Todo es nuevo bajo este sol, agua, deleite o muerte compartidas. ¿Para qué atormentarnos y roer nuestros sueños como si fueran fósiles por arena y cristal conservados? Me levanto y deliro. El sol, el mismo sol entonces, es nuevo cada día, su violencia se altera de minuto en minuto. La alegría de tu rostro sube ya, vegetal, desde la sábana y recobra en los ojos la luz de la ventana (aquella luz, empero, corroída por distintos cristales). Hoy he tocado tu corazón como una gota de ámbar o milagro obstinado. Hoy he tocado tu corazón en las fronteras de tus ojos y lo he oído latir tranquilamente, con la mansedumbre del agua que bulle dormida. Tu cabello negro, que absorbe luz a borbotones,

UMEDAD JAIME EN El · de mí mismo, mientras Vivaldi y el sol atraviesan la bruma, mientras la luz se enfrenta al mar y logra peces ciegos, enfermos necesarios enemigos, mientras

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LUZ

UMEDADJAIME EN El

lABASTIDA~...-.-.....FUEGO

EN EL CENTRO DEL AÑO.. .acampadas en la célula

como en un tardo tiempo de crepúsculo.José Gorostiza

Ciego de nacimiento, me escandalizael tacto. Vivaldi suena en mediode la bruma y la ciudad, bellahasta su colmo, intolerable, extiendededos hacia el mar. El ancla de la vidase estremece, el sol rebasa sus medidasy entra durísimo, convicto,entre las nubes: el más vago,el más oscuro resplandor. Levantamosla copa en el mar de Vivaldi, en el marde Venecia. Suena un vaso de cristaldespedazado. El mar está borracho, devoramúsica y cuerpos, dentaduras,hace suyo el invierno.

La luz queda enlodada en la zarzay la niebla. Ciego de luz, observo sóloesta nada, deshecha por los dedosde la oscuridad y del llanto. En la nocheque se aclara distingo algo turbio.El seno de la amada resplandece en el momentoen que penetro en la casa del poniente:eres el mar, soy la soledadque entra en tu corazón. Qué ritmode blancuras se destruye cuando digoviolines tensos. Sólo porque mueropuedo amarte. ¿Nada hay más belloque un hombre agonizante?

El cáncer de pupila,la laringe infectada, la úlceraen la luz, el moho en el bronce,la suave tez dorada corrompidame hacen amarte, hasta las hecesde mí mismo, mientras Vivaldi y el solatraviesan la bruma, mientras la luzse enfrenta al mar y lograpeces ciegos, enfermos necesariosenemigos, mientras la luz se enturbiacada noche, mientras la nocheaclara sus sonidos en el sol.

Del libro Obsesiones con un tema obligado,por aparecer en Siglo XXI, México.

El sol es nuevo cada día.Heráclito

Hoy he tocado tu corazón, sombra desnudao vorágine o sola nota de dolor obstinado.Hoy he tocado tu corazón en las yemasde los dedos y he oído el mismo agudo acentoque llevó a los amantes al amordesgarrado y a los pactos suicidas.El año está en su centro y se desplomalo mismo el sol ya derretido que el aguamusical y clara. Detrás del sol yo veouna armonía destruida por las sombras tercas.Nada nuevo se yergue bajo él: Cleopatramordida por el áspid o la muchachaque después de abortar se ahorca con su media,rayo, avión o nube combatida. ¿Todo es igual,desde hace siglos? ¿Ballesta o bala trazadora,tú o Casandra, la de nombre arrasado? Lohúmedose seca, asciende y Se contrae. Lo secose humedece, avanza y retrocede. La arcillase hace águila; el buey lame el salitrecon su lengua de trapo. Pero todo es distinto.El amor de Alejandro no es el mío y tus labios,con ser labios como los labios de cualquiermujer, son solamente, indescriptiblementetuyos. Todo es nuevo bajo este sol, agua,deleite o muerte compartidas.¿Para qué atormentarnos y roernuestros sueños como si fueran fósilespor arena y cristal conservados? Me levantoy deliro. El sol, el mismo sol entonces,es nuevo cada día, su violencia se alterade minuto en minuto. La alegría de tu rostrosube ya, vegetal, desde la sábanay recobra en los ojos la luz de la ventana(aquella luz, empero, corroída por distintoscristales). Hoy he tocado tu corazóncomo una gota de ámbar o milagro obstinado.Hoy he tocado tu corazón en las fronterasde tus ojos y lo he oído latir tranquilamente,con la mansedumbre del agua que bulle dormida.Tu cabello negro, que absorbe luz a borbotones,

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me arrastra a donde el mes de agostose dilata. Somos remeros sordos en las aguascontrarias: tu barca va en mi sangre,mi remo ya perfora tus nostalgias profundas.

SIEMPRE SUEÑO LA REALIDAD

El sueflo todo, en fin, lo poseía;todo, en fin, el silencio lo ocupaba. ..

Sor Juana Inés de la Cruz

Sin cuellos muchas cabezas pululaban;viudos de hombros vagaban desnudos brazos. ..

Empédoclcs

Pues hormiga, vegetal, mujer o piedra,todo, por fortuna, se corrompe y pasay se destruye y el mundo enterose equilibra y denso quiebrael mármol mismo y ya le arrancamariposas; yo quizá entonces sólorío, sólo luz brevemente enamoradaque digiere y avanza, amenazada sombra,suefto. Te he soñado tres vecesen mitad del espantoy en la penumbra tensa de la sábana.Softé también en el estragode árboles inmóviles, en la ruinayen las máquinas de pronto detenidaspor óxidos sombríos. Y combatícontra la noche armada y softévelo tras velo, párpado a párpado,el cuerpo natural, el tiempo seco,el pez varado y con su ojo terco:brutal paisaje donde sólo hay viento(y por detrás del viento, el huecosuave de una larva ciega). Soñéal torturado, que en la cárcelbusca arrancarse, silenciosamente,sólo una cierta parte del encéfalopara no delatar, en el sueñoa sus amigos; a la mujer que intentaarruinarse la boca con la sombrapara no revelar al esposo dormido

el nombre del amante. Pero nada ocurre.Yo te construyo hacia adentroy habitas en mi cráneo con un rumorde helechos, con un filo de espadas.La cacería en que voy es una imagenpura; el venado herido no vierte aquísu sangre, en el colchón nocturno,donde sólo es verdad el resorteimplacable incrustado en la espalda.¿Dónde termino yo, dónde empiezami cuerpo? Me muevo entre los átomosque traspasan mi terca geografía.Sólo' puedo ser lo que soysi me sueño, si intercambiosalivas con esta tierra grasay musical y eterna, que me alteray conserva. Estoy descuartizado, créeme.Viudos de tus manos van mis hombros;tus senos completan mi delirio;de tu cuello brota mi cabeza;las yemas de mis dedos se acostumbrana mirar suavemente tus cabellos sonoros.Perteneces de cuerpo entero a la realidad,por eso te sueñ o como te piensomien tras duermo bestial, mineralmente.Sueño entonces la libertady la desesperanza, el díaen que la cosecha broteal paso del sembrador. Siempre sueñola realidad: todo lo que existe .merece perecer.

EN LA CIUDAD FLORECE UN ANGEL

Piedad, pero ¿a quién pedirpiedad por un grano de trigo?

Pablo Neruda

Vivimos adentro de la injuria;la arquitectura la presideuna mano ceniza; el engranajede las horas tiene un ritmo chirriante:los fierros entrechocan, los minutosse duelen de seguirse y un huesose gasta contra un hueso.

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El río es corriente de basura.¿Qué ciervos vendrían hoya beber los hilachos, los residuos,I3 mugre? De la montaña bajaun agua blanca, apestosa a sudores,llena de lama abstracta y de microbiostiernos. Y hay corrosióny moho y surgen aeroplanQspor encima de nada, más acáde las nubes. Y un dedo atraviesalas colunmas del valle. Y nadareverdece: el cielo pesacomo un ladrillo cien veces resecado.

Si ahí súbitamente floreciera un ángel,si hubiera pájaros o nada mássonrisas en los elevadores, un peligroentraría en el orden violentoy apoyado en sólo un puntose dislocaría este mundo de su vértebraamarga, un resplandor haría saltarlas horas de sus goznes. Aparecela muerte. Todo ángel .es de pronto terrible.Llegas, mujer, desde la luz, impía,a pisotear lo que estaba destrozadoy mueles hasta el polvoel colapso del día, que ante ti retrocede.

¿A quién pedir piedad para que la bellezano derrumbe los cimientos del alba .escandalosamente opaca que me ciega?Ahora llega de allá, de más alláque allá, un perfume que asesina10 diario y corroe la estructurade las camisas. Y los puños desciendenpor un túnel hasta ser no más que hiloshundidos en un agua que no ríe.

Has arrasado con tus bruscos timbales,con tus tobillos leves, el ordencotidiano y un sonido visibleme agarra de la tráquea, arrojamariposas en nús ojos, mariposasya vivas que vuelan, blancas,sobre el jabón que aniquila

antiguo pez hambriento. Y caigohasta el peligroque acosa la amargura cotidiana.

Has instalado ahora tu tiendarampante de peligrosen mitad de la plazay el polvo y la presión atmosférica,el humo y sus bestias de plomopiden piedad de ti, que nada escuchas.Haces trizas cristales, consumes,carbonizas. Nadie puede mirarte,eres un disparo entre los ojos,10 mismo me construyes que me hundes,en yeso convertido estoy. ¿A quiénpedir piedad por un grano de herrumbre?Oigo la música de soga que llega hasta mi cuello,al silencioso cella de mil cuerdas.y sueltas tus cabellos que se derramany son perfume o música de órgano.

y veo pasar fren te a mi casamis propias manos tuertas, manco de ojosque no pudieron oler, cortada la lenguadel oído que no se atrevió a decir.No sé, me contradigo. Cabríaarrojarme hasta tus brazos, consumirme.Cabría pedirte que tocaras mi cabelloenmohecido,el óxido, la herrumbre de mi corazón,el terco, silencioso, silencioso,doblegado, constante redoble de mi sangre.Cabría pedirte que incineraras mis oídosy me helaras los labios. Soy la ciudadcontaminada que lucha cuerpoa cuerpo contigo, mujer,y tu sonora piel de mármol vibra.Eres el pájaro implacableque no pudieron matar ni pólvorani fábricas, eres el árbol nacidodel muro de hormigón.Nos somos necesarios:humedad en el fuego, un violentoequilibrio, un amor construidoa constantes desgarros, el huracánque tiembla en la balanza, la medida,al contrario, geometría en la tormenta.

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AGUJA EN EL PAlAR

Aunque pudiésemos representarnoslo que es, no podrEamos decirlo

ni comunicarlo. ..Gorgias

Desde la pluma brotas, súbitallama tensa que se prende aun a la maderahúmeda y la quema y la guarda.Entonces tu jadeo (reiterado,sonámbulo sonido que atraviesalas destruidas, de amor, paredesde mi cráneo y pronuncia sin decirlomi solo nombre oscuro y dibuja mi rostro),tu jadeo me recorre. Yo gozola tensa y acre miel de tus axilasy el vello, violento y deslumbrante,que sube, musgo negro, de tu vientre.Echado sobre ti, dejo en tus senosla huella de mi pecho, un turbio laberintode cabellos y amor. Desaparezco en ese instantey respiro ahogado en tanta sombra. Se acelerami sangre. Apenas reconozco tus ojosen la apretada luz que me golpea las sienesy las manos. Son, no sé, tres, cuatro, diezseguJldos de gozosa ¡nconciencia.Nuestra palabra es una sola letra terca.¿Qué nombre concederte ahí, un signoque sin lastimarte te construya? Tu nombreno te agota ni puebla por sí solo,con tu imagen, la memoria de nadie.Lo tienen también algunas avesque sólo cantan al atardecer. Tendríaque inventar, para mirarte bienentre la turba terca de las cosas,un cjÍmulo de voces y de signos.Te reconocería así en la muchedumbre:una voz te haría aguja encontradaen el pajar. Pero ¿quién compartiríami manera de hablarte? Idén ticaa ti misma, diferente de todo,sólo a mí momentáneamente te asemejascuando por mi boca respiras.Te doy cuanto yo necesitoy cambias ya de rostro.

Una eres cuando caminas entre automóvilesy grasa que hiere el paladar y otracuando recibes el peso de mis venas.¿Cómo decircon sólo un nombre las siete especiesde mujer que tú eres? Seis, siete vocespor la llama que fuiste; diez, docenombres por el mar que serás. Tu nombrepronunciado en la penumbra despedazaal que digo bajo el sol de noviembre.¿Para qué destruirte con una voz, entonces,para qué encerrarte en un sarcófago sonoro?Quedémonos así,goloso uno del otro, y sin hablar.

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UN LARGO, LENTO APRENDIZAJE

.. .aprender a morir y a estar muerto.Platón

Me dañará, lo sé ya desde ahora,la nostalgia. Se ha cerradoel ciclo de toda destrucción y el amory el amor se combaten. Nos hemos desgarradocomo quien tercamente, hora tras hora,regresa al mismo sitio por tocara.niIruiles destruidos o muecas disecadas.

Un rencor de pupilas o cenizaanunciado en el fuego.Así también endurecimos. Es posibleque negue un día en el que ya no quierahacer ningún esfuerzo por reconstruirtu mirada más débil, aquella que borrabahasta el presagio de la pesadumbre.

Nos matamos con los adioses simples,con la sonrisa puesta malen la frontera tensa de la noche. Tambiénmorirnos cuando una cuchara cae desde la mesacon un ruido de terremoto impresionantea la mitad de nuestros dos silencios.Un día, éste, tal vez, tan luminosobajo el azul abril,descubriremos que podríamos vivir,un minuto lo mismo que diez años,con la llaga del otro en ambas manos;dirás entonces: ya no es posiblecontinuar, destTÚyeme; y sumidosadentro en la inconciencianos besaremos quizá por la vez última.

Como si con una espada .de suavidad te penetrara y sufrierasy temblaras entonces. Porque oscilamos,péndulos ambos, de uno a otro. Arbolespodridos que aún pudieran ofrecersefrutos. Despedirse, desprenderse,hasta el muñón, el brazo oscuro, separarseasí del propio cuerpo, quise decir: el tuyoque fue mío. Todo en el amor derrotay convulsión, todo un sencilloaprendizaje: el de enseñarsea morir y a estar muerto.

PASA EL DESASTRE

.. .después de haber sido derribado, serecuperó de los golpes, asimiló el castigo y. ..

(Excelsior, México, Crónica de una pelea por elCampeonato mundial, olvidada la fecha.)

Algo que estaba ocultobajo las quietas aguasse ha quebradoy grandes piedrasdespués del terremotobuscan acomodo.

Duelen empero aquellascosas torpes que las aguas dejan,las cosas graves que al amorinsultan. Se trata sólodel aj uste de las piedrascuando pasa el desastre.¿Oyes un ruido de olay vientre antiguo? Estos,así, dolores, no los quiero.No quiero más la arenaque atraviesa pequeñosterritorios devastados,la terca sangre que se fIltraen los poros de esponja de la memoria.

Ocurre todo en un instan te ,en minutos de súbito apretados.Así se deteriora un edificiointerno. Y baja la luz con pasosarrastrados, baja la luzblanca de frío, baja la luz(un saurio macilento),baja la luz con lentitudde sapo, contradichaen sus términos, con los pasosmás torpes del planeta,herida toda, alimentadacon rencor, deshecha. Baja la luzy me derriba. La llama, sudorosa,desde su lecho frágil se levanta.¿Po'dré recuperarme de los golpes?¿Podré asimilar tanto castigo? Oigorisas, me incorporo y...